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Testigantzan
para quien busca en el testimonio
La ciencia es una a
PEDRO MIGUEL ETXENIKE. CIENTíFICO
PEDROMIGUELETXENIKEes un hombre científico, reconocido a nivel internacional. Decir
Etxenike es decir ciencia, investigación, tecnología, física... Ha recibido infinidad de premios,
algunos a nivel local, pero otros a nivel internacional. El último, que sepamos, ha sido el
«Sabino Arana». Es,sin duda, una de las enseñas que Euskal Herria ha podido y puede exportar.
Sin embargo, cuando estás con él, no te sientes inquieto ante una eminencia. Te habla
como si le fueras a entender su lenguaje científico, lenguaje elevado para el común de los
mortales. Este hombre navarro se siente como pez en el agua hablando de temas muy diversos,
pero que todos tienen que ver con su concepción humanista de la ciencia.
Agradezco de verdad a Pedro Miguel el haberme
cedido un tiempo precioso para él. Sentados en su
oficina del «Donostia Internacional Physics Cerner»,
departimos tranquilamente (aunque Pedro Miguel
siempre habla con pasión) y ahora recojo para
nuestros lectores de la revista Arantzazu algunas de
las ideas que manejamos en la entrevista.
Arantzazu Aldizkaria: ¿Quién es Pedro Miguel
Etxenike? ¿De dónde su vocación de físico?
Pedro Miguel Etxenike: Yo no hablo de vocación de
físico, en el sentido de que uno ha nacido para
eso. Mi trayectoria me ha llevado adonde estoy,
como me podía haber llevado a otra labor. Yo nací
en Isaba,Valle del Roncal. Hijo de médico y maestra.
Hice los primeros estudios en Isaba, donde en
aquella época había cinco maestros. Pasé por
Lekarotz, para hacer luego la carrera en la Universidad
de Navarra y el doctorado en la Universidad
de Cambridge. Catedrático contratado
de Física del Estado Sólido, Universidad de
Barcelona. Consejero de Educación del Gobierno
Vasco.Consejero de Educación y Cultura y portavoz
del Gobierno Vasco. Profesor Visitante en
Cavendish Laboratory, Universidad de Cambridge
(U.K.). Director Centro Mixto CSIC-UPV/EHU.
Miembro del Consejo Rector CSIC. Consejero de
IDOM. Actualmente estoy metido en muchas
cosas: Catedrático de Física de Materia Conden-
sada, UPV/EHU. Presidente Fundación Donostia
International Physics Center (DIPC). Presidente
Junta de Socios de CIC Nanogune. Presidente
Jakiunde, Academia de Ciencias, Artes y Letras.
Vicepresidente de Innobasque.
AA: Pero ¿cómo te inclinaste a la física?
PME: A mí me gutaban y se me daban bien
todas las ciencias. En las ciencias sabes si lo has
hecho bien o mal. Un problema de matemáticas,
por ejemplo, sabes si lo has resuelto bien,
mientras que en una redacción no sabes si lo
has hecho bien o mal, depende de muchas percepciones.
Las ciencias son más objetivables.
Como en la Universidad de Navarra en aquel
tiempo había ciencias físicas, pues me incliné a
ellas. Si hubiera habido químicas, seguramente
hubiera hecho químicas o matemáticas. Me
hubiese gustado mucho historia. Un avez que
escoges una carrera, pues a ello. Si yo hubiese
sido multimillonario, que no lo soy, y tuviese la
vida solucionada, a mis hijos les recomendaría
que estudiasen física, y filosofía e historia. La
física estructura la mente, pero necesita visiones
complementarias.
AA: La ciencia busca desarrollar el humanismo.
Explíquenos.
PME: La ciencia es parte del humanismo mo-

entura humana
derno. La ciencia es una aventura intelectual,
una aventura humana. No es un conjunto congelado
de dogmas. En los últimos años la ciencia
ha cambiado la concepción del mundo en
que vivimos y de nosotros mismos. Yo suelo
decir que la estructura conceptual de la ciencia
moderna es la obra cultural colectiva más
importante de la humanidad, la obra de arte
colectiva más importante. Contesta a preguntas
que antes pertenecían claramente al humanismo
clásico sobre el tiempo, el origen ... La
relación de la ciencia con el desarrollo de lo
humnao es fácil de comprender. La ciencia está
para tres cosas: una primera forma parte de la
cultura, es contestar a preguntas; una segunda
forma parte de la economía; y, además, la ciencia
ayuda a formar mentes que traen enriquecimiento
y calidad al sistema y, por tanto, contribuye
al desarrollo humano y hace que nuestra
vida sea menos sórdida, menos curel y menos
corta. La ciencia está al servicio de la persona y
de permitir que la persona pueda vivir humanamente
y, a la vez, hacerse otras preguntas.
