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El hecho de desafiar este orden patriarcal puede crear, según Brah 53 , una puesta en escena
de procesos esencialistas, por parte de los sectores dominados, en la necesidad de
crear nuevas identidades políticas, apelando a vínculos de experiencia cultural común
con el fin de movilizar al grupo.
Es necesario dejar establecida la premisa que señala Juana Camacho (2005) 54 refiriéndose
a los estudios o investigaciones en Colombia sobre poblaciones negras y en particular
sobre las mujeres negras: son pocos los que indagan por la interacción de las
variables de género y etnia, si bien es cierto que hay intentos por dar nuevas miradas,
por lo general las referencias a las mujeres negras se enmarcan dentro de los estudios
de parentesco y de familia, lo cual, según la autora, ha redundado en una noción homogeneizadora
de la familia negra en Colombia como matriarcal, matrilineal y matrifocal;
estereotipando a la mujer como el eje de la estabilidad de la familia extensa mientras
que el hombre ha sido identificado con la movilidad y la dispersión del parentesco. Así,
los estereotipos impiden ver la diversidad de experiencia de las mujeres y los hombres
negros, las diversas estrategias empleadas para enfrentar los retos de la vida cotidiana,
las relaciones de poder y la situación de violencia y discriminación que ambos enfrentan
en la vida pública y privada. La autora considera que es menester construir nuevos
soportes empíricos y teóricos que podrían ofrecer marcos interpretativos alternativos
para revaluar los imaginarios construidos acerca de estos grupos.
Siguiendo a Juana Camacho, podemos basarnos en la definición que ella da a la categoría
de etnia, como uno de tantos elementos que soportan la noción de identidad de
un grupo humano; ella considera que la etnicidad así como la identidad, es compleja,
multifacética y no se puede definir en términos exclusivamente biológicos o culturales.
Ella afirma, siguiendo a Williams (1989) 55 que la etnicidad es relacional, dinámica, contextual
y política; esta mediada por clase y cultura a nivel local, regional y nacional y por
las necesidades e intereses colectivos o individuales.
Para la presente investigación, siguiendo lo expuesto por Juana Camacho, la etnicidad
y el género, como elementos de poder, están relacionados con la coyuntura política derivada
de los reconocimientos étnicos/culturales y de derechos, recogidos en la Ley de
Comunidades Negras (1993), pero especialmente a la conceptualización y afirmación
étnica derivada del trabajo de campo, en las regiones objeto, con las mujeres participantes
del mismo, en su calidad de observadas y observadoras de estos procesos.
53 Op. cit.
54 Juana Camacho. “Mujeres negras y biodiversidad: Importancia de las prácticas femeninas de cultivo en espacios
domésticos en el Pacífico chocoano”. Instituto colombiano de Antropología. Informe 2005.
55 Williams, B. F., 1989 - A Class Act: Anthropology and the Race to Nation across Ethnic Terrain. Annual Review of
Anthropology, Nº 18: 401-444.
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