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2ª ÉPOCA • NÚMERO <strong>93</strong> • 4 DE MARZO DE 2014<br />
INCLUYE<br />
ÍNTEGRO<br />
EL AS COLOR<br />
NÚMERO <strong>93</strong><br />
DEL 27<br />
DE FEBRERO<br />
DE 1973<br />
UN TIPO CAÑÓN
2 3<br />
4-13<br />
14-25<br />
26-37<br />
ROBERTO CARLOS<br />
Considerado el mejor lateral izquierdo del mundo, el<br />
internacional brasileño hizo historia en el Madrid.<br />
Por María Jesús Luengo<br />
EXPOSICIÓN DE FERNANDO ALONSO<br />
Estará en Madrid hasta el mes de mayo y refleja toda la<br />
historia del piloto asturiano, con 270 objetos.<br />
Por Jesús Balseiro<br />
CONNORS, EL TENISTA INCANSABLE<br />
Uno de los grandes tenistas de la historia, que odiaba<br />
más perder que lo que le gustaba ganar.<br />
Por Tomás de Cos<br />
78-142<br />
ÍNTEGRO, EL<br />
NÚMERO <strong>93</strong> DE<br />
AS COLOR DEL<br />
27 DE FEBRERO<br />
DE 1973<br />
EUSEBIO MARTÍN, SECRETARIO<br />
DEL COMITÉ NACIONAL DE<br />
ENTRENADORES: “Yo no consentiría<br />
entrenadores extranjeros más que<br />
en Primera División”.<br />
EL NUEVO ESTADIO DE BOCA JUNIORS,<br />
UNA OBRA ARQUITECTÓNICA COLOSAL.<br />
Se está construyendo para el<br />
Mundial de 1978.<br />
MATE A GRECIA. Continúa la<br />
escalada de España hacia el<br />
Mundial (Alemania, 1974).<br />
EN SEPTIEMBRE DE 1975, EL RAYO<br />
VOLVERÁ A SU CASA: el nuevo<br />
estadio de Vallecas tendrá un aforo<br />
de 27.000 espectadores, todos<br />
sentados.<br />
PRIMERA COPA MUNDIAL DE PARA-<br />
ESQUÍ EN SUIZA. Se celebrará en<br />
Flims entre el 11 y 18 de marzo.<br />
LA HAZAÑA DEL NARANJO DE BULNES.<br />
EL AS COLOR CLÁSICO SOLO ESTÁ<br />
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38-45<br />
46--53<br />
54-77<br />
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PARALÍMPICOS DE INVIERNO<br />
Xavi Fernández competirá por Andorra en Sochi, a<br />
partir del próximo 7 de marzo.<br />
Por Álvaro de la Rosa y Juan Casáñez<br />
ESQUÍ DE TRAVESÍA: LA DUREZA ES ADICTIVA<br />
Es una de las prácticas más exigentes: muchos<br />
deportistas de élite lo usan como entrenamiento.<br />
Por Juan Casáñez y Álvaro de la Rosa<br />
PEDRO CIFUENTES<br />
El montañero conquense aspira a ser galardonado con<br />
el ‘Piolet d’Or’, después de dominar las Torres del Paine.<br />
Por Juan Ignacio Cantero y Alberto Val<br />
Editado por Diario AS<br />
Sociedad Limitada<br />
Presidente: José Luis Sainz<br />
Consejero delegado: Julio Alonso Peña<br />
Director: Alfredo Relaño<br />
Director adjunto: Alejandro Elortegui<br />
Director de AS.com: Luis Nieto<br />
Han realizado este número:<br />
Coordinación y edición:<br />
Miguel Ángel Vasco<br />
Diseño:<br />
Mariano Tovar y Laura Sánchez<br />
Infografía:<br />
Fernando Robato, Miguel Ángel Fernández y<br />
Sonia Mochón<br />
Fotografía: Archivo AS.<br />
Para cualquier duda, sugerencia o propuesta<br />
puedes escribir a<br />
ascolor@diarioas.es
4 5<br />
DOS<br />
EN<br />
ROBERTO CARLOS<br />
UNO
6 7<br />
Considerado como el mejor lateral izquierdo del mundo, Roberto Carlos hizo<br />
historia en sus once temporadas en el Real Madrid. Se caracterizaba por la<br />
potencia de su disparo y su velocidad, lo que le hacía desempeñarse como<br />
lateral y como extremo. Marcó el mejor gol de la historia de falta y ahora<br />
comienza su etapa como entrenador, siguiendo los principios de Del Bosque.<br />
MARÍA JESÚS LUENGO /<br />
Tengo dos jugadores en<br />
uno”. Así definió el hoy seleccionador<br />
español, Vicente del<br />
Bosque, a Roberto Carlos, con<br />
el que coincidió en el Real Madrid<br />
cuatro temporadas. El brasileño<br />
era el dueño de la banda izquierda<br />
y le permitía a Del Bosque dibujar<br />
un once en el que Roberto podía<br />
ser lateral y extremo.<br />
Roberto Carlos (Garça, Sao<br />
Paulo, 10 de abril de 1973) se llama<br />
así por el famoso cantante melódico<br />
brasileño que tanto gustaba<br />
a sus padres Óscar (atleta y futbolista)<br />
y Vera. A los 12 años, Roberto<br />
Carlos trabajaba en una fábrica<br />
de cuerdas llamada Torsao Cordeiro<br />
para colaborar en la economía<br />
familiar y en los ratos libres daba<br />
patadas al balón en un campo que<br />
había detrás de su casa. Entonces<br />
no podría imaginar que se convertiría<br />
en el mejor lateral izquierdo de<br />
la historia.<br />
Comenzó en el Club Atlético Juventus,<br />
donde jugaba como interior<br />
y extremo izquierdo. Al año siguiente,<br />
en el Flamenguinho, su técnico<br />
le colocó por primera vez como lateral.<br />
Y en 1986 llegó al Uniao Sao<br />
Joao, en Aranas, donde destacó en<br />
todas las categorías hasta que en<br />
19<strong>93</strong> el Palmeiras se hizo con sus<br />
servicios, allí coincidió con Rivaldo.<br />
Con esos dos jugadores por la<br />
banda izquierda el equipo brasileño<br />
se proclamó campeón de liga<br />
dos temporadas consecutivas. En<br />
1995 dio el salto a Europa, fichando<br />
por el Inter de Milán, equipo en<br />
el que sólo duró una temporada<br />
porque no entraba en los planes<br />
del entonces técnico Roy Hogdson.<br />
COMO UN<br />
PADRE.<br />
Roberto<br />
Carlos ha<br />
confesado<br />
abiertamente<br />
su<br />
predilección<br />
por Vicente<br />
del Bosque.<br />
Fabio Capello, que le había visto jugar<br />
en la Serie A y del que se hizo<br />
amigo en un famoso restaurante<br />
de Milán, le pidió a Lorenzo Sanz<br />
que le fichara para su proyecto.<br />
Aquella temporada 96-97 con el<br />
fichaje de Capello, el Real Madrid<br />
confeccionó un equipo histórico. El<br />
primero en llegar fue Pedja Mijatovic,<br />
por el que el Real Madrid pagó<br />
al Valencia el precio de su cláusula:<br />
1.284 millones de pesetas y un<br />
rencor histórico de los valencianistas<br />
hacia el montenegrino. Llegaron<br />
también Davor Suker (del Sevilla<br />
por 600 millones de pesetas),<br />
Seedorf (650 millones a la Sampdoria),<br />
Bodo Illgner (300 millones<br />
al Colonia), Carlos Secretario (250<br />
millones al Oporto) y Panucci (que<br />
llegó en el mercado invernal por<br />
660 millones al Milán). Fueron los<br />
cimientos de un equipo que ganó<br />
inmediatamente la Liga y al año siguiente<br />
la Séptima.<br />
Roberto Carlos llegó a Madrid<br />
un 10 de agosto de 1996 y lo primero<br />
que hizo fue comprarse un<br />
reproductor de compact disc en<br />
unos grandes almacenes y posar<br />
delante de la Cibeles para AS. Su<br />
imagen de entonces, pelo oscuro,<br />
camiseta larga y ancha, vaqueros<br />
y mocasines de borlas, cambió<br />
completamente con su famosa cabeza<br />
pelada, sus brillantes en las<br />
orejas y su gusto por la ropa de<br />
marca. El brasileño era un comple-<br />
PRIMER DÍA<br />
EN ESPAÑA.<br />
Roberto<br />
Carlos acaba<br />
de aterrizar<br />
en Madrid<br />
y antes de<br />
visitar la<br />
redacción de<br />
AS, posó en La<br />
Cibeles.
8 9<br />
to desconocido que<br />
pasó a convertirse, en<br />
palabras del propio Lorenzo<br />
Sanz, “en el fichaje más<br />
rentable de la historia del fútbol”.<br />
Costó 600 millones de las<br />
antiguas pesetas (3,6 millones<br />
de euros). Por ese precio, Roberto<br />
Carlos pasó 11 temporadas en<br />
el Real Madrid (514 partidos y 67<br />
goles), ganó tres Champions, cuatro<br />
Ligas, tres Supercopas de España,<br />
una Supercopa de Europa, y<br />
dos Intercontinentales. Ha sido el<br />
jugador extranjero que más partidos<br />
ha jugado con la camiseta del<br />
Real Madrid y llegó a ser uno de<br />
sus capitanes. Como madridista<br />
fue elegido segundo mejor jugador<br />
del mundo en la temporada 97-98<br />
y declarado el mejor lateral izquierdo<br />
de la historia. Paralelamente,<br />
triunfaba en la selección de Brasil<br />
con la que fue finalista<br />
del Mundial de<br />
Francia 1998 y campeón<br />
en 2002 en Corea y Japón.<br />
Aunque Mijatovic y Zidane fueron<br />
los auténticos protagonistas<br />
de la Séptima y la Novena Copas<br />
de Europa, Roberto Carlos tuvo<br />
mucha incidencia en esos dos éxitos.<br />
El gol de Mijatovic a la Juventus<br />
viene precedido de un rechace<br />
que el delantero recoge de un<br />
chut del brasileño. Y nadie olvida<br />
que el balón que Zidane convierte<br />
en gol en Glasgow procede de un<br />
pase, eso sí poco ortodoxo, de Roberto<br />
Carlos.<br />
De Roberto Carlos sorprendía,<br />
sobre todo, su físico.<br />
Con 1,68 m. de altura<br />
y 68 kg como peso<br />
ideal, los servicios médicos<br />
del Real Madrid mostraron<br />
siempre una gran<br />
admiración por las cualidades<br />
físicas del brasileño.<br />
Tenía un porcentaje<br />
de grasa corporal de<br />
6,9%, mientras que el<br />
habitual de un futbolista<br />
profesional está en torno<br />
al 8,8 % y el de una<br />
persona normal sobre el<br />
15%. Pero lo que más llamaba<br />
la atención eran<br />
sus muslos, con un perímetro de<br />
58,5cm (“mis muslos es la parte<br />
de mi cuerpo que más adoro”, decía<br />
el brasileño). Con esa fuerza<br />
CAPELLO.<br />
Con Fabio<br />
Capello en<br />
el banquillo<br />
llegó Roberto<br />
Carlos al<br />
Madrid.<br />
También se<br />
fue con el<br />
italiano como<br />
técnico.<br />
en el tren inferior,<br />
sus disparos llegaron<br />
a alcanzar una velocidad de<br />
150km/h (velocidad que se midió<br />
en un partido cuando jugaba en el<br />
Inter y se enfrentaba al Parma) y lograba<br />
un salto vertical de 66 cm.<br />
También sus brazos eran un prodigio<br />
de fuerza (9 y 16 kilos en el<br />
bíceps y tríceps derecho; 6 y 14<br />
kilos en el bíceps y tríceps izquierdo)<br />
que le permitían mandar el balón<br />
a 30 metros en los saques de<br />
banda. Pero si por algo destacaba,<br />
era por su velocidad. Llegó a hacer<br />
los 100 metros en 10,6 segundos<br />
y podría alcanzar velocidades medias<br />
de 34km/h en carrera.<br />
Tiene un amplio historial goleador,<br />
pero el mejor, sin duda, fue la<br />
bomba inteligente. Gol que marcó<br />
de falta directa a Francia. Fue el<br />
3 de junio de 1997 en un partido<br />
del Mundialito (actualmente Confecup)<br />
entre Francia y Brasil, en<br />
Lyon. Roberto Carlos marcó un gol<br />
imposible, calificado como el mejor<br />
gol de falta de la historia. Fue<br />
una parábola, en la que el balón<br />
supera la barrera por la derecha y<br />
cuando parecía que iba claramente<br />
fuera, cambió el efecto y entró<br />
rozando el palo de la portería. Barthez<br />
no pudo ni verlo, ya que, según<br />
la psicóloga Cathy Craig, que<br />
estudió aquel disparo “el sistema<br />
visual humano no está preparado<br />
para seguir el rastro de un objeto<br />
que gira a gran velocidad y que<br />
además describe un movimiento<br />
curvo”. La psicóloga invitó a varios<br />
futbolistas profesionales a que observaran<br />
un chut virtual de un balón<br />
a 600 revoluciones por minuto<br />
y ninguno predijo correctamente a<br />
dónde iría a parar. El efecto lateral<br />
produce una fuerza llamada magnus,<br />
que acelera la pelota en una<br />
dirección que nuestro cerebro es<br />
incapaz de procesar.<br />
Pero además de la doctora<br />
Craig, un grupo de científicos<br />
franceses de la Escuela Politécnica<br />
de París intentó explicar ‘la<br />
bomba inteligente’ de Roberto<br />
Carlos como el resultado de una
10 11<br />
LA ‘BOMBA INTELIGENTE’. Así se denominó al gol que<br />
marcó con Brasil a Francia (en la imagen) y que ha sido<br />
calificado como el mejor gol de falta de la historia.<br />
ecuación: la trayectoria de una esfera<br />
al girar con efecto forma una<br />
espiral como la concha de un caracol.<br />
En ese momento, todas las<br />
variables fueron las indicadas: la<br />
fuerza con que dio al balón, la distancia<br />
(35 metros), la velocidad, la<br />
colocación y hasta las cualidades<br />
del balón. Roberto Carlos lo explicaba<br />
de un modo más sencillo:<br />
“Doy seis pasos hacia atrás, una<br />
carrera en falso y arranco con todo<br />
mirando al centro del balón”. Tras<br />
aquel gol, le paraban por la calle<br />
para felicitarle y el brasileño, con<br />
mucho sentido del humor, les decía:<br />
“¿Usted lo vio? Porque no va<br />
a volver a verlo nunca más”.<br />
Un humor que siempre ha caracterizado<br />
al exmadridista. En<br />
una ocasión, firmó un autógrafo<br />
con la siguiente dedicatoria: “Con<br />
cariño. Ronaldo. R9”. Incontables<br />
son las anécdotas del brasileño<br />
en la comisaría de Pio XII de la<br />
capital madrileña, donde siempre<br />
que acudía a renovar su pasaporte<br />
se olvidaba algún papel, o las<br />
carcajadas que provocaba en las<br />
ruedas de prensa y que le impedían<br />
seguir con sus declaraciones.<br />
Se convirtió en un auténtico<br />
ídolo en el Real Madrid. No sólo<br />
por sus cualidades futbolísticas,<br />
sino también por su personalidad.<br />
Era capaz de estar casi una hora<br />
firmando autógrafos a los aficionados<br />
que se acercaban a la antigua<br />
Ciudad Deportiva. “Somos<br />
unos privilegiados y el tiempo que<br />
pasas aquí firmando, forma parte<br />
de nuestro horario de trabajo”, decía.<br />
En una ocasión, Roberto Carlos<br />
se presentó en las taquillas del<br />
Bernabéu a animar a la gente que<br />
estaba haciendo cola desde la<br />
noche anterior para comprar una<br />
entrada para el partido contra el<br />
Barcelona. Regalaba todo lo que<br />
le pedían, desde camisetas hasta<br />
las botas.<br />
Se casó con 19 años y varios<br />
matrimonios después tiene ocho<br />
hijos, de los que lleva tatuados<br />
sus nombres en los brazos. Los<br />
chicos en el izquierdo, las chicas<br />
en el derecho. Es un apasionado<br />
de los coches. Del Ford Scort<br />
Cabrio, que se compró con su primer<br />
sueldo, pasó al club del Ferrari<br />
en el Real Ma- drid. Las<br />
joyas son también<br />
su perdición.<br />
Suele llevar<br />
brillantes en<br />
las orejas, grandes<br />
relojes de oro y brazaletes.<br />
Y el logotipo de Versace<br />
no sólo predomina en su armario,<br />
todo el textil de su casa, cojines,<br />
alfombras, colchas son de la marca<br />
italiana.<br />
Pero su protagonismo en el<br />
Real Madrid se fue apagando y en<br />
2007, casualmente con Fabio Capello<br />
en el banquillo, Roberto Carlos<br />
puso fin a su etapa madridista.<br />
En enero de ese año, el Madrid<br />
había vendido a su amigo Ronaldo<br />
al Milán, señalado tras una derrota<br />
en Riazor, Beckham fue apartado<br />
del equipo durante una semana y<br />
obligado a entrenarse en solitario<br />
y Roberto también era el centro de<br />
las críticas por pertenecer a ese<br />
grupo de Galácticos ya pasados<br />
“Doy seis pasos hacia atrás, una<br />
carrera en falso y arranco con todo<br />
mirando al centro del balón”<br />
de forma. Además, no terminaba<br />
de llegar el acuerdo de su renovación<br />
con el presidente Ramón Calderón<br />
y su amigo Mijatovic. Roberto<br />
tomó la decisión de marcharse<br />
tras caer eliminados de la Champions<br />
con el Bayern de Múnich. A<br />
los 12 segundos del partido llegó<br />
un gol de Makaay generado por<br />
su banda y en ese mismo instante<br />
dio por cerrada su etapa madridista.<br />
Roberto Carlos se despidió del<br />
Bernabéu en la última jornada, en<br />
la que el Real Madrid ganó la Liga<br />
contra el Mallorca. La última imagen<br />
de Roberto Carlos como madridista<br />
fue envuelto en la bandera<br />
de Brasil y acompañado de sus<br />
hijos despidiéndose del Bernabéu.<br />
A pesar de no haber acabado su<br />
carrera vestido de blanco, como
12 13<br />
TROFEOS<br />
BLANCOS.<br />
Con el Madrid<br />
ganó tres<br />
Champions,<br />
cuatro<br />
Ligas, dos<br />
Intercontinentales,<br />
tres<br />
Supercopas de<br />
España y una<br />
de Europa.<br />
era su intención, Roberto Carlos<br />
nunca ha dicho una mala palabra<br />
del club. “Mi vida como jugador y<br />
como hombre es el Real Madrid”,<br />
dice de forma categórica. “Yo pondría<br />
un colchón en el Bernabéu y<br />
dormiría allí”, añade de forma descriptiva<br />
para explicar su pasión por<br />
el santuario madridista. Por eso,<br />
no era extraño que siendo ya jugador<br />
del Fenerbahçe o incluso<br />
del Anzhi se escapara en su día<br />
libre a Madrid donde se le podía<br />
ver, sobre todo, en el Asador Donostiarra,<br />
el restaurante de su amigo<br />
Don Pedro Ábrego.<br />
Del Madrid se fue al<br />
Fenerbahçe turco, equipo en el<br />
que estuvo dos años, para regresar<br />
después a su país tras la llamada<br />
del Corinthians. En su segunda<br />
temporada en el equipo<br />
brasileño rescindió su contrato<br />
porque recibió amenazas de un<br />
sector de la afición tras la eliminación<br />
de la Copa Libertadores.<br />
Justo un día después firmó con<br />
el Anzhi ruso un contrato de diez<br />
millones de euros por dos temporadas,<br />
un megaproyecto del magnate<br />
multimillonario Sulieman Kerimov.<br />
Kerimov se había hecho<br />
con el club en enero de 2011 y<br />
su primer golpe de efecto fue el<br />
fichaje del brasileño. Después llegarían<br />
Samuel Etoo, que pasó a<br />
convertirse en el jugador mejor<br />
pagado con una ficha de 20 millones<br />
de euros, y Guus Hiddink<br />
como entrenador. En esta época<br />
en el Anzhi, Roberto Carlos vivía<br />
y se entrenaba en Moscú, debido<br />
al conflicto armado en Daguestán<br />
y la falta de seguridad, y sólo se<br />
desplazaba a Majachkalá (un viaje<br />
de 2.000 km en avión) para disputar<br />
los partidos como locales en su<br />
estadio. Roberto Carlos puso fin a<br />
su carrera como jugador en marzo<br />
de 2012 y pasó a convertirse en<br />
mánager del equipo ruso. En la actualidad<br />
es entrenador del Sivasspor<br />
turco, su primera experiencia<br />
como técnico. “Soy más como Del<br />
Bosque. Intensidad pero a la vez<br />
alegría para entrenar. Cuando le<br />
pasa algo a un jugador estoy ahí,<br />
les intento facilitar la vida”, se define.<br />
Lógico. Roberto siempre ha<br />
confesado que su mejor época<br />
como futbolista fue con Vicente<br />
en el banquillo. “Del Bosque era<br />
mi padre”.<br />
GALÁCTICO.<br />
Aunque él<br />
no entraba<br />
en ese selecto<br />
club, Roberto<br />
Carlos<br />
coincidió con<br />
el Madrid de<br />
los Galácticos:<br />
Figo, Zidane,<br />
Ronaldo y<br />
Beckham.<br />
ADIÓS.<br />
Roberto<br />
Carlos se<br />
despidió<br />
del Madrid<br />
ganando una<br />
Liga. Con<br />
Brasil ganó el<br />
Mundial de<br />
2002. Ahora<br />
prueba como<br />
entrenador.
