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PATRICK JOHANSSON K.<br />
| ES DISTANTES<br />
i LOS AZTECAS<br />
Estudio sobre la expresión náhuatl prehispánica<br />
V
A mis hijos:<br />
Steven, Franz y Frederlc
INTRODUCCIÓN<br />
Xóchitl In lonacayo; aquí cueponl. on cuellahula.<br />
•Nuestro cuerpo es una florse abre, luego se marchita."'<br />
Flor, el hombre náhuatl, epifanía de colores y exlialaciún de fragancia<br />
expresiva en espacios mexicanos; flor, el ser que hunde profundas raícesen<br />
las entrañas de la madre (ierra. Raíces ebrias de cálida intimidad fetal; flor<br />
1.a raíz y la flor, nelhuáyoú y xócliltl, son los hilos esenciales del tejido<br />
cultural de los aztecas. La primera se arraiga umbilicalmencc en la verdad'<br />
profunda de la madre tierra, la segunda exterioriza \apresencia del indígena<br />
náhuatl en el mundo. Ambas expresan la divergencia primordial y constitutiva<br />
del hombre.<br />
v el retomo a la intimidad letal en las<br />
fauces de Tlaltccutll<br />
U flor náhuatl que se abre en el espacio-tiempo prehispánico es una<br />
verdadera explosión cromática; huracán rítmico,borbotón de sentimientos<br />
paroxísticns en una fértil espuma sonora y gestual, ola incontenible de<br />
presencia expresiva: miles de guerreros reunidos en el crisol de un espacio<br />
sagrado, rutilantes de colores y sonoridades, fraguan en una orgía cinética la<br />
compacta respuesta del hombre náhuatl al silencio desgarrador del mundo.
6 VOCliS DISTANTES DE IOS AZTECAS<br />
En una fragancia más sutil, insinúa su ponderación ¿tica en los intersticios<br />
del edificio socialocxhala los cantos, bálsamos líricos de una palpitante herida.<br />
o mortajas del supremo dolor.<br />
Pero si la florida expresión oral de los aztecas deslumhra al sol del<br />
mediodía, es porque su corola expresiva irradia con sus colores la sed<br />
insaciable de sus raíces. Raíces de oscura sustancia materna que hilan con la<br />
luz del tiempo el cromático tejido cultural de su presencia.<br />
La belleza de la flor es mentira sin la verdad de sus raíces, y la recopilación<br />
española que arrancó un peíalo verbal a esta Trágame profusión de colores<br />
expresivos, lo dejó secarse en el |>áramo estéril dr un manuscrito. Quiso<br />
talo, ignorando la flor, despreciando el ramo, sesgando además la verdad<br />
radical de la expresión oral indígena.<br />
la conciencia etérea del xochicuícatl* crece sobre la apárenle incoherencia<br />
gcstual de un nélolillztli. 4<br />
Como lo expresaban los aztecas, el hombre está hecho de luz y de<br />
tinieblas. Sin embargo, las tinieblas del recopilador español no son el espesor<br />
íntimo donde mana la savia de la vida náhuatl: son el breñoso arcabuco ciclo<br />
incomprensible donde se esconde el diablo. IJ intuición náhuatl presiente<br />
su desgarradora situación ontológica y la necesidad imprescindible de<br />
vincular su vida con la materia mediante la implicación cor]wral del hombreen<br />
\ifisis que representan los bailes y los cantos. En cambio, el religioso<br />
español que aborrece la oscuridad, busca desarraigar al hombre de su dimensión<br />
telúrica para explicarlo a la luz de una fe celestial.<br />
El encuentro entre un Interpretante español provisto de sus armas cognoscitivas<br />
y de una cosmovlsión renacentista, y un Interpretado indígena<br />
que se baña todavía en el sentimiento inmanente de su profundo arraigo en<br />
el mundo, va a generar el equívoco manuscrito, en cuyas mallas gráficas y<br />
conceptuales está atrapado el petalo de una flor sin raíz.<br />
El manuscrito español entraña, en el palimpsesto de su dimensión gráfica.<br />
no sólo el eco distante de una voz preñada de intcrrclacioncs mágicas, sino<br />
también la presencia imperceptible de su proyección pictural. De hecho, el<br />
dinámico colorido de la oralidad náhuatl se reflejaba en el espejo mnemónico<br />
de la Imagen donde se enriquecía con nuevos matices expresivos. Los<br />
códices, como los llamamos hoyen día, establecían con la voz el diálogo fértil<br />
de la Unía negra y roja'' y del espíritu, ihiyotl, suspiro de la conciencia o<br />
tempestad del cuerpo. El verbo fecundaba el glifo generando así la epifanía<br />
mnemónica de la cultura mexicana.
Los estudios realizados hasta hoy, si bien revelan aspectos muy interesantes<br />
de la literatura náhuatl, no consideraron generalmente el exilio de la voz<br />
en la escritura, y la alteración expresiva que este hecho conlleva. No vieron<br />
detrás de una sintaxis textual a veces caótica asomarse la imagen. Por último<br />
y más grave, describieron la flor sin evocar sus raíces. Se entusiasmaron con<br />
lo claro del día sin recordar que este brota de las entrañas de la noche.<br />
El cromático y polifónico fragor de la voz festiva náhuatl encubre un<br />
diálogosccrctodr luz y de sombra, de muerte y de vida. Su cuerpo expresivo,<br />
triturado por los engranajes conceptuales y gráneos del recopilador español,<br />
titirita hoy en sus andrajos alfabéticos pero... su corazón palpita todavía.
PRIMERA PARTE<br />
EL INTERPRETANTE ESPAÑOL<br />
Y EL INTERPRETADO NÁHUATL
I J literatura náhuatl prehispánlca. hoy sumergida en el corazón de nuestros<br />
manuscritos, no es más que el fantasma gráfico de una oralidad en el exilio<br />
de la escritura: fantasma que agita sus cadenas alfabéticas en el vacio de una<br />
recepción no circunstanciada: cadenas cuyo ruido no es más que el eco<br />
distante y refractado de una voz viva que se lia apagado. I'na distancia<br />
diacrónica de cuatro siglos de historia ahogó el eco y la ruptura sincrónica<br />
de un encuentro quebrantó la voz.<br />
liste encuentro es ante lodo una conflagración, el diálogo del mosquete<br />
y de las flechas: la derrota consecutiva y la destrucción subsecuente y<br />
sistemática del aparato sociocultural del vencido: la paz al ñn instaurada<br />
sobre las cenizas de una cultura. Pero es también y sobre todo el enfrentamiento,<br />
un instante estéril, de un mundo indio esotérico preñado de<br />
intuición analógica y de una civilización española relativamente exotérica<br />
que ya sabe cautivar, en las mallas de su acercamiento cognoscitivo estructurante,<br />
la pluralidad fenoménica del mundo.<br />
El azteca trata primero de situar el tiempo de una derrota, y por retrospección<br />
de los augurios, la llegada de los hombres blancos y barbudos en su<br />
tcm)H>ralidad circular. Luego se esfuerza por asimilarla al tejido apretado de<br />
analogías proféticas que preparaban este futuro. Kl español hará volar en<br />
IH-dazos esta percepción del mundo, zapará los fundamentos mismos de la<br />
estructuración cósmica del vencido e impondrá su universoeidétlco"causal.
12<br />
1.a expresión oral de los aztecas ha sufrido más que cualquier otro aspecto<br />
cultural con el choque de este encuentro, pues los conquistadores no sólo<br />
truncan brutalmente todo el aparato de equilibrio socio-ontológico que<br />
representaba el arte del verbo, sino proceden por razones estratégicas de<br />
evangelización a reconstituir el conjunto del patrimonio literario náhuatl<br />
sobre estructuras distintas que falsean la perspectiva primera.<br />
Después de haber hecho tabla rasa de todas las manifestaciones culturales<br />
sospechosas de entrañar gérmenes de Idolatría, los batallones del clero<br />
español se dan cuenta, en efecto, que su celo destructor no ha favorecido en<br />
nada su misión evangelizadora. El desconocimiento total de los receptores<br />
últimos del mensaje evangélico, por parte de los religiosos, compromete al<br />
contrario la transitividad de su contenido. Es entonces cuando, provisto de<br />
su red conceptual y de sus armas cognoscitivas, el vencedor se acerca al<br />
La palabra de los aztecas no ha atravesado la noche de los tiempos según<br />
la dinámica propia de su evocación material; ni siquiera fue asida en su<br />
vuelo, en su expresión espontánea cuando agonizaba ya a mediados del siglo<br />
XVI; fue suscitada, requerid:'., arrancada prácticamente a veces a los que<br />
tenían la custodia de esta palabra, y clavada en el cepo estructural de los<br />
manuscritos españoles.<br />
Ahí se sitúa para el lector del manuscrito, exterior a la cultura náhuatl, la<br />
zanja que lo separa irremediablemente de la expresión oral primera de los<br />
De hecho, los procedimientos de recopilación de los textos, asi como las<br />
categorías sobre las cuales se articulan, son estructurantes por naturaleza, y<br />
como dice Piagct: í/»m actividad estructurante no puede consistir más que<br />
en un sistema de transformación' El conjunto de la expresión oral de los<br />
aztecas va a ser recortado por el escalpelo diacrítico del conocimiento<br />
español, biselado según los detenninismos del aparato conceptual que lo<br />
estructura y de la perspectiva adoptada.<br />
La reconstitución obedece, como hemos dicho, a una estrategia de<br />
evangelización y el criterio selectivo se aplicará en función de las necesidades<br />
de la causa. Veremos que habrá que matizar un poco esta afirmación,<br />
puesto que humanistas como Sahagún y Olmos desbordaran el cuadro de<br />
esta perspectiva restringida y se empeñarán en revelar el esplendor de la<br />
civilización vencida.<br />
Por otra pane, la oralidad náhuatl prehispánica reforzaba la retención<br />
mnemónica de sus enunciados con apoyos materiales pictográficos, los<br />
códices, amaxlli. que conservaban en la red semiótica propia de la imagen,<br />
los textos potenciales correspondientes al patrimonio cultural de los aztecas.
FJ. INTERPRETANTE ESPAÑOL Y El INTERPRETADO K><br />
Esta blpolaridad relativa entre la expresión oral y la pintura va a crear<br />
tensiones Intcrscmióticas" que determinarán específicamente el aspecto<br />
formal de un texto leído o recordado a partir de un códice. En efecto, un<br />
verbo que se alimenta de imágenes se encuentra fatalmente matizado por el<br />
color expresivo de su presencia gráfica. Conviene por lo tanto definir en<br />
términos generales los determinismos formales propios de la conservación<br />
de un enunciado en un sistema scmiótlco plctural, para poder discernir el<br />
efecto estructurante que pudo haber tenido sobre el texto.<br />
Recordemos ademas que muchas recopilaciones de documentos prchispánicos<br />
se realizaron a partir de los códices, vinculando así de manera directa<br />
la semiótica plctural con el sistema alfabético.<br />
La totalidad estructurada tal y como se presenta hoy sobre los manuscritos<br />
que nos llegaron es el resultado de una triangulación intcrscmlótlca en la cual<br />
dos polos se oponen funcionalnicntc en un espacio-tiempo prehispánico.<br />
mientras el tercero es el resultado material de los procedimientos de<br />
recopilación propios de una civilización que Interpreta a otra:<br />
"»«.n.AD ^ >—< , Bc.rn.ii»<br />
lil texto manuscrito que nos restituye en su palimpsesto el eco refractado<br />
de la voz de los aztecas, es entonces el resultado de la absorción y la<br />
asimilación gráfica efectuadas por los españoles de una expresión oral que<br />
se apoya a su vez sobre un auxiliar pictiiral: el códice. Una de la primeras<br />
etapas en el análisis de esta totalidad gráfica consistini en .distinguir<br />
cuidadosamente a los protagonistas de la composición recopilatoria: 1-1<br />
Interpretado náhuatl y el interpretante español, lil primero se encuentra<br />
más allá de la linea de demarcación intercultural que hemos definido; el
segundo, que será objeto cscnci.il de la primera pane de nuestro trabajo, se<br />
sitúa ya en el mundo racionalizante del Renacimiento a pan ir del cual recibe,<br />
vchicula y transpone los datos del interpretado.<br />
Determinaremos en el área del interpretante la incidencia que tuvo sobre<br />
los pre textos orales considerados una acción destructora que afectó no<br />
solamente sus apoyos materiales, sino también los mecanismos socioculcuralcs<br />
de producción y de conservación de los textos.<br />
La reconstitución premeditada que sucede ya no representa la expresión<br />
espontánea de la oraüdad de los aztecas, sino un vasto intento de racionalización<br />
de datos en el espacio de la escritura. La red coercitiva del<br />
conocimiento español capta los enunciados, según parámetros conceptuales<br />
que le son propios, y efectúa en ellos unos cortes temáticos transversales<br />
que alteran frecuentemente su funcionalidad primera.<br />
Además, las circunstancias estructurantes de la comunicación interpersonal<br />
que lian presidido la recopilación de los textos los han marcado con el<br />
sello de sus contingencias; las modalidades muy particulares de la elocución<br />
bajo presión inquisitoria, los avalares del cngullimlcnto intransitivo (a los<br />
ojos de los aztecas) de la oralidad en los manuscritos asi como parasitajes<br />
diversos, lian afectado de una manera u otra los diferentes niveles funcionales<br />
I-I material recopilado será después sumergido en los cuadros estructurales<br />
gráficos de simples manuscritos, de misceláneas o de obras con carácter<br />
enciclopédico que realizarán, a través de subdivisiones temáticas distributivas,<br />
integraciones intelectivas al nivel del contenido.<br />
En la oralidad náhuatl, una vez aprisionada en los manuscritos, los<br />
religiosos españoles y sus colaboradores indígenas algo hispanizados efectuarán<br />
rectificaciones, transposiciones y otras correcciones que tenderán a<br />
lograr una mejor adaptación del conjunto textual recopilado a los determinisinos<br />
de su grafía. lil ángulo de incidencia de la refracción formal de los<br />
textos -ya muy alterados por las circunstancias de recopilación- no hará<br />
más que aumentar.<br />
Trataremos de describir en esta primera parte los/or
LA RECOPILACIÓN DE LOS TEXTOS IIECHA POR LOS<br />
MISIONEROS ESPAÑOLES<br />
1.1 La destrucción<br />
Los primeros misioneros franciscanos que llegan en el año de 1524, apenas<br />
tres años después de la caída de Tcnochtlüan. emprenden con cniusiamo su<br />
obra cvangclizadora en una tierra ya relativamente pacificada, por lo menos<br />
en lo que concierne a la región central de México, pero donde sigue en pie<br />
la mayoría de los templos y permanece prácticamente intacto el aparato<br />
sociocullural náhuatl. De hecho, los vencedores se preocupaban poco de los<br />
sujetos indígenas y más de los objetos que guardaban estas comarcas, ya<br />
fuesen oro, plata o, mis tarde, tierras que repartirse.<br />
En este contexto, el mensaje evangélico no tenía la menor transitividad:<br />
...Les era gran fastidio oír la palabra de Dios, y no querían<br />
entender otra cosa sino en darse a vicios y pecados dándose a<br />
sacrificios y fiestas, comiendo, bebiendo, y embeodándose en<br />
ellas, y dando de comer a los Molos de su propia sangre, la cual
16 VOCES DISTANTES DK LOS AZTSCAS<br />
sacaban de sus propias orejas, lengua y brazos, y de otras partes<br />
del cuerpo, como adelante diré, lira esta tierra un traslado del<br />
infierno; ver los moradores de ella de noche dar voces, unos<br />
llamando al demonio, otros borrachos, otros cantando y bailando:<br />
traían alábales, bocinas, cornetas y caracoles grandes,<br />
en especial en las fiestas de sus demonios.''<br />
Para remediar esto, los franciscanos emprenden sistemáticamente la<br />
destrucción de todo cuanto pueda revelarla presencia del "diablo": templos,<br />
ídolos y mis generalmente todo el aparato socio-religioso en sus distintas<br />
formas expresivas:<br />
Y atento a estose concertaron los que estaban repartidos arriba<br />
por las provincias dichas, de comenzar a derrocar yquemarlos<br />
templos.ynopararhasta tenerlos todos echados por tierra, y los<br />
ídolosjuntamente con ellos destruidos y asolados, aunque por<br />
ello se pusiesen en peligro de muerte." 1<br />
El celo destractor no se limita a los edificios y a los ídolos: las danzas y los<br />
cantos son formalmente prohibidos.<br />
Los mexicas no cesaron abruptamente de adorar a sus dioses, pero toda<br />
la infraestructura cultural que sostenía su aparato ritualtendrá que desaparecer<br />
o por lo menos entrar en la clandestinidad. Esto es importante puesto que.<br />
cuando los ni ismos frailes emprenden la recopilación detext os prchispánicos.<br />
muchos de ellos son vedados por las autoridades religiosas estableciéndose<br />
una cierta ambigüedad. Muchos Informantes muy prudentemente darán<br />
versiones retocadas de cienos aspectos de su cultura y dejarán los demás en<br />
la oscuridad de una fingida ignorancia. Otros rehusarán contestar cnce-<br />
Entre los mecanismos socio-cxistencialcs de los mexuras. la erradicación<br />
de la guerra fue el hecho que más desestabilizó la producción cultural.<br />
Condenados a una paz forzada, los aztecas ven frustrados los valores que<br />
brotabandcsusaciividades bélicas. La guerra era un modusvlveiuli. un modo<br />
de vivir los valores del mundo; en la paz forzada de la sumisión, las fuerzas<br />
psico-sociales ya no se conjugan como antes y el arte y la poesía se ven<br />
privados ile su base infraestructura!. En el cosmos, los dioses hacen la guerra:<br />
en la tierra, los hombres hacen la guerra: muchos de los rituales están<br />
centrados en combates de tipo Indico: la guerra desempeña un papel<br />
sumamente importante en la vida preliispánka
3S MISIONEROS ESPANOUS 17<br />
El aparato ritual y las fiestas llenas de trágico colorido fueron también<br />
afectados por las embestidas evangellzadoras que rastreaban cualquier<br />
expresión con olor a idolatría:<br />
Noten los ministros, y los que no lo son, cuántas veces habrán<br />
visto en los bailes de estos naturales cuan ordinario sea ir<br />
delante de los que hacen la rueda, un indio y dos, sin seguir el<br />
compás de los demás, bailando a su albedrlo, vestido con<br />
diferente disfraz, haciendo de cuando en cuando la algazara y<br />
voces placenteras que he dicho. Es que, nosotros ignorantes y<br />
ellos avisados en sus ritos antiguos, representan al ídolo que<br />
están solemnizando delante de nosotros, a su modo antiguo,<br />
cantándole los cantares que sus viejos antiguos les dejaron,<br />
aplicados a aquel propósito.''<br />
1:1 daño es rn este caso Irreparable, puesto que las fiestasson la primen<br />
sima circunstancia de elocución de textos. La exaltación paroxística con<br />
carácter catártico que era propia de la mayoría de estos ritos se vio<br />
totalmente aniquilada por la prohibición formal de todas las ceremonias y,<br />
como consecuencia, toda la expresión oral dramatizada que formaba parte<br />
de ellas desapareció.<br />
La memoria colectiva, tesoro inmaterial y por ende inalcanzable (por lo<br />
menos de manera directa c inmediata), permanecía sin embargo en la mente<br />
de los tlamatlnime.' 1<br />
1.1.1 La Instrucción destructiva<br />
luego que venimos a esta tierra a plantar la fe juntamos (a) los<br />
muüíachos en nuestras casas, como está dicho, y les comenzamos<br />
(a enseñar) a leer y a escribir y cantar, y como salieron bien<br />
con esto, procuramos luego en ponerlos en el estudio de la<br />
gramática, para el cual ejercicio se hizo un colegio en la ciudad<br />
de México en la parte de Santiago del Tlalilulco, en el cual de<br />
todos los pueblos comarcanos y de todas las provincias se<br />
escogieron los muchachos más hábiles, y que mejor sabían leer
lisios jóvenes son generalmente hijos de nobles indígenas o de importantes<br />
caciques y, por lo tanto, las nuevas promociones de dirigentes de las<br />
colectividades mexicanas. Muchos de ellos como Cristóbal, Antonio y Juan,<br />
los llamados niños mártires de Tlaxcala, ayudaran con celo a los misioneros<br />
españoles en la larca de extirpar las creencias de sus padres y llevar a cabo<br />
la destrucción sistemática del aparato religioso, fuente primordial de los<br />
valores prchispánicos.<br />
listos muchachos sirvieron mucho a este oficio, tos de dentro de<br />
casa ayudaron mucho más, para destriparlos ritos Idolátricos<br />
que de noche se luicían, y las borraclierasy areitos que secretamente<br />
y de noche luición a honra de los ídolos, porque de día<br />
éstos espiaban en dónde sehabla de hacer algo de esto de noche,<br />
y de noche, a la hora conveniente Iban con un fraile o con dos,<br />
sesenta o cien de estos criados de casa, y daban secretamente<br />
sobre los que hacían alguna cosa de las arriba dichas, de<br />
idolatría, borrachera o fiesta, y prendíanlos a todos y ataban-
los y llevábanlos al monasterio, donde los castigaban y hadan<br />
penitencia, y los enseñaban la doctrina cristiana)' los hacían<br />
ir a maitines a la medianoche, y se azotaban, y esto por algunas<br />
semanas, liasta que estos estaban arrepentidos de lo que hablan<br />
hecho y con propósito de no lo hacer más, y asi sallan de<br />
allí catequizados y castigados, y de ellos tomaban ejemplo los<br />
otros y no osaban hacer semejante cosa, y si la hacían luego<br />
calan en el lazo y los castigaban como dicho es."<br />
1.2 La reconstrucción<br />
U primera reacción de los religiosos españoles frente a la infraestructura<br />
religiosa náhuatl es la de destruir lodo. Hacen tabla rasa para Imponer el<br />
aparato cultural del vencedor sobre una base limpia de gérmenes paganos.<br />
Pero pronto esta táctica se revela inoperante. IXK indígenas son sumamente<br />
religiosos y resulta imposible despojarlos de sus creencias atacándolas<br />
Y así erraron mucho los que, con buen celo, pero no con mucha<br />
prudencia, quemaron y destruyeron al principio todas las<br />
pinturas de antiguallas que tenían, pues nos dejaron tan sin<br />
luz, que delante de nuestros ojos idolatran y no los entendemos:<br />
en los 'mitotes" en los mercados, en los baños, y en los cantares<br />
que cantan, lamentando sus dioses y sus señores antiguos, en<br />
las comidas y banquetes, y en el diferenciar de ellas: en todo se<br />
halla superstición e idolatría; en el sembrar, en el coger, en el<br />
encerrar en las trojes, hasta en el labrar la tierra y edificar las<br />
casas. Y pues en los mortuorios y entierros y en los casamientos<br />
y nacimientos de los niños, especialmente si era hijo de algún<br />
señor, eran extrañas las ceremonias que se le liada n, y todo se<br />
perfecdonaba, era en la celebración de las fiestas.'' 1<br />
El corte renacentista de la enseñanza que imparten los predicadores<br />
rebota verdaderamente sobre la mentalidad indígena sin poder penetrarla.<br />
Un muro Infranqueable separa las dos culturas, y los religiosos comprenden<br />
que deben colar su enseñanza en moldes más aunes al patrón cultural<br />
indígena para permitir su recepción. Deciden entonces tratar de entender la<br />
cultura de los vencidos para evangelizarlos mejor:
El médico no puede acertadamente aplicar las medicinas al<br />
enfermo |sln| que primero conozca de qué humor, o de qué<br />
causa proceda la enfermedad; de manera que el buen médico<br />
conviene sea docto en el conocimiento de las medicinas y en el<br />
de las enfermedades, para aplicar conveniblemente a cada<br />
enfermedad la medicina contraria, fy porque] los predicadores<br />
y confesores médicos son de las animas, para curar las<br />
enfermedades espirituales; el predicador de los vicios de la<br />
república, para enderezar contra ellos su doctrina; y el<br />
confesor, para saber preguntar lo que conviene y entender ¡o<br />
que dijesen tocante a su oficio, conviene mucho que sepan lo<br />
necesario para ejercitar sus oficios; ni conviene se descuiden los<br />
ministros de esta conversión, con decir que entre esta gente no<br />
hay más pecados que borrachera, hurto y carnalidad, porque<br />
otros muchos pecados hay entre ellos y muy más graves y que<br />
tienen gran necesidad de remedio: los pecados de la Idolatría y<br />
ritos idolátricos, y supersticiones Idolátricas y agüeros, y abusiones}'<br />
ceremonias Idolátricas, no son aún perdidos del todo."<br />
La postura ctnoccntrista es la misma pero la modalidad ha cambiado; de<br />
verdugo, el religioso español pasa a ser médico y cscuclia atentamente a sus<br />
pacientes para remediar mejor sus males.<br />
La reconstrucción del aparatocultural náhuatl se coloca claramente desde<br />
el principio bajo los auspicios cvangeiizadores de los religiosos recopiladores<br />
y más específicamente dentro de una corriente muy peculiar que determinará<br />
a veces el tenor modal y temático de la recuperación de documentos:<br />
el milcnarlsmo. Varios frailes franciscanos, operando sobre este fondo<br />
ideológico y con la ayuda de auxiliares indígenas ya iníciadosen el pensamiento<br />
español, surcarán la memoria colectiva náhuatl para reconstruir el cuadro<br />
cultural de los aztecas.<br />
1.2.1 El nillenarisnio franciscano<br />
l-a misión apostólica es sin duda alguna la meta proclamada de todos los<br />
religiosos que emprenden el estudio profundo de la civilización mexicana.<br />
influencia se vio reforzada con la bula papal Ibcponi Sobis l'ecisli que les<br />
otorgaba prácticamente plenos poderes. Muchos de ellos pertenecen además<br />
a una fracción reformada de la familia franciscana, los espirituales.
LA RECOPILACIÓN DE LOS TEXTOS MECÍLA POR IOS MISIONEROS ESPAÑOLES 21<br />
5.1.
según ellos, habían corrompido a los españoles. la barrera lingüística<br />
ayudaría además a proteger este utópico estado indocrisliano que había de<br />
concretar las promesas del Apocalipsis.<br />
lis entonces citando la búsqueda documentaría concerniente a los aztecas<br />
va a adoptar una perspectiva milenarísta. Se trata, para los religiosos<br />
franciscanos, de subrayar el buen fundamento de la organización social y<br />
política indígena con el fin de corroborar sus premisas ideológicas y de<br />
delimitar perfectamente la extensión del cáncer idolátrico para así extirparlo<br />
mejor. Ksto va a tener, al nivel de los textos, dos efectos contrarios. Por una<br />
parte, la búsqueda febril que anima a los religiosos permite la recopilación<br />
de un material considerable y, por las razones ideológicas ya citadas, la<br />
conservación y hasta la estimulación misma de la práctica de la lengua<br />
náhuatl. Por otra, los criterios que van a marcar las modalidades de esta<br />
recopilación estarán estrechamente ligados a los fines anhelados y manifestarán<br />
a veces la intención predeterminada de encontrar a toda costa loque<br />
se busca. Esto conlleva la adopción de un muy especifico ángulo de ataque<br />
temático del objeto a estudiar, pero también una frecuente sohrcintcrpreíación<br />
de lo descubierto en función de un texto bíblico correspondiente.<br />
Sahagún, quien generalmente hace gala de gran circunspección y redarlasu<br />
Wtsfoiw ¿'enera/cuandoelproyectomilenarisia ha periclitado relativamente,<br />
...otra cosa hay que me inclina a creer que ha habido predicación<br />
del evangelio en estos partes: y es que tenían confesión<br />
auricular..."<br />
Kl mismo Sahagún. padre incontestable de los estudios americanistas,<br />
peca a veces de predeterminación y sobre-interpretación. y cree ver en las<br />
imágenes de lo» códices que le han traído los trazos Inequívocos de una<br />
evangelización previa a la llegada de los espartóles. Asimismo en lo que<br />
concierne a la expresión verbal, los textos de refuerzo de las estructuras<br />
sociales -como los huehuetlátotli- serán objeto de una atención especial<br />
dado que expresan sentimientos de una pureza, de una nobleza de espíritu<br />
y de una humildad tales que se adaptaban perfectamente a las ideas de los<br />
visionarios mllcnarístas. El recuento de numerosos huehueUátolU o "consejos<br />
de los viejos" es un ejemplo claro de esta tendencia. Las otras<br />
manifestaciones verbales de los aztecas, más espectaculares, más intimamente<br />
ligadas a su realidad cultural pero menos apn-hcnsibles y sobre todo menos<br />
utillzablcs por los franciscanos, serán por desgracia dejadas en una semioscuridad<br />
o deliberadamente ignoradas.
1.2.2 Dos artesanos de la reconstrucción:<br />
Olmos y Sahagún<br />
Si cantidad de eminentes franciscanos, como fray Pedro de Gante y Motolinia<br />
entro otros, se interesaron en el patrimonio cultural de los aztecas, a dos de<br />
ellos se atribuye generalmente la dirección y estructuración de la cosecha<br />
documental en náhuatl que nos ha llegado, y merecen por ello una atención<br />
especial. Se trata de fray Andrés de Olmos, llegado a México en 1528, y de<br />
fray Ueniardino de Sahagún, quien lo siguió en 1529. Aquellos hermanos<br />
menores se encuentran en medio de la corriente milcnarista que mueve a los<br />
émulos de fray Guadalupe en aquel principio de siglo XVI en México.<br />
6.1 ; ray Andrés
1\<br />
...que sacase en un libro las antigüedades ile estos naturales<br />
Indios, en especial de México y Texcocoy Tlaxcala, para quede<br />
ello hubiese alguna memoria, y lo malo y fuera de Uno se<br />
pudiese mejor refutar, y si algo bueno se hallase, se pudiese<br />
notar, como se notan y llene en memoria muchas cosas de otros<br />
gentiles. 10<br />
En 1533. el millenium está presente en todas las mentes franciscanas de-<br />
México y el acercamiento erudito a la civilización vencida se ve marcado por<br />
el hecho de que los religiosos seráficos ven en la sociedad indígena, como<br />
ya hemos dicho, el arquetipo del reino que ha de edificarse, tal y como el<br />
Apocalipsis lo preconiza, al menos según la lectura joaquinlta que hacen de<br />
éste. Esto empujará obviamente a Olmos a retener lo que se ajusta al proyecto<br />
milenarista. es decir, lo que aparece como lo más noble y lo más refinado<br />
dentro de la civilización azteca según el criterio del recopilador. La lengua<br />
náhuatl será objeto de un ínteres particular por su gran belleza, y servirá<br />
de defensa frente a los asaltos de los decadentes. Más allá de la lengua o la<br />
retórica, los sentimientos nobles y los principios de educación que profesan<br />
los huehiietldtolli, aquellas "palabras de los ancianos", interesarán particularmente<br />
a Olmos.<br />
Además de una sobreinterpretación debida al horizonte milenarista sobre<br />
cuyo fondo se efectúan la recopilación y la selección de los textos, se deberá<br />
también tomar en cuenta la posición crítica de Olmos frente al enunciado,<br />
sus criterios de expurgación y el contenido de sus interpolaciones. Si bien<br />
parecen ser los indígenas mexicanos aquel pueblo elegido del cual habla el<br />
Apocalipsis, sin embargo se deben romper los lazos que los encadenan a la<br />
idolatría y librarlos del mal.<br />
Sabemos gracias a Mendieta que Olmos, quien ...se hallará haber sido<br />
uno de los muy perfectos religiosos que ha tenido esta Nueva lispaña...,"<br />
había llegado a estas tierras siguiendo los pasos de fray Juan de Zumárraga.<br />
entonces obispo de México y con el cual tenia cierta amistad. Esto cobra<br />
importancia si recordamos que el obispo de México era calificado de<br />
erasmista. No entraremos aquí en el detalle de las querellas religiosas de la<br />
época, sólo retendremos dos aspectos de [acorriente erasmiana que pudieron<br />
haber influido en Olmos, l.'no concierne en cierto modo a la selección y la<br />
retención de los textos: la tolerancia; el otro, el aspecto formal que tomará<br />
el conjunto (y el detalle) de su obra: la claridad de estilo.<br />
Esta inclinación hacia la tolerancia empujará a Olmos a escuchar con<br />
paciencia la voz del vencido, que luego transcribirá y corregirá según los
IA RECOPILACIÓN DE IOS TEXTOS HECIIA POR I.OSMISIONEROS ESPAÑOLES 25<br />
criterios morales y religiosos de los milcnaristas. Un cuanto al estilo, preconizará<br />
la claridad, y si algunos textos como los huehuetlátolli no fueron<br />
prácticamente tocados, se debe ante todo a la claridad misma de su expresión.<br />
Otros, como cuentos y relatos de todo tipo, serán objeto, en el curso<br />
de las transcripciones dirigidas por Olmos, de recscrituras que intentarán<br />
esclarecer las ideas. Esto no excluye ciertos cantos (culcaU) cuyo patrón<br />
rítmico no constituirá una defensa suficiente frente a los asaltos inquisitorios<br />
de Olmos, quien se adhería muy probablemente, en lo que concierne al<br />
estilo, a los puntos de vista crasmianos de Juan de Váleles quien aconsejaba<br />
expresarse lo más llanamente como Juera posible... porque a mi parecer<br />
en ninguna lengua está bien la afectación. 11<br />
Algunos años más tarde, fray Dernardino de Sahagún emprende (probablemente<br />
sobre las bases establecidas por Olmos) su vasto proyecto cuando<br />
el horizonte milenarista se encuentra considerablemente obstruido y el<br />
sueño de los espirituales se advierte cada vez más utópico. Librado de la<br />
tentación de alinear el contenido de su material sobre el eje perspectivo de<br />
los hermanos de San Gabriel, Sahagún tendrá más libertad en lo que<br />
concierne a la selección y la corrección del material documentarlo.<br />
'é'M
Aunque Indispensable, la conversión de los indios no es ya de una<br />
urgencia extrema, de manera que las correcciones e Interpolaciones, con las<br />
que fray Andrés Olmos pretendía rectificar los textos a/tecas, se liacen cada<br />
vez más escasas<br />
La estancia de Sahagún en la universidad de Salamanca nos garantiza su<br />
formación humanista y su estrecho contacto con la cultura grecorromana.<br />
lo que se advierte claramente en las diferentes interpolaciones realizadas en<br />
el Códice Florentino donde establece con frecuencia un paralelo entre los<br />
dioses griegos y las divinidades aztecas:<br />
...inveltluh itoca chicómecóatlyn juhqujma ceres catea... °<br />
"...Su hermana mayor se llama 7-Serpientc y era como Ccrcs..."<br />
lo y sincero de Saliagún está presente a todo lo largo<br />
de su obra. En un tiempo en que la mayoría de los conquistadores despreciar<br />
la cultura del vencido, el fraile franciscano disipa cualquier malentendido er<br />
cuanto a una posible diferencia genérica entre indios y españoles:<br />
Puesescerttslmoqueestasgenleslodassonnuestroshertnanos.<br />
procedentes del tronco de Adán como nosotros, son nuestros<br />
prójimos a quienes somos obligados a amar como a nosotros<br />
Pero es gran vergüenza nuestra que los Indic<br />
cuerdos y sabios antiguos, supieron dar remedie<br />
que esta tierra Imprime en los que en ella viven (..<br />
1.2.3 Los tíamatinime y la memoria colectiva<br />
Si bien los libros fueron quemados, los templos arrasados, los ídolos<br />
derrumbados, la memoria tribal pudo escapar a la furia destructora de los<br />
primeros años de la conquista, y permanece aún en la memoria individual de<br />
cada Uanmtinl encargado del patrimonio cultural de "
os frailes durante la<br />
papel)
La apertura del punco P determina, en fundón del préseme, si no el texto<br />
mismo al menas el tenor del contenido y las modalidades de la enunciación.<br />
Veremos un poco más adelante que el/>resen/edcl recuerdo, al momento de<br />
la recopilación de los textos, no es siempre muy propicio para la debida<br />
evocación del pasado.<br />
Se puede pensar también que el recuerdo mismo se esquematizó bajo la<br />
Influencia de los cuadros conceptuales españoles, empobreciéndose considerablemente.<br />
Además, las circunstancias sociales de elocución de los<br />
textos orales recielan sin cesar y funcionalizan su retención mnemónica.<br />
Después de la conquista, aquellas circunstancias ya no existen, o son muy<br />
escasas. Con la muerte de muchos Uamalinime. el patrimonio colectivo ha<br />
sido afectado también al nivel de su conservación puestoque las circunstancias<br />
que la justificaban han desaparecido. Los nuevos mecanismos socioculturales<br />
no solicitan la memoria de tos ancianos ya que los vencedores poseen un<br />
elemento nuevo: la escritura. Entre la toma de Tcnochtitlan y el momento en<br />
que Sahagún, por ejemplo, decide salvar los textos prehispánicos. hubo<br />
tiempo suficiente para que la memoria colectiva se desmoronara y perdiera<br />
su fuerza inicial. A esta entropía de la memoria que degrada progresivamente<br />
la potencialidad expresiva de los aztecas va a agregarse la coerción de la<br />
censura española. La información transmitida por el texto varía según las<br />
circunstancias, la memoria no retiene más que lo que es sociaimente útil; y<br />
después de la llegada de los españoles, la mayoría de los textos que pueden<br />
surgir de la memoria no sólo ya no son útiles, sino que resultan perjudiciales<br />
para quienes podrían enunciarlos.
IA RECOPILACIÓN DE LOS TEXTOS HECHA POR IOS MISIONEROS ESPAÑOLES 2 9<br />
La memoria era, pan la sociedad indígena, el factor principal de coherencia<br />
cultural. La oralidad náhuatl, que acompañaba en contrapunto discursivo<br />
su existencia colectiva, tenia una función primordial, la función poética por<br />
excelencia: la mltificación de lo vivido. En las nuevas circunstancias racionales<br />
de aprehensión del cosmos, aquel contrapunto discursivo pierde su valor<br />
funcional y periclita Por otro lado, la acción de la memoria implica Incesantes<br />
tensiones entre el tlamatini o el cuicánill, encargado de la retención de los<br />
textos, y el entorno socio-religioso evocado que se manifiesta a través de<br />
las actividades del grupo. Después de la conquista, los aztecas están sometidos.<br />
desde todo punto de vista, al vencedor y no pueden reaccionar, al menos<br />
abiertamente, ante el contenido expresivo que la memoria de aquellos que<br />
han sido asignados para guardarcl patrimonio cultural pudiera cventualmentc<br />
verter sobre la comunidad oprimida.<br />
La globalidad del funcionamiento de la memoria es ciertamente el aspecto<br />
más deteriorado dentro de la retención de los textos. En efecto, las palabras<br />
que enuncia el cantor se integran en un conjunto cultural que es conservado<br />
como tal dentro de la memoria. El texto surge de manera espontánea de esa<br />
totalidad sin jamás estar inscrito de una manera definitiva dentro de ella con<br />
palabras. Si la totalidad se ve afectada, las palabras que nacen de ella quedarán<br />
desvirtuadas<br />
Según Goody. existe un equilibrio homeosuitlco entre una sociedad y sus<br />
i radiciones orales: lo que ya no tiene funcionalidad desaparece, volviéndose<br />
objeto de una amnesia cultural, o se conserva como forma vacía.<br />
Digamos, pues, que al destruir el motor sociocultural de la producción<br />
oral, los españoles frenan considerablemente el impulso expresivo.<br />
Mcndieta relata una anécdota que aunque concierne a otro tema, ilustra<br />
lo anterior y muestra cómo la perdida (le los dioses pudo despojar la<br />
existencia de los indígenas:<br />
Y acaeció cerca de éstos, en cierto pueblo de la laguna, cuando<br />
les aullaban sus ídolos, una gracia: que como les llevaron los<br />
religiosos estos sus tales dioses, ranas y sapos y los demás que<br />
tenían de piedra, pasando después por allí y pidiéndoles algún<br />
pescado para comer, respotulieron que les habían llevado los<br />
dioses de los peces y que ¡>ara esto ya notos pescaban. r:<br />
I-Mu réplica quizás algo impregnada de humor hubiera podido aplicarse al<br />
terreno de la expresión oral: los dioses se fueron y se llevaron la Unta negra<br />
y roja. De hecho, los aztecas ya no elevan su voz, y la que agoniza en la<br />
memoria de los sabios ya no tiene razón funcional de existir. A los recopila-
esponder, al igual que aquellos pescadores de la laguna:<br />
1.2.4 Los latinos: auxiliares indígenas de la<br />
recopilación<br />
Entre los tlamattnlme informantes y los religiosos españoles, los auxiliares<br />
indígenas fueron una ayuda de Incalculable valor en la (arca de recopilación<br />
de documentos:<br />
...listaban también allí hasta cuatro latinos, a los átales yo<br />
pocos años antes habla enseñado la gramática en el colegio de<br />
Santa Cruz en Tlaltelolco*<br />
Estos latinos o colegiales, con los cuales Suhagún: declara, enmienda<br />
y añade... y torna a escribir de nuevo..., se encuentran de hecho en la<br />
encrucijada de las culturas, puesto que tienen que verter en el receptáculo<br />
conceptual y gráfico español el patrimonio cultural de su pueblo. Deben<br />
realizar para esto una transculturación de cienos valores preliispánicos y<br />
ponerlos al alcance de los religiosos recopiladores. Saliagún recuerda a<br />
algunos de ellos en su Historia general:<br />
lil principal y más sabio fue Antonio .Vegerano vecino de<br />
Cuauhtitlán; otro fue Martín Jacovita, del que arriba hice<br />
mención. Otro, Pedro de San Buenaventura, vecino de Cuauhtillan;<br />
todos expertos en tres lenguas, latina, española e indiana.<br />
Los escribanos que sacaron de buena letra todas las obras<br />
son: Diego de Grado, vecino de Tlaltelolco, fiel barrio de la<br />
Concepción; Bonifacio Maximiliano, vecino ae Tlaltelolco, del<br />
barriodeSan Martín; Mateo Severino, vecino dé Xochimüco, de<br />
la parle de Utlac."<br />
la recopilación de documen-
...trabajando con ellos ilos o tres años, vinieron a entender<br />
todas las materias del arte de la gramática, (a) hablar latín y<br />
entenderlo, y a escribir en latín, y aun a hacer versos heroicos.»°<br />
Ellos serán quienes, bajo la batuta religiosa española, servirán de intérpretes.<br />
recopiladores y copistas, corregirán, rectificarán a menudo los textos según<br />
las instrucciones de sus superiores; Mitrarán en el tamiz de su pensamiento<br />
ya híbrido 'el soplo y el aliento" de sus ancestros.<br />
1.3 Circunstancias de comunicación prevalecientes en<br />
la recopilación de los textos<br />
...propúseles lo que pretendía hacer y ¡espedí me diesen personas<br />
hábiles y experimentadas con quien pudiese platicar y me<br />
supiesen dar razón de lo que les preguntasen...<br />
Señaláronme hasta diez o doce principales ancianos y dijeronme<br />
que con aquéllos podía comunicar y que ellos me darían<br />
razan de todo lo que les preguntase. listaban también hasta<br />
cuatro latinos."<br />
Sahagún define aquí claramente a los integrantes de la comunicación<br />
¡ntcrpcrsonal que permitió la recepción y la consignación por escrito del<br />
material documental recopilado:<br />
IAS canales de comunicación se definen por el medio físico, social.<br />
psicológico y mediante la instrumentación técnica que permite transmitir a<br />
un destinatario un mensaje determinado, En las circunstancias que prevalecen<br />
aquí, el medio físico (quizas un enano en cualquier lugar contingente de
un pueblo) ya no constituye la matriz espacial consagrada en la cual nace<br />
ñinclonalmente un enunciado. 0 sistema social ha sido alterado y el clima<br />
psicológico esta saturado de rencor, de miedo y de incomprensión.<br />
n brevedad las alteraciones que los<br />
(letcrniinisnios Inherentes a las circunstancias de comunicación pueden<br />
haber provocado al nivel de los textos, siguiendo para este erecto los<br />
esquemas establecidos por Román Jakolwon:<br />
Un emisor indígena manda un mensaje (que responde p<br />
in receptor, quien no siempre es destinatario del<br />
mensaje puesto que se trata muchas veces de himnos o leyendas prchiipa<br />
nicas que se dirigen a los dioses o a la comunidad náhuatl. Esta transmisión<br />
del mensaje se efectúa mediante un código: la lengua náhuatl, en un contexto<br />
sockxultural determinado que permite la comprensión de lo que se<br />
dice y en una situación física interpersonal donde se mantiene el<br />
entre los in '
tcxio producido o recibido. La función emotiva caracteriza el comportamiento<br />
expresivo del emisor, la función conatlva determina si el mensaje<br />
ejerció acción alguna sobre el receptor: la función rcfercnclal cuestiona la<br />
posibilidad de comprensión de un mensaje que se articula aquí en un<br />
contexto mal conocido; la función faitea se relaciona con el comporta<br />
miento expresivo correspondiente a la circunstancia inlcrindividual de<br />
comunicación; la función mctalingüísticadcicrminaaspectos formalcsdel<br />
lenguaje en relación con su comprensión a este nivel; por último la función<br />
poética atañe al mensaje mismo que trasciende hacia un sentido o se<br />
repliega sobre sí mismo en función de este último factor:<br />
1.3.1 Circunstancias espacio-temporales<br />
de la comunicación<br />
La expresión oral de los a/tecas está siempre estrechamente vinculada con<br />
los espacios y los instantes que justifican su elocución, (üevar un hininy a<br />
Iláloc en el atrio de la iglesia o en cualquier otro lugarquc no le corresponda,<br />
en un momento inadecuado a la circunstancia, priva al camode su resonancia<br />
funcional. Si además este espacio-tiempo es hostil a la elocución de un texto<br />
considerado como idolátrico, la alteración expresiva puede llegar a dañar el<br />
texto vehiculado en la comunicación.<br />
lin una circunstancia recopilatoria de elocución, el acto expresivo se<br />
reduce además a sus estrictos mínimos comunicativos y se contrae en su<br />
duración propia provocando probablemente alteraciones importantes en la<br />
estructura del texto.<br />
10. Un encomendero y un fraile.
34<br />
1.3.2 IJOS cuestionarios<br />
Con esliKprincipatesygramálicos. lamblénprinciptdes, platiqué<br />
miicliosdias.ceraidedosailos.slgutendoelorden déla minuta<br />
La «locución de muchos textos es de hecho una respuesta a una pregunta<br />
realizada en función de un cuadro cognoscitivo previamente elaborado: la<br />
minina. U expresión náhuatl no corresponde aquí a la palabra que la designa<br />
puesto que no sale espontáneamente del emisor, quien se conforma con<br />
responder, con informar.<br />
1-3.3 Condiciones estructurales de enunciación<br />
1.3-3-1 Emisor indígena<br />
La función emotiva propia del emisor indígena se encuentra aquí neutralizada<br />
por la modalidad inquisitoria que implica la minuta y por la circunstancia<br />
que no permite una elocución funcional.<br />
1.3-3-2 El contacto<br />
1J objetivación del emisor de un mensaje como informante altera profun<br />
dameme las relaciones verbales o gestualcs que mantenían el contacto con<br />
Un texto náhuatl se integra siempre, en la época prchispánica, en un acto<br />
de enunciación que implica la presencia física de los receptores. Contiene<br />
por lo tanto numerosas expresiones o interjecciones que tienden a mantener<br />
este contacto. Las nuevas circunstancias de producción oral afectarán esta<br />
función fática reguladora.<br />
1-3-3-3 El contexto<br />
1:1 entorno soci
1.3-3.» El código<br />
El conocimiento tic la lengua náhuatl por pane de los religiosos es generalmente<br />
insuficiente para la recepción correcta del mensaje. El informante<br />
debe entonces aportar esclarecimientos metalingüísticos a su expresión<br />
verbal o sufrir la intervención de un intérprete.<br />
1.3.3.5 El mensaje<br />
La función poética del mensaje resulta la más afectada por las condiciones<br />
dcscstructuramcs que prevalece» en la recopilación de los textos hecha por<br />
los españoles. IJ oscuridad que. para el receptor es|)añol, puede representar<br />
la autorrefereiicia de la expresión poética náhuatl, inducirá frecuentemente<br />
al emisor a reducir muchos artificios expresivos en un acto de elocución para<br />
consejar los elementos semánticos concrpliuiliiienlr más consistentes dentro<br />
1.3.3.6 El receptor<br />
En un contexto prchispánico, la palabra es siempre transitiva, fecunda:<br />
IKnclra al interlocutor y provoca una reacción. lis conaliva. La recepción<br />
temática de las informaciones proveídas por los indígenas y consignadas por<br />
escrito por los copistas no constituye una recepción en el sentido indígena<br />
1.3.4 Condiciones de recepción<br />
ti receptáculo último del mensaje producido por el informante es el manuscrito<br />
alfabético donde se ordena, según los criterios españoles de<br />
estructuración cognoscitiva, la documentación recopilada.<br />
Si algunas escorias emotivas del emisor permanecen en el texto, una<br />
rccscriiura las expurga de la misma manera que limpia el texto alfabético de<br />
muchas expresiones fáticas vinculadas con la oralidad pero que no tienen<br />
Con frecuencia, unas expansiones referenciales completan un texto<br />
difícilmente comprensible por gente extaña a la civilización náhuatl, a la ve/<br />
que la lengua es adecuada a las limitaciones lingüísticas y las determinismos<br />
cognoscitivos del recopilador.<br />
Por último, el mensaje mismo se ve desgarrado por el enfoque temático<br />
de los religiosos que arrancan verdaderamente, en muchas ocasiones, contenidos<br />
especificas de los flancos de un texto.
36<br />
1.4 El encuentro de dos mundos<br />
I.i conflagración anuda y la imposición del cuadro sociocullural del<br />
vencedor al vencido no constituyen un encuentro propiamente dicho. La<br />
repulsión consecuente a la guerra y la coerción que entraña una sumisión<br />
forzada impiden esta relativa Interpenetración de ideas presente en cualquier<br />
encuentro auténtico que permita la interpretación del uno por el otro.<br />
De hecho, el contacto tangencial de las dos culturas no provocó más que<br />
roces f incomprensión por ambas partes. IU verdadero encuentro se dio<br />
cuando los sistemas cidéticos" sr conjugaron para producir la documentación<br />
manuscrita española que contiene en su dimensión gráfica la expresión<br />
cultural náhuatl prehispánica.<br />
Para poder apreciar más plenamente el valor de la recopilación realizada<br />
por los religiosos franciscanos a mediados del siglo XVI, conviene esbozar a<br />
grandes rasgos las divergencias cidéticas que oponían el interpretante<br />
español al interpretado náhuatl en su visión del mundo.<br />
1.4.1 El encuentro de dos cpistcmcs"<br />
Los españoles que irrumpen en 1519 en el espacio-tiempo mexica son<br />
portadores de una cultura que está atravesando todavía el período de<br />
radicales transformaciones históricas conocido con el término global de<br />
Renacimiento. lista ambivalencia en el saber occidental entre una tradición<br />
medieval y los nuevos planteamientos cidélicos que se vislumbran, determina<br />
de cierta manera las modalidades de recopilación de los documentos<br />
indígenas. Abre por una pane una perspectiva suficientemente amplia y<br />
objetiva para interpretar una cultura tan distinta de la española como lo es<br />
la náhuatl, y por otra, mantiene una percepción algo medieval del mundo<br />
como tejido de analogías donde los fenómeno* materiales y psíquicos están<br />
en perpetua correspondencia. Cuando se efectúa lo esencial dr la recopilación,<br />
después de 1540. el universo no es todavía para el español un lugar de<br />
fenómenos mecánicos que se encadenan según una dinámica causal, pero<br />
los viajes ultramarinos y los descubrimientos científicos, entre otros acontecimientos<br />
históricas, descentraron al hombre en relación con la creación y<br />
abrieron el camino hacia una visión más relativista y critica del mundo.<br />
lista tendencia reforzada por la influencia Ideológica del holandés Erasmo<br />
de Rotterdam, patente entre los primeros franciscanos que llegaron a<br />
México, lleva a estos últimos a trascender a veces los propósitos meramente<br />
evangélicos de su recopilación, remontándose hasta el manantial de la
cultura indígena para percibir el caráaer propio de un saber pagano que<br />
quizá pueda ayudar a comprender al hombre.<br />
Sin embargo, la apertura perspectiva propia del Renacimiento significó<br />
también el distanciamicnto inevitable del hombre con el mundo. Los<br />
religiosos españoles, élite intelectual de su tiempo, y por lo tanto a la<br />
vanguardia de este avance cidetico, se encaminaron decididamente hacia la<br />
claridad y el entendimiento propios de la postura trascendental, relegando<br />
la oscura analogía del saber indígena a los ámbitos, juzgados malignos, de lo<br />
incomprensible.<br />
LossignosyUísanalogíasdesliicieronsurelación.lassimililudes<br />
engañan, se vuelven visiones y delirios; las cosas permanecen<br />
obstinadamente en su irónica identidad*<br />
1:1 contacto cognoscitivo del español con el indígena es ante todo el<br />
encuentro entre una visión trascendental del mundo en la que el sujeto y el<br />
objeto se distinguen radicalmente mediante una perspectiva intelectual, y<br />
un sentimiento inmanente de consustancialidad con el mundo que identifica<br />
experiencia y conocimiento. El ser se trasciende a sí mismo en el espacio del<br />
conocimiento español, mientras que la empatia propia del saber indígena<br />
subraya el carácter sensible de la presencia del hombre en el universo. A<br />
estos planteamientos gnoseológicos corresponden, en el ámbito religioso,<br />
la idea cristiana de un dios trascendente, exterior a su creación, y por parte<br />
de los indígenas de unos dioses que representan distintos aspectos Cenoménicos<br />
de un mundo sagrado en su totalidad.<br />
Fstosplantcamicntos eidéticos divergentes son el primer cortocircuito en<br />
los canales tic comunicación entre el interpretante y el interpretado. La<br />
distancia homológica que supone el sistema causal del español será un<br />
obstáculo para expresar la red intrincada de analogías y afinidades recíprocas<br />
que entraña el saber indígena.<br />
El español abstrae un sentido del acontecimiento cultural náhuatl llevándolo<br />
a los ámbitos del conocimiento donde se identifica dentro del sistema<br />
para su comprensión. En cambio, en la cultura indígena, el sentido es inmanente<br />
al lucho o a la cosa y sólo una intuición global permite su<br />
aprehensión por el hombre.<br />
Los españoles fundamentan además su acercamiento cognoscitivo al mundo<br />
en un principio existencial de dualidad plenamente asumido, ya que se<br />
proyecta en el horizonte mciafísico con la dualidad primordial del creador y<br />
de la creación. Ahora bien, para los indígenas la dualidad es un mal inherente<br />
a fciexistencia y que se busca redimirprincipalmente a través del ritual.
38<br />
Si la noche se opone al día. como la muerte a la vida, se reúnen sin<br />
embargo para los aztecas en un punto ideal de la ciclicidad cósmica: el<br />
Omeyocan. noción traducida generalmente como 'lugar de la dualidad"<br />
pero que sería más bien el lugar donde esta dualidad existencial se funde en<br />
liste anlielo náhuatl de totalidad única se expresa en el ámbito temporal<br />
como una continuidad circular que se regenera cada 52 años mediante el<br />
xluhmolpi/i o ritual de "atadura de años", l-n la hipcrpresencla de la Inmanencia.<br />
el (icm|x> inasible se sustantiva en signos proféücos que se inscriben<br />
en el espesor del presente; presente que es espacio cardinal fundamentado<br />
a su vez sobre el pasado: pasado y presente: vísperas de un futuro que pronto<br />
liste regreso eterno de \apresencia dio a la cultura náhuatl su ponderación<br />
etica y el carácter esencialmente sustancial de sus valores expresivos. El<br />
aparato cognoscitivo español, articulado sobre un tiempo histórico lineal<br />
que deja a la presencia (presente) un espacio exiguo entre un pasado<br />
desactivado y un porvenir incierto, buscaba entonces eternizar esta efímera<br />
presencia en los conceptos. Iba a resultar insuficiente frente a la rica<br />
presencia cultural del interpretado<br />
1.4.2 El espacio del conocimiento<br />
Frente a la inestabilidad Indígena de los seres y de las cosas, el conquistador<br />
impone el orden del inundo que le es propio. A través del razonamiento<br />
formal, proyecta en el universo náhuatl un espacio del conocimiento que<br />
absorberá pronto el contenido-forma espontáneo de la expresión de los<br />
1.4.2.1 Sentido c información<br />
U aproximación española al material documentarlo indígena se hará según<br />
los lazos lógicos de exclusión, de inclusión y de intersección que corresponden<br />
a las funciones diacríticas, taxonómicas y semánticas pertenecientes a su<br />
aparato teórico. La primera de estas funciones es ciertamente la más<br />
destructora para la oralidad náhuatl, en el sentido de que desgarra completamente<br />
el tejido tic relaciones analógicas que constituye el saber de los<br />
aztecas. La distinción efectuada por la aproximación diacrítica de los textos.<br />
aparte del hecho de que no es siempre pertinente, aisla Irremediablemente<br />
los rasgos que considera significativos desprendiéndolos del espectro de<br />
afinidades que establecía su sentido. En la búsqueda de la información, la<br />
aproximación diacrítica destruye frecuentemente el sentido.
LA RKCOPILACIÓN DE LOS TEXTOS IIECIIA POR IOS MISIONEROS ESPAÑOLES 39<br />
En vez ele excluir, el sistema taxonómico ¡niegra los >squc considera<br />
pertinentes en un sistema de relaciones necesarias, univocas e Inclusivas.<br />
Al aislamiento diacrítico sucede (o se añade) aquí el encadenamiento, en<br />
todos los sentidos de la palabra, a nociones mis o menos arbitrarias, y si bien<br />
esta concatenación no arrebata por completo la emidad determinada al<br />
campo fértil de sus afinidades, su univocidad implica la focalización sobre<br />
algunos de sus aspectos, en ionio a los cuales se articula el aparato<br />
taxonómico que la clasifica. El sentido se percibirá a veces difícilmente en<br />
el dédalo de csias imbricaciones clasificadoras.<br />
FJ as|>ccto semántico es sin duda el lugar privilegiado donde se encuentran<br />
verdaderamente el interpretante y el interpretado; pero aun a ese nivel<br />
la red de relaciones analógicas que integran las áreas semánticas náhuatl<br />
dcslx>rda ampliamente en resonancias a sus homologas españolas |x>r la<br />
constante polifonía que entraña.<br />
lenguaje la distinción de los signos.'"<br />
1.4.2.2 Intuición y razonamiento<br />
Kl saber de los aztecas surge de la intuición revelando realidades particulares<br />
y seres concretos. Consiste en descubrir similitudes dispersas en el mundo<br />
que se erigen en elementos rtindamemales de un conocimiento donde la
40<br />
idea, en vez de petrificarse en tomo a un concepto, conserva sus atributos<br />
sensibles mediante los cuales penetra al hombre.<br />
Además, la intuición mantiene la profunda interpenetración del pensamiento<br />
y el mundo favoreciendo la imagen verbal garante de la fusión de<br />
términos distintos en una asimilación Inmediata.<br />
Esta simbiosis intuitiva será afectada en la recopilación por un receptáculo<br />
cognoscitivo español que analiza el mundo en términos de ¡denudad y<br />
diferencias. La proposición se articulará entonces no en función de lo que se<br />
ve o se siente, sino según el cuadro estructural vigente en el espacio del<br />
Con su mirada cotidiana armada de poderes teóricos,'* el religioso<br />
español va a considerar la cultura náhuatl objetivada.<br />
1.4.2.3 Densidad simbólica y expansión discursiva<br />
El antagonismo que opone la conccptualizaclóii racional del interpretante al<br />
sentir intuitivo del indígena se traduce en el lenguaje como una expresión<br />
refcrencial expansiva propia de la glosa, frente a una revelación simbólica en<br />
la que el verbo busca sustituir formalmente a su referente En el primer caso.<br />
el lenguaje, en su afán cognoscitivo, despoja al signo de sus escorias<br />
emocionales y avanza a lo largo del eje sintagmático hacia un sentido claro.<br />
En el segundo, busca revestirse de atributos sensibles que enriquezcan los<br />
campos magnéticos de afinidades y similitudes.<br />
Dicho en términos generales, la relación interpretante/interpretado, tal y<br />
como se presenta en las circunstancias particulares que presidieron la<br />
recopilación de la documentación náhuatl, transita del polo del comprender<br />
ai del sentir oponiendo: la sistematización racional a lo irracional intuitivo.<br />
la linealidad causal a la difusión mítica, lo definido a lo sugerido, lo objetivo/<br />
intelectivo a lo subjetivo/afectivo, el signo arbitrarlo y convencional a la<br />
expresión motivada y natural, lo abstracto a lo concreto; en fin,la referencia<br />
discursiva a la presencia simbólica.<br />
1.5 Estructuras gráficas de recepción de los textos<br />
La voz viva y la Imagen que entraña un texto potencial náhuatl se ven<br />
naturalmente sustituidas en el manuscrito por el alfabeto, piedra angular de<br />
todo el aparato graneo del interpretante, y probablemente el prisma refractante<br />
que más alteró el aspecto formal de la expresión oral. La escritura
alfabética se consigna sobre un manuscrito que a su vez se Integra en un<br />
conjunto más grande y Uega a ser, como el Códice Florentino, una verdadera<br />
enciclopedia. En cada nivel de integración de las unidades gráficas, se ejerce<br />
un criterio lógico calcgorlal que fragmenta cada vez más el pensamiento<br />
1.5-1 El alfabeto<br />
ccnología que hace corresponder entidades gráficas sin<br />
letras, a unidades sonoras desprovistas de<br />
sentido: los fonemas. Esta división y este paralelismo sistemáticos entre un<br />
medio visual y otro acústico representan para la cultura Interpretada un<br />
brutal desgarramiento que tendrá como consecuencia la neutralización de<br />
los efectos de resonancia c interacción propios de la polifonía expresiva<br />
náhuatl.<br />
El alfabeto utilizado para escribir el náhuatl es. naturalmente, el latino con<br />
todas las divergencias que subsisten todavía en el siglo XVI en lo que<br />
concleme a su aplicación en la lengua española. Los partidarios de la<br />
homología fonética, comojuan de Valdcs, se oponen a loslallnizantes, entrera<br />
el famoso gramático Antonio de Nebrlja.
42<br />
El resultado üc esta indecisión será una escritura diferente en cada<br />
manuscrito: huehuetl o uéuetl, "tambor"; ríhuall, sihuall o zlhuall. "mujer",<br />
etc. En una modalidad u otra, el alfabeto español cubre la realidad<br />
sonora náhuatl con bastante precisión, con la salvedad de la oclusiva glotal<br />
llamada saltillo "".a veces representada por una "h" (Jlahtoanl, pronunciado<br />
tlajtoani), pero en general no señalada (tróficamente. Siendo altamente<br />
pertinente el saltillo en el sistema fonológico náhuatl, su omisión gráfica<br />
provoca frecuentes confusiones en la lectura. Tlacoté/iec. por ejemplo.<br />
significa, sin saltillo: "en el monte de las varas": y con saltillo (Tiácoicpec):<br />
lx>s limites de la palabra son a veces inciertos: cayeaialll, 'está bien", por<br />
cave ctialll: chalchiuhlllcue por chalihiuhlli lene, "la de la falda de jade".<br />
I.as abreviaturas acentúan aún mis la codificación alfabética y nulifican<br />
gráficamente el sonido de la palabra en aras de su contenido:<br />
Tpc tflalUcptic, 'la tierra"), iqc Ocuac. "cuando"), Tolo (folecuyo,<br />
r.n términos generales, digamos que la disociación analítica de la expresión<br />
náhuatl cu la escritura alfabética afectará no sólo los aspectos circunstanciales<br />
de su enunciación sino el tenor mismo de lo que se dice.<br />
1.5.2 Los manuscritos<br />
Los diminuios signos alfabéticos vienen a abultarse luego en el espacio<br />
gráfico del manuscrito que determina, según su codificación propia, las<br />
modalidades de la lectura.<br />
las líneas, la puntuación, los márgenes y los títulos complementan la<br />
fragmentación analítica de la totalidad expresiva náhuatl. Cienos manuscritos<br />
consignan en una misma página los textos náhuatl, su traducción al<br />
español y una glosa en una presentación sinóptica (como puede verse en la<br />
lámina 9 del Códice Matritense). Otros añaden ilustraciones, elaboradas ya<br />
en el periodo colonial, al texto aducido.<br />
1.5.3 Carácter enciclopédico de la recopilación<br />
típicas del Renacimiento español, o verdaderos monumentos gráficos como<br />
la Historia general de Sahagún.<br />
El criterio que preside la reunión de los manuscritos en un mismo libro es<br />
generalmente de índole temática. Los Cantares mexicanos, por ejemplo.<br />
están hundidos en una miscelánea muy heterogénea donde se perfila el tema<br />
mexicano:
liste libro contiene:<br />
I.- Cantares mexic.<br />
2.- Kalend. Mejicano<br />
3.- Arte divinaloria de los mexicanos<br />
4.- Fxcmp. de la SS. Eucarisl. en Mejicano<br />
5.- Vn sermón sobre aquello, (ac Kstote Sancti.)<br />
6.- Memoria de la muerte<br />
7.- Vida de S. Bartolo<br />
8.- Fábulas de I-sopo<br />
9.- Ilist. de la Pasión<br />
IJOS libros de la Historia general de Sahagún recortanla realidad cultural<br />
náhuatl coi) tijeras temáticas, típicas de la obra de l'linio:<br />
Libro I los dioses<br />
Libro II Luis ceremonias<br />
Libro IIIFJ origen de los dioses<br />
Libro IVLos adivinos<br />
Libro V Las profecías<br />
Libro VI Retórica y filosofía moral<br />
Libro Vil F.l sol. la luna y las estrellas<br />
Libro VIII Los reyes}' señores<br />
Libro IX Los mercaderes<br />
Libro X La gente<br />
Libro XI IJIS cosas terrenales<br />
Libro XII La conquista<br />
Un tenias en tomo a los cuales se organiza la obra de Sahagún son<br />
elementos de una construcción que no tiene sentido más que en el cuadro<br />
teórico del edificio rccopllatorio. 1:1 compartimiento categorlal del tema.<br />
indispensable en la visión perspectiva española, desgarra el tejido expresivo<br />
náhuatl al extirpar un contenido específico de un flujo textual pertinente<br />
sólo en su totalidad.<br />
La sintaxis perspectiva de los libros, en el contexto de la obra, conlleva<br />
en torno a cada tema unos comentarios exhortativos o denigrantes que<br />
tienden a ri-ccntrar el valor del material recopilado a la luz de las intenciones<br />
cvangclizadoras. Como el edificio enciclopédico estaba construido sobre los<br />
cimientos y con las piedras de la idolatría, convenía que el cemento que los<br />
uniese no contribuyera a su solide/, sino que aislase cada componente para<br />
facilitar su destrucción futura.<br />
Dentro del libro, la subdivisión conipanimcntal continúa la fragmentación<br />
de la expresión sensorial náhuatl mediante los capítulos, suhcapíiulos
y parraros que instauran un mecanismo enciclopédico de interacción a nivel<br />
de los contenidos. Entre cada unidad se yerguen paredes estructurales<br />
impermeables, y el sentido (parcial) debe recorrer el laberinto de las<br />
compuertas catcgorialcs para acceder a la pertinencia documental.<br />
Las frases forman un párrafo que se une a otros para formar un capitulo.<br />
Los capítulos a su vez tienen su razón de existir en los libros que reúnen<br />
una plétora de datos al nivel global de la obra.<br />
Ln expresión oral náhuatl saldrá obviamente mutilada de su paso por los<br />
filosos compartimientos enciclopédicos de la recopilación española.<br />
1.5-4 Las correcciones<br />
Como si lo anterior fuera poco, los textos recogidos son objeto de correcciones<br />
posteriores:<br />
Vinea morara San l'ranclscode México con todas misescrituras<br />
donde por espacio de tres anos pasé y repasé a mis solas estas<br />
mis escrituras y las torné a enmendar (...) y los mexicanos<br />
añadieron y enmendaron muchas cosas de los doce libros... 1 ''<br />
l.as diferencias que existen entre ciertos textos del Códice Matritense y<br />
el Códice Florentino ponen de manifiesto una tipología de correcciones<br />
que van desde la excisión, la condensación o la expansión del texto hasta las<br />
transposiciones de índole variada, pasando por lodos los remiendos gramaticales<br />
posibles c imaginables.
