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Castillero Calvo, Alfredo - Sala de Estudios Latinoamericano - CELA

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eexportaciones, y en 1837 fueron sólo 63.671 dólares las primeras, frente a 314.839<br />

dólares las segundas. 21<br />

Como se observa en el cuadro siguiente, las perlas ocupaban el renglón <strong>de</strong><br />

exportación más importante <strong>de</strong> Panamá, con alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 50 por ciento <strong>de</strong>l total. De<br />

hecho, según el cuadro, perlas y nácar representaban el 59,1 por ciento <strong>de</strong>l total <strong>de</strong><br />

exportaciones y sólo las perlas el 48,5 por ciento. En 1835, el valor <strong>de</strong> las perlas<br />

exportadas fue <strong>de</strong> 34.073 dólares, correspondiéndole el 56,4 por ciento <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> las<br />

exportaciones. Sin embargo, el mismo cónsul Ca<strong>de</strong> reconocía que la exportación <strong>de</strong>l<br />

nácar era muy escasa <strong>de</strong>bido a “que su calidad es tan inferior a las que se encuentran<br />

en Oriente”, no pudiendo competir con éstas en el mercado europeo.<br />

Sobre la actividad perlífera, el médico norteamericano J. H. Gibbon, que estuvo en<br />

Panamá en 1836, aseguraba que en las Islas <strong>de</strong> las Perlas había 2.000 personas<br />

<strong>de</strong>dicadas a las pesquerías 22 . El mismo año, Mariano Arosemena presentaba un<br />

cuadro estadístico sobre la producción <strong>de</strong> las “diferentes industrias” <strong>de</strong>l cantón <strong>de</strong><br />

Panamá (en cuyo circuito se encontraban las islas perlíferas), según el cual su valor<br />

anual era <strong>de</strong> 60.000 pesos, mientras que las conchas <strong>de</strong> madreperlas valían 3.000<br />

pesos. Muy por <strong>de</strong>bajo quedaban las <strong>de</strong>más producciones: 24 quintales <strong>de</strong> café con un<br />

valor <strong>de</strong> 576 pesos; 2.311 quintales <strong>de</strong> miel, evaluados en 9.244 pesos; 2.116 cueros<br />

a peso cada uno; 413 sombreros <strong>de</strong> paja también a peso la unidad; 4.232 astas <strong>de</strong> res,<br />

con un valor <strong>de</strong> 66,1 pesos; 1.500 quintales <strong>de</strong> palo <strong>de</strong> tinte con un valor <strong>de</strong> 563,4<br />

pesos, y tucas y tablones <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra por valor <strong>de</strong> 3.000 pesos. Total: 78.977,5 pesos,<br />

correspondiéndole a las perlas el 79,8 por ciento. El ganado vacuno, siempre un activo<br />

<strong>de</strong> mucha importancia en el país, contaba en el cantón con 23.783 cabezas y un valor<br />

agregado <strong>de</strong> 285.396 pesos. 23 Pero el ganado no contaba en el comercio <strong>de</strong><br />

exportación, salvo por el cuero, o las astas, ya que la carne se consumía localmente.<br />

Tampoco se exportaba el escaso café que se producía, o las mieles.<br />

La preeminencia <strong>de</strong> la industria perlífera continuaba en 1853, cuando el brasileño<br />

Miguel María Lisboa, barón <strong>de</strong> Japura, quien llegó a ver personalmente una “perla<br />

pendiente que tenía una pulgada <strong>de</strong> diámetro y estaba valorada en cinco contos <strong>de</strong><br />

reis”, afirmaba que “el único artículo <strong>de</strong> exportación <strong>de</strong> Panamá es el nácar o conchas<br />

<strong>de</strong> madre perla, que producen las islas <strong>de</strong>l Rey, que es gran<strong>de</strong> y gruesa, y vale <strong>de</strong><br />

ciento veinte a ciento sesenta mil reis la tonelada”. Agregaba que “la única industria<br />

por la que es famosa esta ciudad es la <strong>de</strong> la fabricación <strong>de</strong> cordones <strong>de</strong> oro”, una<br />

reminiscencia <strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong> los plateros que se remontaba al período colonial. 24<br />

En la década <strong>de</strong> 1830, el segundo renglón <strong>de</strong> exportación era el oro en polvo y en<br />

alhajas, al que seguían los cueros y la zarzaparrilla. En 1837, como se observa en el<br />

cuadro anterior, el oro en polvo, las joyas y la plata labrada (es <strong>de</strong>cir, la plata<br />

trabajada por plateros), tenían un valor agregado <strong>de</strong> exportación <strong>de</strong> 15.157 dólares y el<br />

23,8 por ciento <strong>de</strong>l total exportado. Entre las reexportaciones, ocupaba el primer lugar<br />

el dinero en monedas, que representaba en 1835, el 92,4 por ciento <strong>de</strong>l total, y en<br />

1837, el 71 por ciento. Luego seguían por or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> importancia, la plata labrada con<br />

un 17 por ciento, el cacao <strong>de</strong> Guayaquil, la cochinilla, pólvora, sombreros <strong>de</strong> paja y<br />

así otros <strong>de</strong> escaso valor.<br />

Este panorama se mantenía entre 1840 y 1841. Se exportaban perlas por un valor<br />

<strong>de</strong> 40 a 45.000 dólares que representaban el 41,9 por ciento <strong>de</strong> las exportaciones; el<br />

oro en polvo y las joyas tenían un valor agregado <strong>de</strong> 50 a 60.000 dólares con el 31,9<br />

por ciento <strong>de</strong>l total. Las reexportaciones consistían en cacao y cochinilla <strong>de</strong> Ecuador,<br />

sombreros <strong>de</strong> paja <strong>de</strong> Guayaquil, y lingotes y monedas. Estos dos últimos con un valor<br />

<strong>de</strong> 400.000 pesos y el 88,4 por ciento <strong>de</strong>l total. El total <strong>de</strong> las exportaciones, según el<br />

cónsul William Perry, estaba entre 154.150 y 190.950 dólares, mientras que las<br />

reexportaciones, entre 452.600 y 472.600 dólares. 25<br />

Por su parte, los servicios para el transporte seguían siendo tan primitivos como en<br />

la colonia: según un informe <strong>de</strong> Mariano Arosemena <strong>de</strong> 1836, había en la zona <strong>de</strong><br />

tránsito 170 mulas con un valor individual <strong>de</strong> 25 pesos (es <strong>de</strong>cir, mucho más baratas<br />

que en el siglo XVII, cuando costaban 40 pesos o más); 79 “buques <strong>de</strong> río”, con un<br />

valor unitario <strong>de</strong> 16 pesos, lo que sugiere que eran simples canoas (y ya ni siquiera<br />

piraguas y bongos, como en el período colonial), 13 “buques <strong>de</strong> mar” <strong>de</strong> 2.000 pesos<br />

cada uno, es <strong>de</strong>cir muy mo<strong>de</strong>stos; y otros “menores” en número <strong>de</strong> 237 y un valor<br />

unitario <strong>de</strong> 50 pesos. 26 A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esto, una mano <strong>de</strong> obra libre sin calificación y un

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