14 15<br />
EL DESVÁN DE UN CAMPEÓN<br />
La exposición de Fernando Alonso, que estará en Madrid hasta<br />
mayo, refleja toda la historia del asturiano con 270 objetos entre<br />
los que destacan los doce Fórmula 1 que ha pilotado.<br />
COMPAÑEROS. “Colecciono cascos<br />
de todos los rivales de la parrilla. Me<br />
faltan algunos, pero los tengo casi<br />
todos”, dice Fernando Alonso, que ha<br />
incorporado esos objetos a la muestra.
16 17<br />
LOS INICIOS.<br />
Lejos del<br />
glamour de<br />
la Fórmula<br />
1, Alonso se<br />
abría paso en<br />
el mundo del<br />
motor desde<br />
el karting con<br />
un saldo más<br />
que positivo<br />
en cada<br />
una de las<br />
categorías.<br />
JESÚS BALSEIRO /<br />
Cuando era un niño, soñaba<br />
con coches, con olor a<br />
gasolina, con viento en la cara,<br />
trofeos, abrazos con mis padres,<br />
sonrisas de mi hermana, con ahorros<br />
para poder seguir, con Ayrton<br />
Senna, con aprobar todo para continuar<br />
con mi sueño. Soñaba con<br />
que algún día pudiera alcanzar<br />
mis sueños”. Así comienza ‘Fernando<br />
Alonso Collection’, son las<br />
palabras elegidas por un piloto<br />
que partió desde Asturias para<br />
conquistar el mundo y ahora, tras<br />
12 temporadas en la Fórmula 1,<br />
quiere hacer balance y volver para<br />
contarlo en una exposición organizada<br />
por su fundación.<br />
En plena Plaza de Castilla, donde<br />
reinan las Torres KIO y se asoman<br />
los cuatro rascacielos de la<br />
antigua ciudad deportiva del Real<br />
Madrid, Fernando Alonso vigila la<br />
Castellana, imponente, desde lo<br />
alto del edificio del Canal de Isabel<br />
II. Sus cifras en España no tienen<br />
precedentes: 216 grandes<br />
premios disputados, 95 podios,<br />
32 victorias, 22 poles, 21 vueltas<br />
rápidas. 59.638 kilómetros a<br />
los mandos de un monoplaza de<br />
máxima categoría. Pero el viaje<br />
es intenso y empieza mucho antes.<br />
Lejos del glamour de la F-1,<br />
en circuitos que no están en Montecarlo,<br />
que no se llaman Spa o<br />
Monza, sin la fama de los títulos,<br />
sin la gloria de las leyendas. Kilómetro<br />
cero: Oviedo, 1983.<br />
Fue entonces cuando José Luis<br />
Alonso se empeñó en construir un<br />
kart para su hija mayor, Lorena,<br />
equipado con un bidón como depósito<br />
de gasolina y decorado con<br />
los colores y la publicidad de tabaco<br />
del McLaren MP4 de Niki<br />
Lauda y John Watson. A ella no le<br />
hizo mucha ilusión, pero sí a su<br />
hermano pequeño, que se inició<br />
COLECCIÓN<br />
DE TROFEOS.<br />
Los primeros<br />
títulos<br />
regionales y<br />
nacionales<br />
no tardaron<br />
en llegar. Fue<br />
en el año<br />
1996 cuando<br />
conquistó<br />
su primer<br />
mundial,<br />
como júnior.<br />
PRIMEROS<br />
MONOPLAZAS.<br />
Debutó en<br />
la Fórmula<br />
Nissan con<br />
seis victorias y<br />
continuó con<br />
las buenas<br />
cifras en la<br />
F-3000, donde<br />
finalizó la<br />
temporada<br />
tercero en la<br />
general.<br />
como aficionado precoz. Su madre<br />
hizo un mono con el mismo<br />
anunciante, que estaba acompañado<br />
por un casco austero. Los<br />
permisos estaban en regla: una<br />
licencia acreditaba que Fernando<br />
Alonso Díaz, de tres años, era conocedor<br />
de las normativas de FIA<br />
y RFEDA para manejar ese tipo de<br />
vehículos.<br />
Mezclando mucha diversión<br />
con algo de competición, Alonso<br />
dejaba de ser un niño demasiado<br />
rápido. Los monos dan fe de ello,<br />
cada vez más grandes, mientras<br />
el casco ganaba en detalles y sofisticación<br />
según coleccionaba<br />
trofeos regionales y nacionales:<br />
campeón infantil en 1988, subcampeón<br />
nacional en 1991 batallando<br />
por conseguir sponsors,<br />
campeón de España en 19<strong>93</strong> de<br />
la categoría 100cc cuando aún<br />
debía competir en cadete… Todo<br />
compaginado con los estudios,<br />
preparando los exámenes en el<br />
coche de camino al colegio.<br />
Era 1996 cuando conquistó su<br />
primer Mundial, como junior y con<br />
el número 14, pero su vitrina no<br />
iba a cerrar. Después se hizo con<br />
el campeonato de España e Italia<br />
en categoría Inter-A y se adjudicó<br />
el subcampeonato europeo<br />
de Fórmula A. Su paso por el karting<br />
terminó con un saldo más<br />
que positivo en todas las categorías,<br />
pero quería más y podía llegar<br />
más lejos.<br />
Eso es lo que debió ver en él<br />
Adrián Campos para brindarle la<br />
oportunidad de demostrar su valía<br />
en la Formula Nissan, en 1999.<br />
Aterrizó para lograr seis victorias<br />
con su primer monoplaza de verdad.<br />
El Coloni, que así se llamaba<br />
el chasis, se abre paso tras la colección<br />
de karts. Quien no se fije<br />
BUENA<br />
COMPAÑÍA.<br />
Alonso no<br />
estuvo solo<br />
el día de la<br />
presentación:<br />
acudieron<br />
Carlos Sainz,<br />
Pedro de la<br />
Rosa, Carlos<br />
Gracia y todos<br />
sus directores<br />
de equipo en<br />
la Fórmula 1.
18 19<br />
SALTO A LA<br />
ÉLITE. Con<br />
Renault se<br />
consolidó<br />
como uno<br />
de los<br />
protagonistas<br />
de la parrilla<br />
del Mundial<br />
durante<br />
cuatro<br />
intensas<br />
temporadas<br />
de éxito.<br />
mucho en los pequeños detalles<br />
no lo verá tan diferente de un F-1,<br />
lo que recuerda el valor y la trascendencia<br />
que tienen todas esas<br />
categorías inferiores que forjan a<br />
los pilotos jóvenes antes de dar<br />
el gran salto. Lo mismo sucede<br />
con el Lola B99/50 que un año<br />
después le permitió ser cuarto<br />
en el Campeonato Internacional<br />
de Fórmula 3000, con ese color<br />
verde pistacho tan característico.<br />
Aquel año fue tercero. Justo por<br />
delante de él otro viejo conocido:<br />
Mark Webber.<br />
Sin embargo, honestamente,<br />
poca gente iría a la ‘Fernando<br />
Alonso Collection’ únicamente<br />
para ver un ejemplar de la Fórmula<br />
3000 o el primer kart de Alonso.<br />
El motivo es otro: no todos<br />
los días existe la posibilidad de tener<br />
un Fórmula 1 al alcance de la<br />
mano. Y esa sensación, que luego<br />
se convierte en admiración, no se<br />
paga con dinero para un amante<br />
del automovilismo.<br />
Habrá que dejar a un lado la<br />
impresión inicial tras contemplar<br />
por primera vez un F-1, porque el<br />
impulso delictivo que te anima<br />
a montar, enganchar el volante<br />
como hacen los profesionales y<br />
fugarte en un Ferrari quemando<br />
las gomas traseras al acelerar no<br />
es un buen ejemplo para todos los<br />
niños que tienes alrededor. Habría<br />
sido más que comprensible proteger<br />
los coches con una cristalera<br />
de criminales en potencia como el<br />
reportero, pero será mejor agradecer<br />
que no hay cortinas y la distancia<br />
es mínima. Aunque no tan<br />
mínima para todos: Javier, que no<br />
tendrá más de 5 años, tiene que<br />
subir a los hombros de su padre<br />
mientras éste le imparte una lección<br />
básica de aerodinámica.<br />
Ahí están. Han recorrido los circuitos<br />
más importantes del mundo<br />
y los televisores de cada rincón<br />
UNO DE LOS<br />
PIONEROS.<br />
Como<br />
español, fue<br />
rompiendo<br />
barreras<br />
conforme<br />
disputaba<br />
carreras.<br />
Venció su<br />
primer gran<br />
premio en<br />
Hungría 2003<br />
con el R23.<br />
EL R25<br />
CAMPEÓN.<br />
Con siete<br />
victorias,<br />
15 podios y<br />
seis poles en<br />
19 grandes<br />
premios,<br />
Alonso se<br />
coronó con<br />
el Mundial<br />
de 2005 en el<br />
circuito de<br />
Interlagos.<br />
de España, pero esta vez están a<br />
tu alcance. Para empezar, el Minardi<br />
que le vio llegar y le ayudó a<br />
aprender en su año de debut. No<br />
consiguió puntuar en ninguna carrera<br />
pero sí le sirvió para ganar<br />
en experiencia. Su mejor resultado<br />
fue el 10º puesto en Hockenheim,<br />
pero aquella temporada<br />
terminó por convencer a Flavio<br />
Briatore de que tenía un diamante<br />
por pulir.<br />
El salto a Renault, con un año<br />
previo como probador, se estrenó<br />
con el R23, el mismo que asombró<br />
en Hungría consiguiendo la primera<br />
victoria de su carrera después<br />
de lograr la pole, doblando<br />
incluso a Michael Schumacher.<br />
Nunca antes un español había<br />
vencido un gran premio. Alonso<br />
dejó de ser un novato para convertirse<br />
en una promesa y ser sexto<br />
en el Mundial.<br />
Y a su lado el R24, “la mejor<br />
arrancada que nunca he disfrutado”,<br />
en palabras de Alonso para<br />
que fueran los españoles quienes<br />
disfrutaran con sus salidas mientras<br />
se hacía un hueco entre los<br />
mejores. No subió a lo más alto<br />
del podio pero descorchó champán<br />
en cuatro ocasiones y terminó<br />
cuarto en la clasificación general.<br />
Y ya que se habla de salidas,<br />
la muestra cuenta con una proyección<br />
de los mejores momentos del<br />
piloto y precisamente la imagen<br />
de los cinco semáforos de Montmeló<br />
apagándose para ver al Ferrari<br />
acelerar a fondo dispara la<br />
adrenalina antes de haber alcanzado<br />
la primera curva. Eso sí, el<br />
punto álgido del vídeo es el vuelo<br />
del Lotus de Grosjean sobre el<br />
morro del F2012 tras la salida en<br />
Spa, de los accidentes más peligrosos<br />
en los últimos tiempos.<br />
AZUL Y<br />
AMARILLO.<br />
Aunque<br />
Alonso ha<br />
cambiado<br />
varias veces<br />
de escudería,<br />
la afición ha<br />
permanecido<br />
fiel a los<br />
colores del<br />
primer<br />
Renault y<br />
Asturias.
20 21<br />
“¿ES QUE NO PERDIÓ TU PADRE NI UN PAR<br />
DE GUANTES EN TODOS ESTOS AÑOS?”<br />
UNA PARTE DE LA VERDAD<br />
DE UNA LEYENDA...<br />
LUIS GARCÍA ABAD /<br />
COMISARIO DE LA EXPOSICIÓN Y<br />
MÁNAGER DE FERNANDO ALONSO<br />
A<br />
la salida de la Exposición, en el<br />
mostrador donde se recogen los<br />
abrigos del ropero, hay un cuaderno en<br />
el que los visitantes que lo deseen, pueden<br />
escribir lo que quieran acerca de lo<br />
que acaban de ver. Más de cien mil personas<br />
han pasado por ese mostrador y<br />
muchos, muchísimos, han aportado su<br />
calor y su cariño escribiendo palabras de<br />
ánimo y apoyo, otras de asombro y sorpresa<br />
“¡Qué grandes son los coches!”,<br />
caligrafías infantiles, tiernos dibujos...<br />
La Fórmula 1 sigue siendo una sorpresa<br />
para los visitantes a pesar de toda la cobertura<br />
mediática que la rodea.<br />
Esta es una conversación muy manida.<br />
Es rara la carrera en la que no tenemos<br />
alguna tertulia en el que no surja el tema<br />
de que a “nuestra” Fórmula 1 aún le queda<br />
un buen periodo de apostolado. Que<br />
de poco sirven las erudiciones mecánicas<br />
o las florituras aerodinámicas si, estas,<br />
no vienen acompañadas de la épica y<br />
de la mirada ilusionada del que se acerca<br />
a un deporte que lo es, y mucho, a partir<br />
de las dos de la tarde, pero que también<br />
es un espectáculo hasta ese momento,<br />
y un departamento de excelencia en tecnología<br />
I+D todos y cada uno de los días<br />
del año. La suma de todos estos factores<br />
hacen de esta disciplina, un lugar mitológico<br />
universal en el que habitan muy<br />
pocos nombres propios. Pues bien, uno<br />
de esos nombres, el de Fernando Alonso,<br />
viene a ser el eje sobre el que mostrar<br />
el largo camino que lleva a un niño<br />
de Oviedo a escalar, peldaño a peldaño,<br />
hasta ostentar en la actualidad el récord<br />
de puntos obtenidos en carreras de F1 de<br />
toda la historia de este deporte<br />
Los vehículos expuestos en la Sala<br />
Arte Canal de Madrid, más que ejemplos,<br />
son protagonistas esenciales de una historia<br />
de la que está siendo testigo una generación<br />
de un país. Los 14 monoplazas<br />
son piezas originales que han protagonizado<br />
momentos inolvidables para los que<br />
hemos trabajado en torno a ellos. Ahora<br />
están limpios y silenciosos, subidos en<br />
sus expositores, luciendo con orgullo los<br />
diseños tecnológicos que les hizo posible<br />
participar en la competición y los colores<br />
de las marcas comerciales que apostaron<br />
por ellos para vender sus productos a lo<br />
largo y ancho del mundo.<br />
Quedan lejos los momentos en los que<br />
les conocí a todos y a cada uno de ellos:<br />
al Minardi en Vairano, al R23 una fría mañana<br />
en Montmeló en aquellos tiempos<br />
en los que se podía entrenar, al R24 por<br />
las calles de Palermo. A todos les he visto<br />
en los parques cerrados después de<br />
unos entrenamientos<br />
o de una carrera.<br />
Las marcas de las<br />
batallas sobre sus carrocerías,<br />
los protocolos de<br />
puesta en marcha antes de salir<br />
a pista, el sonido inconfundible<br />
de los V10... No son recuerdos antiguos,<br />
hace pocos días que estoy empezando<br />
conocer al último, es como todos los<br />
años, distinto. Aún no está en Madrid, le<br />
he visto hace un rato en el garaje del circuito<br />
de Bahrein, pero todos los demás,<br />
todos están en Madrid.<br />
Cuando hicimos la inauguración oficial<br />
de la muestra, Pedro de la Rosa, se<br />
acercó a Fernando y le dijo: “¿Es que no<br />
perdió tu padre ni un par de guantes en<br />
todos estos años?”. Sorprende encontrar<br />
todo. Guantes , cascos, monos, licencias,<br />
trofeos, diplomas, todo lo que se puede<br />
poner detrás de una vitrina está expuesto,<br />
esperando a ser descubierto. Pero lo<br />
más importante para nosotros es que<br />
cada uno convoque a sus propios recuerdos.<br />
Que se vuelvan a sentar delante de<br />
aquel televisor para ver ganar a Fernando<br />
sobre su R23 en Hungría, pero sobre<br />
todo, que pongan el despertador para ver<br />
debutar al F14T dentro de un par de semanas<br />
en Australia. Ese es el único que,<br />
de momento, nos falta. Siéntense para<br />
empezar a recordarlo.<br />
MANUEL FRANCO / ENVIADO ESPECIAL A LA F-1<br />
L<br />
a respuesta a la pregunta. Ahí está. O casi. O a una<br />
parte. ¿Cómo es Alonso? Pero dime la verdad. Me<br />
lo dicen los amigos, los conocidos, los que me ven por primera<br />
vez. La familia, claro. ¿Cómo es Alonso?. La verdad.<br />
Es difícil saber la realidad de una leyenda, de un muchacho<br />
que nunca soñó con ser un anuncio, ni con las fotos y<br />
los autógrafos, ni siquiera con el dinero, quizá no imaginó<br />
mientras dormía despierto vivir en la Fórmula 1. Alonso<br />
sólo quería escuchar ese instante eterno, habitar en el<br />
terreno al que pocos son capaces de acercarse, su sitio<br />
dentro del coche en una parrilla de salida, sus manos girando<br />
el volante mientras el corazón bombea emoción a<br />
millones de personas en un adelantamiento imposible, el<br />
coraje de intentar ganar, el talento de ganar. El podio.<br />
Siempre preguntan cómo es Fernando Alonso. Y no lo<br />
sé. Lo siento, pero no. Puedo pensar que es alguien interesante,<br />
sentir que es una persona especial, advertir<br />
que su existencia se resume en la palabra victoria, creer<br />
que es un grande entre los grandes, incluso, quizá, quién<br />
sabe, la vida... un proyecto de amigo. Pero... una parte<br />
de la verdad, la mayor parte, se esconde en el olor de<br />
ese mono que le cosió su madre con tres años, ese kart<br />
que le construyó su padre para su hermana, en el color<br />
de ese casco con su cruz y su Asturias y su España queridas,<br />
en el recuerdo de ese Renault que les hizo, que nos<br />
hizo, a todos felices, de ese McLaren que le hizo sufrir, en<br />
el rojo de ese Ferrari con el que será, no tengo ni la más<br />
mínima duda, campeón. ¿Cómo es Alonso? Visiten la exposición.<br />
Sientan. Crean. Y entonces sabrán algo, instantes<br />
eternos de la verdad de una leyenda. Y sueñen, con<br />
el porvenir. Despiertos...