CAPÍTULO 2<br />
LAS TRANSPOSICIONES INTERSEMIÓTICAS<br />
Kl lector de hoy percibe la expresión oral de los aztecas a través del embudo<br />
que constituyen los procedimientos y el material gráfico de recopilación<br />
utilizados en el siglo XVI por los religiosos españoles. Ahora bien, la<br />
homogencización alfabética distorsiona de manera notable la oralklad náhuatl<br />
y no |Krmitc vislumbrar más allá del texto el auxiliar mnemónico plctural,<br />
el códice, quciastauraba en tiempos precolombinos una marcada bipolaridad<br />
semiótica.<br />
Por lo Limo, conviene consldcrarlosavatares que puede liabcr sufrido un<br />
texto potencial al pasar de la oralklad o de la imagen al manuscrito alfabético.<br />
IJS modalidades de transposición intersemiótica de la expresión oral al<br />
manuscrito por una parte, y de la imagen al alfabeto por otra, son distintas<br />
y acarrean en cada caso una entropía expresiva diferente para el texto<br />
potencial evocado. Consideraremos aquí, en términos generales, la Ínter<br />
fcrcncla formal que pueden liabcr implicado los dcicrminismos de la<br />
transposición.<br />
2.1 De la oralidad al alfabeto<br />
La voz viva de los aztecas captada, como vimos en un capítulo anterior, en<br />
circunstancias que no favorecían su expresión plena, fue aprisionada des<br />
pues en una cárcel alfabética que acentuó más todavía la distorsión reco<br />
pilatoria. Consideraremos ahora el efecto que tuvo la transposición<br />
intersemiótica de la expresión oral de los aztecas en el embudo lineal del<br />
alfabeto español.
2.1.1 Oralidad y alfabeto<br />
La expresión «ral náhuatl integra un acontecimiento socioculrural o religioso<br />
en el espacio pluridimcnsion.il de la presencia. El alfabeto que recibe esta<br />
voz viva manifiesta, por el contrarío, una linealidad coercitiva donde todos<br />
los elementos de la expresión se ensañan en un orden determinado, a la vez<br />
que refiere el suceso in abstemia, en el exilio de un manuscrito. Pero como<br />
.subraya Marshall McLuhan: No hay nada lineal ni seaiencial en el campo<br />
global de lucidez que existe en un momento de conciencia. IM conciencia<br />
no es un proceso verbal."<br />
Kn un contexto oral prehispánico. la conciencia se expresa espacialmente<br />
mediante la presencia Tísica del orador y de sus referentes: sus gestos, la<br />
dinámica de la danza, la dramatización de la voz, etc.. y no sólo con la palabra.<br />
Se vincula asimismo con el aquí y el ahora, impidiendo así la neutralización<br />
total de la presencia en los ámbitos de la abstracción rcfcrencial.<br />
La impregnación progresiva del aparato |»íquico de los encargados<br />
indígenas de la transcripción va a ayudar, sin embargo, a fragmentar la<br />
experiencia oral de la expresión que se verá reestructurada según los<br />
criterios alfabéticos de disociación analítica.<br />
...comenzaron a escribir en su lengua y entenderse y tratarse<br />
por cartas como nosotros, lo que antes tenían por maravilla<br />
que el papel hablase y dijese a cada uno lo que el ausente le<br />
quería dar a entender."<br />
la palabra oral es parte Integrante de la circunstancia de enunciación.<br />
tanto |>or sus connotaciones expresivas en la materialidad de la voz que la<br />
profiere, como por su valor semántico. Su consignación alfabética sobre los<br />
manuscritos acentuará su función instrumental en la búsqueda de un sentido<br />
que la trasciende. El acto del decir, que se arraiga formalmente en la sustancia<br />
de un espacio y un momento precisos, se sustituye con lo dicho del<br />
decir, elemento fragmentado)' manipulablc que se desprende fácilmente de<br />
su circunstancia<br />
2.1.2 Presencia oral y referencia alfabética<br />
Como vehículo de comunicación o lugar de expresión estética, la voz<br />
náhuatl une a los hombres en una misma instancia, un mismo acontecimiento.<br />
una interacción de los participantes dentro de lo que se dice o se hace.
M<br />
A la cxteriorización de un ser a través ele la expresión oral corresponde una<br />
re-interiorización inmediata rn otro ser receptor, sin que la abstracción<br />
refercncial del mensaje se objetive demasiado en un espacio cognoscitivo<br />
lingüístico desvinculado de la comunicación intersubjetiva.<br />
En la escritura alfabética, la ausencia del emisor y del receptor, así como<br />
de las circunstancias espacio-temporales de enunciación, obliga a la expresión<br />
oral a reestructurarse según los deterninismos de su nueva Geslall*' gráfica.<br />
alejándose así tic la rica y difusa presencia formal del decir para adoptar una<br />
perspectiva semántica que pueda aislar precisas unidades de sentido.<br />
En circunstancias orales de elocución o de canto, el elemento verbal se<br />
encuentra notablemente aliviado por la presencia misma de muchas entidades<br />
expresivas sustanciales. Los participantes, cubiertos de Jeroglíficos indumentarios<br />
y de maquillaje, se revelan en una epifanía de colores y de formas<br />
que se sitúan fuera del lenguaje. Los gestos descubren en el espacio su<br />
presencia significante y la voz vale tanto por su curva melódica, su timbre.<br />
como por la articulación lingüística que sostiene.<br />
La pérdida sustancial de la presencia oral será más o menos acentuada<br />
según el tipo de enunciación; afecta relativamente poco el huehuellálolli,<br />
"consejo de los ancianos*, centrado esencialmente en el contenido ético de<br />
su decir, pero nulifica prácticamente la expresión espectacular de los<br />
cuicall, "cantos", que son una verdadera orgía de formas.<br />
2.1.3 La enunciación privada de sus circunstancias<br />
estructurantes<br />
Fruto de una circunstancia que la genera, la expresión oral sufrirá menoscabo<br />
a causa de su desprendimiento del aparato socioculiunil náhuatl y de su<br />
reintegración subsecuente en la Cestttlt gráfica española. Kn efecto, como<br />
veremos en la segunda pane de este trabajo, la palabra náhuatl está siempre<br />
en situación: surge de la relación simbiótica que vincula al hombre con el<br />
espacio que lo rodea y con el tiempo que ritma su existencia.<br />
la presencia de la naturaleza, a través cíe sus distintos relieves, fundamenta<br />
y determina formalmente muchas Instancias de expresión oral. La líquida<br />
sonoridad del río, el inlínito del llano, el vértigo del abismo o las tinieblas de<br />
la cueva son elementos estructurantes de la creación de un canto.<br />
Cor otra parte, en la duración circular de los aztecas, la cxteriorización<br />
expresiva del hombre debe ser fuiícionalmente vinculada con los determinismos<br />
cósmicos que se traducen en el espacio s
Alera del espacio-tiempo que le está reservado, puede inclusive provocar<br />
cataclismos o por lo menos irritar a los dioses.<br />
F.I residuo lingüístico de este rico atuendo expresivo que el alfabeto<br />
consignó sobre el manuscrito sufre naturalmente su desvineuladón circunstancial,<br />
pero también se merma a causa de las estructuras gráficas propias de<br />
la escritura, como lo son la lincalidad inexorable del texto, la forma de la<br />
página, la puntuación semántica española que altera la respiración de la frase<br />
náhuatl, cíe. 1.a ausencia de interlocutores provoca además cambios significativas<br />
en el texto al nulificar las relaciones jerárquicas o afectivas interpersonales<br />
que justifican la belleza reverencial (honorífica) tan peculiar déla<br />
lengua náhuatl.<br />
2.1.4 El canto extraído de su conjunto<br />
músico-dancístíco<br />
El cuícall o canto es una hipostasis expresiva que se apoya en la música, la<br />
danza y el verbo. Como es comprensible, sólo el verbo pudo ser recuperado<br />
por el alfabeto, empobreciéndose así el texto puesto que. como elemento<br />
parcial de una unidad trinitaria, la palabra articulada no cubría el sentido<br />
global de lo que se expresaba. Las elipsis resultantes fueron a veces colmadas<br />
por un remiendo gramatical a nivel tlel texto manuscrito, mediante correcciones<br />
posteriores efectuadas por los religiosos o sus ayudantes indígenas;<br />
otras veces dejaron en el texto verdaderos abismos semánticos.<br />
El gesto dibujaba en el espacio arabescos sonoros." plenos de un sentido<br />
inmanente. Esta proyección visual no pasará a la escritura. Por otra pane,<br />
según el grado de motricidad de la danza, el verbo se ajustaba a los<br />
determinismos melódicos o rítmicos de la música. Una modalidad esencialmente<br />
melódica podía prevalecer y estirar las sílabas, jugar con su musicalidad<br />
propia, subir o bajar el tono sublimando el sentido en el sonido sin<br />
afectar demasiado la coherencia lingüística. En cambio, cuando la motricidad<br />
de la danza se imponía, la dictadura tlel ritmo sometía al elemento verbal y<br />
provocaba alteraciones funcionales a nivel lingüístico, imperceptibles en el<br />
acto de elocución total pero que aparecen como una incoherencia expresiva<br />
en la desnudez alfabética del manuscrito.<br />
En términos generales, la transcripción de la oralidad náhuatl al alfabeto<br />
merma significativamente la polifonía circunstancial de su elocución. El<br />
texto alfabético, buscando el sentido ante todo, no viene de nadie y no se<br />
dirige a nadie, es intransitivo en términos de comunicación oral. Reduce<br />
además la infinita complejidad del universo mediante la fragmentaria finitud
de su organización conceptual. En esto sesga profundamente el pensamiento<br />
azteca que no busca atraparen la red del lenguaje el misterio de la vida sino<br />
que lo deja cristalizarse libremente en la palabra de los hombres.<br />
2.2 Transposición del códice al manuscrito alfabético<br />
Todas las cosas que conferimos me las dieron porpinturas, que<br />
aquella era la escritura que ellos antiguamente usaban, y los<br />
granuítteos las declararon en su lengua, escribiendo la declaración<br />
al pie de la pintura."<br />
Estas palabras de fray Ik-mardino de Salugún nos indican que muchos<br />
textos (no todos) de inspiración prchispánica fueron recopilados a partir
2.2.1 Imagen y alfabeto<br />
la operación esencial que distingue la consignación de un texto potencial<br />
por la imagen, de su transcripción alfabética, fuera de los aspectos formales<br />
que ya evocamos en otro capitulo, es la de un sistema que fija el acontecimiento<br />
del decir, frente a otro que fija para siempre lo dicho del dcclr<br />
en una estrecha sucesión lineal.<br />
De hecho la imagen, por los detenninismos propios de su semiótica, no<br />
reduce, aun en su expresión glífica más codificada, el suceso narrado a un<br />
significado exclusivo sino que conserva una pluralidad de sentidos potenciales.<br />
Se arraiga analógicamente en la realidad evocad.! por la presencia de<br />
sus pinturas y representa este suceso con una distancia perspectiva conceptual<br />
mínima al nivel de la imagen.<br />
P.n cambio, la transcripción alfabética de un acontecimiento expresivo<br />
reduce primero la extensión verbal de lo que fue la palabra dramatizada en<br />
su contextode elocución oral mediante su apoyo musical. geslual y dancíslico.<br />
subrayando su aspecto referencial más apto para despejar los núcleos<br />
conceptuales que entraña. I-I acto de decir es desplazado por el significado<br />
de lo que se dice. A la analogía de la imagen o de la expresión oral represeniat<br />
iva, sucede la liomología reductiva de una expresión verbal que ya no<br />
coincide con el acomccimicntosino que lo trasciende mediante el concepto.<br />
A esta trascendencia perspectiva de la palabra se añade la ruptura analítica<br />
que presupone la consignación alfabética de la voz. A un fonema que no<br />
significa nada corresponde una letra que tampoco tiene significado. Míen-
INTERSEMlÓnUtS<br />
iras la cscrilura pictográfica, al especializar las representaciones en el<br />
códice, sigue la ley confusa de las similitudes y desborda los esquemas de la<br />
razón, la escritura alfabética transpone en el análisis ríe los sonidos las<br />
reglas que valen por la razón misma. Aunque las letras no representan<br />
Meas, se combinan entre ellas como las ideas, y las ideas se anudan y<br />
desanudan como las letras del alfabeto*<br />
Además, como lo enuncia Adam Smith: La ruptura del paralelismo<br />
exacto entre representación y graflsmo /tertulie Integrarla totalidad del<br />
lenguaje en el dominio general del análisis y apoyar una sobre la otra la<br />
evolución de la estructura y del pensamiento.' 7<br />
Este exilio de la representación picturnl en la abstracción alfabética<br />
provocará, como veremos a continuación, distintas alteraciones a nivel del<br />
texto potencial contenido en la imagen.<br />
2.2.2 Transposición directa<br />
La lectura de un códice, realizada dentro de un marco circunstancial<br />
prchispánico de elocución, no puede generar el mismo texto que otra<br />
destinada a integrarse en un conjunto documental detrás del cual asoma un<br />
receptor funcionalmcntc Impreciso c inadecuado como lo es el lector<br />
|K)irnciaJ (ausente) de un manuscrito.<br />
De hecho, la transposición verbal del códice correspondiente a la recopilación<br />
española se matiza evidentemente con un discurso mctatcxtual<br />
(metapictural) que tiende a glosar la expresión gltfica a la vez que intenta<br />
instaurar un relato. En un marco prchispánico de elocución, el texto oral<br />
logra una cierta autonomía en relación con sus apoyos mnemónicos picturales.<br />
En el contexto postliispánico de recopilación, el texto arrastra muchos<br />
elementos verbales parasitarios que manifiestan la ambivalencia Inherente a<br />
ce ácatl oncan Itlahuan In centson mixcohtt<br />
ye quicocollia quimictiqtte in itatiln ninutt,<br />
ni coquito.*<br />
i está Uno Cana (Quetzalcóatl), allá sus tíos, la:
En este texto de 1-n leyenda de los soles, visiblemente recopilado a partir<br />
de un códice, los deleíteos" ¡£, "aquí", anean, "allá", se refieren a la ubicación<br />
de las imágenes de Ce Ácatl y de sus tíos sobre el códice. Es poco<br />
probable que haya habido una etapa intermedia, puesto que en este caso el<br />
texto se encuentra Inmediatamente yuxtapuesto al glifo y por lo tanto no<br />
requiere marca alguna de ubicación. 1.a presencia de estos dos deícticos en<br />
el torrente textual muestra el ademán indicativo del lector interprete que<br />
señala los glifos, y se sitúa futra de la historia en sí.<br />
Observemos aquí además, un contraste entre el presente de la imagen:<br />
nlmanye quicocolUu. "luego ya lo odian", y el pasado del relato: quitnlclü/ue<br />
tn Ilalzln. "mataron a su padre", que manifiesta una vez más la duda<br />
expresiva del intérprete indígena entre [i presencia de la Imagen y el relato<br />
2.2.3 Transposición Indirecta mediante anotación<br />
de glifos<br />
recopilación de documentas a partir de<br />
: la anotación alfabética de los glifos. La<br />
elaboración gráfica de un texto se efectuaba entonces en dos tiempos:<br />
primero un rfri»M
JAS TRANSPOSICIONES INTKRSK.MI0T1CAS 5 3<br />
2.2.3-1 Relación vertical de la anotación con la Imagen<br />
U sintaxis multidimcnsional que caracteriza, como vimos, el sistema glífico<br />
de escritura instaura. según la dinámica de su semiótica específica, una cierta<br />
continuidad. Cada glifo o conjunto glífico no constituye más que un jalón<br />
pictural en un contexto narrativo al que se integra y que lo trasciende. El<br />
texto potencial se alimenta de cada glifo sin atascarse en su particularidad<br />
expresiva. En cambio, la practica poslhispánica -que consiste en anotar los<br />
glifos- va a tender a fraccionar la continuidad diegetica, polarizando cada<br />
minlsccucncia verbal sobre una imagen particular, y perdiendo así de vista<br />
la perspectiva global:<br />
15. Lámina i de la Tira de Tepechpan.<br />
El texto correspondiente a este conjunto glífico es un pobre que se Umita<br />
a identificar a los personajes principales sin descubrir acción alguna:<br />
Yn Tepechpan allépeU Uátohuanln<br />
YalquauMUyn cihuauh Tozquetzin<br />
ClhuapiUln."<br />
"El rey de la ciudad de Tepechpan<br />
Ycxlquauhtll, su mujer la princesa Tozquetzin."<br />
La ausencia del verbo en esta anotación muestra claramente el deseo de<br />
glosar una Imagen y no de elaborar un relato.
Otros glifos del mismo códice Tira de Tepeclipan muestran tendencias<br />
distintas:<br />
La anotación correspondiente a la pane izquierda de la imagen (A)<br />
instaura perfectamente el relato sin vincularse vcrbalmcntc con la pintura:<br />
Yn Tepechpan llútoani Tecoyotzin qulmtclico lepaneca.<br />
"Los tepanecos vinieron a matar al rey de Tepechpan,<br />
Tecoyotzin."<br />
Omitcsincmbargo una modalidad circunstancial importante, presente en<br />
la imagen mediante la cuerda que lleva uno de los agresores: Tecoyotzin fue<br />
estrangulado después de apalearlo.<br />
En cambio, el grupo nominal correspondiente al glifo central (B): yn<br />
chichimécall Quaqttauhtzin, "el chichimcca Quaquauhtzin", evoca de<br />
forma directa la imagen del códice que representa a este personaje y pierde<br />
su función referencial una vez integrado en un contexto exclusivamente<br />
Al conjunto glífico de la derecha (Q. corresponde la anotación:<br />
Yn Quaquauhtzln quimaxIUI yn all Teollhmican<br />
ynlc hualcaqui all Tepechpan.<br />
-Quaquauhtzin desvió el agua (que va a) Tcotihuacan<br />
para hacerla entrar a Tepechpan."
55<br />
I-I chalcMItuili, 'jade", recuerda sin duda alguna el clcmcmo líquido",<br />
mientras el glifo del monte, tépetl, evoca un asentamiento humano, pero el<br />
núcleo actuacional está ausente de la imagen y no puede ser expresado más<br />
que por un tlamatint que tuviese conocimiento previo de la historia.<br />
Observamos además en esta imagen que Quaquauhtzin no tiene el copilll,<br />
o sea la diadema distintiva del rey, lo cual muestra que en este momento no<br />
está reconocido todavía como tlátoani. detalle que no señala el texto.<br />
Tenemos en esta lámina 9 de la Tira de Tepechpan tres variantes en la<br />
relación que une el texto a la imagen:<br />
bn la primera, el texto no cubre totalmente la (liegesis pictural en su<br />
aspecto circunstancial (omisión de la cuerda que indica un ahorcamiento).<br />
pero instaura un relato autosuficicntc aun en ausencia de la imagen.<br />
En el segundo glifo, el veri» glosa directamente una Imagen pero no tiene<br />
pertinencia en la narración cuando esta imagen desaparece.<br />
Por último, el tercer grupo glüíco no expresa picmralmcntc una anotación<br />
verbal que implique un conocimiento previo de la historia por parte del<br />
llamatlni.<br />
2.2.3.2 Relación lateral sintagmática de las anotaciones<br />
en el manuscrito.<br />
En tina segunda etapa, a veces muy posterior a la glosa de las imágenes, se<br />
lineal y consecutiva que implica el manuscrito.<br />
Kn este nuevo contexto, las anotaciones que se situaban sobre el eje del<br />
relato no sufren la supresión (le su apoyo pictural. mientras que las que se<br />
vinculaban verticalmenle con la imagen establecen un mctatcxto v< o crean<br />
alteraciones en la continuidad narrativa que varían según el tipo de relación<br />
mantenida con ella.<br />
En nuestro último ejemplo, la reunión de las tres anotaciones da la<br />
secuencia siguiente:<br />
Yn Tepechpan tlátoani Tecoyotzln quimiclico tepaneca yn<br />
chlchimécall Quaquauhtzin. Yn Quaquauhtzin quitnaxilll yn<br />
all Teotihuacan ynic hualcaqul atl Tepeclipati.<br />
"Los tepanecas vinieron a matar a Tccoyotzin rey de Tepechpan<br />
el chichimécatl Quaquauhtzin. Quaquauhtzin desvió el agua que<br />
va a Teotihuacan para hacerla entrar a Tepechpan."
El sintagma nominalyn chichimécaü Quaquauhtzin se encuentra aquí<br />
totalmente aislado de su contexto verbal; no se relaciona sintácticamente<br />
con nada y puede inclusive introducir una ambigüedad en el texto, si el lector<br />
lo vincula con la proposición precedente atribuyendo erróneamente la<br />
muerte de Tccoyotzin al chlchimeca Quaquauhtzin. Además, en ausencia de<br />
imágenes, la transición entre el asesinato del rey de Tcpcchpan y la desviación<br />
del agua por Quaquauhtzin resulta, cuando menos, abrupta.<br />
Las anotaciones correspondientes a cada glifo siguen la distribución<br />
espacial de la imagen. De hecho, si la anotación reproduce verbalmentc el<br />
contenido pictural, una sintaxis de la imagen asegura la construcción del<br />
sentido. La anotación no representa más que un mclalenguajc que glosa cada<br />
glifo, pero la sucesión actuacional y circunstancial se realiza al nivel de Li<br />
imagen, El lector (imperito) va de la imagen a la anotación verbal, pero<br />
regresa a la imagen ya cargada de sentido para proseguir con la historia<br />
glíflca. En el códice anotado, el sentido se articula sobre una sintaxis pictural.<br />
Ahora bien, cuando las anotaciones de cada glifo se disponen Unealmcntc<br />
en el manuscrito, siguen naturalmente el orden sccuencial que valia para las<br />
imágenes, es decir, mantienen en el manuscrito alfabético una sintaxis, o<br />
más bien una distaxis, pictural.
Aunque los religiosos enmienden y corrijan los documentos en revisiones<br />
posteriores, el texto recopilado a partir de un códice anotado conserva en<br />
el manuscrito una estructura esencialmente pictural.<br />
A estas alteraciones sintagmáticas inherentes a la lincalización de las<br />
anotaciones, debemos añadir los errores cometidos por los transcriptores en<br />
la disposición cronológica de estas anotaciones.<br />
Leemos, por ejemplo, en el manuscrito de La leyenda de los soles:<br />
1) Auli nlinan quinnahuatla In tonátiuh in cenlzontin mixcohua<br />
"Y luego el sol ordena a las cuatrocientas serpientes de nubes"<br />
2)ye quimmaca In mili<br />
3) quimilhui Izcalqui hile anneútattlzque Innic amtechalla-<br />
"Les dijo: he aquí cómo me daréis de beber y de ce<br />
5) Auli in mili HacómilL.<br />
"y la flecha, una bella flecha..."<br />
6) Aun noyéhuatl in amonan yn llalleuctll"<br />
"y también a ella, a vuestra madre, diosa de la tiei<br />
Es claro aquí que el ó sigue inmediatamente al i: "me daréis de beber y de<br />
comer(amí)yiambiénacua...";yel2 debe pasar después del 6 yantesdel<br />
\: "...he aquí cómo me daréis de beber: les da la flecha y el escudo." El orden<br />
final sería 1, 3,6, 2, 4 y 5.<br />
La duda es tal a veces que el encargado de la transcripción prefiere<br />
mantener la imagen en el manuscrito (como se observa en el Códice Chimalpopoca)<br />
junto a su interpretación.<br />
Auh inte nenca Mlxcóall cempohiutlxíhuitiypan cáxlolxUiuttl<br />
ye no ipan nauhxthuttl auh in iclhuauh itoca CJtimalman auh<br />
in TopUtzin ompohualxluhti on caxtolli ipan ce xíhultl"<br />
"Y Mixcóaü vivió 39 años y su mujer se llama C<br />
TopUtzin vivió 56 años."
imagen sin que el sentido se fije totalmente y para siempre. La transcripción<br />
alfabética, al reducir la polifonía pictural a una de sus modalidades interpretativas<br />
y petrificarla en unas palabras inamovibles, arranca un significado a<br />
la imagen pero ciega el manantial de donde brotaba el sentido.<br />
La expresión oral náhuatl se ubica más allá de la linea de demarcación<br />
intcrciiltural que hemos definido en esta primera parte y que separa al<br />
interpretante del interpretado. Los manuscritos mediante los cuales la<br />
vislumbramos hoy son la interpretación del uno por el otro y dan una imagen<br />
algo borrosa de una realidad percibida a través de la densa opacidad cultural<br />
española. Se articula además, en su contexto precolombino, sobre la bipo<br />
laridad de la imagen y de la voy. que analizaremos en la tercera parte.<br />
El lector de hoy deberá tener en mente esta triangulación semiótica que<br />
constituye un texto náhuatl manuscrito para lograr una justa apreciación de<br />
la expresión original que vehieula. Ix>s manuscritas que se ofrecen a<br />
nosotros hoy en día contienen la voz de los aztecas refractada en el prisma<br />
de la cultura española del siglo XVI y son una materialización patente del<br />
encuentro de dos mundos.<br />
AJ calor expresivo oral de los indígenas correspondió el ardoroso anhelo<br />
cognoscitivo de los religiosos españoles. Los textos que duermen hoy en los<br />
manuscritos son las llamas entrelazadas del fuego de este encuentro.
SEGUNDA PARTE<br />
LA EXPRESIÓN ORAL<br />
DE LOS AZTECAS
Los religiosos españoles nos hicieron llegar la palabra de los aztecas ora<br />
ajusiándola a los dctcrmlnismos semánticos nan los manuscritos españoles. No<br />
saltemos a cieiu iu cierta que cuerpo expresivo ayudaba a formar el elemento<br />
verbal que llegó hasta nosotros, puesto que la fuerza epifánica del sonido o<br />
de la imagen es irreductible al verbo. Escogimos por lo tanto violentar las<br />
reglas del análisis literario y distinguir aquí dos elementos entrañablemente<br />
vinculados en la expresión: la sustancia y la forma. De hecho, una forma
62<br />
potencial es. en cieno modo, todavía una sustancia, a la ve/, que una<br />
sustancia tiene siempre un cierto grado de formalización. Por ejemplo, la voz<br />
azteca, sustancia sonora del lenguaje, está preñada de sentido musical y por<br />
lo unto ya formalizada. La lengua náhuatl, sustancia de la expresión verbal<br />
poética, se encuentra ya predeterminada formalmente por la cosmovisión<br />
de los pueblos que la hablan y constituye tior ende una forma.<br />
Si bien no conocemos las formas precisas que revistieron las instancias<br />
orales de expresión, las fuentes nos permiten vislumbrar cuáles fueron las<br />
form as potcncialcsyL-issusianciasapanirdelascualcs los aztecas elaboraban<br />
Porotra pane, la oposición dialéctica sustancia/forma tiene, en el México<br />
preluspánico. resonancias ontológicas y se revela altamente pertinente para<br />
el análisis. Como veremos en un próximo capítulo, los aztecas planteaban.<br />
en los estratos más profundos de sus mitos, la disyuntiva entre una acción<br />
humanamente fomializadora sobre el mundo y una sumisión pasiva a sus<br />
determinismos. Detrás de los conceptos de sustancia y forma, se esconden<br />
de hedió las polaridades vitales de la corriente cultural náhuatl: el mundo<br />
como esencia y el mundo como existencia. Kn tiempos vecinos a la<br />
conquista, los pueblos nahuas mantienen un cieno equilibrio entre un<br />
magnetismo regresivo (no inhibido), que atrae hacia la intimidad primordial<br />
de la madre tierra, y un impulso progresivo que proyecta al hombre hacia<br />
un horizonte existcncial. La expresión oral de los aztecas se articula antetodo<br />
en lomo a esta divergencia ontológica que no percibieron los españoles.<br />
H carácter dlonisiaco de los rituales correspondientes al llamado de la<br />
esencia los desconcertó a tal punto qtic creían que éstos eran obra del diablo.<br />
por lo cual se limitaron a recopilar sólo cuanto se ajustaba a su visión<br />
renacentisia del mundo.<br />
Ames de ser ciilturalmemc náhuatl, la expresión oral de los aztecas es<br />
profunda, ontológicamente. humana. Para poder apreciarla en plenitud.<br />
antes de evocar el esplendor pliirisemiótico que ostentaba, definir el marco<br />
circunstancial en que se inscribía y evocar los textos que permanecen de ella.<br />
tendremos que considerar en los albores de la conciencia indígena, a través<br />
de sus mitos, el momento inicm¡mral en que el espíritu se desprendía de la<br />
materia para dar a luz al hombre.
CAPÍTULO 1<br />
FUNDAMENTOS ANTROPOLÓGICOS DE<br />
LA ORALIDAD NÁHUATL<br />
El hombre de ayer y de hoy, así como lodos los seres de esie mundo, esiá<br />
hecho si no de barro por lo menos de elementos orgánicos, lo cual lo vincula<br />
dircctaineniecon la materia fisiológica y tarde o temprano lo asimila al barro<br />
o a sus variantes minerales:<br />
Menienlo homo quiapulvis es el tnpulverem reverteris.*<br />
ti hombre occidental no hizo mucho caso de la advertencia bíblica y en<br />
el curso de la historia su falta de humildad (humus - tierra) ontológica lo hizo<br />
volcarse sobre el eje existencial donde predominaba el intelecto (pecado<br />
original), trascendiendo cada vez más la/fofa en aras del espíritu.<br />
PJ arte, producto ele este espíritu, de este alíenlo (spirllus en latín, ihlyoll<br />
en TÚS\wt\,pneumna en griego), tiene sin embargo sus raíces masprofundas<br />
en la dimensión fisiológicadel hombre, y las actividades estéticas que este<br />
realiza tienden a colmar el abismo ontológico que la función simbólica<br />
abrió entre el individuo y la totalidad.<br />
Un acercamiento ontológico propedéutlco resulta indispensable aquí<br />
para aprehender mejor la expresión oral de los antiguos mexicanos.<br />
1.1 la. madre tierra: una Intimidad primordial<br />
La interiorización de sus esquemas 0|K'raiorios motores y una percepción<br />
cada vez más clara de los detenninismos del mundo que lo rodea, llevaron<br />
al hombre a formalizar las pulsiones confusas que agitaban lo mis profundo<br />
de su ser. 1.a formulación verbal fue la culminación expresiva (racional) de<br />
esta inquietud psirofisiológica que lo desgarraba. La estructura actuacional<br />
de los mitos, aunque haya sufrido cambios significativos, permite vislumbrar<br />
todavía cienos aspeaos modales de los primeros balbuceos de la función<br />
I.os mitos de los distintos pueblos del mundo lo muestran claramente:*' el<br />
hombre primitivo proyecta en su espacio i¡cm|>o primordial un estado
I ideal que antecedió su presencia en el mundo, lila representación<br />
teccoio su presen<br />
no fue creada f.v nihilo por la limitada un.nu. ..u..^.-. o..iw i,uc t<br />
el ámbito simbólico después de una lenta evolución somatopsíqi a» que<br />
llevó la/feú hacia el umbral del pensamiento.<br />
El hombre so encontró probablemente, ani i que apareciera la función<br />
simbólica, en una situación de total inmanem<br />
se distinguía objrrivamrnl.- di- *n enlomo n latural con el cual tenia una<br />
relación mcramei te biológica en la<br />
_■ una profunda tncondenda.<br />
le la función siml<br />
ierde esta unidad primordial:<br />
como las plantas o lo<br />
■ ahora se ve en el acto de ser.<br />
Ksta trágica<br />
del genero h<br />
primeros tiempos i<br />
: exilio, de expulsión, generando una<br />
> a esta totalidad, un magnetismo esenúento<br />
ritual del indígena como de todos<br />
iosialgi.1 fisiológica de una<br />
totalidad inconsciente se expresa ante .—., v.. .„- -,„ ............ , ,„«<br />
generalmente en toda la producción estética de los aztecas, como un<br />
sentimiento confuso de Intimidad que evoca quizás un estado absoluto del<br />
ser. y se formaliza pronto por analogía bajo los rasgos de la maternidad.<br />
Puesto que el hombre al nacer sale de su madre, el movimiento (ideal)<br />
lo reincorpora a la lotalid:..<br />
imidad toma entre los naliu;
FUNDAMENTOS ANTROPOLÓGICOS DE LA ORAL] DAD NÁHUATL 6 5<br />
mortaja. Veremos más adrlantc que, según la temporalidad circular de los<br />
laceas, el lugar del nacimiento lo es también' de los muertos y que la única<br />
reintegración posible al seno de la madre (tierra) es de hecho la muerte.<br />
Sea lo que fuere, queremos definir aquí un punto de primera importancia<br />
para una correcta apreciación perspectiva de la expresión oral de los aztecas:<br />
un difuso anhelo de reintegrarse a una Intimidad materna sustancial<br />
situada fuera del tiempo en la que los contornos del ser individual no se<br />
esbozaban todavía, en un momento primordial, cuando el ser se confundía<br />
con el mundo, era el mundo.<br />
El esquema universal de la oposición entre la esencia, tal y como la<br />
acabamos de definir brevemente, y la existencia se manifiesta culturalmente<br />
entre los mexicas en su lengua y en sus mitos. A nivel lingüístico, el<br />
náhuatl distir claramente el verbo nemi. 'existir" [raña la noción<br />
de "andar".' recorrer" (nénemi)-. dcyo/l "vivir", termino mucho más amplio<br />
en su acepción y que se aplica a todos los seres vivos del universo.<br />
La proximidad etimológica de nemi, "existir", con manilla, "pensar", es<br />
también altamente significativa: existir es andar en el mundo pero sobre<br />
lodo pensar, lo que confirma en el ámbito cultural náhuatl los postulados
a la localidad del mundo vive (yolí), mientras que L-I hombre pensante.<br />
inexorablemente separado de él por el abismo de la conciencia, existe<br />
(nemf) en una dimensión fatalmente más reducida.<br />
Los mitos cosmogónicos náhuatl articulan claramente, en sus esquemas<br />
actuacionalcs, esta divergencia primordial entre la esencia y la existencia.<br />
El nacimiento de Huitzilopochtli (o Quctzalcóatl, según la versión<br />
recogida por fray Juan deTorquemada) reproduce en sus profundos estratos<br />
narrativos la aparición de la luz exi Huitzilopochtli nace de las<br />
entrañas de la tierra, Coatlicuc, y tras vencer a los antagonistas nocturnos que<br />
son su hermana Coyolxauhqui (la luna) y los ccntzonliuitznahuas (las<br />
estrellas), se impone a las tinieblas. Una bola que cayó del ciclo fue el agente<br />
de la preñez de la tierra Coatlicuc y estableció asimismo la oposición tierramadre/ciclo-padre.<br />
Huit/ilopochtli representa la luminosa existencia que<br />
brota de la intimidad esencial.<br />
En el conocido mito de la creación del sol y de la luna, los dioses<br />
Nanahuatzin y Tccciztécatl deben arrojarse al fuego (entidad asimilada a la<br />
tierra) para que se hagan la luz y el movimiento existencia!.<br />
Por último, para crear al hombre. Qucizalcóatl tiene que lujar a las<br />
profundidades de la tierra, en el reino de los muertos, donde sangra su<br />
miembro sobre unos huesos, sugiriendo asimismo la filiación umbilical que<br />
21. Las aguas primordiales.
La dimensión sustancial y tenebrosa de la madre tierra. íntimo regazo a<br />
donde anhelan subliminalmcnte regresar los hombres, se opone al luminoso<br />
curso temporal de Muestro Padre el sol en una fértil ambivalencia cultural.<br />
Toda la corriente expresiva de los aztecas pasa inevitablemente por estas dos<br />
polaridades primordiales, y en la estela de la esencia y la existencia, de la<br />
tenebrosa intimidad fetal y de la asunción plena del hecho humano de vivir,<br />
se oponen distintos paradigmas estructurales de la cultura náhuatl que<br />
enumeramos aquí y estudiaremos a su debido tiempo.<br />
YOIJZTL1 (1A VIDA) NEíUUZnJ (LA EXISTENCIA)<br />
Esencia<br />
Tierra<br />
Existencia<br />
Cielo<br />
Hultzllopocliili/Qucizakóatl<br />
Trascendencia<br />
Inversión socio-cxistcncial<br />
Ra.z<br />
Comprender<br />
Mor<br />
Siendo laoralidadnáhuatl engranparteuna verdadera
68<br />
sustancial. Inconsciente, en una dimensión espacio-temporal que iba a<br />
separar al hombre de ¿I mismo para siempre.<br />
So}' donde no pienso. Pienso donde no soy, decía La can. y esta desubicación<br />
del ser dentro de él mismo es el resultado de la distancia objetiva que<br />
la función simbólica instauró en el hombre. Desde la oscuridad de la fibra<br />
sustancial y por un laberinto evolutivo, lo llevó a la luz del entendimiento:<br />
la voz todavia preñada de intimidad se hizo vehículo de ideas; el grito que era<br />
dolor se volvió signo de dolor, el color que era sustancia se redujo a un<br />
atributo calificativo de la sustancia. La totalidad esencial se subdividió en.<br />
ser y representación del ser.<br />
liste verdadero parto del hombre al mundo por medio de la conciencia,<br />
instaura una dualidad ontológica donde se oponen los polos de la sustancia<br />
y del tiempo, de la esencia y de lo que será, desde entonces, la existencia.<br />
A partir de este momento el hombre articula (o mas bien desarticula) su vida<br />
sobre dos ejes divergentes. Por una parte, busca febrilmente redimir esta<br />
angustia que trajo su expulsión del paraíso íntimo de la inconcicncia, tratando<br />
de reintegrarse al mundo, si no en la realidad (el daño hecho por la<br />
conciencia es irreversible), por lo menos en la sublimación mimetica de<br />
prácticas rituales, verdaderamente camaleónicas. Por otra, va a asumir la<br />
situación cxistcncial que le abrió la función simbólica, y sobre este eje de lo<br />
inteligible, resignarse a vivir fuera de la totalidad íntima, a existir. 6 ' Estos dos
vectores de existencia (.nemiziif) y de esencia (yolízllí) son lógicamente<br />
divergentes puesto que el primero busca estructurar, construir, modelar la<br />
vida, mientras que el segundo tiende a deshacer lo que edificó el primero en<br />
su afán de reintegrarse a la noche íntima del mundo.<br />
A esta muerte ljbidúial que constituye el deseo ele reingreso a la esencia<br />
materna, se añade pronto la traumática ruptura que representa el fin de la<br />
existencia 1.a función simlxílica. al abrir la perspectiva existencial, define<br />
también su dimensión trágica: la vkla en la tierra es finita A partir de este<br />
momento se delimitan dos perspectivas de la muerte: una (la ritual) que<br />
busca la reintegración simbólica a la unidad primordial, y otra (la física)<br />
percibida como fin que subraya la precariedad de la existencia<br />
1.a evolución somaiopsíquica del antropoide. desde la oscuridad de la<br />
materia hasta la luz de la conciencia, tuvo como resultado la ambivalencia del<br />
hombre en la existencia. No insistiremos aquí sobre los antagonismos<br />
cideticos que esta situación Implica y que ya se describieron anteriormente;<br />
trataremos más bien de caracterizar en términos generales este momento,<br />
que duró probablemente miles de años, pero que se antoja breve en la noche<br />
del tiempo, cuando la Abra tenebrosa paría el símbolo del que se iba a<br />
desprender el signo, embrión del lenguaje y padre de la enajenación<br />
existencia!.<br />
Como vimos en los capítulos anteriores, uno de los dos vectores de la<br />
dualidad oniológica tiende a reintegrar al hombre a la conftisa intimidad<br />
esencial que anhela subUmlnalmcnte. Esta pulsión de muerte, que sitúandonos<br />
en una perspectiva existencia! podríamos asiinilaral tátuttos de Freud,
70<br />
representa, desde el pumo de vista esencial, un retomo a la sustancia<br />
primigenia.<br />
F.I frenético comportamiento clionisiaco, nihilista en apariencia, busca<br />
inconscientemente colmar la zanja abismal que la función simbólica abrió en<br />
lo más profundo del ser humano. Para esto, después de derrumbar el bastión<br />
más fuerte de la conciencia, la lengua, se remonta más allá del signo hasta la<br />
penumbra donde los símbolos mas primarios se arraigan<br />
Para entender mejor este comportamiento regresivo hacia la esencia en<br />
su expresión oral, trataremos aquí de vislumbrar muy esquemáticamente el<br />
desarrollo evolutivo de la conciencia a través de la estructura simbólica, el<br />
signo y la lengua.<br />
1.3-1 Apertura simbólica<br />
Habiendo pasado la estructura fisiológica del amropoide de una adaptación<br />
pasiva a las funciones biológicas a una instrumentación activa de anticipación<br />
sensorial, el hombre, según la expresión de Maiirice Pradines. Inventa<br />
la mano: las herramientas no serán más que la prolongación de este invento.<br />
Más larde, la liabilidad técnica aumenta, el sentido social se manifiesta, pero<br />
es ante lodo la capacidad simbólica la que parece marcar la etapa siguiente<br />
de la evolución humana: los ritos correspondientes a los entierros, el<br />
grabado/tallado, la escultura y muy probablemente los rudimentos de un<br />
simbolismo vocal que llegará a ser lenguaje articulado.<br />
Debiéramos situar entonces la aparición de la función simbólica característica<br />
de la humanidad en lo más profundo de la moiricidad de los primeros<br />
antropoides. Unos actos motores y la reacción motriz a éstos provocaron<br />
generalmente comportamientos psicomotores derivados, adecuados a cada<br />
uno de los actos o de las reacciones. Resultó de esto que se comenzó a<br />
relacionar los fenómenos motores con los efecíos psicomotores que provocaban<br />
y a considerar estos últimos como los índices que acompañan la<br />
aparición de los primeros. Puesto que los mismos índices aparecían sistemáticamente<br />
con ciertos actos motores, se relacionó el epifenómeno con el<br />
fenómeno y se pudo anticipar el acto motor gracias a la expresión psicomo<br />
tora que se esbozaba antes de su realización: de un hombre iracundo<br />
apretando los puños, se dedujo que el puño cerrado indicaba (índice) un<br />
hombre enojado liste índice que apenas connotaba la ira se consolidó con<br />
el uso: la aparición simultánea de los dos fenómenos motores creó entre<br />
ellos lazos de subordinación reciproca a tal punto que un día el hombre pudo<br />
producir el epifenómeno en ausencia del fenómenoy manifestar la potencialidad<br />
de su ira sin que se realizara el acto. 1.a transición de las conductas<br />
sensomotoras a los comportamientos simbólicos más representativos se
ealizó, probablemente, por medio de la Imitación cuyos prolongamientos<br />
diferidos c interiorización permitieron la distinción entre significantes y<br />
significados F.I hombre, al ver en sus prójimos los indicios de la cólera, los<br />
«■produjo por imitación, quizá lúdica al principio, pero pronto plenamente<br />
FJ puño cerrado Indicaba de manera indubitable la ira aun en ausencia de<br />
cualquier estado o acto que la coniirtna.se: el puño cerrado ya era símbolo<br />
de ira. IX- efecto psicomotorcl gesto se volvía medio de expresión, evocaba<br />
un acto o un objeto ausente: el I lomo sapiens lo iba a utilizar para establecer<br />
mu representación de lo vivido exterior a la vida<br />
A panirde este momento, el hombre pudo haber desarrollado un lenguaje<br />
gcstual basado en la petrificación signüicaí iva del símbolo, lisio se confirma<br />
si recordamos que existen todavía pueblos primitivos que. sin luz de<br />
antorchas, se comunican con dificultad en la noche. Este punto, de todos<br />
modos, no hace más que ant icipar el problema del lenguaje vocal articulado.<br />
Las reacciones psicomotoras perceptibles conllevadas por los actos motores<br />
fueron el origen de los primerossimbolos. IX- hecho, el sentido el imológico<br />
dr la palabra "símbolo" manifiesta claramente el arraigo que tiene la significación<br />
en lo sensible durante esta etapa de la evolución. El vocablo griego<br />
symbnlon designa un signo de reconocimiento formado por las r medio del gesto, el<br />
símbolo se arraiga profundamente en la fisis, en el comportamiento lisio<br />
motor del hombre de los primeros tiempos, para vislumbrar así. más allá de<br />
la dinámica dinástica aparentemente incoherente de los aztecas, un anhelo<br />
regresivo hacia la intimidad primordial.<br />
1.3-1.1 Simbolismo sonoro<br />
IJ génesis del símbolo sonoro y su progresión evolutiva hacia el signo<br />
fonético son sensiblemente idénticas a sus homologas gcsluales. lis porque<br />
liabía ruido en el mundo que el hombre habló; pero primero oyó, luego<br />
escuchó estos niidos. por último trató de reproducirlos. Controlando con el<br />
mediante el cual la naturaleza le mandaba avisos sonoros y se empeñó en<br />
utilizarlos para sus finespropios.<br />
Para producir un sonido que fuera señal de presencia hubo que extraerlo<br />
de los sonidos naturales. Fue preciso deslmorporar de alguna manera el
elemento sonoro inmanente al objeto para trasladarlo a las cuerdas vocales<br />
humanas que habían ciertamente presentido ya su potencial fonatorio en el<br />
ruido que surgía de la respiración o de la tos. El hombre va a tratar de<br />
reproducir con su aparato de fonación el estallido del trueno, el rugir de los<br />
Éstas fueron verosímilmente las primeras manifestaciones vocales expresivas<br />
que muestran ya una postura de representación simbólica del mundo:<br />
cuando la voz del hombre reproduce el i " '<br />
exterior a él, busca evocarla, y esta evo<br />
materia, y la parte scñalética" que lo evo<br />
Kn el horizonte de esta evolución, como ocurrió con el gesto, se efectúa<br />
progresivamente una extracción, una independencia (le la pane fonética<br />
dentro del binomio simbólico y una estructuración racional de la fonación<br />
en torno al signo, lo que conducirá al lenguaje vocal articulado.<br />
Ahora bien, la voz está entrañablemente vinculada al cuerpo que la<br />
produce hasta el umbral del signo, Es poco probable, en efecto, que una<br />
expresión sonora de carácter simbólico y aún esencialmente mlmética se<br />
haya realizado sin apoyo gcstual. En la etapa simbólica de la evolución de la<br />
conciencia, el sonido es todavía inmanente a la sustancia corporal. Este<br />
hecho es importante puesto que determina en cieña manera el aspecto<br />
formal de muchas modalidades expresivas de los aztecas, no sólo dionlsiacas<br />
sino también apolíneas, en panicularelí»/o>//quc reúne la danza y el canto.<br />
1.3.2 Dcsvinculación del signo<br />
Una pane del conjunto simbólico, ya sea sonoro o gcstual, será pronto<br />
identificada definitivamente como significante global sin que el reconocieste<br />
momento, una pane del simlxilo pierde su arraigo sustancial para llevar<br />
una vida autónoma de representación. Con el uso intelectivo, la pane<br />
significante se va distinguiendo radicalmente de la realidad significada, se<br />
abstrae en lo que llamamos hoy el signo, instaurando así los primeros fundamentos<br />
de un espacio de conocimiento (conocimiento).<br />
Esta liberación por pane del signo del compromiso vertical que mantenía<br />
con la sustancia atando todavía era símbolo, le dará una movilidad referencial<br />
que va a acelerar la estructuración representativa del mundo en el espacio<br />
del conocimiento. El signo fonético, por su alcance y versatilidad, s<br />
Impondrá pronto al gesto en la
1.3.3 Sistematización representativa del lenguaje<br />
El sonido lomado en la totalidad de la acción emerge primero como símbolo<br />
y luego de este nacerá el signo manipulable que significa.<br />
Es muy probable que los primeros símbolos fonéticos hayan sido los que<br />
manifiestan las relaciones más evidentes e inmediatas con el acto o la cosa.<br />
Se traía a veces de onomaiopeyas pero mas a menudo son relaciones<br />
asociativas mucho menos directas las que prevalecen y, al fusionarse.<br />
anticipan lo que será mas tarde el signo arbitrario. Esos primeros símbolos<br />
son verosímilmente indicadores de acción o de presencia, es decir, lo que<br />
hoy llamamos vcrtxis y sustantivos. De cualquier manera, siempre son<br />
elementos paradigmáticos que corresponden de manera homológjca a una<br />
rcolklad de acción o de estado.<br />
En esta fase de la evolución del lenguaje, el símbolo está todavía enchufado<br />
sobre lo real; lo designa, recuerda, enfoca, y la relación es siempre<br />
vertical. Hay una homología entre dos entidades, una volviéndose progresivamente<br />
la representación de la otra, pero no hay todavía sistema<br />
lingüístico al nivel de la representación.<br />
Los paradigmas no son aún un lenguaje. Sólo el sistema preposicional<br />
podrá merecer este nombre. Los paradigmas relacionan las representaciones<br />
verbales con las cosas pero no están todavía relacionados entre sí. Poco a<br />
poco, con el grito arrancado por el dato sensible y que se había vuelto<br />
símbolo de este, el hombre va a querer representar verbalmente no sólo este<br />
dato sensible (dolor, por ejemplo) efecto de una causa, sino la causa no<br />
sensible que generó este efecto. Si esta causa exterior no está todavía<br />
identificada con un símbolo o un signo, habrá entonces un deslizamiento.<br />
una variación sobre el mismo grito símbolo-signo que se efectuará de<br />
diversas maneras. I labra a veces una modificación ligera de la misma entidad<br />
fonética: 'dolor - (sensible) se opone a "doloroso" (causa): o el refor/amlcnto<br />
exterior de otra entidad verbal que se agrega como el artículo "lo": "lo<br />
doloroso". Según Maurice Tradines, hablar es sustantivar un procedimiento<br />
de experiencia.<br />
las primeras sustantivaciones de las modalidades de experiencia consistieron<br />
verosímilmente en yuxtaponer los lexemas representativos de las<br />
realidades vividas para esbozar, en el espacio-tiempo de la representación,<br />
la experiencia vivida en la instantaneidad de la percepción:<br />
Jaguar comer hombre<br />
liombrc comer jaguar<br />
comer hombre jaguar<br />
Los elementos paradigmáticos estaban presentes, pero la unión lateral<br />
(sintagmática) de los diferentes términos no era todavía plenamente perti-
neme. IJ representación;<br />
constituía todavía en un sis<br />
realidad vivida. Sin embarg<br />
que pronto gene<br />
embrión de esta estructuración en el ejemplo:<br />
cosa o a la arción: dos o tres gritos yuxtapuestos se dirigían cada uno hacia<br />
las cosas o las acciones de manera paradigmática, sin que nada uniese<br />
directamente los términos entre ellos. Las derivaciones formales de símbolos<br />
fonéticos a partir de una ex|>criencia común marcan el nacimiento del<br />
lenguaje, porque van a oponerse ya<br />
ntc al nivel de la representación.<br />
sin necesidad de recurrir a la experiencia sensible para reciclar<br />
un sentido. "Dolor" se opondrá entonces a "doloroso", al nivel ya autónomo<br />
de la representación verbal, a través de la oposición lateral fonemática<br />
correspondiente.<br />
Los indicadores de presencia y de acción, los sustantivos y los verbos,<br />
serán ciertamente los primeros elementos lingüísticos en ver el día, puesto<br />
que están vincuLidos directamente con la experiencia vivida. Del paradigma<br />
sustantivo, el hombre pasa al verbo que indica ya una operación analítica<br />
abstracta y sobre todo que instaura el sintagma. Pronto se agregarán los<br />
complementos o los modificadores de t¡|X> adjetival mediante los cuales el<br />
lenguaje va. en el acto de locución, a escandir una por una las propiedades<br />
adjetivales del ser y a formar predicados que lomarán fuera de él un valor<br />
autónomo cstmci tirando un mundo representativo parcial, íaLso en tanto
75<br />
Esto es particularmente Importante puesto que el carácter incompleto del<br />
predicado adjetival frente a la cosa o al acto, si bien satisface las necesidades<br />
de la comunicación, va sin embargo a subrayar la diferencia entre lo dicho<br />
y el ser de lo que se dice, creando asimismo la necesidad vital de colmar el<br />
vacío que los separa, de aprehender el ser a través de un lenguaje más<br />
snsiancial. necesidad que lo conducirá a la poesía.<br />
Por otra parte, se efectuó un cambio estructural capital desde los primeros<br />
símbolos Resíllales o fonéticos hasta el lenguaje articulado. Eii efecto, es<br />
asociativa la relación que une los fenómenos fisio fonérico-motores a las<br />
acciones y reacciones motrices de las cuales se volverán símbolos. 1.a<br />
relación simbólica es integrante y asociativa: al fenómeno se alia un epifenómeno<br />
o cualquier otro tipo de entidad que por esta asociación se vuelve<br />
símbolo de aquél. Por el contrario, el signo arbitrario, en el sentido del<br />
sistema verbal de representación, tendrá con los otros miembros del sistema<br />
nexos exclusivos de contigüidad llamados relaciones sintagmáticas.<br />
Con las primeras oposiciones fonemáticas, el hombre se Inició en la<br />
deiK'ndencia lateral de un signo con otro, como fundamento de la relación<br />
final del signo con el sentido, y no es sino después de luber atravesado la<br />
serie horizontal de signos cuando el sentido estructurado se produce.<br />
lis la facultad de comprender, de crear a partir de un sistema, frases que<br />
nunca se han visto antes y que permite pasar de lo que uno salx- a lo que uno<br />
ignora, lo que distingue al hombre: mientras que el animal responde<br />
exclusivamente a los signos para los cuales ha sido amaestrado. Sobre el eje<br />
del símbolo, o más bien ahora del signo lingüístico, va a extenderse la<br />
discursividad predicativa del ser existente, construcción que dcsconstxuyc<br />
la presencia y reprime lo sensible. lx> pleno de la presencia no deja de ser<br />
destruido a medida que. para constituirse, se libera el sujeto y se inaugura la<br />
representación. I)s entonces cuando el sujeto se separa del objeto y lo real<br />
es conquistado por la palabra<br />
1:1 espacio que da cuenta del acceso de la inteligencia humana al plano del<br />
discurso y de la objetividad es un espacio verbal. De hecho, son los esquemas<br />
sublingüísticos quienes engendran este espacio que, habiendo dejado de<br />
confundirse con el espacio de nuestros gestos y de nuestro propio cuerpo,<br />
se presenta ante nosotros y soporta toda la realidad objetiva. El |>ensam¡cnto<br />
se constituye a sí mismo, desdoblándose gracias a la mediación de este<br />
Es sobre el eje del lenguaje donde el alejamiento del hombre de la<br />
inmanencia y su postura existencia! trascendente van a realizarse. Conviene<br />
recordar aquí que las operaciones proposicionatcs y más generalmente la<br />
representación conceptual serían imposibles sin los esquemas lingüísticos.<br />
Dentro de este capítulo, consideramos en términos generales las etapas<br />
esenciales que presidieron la configuración de la conciencia trascendental.
76 VOCHS DISTANTES Dli U>S AZTECAS<br />
desde la apertura simbólica y el desprendimiento del signo hasta la sistematización<br />
del lenguaje, para poder apreciar el camino regresivo (considerado<br />
una vectorialldad orientada lucia la existencia) que el hombre debe recorrer<br />
en la búsqueda de la unidad primordial, movido por el impulso que entraña<br />
todo arte a nutrir su expresión formal con la verdad sustancial del mundo.<br />
Para reencontrarse a sí mismo a través de su expresión oral, el indígena<br />
náhuatl buscará, más allá del lenguaje, el Instante eterno y efímero en que<br />
el sentido se funde en sustancia, en el estremecimiento sonoro de las<br />
palabras, en el ruidoso colorido de un canto que se derrama en arabescos<br />
gestuales o en la embriague/, cinética de su cuerpo.<br />
1.4 Marco cognoscitivo de la oralidad náhuatl<br />
La bipartición mitológica del hombre, desgarrado entre el magnetismo<br />
centrípeto de la esencia y la fuerza centrífuga de la existencia, se va a<br />
reproducir liomológieamcntc en el espacio cognoscitivo trascendental.<br />
Al afán de existir corresponden la progresiva domesticación del mundo,<br />
la distancia cada vez mayor entre el individuo y su matriz sustancial, la<br />
exacerbación de la función intelectual en detrimento del ser global, en fin,<br />
la estructuración progresiva del conocimiento que corresponde a una<br />
estructura cognoscitiva basada en la trascendencia, es decir, un sistema<br />
representativo cada ve/ mas alejado e independiente de la realidad a la que<br />
Por otra parte, la nostalgia Inconsciente de la esencia, de la unidad, de la<br />
noche donde se pierde el ser i>ensantc para reencontrarse en la totalidad<br />
indivisa, se manifestará agudamente al principio en el comportamiento<br />
incoherente del Homo sapiens, pero poco a poco se verá plasmada únicamente<br />
en la sublimación artística y más aún en los avalares dionisiacos de las<br />
actividades dramáticas, lita postura de añoranza de la intimidad perdida<br />
propicia, al nivel de la conciencia y como marco del conocimiento, la<br />
inmanencia, es decir un planteamiento cognoscitivo que reduzca al mínimo<br />
posible la zanja ahondada por la función simbólica y busque en la<br />
naturaleza, por medio de la intuición o la analogía, una respuesta a muchas<br />
de sus interrogantes.<br />
En términos generales, el pensamiento trascendental acentúa la distancia<br />
entre el sujeto y el objeto así como la autonomía sistemática del saber basado<br />
en la relación de causalidad, mientras que la postura Inmanente busca una<br />
revelación global e intuitiva que dé sentido a la vida.<br />
IJI resultante cultural de estos dos vectores presentes en cualquier<br />
estructura cognoscitiva favoreció claramente lo inmanente sobre lo trascendente<br />
en la sociedad náhuatl. En este contexto, la inteligencia trascendental
ANTROPOIXX;K:OS DF. LA ORAJJDAD NAIIIAT<br />
se vio considerablemente frenada por la acción disolvente de la intuición y<br />
del arte como medios para lograr una epifanía de lo verdadero que no aislara<br />
del lodo la conciencia separándola de lo afectivo y de lo sensible.<br />
Las modalidades del discurso náhuaü muestran de hecho una fuerte<br />
tendencia a hacer prevaleccrcí sentimiento sobre el intelecto. Su expresión<br />
natural es esencialmente motivada, subjetiva, concreta, afectiva y busca la<br />
totalidad aunque sea imprecisa. Mas que explicar, el saber náhuaü busca<br />
Implicar la pluralidad fenoménica que se revela a él en la totalidad del<br />
mundo, descartando la fría solución diacrítica del pensamiento causal,<br />
prefiriendo a éste un sincretismo de Ideas que, aunque huidizas, se arraigan<br />
en lo sensible y. revelan -más allá de los limites formales aprehcnsiblcs para<br />
el intelecto- la sustancia difusa del ser.<br />
1.5 Polaridades estéticas de la cultura náhuaü<br />
La dualidad omológica que distingue en el ámbito eldétlco la esencia de la<br />
existencia, y se prolonga homulógicameme'en el espacio del conocimiento<br />
como inmanencia y trascendencia, genera, en los dominios de la estética,<br />
una doble polaridad correspondiente a esta ambivalencia.<br />
Así como el conocimiento colocado sobre el eje de evolución existencia!<br />
se subdividía en dos tendencias opuestas -una confirmando su carácter<br />
trascendental, la otra expresando en términos intelectivos, pero con una<br />
postura inmanente, su deseo de totalidad-, la función representativa,<br />
originalmente de vcctorialidad esencial y por ende dcscstruciuranie. se<br />
escinde en dos polaridades: una reafirma su carácter de difusión sensible en<br />
la intimidad primordial: la otra formaliza esta ebriedad estética de la verdad<br />
sustancial, tratando de sublimar con el sello del arte los distintos aspectos del<br />
aparato exislencial.
[Jamaremos, según la terminología adoptada por Nieuschc, dlonl.ii.smo<br />
o arte dlonlslaco el delirio desesirueluranic por medio del cual el hombre<br />
en trance desciende a una dimensión fisiológica buscando la intimidad<br />
primordial<br />
te apolíneo será el polo opuesto donde se refuerza<br />
el principio de individuación y se realiza la redención d<<br />
medio de la apariencia formal:<br />
/i el contorno sobrio, sin impulsos bruta s, calina y sabiduría<br />
Mientras la belleza apolínea triunfa del ¡¡olor inherente a la<br />
existencia, el dionlsistno rechaza la existencia fenoménica y<br />
la misma del ser, la eterna voluptuosidad de
Gracias a lasfuerzas prodigiosas de la imagen, del concepto, de<br />
la enseñanza moral, de la emoción simpática, el apolinlsmo<br />
despierta al hombre de su sueño de aniquilación dlonlslaca.""<br />
Un cieno equilibrio se instaura en el ámbito estético de los aztecas entre<br />
las manifestaciones expresivas de tipo apolíneo y dionisiaco tales y como las<br />
acabamos de definir. Kecordcmosquc. en el contextocultural prehispánico.<br />
el hombre estaba todavía comprometido con la materia y que las actividades<br />
dionLsiacas tenían un alto grado de funcionalidad. 67<br />
1.6 La perspectiva social<br />
La sociedad constituida por los miembros del grupo es el artificio primero y<br />
más inmediato de la conciencia trascendente en el espacio-tiempo de la existencia.<br />
Un sentimiento gregario unió a los hombres mucho antes de la<br />
aparición del lenguaje: pues, como señala Shaftsbury, lo social era un<br />
principio que nos vinculaba con los demás antes de que naciéramos a nosotros<br />
mismos.<br />
El principio sobre el cual descansa el aparato social es el de la otredad,<br />
es decir, el reconocimiento del otro como entidad individual exterior a un<br />
sujeto determinado con el cual debe entablar una relación exlstencial, cual-<br />
Fue un instinto gregario el que reunió a los hombres en los primeros<br />
tiempos, y no entraremos aquí en detalles sobre el tenor funcional y<br />
evolutivo de este hecho; recalcaremos sólo que el surgimientode la conciencia<br />
en el Individuo lo encuentra ya socialmcnie vinculado a orros: es decir, cuando<br />
el sentimiento de expulsión de una totalidad íntima crece en él. a raíz de la<br />
reflexión .simbólica que le permite su conciencia, el hombre vislumbra otra<br />
totalidad, más aprehcnsiblc, con la cual fundirse: el grupo.
la sociedad primitiva constituye curiosamente, entonces, el ersatzúe una<br />
reintegración plena, y por lo tanto imposible, del sera la totalidad sustancial<br />
de la que brotó. SI el hombre no puede fundirse con el ser absoluto, a través<br />
de su conciencia Individual enajenante va a tender a diluirse en una totalidad<br />
más a su alcance: la comunidad de los hombres.<br />
cambiado. Mientras el deseo de reintegración ontológica a la intimidad<br />
sustancial implica la destrucción del ser existente, puesto que en última<br />
instancia sólo la muerte podría realizar plenamente este reingreso en la<br />
unidad primordial, la fusión del individuo en el grupo, si bien tiende a<br />
eliminar los límites de la conciencia individual, fortalece la presencia del<br />
hombre en el mundo, y por ende constituye la piedra angular de su desarrollo<br />
El simple antagonismo ontológico que opone la sustancia al tiempo, la<br />
esencia a la existencia con todos los atributos que definimos hasta ahora, se<br />
ni polaridad: el grupo.
