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Capítulo 6
Libere al genio
Imagine una botella de vino parada sobre una luz. Dentro hay una polilla. La cima de la botella está abierta y la
polilla puede escapar en cualquier momento. Pero la polilla no se escapa. No puede ver la apertura en la cima
porque se queda en el fondo, fascinada por la luz. Así que al final se muere, todavía ignorante de que la puerta
estuvo abierta al infinito todo el tiempo.
Por polilla, lea raza humana.
Nuestra "luz", la hipnosis que nos mantiene en el fondo de una botella abierta, es la invasión de la psiquis por
mensajes tipo mantra de hagas y no hagas, quieros y no quieros, debos y no debos, puedos y no puedos. También
incluye a todos aquellos que aceptan y alimentan la mentalidad de víctima y los "científicos" que no sólo nos dicen
que la botella está firmemente cerrada, sino también que no hay ningún lugar afuera para escaparse incluso si
pudiéramos. La botella es todo lo que existe. Estos mensajes incrementan constantemente la energía que alimenta a
la luz y quita el poder a las personas. Somos el genio en la botella y es el tiempo de escaparse. El corcho nunca
estuvo ahí, sólo fuimos engañamos para creer que lo estaba.
Figura 4: el vórtice (o remolino) de la botella
El simbolismo de la botella es muy apropiado porque existimos, en este nivel de nosotros mismos, de todos
modos, en un vórtice de energía con forma no diferente de una botella (Figura 4 - vea pág. 42). Esta espiral de
energía pluridimensional es como una pantalla de cine sobre la cuál se realiza el juego, el paseo, que llamamos la
vida física. Usted podría imaginar este vórtice de experiencia como una pirámide con un círculo en su pico (Figura
5 - vea pág. 43). Usted puede ver en un cine cómo la proyección de la imagen es como una pirámide. Cuando deja
el proyector la imagen es muy pequeña, pero para cuando alcanza la pantalla, se ha extendido masivamente. Mire un
reflector en un teatro y usted verá el mismo principio. El rayo de luz se ensancha más cuanto más lejos viaja. El
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