De la escritura a la representación multimodal ... - conafe.edu.mx

importante es que su punto de vista es representativo del enfoque semiológico, que nació con la publicación del Curso de
lingüística general de Ferdinand de Saussure (1916-2010). El planteamiento de Kress y Bezemer (2009) al respecto es el
siguiente:
“Aquí pretendemos demostrar cómo podría ser una explicación semiótica (social) más que (socio) lingüística.
Exploramos la relación entre la „composición‟, la forma de los textos —sus diseños— y las implicaciones que eso
tiene para quienes desean ser escritores, lectores o educandos en el siglo XXI. Se requiere reconocer los orígenes
sociales de los textos tanto como sus efectos semióticos; las potencialidades de los modos así como sus
interacciones dentro de un texto multimodal. En pocas palabras, comprender dichos cambios, sin hablar de
especulaciones acerca de las direcciones futuras de la escritura, requiere de un conjunto nuevo de herramientas
teóricas” (pp. 64-65).
Que el enfoque teórico de los autores sea semiótico social, más que socio lingüístico, tiene un conjunto de consecuencias en
el terreno de la definición de conceptos. Kress y Bezemer (2009) lo explican así:
“El término „escritura‟ ya no es más sinónimo de texto o producción de texto; sino que se refiere tanto al modo de
escribir como a las prácticas/procesos de escritura. De tal forma que al pensar en el „futuro de la escritura‟
entendemos que se trata del modo de escribir como tecnología cultural. Los modos se observan en términos de sus
potenciales semióticos, de manera que es posible plantear preguntas muy similares respecto a la imagen y la
escritura” (p. 65).
Se trata de un cambio de enfoque verdaderamente sustancial, ya que se abandonan las interrogantes típicas del marco
referencial lingüístico —palabras, oraciones, segmentos, etcétera— por otras pertenecientes al marco referencial de la
semiótica, como la configuración de la escritura en la página en términos de la sintaxis y de su distribución espacial. Se deja
de hablar de estilo de escritura y se adopta la noción de modo de producción de textos, lo que abre la puerta a la posibilidad
de preguntar a alguien, por ejemplo: ¿cuál es el modo de escritura que utilizaste para producir tu novela?
El nuevo posicionamiento teórico introduce conceptos novedosos en el análisis semiótico de los nuevos modos de escritura
o producción de textos: signos, creadores de signos, interés, diseño, texto, modo, medio y sitio de despliegue.
Las nuevas nociones de „signo‟ y „creador de signos‟ propias de la escritura como representación multimodal actualmente en
boga, nos parecieron realmente innovadoras. En palabras de Kress y Bezemer (2009):
“En una visión semiótico social de la representación como creación de significado, tanto quienes producen, como
quienes „usan‟ los textos —artistas visuales, editores, escritores, maestros, estudiantes— son creadores de signos.
Los signos son unidades en las que se reúnen significado y forma en una relación motivada por el interés del
creador de signos. El proceso de creación de signos siempre está sujeto a la disponibilidad de recursos semióticos y
a la idoneidad de los mismos para los significados que el creador de signos desea elaborar” (p. 66).
Esta nueva forma de enfocar los temas clásicos sobre la lectura y la escritura realmente abre nuestros horizontes. La
distinción escritor-lector desaparece junto con las nociones mismas de escritor y lector. Ahora hay creadores de significados
y usuarios de textos, y ambos —productores y usuarios— son creadores de signos. Como se sabe, un signo reúne tanto el
significado (no fumar) como el significante, es decir el medio o el portador del significado, por ejemplo un letrero con la
imagen de un cigarro atravesado por una raya.
Otros aspectos novedosos son los de idoneidad e interés, es decir el significado que va a producir el creador de signos tiene
que considerar como determinante al usuario, ya que ambos —el productor y el usuario— son un binomio indisoluble. Y,
finalmente, ya no se habla de escritos sino de textos multimodales y éstos no se escriben, se diseñan y luego se despliegan
en un sitio de despliegue, por ejemplo una página de papel o una pantalla de computadora.
También hay un cambio fundamental en los antiguos temas problemáticos que dominaban la reflexión y el debate en el
mundo de la escritura unimodal, como la autoría y la autenticidad de un texto escrito. Así explican la situación Kress y
Bezemer (2009):
“En muchas prácticas sociales contemporáneas parece haber poco o ningún interés sobre cuestiones que eran
centrales, más o menos hasta mediados de los ochenta, por ejemplo las de „autenticidad‟ de la autoría de ciertos
tipos de texto. Al „descargar‟, „mezclar‟, „cortar y pegar‟, „muestrear‟, „recontextualizar‟, no parecen tener relevancia
alguna preguntas como „¿de dónde salió esto?‟, „¿quién es el autor original/de origen?‟. De manera muy parecida a
como, en tiempos lejanos, un castillo o un monasterio en ruinas se usaba como cantera, como fuente de materiales
de construcción —un gran trozo aquí, como dintel; otro allá, parte de una pared—, los textos se toman como
recursos de los que pueden „extraerse‟ elementos para la creación de nuevos textos. Es absolutamente necesario