22 23<br />
‘FLECHA<br />
DE PLATA’.<br />
Se trata de<br />
una de las<br />
piezas más<br />
espectaculares<br />
de toda la<br />
colección.<br />
Con McLaren<br />
no pudo<br />
revalidar<br />
el Mundial<br />
tras un año<br />
convulso.<br />
De vuelta a los monoplazas,<br />
el camino llega a la cima: El R25<br />
con el número cinco que alcanzó<br />
la gloria con un asturiano a los<br />
mandos. 7 victorias, 15 podios y<br />
6 poles en 19 carreras, los números<br />
del campeón del mundo más<br />
joven de la historia por aquel entonces.<br />
Es inevitable recordar ese<br />
GP de Brasil que cerraba la temporada,<br />
en parte por culpa de todos<br />
esos monos azules rodeados<br />
de trofeos y condecoraciones que<br />
cuelgan de la pared. Y a su lado<br />
el trofeo con el que todos sueñan.<br />
Gracias a las pantallas interactivas<br />
de la sección ‘Circuito Alo’,<br />
los visitantes visualizan esa tarde<br />
de Interlagos y muchas de sus<br />
mejores actuaciones. Hay resúmenes,<br />
por ejemplo, de la remontada<br />
mágica en Valencia 2012,<br />
partiendo 11º en la parrilla para<br />
ganar, o de la agonía en San Marino<br />
2005 con el Ferrari de Schumacher<br />
acechando en las últimas<br />
vueltas mientras Alonso daba una<br />
clase magistral sobre cómo tapar<br />
huecos y cerrar puertas. También<br />
dispone de gráficos con las estadísticas,<br />
imágenes de los grandes<br />
premios, el palmarés completo<br />
y todos los resultados de<br />
su carrera.<br />
Le acompaña el R26 con el<br />
1 en el morro. El coche del campeón<br />
que volvió a ser campeón<br />
en un año de dominio absoluto:<br />
solo se bajó del cajón en cuatro<br />
de las 18 carreras y sumó siete<br />
victorias para terminar por delante<br />
de la dupla de Ferrari, Schumi y<br />
Massa. Entonces cualquiera pensaba<br />
que la gloria sería eterna y<br />
las temporadas, triunfos aplastantes.<br />
Pero la Fórmula 1 es mucho<br />
más compleja que todo eso.<br />
Alonso cambió el azul Renault<br />
por una flecha de plata, probablemente<br />
la pieza más espectacular<br />
de toda la exposición. Se marchó<br />
‘CIRCUITO<br />
ALO’. Esta<br />
sección<br />
dispone de<br />
pantallas<br />
interactivas<br />
para recordar<br />
los mejores<br />
momentos<br />
de Alonso<br />
o conocer<br />
algunas de las<br />
estadísticas<br />
más curiosas.<br />
EN MCLAREN.<br />
Con la<br />
escudería<br />
de Woking<br />
finalizó<br />
tercero<br />
empatado a<br />
puntos con<br />
Hamilton, un<br />
debutante que<br />
dio mucho<br />
que hablar en<br />
el año de Kimi<br />
Raikkonen.<br />
a McLaren con Lewis Hamilton<br />
como duro compañero y Ron Dennis<br />
como incomprensible jefe. El<br />
MP4-22 no le permitió repetir título<br />
por cuestiones ajenas a su rendimiento<br />
y solo un punto le separó<br />
del campeón, Kimi Raikkonen. Terminó<br />
igualado con Hamilton, que<br />
como rookie había dinamitado el<br />
supuesto papel de líder del asturiano<br />
en Woking. A pesar de que<br />
fueron unos números buenos terminó<br />
desvinculándose de McLaren<br />
al finalizar la temporada.<br />
Regresó como un hijo pródigo<br />
a Renault, pero el equipo ya<br />
no era el mismo. Ni la mecánica<br />
ni la aerodinámica acompañaron<br />
y tuvo que pelearse durante dos<br />
años en la zona media de la tabla<br />
por los puntos, aunque consiguiera<br />
sumar dos victorias en 2008.<br />
Una de ellas, la de Singapur, le<br />
costó el puesto a Briatore cuando<br />
se supo que había ordenado<br />
a Nelsinho Piquet impactar con<br />
el muro para provocar la salida<br />
del ‘safety car’, pero ese es otro<br />
tema. Lo que sí se puede comparar<br />
entre los dos Renault es<br />
el cambio de normativas para el<br />
Mundial de 2009, porque lo único<br />
parecido entre ambos coches son<br />
los colores.<br />
Habrá quien no entienda que<br />
el talento y el buen hacer de Fernando<br />
no sirvieran para conseguir<br />
buenos resultados. La colección<br />
ha pensado también en los menos<br />
iniciados y por eso incorpora una<br />
sección dedicada a la técnica, la<br />
mecánica y la reglamentación de<br />
la F-1. Los tipos de compuestos<br />
en las gomas, todos los controles<br />
de los que dispone el volante, los<br />
elementos de seguridad o el sonido<br />
de un motor Renault en acción<br />
son algunos de los apartados.<br />
LA GLORIA DEL<br />
CAMPEÓN.<br />
Durante<br />
2005 y 2006,<br />
el piloto<br />
asturiano<br />
dominó el<br />
Mundial de la<br />
categoría más<br />
prestigiosa de<br />
los deportes<br />
de motor a los<br />
mandos de un<br />
Renault.
24 25<br />
COLECCIÓN<br />
DE TROFEOS.<br />
Con los<br />
colores de<br />
Ferrari ha<br />
subido 41<br />
veces al cajón<br />
y ha sido<br />
capaz de<br />
pelear por dos<br />
títulos hasta<br />
la última<br />
carrera de la<br />
temporada.<br />
Pero la segunda etapa de Renault<br />
llegó a su fin para que comenzara<br />
la época actual, la ‘Era Ferrari’<br />
que desde fuera se conoce más<br />
como ‘Era Red Bull’. Durante las<br />
últimas cuatro temporadas Alonso<br />
ha peleado por cualquier carrera<br />
con diferentes desenlaces y resultados<br />
pero disfrutando de la escudería<br />
más grande de todos los<br />
tiempos. Podría decirse que cada<br />
año en Maranello ha sido el de la<br />
ilusión, no ha faltado una pretemporada<br />
en la que se haya entonado<br />
el ‘este año sí’, pero todos<br />
los cursos han terminado con un<br />
‘este año tampoco’.<br />
Sin embargo, si hubo un coche<br />
en el que se concentró toda esa<br />
ilusión fue el F10. El monoplaza<br />
que abre la ‘Zona Ferrari’ comenzó<br />
2010 triunfando en Bahrain y<br />
cosechó cinco victorias y diez podios,<br />
pero la decepción fue, probablemente,<br />
la mayor de toda la<br />
carrera de Alonso: aquel final de<br />
temporada en Abu Dhabi donde el<br />
asturiano, que era el líder, cayó<br />
en la trampa de Red Bull. Webber<br />
fue el cebo que dejó la pista libre<br />
a Sebastian Vettel y Fernando terminó<br />
taponado por un protagonista<br />
inesperado, Vitaly Petrov. Ya en<br />
2011, el F150 nunca tuvo opciones<br />
reales ante un Red Bull superlativo<br />
y sólo fue ganador bajo las<br />
nubes de Silverstone.<br />
Los últimos en llegar han sido<br />
el F2012 y el F138, los Ferrari de<br />
las dos pasadas temporadas que<br />
tenían su sitio reservado al inaugurar<br />
la exposición y ya están en<br />
Madrid. El primero fue protagonista<br />
en otra de las grandes gestas<br />
de Alonso, mantuvo vivo el campeonato<br />
hasta la carrera final de<br />
Brasil y a mitad de temporada no<br />
había dudas de que sería campeón,<br />
pero la culpa del buen rendimiento<br />
era más del piloto que<br />
del coche y la buena suerte de<br />
DE VUELTA<br />
EN RENAULT.<br />
La segunda<br />
etapa con<br />
la firma<br />
francesa<br />
estuvo<br />
marcada<br />
por el pobre<br />
rendimiento<br />
del coche, sólo<br />
le permitió<br />
luchar en la<br />
zona media.<br />
‘ZONA<br />
FERRARI’.<br />
El rojo de<br />
Maranello<br />
cubre el<br />
final de la<br />
colección.<br />
Los últimos<br />
en llegar<br />
han sido<br />
el F138 y el<br />
F2012, que se<br />
incorporaron<br />
en enero.<br />
Vettel terminó por decidir uno de<br />
los títulos más apretados. No fue<br />
el caso del 2013, un notable comienzo<br />
de Alonso con dos triunfos<br />
en las primeras cinco citas<br />
terminó por venirse abajo con el<br />
cambio en los compuestos de Pirelli.<br />
El Red Bull de Vettel encadenó<br />
nueve victorias consecutivas<br />
para alargar la dictadura durante<br />
cuatro años. La muestra tiene<br />
también una colección de cascos<br />
de los compañeros de parrilla de<br />
Fernando y algunos se han atrevido<br />
a dejar una dedicatoria escrita.<br />
Entre ellos está el alemán, Seb:<br />
“Un gran competidor, me encanta<br />
correr contra ti”. “A mi amigo<br />
Fernando, el mejor piloto contra<br />
el que he competido”, dice Lewis<br />
Hamilton.<br />
Fin de trayecto.<br />
El recorrido llega a la meta y la<br />
historia termina alcanzando al<br />
presente. Las doce temporadas a<br />
los mandos de un F-1 han quedado<br />
fielmente resumidas. ¿Alguna<br />
pega? Sí, que esta historia no tiene<br />
final feliz y los títulos de campeón<br />
quedan demasiado lejos.<br />
La exposición, no obstante, está<br />
abierta a nuevas incorporaciones<br />
y no habría problemas para añadir<br />
el trofeo del tricampeonato. Pero<br />
eso es lo que está por venir y Alonso<br />
no va a ser menos grande si no<br />
lo consigue, es la sensación que<br />
queda después de contemplar durante<br />
más de una hora los doce<br />
Fórmula 1 y el resto de los 270<br />
objetos que componen la presentación,<br />
muchos de ellos procedentes<br />
de las cajas de los trasteros<br />
y el desván. Cajas que contenían<br />
los recuerdos y las vivencias de<br />
un campeón, el mejor piloto español<br />
de todos los tiempos.<br />
270 OBJETOS.<br />
La exposición<br />
llega a su<br />
fin, Alonso<br />
resume sus<br />
12 años de<br />
carrera en la<br />
F-1 con un<br />
recorrido por<br />
el mundo del<br />
motor gracias<br />
a todos<br />
los objetos<br />
prestados.
26 27<br />
‘The Brash Basher of Belleville’ es una de las<br />
grandes raquetas de la ATP. Un tenista que<br />
“odiaba perder más incluso de lo que le gustaba<br />
ganar” y que nunca pisó una pista de tenis sin<br />
estar dispuesto a morir en ella. Para muchos es el<br />
último romántico de la historia del deporte blanco,<br />
al que honró con su dedicación, una carrera<br />
extraordinariamente longeva y sus múltiples<br />
récords. Connors acabó ganando incluso su<br />
eterno pulso al público que le detestaba y<br />
que acabó emocionándose a su lado con<br />
sus innumerables gestas.<br />
CONNORS<br />
EL TENISTA INCANSABLE
28 29<br />
SHOWMAN<br />
SIN GRACIA.<br />
Connors<br />
nunca supo<br />
esconder sus<br />
emociones<br />
en una pista<br />
de tenis,<br />
ya fueran<br />
alegrías<br />
o enfados<br />
mayúsculos.<br />
TOMÁS DE COS /<br />
Filias y fobias al margen, y<br />
pese a no tener el carácter<br />
mediático de algunos de sus colegas,<br />
James Scott Connors (East<br />
St. Louis, Illinois 02-09-1952) es<br />
sin duda uno de los grandes tenistas<br />
de todos los tiempos. Lo<br />
es en mayúsculas, tal y como<br />
avalan sus números: 268 semanas<br />
al frente del ranking ATP, 109<br />
títulos individuales, 8 Grand Slams,<br />
1.243 victorias… Jimmy Connors<br />
es probablemente el último<br />
romántico de la historia del tenis.<br />
Un tipo duro que se resistió con<br />
uñas y dientes a dejar paso a las<br />
nuevas generaciones (jugó hasta<br />
los 43 años) y que siempre lo dio<br />
todo sobre una cancha de tenis.<br />
No son pocas sus similitudes con<br />
el gran Rafa Nadal.<br />
Connors ha sido protagonista<br />
de tres de las cuatro décadas de<br />
la ATP. Su nombre ya aparecía en<br />
el décimo lugar del primer ranking<br />
ATP (4.727 puntos), fechado el 23<br />
de agosto de 1973. Se las vio con<br />
Nastase, Ashe, Borg, Vilas, McEnroe,<br />
Lendl… pero su longeva carrera<br />
le permitió medirse con Rod<br />
Laver y Pete Sampras. Comenzó<br />
a competir en el circuito antes<br />
de la Era Open y colgó la raqueta<br />
bien entrados los años noventa.<br />
Debutó en el circuito en agosto<br />
de 1970 frente a Jean-Baptiste<br />
Chanfreau (Abierto de Merion) y<br />
disputó su último partido frente a<br />
Richey Reneberg en 1996.<br />
El primer chico malo ATP.<br />
“Connors fue admirable, simplemente<br />
una bestia”. Con esa contundencia<br />
definió Pete Sampras la<br />
figura de Connors. Un tenista temible<br />
por su agresivo tenis plano,<br />
que lo hacían mejor en pistas rápidas,<br />
y su combatividad sin límite.<br />
Muchos de los que se midieron a<br />
él lo compararon con el gran Joe<br />
Frazier. Connors siempre buscaba<br />
al rival y nunca bajaba los brazos.<br />
“No me gusta perder ni en las exhibiciones…<br />
Odiaba perder más<br />
aún de lo que me gustaba ganar.<br />
Cada vez que entraba en una pista<br />
estaba listo para luchar y dar<br />
todo lo que tenía dentro”, reconoció<br />
en una ent<strong>revista</strong> a la ATP.<br />
Esa combatividad e impetuosidad<br />
le hizo un tipo antipático para<br />
gran parte de los aficionados al<br />
tenis, con quienes mantuvo una<br />
difícil relación durante gran parte<br />
de su carrera. Incluso dentro de<br />
su propio país. Connors acostumbraba<br />
a montar sonados números<br />
en la pista. Era habitual verle discutir<br />
con el juez de silla, el oponente<br />
e incluso el público. Malos<br />
POLÉMICO.<br />
A lo largo de<br />
su carrera,<br />
Connors fue<br />
multado<br />
infinidad de<br />
veces por ser<br />
irrespetuoso<br />
con rivales,<br />
público y<br />
jueces.
30 31<br />
DOBLE CAMPEÓN DE WIMBLEDON. Connors triunfó<br />
en el All England Club en 1974 y 1982 y disputó otras<br />
cuatro finales (1975, 77, 78 y 84).<br />
gestos y actitudes que le llevaron<br />
a ser apodado como ‘The Brash<br />
Basher of Belleville’ y que mancharon<br />
su reputación.<br />
En 1982 fue sancionado 21<br />
días por el Consejo Profesional<br />
del Tenis por dedicar gestos obscenos<br />
a un juez de silla en Philadelphia.<br />
En 1984, frente a Wilander,<br />
la ira le hizo golpear la silla<br />
del juez con su raqueta. Y cuando<br />
el árbitro le contestó solicitando<br />
“tiempo”, Jimbo le espetó un “métete<br />
el tiempo en el culo” y prosiguió<br />
insultándose a sí mismo. En<br />
1985 se subió a la silla del juez<br />
para gritarle de cerca en un choque<br />
ante el italiano Cancellotti. Y<br />
en marzo de 1986 recibió la sanción<br />
más grave del tenis profesional<br />
hasta la fecha: fue suspendido<br />
diez semanas y multado con<br />
20.000 dólares tras ser descalificado<br />
en un partido ante Lendl,<br />
en el que abandonó la pista tras<br />
discutir con el árbitro porque había<br />
dado por buena una bola del<br />
checoslovaco.<br />
“Me importaba mucho que vinieran<br />
a verme, que estuvieran en<br />
el tenis. Yo era uno de los chicos<br />
malos del circuito. Eso daba a los<br />
seguidores algo por lo que animar<br />
o contra lo que gritar”, explicaba<br />
el propio Connors en una ent<strong>revista</strong><br />
con El País en 2010.<br />
Sin embargo, con el tiempo y<br />
su entrega total en cada pista,<br />
en cada partido, acabó metiéndose<br />
al público en el bolsillo. “Se<br />
dieron cuenta de que estaba dispuesto<br />
a enseñarlo todo de mí ahí<br />
fuera, a mostrarles todo por lo<br />
que estaba pasando mientras estaba<br />
sobre la pista. Por eso, con<br />
el tiempo, fueron volviéndose más<br />
comprensivos conmigo, fueron entendiendo<br />
por qué hacía muchas<br />
de las cosas que hacía cuando estaba<br />
en la pista. Vieron cómo me<br />
afectaba mi intento de alcanzar la<br />
perfección. Les gustó y, al final,<br />
se pasaron a mi lado”.<br />
L O S R É C O R D S D E J I M B O<br />
Ese carácter indómito e irreductible en la pista fue el que le hizo tan<br />
grande y le sirvió para atesorar notabilísimos récords en su carrera:<br />
Fue el tercer nº 1 de la historia (21 años y 11 meses) y el primer norteamericano<br />
en conseguirlo<br />
Connors se convirtió en el primer hombre en superar las 200 semanas como nº1<br />
Alcanzó el nº1 el 29 de julio de 1974 y lo mantuvo durante 160 semanas consecutivas.<br />
Una racha que no se vio superada hasta 2007 (Roger Federer)<br />
Abandonó el nº1 por última vez el 4 de julio de 1983, sumando un total de 268 semanas.<br />
Sólo tres tenistas han mejorado su cifra: Lendl (270), Sampras (286) y Federer<br />
(302)<br />
Aún hoy es el nº1 que lo ha sido con más espacio de tiempo entre la primera y la última<br />
vez que lo fue (8 años y 11 meses)<br />
Acabó en lo alto del ranking en cinco temporadas (1974, 75, 76, 77 y 78)<br />
En tres años no cedió el nº1 ninguna semana (1975, 1976 y 1978)<br />
Es el único tenista que ha ganado más de 100 torneos individuales en su carrera<br />
(109)<br />
También es el que tiene más partidos ganados en toda la Era Open con 1.243<br />
Hasta 2012 mantuvo el récord de victorias en partidos de Grand Slam (233). Se lo<br />
arrebató Federer tras ganar a Kamke en Roland Garros
32 33<br />
En sus memorias reconoció<br />
que durante su noviazgo<br />
con Chris Evert, la ‘novia de<br />
América’ tuvo un aborto<br />
Björn Borg y McEnroe, sus<br />
grandes rivales.<br />
Pese a ser cuatro años mayor<br />
que ‘Iceborg’ y casi siete que ‘Big<br />