Es muy probable que. en los primeros licmpos. la pulsión individual<br />
(táñalos) de reintegración a la totalidad primordial haya persistido con<br />
rituales camaleónicos de difusión en lo que se percibe de la intimidad, su<br />
" epidérmica: la naturaleza. Estos rituales se socializan proy<br />
se instauran en el marco colectivo de una reestructuración<br />
religiosa que canaliza las pulsiones regresivas esenciales.<br />
El acto ceremonial dramático-religioso se vuelve pronto el único modo de<br />
acceso a la Intimidad primordial plenamente reconocido por la sociedad<br />
establecida.<br />
1.6.1 Génesis del teatro ritual<br />
FJ espacio social, además de proveer al individuo de una mediación operatoria<br />
religiosa rumbo a la esencia, abre también a sus rituales correspondientes<br />
una nueva dimensión. En efecto, la gesticulación dlonisiaca que buscaba.<br />
mediante la mimesis, vincular vcrtlcalmcmc al individuo con el mundo es<br />
percibida pronto por el otro en una perspectiva con carácter social. El<br />
individuo en trance ritual es visto, instaurando asi la oposk-ión actor (del<br />
liiuaiy/especlador. sobre la cual se fundamenta lo que llamaremos globalmente<br />
el arte, por lo menos en su expresión apolínea.<br />
1.a relación horizontal que vinculaba adores y espectadores (en el sentido<br />
más amplio de los términos) debió ser sumamente tenue al principio, con el<br />
actor matizando apenas su comportamiento ritual en función de una mirada<br />
(sl¡ectare) humana que no cobraba todavía una Importancia determíname<br />
en el contexto ceremonial Sin embargo, a raíz de la evolución socioexistencia!<br />
del hombre, el vector individual de comportamiento ritual.<br />
orientado lucia las I ¡nieblas del caos dionisiaco. se desdobla abriendo hacia<br />
el otro la dimensión eminentemente social del espectáculo.<br />
>n la Importancia cada vez más grande de la colectividad en<br />
mi, se acentúa la proyección social del acto ritual. Se observa entonces<br />
nengua progresiva del impulso dionisiaco y el desarrollo correspondiente
La resultante expresiva que- constituyó cu ui<br />
instancia ritual azteca dependía -como es obvio- del predominio, en este<br />
momento, de una u otra tendencia. El esquema anterior no busca más que<br />
ejemplificar gráficamente esta dialéctica expresiva.'"<br />
Si bien constituye el vector esencial de la presencia dual del hombre en<br />
el mundo, el dionisismo es percibido pronto como una pulsión antisocial y<br />
se restringe a las áreas o a los momentos rituales.En una sociedad que asume<br />
su vida en la tierra, el llamado de la esencia tiene que se<br />
Desde un punto de vista social, caracterizamos la oposición ontológica<br />
entre lu existencia y la esencia como refuerzo e inversión. El primero cubre<br />
las distintas actividades orientadas hacia el fortalecimiento del aparato socioexistencial<br />
instaurado. La inversión, por el contrario, corresponde a una<br />
pulsión esencial que tiende a disolver lo establecido por razones que ya<br />
expusimos.<br />
Conviene distinguir, sin embargo, dentro del concepto de inversión, el<br />
rito individual dlonlslaco residual, socialmcntc peligroso, de<br />
nal realizada en un espacio-tiempo sagrado donde se controla,<br />
el aparato re■■ - -
1.7 Divergencia expresiva primordial<br />
Desganado entre un dinamismo evolutivo inexorable y pulsiones regresivas<br />
Incontenible que lo trascienden, el hombre se va a situar más allá de esta<br />
trágica encrucijada mediante el arte. Según asevera Jeannr I lersch: F.lser no<br />
es el punto de unión sino el punto ele exclusión entre lo lógico y lo<br />
onlologico." la palabra "metáfora" de hecho significa en griego: "que lleva<br />
(phora) más allá (meta)'. Solo en este más allá artístico puede el hombre<br />
reencontrarse a sí mismo y reencontrar al mundo.<br />
1:1 primer canto busca febrilmente el retomo consustancial del Individuo<br />
a la totalidad materna que se percibe en la naturaleza. U no coincidencia del<br />
hombre con el mundo, es decir, del ser con él mismo, a raíz de la enajenación<br />
simbólica que lo desdobla en ser y representación del ser. genera un<br />
comportamiento ritual que tiende a colmar este abismo omológico.<br />
26. El sol brota de las entrañas de la<br />
Siendo mínima la distancia enajenante establecida por la todavía balbuceante<br />
función simbólica, el ser exiliado va a tratar de coincidir con el<br />
mundo íntimo mediante la Imitación de lo que percibe.
Kn los primeros titubeos de la inteligencia, el sustituto (ersatx) del ser ya<br />
inalcanzable es el ser como, mediante la imitación, la mimesis, que vincula<br />
en cieno modo al hombre con la dimensión esencial de la que se siente<br />
exiliado y reduce un poco la zanja ontológica.<br />
El primer canto será, como ya vimos, el canto niimcüco, camaleónico, de<br />
un hombre que busca fundirse con la naturaleza y se desposa con sus<br />
variantes formales en una orgia de expresión gestual y sonora.<br />
A esta primera manifestación mimetica de la conciencia apenas trascendente<br />
sucede, con una perspectiva mis distante debido a la evolución<br />
intelectual y pronto a la instauración del lenguaje, una representación<br />
relativamente más abstracta de la experiencia humana. A Lt homología<br />
mimetica se añade una expresión verbal perspectiva que traslada primero la<br />
experiencia vivida a la al del lenguaje, y luego instaura, a este<br />
mismo nivel, la dinámica evolutiva de una ficción narrativa o -genis. Con<br />
la diégesis, el hombre se aleja considerablemente de un mundo que objetiva<br />
y proyecta en una dimensión representativa con leyes propias.<br />
A la representación mimetica inmediata, que pretende sustituir a una<br />
realidad determinada, se añade una representación mediatizada por elementos<br />
conceptuales que se reorganizan y desarrollan en torno al lenguaje según<br />
un esquema narrativo (dlcgético) ajeno a esta realidad potencial. A la<br />
aprehensión mimetica sucede la comprensión diegética.
el tiempo, estas tendencias oncológicamente antagónicas se volverán<br />
, ruídiantc una mutación funcional: las pulsiones regrcslis<br />
serán captadas por la mimesis ritual mientras que la organización funcional<br />
de las ideas se realizará en el mito.<br />
Podríamos esquematizar de la siguiente manera<br />
la dualidad expresiva:<br />
Ahora bien, regresando al alba de la humanidad, en los primeros ba<br />
ecos de la función simbólica situamos un cortocircuito, la primera chispa<br />
que provoca la dualidad desgarradora instaurada por la conciencia entre el<br />
polo fisiológico, que busca perderse en el caos de la esencia, y su antagonista<br />
intelectivo, que asume su evolución existencia!.<br />
F.I hombre percibe confusamente su irremediable exilio fuera de la<br />
intimidad en que se bañaba antes de la aparición de la conciencia, y eleva un<br />
grito doloroso, un grito de carne y espíritu, primera expresión trágica del<br />
hombre en la tierra. Primera y eterna herida que no puede cicatrizar puesto<br />
que nace y vive de un irreconciliable desgarramiento ontológlco.<br />
Podemos concebir que si el hombre se fundiera totalmente con la caótica<br />
difusión de hflsls, huyendo de la conciencia por una parte y dejando así de
ser hombre, o al contrario, asumiera plenamente la preponderancia de<br />
la razón sobre el cuerpo, se borraría esta trágica ambivalencia. Pero el<br />
hombre es carne y espíritu y esta dolorosa heterogeneidad no puede más que<br />
sangrar y derramarse en la lírica/ro/esis.' 1 grito sustancial del hombre en el<br />
silencio del mundo.<br />
l)e este antagonismo ontológico. brota una luz en lo más profundo del ser<br />
humano: el llamado regresivo de kfists saca una chispa al entrar en contacto<br />
con el impulso progresivo de la psique. Como en la fábula de Aladlno. un<br />
genio aparece cuando el metal toca la piedra, cuando el |XKlcr constructivo<br />
del hombre se enfrenta a su necesidad irreprimible de rundirse con la<br />
totalidad anónima del mundo. Esta cliispa es la poesía o mejor dicho la<br />
función poética, ya que no constituye en sí un vector ontológico de ex<br />
presión, sino que nace de la luminosa repulsión de antagonismos.<br />
U evolución de la razón en tomo al lenguaje es ineludible; y en última<br />
instancia, el mllo es un lenguaje dentro del lenguaje que arranca las pulsiones<br />
letales o libidinales a la penumbra del inconsciente colectivo para<br />
exhibirías sobre el eje rarnuivo.lis un mccanisnKK|UCSCintcgra al moviinicnio<br />
de adaptación evolutiva que arrastra al hombre sobre el eje del tiempo.<br />
Por otra parte, el rito constituye también un procedimiento de adaptación.<br />
aunque involuliva, a los determinismos del mundo. Recordemos que<br />
los animales también realizan rituales y que. por lo tanto, tampoco el rito<br />
distingue de manera específica al hombre.<br />
IJO que caracteriza al ser humano es esta chispa, esta función poética que<br />
le permite situarse másallá mediante la metáfora, lata chispa que otros han<br />
llamado alma, vocablo conocido mas igualmente impreciso en términos<br />
cognoscitivos, da sin embargo una imagen reveladora de lo que podría ser<br />
la conccptnalmente huidiza poesía. Como el alma o la chispa, la poesía<br />
enciende el fuego estético pero es inasible: hecha de palabras no puede<br />
reducirse al verbo. Se discierne sólo cuando viene a fecundar la mimesis y la<br />
diégesis. o cuando modula el grito metafísico del que nació. En esta última<br />
instancia, se repliega en sí misma en una suprema tautología creando la lírica<br />
o poicsis. verdadero umbilicalismo expresivo del hombre.<br />
la traza de la esencia humana<br />
y el Jando en un Instante<br />
se abre como un abismo...' 2
Versión paroxística de la celebre disyuntiva humana encamada en Ham<br />
let, T > el grito melafísico representa el momento primigenio hacia el cual<br />
busca remontarse subliminalmcntc el impulso lírico mediante la anamnesis<br />
poética. En las circunstancias en las que se encuentra el indígena prchlspánico<br />
en los albores del siglo XVI. la poesía lírica representa sin duda alguna<br />
el lazo más estrecho que lo vincula con la intimidad del no ser, sin que tenga<br />
que dejar de ser. En cierto modo, la poesía lírica es una respuesta a la<br />
verdadera a|x>rín en que consiste la condición humana.<br />
En una colectividad como la que const ¡luye el grupo náhuatl prehispánico<br />
donde el canto dionisiaco drena U/tresencla instintiva del hombre hacia una<br />
catarsis cinética, orgía de voz y de ritmos, donde las estructuras diegétlcas<br />
están todavía moduladas sobre el canto, la poesía tal y como la entendemos<br />
ejerce aquí una funcionalidad mucho más restringida y aguijonea el punto<br />
más sensible de la herida ontológica. lista expresión lírica es. como veremos<br />
entre los aztecas, color de día y noche, color de vida y muerte<br />
Complementaremos el cuadro ontogenético dr la expresión humana de<br />
INTIMIDAD PRIMORDIAL<br />
| FUNCIÓN SIMBÓLICA .
88<br />
En su dimensión socio-ontológlca, la expresión náhuatl prcliispánica no<br />
difiere de la de otros pueblos. Distinguiremos a este nivel, como plataforma<br />
para un análisis genérico más detallado, un canto con dominante fisiológica<br />
o mimesis; otro con dominante racional o dlégesls: por último, el canto<br />
lírico o polcáis, modulación del grito primordial.<br />
1.8 Circunstancia, sustancia y forma<br />
Estas tendencias divergentes, que determinan la expresión humana de los<br />
primeros tiempos y son todavía muy funcionales en la oralidad náhuatl del<br />
siglo XV, se manifiestan específicamente en Lis relaciones que se establecen<br />
entre sustancia y forma. Hemos visto que un impulso regresivo dionisiaco<br />
incitaba al hombre a fundirse con el mundo a través de rituales que buscaban<br />
obnubilar la conciencia y exaltar el cuerpo en un paroxismo caótico<br />
Informal. Por otra parte, la estructuración adaptativa de la existencia<br />
humana conducía inevitablemente a una fomiaJización expresiva cada vez<br />
más acentuada. Mientras que el clionlsismo se abandona a la ebriedad de la<br />
sustancia, el apolinismo busca la nitidez de los contomos deslastrándose así<br />
de materia. IJ obra vocal náhuatl se caracterizará por una dosificación<br />
pertinente de estos componentes según los géneros.<br />
De acuerdo con la visión circular del espacio y del tiempo propia de los<br />
aztecas, todo movimiento regresa ineludiblemente a su punto de origen. El<br />
impulso adaptauvo estructurante, sublimado en su expresión estética apolínea,<br />
no se exceptúa y esta elevación del espíritu por encima de las cosas y<br />
este más allá de la metáfora tienden a alcanzar, allende el ciclo, las profundidades<br />
sustanciales del mundo El alfa es el omega, el ciclo y la tierra<br />
se encuentran, el sueño se lastra de sustancia.<br />
Esle verso donde la obra se retira<br />
y lo que expresa por esle retiro,<br />
lo llamamos tierra.''<br />
Para apreciar la literatura de los aztecas, es preciso recordar en todo<br />
momento las relaciones altamente pertinentes de la forma y de la sustancia.<br />
Como lo indica el horizonte mítico náhuatl en el que se impone el telúrico<br />
Tczcatlipoca sobre el uranio Quctzalcóatl y corroboran la arquitectura y la<br />
escultura aztecas, la materia manda sobre la forma.<br />
Aunque la distinción algo analítica entre la sustancia y la forma puede<br />
parecer artificial, puesto que se encuentran siempre entrañablemente vincu
FUNDAMENTOS ANTROPOLÓGICOS DE IA ORAUDAD NÁHUATL 89<br />
ladas en la obra vocal, el carácter parcial c incompleto del clcmcnio verbal<br />
recopilado y transcrito autoriza esta separación para el estudio. Al no tener<br />
mis que la palabra en su versión alfabética, debemos imaginar lo demis a<br />
través de las sustancias potenciales en las cuales los aztecas esculpían su<br />
Por otra parte, la divergencia omológica tal y como la hemos definido,<br />
generadora de una dialéctica entre forma y sustancia, surge de una circunstancia<br />
primordial que opone el hombre al mundo. Esta circunstancia<br />
ontológica difusa no es aprehenslblc más que a través de las circunstancias<br />
espacio-temporales propias de la cultura náhuatl que completan la estructuración<br />
de la expresión oral y la modalizan. Por lo unto, antes de considerar<br />
las sustanciasy las formas de la expresión náhuatl, procederemos a descubrir<br />
someramente el espacio-tiempo que la enmarca y la determina.
Las nociones que acabamos de evocar y que definen la perspectiva global<br />
de este trabajo no son exclusivas de los naliuas ni de los pueblos prehispánicos,<br />
sino que caracterizan la presencia del hombre en el mundo antes de<br />
que la degeneración evolutiva del ser hacia los valores enajenantes, que<br />
implica el desarrollo socio-cxistenclal, lo privara culturalmentc de su dimensión<br />
fisiológica primordial.<br />
la sociedad náhuatl se encuentra, aun en los tiempos tic la conquista.<br />
intimamente vinculada con Ufisls y su aparato cultural revela, en sus distintas<br />
modalidades expresivas, la dualidad fundamental de su presencia en<br />
el mundo, En tomo a las polaridades ontológicas que determinó la función<br />
simbólica y que oponen la esencia a la existencia, se estableció la gravitación<br />
expresiva de los aztecas. La racionalización Inmanente del misterio del<br />
mundo parece haber prevalecido sobre lo trascendente en el espacio del<br />
conocimiento, lin el ámbito estético, la ebriedad dionisiaca y la formaliza<br />
ción apolínea se conjugaron para dará la expresión oral náhuatl un sello muy<br />
particular. Por último, en la dimensión social, el aparato ideológico que<br />
intentaba regir el comportamiento individual drenó las corrientes devastadoras<br />
del llamado esencial hacia los dominios religiosos para armonizar,<br />
sobre el eje del desarrollo existencial, los vectores antagónicos de refuerzo<br />
y tic inversión social.<br />
Los aztecas no habían inhibido completamente las funciones letales del<br />
llamado esencial. Éstas se encontraban difusas en su producción artística<br />
determinando una divergencia radical que se cultivaba en los cantos, los<br />
bailes y mis generalmente en todo su comportamiento ritual.
CCROUNSTANCIAS PREHISPÁNICAS<br />
DE EXPRESIÓN ORAL<br />
determinan (amo las sustancias, "lo que está debajo", como las modalidades<br />
formales de la expresión náhuatl. Lo (pie está alrededor es ame to-Jo el<br />
espacio y el tiempo, o más bien un espacio y un tiempo percibidos según<br />
la visión muy propia de los nahuas.<br />
IXiuro de este espacio-tiempo definido culluralmentc en términos metalisicos,<br />
los aztecas establecen el ritmo muy específico de su existencia, las<br />
normas que lo rigen y los elementos cognoscitivos mediante los cuales<br />
buscan aprehender el mundo y ubicarse en relación con el. La divergencia<br />
expresiva determinada por la dualidad ontológica se complica y enriquece<br />
modalmentc en este medio cultural generando una pléyade de formas.<br />
Consideraremos en lo que sigue el factor circunstancial de la expresión oral.<br />
2.1 Cuadro espacio-temporal de la existencia<br />
En la expresión pictiiral más aprehensible de su presencia en el mundo, el<br />
indígena náhuatl concilx: el espacio cósmico que lo rodea como una<br />
verticalidad compuesta de niveles: celestiales hacia arriba, infraterrcnalcs<br />
hacia abajo, trece pisos hacia el infinito, nueve hacia la nada. 7 '<br />
meyocan<br />
íotllUlli/lcan<br />
lugar de la dualidad<br />
dios Rojo (niego)<br />
cielo de tempestades<br />
Wtuícatt Ttotocaypann
Quüicc<br />
lente adoptada<br />
hoyen día por los investigadores, emitiendo la hipótesis de que el <<br />
de los ciclos fue alterado por los religiosos recopiladores para facilitar una<br />
integración (con intención sincrética) del dios cristiano en el conjunto<br />
divino náhuatl, y de que solo nueve ciclos son de orden cósmico en tanto los<br />
cuatro restantes pertenecen al dominio espacial del hombre.<br />
Icl clek) y del inframumlo.
En efecto, los colores rojo, blanco, azul y negro esparcidos en el desorden<br />
vertical de los délos representan quizá los puntos cardinales del espacio<br />
humano. Es probable que estos cuatro niveles se encontraran inmediatamente<br />
arriba de la tierra delimitando así la casa del hombre, Jlaitícpac.<br />
Iil comentador del Códice Vatlcano-Klos c<<br />
hipótesis de los nueve cielos. Declara primero que: L<br />
a este lugar donde él está (Omcyocan, "el lugar supremo') Hicu narichncpaniuhtlia.<br />
que quiere decir sobre las ocho composturas o composiciones<br />
y por otro nombre llomcyocan, 'en el lugar del señor trino...'"*<br />
Si el lugar supremo cubre ocho niveles, se encuentra evidentemente en<br />
el noveno. En la misma lámina el interpretante declara:<br />
Tenían en sus pinturas que había nueve causas (sic) sufwrlores<br />
que nosotros llamamos cielos, a los átales atribulan todos los<br />
efectos del universo..''<br />
Surge de eslo que el hombre se ubica de manera espacial en la superficie<br />
de la tierra Olallícpac), en una dimensión esencialmente horizontal que<br />
limitan los puntos cardinales. La superposición de las representaciones<br />
croináiicas de éstos puede significar una relativa asimilación de los númenes
la verticalidad celestial, lo que daría el número trece, o más<br />
c puede ser inherente a la representación gráfica sin perspectiva<br />
ada en los códices donde la horizontalidad se expresaba vcnicalincntc.<br />
ogíac»<br />
ana. nueve ciclos diurnos y ni "<br />
2.1.1 Convergencia ontológica del tiempo y el espacio<br />
Existia para los nahu; is una estrecha relación entre el calendario que media<br />
tiempo y el espacio cardinal. I)e hecho, los cuatro años<br />
avc
Entre los nahuas. el año caña evocaba el este, el lugar mítico del llalocan,<br />
el sol naciente o la estrella tic la mañana, a Tláloc y a Xipe Totee, dios de la<br />
vegetación renaciente. Su color era el rojo y se le asociaban conceptos de<br />
resurrección, fertilidad y luz.<br />
FJ ano sílex, o pedernal, implicaba el norte, el mundo de los muertos<br />
(Mictlan), la luna y los miraixcoa, el tüos Mictlantccuhtli. El color negro y las<br />
nociones de oscuridad, frío, muerte y guerra le eran asociados.<br />
El año casa estaba relacionado con el oeste, el legendario Tamoanchan,<br />
el sol poniente y la estrella de la tarde, y con las divinidades terrestres. El<br />
blanco lo caracterizaba; connotaba la femineidad y la consumación.<br />
Finalmente, el año conejo denotaba el sur, los cenlzonhuitznahuas (los<br />
cuatrocientos guerreros del sur), el dios Huitzilopochtli. y evocaba el fuego.<br />
El color azul le era atribuido.<br />
Mediante el simbolismo ligado a los puntos cardinales, el tiempo se<br />
derramaba en el espacio cultural del mexicano prrhispánico. y determinaba<br />
muchosaspectosescenográficosdc los rituales corrcs|X>ndicntc$. Si añadimos<br />
a esto que las trecenas y los días se encontraban también bajo los auspicios<br />
de diferentes númenes con atributos específicos que se traducían en una<br />
gran variedad de atuendos, objetos, símbolos, sonidos, olores y colores.<br />
tendremos una idea más precisa de la alta pertinencia espacial y del inmenso<br />
potencial escenográfico del tiempo mexicano prehispánico.<br />
2.1.1.1 Fuego nuevo y atadura de años<br />
El ciclo temporal se cerraba despuésde 52añoscon la fiestacorrespondiente<br />
al xluhmolpill, 'atadura de años", y con la ceremonia del fuego nuevo.<br />
espacio náhuatl ya que sólo después de haber recorrido circulamicnte los<br />
cuatro puntos cardinales, el tiempo (representado por periodos de 13 años)<br />
vuelve a comenzar un nuevo ciclo (4X13*52 años):<br />
...hacían una solemne fiesta, a la cual llamaban uexiupilllztlt<br />
que quiere decir 'cumplimiento o atamiento de un<br />
circulo perfecto de años; que era ivnlrse a juntar en este<br />
círculo redondo el fin de estos cincuenta y dos años con el<br />
principio de ellos, con este número perfecto de cincuenta y dos."<br />
El espacio cardinal donde vive el hombre es entonces el vínculo que une<br />
los ciclos entre ellos e instaura la continuidad más allá de las distintas
Era señalado cierto lugar donde se sacaba y se hacía la dicha<br />
nueva lumbre.yeraendmadeunasierraquesedlcelilxacJttlan,<br />
que está en los términos de los pueblos de Jztapalapan y<br />
Colliuacan, dos leguas de México;y se nada la dicha lumbre a<br />
medianoche, y el palo de donde se sacaba fuego estaba puesto<br />
sobre el pedio de un cautivo que fue tomado en la guerra, y el<br />
que era más generoso, de manera que sacaban la dicha lumbre<br />
de un palo bien seco, con otro palillo largo y delgado como asta,<br />
rodándole entre las palmas muy de presto con entrambas<br />
palmas como torciendo;y cuando acertaban a sacarla y estaba<br />
ya hecha, luego Incontinenti abrían las entrañas del cautivo y<br />
sacábanle el corazón y arrojábanlo en el fuego, atizándole con<br />
éí y lodo el cuerpo se acababa en el fuego.<br />
Y los que tenían oficio de sacar lumbre nueva eran los<br />
sacerdotes solamente, y especialmente el que era del barrio de<br />
Copllco tenía el dicho oficio, él mismo sacaba y luida fuego<br />
Venida aquella noche en que (se) había de hacer y tomar<br />
lumbre nueva, todos tenían muy grande miedo y estaban<br />
esperando con mucho temor lo que acontecería, porque decían<br />
y tenían estafábala o creencia entre sí. que si no se pudiese<br />
sacar lumbre, que habría fin el linaje humano, y que aquella<br />
noche y aquellas tinieblas serian Jxrpetuas."<br />
primordial (mito del lucimiento del sol), conviene que regrese al lugar<br />
matricial de donde nació: la tierra. El fuego, numen esencialmente telúrico,<br />
rcencrgetiza simbólicamente el tiempo.<br />
Con la renovación del fuego (tiempo), se renuevan también distintos<br />
objetos arrastrados en la entropía que implica la duración:
J /. O culio a Tliloc en los monies.<br />
De la dicha muñera hecha la lumbre nueva, luego los vecinos<br />
de cada pueblo, en cada casa, renovaban sus alhajas, y los<br />
hombresy mujeres se vestían de vestidos nuevos y ponían en el<br />
suelo nuevos petates, de manera de todas las cosas que eran<br />
menester de la casa eran nuevas, en señal del año nuevo que se<br />
La configuración mítica del espacio, tal y como se expresa en el Códice<br />
Vaticano-nías, corresponde casi con seguridad a un irayccio temporal más<br />
claramente aprehendido como el curso solar. Según lo expresan los mitos<br />
náhuatl, el sol después de su recorrido diurno entra (Teótlac, "el dios entra"<br />
- la tarde) en las profundidades de la tierra. Los nueve travesanos celestiales<br />
c Jniralcrrcnalcs corresponden quizás a nueve divisiones temporales del día<br />
y de la noche y a losdieciocho meses del año prehlspánico (9+9). Si el sol pasa<br />
nueve unidades de tiempo diurno en el cielo y otras tantas del nocturno en<br />
las entrañas de la tierra, lógicamente pasa nueve meses del año en el espacio<br />
uranio y otros nueve en su contraparte telúrica. L : l del tiempo es un ritmo<br />
esencialmente binario generado por la dialéctica noche/día. tierra/ciclo.
Ahora bien, para que este planteamiento de la ubicación espacial del<br />
hombre en la tierra corresponda a una estructuración temporal, la relación<br />
tierra/ciclo debe ser circular, es decir, que si el cielo y la tierra coinciden en<br />
la superficie de esta última, deben encontrarse en otro lugar (o momento);<br />
y los dos cabos donde se puede cerrar el círculo son la altura suprema del<br />
cielo, el lugar de la dualidad (pmeyocan), y la profundidad máxima de la<br />
tierra: el mundo de los muertos (Mictlan).<br />
En la circularidad temporal de los nahuas, el lugar de la dualidad (de la<br />
creación, de la existencia) coincide con el murido de los muertos.<br />
El mito de la creación del hombre parece confirmar este hecho, puesto<br />
que Quctzalcóatl. dios celestial por excelencia, desciende al mundo de los<br />
" El lu i de la<br />
día y la noche, el cielo y la tierra, el padre y la madre, la<br />
a hipótesis de una paternidad celestial del tiempo<br />
ierra para crear la existencia, así como su carácter circular<br />
mínente las serpientes antagónicas del Calendario Azteca o<br />
Je la noche y el día en la parte inferior del Calendario Azteca<br />
íificativo, así como el signo 1 i-Acatt." i 3-Caña", en la pane<br />
e. generalmente considerado como la fecha que la piedra
c ser también la ci adela<br />
irania del sueño celestial: 9. o<br />
nios además que el signo ácall conlleva, según Jacques Souscellé: r<br />
rrecaón, fertilidad, luz, juventud**<br />
1:1 disco calcndárico integra entonces, en la circularidad temporal que<br />
expresa, el espacio-tiempo exisicncial humano (li-Acall) hecho de sueños<br />
y realidad, así como el nexo omológico del día y la noche, lugar de la<br />
dualidad, Omeyocan. que constituye también el Quenonamican, "lugar del<br />
encuentro', lugar de la muerte.<br />
Ul mundo tiene una profundidad telúrica de nueve unidades lucia el<br />
centro de la tierra y una elevación celestial de nueve unidades que se reúnen<br />
para cerrar el círculo en el lugar de la dualidad. En la superficie de la tierra<br />
Qlallfcpac), se encuentra el espacio cardinal de la existencia humana con la<br />
dimensión tctralógica que le corresponde.<br />
Podemos suponer que en las primeras creaciones del mundo, al ser<br />
sumergidas en una total oscuridad o al mantener la inmovilidad de un<br />
equilibrio perfecto entre las noches y los días (9/9), la vida, en su aspecto<br />
dio al mundo su iiiovlniicn<br />
Lógicamente es en el sci<br />
movimiento; los cuatro puntos cardinales se van<br />
ruptura de<br />
¡a la luz. que
100 VOCES DISTANTES DE LOS AZTECAS<br />
para dar la cifra de la existencia: 13, expórtente numérico del tiempo diurno<br />
en su progresión inexorable hacia la novena nocturna.<br />
Un mito náhuatl parece confirmar nuestra hipótesis de un espacio-tiempo<br />
humano tetralógico insertado en la duración cósmica:<br />
Ordenaron todos los cuatro (dioses) de hacer por el centro de la<br />
tierra cuatro caminos, para entrar por ellos y alzar el cielo. Y<br />
para que los ayudasen, criaron cuatro hombres: al uno le<br />
dijeron Cuatimoc y al otro, Itzcoall, y al otro, Itzmall (t.v.<br />
bxalKXyalotro. Tenexúchitl. Y alados estos cuatro hombres, los<br />
dos dioses, Tezcaillpuca y Quelzalcótdl, se hicieron árboles<br />
grandes. Tezcaillpuca, en un árbol que dicen tezcacuáhultl, que<br />
quiere decir "árbol de espejos", y el Qiwlzalcoall en un árbol<br />
que dicen quetzalhuéxotl. Y con los hombres y con los árboles<br />
y dioses alzaron el cielo con las estrellas como agora está. 1 "
2.1.2 Paternidad celestial del tiempo náhuatl<br />
IU ser humano en situación cxistcncial trasciende el ciclo temporal inexorable<br />
en el que se encuentra arrastrado para imaginar, en el logos difuso de<br />
los mitos, el momento primordial en que se generó la existencia.<br />
Los aztecas, como muchos pueblos del orbe, sintieron confusamente el<br />
andar del tiempo (en tomo al cual se realiza Li existencia) en los ciclos de<br />
regeneración, ya fuesen de la naturaleza o del hombre, y en la observación<br />
de Insastrusque determinaban las secuencias precisasen la infinita duración.<br />
El sentimiento más inmediato de la perduración del ser constitutivo del<br />
liempo fue probablemente la conciencia de Li dilación filial a través de la<br />
procreación. IX - hecho, entre los aztecas el hijo (pilli) es literalmente el que<br />
"cuelga" (piloa) y los lazos de filiación, instauradores de sumos valores<br />
culturales y éticos en la colectividad náhuatl, se establecen en el tiempo. La<br />
hllaclón (filiación) temporal se vincula entonces ontológicamente al acto<br />
creador, o a la paternidad:<br />
¿Cómo puede el yo permanecer yo en II,<br />
sin ser sin embargo el yo que soy en el<br />
¿Cómo puede el yo llegar a ser otro en<br />
relación consigo mismo?<br />
for la paternidad*<br />
Frente a la madre tierra esencial, sustancial, inmóvil, polo de atracción<br />
donde las fuerzas dlonisiacas se pierden en la inmanencia, se vislumbra ya<br />
una paternidad temporal inaprehcnslhlc, móvil, que por fecundación<br />
genera la existencia y la perduración del ser.<br />
SI la vida íntima yace en el seno materno de la tierra, la existencia se<br />
exterioriza a través del tiempo.<br />
A este sentimiento de filiaciónpaterna del tiempo se añade poco a poco<br />
la percepción objetiva del movimiento temporal (ollln) que se inscribe en<br />
la bóveda celeste, con los ciclos astrales del sol. de la luna o de Venus. Esto<br />
lleva por una parte a la objetivación espacial del tiempo en los calendarios<br />
M Lar (xtuhtonalll de 365 días), lunar (tonalámatl. calendario adivinatorio<br />
de 260 días) y venusino de 584 días, pero también a una asimilación mítica<br />
del ciclo donde se percibe el tiempo como el padre.<br />
La fecundación de la tierra-madre sustancial por el ciclo-padre temporal<br />
tiene como fruto la existencia, como parece comprobarlo el mito del<br />
nacimiento de lluiízilopoclulí:
VOCES DISTANTES DE IOS AZTECAS<br />
...que hay una sierra que se llama Coalépec.Junto al pueblo de<br />
Tula, y allí vivía una mujer que se llamaba Coatlicue, que fue<br />
madre de unos Indios que se declan centzonhultznahuas, los<br />
cuales tenían una hermana quese llamaba Coyolxauliqui;yla<br />
dlclia Coatlicue hacia penitencia barriendo cada día en la<br />
sierra de Coatepecy un día acontecióle que andando barriendo<br />
descendióle una pelotilla de pluma, como ovillo de hilado, y<br />
tomóla y púsola en el seno junto a la barriga, debajo de tas<br />
nahuas y después de haber barrido (la) quiso tomar y no la<br />
halló de que dicen se empreñó:y como vieron los dichos indios<br />
centzonhuitznahuasalamadrequeyaerapreiuidasecnojaron<br />
bravamente diciendo: ¿quién la empreñó que nos Infamó y<br />
avergonzó? Y la hermana que se llamaba Coyolxatihqui decíales:<br />
hermanos, matemos a nuestra madre porque nos tnfa<br />
mó habiéndose a hurto empreñado."'<br />
B ciclo, por mcdiode mu bola de plumas, fecunda a Coatlicue diosa telúrica<br />
por excelencia, y genera asi la existencia con todo el aparato mítico de<br />
obstáculos y de culpas que arrastra, y que subrayan la diosa lunar Coyolxauhqui<br />
y los estelares ccntzonhuitznahuas.
Ahora bien, si Huitzilopoclitli, en su sustrato mítico más profundo,<br />
encama la existencia, representa de manera más inmediatamente perceptible<br />
el astro diurno, el sol que, como cualquier entidad existente, está<br />
destinado a morir. El carácter perecedero del sol fundamenta el aspecto más<br />
característico de la cultura náhuatl: la necesidad de alimentar el astro del día<br />
con sangre humana (o animal). La paternidad temporal del cielo a través del<br />
astro solar se confirma además en el ámbito lingüístico con la palabra más<br />
frecuentemente utiUzada por los indígenas de ayer y de hoy para referirse a<br />
él: Totalztn. "nuestro padre".<br />
2.1.3 El cíclico de la naturaleza<br />
Aunque las estaciones no sean tan ni!<br />
panes del mundo, los indígenas distii<br />
distintos y sucesivos que presentaba<br />
términos quiappan. "tiempo de lluvia". tona<br />
pan, "tiempo de frío", manifiestan esta distini<br />
pronto los rasgos iterativos<br />
en cada ciclo solar. Los<br />
■tiempo de calor", cecutzpero<br />
la estación principal<br />
os pueblos nahuas.vo/MN,<br />
i '* """'' "§Kid<br />
' ■> :¡1<br />
''\r^..,.'.:;uM*W<br />
»^^ «v¿ ! 4 ""* *'■-. '-:y,<br />
: ./-<br />
éf<br />
7%-
i verdadero crisol del iiem|>o cíclico donde se regenera<br />
to temporal, pero sobre todo el espacio natural. El tiempo y el<br />
espacio se confunden aquí al determinar cspacialmentc una entidad temporal;<br />
este renacer de la vida se sitúa, en efecto, en la "casa de la primavera"<br />
(¿copan calille). lugar milico donde fragua el tiempo y de donde proviene el<br />
El calendario mexica consagra tresfiestas(3meses)al "tiempo de verdor",<br />
entidad espacio temporal donde se energética el mundo. Con la fiesta de Atl<br />
cálmalo, a principios de febrero, se invoca la sangre misma de este renacer<br />
de la vida: el agua.<br />
Además unos combates rituales oponen simbólicamente los colores rojo<br />
y blanco, es decir, el este y el oeste, en una dialéctica bélica que busca<br />
conjurar el fin del movimiento temporal.<br />
El segundo mes festivo. Tlacaxipehuallzlll, constituye el apogeo ritual<br />
con los espectaculares combates gladiatorios donde una víctima desarmada.<br />
umbilicalmentc alada n un Icmaláaill'.s guerreros se revestían con la piel de los<br />
sacrificados a la vez que el cuerpo de éstos era consumido en un acto<br />
regenerador de antropofagia ritual.<br />
U secuencia tripartita festiva del renacer primaveral concluye con la fiesta<br />
de TozozlonlH en la que se reintegran a la tierra las pieles de los sacrificados.<br />
Se realizan además las ofrendas consagradas antes de oler (ritiialmcnte) las<br />
primeras flores y se elevan cantos, contraparte vocal de las fragancias que<br />
Con el impulso vital generado en la "casa de la primavera' y ayudado por<br />
los distintos rituales, el movimiento vital podrá resistir durante un ciclo<br />
anual, hasta la siguiente primavera, la corrosiva entropía que entraña la<br />
duración.<br />
Ciertas ceremoniascon periodicidad superior al año ayudaban al dinamismo<br />
primaveral, como lo muestra la fiesta Alamalaiallztll que se realizaba cada<br />
8 años y durante la cual el maíz anisado cobraba nueras fuerzas." 9<br />
2.1.4 El tiempo circular<br />
Aunque conocían la cuenta larga, es decir una provecí<br />
sucesión temporal a partir de un punto determinado y<br />
incierto, los aztecas vivían realmente en la ciclicidad<br />
periódicos que marca la vida natural y el andar de los asín
CIRCUNSTANCIAS 1'RUILSPÁ.NICV. DE EXPRESIÓN ORAL 105<br />
Uní descripción
106<br />
2.1.5 Tiempo y muerte<br />
Una vez más, las polarizaciones esenciales y cxistencialcs correspondientes<br />
a la ruptura simlx'ilica de la unidad primigenia van a determinar la dinámica<br />
cultural del indígena mexicano frente a la muerte.<br />
Como vimos en un capítulo anterior, la primera reacción motriz del<br />
hombre, consciente de su exclusión de la intimidad del mundo, es un<br />
comportamiento psicomotor mediante el cual busca, en la penumbra<br />
intelectual de su pensamiento incipiente, la reintegración a la totalidad<br />
mal ricial de la que salió para existir. Este coni()ort:iiiiieiiro altamente dionisiaco<br />
trata de neutralizar la luz desgarradora de la conciencia para abismarse en la<br />
dulce ataraxia de la inconcicncia. F-sta reintegración a la intimidad, que<br />
representa desde el punto de vista existencial una degradación mortal para<br />
la conciencia, significa para el individuo una reiaserción vital en rl universo<br />
sensible. La muertca la existencia, deseada o no. implica en estas condiciones<br />
un renacimiento a la totalidad primordial.<br />
Con la evolución progresiva del hombre, esta pulsión de reintegración a<br />
la intimidad se ritualizará y se circunscribirá en un espacio-tiempo sagrado.<br />
dejando al tiempo profano hilar su destino mortal. 1.a muerte es entonces<br />
percibida en el eje temporal como fin de la existencia y da a la vida terrenal<br />
Conviene distinguir en el ámbito náhuatl prchispánico una muerte ritual<br />
ncutralizadora del tiempo, a la cual llamaremos anagénlca puesto que<br />
corresponde de alguna manera a un sentimiento vital de síntesis dentro de<br />
una totalidad, de otra que calificaremos de catagónica, muerte entrópica<br />
que corresponde a la existencia prorana temporal e implica una pérdida de<br />
energía vital. Veremos más adelante cómo la muerte anagénica sacrificial<br />
busca redimir la degradación entrópica que implica la duración: miles de<br />
víctimas verán extirpado de su pecho el aliento del sol.<br />
2.1.6 Ritmo agonístico de la existencia<br />
La dualidad natural que representa la sucesión de los dias y las noches y la<br />
observación de los detemiinismos de la supervivencia animal y vegetal<br />
fueron suficientes para instauraren el horizonte cultural mexica una filosofía<br />
agonística" de la existencia Las circunstancias bélicas del nacimiento de<br />
Huitzilopochtli lo confirman: la vida es, para el indígena mexicano, un<br />
combate cíclico eterno entre un gran número de fuerzas antagónicas que<br />
transitan en última instancia entre el polo de la filiación paterna de la<br />
existencia por una pane, y el de la Intimidad materna esencial por otra.
ana.NSTANCIAS PREMSPÁtfCAS DE EXPRESIÓN ORA!. 107<br />
En la oséela de este antagonismo primordial, siguen las oposiciones<br />
culturales dialécticas: forma/sustancia, apolinismo/dionisismo, luz/tinic<br />
blas, etcétera.<br />
1.a dimensión socio-cxistcncial de la civilización prehispánka corresponde<br />
de alguna manera al patrón cósmico, puesto que la guerra (yáolt) se erige<br />
en modus vlvendi generador de los valores más altos de la colectividad<br />
náhuatl.<br />
1:1 ritualreligioso escenifica además, generalmente, los combates cósnil<br />
eos que enfrentaron a los dioses en los tiempos primordiales.<br />
La polaridad existencia! de los aztecas oscilará entonces entre la esencia<br />
mátenla y la existencia interna, entre la sustancia donde se nulifica el tiempo<br />
y la duración donde se exterioriza y formaliza la vida humana. Los aztecas son<br />
definitivamente en su origen un pueblo telúrico que exacerba los valores de<br />
la intimidad terrenal. No olvidemos que. en otro mito, el sol está subordinado<br />
a la tierra puesto que Nanahuatzin se echa en una hoguera (el fuego es un<br />
numen asimilado a la tierra) y parece salir de las entrañas terrestres cuando<br />
Una evolución existencia! progresiva abre la dimensión celestial y si bien<br />
no se invierte la relación de fuerzas, por lo menos se equilibran los<br />
antagonismos (en tiempos cercanos a la conquista) en la lucha que opone al<br />
uranio Qiietzalcóatl con el telúrico Tezcatlipoca/"<br />
2.1.7 Tiempo, movimiento y destino<br />
La huidiza noción de tiempo fue aprehendida objetivamente en el México<br />
antiguo como en muchas partes del mundo por su representación cinética<br />
más inmediata: el desplazamiento de los astros. El avance nocturno de las<br />
constelaciones, el recorrido diurno aparente del astro solar materializaban<br />
la duración. El movimiento (olliti) se erigía entonces en principio mismo del<br />
tiempo y de la existencia.<br />
De hecho, en la ya citada ceremonia que corresponde a la "atadura de<br />
años' (xiulimolplll), el ritual materializa la progresión temporal como una<br />
marcha espacial:<br />
...y alprincipio de la noche empezaban a caminar los sacerdotes,<br />
poco a poco y muy despacio, con mucha gravedady silencio,
108<br />
y por esto decían tconcncmi, que quiere decir, caminan como<br />
Lstc avanzar de los dioses cósmicos, a la vez que figurala rueda inexorable<br />
del tiempo, determina también el destino de los individuos. Según el signo<br />
calcndáricn del día de su nacimiento, con todos los atributos que le<br />
corresponden y las divinidades que lo auspician, se esbozaba con mucha<br />
nitidez el desempeño existencial del individuo en ln tierra. I-I que nacía en<br />
la trecena encabezada por el signo Ce ()cétoll(.\ Ocelote) por ejemplo:<br />
...ora fuese noble, ora fuese plebeyo, en alguna de las dichas<br />
casas, decían que habla de ser cautivo en la guerra, y en todas<br />
sus cosas había de ser desdicJiado y vicioso y muy dado a las<br />
mujeres, y aunque fuese hombre valiente al fin vendíase él<br />
mismo por esclavo, y esto hacia porque era nacido en tal<br />
signo*<br />
En el tiempo cíclico no hay lugar para laelección personal del destino. Ix»<br />
dctcnninisinos horoscópícos atribuyen a cada uno su lugar en este eterno<br />
relomo temporal, y el hombre, para no trabar estos mecanismos celestes.<br />
debe construir su existencia en función de las particularidades de su tonalli,<br />
Ksta coincidencia determinante de un tiempo con la conñguración astral<br />
del espacio celeste, y la necesidad, para el individuo, de desposarse con<br />
los rasgos cxistcncialcs que aquélla le señala, confirman el carácter inmanente<br />
del pensamiento náhuatl. Li vida del hombre en la tierra no cobra sentido<br />
más que aun nivel de integración superior, donde en cierta manera se diluye<br />
La dimensión horizontal de la existencia tendrá por consiguiente un<br />
interés relativamente limitado para el hombre náhuatl, lo cual explica su<br />
desprecio lucia un eventual progreso en este ámbito. Para los aztecas, el<br />
llamado de la vida viene de una intimidad profunda, de una totalidad que<br />
añora, y el salir a la existencia no representa más que un exilio:<br />
Onenlácico. lonqiiizaco ln<br />
Tlallícpac.'''<br />
"Ln vano hemos llegado,<br />
hemos salido a la tierra'.
CIRCUNSTANCIAS PREIIKPANICAS DE EXPRESIÓN ORAI. 109<br />
2.1.8 Tiempo y lenguaje<br />
La aprehensión espacial del lieinpo a nivel conceptual se traduce naturalmente<br />
en mu expresión verbal de la misma índole. No repetiremos aquí lo<br />
que se ha dicho en el capitulo dedicado a la lengua, añadiremos tan sólo<br />
algunos ejemplos que muestran el profundo arraigo, en la cultura mexicana,<br />
del tiempo en el espacio.<br />
La creación del mundo se expresa ante todo en términos espaciales:<br />
tlamachlllztlatolzazanlIUye hueca<br />
mócltluh hile mamonea tlalli. m<br />
"Aqui está la leyenda de lo que<br />
ocurrió hace mucho cuando se creó<br />
El verbo mamonea es, de hecho, manca, "se extendió", con una duplicación<br />
silábica: mamama, que significa probablemente que la tierra se<br />
extendió varias veces. Manca a su vez es una forma pretérita de maní,<br />
"extenderse", que encontramos en muchos textos para expresar conceptos<br />
Ye ciutlean, ye tincan, ye Inman.<br />
ye rlalnman otlainmúnllc. m<br />
momento, ya es tiempo, llegó el<br />
tiempo, vino el momento (de<br />
sembrar)."<br />
Recordemos la ambivalencia de can, partícula espacial por excelencia,<br />
que hace que cualcan sea "el buen lugar" o el "buen momento". Aqui man,<br />
pasado del verbo maní, integra tres compuestos verbales colocados en una<br />
sucesión gradual con carácter retórico.<br />
Señalemos también que la interrogación concerniente a un momento de<br />
la duración "¿cuándo?", en ra\mjM\¿quemmari>, contiene la denotación verbal<br />
de espacio: man. ¿Qiicmman? es de hecho ¿Quen man?, literalmente<br />
"¿Cómo se extendió?". Quenmanian. "de cuando en cuando", añade la<br />
partícula espacial yon a auenman. Puede expresar también una idea de<br />
localización en el tiempo.
¿Alie notleyoyez In quenmanian?<br />
¿Alie nllauhca yez in Tlalllcpac""<br />
"¡Nada quedará de mi nombre en el lienipo?<br />
¿Nada quedará de mi fama en la tierra?"<br />
F.stos ejemplos muestran el derrame expresivo del tiempo en el espacio.<br />
2.2 Entre ciclo y tierra: la casa del hombre<br />
Situado en un espacio-tiempo abierto entre el cielo y la tierra y limitado por<br />
el horizonte cardinal, el hombre náhuatl busca definir culluralmciite la<br />
modalidad de su presencia en el mundo.<br />
Para conciliar el onirismo celestial, de donde vienen las ideas enredadas<br />
en los cantos florido:., con la sustancia intima, cuyo llamado fisiológico<br />
resuena en lo más profundo del hombre, el indígena náhuatl proyectó en su<br />
ámbito cidetico la imagen estructurante del árbol (o más generalmente de la<br />
planta) que expresa, por analogía, el brotar existencial del hombre en el<br />
espacio-tiempo celeste a partir de la intimidad primigenia, e implica una<br />
existencia que se alimenta continuamente de la sustancia telúrica.<br />
2.2.1 El árbol de la vida<br />
El árbol (o la planta) constitutivo de una manera náhuatl de situarse en el<br />
mundo se encuentra con frecuencia en los códices y está presente en toda<br />
la producción artística de los a/tecas, ya sea gráfica, oral o escultórica.<br />
Conviene señalar, sin embargo, para poder apreciar su valor cultural en su<br />
justa dimensión, el paralelismo fortuito que presentaba con el árbol cristiano<br />
del Paraíso donde Adán y F.va cortaron el fruto prohibido del saber.<br />
SI recordamos el afán mllcnarista franciscano de asimilar los determinismos<br />
religiosos paganos a su perspectiva apocalíptica, tendremos que<br />
considerar con suma cautela los documentos recopilados que se refieren al<br />
tema. En efecto, nos parece que los textos -de los cuales muchos fueron<br />
redactados en náhuatl por los ayudantes autóctonos de Sahagún- remiten<br />
apresuradamente al árbol náhuatl en el lugar milico indígena llamado<br />
Tamoanchan. también definido por los mismos como unparalso celestial.<br />
El Tamoanchan de los a/tecas fue situado, probablemente a raíz de la<br />
interpretación franciscana, en el cielo. Como expresamos antes, esta cc-<br />
Icstlalizadón de una cultura esencialmente telúrica como lo es la náhuatl
nos parece obra de los religiosos españoles. Tamoanchan, la casa a donde<br />
bajamos' (temoachan), o quizá "la es donde se vive" Oonemoachan).'"-<br />
se encuentra probablemente situado en el corazón de la (ierra y aun si la<br />
evolución cxistcncial de los pueblos nahuas pudo abrirle la dimensión del<br />
cielo, conserva un carácter mítico que lo vincula con la tierra.<br />
El hecho de que Tamoanchan sea también un lugar de nacimiento (razón<br />
por la cual ciertas autores lo traducen como "la casa de donde bajamos") no<br />
contradice nuestra hipótesis puesto que, como vimos, el lugar de los<br />
muertos es también un lugar de creación. lis. parafraseando el Apocalipsis de<br />
san Juan, el alfa y el omega de toda vida.<br />
Más cerca de la tierra, recordemos también, como señala un mito de<br />
la Historia de los mexicanos por sus pinturas, que es bajo la forma de<br />
árboles como Qtietzalcóatl y Tccazilipoca abrieron el espacio cxistcncial del<br />
hombre:<br />
Y criados estos cuatro hombres, ios dos dioses, Tezcatllpuca r<br />
Quetzalcóall. se hicieron árboles grandes. Tezcatllpuca, en un<br />
árbol que dicen tezcacuáhuitl, que quiere decir "árbol de<br />
espejos '.y el Quetzalcóall en un árbol que dicen quetzalhuexoll.<br />
Y con los hombres y con los árboles y dioses alzaron el cielo con<br />
las estrellas como agora está. IM
112<br />
Kl árbol náhuatl mantiene en la iconografía la expresión divergente de sus<br />
tendencias, como lo muestra la lámina 19 del Códice Horgia. una serpiente,<br />
animal telúrico por excelencia, arraiga la planta a Li tierra madre, y como<br />
decía Paúl Valcry:<br />
En el seno mismo de las tinieblas en las cuales se funden y<br />
confunden lo que es nuestra especie y nuestra materia viva, lo<br />
que son nuestros recuerdos, nuestra fuerza y nuestras recóndlUis<br />
debilidades, y el sentimiento vago de no haber sido siempre y de<br />
delyer dejar de ser. m<br />
Sin embargo, antes de difundirse en las tinieblas sustanciales, el árbol<br />
constituyó:<br />
...este mundo profundo del ser donde rige la unidad y de donde<br />
irradia en nosotros, Iluminando el universo de un mismo<br />
¡Knsamiento, el tesoro secreto de sus similitudes. m<br />
1.a categoría andrógina de los ancestros, dentro de la lógica de los aztecas,<br />
constituye la unidad existencial suprema:<br />
Ahuiac, huelle, huey, huecapan. tomáhuac, cehuallo écauhyo,<br />
Ulan necacaloqullo, Ulan necehualhuilo. MHoa póchotl,<br />
•Perfumado, sabroso, grande (el sabino), alto, grueso, da sombra,<br />
ofrece sombra, uno se cubre bajo su sombra, se refresca;<br />
Xányotl, táyotl, "la maternidad, la paternidad" son el tronco sólido:<br />
...que carga sobre sus miembros divergentes, sobre sus hojas<br />
múltiples el ardiente ¡KSO del misterio de mediodía. "*<br />
Si las raíces del árbol buscan en la profundidad de la tierra la atcmporalidad<br />
de la intimidad sustancial, si el troncoexpresa la unidadprciériu de un tiempo<br />
primordial, los miembros divergentes figuran el presente donde:
la calcula, exalta una estructura e Irradia su número<br />
ite las ramas y sus briznas, y aula brizna su hoja, en los<br />
i marcados en el futuro naciente.""<br />
Fuerzas, formas, grandeza, volumen y duración no son más<br />
que un mismo rio de existencia, un flujo cuyo licor expira en<br />
rígida solidez, mientras que el oscuro deseo de crecimiento se<br />
eleva, estalla y quiere i -olver a ser deseo en la especie múltiple<br />
y ligera de las semillas.'"'<br />
Tcx-hihuiízin Coyolchiuhqui. el poeta mexica hijo de Iizcóall, también<br />
expresaba la inexorable adicidad biológica de la vida con una imagen<br />
Xnxopan xlhuitl ip<br />
hual cecelia, hual ilzmollni ir<br />
Xóchitl in tonacayo<br />
cequl cueponi. on cuetlahula.
La analogía entre la configuración del árbol y el espacio-tiempo ht<br />
se hace patente en la terminología que designa sus panes. Las ram<br />
"manos", 'brazos": maili, las bifurcaciones que hacen en el ti<br />
maxállotl, "horquilla de las piernas".<br />
Télech qulzqul, teneuhua,<br />
temaxallo, télech quiza." 1<br />
"Viene de la gente (la expresión).<br />
es un prístame la gente tiene<br />
horquilla, viene de las personas."<br />
que expresa más claramente el v<br />
>n icac aya<br />
on quelzalmiyahuayotícac aya<br />
oncan ye nemia a In quelzallólolt<br />
Mozouhtincnl aya moyeclinemi aya<br />
Zanye oncan oh in xochln quiapanyehua<br />
xochinolinlicalca nhuaya o/maya"*<br />
'El árbol de nuestra carnc :N se yergue.<br />
Está lleno de espigas preciosas.<br />
Aquí en México<br />
está saliendo la nube floridaallá<br />
donde se yergue el árbol llorido.
donde vive el pájaro precioso,<br />
anda sangrando, quizás es Moleciili/oiiia.<br />
con rocío Hondo se hermosea.<br />
Sólo ahí, en tiempo florido de lluvia,<br />
en casa de pinturas está;<br />
está en florido movimiento."<br />
Precisemos aquí que el ave preciosa que anda en el árbol de la vida encama<br />
el alma muerta de Motcculizoma (lllmtcamlna). "El florido movimento"<br />
puede referirse aquí a las evoluciones del ave o bien, por analogía, al<br />
movimiento existencia! que simboliza el árbol.<br />
i8. Ramas y aves: la dimensión celestial.<br />
Ahora bien, encontramos con frecuencia en los códices la imagen de<br />
una planta o de un árbol con el tallo o el tronco rotos. Estas representaciones<br />
enigmáticas se refieren probablemente en última instancia al desgarramiento<br />
que constituye la dualidad existencia!. La existencia es ruptura de una<br />
unidad.<br />
1.a lámina 10 del CótUtv Borgia muestra perfectamente la dramática alternativa<br />
que se anuda en el hombre entre el cielo y la tierra, la conciencia<br />
trasc ndental y la ebriedad inconsciente.<br />
Del reptil corlado, las dos partes se retm
116<br />
las ramas floridas del árbol están irremediablemente separadas, y de la<br />
herida mana sangre.<br />
A partir de este momento, se distinguen el cuerpo y la mente, el sueño y<br />
la realidad, la vida y la muerte, el día y la noche, el yo y el otro, lo bello y lo<br />
feo, lo verdadero y lo falso, lo divino y lo profano.<br />
39. Tanunnchan: el origen de la existencia.<br />
En las distintas representaciones pictográficas, generalmente la sangre<br />
brota de los extremos seccionados del árbol roto, lista sangre-savia, símbolo<br />
de la vida que se derrama a raíz de la herida infligida a la unidad primigenia<br />
por la dualidad cxlstencial, deberá ser restituida por la sangre humana a<br />
través del sacrificio y la penitencia. En la lámina 11 del Códice Ijaud. la espina<br />
de maguey o de hueso (símbolo de autosacrificio) apunta claramente al lugar<br />
|X>lencial del quiebre del tronco.<br />
La imagen del árbol. a la vez que revela el ideal náhuatl del ser existente,<br />
delimita con precisión el ámbito de su realización espacio-temporal. El árbol.<br />
arraigado en la tierra madre, proyecta sus ramas en el espacio exterior, vive<br />
de agua y de sol y reconcilia en su apariencia vegetal la luz y las tinieblas,<br />
el día y la noche, el exilio y la intimidad. Constituye por esto mismo un<br />
modelo de equilibrio existencial y sugiere un patrón de comportamiento<br />
Tanto como se elevan (las ramas) hacia el cielo (o hacia la<br />
felicidad* así deben descender en la oscura sustancia de lo que
ol depende del (amaño y de la fuerza de sus raíces y:<br />
rsiá limitada. Cuando llega a su tamaño óptimo, deja ca<br />
i vegetal, la proliferación, la vida.<br />
árbol no pretende conquistar el ciclo ce<br />
sobre el verdor de su follaje, el sabor del fruto y la belleza de la<br />
.-ncrgia vital de su savia. Esta visión muy particular de la vida genera<br />
analogía, una lógica y una etica cxistcncialcs que predominarán en<br />
2.2.2 La lógica del árbol<br />
La interiorización de las operaciones concretas y materiales que su<br />
adaptación al ambiente natural, a la vez que instaura ir<br />
imagen ideal del árbol, articula en tomo a este eje conceptual un sistema<br />
normativo para emitir juicios: una lógica.<br />
Toda lógica entraña una distinción entre lo falso y lo verdadero y, en la<br />
cultura náhuatl, esta distinción es radical, en el sentido etimológico de la<br />
palabra más que en su acepción común. Para los aztecas, la verdad se<br />
encuentra de hecho en la raíz de las cosas. La palabra náhuatl para "verdad".<br />
neUizIU, contiene el radical nel- que pertenece ante todo al vocablo nelhuáyotl.<br />
"raíz". Es por su extremidad fundamental, entrañablemente sumergida<br />
en la sustancia, como se definen la<br />
enlaces lógicos.'"
lil cncactenamicnio tic proposiciones que caracteriza al pensamiento<br />
lógico será entonces esencialmente filial. El razonamiento produce así<br />
múltiples aserciones con carácter lógico que proliferan. como las ramificaciones<br />
del árbol, por filiación (hilación) de ideas.<br />
In el llamado Coloquios de los doce, cuando los llamatinlme indígenas<br />
responden a los frailes, avanzan en su argumentación como la savia en el<br />
cuerpo vegetal: desde la raízliasta las briznas periféricas:<br />
le iqualla ylzonlla, tiqujea,<br />
le tontotlaca in atóiac, in tepéxte.<br />
...anqujmjtalhuja<br />
ca amo nelll teteu in toteuvan.<br />
CM yáneule tlatolli<br />
In anqujmjlallmla,<br />
aun ic titotlapolotla,<br />
Ca in totechluhcavan<br />
yn oleco, yn onemjco llalllcpac,<br />
amo iuh quilótiuj,<br />
ca lehoamtn techmacátiuj<br />
ynjnttomaiijttliz.""<br />
"Con un labio, dos labios respondemos.<br />
devolvemos el aliento, la palabra,<br />
del Dueño del cerca y del junto.<br />
con esto de su cabeza, su cabellera, salimos<br />
por esto nos arrojamos al río,al barranco.<br />
...Habéis dicho<br />
que no son verdaderos dioses los nuestros.<br />
Nueva palabra es ésta,<br />
la que habláis,<br />
y por ella estamos perturbados.<br />
por ella estamos espantados.<br />
Porque nuestros progenitores,<br />
los que vinieron a ser. a vivir en la tierra,<br />
no hablaban así.<br />
Kn verdad ellos nos dieron su norma de vid:
Partiendo del dios y pasando por los antepasados, las ideas se bifurcan y<br />
proiiferan formando un frondoso árbol de ideas que, si bien no tienen la<br />
transilividad objetiva de un sistema causal, extraen de la preterición la<br />
fortaleza incuestionable de lo que ha sido.<br />
De la raíz al tronco y de éste a las ramas, la lógica náhuatl vincula la<br />
formalización cognoscitiva del mundo con la sustancia donde arraiga el árbol<br />
del conocimiento. TI fuego, por ejemplo, fuera de su vínculo mítico con la<br />
tierra ígnea, está relacionado causalmente con la madera, elemento constitutivo<br />
de los palos |»ra hacer fuego (mamalhuaztlt) y sustancia que permite<br />
En consecuencia, con sus requisitos de filiación sustancial, la lógica<br />
náhuatl no podría trascender (en el momento histórico que nos interesa<br />
aquí) sus postulados tautológicos y tendía, como el árbol, a multiplicar su<br />
florida retórica para afirmar su bella y densa presencia en el mundo.<br />
2.2.3 La ética del árbol<br />
El padre y la madre, que se vuelven la paternidad y la maternidad cuando<br />
remontamos hacia el tronco y las raíces, son, como vimos, "el sabino y la<br />
ceiba": in ahuéhuelL inpócholl: ofrecen la sombra refrescante y justifican<br />
El individuo náhuatl se sitúa, dentro del presente de su vida, en la extrema<br />
periferia de esta estructura espacio-temporal que es el árbol, donde corre la<br />
savia de la duración originada en el espacio sin tiempo que constituye la<br />
sustancia primordial.<br />
El primer planteamiento etico que surge de esta ubicación ontológica<br />
descentrada del indígena es la humildad, como lo confirman estos consejos<br />
extraídos de un huehuellálolli:<br />
Xtcmocnoteca. xlmopechteca, xltnotolo. xltnomalcocho."''<br />
"Sé humilde, sé sometido, reservado, encogido."<br />
Con la humildad aparece naturalmente, en el contexto de la comunicación<br />
intcrpersonal. el respeto:<br />
llacaUé, lolecoé. tlazotitlacatlé, tlatoaniélzonllélzllé, maquiztlé,<br />
llazollé. chalcliUmltlé, teuxlhulllí...""
120<br />
"Oh Señor, nuestro rey, persona preciosa, gobernante, cabello,<br />
uña, l21 brazalete, cosa preciosa, jade, turquesa..."<br />
En la extremidad de las ramas se sitúan los frutos y las flores de los árboles,<br />
y este hecho natural va a instaurar otra ambivalencia en el ámbito ético de<br />
los aztecas, entre un elemento que asegura la subsistencia y connota una<br />
consumición y otro que, aunque efímero, permite el renacimiento eterno:<br />
entre lo bueno y lo bello.<br />
XochlcuaUI, "el fruto", literalmente "lo bueno de Lt flor*, representa con<br />
toda probabilidad la parte material de la existencia humana mediante el<br />
aspecto vital de nutrición que conlleva, pero también con la mortalidad<br />
inexorable que entraña:<br />
Miloa In molmhuant in zatepan cenca icnóyoll ílech yaiür<br />
'xoxocotihua in Tlallícpaconieñeteyehuatchapanhuetzi.' !:<br />
"Se dice del arrogante al que llega después la miseria: 'la tierra<br />
carga los frutos, éste maduró: cayó al suelo."<br />
Kn la órbita ética del fruto giran las ayunos, penitencias y sacrificios que<br />
mortifican la carne humana y redimen asi las culpas psico-raiticas.<br />
Xóchitl, "la flor", como pane reproductora de la planta, por su belleza y<br />
carácter efímero sintetizo los anhelos cxistcncialcs de los indígenas del<br />
Anáhuac. "Vivir como una flor" (yuhqui Xóchitl) era asumir plenamente lo<br />
precario y efímero de la existencia, buscar la belleza en sus aspectos plásticos<br />
o morales (valentía) y asegurar la eternidad cíclica de un perpetuo renacer.<br />
ÍU término xúc/illl, yuxtapuesto a cualquier vocablo, eleva inmediatamente<br />
su referente a la dignidad de este ideal: xochimiquiztll, "muerte florida";<br />
xochUlútolli, "palabra florida"; xochlcacáhuaü, "cacao florido", etcétera.<br />
Una florida analogía se establece pronto entre el hombre y la flor, y cuando<br />
el poeta dice: Xóchitl in tonacayo. "nuestro cuerpo es una flor" 1 ", no sólo<br />
se refiere a la precariedad y fugacidad de su existencia, sino que también<br />
contempla la posibilidad de perdurar en el corazón de los hombres a través<br />
del canto. In Xóchitl, Inculcatl. "flory canto", flor que es un canto, cantoque<br />
'Cuando en tu alma brota la sombra Je un canto, cuando un<br />
deseo de crear invade tu pecho, ¿no sientes acaso tu voz<br />
henchirse hacia el sonido puro? ¿No sientes que se funden tu
CIRCUNSTANCIAS PRKJIISPÁMCAS DE EXPRESIÓN ORAL 121<br />
vida y lu deseo en la sonora ola que se eleva en ti..? Una planta<br />
...Y el canto es una planta en la que florecen Macuilxocliitzln, Tecaychuat/in.<br />
Nc/ahualcóyotl, Tcmilot/Jn, Tochlhultzln, Ayocuan, Nezahualpilli<br />
y otras fragancias indígenas que exhala el pasado prchispánico de México.<br />
2.3 Marco temporal de la expresión oral<br />
Dos aspectos esenciales forman el marco temporal dentro del cual se<br />
desarrolla el acto de la expresión oral en su sentido más amplio. Por una<br />
parte, este acto se ubica de manera precisa y repetitiva en el contexto del<br />
tiempo y constituye un jalón dentro de su progresión circular. Por otra, la<br />
duración es un elemento constitutivo del acto (en el sentido teatral de la<br />
palabra) expresivo.<br />
2.3-1 Periodicidad festiva<br />
Ante todo, debemos distinguir los ritmos funcionales de iteración circunstancial<br />
que generan una modalidad expresiva ritual, de las contingencias<br />
temporales en las que se inscriben los acontecimientos sociocullurales<br />
(nacimientos, Iradas, entierros, elección de reyes, desgracias, etc.) y de<br />
los momentos propicios con carácter mágico en los que se conjugan los<br />
dctcmünismos astrales y la voluntad del hombre. Los primeros tienen una<br />
función ritual de propulsión dinámica del ciclo temporal; los segundos se<br />
inscriben con fechas en un tiempo histórico lineal; los terceros asimilan el<br />
tiempo al espacio en la disposición estratégica de las fuerzas del universo.<br />
Por lo tanto, consideraremos aquí únicamente la periodicidad cíclica que<br />
determina de manea funcional, las circunstancias temporales de la expresión<br />
oral.<br />
El curso del ario náhuatl se divide en 18 meses (mezlli) que son, según lo<br />
muestra la terminología adoptada por los aztecas, 18 fiestas (iUiultl):<br />
ínic 20 capítulo Itechpa tlátoa in Uhulll ihuan nexUahualllztli<br />
In quichihuaya in ipan huel le ccmílhuitl metztli...' n<br />
"Capítulo 20 donde se habla de las ficsiasquc lucían durante todo
122<br />
Esta introducción a un capítulo del Códice Florentino nos muestra<br />
una equivalencia lingüistica entre la Tiesta. Ilhultl, en el sentido más<br />
restringido de la palabra, y el mes entero, también ílhuill (aquí referido<br />
como cemlütuUl, "toda la fiesta"). La palabra ílhuill designa de hecho, ante<br />
todo, el "día"' (Jla-ihulllt), la "luz", ycl "cielo",iUiuícatl(Uhui-ca, literalmente:<br />
Otra particularidad lingüística revela la Incluctabilidad de la fiesta: la<br />
forma Intransitiva de lo que seria para nosotros "festejar":<br />
Cuáhuitl ehua, inin ilhuill quizaya, auli In<br />
ilhutquixlfflloya in tlaloque.' 76<br />
c in tincan<br />
"Cuáhuitl ehua. esta fiesta salía cuando en este tiempo se celebraban<br />
los tlaloques."<br />
ilhultl quizaya. "salía la fiesta" (o venía la fiesta), se distingue del<br />
transitivo tlhuiqíilxtia, "celebrar una fiesta", y de ilhuiqulxtilia, "celebrar<br />
una fiesta para alguien".<br />
41. ricswMAMmakiwllzill.<br />
U coincidencia perfecta del día y la fiesta nos permite concluir que el<br />
curso del tiempo cíclico emerge en la vida cotidiana de los aztecas en fiestas<br />
continuas, delimitadas y moldeadas por determini astrales y de estaciones<br />
-así como por factores míticos- en 18 meses de 20 días, más cinco días<br />
baldíos: los nemontemi.