AA: Presidente de lakiunde, Academia de las
Ciencias, de las Artes y de las Letras fundada por
Eusko Ikaskuntza el 2007. ¿Cómo se combina la
ciencia con el arte?
PME: Hoy la ciencia es un archipiélago de disciplinas.
El arte, la cultura ... son manifestaciones
del espíritu humano y, evidentemente, están
relacionadas. Hoy el gran desafío del mundo y
de la propia ciencia es la transdisciplinaridad.
Esta transdisciplinaridad no puede ser lograda
hoy con alguien como Leonardo que sepa de
todas las disciplinas. Eso en un mundo en que el
conocimiento científico se duplica cada dos
años, no es posible. Ya no son posibles hombres
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del renacimiento. Lo que sí son posibles son grupos
o equipos del renacimiento, donde cada
uno sea especialista de la propia disciplina y
sepa, sin embargo, entender (es la palabra clave)
el lenguaje de los demás. Utilizar lenguajes
comunes. y esto que es importante en la ciencia
lo es en todas las disciplinas. Tiene que haber
instituciones que piensen a largo plazo con
visiones poliédricas, interdisplinares, para que
sepamos entender entre todos mejor la realidad.
Eso busca Jakiunde.
AA: ¿Dónde están los límites de la ciencia?
PME: Este es un tema profundo e importante. La
ciencia tiene límites. Una vez di una conferencia
que se titulaba «Libertad y límites de la ciencia».
Frente a lo que la gente pueda pensar, tiene límites
absolutos en la capacidad de conocer. Nosotros
no podemos saber algunas cosas a la vez.
No podemos saber dónde está un electron exactamente
y, a la vez, saber a dónde irá exactamente.
Y, por tanto, no sabemos dónde estará. Es la
indeterminación de la física cuántica. Un segundo
límite es el hecho de que la velocidad de la luz
es inmensa pero finita, 300.000 kms. por segundo.
Eso significa que un rayo de luz tarda un
segundo en ir a la luna, 8 minutos en ir al sol y,
aun así, tardaría 100.000 años en cruzar nuestra
galaxia. Hay cosas que no están alcanzables. Hay
un límite superior a la transmisión de la información,
que es de 300.000 kms. por segundo. Y el
tercero es un límite a nuestra capacidad de
deducción lógica, que es el torema de Gbdel. En
todo sistema lógico, por lo menos suficientemente
complejo, existen proposiciones indecidibles,
cuya veracidad o falsedad no puede probarse
dentro de los límites de la teoría. Aquí
entraría el tema, por ejemplo, de la religión. La
ciencia no puede entrar a todo. Hasta aquí los
límites absolutos, que, sin embargo, no son los
más importantes.
Son más importantes los límites éticos, que
pueden interesar en vuestra revista. Está, en
primer lugar, el concepto de la dignidad humana.
El canciller alemán Smith decía que en el
respeto de la dignidad humana está la misión y
el límite de la ciencia. Pero al hablar de límites
éticos hay que andar con mucho cuidado, porque
algunos buscan invadir ámbitos que no le
corresponden. Pero que tiene que haber límites
éticos parace evidente. Por ejemplo, yo
vería bien que la sociedad frenase la investigación
en nuevos virus para matar a mujeres o a
negros o a no sé quién. Y hechos horribles se
han dado en estos campos.
AA: ¿La ciencia puede hablar de Dios o eso pertenece
a otro nivel?
PME: Yo creo que la ciencia, por lo menos en el
nivel actual y, probablemente, en muchos años
(yo especularía que nunca), no podrá entrar al
tema de los fines y de los valores en su totalidad.
La ciencia podrá decir cosas sobre el deber ser,
pero no creo que podrá decir todo sobre el
deber ser. Por tanto, los ámbitos de la ciencia y la
religión son paralelos. En lo que la ciencia puede
entrar la religión no debe opinar. Muchos de los
líos del pasado han venido de que el obispo tal
ha dicho que el mundo fue creado no sé cómo.