Mac’, Connors firmó junto a ellos<br />
la primera edad dorada del tenis<br />
en la Era Open. Nunca hubo más<br />
competencia en el ranking ATP. Se<br />
arrebataron el primer puesto infinidad<br />
de veces en los setenta y<br />
los ochenta.<br />
En 1974, con 22 años, Connors<br />
ganó Wimbledon, Australia<br />
y el US Open. Sólo un joven Borg<br />
evitó que firmara el Grand Slam<br />
aquel año con su triunfo en París.<br />
Connors y Borg siempre fueron<br />
antagónicos. El norteamericano<br />
era zurdo, de sangre caliente<br />
y visceral, dejaba traslucir cada<br />
una de sus emociones. El sueco,<br />
diestro y hierático, nunca perdía<br />
el control y la compostura. Pese<br />
a la temprana retirada del sueco<br />
se vieron las caras en 23 ocasiones,<br />
con un balance desfavorable<br />
al norteamericano de 8-15 (5-8 en<br />
finales). En finales de Grand Slam<br />
(2-2) Jimbo se impuso en las dos<br />
finales del US Open que disputaron<br />
(1976 y 1978) y Borg lo hizo<br />
en las dos que jugaron en Wimbledon<br />
(1977 y 1978).<br />
Pero Connors disfrutaba más<br />
en sus duelos frente a McEnroe.<br />
“John era el mejor tenista al que<br />
te podías enfrentar, una copia<br />
exacta a como era yo por su intensidad<br />
y sus ganas de ganar”,<br />
afirma en ‘The Outsider’, su libro<br />
de memorias. Duelos al límite, en<br />
los que siempre saltaban chispas.<br />
Connors reconoció también<br />
haber sufrido un trastorno de<br />
ansiedad y una fuerte adicción<br />
al juego tras retirarse<br />
SONADO<br />
ROMANCE.<br />
La bella<br />
Chris Evert<br />
y Connors<br />
fueron<br />
protagonistas<br />
de un sonado<br />
noviazgo<br />
de números<br />
uno. Senda<br />
que luego<br />
siguieron Graf<br />
y Agassi.<br />
RIVALES Y<br />
AMIGOS.<br />
Connors<br />
considera a<br />
McEnroe su<br />
gran rival.<br />
Siempre<br />
compartieron<br />
su modo de<br />
entender el<br />
tenis.<br />
Se midieron en 34 ocasiones, con<br />
14 victorias de ‘Jimbo’ por 20 de<br />
‘Big Mac’. (7-8 en finales). Pese<br />
a sus numerosos partidos, sólo<br />
se encontraron en dos finales de<br />
Grand Slam, las dos sobre la hierba<br />
londinense del All England Tennis<br />
Club. Connors ganó en 1982 y<br />
McEnroe en 1984.<br />
Casado con el US Open.<br />
Connors mantuvo dos sonados<br />
idilios y un amor imposible durante<br />
su etapa de tenista. El primero<br />
de esos amores fue Chris Evert,<br />
‘la novia de América’ y del tenis<br />
mundial en los años 70 y 80, con<br />
quien llegó a estar incluso comprometido<br />
en 1974. Pero finalmente<br />
cancelaron la boda (Connors<br />
tuvo el feo detalle en sus<br />
memorias de contar un aborto de<br />
la tenista mientras estuvieron juntos)<br />
y acabó casándose en 1980<br />
con la modelo Patti McGuire (playmate<br />
del año en 1977), con quien<br />
vive en santa Bárbara y tiene dos<br />
hijos. Siempre tuvo buen gusto.<br />
Su otro gran amor fue el US<br />
Open. Tras ganar su primer grande<br />
en casa (1974) frente al australiano<br />
Ken Rosewall, en la que<br />
sólo perdió dos juegos (6-1, 6-0,<br />
6-1), se declaró a un público algo<br />
distante: “Puede que vosotros no<br />
me queráis, pero yo sí os quiero<br />
a vosotros”. Connors ganó cinco<br />
ediciones (1974, 76, 78, 82 y 83)<br />
y disputó otras dos finales (1975<br />
y 1977), una de ellas ante Manolo<br />
Orantes. En 1983 saltó a la<br />
pista pese a haber sido amenazado<br />
de muerte. Es el único hombre<br />
que ha ganado el US Open sobre<br />
tres super ficies distintas: hierba,<br />
arcilla y el actual decoturf).<br />
Pero quizás la historia que más<br />
demuestra su amor por el torneo
34 35<br />
El US Open siempre se le dio<br />
bien. Allí sumó cinco títulos y<br />
dos finales. En 1991, con 39<br />
años, alcanzó la semifinal<br />
EXAGERADO. En la victoria o en<br />
la derrota, Connors nunca dejó<br />
indiferente a nadie.<br />
es la que sucedió en 1991. Connors<br />
había caído en 1990 hasta<br />
el puesto <strong>93</strong>6 de la ATP (disputó<br />
solo 3 partidos y los perdió) y su<br />
carrera parecía agotada. Su último<br />
título lo había cosechado en<br />
Tel Aviv un año antes. Pero fiel<br />
a sus principios, Connors no se<br />
rindió. Se operó la muñeca y en<br />
1991 acabó disputando 14 torneos.<br />
En Flushing Meadows alcanzó<br />
la semifinal con 39 años<br />
tras levantar dos sets ante Patrick<br />
McEnroe (4-6, 6-7, 6-4, 6-2 y 6-4)<br />
en un maratoniano primer partido<br />
y levantar una desventaja de dos<br />
sets a uno frente a Krikstein en la<br />
cuarta ronda. Sólo un joven Jim<br />
Courier, de 21 años, pudo frenar<br />
al viejo rockero, que abandonó la<br />
pista ovacionado.<br />
La relación imposible fue Roland<br />
Garros, donde nunca consiguió<br />
alcanzar el último partido.<br />
Fue semifinalista en 1979, 1980,<br />
1984 y 1985. En 1991 vivió allí<br />
otro emotivo momento que da una<br />
idea de su feroz combatividad. El<br />
cuarentón Connors amargó la<br />
existencia a Michael Chang, campeón<br />
en París en 1989 y 20 años<br />
más joven que él. Pese a sufrir<br />
fuertes dolores musculares que<br />
le impedían correr, aguantó en la<br />
pista tres horas y media antes de<br />
abandonar en el quinto set. Eso<br />
sí, con 15-0 a su favor. No podía<br />
más, pero quería irse de la pista<br />
con el marcador a su favor. Genio<br />
y figura. El público premió su profesionalidad,<br />
su pundonor y sus<br />
lágrimas con una ovación de casi<br />
cinco minutos.<br />
Protagonista de la segunda<br />
‘Batalla de los sexos’.<br />
La historia del tenis cuenta con<br />
dos curiosos capítulos de puro<br />
show business con la excusa de<br />
medir a mujeres y hombres con<br />
una raqueta en la mano. En la<br />
primera de ellas, celebrada en<br />
1973, Billie Jean King (nº1 con 29<br />
años) dio buena cuenta del retirado<br />
Bobby Rings, de 55 años, que<br />
desde entonces quedó para siempre<br />
como el ‘gran bocazas’. Dos<br />
Connors es el único tenista<br />
que ha ganado el US Open<br />
sobre tres superficies distintas<br />
(tierra, hierba y dura)<br />
décadas después, en 1992, Connors<br />
y Navratilova se midieron en<br />
una pista levantada sobre el aparcamiento<br />
del hotel Caesar Palace<br />
de Las Vegas. El partido se emitió<br />
por televisión de pago, con un<br />
precio por hogar de 24,95$. Nunca<br />
un partido de tenis había sido<br />
más rentable para Connors, que<br />
cobró un millón de dólares (100<br />
millones de pesetas de la época)<br />
por 88 minutos que estuvo en la<br />
pista. Pero las ganancias de Jimbo<br />
no se quedaron ahí porque antes<br />
de comenzar el duelo apostó<br />
60.000$ por su triunfo, con lo que<br />
sumó miles de dólares adicionales,<br />
según informó el ‘Newsday’<br />
de Nueva York.<br />
LA BATALLA<br />
DE LOS<br />
SEXOS.<br />
Entrado en los<br />
40, Connors<br />
superó a<br />
Navratilova<br />
en una pista<br />
montada al<br />
efecto en un<br />
hotel de Las<br />
Vegas.<br />
Para equilibrar fuerzas se acordó<br />
que Connors (40) jugaría con<br />
solo un servicio y que su pista sería<br />
metro y medio más ancha que<br />
la de su rival. No fue un partido<br />
brillante. Estuvo marcado por la<br />
prudencia y el intercambio de fondo.<br />
Un conservador Connors nunca<br />
superó los 128 km/h al servicio<br />
y aunque Navratilova (36) lo<br />
movió a conciencia, Jimbo se impuso<br />
por 7-5 y 6-2, aprovechando<br />
el mayor nerviosismo de la checoslovaca<br />
nacionalizada estadounidense.<br />
“Lo más difícil para mí<br />
era contrarrestar las dimensiones<br />
a su favor de la pista. Gracias a<br />
Dios que no las supo aprovechar.<br />
Es demasiada pista a cubrir para
36 37<br />
Hoy en día sigue siendo el<br />
tenista con más victorias en la<br />
Era Open (1.253 triunfos) y el<br />
segundo en Grand Slam<br />
un hombre de 40 años”, resumió<br />
el de Illinois.<br />
Sin pelos en la lengua.<br />
Connors siempre ha dicho lo que<br />
pasaba por su cabeza, sin atender<br />
a lo políticamente correcto. En su<br />
citado libro de memorias reconoció<br />
que desde joven le fue detectado<br />
un trastorno obsesivo compulsivo<br />
que le produjo ansiedad,<br />
pesadillas y le debilitó mentalmente<br />
durante años (¿qué hubiera<br />
logrado ganar sin este hándicap?)<br />
y que una vez retirado sufrió una<br />
adicción a los casinos que casi le<br />
cuesta el matrimonio.<br />
Tampoco se ha escondido respecto<br />
a sus gustos tenísticos. De<br />
Agassi dijo que había “malgastado<br />
su talento mucho tiempo” y de<br />
Federer que “probablemente es<br />
el mejor de la historia porque es<br />
el que más victorias ha logrado”.<br />
Más entusiasta ha sido hablando<br />
de Nadal (“ahora que la moda es<br />
ser guay, Nadal da sin miedo todo<br />
en la pista”), aunque parece decantarse<br />
por Djokovic (“me gusta<br />
como juega y su esfuerzo. Me recuerda<br />
mucho a mi forma de jugar”).<br />
Lo que es seguro es que hubiera<br />
matado por poder medirse (y<br />
ganarles) a todos ellos.<br />
E L P A L M A R É S D E U N A L E Y E N D A<br />
109 títulos individuales y 16 de dobles<br />
Balance W-L (individual): 1253-278 (81,8%)<br />
Balance W-L (dobles): 174-78 (69%)<br />
Dinero ganado en premios: 8.641.040 dólares<br />
GRAND SLAM:<br />
Australia (1): 1974 (finalista en 1975)<br />
Roland Garros (0): (semifinalista en 1979, 1980, 1984 y 1985)<br />
Wimbledon (2): 1974 y 1982 (finalista 1975, 77, 78 y 84)<br />
US Open (5): 1974, 76, 78, 82 y 83 (finalista 1975 y 1977)<br />
Balance W-L: 233-49 (82,6%)<br />
Masters (1): 1977<br />
WCT Finals (2): 77 y 80<br />
CINCO GRANDES.<br />
Connors, tercer nº1 de la<br />
ATP, compartió generación<br />
con otros ilustres del tenis<br />
como Borg o McEnroe.<br />
En la imagen, también,<br />
Newcombe y Nastase.<br />
O T R O S R E C O N O C I M I E N T O S<br />
Miembro del Salón Internacional de la Fama del Tenis en 1988<br />
Tiene su propia estrella en el ‘Saint Louis Walk of Fame’<br />
Jack Kramer lo consideró como uno de los 21 mejores jugadores de<br />
la historia en 1979<br />
La <strong>revista</strong> TENNIS le colocó en 7º lugar en su lista de los 40 mejores<br />
jugadores/as de la Era Abierta.
38 39<br />
PARALÍMPICOS<br />
DE INVIERNO<br />
DEPORTES DE NIEVE Y SUPERACIÓN<br />
CONVIVEN EN SOCHI<br />
Xavi Fernández competirá<br />
por Andorra y AS compartió<br />
bajadas por las pistas con él.<br />
Jon Santacana, capitán del<br />
equipo español, nos relata su<br />
recuperación milagrosa.<br />
REPORTAJE FOTOGRÁFICO, DANIEL SÁNCHEZ
40 41<br />
Á. DE LA ROSA, J. CASÁÑEZ /<br />
El 7 de marzo arrancan los<br />
Juegos Paralímpicos de invierno<br />
en Sochi. Los que demuestran<br />
que nada es imposible en la<br />
vida, que todo es cuestión de marcarse<br />
un reto y tener una gran capacidad<br />
de superación. En ellos<br />
vemos pruebas que dejan sobrecogido<br />
al espectador al ver cómo<br />
personas ciegas, con miembros<br />
amputados o en silla de ruedas<br />
se deslizan por la nieve con la naturalidad<br />
del que camina por asfalto.<br />
Las competiciones entre estos<br />
titanes de los deportes de invierno<br />
durarán hasta el próximo 16<br />
de marzo. Nueve días intensos en<br />
los que desemboca la preparación<br />
de años de todos los atletas que<br />
Para prepararse, Xavi alterna<br />
su entrenamiento bajando<br />
pistas en invierno, con el<br />
handbike en verano<br />
estarán en Rusia. AS compartió<br />
esquís con Xavi Fernández, que<br />
representará a Andorra en Sochi,<br />
durante sus últimos días de<br />
su preparación en la estación de<br />
Grandvalira. Allí el esquiador andorrano<br />
ha llevado a cabo todo su<br />
entrenamiento para estos Juegos<br />
Paralímpicos. “Me preparo durante<br />
mi tiempo libre en Andorra, soy<br />
de aquí y es lo más cómodo. Llevo<br />
desde el invierno pasado. Al<br />
empezar la temporada de esquí<br />
me meto en las pistas y empiezo<br />
a pasar puertas. Hago un entrenamiento<br />
sobre el terreno”, nos<br />
cuenta a pie de pista, en el restaurante<br />
Cala Bassa Beach Club,<br />
donde ha hecho un alto en su trabajo<br />
para reponer fuerzas.<br />
Su entrenamiento en las pistas<br />
está sujeto a las condiciones<br />
climatológicas, pero Xavi tiene<br />
en otra de sus aficiones la solución:<br />
“También le doy al handbike<br />
(una bicicleta adaptada para discapacitados<br />
en la que se pedalea<br />
con las manos). En verano, este<br />
deporte me sirve para preparar,<br />
sobre todo, la parte física”. Un<br />
deportista que no conoce limitaciones.<br />
Una vez en faena, sólo<br />
hay que intentar seguirle por el<br />
estadio de Costa Rodona para<br />
ver que Xavi es una flecha. Vemos<br />
la estela del polvo blanco<br />
que va levantando en cada giro.<br />
Sólo Daniel Sánchez, fotógrafo<br />
de AS, va por delante y es porque<br />
Xavi le da ventaja para que capture<br />
su técnica.<br />
Es el resultado de un duro entrenamiento.<br />
Realiza entre diez o<br />
doce bajadas diarias sobre el trazado.<br />
A esto hay que añadir algo<br />
de esquí libre hasta llegar a las<br />
pistas en las que suele trabajar.<br />
Un esfuerzo que entumece los<br />
músculos de cualquier persona.<br />
“Me entreno, sobre todo, en la<br />
zona del Tarter por tema logístico<br />
y de cercanía con mi vivienda”. El<br />
Tarter está en la zona de Grandvalira,<br />
donde ayudan al deporte<br />
adaptado de invierno. En Pas de<br />
la Casa, por ejemplo, organizarán<br />
esta temporada el campeonato<br />
de esquí adaptado de España,<br />
como en años anteriores, y siempre<br />
cede sus infraestructuras y el<br />
personal. Además, la escuela de<br />
esquí de Pas de la Casa ofrece<br />
descensos con sillas muy similares<br />
a las que usa Xavi para competir.<br />
Siempre pilotadas por el monitor.<br />
Unas sensaciones que nos<br />
aproximan a este deporte y a su<br />
complejidad. Tirarse con estas sillas<br />
por pistas sin apenas inclinación,<br />
te ayuda a comprender más<br />
el mérito que tiene competir en<br />
estas disciplinas.<br />
Xavi Fernández lleva 11 años<br />
bajando por las pistas con su silla<br />
adaptada, su afición por este<br />
deporte de invierno comenzó a<br />
los 30 años. Sube al telesilla<br />
con naturalidad y nos cuenta su<br />
historia: “Empecé como hobby y<br />
el año siguiente me vi en el campeonato<br />
del mundo (en 2004), en<br />
Wildschonau (Austria). Fui cogiendo<br />
experiencia en el circuito europeo<br />
y después ya en las olimpíadas”.<br />
Hoy es un todo experto.<br />
Sochi será su tercera experiencia<br />
en unos Juegos Olímpicos: “Estuve<br />
en Turín y en Vancouver. En Canadá<br />
competí y quedé el 24 de 50<br />
participantes”. Esta vez le costó<br />
más llegar a Rusia. No pudo lograr<br />
la mínima establecida para estar<br />
en la cita olímpica. Lo intentó en<br />
Pitztal (Alemania) y después en<br />
La Molina, donde salió con una<br />
desventaja de 100 puntos por no<br />
haber estado en ninguna carrera<br />
de las puntuables para la IPCA<br />
durante los últimos cuatro años<br />
(no se contabilizaban sus participaciones<br />
en el Campeonato de<br />
España y de Cataluña). Ante esta<br />
situación, tuvo que pedir una Wild<br />
Card (invitación para los deportistas),<br />
ya que su otra opción era<br />
participar en otras carreras, algo<br />
que por distancia geográfica y motivos<br />
económicos le resultaba imposible<br />
y tuvo que descartar.<br />
En la nieve de Sochi le podremos<br />
ver dos días: participará el<br />
13 de marzo en el gigante y el 15<br />
en el slalom. “Hay cinco pruebas:<br />
slalom, gigante, supergigante,<br />
descenso y la supercombi, que<br />
es una combinación entre slalom<br />
y gigante”, explica Xavi para los<br />
menos habituales a los deportes<br />
invernales. “Después se divide<br />
en tres categorías para la gente<br />
que va en silla: W10, W11 y W12.<br />
Son categorías que se establecen<br />
en función de la afectación de la<br />
lesión. La diez es lo que tienen<br />
Lleva once años bajando<br />
pistas: “Empecé como un<br />
hobby y los de Sochi serán mis<br />
terceros Juegos Olímpicos”<br />
A TODA<br />
DESCANSO.<br />
VELOCIDAD.<br />
Xavi<br />
Xavi<br />
Fernández<br />
Fernández<br />
atiende a<br />
demostró a AS<br />
De la Rosa<br />
su técnica en<br />
y Casáñez,<br />
el descenso,<br />
durante un<br />
en el estadio<br />
descanso<br />
de Costa<br />
en su dura<br />
Rodona en<br />
preparación<br />
Grandvalira.<br />
para la cita de<br />
Sochi.