FIESTAS<br />
ssr*.<br />
Tlaloques<br />
DIOSES FESTEJADOS<br />
ci segundo día de<br />
TUiautlpehiuilIztlI Xipc Totee Schor de la primavera<br />
Tiaozlonlll THIoc Dios de la lluvia.<br />
nú?»,,,<br />
Clméoil<br />
Chicomecóatl<br />
Divinidades del maíz<br />
TóxcaU Tezcaüipoca Dios supremo<br />
Ktzalcualixtll Tbloques Dioses de la lluvia<br />
Tecuhllhuilomli<br />
Diosa ele la sal<br />
lliieyleaüiíllmill Xlto„C„ Dio» de b i n »<br />
XócoilHudzi<br />
Ochpantzlll<br />
Trleolnn».<br />
Dios del fuego<br />
(nuestra abuela)<br />
Teoileco Tczcatlipoca Dios supremo<br />
T «" U "" m<br />
Fiesta de los<br />
QuedwUt MIxcóall Dios de la «cena<br />
Panquetzallztll lluitzllopochill Dios tribal de los<br />
mexlcas. dios de la<br />
guerra<br />
Atemozlll Maloques Dioses de la lluvia<br />
TM,I Uamatecuhdl Diosa dr la tierra<br />
IzcaM XiulitcciihtU Dios
124<br />
Ix» dias aciagos, nemonleml, literalmente 'que se llenan en balde", días<br />
sin fiestas y sin dioses revelan dolorosamentc el paso cuantitativo del tiempo<br />
como el abismo de la nada. IXK que nacían en este signo (nentlácatl.<br />
'hombre vano'; nenaulzqul, "que salió en vano") eran hijos del tiempo, de<br />
la duración pura sin sustancia, no eran nada.<br />
Este tiempo desvastador que no hace mis qucposararrasira con él. en una<br />
iteración futura, la realidad presente:<br />
Guardábanse en eslos días de dormir entre día, ni de reñir los<br />
unos con los otros, ni de tropezar ni caer, porque declan que si<br />
alguna cosa de éstas les acontecían estos días, decían que<br />
siempre les habla de acontecer adelante. IM<br />
Sahagún señala además varias fiestas móviles, también directamente<br />
vinculadas con el tiempo y pertenecientes a una deidad particular.<br />
í« primerafiesta móvil se celebraba a honra del sol en el signo<br />
que se llamaba Ce-Océlotlen la cuarta casa quese llama Nahul<br />
Ollln."'<br />
No olvídenlas, por supuesto, la fiestadel ruego nuevo cada 52 años, que<br />
presidia el renacer temporal.<br />
2.3-2 Duración del acto expresivo ritual<br />
La duración del espectáculo ritual se define en sentido estricto por la<br />
cantidad de días que corresponden a una fiestadeterminada. Pero algunas<br />
fiestas se extienden |>or varios meses (primavera) y muchos elementos<br />
constitutivos de los rituales, como el ayuno, la penitencia y el autosacrificio.<br />
se Inician hasta 80 días antes de una fiesta.<br />
Los veinte días (aproximadamente) que constituyen una fiesta calendarica<br />
dedicada a uno o a varios númenes bajo una perspectiva religiosa<br />
determinada, no se distribuyen de manera homogénea. IX' hecho, algunos<br />
bailes duran ininterrumpidamente varios días y ciertas ceremonias se hacen<br />
al amanecer, al mediodía, a la puesta del sol. a la medianoche, según las<br />
instancias míticas que evocan. Algunas se llevan a cabo durante las noches.<br />
otras cada día.<br />
En la fiestade Ochpanlzlll, por ejemplo, en que se festejaba a Teteo Innan,<br />
la madre de los dioses:
Los cinco días primeros de este mes no hacían nada tocante a<br />
la fiesta: acabados los cinco días, quince días antes de la fiesta<br />
comenzaban a bailar un baile que ellos llamaban neme/laxo;<br />
este baile duraba ocho días.'"<br />
Comemabanluegolasmujeresm¿tttats,vte/asymozasahaceruna<br />
escamniuzaolxlea,tantasalantas,part¡ilasendosescuadmnes\...\<br />
esta escaramuza lindan por espacio de cuatm días continuos.'"<br />
El momento del día es también funcional y determina muchas modalidades<br />
del ritual.En esta misma fiesta de Oclipantztlt. cieno baile comienza al<br />
mediodía y termina a la puesta del sol. subrayando así su carácter solar,<br />
mient rasque el sacrificio de la víctima encamación de Teteolnnan tiene lugar<br />
a la medianoche, vinculando así el acto con la parte más remóla del mundo<br />
de los muertos.<br />
La obra rilual se reparte en distintos actos ceremoniales cuyo tenor varia<br />
según el mes, y que culminan en un climax festivo difícil de ubicar, a veces<br />
en razón de la suma cspcctacularidad de cada cuadro y de la relativa<br />
imprecisión de las fuentes respecto a esto. El ápice ritual puede ocurrir al fin<br />
del mes festivo o un poco antes, dejando espacio para un eventual anticlimax.<br />
F,l tiem|K» de un acto ritualnáhuatl, poco pertinente en su duración más<br />
o menos uniforme para uno de los 18 meses del calendario, revela un ritmo,<br />
un lempo muy significativo que esculpe en el tiempo cada obra rilual y le<br />
da una apariencia muy peculiar. La existencia del individuo náhuatl se<br />
moldeaba en una fiesta etema según la configuración ni mica de esta colorida<br />
sinfonía temporal, escrita en distintas tonalidades en el horizonte mítico del<br />
México prehispáníco.<br />
2.4 Cuadro espacial de la expresión oral<br />
l : l valor contingente de la mayoría de los espacios donde se realizan los actos<br />
de expresión oral con carácter sociocuitural como lo son la casa. el palacio,<br />
el patioocualqtiicrolrolugarsubordinadoalaconiccimicniosocial.nodebe<br />
ocultar el hecho de que el espacio representa, aun más que el tiempo, un<br />
De hecho, el primer teatro de prácticas rituales de las sociedades indiescenográficos<br />
que ofrecen su relieve y vegetación.
Incluso podríamos atrevemos a decir que no solamente fueron teatros de<br />
estos ritos, sino que constituyeron, en cierto modo, las matrices espaciales<br />
que engendraron las primeras prácticas rituales, antes de que la mitología<br />
tendiera sus redes estructurales solm: la vida del hombre mesoainericano. El<br />
ritual que más tarde escenificaría los mitos constitutivos del grupo, se limitaba<br />
entonces a Imitar el rugido del trueno, el silbido del viento, el estrepito del<br />
fuego, el canto de las aves, en un mimetismo con carácter mágico que buscaba<br />
reducir por medio de la analogía la trágica c irreversible distancia que la<br />
conciencia trascendental había instaurado entre el hombre y el mundo.<br />
El espacio ritualprchispánico conservará siempre, aun cuando el esplendor<br />
monumental de los recintos sagrados exteriorice arquitectónicamente<br />
el sentido religioso del indígena mexicano y deje su huella formal en el<br />
mundo, la nostalgia del edén natural que fundó su religiosidad.<br />
Los espacios sagrados del México antiguo son entonces esencialmente dedos<br />
tipos: los naturales, donde la epifanía formal del relieve o tic la vegetación<br />
revela los lugares predilectos del culto, y los recintos sagrados, que<br />
traen la naturaleza a la urbe |>or una parte, y por otra deslindan netamente<br />
los límites que separan el espacio sacro de su homólogo profano.<br />
2.4.1 Escenarios naturales<br />
El escenario natural es espacio receptor y pretexto del ritual que ahí se<br />
realiza. El individuo prehispánlco busca allí el diálogo con la exteriorización<br />
más sensible de la presencia natural, juega con la sustancia, el color, la<br />
fragancia, buscando al principio establecer una analogía entre el mundo<br />
natural y las fonnas esbozadas |>or él. Es decir, los primeros ritos serán<br />
esencialmente mlméticos. buscarán imitar las manifestaciones naturales<br />
según el cuadro cultural del grupo.<br />
La tierra, madre de los pueblos mesoamericanos, es adorada bajo las<br />
múltiples fonnas que exhibe su topografía:<br />
2.4.1.1 Los montes<br />
Expresión majestuosa del movimiento epidérmico terrenal, los montes<br />
tenían para los indígenas prchispánicos un carácter ontológico:<br />
A los diez (lias de este mes Iban todos los mexicanos y tlatelulcanos<br />
(sic) a aquellos montes que llaman Xíicatépetly dicen<br />
que es su madre aquel monte.- u
CIRCUNSTANCIAS PRRIflSPANICAS DE EXPRESIÓN ORAL 127<br />
Festejaban los mo no solamente lu slln sino también a través de pequeñas<br />
reproducciones hechas ele masa de Izoalli:<br />
Todos estos cerros ponían este día alrededor del volcán: todos<br />
hechos de masa, con SIIS caras. Los cuales así puestos en orden,<br />
dos días arreo les o/reclan o/rendas y hacían algunas ceremonias.<br />
Donde el segundo día les ponían unas mitras depapel<br />
yunossambenltosdepapelpiulados.<br />
aquella masa, con la misma solemnidad que mataban y<br />
sacrificaban Indios, que representaban los dioses, de la misma<br />
manera sacrificaban esta masa que había representado los<br />
cerros, donde después de hedía la ceremonia, se la comían con<br />
Esta verdadera puesta en escena de los personajes de bledo debidamente<br />
ataviados culminaba con su sacrificio solemne.<br />
La mujer blanca. Itztac<br />
del l'opocaiépctl. era venerada<br />
como divinidad:
128<br />
...el mismo día de la fiesta de esta diosa, vestían utuí India.<br />
escla va y purificada en nombre de este ídolo, toda de verde, con<br />
una corona o lira en la cabeza, blanca, con ututspintas negras.<br />
para denotar que la Sierra Nevada está toda verde, con las<br />
arboledas y la coronilla y cumbre, toda blanca de nieve.' M<br />
U futura víctima encamaba verdaderamente la montaña con los jeroglíficos<br />
indumentarios represe mativos de la mujer blanca en un ritualsumamente<br />
teatral que la conducía al sacrificio.<br />
2.4.1.2 Cuevas, quebradas y bosques<br />
En la cordillera que esculpía en su propio cuerpo los relieves inspiradores del<br />
culto y ostentaba el verdor de su fresca vegetación boscosa, las cuevas que<br />
abren una dimensión interior, una bolsa intima dentro de la tierra madre,<br />
eran escenografías que creaban por sí solas una atmósfera ritual aterradora<br />
y ésta a su ve/ inducía un comportamiento particular.<br />
... iban a las cuevas oscuras y temerosas, donde tenían sus ídolos<br />
y hacían sus particulares ceremonias.'"<br />
Al terminar la fiesta de VaaixlpehuaUztli, era en una cueva donde se<br />
echaban las pieles de los desollados durante el sacrificio. Lo epidérmico<br />
debía regresar a la dimensión interna, y las cuevas eran antecámaras de la<br />
intimidad profunda de la tierra.<br />
Las quebradas que ostentaban como llagas los montes eran también un<br />
lugar propicio que la tierra ofrecía para efectuar las distintas ceremonias.<br />
como la realizada en honor a los cerros 'ITáloc y Matlalcueyc:<br />
Mataban en esta conmemoración un nlñoy una niña en honra<br />
quebradas sacrificios, así de ofrendas de comida, como de<br />
sangre de sus cuerpos.'*<br />
Como lodos los pueblos del orbe, los indígenas del México antiguo<br />
veneraron los espacios boscosos, templos de la vida vegetal y gaje de<br />
eternidad. Además de realizar ceremonias en el monte bajo la sombra
129<br />
arbórea, los nahuas reproducían en los templos unos bosques para los<br />
rituales correspomlirnics:<br />
Todos estos juegos rfiestas se tuición a un bosque que se luida<br />
en el palto del templo, delante de la imagen del ídolo TUiloc ,r<br />
2.4.1.3 Llanos, caminos y encrucijadas<br />
1:1 llano abría el horizonte a la inmensidad, campo fértil para la imaginación<br />
humana y lugar de referencia para simbolizar la guerra. FJ llano como tal rra<br />
el sitio de practicas rituales. De hecho, inmediatamente después del nacimiento<br />
de un niño, el cordón umbilical que había unido al recién nacido a<br />
su madre debía regresar al seno de la tierra. FJ entierro de este ombligo<br />
revestía un carácter ceremonial y definía, según el sexo, espacios cualitativamente<br />
distintos: el ombligo de la niña se enterraba cerca del fogón, puesto<br />
que allí debía desarrolla lo esencial de su existencia. El varón veía su<br />
destino ligado, con esta ceremonia, al campo de batalla, donde varios<br />
guerreros restituían el cordón umbilical a la tierra en un rito que buscaba<br />
propiciar el destino Ixilico del recién nacido.<br />
4i. U encrucijada.- un lugar neurálgico del cosmos.
Los caminos que surcaban la tierra, en todas las modalidades de su relieve,<br />
entrañaban un sentido cardinal distinto según iban al norte, al sur, al este, o<br />
al oeste, con implicaciones míticas importantes para los mexicanos precolombinos.<br />
Por lo tanto, los caminos también eran objeto de un culto. Podían<br />
servir de teatro para honra de una deidad, como en el caso del dios<br />
tlaxcalteca Camaxtle:<br />
...y tes hacían un camino, desde el monte hasta la ciudad, por<br />
el cual no había de pasar otro, sino los que habían prendido<br />
alguna caza. Este camino estaba lleno de paja del monte, en<br />
lugar de juncia, sobre la cual iban aquellos cazadores venturosos<br />
en procesión, lodos unos tras otros, muy puestos en orden<br />
y concierto, muy contentos y alegres.'"<br />
Las encrucijadas rundían en un punto neurálgico las fuer/as simbólicas<br />
cardinales de los caminos. Las diosas cihuapiplltin (o clhuaieleo), númenes<br />
de las mujeres muertas en el parto, habitaban estas encrucijadas de caminos<br />
donde se les rendía culto, listas mujeres eran asimiladas a los guerreros y se<br />
les enterraba allí precisamente<br />
:\o la enterraban en su casa, sino que la enterraban en el<br />
camino. La enterraban en una eticrucijada. IM embestían, la<br />
atacaban e iban gritando cuando la llevaban?**<br />
|ji el marco escenográfico del encuentro de caminos, en este lugar dónele<br />
convergen las fuerzas cósmicas del universo, se realiza un combate ritual<br />
entre los guerreros que buscan agredir a la difunta<br />
que los mantienen a distancia, todo eslo rcaliz<br />
teatralidad.<br />
2.4.1.4 Ríos y lagunas<br />
Según los mitos nahuas. los ríos venían del Tltdocan, surgían de las montañas.<br />
lugares mágicos que contenían el agua.<br />
I .os ríoseran vida. Vida, tanto por el elemento precioso que acarrean y por<br />
la belleza liquida de sus formas huidizas, cuanto por el magnetismo sonoro<br />
queatraia al hombre hacia sus orillas, liranobjetodc culto ya scadirectamcntc<br />
¡u presencia natural, o a través de su representación
CIRCUNSTANCIAS PRE1IISPÁNICAS DE EXPRESIÓN ORAL 131<br />
Hacían mucho caso de los ríos que salían del volcán \...\enlos<br />
cuales ríos y quebradas y fuentes hallaría el hambriento de<br />
riquezas harías cosas de oro.'"<br />
Las lagunas mexicanas, aguas profundas y misteriosas, generaron un<br />
sinnúmero ele mitos que a su vez propiciaron ritos que se efectuaban en<br />
sus orillas o en su superficie. La laguna de Pantlllan. por ejemplo, con su<br />
famoso remolino sumergía en un abismo líquido ofrendas de todo tipo.<br />
incluyendo víctimas humanas, y creaba entre los participantes del ritoun<br />
verdadero vértigo ontológico:<br />
...los llevaban a un lugar de la laguna que llaman Pantlllan, {...]<br />
luego los sátrapas comenzaban a tocar SIIS cornetas y caracoles,<br />
puestos de pie en ¡aproa de la canoa. Dicen que echados los<br />
corazones se alborotaba el agua y hacía olas y espumas;<br />
echados los corazones en el agua, echaban también piedras<br />
preciosas y los papeles de la ofrenda, a los cuales llamaban<br />
tetéhuitl.' 4 '<br />
2.4.2 Escenarios creados<br />
Poco a poco el grupo humano mexicano edificó en la naturaleza la huella<br />
arquitectónica de su presencia en la escena del inundo, primero con<br />
44. Palio del Templo Mayor, donde los aztecas celebraban<br />
la fiestade Tóxcatl cuando fueron diezmados por los<br />
españoles.
pequeños aliares que se elevan en el espacio natural y que subray:<br />
industria humana, el carácter sagrado del lugar.<br />
Pronto, con los asentamientos humanos, este esquema se inv<br />
grupo trac al recinto sagrado de la urbe el disfraz arqiütcctóii<br />
presencia natural.<br />
2.4.2.1 El montón de piedras, el momoztli<br />
Algunos pueblos antiguos de México solian colocar pequeños ni<br />
piedras en los puntos cardinales, generalmente para determinar las entradas<br />
de laciudad.nst os hacinamientos de piedras, aunque sencillos, representaban<br />
la acción directa del hombre sobre el espacio en el sentido de que polarizaban<br />
ya lo sagrado sobre algo creado por él.<br />
El pequeño altar momorí// no tiene las propiedades cardinales del montón<br />
de piedras pero tiene la movilidad y la versatilidad espacial de la naturaleza.<br />
Se eleva en varios lugares naturales de los que denota el carácter sagrado:<br />
...lomaban aquellas cañas e íbanse con ellas a las encrucijadas<br />
de las adíes y poníanlas hincadas por vera del camino, de una<br />
parte y de otra, haciendo como una cruz dejando enmedio un<br />
humilladero que en eslas encrucijadas habla, que les llamaban<br />
2.4.2.2 El templo cueva<br />
Si el momoztli es un altar que se edifica en la naturaleza,<br />
Este sacrificio se hacía en el tei<br />
>n muertos y desollados vivos.
CIRCUNSTANCIAS PREHISPANICAS DE EXPRESIÓN ORAL 133<br />
La transfiguración escenográfica del contexto ritualurbano no ha prescindido<br />
todavía de la presencia, aunque sea representativa, de la cueva, matriz<br />
espacial «le creación mítica.<br />
2.4.2.3 £1 ayauhcaíli<br />
Fray Dcrnardino de Sahagún describe un rito altamente teatral que se<br />
realizaba en el marco déla fiesta lilzalcualiztli dedicada a los üaloques, dioses<br />
asociados con las Lluvias, en una extensión de agua rodeada de cuatro<br />
edificadoness llamadas aynuhcalll, "casas de niebla":<br />
Estaban estas cttsas ordenadas hada las cuatro //artes del<br />
mundo, una hacia oriente, otra hacia el septentrión, otra hacia<br />
el ¡mnlente, otra hacia el mediodía.<br />
HIprimer día se metían loe/os en una de estas; el segundo, en<br />
la otra: el tercero, en la tercera; y el cuarto, en la cuarta;<br />
[..gestando así, comenzaban de hablar uno de los sátrapas que<br />
se I/amaba Chalchluhquacullli y decía: cóatl izomoyocan móyotl<br />
icauacayan. alapálcatl iiuicchiccanauayan, aztapileue cuctlacayan.<br />
que quiere decir éste es lugar de culebras, lugar de<br />
mosquitos, y lugar de palos, y lugar de juncias.<br />
Un acabando de decir esto el sátrapa, todos los otros se<br />
arrojaban en el agua con los pies y con las manos, haciendo<br />
gran estruendo, comenzaban a vocear y a gritar, y a contrahacer<br />
las aves del agua; unos a los ánades, otros a unas aves<br />
zancudas del agua que llaman pipit/in. otros a los cuervos<br />
marinos, otros a las garzotas blancas, otros a las garzas.'''<br />
2.4.2.4 El patio<br />
Abiertos o cerrados, los palios de los templos y palacios tenían la ventaja<br />
de poder contener a muchos participantes y de facilitar de manera considerable<br />
la vista a los espectadores, como el del templo de Cholula que<br />
describe Duran:<br />
liste templo tenía un patio mediano, donde el día de su fiesta se<br />
hacíangrandesbailesyrcgocljosymuygraclososentremeses.'"
Recordemos que fue en el palio del ci<br />
donde la finaflor de la nobleza mexicana en plena celebración de la flcst<br />
de Tóxcall fue diezmada por las huestes de Pedro de Alvarado.<br />
2.4.2.5 F.l tlachco: la cancha del juego de pelota<br />
Además de ser un espectáculo deportivo, el juego de pelota tenia para todos<br />
los mexicanos prehispánicos un significado religioso. Muchos ritos se<br />
realizaban en su espacio lúdrico, como señala fray Juan de Torqucmada:<br />
Cada trinquete era templo, porque ponían las Imágenes del<br />
dios del Juego y de la pelota, encima de las paredes más bajas,<br />
a la media noche de un día de buen signo con ciertas ceremonias<br />
y hechicerías, y en medio del suelo nadan otras tales, cantando<br />
romancesy canciones que para ello tenían.'*<br />
En la fiestade Panquetzaliztli
CIRCt'NSTAMCIAS PREJI1SPA.NICAS DE EXFRESIÓK ORAL 135<br />
2.4.2.6 Templos y pirámides<br />
La culminación arquitectónica del espacio ritualse encuentra sin duda en los<br />
recintos sagrados, verdadera porsia monumental que asombró a los conquistadores.<br />
Esta conjugación formal de verticalidades abruptas o escalonadas<br />
con la dimensión horizontal de plataformas sucesivas, pictórica de<br />
simbolismo escultórico y cromático que culminaba en el adoratorio del dios.<br />
daba al rito que allí se realizaba una dimensión cósmica.<br />
Torqucnuda describe asi el Templo Mayor de Tenochiitlan:<br />
...era deforma y hechura piramidal, por cuanto mas subía,<br />
lamo más se Iba estrechando el edificio, haciendo a trechos sus<br />
relejes que lo hermoseaban. En lo alto de él, que era un suelo y<br />
placeta poco más de setenta pies de ancho, estaban hechos dos<br />
aliares muy grandes, apartados el uno del otro y casi/legados<br />
a la orilla o canto de la torre, a la [forte del oriente y solamente<br />
quedaba espacio y suelo suficiente para poder andar un hombre<br />
sin riesgo ni peligro de caer del edificio abajo. Estos altares<br />
tenían de alio cinco palmos y con sus paredes pintadas de<br />
piedra, pintadas todas de figuras al antojo y gusto del que lo<br />
mandaba pintar<br />
Encima de estos altares tenia sus capillas de madera muy<br />
bien labrada y entallada. Cada capilla de estas dos tenía tres<br />
altos, uno encima de otro; y cada alto o sobrado de estos tenía<br />
grandísima altura que, cada uno de ellos plantado (no en<br />
aquella loire sino en el suelo bajo donde comenzaba el edificio),<br />
pudiera ser un muy alto y suntuoso edificio; y ¡mr esta<br />
razón era ttxla esta máquina de templo tan alta que ponía<br />
admiración su altura. Era ver la ciudad desde lo alto de este<br />
templo y alrededores, con toda la laguna, pueblos y ciudades<br />
que en ella y sus orillas estaban edificadas, cosa de grande<br />
recreación y contento."'<br />
Además del Templo Mayor, destacan en el centro ceremonial de México<br />
Tenochtitlan, por lo original de su concepción ritual,el Macuilcalli o Macuilquiáhuitl<br />
donde mataban, deslazándolos miembro por miembro, a los<br />
espías de las ciudades enemigas: el famoso Tzompantli. donde ensañaban<br />
en maderos las cabezas de las victimas sacrificadas en honor a los dioses: el<br />
Teutlalpan. reproducción de un bosque en el recinto sagrado, donde se<br />
realizaba una procesión cada año en el mes de Quecholli; el Coacalco que<br />
encerraba prisioneros a los dioses de los pueblos vencidos.
136<br />
l-s en el Cuaultxicalco, pequeño edificio redondo,donde la encamación<br />
de Tczcatlipoca...<br />
...tañía sa flauta de noche o de día atando quería venir y<br />
acabando de tañer Incensaba hacia tas cuatro partes del<br />
mundo.'*<br />
En el Teccalco. echaban vivos a los cautivos en una hoguera, durante la<br />
fiesta de Teotleco, antes de llevarlos a la piedra sacrificial.<br />
Un rito gladiatorio sumamente tétrico tenía lugar en la piedra llamada<br />
lemalácatl:<br />
Era una piedra como muela de molino, grande, y estaba<br />
agujerada en el medio como muela de molino; sobre esta<br />
piedra ponían (a) los esclavos y acuchillábanse con ellos; estaban<br />
atados por el medio del cuerpo de tal manera que podrían<br />
llegar hasta la clcunferencla de la piedra, y dábanlos armas<br />
con que peleasen, lira éste un espectáculo muy frecuente y de<br />
donde concurría gente de todas las comarcas a verle. Un<br />
sátrapa vestido de un pellejo de oso, o cucitochtii, era elpadrino<br />
de los cautivos que allí mataban, que los llevaba a la piedra y<br />
los ataba allí y los daba las armas y los lloraba entretanto que<br />
peleaban;y cuando cala (el cautivo) lo entregaba al que habla<br />
de sacarle el corazón, que era otro sátrapa vestido con otro<br />
pellejo, que se llamaba loallauan." v
El espacio es ante todo la tierra, dimensión ¡mima cerrada para siempre al<br />
ser exiliado en la trascendencia que implica la función simbólica. La tierra es<br />
evocada de manera mis o menos simbólica y abstracta en varios ritos<br />
cosmogónicos, pero es aprehendida esencialmente en la polifonía formal de<br />
su relieve y de su vegetación.<br />
En los recintos sagrados, la naturaleza se desdobla esparialmcnte en<br />
edificios que la reproducen a través de la obra del hombre y también<br />
mediante los dioses que la representan. De hecho, que sea mome opirámide,<br />
lluvia o Cliac, maíz o Chicomecóatl, río o Chalchiuhtlicuc. la naturaleza es,<br />
en el sentido teatral de la palabra, el antagonista esencial del hombre<br />
prchispánico.<br />
2.5 La colectividad y los poetas<br />
Puede parecer paradójico que evoquemos al ¡xxta náhuatl en el último<br />
rubro de un capítulo dedicado además, por si hiera poco, a los aspectos<br />
circtinsUinciales de la enunciación. Esta colocación descentrada del hombre<br />
busca, sin embargo, corresponder al sentimiento profundo del indígena<br />
precolombino para el cual el género humano. Ilácall, literalmente "lo que es<br />
47. Los orquestadores de la fiesta.
138<br />
algo" illa-ca), no es más que una de las múltiples manifestaciones de la vida<br />
en la tierra. La vida que fluye en el inundo irrumpe en todos los seres,<br />
reverdece en las plantas y la comparación constante del hombre con la flor<br />
no es sólo un artificio expresivo: corresponde de hecho a un concepto<br />
elaborado analógicamente que estructura en tomo a las nociones de fugacidad<br />
y ciclicidad todo el aparato axiológlco de los aztecas.<br />
lil papel que desempeñará el hombre en el gran teatro del mundo se lee<br />
en el curso de los astros, lil signo calendárico Xóchitl, "flor', por ejemplo,<br />
Implica, en alguna de sus variantes numéricas del 1 al IJ.undcsiinoarfú/ic»<br />
para la gente que nace bajo su influencia horoscópica. Kl mundo determina<br />
cualitativamente al hombre en su contexto scx:io
el lugar, la importancia numérica del grupo, la edad o el<br />
>nio la expectación a la que corresponde<br />
el acontecimiento. Clon la participación activa, los factores de retención<br />
>n quiza la piedra angular de una perfecta<br />
2.5.1.1 La tradición<br />
>s. tengan el deberde preservar y transmii ir<br />
la ■tinta negra y roja" (tiltil tla/uilll), es decir la tradición, esta preservación<br />
no cobra susentido verdadero mis que cuando la colectividad en su totalidad<br />
está impregnada de los valores vigentes para poder recibir funcionalmcntc<br />
la cómeme cultural que circula desde hace siglas, y rcciclarlamediante su<br />
participación activa. Todo miembro de la sociedad náhuatl es padre, madre.<br />
hijo o hija y, por lo tanto, orador potencial de un huehuetlátolli. Ixis cuentos.<br />
Irculan libremente en la comunidad y se
Cuando la especificidad de la participación colectiva se acentúa, como en<br />
> que concierne a los bailes y cantares dedicados a los dioses, las escuelas<br />
«guian la formación de los jóvenes guerreros, sacerdotes y las vírgenes del<br />
•mplo. Una pléyade de especialistas transmiten alú la tradición.<br />
Osle (lapicat/án era como un chantre, tenía cuidado de enseñar<br />
y regir, enmendar el canto que se habla de cantar a honra de<br />
sus dioses en todas las fiestas. ■"<br />
2.5-1.2 La realización<br />
l)c acuerdo con su rango y atributos jerárquicos. los n<br />
comunidad náhuatl se integraban en distintas instancias de celebración<br />
tocioreligiosa. A veces, según lo describen los cronistas, cinco mil o seis mil<br />
participantes ejecutaban durante horas danzas ofertorias dedicadas a los<br />
dioses. Entre ellos se distinguían algunos encargados de tareas especificas<br />
que estructuraban o coordinaban el conjunto. 1,'n texto del Códice Florentino<br />
ayudará a percibir el alto grado de complejidad que implicaba la<br />
realización de un culcatl.<br />
Recompensaba (Motccuhzoma) con regalos a todos los cantores,<br />
los cantores de danzas/Heréticas."'los t/ne arreglan los<br />
cantos, los que los componen; los que tocan el tambor, los que<br />
tocan el huehuetl, los que locan et teponaztlV" los que dicen<br />
el canto, los que lo dirigen, losquedan el tono, losquesllban con<br />
sus dedos, los que llevan el baile, los danzantes, los que animan<br />
a los danzantes, los que los reparten, los que tienen voz<br />
traviesa, los que tienen voz de comadreja, los que bailan<br />
serpenteando y todos los que trabajan con ellos."'<br />
III cantar es aquí un todo donde se borra la figuraindividual de los<br />
participantes. Encontramos, sin embargo, instancias en las que uno o varios<br />
cantores sobresalen netamente del resto de los participantes. Una de ellas es<br />
la realización de los rituales mortuorios donde los cantores ofician como<br />
sacerdotes.
Luego los cantores de muertos tomaban aquellas jicaras de<br />
pino en las manos y alzábanlas en alio delante de las estatuas,<br />
dos y tres tiecesy después derramaban aquel vino delante de<br />
ellas en cuatro parles, a la redonda de la estatua.'"<br />
Además de dirigir el ritual, los cantores que<br />
lamentación (tlaocolculcall) ayudan a conjurar la<br />
dolor medíame canios cmlncmem<br />
2.5.2 La producción individual<br />
Si bien el origen de la mayoría de los textos que componen el patrimonio oral<br />
de los aztecas se pierde en el anonimato de la tradición, las fuentes asociaron<br />
algunos cantares con poetas determinados cuyos nombres citan con relativa<br />
Debemos señalar, sin embargo, que estos poetas reconocidos<br />
individualmente son autores de xmhiculcatl. es decir, de cantos líricos en<br />
donde los sentimientos personales se expresan de forma deliberada, y que<br />
su fama se debe por cieno más al hecho de haber sido reyes o príncipes que<br />
Algunos celebran a la mujer, como 'Ilaltecatzin de Cuaulicliinanco:<br />
Zan ca tlauhquéchol<br />
celiya, poxontímani<br />
mocquipacxóchiuh.<br />
riñan<br />
Huellcaclhuatl<br />
cacahuaizquixóchitl...' v '<br />
con tu guirnalda de flores.<br />
Tú. madre,<br />
mujer sabrosa,<br />
flor de maíz tostado..."<br />
Otros, como la poetisa Macuilxochiizin, hija de Tlacaclcl,"'
Izcoatzin<br />
in Axayactzin ticmomoyahuaco<br />
in aJIépellin TlacolépetL.."*<br />
ltzcoatzin.<br />
Axayicatl. tú vin<br />
el pueblo de Tlacotcpcc.<br />
por los que se fueron:<br />
Nitlayocoya, nicnotlamaiiya,<br />
zan, nilcpillzln SezahtuilcóyoU.<br />
Xochiticaye ihutin cuicatica<br />
niquimünamlqul lepilhuan,<br />
ayn oyaque<br />
yehua Tezozomoclzin, oyehuan<br />
Quahquauhtxin. m<br />
"Estoy irisie, me aflijo.<br />
yo. el señor Nezahualcóyotl.<br />
Con flores y con cantos<br />
Los religiosos españoles lucieron gran cosecha de este género lírico<br />
indígena tanto por la universalidad de los sentimientos que evoca, como por<br />
la inteligibilidad de mía expresión articulada esencialmente sobre el verbo.<br />
Kste criterio rrcopilalorio no debe hacer olvidar, sin embargo, la inconlcni<br />
ble energía expresiva que brota en los indígenas haciendo de cada uno de<br />
ellos un poeta en potencia. Su derrame en el ámbito social es canalizado, a<br />
través de los siglos, por los cauces anónimos de la tradición que mediatiza<br />
culturalmente. en el presente, los lazos eternos que vinculan al hombre con<br />
el mundo.
CAPÍTULO 3<br />
SUSTANCIA DE LA EXPRESIÓN ORAL<br />
Preñada de materia, la oralklad náhuatl se apoya .sobre una sustancia<br />
expresiva que desborda los estrechos límites del lenguaje verbal articulado.<br />
La voz humana trasciende ahí el marco de su pertinencia semántica y juega<br />
con el amplio abanico de posibilidades sonoras del aparato fonatorio<br />
humano. Deserta además del ámbito lingüístico para desparramarse en<br />
entidades semióticas más difusas como los gestos, la danza y la música que<br />
integran, en sus distintas modalidades, una totalidad expresiva.<br />
49 TrpryollotU yQucizalcóa<br />
Ul hombre cantó antes de hablar. U>s primeros destellos simbólicos que<br />
emergieron de la oscura y fibrosa sustancia de su ser modularon primero<br />
la disonante y misteriosa palpitación del universo en la cadencia gestual de<br />
su cuerpo y en las inflexiones de su voz antes de reflejarse en el pétreo<br />
lenguaje.
3.1 La voz<br />
3-1.1 Umblllcalismo vocal entre lo Inteligible<br />
y el universo<br />
Además de ser la sustancia sonora del lenguaje y del canto, la voz constituye<br />
un vínculo cnire el hombre y el universo. Está relacionada con el dinamismo<br />
fisiológico elemental: gritos del recién nacido, de guerra, de dolor o de<br />
alegría, y por lo mismo llegó a representar una manera de umbilicalismo<br />
mediante el cual la existencia se arraiga en su origen esencial:<br />
La voz habita en el silencio del cuerpo como lo hizo el cuerpo<br />
en su matriz. "*<br />
La voz es lo que emerge de la intimidad del mundo por medio de la<br />
interioridad del cuerpo. Se exterioriza por la boca (os. orls • lugar del origen).<br />
|>cro nace en lo más profundo del cuerpo. Éste, a su vez. se asimila<br />
fisiológicamente al mundo de las cosas y el hombre siente esta voz que se<br />
eleva de lo más hondo de su ser como algo que se arranca a esta materialidad.<br />
IM imagen de la voz extiende sus raices en una zona de lo<br />
vivido que escapa a las fórmulas conceptuales y que sólo se<br />
puede presentir: existencia secreta (...) con implicaciones de<br />
una complejidad tal que desborda todas sus manifestaciones<br />
particulares.'"<br />
En cualquiera de sus manifestaciones, la modulación y los ritmosdel canto<br />
náhuatl son verdaderamente viscerales, sugiriendo así que la expresión oral<br />
busca, generalmente más allá del lenguaje, la verdad sustancial de sus<br />
aserciones en el aliento de quien la profiere.<br />
Su uso provoca un goce, una sensación, una emanación que<br />
siempre la voz busca reactualizar en el flujo lingüístico."''-<br />
3.1.2 La voz náhuatl<br />
Antes de ser labrada por el cincel conceptual de la lengua, la voz náhuatl<br />
entraña en sus diferentes manifestaciones un gran |xncncial de significación
que escapará a los religiosos, pero que constituye un elemento de suma<br />
importancia para la expresión oral de los aztecas.<br />
3.1.2.1 El ritmo<br />
El ritmo propio de la voz náhuatl despliega, en cierto modo, un espaciotiempo<br />
específico donde se fusionan lo interior y lo exterior y que manifiesta<br />
inmediatamente la presencia muy particular del hombre náhuatl en el<br />
W. Fauces. garganta y |Hofundidadcs interiores de la muenc.<br />
Sin duda alguna, el ritmo es senIMo implícito, intraducibie en otros ter<br />
minos, y una de las formas expresivas más profundamente arraigadas en el<br />
ser. Podemos decir que. más allá de un dinamismo primario, el ritmo<br />
aculluradodc losaziccas da -en conirapuntocon los sonidos de la nal uraleza-<br />
1111a imagen sonora del hombre que lo genera. El ritmonáhuatl es el hombre<br />
náhuatl. Unaanalogíaconcarácterparonomásticocnla lengua náhuatl reúne<br />
curiosamente el "tocar el tambor", (ila)lzolzona. y "conversar", (lu)nonotza.<br />
en un campo sonoro común. Kl sonido que sale del tambor se<br />
consigna gráficamente de la misma manera que la palabra expresada por un<br />
habíanle: con una vírgula (como aparece en el Códice Recker)."" Conoce-
146<br />
mos además la gran Importancia del tambor en el contexto musical y<br />
dancístico prchispáiüco, importancia que deja presentir el papel del ritmo<br />
en distinto» dominios de la vida y por ende en su aspecto esencial: la voz.<br />
57. Códice Becteer la voz instrumental de la expresión florida.<br />
Por las crónicas que nos dejaron los españoles, sabemos que los culcall<br />
se cantaban al son de los tambores y su importancia es tal que la instancia de<br />
canto se evoca frecuentemente con la metonimia huehuetillan, "cerca de<br />
los tambores". La expresión primarla de la voz consiste en recortar momentos<br />
rítmicos propios en la continuidad sonora, y la colectividad náhuatl<br />
expresa su peculiaridad en esta proyección rítmica. Puede parecer algo<br />
aventurado tratar de evocar la voz náhuatl prehispánica cuando apenas su<br />
expresión verbal manuscrita llegó hasta nosotros; podemos sin embargo<br />
tener una idea de ella en las interjecciones que puntúan los versos de los<br />
culcatl. Estos culcati ven sus segmentos verbales interrumpidos por vocalizaciones<br />
de tipo interjectivo y rítmico que tienden a frenar la pérdida de<br />
sustancia vocal que constituyó su expresión lingüísticamente pertinente. Es<br />
como si la fría estructuración de un sentido gramatical tuviese que ser<br />
reabsorbida inmediatamente por el calor rítmico de la voz. El sentimiento<br />
empañado de intelectualidad que se revela en el tejido verbal, tiene que<br />
culminar, explotar en una orgia vocal liberadora, la voz busca realjsorber la<br />
palabra pronicteira en el caos vocal de su intimidad:<br />
...imapan amonctiteyn a<br />
ohul olmi lliliy<br />
yao ayyahue ilo amaha lllli alma y yao huía.'"'<br />
"...en su rama, ustedes están, ustedes \-ab\in,yeehtiaya olmi ohul<br />
lllllyyao ayyahue ilo amaha ¡lili ahua y yao huía."<br />
Se observa generalmente en los textos:<br />
1.1,na fuerte tendencia a la repetición obsesiva de patrones vocales, ya<br />
sean musicales o no, que pueden llegar inclusive a provocar trances.
ia continuidad determinada con cambio súbito<br />
Xonoh itálico, Sonohualico. poyoma aya yyaya ayyo<br />
cMmalocolitlun motUiquenliuia ayyo aya aya aya<br />
ayyo<br />
¡Ayya yao! Ah ilml In ti noel. M<br />
"¡Ayya yao! Ah como tú, abuela mía."<br />
4. Un ricofondo sonoro que acompaña el oleaje verbal cuando el orador<br />
busca describir una situación particular. Este oleaje probablemente se debe,<br />
por una pane, a la tendencia náhuatl de no realizar aserciones perentorias y<br />
rodear la dificultad conceptual con circunvoluciones lingüisticas, pero por<br />
otra, también a un particular apego por la ritmicidaddel lenguaje sonoro.
5. Una afición por el paroxismo vocal liberador y catártico.<br />
Y) alma yyaya yya aya ayo ohuiya<br />
ayyayya aya yya yo<br />
ohuiya<br />
ayyaya ayyaya yyo ohuiya ,M<br />
Por sus mismos atribuios sonoros y rítmicos, la voz desempeña en la<br />
cultura náhuatl las funciones esenciales que la caracterizan más plenamente.<br />
3.1.2.2 La guerra<br />
Como en la mayoría de los pueblos del mundo, el paroxismo vocal de los<br />
gritos de guerra estimula la visreralidad animal que requiere el combate y<br />
neutraliza el miedo racional que acarrea la proximidad de una muerte<br />
3.12.3 Protección<br />
En la mentalidad náhuatl, e indígena en general, la voz ejerce una función de<br />
protección más allá de cualquier sentido. Ks un estimulo sonoro que conjura<br />
lo irracional y lo imponderable. Cuando un eclipse de sol se produce, por<br />
ejemplo:<br />
...in macehuallin. nelenvileco, iwlen/Mipahiillo.<br />
llacahua ttacahuatzulo tzetzihua.""<br />
"...se pegan en la boca, gritan ]>egándose en la boca,<br />
hacen ruido, horlotean. |>cgan de gritos."<br />
I.i reacción de adaptación biológica emerge en el hombre por medio del<br />
grito, a veces acompañado tic oracionesqtie piden la intervención de un dios<br />
frente al peligro inminente.<br />
3-1.2.4 Voces sin cuerpo<br />
La mitología náhuatl, como la de muchas otras culturas, asigna un papel<br />
premonitorio a las voces sin cuerpo como la famosa Cihuacóall, llorona que<br />
(terdura en los mitos indígenas de hoy:
el mismo MotecuJixoma, el diablo que se nomllorando<br />
por ¡as adíes de<br />
)h hijos míos, guay de mí,<br />
...en una casa grande donde se juntaban a cantar y a bailar,<br />
una viga muy grande que estaba atravesada encima de las<br />
paredes cantó como una ¡icrsona este cantar Leva moqueztepule<br />
ucl tomitotía, atlan litucizloz, que quiere decir iguay de ti,<br />
mi anca, baila bien que estarás echada en el agua! Lo cual<br />
aconteció cuando ¡afama de los españoles ya sonaba en esta<br />
en todos los circuitos de comunicación náhuatl. Su<br />
contexto oral prchispánico y todo el lastre expresivo c<br />
verán neutralizados por la transcripción de los textos c<br />
3.2 La lengua<br />
Dentro de la sustancia expresiva de la oralidad náhuatl, la lengua ocupa<br />
evidentemente un lugar de primera importancia. Se distingue de otras<br />
modalidades de expresión, como lo son los colores para la imagen o los<br />
sonidos para la música, por el hecho de que no es una materia informe e<br />
inerte antes de su utilización por el hablante, sino que se encuentra va llena<br />
de toda la liercncia cultural propia de los pueblos que la hablan.<br />
Por las características de su sistema fonológico y semántico, su acentuación<br />
propia y su ritmointerior, la lengua náhuatl expresa el clima en el cual<br />
se bañaba la civilización de los aztecas, el temperamento que los animaba.<br />
esa sensibilidad tan particular que era la suya y el esquema verbal según el<br />
cual ellos organizaban los elementos de la experiencia y donde mostraban la<br />
singularidad de su percepción. Lnseguida emprenderemos un breve análisis<br />
de la lengua náhuatl, que no aspira de ningún modo a<br />
gramática de esta lengua sino que tiende a mostrar sus<br />
expresivas, a fin de |>ermitir después la distinción entre hechos de lengua,
La lengua, Comía del pensamiento, es aquí para nosotros la sustancia del<br />
estilo, a la cual de una manera o de otra el cantor termina por someterse. Es,<br />
según M. Riflalcrrc, esta reserva potencial donde alimentan su expresión<br />
todos los miembros de la comunidad. '■''<br />
3.2.1 Las sonoridades<br />
tamalü (tamal)<br />
tell (piedra)<br />
jY>to/rt(v¡da)<br />
Varía entre o - y -u", Tezcoco, Tezcuc<br />
Consonantes:<br />
saltillo: llülolli (palabra), oclusiva glotal<br />
p ¡tálti (medicamento)<br />
t topan (debajo de nosotros)<br />
qu miqul (morir)<br />
tz tzátzl (gritar)<br />
ch chicahua (fuerte)<br />
ti mili (flecha)<br />
c(k) cualU (bueno)<br />
m niatll (mano)<br />
x xóchill (ñor)<br />
y yóllotl (corazón)<br />
hu huey (grande)<br />
I celia (florecer), reforzada en calli (casa)<br />
Diptongos:<br />
au<br />
ci<br />
cuauhlli (águila)<br />
cueltl (falda)
3.2.1.2 Las sílabas<br />
El esquema silábico elemental del náhuatl es (c) v (c), es decir: consonante/<br />
vocal/consonante. Este heclio es particularmente importante puesto que<br />
muchas incorporaciones de distintos morfemas modificadores se realizan a<br />
12. Savia de sangre y de cantos.<br />
Por ejemplo, en la expresión oqulquechcotonque, "le cortaron el cuello".<br />
el fonema silábico o indica el pasado, qui (el), el objeto de la acción, quech<br />
es d radical silábico de queclilli (cuello), colon son las dos silabas que forman<br />
el tiempo pasado de colona (cortar) y que es la marca del plural. IJ<br />
autonomía relativa de la unidad silábica aparece másclaramente en los textos<br />
de tipo poético cuicatl (canto), en las que varios fonemas interjectivos o<br />
sílabas con valor fonético se intercalan entre las sílabas de las palabras<br />
(haciendo peligrar a veces su comprensión) para mayor expresividad.<br />
3.2.1.3 Rasgos prosódicos de cantídad<br />
La cantidad vocálica es pertinente en náhuatly determina palabras diferentes.<br />
por ejemplo: achtll, "primogénito", con "a" larga, se distingue de uchlll,<br />
"pepita", con "a" corta. Asimismo calll, "casa", difiere de calll. "bastón para<br />
sacar del fuego el maíz tostado". Miztli es "luna", mientras que mezlll se<br />
refiere al "muslo". Esta oposición vocálica larga/corta enriquece el registro<br />
sonoro de la lengua a la vez que permite, por la proximidad fonética de las<br />
palabras, tocia suerte de ambigüedades poéticas.
152<br />
3.2.1.4 £1 acento<br />
El acento náhuatl se encuentra sohrc la penúltima sílaba, salvo en una forma<br />
de vocativo exclusiva de los varones donde se desplaza sobre la última:<br />
Sopllaln: "mi hijo"<br />
Noplllziné o nopllué: "¡hijo mío! - .<br />
Para las mujeres no se sigue esta regla y se mantiene la forma normal en<br />
3.2.1.5 El tono<br />
En náhuatl, el tono no tiene, como en ciertas lenguas orientales, una<br />
pertinencia léxica determinante, sin embargo puede desempeñar un papel<br />
contrastante al nivel de la expresión:<br />
'Y además de ser largas se pronuncia» en tono más bajo.'' 7 *<br />
3.2.2 Particularidades gramaticales y morfológicas<br />
3.2.2.1 La palabra náhuaü<br />
El rasgo configtiratlvo más específico de la lengua náhuatl es sin duda la<br />
facultad que tienen sus distintas entidades léxicas o gramaticales de poder<br />
integrarse, a niveles superiores, en lo que se considera como una unidad<br />
según los patrones demarcativos propios de la lengua.<br />
Porejemplo, las voccstecócoc. "hiriente", y lU'itolli, •palabras", forman
153<br />
Esta tendencia a armar totalidades expresivas se aprecia en otras ocasiones<br />
cuando nuevas unidades verbales nacen de ciertas frases:<br />
A partir de: (f>mpa)»niyeto macuillixlhultl. "allá fui a permanecer cinco<br />
añas", se compone onlmactiilxiulitito. que podría traducirse como yo fui<br />
a cincoañar". Los tres acentos de las palabras del primer ejemplo: oniyéto<br />
maaiíUIxíhuill se redujeron a uno: onimacuilxliihtllo. lista tendencia a la<br />
síntesis de totalidades, huyendo del efecto desgarrador Url análisis, es una de<br />
las particularidades del pensamiento náhuatl.<br />
3.2.2.2 El orden de las palabras<br />
sentido (en las instancias no poéticas de elocución), pero los nahuas no<br />
fijaban un orden determinante de las palabras en las frases. La estructura<br />
paradigmática de la imaginación se imponía generalmente al rígidoorden<br />
sintáctico. La oración in tláwani quina In cáyoil, "el rey mira el coyote".<br />
puede escribirse también, por ejemplo, de Lis siguientes maneras sin que el<br />
quilla In cóyoll in tláloani<br />
quina in tláloani in cóyoll<br />
in cóyoll quilla in tláloani<br />
In tláloani in cóyoll quilla<br />
lista libertad permite al hablante evitar el decir llanamente las cosas a<br />
través de un mecanismo preestablecido, para expresarlas como las siente.<br />
3.2.2.3 El género y el número<br />
No hay género gramatical en náhuatl y debemos considerar este hecho como<br />
un fenómeno de ambivalencia más que de neutralidad.<br />
ül dios supremo Omeléotl, "dios Dos . es de hecho una divinidad que<br />
cubre los dos géneros: el masculino y el femenino; al mismo tiempo es<br />
hombre y mujer. Recordemos por otra pane que en los hiiehiiellátolil. los<br />
discursos de los ancianos, esta distinción tiende a borrarse puesto que el<br />
hablante dice frecuentemente: »/mo»an, nimo/tf/»."yosoytumadre,yosoy<br />
ru padre". Cieñas entidades léxicas como oquichllt. "macho", o cfhuall,<br />
"hembra", señalan la diferencia cuando es necesario.<br />
En náhuatl, el número ha sufrido cambios progresivos que fueron acelerados<br />
por la llegada de las españoles. la pluralización en náhuatl clásico no<br />
se aplicaba a muchos conceptos por razones que sería difícil definir hoy.
Digamos en términos generales que las entidades que sufrían la<br />
zación en la visión azteca del mundo, como los seres humanos, se podían<br />
pluralizar, los otros no. I'or ejemplo, la palabra Xóchitl, 'flor', que sufre<br />
después de la conquista la pluralización en algunos temos.' 74 era sentida en<br />
náhuatl clásico como una sustancia, expresiones ,.„..„ ~„...„. nictéquic nahui<br />
Xóchitl,'conk cuatro flores",conc» - ■ ■ i pluralización ■ sobre el numeral<br />
sin que esto afectara a la totalidad ' ' ' concepto de flor.<br />
3.2.2.4 El sistema reverencial<br />
El sistema reverencial náhuatl, llamado también honorífico, se o<br />
prácticamente a todas las entidades de la lengua. Es difícil determinar si<br />
representa un sistema plenamente reverencial -como el español que ensancha<br />
al interlocutor utilizando -usted" para la segunda persona-, o si se trata<br />
de sentimientos que desbordan los limites del respeto. De hecho, el sistema<br />
honorífico náhuatl se tiñe de afectividad y a veces se observan casos en los<br />
cuales la ternura se impone al respeto. las reglas de su utilización en las<br />
relaciones familiares son muy precisas: El padre nunca usa el reverencial<br />
cuando se dirige a sus hijos o a su mujer. Ésta lo utiliza cuando se dirige a su<br />
marido así como los hijos cuando se dirigen a su padre. Fuera del hogar, las<br />
relaciones jerárquicas man
Adjetivos calificaiivc<br />
Adjetivos interrogativo<br />
Pronombres indefinidos: occe. "otro" » wcetzin<br />
Advertios: oc achí, -más" > oc achllxln<br />
locuciones prepositivas: mótloc. "cerca de ti" v moüotzinco<br />
Aplicación a los verbos: El reverencial se aplica en náhuatl a la segunda<br />
y tercera personas del singular y del plural, y se forma generalmente para los<br />
verbos transitivos con el sufijo aplicativo lía; para los intransitivos utilizando<br />
Ttacatlé tolecoé yohuallé, ehecallé, mañoco ttacahua<br />
Ucitzln, ma xicmocnoittilli, ma xicmotlaocoliU, maxlt<br />
oc tólotl, In oc atzinlil in aya
1:1 contexto distingue aquí nítidamente las u<br />
Veremos más adclame cómo éstas se funden entre ellas y con la expresión<br />
no marcada honoríficamente para enriquecer los textos. Notemos desde<br />
ahora la particularidad de un sistema que reúne en una misma expresión<br />
lingüística conceptos aparentemente tan distintos como lo son el respeto y<br />
3-2.3 Lo lineal y lo representativo<br />
Uno de los aspectos más generales, y ciertamente el más original de la<br />
lengua náhuatl clásica, es la renuencia que muestra a la lincalización analítica<br />
propia de las lenguas en evolución. De hecho, más que construir y<br />
perfeccionar una sintaxis, parece que la lengua náhuatl se concentra en<br />
los elementos representativos del lenguaje (verbos, sustantivos, adjetivos)<br />
y a partir de éstos tiende a matizar modalmcnte el paradigma para<br />
hacerle decir algo, para producir un equivalente de la proposición. En<br />
efecto, es muy diferente ensanchar espacialmente una unidad lingüistica<br />
representativa para integrarle matices modales que disponer sohrc un<br />
eje, unas tras otras, unidades relativamente independientes que no significan<br />
más que al nivel global del sintagma. Es en torno a esos núcleos<br />
representativos que se instaura de manera a la vez centrífuga y centrípeta<br />
la proposición náhuatl. Las fuerzas centrífugas serán las que ensanchan<br />
el núcleo representativo, mediante una derivación o una modalización<br />
por sufijo, hacia un predicado. Su contraparte centrípeta actuará en<br />
sentido contrario y tenderá a sintetizar varios lexemas. ya sean representativos<br />
o gramaticales o ambos a la vez, para reconstituir lo que se podría<br />
llamar un nuevo stntema representativo, verdadera epífora 1 "' en la que<br />
3.2.3-1 Expansión centrífuga<br />
U lengua náhuatl cuenta con un auténtico sinnúmero de sufijos que<br />
fungen como embrague sintáctico. Son las partículas -li, -Ha, -li, -lía, ■<br />
ya. liya. -tilia, huia, etcétera. Permiten componer un sintagma verbal
SUSTANCIA DE LA EXPRESIÓN ORAL 157<br />
• de una locución pronominal: topan, "sobre nosotros"; toparía, "ocu-<br />
• de una locución nominal: miec tlamantli, "muchas cosas"; oquimiectlamantili,<br />
"los multiplicaron".<br />
En la misma idea de integración de modalidades en el seno del paradigma<br />
representativo, encontramos la modalización circunstancial por duplica<br />
ción de sílaba:<br />
• onechhtiitec, "me pegó": onechhuihutlee, "me pegó varias veces".<br />
• motlaloa, "correr"; " motlállaloa', "correr en diferentes direc-<br />
• nahtti, "cuatro"; nanahtti, "de cuatro en cuatro".<br />
• nipáqttl, "estoy contento'; nipápaqui. "estoy muy contento".<br />
No multiplicaremos los ejemplos, basta recalcar aquí el sentimiento de<br />
totalidad que tiende a rechazar la subdivisión analítica de las entidades<br />
lingüisticas;- muestra la renuencia por parte del pensamiento náhuatl a diluir<br />
la potencia expresiva del núcleo sustantivo o verbal representativo en aras<br />
de una construcción analítica.<br />
3-2.3.2 Composición centrípeta<br />
A pesar de esta resistencia a desmenuzarse en una pléyade de unidades<br />
autónomas, la lengua náhuatl tuvo que multiplicar progresivamente las<br />
entidades morfológicas para expresar la complejidad cada vez más grande<br />
del pensamiento indígena<br />
La lengua, sin embargo, sigue luchando contra estos determinismos<br />
un nuevo sistema representativo los diversos elementos de la expresión<br />
verbal: Xochlcueponl in noctli.''" "Mi canto se abre como una flor", literalmente:<br />
"flor se abre mi canto". lista expresión es un estallido visual en<br />
el cual no se distinguen muy claramente ni el "abrir" (ctiepont). ni "la flor"<br />
(Xóchitl).<br />
Mientras que la proposición: ytihqtii Xóchitl cueponi in noctli, "como<br />
una flor se abre mi canto". implica una operación mental idcolingiiística de
158<br />
3-2.4 Espaclallzaclón de las relaciones lingüísticas<br />
Como todas lis lenguas encadenadas a la lincalidad sucesiva, el náhuatl<br />
conserva una cierta nostalgia de la multidinicnskmalidad del espacio. Un verbo,<br />
por ejemplo, está siempre integrado en una red potencial de relaciones:<br />
Siltacua, "yo como", es de hecho "yo como algo"; nicua es agramatical.<br />
Tetlacamati, "obedece", es "obedece a la gente" (le-').<br />
Ll sustantivo también está relacionado y rara ve/ aparece en un estado<br />
absoluto. La madre es leñan, "madre de alguien", o tonan. "nuestra madre".<br />
Para las partes del cuerpo: la oreja, por ejemplo, sentonácaz, es decir.<br />
Ix>s verbos son vectorlalizados por simples panículas:<br />
Onehua. "sale" (de aquí para ir allá).<br />
Hualehua, "sale" (de allá para venir aquí).<br />
1-a.s conjugaciones Introversas o extroversas manifiestan uai pertinencia<br />
direccional:<br />
Ollquinllapaloto. "fuimos a saludarlos".<br />
Otiqulntiápaloco. "vinimos a saludarlos".<br />
Una simple panícula direccional basta para caracterizar la relación espacial<br />
del verbo.<br />
3.2.5 Dlstaxls<br />
La tendencia representativa de la lengua apoyada sobre la riqueza léxica<br />
centra en verbos y sustantivos lo esencial de su fuerza expresiva. Las<br />
proposiciones, en vez de ordenarse lincalmcntc y subordinarse en una lógica<br />
sintáctica, se abultan en un desorden afectivo en tomo a estos núcleos<br />
representativos provocando a veces una cieña dLstaxis a nivel proposicional.<br />
que se va acentuando naiuralmenu 'liando el lenguaje se vuelve<br />
Maciuhtia in qulncqul noyollo zan chiinallixóchill In Ixóchiuh<br />
Ipalnemoanl que» conchihuaz noyollo yeltoa onen ladeo.'' 9
SUSTANCIA l»B U EXPRESIÓN ORAI. 159<br />
'Aunque lo quiera mi corazón, sólo flores de escudo son las flores<br />
¿Qué hará mi corazón?<br />
En vano hemos llegado."<br />
Mientras una sintaxis lineal instaura relaciones inmediatas de contigüidad<br />
que merman la importancia paradigmática de una palabra para subrayar los<br />
lazos de subordinación que construyen un sentido, la lógica verbal náhuaü<br />
yuxtapone, en una sintaxis circular, verdaderos sistemas planetarios que son<br />
focos de representación con predominancia nominal o verbal.<br />
In qualli llaailécaitl tlacochcálcati mozailiani, mimatini ¿vtofoanl<br />
titttecpanani, quUocola, quipilza, quimamall in leuatl,<br />
in Uaclilnollt, ttauizteca, tlauiztlútoahitacateat, MtacatzaM,<br />
hitacalláloa, huteca, hulemoa.""<br />
"El buen capitán, el buen comandante, es hábil, prudente, atento.<br />
un estratega, maniobra, ordena, se encarga del agua y del incendio<br />
(binomio léxico que designa la guerra); distribuye las armas;<br />
reparte las amias, distribuye, manda, ordena el abastecimiento,<br />
indica, busca los caminos."<br />
3.2.6 RepresentatMdad léxica<br />
En la globalidad del signo lingüístico náhuatl yace generalmente un sentido<br />
etimológico profundo que sigue operando. Teótlac, "la tarde" es, por ejemplo,<br />
téott ac, "el dios entra" (en la tierra por el horizonte), imagen del<br />
descenso. El fruto, xochlcualll, es "lo que es bueno de la flor", etcétera.<br />
Se puede pensar que en el uso diario con fines comunicativos, estos<br />
lirrfiles etimológicos se hayan ido endureciendo en forma de signos relativamente<br />
arbitrarios; pero, en el contexto verbal expresivo que consideramos,<br />
el signo lingüístico nunca desplaza por completo el pre sentido que<br />
entraña, y que lo arraiga en la representación. De ahí la abundancia de<br />
catacresis (tzontecómltl, "la olla de pelos", es decir: la cabeza), y de otras<br />
figuras que multiplican los niveles de significado.<br />
La imagen fonética tiene, para los aztecas, un peso significativo comparable<br />
a la idea: busca no desvincular el significante del significado y sustituir la<br />
realidad física poruña realidad fonética que la reproduzca. la oiiomatopcya,<br />
omnipresente en el lenguaje de los aztecas, quiere rundir en el sonido o en
la imagen sonora la presencia de la realidad. ¿Quién no oye en la palabra<br />
ayacachtli "el mido de la sonaja'? ¿Cómo no ver en quincuicuitilmetzi,<br />
"loman con violencia', lo brusco del gesto, o<br />
temblando", el andar oscilante? ¿Como no ve<br />
el sonido del estornudo?<br />
3.2.7 Los binomios léxicos<br />
Con frecuencia, la lengua náhuatl apoya<br />
intuición directa o sus signos con expresiones por lo común binarias que<br />
buscan expresar simbólicamente un concepto. La idea de poesía, por<br />
ejemplo, se expresa por: in Xóchitl, in cuícall, "flor y canto".<br />
Estos binomios se encuentran en una situación lingüística algo ambigua,<br />
entre lo que puede considerarse como el tesoro disponible de la lengua antes<br />
de cualquier utilización, y un hecho expresivo ya elaborado a partir de la<br />
lengua, pero que constituye a la vez un rondo expresivo que se puede ver<br />
como una lengua dentro de la lengua. Estas expresiones no deberán tomarse<br />
propiamente como figuras estilísticas sino como un potencial de expresión<br />
simbólica más adecuada para vehicular ciertas ideas.<br />
Citaremos a continuación unos ejemplos de bin<br />
BINOMIO LÉXICO<br />
TÉRMINO Me
LA EXPRESIÓN ORAL<br />
-su aliento, MI verbo"<br />
ln leuhlli, In tlaxollt<br />
"polvo, basura"<br />
mozlla, hulptla<br />
"mañana, pasado mañana'<br />
in poctíi, In ayóhuitl<br />
corrupción<br />
el futuro<br />
gloria después de la muerte<br />
¡KíHolrétütlI cuupéllall<br />
ley marcial<br />
la flecha, el escudo"<br />
yaóyotl,<br />
nlnui/ieliualIzUt<br />
la luz de la inteligencia<br />
"el fardo, el<br />
In lUtt/uill, in llamamalU<br />
tlatocáyott<br />
'1 paquete, la angarilla"<br />
tlatocáyotl<br />
cUob.cn<br />
tyoliualll,lnel,écatl<br />
T^atlipoc,<br />
a noche, el viento"<br />
l aiúhullL in MI temoxtti el castigo
VOCES DISTANTES DH LOS AZTECAS<br />
ítt dialchthllUL til quetíalU<br />
■cljídc.üiplunu-<br />
InlxlH.lnyóllotl<br />
i ahuelwell, in pócJiotl<br />
el sabino. la ceiba"<br />
U mujer en<br />
U mujer (como tejedora)<br />
■ti precipicio, la encrucijada"
163<br />
"el corazón, la sangre", que designa el chocolate (cacáhuatl), se<br />
construye a partir de los conceptos de "corazón" y de "sangre"; la gente<br />
del pueblo, los macehualli, no lo bebia: estaba reservado a la de alto<br />
linaje. Era además un mal presagio (tetzaumachola) que la gente<br />
común lo bebiese.'"<br />
Estamos aquí en presencia de una tercera articulación"" donde el<br />
lenguaje, que ya proveyó sus elementos para formalizar un concepto, es a<br />
su vez mediatizado por una nueva articulación simbólica que cambia el<br />
lili el caso presente, la idea de "chocolate" está mediatizada por los<br />
conceptos de coraje y nobleza que no posee originalmente. La imaginación<br />
náhuatl presenta aquí indirectamente una ¡dea por la convergencia fértil de<br />
dos paradigmas; produce así un concepto nuevo mediante la fusión de dos<br />
términos sin tener que prescindir del sentido original de ambos. Es un poco<br />
como si el color verde obtenido por una mezcla de azul con amarillo<br />
pudiera conservar, en su nuevo estado, la presencia cromática de sus<br />
componentes originales.<br />
listos binomios léxicos de carácter metafórico, metonímico o sinecdóquico<br />
a primera vista pueden parecer tropos y de este modo verse asimilados al<br />
estilo pero, ¿puede considerarse como tropo una entidad lingüística a la que<br />
nocorresponde ningún signo unívoco? El binomio inXóchitl, In cuicatl, "flor<br />
y canto' -es decir, la poesía - carece de una modalidad monosémica que le<br />
corresponda; lo mismo vale para la belleza, in clialchíhuitl in quetzalli, "el<br />
jade y la pluma". Cuando la tiene, el hecho de escoger el binomio en vez del<br />
signo unívoco no marca siempre un deseo de expresión retórica o poética.<br />
sino una herramienta verbal mas adecuada (según la mente polifónica<br />
indígena) para expresar una haz tenue de ideas, sin tener que salir del<br />
lenguaje refercncial.<br />
El signocí/iHa//. "mujer", posee tres binomios léxicosque le corres|x)mlen:<br />
in cueitl, In Imipilli. "la falda, la camisa", in tzolzopazlH In malúcttll. "el<br />
palo para tejer, el huso", in atl, in mélall. "el agua, el metate'. Si la palabra<br />
cihuatl denota a la esposa o el genero femenino, el binomio "la falda y la<br />
camisa" evoca la femineidad y la sensualidad de la mujer; "el palo para tejer.<br />
el huso", a la mujer en su papel socio-productivo; y "el agua y el metate"<br />
connota a la mujer en el hogar.<br />
Observamos aquí la nulificación del concepto global de "mujer' tal como<br />
lo entendemos hoy, y su relación con las diferentes actividades que la<br />
caracterizan mediante un ensanchamiento polifónico, una especie de flore-
164<br />
3.3 los gestos<br />
\o se entendieron ella (Marina) y Aguilar luego perfectamente,<br />
porque los indios de esta Nueva España más que otras naciones<br />
entienden por meneos y señas, por tener muy vivos los sentidos<br />
interiores y exteriores, porque es admirable su imaginativa. '*'<br />
Unconlramos entre los aztecas una gama completa de expresión gestual<br />
rn las funciones de comunicación, de representación o como elemento<br />
constitutivo de las instancias corcográfico-musicales de la danza o corcográ-<br />
La oralidad no se limita, como el término podría hacerlo creer, a los solos<br />
efectos de la voz; implica todo lo que enmarca y sostiene la comunicación<br />
en presencia de uno o varios interlocutores o de un público, desde el simple<br />
matiz de una mirada hasta los gestos más elaborados. La instancia de<br />
elocución estructura el espacio, y la gestualidad que acompaña la voz opera<br />
una semlosls con el texto enunciado, o con la música de un canto.<br />
1:1 gesto es una presencia, una materialidad significante en un espacio<br />
productor de sentido. Puede representar la realidad vivida a través de la<br />
mimesis total o p la mediación del símbolo, y hacer brotarel sentido de una<br />
simbiosis intcrsciniótica entre él y los elementos lingüísticos y musicales que<br />
integran en general la instancia de producción de los textos. También.<br />
simplemente rítmico,puede estar correlacionado con la música y la danza.
