Satisfacción Personal (diciembre 2014)

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ESTAMOS DE
ESTRENO
Editorial
Ya estamos en fiestas de diciembre, se
termina el año, llega la Navidad… Qué
mejor momento para lanzar nuestro
primer número de esta revista
mensual, Satisfacción personal, que no
pretende otra cosa que servir como
espacio de divulgación para todas
aquellas personas a las que pueda
interesar el estado de la problemática
de las adicciones, específicamente en
la ciudad de Medellín.
Así nuestro público abarca un amplio
espectro.
Desde personal de las Instituciones, como profesionales del
ámbito socio-sanitario, o cualquier ciudadano que, por uno u otro
motivo, esté interesado en esta temática.
Trataremos de ser vanguardistas, rigurosos, apolíticos y, poco a
poco, convertirnos en una revista de referencia sobre esta temática
en el entorno de Antioquía.
Nos esforzaremos, mes a mes, por mejorar y adecuarnos a las
necesidades de nuestros lectores. De momento, en la redacción,
estamos de estreno. Y nuestra intención es compartir con ustedes
este momento. ¡Gracias!

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Sumario
ARTÍCULOS
Nomofobia, adicción al móvil (página 4)
Pautas de detección para los padres (página 7)
Medellín sana (página 11)
OPINIÓN
Cannabis: el debate (página 14)
Terapia con adolescentes (página 17)
AGENDA (página 26)

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Nomofobia
La adicción al móvil
Según una investigación
realizada en el Reino Unido,
el 66% de la población
británica padece nomofobia.
Este neologismo se refiere al
miedo a estar sin el teléfono
móvil, y podría ser la enfermedad
del siglo XXI. Dicho pánico
es más frecuente en las mujeres
(70%) que en los hombres
(61%), y suele generarse en
personas con baja autoestima,
problemas con la aceptación del
propio cuerpo, déficit en
habilidades sociales y en
resolución de conflictos. En
nuestro país, estudios realizados
en la Universidad de Granada
sugieren que el 8% de universitarios
padece nomofobia.
realizada en la Universidad de
Valencia, España, con más de
4.000 adolescentes, se ha
detectado que las chicas utilizan
el móvil especialmente como un
instrumento de socialización,
porque se sienten solas, y para
no a burrirse.
DIFERENCIAS ENTRE GÉNEROS
En base a otra investigación

Además les afecta bastante no
recibir llamadas o mensajes. Los
chicos, por su parte, lo utilizan
sobre todo para probar juegos,
aplicaciones y mantener el
contacto. Podemos pensar que
existe adicción al teléfono móvil
si la persona siente ansiedad
cuando no puede utilizarlo; ya
sea por problemas de cobertura
o batería. Cuando su uso
comienza a interferir en las
actividades cotidianas, como
por ejemplo no concentrarse en
una actividad por estar consultando
el móvil constantemente.
Cuando se emplea a la vez que
se mantiene una conversación
con otra persona que sí está
presente. Cuando se modifican
los hábitos de sueño por
chatear hasta altas horas de la
noche. Cuando se prefiere para
resolver problemas afectivos
antes que hacerlo en persona.
Cuando se generan facturas
elevadas. Finalmente, cuando
aparecen síntomas de estrés,
irritabilidad, cansancio, alteraciones
del sueño y alteraciones
emocionales, aunque no se
asocien conscientemente al uso
del teléfono.
¿CÓMO AFECTAN LOS
SISTEMAS DE MENSAJERÍA
INSTANTANEA?
Un caso específico es el empleo
de aplicaciones de mensajería
instantánea gratuita como
WhatsApp, que está cambiando
el mundo de las relaciones
sociales, pero también
provocando muchas crisis de
pareja o tensiones entre
amigos. En este sentido, los
psicólogos empiezan a detectar
rupturas de pareja por
conexiones a deshora que
después no pueden explicarse.
Sin embargo, en ocasiones, la
fase más enfermiza llega
cuando, meses después de la
ruptura, se sigue controlando
obsesivamente a la expareja a
través del WhatsApp, lo que

genera angustia y ansiedad
intensas.
RECOMENDACIONES
Antes de llegar a estos
extremos, podemos aplicar
algunas estrategias preventivas
como: utilizarlo sólo si es
realmente necesario, limitar la
comprobación de notificaciones
preguntándome el tiempo que
ha pasado desde la última
comprobación, practicar actividades
deportivas, sociales,
creativas o culturales fuera de
internet que impliquen una
interacción social directa y,
obviamente, un mayor contacto
con la naturaleza.
(Jorge Martija)