42 43<br />
más lesión, le seguirían los de 11<br />
y 12 son los que tienen una pierna<br />
amputada o alguna lesión en<br />
el tronco”.<br />
En los Juegos Olímpicos de<br />
Sochi está previsto que participen<br />
más de 400 atletas discapacitados.<br />
“Hay mucha gente que se<br />
dedica al esquí adaptado, aunque<br />
no es algo que dé para vivir”. Xavi<br />
Fernández compagina su afición<br />
al deporte adaptado, esquí en invierno<br />
y con la handbike el resto<br />
del año con su vida laboral: “Soy<br />
operador de emergencias de los<br />
Bomberos de Andorra”. El mérito<br />
de los deportistas adaptados no<br />
reside sólo en la complejidad del<br />
deporte en sí, también tiene unos<br />
costes bastante altos para poder<br />
llevarlo a cabo: “El esquí es un<br />
Las becas y los patrocinadores<br />
ayudan a Xavi a financiar una<br />
silla de competición que puede<br />
llegar a costar 6.000 euros<br />
deporte caro en general, pero a<br />
nosotros se nos incrementa por<br />
el material que utilizamos para<br />
la competición. Una silla como la<br />
que uso yo puede costar 6.000<br />
euros. Por suerte tenemos patrocinadores<br />
y becas del gobierno<br />
que te van ayudando a conseguir<br />
el material y, de esta forma, podemos<br />
solventarlo”. Esta temporada<br />
está utilizando una silla nueva a la<br />
que se ha adaptado bien y que le<br />
da más prestaciones: “Es mejor<br />
que la anterior. Más rígida y, a la<br />
vez, te deja cambiar de posiciones<br />
dependiendo de la prueba y la disciplina<br />
en la que participe. Es más<br />
funcional”.<br />
Un auténtico slalom de obstáculos<br />
antes de empezar las propias<br />
pruebas sobre la nieve que<br />
Xavi Fernández cree que sorteará<br />
por última vez: “Pienso que<br />
son mis últimas Juegos Olímpicos.<br />
Este tipo de pruebas implican<br />
traslados muy largos y estar<br />
mucho tiempo fuera de casa”.<br />
Su deseo es acabar en el Top-<br />
30, aunque reconoce que ve las<br />
medallas como algo lejano: “Me<br />
veo bien para hacerlo. Dependerá<br />
de la confianza con la que llegue.<br />
Quiero disfrutar en Sochi. Las medallas<br />
son muy complicadas. No<br />
pienso en ellas”.<br />
A Rusia llegará tres días antes<br />
de que arranquen los Juegos Paralímpicos.<br />
Allí tiene planificado<br />
entrenarse con el equipo español<br />
los días previos a las carreras en<br />
las que compiten. Entre los objetivos<br />
del equipo español si que<br />
está el poder traer de vuelta alguna<br />
medalla, algo que no se logró<br />
en la primera cita en Sochi. Por<br />
España participarán nueve atletas:<br />
siete con discapacidad más<br />
dos guías. Los integrantes son:<br />
Jon Santacana (Esquí Alpino),<br />
que irá con su guía Miguel Galindo<br />
Garcés, Gabriel Gorce (Esquí<br />
Alpino), que irá con Arnau Ferrer<br />
Ventura, Úrsula Pueyo (Esquí Alpino),<br />
Óscar Espallargas (Esquí Alpino),<br />
Astrid Fina (Snowboard), Urko<br />
Egea (Snowboard) y Aitor Puertas<br />
(Snowboard).<br />
El equipo lo lidera Jon Santacana,<br />
que será el abanderado<br />
español: “Me emocioné cuando<br />
me lo dijeron. No me lo esperaba<br />
porque ya lo fui en 2006 y no me<br />
tocaba”, comenta a AS antes de<br />
la cita paralímpica. Santacana es<br />
el más veterano del equipo (ésta<br />
será su cuarta participación en<br />
unos Juegos) y también el más<br />
laureado con un oro y dos bronces<br />
en Salt Lake City 2002 y un oro<br />
y dos platas en Vancouver 2010.<br />
Además, llega con dos podios en<br />
la Copa del Mundo de Esquí Alpino.<br />
El esquiador vasco tiene una<br />
deficiencia visual calificada como<br />
B2 debido a un problema genético<br />
que se le detectó con ocho años<br />
y su carrera es un ejemplo de superación.<br />
Sin ir más lejos, estuvo<br />
cerca de perderse estos Juegos<br />
Paralímpicos, porque en septiembre<br />
se rompió el tendón de Aquiles<br />
en Australia. Lo que para el<br />
resto de mortales suponen ocho<br />
meses de recuperación, Jon lo<br />
acortó de manera increíble y en<br />
cuatro meses estaba esquiando.<br />
“El Comité quizá ha valorado estas<br />
circunstancias para hacerme<br />
abanderado. He trabajado mucho<br />
durante estos seis meses y ha<br />
sido una lucha titánica. Lo he pasado<br />
mal. Creía que no iba a llegar<br />
a los Juegos... Y este premio<br />
es un orgullo”.<br />
Santacana ha sufrido mucho<br />
para llegar a la cita de Sochi,<br />
todo empezó cuando le dieron el<br />
diagnostico de su lesión: “Me hablaron<br />
de siete y ocho meses. Fue<br />
muy duro, pero a partir de la operación,<br />
todo fue bien”. El esquiador<br />
vasco invirtió muchas horas<br />
en su rehabilitación. Por la mañana<br />
se machacaba con el fisioterapeuta<br />
y por la tarde acudía con<br />
Miguel Galindo, su guía, al gimnasio<br />
para continuar con su recuperación.<br />
Todo con la mirada puesta<br />
en los Juegos, en esas bajadas<br />
de las que podrá disfrutar estos<br />
días gracias a su capacidad de<br />
sacrificio.<br />
“No estoy al cien por cien recuperado,<br />
pero sí lo suficiente para<br />
esquiar”, nos cuenta Santacana.<br />
Tras la lesión y la rehabilitación,<br />
se colocó los esquís a mediados<br />
de enero, pero no sin dificultades:<br />
“Tenía que soportar tanto dolor<br />
que me veía obligado a parar hasta<br />
tres veces en la misma bajada<br />
porque no era capaz de soportarlo”.<br />
La gente que esquía sabe que<br />
El equipo español tendrá a<br />
nueve representantes en los<br />
Juegos Paralímpicos de Sochi,<br />
dos de ellos son guías<br />
EXPERIENCIA.<br />
COSTES.<br />
La escuela<br />
Además de<br />
de esquí de<br />
la técnica<br />
Pas de la<br />
necesaria<br />
Casa ofrece<br />
para dominar<br />
descensos con<br />
el descenso<br />
unas sillas<br />
con este tipo<br />
parecidas a<br />
de sillas, los<br />
las que usa<br />
esquiadores<br />
Xavi. En este<br />
deben pagar<br />
caso están<br />
unos 6.000<br />
adaptadas<br />
euros por<br />
para ir con un<br />
este tipo de<br />
monitor.<br />
equipos.
44 45<br />
DESCENSO.<br />
Santacana se<br />
ha recuperado<br />
de una grave<br />
lesión justo<br />
a tiempo<br />
para llegar<br />
a Sochi. Será<br />
su tercera<br />
presencia en<br />
unos Juegos<br />
Paralímpicos.<br />
TÁNDEM.<br />
Miguel<br />
Galindo y Jon<br />
Santacana<br />
posan con<br />
unas de sus<br />
medallas<br />
conquistadas.<br />
Santacana se rompió el tendón<br />
de Aquiles y ha protagonizado<br />
una recuperación milagrosa<br />
para estar en Sochi<br />
las botas no son precisamente cómodas,<br />
pues las de competición<br />
comprimen más el pie... Algo bastante<br />
doloroso para alguien ‘recién’<br />
operado del tendón de Aquiles.<br />
Santacana fue superando sus<br />
límites a base de fe y, sobre todo,<br />
trabajo. Así empezó con su preparación<br />
para Sochi: “Hemos hecho<br />
una micropretemporada en febrero.<br />
Las últimas dos semanas tuvimos<br />
entrenamientos de más<br />
intensidad. Y en la pasada Copa<br />
del Mundo fuimos mejorando y encontrando<br />
mejores sensaciones”.<br />
En la Copa de Mundo hizo dos terceros<br />
en descenso y no oculta su<br />
satisfacción: “No estamos tan lejos<br />
de los punteros. No tiraremos<br />
la toalla, pese a que faltaban algunos<br />
que sí que estarán en Sochi”.<br />
Si hubiéramos hablado con<br />
él antes de la lesión, no hubiera<br />
tenido temor al hablar de medallas.<br />
Ahora es más cauto: “Para<br />
mí estar en Sochi es la medalla.<br />
La lesión cambió mi reto. Ahora<br />
lo que quiero es disfrutar de los<br />
Juegos, porque es algo que sólo<br />
pasa cada cuatro años. El trabajo<br />
se tiene que reflejar, aunque llevamos<br />
poca competición...”.<br />
Seis meses de trabajo, sufrimiento<br />
y el premio de Sochi llegó.<br />
¿Miedo a la recaída?: “Hay que<br />
luchar contra el miedo. Realmente,<br />
en cada bajada, aunque no<br />
estuviera lesionado, hay algo de<br />
miedo. Al final, a 120 kilómetros<br />
por hora te juegas la vida en las<br />
pistas. Eso te hace estar alerta.<br />
El temor está y no tiene que desaparecer.<br />
Es lo que te da la vidilla.<br />
Ese miedo conjugado con la confianza<br />
y las sensaciones que tienes<br />
durante la bajada, es un poco<br />
lo que te engancha”.<br />
Junto a Santacana está su pilar<br />
fundamental en la competición<br />
y su amigo fuera de ella: Miguel<br />
Galindo. Comparten bajadas<br />
desde 2002 y en la confianza que<br />
han creado el uno en el otro está<br />
una de sus claves. El resto es su<br />
método. En las pistas se comunican<br />
con un sistema de Bluetooth<br />
y nos explica cómo es el trabajo<br />
antes de la pruebas: “La mecánica<br />
es igual que los que no tienen<br />
discapacidad. Hay una bajada de<br />
reconocimiento. Ahí hacemos la<br />
estrategia. Antes de la salida hacemos<br />
un reconocimiento mental<br />
para aplicarlo en la carrera”.<br />
Al igual que Xavi Fernández,<br />
Santacana y Galindo nos explican<br />
la dificultad de competir en estos<br />
deportes invernales: “Casi siempre<br />
estamos fuera de España. Por<br />
temas de nieve, la pretemporada<br />
la hacemos en Sudamérica y luego<br />
vamos a Los Alpes. En España<br />
hacemos una o dos semanas al<br />
año de entrenamiento como mucho.<br />
Es lo duro de este deporte,<br />
se necesitan muchos medios económicos<br />
para entrenarte, porque<br />
te tienes que ir fuera mucho tiempo”.<br />
Todos estos sacrificios hacen<br />
más admirables sus descensos,<br />
sus historias y Sochi 2014...<br />
Será el abanderado español:<br />
“Mi medalla es estar en Sochi.<br />
La lesión cambió mi reto y<br />
todos mis objetivos”
46 47<br />
ESQUÍ DE<br />
TRAVESÍA<br />
LA DUREZA ES ADICTIVA<br />
Es una de las prácticas más exigentes<br />
que existen y que a la vez engancha.<br />
Muchos deportistas de élite lo usan<br />
como entrenamiento, ya que es una de<br />
las actividades más aeróbicas de hay.<br />
REPORTAJE GRÁFICO: DANI SÁNCHEZ
48 49<br />
PROCESO. Para<br />
comenzar el ascenso,<br />
tras ponerte todo<br />
el equipo, hay que<br />
colocar las pieles<br />
de foca y poner las<br />
fijaciones en posición<br />
de subida.<br />
J. CASÁÑEZ, A. DE LA ROSA /<br />
La dureza es adictiva. Así se<br />
podría definir el esquí de<br />
travesía, deporte muy duro que<br />
engancha a todo el que lo práctica.<br />
Probablemente sea de las actividades<br />
que resulten más aeróbicas<br />
y por tato que requieran un<br />
mayor esfuerzo. La actividad puede<br />
servir como entrenamiento y<br />
preparación de otros deportes.<br />
Algunos ciclistas o incluso pilotos<br />
de Fórmula 1 lo han probado para<br />
mejorar su resistencia sobre un<br />
sillín o a los mandos de un monoplaza.<br />
Tan duro es este deporte<br />
que incluso uno de los 28 catorceochomilistas<br />
(personas que han<br />
subido todas las cimas de más de<br />
ocho mil metros) que existen se<br />
prepara realizando randonée. Se<br />
trata de Maksut Zhumayev, que<br />
ha subido todos los ochomiles del<br />
planeta. Uno de sus típicos entrenamientos<br />
es realizar esquí de<br />
montaña para adecuar el cuerpo<br />
a esfuerzos a grandes alturas.<br />
Pero no sólo es un deporte<br />
como preparación a otros o un<br />
simple deporte amateur. También<br />
existe competición y uno de sus<br />
mayores exponentes es un español:<br />
Kilian Jornet. Nombrado por<br />
National Geographic como ‘Aventurero<br />
del Año’ o por L’Equipe<br />
como uno de los ‘Campeones de<br />
Campeones’, compartido con Usain<br />
Bolt o Serena Williams, es un<br />
adicto a la montaña. Es integrante<br />
del equipo español de esquí de<br />
montaña con el que ha sido campeón<br />
del mundo de 2011 individual<br />
y por equipos, campeón del<br />
mundo de carreras verticales en<br />
2010 y 2011, subcampeón del<br />
mundo individual en 2010, y ha<br />
ganado decenas de carreras largas,<br />
cortas, individuales y por<br />
equipos, incluidas tres ediciones<br />
de la Pierra Menta, considerada<br />
el Tour de Francia del esquí de<br />
montaña.<br />
Con este deporte se aúnan el<br />
alpinismo y el esquí. Básicamente<br />
se centra en la subida de la montaña<br />
con el equipo de esquí por<br />
zonas en las que hay nieve virgen<br />
para posteriormente realizar el<br />
descenso.<br />
El material cambia diametralmente<br />
con respecto al esquí convencional.<br />
En el de travesía se<br />
cuenta con unas tablas ligeras,<br />
diseñadas para esquiar con facilidad<br />
en cualquier tipo de nieve.<br />
Las botas resultan más ligeras y<br />
ergonómicas para hacer la subida.<br />
Además, existen dos tipos de<br />
posición en relación a la sujeción<br />
con los esquíes. Subida y bajada.<br />
En el primero, el talón se puede<br />
levantar para poder realizar el ascenso<br />
alpino. En el segundo, la fijación<br />
es la convencional para realizar<br />
el descenso.<br />
A los esquís, botas, bastones<br />
y fijaciones debemos añadir las<br />
pieles de foca, que se colocan en<br />
las suelas y nos permiten avanzar,<br />
pero no retroceder. Además,<br />
Las pieles de foca colocadas<br />
en la base de los esquís<br />
hacen que se pueda ascender<br />
sobre la nieve
50 51<br />
ALUDES. Cuando se<br />
realiza este deporte<br />
es primordial contar<br />
con el sistema ARVA<br />
para poder rescatar a<br />
cualquier afectado por<br />
una avalancha . La<br />
rapidez es vital.<br />
existen las cuchillas, para cuando<br />
la nieve está muy dura o helada,<br />
y las pieles no agarran lo suficiente.<br />
Las pieles de foca aportan el<br />
agarre suficiente para que las tablas<br />
no se deslicen en la subida y<br />
sea posible escalar hasta la cima.<br />
Éstas tienen una reverso con la<br />
piel y un anverso adhesivo que se<br />
pega a los esquís. En el momento<br />
de la subida, una vez con todo<br />
el equipo puesto, los pies deben<br />
ser como una brocha que pinta<br />
sobre la nieve, siendo la punta de<br />
los dedos el final de la brocha. El<br />
movimiento que se debe hacer es<br />
cómo si se estuviera pintando.<br />
El boom de este deporte está<br />
haciendo que algunas estaciones<br />
de esquí estén preparando rutas<br />
señalizadas para los esquiadores<br />
de travesía. Uno de los principales<br />
problemas es la falta de control<br />
de deporte y los peligros que entraña.<br />
Una de las estaciones pioneras<br />
es Grandvalira, con cuatro<br />
rutas perfectamente acotadas y<br />
señalizadas. Cada día, estas rutas<br />
se revisan para que cualquier<br />
obstáculo o peligro sea retirado.<br />
Además, existe la posibilidad de<br />
recorrerlas con guía para los más<br />
novatos en este deporte.<br />
Además de un deporte con<br />
mucha exigencia, hay que tener<br />
en cuenta el riego de aludes. Por<br />
ello es imprescindible contar con<br />
un sistema ARVA (Aparatos de<br />
Rescate de Víctimas de Avalanchas).<br />
Es un dispositivo que usan<br />
los esquiadores de randonée que<br />
emite constantemente una señal<br />
emisora para que se encuentre<br />
al accidentado en la avalancha.<br />
Lo primero que hay que hacer es<br />
sincronizar todos los ARVA de<br />
los que vayan a realizar la travesía<br />
prediseñada. En caso de que<br />
ocurra un accidente, el dispositivo<br />
que cada uno tiene atado alrededor<br />
de su pecho le dará indicaciones<br />
de dónde se encuentra la<br />
víctima. Dentro del material necesario<br />
que hay que llevar están una<br />
sonda y una pala. El primer objeto<br />
se introduce en la nieve para<br />
tratar de ubicar dónde puede estar<br />
el accidentado. Una vez localizado,<br />
se escava con la pala, no<br />
directamente, sino alrededor de<br />
la zona para no provocar daños<br />
a la víctima. La rapidez es vital,<br />
ya que si tardamos quince minutos<br />
hay un noventa por ciento de<br />
posibilidades de que la persona<br />
viva; a partir de ahí, los porcentajes<br />
disminuyen. Además, hay indicaciones<br />
por si eres tú el que se<br />
ve arrastrado por un alud. Lo principal<br />
es protegerse la cara para<br />
poder tener un hueco para respirar.<br />
Una vez terminado el alud,<br />
se debe tratar de excavar para intentar<br />
salir a la superficie. Pero<br />
para ello debemos saber en qué<br />
dirección estamos. Una fórmula<br />
es usar la saliva u orina para darse<br />
cuenta si uno está boca arriba<br />
o boca abajo.<br />
Estaciones de esquí como<br />
Grandvalira han comenzado<br />
a señalizar rutas para los<br />
esquiadores de montaña
52 53<br />
CAMPEONES. Kilian<br />
Jornet es campeón del<br />
mundo con España de<br />
esquí de travesía.<br />
PREPARACIÓN.<br />
El ochomilista<br />
Zhumayev prepara sus<br />
ascensiones haciendo<br />
esquí de travesía.<br />
EL ESQUÍ SILENCIOSO<br />
DANI SÁNCHEZ /<br />
Si imaginásemos al primer<br />
esquiador del que la historia<br />
tiene constancia, no le imaginaríamos<br />
cogiendo un telesilla,<br />
sentándose a tomar un arroz con<br />
pollo al curry a pie de pista o disfrutando<br />
de un gintonic con música<br />
tecno de fondo. Le imaginaríamos<br />
organizando su travesía el<br />
día antes, preparando algo de comida<br />
para el camino, mirando al<br />
cielo para intentar saber en qué<br />
estado encontrará la nieve, atravesando<br />
bosques y collados entre<br />
montañas y resguardándose de la<br />
noche en refugios improvisados.<br />
Si imaginásemos a ese hombre<br />
con esquís que aparece grabado<br />
en una piedra en el 2.500 a.C en<br />
la isla noruega de Rodódy, no le<br />
imaginaríamos en una estación<br />
de esquí. Estaría haciendo esquí<br />
de montaña.<br />
Porque lejos del ruido y los remontes<br />
mecánicos, también hay<br />
un esquí. Uno en el que el esquiador<br />
se tiene que ganar el descenso.<br />
En el que hay tiempo para la<br />
reflexión mientras se arrastran<br />
suavemente los esquís sobre sus<br />
pieles de foca en el ascenso. En<br />
el que no siempre lo importante<br />
es bajar, sino cómo y por dónde<br />
hacerlo. En el que la montaña sigue<br />
siendo la protagonista del deporte,<br />
sin serlo tanto el material,<br />
la técnica, los recursos… Así el<br />
esquí de montaña (o travesía) se<br />
encuentra más cerca del alpinismo<br />
que del esquí alpino clásico.<br />
Mantiene muchos de sus valores<br />
y también de sus riesgos, pero es<br />
sin duda una de las actividades<br />
más completas que se pueden hacer<br />
en la montaña. Su terreno de<br />
juego es infinito y las rutas pueden<br />
ir desde los descensos más<br />
extremos y complicados hasta<br />
placenteras travesías enlazando<br />
distintos refugios.<br />
Por eso, cuando nos ponemos<br />
los esquís de montaña nos acercamos<br />
mucho a los orígenes del<br />
esquí. A la aventura. A descubrir<br />
que la nieve no cae del cielo y se<br />
convierte en pista. Cae y es polvo.<br />
O costra. O hielo. A descubrir<br />
que hay descensos silenciosos<br />
en la montaña. Que hay lugares<br />
a los que acercarnos sin necesariamente<br />
armar mucho ruido,<br />
construir carreteras y montar restaurantes<br />
de altura. Que hay otro<br />
esquí con el que disfrutar de las<br />
montañas.<br />
El esquiador se tiene que ganar<br />
el descenso. Hay tiempo para la<br />
reflexión mientras se arrastran<br />
suavemente los esquís
54 55<br />
PEDRO<br />
CIFUENTES<br />
TRES<br />
COLOSOS.<br />
Las Torres<br />
de Paine son<br />
tres gigantes<br />
de granito<br />
que se han<br />
convertido<br />
en un reto<br />
mítico en el<br />
mundo del<br />
montañismo.<br />
EL EMPERADOR DE LAS TORRES DEL PAINE<br />
El montañero conquense<br />
aspira a ser galardonado con<br />
el ‘Piolet d’Or’ después de ser el<br />
primero en realizar la travesía<br />
integral de las Torres del Paine<br />
en solitario. Una hazaña que ya<br />
es historia del montañismo, y<br />
cuya historia está plagada de<br />
momentos inolvidables.