3.3-1 El gesto de significación<br />
La estructuración del comportamiento gcstual de los aztecas está intimamente<br />
vinculada con rl contexto social de su vida. Los cronistas españoles habían<br />
observado ya numerosas prácticas gcstualcs como el acto de tomar un poco<br />
de tierra del suelo para llevarla a la boca cuando se quería garantizar la<br />
veracidad de lo que se decía; también el de levantar los brazos y agitar las<br />
manos en señal de satisfacción, y muchas otras que resultaría muy largo<br />
exponer aquí. Desde los gestos de cortesía liasta las manifestaciones<br />
gcstualcs mis significantes, tenemos una continuidad creciente de expresividad<br />
corporal.<br />
El gesto de significación o de comunicación, ya acompañe, prolongue o<br />
sustituya al verbo, gcncrauncmc eslá si no codificado, por lo menos<br />
marcado con fuerza en sus connotaciones por los elementos contextúales déla<br />
cultura azteca. En este as|>ccto, constituye un verdadero lenguaje que<br />
puede funcionar de manera autónoma o complementaría y hace uso de la<br />
imagen y del símbolo con abundancia.<br />
Distinguircinosen elaparatogestual náhuatl lasmodalkladcs de su cinética,<br />
es decir, de la dinámica de los cuerpos en el acto de la comunicación.<br />
3-3-2 El gesto emblemático<br />
Se trata de actos no verbales que tienen, sin embargo, una traducción verbal<br />
directa. Son generalmente sustltuiivos y su sentido es conocido por la<br />
mayoría de los miembros de la comunidad azteca. A pesar de un grado de<br />
redundancia bastante elevado, conservan una cieña polisemia 1 " 4 que los<br />
distingue del signo y dependen muchísimo de los determinismos de una<br />
situación. En el momento de recopilarse los textos bajo la egida de los<br />
españoles, estos gestos serán sustituidos por palabras o. en caso contrario.<br />
provocarán verdaderas lagunas narrativas en los textos.<br />
3-3-3 El gesto ilustrativo<br />
Son los gestos que acompañan el discurso verí>al y le están directamente<br />
subordinados. Ilustran lo que está dicho, como los deícticos, por ejemplo,<br />
que designan espacialmente el referente. Si éste es la cosa que se expresa<br />
verbalmentc. entonces los gestos tienen una función de redundancia y
166 VOCES DICTANTES DE IOS AZTECAS<br />
prolongan las palabras. Kn caso de que no sea nombrado este referente, lo<br />
sustituyen y entran en relación sintáctica con el enunciado verbal. Bto es<br />
importante en particular puesto que numerosos textos náhuatl muestran<br />
elipsis notables debidas justamente al complemento gestual de un enunciado<br />
que los copistas no pensaron restituir con palabras.<br />
3.3.4 El gesto fáüco<br />
Es al nivel textual, lo que el lenguaje (ático es a la palabra: mantiene y regula<br />
el contacto entre los interlocutores. 1.a no producción de gestos fóticos en<br />
los encuentros de los indígenas con los religiosos y los copistas debió alterar<br />
en cierta manera los i extoso la sucesión narrativa, introduciendo vcrbalmentc<br />
en el enunciado una expresión que antes era asumida por la gcsiualidad<br />
en las circunstancias prchispánicas de su elocución. Este estado de cosas<br />
alteró probablemente, al nivel de los gestos, el protocolo de toma de la<br />
palabra.<br />
Hay que incluir también en el conjunto gestual las diferentes muecas<br />
nacidas de la emoción, ya sea fingida y entonces conmunicativa, o bien real<br />
e indicial. IJ función emotiva, de la que habla Jakobson, se expresa<br />
generalmente más por los gestos que con palabras, y los esquemas gestnales<br />
que produce tienen una alta pertinencia significativa en una instancia oral de<br />
elocución:<br />
Estos que digo, son truhanes, y andan sobresalientes haciendo<br />
milvisajes,)'diciendo milftraa'asydonairesconqueliacen reír<br />
a cuantos los ven y oyen. "*•<br />
Iil lenguaje gestual traduce bien las modalidades del discurso (orden,<br />
duda, ruego), pero de manera interfecta las categorías gramaticales (sustantivos,<br />
verbos, etc.). Siempre es en cierta forma poliscmico. y el orden lógico<br />
de su enunciación acentúa generalmente lo concreto y lo presente, hecho<br />
que tendrá graves repercusiones sobre el texto de varias obras vocales.<br />
Añadamos a esto que la negación y la interrogación se encuentran, por lo<br />
menos en la modalidad gestual de sustitución completa, en posición final en<br />
relación con el sujeto, el objeto y el predicado, afectando por consiguiente<br />
la prosodia.<br />
Recordemos finalmente que en una cultura visual como la náhuatl, el<br />
gesto espaclaliza la idea, la dibuja y añade a la presencia de la palabra poética,<br />
la presencia de la imagen.
SUSTANCIA DE LA KXTRESlON ORAL 167<br />
3.3.5 El gesto y el espado<br />
La comunicación oral se organiza alrededor de elementos heterogéneos,<br />
correlacionados de manera dislima según las situaciones, y se estructura en<br />
el espacio. El criterio espacial es básico en la medida en que representa el<br />
campo de relacione» interindividuales toda ve/ que el cuerpo está implicado.<br />
y se vuelve un verdadero producto cultural donde la noción (animal) de<br />
territorio no se haUa ausente.<br />
lista extensión espacial puede ser. como veremos, altamente funcional<br />
puesto que es capaz de inducir una gcsuialidad específica según los lugares de<br />
elocución. lis muy probable que la gestiialidad en el recinto sagrado del templo<br />
fuese mucho más hierática y controlada que en cualquier otro lugar. I.o que<br />
debe retenerse es que la escenografía misma, mediante las formas que inscribe<br />
en el espacio de la comunicación, es en cierta medida inductora de gestos.<br />
Hemos visto cómo las circunstancias posthispánicas de recopilación de<br />
los textos habían afectado la proxémica. es decir, los determinismos de<br />
distancia y de posición espacial de los interlocutores en el momento de los<br />
intercambios comunicativos, y la alteración textual que esto conllevaba. lis<br />
evidente que el aparato gestual en su conjunto depende también en gran<br />
l>anc de la situación proxémica predominante.<br />
3.3.6 El gesto y el tiempo<br />
El tiempo introduce también en la problemática gesrual los criterios de<br />
mecanismos y sincronización. Tenemos primero los sistemas protocolarios<br />
de toma o de cesión de la palabra que entre los aztecas generalmente son tic<br />
orden gestual y posicional. Los gestos pueden ser simultáneos, entre ellos o<br />
en relación con el lenguaje; o sucesivos, lo que implica un problema de<br />
sintaxis o de armonía gestual. FJ gesto puede, de hecho, integrarse a lo largo<br />
de una narración y sustituir ahí un término o una expresión. las modalidades<br />
temporales de su integración son aquí del orden de una verdadera sintaxis<br />
¡ntersemiólica (gesto/palabra), cuando el gesto está relacionado con la<br />
palabra, o intrasemiótica cuando se limita a la sucesión de los gestos. Por otra<br />
pane, podemos hablar de armonía entre ios gestos o de los gestos en relación<br />
con las palabrascuando existe una simultaneidad operatoria. Puede haberen<br />
efecto consonancia o disonancia en estas relaciones armónicas.<br />
3.3.7 El gesto de representación<br />
Bl gesto de representación, que no está -según la expresión de Gastón Uatysometido<br />
a la dictadura de su señoría la palabra, tiene una relación más
168<br />
directa con el fenómeno en si. Muestra, no para significar, sino para Integrar<br />
significado y significante en un mismo espacio sin dicotomía, disolviendo en<br />
un mismo tejido scmlótico el sujeto, el objeto y el predicado. Es en esta<br />
semiótica general donde se integra entonces el texto que no se conforma a<br />
los modelos lingüísticos sino que los atraviesa y ensancha en la búsqueda de<br />
una totalidad expresiva. El texto es llevado por la exterioridad de los cuerpos<br />
y de las situaciones; la palabra se lastra entonces de sustancia.<br />
Dejaremos a un lado el mimo, la mis alta expresión de la representación<br />
gestual -pero que no nos interesa aquí porque no contiene textos-. para considerar<br />
las representaciones mixtas que son prácticamente teatro, y un teatro tal y<br />
como lo preconizaba Artaud: donde la metafísica entra en el espíritu por la piel.<br />
Recordemos que la instancia de elocución de los mitos náhuatl estaba<br />
constituida por la música, el verbo y la danza, cuyo caso particular veremos<br />
después. Digamos ahora que el gesto es un verdadero precipitado teatral del<br />
lenguaje y que colillera el enigma del mito; impide todo Intento de desciframiento<br />
anecdótico al ras dr las palabras y amplifica el sentido, abriendo la vía<br />
a una comprensión profunda del mundo de los personajes.<br />
En la representación gestual azteca se encuentra, como decía Artaud: Una<br />
densidad en el espacio de los movimientos, de los gritos y de los gestos; el<br />
sentido de las necesidades plásticas, una abundancia de Impresiones,<br />
todas más ricas las unas que las otras." 7<br />
Resulta evidente que en esas condiciones el texto entra en simbiosis con<br />
el universo cinético y que, en lo tocante a su relación con la música, será<br />
prácticamente imposible extraerlo de su cuerpo gestual sin alterar el<br />
conjunto expresivo.<br />
Los textos producidos por los informantes indígenas a partir de instancias<br />
gestnales de elocución no serán generalmente sino fragmentos lingüísticos<br />
de un tejido ¡nterscmióilco que formó, una vez, una totalidad al nivel de su<br />
expresión global. El texto transcrito después entrañará solo el eco apagado<br />
de uno de esos fragmentos.<br />
3-3.8 La gesticulación dlonlsiaca<br />
En su ebriedad cinética, la gesticulación dionisiaca arrastra el flujo de las<br />
palabras que lleva. El gesto desordenado induce a la palabra a desertar de sus<br />
estructuras significantes y a despojarse de su musicalidad sugestiva Al<br />
vértigo gestual se agregan la disonancia musical y el caos lingüístico. Es así<br />
como el hombre se desliza poco a poco a través de este amorfismo expresivo.<br />
gracias a esta anestesia carnavalesca, hacia una feliz ataraxia que ofrece la<br />
proximidad de la inmanencia.
SUSTANCIA DE LA EXPRESIÓN ORAL<br />
Resulta evidente que los léxica que emanaban de estas Instancias dionisbcas<br />
de elocución, si es que fueron escuchados y transcritos, debieron<br />
parecer a los religiosos españoles, según la expresión de Saliagún: Un<br />
bosque o arcabuco breñoso que en esto tierra él (el demonio) urdió...'"<br />
Ya sea en la<br />
el verbo se encuentra íntimamente unido al gesto. En el primer caso, ambos<br />
se integran en las categorías de correlaciones sintácticas o paradigmáticas<br />
donde el gesto se somete al verbo en el acto de comunicación. En las otras<br />
dos instancias, el verbo y el gesto hacen cuerpo sin que se pueda desvincular<br />
uno u otro del conjunto expresivo. Mediremos entonces cuál pudo haber<br />
sido la belleza formal de ciertos textos aztecas que recogieron los religiosos<br />
y que se presentan a nosotros hoy en su herida desnude/, sobre el frío<br />
pergamino.<br />
3.4 1.a prolongación de los gestos<br />
U>s gestos no se limitalnn a los movimientos dinámicos
V
o de piedra preciosa, /Muíase también unas orejeras de oro en<br />
las orejas; poníase al cuello un collar de piedras preciosas de<br />
diversos géneros, ¡xmíase en tas muñecas unas ajorcas o<br />
sarlalejos de piedras preciosas de chalchihuites o turquesas;<br />
también se ponía en los brazos y en los morcillos unas ajorcas<br />
de oro y un brazalete con un plumaje que sobrepujaba la<br />
cabeza y otro ¡Aumaje en la mano, cubríase de mantas ricas<br />
añudadas sobre el hombro, /muíase unos ceñidores muy ricos<br />
que ellos llaman maxtla que sirve de ctnla y de cubrir las partes<br />
vergonzosas.'*'<br />
Ksta larga descripción de la vestimenta que nos hace Sahagún, y que se<br />
encuentra también en el texto náhuatl correspondiente, hasta para mostrarnos<br />
lo que pierden en magnificencia los trajes cuando su descripción nos<br />
llega por mediación del verbo. Así como la pintura corporal, los diferentes<br />
elementos que componen el traje de los cantores, danzantes o actores<br />
aztecas se articulan sobre una (luición simbólica primera. Muchos están<br />
relacionados con los atributos indumentarios de los dioses representados.<br />
otros revelan un simbolismo más oscuro, diluido en la red de connotaciones<br />
de la cultura náhuatl.<br />
El traje contiene con frecuencia caracteres predicativos de cualidades<br />
específicas que desencadenan la acción o permiten identificar el o los<br />
personajes. Sobre el cuerpo de un danzante, es un verdadero jeroglifico<br />
Bordado con un cierto número degestos, de signos misteriosos<br />
que corres/muden uno no sabe a qué realidad fabulosa y<br />
oscura (...) hay algo que participa del espíritu de una o/Kraclon<br />
mágica en esta Intensa liberación de signos contenidos<br />
primero, y luego lanzados al aire. Un hervor caótico extrañamente<br />
ordenado crepita en esta efervescencia de ritmos<br />
pintados.''"<br />
El traje de los aztecas en las diferentes instancias del espectáculo es un<br />
elemento que con su ausencia afectará al verbo en el momento de la<br />
elocución posthispánica o de la lectura. En efecto, el generador corporal de<br />
poesía, privado de su matriz indumentaria, ve abonar sus gestos y expirar el<br />
aparato verbal que sugería ese atuendo. El traje recubre el cuerpo y es por<br />
medio del cuerpo como se opera la alquimia que da nacimiento al verbo.
172 VOCES DISTANTE; DE LOS AZTECAS<br />
57. H dios Payiul. avalar de Hu¡l/il
SUSTANCIA DE LA EXVMSION ORAL 1 73<br />
Se entiende sin dificultad lo que perderá la síntesis expresiva vocal cuando<br />
venga a morir en la escritura alfabética el esplendor de los trajes, el oro y las<br />
plumas, significación simbólica inmanente al personaje que ninguna mediación<br />
verbal podría reproducir sin oscurecerla.<br />
3.5 La escenografía<br />
Traje de la obra, como deeia I-ouis Jouvet. la escenografía puede ser<br />
considerada como matriz de comportamiento escénico. En efecto, así como<br />
la vestidura inducía el comportamiento gestual y verbal del cantor, la<br />
escenografía -es decir, el conjunto de la estructuración espacial que envuelve<br />
y determina el espectáculo- va a reforzar esta inducción primera.<br />
Ij escenografía es. en la instancia de elocución de los textos, anterior a<br />
todos los otros elementos que integran la fiesta.Se trata, de hecho, del<br />
templo o de los recintos sagrados, de los lugares naturales como los montes,<br />
los manantiales, los ríos, los lagos que esconden un dios invisible. Aun<br />
cuandoesté adornada, decorada, embellecida, generalmente la escenografía<br />
no se crea para la elocución sino que le prccxlstc:<br />
Cuando llevaban estos niños al sacrificio Iban en hombros y<br />
Hieras muy enramadas y compuestas de flores y rosas; y de ellos<br />
ecluiban en esta ciudad de México en el remolino de la laguna<br />
y los oíros llevaban al desierto y monte de Coatépec a hacer de<br />
ellos el ordinario sacrificio. Llevábanlos con mucha música asi<br />
de Instrumentos musicales como de cantos y de himnos hechos<br />
y compuestos para aquel propósito.' 9 '<br />
I j escenografía Influye de manera determinante en otros elementos de la<br />
síntesis del espectáculo. Los artistas aztecas podían a veces escoger entre los<br />
diferentes cuadros existentes el que más convenía a la elocución de la obra.<br />
.No olKtante, recordemos que los dctemiinismos socio-religiosos eran demasiado<br />
potentes para permitir una verdadera selección funcional de la escenografía<br />
a partir del texto. En cieno modo, el texto nace aquí de la escenografía<br />
Inmutable. Hay una predeterminación del personaje y una inducción del<br />
movimiento rítmico a partir de la escenografía. Habría que intentar un<br />
estudio del efecto sinestésico de la arquitectura y la escultura aztecas para<br />
entender mejor las relaciones dialécticas que unieron las configuraciones<br />
geométricas de las pirámides, la proyección es|>acial de las estatuas y la<br />
sinuosidad de los cuerpos que bailan y cantan. Al nivel de la recepción, habrá
que subrayar también la integración relativa de los espectadores-participan<br />
tes en el espectáculo, y la unión colectiva que se obtiene gracias a la<br />
configuración espacial del lugar de la fiesta.<br />
58. Sacrificio glai llaroito (luíante la fiesta<br />
Xauhollln.<br />
Una vez mis. será decisiva la ausencia de la escenografía funcional que<br />
caracteriza la recuperación de los textos. La supresión de la presencia<br />
arquitectónica inductiva afectara al texto total, no sólo al nivel de los<br />
dcíctlcos. sino sobre todo por la eliminación de su espacio circunstancial<br />
mente estructurante.<br />
3.6 La música y el texto<br />
Para poder apreciar el valor y la funcionalidad de la música náhuatl en su<br />
preñado de sentido mucho antes de que su estructuración periódica la<br />
distinguiera del ruido.<br />
(xntfuso. Indistinto, anárquico, pobre, pero /miente es el ruido<br />
del mundo, o el ruido de la emoción con la voz y el gesto.<br />
Ordenado, distinto y rico pero por si mismo impotente, potente
SUSTANCIA DE LA EXPRESIÓN ORAI. 175<br />
solamente por medio de la significación es el sonUlo de la<br />
palabra. Distinto, ordenado, rico y potente por si mismo es el<br />
mundo de los sonidos musicales.'"<br />
l-J concepto abstracto de música, tal y como lo entendemos hoy en día,<br />
no existe en el México prchispánico. El termino náhuatl correspondiente,<br />
cuicatl,
saztccas,"*unavezque Quetzalcóatl hubo<br />
ios huesos en el mundo dr los muertos.<br />
lo instó a soplar en su caracol:<br />
Caye cualli tlaxoconpitza in motéceiz... amo ma coyonqui in<br />
itéceiz. Siman ye quínnotz in ocuilme quicocoyonique niman<br />
ye ompa calaqui in xtcotin in pipiolme niman ye quipina<br />
quihuállac in Mictlanlecuhtll..."'<br />
"Está birn, ¡sopla en tu caracol! Pero su caracol no tiene agujeros;<br />
luego llama a los gusanos para que le hagan agujeros, luego los<br />
abejorros y las abejas entran en su caracol, luego sopla y el señor<br />
Si las penitencias de Quetzalcóatl crean al hombre en su aspecto fiMológico,<br />
al soplar en su caracol fecunda musicalmente su espíritu. Mientras el<br />
soplo del dios cristiano es viento, el del demiurgo Indígena es música.<br />
3-6.1 Ruido y música<br />
En tiempos prehispánicos. el hombre se sitúa culmralmente en un estado de<br />
inmanencia con el mundo, por lo que la música no se distingue con claridad<br />
de un registro sonoro más amplio que incluye todos los ruidos. Estos son la<br />
manifestación sonora de distintas entidades naturales quecl hombre buscará<br />
reproducir para agradar a los dioses o para Inducir mágicamente fenómenos<br />
naturales como la lluvia, la fecundidad, etc. Están vinculados por analogía<br />
con las diversas manifestaciones de la naturaleza y los efectos que producen.<br />
Un bastón lleno de semillas induce la lluvia, el silbido evoca a Ehécail<br />
Quetzalcóatl, etcétera.<br />
Así como tienen que proveer el templo dr leña e incienso para el fuego<br />
sagrado, y realizar autosacríficios penitenciales, los sacerdotes deben producir<br />
continuamente efectos sonoros que constituyen una ofrenda al dios.<br />
Velaban con muchas hogueras de fuego que hacían y bocinas<br />
y cuernos que tañían haciendo gran estruendo y ruidos con<br />
estos instrumentos.''"'
entre los reyes, y los caracoles se hacen oír en los momentos cumbre del<br />
ritual. En la variante gladlaloria del sacrificio, por ejemplo, unos efectos<br />
la herida de la víctima:<br />
Mas empero, como el uno estaba armado y el otro, desnudo, y<br />
el otro tenía su espada de filos, y el otro de solo palo, a pocas<br />
vueltas, le hería o en la pierna, o en el muslo, o en el brazo, o en<br />
la cabeza y así, luego en hiriéndole, tañían las bocinas y<br />
tullas y el preso se dejaba caer.<br />
■ por si mismo, por su üml<br />
.-o-musical estructurado. Ei<br />
a los tobillos o a 1<br />
tañen. Lo visual, lo rítmico y lo:<br />
de sentido estético-ritual.<br />
Consideremos ahora, aunqu<br />
de que disponían los aztecas para esculpí<br />
inconfundible<br />
lo sonoro su presencia<br />
3.6.2 Los Instrumentos y su función<br />
Chlcahuaztli<br />
acá ritualen forma de bastón que se golpea ce<br />
a sonaja con mango largo, ahuecado, provista
agua. Se utilizaba en la danza llamada llanaltua, durante la fiesta Táxcall. así<br />
como en el transcurso de los ritos mortuorios para los guerreros.<br />
Tabla<br />
Idiófono de golpe directo con placa de percusión independiente. Es una<br />
pieza de madera, ya sea maciza o hueca (canoa), sobre la cual se baila.<br />
produciendo los sonidos por percusión con los pies.<br />
Tcponaztll<br />
Tambor horizontal hecho con un tronco ahuecado. la parte superior está<br />
deprimida en forma de 11. Se tañe con baquetas con punta de hule (óimailt).<br />
A veces se le agregaban resonadores de tecomate. Lo encontramos en<br />
prácticamente todas las Tiestas y en instancias de elocución de textos. Ix>s<br />
guerreros lo utilizaban además en la guerra como medio para comunicar las<br />
órdenes en las batallas.<br />
61. Teponaztli conservado en el Musió Nacional<br />
de Antropología.<br />
Ayotl<br />
Idiófono de golpe directo, hecho de caparazón de tortuga, con un fuego<br />
de dos placas de percusión.<br />
Percutor de concha de tortuga que se tañe con astas de venado, huesos de<br />
caimán o baquetas talladas en madera. Se le asocia con el leccIztH. 'caracol".<br />
En los ritosfunerarios de los tiáloani. acomunaba el canto de los sacerdotes.<br />
ya que para ello no se empleaba tambor ni tc|x>naztl¡. En estos funerales<br />
iban un tañedor, un bailarín y un carpintero, quien labraba los instrumentos<br />
musicales.<br />
Oyahualll o coyolll<br />
Idiófono de golpe indirecto |x>r sacudimiento. Cascabeles de metales<br />
preciosos con conchas, semillas o bolitas de barro en su interior. Esta
SI:STANCI.\ DE LA KXPRKSION ORAL 179<br />
designación abarca aquí desde los recipientes pequeños liedlos de cobre<br />
con una pequeña cuenta del mismo material que produce el sonido al<br />
chocar, hasta los sartales o collares de concitas, cuentas, capullos secos de<br />
mariposas)' otros materiales, que al chocar entre sí producen sonido. Suelen<br />
ponerse en brazos y piernas para reforzar el ritmo de la danza. Asimismo<br />
incluye atavíos, capas o faldas, con sartales de conchas y caracoles.<br />
Ayacachtll<br />
Maraca o sonaja. Recipiente que contiene cuentas. Se sacude por medio<br />
de un mango de madera o hueso. Comúnmente eran frutos de guaje llenos<br />
de semillas, piedras o bolitas de barro cocido. También se hacían tejidas de<br />
petatillo, adornadas con plumas y papeles de colores. Su forma clásica es<br />
una esfera de barro con múltiples perforaciones y con un número específico<br />
de cuentas en su interior: en un extremo se ataba el mango y en el otro<br />
un remate adornado.<br />
TKmaltl<br />
Incensario de cerámica que consiste en un recipiente prolongado horizontalmentc<br />
como mango y que al moverse produce el sonido.<br />
Omlchlcahuazüi<br />
Hueso dentado y tallado transvcrsalmentc: se tocaba con otro hueso,<br />
cuerno o piedra pulida. Su sonido se amplifica tocándolo sobre un cráneo o<br />
calabaza hueca. En el Códice Viena, aparece Quctzalcóatlcntonandocl triste<br />
canto de lulo, Miccacuícatl, y portando un omichUahuazlll que descansa<br />
sobre la calavera que le sirve de resonador.<br />
Tambor vertical hecho con un tronco ahuecado, provisto de una<br />
membrana o pirl restirada sobre el extremo superior Se toca con las<br />
manos y se afina con un bracero introducido en la parte inferior del<br />
lil huehuetl fue compañero del teponazüt desde que. según el mito,<br />
ambos accedieron a vivir entre los hombres para elevar sus cantos a la casa<br />
del sol. Juntos formaron una dualidad que parece repetirse entre el<br />
hullacaplzlli y el tlapilzalli (los dos tipos de flauta que rompía el personificador<br />
de Tczcailipoca). Aunque la madera preferida para la construcción<br />
de este tamlmr vertical era la del ahuéhuetl (sabino), también se usaban<br />
Se tañía comúnmente con las manos, produciendo dos sonidos diferentes<br />
y podía, como el leponaztli, llevarse en procesiones y ofensivas militares<br />
para animar los movimientos o dirigir la batalla.
TlapiczaUl<br />
Dmbre genérico aplicado a los instrumentos de aliento. Se le lia iraduci-<br />
)mo (lauta, chirimía, pito, corneta, trompeta, caracol, silbato o ¡asintió<br />
agudo. Su sonido se utilizaba para señalar las horas de los deberes<br />
Silbato<br />
Aerófono de soplo verdadero, de filo o nauta con canal de insuflación, i<br />
aeroconducto muy pequeño. Piezas de carrizo o harro que tienen cnibc<br />
;a la cual el aire es dirigido en contra de la ventana cortada, producid
181<br />
Caracoles y cornetas<br />
Instrumentos para indicar las horas, señales para el sacrificio entre los<br />
tlaxcaltecas.<br />
Los aztecas usaron este mismo tipo de trompeta; lo vemos en el Códice<br />
florentino. Nótese que casi siempre son representadas en parejas, como si<br />
esta modalidad obedeciera a alguna costumbre o simbolismo. Al duplicar los<br />
caracoles reforzaban sus sonidos y los hacían mucho más terroríficos.<br />
Entre las cometas prchls pinteas y las trompetas no existe una diferenciación<br />
definida. Los cronistas usaban indistintamente ambas denominaciones.<br />
En términos generales, el sonido se produce por vibración de los labios. El<br />
instrumento tiende a una forma curva y cónica.<br />
Los recursos humanos<br />
Gibe añadir a estos instrumentos musicales el cuerpo mismo del hombre<br />
que golpeaba con las manos y los pies, silbaba con la ayuda de sus dedos.<br />
ejecutaba variados ruidos con su lengua y su boca, sin olvidar este instnimcn<br />
to tan dúctil que es la voz.<br />
3.6.3 La melodía y el ritmo<br />
Kl ritmoes esencialmente cadencial; se arraiga en la motricidad profunda del<br />
hombre y los ritmos naturales que lo rodean. Para el azteca, a los ritmos<br />
naturales del viento, del agua, de la lluvia que cae, del trueno, se aunan los<br />
ruidos de la guerra: el choque de las armas, el zumbido de las flechas; los<br />
distintos ruidos domésticos: los de la molienda del maíz sobre el metate, el<br />
crepitar del fuego, el ruido seco de las manos modelando las tortillas, así<br />
como el ritmo de las penitencias y de los gestos que le son propios cuando<br />
las espinas, huiztll. penetran la carne del penitente o cuando el pedernal<br />
sangra el cuerpo. Estos distintos ritmosse funden en el dinamismo profundo<br />
de su cuerpo para formar la estructura cadencial propia de los pueblos<br />
nahuas que manifiesta la naturaleza particular de su presencia en el mundo.<br />
La estructura vivida de (odo ritmo reposa, según F.mcsi Anscrmet, sobre<br />
la articulación de dos tempi diferentes: el lem/m existencial, específicamente<br />
motor, que es el que acabamos de describir, y el tempo melódico, de<br />
naturaleza neumática, que preside el despliegue del gesto musical en un<br />
espacio-tiempo de sueño e Imaginación." 10<br />
Un juego se establece entonces entre los dos tempi y engendra<br />
unapluralidaddeeslructurasrítmlcascomplejas:Silacadencia
182<br />
melódica desarrolla una duración larga, que se despliega<br />
ampliamente sobre un fondo de molrlcldad existeticiai, leñemos<br />
la esencia canto... la duración légaña de alguna manera<br />
a la molrlcldad. Por el contrario, si la cadencia melódica<br />
adopta un lem/m más rápido que el de la cadencia existencia!,<br />
la molrlcldad esta fez pasa al primer plano y la estructura<br />
rítmica bascula entonces totalmente del lado de ¡o vivo, es la<br />
esencia danza.' 1 "<br />
lisia üisiinciúii hecha por el eminente director de orquesta Emest<br />
Ansc-rmct, y transmitida por Hnymond Court, es muy pertinente en lo que<br />
concierne a la oraliriad náhuatl De hecho, situándose siempre funcionalmente<br />
en circunstancia musical y dancislica de elocución, la dicción de los<br />
textos y su configuración dependen en gran pane de la estructura musical<br />
que los soporta.<br />
En el caso de la esencia canto donde la cadencia melódica se impone al<br />
ritmo, el sentido de las palabras, su sonoridad, tienen tiempo para afirmarse<br />
y exhibir su belleza. FJ alejamiento relativo del nivel melódico de su base<br />
rítmica da una cierta autonomía a un texto donde las palabras juegan de<br />
preferencia con el linihrc, la altura y la intensidad de los sonidos; pero<br />
también ron la sintaxis y más generalmente con un acervo gramatical y<br />
estilístico propiamente verbal. 1:1 canto se desarrolla sobre un fondo rítmico<br />
que permite a un significado último integrarse en el conjunto expresivo.
183<br />
Con la esencia danza, el texto se desliza progresivamente hacia los<br />
dominios de la motricidad donde el lenguaje debe someterse a los determinismos<br />
rítmicos. 1.a frase y la palabra están subordinados al ritmo, lo que<br />
conlleva verosímilmente alteraciones estilísticas inevitables como apócopes,<br />
aféresis, sinéresis, diéresis en la dicción y. en lo que concierne a la<br />
oración, anáforas y anacolutos entre otras.*"<br />
1:1 ritmo de la motricidad ejerce una cierta tiranía sobre el texto oral, lo<br />
obliga a menudo a romper su orden sintáctico y a someter sus diferentes<br />
secuencias, ya sea al nivel de la historia o al nivel del discurso, al patrón<br />
rítmico impuesto por el teollamacazqul, o al ritmo propio del cantante/<br />
En el caso muy particular de los cantares que preceden el sacrificio, es<br />
muy probable que la música rectora de las previas evoluciones dancísticas<br />
de la víctima y de sus acompañantes haya reproducido en el mundo de los<br />
sonidos la neutralización mutua del eros y el láñalos. En este contexto, el<br />
aliento melódico y la motricidad se nulifican. 1.a petrificación de la línea<br />
melódica y la mecanización de los ritmos conducen a la neutralidad salmo<br />
dica donde se endurece lo apolíneo y se fija lo dionisiaco. [a duración de la<br />
esencia canto se vuelve eternidad mient rasque el ritmode la esencia danza<br />
se reitera en un mismo y perpetuo movimiento la salmodia diluye los<br />
colores sonoros de la oralidad náhuatl en el acromatismo del sacrificio y<br />
labra, en la sustancia de los ritmos y de los sonidos, el vacío de lo sagrado letal.<br />
Hay. según Rayraond Coun. una doble (mlaridad de la música: una que<br />
es (le tipo adagio y caula, la otra que es de Upo allegro y balla. w<br />
Prolongando el paralelismo que hemos establecido con la terminología<br />
niet/scheaiía. diremos que la esencia canto de la elocución músico-vocal<br />
náhuatl es mas específicamente apolínea, mientras que la esencia danza<br />
3.7 La danza<br />
Bit el origen era la da tiza y la danza estaba en el ritmo y el ritmo<br />
era la danza...*"<br />
Como señalamos en otro capítulo, la luz dr la conciencia que caracteriza<br />
al hombre como tal está profundamente arraigada en las tinieblas fisiológicas<br />
del cuerpo, el cual funge en última instancia como la dimensión humana más
accesible de la dirusa Intimidad primordial. A lo largo de un lento proceso<br />
evolutivo, la conciencia se arrancó relativamente a la gravedad fisiológica<br />
hasta llegar a tener en nuestras sociedades occidentales de hoy una peligrosa<br />
autonomía.<br />
En el México prcliispánico, la hipertrofia intelectiva que altera el justo<br />
equilibrio entre el espíritu y el cuerpo es un mal que los indígenas buscan<br />
conjurar mediante el reciclaje periódico de los valores prométeteos de la<br />
inteligencia en la sustancia del cuerpo. 2 "' De hecho, como observamos<br />
anteriormente, la verdad náhuatl, nelli, se encuentra en la raíz: nethuáyotl<br />
(.nel-ltuáyott). y todas las elucubraciones de la mente deben redimirse<br />
periódicamente en la verdad del cuerpo.<br />
Por lo tanto, en el México prehispánico, la expresión corporal tendrá un<br />
papel de primer orden en el enjambre semiólico del ritual asi como en la<br />
hipóstasis expresiva del cutcatl. Más allá del aparato gestual que ya evocamos,<br />
la danza constituye la sublimación cinética de la oralidad de los aztecas.<br />
En un mundo donde los cinco sentidos del hombre se movilizan todavía en<br />
la percepción, donde el espacio está preñado de significado potencial, la<br />
danza es un medio imprescindible de animación apolínea o de difusión<br />
:a del hombre en el cosmos.
Resultaría vano el intento de rastrear, a través de los documentos disponibles.<br />
las distintas modalidades coreográficas que brotan de estas dos<br />
tendencias esenciales. Nos conformaremos con describir los géneros dancísticos<br />
que las ilustran: el macehualtztti y el nétollliztli:<br />
l:n esta lengua deAnáhuac, la danza o baile Heneaos nombres:<br />
el uno es macchuallztli, y el otro nctoiiliztlL Usté postrero quiere<br />
decir propiamente baile de regocijo, con que solazaban y<br />
tomaban placer los Indios en sus propias fiestas, asi como los<br />
señores y principales en sus casas y en sus casamientos. Y<br />
cuando asi bailan y danzan dicen nctotilo: "bailan o danzan';<br />
nétotillztli: "baile o danza'. El segundo y principal nombre de<br />
la danza se llama macchualiztli. que propiamente quiere decir<br />
"mereclmletilo;tmcchui\o quiere decir'merecer". Tenían este<br />
baile por obra meritoria, ansí como decimos merecer uno en<br />
las obras de caridad, de penitencia, y en las otras virtudes<br />
hechas por buen fin. De este verbo macchualo viene su compuesto<br />
tlamacehualo, por 'hacerpenitencia o confesión", y estos<br />
bailes más solemnes eran hechos en las fiestas generales y<br />
también en las particulares de sus dioses, y hacíanlos en las<br />
La distinción que establece Motollnia enl<br />
liztti como bailes respectivamente de •merecimiento" y de "regocijo<br />
aplica |x)r supuesto a la danza tal y como la<br />
del siglo XVI. cuando el,ge;ierarforsociorcl¡g¡oso prchispánico ha dejado de<br />
funcionar. Más que oponer un baile religioso a otro supuestamente profano<br />
(noción desconocida en el México antiguo), nos parece pertinente distinguir<br />
una danza espectacular estructurada formalmente como ofrenda a los<br />
dioses (maceluuillztli) de otra en la que el gozo, es decir, el placer de los<br />
sentidos, arrastra a la colectividad en una ebriedad motriz.<br />
A veces se usaban aluciiiógcnos para exacerbar el erecto de los ritmos:<br />
Ixi primera cosa que se comla[...) eran unos honguillos que se<br />
llamaban nanácatl que emborrachan y hacen ver visiones I... I<br />
aquellos honguillos se comían con miel y cuando ya se empezaban<br />
a calentar con ellos, comenzaban a bailar y algunos<br />
cantaban y algunos lloraban porqueya estaban borrachos con<br />
los honguillos.**
186 VOCES DISTANTHS DE IX» ATTÍCAS<br />
En una modalidad o en otra, el aiícall de los aztecas era, según la expresión<br />
de los mismos religiosos españoles, cosa muy de ver.<br />
...Queriendo comenzar a bailar, tres o cuatro Indios levantan<br />
unos silbos muy vivos, luego tocan los atabales en tono bajo, y<br />
poco a poco van sonando más. Y oyendo la gente bailadora que<br />
los atabales comienzan, por el tono de ellos entiende el cantar<br />
y el baile, y luego lo comienzan. Los primeros cantos van en<br />
lono bajo, como bemolados, y despacio, y el primero es conforme<br />
a la fiesta, y siempre le comienzan aquellos dos maestros, y<br />
luego todo el coro lo prosigue jumamente con el baile. Toda esa<br />
multitud trae los pies tan concertados como muy diestros<br />
danzadores de España. Yloquemáses, que todo el cuerpo, así<br />
la cabeza como los brazos y manos, trae tan concertado,<br />
medido y ordenado, que no discrepa ni sale uno de otro medio<br />
compás; mas lo que uno hace con el pie derecho y también con<br />
el Izquierdo, lo mismo hacen todos, y en un mismo tiempo y<br />
compás. Y cuando uno abaja el brazo Izquierdo y levanta el<br />
derecho, lo mismo y al mismo tiempo lo hacen lodos. De<br />
manera que los alábales y el canto y bailadores, todos llevan su<br />
compás concertado, y todos son conformes que no discrepa uno<br />
de otro una Jola: de lo cual los buenos danzadores de lispafta<br />
que los ven se espantan, y tienen en mucho las danzas y bailes<br />
de estos naturales, y el gran acuerdo y sentimiento que en ellos
tienen, los que andan mas apartados en aquella rueda de<br />
fuera, podemos decir que llevan el compasillo, que es de un<br />
compás luicer dos, y andan mas vivos, y meten más obra en el<br />
baile, y estos de la rueda todos son conformes unos a otros, ios<br />
que andan enmedto del corro hacen su compás entero, y los<br />
movimientos, así de los pies como del cuerpo, van con más<br />
gravedad: y cierto levantan y abajan los brazos con mucha<br />
gracia. Cada verso o copla repiten tres o ctiatro veces, y van<br />
procediendo y diciendo su cantar bien entonados, que ni en el<br />
canto, ni en los atabales, ni en el baile, sale uno del otro.<br />
Acabado un cantar [...] apenas el atabal muda el tono, cuando<br />
lodos dejan de cantar, y hedías ciertos compases de intervalo<br />
(en el canto mas no en el baile), luego los maestros comienzan<br />
otro cantar un poco más alto y el compás más vivo, y asi van<br />
subiendo los cantos y mudando los tonos y sonadas, como<br />
quien de una baja muda y pasa a una alta, y de una íUtnza en<br />
un tontrapás |...|.<br />
Desde hora de vísperas hasta la noche, los cantos y bailes se<br />
van más avivando, y alzando tos tonos, y la sonada es más<br />
graciosa, que parece que llevan un aire de los himnos que tiene<br />
el canto alegre. Los atabales también van subiendo más; y<br />
como la gente que baila es mucha, óyese gran trecho, en<br />
especíala donde el aire lleva la voz. y más de noche atando todo<br />
está sosegado, que para bailar en este tiempo proveían de<br />
muchas y grandes lumbres, y cierto ello todo era cosa de ver.**<br />
67. Festejos en la elección de Acimapioliüi.
188 VOCHS DISTANTES DE LOS AZTECAS<br />
El umblllcallsmo de la voz, el rico atuendo estilístico y fonético de la<br />
palabra, la proyección espacial del gesto generalmente sublimado en la<br />
danza, \ipresencia altamente significativa de un esplendoroso vestuario y de<br />
un maquillaje preñado de sentido cromático, los ritmos frenéticos de los<br />
tambores o el suspiro melancólico de los silbatos, toda esta orgía de<br />
potencial expresivo contenida en la fecunda matriz de un espacio sagrado<br />
constituía una sustancia en la que los aztecas esculpieron formalmente su<br />
presencia oral en el mundo.<br />
De esta profusión semiótica, los manuscritos españoles conservaron<br />
exclusivamente el elemento verbal, empobrecido además porlos avalares dr<br />
la recopilación y de la transcripción alfabética. A partir de un simple<br />
manuscrito, será preciso intentar reconstituir, mediante la imaginación, la<br />
riqueza espectacular de la oralidad mexicana precolombina.
CAPÍTULO 4<br />
FORMA DE LA EXPRESIÓN ORAL<br />
Todo es forma. La vida<br />
misma es una Forma.<br />
Ix>s planteamientos antropológicos que establecimos en el primer capítulo<br />
de esta segunda parte se revelan imprescindibles para poder apreciar<br />
adecuadamente la expresión oral de los aztecas en su marco operativo<br />
prchispánico. De hecho, los estudios realizados hasta hoy partieron siempre<br />
de postulados literarias occidentales que no tomaban en cuenta la funcionalidad<br />
de la oralidad náhuatl en los procedimientos culturales de adaptación<br />
del indígena al mundo.<br />
La perspectiva generalmente adoptada consideraba la literatura náhuatl<br />
a partir de una cómoda c indiscutida inserción en la
190<br />
La forma de la expresión oral náhuatl manifiesta con claridad este vinculo.<br />
La versión alfabética de los textos orales, ellos mismos partes constitutivas<br />
de una obra vocal que trasciende la palabra en una profusión expresiva, da<br />
a veces una idea bastante pobre de lo que pudo haber sido una instancia<br />
espectacular de expresión oral, pero representa el único corpus a partir del<br />
cual intentamos reconstituir, a la manera del arqueólogo, la literatura de los<br />
Duscaremos en este capítulo rcubicar fuiícionalmentr una expresión oral<br />
extraviada en los manuscritos, y trataremos tic caracterizarla en su xspecto<br />
formal, obviamente a nivel genérico puesto que la particularidad de cada<br />
elocución j>crmaiiece inaccesible, no sólo por las limitaciones que implican<br />
los escasos dalos que proporcionan las fuentes a este respecto, sino también<br />
por el hecho de que una instancia de expresión oral está siempre formalmente<br />
vinculada con el espacio tiempo preciso en que se realiza.<br />
4.1 La forma y los géneros en las fuentes<br />
La estructuración lingüística del tcxtotal y como se presenta en los manuscritos<br />
no da una idea muy justa de lo que pudo halxtr sido, formalmente hablando,<br />
una obra oral náhuatl.<br />
Como ya vimos en la primera parte de este trabajo, el receptor gráfico que<br />
engulle la oralidad y la tritura en sus engranajes categorialcs específicos.<br />
altera de modo inevitable su forma. Debemos sin embargo considerar el<br />
corpus que proveen las fuentes antes de intentar esbozar, según los patrones<br />
culturales precolombinos, los contornos formales de los géneros literarios<br />
náhuatl.<br />
ron los españoles a través de los manuscritos:<br />
a) Lo que se describe mas no se consigna por falta de la herramienta<br />
gráfica correspondiente, como los rituales o los bailes.<br />
b) Lo que está transcrito y constituye por lo menos la parte verbal de una<br />
obra vocal.<br />
4.1.1 Lo que está descrito<br />
A través de su descripción, llegamos a conocer a grandes rasgos muchos<br />
rituales prchispánicos y, más específicamente, el desarrollo cronológico de<br />
sus panes constitutivas. En raras ocasiones se establece el significado<br />
profundo del ritual o se describen con detalles la escenografía propia del
KORMA nt: EXTRUSIÓN ORAL 191<br />
lugar y el comportamiento global ilr los adores. No podemos, por lo tanto.<br />
distinguir los rituales más que por su predicado temático: el dios al que<br />
conciernen, el efecto mágico buscado, etc.. lo que. hablando de la estructura,<br />
es relativamente poco pertinente.<br />
Al observar a los indígenas en las fiestasreligiosas cristianas, los frailes<br />
españoles pudieron corroborar datos que les habian proporcionado sus<br />
informantes.<br />
Los aztecas tenían dos modalidades esenciales de baile: el macehualiztti,<br />
una danza hicrálica de tipo apolíneo, y el nélotitiztli. ebriedad psicomotora<br />
de tipo dionisiaco. liste dato de suma importancia jxira la apreciación de la<br />
oralidad náhuatl es subrayado por Motolinía, quien proporciona una clara<br />
definición de ambos géneros dancísticos que ya enunciamos ames.**<br />
4.1.2 Lo que está transcrito<br />
En su afán de conocer la civilización indígena, los religiosos españoles<br />
surcaban el patrimonio cultural náhuatl y se interesaban en lodo cuanto<br />
veían. Sin embargo, como vimos anteriormente, tenían preparada una<br />
minuta (cuestionario) cuya estructura correspondía a la visión occidental<br />
del mundo y por lo tanto no estaban en condiciones de recibir lo que<br />
desconocían. Además su acercamiento era ante todo cognoscitivo, por lo<br />
cual buscaban contenidos, informaciones sobre la cultura vencida.<br />
En esic contexto, la recopilación se centró naturalmente en los géneros<br />
expresivos donde predominaba la palabra (tlátolll). Se identificaron<br />
cuentos, mitos, adagios, encantamientos, adivinanzas, así como los famosos<br />
huehueUatolli cuyos moldes retóricos iban a servir a los frailes para<br />
En lo que concierne a los cantares, cuícatl, la distinción formal tal y<br />
como aparece en los manuscritos es mucho más caótica. En efecto.<br />
criterios heterogéneos presidieron la clasificación de los cantares: según<br />
el lugar o la modalidad expresiva del lugar (.Chalcáyoll, Huexotzincáyotl:<br />
al estilo de Chalco o de Hucxoiziitco). el tema (la angustia, la mujer, la<br />
guerra, las flores), la finalidad (de dioses o de placer), el ritmo (de<br />
lepmiazllf). y al finalel famosoxochicuícatl, canto florido, omnipresente<br />
pero nial definido funcionalmente. lista confusión taxonómica dentro de<br />
una recopilación verdaderamente enciclopédica, como lo son los<br />
de la Sueva España, no deja distinguir con claridad los mecanismos<br />
funcionales de los cantares.
192<br />
4.1.3 l-o que no está<br />
La música, los gestos, los colores, la danza, y la presencia física característicos<br />
de una instancia náhuatl de expresión oral, si bien se puedendescribir<br />
en términos generales, no es posible transcribirlos de manera que se<br />
fundan con el texto para constituir una totalidad semiótica. Por otra parte,<br />
cuando los nítidos contornos apolíneos de un cantar se horraban y<br />
nulificaban todo contenido aprcliensiblc tuilmcntc, cuando la<br />
forma se volvía sustancia, los españoles se alejaban o prohibían lo que<br />
consideraban obra del diablo.<br />
4.2 La sustancia y la forma<br />
Como señalamos con anterioridad a la par con Bachclard. la sustancia<br />
manda sobre la forma o por lo menos la antecede, puesto que si bien<br />
podemos imaginar una sustancia sin forma (percibida ciilturalmcntc como<br />
los relaciones que vinculan la sustancia y la forma en el contexto cultural<br />
náhuatl precortesiano son determinantes para una justa apreciación de la<br />
obra vocal. Existe de hecho una verdadera osmosis entre la estructuración<br />
formal de la expresión y el elemento sustancial del que se desprende. El<br />
escalpelo apolíneo de los aztecas da una forma a la materia, pero de tal<br />
manera que la ponderación sustancial del mundo está siempre presente en<br />
la obra. Basta ver los edificios piramidales y las esculturas aztecas para sentir<br />
la importancia de la materia en la expresión estética.
HORMA DE EXPRESIÓN ORAL 193<br />
Otro rasgo Importante de la cultura náhuatl, y que confirma la preponderancia<br />
de la densa materia sobre la apariencia formal más volátil, es el<br />
principio de metamorfosis. Los dioses nalitias permanecen inasibles bajo<br />
sus distintas manifestaciones naturales, animales o vegetales. la víctima de<br />
un sacrificio se confunde con el dios o con la diosa que encama según el<br />
mismo principio que localiza en la sustancia la unidad fundamental del ser.<br />
El mito cosmogónico de la creación del sol, por ejemplo, consagra en el<br />
personaje de Xóloü la metamorfosis como modalidad del existir después de<br />
haberse echado al fuego, Nanahuatzin y Tccdztécatl. el so) y la luna,<br />
aparecen en el délo, pero permanecen Inmóviles. Entonces...<br />
...El Aire se encargó de malar a todos los dioses y matólos; y<br />
dicese que uno llamado Xólotl rehusaba la muerte, y dijo a los<br />
dioses: 'Oh dioses, ¡no muera yo!'<br />
Y lloraba en gran manera, de suerte que se le hincharon los<br />
ojos de llorar)' cuando llegó a él el que mataba echó a huir y<br />
escondiéndose entre los maizales convirtióse en pie de maíz,<br />
que tiene dos canas, y los labradores le llaman xólotl;y fue visto<br />
y hallado entre ¡os pies del maíz; otra vez echó a huir y se<br />
escondió éntrelos magueyes, y convirtióse en maguey que tiene<br />
dos cuerftos que se llama mexólotl; otra vez fue visto, y ecJtó a<br />
huir y metióse en el agua, y hízose pez que se llama axólotl, y<br />
de allí le tomaron y le mataron. '"><br />
Ademas del principio de metamorfosis, la dualidad y los cuatro elementos<br />
sustanciales (fuego, aire, tierra y agua) son evocados paradigmáticamente<br />
aquí a través de la gesia mítica.<br />
Subrayemos también, en términos psicoanaliticos. la regresión intrauterina<br />
que representan las distintas metamorfosis de Xóloü. Éste se transformó<br />
sucesivamente en caña de maíz, símbolo solar y existcncial por excelencia:<br />
en maguey, cuyas connotaciones dionLsiacas (pulque) son claras. Por fin. en<br />
forma de ajolote (curioso anfibio, y no pez, originario de México) se<br />
reintegra a las aguas del origen. la metamorfosis es de hecho aquí una<br />
verdadera anamorfosis, en busca de la forma o mejor dicho, de la difusión<br />
Informe primordial.<br />
La forma brota de la materia según un desarrollo orgánico que engendra<br />
por repetición y transformación su propio espacio-tiempo."' Ame todo, el<br />
hombre percibe la forma en el universo mediante la reiteración de una<br />
miKlalidad específica: los montes, los árboles, las flores, lasaves. los jaguares.
etc., en el espacio natural, las estaciones, los punios cardinales, los ciclos<br />
temporales solar, lunar o venusino en el espacio-tiempo cósmico.<br />
La primera nansfonnación que opera el hombre es, como vimos, la<br />
mimesis camaleónica que, aunque busca una difusión en la totalidad<br />
natural, se afirma mediante un comportamiento formal específico. Al<br />
buscarser comoelrmindo,nopudicndo ya ser el mundo, el hombre define<br />
una forma que un día será llamada teatro. La percepción de las formas<br />
naturales cambiará paulatinamente y su transformación por una conciencia<br />
más trascendente cada día fortalecerá las formas estéticas no sólo en el<br />
ámbito de la mimesis sino también en las modalidades narrativas y poéticas<br />
de la expresión.<br />
4.3 Arborescencia genérica de la expresión oral<br />
La palabra género entraña etimológicamente la idea de génesis: el genero<br />
es lo que nace y se multiplica por filiación a partir de un origen. Según la<br />
complejidad de las sociedades y los factores históricos, esta proliferación<br />
genérica se acentúa articulándose sobre parámetros axiológicos o categorías<br />
que varían según los pueblos, perecí principio motor no deja de scrclmismo<br />
en todo lugar y tiempo: la filiación, principio temporal que une entrañablemente<br />
la identidad y la distinción, rige la sistematización genérica.<br />
lisia sistematización, tan preciada para las memes analíticas contemporáneas,<br />
tiene en el contexto náhuatl prchispánico un valor que trasciende los<br />
límites taxonómicos y clasificatorios. En efecto, si la ft
KOK.MA l)K EXPKHSION ORAI. 195<br />
tiempo histórico hizo prolifrrar los géneros expresivos, el indígena náhuatl<br />
realiza (subliminalmentc o no) en cieñas instancias de canto un recorrido<br />
Involullvo hacia el origen: mediante una anamnesis psicomotora, al descender<br />
en la dimensión fisiológica de su cuerpo, se remonta (ana) mediante<br />
la memoria (mnesis). La palabra náhuatl para 'recordar" (jlnamiqui. y dimanen<br />
más arcaica elnamiqui) significa literalmente "encontrar el pecho'<br />
en su sentido mis profundo. Ahora bien, esta dimensión interior del hombre<br />
que expresa el vocablo elll se encuentra también vinculada con la tierra. La<br />
palabra náhuatl para "labrador", eltmlcqiii. revela esta flagrante analogía. El<br />
labrador, eli-micqui, es literalmente "el que maltrata el pecho", evidentemente<br />
de la madre tierra. Asimismo "olvidar" es en náhuatl Hca/iua, originalmente<br />
elcahua, es decir, literalmente "abandonar el pecho, el interior".<br />
Todo el aparato expresivo náhuatl descansa sobre este principio de<br />
recuerdo, y lo esencial de sus manifestaciones representa la conmemoración<br />
(anamnesis) de momentos pretéritos históricos o mitológicos que<br />
conducen, en última instancia, hasta el origen.<br />
IX- conformidad con las distintas hipótesis que formulamos a lo largo dr<br />
este trabajo y según los planteamientos axiológicos náhuatl tal y como se<br />
vislumbran en las fuentes, la estructura genérica que nos parece más<br />
adecuada para dar cuenta de la pluralidad expresiva de los aztecas sin perder<br />
el sentido fundamental de su filiación, es la estructura arborescente, el árbol.<br />
Además del principio de filiación, sumamente prchispánico. el árbol<br />
entraña distintos conceptos cosmogónicos de los aztecas. Como vimos en el<br />
capítulo dedicado a las circunstancias de expresión, fueron cuatro árboles<br />
los que abrieron, entre cielo y tierra, el espacio existencial humano.'" Los<br />
árboles que hunden sus raíces en la tierra madre y se elevan hacia el cielo,<br />
morada del astro padre, vinculan los principios antagónicos de tinieblas y de<br />
luz. de esencia y de existencia. Al brotar de la tierra madre, el árbol despliega<br />
en el luminoso espacio cxLstcncial su movimiento temporal. La cercanía<br />
paronomástica entre cuáhuill, "árbol", y cahuill, tiempo", quizá no sea<br />
gratuita. El árbol entraña también el principio circular del tiempo, concepto<br />
periféricas del árbol, la flor se marchita y cae al suelo. Regresa a la tierra, al<br />
origen, antes de rciniciar un largo ciclo que la llevará de nuevo un día hasta<br />
la cumbre del árbol.<br />
1.a reiteración, la redundancia y la analogía son una lógica de lo vivo que<br />
la literatura
196<br />
(entendido el término en su sentido botánico), que produce a partir de una<br />
misma matriz los petalos y los estambres," 1 obedecen los cambios proteicos<br />
de las formas expresivas de los aztecas.<br />
4.3-1 I-as raíces sodo-ontológicas de la expresión oral<br />
En el capitulo consagrado a los fundamentos antropológicos de la expresión<br />
oral, hemos establecido los vectores radicales que estructuran, en el difuso<br />
espesor socioontológlco, no sólo la expresión náhuatl sino también las<br />
primeras manifestaciones expresivas de todos los hombres. Estos planteamientos<br />
resultan imprescindibles puesto que en ellos se arraiga la estructura<br />
genérica que proponemos a continuación además de que fundamentan el<br />
sistema operativo de la literatura náhuatl.<br />
liemos arraigado en el espesor ontológico los polos correspondientes a<br />
esta situación antagónica: el rito, orientado originalmente hacia la difusión<br />
esencial; y el mito, dirigido hacia la estructuración existencial. La fricción<br />
de estos dos vectores constitutivos produjo en lo más profundo del hombre,<br />
según nos parece, una chispa, un grito mctalísico origen de la función<br />
poética, ella misma característica toral del hombre que le permite situarse<br />
más allá (metáfora) de la trágica encrucijada que représenla su presencia<br />
consciente en la tierra. 1.a función poética fecundó los paradigmas rituales
y míticos todavía estrechamente ligados a sus como Idos adaptativos de<br />
regresión esencial y de progresión exisu-ncial. Cuando se aplicó al grito<br />
melafísico que le dio origen, cuando se replegó sobre si misma en un acto<br />
tautológico, esencia misma de toda poesía, se moduló en canto lírico,<br />
vínculo umbilícalmente más estrecho con la Intimidad primordial.<br />
Mimesis, diégesis, poicsis, todo lo que expresa el hombre es canto: canto<br />
de la flor del cuerpo que busca más allá de sus raíces la tierra madre que lo<br />
entraña; canto deshojado de la razón que quiere en vano desprenderse de<br />
la flor; canto lírico de cantos, flor de flores, grito entrelazado de materia y<br />
4.3.2 Filiación genérica de la expresión oral náhuatl<br />
Con sus luiutanienlos radicales sólidamente establecidos, el árbol expresivo<br />
náhuatl se despliega en el espacio existencia! donde los parámetros<br />
socioculturales más inmediatos prosiguen con la proliferación dlcotómlca<br />
de los géneros y su formalización.
TlamacMHztlátoIzazanllH<br />
Cinto sagrado<br />
Canto de lunera<br />
Dejamos vacío un cuadro sugiriendo así. simbólicamente, la posibilidad<br />
de un genero no transcrito ni reportado por los recopiladores.<br />
Los géneros aquí circunscritos son los que nos parecen reunir características<br />
que los distinguen ftincionalnicntc unos de otros. A partir de ahí. una<br />
proliferación dlcotómica de subgéneros mantiene abierta la expansión<br />
arborescente. No tenemos, sin embargo, la información suficiente para<br />
configurar esta red subgencrica. Aduciremos un ejemplo: es muy probable<br />
que el origen geográfico de un canto náhuatl constituyera un criterio<br />
pertinente de estructuración aunque en segundo grado. l.os Mexicáyoll,<br />
(canto al estilo de México), Chalcáyoil (de Chalco). Huexolzincáyotl (de<br />
Ilucxotzinco), etc.. implicaban de hecho modalidades distintas de vestir.<br />
bailar, cantar, hablary gesticular propias de cada nación. Aunque el texto en<br />
sí no manifiesta particularidades estructurales o estilísticas pertinentes en<br />
términos de distinción genérica, es muy probable que el indígena del<br />
Anáhuac sintiese la modalidad expresiva de cada lugar como un elemento<br />
pertinente.<br />
F.n la cosmovisión náhuatl, el espacio llene un valor altamente significativo<br />
por lo que un lugar determinado puede tener un papel estructurante en<br />
el contexto ceremonial, lo que no ocurre en nuestro mundo occidental<br />
contemporáneo. Si bien la novela constituye un género, la novela dteca, por<br />
ejemplo, no llega a representar un subgénero: no pasa de ser un conjunto de<br />
atributos específicos, propios del espacio y del tiempo histórico en que
En cambio, el cozolculcall o 'tanto de cuna" es un subgénero universalmente<br />
reconocido del canto lírico.<br />
Describiremos ahora los distintos géneros náhuatl circunscritos miniendolos<br />
según lo criterios socioontológicos ya enunciados, siendo éstos los de<br />
más amplia pertinencia funcional<br />
4.4 Los textos manuscritos<br />
4.4.1 Mimesis: el canto del cuerpo<br />
lil cuerpo representa, en el contexto axiológico prehispánico. el arraigo del<br />
hombre en la dimensión fisiológica del universo. Mediante su cuerpo, el<br />
indígena se vincula en el mundo como la raíz penetra en la tierra. La raíz<br />
(nelhuáyolt) entrarla la verdad (nelllzlll) como el cuerpo contiene el espíritu,<br />
y por lo tanto las ideas o los hechos que representan deben sumergirse<br />
en las tinieblas del cuerpo para tener acceso a la verdad divina.<br />
listas tinieblas no son el arcabuco breñoso donde se esconde el diablo.<br />
como pretende Sahagún, sino la coextensión corporal individual
interés. U mente no tiene (o no debe tener) una plena autonomía y lia de<br />
rcciclarsc en la dimensión fisiológicadel cuerpo para poder tener acceso a<br />
la verdad suprema de la tierra. Este umbtllcalismo telúrico de los aztecas, y<br />
de todos los indígenas mexicanos, será sin duda un freno para el desarrollo<br />
técnico-evolutivo en el sentido occidental de la palabra, manteniendo al<br />
hombre mexica en estrecha relación onto-ccológica con la naturaleza.<br />
Hl sacrificio humano constituye probablemente, en tiempos vecinos a la<br />
conquista, la expresión máxima de este anhelo difuso de regresión a la<br />
intimidad primordial. A veces, su sentido se relntcrprcta entonces, a la luz<br />
de la mutación de los valores mitológicos, como una ofrenda de sangre para<br />
el astro diurno, pero en la dimensión más profunda de la psique de los<br />
aztecas representa una modalidad ritual del retomo del hombre a la sustancia<br />
primordial:<br />
Yo te retiro, victima, del mundo en que te encontrabas reducida<br />
a una cosa, con un sentido exteriora tu naturaleza intima.<br />
Yoteregresoalalntimidaddelmundodivino.dela Inmanencia<br />
profunda de todo lo que es. 2N<br />
La muerte, camino más directo a la verdad esencial, se inflige a una víctima<br />
que canaliza las pulsiones letales de la colectividad. La consumición subsc<br />
cuente de la víctima en un acto de antropofagia ritualcompleta Li comunión<br />
del hombre con la intimidad sustancial.
