es-david-icke-soy-yo-soy-libre-guia-para-la-libertad-david-icke-excelente-para-el-juego-interno

autoestima, de amor y de respeto por ellas mismas, y esa había sido claramente su realidad mucho antes de que
empezaran a atraer parejas violentas. A algún nivel profundo ellas se sienten tan inútiles e inadecuadas que ellas
merecen ser castigadas. Cuando esa vibración es transmitida atraerá ese sentido de la realidad en forma de un campo
de energía (hombre) que desea castigar a otro. El sentido de la realidad es por lo tanto cumplido físicamente y hasta
que el sentido de identidad propia de la mujer cambie seguirá atrayendo pareja tras de pareja que la tratará en la
manera que creará la realidad, la imaginación, que ella tiene de sí misma. El hombre violento es otra expresión de la
falta de autoestima y el amor propio que ha crecido como un cáncer en la mente colectiva humana. Las personas
violentas son aquellos que se odian y en lugar de mirar dentro para encontrar la causa de esa aversión por sí mismas,
se las agarran con otra persona. Su víctima es un espejo conveniente. De hecho, si todos tuviéramos espejos grandes
alrededor de nuestros cuellos el mundo cambiaría en una hora porque todos nos veríamos como las otras personas
nos ven. Es fascinante ver cómo la manera en que nosotros reaccionamos a otros es meramente una expresión de lo
que nosotros pensamos de nosotros y las personas violentas son un ejemplo perfecto de esto. Cuando recuerdo mi
propia vida veo cómo mi sentido de identidad propia en ciertos momentos atrajo una réplica física exacta. Cuando
era niño estaba aterrorizado de los perros y dondequiera que yo iba era perseguido y acosado por ellos. Esto nunca
les pasó a mis amigos que no les tenían miedo. Pensaba que yo sólo era desgraciado. No lo era. Lo estaba creando
atrayendo hacia mí lo que yo temía. Tenemos que hacer esto para superar nuestros miedos, de otro modo nuestro
potencial está seriamente limitado y, en el área relacionada con el miedo, nuestra evolución llega a una parada.
Recuerdo también, que cuando empecé a quererme y respetarme a mí mismo por lo que soy, empecé a atraer cada
vez más alrededor de mí a las personas que me quieren y respetan por lo que soy y no por lo que les gustaría que yo
fuera. ¿A usted no le gustan sus amigos?. Cámbiese a usted mismo y sus amigos ya sea cambiarán en su actitud
hacia usted o bien se irán de su vida y otros aparecerán para reflejar su nuevo sentido de usted. Todo lo que ocurre
en su vida usted lo está creando. Tantas personas me han dicho historias de cómo han entrado en una librería y un
libro se ha caído del estante a sus pies "milagrosamente". No es un milagro. Lo han hecho ellos mismos. Su
subconsciente se ha conectado magnéticamente con el campo de energía magnético del libro y lo ha tirado fuera del
estante. El subconsciente considera útil al libro para el nuevo despertar de su nivel consciente y por tanto deja caer
la sugerencia en una manera física. Lo que sea que necesitamos, lo atraemos hacia nosotros.
Nosotros también creamos la realidad que llamamos enfermedad. Cada dolencia, ya sea menor o con peligro de
muerte, nos la provocamos nosotros. Nosotros o bien decidimos antes de la encarnación experimentarla en el viaje
hacia una mayor comprensión o bien la basura emocional de nuestra cloaca subconsciente de las vidas pasadas y la
vida presente se manifiesta físicamente como una enfermedad (des-alivio). La naturaleza de la enfermedad física
está relacionada con el estado mental y emocional que está creando la enfermedad. El cuerpo es un barómetro
constante de nuestras emociones. Puedo recomendar un libro excelente sobre este tema llamado Usted Puede Curar
Su Vida (You Can Heal Your Life) por Louise Hay (Hay House Inc, USA, y Eden Grove Publications, Londres).