Siempre que cada una se mantenga en su ámbito
propio no debiera haber ningún conflicto. Si
la ciencia cree que puede explicar todo sobre el
deber ser, habrá conflicto; y, si la religión quiere
poner límites a la ciencia en los campos a los
que ella puede llegar -a no ser por razones éticas-,
habrá conflicto. Estamos hablando de
paralelas. Por ejemplo, la música y la agricultura
no son contrapuestas, pero tampoco se apoyan;
son ámbitos distintos. Algo de esto pasa con la
religión y la ciencia. La ciencia sí que pone límites
a algunas concepciones concretas de Dios;
pero hay muchos científicos que son agnósticos
y otros muchos son creyentes.
AA: ¿Una educación avanzada es compatible con
la religión?
PME: Muchos de los grandes impulsores de la
importancia de la educación han sido gente de
religión. Por ejemplo, yo he admirado la obra de
Arizmendiarrieta, que ponía la formación como
una gran prioridad para el desarrollo humano y la
ponía como una misión suya religiosa. Siempre
he admirado el compromiso de Arizmendiarrieta
con su pueblo, lo que le llevó a vivir un sueño
pragmático y a crear instrumentos para realizar
ese sueño. Yo lo sintetizaría en esta expresión:
«Guk geuretik eta geurez jasa beharko dugu
Euskal Herri maitea».

Testigantzan I para quien busca en el testimonio
AA: Pedro Miguel, ¿qué está aportando hoy el
eDonostia International Physics Center» a la sociedad
vasca?
PME: «Donostia International Physics Center» ha
sido uno de los gérmenes y catalizadores de la
creación de un polo de conocimiento nucleado
en torno a la Universidad del PaísVasco. Y lo que
está aportando es excelencia en investigación y
excelencia en comunicación. Esto significa producir
conocimiento, poniendo a Donostia en el
mapa internacional. A la vez formando a personas
que, no tanto por lo que hacen que también
es importante, sino por las aptitudes y habilidades
que desarrollan al hacer investigación, crean
focos de creatividad para el futuro sistema productivo;
incluso crean un clima de excelencia en
enfoque y exigencia en el tratamiento de los
problemas, afectando por ósmosis al resto de las
actividades sociales. Participa decisivamente en
la comunicación de los valores científicos y en
atraer a otras disciplinas. Excelencia en investigación
y, por tanto, excelencia en la capacitación
de personas con coraje intelectual intelectual y
excelencia en comunicación para lograr una
sociedad más culta y por lo tanto más libre ..
AA: ¿Cómo está la ciencia, la investigación. .. en
Euskal Herria? ¿Qué hay que decirle a un joven
para atraerle a la ciencia?
PME: No hay que decirle nada especial. Los pro-

fesores tienen que atraerles, dando ejemplo del
aprecio de la ciencia y mostrando el atractivo de
los temas que se tratan. Hay que explicarle que
la ciencia es estéticamente bella, cultural mente
importante y económicamente decisiva. El
mejor profesor es el que despierta el afecto por
el tema en los alumnos. Decía Einstein que es
mucho más rentable el amor por lo que se hace
que el sentido del deber.
La ciencia está bien en Euskal Herria. Vamos a
ver. Las ciencias se nuclean en torno a las
Universidades. Y por las circunsdtancias históricas
que conocemos, la Universidad del PaísVasco
no tiene más de treinta años. Está muchísimo
mejor que no hace muchos años. Cuando yo
estuve en el Gobierno Vasco, se invertía en investigación
y desarrrollo menos de 0,1% del PIB.
[Irernendol Ahora se invierte 1,6 o 1,7%; lejos de
los países punteros, pero más o menos como la
media europea. El autogobierno ha sido decisivo.
AA: Le han concedido muchos premios y algunos
muy importantes. ¿Qué papel tienen los premios?
