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dores que usaban dióxido <strong>de</strong> carbono llegaron a un equilibrio con<br />
los metanógenos que <strong>de</strong>volvían el carbono a la atmósfera en forma<br />
<strong>de</strong> metano y dióxido <strong>de</strong> carbono.<br />
El oxígeno abrió un hábitat gigante nuevo para los organismos que<br />
pudieran sobrevivir en él y aprovecharlo. El primero <strong>de</strong> los organismos<br />
que conseguían energía combinando la materia orgánica<br />
con oxígeno habría coexistido pacíficamente con los fotosintetizadores<br />
simplemente alimentándose <strong>de</strong> sus residuos y sus cadáveres.<br />
Pero en poco tiempo aparecerían consumidores, organismos que<br />
aprendieron a comer alimentos frescos y que ingerían a los fotosintetizadores.<br />
Las célu<strong>las</strong> no tienen boca pero pue<strong>de</strong>n ingerir otras<br />
célu<strong>las</strong> englobándo<strong>las</strong> en una cavidad <strong>de</strong> su membrana, un proceso<br />
llamado fagocitosis. La cavidad penetra en el interior <strong>de</strong> la célula y<br />
luego se disuelve, <strong>de</strong>jando al cautivo atrapado <strong>de</strong>ntro.<br />
El <strong>de</strong>stino normal sería la digestión, pero a veces se invierten los<br />
papeles y el organismo ingerido se convierte en agresor. Los bacilos<br />
<strong>de</strong> la tuberculosis y la lepra son un ejemplo <strong>de</strong> esto, atacando<br />
los fagocitos que los ingieren en lugar <strong>de</strong> sucumbir víctimas <strong>de</strong>l<br />
po<strong>de</strong>roso sistema digestivo <strong>de</strong> los mismos.<br />
Pero el precio <strong>de</strong> la guerra raramente es el genocidio. En lugar <strong>de</strong><br />
eso los enfrentamientos pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>rivar hacia una coexistencia pacífica<br />
mutuamente beneficiosa para la víctima y el agresor. De esta<br />
manera los clorop<strong>las</strong>tos tienen como ancestros <strong>las</strong> cianobacterias<br />
arcaicas, y hoy en día suministran energía a <strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
coles y secoyas.<br />
Aunque tratada superficialmente por los biólogos <strong>de</strong>l siglo XIX, el<br />
reconocimiento <strong>de</strong> esta asociación po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong> orgánulos trabajando<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>las</strong> célu<strong>las</strong> en un proceso <strong>de</strong> simbiosis, llamado endosimbiosis,<br />
se consi<strong>de</strong>ra una contribución <strong>de</strong> Lynn Margulis más<br />
que <strong>de</strong> ningún otro científico. Los endosimbiontes ampliaron y expandieron<br />
<strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> gestión planetaria <strong>de</strong>l biota y constituyeron<br />
la característica principal <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> la Tierra durante<br />
el Proterozoico.<br />
La formación <strong>de</strong> soci<strong>eda<strong>de</strong>s</strong> proporciona mayór po<strong>de</strong>r al grupo que<br />
el que correspon<strong>de</strong> a sus componentes individuales aunque esto<br />
James Lovelock - Las Eda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Gaia - pág. 152