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Pautas de
detección para
los padres
Información
facilitada por la
Asociación Surgir
A la hora de prevenir el
consumo de sustancias
psicoactivas en adolescentes,
la familia resulta un
factor clave. Para ello es muy
importante que los padres
conozcan algunos aspectos
básicos acerca del uso de estas
sustancias, y puedan detectar el
consumo en sus hijos tan rápido
como sea posible.
¿POR QUÉ CONSUMEN
DROGAS LOS ADOLESCENTES?
Esta es, sin lugar a dudas, una
cuestión fundamental. Podemos
encontrar factores causales
en la propia familia, en aquellos
casos en los que existen unas
pautas de crianza inadecuadas,
demasiado rígidas, o excesivamente
laxas, entornos familiares
donde la violencia, los malos
tratos, los conflictos están
presentes. Hogares donde no
existe el afecto, apenas hay
comunicación, o donde los
propios padres consumen
sustancias adictivas.
Otro grupo de causas tiene más
que ver con el propio
adolescente. Así hay jóvenes
que consumen para sentirse
bien, reducir el estrés y relajarse.

Para no sentirse diferentes, o
para parecer mayores.
¿QUÉ DROGAS CONSUMEN
ACTUALMENTE LOS JÓVENES?
También es muy importante
para los padres conocer las
sustancias psicoactivas más
empleadas. Por orden de
frecuencia, en primer lugar está
alcohol, a continuación cigarrillos,
seguidos de marihuana,
poppers, pepas, cocaína, éxtasis
y narguila.
¿CUÁLES SON LAS SEÑALES
QUE PRESENTA UN JOVEN
QUÉ EMPIEZA A CONSUMIR
DROGA?
Por otra parte, las señales más
frecuentes que pueden
hacernos pensar que nuestro
hijo tal vez esté comenzando a
consumir sustancias psicoactivas
son: muestran malestar
general, temblor en las manos,
ejecutan mal las actividades, se
sienten aislados y observados,
necesitan descansos más pro-

longados, presentan alteraciones
orgánicas y psicológicas,
sufren accidentes, cometen
actos ilícitos, se aíslan, se
distraen o muestran poco
interés por sus actividades.
Están ansiosos, agresivos.
Muestran ojos enrojecidos,
nariz congestionada, moretones.
Cambios bruscos en el
estado de ánimo (alegría –
depresión). Lenta reacción ante
los peligros. Piden dinero
constantemente, cambian de
amigos, se alteran sus hábitos
de comida y sueño, tratan de
ocultar sus acciones o
posesiones. Se alejan de la
familia o de sus pasatiempos
favoritos.
Tampoco se trata de dramatizar
o vivir con miedo. La
adolescencia es una etapa de
cambios, donde el chico está
desorientado y se esfuerza con
manejar sus nuevos roles, y
adaptarse lo mejor posible a los
cambios físicos y sociales que
está experimentando. Tal vez
alguno de los síntomas citados,
pueda aparecer sin que
necesariamente nuestro hijo
esté consumiendo drogas. No
obstante, cuando aparecen a la
vez varios de estos síntomas, sí
que podemos dedicar atención
y hablar con él.
LA FAMILIA COMO FACTOR DE
PROTECCIÓN
Los padres y la familia en
general, son un factor de
protección fundamental para

que el joven desarrolle hábitos
saludables en su vida. Para que
esto sea así, es muy importante
la comunicación con él,
permitirle que exprese sus
sentimientos y pensamientos
tranquilamente. Ayudarle a
reflexionar sobre sus hábitos y
actitudes, fomentar
Estilos de vida sanos, no tener
siempre presente el alcohol u
otras drogas en las celebraciones.
Si existiera un problema,
reconocerlo y buscar una
solución. No abandonar o
marginar a un miembro de la
familia porque haya
desarrollado una adicción.
Enseñarle formas diferentes de
hacer las cosas, y no hacer todo
de la misma manera. No lo
compararle con otros en ningún
caso. Preguntarle qué le gusta,
qué no le gusta, cuáles son sus
sueños.
Demostrarle agrado cuando él
sea solidario y respetuoso con
los demás. Permitirle que tome
pequeñas decisiones para que
entienda que todas tienen
consecuencias.
No rechace a su hijo/a cuando
hace preguntas porque así
desarrolla pensamiento crítico,
y enseñarle a que se ponga en
los zapatos de sus compañeros.