Guardamos en nuestros cuerpos las emociones con las que no queremos enfrentarnos. Recuerdo en las décadas de
1970 y 1980 siempre que estaba nervioso (la mayor parte del tiempo) sentía un dolor en mi espalda
aproximadamente a la mitad inferior de mi pulmón izquierdo. En 1995 cuando estaba pasando por una depresión
emocional estaba recibiendo un masaje de aromaterapia dado por una amiga íntima mía. Cuando ella pasó sus
manos por ese sitio, sentí el dolor otra vez. Dijo que empujaría esa emoción afuera del cuerpo simbólicamente y yo
podría arreglármelas con ella. Cuando lo hizo, muy dolorosamente, empecé a llorar. Yo no tenía ninguna idea de
por qué estaba llorando y todavía no la tengo. Pero después sentí dos piedras más livianas emocionalmente. Algo, lo
que sea que fuera, había sido liberado. Llorar es en realidad bueno para nosotros, suelta las emociones contenidas y
suprimidas. ¡He llorado más en el último año de lo que lo he hecho en los 35 previos!. Pero nos dicen que "los
muchachos grandes no lloran" y por tanto los muchachos grandes mueren de ataques cardíacos que resultan de la
tensión de las energías no liberadas dentro de ellos. Nadie tiene una desgraciada enfermedad y eso me incluye con
mi artritis a una edad temprana. La creamos y por tanto podemos des-crearla (deshacerla). Nuestros cuerpos son una
expresión de nuestras mentes, emociones, y espíritu. Usted puede ver esto claramente cuando usted observa a las
personas que, a veces con muy poca preparación, caminan descalzas por brasas calientes sin dolor o incluso
malestar. Sus mentes les han dicho a sus cuerpos que no se quemarán ni sentirán dolor y sus cuerpos hacen como les
dicen. El mismo principio es también evidente cuando un niño se cae, pero se recupera milagrosamente cuando
mamá o papá lo han "besado para que se cure". El niño piensa que es posible curarse con un beso y por tanto el
dolor se va. Su mente está al mando de su cuerpo en todo momento.
Es importante, sin embargo, apreciar que todos nosotros creamos nuestra propia realidad. He observado a las
personas que aceptan el principio, pero luego tratan de negarlo cuando les pasa algo que no les gusta. En lugar de
mirar positivamente lo que se supone que deben aprender de esa situación, buscan a alguien a quien culpar. Es lo
mismo cuando las personas siguen a su intuición y "van con el flujo", pero luego condenan a otros por seguir la
suya. Usted no puede tener ambas maneras aquí. No hay una ley para uno y otra para el resto de la humanidad. Hay
una ley para todos nosotros: creamos nuestra propia realidad y nuestra experiencia física. Mire todos los eventos en
su vida, aquellos que le gustan y aquellos no, y usted verá, si usted es sincero con usted mismo, que usted los ha
creado por lo que usted piensa de usted. No hay nadie para culpar o pasarle la responsabilidad de lo que ocurre en su
vida. Usted es responsable. Usted está en control y usted puede cambiar lo que sea que usted desee cambiando su
imaginación de usted mismo. Yo me encontré con una frase que captaba este concepto brillantemente:
Si usted siempre hace lo que usted ha siempre hecho, usted siempre conseguirá lo que usted siempre consiguió.
La palabra "karma" es, para mí, otra manera de decir que creamos nuestra propia realidad. Muchos interpretan
que karma quiere decir que lo que hacemos a otros será hecho a nosotros. Siento que hay más que eso en esa
palabra. Si actuamos negativamente hacia alguien, esa acción refleja nuestro estado de ser en ese momento y esto
será transmitido como un patrón vibratorio. Si no aprendemos de ver los efectos de nuestra acción, seguiremos
transmitiendo ese mismo estado de ser. Esto nos atraerá una vibración semejante, alguien que nos hará lo que le
hemos hecho a otro: un reflejo de nuestro propio sentido de identidad propia que también puede ser descrito como
nuestro karma 4 . Si, sin embargo, aprendemos al ver los efectos de nuestras acciones, nuestro sentido de identidad
4 N. del T: como cuando una persona se rige por la ley de la selva, o del más fuerte, y se aprovecha de los que considera más débiles
maltratándolos y abusando de ellos en vez de protegerlos y ayudarlos, y luego, debido a eso, termina en prisión, entre carceleros y presos que
también se rigen por la ley de la selva, o del más fuerte, y los maltratan y abusan de ellos. Abusar de los débiles y someterse a los fuertes
demuestra una cobardía extrema. El pez grande come al chico, y el Estado es el más grande de todos, pero tampoco está exento.
37