FORMA DE EXPRESIÓN ORAL 201<br />
La profundidad abismal del cuerpo indígena abrigará también la materialización<br />
dramáüco-ritual de la plegaria ofenoria a los dioses, de los Impulsos<br />
bélicos o cinegéticos y de la desbordante sensualidad de los pueblos nahuas.<br />
L : l gesto y el ritmo dejarán su febril histeria'" para esbozar en sonoros arabescos<br />
la presencia azteca en el mundo.<br />
4.4.1.1 Variantes expresivas náhuatl del canto del<br />
cuerpo<br />
a) Las danzas: macehuaUztiiy nétotUiztti<br />
La dinámica motriz de la gesticulación dionisiaca -que constituye, en los<br />
primeros tiempos, lo esencial de la mimesis ritual- se mantiene como uno<br />
de los componentes principales tanto de los ritos teatrales como de los<br />
cantos (cH/caíO- Se formaliza en tiempos próximos a la conquista en dos<br />
manifestaciones principales sin que la gcstualidad se desprenda de la<br />
totalidad expresiva que representa el canto: el macehuallztll, baile hicrático<br />
y solemne con tenor apolíneo, y el mltotüiztli o nitotiltzttt,"* continuación<br />
ritual más aprchcnsiblc del frenesí dionisiaco de los primeros tiempos.
MacehualixtU<br />
P.I baile de que ellos más gustaban era el que con aderezos de<br />
rosas se hacia, con las cuales se coronaban y cercaban. Para<br />
el cual baile en el momoztji principal del templo de su gran<br />
dios Ilultzllopochtll hadan una casa de rosas y hacían unos<br />
árboles a mano, muy llenos de flores olorosas, a donde hacían<br />
sentar a la diosa Xochiquélzal. Mientras bailaban, descendían<br />
unos muchachos, vestidos todos como pájaros, y otros,<br />
como mariposas, muy bien aderezados de plumas ricas.<br />
verdes y azules y coloradas y amarillas. Subíanse por estos<br />
árboles y andaban de rama en rama chupando el roclo deaquellas<br />
rosas.<br />
Luego salían los dioses, vestido cada uno con sus aderezos,<br />
como en los altares estaban, vistiendo iiulios a la momia<br />
manera y, con sus cerbatanas en las manos, andaban a tirar a<br />
¡os pajaritos fingidos que andaban por los árboles. Pe donde<br />
salía la diosa de las rosas, que era Xochiquélzal, a recibirlos, y<br />
tos tomaba de las manos y los hacía sentar Junto a si, haciéndoles<br />
mucha honra y acatamiento, como a tales dioses merecían.<br />
Allí les daba rosas y humazos y hada venir sus<br />
representantes y hacíales dar solaz, liste era el más solemne<br />
...otro día, en amanecletulo. venían al templo y tornaban a<br />
Incensar a aquella muchacha con la solemnidad del día antes<br />
y echábanla encima de aquel montón de mazorcas y semillas<br />
que allí había ofrecidas y degollábanla, recogiendo la sangre<br />
en un lebrtllejoy rociando con ella a la diosa de palo, rociaban<br />
toda la pieza y todas las ofrendas de mazorcas y ají y calabazas,<br />
semillas y legumbres que allí había.<br />
Acabada de morir, lu desollaban y vistiéndose uno de los<br />
sacerdotes el cuero, sobre él le vestían todas las ropas que la<br />
iiuiia había traído, con su tiara en la cabeza, con sus mazorcas<br />
al cuello y en las manos, y sacábanlo en público, y tañendo con<br />
su alambor, bailando todos, trayendo por guia aquel Indio<br />
vestido con aquel cuero de la indezuela y ropas de ¡a diosa con<br />
que la habían honrado para después matarla a honor y honra<br />
de la diosa. 1 "'
FORMA DE EXPRESIÓN ORAL 203<br />
KII estos dos ejemplos, venias con claridad el carácter altamente mimético<br />
de la danza. Sin embargo, mientras el macehuallztll tiende a una verdadera<br />
tcatralización de su expresión general, el nétotiliztli parece buscar.<br />
en el trance generado por los ritmos del huehuetl y del teponaztli. un<br />
descenso en la dimensión fisiológica del cuerpo.<br />
b) Iil rito teatral: teollhulquixtiUxlU<br />
El comportamiento dancisiico de los primeros tiempos se organiza progresivamente<br />
en torno a imperativos rituales mágicos y religiosos donde se<br />
canaliza el llamado de la intimidad esencial y se socializa su expresión Cornial.<br />
Consideraremos, sin demarcarlas tajantemente, una teatralidad ritual de<br />
tendencia dionisiaca que se enchuta directamente sobre el caos de la<br />
inmanencia, y una manifestación ritual mis apolínea donde predomina el<br />
vector de integración social, lin las fronteras de la dimensión religiosa<br />
evocaremos también la teatralidad del ritualsocio-religioso.<br />
1. Ebriedad dionisiaca en el ritual de KtzalcuaUxlli<br />
Por el grado de evolución formal en que se encuentran los aztecas a finesdel<br />
siglo XV, no existen ya ritualestotalmente dlonisiacos, tal y como los hemos<br />
definido con anterioridad.
204<br />
Sin embargo, en el marco de muchas fiestasreligiosas algunas secuencias<br />
rituales muestran una tendencia netamente regresiva, correspondiente a<br />
un anhelo difuso de reintegración a la totalidad inconsciente del mundo.<br />
Etzalcualiztli, el sexto mes festivo azteca dedicado a los dioses del agua, los<br />
tlaloques. contiene algunos rasgos desestructurantes típicos de las tendencias<br />
ritualesdionisiacas.<br />
Encontramos en los primeros días de litzalcualiztli un relajamientointencional<br />
de los lazos socio-éticos que regulan la sociedad náhuatl:<br />
En este mes haclanflesta a honra de los dioses del agua, o de la<br />
pluvia, que llamaban Tlaloquc.<br />
Antesdellegaraestaflestalossátrapasdelosldolosaytmaban<br />
cuatro días, y antes de comenzar el ayuno Iban por-Juncias a<br />
una fuente que está cabe del pueblo que llaman Citlajtcpcc (...].<br />
Los ministros de los ídolos cuando iban por estas juncias y<br />
cuando volvían con ellas, tenían por costumbre de robar a<br />
\'W w
cuantos topaban por el camino; y como todos sabían esto,<br />
cuando Iban y cuando volvían nadie parecía por los caminos,<br />
nadie osaba caminar;y si con alguno topaban luego le tomaban<br />
atonto llevaba, aunquefuese el tríbulo del señor, y si el que<br />
topaban se defendía, tratábanle muy mal de golpes y coces y de<br />
arrastrarle por el suelo, y por ninguna cosa de éstas penaban<br />
a estos ministros de los ídolos..."''<br />
El ritualse derrama aquí sobre la realidad y nulifica los valores establecidos.<br />
De una manera algo semejante al carnaval europeo o bien a la fiestamedieval<br />
de los locos, el indígena rompe los diques de la ética vigente, encontrándose.<br />
en este caos ritualde los valores, un poco más cerca del origen.<br />
Una procesión Ucva luego a los sacerdotes hasta una laguna donde<br />
prosigue el ritualdel agua:<br />
Llegados los sátrapas al agua donde se habían de bailar,<br />
estaban cuatro casas cerca de aquella agua, a las cuales<br />
llamaban ayauhcaUl que quiere decir casa de niebla.<br />
Estaban estas cuatro casas ordenadas hada las cuatro<br />
parles del inundo, una hada oriente, otra hada el septentrión.<br />
otra hacia elfmntenle. otra hada el mediodía.<br />
HI primer día se metían todos en una de éstas; el segundo, en<br />
la otra; el tercero, en la tercera; el atarlo en la cuarta, y como<br />
Iban desnudos Iban temblando y otros batiendo los dientes de<br />
frío; estantío así, comenzaban (sic) de hablar uno de tos sátrapas<br />
que se llamaba Chalchiuhquacuilli y decía; cóatl izomoyocan<br />
nióyotl ¡cauacayan.atapálcall, inncchiccanamayan, aztapilcue<br />
ciicüacayan, que quiere decir éste es el lugar de culebras, lugar<br />
de mosquitos, y lugar de patos y lugar de juncias.<br />
En acabando de dedr esto el sátrapa, todos los otros se<br />
arrojaban en el agua: comenzaban luego a cha/wleur en el<br />
agua con los pies y las manos, hadendo grande estruendo<br />
agua; unos a los ánade<br />
que llaman pipitzia o,<br />
garzotas blancas, otros a las garzas.<br />
Aquellas palabras que decía el sai<br />
el demonio, para hablar
la mimesis camalcónica que busca la fusión del hombre con el mundo se<br />
revela aquí plenamente en esta secuencia del ritual.<br />
II. formalismo apolíneo en la fiesta de Tepeílhuill<br />
Al dedmolercer mes llamaban TcpcíUniilL F.n la fiesta que se<br />
hacia este mes cubrían de masa de bledos unos/xitos, que tenían<br />
liechos como aliebras y hacían unas Imágenes de montesfuiuladas<br />
sobre unos palos hechos a manera de niños que llamaban<br />
hecatotonti; era de masa de bledos la Imagen del monte, poníanle<br />
delante junto unas masas rollizas y largulllas de masa de<br />
bledos a manera de huesos, y estos llamaban yomio (...).<br />
Algunos hacían estas imágenes de noche antes de amanecer<br />
cerca del día. Ixt cabeza de cada un monte tenia dos caras, una<br />
de persona y otra de culebra, y untaban la cara de persona con<br />
ulli derretido, y hacían unas tortillas ¡tequeñuelas de masa de<br />
bledos amarillos y poníanlas en las mejillas de la cara de<br />
persona, de una parte y de otra; cubríanlas con unos papeles<br />
que llamaban icichual poníanlos unas corozas en las cabezas,<br />
con sus penachos (...)<br />
lín esta fiesta mataban algunas mujeres a Itonra délos montes<br />
o de los dioses de los montes. A la de una de ellas llamaban<br />
Tcpéxoch, a la segunda Matlalcuc ya la tercera Xochirccail j> a<br />
la cuarta Mayáhuel que era Imagen de los magueyes. El quinto<br />
era hombrey llamábanle Milnáuatt este hombre era imagen de<br />
las culebras.<br />
Iban aderezados con coronas de papel y todos los papeles con<br />
que iban aderezados Iban manchados con ulli derretido; el<br />
misino atavio llenaba el hombre que llamaban Milnáuatl que<br />
era Imagen de las ctdebras.<br />
llamábase paseo de literas, traíanlos como en procesión y<br />
llevábanlos en los hombros; hombres y mujeres iban cantando<br />
con ellos: los que llevaban las literas, o andas Iban muy bien<br />
aderezados; las mujeres con sus naguas y huípiles labrados y<br />
afeitadas las caras.<br />
Venida la hora del sacrificio, ponían en las literas al hombre<br />
y a la mujer que habían de morir y subíanlos a lo alto del cu,<br />
y desque estaban arriba sácanlos de las literas y uno a uno<br />
echábanlos sobre el tajón de piedra; abríanles los pechos con el<br />
pedernal, sacábanles el corazón y ofrecíanlos al dios lláloc.
Luego descendían los cuerpos ¡rayéndolos rodando por las<br />
gradas abajo poco a poco, teniéndolos con las manos, y llegando<br />
abajo llévanlos al lugar donde espelaban las cabezas, allí les<br />
cortaban las cabezas y las espetaban por las sienes en unos<br />
varales que estaban echados como en lancera; los cuerpos<br />
llevánbanlos a los barrios de donde hablan salido y otro día<br />
que se llamaba tcxinilo, hacíanlos pedazos y comíanlos; también<br />
entonces despedazaban las Imágenes de los montes en<br />
todas las casas en que los hablan hecho y los pedazos subíanlos<br />
a ¡os (lapancos para que se secasen al sol e íbanlos comiendo<br />
cada día poco a poco. 1 "<br />
Ademas de rcallzarcc in sltu. es decir en las montañas, las ceremonias<br />
rrespondiemes a la fiestade Te¡ en el recinto sagrado de<br />
urbe con una representación ritual efectuada con cuatro mujeres y un<br />
more, encamación de los dioses que culmina con su sacrificio en lo alto<br />
rdo, también sacrificados y consumidos.
Por desgrada, las fuentes no describen en detalle la gesta dr<br />
que opone las cuatro mujeres-montañas Tepéxoch, Matlalcue, Xochltécally<br />
Mayáhuel al hombre-serpiente MllnáuatL La versión náhuatl del Códice<br />
Florentino precisa que sólo mujeres cargaban en literas a los cinco protagonistas<br />
y Duran añade:<br />
Este día los sacerdotes buscaban en el monte las más tuertas y<br />
corcovadas ramas que Imitaban y las llevaban al templo y<br />
cubríanlas con esta masa y poníanles fmr nombre Coatzintli<br />
que quiere decir 'cosa retuerta", a manera de culebra;poniéndoles<br />
ojos y boca, y hacían sobre ellas las mismas ceremonias<br />
y ofrendas. Donde, después que fingían que las mataban, las<br />
repartían a los cojos y a los mancos y contrahechos, y a los que<br />
tenían dolores de bubas, o tullimiento, ele ¡Jamaban a esta<br />
comida Nitcocua, que quiere decir 'Como al dios'."'<br />
La masa tzoalli envuelve el principio masculino, serpentino, y la dimensión<br />
cardinal representada por las cuatro mujeres se conjuga con la verticalidad<br />
central, única encamada por el hombre, para constituir la totalidad.<br />
Subrayemos también, sin poder del todo aclararlo, el esquema ritual:<br />
subida de las víctimas cargadas sobre literas/bajada postsacrifici.il de los<br />
cadáveres, haciéndolos rodar suavemente liasta el Tzompantli al pie de L-i<br />
pirámide, donde se cortan y espetan las cabezas.<br />
Sea lo que fuere, las cinco víctimas así como las montañas de masa de<br />
bledo son descuartizadas en un acto solemne llamado lexlnilo y después<br />
riiualmenlc consumidas, espresando asimismo, en un estrato mítico profundo,<br />
la difusión de la forma en el caos del origen, y el retomo a la unidad<br />
primordial mediante la consustancialidad que implica la<br />
Para la cuarta noche, que era cuando se habla de consumar<br />
el matrimonio, venían dos viejos, que eran de las guardas del<br />
temploy aparejábanles una cama [a los recién casados!, la cual<br />
era de dos peíales o esteras muy pintadas y enmedlo ponían<br />
unas plumas y una piedra que llaman chalchihuite de color de<br />
esmeralda aunque no fina; ¡¡onlan también un pedazo de<br />
cuero de tigre debajo de las esteras y sobre ellas tendían unas
mantas a manera de sábanas, y a las cuatro ¡Kiries de esta<br />
cama ponían unas cañas verdes y unas púas o espinas de<br />
maguey, para que se sacasen sangre los novios de la lengua y<br />
de las orefasy los sacrificasen y ofreciesen a sus dioses. 1 AS púas<br />
ensangrentadas ponían sobre la cama. Nunca se lavaban, ni<br />
bañaban en estos cuatro días que ayunaban y hacían penitencia,<br />
que en algunas tierras en es/iecial en las callentes, que lo<br />
tienen de costumbre, era muy grande la que hacían en esto; y<br />
es ceremonia antigua, en actos penitenciales y de ayuno, ni<br />
lavarse, ni ungirse la cabeza. Vestíanse para estos días de su<br />
abstinencia unas vestiduras nuevas con ciertas insignias y<br />
señales de los ídolos, a quien tenían más devoción. A la media<br />
noche.poreldiscursodeestetiempo.salíandesuaposentopara<br />
ofrecer sacrificio, quemando Incienso sobre el altar que tenían<br />
en su oratorio que les es muy ordinario aun ahora en el tiempo<br />
de su cristianismo; incensaban también las cañas que estaban<br />
sóbrela cama y así mismo ponían aquellos cuatro días comida,<br />
por ofrenda, en honor de los dioses sus abogados. Pasados los<br />
cuatro días, en la manera dicha, consumaban el matrimonio<br />
y lomaban las eslerasy ropas que habían sido cama para aquel<br />
efecto y las cañas y comida que habían ofrecido y lodo junto<br />
llevábanlo al templo como en nacimiento de gracias.<br />
79. Una boda náhuatl.
Si en la cámara o aposento donde lutbian estado los novios<br />
celebrando sus bodas se hallaba algún carbón caído, o alguna<br />
señal de ceniza, teníanlo por mal agüero e inferían de él no<br />
haber de vivir los desposados con paz y sosiego, ni permanecer<br />
por mucho tiempo juntos; pero si hallaban algún grano de<br />
maíz o de otra alguna semilla, atribuíanlo a mucJia prosperidad<br />
y conservación de vida pacifica y permanencia del<br />
matrimonio. Al quinto se bañaban sobre de unas esteras de<br />
espadañas verdes, guardando entre ambos en este acto mucha<br />
honestidad)' cubriendo con cuidado las partes de su puridatl.<br />
P.n este baño les servía el agua y se la echaba encima uno de los<br />
ministros del templo, haciendo esta ceremonia como que les<br />
echaba la bendición. A los señores se les echaba el agua cuatro<br />
veces, a reverencia de la diosa de las aguas, llamada Chalchi-<br />
Imitlluieluic, y otras cuatro les ecltaban vino también, a reverencia<br />
del dios Baco, llamado TczcaizóncaiL que según esto<br />
debían de ser éstos los dioses abogados de las bodas, como<br />
también los tenían ¡osgentiles antiguos, luego les vestían nuevas<br />
y limpias vestiduras y daban al novio un incensario para que<br />
perfumase a los ídolos, que debían de ser los dichos que tenían<br />
presentes y en su casa. A la novia ponía sobre la cabeza plumas<br />
blancas y emplumábanle también los pies y las manos con<br />
el ritual, el acontecimiento social que es el matrimonio y<br />
mbre que representa su consumación se inscriben en la gn<br />
:a con su enjambre de valores simbólicos que le da el sello (<br />
c) Teocufcall: el canto sagrado<br />
l.os cantos que surgen de la expresión corporal so<br />
reducciones metonimicas de rituales dancísticos i<br />
desprendieron de sus ámbitos originales para llevar i<br />
1:1 teocuíaitl es una ofrenda espectacular, un microrrito liberado de sus<br />
vínculos espacio-temporales inmediatos que cobra cierta libertad de maní<br />
pulación ritual en el vasto apáralo religioso de los aztecas Manifiesta<br />
evidentemente una mayor trascendencia del hombre hacia el objeto de su
211<br />
culto pero mantiene raíces fisiológicaspor medio de la mimesis, aun cuando<br />
ésta quede reducida a sus elementos esenciales.<br />
las fuenics escritas, Inevitablemente, no conservaron más que el elemento<br />
verbal del cnnio religioso leoculcatl(\uc constituye en el ámbito expresivo<br />
un atributo específico de cada dios: íláloc ícuic, "el canto de lláloc',<br />
lluitzilopochtli ícuic, "el canto de I luitzllopochtli", etc.. como puede verse<br />
en el siguiente ejemplo:<br />
El canto de 'Veteo liman, madre de los dioses<br />
Amarillas /¡ores se abrieron,<br />
ella, nuestra madre, la tejedora de maguey.<br />
¡Tu lugar de nacimiento (es) Tamoanclian!<br />
Amarillas flores son tus flores,<br />
ella, nuestra madre, la tejedora de maguey.<br />
¡Tu lugar de nacimiento (es) Tamoancltan!<br />
Blancas flores se abrieron:<br />
ella, nuestra madre, la tejedora de mague)'.<br />
¡Tu lugar de nacimiento (es) Tamoanchan!<br />
Blancas flores son tus flores.<br />
ella, nuestra madre, la tejedora de maguey.<br />
¡Tu lugar de nacimiento (es) Tamoanclian!
lx¡ diosa está encima del teoeómitl:"*<br />
nuestra madre, mariposa de obsidiana.<br />
Oh, veámosla.<br />
De la novena llanura<br />
viene a crecer con el corazón del ciervo,<br />
¡nuestra madre, reina de la Tierra!<br />
Oh, (con) greda nueva; (con) pluma se atavian,<br />
hada los cuatro rumbos se rompieron dardos.<br />
Se convirtió en ciervo.<br />
En tierra divina vinieron<br />
XiuhnelyUímich.<br />
Este canto sagrado se divide claramente en dos panes distintas: la primera<br />
consta de cuatro estrofas prácticamente idénticas, donde sólo cambia en el<br />
primer verso el color de la flor y alternan el verbo cueponca, "se abrieron",<br />
y el sintagma moxocha, "tu flor".La segunda, sin otra iteración formal que<br />
tonan aya. "nuestra madre', comienza con la aparición de la diosa: ¡Ahufyal<br />
ohaya teutt ca leucontli íepac, "la diosa está encima del cacto", y exhibe un<br />
esquema narrativo mis lineal.<br />
Primera parte. La estructura verbal de las estrofas muestra la presencia<br />
mínima de tres actores o grupos de actores recitadores.<br />
1. Nivel narrativo descriptivo: "Amarillas floresse abrieron".<br />
2. Nivel dcíctlco: "Ella, nuestra madre, la tejedora de maguey".<br />
3- Nivel de interlocución: "¡Tu lugar de nacimiento (es) Tamoanchan!"<br />
Este esquema verbal, integrado muy probablemente en un macehualiztli<br />
o danza solemne, se reitera con el cambio alternativo de "se abrieron" y "tus<br />
flores", y con la variación, cada dos estrofas, del color de la flor. La<br />
repetición interminable de los esquemas verbal y. probablemente, co<br />
reográficos inducía el trance indis|>cnsal>le para laperformatiisidad ! * del<br />
1:1 cambio en lo que concierne al color de las flores corresponde sin duda<br />
a los distintos puntos cardinales y a su encrucijada central donde debe<br />
Fallan aquí entonces tres grupos de dos estrofas con sus simbolismos<br />
cromáticos y cardinales correspondientes. El hecho no es muy extraño.<br />
pues los religiosos españoles se preocupaban más del contenido del<br />
material recopilado que de su aspecto meramente formal, y cuando un
esquema expresivo oral se repetía, la transcripción sobre el manuscrito<br />
consignaba brevemente la iteración con un diminuto "etc.".<br />
listo es particularmente lamentable puesto que la macrocstructura mítica<br />
de la que se desprendió este cantar reza de manera específica con la<br />
dimensión cardinal."*<br />
El ritual verbo-coreográfico que constituye este cuicallbuscaba estimular<br />
el empuje vertical de la vida vegetal evocando los cuatro ámbitos del<br />
horizonte.<br />
Sexuada parte. Es muy probable que este esquema dancístico se repitiera<br />
durante horas, antes de que se produjera la epifanía de la diosa sobre el<br />
"De la novena llanura viene a crecer con el corazón del ciervo".<br />
La mariposa de obsidiana, alias Teleo Innan, "reina de la Tierra", convocada<br />
por el canto, aparece.<br />
I j alusión al ciervo así como a XlúJmelyMímlch"' corresponde a un mito<br />
de fecundidad más amplio. Recordemos aquí que el ciervo (o venado)<br />
simboliza en la mayoría de las culturas mesoamerícanas el crecimiento y la<br />
renovación cíclica.<br />
ch) Yaocufcatl: el canto de guerra<br />
Igual que el canto sagrado, el de guerra es la reducción de una representación<br />
dramático-ritual. Pero en éste se perfila todavía, dentro el texto, la<br />
función específica de una estructuración representativa que tendía a<br />
inducir mágicamente una realidad futura. Fingiendo una batalla contra otro<br />
pueblo en una dimensión teatral o ritualen la que merman simbólicamente<br />
las fuerzas del adversario, los danzantcs-aciorcs-gucrrcros inducen por la<br />
fuerza mágica de esta analogía ritual una futura victoria en el campo de<br />
batalla.<br />
Qon el tiempo, las peripecias represeniativasscreducen a un núcleo verbocorcográfico-musical<br />
que constituye el yaocuícatl o canto de guerra. El<br />
efecto mágico inductor de victoria permanece, sin embargo, en lo mis<br />
profundo del canto de guerra aun en la época de la conquista.<br />
Además de esta función mágica, la ritmicidad, los gritos y la euforia<br />
cinética crean una ebriedad motriz propicia para las embestidas salvajes que<br />
Es preciso recalcar aquí que muchos de los cantos de guerra recopilados<br />
por los religiosos españoles no son propiamente yaocuícatl, en el sentido<br />
funcional de la palabra, sino cantos líricos sobre el tema bélico.
2M<br />
El canto de guerra tenía dentro de la cpisicmc náhuatl una funcionalidad<br />
impórtame puesto que la agonía (lucha) era uno de los motores del desempeño<br />
existencial en el mundo. Los lazos íntimos que unen la guerra al<br />
principio existencial de la agonía, la vinculan directamente con lo divino.<br />
La guerra es sagrada y más aún la guerra florida, xochlyaóyoll. que<br />
buscaba a través del combate (que tenía algo de ritual) proveer a la nación<br />
mcxlca o a otra de prisioneros para el sacrificio.<br />
En términos muy generales, la guerra tenía dos venientes esenciales:<br />
1. Téuatl, Tlachlnolli, guerras de conquistas o expediciones punitivas,<br />
comunes a todos los pueblos del mundo.<br />
2. Xochiyuóyotl o guerra florida que transpone en el ámbito humano el<br />
principio cósmico de agonía, de combate y que tiene un carácter<br />
eminentemente religioso.<br />
La guerra florida es un aspecto cultural de suma importancia enLa<br />
episteme náhuatl y representa una articulación vital de los grupos nahuis a<br />
tal grado que Tlacaclcl -escasos días después de la catastrófica expedición<br />
de Axayácatl contra los tarascos, que costó la vida a miles de mexicas- no<br />
«ludo en establecer un encuentro bélico contra el pueblo de 'llilluliquitcpec<br />
a fin de proveer víctimas sacrificiales para las solemnidades correspondientes<br />
a la inauguración de la Piedra del Sol."*<br />
1.a guerra florida tampoco resulta muy exitosa para Axayácatl quien, si<br />
bien consigue los prisioneros deseados, pierde muchos hombres en manos
FORMA DE EXPRESIÓN Ol<br />
ya se dijo.<br />
de las flechas.<br />
de los de Tliliuhquitépec que tienen así su dotación de víctimas p:<br />
sacrificios. Ambas panes se conforman con el resultado y los señores<br />
Tliliuhquitcpec, dirigiéndose al llátoani mexica, le dicen:<br />
Señor poderoso, ya hemos jugado y recreádonos un poco en<br />
esta escaramuza, y si vosotros vals llorosos, nosotros lo quedamos<br />
más. Empero, consolémonos que no luí sido sino por vía de<br />
hecho de hombres; cesen por ahora vuestras espadas y andad,<br />
Idos norabuena. El rey lo vio con mucho amor y le dijo que le<br />
placía hasta otra vez que los dioses tuviesen necesidad de<br />
En este contexto, el canto de guerra es un himno sagrado con variantes<br />
de estimulación pslcomotora y carácter parodístico que buscaba inducir<br />
mágicamente una victoria y acicatear a los guerreros antes de la batalla.<br />
JS aquí el Iluitznúhuac icuic, canto de guerra por excelencia,<br />
¡Aliuia! En la casa de ¡as flechas,<br />
mis guerreros,<br />
llega el momento de escucharme,<br />
los hombres me avergüenzan, aya,<br />
yo soy el Tetzáhuitl, aya.<br />
¡Áhuic! Aya, yo sé que voy a la guerra,<br />
as capas de plumas de águila,
¡HuiyatJoven de Oholpan,<br />
mi prisionero eslá emplumado.<br />
Ahora tengo miedo (Ya nimahuia).<br />
Mi prisionero eslá emplumado.<br />
¡lluiya!Joven de Itzcoatlan,<br />
mi prisionero está emplumado.<br />
Tengo miedo (Ya nimahuia).<br />
Mi prisionero eslá emplumado.<br />
Guerreros de íluitznáhuac,<br />
los signos aparecen,<br />
es el momento de bajar, ¡ahuial<br />
Es el día, ¡ya anula! El día llegó.<br />
Los signos ya están.<br />
Guerreros de Toculllan,<br />
los signos aparecen, ¡ahuta!<br />
Es el momento de bajar.<br />
Es el día, ¡ahula!, el día llegó, ¡huia!<br />
Los signos ya aparecen.<br />
Es el momento de bajar (a combatir).<br />
El canto de guerra, como lodos los cantos del cuerpo, proviene de los<br />
rituales mime-ticos. Presenta, por consiguiente, una estructura dramática<br />
en la que las palabras se integran como miembros de un todo.<br />
Este texto se divide en tres partes esenciales:<br />
• l.'na parw estructurada dramáticamente en la que se define la situación.<br />
• Un esquema repetitivo de carácter mágico.<br />
• Otro esquema iterativo que llama al enemigo al combate.<br />
íto establece en su primera pane una situación psicológica que justifica<br />
to de guerra: el dios esiá humillado.<br />
s dos cuadros de este microdrama están articulados sobre una frase de<br />
En la casa de lasflecluts,<br />
mis guerreros...<br />
Los guerreros-danzantes se dirigen al arsenal (Jlacochcatco) donde re<br />
ben su dotación de armas.
Un actor representando al dios, o un sacerdote-adivino, pretende después<br />
expresar el sentimiento del dios:<br />
Los fiambres me avergüenzan<br />
Esta frase genera un sentimiento de culpabilidad que sera también un<br />
motivo de acción bélica: redimirse a los ojos del dios por el combate.<br />
Ademas la situación se presenta como un hecho ineludible a través de la<br />
Yo sé (..)yo el Tetzáhuitl (...) sé que voy<br />
a la guerra, ya se dijo.<br />
El segundo cuadro reproduce, en paralelismo con el primero, el sentimiento<br />
correspondiente a la vergüenza resentida por el dios de los mexlcas<br />
y consecuentemente por ellos mismos: la burla que expresa el enemigo (aquí<br />
los
Ritual mimétteo-máglco<br />
La segunda parte representa el meollo funcional del canto de guerra, puesto<br />
que aquí se sitúa el ritual mágico que busca anticipar tcatralmcme la derrota<br />
del enemigo. Para ello, los adores fingen los preparativos para el sacrificio<br />
del prisionero. Simular que ya está emplumado su cautivo implica haber<br />
logrado la victoria. En este yaocuícalí. un guerrero representa rilualmcme<br />
al enemigo aterrado (nlmahulay" y capta así la energía mágica que busca<br />
debilitarlo por analogía ruimética anticipatoria.<br />
IJI repetición casi obsesiva de la expresión MI prisionero está emplumado.<br />
revela también el carácter de trance que a
atuendos, música y ritmos, deja a la palabra un lugar exiguo en el acto ritual.<br />
Si el canto parece un arcabuco breñoso, según la expresión de Sahagún. no<br />
es porque lo haya inspirado el diablo, sino que la dimensión lingüística estaba<br />
estrccliamentc vinculada con la presencia dramática de varios actoresguerreros<br />
y su lincalización posterior en el manuscrito alfabético nulificó<br />
totalmente la resonancia polidimensional y el carácter mágico-performativo<br />
Kl hecho de rcublcar el<br />
nica no restituye la voz v<br />
pcrmilc explicar el<br />
tenemos de él. c imaginar más acertadamente el esplendor de lo queTu<br />
d) Aamicuícatl: el canto de cacería<br />
La cacería ocupa en el ethos náhuatl prchispánico un lugar de importancia<br />
comparable a la guerra, a la que se asemeja en cierta manera puesto<br />
que las expediciones cinegéticas revisten el mismo carácter agonístico<br />
de los combates y se ven enmarcadas en un aparato ritual mágicoreligioso<br />
muy específico En México-Tcnochtillan, durante Quechol!!,<br />
decimocuarto mes del año y dedicado a Mixcóatl, dios de la caza, se<br />
efectuaba la representación solemne de la primera cacería realizada en el<br />
horizonte mítico por este dios, y con igual solemnidad se fabricaban<br />
también las flechas que se utilizarían en las siguientes cacerías, todo<br />
dentro de un ambiente recogido de ayuno y autosacrifícios. La caza era un<br />
asunto eminentemente colectivo, al igual que la guerra, c implicaba<br />
purificaciones y todo genero de penitencias propedéuticas. Ultimar un<br />
animal fuera de este complejo ritual se consideraba un crimen y era<br />
Además de la representación ritualdel mito cinegético primigenio, de<br />
conjuros y evocaciones de índole mágica, varios cantos sagrados dirigidos al<br />
dios Mixcóatl. a su esposa Yehuailicue, a la red. al arco o a la fiedla.<br />
Amímltl icuic, "Canto de la flecha de caccr<br />
Cotihuana, cotihuana, casa de conejos,<br />
vienes a pararte en la entrada.<br />
Yo vengo a la casa de las flechas.<br />
¡Yírguete aquí, ven a erguirte aquí!.<br />
/.ana zana ayo, voy le-e-Jos.<br />
Zana zatut ayo. voy le^f-jos
220 VOCES DISTANTES DE LOS AZTECAS<br />
Ya voy a tomar, aya, voy voy voy hacia el pato.<br />
Voy voy voy hacia el pato.<br />
Busca tu camino, ye, patito.<br />
Busca tu camino, ye, palito.<br />
Ye, patito.<br />
Ahuiya, sobre el dardo se regocija.<br />
Ahuiya, sobre el dardo se regocija.<br />
Ahuiya, sobre el dardo se regocija.<br />
Un Informante dejó escrito como nota marginal de este canto: El canto de<br />
Ajiiímiil es un canto chichimeca, no se entiende ¡o que dice en nuestra<br />
Si bien es muy probable que este canto sea chichimeca, no por ello deja<br />
de estar perfectamente redactado en lengua náhuatl, y el Informante manifiesta<br />
con esta nota el deseo explícito de no revelara los españoles un secreto<br />
que podría significar la prohibición de este himno en el futuro y. por lo tanto.<br />
una alteración significativa de los mecanismos ritualesque integran la gesta<br />
cinegética.<br />
Este "Canto de la flechade caza" (Amímltl leule) es un modelo del género.<br />
Los cantores evocan veladamcntc la tierra (casa de conejos) y el lugar donde<br />
nacen las flechas (casa de las flechas). Colocan luego firmementela punta de<br />
obsidiana conocida como itzpapálotl. "mariposa de obsidiana', acompañando<br />
este acto con la elocución reiterada: ¡Yérguete aquí, ven a erguirte<br />
aquí.', que la fecunda.<br />
El cantor se consustancia después con la flechamisma para realizar la<br />
pane propiamente mágica del canto. Esta encamación del cazador en la
221<br />
flecha, además de su función mágico-dramática, está destinada a ocultar al<br />
hombre y su responsabilidad en la matanza por efectuarse, evitando asimismo<br />
que las animales reconozcan a sus ejecutores y huyan de su territorio.<br />
La mimesis dinástica ritual se refleja claramente en el texto original<br />
Xana Zana Ayo hueca nihuiya<br />
Los fonemas "z" de zana expresan perfectamente el silbar dt- la flecha que<br />
sale disparada. Hueca (pronuncíese huéjea). con su oclusiva glotal y nihuiya<br />
(nihuiiiya) con la sílaba interminable hui, hacen sentir la fuerza y la velocidad<br />
Nihuiya, nihuiya, nihuiya a icánauh<br />
"Voy, voy, voy hacia el pato."<br />
La progresión de la flechahacia su objetivo se percibe en la reiteración in<br />
crescendo de nihuiya, y culmina en la exhalación sugestiva de Icánauh.<br />
El tono se vuelve meloso en los dos versos siguientes que tratan de seducir<br />
y atraer al pato, líl sufijo afectivo "teí«" de canauhlzin muestra el cariño<br />
fingido del cazador.<br />
Por último, el estallido brutal de ye canauhlzin in muestra que la flecha<br />
alcanzó su meta. Los tres últimos versos describen con un realismo fonético<br />
extraordinario al pato ensartado que se sacude frenéticamente sobre la<br />
flecha. I na connotación sexual se vislumbra ademas en la Imagen del ave<br />
atravesada que se regocija.<br />
e) Cuecuechcufcath el canto travieso<br />
A pesar tic su apariencia exterior que lo xsemeja a un mimo lúdico, el<br />
cuecuechcuícall. 'canto travieso", con pronunciado caráctcrscxual, parece<br />
ser la reducción estructural de un complejo ritualde fertilidad y constituye<br />
un ejemplo de canto donde el tenor dionisiaco se acentúa sin llegar, sin<br />
embargo, a la incoherencia verbal. Al contrario, el registro lingüístico<br />
muestra una amplia red de connotaciones y varios niveles de comprensión<br />
de las palabras y frases que casi con seguridad alternaban con una gesticulación<br />
sumamente lúbrica.<br />
Por desgracia, a la pérdida expresiva inevitable del texto oral transcrito.<br />
las traducciones añaden la traición de su transposición intcrlingüística.<br />
pues las sonoridades de las lenguas receptoras últimas despojan el canto<br />
del sentido que yace en el cuerpo verbal náhuatl, donde una verdadera<br />
Ahora bien, las traducciones efectuadas hasta hoy no expresaron más que<br />
el sentido primero de este género de cantos, envueltos en un significado
KS DICTANTES DE IOS AZTECAS<br />
aparente que esconde a menudo una sensualidad tan potente como inaprchcnslble<br />
y que se encuentra difusa en los dobles y aun triples sentidos de<br />
muchas expresiones.<br />
Procederemos al análisis de las isotopías 2 " de parte de un cuecuechcuiailt<br />
- - • su sentido profundo en la polisemia de su expresión<br />
Hue naché nlehco. Ya nihuetzcatihuitz.<br />
Ye nixcuéettech aya, Xóchitl Inye nócuic<br />
momalina zan le ya toloma, ho ohuaya. ca nicallc.<br />
Ye ompa nlhultz .Xóchitl íztac Ihcacan,<br />
anca ye mochan In quiquizcalitic<br />
in amoxlonaticac, ohuaya nlcalle.<br />
Ma ya pehualo ya, oya moquevzaco, aya<br />
ixquixócllitl icaya ahuialo,<br />
ye ohtya ye anhohuaya aya<br />
tzetzelihul Xóchitl tea ahuialo. Yahoya yean.<br />
Iͱ ■ ■
FORMA DE EXTRES1ÓN ORAL 223<br />
TMcaiecuecimiícatl es, como vimos, una danza muy sugestiva de carácter<br />
lúbrico, en la cual está insertado un texto cuya ambigüedad esconde apenas<br />
Creemos distinguir en el texto varios cantantes-bailarines, personajes que<br />
intervienen oralmente y ejecutan cada uno un sketch.<br />
Fl primero entra en escena: Hue naché nteheo..., "Oh mi gran jefe, ya<br />
llegué..."; luego aparece la mujer, o varias de ellas: oya moqnetzaco izquixóchill<br />
ica ahuialo, "ya llegó la flor de ezquitc. con la cual uno tomará<br />
su placer".<br />
A partir de ahí, parece como si cada uno de los cantantcs-bailarincs diera<br />
una muestra de su arte coreográfico-vocal de amar. Veámoslo más de cerca.<br />
\)IIuenaché nlehco, "Oh mi gran jefe, y» llegué". La entrada vcrbalnientc<br />
dinámica del danzante cantador da de inmediato un tono relajado al texto.<br />
por ser naché la expresión coloquial para dirigirse a alguien, ya sea un<br />
suprior jerárquico o no. ¡Xiehco presenta un doble sentido: primero, tal y<br />
como lo tradujimos, "ya llegué", pero también "yo vengo a hacer el amor"<br />
(moyecoa). Yendo un poco más lejas, naché podría sercl vocativo dcachtlt,<br />
"semen". Isotopía: relajamiento, desenvoltura.<br />
2) Ya nihuelzcalthuitz, "yo llego riéndome";el verbo huetzca significa<br />
"reír", pero designa también el acto sexual cuando va acompañado del<br />
vocablo cíhuall, "mujer"; de ahí la ambigüedad fundamental de la expresión.<br />
que Implica aquí un sema que establece la isotopía: sexo.<br />
3) Ye nixcuéctiech aya. "yo soy el travieso, aya". La palabra cuécuech,<br />
epónimo del genero, refuerza las dos isotopías precedentes por medio de las<br />
distintas tendencias que puedr tomar la travesura, ya que significa: travieso<br />
y desvergonzado (Molina).<br />
4) Xóchitl inye nócuic, "flor es mi canto". Esta expresión de apariencia<br />
tan inocente y en el espíritu de \mx(KhHlálolli. esconde en el espesor de su<br />
hermenéutica otro sentido. Xóchitl, la flor, de hecho se asocia frecuentemente<br />
con el sexo entre los indígenas mexicanos Recordemos, en efecto.<br />
dicha asociación en los famosos relieves de Los Danzantes en Monte Albán,<br />
donde la flor ocupa el lugar del sexo."' Además, la palabra zapoteca para<br />
sexo es muy cercana a la que designa a la flor. Observamos también que.<br />
como señala Ignacio Dental, la flor es la parte reproductiva de las plantas<br />
y, como tal. símbolo de fecundidad al mismo título que el sexo."' Si uno<br />
tes y acosan verdaderamente los sentidos literales, consideraremos entonces<br />
el tenor fonético de cui como surgido de la isotopía sexual.
224 VOCK DISTANTES DE LOS AZTECAS<br />
Si nuestra interpretación de estos dos primeros versos es correcta, "flor<br />
(sexo) es mi canto (danza)" da la tonalidad al conjunto del texto y la clave de<br />
su interpretación, su código. 1.a ñor se ajusta entonces a la isotopía sexual sin<br />
dejar de setflor como tal.<br />
$)Momallna zan le ya totoma lio ohuaya, ca nlcalle, "él se enreda y se<br />
desenreda (penetra), ho ohuaya, yo soy el atizador de fuego".<br />
El término momamallna evoca en primer lugar la planta matinatli y el<br />
verbo que deriva de ella: entrecruzar, torcer, pero también un vocablo<br />
fonéticamente vecino: mamalll, "agujerar, perforar", cuya connotación<br />
sexual es mucho más directa. Notemos por último la palabra momalll.<br />
"hender, entrar en la muchedumbre" (Molina), que contiene el morfema<br />
de la forma pronominal ¡no- presente en nuestro ejemplo. El sentido de la<br />
palabra atraviesa entonces el espesor de este halo scmlótico y mantiene<br />
abierto el campo de interpretación, lo que hace imposible una traducción<br />
que pueda conservar su polifonía. El verbo totoma, que responde a momamalirui.<br />
tiene un sentido más reducido: "deshilar", pero también<br />
"desenvolver o desfajar criatura", así como "abrir" en el sentido de<br />
penetrar.'" 1.a palabra nicalle es más problemática; (laribay la traduce<br />
como "yo soy el casero", lo que parece algo fuera de contexto aquí. Se<br />
trataría más bien de una grafía de la "i" náhuatl cuyo sonido no se ajusta al<br />
nuestro pero se acerca más al de la "c". Xo puede ser la casa (calli); calli<br />
(calle") sería lo que Molina define como: las tenazuelas de palo o caña<br />
para comer maíz tostado, que hemos traducido como "atizador", porque<br />
conserva el sema 'fuego", si bien no mantiene el sentido global, y aunque<br />
está presente en atizador, no expresa por desgracia la connotación implícita<br />
en calli que es la de izquitl, "el ezquite". o como lo traducen gene<br />
raímente el padre Garibay y U-ón Portilhi. "maíz tostado". La ecuación<br />
semica se prolonga aquí: Xóchitl es el sexo de la mujer que se ve atizado<br />
por la pinza de madera destinada a retirar del fuego el ezquite o maíz<br />
tostado, listo se ve reforzado por el hecho de que el sexo de la mujer está<br />
referido muy a menudo en los textos prchispánícos como tzquixóchitl. "la<br />
flor del ezquite" (la flor del maíz tostado). IJ asociación del acto sexual con<br />
el fuego es común en el contexto náhuatl prehispánico y aparece en el<br />
Códice Horgia donde, según Seler, los palos que se encuentran sobre<br />
sendos personajes representan los maderos para encender fuego, lis<br />
probable que las dos canas tic flecha (¡orne tíiatl) signifiquen unos palos<br />
sacadores de fuego, y el pedernal simbolice el fuego o lo que sirve para<br />
encenderlo, y que el conjunto sea una representación simbólica de la unión
«5. Xochlnuétzal y Tcpeyolloili.<br />
6) Ye ompa nihuilxxócMtl izlac ¡henean, "llego ahí donde la flor blanca<br />
se yergue". Probablemente, la flor blanca es una alusión al bqubcóchitl de<br />
color blanco, yuhqui momochtli, como el maíz tostado."'<br />
T) Anca ye mochan in quiquizcatitic in amoxtonaticac, ohuaya nicalle.<br />
'esen tu casa, en la trompa donde se callentan los musgos acuáticos, ohuaya,<br />
yo soy el atizador". Para entender la ambigüedad funcional del vocablo<br />
"trompa", debe recordarse que estos instrumentos musicales eran caracoles<br />
marinos y asociados también al órgano sexual remenino. Añadamos que<br />
quiquíztíc, quiquiztantll, vecinos fonéticos de quiquizcatitic, evocan la<br />
abertura de la cabeza del pene.
226<br />
&)Mayapehualoya, oya moquetzaco, aya, izquixóchilllcayaahuialo,<br />
ye ohlya ye anhohuaya aya, "que- uno comience, oh ya llegó la flor de<br />
e/.qiiite, con la cual uno tendrá el placer". Recordemos aquí la florde «quite<br />
que evocábamos anteriormente y que parece ser una expresión metafórica<br />
para el órgano sexual femenino, y notemos también una nueva isotopía, la del<br />
placer (jaliuia).<br />
9) Tzetzellfiul Xóchitl lea almiulo, yahoya yean, "que uno tome su<br />
placer con las flores que caen diseminadas". En esta frase relacionada con<br />
el placer por medio del sentido de las precedentes, volvemos a encontrar<br />
en el verbo ixetzellliui. el sema "aspersión, lluvia". Notemos en el orden<br />
paronomistico la proximidad fonética de tzatzathuia, "cerner algo a otro<br />
o sacudirle la ropa". 2 " En este nuevo orden de cosas retendremos el sema<br />
"movimiento seco y repetido"."'<br />
f) TlaocolcuicaU: el canto de lamentación<br />
Ylliuícall ylie culcachocoa,<br />
lea huiloan quenonamlcan M<br />
"En el interior del cielo llora el canto.<br />
con él va uno a la región de la muerte."<br />
los cronistas españoles suelen evocar en sus obras etnográficas un canto<br />
muy específico llamado "canto de lamentación", correspondiente al náhuatl<br />
tlaocolculcatí, que tiene un papel catártico de primera importancia en la<br />
sociedad indígena.<br />
La muerte, intimidad primordial donde nace la vida, es también el fin<br />
último de la existencia. El alfa es también el omega, y los indígenas conscientes<br />
de esta irredimible ciclicidad del movimiento cósmico se preparan<br />
día y noche a través de autosacrificios y mortificaciones rituales para el<br />
inminente regreso a la totalidad de la que brotaron una vez.<br />
Sin embargo, en sus años de vida crearon vínculos sentimentales con otros<br />
seres, familiares, amigos, soberanos..., lazos socio-afectivos i|u
el dolor individual o colectivo que trae consigo la muerte<br />
ido |x>r los conductos rituales lucia la madre tierra, un poco<br />
como el pararrayos lleva la tremenda carga eléctrica del rayo liacia el suelo<br />
para que no fulmine al hombre.<br />
l-:i dolor, cuando se desparrama en la existencia, es una hemorragia<br />
incontrolable que debilita el cuerpo social, y el ritual mortuorio en el que se<br />
integra el llaocolculcatl, o canto de lamentación, buscará exacerbar este<br />
dolor en un absceso para poder reventarlo mejor y librar asimismo al<br />
individuo y al grupo de los estragos psicológicos de la muerte.<br />
El carácter colectivo<br />
La muerte es resentida muy particularmente en lo individual puesto que la<br />
muerte le toca a un hijo, un marido, un hermano, etc., pero no puede<br />
redimirse en los estrechos limites de la Individualidad focalizando en una<br />
conciencia personal el dolor sentido. Para lucharcontral<br />
por lo menos conformar un compacto bloque ui<br />
el pesar individual sobre el grupo; un grupo articulado n<br />
con lodos los lazos que unen y las distancias que separan, ■<br />
como unión gregaria de seres que constituyen frente a I<br />
donde se absorbe
228 VOCtS DISTA.VTHS DE LOS AZTECAS<br />
Ella viene de las profundidades del cuerpo y, por analogía, del mundo.<br />
Descendiendo en el espesor de esta voz que canta, dramatizada con<br />
sollozos y «ritos, el hombre busca alcanzar las profundidades de la<br />
intimidad. 1.a voz provee el medio para bajar simbólicamente a las<br />
profundidades del ser. Representa también para el hombre el único<br />
elemento donde se articulan los ejes cxlstcnclalcs y esenciales, el espíritu<br />
y la materia. De hecho, la voz, materia sonora, es también sustancia a<br />
partir de la cual se manifiesta el espíritu a través del lenguaje. Al principio<br />
fue el verbo, pero antes del verbo era la voz. Recordemos aquí que en<br />
náhuatl, como en griego y en latín, el espíritu es soplo. Representa de<br />
alguna manera una encrucijada entre el logos y U/isis. punto neurálgico<br />
entre la existencia y la esencia.<br />
En un capítulo anterior, definimos la voz en términos de umblllcalldad<br />
en relación con la intimidad-madre. El hombre preso del dolor afectivo<br />
transmite a la intimidad su queja umbilkalmenie a través de la voz femenina,<br />
El canto de lamentación, cuando opera funcionalmentc, casi dispensa al<br />
hombre de construir un más allá mítico que niegue la muerte, puesto que<br />
difunde el sentimiento trágico de la vida en una dimensión socio-fisiológica.<br />
Los padres franciscanos comprendieron a la perfección el obstáculo<br />
que representaba el tlaocolcuícatl para la evangelizaelón que se apoya<br />
esencialmente en la conciencia individual, y lucharon para erradicarlo o<br />
realizaron una transculturación a su favor, neutralizando los efectos catárticos<br />
a nivel formal c integrando los personajes del evangelio a unos<br />
tlaocolcuícaU ya inofensivos.<br />
La danza<br />
Como todos los cantos que surgen de la mimesis, la pane verbal del<br />
tlaocolcuícatl se integra en un conjunto dancístico que constituye el canto<br />
como tal.<br />
En empezando a tañer y cantar sallan las matronas, mujeres<br />
de loilos los muertos, con las mantas de sus maridos a los<br />
hombrosy los ceñidores y bragueros rodeados al cuello y los<br />
cabellos sueltos. Y todas puestas en ringlera, al son del instrumento,<br />
daban grandes palmadas y lloraban amargamente y<br />
otras veces bailaban. Inclinándose hacia la tierra y andando<br />
asi inclinadas hacia atrás."'
FORMA DE KXPRESIÓN ORAL 229<br />
Así, inclinadas hacia la tierra y bailando para airas, las viudas buscan abrir<br />
para sus maridos el camino que conduce al corazón de la madre tierra. Un<br />
poco mas urde, los cantores harán lo mismo pero esta vez con la coa.<br />
abriendo simbólicamente csic camino.<br />
l.os cantos, los sollozos, los gritos paroxisticos y las danzas prosiguen<br />
durante cuatro días. Además del llaocotcuícaU, se canta el nocuícatt. "canto<br />
de suciedad", que probablemente debe exorcizar la muerte a través de una<br />
verdadera eyaculación verbal. l;n periodo de luto de ochenta días sigue al<br />
ritual fúnebre, al cabo del cual un sacerdote viene a raspar en el rostro de los<br />
deudos el espesor de polvo y lágrimas que cuajó durante ese tiempo. Esta<br />
materialización física del dolor se reúne luego y se celia solemnemente en un<br />
sitio llamado<br />
n (lugar redondo) donde se le prende fuego. El<br />
efecto catártico del rituales patente puesto que el documento concluye:<br />
Y enviábanles a stis casas alegres y consoladas, lascuales, como<br />
sino hubiera pasado nada por ellas, asicreían Ir libres de todo<br />
llanto y tristeza.'"
Fragmento de un tlaocolcuicall<br />
¿Dónde tú, oh dios, gracias a quien se vive, dónde vives?<br />
Yehuaya ye. Tus padres amigos te esperan con cantos, se<br />
lamentan con/lores.<br />
Aquí buscan tu pecho, se entristecen, le piden a tu corazón la<br />
grandeza, el renombre, aya olma.<br />
Sólo yo digo, yo recuerdo si así es la aflicción. ¿Con qué<br />
descansará mi corazón, con qué desaparecerá mi tristeza? Yo,<br />
el huexotzíncatl.<br />
¿Acaso todavía tengoyo un padre, acaso loilavía tengo una<br />
madre?, ¿me esperarán?, ¿reconfortarán mi corazón?<br />
¡No puedo poner fin a la aflicción, ohuaya!<br />
Andan, se divierten, se regocijan aquí nuestros amigos.<br />
¡llenen sarapes, collares, auhf<br />
Pobre de mí, no tendré placer, no me iré satisfecho de aquí<br />
entre la gente. ¡Ohuaya!<br />
Se enrolla el mando, se enrolla la aflicción, la nobleza, aya.<br />
Desde allí, desde allá vendrá, lo quiero, lo deseo en la tierra.<br />
.\o tendré placer, no me iré satisfecho de aquí entre la gente.<br />
¡Ohuaya!.<br />
Tú. que estás cerca, junio, te regocijamos aquí. Nada se<br />
marchitaremos nosotros, tus amigos.<br />
Y también como esmeraldas los rompes, como pinturas los<br />
Toilo se va allá.<br />
Sólo también, ye, el lugar de los muertos, en el lugar donde<br />
todos perecemos.<br />
Cómo nos tratas, oh dios. Asi nacemos, así perecemos. Sólo<br />
vamos pereciendo nosotros, macehuales. ¿A dónde iremos en<br />
Entonces sólo me queda llorar cuando le desanimes, oh<br />
dador de la vida. Se rompe eljade. Se desgarra la pluma.<br />
Tú, Moqiicqucloa, nos desprecias, nosescondes, nosdeslruyes<br />
fil llaocolcuicatl se inscribe generalmente dentro de un aparato ritual<br />
mortuorio más vasto, donde los cantores dcscm|>eñan un papel de primera<br />
importancia Además de oficiar como sacerdotes, realizan mediante las
231<br />
lágrimas verbales de su camo una verdadera catarsis, exacerbando el dolor<br />
durante el acto ceremonial para erradicarlo mejor. I .a relativa discontinuidad<br />
semántica del tbiocolcuicutl aquí presentado proviene probablemente del<br />
hecho de que varios cantores elevaban su voz sucesiva o simultáneamente<br />
en el agora donde se realizaba el acto, logrando así una estereofonía 1 ' 1<br />
gracias a la cual la colectividad forma un bloque contra el Infortunio.<br />
4.4.2 Dlcgcsis: el canto de la razón<br />
Paralelamente a estos comportamientos rituales donde predomina el sentimiento<br />
y (le conformidad con el empuje existencial que incita al hombre<br />
a construir su vida, en torno al lenguaje articulado se estructuraba la razón<br />
Así como un impulso vital, teñido inevitablemente de razón, generaba<br />
rl rito mime-tico de reintegración al ser íntimo, un movimiento intelectual<br />
inquisitorio empujaba al hombre a cuestionarse sobre su presencia en el<br />
mundo y a proponersolucionesestruct tirantes de la existencia. I .as primeras<br />
respuestas de la conciencia humana a las todavía imperceptibles interrogantes<br />
ontológicas son los mitos que difunden en el espectro significativo del<br />
lenguaje las pulsiones instintivas y la razón incipiente del hombre.<br />
Con el lenguaje conceptual mediador de la realidad vivida se instaura la<br />
dlcgcsis, que se extiende en el eje lineal de una narración donde el canto<br />
se despoja progresivamente de su densidad simbólica para articular de<br />
manera cada vez más clara los mecanismos de la ficciónexpresiva.<br />
4.4.2.1 Variantes expresivas náhuatl del canto de la<br />
razón<br />
a) TUimachilIxtlatolzaxanilU: el mito<br />
Subrayemos aquí este carácter subconsciente del mito cuyas raíces se<br />
hunden en lo más profundo del ser, distinguiéndose así de otras manifestaciones<br />
diegéticas que se articulan a veces sobre los mitos pero se desarrollan<br />
en la horizontalidad narrativa En el caso del mito, la sintaxis de unidades<br />
significativas, que Lcvi-Strauss llamó milentas, exhibe las estructuras primordiales<br />
de la más primitiva diégcsls. Aduciremos aquí, como ejemplo.<br />
una de las gestas míticas más importantes de la cultura náhuatl, la que opone<br />
Quetzalcóatl a Tczcatlipoca:
232 V(KI3nm-AOTT3DIIX*ACTECAS<br />
...luego se concertaron los demonios, los que se nombraban<br />
Tezcatlipoca, lhuimécatly Toltécatl, dijeron: "Es preciso que<br />
deje su pueblo, donde nosotros hemos de vivir.'Dijeron:'Hagamos<br />
pulque; se lo daremos a beber, para emborracharlo y que<br />
no haga penitencia.' luego dijo Tezcatlipoca: 'Yo digo que<br />
vayamos a darle su cuerpo. A ver lo que dice. 'Se concertaron<br />
sobre lo que Iban a hacer. Primero fue Tezcatlipoca: lomó un<br />
espejo de dos caras y de una pulgada de anclio, y lo envolvió; y<br />
cuando llegó adonde estaba Quetzalcóall, dijo a los pajes que<br />
lo custodiaban: 'Id a decir al sacerdote: ha venido un mozo a<br />
mostrarte y a darte tu cuerpo'. Entraron los pajes, fueron a<br />
avisar a Quetzalcóall, quien les dijo: "¿Qué es eso. queridos<br />
pajes?, ¿qué cosa es mi cuerpo? Mirad lo que trajo y sólo<br />
entonces entrará.' t.l (Te/.call¡rxx-a) no quiso dejarlo ver y les<br />
dijo: "Id a decirle al sacerdote que yo en persona he de mostrárselo.<br />
' fueron a decirle: 'So quiere; Insiste él en verte.' Quetzalcoatí<br />
dijo: "Que venga, abuelo". Fueron a llamara Tezcatlipoca;<br />
entró,lesaludóydljo:'HIJomlo,sacerdoteCeAcatlQuelzalcóatl,<br />
te saludo y vengo, señor, a hacerte ver tu cuerpo.' Dijo<br />
Quetzalcóall: "Te cansaste, abuelo. ¿De dónde has venido?¿Qué<br />
H9. Quci/alcóail. dios del viento, del espíritu y de la» artes.
233<br />
es eso de mi cuerpo? A ver." Aquél respondió: "Hijo mío,<br />
sacerdote, yo soy tu vasallo; rengo de la falda de Nonohualcatépetl;<br />
mira, señor, tu cuerpo.' Luego le dio el espejo y le dijo:<br />
'Vetey conócele, hijo mío, que has de aparecer en el espejo.' En<br />
seguidasevtoQuetzalcóatLseasustómuclioy dijo: "SimeDieran<br />
mis vasallos, quizá huyeran." Tenía muchas verrugas en sus<br />
párpados, las cuencas hundidas délos ojos y toda muy hincliada<br />
su cara, estaba disforme. Después que vio el espejo dijo: 'Nunca<br />
me verá mi vasallo, aquí me quedaré." Tezcatltpoca lo dejó y<br />
salió; habló con Ihulmécatl "Allí viene Coyotlináhual(brujo del<br />
coyoles el oficialdeplutna. 'Notificaron a Coyotlináhual, oficial<br />
de pluma, que tenía que Ir, y dijo: "Está bien. Voy a ver a<br />
Quetzalcóatl' Fue y dijo a Qiietxakóall: 'Hijo mío, yo digo que<br />
salgas a que te vean tus vasallos; voy a arreglarle, para que te<br />
vean." Y aquél dijo: 'A ver. Hazlo, abuelo mío.'<br />
Luego hizo esto Coyotlináhual, oficial de pluma. Hizo/trímero<br />
la insignia de pluma de Quetzalcóatl. Luego le hizo su<br />
nuíscara de turquesa; tomó color rojo para pintarle los labios;<br />
tomó amarillo para hacerle la frente; y le hizo los colmillos; a<br />
continuación le hizo su barba de plumas, de xiuhtótotl y de<br />
üauhqiií'chol, que apretó hacia atrás, y después de haber aparejado<br />
de esta manera a Quetzalcóatl, le dio el espejo. Cuando<br />
se vio, quedó muy contento de sí, y al punto saltó de donde le<br />
guardaban; y Coyotlináhual, oficial de pluma, fue a decirte a<br />
Ihulmécatl: "Hice salir a Quetzalcóatl; ahora ve tú." Y él (lhuimí-catl)<br />
le dijo: "lista bien. "Luego se hizo amigo del nombrado<br />
ToltécalLy ambos se fueron, los que ya habían de ir. Vinieron<br />
a Xonacapacoyan. se instalaron con su labrador. Maxllaton,<br />
que era el guarda de Toltecatépec. Luego prepararon quelites,<br />
tomates, chile. Jilotes y ejotes. Esto se hizo en pocos días.<br />
También ahí habla magueyes, que te pidieron a Maxlla;y en<br />
sólo cuatro días compusieron pulque y lo recogieron; ellos<br />
descubrieron unos cantarillos de miel de abeja para echar al<br />
pulque. Fueron luego a Toüan, a la casa de Quetzalcóatl,<br />
llevando todo, sus quelites, sus chiles, etc., y el pulque. Uegaron<br />
y trataron de entrar. Los que guardaban a Quetzalcóatl no les<br />
permitían entrar; dos y tres veces los rechazaron, no los recibieron.<br />
Al cabo, preguntados que de dónde eran, respondieron y<br />
dijeron que de ¡lamacaztépec y Toltecatépec. Cuando lo oyó<br />
Quetzalcóatl, dijo: "Que entren.' Entraron, saludaron y finalmente<br />
le dieron los quelites, etc. Después que comió, le rogaron<br />
de nuevo y le dieron el pulque. Pero él les dijo: 'No lo beberé
234<br />
porque estoy ayunando. Quizás es embriagante o mortal.'<br />
Ellos le dijeron: 'Pruébalo con tu dedo, porque está fuerte, es<br />
vino picante." Quetzalcóatl lo probó con su dedo; le gustó y dijo:<br />
'SIquiero, abuelo.'Cuando hubo bebido, los demonios dijeron:<br />
'A beber cuatro raciones.' Y le dieron la quinta, le dijeron: 'Es<br />
tu libación.' Después que él bebió, dieron a todos sus pajes<br />
cinco tazas a cada uno, que bebieron; los emborracharon<br />
completamente.<br />
Oe nuevo dijeron los demonios a Quetzalcóatl: "Hijo mío,<br />
canta. He aquí la canción que has de cantar.' Y canto Ihuimé<br />
cali: "Mi casa de plumas de quctzalli. mi casa de plumas de<br />
zaquan. mi casa de corales, la dejaré. Ay ay."<br />
EstandoyaalegreQuetzalcóalldlJo:"ldatraeramlhermana<br />
mayor Quetzalpétlatl; que ambos nos embriaguemos." Fueron<br />
suspajesa:\onohualcaté/KC donde hacia penitencia, a decirle:<br />
"Hija mía, señora, penitente Quetzalpétlatl. hemos venido a<br />
llevarte. Te aguarda el sacerdote Quetzalcóatl. Vas a estarte con<br />
él. 'Fila dijo: 'Está bien. Vamos, abuelo y paje. ' Y cuando vino<br />
a sentarse frente a Quetzalcóatl, luego le dieron cuatro raciones<br />
de pulque y una más, su libación, la quinta. Ihulmécall y<br />
Toltécall, los emborrachadores, le cantaron a la hermana<br />
mayor de Quetzalcóatl: "Oh tú, hermana mía. Quetzalpélatl,<br />
¿adonde fuiste en día de labor? Embriaguémonos. ¡Ay! ¡Ya.'<br />
¡Ynyal¡Ynyei¡An!~<br />
Después que se embriagaron, ya no dijeron: "¡Pero si nosotros<br />
somos penitentes/' Ya no bajaron al rio; ya no fueron a<br />
ponerse espinas; ya nada hicieron al alba. Cuando amaneció,<br />
muclio se entristecieron, se llenó de dolor su corazón. Luego<br />
dijo Quetzalcóatl: '¡Desdicltado de mi!', y cantó la canción<br />
triste que había compuesto. Ahí la cantó:<br />
'.Mala es la cuenta de los días cerca de mi casa. ¿Y si nada<br />
fueraposlblcaquí?¿Ysifueraunlugarpeligroso?¿Slestofuera?<br />
¿Si yo cantara el cuerpo hecho de tierra? Crecí en el dolor y la<br />
esclavitud.' Y allí empezó a cantar su canción: 'Me trajo mi<br />
madre, anya, CoacueyeQi del faldellín de culebra), an: soy hijo<br />
de una diosa.'Uoró, 'Yyayean".<br />
Cuando cantó Quetzalcóatl todos sus pajes se entristecieron<br />
y lloraron. Luego también cantaron: 'Nos habían hecho felices<br />
nuestros señores. Quetzalcóatl, el árbol puro de jade, ya se<br />
rompió. Aquí está, lloremos.'<br />
Despuésquecanlaronsuspajes,Quelzalcóalllesdijo: 'Abuelo<br />
y paje, basta. Voy a dejar el pueblo, me voy. Mandad que hagan
FORMA DE EXPRESIÓN ORAL 2}5<br />
una caja de piedra.'Prontamentelabraron una caja de piedra,<br />
y cuando se acabó de labrársela, colocaron ahí a QuelzalcóalL<br />
Sólo cuatro dlasestuvo en la caja de piedra. Cuando noseslntió<br />
bien, dijo a sus pajes: 'Hasta, abuelo y paje; vamonos. Cerrad<br />
por todas partes y esconded las riquezas y cosas placenteras que<br />
hemos descubierto y todos nuestros bienes. 'Asi lo hicieron los<br />
pajes, escondieron sus cosas en el bailo que era de Quetzalcóatl,<br />
en el lugar nombrado Alecpanamocltco.<br />
Kntonces se fue Quetzalcóatk se puso en pie; llamó a lodos sus<br />
pajes y lloró con ellos. Luego se fueron a Tllllan llapaüan,<br />
llatlayan. (¡I iba viendo y probando en todas parles: ningún<br />
lugar le agradaba y habiendo llegado a donde Iba. otra vez se<br />
entristeció y lloró.<br />
Se dice que en este año Uno-Acatl, habiendo llegado al mar,<br />
sedettwo, lloró, cogió sus arreos, aderezó su Insignia deplumas<br />
y su mascara de turquesa, etc. Luego que se atavió, él mismo se<br />
prendiófuegoysequemó:poresosellamaT7atlayan ahí donde<br />
fue Quetzalcóatl a quemarse. Se dice que cuando ardió, al<br />
punto se elevaron sus cenizas, y vinieron a verlas todas las aves<br />
preciosas que suben y visitan el cielo: el ilauhqiicchol, el xiuhlótotl<br />
el tzinican. los papagayos tozncncme, allome.)' cochome<br />
y laníos otros pájaros preciosos."'<br />
Sin pretender describir la articulación actuacional de este mito náhuatl.<br />
señalemos aquí algunos significados pertinentes del encuentro de Quetzalcóatl<br />
y Tezcatlipoca.<br />
Kn términos muy generales, la gesta de Quetzalcóatl expresa la derrota de<br />
la luz y del progreso ante el embale de las hieras nocturnas regresivas.<br />
Encontramos en este relato una estructura tctralógica de esta regresión<br />
correspondiente a la hostilidad contra Quetzalcóatl de cada uno de los<br />
númenes nocturnos, que acaso son nahuales de Tezcatlipoca. es decir,<br />
representaciones formalmente distintas de él mismo.<br />
1. Tezcatlipoca hace ver su cuerpo a Quetzalcóatl, mediante la imagen en<br />
el espejo. liste conócete a ti mismo expresa plenamente el acto prometeico<br />
de trascendencia con un resultado, aquí negativo en términos de progresión<br />
evolutiva. En erecto, al verse en el espejo, Quetzalcóatl se da cuenta de que<br />
los contornos de su presencia individual en el mundo son grotescos: hay que<br />
reabsorber los efectos negativos de la trascendencia.<br />
2,-Coyotlináhual quiere hacerlo salir. Conviene ubicar aquí los valores<br />
respectivos de las nociones adentro/afuera de una casa como la de Quetzal
236 VOCES DISTAKTKS DE IXJS AZTECAS<br />
cóatl, hecha, como se señala en otro lugar, de coral, plumas y oro. iodos<br />
materiales asociados con el cielo o el espíritu. La casa no es aquí, como lo<br />
podría ser para la mentalidad occidental contemporánea, una cálida inlcrioridad<br />
matrlclal que proteje de la hostilidad exterior; es, en el contexto<br />
cultural indígena, una creación del hombre en la tierra y por lo unto expresa<br />
la trascendencia nefasta que lo aisla de la madre naturaleza. Hacer salir a<br />
Quctzalcóatl de su casa significa más bien reintegrarlo a la totalidad natural<br />
de la que se aisló.<br />
FJ maquillaje que Coyollináliiial aplica sobre el cuerpo de Quctzalcóatl<br />
opera la difusión camalcónica de su individualidad en el fondo natural<br />
Además, la máscara que le pone simboliza el arquetipo inmutable e indilcren<br />
ciado en el cual se reintegra.<br />
3. Ihuimécatl y Toliccaü hacen comer y. sobre todo, dan de beber pulque<br />
a Quctzalcóatl. El sentido del ágape es claro así como la fundón desestructurante<br />
de la bebida embriagadora que borra la conciencia y ayuda a la<br />
difusión del ser en la dimensión fisiológica.<br />
FJ número de libaciones es además altamente pertinente. En efecto.<br />
Quctzalcóatl y. más tarde, su hermana Quctzalpéllad beben pulque cuatro<br />
veces, más una. Se hace así alusión a los cuatro puntos cardinales antes de<br />
evocar, con la última libación, el centro-raíz por donde se opera la regresión<br />
a la dimensión telúrica primordial.<br />
FJ canto que entonan el hermano y la hermana a instancias de Ihuimécatl<br />
representa asimismo el lazo umbilical que vincula la creación a su poder<br />
creador, y que se expresa ahora regresivamente.<br />
1.a entrada en escena de la hermana de Quctzalcóatl es también muy<br />
significativa; representa la irrupción de k) dual eu la fuerza de la trascendencia<br />
y la debilita. La dualidad es el motor del desarrollo diferenciado y del progreso.<br />
puesto que la personalidad se afirma mediante la oposición a otra. Además<br />
Quetzalpétlatl representa la vertiente femenina del numen de la luz, es decir,<br />
la fuerza atractiva y unificadora que vincula el ser con el alma del mundo.<br />
4. Por último, después de permanecer cuatro días en una caja de piedra.<br />
Quctzalcóatl emprende el camino regresivo lucia la sustancia primordial. El<br />
esquema se delinca aquí perfectamente: el cofre simboliza la muerte regeneradora.<br />
y conforme a los postulados míticos nahuas. Quctzalcóatl debe<br />
permanecer cuatro días en la tierra antes de penetrar al inframundo.<br />
b) Melauhcuicatt, "canto verdadero'': la expresión épica<br />
Mientras los mitos articulan contenidos, edificando una infraestructura<br />
eidélica que refleja un fondo libidinal inconsciente, la expresión épica abre<br />
al mito una pluralidad formal multiplicando los aspectos circunstanciales y<br />
modales de una historia.