56 57<br />
EL PROYECTO.<br />
APROXIMACIÓN.<br />
El objetivo<br />
Los caballos<br />
de Pedro<br />
transportan el<br />
JUAN IGNACIO CANTERO Y<br />
Cifuentes<br />
equipo durante<br />
ALBERTO VAL /<br />
consistía<br />
la primera<br />
Hay premios que paralizan<br />
el mundo. En el cine, los<br />
Oscar, en la música, los Grammy,<br />
en el fútbol el Balón de Oro… Hay<br />
un largo etcétera de reconocimientos<br />
que monopolizan la información<br />
los días previos y posteriores<br />
a su entrega. Si nos trasladamos<br />
al montañismo, ese galardón serían<br />
los Piolet d’Or.<br />
Este premio, que se entrega<br />
desde 1991, es decidido por un<br />
jurado de seis personas, todas<br />
ellas con gran renombre en el alpinismo<br />
moderno. La trascendencia<br />
del galardón ha ido creciendo<br />
con los años y significa el mayor<br />
reconocimiento posible para las<br />
personas ligadas a la montaña.<br />
Nunca lo ha conseguido un español,<br />
aunque en este 2014 podría<br />
cambiar la suerte.<br />
El pasado 9 de febrero, la organización<br />
daba a conocer la primera<br />
criba de nominados. Hasta 74<br />
nombres forman parte de la llamada<br />
‘Big List’. Esta lista será reducida<br />
con los 6 finalistas, antes<br />
de hacer entrega entre los días 26<br />
y 29 de marzo del galardón, en la<br />
localidad francesa de Charmonix<br />
y la italiana de Courmayeur. Entre<br />
esos nominados, habrá 5 españoles,<br />
aunque en esta ocasión nos<br />
vamos a centrar en la aventura<br />
realizada en solitario por el alpinista<br />
conquense Pedro Cifuentes.<br />
Ésta es su historia.<br />
La montaña solo suele ser noticia<br />
cuando se han producido accidentes.<br />
Se asocia a la tragedia,<br />
a hechos aislados. Esta asociación<br />
debería desaparecer, ya que<br />
la montaña no es, ni mucho menos,<br />
eso. La montaña representa<br />
El Piolet d’Or se entrega desde<br />
1991 y se ha convertido en el<br />
mayor reconocimiento para las<br />
personas ligadas a la montaña<br />
la naturaleza, representa hitos y<br />
hazañas, representa un espíritu<br />
de superación y un compañerismo<br />
‘salvaje’. Ése es el lado bonito<br />
de la montaña, pero no solo<br />
eso, es el lado que más se acerca<br />
a todas las personas implicadas<br />
en ella.<br />
La historia de Pedro Cifuentes<br />
bien puede encajar en ese paradigma.<br />
Al margen de la aventura<br />
que se planteó, detrás de la misma<br />
se esconde una historia de<br />
perseverancia, preparación y superación.<br />
Una de esas historias<br />
que magnifican la montaña, pero<br />
que suelen quedar en un segundo<br />
plano ante cualquier accidente.<br />
Nos van a permitir una licencia.<br />
Contaremos su historia como<br />
si de una montaña rusa se tratase,<br />
con un continuo sube-baja<br />
que bien podría representar a Pedro,<br />
tanto por su práctica deportiva<br />
como por su manera de ser<br />
y hablar. Él es una persona entrañable,<br />
con la que es imposible<br />
seguir una trayectoria lineal.<br />
Siempre tiene anécdotas que contar,<br />
un ir y venir en sus historias<br />
que te sumergen en su mundo.<br />
Es difícil no quedarse fascinado<br />
ante su forma de hablar, pensar<br />
y vivir. Por eso, la historia tendrá<br />
esos continuos flashbacks, ya<br />
que creemos que es la mejor manera<br />
de aproximarnos a cómo Pedro<br />
Cifuentes contaría su propia<br />
historia. ¿Comenzamos?<br />
“¡Deja de soñar!”.<br />
El alpinista conquense tiene una<br />
filosofía clara de su vida, “viajar y<br />
escalar”. Todos sus viajes los enfoca<br />
de esta manera. Allá donde<br />
va lo hace con un petate a cuestas,<br />
en el que incluye su material<br />
de escalada. Le ha dado muchos<br />
problemas en las aduanas, pero<br />
es un pequeño lance a superar<br />
comparado con las gestas que<br />
ha logrado. Yosemite, Brasil, Marruecos,<br />
Sudáfrica, Japón, etc,...<br />
La lista de sitios en los que ha viajado<br />
y escalado es prácticamente<br />
innumerable. Pero aquél por el<br />
que su nombre va a estar ligado<br />
por la posteridad es Patagonia.<br />
Desde su Cuenca natal hasta<br />
aquella región hay una separación<br />
de casi 13.000 kilómetros. Esta<br />
región geográfica está situada en<br />
la parte más austral de América.<br />
Aúna territorios del sur de Argentina<br />
y Chile. Allí se encuentra el tercer<br />
campo de hielo más grande de<br />
todo el mundo, con 49 glaciares.<br />
Para que se hagan una idea, cuatro<br />
chilenos lo cruzaron en 1999<br />
y tardaron 98 días en ir de un lado<br />
al otro. Una región enorme. Entre<br />
todos los glaciares, destaca el<br />
Glaciar Grey, con sus 6 kilómetros<br />
de ancho y más de 260 km.<br />
de superficie total. Dicho glaciar<br />
pertenece al ‘Valle de la W’, en el<br />
que además del Glaciar Grey se<br />
encuentra el ‘Valle del Francés’ y<br />
el ‘Valle de las Torres del Paine’.<br />
en realizar<br />
la travesía<br />
integral de<br />
las Torres del<br />
Apine. En la<br />
imagen se<br />
puede ver<br />
el trayecto<br />
previsto.<br />
parte de la<br />
aproximación<br />
hasta el primer<br />
campamento,<br />
el llamado<br />
campamento<br />
chileno.
58 59<br />
La primera vez que Pedro Cifuentes<br />
estuvo allí fue en el<br />
2000. No lo hizo solo, ya que viajó<br />
en compañía de Fernando San<br />
Isidro y su mujer. La intención de<br />
los tres era hacer el circuito de<br />
las Torres del Paine, siendo éste<br />
uno de los parques más visitados<br />
de todo el mundo [el primero es<br />
el Parque de Sherwood, conocido<br />
por su asociación con Robin<br />
Hood]. Se tarda unos 10 días en<br />
hacerlo, pero engloba otro más<br />
pequeño, que es el ya nombrado<br />
‘Valle de la W’.<br />
En ese momento surgió el idilio<br />
entre Cifuentes y las Torres del<br />
Paine. “El día que terminamos de<br />
hacer el circuito fuimos a las Torres<br />
del Paine. Estaba nublado,<br />
pero hubo un momento en que la<br />
niebla se levantó y se vieron las<br />
tres torres. Hacía mucho frío y le<br />
dije a Fernando, yo algún día vendré<br />
aquí a escalar”, cuenta Pedro.<br />
La respuesta de Fernando no se<br />
hizo esperar. “Me dijo dos cosas<br />
que siempre he recordado. Hay<br />
que tener dos cosas claras en Patagonia,<br />
la primera, ¡deja de soñar!;<br />
cuando vas a Patagonia a escalar<br />
no vas a soñar, o haces una<br />
cosa o haces otra, pero tienes<br />
que tener un objetivo claro. La segunda,<br />
vámonos, que hace frío”. Y<br />
es que en esa región cuando hace<br />
frío, lo hace de verdad.<br />
En este momento, Pedro nos<br />
remarca la figura de Fernando San<br />
Isidro, muy importante para él. Se<br />
trata de una persona muy entrañable,<br />
campeón de España en Lucha<br />
varios años y que logró competir<br />
en las Olimpiadas de Moscú<br />
en 1980. “Yo he luchado muchas<br />
veces contra él. Nunca le he tumbado”<br />
dice riéndose Pedro. San<br />
Isidro tiene buena parte de culpa<br />
“Hay que tener dos cosas<br />
claras en la Patagonia.<br />
Primera, ¡deja de soñar!<br />
Segunda, vamos que hace frío”<br />
de que Cifuentes haya conquistado<br />
las Torres del Paine. Esas dos<br />
cosas que le dijo allá en el 2000<br />
nunca se le olvidaron a Pedro.<br />
Bien podrían incluirse en el ‘Tablón<br />
de la Motivación’ que guarda<br />
Cifuentes en su casa, con las frases<br />
que más le ayudan.<br />
“¡Joder, qué movida!”.<br />
Pedro Cifuentes se centró en la<br />
escalada con intensidad primero<br />
con sus amigos, en Cuenca, escalando<br />
en el Alfar o en la zona<br />
de Paules, unos lugares privilegiados<br />
para iniciarse. Fue cogiendo<br />
nivel y ya emprendió empresas<br />
mayores.<br />
Después de ir con Fernando<br />
San Isidro a la Patagonia, decidió<br />
volver en más ocasiones,<br />
pero tuvo problemas para escalar<br />
solo. Fue en noviembre de 2005<br />
cuando el alpinista conquense llegó<br />
acompañado del brasileño Lineo,<br />
ya que ambos bajaron juntos<br />
en autobús desde Río de Janeiro<br />
(Brasil), un viaje que duró cinco<br />
días con sus correspondientes noches.<br />
“Nunca más volveré a hacerlo.<br />
Cogeré un avión e iré a Patagonia,<br />
pero nunca más lo haré<br />
de esa manera”, reflexiona Pedro.<br />
Una vez llegaron a la Patagonia,<br />
conocieron a unos chavales que<br />
querían escalar. Eran Tomas Marussy,<br />
Ivo Kusanovich y Nicolás<br />
Secul, quienes también estaban<br />
construyendo una cabaña. Pedro<br />
se quedó con todos un par de meses.<br />
Tuvo que regresar a España<br />
pero volvió de inmediato.<br />
En esa vuelta, también lo hizo<br />
con su amigo americano David Griffith,<br />
uno de los mejores escaladores<br />
en Yosemite. Se propusieron<br />
escalar una torre, pero esa<br />
época fue una de las peores en<br />
cuanto al tiempo se refiere. Estuvieron<br />
dos meses para poder escalar<br />
solo un día. El resto de días<br />
los pasaron encerrados en una<br />
cueva “en la que no puedes ponerte<br />
de pie. Es de metro y medio<br />
de alto por 3 metros cuadrados”<br />
cuenta Cifuentes. Lejos de<br />
desanimarse, en su cabeza solo<br />
ESPECTÁCULO. El<br />
glaciar depara<br />
momentos de<br />
belleza natural.<br />
El agua helada<br />
y transparente<br />
ha horadado y<br />
rellenado una<br />
sima de más de<br />
30 metros de<br />
profundidad de<br />
la que se podía<br />
ver el fondo con<br />
total nitidez.
60 61<br />
MATERIAL.<br />
GLACIAR. Las<br />
El equipo<br />
vetas de este<br />
rondaba un pensamiento, “tengo<br />
que volver”.<br />
Hasta el 2008 regresó un par<br />
de veces, pero no escaló mucho.<br />
En ese año logró ser el primer español<br />
en escalar las tres torres.<br />
Primero subió a la torre Norte,<br />
posteriormente a la Sur y finalmente<br />
conquistó la Central. Lo<br />
hizo con más gente, y de una manera<br />
distinta al reto que se planteó<br />
en 2013. Escalaba una torre,<br />
bajaba, volvía al campamento y a<br />
esperar que hiciera bueno otro<br />
día. La torre Central la escaló con<br />
Ivo y Nicolás. “Fueron los primeros<br />
magallánicos que la escalaron”,<br />
cuenta Pedro.<br />
Entonces, el alpinista conquense<br />
cambió de objetivo, por poco<br />
tiempo. Se enfocó más en Yosemite,<br />
donde realizó muchas vías,<br />
pero en su cabeza ya estaba rondando<br />
algo. Él seguía viajando y<br />
costeándose todo, pero entonces<br />
pensó, “¿por qué no me busco un<br />
patrocinador?”. Claro que para<br />
ello necesitaba tener una buena<br />
idea. Fascinado como estaba con<br />
las Torres del Paine, el desafío<br />
tenía que estar relacionado con<br />
ellas. Además, se trata de una<br />
zona con un clima extremo, peculiar,<br />
que resultaría interesante<br />
promocionar y costear. Así se le<br />
ocurrió realizar la Travesía Integral<br />
de las Torres del Paine, consistente<br />
en enlazar las tres vías. Único,<br />
peculiar, en un sitio extremo, un<br />
buen proyecto sin lugar a dudas.<br />
Cuando le vino a la mente ese desafío,<br />
Pedro solo pudo pensar “joder,<br />
qué movida, ¿no?”.<br />
Faltaba conseguir un patrocinador.<br />
No tardó en conseguirlo. Habló<br />
con uno de sus amigos, Gerardo,<br />
quien regentaba una conocida<br />
tienda de alpinismo en Madrid, ‘El<br />
La marca RAB y la Federación<br />
de Montaña de Casilla-La<br />
Mancha patrocinaron la<br />
aventura del conquense<br />
rincón de la montaña’. Pedro contó<br />
su idea y entre ambos decidieron<br />
ponerse en contacto con la<br />
marca RAB. Paralelamente, también<br />
se habló con la Federación<br />
de Montaña de Castilla-La Mancha,<br />
cuyo presidente por aquel<br />
entonces era el conquense Paco<br />
Durán.<br />
“Hay que salir de la zona<br />
de confort”.<br />
En principio, no llevaba idea de<br />
hacerlo en solitario. Así fue como<br />
‘engañó’ a Adrián Ayllón, otro conquense<br />
que se unió a la aventura.<br />
“En 2011, solo hicimos una torre,<br />
pero abrimos la vía ‘Cuenca<br />
es Única’. El descenso fue bastante<br />
dramático. Sufrimos congelaciones<br />
en los pies, tuvimos que<br />
ir a Zaragoza con el doctor Arregui,<br />
toda una eminencia en estas<br />
cosas”, cuenta Pedro.<br />
El regreso fue muy duro. Pedro<br />
Cifuentes se encontraba algo<br />
desmotivado y muy preocupado<br />
por las congelaciones. Finalmente,<br />
se curó sin problemas y una<br />
idea comenzó a rondarle la cabeza:<br />
“¿Por qué no hacerlo solo? Si<br />
yendo dos ya era un proyecto interesante,<br />
solo sería inaudito”.<br />
Se preparó durante todo el<br />
2011 para hacerlo en solitario,<br />
pero cometió un error que luego<br />
le costó caro. Al llegar a casa, se<br />
ponía junto a la estufa, calentito, y<br />
en Patagonia la acabó echando de<br />
menos. Allí, escalaba todo el día,<br />
pero cuando llegaba la noche se<br />
preguntaba dónde estaba aquella<br />
estufa. ¿Qué necesidad tenía de<br />
pasar frío?, pensaba. “Hay que<br />
salir de la zona de confort”, concluye<br />
Pedro.<br />
Esa primera intentona en solitario<br />
le gustó, se sintió bien haciéndola.<br />
Pero aparte del tiempo,<br />
imprevisible en esa zona y que ya<br />
echó al traste sus dos primeras<br />
aventuras, debía perfeccionar todos<br />
los detalles que de él dependían.<br />
“A Patagonia hay que ir<br />
gordo”.<br />
El entrenamiento del 2012 fue<br />
distinto. Por ejemplo, cuando regresaba<br />
de escalar, en vez de<br />
meterse en la cama junto a la estufa,<br />
lo que Pedro hacía era abrir<br />
las ventanas de par en par y abrigarse<br />
con solo una manta. “Este<br />
año, cuando llegué a Patagonia,<br />
ya estaba aclimatado. Me ponía el<br />
saco y decía, ¡si estoy mejor que<br />
en mi casa!”, apuntilla. Pero la<br />
preparación no se enfoca solo en<br />
escalar, hay otros factores igual<br />
de importantes.<br />
Uno de ellos es la comida. Pedro<br />
Cifuentes pesa de normal entre<br />
68-70 kilos, pero necesitaba<br />
engordar para realizar la aventura,<br />
ya que él mismo afirma que “la<br />
protección natural es la grasa”. Le<br />
costó 4 meses alcanzar los 74 kilos,<br />
a pesar de comer cinco veces<br />
al día, a rajatabla, con una<br />
necesario para<br />
una escalada<br />
de envergadura<br />
puede llegar<br />
a pesar más<br />
100 kilos. En<br />
la imagen, el<br />
material de<br />
escalada, al que<br />
hay que sumar<br />
ropa contra el<br />
frío y la lluvia,<br />
comida, tiendas<br />
de campaña<br />
y de pared,<br />
etcétera.<br />
‘serac’ (bordes<br />
de las grietas<br />
de un glaciar)<br />
indican la<br />
evolución<br />
anual<br />
del hielo.<br />
También<br />
son un<br />
lugar ideal<br />
que incita<br />
a entrenar<br />
con los<br />
crampones<br />
piolets.
62 63<br />
CAMPAMENTO. Al<br />
VALLE DEL SILENCIO.<br />
pie de la pared es<br />
Una vez completada<br />
dieta que incluía continuamente<br />
beicon, chorizo, panceta... Pero<br />
en su cabeza solo pasaba ganar<br />
peso. “A Patagonia hay que ir gordo”,<br />
afirma.<br />
Otros detalles a tener en cuenta<br />
son los referentes al material.<br />
Cuenta Pedro que “pesaba todo,<br />
hasta el tornillo más pequeño”. Y<br />
es que el equipo es muy importante.<br />
Estudió mucho el material que<br />
debía llevar, con continuos cambios<br />
y buscando reducir al máximo<br />
posible el peso. “Buscar el saco<br />
perfecto, los aparatos, casi todo<br />
modificado. Voy a un sitio que es<br />
extremo, mi equipo tiene que estar<br />
amoldado a ese clima. Con la<br />
experiencia previa he ido amoldando<br />
mejor, los pies de gato de<br />
Boreal son especiales, con lo que<br />
me aseguro es especial, la hamaca<br />
igual. Con Adrián ya reventamos<br />
una, por culpa del viento”,<br />
recuerda Pedro.<br />
Una forma drástica para reducir<br />
peso fue el agua. En vez de<br />
llevar, lo que hizo fue coger una<br />
botella de dos litros que iba rellenando,<br />
ya que por las anteriores<br />
escaladas que realizó ya sabía<br />
dónde buscarla. Algún día no<br />
encontró, pero la mayoría de días<br />
sí. Finalmente, el peso del petate<br />
era de 50 kilos, más otros 20<br />
que llevaba encima. Imaginad si<br />
se moja. “Tengo una cuerda que<br />
pesa 3 kilos, si se moja, absorbe...<br />
pues igual llega a pesar 7-8<br />
kilos”, nos cuenta Pedro.<br />
Planificó su estrategia, también<br />
distinta a otros años. Sabía que<br />
no podía arrastrar el equipo durante<br />
las tres torres, pero tampoco<br />
podía usar la misma estrategia<br />
que en el 2012. Por aquel entonces,<br />
trató de dejar dos depósitos<br />
en los collados, pero para acceder<br />
En vez de llevar agua, cogió<br />
una botella de dos litros que<br />
rellenaba por el camino. Había<br />
que reducir peso como fuera<br />
a uno de ellos, es necesario escalar<br />
y no se lo pudieron llevar. Así<br />
pues, en el 2013 cambió y pensó<br />
en dejar solo uno. También llevó<br />
hamaca, cosa que no hizo el año<br />
anterior. “Me he estudiado absolutamente<br />
todo”, afirma rotundamente.<br />
Escalando la burocracia.<br />
Pedro estaba preparado, el equipo<br />
estaba más que revisado, su<br />
preparación había sido minuciosa<br />
y su motivación no podía crecer<br />
más. Era el momento de afrontar<br />
el reto, acudir a la Patagonia y hacer<br />
frente al desafío de las torres.<br />
Pero una vez allí no solo tuvo un<br />
reto a la hora de escalar sino para<br />
conseguir los permisos que le dieran<br />
acreditación para ello.<br />
Para poder escalar, primero<br />
es necesario un permiso DIFROL<br />
tramitado desde Santiago que es<br />
necesario para acceder al permiso<br />
CONAF con el que te dejan a<br />
entrar a escalar. “El proceso burocrático<br />
es lento, el permiso se<br />
retrasó un montón”, se queja Pedro.<br />
Pero algo que el alpinista lleva<br />
aún peor es la necesidad de tener<br />
un seguro de rescate: “¿Para<br />
qué quieres un seguro de rescate<br />
si no hay un equipo de rescate?”.<br />
Finalmente, el permiso llegó el día<br />
en que el alpinista se iba para el<br />
Parque de Las Torres, por lo que<br />
pudo respirar aliviado.<br />
“Nuestro refugio”.<br />
Todo estaba preparado; Pedro,<br />
acompañado de sus tres porteadores,<br />
Ángela, Guarén y Juanjo,<br />
pasó el último control del parque<br />
por donde solo se permite pasar<br />
a los escaladores. Todavía quedaban<br />
muchas horas de viaje hasta<br />
presentarse en las torres por lo<br />
que hacía falta realizar una parada<br />
en el campamento japonés,<br />
que es el campamento base.<br />
Allí Pedro lleva a cabo junto<br />
con sus amigos porteadores un<br />
ritual mágico, la bebida del mate.<br />
El mate es una infusión que se<br />
toma caliente y, en el campamento<br />
japonés es un ritual de obliga-<br />
necesario instalar<br />
un campamento de<br />
altura. Es también<br />
el punto donde<br />
hacer los últimos<br />
preparativos, incluido<br />
proteger las manos<br />
contra la abrasiva<br />
roca granítica para la<br />
escalada de las torres<br />
que principalmente<br />
transcurre por fisuras.<br />
la aclimatación,<br />
comienza la transición<br />
hacia el mundo de<br />
roca que caracteriza<br />
a las Torres del Paine<br />
que se aprecian a la<br />
izquierda. A la derecha<br />
el Cerro Catedral.<br />
Estamos en un lugar<br />
mágico, el inhóspito<br />
Valle del Silencio.