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Medellín
sana
Una iniciativa de la Alcaldía de
Medellín en colaboración con la
Unidad de Salud Mental de
Medellín, y otras instituciones.
Su objetivo es contribuir al
bienestar y la mejora de la
calidad de vida de los jóvenes
de Medellín, mediante la
capacitación con énfasis en
salud mental, sexual y
reproductiva; el fortalecimiento
de la participación en salud; la
sistematización de la experiencia
y el monitoreo y evaluación
del programa Medellín sana y
libre de adicciones - Sexualidad
con sentido.

El programa bandera Jóvenes
por la vida se constituye en un
esfuerzo mancomunado de
toda la Administración Municipal
por comprender las
necesidades y las condiciones
juveniles como un hecho que
debe ser abordado de manera
integral. Un enfoque de
derechos y deberes, que
entienda las oportunidades
como medio para potenciar las
habilidades de los y las jóvenes
como actores fundamentales
del desarrollo; donde el talento,
los gustos y las pasiones,
encuentren un espacio en esta
ciudad diversa y respetuosa de
la vida digna.
Jóvenes por la vida tiene
como punto de partida los
hallazgos y resultados del Índice
de Desarrollo Juvenil;
instrumento de medición
pionero en América Latina que
nos permite acercarnos al
conocimiento, la comprensión y
diseñar de manera acertada las
estrategias de atención a las
problemáticas de los jóvenes de
Medellín y fortaleciendo sus
potenciali-dades, de acuerdo a
los resultados arrojados en su
primera publicación, y que
deberá ser medido cada dos
años según su defi nición
técnica. Por esa razón, su énfasis
estará puesto en el liderazgo de
acciones para la transversalización,
integración y articulación,
a partir de un enfoque de
derechos que tenga incidencia
en ámbitos como la familia, la
salud, la participación, la

convivencia, la recreación y el
deporte, la cultura y las
oportunidades juveniles, donde
se privilegie el trabajo por zonas
y corregimientos.
La alianza estratégica entre el
programa bandera Jóvenes por
la vida y otros programas
bandera de la Administración
Municipal como son Buen
Comienzo, Jornada complementaria
y Educación con
calidad para mejores oportunidades,
será determinante en la
medida en que potencia la
formación de ciudadanos que
logran pasar por un ciclo de
acompañamiento formativo
desde los 0 años hasta llegar a
la edad adulta, pasando por
etapas de vital importancia para
su desarrollo juvenil como son
la edad escolar y el ingreso a la
educación superior, donde se
toman decisiones importantes
que tienen repercusión en los
proyectos de vida e incidencia
en la vida pública.
El impacto social estará
determinado por las alianzas
público privadas que se logren
concretar y por la implementación
de programas y
proyectos estratégicos que
serán liderados desde varias
dependencias de la Administración
Municipal: Secretaría de
Gobierno, Secretaría de Salud
Secretaría de Cultura
Ciudadana, el INDER, la
Secretaría de Educación,
Secretaría de Bienestar Social y
Secretaría de Desarrollo Social.

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El debate
De la planta Cannabis sativa se
extrae tanto la marihuana,
como el hachís entre otras
variantes. Se trata de la
sustancia ilegal más consumida
en el planeta, y su uso ha sido
discutido hasta la saciedad en
mil debates. Los defensores de
su legalización hablan de
aplicaciones terapéuticas y
también hay quien piensa que
sus efectos permiten abrir
ciertas partes de la conciencia.
Sin embargo, directores de
prestigiosos centros de
tratamiento de adicciones de
nuestra provincia nos cuentan
que es precisamente entre los
consumidores en rehabilitación
de esta sustancia, donde se
presentan las conductas más
violentas, cambios bruscos de
carácter, incluso, en algunos
casos, alteraciones psicóticas.

El principio activo de esta droga
es el THC, que se encuentra en
diferentes cantidades según la
forma final de la sustancia.
Desde un 5% en la marihuana,
hasta un 60% en el aceite de
hachís.
El THC se acumula en los
tejidos adiposos, por eso
puede durar su presencia en el
cuerpo varias semanas con un
solo consumo.
Sus efectos, a corto plazo,
pueden generar desorientación,
despersonalización, paranoia,
incluso alucinaciones.
A largo plazo, los consumidores
diarios tienen 5 veces más
posibilidades de sufrir
trastornos mentales como
depresión y ansiedad. Además
la mayoría de los estudios están
de acuerdo en que el THC
puede provocar enfermedades
psicóticas, especialmente en
ciertas personas, como se
extrae de un estudio del
Instituto de Psiquiatría del
Colegio del Rey de Londres en
Inglaterra, donde se concluye
que los consumidores de
marihuana con una variante
particular en el gen AKT1 tienen
el doble de probabilidades de
desarrollar un trastorno
psicótico y hasta siete veces
más probabilidades si
consumen
cannabis
diariamente. Apuntemos que la
psicosis se caracteriza
habitualmente por cambios
acusados de la personalidad,
una disminución de las