La expresión oral épica desborda la estructura arquetipal de los mitos y se<br />
prolonga en ámbitos narrativos que reflejan una visión del mundo mas<br />
superficial, liberada del lastre coercitivo de la arquitectura mítica, estableciendo<br />
así un nivel diegctlco más abierto a la imaginación.<br />
L'n enriquecimiento de la historia, como proliferación actuacional fuera<br />
de los moldes propiamente míticos de la palabra, conlleva de modo inevitable<br />
un enriquecimiento del discurso al nivel formal. Veamos este ejemplo<br />
lomado del Códice Matritense.<br />
Cantar de la huida de Quetzalcóatl<br />
En Tula se elevó la casa de madera: permanecen<br />
las columnas en forma
238<br />
Sólo la casa de turquesa, la casa de serpientes<br />
que dejaste abandonada en Tula,<br />
donde viniste a gobernar, etc.<br />
Súarill Topiltzin, nunca perecerá lu nombre,<br />
(al oírlo) llorará el vasallo. M<br />
Este "canio verdadero', melauhculcatl, caracterizado aquí también como<br />
teponazcuicatl, "canto de teponaztli", según indicaciones del manuscrito,<br />
ostenta el esquema rítmico siguiente:<br />
Y cuando va terminando el canto:<br />
liqtiiliti Uto lili<br />
U matriz músico clancística de su enunciación sitúa de inmediato la<br />
importancia del elemento verbal en el conjunto expresivo global: aunque<br />
perfectamente coherente a nivel semántico, el texto aquí transcrito tuvoque<br />
someterse en tiempos precolombinos a los imperativos rítmicos, prosódicos<br />
y espaciales de una representación.<br />
En este melauhculcatl, como en otros de su género, la dimensión psicomoiora<br />
de la danza tiene que ajustarse a un elemento mítico-histórico<br />
prc-senu- en la memoria colectiva (la gesta de Quetzalcóall) para lograr la<br />
epifanía tic sentido, tan apreciada por la sensibilidad indígena prchispánica.<br />
La recopilación y la transcripción de este cantar, que llamamos a la par con<br />
Ángel María Garibay (Uinto de la huida de Quetzalcóall, fueron relativa<br />
mente incompletas, como lo demuestran los frecuentes ele. al Anal de los<br />
versos. Sin embargo, podemos intuir con facilidad que estos etc. indican la<br />
repetición de una secuencia verbal ya enunciada.<br />
Estas omisiones se inscriben perfectamente en la perspectiva cognoscitiva<br />
de la recopilación de documentos efectuada por los religiosos españoles,<br />
cuya niela era La reunión de r/atosconcemientesalindígenay descuidaba.<br />
por lo tamo, los as|>ectos formales de la expresión, a menos que pudieran<br />
ayudar ulteriormente a difundir la fe cristiana. Al no consignarse |xir escrito<br />
el refrán o estribillo, se afectó más todavía la justa percepción de un cantar<br />
ya muy desvirtuado por el paso de la oralidad al alfabeto.<br />
U articulación mítica subsiste aquí evocando y mezclando distintos<br />
relatos cosmogónicos: la huida (casa. Cholula, Tlapallan). el hallazgo del<br />
maíz (montaña, arena), e integrando elementos históricos (el rey de Tula<br />
Ce Acatl Topiltzin, Xicalanco, Zarateo). Sin embargo, lo esencial de este<br />
melauhculcatl se encuentra probablemente en la oposición iterativa<br />
que se establece entre un presente/pasado que recuerda las hazañas de
...ya fue a perecer allá en tlapallan,<br />
y un futuro que caracteriza la perpetuidad del culto:<br />
...nunca perecerá tu nombre,<br />
c) ruttolxaxnnitli: el ci<br />
acción reducida y concreta, como se observa en el siguiente ejemplo:<br />
El coyote y la serpiente<br />
Una vez un hombre Iba por el uanoyfue a topar con un coyote.<br />
El hombre siguió su camino. Luego el coyote le hace señas con<br />
la mano, se maravilla el hombre, se asusta, lo maravilla [este<br />
hrchol.<br />
Luego fue hacia él y cuando hubo llegado vio una serpiente<br />
que estaba enredada en él, le apretaba la serpiente, era una<br />
serpiente de maizal la que lo estrangulaba. Y dentro de sí dijo<br />
el hombre: '¿A quién ayudaré.' 1 '<br />
Luego lomó el hombre una vara, una vara resistente y<br />
flexible. Luego le pegó al coyote (a manera de darle a la<br />
serpiente); luego se desprendió la serpiente; así pudo Irse el<br />
coyote. Se recuperó y se echó a correr hasta que llegó a las<br />
ssE<br />
Señalemos, sin<br />
rrSi<br />
z se fue el coyote a la caí ui del hombre;<br />
?n el camino y le dio une iguajolotaycu lando llegó el<br />
r casa otra vez encontró<br />
■guajolote."'<br />
actuacional ayuda/rccoi<br />
embargo, que la duda d el hombre sobre a quién ayu<br />
a la serpiente- representa a nivel narr ativo una deci<br />
esto que en el contexto axiológico prchh<br />
:l todo autorizado para interferir en lo<br />
nat tírales. Al n ,ivcl del sustrato míticc ,. podría simb olizar una op
240 VOCtS DICTANTES DE LOS AZTECAS<br />
humana en la lucha que opone a Quctzalcóatl (la serpiente) con 1 ezcatlipoca<br />
Cel coyote).<br />
ch) SenonotxalU: el relato<br />
Aquí la función diegética alcanza su nivel más superficial, en el sentido<br />
etimológico de la palabra, y
241<br />
LUos se voltean, se dan la vuelta sin cesar, se ponen frente a<br />
la gente, miran en todas direcciones, vienen viendo volteándose<br />
para todos lados, en todas parles, van a ver en todas las casas.<br />
todo examinan, ven hada arriba, hada las terrazas.<br />
Y también los perros: sus perros vienen adelante, van oliendo<br />
todo, jadean, están sin aliento.<br />
Solo. Irguléndose. aislado viene el que lleva el estandarte, lo<br />
manipula sin cesar, le da la vuelta, lo balancea en todos<br />
sentidos, lo hace girar tiene una postura viril, está muy tieso,<br />
se endereza, parece un alacrán.<br />
Lo siguen los que llevan espadas, lucen sus espadas, deslum-<br />
Vienen cargando en el hombro sus escudos, sus escudos de<br />
madera, sus escudos de piel.<br />
En segunda fila vienen los caballos cargando a los hombres.<br />
Sus chalecos de algodón, sus escudos de piel si4S lanzas<br />
suspendidas al cuello de los caballos.<br />
Traen lodos cascabeles, llevan cascabeles, vienen repicando<br />
como si se quebraran los cascabeles, suenan los cascabeles.<br />
los caballos, los venados braman, relinchan, sudan enormemente,<br />
de ellos cae como agua, su baba corre a la tierra, es como<br />
agua de jabón que gotea.<br />
Al avanzar hacen un gran tronido, ungran ruido, trepidan,<br />
como si lanzaran piedras.<br />
luego se agujera, la tierra se abre donde clavan sus pies, se<br />
ve distintamente donde hincan sus pies, sus manos. *"<br />
En los preparativos para la salida que describe el lexeo al principio, la<br />
versión náhuatl reproduce rítmicamente,gracias a una sucesión de palabras<br />
con duplicación silábica y oclusiva glotal (mocécencahua. "se preparan".<br />
moyaochichihua. "revisten sus armaduras", mólpla. "se ciñen"), la almos-<br />
El perfecto orden de los caballos se revela después en la cuadratura de<br />
cuatro verbos cura articulación oclusiva en la duplicación silábica marca los<br />
ángulos: molélecpanc. "se ponen en orden", mocuécuenttlla, "se ponen en<br />
rangos", mohuiliuipana, "se ponen en filas", mocécempantilla. "se ponen<br />
Al poner cuatro verbos casi sinónimos y fonéticamente muy cercanos<br />
—yacatlihullze. attohuitze. teyacantihutíze, teyacaconotlhuitze- para<br />
pintar la primera filade cuatro caballos, se intenta reproducir vernalmente
242<br />
el piafar impaciento- de los equinos ames de que se suelte foncticainentc la<br />
brida: teyacana.<br />
1.a índole sintética del idioma náhuatl, que articula sobre un radical verbal<br />
o sustantivo distintas modalidades circunstanciales, da un gran dinamismo<br />
a la lengua y evita así arrastrar el peso de complementos repartidos en el eje<br />
lineal de elocución, y permite una verdadera explosión del sentido con todos<br />
susmalives: nánaaiztlachLxUhullze. por ejemplo, expresa el dinamismo de<br />
las miradas furtivas y la inquietud de los soldados españoles resguardándose.<br />
La traducción literal al español sería: "vienen con prisa furtivamente viendo<br />
Después de uta jadeante descripción de las perros, de una mareatlom<br />
visión del portaestandarte, de una imagen cegadora de lis espacias desenvainadas<br />
y de los escudos, el narrador procede a describirá los caballcroscn sus<br />
monturas.<br />
Al ámbito visual sucede el registro sonoro, y la frase entera parece un<br />
rumor de campanillas:<br />
cócoyolléque, coyoiéque. coyollóllhuitze,<br />
iuhquin xaxamaca In coyolli, tlaxamaca in coyolll.<br />
"Todos traen cascabeles, llevan cáscateles,<br />
vienen repicando como si se quebraran los cascabeles,<br />
1:1 sudor y la espuma de los caballas, así como el trepidante ruido de sus<br />
cascos, se queda grabado en la memoria del narrador de manera indeleble.<br />
en imágenes y palabras inolvidables, mientras que el suelo mexicano<br />
resiente como una herida la presencia extranjera:<br />
Cdcomoliliui In llalli in oncan qulquelza imlcxi.<br />
"La tierra se abre donde clavan sus pies."<br />
4) Moyohualitoani o ttamacpaitolUiztlI: el encantamiento<br />
El mundo náhuatl está animado hasta en sus panes aparentemente más<br />
inertes, más desprovistas de vida, y constituye un sistema viviente donde<br />
cada elemento simboliza con los otros y con el todo<br />
lite animismo del pensamiento de los antiguos mcxicaiK K se ati icula sobre<br />
el principio causal propio del pensamiento mágico: la causalidad simpática.<br />
Mientras la acción mecánica se realiza por repulsión, la simpatía actúa<br />
por atracción y tiende a fundir los dos elementos de la relación mágicosimpática<br />
en la forma de uno de ellos.
24}<br />
Las relaciones que unen la magia y el canto no se limitan al ámbito<br />
prchispánico y se encuentran de una manera patente en las lenguas occidentales.<br />
El vocablo español "encanto" lo manifiesta claramente, así como la<br />
palabra francesa charme proveniente del latín carmen, ■canto". Todas designan<br />
una acción mágica ejercida sobre un ser vivo o un objeto. De hecho,<br />
la magia es un arte y no una ciencia, y el arte de los primeros tiempos fue un<br />
arte mágico<br />
Del canto, el encantamiento náhuatl perdió la libertad musical, puesto<br />
que no se canta, se salmodia (/o cltanl en inglés), pero conservó la estructura<br />
poética que hace de ¿I un arte. El discurso mágico, como el poético, no es<br />
portador de sentido convencional, sino que está lastrado de objetos y personajes:<br />
partes constitutivas del acto por realizar. 1.a fórmula mágica vale sobre<br />
lodo por la densidad verbal de los objetos o de los personajes evocados en ella.<br />
más que por la supuesta ¡¡erfornuitividad de una palabra determinada.<br />
Kl encarnamiento ritma el lenguaje que labra con el tempo del deseo que<br />
se manifiesta en él. Es. según la expresión de Maurice Pradines. un error de<br />
la razón mas no de los sentidos y de la afectividad.<br />
Podríamos decir, quizás, que la racionalización mágica de las aztecas, más<br />
que una razón lécnicamentc ineficiente, expresaba una sabiduría a la
244<br />
segunda potencia con valor epistemológico: la razón de la razón, que<br />
presentía la total impotencia intelectual del hombre para comprender el<br />
mundo en su escala cósmica y prefería confundir su ira con la ira de la<br />
"hermana torcida", "del espiritado de las siete rosas, vividor de la tierra de<br />
los dioses", su voluntad con las fuerzas ocultas del mundo, y mantener<br />
tendido rl arco de su deseo en la irrealidad del canto sin disparar nunca.<br />
...onenMeleo tonquizaco tn 'Ilalllc/xic'<br />
"...en vano liemos llegado, hemos brotado en la tierra."<br />
el poeta francés Rene Char decía del poema y que aplicamos aquí a la<br />
expresión mágica náhuatl prchispánica:<br />
Le poéme est l'amoiir réallsé du eléslr, demeuré désir.<br />
"El poema (encantamiento) es el amor realizado del deseo que<br />
permaneció deseo."<br />
Encantamiento para curar una quebradura de hueso<br />
lia xlhualluiia, Iztac tiamacazqui; tía xicnapalo nonahualmetzí¡uahyo.<br />
tn ye qulxjwloa xoxouhqui coiicthuiztli yayahuiccoacihuiztli,<br />
cofahuiccoacihiiizlli.in imacehualtzin Dios<br />
iicmopalehuiliz motolinía. 'tiamacazqui ce atl llónaL ticnapáloz<br />
nonahualmezquahyo." 0<br />
"Acude, que a ti digo, blanco conjurado, abrázate con mi<br />
encantado muslo que ya lo destruye el verde dolor, el pardo<br />
dolor, el amarillo dolor, y ayuda al vasallo de Dios que padece<br />
miserablemente. Tú, conjurado (a las tablas con que lo entablan),<br />
cuya dicha está en las lluvias, abrázate con mi encantado muslo.<br />
Otro conjuro para el mismo efecto<br />
Qué es esto que ha hecho mi hermana, a las ocho en orden, la<br />
mujer como guacamaya: cogido han y detenido al hijo de los<br />
dioses. Pero yo soy el sacerdote, el dios Quelzalcóatl que se<br />
bajan (sic) al infierno, y subí a la (slc) superior hasta los nueve<br />
Infiernos; de allí sacaré el hueso Infernal. Mal han hecho los<br />
espiritados, los muchos pájaros quebrantado han quebrado.<br />
Pero ahora lo pegaremos y lo sanaremos.
fORMA DE EXPRESIÓN ORAl 245<br />
Para los dolores en los huesos de las espaldas<br />
Hola tú, culebra verde, amarilla, colorada o blanca, catad que<br />
ha llegado el blanco fuerte punzador y todo lo ha de andar,<br />
montes y cerros: desdichado el que hallare, que lo lia de destruir<br />
y tragárselo.<br />
4.4.3 Poiesls: la modulación del grito primordial<br />
Como señalamos anteriormente, la poesía sera, según la perspectiva teórica<br />
de este estudio, la lírica, vínculo expresivo más directo del hombre con el<br />
momento primordial. Recordemos aquí la distinción que se estableció entre<br />
poesía -es decir, expresión lírica- y función poética, chispa que enciende<br />
misteriosamente el fuego estético, alma misma de un texto y que<br />
trasciende su sentido literal.<br />
La función poética nació de un antagonismo irredimible entre fuerzas<br />
ontológicas divergentes que desgarraban al hombre en los primeros titubeos<br />
simbológlcos. Este momento, en el sentido etimológico de la palabra,<br />
es decir, este impulso primordial, constituye quizás el centro neurálgico<br />
hacia el cual tiende la memoria expresiva náhuatl en su modalidad lírica. A<br />
través del canto lírico, los aztecas buscan remontarse hacia este instante<br />
primordial y conmemorar (.anamnesis) el espado-tiempo puntual donde<br />
se arraiga el dolor de vivir.<br />
El grito nietafisico de los primeros tiempos resuena todavía en un canto<br />
desgarrador que encierra, en el espesor de la voz, el sentimiento difuso de<br />
su ambigua situación omológica.<br />
4.4.3.1 Variantes expresivas náhuatl del canto lírico,<br />
modulación del grito primordial<br />
a) Xochlcuicatl: el canto florido<br />
Ningún término preciso cubre en las fuentes la noción de lirismo, por lo que<br />
estos cantos se encuentran distribuidos bajo varias denominaciones. Reunimos<br />
aquí con el nombre de xochlcuicatl los cantos que expresan las<br />
desgarradoras interrogantes del hombre frente a la vida, y conjugan espíritu<br />
y sentimiento.<br />
Contamos con una gran variedad de xochlcuicatl, pues por estar vinculados<br />
en menor grado con la red de estructuras ritualesque componían la<br />
vida náhuatl, los religiosos los recopilaban con más entusiasmo y determina-
246 VOOS DISTANTES DF. LOS AZTECAS<br />
ción que los temibles himnos sagrados, por ejemplo, cuyo sentido profundo<br />
no alcanzaban a comprender.<br />
lina particularidad de suma importancia para la correcta apreciación de<br />
un xochicuíc en el ambiente eminentemente colectivo del México precolombino.<br />
es la Individualidad que lo caracteriza. En efecto, donde los<br />
contomos del individuo no están esbozados de manera clara, no hay lirismo<br />
llorido posible. Iil xodUculcatl es el desgarramiento situado en el corazón<br />
del individuo, lirismo es lo que sube de lo profundo de la intimidad pero es<br />
recuperado por el sentimiento en vez de generar un comportamiento<br />
dionisiaco o buscar el alejamiento conceptual. Mientras el dionlsismo tenia<br />
una dimensión ontológica y situaba su punto de aplicación en el espesor<br />
difuso de la materia, el canto florido es profundamente individual (lo que<br />
permite una mutación funcional en el lirismo amoroso) y se articula en<br />
1:1 hombre primitivo no tenía propiamente una expresión lírica; su grito<br />
era todavía de pinico ontológico. Sólo con una individualidad bien delineada<br />
por la conciencia trascendente, puede trasladarse al individuo el punto<br />
neurálgico del trágico cucsiionamiento. El grito ontológico brotado de lo<br />
más profundo del ser se acultura con la presión existencia! trascendente y se<br />
lü hombre prchispáníco tenía varias opciones expresivas frente a los<br />
dctermlnismos del mundo. Se fundía en la ebriedad colectiva del dionlsismo
descstructuninic, o asumía la existencia y la proyectaba en una expresión<br />
formal estructurante. Un el contexto del lirismo, cuestionaba la<br />
segunda, pero se rehusaba a acudir a la solución colectiva de la primera;<br />
mantenía el punto neurálgico de su angustia en el lugar mismo donde<br />
manaba: la encrucijada del cuerpo y del espíritu. Ya muy comprometido<br />
con la conciencia, el hombre náhuatl no consideraba la vía dionisiaca<br />
como única solución a su disyuntiva oniológica; prefería acercarse al<br />
abismo en su expresión lírica.<br />
Xochicuícatl sobre el lema de la guerra:<br />
Canto a la muerte de Tlacahuepan<br />
Ya con escudos pintas la nobleza.<br />
y con dardos escribes la batalla.<br />
Ya le aderezas luego con plumas<br />
y con greda te tifies el rostro,<br />
oh Tlacahuepan. porque te Irás al lugar del misterio.<br />
Te adelantas a los principes,<br />
oh Tlacahuepan,<br />
y a boca llena gritas<br />
y te responde el águila roja, el ave,<br />
oh Maceuhqui, ya silba con la mano<br />
en el lugar del misterio.<br />
Piulado de tigre está tu canto,<br />
cual águila que se estremece es tu flor.<br />
oh tú, príncipe Maceuhqui,<br />
tu tambor es un escudo, hí lo tañes.<br />
Con las flores del águila<br />
ya cides la nobleza y la amistad:<br />
son un licor precioso que embriaga y amortaja<br />
¡Allá es deleitado el dios!
En este canio, elevado probablemente en honor de un guerrero a punto<br />
de salir a una expedición bélica, o quizás de una víctima sacrificatoria, 1 " el<br />
yo encuentra otro yo dando al lirismo patente un tono elegiaco teñido de<br />
¿pica. 1:1 texto sitúa el campo de batalla en el lenguaje mismo. La voz $c<br />
somete aquí a las estructuras semámico-verbales que tejen, dentro del<br />
referente lingüístico, un poema de flechas y escudos. FJ canto no se<br />
derrama, sin embargo, en la realidad bélica y permanece sin vínculos<br />
performativos con ella, conformándose con reciclar Indirectamente la<br />
ideología guerrera establecida.<br />
1:1 campo de batalla lo constituye aquí la lengua con bellísimas imágenes<br />
metafóricas:<br />
Ya lie chimalicuitoa toconllacochicuiloa<br />
a in tecpílloli a in tlacMnollo aya.<br />
"Ya con escudos pintas la noble/a,<br />
con dardos escribes la batalla.'<br />
Ocelolcutlluhqul a mócuic<br />
■ ili -<br />
Imalcocoma in mohitéhueuh<br />
luflor,"<br />
ntegración del guerrero a la in<br />
In camaepa lontlátoa yehuaya<br />
tnltz onya nanqullia cuauhinquéchol,<br />
in lúlotlyehuaya...<br />
"Y a l>oca Ucna gritas<br />
y te responde el águila roja, el ave..."<br />
El diálogo entre el guerrero que va a morir -Áfilo de la obsidiana, y el ave<br />
quechol que de hecho no es sino la representación mítica del alma del<br />
guerrero mueno en el combate o en el sacrificio, instaura una simultaneidad<br />
entre el presente y el futuro, la vida y la muerte, ayudando así al guerrero a
KORMA DE EXPRKSIÚK ORAL 249<br />
salir al encuentro de la muerte florida, xochimlquixtU, en el campo de<br />
batalla, yaoixtlahuacan, o a la víctima a subir los escalones del templo que<br />
conducen al téchcatt, la piedra de sacrificios.<br />
Probablemente, este canto elegiaco se elevaba en la víspera de una<br />
expedición guerrera o de un sacrificio -y no tras la muerte de llacahuepan,<br />
como expresa la traducción que nos dio de él Garibay-, c indica los<br />
estrechos lazos que deben unir la muerte y la vida en la mente o el corazón<br />
del guerrero antes de que vaya. ...ye oncan ahitütilo in téott, "...donde es<br />
deleitado el dios', al campo de batalla.<br />
La traducción de Garibay de: Oncan ximiciumi ye oncan ahuilUlo in<br />
téott, "Deja la tierra y vete allá, allá es deleitado el dios", no me parece del<br />
todo justa. Ximicuani significa "muévete", "vete", y además el vocablo<br />
"tierra" no aparece en el texto náhuatl.<br />
No se trata, por lo tanto, de un can\o post mortem (a manera de oración<br />
cristiana), sino de un ramo elegiacoanfemortem en el que se reduce la zanja<br />
que divide vida y muerte, a la vez que anima ideológicamente al guerrero a<br />
ir al combate para regocijar al dios.<br />
Mientras un bardo occidental podría haber destacado las probabilidades<br />
de victoria, y por lo tanto de vida, del guerrero antes del combate, este canto<br />
considera esencialmente la perspectiva óptima (dentro del marco cósmico<br />
religioso náhuatl) y lo cuenta anticipadamente entre los muertos. IÜ tímida<br />
duda al respecto: ¿(U¡ nelatónyazin ompaxlmoa (yan)?. "
eglón del misterio, tiende a borrar los límilcs entre la vida y la muerte.<br />
y abre a la batalla el campo de la eternidad.<br />
Xochtcuícali sobre el tema de la ternura:<br />
Cozolcuícatl, "canción de cuna"<br />
Comenzó mi canto en la casa de las flores,<br />
luego yo cargo a mi principllo,<br />
alegraré a lajoyila preciosa,<br />
baila el bebé, el pequeño Ahuízotl.<br />
Ya no llores, principllo,<br />
tú bailarás con Uisflorecitas, tus cascabelltos, joyita preciosa.<br />
Yo mezco el Anáhuac<br />
soy mucliacha mexica,<br />
cargaré mi cuna-escudo donde estará<br />
la golita de agua,<br />
mi bebé flor de guerra.<br />
Los cascabeles suenan, yo lloro, golita de agua,<br />
mi bebé flor de guerra.<br />
Los cascabeles suenan, yo lloro, golita de agua,<br />
mi bebé flor de guerra.
Flor de maíz tostado son mis pechos,<br />
fuimos enredados con flores,<br />
pequeño Ahutzotl, en nuestro aposento.<br />
Como una flor se regocija mi corazón,<br />
muchachito Ahutzotl |...)<br />
í.os tambores de Tamoanchan rugen,<br />
se agitan las flores del escudo.<br />
Los cascabeles suenan.<br />
tu tambarse abre como una flor...<br />
El lirismo universal de la ternura materna se deja ver a<br />
metáforas propias de la cultura náhuatl, pero esta ternura c<br />
mente matizada de dolor y muerte puesto que el bebe evocado es un<br />
guerrero: "Mi bebé flor de guerra".<br />
La guerra se "enreda* en tomo a la "cuna-escudo" del niño con la evocación<br />
de batallas en 1 luexotzinro o en Atiixco, y con las connotaciones implícitas de<br />
la batalla como la tiza, las plumas, las flores de llanto y las flores de escudo.<br />
Un lirismo trágico surge de esta situación que funde uno de los instantes<br />
más conmovedores de la maternidad -el de amamantar a un hijo, la vida que<br />
corre de los pechos matemos, "flor de maíz tostado". hacia el ser acabado de<br />
brotar en la tierra- con la imicrtc de obsidiana que se perfila como destino<br />
Esta canción tepaneca de cuna, dedicada en apariencia a la madre del rey<br />
mexica Ahuízotl acabada de nacer, mezcla verbalmemc la fragancia de la<br />
leche materna con el violento colorido de las flores del escudo y el amargo<br />
Xochicuícatl sobre el tema de la angustia.-<br />
Canto de Cacamalzln<br />
Amigos nuestros,<br />
escuchen:<br />
que nadie viva con presunción de realeza.<br />
La Ira, el odio<br />
sean olvidados,<br />
desa/uirezcan<br />
en buena hora sobre la tierra.<br />
También a mí<br />
me decían ayer<br />
los que estaban en el juego de pelota,
252 VOCES DISTANTES DE LOS AZTECAS<br />
decían, murmuraban:<br />
¿Como hombre?<br />
¿Como bufón?<br />
Yo reflexiono.<br />
¿Quién? Todos dicen esto,<br />
pero nadie dice la verdad en la tierra.<br />
Se extiende la niebla,<br />
resuenan los caracoles,<br />
por encima de mí y de la tierra<br />
se esparcen las flores, se entrelazan, hacen giros,<br />
vienen a dar alegría sobre la tierra.<br />
Es verdad, tal vez como en su casa,<br />
nuestro padre,<br />
tal vez como plumajes de quetzal en tiempo de verdor,<br />
con flores tlñe<br />
aquí en la tierra, el Dador de la vida.<br />
En el lugar donde suenan los tambores preciosos,<br />
donde se hacen oír las bellas flautas,<br />
del dios precioso, del dueño del cielo,<br />
collares de plumas rojas<br />
sobre la tierra se estremecen.<br />
fjt niebla de los cantos del escudo envuelve,<br />
sobre la tierra cae lluvia de dardos,<br />
con flores de varios colores se hace la noche,<br />
hay truenos en el cielo.<br />
Con escudos de oro<br />
allá se liace la danza.<br />
Yo sólo digo,<br />
yo, Cacamatzin,<br />
aliora sólo me acuerdo<br />
del señor Sezahualpllli.<br />
¿Acaso allá se ven?<br />
¿Acaso allá dialogan<br />
él y Nezahualcóyotl<br />
en el lugar de los atabales?<br />
Yo de ellos ahora me acuerdo.<br />
¿Quién en verdad no tendrá que ir allá?<br />
El Jade y el oro,<br />
¿acaso no tendrán que ir allá?<br />
¿Soy acaso escudo de turquesas?<br />
Una vez más (cual mosaico), ¿volveré a ser<br />
Incrustado?¿Volveré a salir?
25J<br />
¿Con mantas finas seré amortajado?<br />
Todavía sobre la tierra, cerca del lugar de los<br />
atabales, de ellos yo me acuerdo.<br />
I lijo de Nezahualpilli y nieto de Nezahualcóyotl, C jicamatzin fue impuesto<br />
rey de Texcoco a la muerte de su padre gracias a la Intervención de su tío<br />
.Motecuhzoma Xocoyotzln de Tcnochtitlan, en detrimento de su hermano<br />
lxtlilxóchitl que abandonó Texcoco y reunió un poderoso ejército para<br />
oponerse a él. 1 " Con el apoyo de los niexlcas, se mantuvo en el poder hasta<br />
que llegaron los españoles. Fue torturado por los conquistadores y probablemente<br />
asesinado cu el desbarajuste que constituyó para los invasores la<br />
noche triste. Las cronistas indígenas, entre ellos Fernando Alva lxtlilxóchitl.<br />
Tezozómoc y Chiinalpaliin, declaran que murió ahorcado o víctima de<br />
cuarenta y siete puñaladas antes de que los españoles abandonaran la<br />
Como todos los nobles de su época, Cacamatzln estudió en el Calmécac<br />
donde se concentraba el saber indígena y vivió en la atmósfera culta que<br />
habían creado su abuelo Netzahualcóyotl y su padre, el también poeta<br />
Nezahualpilli.<br />
La primera secuencia del cantar de Cacamatzin evoca inconfundiblemente<br />
las luchas políticas que lo opusieron a su hermano lxtlilxóchitl y<br />
expresa, por medio de unos patéticos subjuntivos, su abierto deseo de<br />
reconciliación.<br />
Después de unas palabras que muestran el carácter oral circunstancial de<br />
la instancia de- elocución: me decían ayer... Cacamatzin eleva la problematicaal<br />
plano existencial del significado delaacción humana. Tenemos en esta<br />
secuencia tres tonalidades diferentes:<br />
1. Kl lenguaje común que ubica la pregunta se sitúa fuera del cantar en la<br />
instancia global de elocución y pertenece de alguna manera al lenguaje<br />
2. Las dos preguntas breves: ¿Como hombre?, ¿Como bufón?, instauran<br />
i. 1J triste respuesta expresa el carácter vano y equívoco de la vida en<br />
A nivel prosódico, esta secuencia parte de un tono neutro, cotidiano, que<br />
sube con la interrogante y baja con la desilusión. Pero ésta se engancha de<br />
inmediato a la panacea lírica de las flores que giran, embriagan y con la<br />
embriague/, traen la alegría.
1.a neblina florida que se extendió sobre la (ierra trasladó al poeta y a los<br />
oyentes a la casa del dios: el lugar donde suenan los tambores preciosos,<br />
donde se hacen oírlas bellas/lautas. I-a morada terrenal del hombre y la casa<br />
del dios se funden un Instante en la frágil percepción poética.<br />
Este éxtasis, sin embargo, no dura. A la niebla de cantos floridos sucede<br />
la de los escudos; la lluvia de dardos oscurece el sol. El choque fonético de<br />
las sílabas de Culcachlmal anuncia el golpe de los escudos. la tensión del<br />
arco y el vuelo rápido de la flecha se perciben en la potencia de tlácocli y el<br />
soplo de qulahui; el rugir del cielo está presente en tetecuica antes de que<br />
comience la danza de guerra con escudos de oro.<br />
1.a proximidad de la muerte trae a la conciencia el recuerdo de los<br />
ancestros N'czahualpilli y Nczahualcóyotl, y con ellos el lugar de los<br />
alábales, \a casa de la primavera de donde vienen los cantos.<br />
Un enjambre de preciosos paradigmas: jade, oro, mosaico, turquesas.<br />
mantas finas, comulga poéticamente en la última secuencia con una abrupta<br />
modalidad interrogativa, antes de que la herida que sufre Cacamatzin sea<br />
expuesta de manera lapidaria por los dos vén ices de un abismo Infranqueable:<br />
la tierra, el lugar de los atabales; la dimensión humana, la dimensión divina,<br />
y como vehículo, la memoria del hombre: ntquilnamiqui. "yo recuerdo".<br />
4.4.4. La palabra de refuerzo soclo-exlstenclal<br />
Hemos aislado, por imperativos de claridad de exposición, los aspectos<br />
ontológicos de sus homólogos sociales, pero debemos recordar que la<br />
cristalización formal de los géneros que se esbozan en el horizonte oral de<br />
los aztecas se realizó siempre en una situación social, cualquiera que fuese<br />
su grado de desarrollo.<br />
los impulsos expresivos inherertcs al hombre, en la pluralidad estructural<br />
que hemos definido, se canalizan mediante reguladores socioculturalcs<br />
hacia patrones formales que resultan, en última instancia, de la interacción<br />
(inconsciente) entre los factores ontológicos inherentes a la naturaleza del<br />
hombre y los detenninismos socio cxlsuticialcs de la cultura náhuatl.<br />
De hecho, la pluralidad expresiva original algo difusa se canaliza hacia los<br />
ámbitos de un comportamiento ya definido por normas precisas, modulandose<br />
sobre los deierminismos psico-socialcs prevalecientes. Se instaura una<br />
osmosis mutua a raíz de la contigüidad más estrecha de los géneros que<br />
mimes!» con semillas narrativas, a la vez que la modalidad dialógica de<br />
expresión, esencialmente mimélica, viene a enriquecer el relato diegético.<br />
Por oí ni parte, la poesía penet raen ambas modalidades expresivas sublimando<br />
así la flsis y el logos en una dimensión meta/úrica.
FORMA DE EXPRESIÓN ORAL 255<br />
Los géneros predeterminados en su ontogénesis expresiva completan su<br />
social como lo son el IwelmetlátoUi, "consejo de los viejos", o los adagios<br />
que en frases lapidarias capitalizan el aparato socio-ético de los aztecas.<br />
a) El huehuellátolli- "la palabra antigua"<br />
Género ampliamente recopilado por los cronistas españoles en gracia a su<br />
belleza y sobre todo a la inteligibilidad de su expresión, el huehuellátolli se<br />
encuentra ubicado en el dominio de la palabra de refuerzo sociociiluiral.<br />
Consiste en un discurso altamente retórico que solemniza un acontccimicn<br />
con ocasión del cual se recuerdan los paradigmas éticos del grupo.<br />
ÍM. Ihtehuettátoíli<br />
pronunciado en la elección del<br />
Por la belleza plástica de su forma, el huehuellátolli es el lenguaje hecho<br />
oración, plegaria, sin que el aspecto rcfcrenci.il de la comunicación se vea<br />
afectado por la profusión estética. La perentoria aserción que implica el<br />
lenguaje articulado se ve matizada por la belleza indecisa de la proyección<br />
formal estética. T.\ lenguaje se engalana para revestir su brutal y fría desnudez<br />
En su enunciación, la presencia física del hablante tiende a borrarse y<br />
ctxlincado. Mientras el canto lírico es la afirmación del yo individual y se<br />
circunstancial y su elocución se encuentra estrechamente ligada a los<br />
acontecimientos socioculturales.
256<br />
Palabras de exhortación con que ¡a madre<br />
asi habla, instruye a su hija<br />
Ahora mi niñita, tortolita, mujercila, tienes vida, has nacido,<br />
has salido, has caído de mi seno, de mi pecho. Porque te lia<br />
forjado, porque te ha moldeado, te hizo, te formó menudita tu<br />
Padre, tu Señor. Ojalá no andes sufriendo en la tierra. ¿Cómo<br />
vivirás al lado de la gente. Junto a las personas? Porque en<br />
lugares peligrosos, en lugares espantosos, con gran dificultad<br />
se vive. Así hay aspereza en la tierra. Porque se acaban los<br />
rostros de la gente, los corazones de la gente y los hombros de<br />
las personas, las espaldas, los codos, las rodillas. Así, un<br />
poquito concede a las personas, las hace merecer su fama, su<br />
honra, su calor, su tibieza, su dulzura, su sabrosura, el Señor<br />
Y tú, no te abandones, no seas desperdiciada, no te quedes<br />
atrás, tú que eres mi collar, mi pluma de quetzal; no se dañe tu<br />
rostro, tu corazón, ni tu hombro, tu espalda, tu codo, tu rodilla.<br />
si te pones a barrer, a limpiar, a lavarle las manos, a lavarle la<br />
cara, la boca a los demás. Y también ponte junto al agua, al<br />
metate, y coge bien, toma el molcajete, el canasto: ante las<br />
personas, junto a ellas, acomódalos, sepáralos.\...\<br />
Y bien canta, bien habla, bien conversa, bien responde, bien<br />
ruega; la palabra no es algo que se compra. :Vo como muda,<br />
loma, le vuelvas. Y el huso, la tablilla para tejer, hazte cargo de<br />
ellos; ¡a labor, lo que eleva, asciende como el olor, lo que es la<br />
nobleza, el merecimiento, los libros de pintura, lo que es un<br />
modelo, el color rojo (el salttx). Así bien, al lado y junto de la<br />
gente vivirás, así merecerás en alguna parte un poquito de<br />
bebida de maíz, una tortilla doblada, una verdurita, un nopalito;<br />
y en alguna parle algo de granito, maíz añublado, ¡o que<br />
de tu cadera, lo que de tu pecho colgará para que lome calor,<br />
para que tome tibieza tu cuerpo, para que de este modo<br />
agradezcas al Señor ¡\ueslro su misericordia con las gentes, su<br />
benevolencia con las {tersónos.<br />
Y no sientas como dulce, no sientas como sabroso, el sueño,<br />
el acostarse. Tampoco andes siguiendo asi nada más el día, la<br />
noche; ello no es recto, bueno, hace adquirir a la gente, lahace<br />
en alguna parle bien estés junto a las persoiuis, aliado de ellas.<br />
es bueno, es conveniente que lo sepas, lo comprendas, lo lleves<br />
contigo, lleves a cuestas, lo que es bueno, lo que es recto. Lo que<br />
harás, lo que llevarás a cuestas es aquello que es posible hacer.
257<br />
lo que es llevadero, bien sea al lado del Señor Nuestro o lo que<br />
nosotros los hombres, los merecidos, necesitamos. (...)<br />
Y si alguien algo te dijera, de algo que es necesario a tu<br />
corazón, ó con lo que sobre la tierra bien se vive, con lo que está<br />
uno de pie, bien lo cogerás, bien lo lomarás, lo harás parte de<br />
tu vida; porque si no lo coges, porque si no lo tomas, porque si<br />
no obedeces, entonces mucho contra ti habrá portentos, cosas<br />
desusadas, porque nada así de esto se verá en la tierra.<br />
H inclínate, baja la cabeza ante las personas, junto a ¡agente<br />
sé respetuosa, sé temerosa con ella. No ante la gente, sobre las<br />
personas andes. Con tranquilidad, con calma vive, ama a<br />
las personas, ruégales, sé benévola con ellas; dale a las personas<br />
en algún lugar un poquito. No veas a la gente con desdén, no<br />
Y no busques mal, no estés escudriñando a las personas por<br />
su riqueza, cuando el Señor Nuestro a alguien se la da. No<br />
hagas sufrir a alguien, no asi le hagas, no de alguien te burles<br />
porque luego asi tu te afligirás; y cuídate de no jugar con la<br />
maldad, no hagas tu madre, no hagas tu padre (no hagas tuyo)<br />
el esparcir de la ceniza, la encrucijada (el peligro):<br />
No de tu voluntad comas tu mano, tu pie. No hagas de tu<br />
capricho tu madre, tu padre, porque así saldrás, porque así<br />
envejecerás, te envilecerás, te cubrirás de negro. Y también así<br />
nos avergonzarás aun atando seas como agua, como alimento.<br />
jmrque sólo de tu voluntad, tú misma así te revolverás con<br />
lo no bueno, con ¡o no recto.-"'<br />
Respuesta con que la hija así contesta a su madre y le<br />
agradece su plática, su enseñanza<br />
Me has favorecido, mi hermana mayor, a mi, que soy tu collar,<br />
tu pluma preciosa. ¿A dónde en verdad me irás a dejar? ¿A<br />
dónde me irás a entregar? Porque en tu seno, en tu pecho he<br />
vivido, he nacido, yo muchaclitta, niñita. Que asi yo lo tome,<br />
que así yo vea en ti que tú eres mi madre, mi hermana mayor,<br />
Mucho reclaman tu rostro, tu corazón, tu cuer¡m (en recompensa)<br />
porque así, por mí te privaste de algo, así me criaste.<br />
junto al fogón, en el hogar sobre mí cabeceabas (preocupada)<br />
47 me habías lastimado el labio o si me arrullabas; porque por
mi temiste que algo Imprevisto pudiera ocurrir: no con tranquilidad<br />
hiciste el sueño, el descanso; bien por mi velaste y con tu<br />
mano recogías mi orina, mi excremento; no con tranquilidad,<br />
no apaciblemente (no sin dificultades) se hacía enjundias»,<br />
venía a derramarse tu lecheclta que en mi boca echaste, me<br />
escurriste.<br />
Con difladtad viene a brotar tu lecheclta porque eso es lo que<br />
ahora haces, porque por mí asi en tu seno, en tus entrañas,<br />
junto a ti, ha habido miseria y ahora no son tu pertenencia el<br />
costo de tu huso, el costo de tu tablilla para tejer (lo que ganas<br />
con tus trabajos de mujer), lo que me diste de beber, lo que me<br />
diste a comer para que un poquito viniera a crecer, viniera a<br />
embarnecer.<br />
Y ahora no desfalleces por mi, ya otra vez me dices, me das<br />
lo que pone de pie, lo que hace vivir. Y yo. ¿qué le daré en pago?<br />
¿Con qué apaciguaré tu corazón, tu cuerpo? Porque aún soy<br />
muchachito, porque aún soy nlñita, porque aún amontono la<br />
tierra, juego con tiestos; ¡Hjrque aún juego con mis orines, con<br />
mis heces;porque aún en mis manos embarro mis babas, mis<br />
mocos y todavía no madura mi rostro, mi corazón.<br />
Y como lo quiera el Señor Muestro, acaso será mi don, acaso<br />
será mi merecimiento lo que me has dicho, lo que me has dado,<br />
un labio, una boca, tu llanto, tus lágrimas. Tú acaso merecerás<br />
en alguna ¡Mirle un poquito, el calor, lo tibio, su calor, su tibieza
del Señor Nuestro. ¡SI me lo diera (ojalá sea mi don) ahora que<br />
mucho ha hecho otorgamientos tu corazón! Yérguete, mi hermana<br />
mayor.'*<br />
El esquema enunciación/respuesta es imprescindible en cualquier huehueüálolll<br />
donde la función de integración social se impone a las demás.<br />
Generalmente son varios los que hacen uso de la palabra cuando un<br />
acontecimiento requiere que se produzca la "antigua palabra', y es muy<br />
probable que en la circunstancia aquí aducida, el padre y una tia hayan<br />
expresado también sus sentimientos al respecto.<br />
Aunque íl discurso exhibe un contenido ético manifiesto, vale ante todo<br />
por la forma mediante la cual el individuo realza los contornos específicos<br />
del/xipe/social que desempeña en la colectividad. Estos papeles son aquí los<br />
de madre e hija, y las palabras de ambas, más que expresar sentimitn<br />
tos personales, confirman su adhesión a los |X>stulados socioculturalcs del<br />
grupo.<br />
Este huehuetlálolll, como todos los del género, muestra el predominio<br />
del eje vertical paradigmático sobre U progresión sintagmática'<br />
la estrategia expresiva. La riqueza verbal que ostenta la fra<br />
verbo-complemento, c<br />
verbo<br />
has salido<br />
complemento<br />
de mi seno<br />
de mi pecho<br />
su honra<br />
su tibieza<br />
su dulzura
orador para cada unidad verbal, da al referente el sello de la belleza. Y nc<br />
olvidemos que la belle/a representa para los aztecas, como para liatón, 1 " l<br />
expresión misma de lo verdadero.<br />
b) MachiotiiUoUl- «los adagios"<br />
Es en el ritmo del pensamiento que se manifiesta en este genero donde I<br />
trascendencia del hombre, en relación con el mundo que lo rodea<br />
adquiere una dimensión social y ética. La idea, después de buscar ui<br />
cuerpo verbal que pudiera expresarla, fragua en una expresión Ib<br />
Moxoxolotitlani:<br />
ly días mal afortunados:<br />
"Salta como granizo de albarda:<br />
Este refrán se dice de aquellos que tocándolos un poco con alguna<br />
palabra áspera, luego saltan en cólera y riñen y echan ponzoña por<br />
la boca: y cuando oyen hablar nial de otro, luego ayudan."<br />
liste refrán se dice de aquellos que en su manera de hablar y <<br />
mirar y de andar son como simples y llanos, y de dentro st<br />
:) y aborrecedores, dicen uno
FORMA DE F-XPRtSIÓN ORAL 261<br />
La pluralidad expresiva oral de los aztecas se arraiga en fundamentos<br />
socioontológicos comunes a toda la humanidad. IX' hecho, es un impulso<br />
vital el que lleva al hombre a exteriorizar, de manera consciente o no. sus<br />
instintos, sentimientos y disyuntivas existencialcs por medio del gesto, el<br />
canto o la palabra. El antagonismo dual inherente a la condición humana se<br />
proyecta a su vez en el ámbito expresivo a través de la oposición fundamental<br />
entre una mimesis esencialmente fisiológico-scnsibtc y una diegcsls desvinculada<br />
de la realidad mediante una representación conceptual relativamente<br />
autónoma. De la tensión creada por estas polaridades antagónicas.<br />
nace la función poética o polcsls, dolorosa materialización expresiva de una<br />
aporta insoluble.<br />
Esta trinidad estructural básica genera después, en el ámbito existencia],<br />
una proliferación circunstancial de la expresión, que esboza los primeros<br />
rasgos distintivos de las diferentes modalidades orales. Estos rasgos adquieren<br />
finalmente, en la dimensión social, sus trazos definitivos. Además de<br />
filtrar la expresión oral en su espesor estructurante, el aparato social<br />
establece modalidades expresivas que nacen de sus determinismos propios.<br />
4.5 La función lúdica<br />
Entre los engranajes altamente funcionales que representan las distintas<br />
formas de la oralidad náhuatl, ya sean de vectorialidad esencial o existencial,<br />
se encuentra el colchón lúdico aparentemente desprovisto de funcionalidad<br />
directa pero, precisamente por este hecho, investido de un papel de suma<br />
importancia en la sociedad precolombina, como en cualquiera de otros<br />
lugares y tiempos.<br />
No entraremos en una digresión especulativa sobre el juego y mis<br />
generalmente sobre la función lúdica, pero debemos subrayar dos aspectos<br />
importantes de esta actividad común a toda la humanidad y, en cierta<br />
1) Kl juego está disociado nincionalmcntc de las finalidades adaptativas y<br />
de asimilación intelectiva que hemos definido, y hace trabajar los mecanismos<br />
de progresión existencial o de regresión esencial sin finalidadalguna.<br />
2) El juego hace un uso muttidireccional del fenómeno de inversión -que<br />
hemos considerado hasta ahora desde un punto de vista existencial- como<br />
la tendencia propia del sentimiento de reintegración esencial que anima al<br />
liombre en el grupo social, la función lúdica interviene cuando los medios<br />
para llegar a los fines, ya sean de adaptación socio-existcncial o de reintegración<br />
socio-omológica, juegan en el vacío.<br />
Podríanlas entonces matizar la famosa frase de Kant: El arle es una finalidad<br />
sinfín, aduciendo que de hecho el arte tiene, en un lejano horizonte
oncológico, un fin de reintegración a la iniiiiiidnd del muudoquc se borra con<br />
la» diferentes mutaciones del arte apolíneo En cambio, el juego si manifiesta<br />
una finalidad sin objetivo, puesto que hace funcionar sus mecanismos sin<br />
meta alguna que trascienda el espacio-tiempo instaurado en el juego<br />
Para ubicar el espacio lúdico en el mundo precolombino, debemos<br />
recordar que la actividad humana de entonces era mucho menos febril quila<br />
que caracteriza nuestras sociedades contemporáneas. Es decir, la función<br />
Indica no cumplía entonces el importante papel de evasión que tiene hoy<br />
para nosotro-.cn los intersticios de nuestrasactividades. En un mundo donde<br />
prevalece el pensamiento inmanente, hay menos espacio en los engranajes<br />
socio-cxistcncialcs para hacer intervenir los mecanismos gratuitos, funcionalmentc<br />
no vinculados, del juego. Cuantomástrascendencia. más perspectiva,<br />
mis visión del conjunto y más probabilidad de burlar la realidad.<br />
Al neutralizar sistemáticamente las distintas funciones del hombre en un<br />
espacio propio, el factor lúdico no está vinculado de manera directa, por lo<br />
menos en la perspectiva que adoptamos aquí, con un principio primordial<br />
ni surge de la apertura simbólica, puesto que los animales también juegan.<br />
Se manifiesta, por lo que nos concierne aquí, según un patrón formal que<br />
corresponde a las categorías de mimesis y diégesis lúdica.
FOK.MA I)E KXPIU3IÚN ORAI. 263<br />
4.5.1 Mimesis lúdica<br />
4.5.1.1 Teatro<br />
Sin melemos a despejar las incógnitas ontole que dieron lugar al<br />
comportamiento Indico (an particular del hombre, podemos pensar que el<br />
juego aparece en los primeros momentos de la humanidad. Este alejamiento<br />
dr sus funciones vitales representa quizá la primera y real libertad de un ser<br />
desgarrado entre la fuerza libidinal de la existencia y el magnetismo inverso<br />
de la intimidad. El espacio-tiempo lúdico es quiza:, el único dominio<br />
donde el hombre puede ejercer su libertad, puesto que ah¡ define plenamente<br />
las reglas del juego.<br />
l'odcmos pensar, por consiguiente, que desde los primeros momentos el<br />
hombre va a lomar una cierta distancia lúdica en relación con sus actividades
socio-exlstenciales. ya sea en el ámbito técnico o en el social, o en su<br />
conij>onainieiito ritual.<br />
La oposición entre los géneros trágico y cómico se ha planteado generalmente<br />
sobre bases erróneas, al integrar ambos en una misma dimensión<br />
expresiva. De hecho, el mundo occidental contemporáneo (y tal vez el del<br />
siglo XVI español) redujo el teatro, al desvincularlo de su arraigo intimo, a<br />
un juego representativo, permitiendo asi colocar la mimesis lúdica en el<br />
mismo plano de la mimesis ritual a la que intentaba ridiculizar en otra<br />
dimensión. Pero, en una sociedad intensamente enchufada todavía sobre la<br />
intimidad esencial, el ritual mimético trágico y su reproducción mimética<br />
lúdica se encuentran en esferas radicalmente distintas, y sólo las estructuras<br />
(ya vacías de sentimiento trágico) pueden mantener un parecido. Mientras<br />
el ritual teatral está vinculado con la dimensión intima del mundo, el<br />
comportamiento lúdico correspondiente no pasa de ser un juego que<br />
invierte los valores formales o de contenido del rito.<br />
El valor catártico de la comedia será recuperado en el Occidente para<br />
castigar los vicios (rldendo casligat mores), pero esta risa catártica por lo<br />
común no rebasa los limites de la vida social y habrá que esperar a un<br />
Bcckctt o a un lonesco para tener una risa con dimensión ontológica.<br />
Además de esta inversión lúdica del teatro ritual, y en general del<br />
comportamiento humano, a lo que podríamos llamar comedia -a la cual los<br />
cronistasespañolesnombran "entremeses"-, encomramosmuchaactividad<br />
de tipo circense, es decir, altamente cinética. Estos juegos de manos son<br />
tanto la inversión lúdica del gesto mimético ritual como la nulificación, en<br />
el juego, del trabajo manual con fines técnicos evolutivos.<br />
4.5.1.2 Baile de placer<br />
Los señores solían recrearse en los palacios bailando y cantando ciertos<br />
cantos (culcatl) que pertenecían a la expresión ritual:<br />
Algunas treces, por su pasatiempo, el señor cantaba y aprendía<br />
los cantares que suelen decir en los areitos... 16 '<br />
En el medio profano del palacio y con la motricidad del baile desvinculada<br />
de su función dramática ritual, se genera el placer. 1.a inversión consiste aquí<br />
en la anulación de la función ritual del gesto; deslinda un espacio lúdico en<br />
la perspectiva social, pero es evidente que el placer psicomotor así generado<br />
sigue unido a la dimensión fisiológica, a la materia.
circunstancia de su elocución, lo ganaba quizás en<br />
... el primero que salía era un entremés de un buboso, fingiéndose<br />
estar muy lastimado de ellas, quejándose de los dolores<br />
que sentía, mezclando muchasgraciosaspalabras y dichos, con<br />
que luida mover la gente a risa. Acabando este entremés, salla<br />
otro de dos ciegos y de otros dos muy lagañosos. Entre estos<br />
cuatro pasaba una graciosa contienda y muy dotiosos dichos,<br />
motejándose los ciegos con los lagañosos.<br />
Acabando este entremés, entraba otro, representaiuto un<br />
arromadizado y lleno de tos, fingiéndose muy acatarrado,<br />
haciendo grandes ademanes y muy graciosos. Luego representaban<br />
un moscón y un escarabajo, saliendo vestidos al<br />
natural de estos aninutles; el uno, haciendo zumbido como<br />
mosca, Uegándosea la cameyotro ojeándola y diciéndole mil<br />
gracias, y el otro, hecho escarabajo, metiéndose a la basura.<br />
Todos los a ... . . .
4.5.1.4 Los voladores y el juego de pelota<br />
Estos juegos plantean un problema particular. De hecho, pertenecen en los<br />
primeros tiempos al ámbito mimético, puesto que representan un ritual de<br />
carácter religioso en el cualLa modalidad física ex se desliza ^Hialinamente<br />
hacia el juego. En el caso del palo volador, los cuatro participantes<br />
se entregan ya a la ebriedad del vuelo perdiendo poco a poco la pcrs|>ectiva<br />
sagrada del ritual. En lo concerniente al juego de pelota, la bola de hule<br />
representa el sol: en el muy impreciso momento cuando lo que era práctica<br />
sagrada se volvió mero juego, el carácter mimético relacionado con el<br />
cosmos se pierde de vista y los participantes se convienen en jugadores al<br />
entregarse totalmente al esfuerzo físico competitivo que opone de manera<br />
lúdica un bando a otro.<br />
98. Teoilaclull: rito >• juego<br />
a) TLtchtli: el juego de pelota<br />
En un pasado no muy remoto, el juego de pelota estuvo íntimamente ligado<br />
a unos rituales cósmicos y todavía en tiempos de Moteculizoma Xocoyotzin<br />
la cancha del juego de |>clota (tlaclico) era el lugar de distintas ceremonias<br />
religiosas de suma Importancia. Además, el encuentro está envuelto en un<br />
aparato ritualque constituye un espectáculo por si mismo:<br />
Cada trinquete era templo, porque ponían en él dos imágenes:<br />
la del dios del juego; y la otra del de la pelota; encima de las dos<br />
paredes más bajas, a la medianoche, en un día de buen signo.<br />
con ciertas ceremonias y hechicerías y en medio del suelo.
267<br />
hacían otras tales, cantando romances; luego Iba un sacerdote<br />
del templo mayor con ciertos ministros, a bendecirlo (si bendición<br />
pudiese llamarse esta detestable superstición), decía ciertas<br />
palabras, echaba cuatro veces la pelota por el juego, y con esto<br />
declan que quedaba consagrado y que podían jugar en él y<br />
hasta entonces no; esto se hacía con mucha auiorldady atención<br />
porque decían que iba en ello el descanso y alivio de los<br />
corazones, til dueño del trinquete (que era siempre señor) no<br />
jugaba primero sin hacer ciertas ceremonias y ofrendas al<br />
ídolo del juego; donde se verá cuan supersticiosos eran, pues<br />
aun hasta en las cosas de pasatiempo tenían tanta cuenta con<br />
b) Los voladores<br />
Después de haber regocijado a los circunstantes, que embobados<br />
estaban viendo las cosas que hacían, se enlazaban por el<br />
medio cuerpo los cuatro que representaban las aves dichas y<br />
dejábanse colgar de las sogas con que jinglan su mielo, y con<br />
el peso de los cuer/ms movían el cuadro a la redonda y daban<br />
ellos las vueltas,y mientras más bajaban, más iban ensanchándose<br />
las vueltas que hacían; de manera que la segunda ganaba<br />
a la primera aire y cuerda, y la tercera a la segunda, y de esta<br />
una muy ancha y redonda plaza, las cuales venían aventajándose<br />
también en tvlocidadyfuerza.y así llegaban al suelo con<br />
haciéndose tinas veces con los pies de la cuerda, otras con las<br />
manos, otras asidos de sola la cuerda, que les ceñía por la<br />
cintura. I.os otros que quedaban arriba, cuando veían que ya<br />
Iban los voladores en la media distancia de su vuelo, haciendo<br />
muchos sonesy sutilezas; de manera que cuando los voladores<br />
llegaban al suelo, venían con ellos juntamente. Aquí eran las<br />
risas y los contentos de lodos; porque si el que volaba no era<br />
muy diestro, como bajaba con ímpetu y fuerza, alguna vez por<br />
dar de pies, daba de manos, o de cabeza, e iba rollando por el<br />
suelo hasta que la soga perdía la fuerza que traía; y de esta<br />
manera se acababa el vuelo y volvían otra vez a recoger las<br />
sogas ¡¡ara hacer otro tanto. 1 "
268 VOCES DISTANTKS I)E LOS AZTECAS<br />
4.5.2 Dlégesislúdica<br />
La diégesls lúüica se ejerce principalmente sobre los valores definidos a<br />
través de las categorías de pensamiento y. naturalmente, sobre la sustancia/<br />
forma lingüística que las fundamentan. Tendremos en México dos grandes<br />
categorías de relatos con carácter lúdico: el chiste y las adivinanzas. Desgraciadamente<br />
sólo muestras de la segunda llegaron hasta nosotros.<br />
4.5-2.1 Zazanilti: "las adivinanzas"<br />
la manifestación más popular de la función diegética lúdlca entre los aztecas<br />
es la adivinanza, también microrrelato que articula en un segmento verbal un<br />
planteamiento disyuntivo a nivel lógico, mientras otro interlocutor propone<br />
una respuesta. Con ésta se reestablccc, o más bien se instaura, el vínculo<br />
simbólico que une el primero al segundo.<br />
Cafan lleíno, xoxotüiqul xicaltztntlí, mumúchill ontemi. Acá<br />
quittaz tocacanilnin, llacaneca UvícalL<br />
"Qué cosa y cosa, una jicara azul sembrada de maíces tostados que<br />
se llaman momóchill. Este es el ciclo que está sembrado de
FORMA DE EXPRESIÓN ORAL 269<br />
"Qué cosa y cosa, que va por un valle y lleva las tripas arrastrando.<br />
Ésta es la aguja cuando cosen con ella que lleva el hilo<br />
"Qué cosa y cosa, un teponaztii hecho de una piedra preciosa y<br />
ceñido con carne viva, lis la orejen hecha de piedra preciosa que<br />
está metida en la oreja."<br />
"Qué cosa y cosa, un jarro o cántaro con asa que sabe ir al infierno.<br />
Éste es el cántaro con que se va por agua a la fuente."<br />
"Qué cosa y cosa. diez piedras que las tiene uno a cuestas. Éstas<br />
son la uñas que están sobre los dedos."<br />
"Qué cosa y cosa, que se toma en una montaña negra y se mata en<br />
un petate blanco. Éste es el piojo que se toma en la cabeza y se<br />
El relajamiento patente, en un contexto lúdico, de los engranajes funcionales<br />
que rigen el pensamiento náhuatl permite definir con mayor precisión<br />
el carácter especifico de las asociaciones simbólicas de los antiguos<br />
4.6 El texto oral náhuatl<br />
Consideramos en los rubros anteriores las variantes genéricas de la expresión<br />
oral de los aztecas a través de lo que quedó de ellas después de su<br />
transcripción en los manuscritos alfabéticos.<br />
Vimos cómo, a lo largo de los procesos evolutivos, la palabra había llegado<br />
a ocupar un lugar preponderante en cieñas modalidades expresivas. De<br />
hecho, el canto de la razón trascendió paulatinamente sus esquemas mitológicos<br />
mediante una más libre estructuración narrativa de la lengua que<br />
proliferó pronto en múltiples géneros. Este canto de la razón que dejó de<br />
cantar, corresponde en el idioma náhuatl al tl/ílolll, "palabra", y cubre<br />
prácticamente todas las modalidades expresivas en las que el núcleo semán.<br />
tico rige la expansión formal.<br />
Si el canto tuvo que callar para permitir la expresión de un sentir<br />
canalizado principalmente por el lenguaje en el tlátolii, en cambio el cuícati,<br />
ya sea canto del cuerpo o modulación lírica del grito primordial, sufrió<br />
menos las embestidas de la palabra y conservó la profusión formal de su
270 V
271<br />
El apostrofe:<br />
Sopiltxé, nocozqué, noquelzalé...<br />
" Oh mi hijo, mi Joya, mi pluma..."<br />
La Interrogación:<br />
Azo quemanlan cueltl hiilpilli ílecli tlmoplhz: ¿llein qulz?<br />
¿Mein qulcuaz?¿cuLx eheuichínaz? M<br />
'Quizás un (lia (c arruinarás la falda, el huípil: ¿Qué beberá (ella)?<br />
¿Qué comerá? ¿Acaso chupará aire?"<br />
La enumeración:<br />
Siman ye ic mocécencahua, nmyaochlliua, móolpla, huel<br />
quiilpia in Inyaollatqui.^<br />
"Luego se preparan, revisten sus insignas de guerra, se ajustan,<br />
atan sus prendas de guerra."<br />
La gradación:<br />
No yehuan in chichime... ninecitihtihuitze néneneciiMiliult-<br />
"También ellos, los perros., vienen jadeando, vienen fuera de<br />
La prosopopeya:<br />
AII/I Iz nelle oxean ca ye llaiyohuitoc<br />
in lonacáyoll caye ma huiiántoc in teten inhuéltiuh<br />
in Utnacáyotl ca leuhchlúhhic. caye locatzahuatqutmiliiilitoc<br />
ca ye UathiyohtiUt, cayctlactahui. ""<br />
"Y ahora en verdad sufre nuestro sustento (el maíz)<br />
y se arrastra la hermana mayor de los dioses,
272<br />
Auli nauhteme in cavallos in yacalihuitze, attohuitze. in<br />
teyacantihuitze, in leyácac onotihufíze, In teyacanú. m<br />
"Y cuatro caballos vienen primero, en primer lugar, adelante,<br />
al frente, a la cabeza.'<br />
La anáfora:<br />
¿Cuto ye yuhqul?<br />
¿Cuto ye toquich?<br />
¿Cuto zan uocmof<br />
¿Cuto zan pollhuiz... in macéhual? r '<br />
La metáfora:<br />
¿Acaso sólo no hay?<br />
¿Acaso sólo se irá?<br />
¿Acaso sólo perecerá... el subdito?"<br />
A ca commotlatilique in chalchihuite in maquiztli, in leoxihuilL<br />
"'<br />
■Pues escondieron el jade, el brazalete, la turquesa (es decir, el<br />
maíz en sus distintos aspectos).*<br />
la metonimia:<br />
In ciwilL in huipiUI<br />
"La falda, el huípil (la mujer en su aspecto sexual)."<br />
La sinécdoque:<br />
Zan tlatenpitzahua, Üaqiuxhllcehua<br />
in cuillapilli, in atlapaltl.<br />
■Se resecan los labios, se blanquea la garganta de la cola y del ala<br />
(es decir, los subditos).'