64 65<br />
do cumplimiento que recuerda<br />
con cariño: “Una de las cosas a<br />
las que más importancia le doy es<br />
al momento de beber el mate. Es<br />
como un ritual, con amigos, el fuego<br />
y la bebida caliente antes de<br />
llegar al frío de la montaña”.<br />
El campamento japonés está<br />
a casi un día caminando del último<br />
reducto antes de llegar a la<br />
base de la pared, el campamento<br />
de altura. En todo este tiempo caminando,<br />
Pedro no veía las torres<br />
porque hasta el último momento<br />
no se vislumbran, pero en su mente<br />
las tres siluetas de la pared estaban<br />
totalmente nítidas.<br />
CHULETA. La<br />
travesía integral de<br />
las Torres del Paine<br />
se llevó a cabo<br />
principalmente<br />
por vías ya<br />
abiertas, incluida<br />
la ruta “Cuenca es<br />
única” abierta por<br />
Pedro Cifuentes y<br />
Adrián Ayllón. Los<br />
croquis recogen<br />
las características<br />
más importantes<br />
de esas rutas, y<br />
para un tramo<br />
especialmente<br />
complejo el<br />
vendaje sirvió de<br />
chuleta.<br />
EMPIEZA LA<br />
ESCALADA. En este<br />
punto es donde<br />
ha comenzado la<br />
escalada, al que<br />
hay que llevar todo<br />
el material para<br />
vivir en pared.<br />
Pedro ha escalado<br />
ya el primer largo<br />
y se dispone a<br />
remontar por la<br />
cuerda e izar todo<br />
su equipo.<br />
“Vámonos para las<br />
Torres, ¿no?”.<br />
En el campamento japonés, coincidió<br />
con varias personas como<br />
Steve Schneider, que en 2002<br />
realizó un encadenamiento a la<br />
Torre Central. También había algunos<br />
amigos de Pedro, que le<br />
dieron ánimos para que lograra<br />
su gesta, despidiéndose de él<br />
para por lo menos 30 días, lo que<br />
en principio estaba pensado que<br />
durara la aventura.<br />
Ángela y Juanjo tuvieron que<br />
marcharse, así que Guarén y Pedro<br />
se quedaron solos teniendo<br />
que transportar el material. “Del<br />
campamento japonés nos fuimos<br />
al campamento de altura que está<br />
justo antes de la morrena de subida”,<br />
comenta Pedro, que sabe<br />
que ahí comienzan los peligros.<br />
Hay que superar la morrena, que<br />
con las condiciones climatológicas<br />
puede suponer una trampa<br />
mortal: “Si llueve o nieva, no puedes<br />
seguir andando porque resbala<br />
mucho. De hecho en 2010<br />
cuando fuimos Adrián Ayllón y yo<br />
casi nos matamos”. Por suerte,<br />
“El primer problema lo<br />
tuve al izar el petate del<br />
primer largo. No podía<br />
moverlo de lo que pesaba”<br />
esta vez el tiempo acompañó y<br />
realizaron el porteo sin demasiados<br />
problemas. “Guarén y yo nos<br />
subimos todo el material para arriba.<br />
Un porteo que era una paliza.<br />
La gente suele subir sin mucho<br />
peso y tardan una hora y media<br />
subiendo solo con el material de<br />
escalada, pero yo llevé unos 70<br />
kilos a 35 entre Guarén y yo”. Una<br />
barbaridad.<br />
“Vengo a trabajar y no a<br />
pasarlo bien”.<br />
Un día después, Pedro Cifuentes<br />
se las vería con la primera pared<br />
de la Torre Sur. “El día acompañó.<br />
Cuando llegamos a la pared, me<br />
metí a escalar directamente. Cogí<br />
4 litros de nieve antes de ponerme<br />
a escalar, 2 para beber y 2 de<br />
reserva”. Por aquel entonces, ya<br />
se encontraba solo. Guarén emprendió<br />
la vuelta y dejaba a Pedro<br />
frente a su destino, dispuesto a<br />
darlo todo para culminarlo. El 13<br />
de enero comenzaba oficialmente<br />
la Primera Travesía Integral a las<br />
Torres del Paine, lo cual significaba<br />
que también iban a ir llegando<br />
los problemas de verdad.<br />
El primero de ellos es el porteo<br />
del material. Al realizar la aventura<br />
en solitario se hace muy costoso<br />
transportarlo. “Como fui en solitario<br />
tuve que llevar todo el material,<br />
atar la cuerda abajo y empezar<br />
a escalar”, cuenta Pedro, que<br />
nos recuerda que siempre tiene<br />
que realizar 4 viajes para poder<br />
llevarlo de un lado a otro. Pero en<br />
principio, Patagonia ayudaba a<br />
nuestro aventurero. “Cuando llegué<br />
a la primera reunión todo muy<br />
bien porque estaba muy seco. En<br />
expediciones anteriores tuve que<br />
ir limpiando hielo de toda la vía<br />
para asegurarme. Este año no<br />
había e iba por ahí como corriendo”,<br />
afirma Cifuentes, que confiaba<br />
en avanzar un largo trecho el<br />
primer día.<br />
Pero no iba a ser así. “El primer<br />
problema lo tuve al izar el petate<br />
del primer largo. No podía moverlo<br />
de lo que pesaba. Un largo me<br />
duró 3 ó 4 horas”, un tiempo muy<br />
superior a lo que él estimaba. De<br />
hecho, aquel primer día confiaba<br />
en realizar diez largos, pero tan<br />
solo pudo realizar la mitad. “Quería<br />
avanzar mucho y lo único que<br />
hacía era cansarme más”.<br />
La emoción había embargado<br />
a Pedro Cifuentes. El buen tiempo<br />
que acompañaba su expedición<br />
le hizo pensar que podía<br />
avanzar más rápido. “El primer<br />
día iba con el ansia, me pudo el<br />
ansia más que la cabeza. No te<br />
puedes desfondar el primer día,<br />
estoy solo allí”.<br />
“Me acosté en la hamaca frustrado<br />
por no haber podido hacer<br />
más largos. Quería hacer 10 y<br />
solo hice 3 fijando dos más. Pensaba<br />
que no iba tan rápido o que<br />
no estaba bien físicamente, pero
66 67<br />
luego pensé que el primer día es<br />
el que más peso llevas”. Aquel<br />
desengaño cambió el chip de<br />
nuestro protagonista. En vez de<br />
cansarse escalando y desmotivarse<br />
por no alcanzar sus metas<br />
fijadas cada día, se lo tomó como<br />
un trabajo. Un cambio sustancial<br />
en su planteamiento. Ahora tocaba<br />
pensar en tiempo, no en distancia.<br />
“Eso no lo ha hecho nadie<br />
en el mundo”.<br />
Hay una ley de todos los alpinistas<br />
que dice que cuanto menos<br />
tiempo estés en la pared, menos<br />
tiempo estás expuesto a los riesgos.<br />
Por lo que su nuevo planteamiento<br />
de pensar en horas y no<br />
en distancias recorridas se ajustaba<br />
mejor. Con sus descansos, su<br />
tiempo para dormir y descansar y<br />
sus horas escalando. Más rutinario,<br />
pero más seguro.<br />
Nunca está de más recordar<br />
que la montaña no tiene miramientos.<br />
“Si hay desprendimientos<br />
y te rompes una pierna o un<br />
brazo, estás muerto porque estás<br />
tú solo”, recuerda Pedro. “Allí<br />
solo tengo un teléfono móvil y un<br />
botiquín” –continúa– “y es muy difícil<br />
montar un equipo de rescate.<br />
Y si lo montan, en lo que llega lo<br />
tienes difícil, estás jodido”.<br />
En su segundo día embarcado<br />
sobre las Torres del Paine, Pedro<br />
avanzó bastantes metros. “Al día<br />
siguiente llegué al hombro y me<br />
llega la noticia de que viene malo.<br />
A mí me vino muy bien porque habían<br />
sido dos días de mucho trabajo,<br />
sobre todo el primer día, que<br />
me agotó física y psicológicamente.<br />
Ahí me quedé un día entero<br />
descansando que me sentó muy<br />
bien para pensar”, afirma.<br />
A pesar de tener que cargar<br />
con 70 kilos de material,<br />
en los primeros días avanzó<br />
con mucha rapidez<br />
Aquel primer día de descanso<br />
lo aprovechó para recuperarse,<br />
pero también para plasmar sus<br />
impresiones en su cuaderno. Pedro<br />
Cifuentes siempre acompaña<br />
sus expediciones con una bitácora,<br />
en la cual resume sus sensaciones,<br />
pinta o simplemente transcribe<br />
la distancia recorrida.<br />
Pasado el día de descanso, el<br />
16 de enero se dispone a afrontar<br />
la cumbre a la primera Torre,<br />
la Norte. El día estaba mejor, aunque<br />
aún hacía un tiempo inestable,<br />
pero la experiencia acumulada<br />
fue su guía. “El 16 amaneció<br />
regular pero yo conocía bien esa<br />
parte y estaba motivado por lo<br />
que fui hacia la cumbre de la Torre<br />
Norte. Yo sabía que arriba en<br />
la cumbre secundaria podía estar<br />
de puta madre, porque ya la conocía,<br />
por lo que me fui para arriba<br />
aún con el mal tiempo”, cuenta<br />
Pedro.<br />
Esa cumbre secundaria estuvo<br />
habitada por Pedro Cifuentes y<br />
Adrián Ayllón en el 2010, cuando<br />
pasaron 3 días sobre ella. “Llegamos<br />
a la cumbre secundario y<br />
hago noche. Tenía muy buenos recuerdos<br />
de la primera expedición<br />
que estuvimos allí tres noches por<br />
un temporal. Lo pasamos genial<br />
allí, porque nos hicimos lentejas<br />
con jamón y chorizo. Eso no lo ha<br />
hecho nadie en el mundo, unas<br />
lentejas arriba no te puedes imaginar<br />
lo que es”.<br />
Finalmente, alcanza la cumbre<br />
principal el 17 de enero. En<br />
tan solo 5 días, llevaba realizada<br />
una de las tres Torres. “La cumbre<br />
principal la alcancé el día 17<br />
que también hizo malo, pero quería<br />
llegar a la principal porque la<br />
conocía muy bien y la bajada son<br />
dos rapels y luego subo la vía<br />
‘Cuenca es única’ que la conozco<br />
muy bien. Llegar a una cumbre en<br />
cinco días era un logro con todo<br />
lo que llevaba. Me aportó mucho<br />
psicológicamente para encarar la<br />
Torre Central. Ya me había quitado<br />
una de tres. La Torre Norte no es<br />
la más alta pero en metros totales<br />
sí es la más larga”.<br />
REUNIÓN. Una reunión<br />
a la que no va a acudir<br />
nadie. ‘Reunión’ es el<br />
término que define<br />
el punto intermedio<br />
donde se anclan las<br />
cuerdas y se interrumpe<br />
la ascensión para<br />
recuperar el material<br />
de protección dejado<br />
en el largo y el resto del<br />
equipo. Como Pedro<br />
escala en solitario, es<br />
él quien rapela desde<br />
este punto, recoge el<br />
material y después iza<br />
el petate con el equipo<br />
de pared que pesa unos<br />
60 kilos.
68 69<br />
VIVAC. Un<br />
TORRE NORTE.<br />
vivac en la<br />
En la cima de<br />
“Mi amigo Gorri”.<br />
Con la cumbre Norte alcanzada,<br />
es buen momento para hablar de<br />
la otra parte de la escalada. Pedro<br />
permanecía 8 horas escalando<br />
pero ¿y las demás? El alpinista<br />
conquense se llevó un MP4, donde<br />
tenía canciones y películas que<br />
le dan fuerzas para motivarse. “Algunas<br />
noches veía algunas películas<br />
en el mp4. Llevé películas de<br />
acción como Rambo, Rocky, Gladiator...<br />
para motivarme”.<br />
Pero también necesita escuchar<br />
música. “Cuando voy escalando<br />
siempre me pongo música.<br />
Las canciones me traen recuerdos.<br />
Cuenca, mis amigos... Cada<br />
canción te lleva a un sitio diferente<br />
y en cierta manera te estás<br />
evadiendo”. Es su manera de<br />
estar en otros sitios a pesar de<br />
encontrarse en La Patagonia. Es<br />
fácil ver en su MP4 a José Luis Perales,<br />
por ejemplo. Casi siempre<br />
lleva música española, pero hay<br />
un grupo que escucha con especial<br />
cariño, a pesar de no ser nacionales.<br />
“Llevaba casi todo música<br />
española. También llevo los<br />
Modern Talking en honor a mi amigo<br />
Gorri, que se mató hace tiempo<br />
y lo escuchaba. Cuando estoy<br />
escalando y me suena una canción<br />
me acuerdo de él y me motivo<br />
para hacerlo por él”, reflexiona<br />
Pedro, quien se emociona cuando<br />
habla de su amigo.<br />
El montañero levaba un MP4<br />
en el que tenía grabadas<br />
películas y canciones que le<br />
acompañaban y motivaban<br />
“La montaña rusa”.<br />
Seguimos en la Torre Norte. A Pedro<br />
le avisan de que hace bueno<br />
y lo tiene claro. “Rapidito que hay<br />
que seguir”, piensa Cifuentes,<br />
que no quiere desaprovechar ningún<br />
momento de buen tiempo. Así<br />
que apenas ha hecho cumbre sigue<br />
su camino, encarando la bajada<br />
hacia la Torre Central, dispuesto<br />
a avanzar los metros que sean<br />
posibles. “Empecé a bajar y esa<br />
vía, la Moncino tiene como 400<br />
metros. La bajé súper rápido. No<br />
sé si es que me fue muy bien o<br />
que ya conocía por donde tenía<br />
que bajar”.<br />
Pero un gran viaje también conlleva<br />
grandes sorpresas. Al llegar<br />
al collado entre la Torre Norte y<br />
la Torre Central, Pedro empezó a<br />
oír voces. No se estaba volviendo<br />
loco ni se imaginaba cosas raras,<br />
sino que mientras se encontraba<br />
montando la hamaca para descansar,<br />
aparecieron cuatro rusos<br />
bebiendo vodka. La situación fue<br />
cuanto menos curiosa. Una expedición<br />
de cuatro rusos que iban a<br />
escalar que se encuentran a un<br />
hombre que aparece entre las rocas,<br />
cargado con el equipo y con<br />
una barba de varios días. “Cuando<br />
me vieron aparecer con los dos<br />
petates me miraban y cuando les<br />
explique en inglés lo que estaban<br />
haciendo gritaron ‘¿Qué?’, y cuando<br />
vieron que no llevaba compañero<br />
dijeron ‘¿Cómo?”. Los rusos<br />
empezaron a hacerle fotos<br />
mientras lo miraban como a un<br />
ser superior o incluso un extraterrestre.<br />
Los rusos siguieron su camino<br />
y nuestro alpinista el suyo y ahora<br />
tocaba hacer frente a uno de los<br />
sitios más peligrosos. Entre la Torre<br />
Norte y la Central hay una zona<br />
muy técnica y difícil. El primer lar-<br />
go que hay desde la Torre Central<br />
es de los más complicados y que<br />
requieren de más destreza y Pedro<br />
iba con mucho respeto hacia<br />
las torres. “Subí un largo sin cuerda<br />
ni nada y vi una repisita para<br />
poner la hamaca. Monté el campamento<br />
justo antes de ese largo<br />
complicado para pensar bien<br />
cómo hacerlo, me daba un poco<br />
de miedo”.<br />
Pedro requería de toda la concentración,<br />
pero los rusos seguían<br />
rondando por los alrededores<br />
y no contribuían demasiado a<br />
la causa. Eran las 5 de la tarde y<br />
estaban montando un escándalo<br />
que no permitía descansar. Era o<br />
la montaña o la desconcentración<br />
fruto del alboroto por lo que Pedro<br />
decidió ir para arriba y lanzarse a<br />
escalar de nuevo. “Iba escalando<br />
y ni me acordaba de poner protecciones<br />
por la emoción. En dos horas<br />
hice cuatro largos que era lo<br />
que hacía en un día entero y encima<br />
de los más difíciles de la ruta.<br />
Todo iba muy bien y fue en ese<br />
momento cuando pensé que éste<br />
era mi año”.<br />
Esa noche fue de las mejores<br />
de la expedición. Había completado<br />
ya una gran parte del recorrido<br />
y además se estaban dando las<br />
circunstancias idóneas para lograrlo.<br />
Era el momento de soñar<br />
despierto. “Esa noche no pude<br />
dormir en toda la noche con ganas<br />
de que llegara el día siguiente.<br />
Además los rusos no paraban<br />
pared de la<br />
Torre Norte<br />
es el único<br />
refugio que<br />
Pedro pudo<br />
organizar<br />
ante un<br />
inesperado<br />
temporal de<br />
frío y nieve<br />
sin tiempo<br />
para montar<br />
la hamaca.<br />
la Torre Norte,<br />
después de cinco<br />
días de escalada.<br />
La primera de<br />
las tres cumbres,<br />
a 2.400 m de<br />
altitud, es un<br />
momento de<br />
alegría pero<br />
también de<br />
cautela.