funciones y un sentido
distorsionado de la realidad.
En conclusión, y añadiendo otra
visión a este largo debate,
podemos decir que quizá esas
sensaciones de apertura de
conciencia estén relacionadas
con las alteraciones que el uso
del THC provoca. Lo cual puede
ser en extremo grave si
pensamos que es la adolescencia
la edad en que
generalmente se inicia su
consumo, y precisamente éste
es un período crítico para el
surgimiento de trastornos
graves como psicosis o
esquizofrenias.
Además, como nos cuentan los
educadores de campañas
preventivas en institutos, la tesis
de muchos consumidores
jóvenes es que la marihuana es
“algo natural”, y que por ello no
puede ser malo. Descuidando
quizá, en esta argumentación,
todos los venenos mortales que
se encuentran en la naturaleza.

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Terapia con
Adolescentes
La psicoterapia con
población adolescente tiene
algunas particularidades,
según los expertos en esta
área, que la hacen digna de
mención.
En primer lugar, tenemos que
tener en cuenta, que un
adolescente es una persona que
está atravesando unos cambios
enormes, tanto a nivel físico e
intelectual como social. Se
enfrentan a un mundo nuevo, al
que por primera vez, acuden
solos. Sin la compañía de sus
padres. En ese novedoso
escenario, las reglas no son las
que regían en su etapa anterior.
Ahora se encuentran ante otros
jóvenes que les retan o se
burlan de su infantilismo, y
cuyas leyes jerárquicas también
son diferentes. Ser “el más
malo” resulta atractivo para
muchos de ellos, porque en este
momento se ansía especialmente
la personalidad definida.
Les provoca una fascinación
especial todo aquel que rompe
las reglas. Además, algunos de
sus nuevos ídolos, -músicos,
actores…-, actúan en contra del
“sistema”, y en muchas ocasiones
consumen sustancias
psicoactivas. El terreno de lo

prohibido se despliega de
pronto ante ellos.
El sexo opuesto, y los primeros
instintos de tracción hacia él,
determinan también pautas de
acercamiento muchas veces
torpes, que tratan de aliviar una
enorme tensión interna. Las
demandas de este nuevo
entorno social son tantas, que
pueden resultarles incompatibles
con sus obligaciones: asistir
al curso lectivo o realizar las
tareas escolares. Y el
adolescente se debate entre las
exigencias de su mundo
antiguo, donde se encuentra su
familia, y las de su mundo
nuevo, donde se encuentran sus
amigos y las primeras relaciones
de pareja.

Por todo ello, el conflicto es
enorme. Se generan discusiones
entre la familia y el joven, lo que
lleva a cada “bando” a radicalizarse
en su postura. Y esto
no hace sino aumentar la
tensión. El consumo de drogas
en este momento es una
alternativa a la que el
adolescente podría llegar a
recurrir para rebajar su
ansiedad.
El trabajo del terapeuta, en este
caso, suele pasar por acercar
ambas posturas. Comenzar a
escuchar al adolescente sin
juzgarle, ayudar a que los
padres le escuchen también.
El trabajo terapéutico suele
comenzar cuando el consumo
de sustancias psicoactivas se ha
instaurado, cuando los
conflictos entre la familia y el
joven parecen irresolubles, y
cuando su actitud de rebeldía y
autoabandono parece que ha
llegado a un punto insostenible.

Ayudarle a que encuentre otros
modos de aliviar esa tensión
producida por el conflicto de
sus dos universos. Hablar acerca
de ello, ordenar sus ideas,
actuar de forma sostenible,
compatibilizar estudios con
hobbies, y despertar el interés
por nuevas aficiones sanas, es
parte de este trabajo.
Pero quizá el aspecto clave del
tratamiento sea detenerse en
las propias dificultades de los
padres que, al igual que sus
virtudes, se han traspasado por
aprendizaje, al joven. Será
necesario que los padres
afronten sus propias
dificultades y carencias para
enseñar, a través del ejemplo, a
que su hijo las supere.
Debemos recordar que nuestro
hijo no es un enemigo que nos
odia, sino una persona que está
afrontando el dificilísimo reto
de aprender a ser adulto.

:
HAN COLABORADO
Jorge Martija
Sergio Esteve
Amanda Pacheco
AGRADECIMIENTOS
Asociación Surgir
Medellín, diciembre de 2014