273<br />
Kn este último caso, una primera transposición trópica había asimilado<br />
metafóricamente la colectividad mexica a una ave. La sinécdoque identifica<br />
al hombre del pueblo con lo que sustenta esta colectividad mediante su<br />
trabajo, o al ave en su vuelo: la cola y el ala.<br />
En términos generales, el tlátolll o palabra hablada se distiende o se<br />
contrae según los imperativos del sentido a expresar, es de índole esencialmente<br />
semántica y permite, según una expresión de Michel Pierssens: lü<br />
avance literal del deseo en el Interior de un saber, en el corazón del<br />
enigma del signo-"'<br />
4.6.2 El cuicatl<br />
Pasando del tlátolli al cuicatl, debemos recordar la distinción que establecimos<br />
anteriormente entre esencia canto y esencia danza. Como vimos,<br />
en la primera modalidad el fondo rítmico se borra en cierto modo frente a<br />
la melodía, dejando expandirse el verbo, micntrasque en la segunda el ritmo<br />
rige la palabra.<br />
lita distinción es muy importante para poder apreciar el texto que yace<br />
hoy en los manuscritos. De hecho, el orden a veces caótico de los sintagmas<br />
proviene frecuentemente de una circunstancia músico-vocal de enunciación<br />
en la que el verbo se sometía estrechamente al ritmo.
274<br />
La lengua náhuatl, como hemos visto, distinguía la cantidad vocálica en<br />
larga y breve. Cuando el ritmo canto se imponía al ritmo danza, favoreciendo<br />
la expresión verbal, es la energía articulatoria del acento tónico la que<br />
distingue los tiempos fuertes de los débiles, ni letus rítmico coincidía<br />
entonces con una entidad verbal y la preservaba en su Integridad formal. En<br />
cambio, en un canto subordinado a la motricidad dancística, la palabra o la<br />
frase se veían arrastradas en un torbellino rítmico, en una orgía sonora,<br />
donde se perdía la pertinencia tónica de la palabra.<br />
4.6.2.1 Esencia canto<br />
1:1 texto de un cuíaiü de esencia canto se Inscribe en la línea horizontal,<br />
melódica y temporal de la expresión. Distinguiremos aquí entre la parte<br />
netamente lingüística con sus avalares gramaticales y el aspecto infrallngüístico,<br />
transemiótico. del significado al nivel de la manipulación sonora.<br />
4.6.2.1.1 La gramática<br />
El verbo en la tradición oral y por razones mncmotccnicas busca lastrarse<br />
de materia. Muchos elementos modales de la elocución están a cargo de<br />
los gestos y gran pane de la carga emotiva va contenida en el elemento<br />
sonoro. la estructuración del texto se encuentra entonces considerablemente<br />
simplificada (por lo menos en su función semántica) puesto que<br />
éste no tiene que construir el significado exclusivamente a partir de las<br />
palabras. Depende de los determinismos prosódicos o musicales, y para<br />
elaborar un sentido se vale tanto de efectos fonéticos como de las<br />
estructuras sintácticas. En estas condiciones, el vector sintagmático<br />
pierde su vigor frente al léxico que privilegia la poesía (en el sentido<br />
amplio de la palabra). El despliegue y el choque recíproco de los<br />
paradigmas tienen un carácter mágico-poético relativamente desvinculado<br />
de las estructuras conscientes de la prosa explícita. Según la expresión<br />
de Mikcl Dufrenne: IJI sintaxis gramatical está subordinada a una<br />
sintaxis musical que agrupa las palabras según su naturaleza formal<br />
más que por su función semántica."♦<br />
La sintaxis propiamente gramatical se encuentra por lo tanto muy<br />
relajada y se apoya sobre los paradigmas para obtener la claridad de su<br />
expresión, como lo muestra este fragmento de un canto del poeta náhuatl<br />
Yoyontzin:
¡Mayuhcan quúnteti!<br />
¡Ma on nemohua! Ohuaya ohuaya.<br />
In zan in ni Yuyón<br />
ye nlcan paqui<br />
toyolio ttxco timaUco<br />
yectll tollálol<br />
oh in tocnihuan<br />
¡n zan acliico ohuaya ohuaya. 1 *<br />
En este camo articulado sobre sus reiteraciones rítmicas, la continuidad<br />
textual se encuentra entrecortada por anacolutos, mientras la hilación de los<br />
sintagmas se ve asegurada por las analogías fonéticas.<br />
El sintagma yecí// tollálol prolonga fonéticamente loyoüo lixeo timatico.<br />
a través de sus fonemas comunes /t/, /k/. /)•/, a pesar de una disyunción a<br />
Podríamos subrayar también el pasaje abrupto de un pronombre de la<br />
primera persona del singular, ni Yoyon, a tres pronombres de la primera<br />
persona del plural: toyolio, Uxco, titnallco, que crean una alteración sintagmática<br />
sin que la comunicación se vea realmente afectada. Es ademas muy<br />
probable que un elemento suprascgmcntal, gestual osonoro, haya contribuido<br />
a aclarar la expresión de este tránsito.<br />
Hay que retener también, además de las entidades sonoras como ohuaya,<br />
huiyaaye, etc.. que ritmanlosversososeintegran cuellos, las partículas quilos<br />
cantantes agregaban a las palabras mismas por razones de prosodia, las<br />
partículas como aya, ti, ya, a, i se integran a las palabras modificando su<br />
tenor musical con el riesgo a veces de comprometer su sentido: loconyachihua<br />
por loconchihua, "tú la haces'; xinechaittacan porxlneclríttacan,
-mírenme"; tonayatlátoa por tonllátoa, "<br />
claramente la supremacía de la prosodia y d<br />
gramática.<br />
4.6.2.1.2 Las sonoridades<br />
ljiis repeticiones rítmicas de sílabas, las modulaciones particulares<br />
de la voz, envolviendo el sentido preciso de las palabras,<br />
precipita» en gran número las imágenes en el cerebro, gradas<br />
aun estado más o menos alucinatorio, e imponen una forma<br />
de alteración orgánica a la sensibilidad y a la mente.'"<br />
Estas palabras de Antonin Artaud se aplican de manera perfecta a la<br />
modalidad esencia canto de la obra vocal náhuatl donde, más allá de la<br />
musicalidad propiamente Tonelica de las palabras, la voz proyecta sonoridades<br />
que sostienen, modulándolo, el sentido del poema.<br />
El canto brota de un manantial Innato anterior al concepto, decía<br />
Mallarmc y de hecho, kphoné, factor esencial de las manifestaciones poéticas<br />
vocales de los aztecas, aspira a emanciparse de la coerción semántica<br />
del lenguaje y volverse fin en sí misma, presencia en el mundo. El texto<br />
vocal se altera frecuentemente, las repeticiones se vuelven ecolalia, las frases<br />
divergen por el sentido pero convergen en el nivel fonético para estructurar<br />
asentido habita el sonido, y a la modulación vocal los aztecas confían<br />
muy a menudo el sentido globalizantc de su expresión oral: al timbre, a la<br />
altura y a la intensidad de los sonidos,' diseminan las unidades verbales de su<br />
lenguaen estremecimientosarticuladoscercanosa laInstrumentación.<br />
Itzmolini xochill. celia, mlmilihui,<br />
cueponi... yehuaya.<br />
Mltecpa on quiza In culcaxóchitl In<br />
lepan liclzetzeloa, tic ya moyahua. Aya<br />
¡Ticuicánitl! Ohuaya<br />
ohuaya ohuaya ohuaya anahue<br />
Xon ahulcan hulya antoenihuan yehuaya
las floresdel canto:<br />
las esparces, las hace¡<br />
¡Eres cantor!<br />
Gozad, mis amigos,<br />
Por desgrada, la traducción no deja sentir la musicalidad propia de este<br />
texto: el estremecimiento de itxmolini, la frescura de celia, el balanceo de<br />
mlmlllhui, y el estallido de cueponi, lodo puntuado por la Interjección<br />
yehuaya.<br />
El segundo verso es un verdadero ritmo de teponaztll (tambor) de esencia<br />
Mictepa OH quiza it<br />
(las sonajas se unen luego a los tambores)<br />
Tepan tlctzelzeloa licya moyahua<br />
sonajas<br />
sonajas<br />
Tlclzetzeloa y ticya moyahua reproducen perfectamente el sonido de las<br />
sonajas: vienen después las voces en ohuaya cuyas variaciones e intensidad<br />
sólo se pueden imaginar.<br />
Kl marcado carácter musical de este poema aparece en el verso siguiente,<br />
donde un elemento exclusivamente fonético, destinado a sostener la melodía,<br />
está introducido enmedio del verso:<br />
Xon aliuican ImíXíl antocnlhuan yehuaya<br />
Que literalmente dice:<br />
"Divertios amigos, tuiiyj. vosotros, amigos nuestros, yehuaya."<br />
Imaginamos fácilmente la repentina subida de la voz sobre huiya.<br />
F.n el verso: ma on nétotlto in xochlcalltec, "que sea el baile entre las<br />
flores", la extrema brevedad de cada una de las sílabas hace de la frase entera<br />
la onomatopeya de una danza (néloUltzIli) febril.
El canto después se estira a lo largo de las "acs": inyfoncaye ni<br />
aya, "allá yo canto", y se acelera brevemente con ntcuicánitt, para terminar<br />
en un paroxístico ohuaya.<br />
Las palabras están aquí, según la expresión de Anaud. consideradas en un<br />
sentido iniciacorio verdaderamente mágico por sus formas, sus emanaciones<br />
sensibles y ya no por su sentido.<br />
4.6.2.2 Esencia danza<br />
En la esencia danza, la motricidad pasa al primer plano y obliga a la cadencia<br />
melódica a adoptar un lempo más rápido, lleno de dinamismo y de ritmo<br />
viviente. Kl gesto penetra la frase y le impone su ritmocorporal. A la lentitud<br />
¡encía canto sucede la frecuencia, la velocidad sincrética<br />
iza. Tanto el texto como la melodía que lo sostiene van a<br />
rsc a la dictadura del ritmo. U percusión que regula<br />
:tos del funcionamiento social azteca condiciona aquí el<br />
comportamiento verbal de los cantantes. La emoción del cuerpo contagia las<br />
palabras. la fusión de las palabras, de las imágenes y de lo<br />
colusión de los silencios, de los gritos y de las percu
contrapunto los textos que se elevan, marca también los ritmosbásicos sobre<br />
los cuales se articulan la dicción y la danza, generando a nivel textual una<br />
abundancia de anáforas, anacolutos, aféresis, siní-rcsls, apócopes, asindetones,<br />
polisíndetones"" y figuras trópicas que suponen -para el sentido o la<br />
forma- cortes, rupturas, fusiones o añadiduras de palabras o de silabas.<br />
Es diñcll encontrar textos que Ilustren a la perfección esta instancia de<br />
canto, pues los españoles los descartaban por el simple hecho de no<br />
entenderlos, o por ser obra del diablo.<br />
Sin embargo, aduciremos como ejemplo uno de los himnos del libro II del<br />
Códice Florentino: El canto de AyopecJitlI. que se acerca a esta idea:<br />
Cana, Cana khan Ayopíchcall<br />
cozcapantiai mixiúhloc.<br />
Cana Cana iclum Ayopéchcall<br />
cozcapantica mixiúhloc<br />
Can Ichan chacayolihua. ¡Aya!<br />
Xihmilmehua. ¡Ayahuia!<br />
Xlihua xlhualmehua. ¡Ayahuia!<br />
Xlhualmehua. ¡Aya!<br />
Ahuiya xlhualmehua. ¡Ayahuia!<br />
XiUiua Xlhualmehua. ¡Aya!<br />
Cxtzcapllll<br />
Aquí, aquí en su c<br />
Aquí en su casa, la
280<br />
CanaCanaichan-Ayo¡>échcaÚ<br />
tic-toc-tlc-toc-toc-tlc toc-toc-tiotoc<br />
Cozpantica mixiúhtoc<br />
Vibra en estas lineas un movimiento anterior a las palabras.<br />
Viene luego el lntcnrnnablesaciKUmtentode.T#!«a/mWiua.U significado<br />
penetra el significante y a través de los gestos, los sonidos, la danza y la<br />
música, los aztecas perciben las similitudes naturales de las imágenes. En ve/<br />
de designar el objeto, el cuicatl evoca su presencia imaginaria por medio de<br />
la analogía mágica que tiene con el. Lo que busca la obra vocal náhuatl es,<br />
según la expresión de Antonln Artaud:<br />
tetados de una acuidad tan Intensa, de un filo tan absoluto que<br />
se sienten, a través de los sacudimientos de la música y de la<br />
forma, las amenazas subterráneas de un caos tan decisivo<br />
como peligroso. x<br />
Esta modalidad dlonisiaca, hallada por Artaud en el contexto del<br />
teatro, hace pensar que la obra náhuatl no busca hacernos llegar la<br />
sensaciones percibidas encerrándolas en una red de relaciones objetivas,<br />
sino hacérnoslas sentir frente a una imitación de la realidad. El<br />
sentido es aquí Inmanente a la expresión, más allá de toda asociación<br />
objetiva o subjetiva.<br />
El texto de la canción de danza se ajusta formalmente al gesto del que<br />
brota y al cual verballza. Es breve, entrecortado, sucinto, reducido al<br />
llamado de la exclamación propia del estilo formulario, a la sentencia; a<br />
veces más amplio, con regresos estróficos, prestándose a las modulaciones<br />
emotivas y a las evocaciones rítmicas, gestuales, vocales e instrumentales.<br />
Halla olinía quitzintia icuic mexicati<br />
icaquin itolía cuauhtlt océlotL Ayyo.<br />
Ma huaUi chic titean huexotztncatl<br />
icuauhpetlapan a on, aya tlátoa in mexicati<br />
ye titic ¡toa. Ayayan cayyo,<br />
hiquihtepetlan, ayahue,<br />
tizaxochitla temaco, aya.<br />
In cuauhtipetl ixpan, ooo,<br />
chimal ayáhuitl zan hual moteca ayyo...""
FORMA D£ EXHUSIÓN ORAL 281<br />
"La tierra tiembla, el mexicano inicia su canto, pronto las águilas<br />
y los jaguares bailan. Ayyo.<br />
Que venga aquí a ver el hucxotzíncaü, sobre el petate del águila<br />
a on. ¡aya!, el mexicano grita, gnu muy fuerte.<br />
Aya van cayyo, sobre la montaña de la canasta se dan flores color<br />
de tiza, ¡aya! Frente a la montaña del águila, ooo,<br />
se levanta una neblina de escudos, ¡ayyo!..."<br />
Este "canto de tambores" comienza en un tono grave con un verso cuya<br />
distribución silábica ayuda a destacar el gentilicio:<br />
'¡Talla ollnía quitzlntía ícuic mexlcall<br />
■2- -4- -4- -2-<br />
lis muy probable que un fondo sonoro de cascabeles dramatizara estas<br />
El verso siguiente danza vcrbalmente como las águilas y los jaguares que<br />
evoca: Ye a quin ¡tolla cuauhlll océloH antes de alcanzar su culminación<br />
con el apostrofe del huexolzíncall. que a su vez desencadena un ritmo<br />
frenético:<br />
léllc ¡toa. Aya ya cayyo,<br />
hiqulhlepellan, ayahue,<br />
tizaxochttta temaco, aya...<br />
4.6.3 Las variantes textuales<br />
Debido a los estrechos vínculos que lo relacionan con el espacio-tiempo<br />
preciso de su elocución, el texto oral náhuatl no es exactamente rciterable.<br />
Más allá de los mecanismos de la retención mnemónica y de la lectura de la<br />
imagen, los detcrmlnlsmos prevalecientes en una instancia de enunciación<br />
dcQncn variantes formales (o de fondo) que hacen de cualquier texto<br />
potencial unfnv texto en espera de su realización manifiesta. las modificaciones<br />
pueden ser circunstanciales y situarse en el presente (sincrónicas); o<br />
bien, relacionarse con los fenómenos evolutivos y realizarse en el tiempo<br />
(dlacrónicas).<br />
4.6.3.1 Variantes circunstanciales sincrónicas<br />
£1 medio sensorial en el cual tiene lugar el acto expresivo, los parámetros<br />
socioculturales de edad, sexo, rango del cantor o del auditorio, así como la
VOCES DISTATÍTESDI<br />
solemnidad del momento, influyen considerablemente sobre la di<br />
Pocos son los documentos recopilados que permiten cotejar versiones de<br />
un mismopre texto, encontramos, sin embargo, algunas diferencias textuales<br />
en las variantes de un canto transcrito a la vez en el manuscrito de los<br />
Cantares mexicanos y en el de Romances de los señores de la Nueva<br />
España, que nos permitirán ilustrar lo que precede:<br />
BOMAMrFAi<br />
CANTARES<br />
Aya nlc placo lépetl Stc plecon tépetl<br />
can ttoloya<br />
nttoloyan<br />
xocMttachutlohua Aya Yeehuaya xochlntUüiculloaya, Aya<br />
tpalnemoani coyhuáyoti Ipalnemoanl tn cohuáyotl
A* a chocolate florido<br />
Refresca el ave quechol"<br />
Ayyo huiya onca Ayyo a<br />
Mi corazón lo sabe<br />
Sólo refresca el ave quechol<br />
1. La versión de los Romances... manifiesta la omisión repelida del<br />
sintagma "tú suspiras" y la alteración cronológica de una secuencia (A).<br />
2. La diferencia posiclonal del fti, en Ipalnemoani in cahuáyott toncaliullíloc,<br />
además de cambiar el efecto rítmico, puede alicrarclseni ido,<br />
como indicamos en la traducción.<br />
3. En la versión de los Cantares.... el interprete se implica más directamente<br />
en su enunciación: Toncutca. "cantamos"; noncuica, "yo<br />
4. La interpolación española subraya rítmicamente "dios" ron un oleaje<br />
difrástlco, a la vez que le aplica la desinencia reverencial tzln (jioteotziti):<br />
yehuan noteotzin yehuan dios, "Él, mi dios, el dios".<br />
4.6.3-2 Variantes evolutivas dlacrónlcas<br />
Mientras los textos escritos se petrifican en un estado inmutable, la oralidad<br />
se adapta continuamente a las mutaciones evolutivas del hombre.<br />
Las variantes narrativas de los mitos ejemplifican claramente esta mutación<br />
adaptativa de los postulados socio-oncológicos de una colectividad. Ks<br />
así como la lucha cósmica eterna entre los númenes de la luz y de las tinieblas<br />
(Quetzalcóatl y TczcntUpoca) adquiere en las versiones del Cfatice lloren-<br />
Uno y de los Anales de Cuaulitlttán un lenor másexislencial, oponiendo las<br />
fuerzas progresivas personificadas por Quetzalcóatl a las pulsiones regresivas<br />
encarnadas por Tczcatlipoca, hasta llegar a una verdadera historízaclón<br />
del mito en la variante más reciente de la Historia de los mexicanos por sus<br />
pinturas, donde el dios Quetzalcóatl se confunde con el rey tolteca Ce Ácatl<br />
Topilizin Quetzalcóatl.<br />
Del tlatolli al culcall dionisiaco. el texto de la obra vocal náhuatl oscila<br />
entre la abstracción rcfcrvncial de lo que significa, y su presencia; entre un<br />
sentido representado fuera de todo contenido intuitivo y la plenitud de uno<br />
vivido como presencia; entre la lógica y la poesía. Más allá de esta distinción,
la expresión verbal no busca fijarse,endurecerse en las palabras, sino que<br />
penetra el cuerpo mismo de aquellos a quienes se dirige; lo sensibiliza y se<br />
derrama sobre todas las cosas. Lo que la palabra náhuatl evoca e imita no es<br />
un sentido determinado, sino más bien: el estremecimiento de lo múltiple,<br />
este sentido de los sentidos.<br />
Duran entendió este hecho puesto que escribe:<br />
lodos los cantares de éstos son compuestos por unas metáforas<br />
tan oscuras que apenas hay quien las entienda, si muy de<br />
propósito no se estudian y platican para entender el sentido de<br />
ellas. Yo me he puesto de propósito a escuchar con mucha<br />
atención lo que cantan y entre las palabras y términos de la<br />
metáfora, yparéceme disparate y, después, platicado y conferido,<br />
son admirables sentencias, así en lo divino que ahora<br />
componen, como en los cantares humanos que componen.**<br />
El español Duran busca entender, según su cuadro occidental de referencia,<br />
el contenido üc los cantos aztecas; los reduce a conceptos que alejan la<br />
cosa, que la mantienen a distancia, la desarman y la vuelven inteligible.<br />
Proyecta alcgoríasysimbolos sobre lo que es potencial emotivo pegado a las<br />
En su tarca de recuperación de los textos, los religiosos españoles se<br />
enfrentarán siempre al problema de la inmanencia del sentido en una forma<br />
que dificultará sus intentos de conceptualización. Ellos y sus émulas indígenas<br />
sustituyeron lo percibido con lo concebido, según leyes del entendí<br />
míenlo que no escapan a la predicación, de tal modo que la palabra náhuatl<br />
transcrita por ellos perdió inevitablemente...<br />
... este Juego perpetuo de espejos que va de un color aun gesto<br />
y de un grito a un movimiento, que conduce sin cesar a los<br />
hombres sobre los caminos abruptos y duros para el espíritu, y<br />
los sumerge en este estado de Incerlidumbre y angustia<br />
inefable. 3 "<br />
El texto es, como su nombre lo índica, un tejido expresivo. Por lo tanto,<br />
resulta temerario el intento de recortar en su extensión relativamente<br />
homogénea (en una perspectiva muy amplia) -con un escalpelo diacrítico<br />
ajeno a la dimensión expresiva y que además la objetiva según una perspectiva<br />
a veces distorsionante- campos expresivos que se articulen pertinente-
FORMA DE KXFRKSIÓN ORAL 285<br />
mente en el marco global de la oralldad náhuatl. El problema se agudiza aún<br />
más cuando el texto verbal no es más que uno de los matices expresivos de<br />
una instancia de elocución espectacular que pone en juego los cinco<br />
sentidos.<br />
Los distintos ¿¡é/uros de la mal llamada literatura náhuatl prchlspánica ,"•<br />
tal y como aparecen hoy en las fuentes, son probablemente el resultado<br />
patente del esfuerzo taxonómico de los religiosos españoles ayudados en<br />
esta tarca por sus auxiliares indígenas. La focallzaclón genérica sobre un<br />
título específico no corresponde al pensamiento indígena cuya red de<br />
aprehensión conceptual es mucho más extensa. Una blopsla taxonómica<br />
mutilaría, a los ojos de los aztecas, el tejido expresivo. Recordemos a este<br />
efecto la notable renuencia de la mayoría de los indígenas de América a cortar<br />
sus mantas o telas. I-I tzíncueltl, 'enaguas*, de las mujeres nahuas se envuelve<br />
alrededor de la cintura y se sujeta con un ceñidorsin efectuar corte alguno<br />
en el tejido, pues una tela cortada muere.<br />
Probablemente, esto vale también para la oralidad náhuatl, tejido de<br />
presencia sensible y de espíritu.<br />
La filiación genérica que proponemos aquí se apoya en la estructura<br />
interna de los textos sin descartar totalmente las clasificaciones que aducen<br />
las fuentes. No pretende ser exhaustiva, puesto que se limita a los documentos<br />
disponibles, pero sí ordenar, según la dinámica interna de la cultura<br />
náhuatl, la pluralidad de sus expresiones orales desde sus raíces ontológicas<br />
universales hasta sus modalidades culturales específicas.<br />
Más allá de esta proliferación modal, bascamos en los ritmos de la palabra<br />
transcrita que nos llegó a través de los textos recopilados, el eco distante de<br />
luía voz que se apagó para siempre.
TERCERA PARTE<br />
LOS APOYOS PICTOGRÁFICOS<br />
DE LA ORAIJDAD
CAPÍTULO 1<br />
SEMIÓTICA DE LA IMAGEN<br />
102. Lista de tributos.<br />
H propósito esencial de consignaren pictogramas la tradición náhuatl es<br />
conservar un conjunto de valores que se rcciclan continuamente dentro de<br />
la sociedad mexiea. Esta transltividad del vehículo pictural delata su carácter<br />
de instrumento de la expresión por medio de las imágenes, y su función<br />
rcfcrcncial. Sin emlnrgo. observamos que muchos códices ostentan figuras<br />
de gran belleza que parecen muy poco funcionales como medio de comunicación<br />
referencia y revelan al llácuilo como artista:
tlilatl yálhull lollécatl,"" tlachichiultquL.<br />
In cualli ttácuilo: Mtmati yolléotl<br />
llayoltvhulani mcyolnonotzanl.*"><br />
"El pintor: artista de la tinta<br />
negra y roja, creador con el agua negra...<br />
Hl buen pintor: entendido, corazón de dios,<br />
diviniza las cosas con su corazón.<br />
dialoga con su corazón."<br />
La definición que dan los informantes de Sahagún del llácullo es mis la de<br />
un artista que la de un escriba y plautea una interrogante de importancia para<br />
nuestro estudio: ¿Es el códice un simple auxiliar material de la comunicación<br />
oral o un lugar de expresión artística?<br />
1.a distinción es importante puesto que, en el primer caso, la subordinación<br />
de la imagen a un sentido explícito y sucesivo -en el horizonte del cual<br />
se asoma una potencial descodifiaicUm oral- determinará una estructuración<br />
esencialmente dlafórica 1 " del conjunto pictural. Una verdadera gramática<br />
glútea unirá las diferentes Imágenes portadoras de sentido secuencia!<br />
para integrar una historia pictural.<br />
En cambio, si se trata del segundo caso, la imagen con fines artísticos, libre<br />
de su cometido comunicativo directo, tiende a centrarse en su dinamismo<br />
propio que se caracteriza por la revelación inmediata de un sentido<br />
inmanente a ella: es una epífora."-<br />
La estructuración propia de cada sistema instaura una semiótica"'<br />
distinta para la imagen dentro del conjunto de la expresión pictural. pero<br />
sobre lodo implica unas modalidades muy diferentes de transposición<br />
Intcrscmióiica de la imagen a la palabra, de lectura de códices.<br />
1.1 la Imagen dlafótica: auxiliar de la comunicación
SEMIÓTICA DE IA IMAGEN 291<br />
verdadera diégesis»' imrapicninil, cuando una sola imagen cubre un sentido<br />
global, o intcrpictural. cuando la imagen se reduce a un glifo que a su vez<br />
se debe anicular con oiro para crear un sentido.<br />
104. Un códice histórico-míiico: la lira de la<br />
Peregrinación.<br />
Tal sistema escrilural prehispánico no es del todo homogéneo y este<br />
hecho pudo haber tenido implicaciones modales en el momento de la<br />
lectura del códice. Distinguiremos aquí cinco tendencias esenciales en el<br />
sistema pictográfico náhuatl que manifiestan cambios significativos en la<br />
semiótica de la imagen diafórica.
292<br />
1.1.1 La escritura representativa<br />
Consiste en reproducir totalmente, con las limitaciones que imponen los<br />
imperativos de brevedad y claridad, la acción representada. (l : ¡g. 1)<br />
El sentido global que surge de esta imanen representativa es: "La ciudad<br />
de Tlaliclolco fue incendiada y estrangulado el rey Cuauhtlátoa".<br />
los glifos "Tlaltdolco" (el montón de tierra) y Cuauhtlátoa ("Águila que<br />
habla") no tienen un carácter fonético puesto que representan el referente<br />
directamente con la imagen. La estera (/¡éllall) y la diadema (coplUt) indican<br />
el rango de llátoani (rey); el ojo cerrado expresa que el rey ha muerto, y los<br />
extremos de la cuerda detrás de la cabeza muestran que file estrangulado. Por<br />
último, las llamas que salen de la casa representan el incendio.<br />
Aunque muchos elementos picturalcs están codificados, la potencial<br />
expresión verbal de esla imagen se pierde en la mimesis representativa y se<br />
puede formalizar
SEMIÓTICA DE LA IMAOKN 293<br />
1.1.2 La escritura curiológica<br />
Este tipo de escritura pictográfica reduce la complejidad circunstancial de<br />
una acción determinada a algunos glifos que la simbolizan. (Fig. 2)<br />
Aquí las peripecias pirtiirnles de una batalla se sintetizan en un símbolo<br />
genérico que encuentra un homólogo lingüístico directo: yáotl. 'guerra".<br />
la reducción curiológica de la imagen a menudo ocasiona lecturas<br />
con el texto glífico. Podría consí ¡luir además uno de los orígenes del famoso<br />
binomio lexical tan propio del lenguaje elegante de los aztecas. La corres<br />
pondencia es aquí exacta, puesto que el binomio lexical correspondiente a<br />
"guerra" es: in mili I» chlmalll. "la flecha, el escudo".<br />
1.1.3 La escritura sirabóllco-tróplca<br />
Figura J
La impresión de los pies o<br />
gráficamente la causa con (<br />
miento físico, pero tambiér<br />
1.1.4 La escritura Ideográfica<br />
Kl glifo del movimiento, ollln, conjuga aquí los cjrs cardinales i<br />
que simboliza el centro, entidad neurálgica en la cultura náhuui<br />
Este ideograma entra en composición con unidades represan:<br />
formar. |X>r ejemplo. Ilálolllnt. "el temblor" o sismo. (Fig. S)
Y se pluraliza picturalmcntc:<br />
La vírgula, glifo
1U verbo teputztoca, "clavar", se representa gráficamente en la figura 10<br />
por una espalda, tepotzlli, y unas huellas que evocan aquí el sonido toca<br />
mediante otra traducción verbal de la impresión de los pies: "seguir" (toca).<br />
Cierta confusión suele surgirde esta relativa heterogeneidad de la expresión<br />
pictural de los aztecas, puesto que el sentido puede cambiar totalmente<br />
:a del glifo uf" ■<br />
Tenemos<br />
glifo, de abajo lucia arriba conforme a la<br />
péllatl:<br />
úztoc: "gruta"<br />
Si realizamos aquí unaintcrprctaciónreprewníaííru, es decir, dándole un<br />
valor a cada componente glífico, la lectura nos da Tepellaóztoc como "La<br />
gruta de la estera de piedra". Kn cambio, si los componentes tetly pétlatl<br />
constituyen entidades con valores fonéticos y se unen para dar el lexema<br />
tepetla. "sierra", el sentido pictural será: "La gruL-i de la sierra".
Sintaxis glíflca de la Imagen de los códices<br />
F.l espacio pluridimcnsional do los códices acentúa la ambigüedad relativa<br />
que existía al nivel del glifo, y abre más todavía el abanico de posibilidades<br />
verbales correspondientes a la imagen:<br />
l-¡H„r„ u<br />
^<br />
Este conjunto glífico perteneciente al Códice Xólollcontiene de derecha<br />
a izquierda: una pata de ciervo que indica la huida (tholou). un sol que se<br />
refiere al rey Tlacateoizin. el monte, glifo de llallclolco. una canoa y el glifo<br />
de Nczahualcóyotl.'* Lna transposición verbal podría ser, enire otras<br />
posibilidades expresivas: ' Tlacaieotzin de 'flaltelolco y Nezahualcóyoil
SEMIÓTICA DE LA IMAC.tM 299<br />
Xólotl- expresa un momcnio imanante de la huida de Nczahualcóyotl<br />
cuando era perseguido por Maxtla, el tirano de Azcapotzalco:<br />
Muerto de sed, Nczahualcóyotl encuentra en su huida, cerca de Chalco,<br />
a una mujer de nombre Zitlamiyauh que recogía pulque en un campo de<br />
magueyes, y le pide el preciado liquido pero la mujer se lo niega, y ello obliga<br />
a Nczahualcóyotl a matarla.<br />
La fecha del acontecimiento (5 Caña), el clima bélico (macana y escudo).<br />
la ciudad de Chalco y el campo de magueyes están perfectamente indicados,<br />
así como los nombres de los personajes. Sin embargo, a nivel actiiacional,<br />
sólo la lucha entre .Nczahualcóyotl v la mujer están representados gráficamente.<br />
B móvil de la agresión y las peripecias que preceden la acción<br />
pintada, presuponen el conocimiento de la historia por parte del tlamalini.<br />
Este último ejemplo muestra claramente el papel complementario que<br />
desempeña a veces la imagen, y recalca ti carácter instrumental mnemotecnico<br />
de la expresión pictural vinculada con la oralidad.<br />
La linealidad característica del lenguaje oral canaliza también, en ciertas<br />
ocasiones, la pluridlmcnsionalidad de la expresión pictural liacia una capítalización<br />
informativa de determinados datos:<br />
IJOS paradigmas gráficos son de abajo hacia arriba y de izquierda a derecha:<br />
Oiimalpvpoca ■ muerte ■ Maxtla ■ Tlacateolxin ■ Haltelolco ■ malar ■<br />
acolitaos ■ tenochca ■ casa ■ tepaneca.
Esto se debe traducir según Ixtlilxóchiü: 'Maxtla dio la orden de que<br />
maten a Chimalpopoca y (a) Tlacalcotzin de llaltclolco para que no haya ni<br />
rey ni gobernante de las naciones mexka y acolhua y para que lodos sean<br />
sometidos a la casa tepaneca."'*'<br />
La imagen dialóríca. al multiplicar sus unidades constitutivas, aunque de<br />
10 lineal, simplifica la aprehensión y la transcripción verbal de su<br />
1.2 La Imagen epifórlca: lugar de expresión<br />
Aunque se puedan describir al nivel de sus atributos parciales, ciertas<br />
imágenes de códices no se dejan aprehender totalmente por el lenguaje al<br />
que desbordan y llevan hacia una interpretación inagotable. Estas imágenes<br />
se sitúan en el ámbito estético de la expresión humana y exhalan, en un<br />
florecimiento epife<br />
La palabra que puede brotar de la imagen debe reckrlarse en la profundidad<br />
del corazón Indígena para producir, en el espacio-tiempo de la oralidad.<br />
la correspondencia sinestesica"* de la imagen.<br />
la transición de la imagen al verbo pasa aquí por la densidad creativa del<br />
ser. El lector del códice se hace poeta para pintar su imagen verbal:
a in tecpíUotl a In Üachlnolto Aya.
CAPÍTULO 2<br />
RETÓRICA DE LA IMAGEN<br />
Las distintas modalidades diafóricas de expresión pictural con frecuencia<br />
generan, como vimos antes, verdaderas figuras retóricas. Fuera de la modalidad<br />
representativa de consignación gráfica donde la pintura busca coincidir<br />
con la realidad, y de la modalidad fonética en la cual un glifo determinado no<br />
cuenta más que por su valor fonético, tenemos una amplia gama de tropos<br />
a nivel pictural, involuntarios en su mayoría puesto que son inherentes al<br />
sistema adoptado, pero que pueden pasar a la expresión oral y definir<br />
algunos de sus aspectos formales. Recordemos aquí un ejemplo de los tropos<br />
que pueden surgir de la configuración glifica.<br />
FJ copilli. tocado real |K>r antonomasia, vino a representar, por reducción<br />
metonimica. el concepto de realeza: Ihilocáyott.<br />
' :nos códices una reducción sinecdóquica de<br />
la simplificación del coplllt a su nudo posterior:
1.a yuxtaposición de los glifos en un códice provoca generalmente en la<br />
expresión oral una tendencia a retiñir Lis diferentes proposiciones o vocablos<br />
sin utilizar conjunciones dr coordinación, lo cual da al texto náhuatl un<br />
tenor asinttetóntco*" muy particular.<br />
Otras particularidades picturalcs percibidas como figura<br />
realidad variantes expresivas debidas al arte del pintor:<br />
I-jua acumulación piciural generaba verosímilmente una transposición<br />
verbal, si no acumulal iva ella raml>ién, por lo menos marcada expresivamente.<br />
Un pleonasmo se entreve cu el glifo de Ixtlahuacan:<br />
V<br />
\-:-:G\-':.\&X\
SEMIÓTICA DE LA IMAGEN 305<br />
Kn efecto, el campo, ¡xtkihuatl. nbajo de la construcción, y la casa (fallí)<br />
forman el glifo fonéticamente aproximativo: lxtlahua
prácticas de muchas sccuo.v.,.^ »m»iUiMiu u iu
SEMIÓTICA DK LA IMAGEN 307<br />
curso de la historia y la distienda un poco sobre el eje narra.ivo.
CONCLUSIÓN<br />
Si bien no resucitala expresión oral de los aztecas, una lectura que ubica la<br />
recopilación verbal del manuscrito en su conjunto original de enunciación<br />
permite imaginar el esplendor cromático y la polifonía que envolvían una<br />
circunstancia festiva prehispánica. y comprender la verdadera postración<br />
lingüística de los textos náhuatl en los manuscritos alfabéticos.<br />
lina vez determinado el índice de refracción intercultural que implica la<br />
recuperación documental por el interpretante español, la luz que filtra en su<br />
opacidad receptora no deja de ser luz. y sin la incansable labor de los<br />
religiosos españoles no habría habido ni refracción ni luz, y el pasado náhuatl<br />
El dominico Duran, el jesuíta Carochi, los franciscanos Pedro de Gante,<br />
Olmos, Mendieta. Motolinía. Alonso de Molina y sobre todo el inmenso fray<br />
Dcmardino de Saliagún fueron, junto con sus auxiliares indígenas, los<br />
artesanos de un renacimiento gráfico de la cultura azteca, y si la forma<br />
expresiva sufrió de modo considerable a causa de su transposición al<br />
alfabeto, las obrasdirigidaso realizadas por los frailes revelaronprácticamente<br />
todo lo que sabemos hoy de la civilización náhuad.<br />
Una ve/ a salvo los paradigmas culturales aztecas en la pétrea, pero al fin<br />
inmortal, conceptualización gráfica, los grandes focos de civilización náhuatl<br />
se fueron extinguiendo en la borrasca colonial. La gran Tenochtitlan se<br />
derrumbó bajo el peso del aparato ideológico del vencedor, pero también<br />
Tcxcoco, Tlacopan, Huexotzinco, Cholula, y aun Tlaxcala, la ciudad aliada<br />
de los conquistadores, vieron desmoronarse su edificación cultural ante las
i 1 O<br />
VOCES DISTANTES DF. I.OS AZTECAS<br />
Desarraigada de los espacios urbanos donde moraba el invasor, la flor<br />
náhuatl perduró sin embargo en la clandestinidad silvestre de los escarpados<br />
relieves mexicanos. Siguió creciendo al amparo de la montaña, y si quinientos<br />
años de tiempo novohispano mermaron su esplendor, no la pudieron<br />
El estruendoso fragor metafísico del ritual prchispánico se mitigó en el<br />
bullicioso alboroto de las fiestas indígenas, hoy algo híbridas en la reclusión<br />
calcndáríca de su santo patrono. El ritmohierático del teponaztli, el silbido<br />
misterioso de las flautas, el aullido de los caracoles, el estremecimiento de<br />
los cascal>eles, tocios preñados de profundo sentido religioso, se fundieron<br />
en el estallido musical, con timbre a la ve/ jocoso y melancólico, de las<br />
bandas pueblerinas.<br />
El gesto se desposó con los ritmos nuevos para componer los hermosos<br />
bailes que engalanan hoy Lis festividades rurales. El canto a Tonantzln.<br />
"nuestra madrecita", se suavizó al pasar de COiuacóatl ' *" a la üuadalupana.<br />
I.os mitos y la épica sobrevivieron con pocas alteraciones formales en los<br />
cuentos que circulan hoy en la montaña y vehieulan, en su espesor narrativo.<br />
los esquemas actuacionalcs y las interrogantes náhuatl de ahora y de<br />
siempre<br />
/10. Los actuales voladores de Papanih. Vcracruz.
SEMIÓTICA DE LA IMAGEN 311<br />
1.a florexpresiva náhuatl perdió su brillo precolombino, adquiriendo en<br />
el tiempo novohispano nuevos c híbridos matices, pero su raíz entraña<br />
todavía una savia con sabor indígena y bien podría inervar el csplritualmcntc<br />
empobrecido mundo de hoy que errático busca, en los espejismos perspectivos<br />
del futuro, un sentido a la vida.<br />
Como enseña la sabiduría indígena, la vida corre en la sustancia natural del<br />
presente, sentido sensible de presencia, y la casa*" que el hombre edifica en<br />
ella no debe herir con la violencia de sus contornos cxistcncialcs la paz<br />
suprema de lo que es. Debe ser como una llama en el fuego, espuma en el<br />
mar, un suspiro en el viento, sin nunca impedir la simbiosis matricial que la<br />
une vital c irremediablemente a la madre tierra.<br />
Tierra, oscura y difusa sed de la raíz. Raí/., embrión de luz. promesa de<br />
flores... y de cantos.
GLOSARIO<br />
ActuacJonal: Un una narración, califica un acontecimiento determinante<br />
para el desarrollo de la historia.<br />
Agonístico: De agonía, -combate", antagonismo de distintas entidades en<br />
Aféresis: Supresión de una sílaba al principio de la palabra.<br />
Anacoluto: Cambio brusco de construcción gramatical.<br />
Anáfora: Repetición de la misma palabra o frase al principio de expresiones<br />
Anamnesis: Reminiscencia. Acto de recordar.<br />
Aprehensión: Percepción intuitiva parcialmente inteligible.<br />
Apócope: Perdida de uno o varios fonemas al final de una palabra.<br />
Aporta: Dificultad lógica, problema al que la sola razón no puede resolver.<br />
Apollnlsmo: Tendencia estética donde se deslindan claramente las formxs.<br />
Asíndeton: Supresión, con unes puramente estilísticos, de las conjunciones<br />
de coordinación.<br />
Binomio léxico: Reunión de dos lexemas distintos para formar un solo<br />
concepto.<br />
Catacresis: Tropo consistente en dar sentido traslaticio a una palabra para<br />
que designe una cosa carente de nombre especial: las patas de la mesa.<br />
Catártico: Purificador, en sentido psicológico.<br />
Cognoscitivo: Relativo al conocimiento.<br />
Comprensión: Percepción totalmente inteligible obtenida por el razonamiento<br />
discursivo, analítico.<br />
Dcíctlco: Palabra o partícula que, en la oración, designa, muestra o señala<br />
otro elemento.<br />
Diacrítico: Relativo a un sistema exclusivo de signos.<br />
Diafórico: Perteneciente a la revelación mediatizada por distintas unidades<br />
dentro de una imagen.<br />
Diéresis: Separación de los elementos de una sílaba.<br />
Dlegcsls: Conccptualización representativa, en el eje del Irnguaje, de una<br />
experiencia real o de ficción.<br />
Dlonlslsmo: Tendencia estética donde predomina la fusión en la ebriedad<br />
Düuáctlco: Lo contrario de sintáctico. Sin orden lógico en la sintaxis.<br />
Dlstaxls: Falta de coherencia sintáctica.<br />
F.ldétlco: Relativo a las ideas. Suele emplearse también en relación con la<br />
proyección mental de imágenes de objetos recién percibidos, pues eidos,<br />
en griego, significa tanto idea como imagen.<br />
Kntropía: Pérdida de energía.<br />
Epifanía: Manifestación repentina de lo que estaba oculto o ignorado.
Eplfórico: Relativo a la revelación inmediata por la imagen.<br />
1-pLsIenie: l-n griego, ciencia, sabiduría suprema; actualmente, estructura<br />
Eros: En griego, amor: para Ercud. pulsión de vida, opuesta a tánatos.<br />
Esencia: Sustancia primordial como origen del ser fuera del tiempo.<br />
Esotérico: Enigmático, oculto, sólo para iniciados.<br />
Existencia: Realización del ser en su vida temporal.<br />
Exotérico: Inteligible para lodos.<br />
Kxpleclón; Refuerzo expresivo.<br />
Fonema: Mínima unidad sonora lingüística.<br />
Fátlco: Relativo a la producción expresiva que busca mantener el contacto<br />
entre los interlocutores. Songenenilmentegcsiososonidossin pertinencia<br />
Gcstalt: Forma en alemán. Designa una teoría psicológica en la que la<br />
totalidad determina fiincionalmentc las panes, y en particular a la escuela<br />
que da gran importancia a la percepción global.<br />
Gnoscológlco: Que trata de los fundamentos del conocimiento.<br />
Hlerofánlco: Que luce aparecer lo sagrado.<br />
Hlpóstasis: Reunión de distintas entidades en una sola sustancia.<br />
Inmanente: Pane constitutiva de una entidad y que se confunde con ella.<br />
Interscnüótlco: Relación entre distintos sistemas de signos.<br />
Isotopía: Unidad semántica (o semica) repartida entre distintas palabras.<br />
Lcxcma: Unidad léxica mínima.<br />
Logos: Razonamiento, concepto discursivo.<br />
Lúdlco: Relativo al juego.<br />
Mctatcxto: Texto que glosa otro texto o versa sobre él.<br />
Metonimia: Figura de estilo mediante la cual se expresa el efecto por la<br />
causa, la cosa significada por su signo, etcétera.<br />
Mimesis: Imitación física representativa.<br />
Mltema: Mínima unidad significativa de un mito.<br />
Mncmónlco: Relativo a la memoria.<br />
Ontológlco: Relativo al ser<br />
Paronomasia: Relación de semejanza fonética entre vocablos.<br />
Palimpsesto: Manuscrito que se cubría con una capa alcalina para lx>rrar la<br />
escritura y usarlo de nuevo.<br />
Pcrformativo: Que tiene la propiedad de realizar efectivamente lo expre<br />
Poiesls: Expresión sensible de una experiencia.<br />
Proxcmlca: Relativo a la distancia entre los interlocutores mientras se<br />
desarrolla una conversación.<br />
Saltillo: Acento grave que representa una oclusiva glotal del idioma náhuatl.<br />
Semas: Unidades semánticas mínimas.
315<br />
Scrolosis: Simbiosis de semas.<br />
Semlótlco: Kclaiivu alos signos.<br />
Señaleüco: Perteneciente a las señales.<br />
Sinécdoque-. Figura estilística que toma la pane por el codo o viceversa.<br />
Slnestcsla: Asociación espontánea de sensaciones pertenecientes a dominios<br />
diferentes (olfato y tacto, vista y oído, etcétera).<br />
Sinéresis: Fusión de dos sílabas o vocales.<br />
Tánatos: Según Frcud. pulsión de muerte, opuesta a cros.<br />
Tlamatlnl: Nombre dado por los indígenas al hombre que se distinguía por<br />
su saber y espiritualidad. Su plural es Üumatinime.<br />
Trascendente: Exterior a una entidad.<br />
Tropo: Figura de cstiloen la cual Lis palabras scemplean con sentido distinto<br />
del propio. Son tropos la metáfora, la metonimia y la sinécdoque.
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Todorov, Tzvcian. lesgenres du discours. Ed. Seuil, París, 1986.<br />
Valdcs. Juan de. Diálogos de la lengua. Ed. Brugucra. Madrid, 1972.<br />
Valéry. Paúl. Oeuvres. Ed. Gallimard. La Pléiadc. París. 1960.<br />
Zumthor. Paúl. Jnlroductlon d lapoeste órale. Seuil. París. 1983.
ÍNDICE DE LAMINAS<br />
INTRODUCCIÓN<br />
1. Lámina 33 del Códice Laúd.<br />
PRIMERA PARTE<br />
2. Lámina 2 del lienzo de Tlaxcalu<br />
3. Muñoz Camargo, Descripción de la ciudad<br />
y provincia de Tlaxcata.UA 2f2r<br />
■1. Muñoz Camargo, lbid , fol 238v<br />
5. Muñoz (amargo, (bld , fol 239v<br />
6. Retrato de fray Andrés de Olmos,<br />
según un grabado<br />
7. Retrato de fray Dcmardino de Sahagun,<br />
según grabado que se conserva en el Musco<br />
de Historia Nacional de México<br />
8. Toüo 61 del Códice Mendoza<br />
9. Códice YanhuiUán ti religioso ha<br />
sido identificado como fray Domingo<br />
de Santamaría, vicario de Iepozcolula<br />
10. Archivo fotográfico del Instituto de<br />
Investigaciones Estéticas de la LNAM<br />
11. Grabado del siglo XVI Biblioteca Nadonal<br />
12. Folio 61 del Códice Matritense<br />
Capitulo II<br />
13. Folio 26 del Códice Borbónico<br />
14. Cimbado renacentista. Biblioteca Nacional<br />
15. Lámina 3 de la Tira de Tepechpan<br />
16.1.ámina 9 de la Tira de Tepechpan<br />
17. Folio 78 del Códice Chimalpopoca
ÍNDICE DE LAMINAS<br />
SEGUNDA PARTE<br />
18. lámina 69 del Códice Borgia<br />
19. Lámina 82 del Códice Nuttall<br />
20. Iimina 51 del Códice Nultall<br />
21. lámina 16 del Códice NuttaU<br />
22. lámina IV del Rollo Seldeti<br />
23. lámina 46 del Códice NuttaU<br />
24. lámina 4 del Códice Borbónico<br />
25. Folio 70 del Códice Mendoza<br />
26. Lámina 44 del Códice Nuttall<br />
27. Lámina 40 del Códice ¡Mud<br />
28. Lámina 40 del Códice laúd<br />
29 láminas. 1 v II del Códice Vaticano-Ríos<br />
30. Escultura mcxica en el Musco Nacional<br />
de Antropología México I) F<br />
31. lámina45 delíódice \uttall<br />
32. Calendario A/tcca o Piedra del Sol<br />
33. lámina I del Rollo Selden<br />
34. Coaüicuc escultura mc\K_a en el Museo<br />
Nacional de Antropología México D F<br />
35. lámina 15 de Historia de las indias de<br />
Nueva Lspaña de fray Diego Duran<br />
36. Lámina 19 del Códice Horgla<br />
37. lámina 1 i del Códice Borgia<br />
38. Escultura mc\lca en el Musco Nacional<br />
de Antropología Mixit o D Y<br />
39. Lámina 11 del Códice Borgia<br />
40. lámina 37 del Códice l*ttd<br />
41. Frcnle del folio 254 del Códice Matritense<br />
42. lámina 27 de Historia de las Indias<br />
de Nueva España, de frav Diego Duran<br />
43. Lám¡n.i 14 üi\ Códice Borgia<br />
44. Lámina 59 de Historia de /««Indias<br />
de Nueva España, de fra> Diego Duran
INDIO: DE ¡AMINAS 323<br />
45. Lámina 21 del Códice Borgia 134<br />
46. Lámina 29 de Historia de las ¡tullas<br />
de Nueva España, de fray Diego Duran<br />
I36<br />
47. Folio 19v del libro IV del Códice llorentino I37<br />
48. Trece poetas del mundo azteca, p. 199 13?<br />
Capítulo m<br />
49. Lámina 3 del Códice Borbónico 134<br />
50. Lámina V del Códice iMttd.. 145<br />
51. Pictografías representativas del Códice Becker 146<br />
52. Lámina 23 del Códice Laúd. 151<br />
53. lámina 45 de Historia de las Indias<br />
de Sueva España, de fray Diego Duran 154<br />
54. lámina 15v del Códice Mendoza 160<br />
55. Lámina 46 de Historia de las hullas<br />
de Nueva España, de fray Diego Duran 164<br />
56. Máscara mexica conservada en el Museo<br />
Británico de Londres, Reino Unido 169<br />
57. Folio 2 del libro 1 del Códice Florentino 172<br />
58. Lámina 16 de Historia de las Indias<br />
de Nueva España, de fray Diego Duran 174<br />
59. lámina 34 del mismo libro 175<br />
60. Lámina 29 del Códice Borbónico. 177<br />
61 Teponaztli exhibido en el Musco Nacional<br />
de Antropología, México. D.F 178<br />
62. Huehuetl del mismo Musco 180<br />
63. Silbato de la cullura de Occidente, en<br />
el Muscum of American lndian, Nueva York 180<br />
64. lámina 39 de Historia de las Indias<br />
de Nueva España, de fray Diego Duran 182<br />
65. Lámina 19 del mismo libro 184<br />
66. lámina 30 del mismo libro 186<br />
67. Lámina 7 del mismo libro 187<br />
68. Lámina 29 del Códice liorbótm o 188<br />
Capítulo IV<br />
69. lámina 8 del Códice Borbónico 189<br />
70. Lámina A2 del Códice Selden 192
71. Folio 144 del libro 11 del Códice Horentino<br />
72. Folio 119v del libro n del Códice Florentino<br />
73. Lámina 28 de Historia de las Indias<br />
de Nueva España, de fray Diego Duran<br />
74. Folio 32v del libro I del Códice Florentino<br />
15. Lámina 12 de Historia de las Indias<br />
de Nueva lis/Miña, de fray Diego Duran<br />
76. Chicomccóatl. escultura mexica en el Musco<br />
Nacional de Antropología, México, 1) I<br />
77. Lámina 3 del Códice Borgia<br />
78. Lámina 34 del Códice Borgia<br />
79. Folio 61 del Códice Mendoza<br />
80. Lámina 25 del Códice Borgia<br />
81. lámina 44 de Historia de las Indias<br />
de Nueva España, de fra) Diego Duran<br />
82. Teocalli de L-i guerra sagrada, escultura mexica<br />
en el Musco Nacional de Antropología<br />
México, D.F...<br />
83. Lámina 25 del Códice Borgia<br />
84. lámina 9 del Códice Borgia<br />
85. Lámina 51 del Códice Borgia<br />
86. Lámina 61 del Códice Borgia<br />
87. Lámina 8 del Códice Xólott<br />
88. Folio 32v del libro I del Códice Horentino<br />
89. Lámina 51 del Códice Borgia<br />
90. Folio 88 del libro U del Códice Florentino<br />
91. Lámina 48 de Historia de las Indias<br />
de Nueva España, de frav Diego Duran<br />
92. Folio 80 del Códice \uttall<br />
93. Folio 33r del libro IV del Códice Florentino<br />
94. lámina 26 de Historia de las Indias<br />
de Nueva España, de fray Diego Duran<br />
95. Folio 68 del Códice Mendoza<br />
96. Folio 19v del libro Vin del Códice Florentino<br />
97. Folio 41 del libro VÜI del Códice Florentino<br />
98. lámina 30 del Códice Borgia<br />
99. Códice Fernández Leal<br />
100. Lámina 16 del Códice iMud<br />
101. Folio 79 del Códice Nutall
ÍNDICE DE LÁMINAS 325<br />
TERCERA PARTE<br />
Capítulo I<br />
102. Lámina 47 del Códice Mendoza<br />
103. Lamina 16 del Códice Borbónico<br />
104. Lámina 21 de la Tira de la peregrinación<br />
Representa a los aztecas al servicio de<br />
Coxcoxtli. señor de Culhuacan<br />
105. Lámina 13 del Códice Ijtud<br />
106. lámina 17 del Códice lloróla<br />
107. Lámina 8 del Códice Xóloll<br />
108. Detalle de la lámina 8 del C ódlce Xóloll<br />
CONCLUSIÓN<br />
109. Fotografía de la danza de los quetzales en<br />
Cuetzalan. poblado naliua en la siena norte<br />
de Puebla 309<br />
110. Fotografía de los voladores de Papantla,<br />
festividad en la zona totonaca de Veracruz 310
ÍNDICE<br />
INTRODUCCIÓN ...<br />
1.1.1 La instrucción destructiva<br />
1.2 La rcconstruccio.<br />
1.2.1 El milenarísmo franciscano<br />
1.2.2 Dos artesanos de la reconstruía<br />
uxiharcs indígenas de la<br />
1.3.2<br />
1.3.3 Condiciones estructurales de enunciacioi<br />
1.34 Condiciones de recepción<br />
1.4 El encuentro dr dos mundos<br />
1.4.1 El encuentro de dos cpistcmcs<br />
1.4.2 El espacio del conocimiento<br />
1.5 Estructuras gráficas de recepción de los ic><br />
1.5.1 El alfabeto.<br />
1.5.2 U
328 INDIO: i»: CONTENIDO<br />
Capítulo 2<br />
Las transposiciones Intcrscmióticas 45<br />
2.1 De la oralidad al alfabeto 45<br />
2.1.1 Oraudad y alfabeto 46<br />
2.1.2 Presencia oral y referencia alfabética 46<br />
2.1.3 I-a enunciación privada de sus circunstancias estructurantes ....41<br />
2.1.4 El canto extraído de su conjunto músico-dancístico 48<br />
2.2 Transposición del códice al manuscrito alfabético 49<br />
2.2.1 Imagen y alfabeto 50<br />
2.2.2 Transposición directa 51<br />
2.2.3 Transposición indirecta mediante anotaciones de glifos 52<br />
SEGUNDA PARTE<br />
La expresión oral de los aztecas 59<br />
Capitulo 1<br />
Fundamentos antropológicos de la oralidad náhuatl 63<br />
1.1 La madre tierra: una intimidad primordial 63<br />
1.2 La función simbólica como Instauración de la dualidad<br />
existcnclal 67<br />
1.3 Génesis del símbolo y parto de la conciencia trascendental 69<br />
1.3.1 Apertura simbólica 70<br />
1.3.2 Desvlnculacion del signo 72<br />
1.3-3 Sistematizaí ion representativa del lenguaje 73<br />
1.4 Marco cognoscitivo de la oralidad náhuatl 76<br />
1.5 Polaridades estéticas de la cultura náhuatl 77<br />
1.6 U perspectiva social 79<br />
1.6.1 Génesis del teatro ritual 81<br />
1.7 Divergencia expresiva primordial 83<br />
1.8 Circunstancia, sustancia y forma 88<br />
Circunstancias prehispanicas de expresión oral 91<br />
2.1 Cuadro espacio temporal de la existencia 91<br />
2.1.1 Convergencia oncológica del tiempo y el espado 94<br />
2.1.1.1 Fuego nuevo y atadura de años 95<br />
2.1.2 Paternidad celestial del tiempo náhuatl 101<br />
2.1.3 1!1 cíclico renacer de la naturaleza 103<br />
2.1.4 El tiempo circular 104<br />
2.1.5 Tiempo y muerte 106
ÍNDICE DE CONTENIDO 329<br />
2.1.6 Ritmo agonístico de la existencia 106<br />
2.1.7 Tiempo, movimiento y destino 107<br />
2.1.8 Tiempo y lenguaje 109<br />
2.2 Entre ciclo y tierra la casa del hombre 110<br />
2.2.1 El árbol de la vida 110<br />
2.2.2 La lógica del árbol 117<br />
2.2.3 U etica del árbol 119<br />
2.3 Marco temporal de la expresión oral 121<br />
2.31 Periodicidad festiva 121<br />
2.3.2 Duración del acto expresivo ritual 124<br />
2.4 Cuadro espacial de la expresión oral 125<br />
2.4.1 Escenarios naturales... 126<br />
2.4.2 Escenarios creados 131<br />
2.5 La colectividad y los poetas 137<br />
2.5.1 La participación colectiva 138<br />
2.5.2 La producción individual 141<br />
Capítulo 3<br />
Sustancia de la expresión oral 143<br />
3 1 La voz 144<br />
3 111 mhilicahsmo vocal entre lo inteligible y el universo 144<br />
3 1 2 La voz náhuatl 144<br />
3 2 La lengua 149<br />
3 2 1 Las sonoridades 150<br />
3 2 2 Particularidades gramaticales > morfológicas 152<br />
3 2 3 Lo lineal y lo representativo 156<br />
3 2 4 Espaciauzaclon de las relaciones lingüisticas 158<br />
3 2 5Distaxis 158<br />
3 2 6 Rcprcscntativldad léxica 159<br />
3 2 7 Los binomios léxicos 160<br />
3 3 l.os gestos 164<br />
3 3 1 Cl gesto de significación 165<br />
3 3 2 El gesto emblemático 165<br />
3 3 3M gesto ilustrativo 165<br />
3 3 4 D gesto fáuco 166<br />
3 3 5 ti gesto y el espacio 167<br />
3 3 6 ti gesto v el tiempo 167<br />
3 3 7 Fl gtslo dt representación 167<br />
3 \ 8 1.a gesticulación dionlsiaca 168<br />
3 1 1J prolongación de los gestos 169<br />
3 4 I Pinturas faciales 170
ÍNDICE DE CONTKNIDO<br />
3.4.2 Li aparato Indumentario<br />
3.5 La escenografía<br />
36 La música y el texto<br />
3.6.1 Ruido y música<br />
3-6.2 Los instrumentos y su función<br />
3.6.3 Melodía y ritmo<br />
3.7 La danza<br />
i expresión oral ...<br />
■11 La forma v los géneros en las fucnlcs<br />
4. 1.2 I o que esta tránsenlo<br />
4.2 La sustancia > la forma<br />
4.3 Arborescencia genérica de la expresión oral<br />
4.3.1 l-is raices sodevontologicas de la expresión oral<br />
4.3.2 riUacion genérica de la expresión oral náhuatl<br />
4.4 Los textos manuscritos<br />
4.4.1 Mimesis el canto del cuerpo<br />
4.4.1.1 \ uñantes expresivas náhuatl del canto del cuerpo<br />
a) las dan/as macehuallztliy néloliUzlU<br />
b) FI nto teatral leoUhuüiutxlitatli<br />
c) lcocmcall el canto sagrado<br />
eh) Yaocuicatl el canto de guerra<br />
e) Cuecuechaihatl el cauto travieso<br />
0 Tlaocolailcall el canto de lamentación<br />
4.4.2 Diegesis el canto de la ra/on<br />
4.4.2.1 Vanantes expresivas náhuatl del canto de la ra/on<br />
a) TlamacMUztlátolzuzamM el mito<br />
b) Melauhculcall canto ve rdadero<br />
la expresión ¿pica<br />
c) ■nátolxazanlM el cuento<br />
ch) Senonottalli el relato<br />
d) \tovohualiloani o UacmacpaitoUltztli<br />
4.4.3 Poiesis la modulación del gnto primordial<br />
4.4.3.1 Vanantes expresivas náhuatl de la modulación<br />
del gnto primordial<br />
a) Xochicuicatt el canto florido
INDIO DE CONTFNIDO<br />
4 4 4 La palabra de refuerzo socio-cxistencial<br />
a) ti huehueüátolli la palabra antigua<br />
b) MachiotUktoUi le* adagio»<br />
4 5 La función ludia<br />
4 5 I Mimesis ludica<br />
4 5 11 Teatro<br />
4 5 12 Baile de placer<br />
4 5 13 Comedias y entremeses<br />
4 5 14 Los voladores y el juego de pelota<br />
4 5 2 Dicgesis ludica<br />
4 5 2 1 ZazanUU las adivuianzas<br />
4 6 ti texto oral náhuatl<br />
4 6 1 El Uálolll<br />
4 6 2 bl culcatl<br />
i 6 2 1 Esencia canto<br />
16 2 2 Esencia danza<br />
4 6 3 Las vanantes textuales<br />
16 3 1 Vanantes circunstanciales sincrónicas<br />
16 3 2 Vanantes evolutivas diacromcas<br />
1.1.1 La escritura representativa<br />
1.1.2 la cscrirara cunologica<br />
1.1.3 La esentura simbóltrolropica<br />
1.1.4 La esentura ideográfica<br />
1.1.5 La escritura fonética<br />
1.2 La imagen ipiforica lugar de expresión<br />
Retórica de la imagen<br />
Conclusión<br />
Glosario<br />
Bibliografía<br />
índice de Laminas<br />
Capitulo 2