70 71<br />
de tirarme piedras haciéndome<br />
avalanchas”. Los amigos rusos,<br />
que tenían un papel meramente<br />
presencial en esta historia, finalmente<br />
se hicieron notar.<br />
“Subidones”.<br />
No todos los encuentros fueron<br />
desafortunados. A la mañana siguiente,<br />
cuando Pedro se levantó<br />
no pudo dar crédito a lo que veía.<br />
Escalando a tan solo unos metros<br />
de su posición, estaban dos amigos<br />
suyos de Santiago de Chile.<br />
Los dos escaladores son familia,<br />
tío y sobrino, y en el mundillo de la<br />
escalada se les conoce como los<br />
Señoret. Como curiosidad, el tío<br />
es el más joven y el sobrino más<br />
mayor. Tras el, encuentro siguió<br />
escalando a un buen ritmo. Llegó<br />
al largo 11 en uno de sus días menos<br />
duros con una grata sorpresa<br />
que le aportó fuerza mental. Al día<br />
siguiente volvió a encontrarse de<br />
pasada con los Señoret pero ya<br />
no volvió a encontrárselos.<br />
Estaba a mitad de la Torre Central<br />
y necesitaba descansar, pero<br />
no fue fácil encontrar una ubicación<br />
buena para hacerlo. Primero<br />
vio un vivac a mitad de la torre<br />
pero no convenció mucho: “Hacía<br />
mucho aire por lo que poner<br />
la tienda ahí era una locura. Tenía<br />
que buscar otro sitio, así que<br />
dejé el material ahí y me puse a<br />
buscarlo”. Se puso a escalar sin<br />
cuerda hasta hacer dos largos y<br />
encontrarse una repisa con una<br />
especie de techado rocoso.<br />
Llegar a la cumbre de la Torre<br />
Central fue muy costoso. Pedro<br />
venía de conseguir varios largos<br />
en muy poco tiempo, pero las travesías<br />
desde la mitad de la torre<br />
hasta la cumbre fueron más difíciles<br />
y largas de lo esperado. “Para<br />
Durante la travesía, Pedro<br />
se fue encontrando con<br />
otros montañeros. Algunos<br />
ayudaron; otros, no tanto<br />
llegar a la cumbre eran dos travesías.<br />
Me llevó hacerlas un día<br />
entero cuando yo pensaba tardar<br />
solo unas horas.<br />
La segunda Torre se hacía esperar,<br />
y las fuerzas físicas iban<br />
menguando por el esfuerzo. Coronó<br />
la Torre Central el día 24. El<br />
objetivo estaba cerca y la expedición<br />
iba por buen camino, segunda<br />
torre conquistada. Pero pronto<br />
Patagonia se haría notar y mandaría<br />
una nueva prueba a nuestro<br />
alpinista.<br />
“Un revés patagónico”.<br />
Estaba a tan solo una cumbre de<br />
coronar su sueño, pero lo que<br />
hasta la fecha eran casi facilidades<br />
iba a complicarse. Quizás La<br />
Patagonia y sus Torres del Paine<br />
eran conscientes de lo que Pedro<br />
estaba intentando y se rebeló.<br />
Cuando llegó a la cima de la Torre<br />
Central, Pedro llamó emocionado<br />
a Ivo Kusanovich, para contarle<br />
dónde estaba y cómo venía<br />
el tiempo, pero pronto su felicidad<br />
se vería truncada. “Llegué a la<br />
cumbre de la Torre Central, llamé<br />
a Ivo de la emoción y me dijo ‘date<br />
vidita’, tienes medio día para bajar<br />
que vienen días malos. Baja<br />
y búscate un buen refugio”. Más<br />
claro imposible, no había tiempo<br />
para descansar ni celebrar la cumbre.<br />
“Ivo me dice ‘yo soy de aquí,<br />
conozco el tiempo, y te digo que<br />
debes bajar”, recalca Pedro, que<br />
sabe que debe encontrar un buen<br />
lugar para abordar lo que, en principio,<br />
serían dos o tres días de un<br />
tiempo patagónico.<br />
Sabe que su aventura se enmarcaba<br />
en un sitio especial. Y<br />
también era consciente que el<br />
tiempo podía echar al traste su<br />
desafío, porque en sus dos intentos<br />
anteriores fue esa la causa de<br />
no poder completarla. “En un día<br />
en Patagonia son las cuatro estaciones<br />
del año. Te hace sol, al<br />
rato está lloviendo, bajan las temperaturas,<br />
se pone a nevar y luego<br />
se levanta un viento de 100km/<br />
h”, avisa el alpinista conquense.<br />
Hasta la fecha, no había tenido<br />
TORRE CENTRAL.<br />
Escalando la Torre<br />
Central y con el<br />
Valle del Silencio a<br />
la espalda, el Cerro<br />
Catedral y el Fortaleza<br />
nos muestran esta<br />
maravilla geológica<br />
con una base<br />
granítica coronada<br />
por otra basáltica.<br />
Para los escaladores:<br />
roca buena, roca<br />
mala.
72 73<br />
TORMENTA. El<br />
ENCERRADO. En estos<br />
grandes problemas con la meteorología,<br />
pero solo era cuestión de<br />
días. “Bajé la central y me tuve<br />
que buscar un sitio para establecer<br />
campamento. Yo me bajo, ya<br />
tengo dos torres hechas, llevaba<br />
12 días que no son tanto así que<br />
no pasaba nada por descansar”.<br />
momento climático<br />
más extremo de la<br />
travesía. A pesar<br />
de estar en verano,<br />
la temperatura ha<br />
descendido hasta<br />
los –25ºC y la vida<br />
fuera de la hamaca<br />
es prácticamente<br />
momentos es cuando<br />
realmente Pedro se<br />
plantea seriamente<br />
el abandonar, ya que<br />
la comida empezó a<br />
escasear, el temporal no<br />
amainaba y el equipo<br />
ha sufrido mucho<br />
después de tantos días<br />
“Un invitado no deseado”.<br />
“Bajé al collado de la Central y<br />
de la Sur. Ahí hay un nevero que<br />
se va fundiendo y cae un hilito de<br />
agua. Hay una placa de piedra y<br />
ahí pongo la hamaca. Cuando vengan<br />
las inclemencias del agua y<br />
el viento a mí no me afecta tanto.<br />
Por un lado el sitio era bueno<br />
porque tenía agua, pero por otro<br />
todo el equipo se estaba mojando.<br />
Cada media hora me despertaba<br />
y secaba el saco”.<br />
Un problema grande, pero necesario.<br />
Al fin y al cabo, debía<br />
aguantar en aquel sitio un par de<br />
días y el tercero ya se vería. Pero<br />
no sería así... Quizás las Torres<br />
del Paine habían permitido llegar<br />
con facilidad a Pedro hasta ahí,<br />
pero no iba a dejar conquistarse<br />
tan fácil. “Muchas veces las<br />
condiciones de Patagonia no te<br />
dan pie a nada. Si el tiempo no<br />
te deja, olvídate porque te vas a<br />
morir”, cuenta con crudeza Pedro<br />
Cifuentes.<br />
Sin locuras, se encierra en su<br />
tienda y espera que el tiempo le<br />
dé un respiro. Pero no parecía estar<br />
por la labor. Lluvias, frío y, lo<br />
más peligroso, el viento, afloraban<br />
a su alrededor. “Cuando hay<br />
mucho viento encima hay unos<br />
desprendimientos que lo flipas”<br />
recuerda.<br />
Hasta la llegada del mal tiempo<br />
la aventura iba perfecta. “Todo iba<br />
cuadriculado hasta ahí. Dos días<br />
Durante los ocho días que<br />
pasó encerrado, estuvo a<br />
punto de rendirse. El clima se<br />
convirtió en el peor enemigo<br />
imposible.<br />
Arriesgarse a salir<br />
puede ocasionar<br />
congelaciones graves.<br />
buenos de escalada, un día malo<br />
de descanso. Pero a partir de aquí<br />
el tiempo se notó mucho”. Lo que<br />
iban a ser dos días se convirtieron<br />
en unos cuantos más. “Yo no<br />
imaginaba que los días que estuve<br />
encerrado fueran a ser tan<br />
malos. Estamos en pleno verano<br />
y las temperaturas y los vientos<br />
son increíbles”.<br />
Solo en su soledad<br />
Al final, fueron ocho los días que<br />
nuestro alpinista tendría que estar<br />
recluido y aislado en una tienda<br />
de 80 centímetros de ancho<br />
por 2 metros de largo.<br />
El tiempo le atacaba de una<br />
manera feroz, ya fuera en forma<br />
sólida, líquida o gaseosa: “Tuve<br />
que ponerme debajo de un techito<br />
para evitar los desprendimientos,<br />
el hilo de agua del que bebía<br />
se convirtió en una cascada de la<br />
que caía todo el rato agua a la hamaca<br />
y el viento es mortal”.<br />
Los primeros días de mal tiempo,<br />
Pedro tenía claro que debía<br />
salir de la tienda para tomar el<br />
aire, estirar las piernas y mover<br />
cuerpo y mente, pero cuando vino<br />
el auténtico frío patagónico todo<br />
cambió: “Cuando vino el frío el<br />
agua se congeló, las cremalleras<br />
también se congelaron y no podía<br />
salir fuera”. Ahora no podía salir<br />
de su estancia, una prisión claustrofóbica<br />
en la que por si fuera<br />
poco las temperaturas y el viento<br />
no ayudaban a que fuera más<br />
agradable: “Cuando venía un poco<br />
de aire es como si nevara dentro<br />
de la tienda. Se mojaba el equipo,<br />
por la noche no podía casi dormir<br />
y cada media hora tenía que despertarme<br />
a secar el equipo y comprobar<br />
que todo estuviera bien”.<br />
Pero dicha vigilancia tenía que<br />
ser compaginada con la lucha contra<br />
la bajas temperaturas: “Un día<br />
normal un hombre puede gastar<br />
entre 2.000 ó 3.000 calorías,<br />
pero cuando más gastas es cuando<br />
estás intentando mantener el<br />
cuerpo caliente. Si estás tiritando<br />
gastas entre 18.000 o 20.000”,<br />
dice Pedro.<br />
Por lo tanto, era vital mantener<br />
la temperatura y alimentarse:<br />
“Por el día intentaba siempre estar<br />
dentro del saco, mantener el<br />
calor corporal y comer más. Los<br />
víveres iban escaseando y yo tenía<br />
que calcular y racionar la comida”.<br />
“Estar metido en una tienda<br />
ocho días con el viento soplando<br />
es mortal. No puedes dormir, no<br />
puedes pensar, no puedes hacer<br />
nada. El viento te vuelve loco”.<br />
Había días que eran incontables<br />
las rocas que caían en los desprendimientos<br />
provocados por el<br />
viento y que incluso podía ver las<br />
chispas que saltaban cuando impactaban.<br />
Por si fuera poco cuando tenía<br />
una oportunidad de salir las piernas<br />
no le respondían al no estar<br />
acostumbradas a andar. “Esos<br />
días estaba pensando abando-<br />
de mal tiempo. Contaba<br />
los días que llevaba<br />
en la pared y eran<br />
demasiados, pero...
74 75<br />
nar”, dice, “Cuando van pasando<br />
los días la mente ya no quiere estar<br />
allí. ¿Qué hago yo aquí? Comida<br />
mala, agua mala y menos mal<br />
que llevaba la botellita de plástico<br />
para poder orinar porque si no<br />
habría perdido calor y calorías y lo<br />
habría pasado más que mal”.<br />
Su forma práctica para distraer<br />
la mente fue un simple cuaderno,<br />
un pequeño bloc de notas que lamentablemente<br />
no pudo sobrevivir<br />
a la expedición: “Yo escribía en<br />
mi cuadernito, lo que yo pensaba,<br />
sentía, planes de futuro... y luego<br />
se perdió y fue muy doloroso. Ahí<br />
se iba toda la parte sentimental<br />
de la expedición”.<br />
La expedición no termina<br />
hasta que llegas abajo.<br />
Tras ocho días de reclusión el cielo<br />
se abrió dejando de nuevo vía libre<br />
para la expedición. Al principio<br />
el tiempo mejoró con timidez, permitiendo<br />
a Pedro ir moviéndose y<br />
preparándose para el ascenso de<br />
la última torre.<br />
Antes de nada, se puso a fijar<br />
cuerdas para adelantar terreno<br />
y empezó a abordar la Torre<br />
Sur. Esta torre es la más lejana,<br />
pero también la más alta. Pedro la<br />
compara y dice “Es como un edificio<br />
de 400 plantas”. La primera<br />
parte de la torre es muy complicada,<br />
pero con el trabajo fijando<br />
cuerdas, ahorró mucho tiempo y<br />
esfuerzo. “Empecé a izar el petate<br />
y cuando vino el sol yo ya estaba<br />
tres largos por encima”. Todo ahorro<br />
de energía era vital a estas alturas<br />
y Pedro hacía todo lo posible<br />
para no agotarse demasiado: “A<br />
la hora de izar el petate las fuerzas<br />
iban muy justas. A veces ya<br />
me colgaba a contra peso con una<br />
polea para ahorrar fuerzas”.<br />
La Torre Sur es “como un<br />
edificio de 400 plantas”,<br />
pero Pedro hizo cumbre con<br />
relativa facilidad<br />
Ya solo le quedaban otros tres<br />
largos, un slap y la parte final de<br />
escalada a la cumbre para haber<br />
conquistado las tres. No fue una<br />
escalada demasiado dura excepto<br />
por la escasez de fuerzas fruto<br />
del desgaste, pero Cifuentes pudo<br />
llegar a la cumbre con relativa facilidad.<br />
Aún así iba con extremo<br />
cuidado ya que una caída a esas<br />
alturas significaba la muerte. Lo<br />
que no sabía es que pronto la<br />
muerte se le acercaría sigilosamente<br />
y le rozaría bajando de la<br />
Torre Sur.<br />
Pero antes de las penas llegó<br />
la gloria. Pedro estaba haciendo<br />
cumbre en la tercera torre, sentado<br />
en la cima oteando al mundo y<br />
sonriéndose por verse más cerca<br />
de su destino. “Cuando llegué a la<br />
cumbre fue la bomba. Ahí pienso<br />
que ya está hecho, pero hay una<br />
frase de un escalador que dice<br />
que una expedición no se termina<br />
hasta que llegas abajo y ahí se<br />
confirmó”.<br />
Pendulando con la<br />
muerte.<br />
Desde la cumbre, Pedro tenía<br />
que bajar hasta un glaciar en busca<br />
de la vía Hoth que sería por la<br />
que bajaría. Pedro pensaba que<br />
el nombre de la vía era ‘Hot’ que<br />
en inglés es calor, pero se llamaba<br />
Hoth en honor a un planeta de<br />
la saga de películas ‘La Guerra de<br />
las Galaxias’ que era un planeta<br />
helado. El descenso no sería ni<br />
mucho menos cómodo.<br />
Cuando llegó al glaciar y se<br />
puso a buscar la vía, se dio cuenta<br />
de que se había desprendido<br />
gran parte de la roca y que había<br />
desaparecido toda la vía abierta:<br />
“Donde yo creía que había anclajes<br />
para bajar no había nada y no<br />
podía bajar como de las demás<br />
torres”. Se encontraba ante su<br />
momento más delicado de la expedición;<br />
no había vía, no había<br />
comida, se preveía la vuelta del<br />
mal tiempo y la fusión de esos<br />
factores con la necesidad de bajar<br />
atraía a la muerte con el perfume<br />
del riesgo. “Cuando empe-<br />
TORRE SUR. Van pasando los días.<br />
Metro a metro, Pedro se dirige hacia<br />
lo más alto de la última cumbre,<br />
por ese inmenso mar de granito y<br />
fisuras por las que pocas personas se<br />
atreverían a subir.
76 77<br />
cé a buscar la vía y no la encontré<br />
me entró miedo. Me quedé colgado<br />
en el aire sin poder subir para<br />
arriba ni pendular con el petate<br />
colgado, así que tuve que cortar<br />
el petate y tirarlo para abajo”.<br />
Cuando cortó el petate, Pedro<br />
vio salir unos papeles de él<br />
y al momento supo que era el<br />
cuaderno en el que escribía sus<br />
sentimientos y emociones y que<br />
junto con su petate se hundía en<br />
el abismo. El Cifuentes físico estaba<br />
colgado de la torre, pero sus<br />
sentimientos durante su estancia<br />
en la montaña se habían perdido<br />
para siempre.<br />
Pero ahora lo único importante<br />
era salvar la vida y se encontraba<br />
colgado de la torre sin poder bajar<br />
por un procedimiento seguro.<br />
Una vez cortó el petate tuvo que<br />
subir para arriba a pulso y empezar<br />
a pendular: “Tenía que ir jugándome<br />
el tipo todo el rato. Cuando<br />
veía una alhaja que se separaba<br />
un poquito de la pared ponía un<br />
cordino, lo ataba dejaba un mosquetón<br />
y ahí me colgaba”.<br />
Incluso ese procedimiento dio<br />
problemas cuando empezó a no<br />
ser seguro por las piedras que se<br />
movían y desprendían: “Empecé a<br />
andar por la pared, encontré una<br />
alhaja y me quede enganchado,<br />
pero noté que me mareaba y era<br />
la piedra que se estaba moviendo.<br />
Luego esa piedra se cayó”.<br />
Parecía que la montaña se volvía<br />
contra él, como si no quisiera<br />
ser conquistada y se defendía con<br />
todo. Las piedras caían por doquier<br />
y pasaban a Pedro muy cerca<br />
o incluso le golpeaban: “Me dio<br />
una piedra en la mano que creía<br />
que me la había partido y otra en<br />
el casco que me lo torció. Tuve<br />
Durante el último descenso,<br />
vivió los momentos más<br />
peligrosos de toda la aventura;<br />
esquivó la muerte de milagro<br />
que seguir bajando, pero si había<br />
más desprendimientos no saldría<br />
con vida”.<br />
Pedro Cifuentes se había hecho<br />
a la idea de morir ahí. Cambió<br />
su táctica hasta partir de la premisa<br />
de que ya estaba muerto y<br />
que si conseguía bajar sería como<br />
resucitar. Tomó riesgos que en circunstancias<br />
normales no hubiera<br />
llevado a cabo: “Había veces que<br />
se me enganchaba la cuerda, me<br />
desencordaba y subía a por ella<br />
sin cuerda y sin nada. Tenía que<br />
salir de ahí como fuera”.<br />
A base de pendular e ir agarrándose<br />
a las rocas consiguió<br />
bajar y llegar al suelo. Había realizado<br />
un descenso peligroso, quizá<br />
uno de los actos más arriesgados<br />
de su vida y había esquivado<br />
a una muerte que le miraba rabiosa<br />
desde la cima de la Torre Sur.<br />
Pero una vez llegado al suelo no<br />
todo había acabado. Ahora se encontraba<br />
en un glaciar plagado de<br />
rocas procedentes de los desprendimientos<br />
y sin una salida clara.<br />
A pesar de que ahí ya había conseguido<br />
su hazaña tan esperada,<br />
Pedro Cifuentes no se dio cuenta<br />
de ella ni se alegró hasta pasado<br />
un tiempo: “Empecé a sentirme<br />
un poco bien cuando salí de todo<br />
porque nada más bajar llegue al<br />
glaciar y no veía la salida. Cuando<br />
bajé no fue una gran alegría, era<br />
más un ‘ya he acabado’. La alegría<br />
llegó más tarde”.<br />
Cuando consiguió salir de ese<br />
laberinto de rocas y nieve, Pedro<br />
se encontró con su amigo ‘El<br />
Trompa’ que le estaba esperando<br />
al otro lado. ‘El Trompa’ le llevó<br />
una cerveza que le supo a gloria.<br />
Un proyecto acabado.<br />
Pedro Cifuentes había perdido<br />
varias batallas contra la Patagonia<br />
y las Torres del Paine, pero lo<br />
importante fue ganar la guerra. El<br />
alpinista tiene en su ‘tablón de la<br />
motivación’ una frase de Carlos<br />
Castaneda que resume la ley del<br />
guerrero, la ley de Pedro Cifuentes:<br />
“Un guerrero no puede quejarse<br />
ni lamentarse por nada, su<br />
vida es un interminable desafío y<br />
los desafíos no pueden ser buenos<br />
o malos, los desafíos son<br />
simplemente desafíos”.<br />
La vida de Pedro también es un<br />
interminable desafío, un continuo<br />
pulso con la montaña en el que<br />
no cabe lamentarse, ni calificarlo<br />
de bueno o malo o rendirse, sino<br />
que hay que marcarse ese desafío,<br />
visualizarlo, abordarlo y conseguirlo.<br />
Pedro Cifuentes desafió a<br />
Patagonia y venció.<br />
Si Pedro soñó con conseguirlo,<br />
¿porque no hacerlo nosotros esperando<br />
que gane el Piolet d’Or?<br />
Se lo merece.<br />
EN LA CIMA.<br />
Cumbre de<br />
la Torre Sur<br />
(2.650 m). Por<br />
fin llega a la<br />
cumbre de<br />
la tercera y<br />
última Torre<br />
del Paine,<br />
seguramente<br />
fue el<br />
momento de<br />
más felicidad<br />
de toda su<br />
expedición.<br />
Pero una vez<br />
un alpinista<br />
dijo: la<br />
escalada<br />
no termina<br />
cuando se<br />
llega a la<br />
cumbre,<br />
sino cuando<br />
se está de<br />
regreso en el<br />
campamento.<br />
BAJADA. Por fin<br />
después de 29<br />
días colgado en la<br />
pared en solitario,<br />
tras haber perdido<br />
9,5 kilos de peso, y<br />
conseguir escalar<br />
las tres torres<br />
tan anheladas y<br />
perseguidas, llego<br />
a la base de la<br />
pared , su sueño<br />
se había echo<br />
realidad.