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CUADERNOS DE BDSM - nº 15
Otro apunte que debo hacer es que mucha gente tiene una relación similar con las
cadenas o las vendas o el film alimentario que son instrumentos que, también, se pueden
utilizar para llevar a cabo las prácticas someramente descritas anteriormente.
Sin embargo he de insistir en que no he visto la misma relación entre el bondager y la
cuerda que en el caso de emplear cualquier otro tipo de material.
He de decir que, aunque materialmente se establezca por la dependencia de la persona
atada respecto de aquella que lo ha atado, he conocido y conozco casos en que esa
dependencia no va más allá que de este aspecto material por lo que no podemos definir
que el atador y el atado sean Dominante y sumiso sino, nada más y nada menos, que lo
que hemos dicho.
Los bondager no forman un grupo cerrado pero se identifican por el sentimiento y el
calor que ponen en la atadura cuando la realizan o reciben.
DISCIPLINADORES Y DISCIPLINADOS
Hay dos tipos básicos de practicantes de la Disciplina. El primero lo constituyen
aquellos que optan por las prácticas consistentes en los pet-plays o en los school-plays,
en los slave-plays, en los baby-plays u otras similares. Prácticas en las que se llevan a
cabo actividades tendentes a que la persona que es disciplinada adopte unos
determinados hábitos y formas de hacer las cosas en momentos específicos.
Quiero hacer constar que estas prácticas tienen mucho que ver con una parte de las que
se practican en la Dominación/sumisión hasta el punto que, en muchos casos, se
considera parte integral de la D/s aunque, en Mi opinión, se diferenciada de la misma
pues los aspectos a disciplinar se refieren a una parte concreta de la vida o a un
momento de la misma y no a la integridad de lo que vivimos.
Es evidente que la compenetración que debe existir entre los practicantes (disciplinador
y disciplinado/s) tiene que ser muy alta y que tienen que tener muy definidos los roles y
límites en los que se van a mover.
Su objetivo es el sentirse realizado al ser disciplinado o al disciplinar a la otra persona;
el índice de satisfacción de las personas que lo practican suele ser muy alto por lo que
conozco.
En la disciplina entran en juego sentimientos de control y sometimiento muy potentes
pero se retrotraen a escenas que no forman parte de la vida cotidiana de las personas que
los llevan a cabo.
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