san josemarÃa escrivá, maestro de perdón - Saint Josemaria Escriva
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) Efecto global: sembradores <strong>de</strong> paz y <strong>de</strong> alegría<br />
El ser humano es relacional y el cuidado <strong>de</strong> las pequeñas relaciones tiene un efecto<br />
capilar y multiplicador. La caridad actúa en círculos concéntricos, <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro hacia fuera,<br />
al contrario <strong>de</strong> lo que ocurre con el ciclo ofensa-venganza, que se representa como una<br />
espiral que absorbe hacia su centro <strong>de</strong>structivo lo que encuentra a su paso.<br />
Benedicto XVI advierte sobre este punto que la caridad “da verda<strong>de</strong>ra sustancia a<br />
la relación personal con Dios y con el prójimo; no es sólo el principio <strong>de</strong> las microrelaciones,<br />
como en las amista<strong>de</strong>s, la familia, el pequeño grupo, sino también <strong>de</strong> las<br />
macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas” 126 .<br />
El perdón ha <strong>de</strong> ser un recurso vivido sobre el terreno, interiorizado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la caridad<br />
y practicado en el matrimonio, en la familia 127 , en la escuela, en la amistad, en el<br />
trabajo, en todas las situaciones. El perdón <strong>de</strong>be <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser un hecho predicado y poco<br />
practicado y convertirse en una experiencia diaria <strong>de</strong>l “estilo <strong>de</strong> vida” 128 <strong>de</strong>l cristiano<br />
transformado. El perdón no es una fórmula <strong>de</strong> excepción.<br />
La unidad <strong>de</strong> vida que predicaba <strong>san</strong> Josemaría, que es una llamada a la coherencia<br />
<strong>de</strong> vida cristiana, pi<strong>de</strong> vivir el perdón siempre y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer momento. Por eso, lo<br />
habitual será practicar el perdón en la vida corriente. De lo contrario, por la propia<br />
naturaleza <strong>de</strong> la agresión, <strong>de</strong> la ofensa menuda se pasa a los sentimientos negativos y la<br />
incomunicación 129 .<br />
Se dice que hay que apren<strong>de</strong>r a perdonar 130 . Quizá, pen<strong>san</strong>do en la caridad como<br />
fuente <strong>de</strong>l perdón, sería más propio <strong>de</strong>cir que hay que apren<strong>de</strong>r a querer, a amar: amar a<br />
Dios y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Él, amar al prójimo, aunque ofenda 131 . Si no se perdona, no se ama. El<br />
justicia, pues la “la justicia es la primera vía <strong>de</strong> la caridad o, como <strong>de</strong>cía Pablo VI, su ‘medida mínima”.<br />
Benedicto XVI, Caritas in Veritate, n. 6.<br />
126 Benedicto XVI, Caritas in Veritate, n. 2.<br />
127 La familia es el lugar paradigmático <strong>de</strong> los actos gratuitos. Es en este ámbito <strong>de</strong> micro-perdón, don<strong>de</strong><br />
los menores pue<strong>de</strong>n experimentar el perdón y apren<strong>de</strong>r a reconducir las situaciones que pue<strong>de</strong>n generar<br />
agresividad, a evitar las ofensas. Se apren<strong>de</strong> a pedir perdón, a otorgarlo, a superar el rencor y la venganza,<br />
a amar <strong>de</strong> forma gratuita, a ser comprensivo, a adquirir el sentido <strong>de</strong> la justicia, a respetar a los <strong>de</strong>más.<br />
Hay que referirse también a la soli<strong>de</strong>z <strong>de</strong> la familia, que es por sí misma una base <strong>de</strong> aprendizaje <strong>de</strong> amor<br />
y perdón. En las rupturas, la prole pier<strong>de</strong> a menudo la referencia <strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong> los afectos. Por otra parte,<br />
la familia tiene un papel único, pues está en su mano cortar la corriente <strong>de</strong> los odios que pa<strong>san</strong> <strong>de</strong><br />
generación en generación, <strong>de</strong> padres a hijos. Con frecuencia, el rencor heredado convive con la práctica<br />
religiosa, <strong>de</strong> modo que se educa a los hijos en una religión <strong>de</strong>generada. Es necesario purificar la memoria<br />
familiar.<br />
128 Juan Pablo II, Mensaje Jornada Mundial <strong>de</strong> la Paz 1-I-1997.<br />
129 “y otro tanto suce<strong>de</strong> con la convivencia: se comienza con un pequeño <strong>de</strong>saire, y se acaba viviendo <strong>de</strong><br />
espaldas, en medio <strong>de</strong> la indiferencia más heladora”. San Josemaría, Amigos <strong>de</strong> Dios, n. 15.<br />
130 Cfr. Sternberg, J. y Sternberg, K., La naturaleza, cit., p. 258.<br />
131 El perdón, tal y como se entien<strong>de</strong> en el cristianismo, no es fundamentalmente una técnica, una terapia<br />
o una experiencia saludable, aunque pueda tener esos efectos. El CCE, en el contexto <strong>de</strong>l perdón, al glosar<br />
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