Desde la calle 4

Maqueta desdelacalle 4:Maquetación 1 28/5/14 18:10 Página 14
■ ■ ■ Opinión
Caridad no es Justicia
Desde los inicios de esta crisis crece la tentación del poder político, de convertir a las ONGs solidarias, en sustitutivas
de sus obligaciones de justicia social. ONGs que están para colaborar, coayudar, en la labor de conseguir
la necesaria igualdad social, pero no sustituir la obligación constitucional del Estado.
Hay también intentos de retornar al “estado de beneficencia” -antigualla contra la que reaccionaron los padres
del “Estado del Bienestar”-, como estrategia gubernamental de “paños calientes”, en lugar de gestionar
adecuadamente los recursos de todos.
La caridad es un acto privado en el que no creo. Hacer caridad implica superioridad del que ayuda, e impide
la igualdad que conlleva la justicia. No me opongo, porque la caridad siempre implica un acto de bondad y
generosidad (aunque esconda desigualdad; pérdida de oportunidad para la justicia social; y mantenimiento
del status del “pobre”).
Pero critico que haya organizaciones solidarias que se apoyen en la caridad y no en la justicia social, corrompiendo
el verdadero sentido de la solidaridad. Y me opongo a los gobiernos –como el actual-, que se
apoyan en organizaciones caritativas, en la estrategia de la caridad a través de los medios controlados, para
renunciar a la justicia social constitucionalmente obligatoria.
Rafa García. Voluntario.
Una
de las muchas preguntas que me hice durante los años que realicé rutas visitando en la
calle a personas sin hogar, era si podía llegar a tener preocupaciones o inquietudes en
común con ellas. Durante muchos meses creí erróneamente que el mero hecho de no
tener hogar, con todo lo que conlleva, eclipsaba cualquier otra preocupación que a un ser humano se le
podía pasar por la mente. Sin embargo, a medida que conocía más en profundidad a las personas que visitaba
semanalmente, las conversaciones dejaban de ser mecánicas y superficiales, comenzaban a centrarse
en soluciones en vez de problemas y sobre todo en lo que había en común con cada uno de ellos en vez de
lo que nos diferenciaba. Creo que fue gracias a este último punto cuando empecé a ver personas como yo
y, en el mejor de los casos, grandes amigos. Comentarios sobre un partido de fútbol, la preocupación por
haber discutido con un amigo, la última reforma legislativa, las impresiones sobre el mismo libro o el hecho
de tener un mal día se convirtieron, de pronto, en los temas de conversación habituales. Descubrí entonces
que solo cuando eres capaz de sentarte delante de una persona, mirarle a los ojos y ver lo que hay de ti en
ella y de ella en ti, estás en disposición de empezar a entender los motivos sin juzgar y buscar las soluciones
reales en vez de seguir poniendo parches.
Maribel Alonso. Voluntaria.
¿Qué significa hacerse mayor?
Es un proceso no solo físico, sino también emocional, porque aparte de ser sólo una percepción, depende
de un punto de vista y de un estado de ánimo. Con el paso de los años, nuestra cubierta exterior sufre un
leve deterioro progresivo, asociado al uso de sus componentes que varía según las condiciones a las que cada
cuerpo ha estado sometido, pero el motor sigue activo y funcionando. El paso del tiempo es inexorable y hacerse
mayor es imparable pero no tiene porque ser malo. Es parte de un proceso que implica conocerse
mejor a uno mismo y saber qué es lo que realmente te gusta y lo que no y tener la posibilidad de disfrutar
más intensamente de lo que quieres, sea lo que sea. Por desgracia, no todos podemos hacerlo así ya que
nuestras características socioculturales (país, cultura, situación económica, etc.) nos condicionan de un cierto
modo. Y si a eso le añadimos una serie de factores como son la pobreza, la soledad y las enfermedades, el
paso del tiempo puede hacerse mucho más difícil. Por eso es importante ayudar a las personas que más lo
necesitan, pero no sólo dándoles, sino haciéndoles ver que sean de la edad que sean siguen siendo dueños
de su destino.
CLUB DE LECTURA de RAIS Fundación. Óscar Rus, Carmen Ordóñez, Domingo Riera y Juan de la Higuera.
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