PME: Me han dado muchos premios. Ahora los
siento de manera distinta que antes. Por ejemplo,
el premio Príncipe de Asturias no supuso para mí

Testigantzan I para quien busca en el testimonio
la cima del reconocimiento a mi carrera, pero fue
un instrumento para hacer cosas. El premio Max
Planck supuso un reconocimiento exterior y ese
premio hace más fácil que los de casa se den
cuenta de que es posible apostar por proyectos
ambiciosos. Yo creo que la creación del
«Donostia International Physics Center» y el
«Centro de física de materiales» o de «Nanogune»
en parte se deben a aquellos premios. Los
premios permitieron hacer una apuesta que de
otra forma es posible que no se hubiera hecho,
aunque eso es difícil saberlo. Ahora ya es distinto.
Con el premio Sabino Arana que me acaban
de conceder me premia una tradición en la que
yo me encuentro a gusto: es la existencia de un
pueblo con su capacidad de decidir anterior a un
proyecto político; el respeto a que este pueblo
pueda tomar sus decisiones; que las cesiones se
hagan mediante el pacto; que se respeten a la
lengua propia, el euskera ...
AA: A este respecto, Pedro Miguel, desde su visión
de científico, ¿qué valores podéis trasladar a la
sociedad actual?
PME: La ciencia es universal, pero los científicos
no. Los científicos somos de un sitio dado. La
ciencia tiene valores y es la primera actividad
global que trasciende la raza, la patria, el género,
el color, el origen social; pero luego los científicos
son de un pueblo concreto. Yo creo que cada
pueblo tiene que aportar su parte alícuota al bienestar
de la humanidad y ese es nuestro deber
como pueblo vasco. Nosotros no podemos estar
en todos los campos. Somos pequeños. Pero en
lo que estemos tenemos que ser punteros en
todo el mundo, porque aquí no hay primera y
segunda división; hay champions o no hay nada.
¿Valores que podemos transmitir? Formar personas
que crean en el largo plazo, personas que sepan
comunicar y comunicarse, personas que crean
en los valores de honradez, de escepticismo,
que tengan altura intelectual en el enfoque de
los problemas y coraje cuando sea necesario y
asuman riesgos razonables y que trasladen todo
ese espíritu innovador al sistema productivo.
AA: ¿No ha tenido tentaciones de irse a trabajar
fuera?
PME:Tentaciones no; he tenido ofertas muy buenas,
que personalmente me hubieran posibilitado
llegar más lejos en la investigación; pero globalmente
hubiese contribuido menos. Una de
mis satisfacciones más profundas es ayudar a las
personas a despertar el artista que llevan dentro.
Hoy hay un grupo de personas de altísimo nivel
al que yo he contribuido y que ahora claramente
me superan en el terreno de su trabajo. Lo he
dichoo muchas veces: prefiero que me superen
a que se limiten a seguirme. Eso es para mí la
mayor recompensa. Así lo siento de corazón.
AA: Los científicos son vistos siempre como gente
muy seria y dedicada a la investigación. ¿Qué otras
aficiones practica Pedro Miguel?
PME: iAficiones tengo todas! Me gusta leer, el
montañismo, el esquí,jugar al golf, bici todos los
fines de semana, me encanta beber txakoli en
las tabernas, jugar a cartas; me gusta la amistad,
la familia; viajar, ahora menos ya y para la música
no estoy dotado; el cine me gusta mucho ...
AA: Junto a estas aficiones, ¿tiene algún sueño que
quiera ver realizado pronto?
PME: Sin duda, el sueño de que la paz es posible.
Es el gran sueño. El sueño de la solidaridad humana,
porque hoy celebramos el triunfo de la
ciencia y la tecnología, pero a la vez asistimos al
fracaso de la solidaridad humana.
A nivel cientídfico mi sueño es entender bien, si
fuese posible, la física del attosegundo (la millonésima
de la billonésima de un segundo). En este
terreno son sueños que se corresponden con
los temas que estoy investigando. Me gustaría
que se entendiese cómo empezó la vida. No soy
de los que sueñan con la ecuación del todo.
AA: Un científico como ud., ¿qué pide hoya un
lugar como Arantzazu?
PME: Que siga estando donde está, siendo un
sitio de paz, de tranquilidad, de pensamiento,
siendo símbolo de la cultura vasca. Al estar en
Arantzazu, uno se enorgullece de ser vasco. Hay
algo en Arantzazu que hace aflorar lo mejor de
nosotros mismos; es símbolo de muchas cosas,de
finura,de estética,de ética, de mística, de compromiso
con el pueblo ...[Oue siga estando ahí!
AA: Eskerrik asko, Pedro Miguel.
lñaki Beristain
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