41 - Ambientico - Universidad Nacional
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evista semestral de la escuela de ciencias ambientales • issn: 1409-2158<br />
Tortugas marinas en Costa Rica:<br />
“enemigos” y protección<br />
En esta edición<br />
Pilar Santidrián<br />
Cambio climático y tortugas marinas<br />
Ana C. Fonseca<br />
Efectos del cambio climático en la<br />
anidación de las tortugas marinas<br />
Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />
La tortuga marina negra de<br />
Guanacaste amenazada de extinción<br />
por prácticas humanas<br />
Óscar Brenes<br />
Efecto de la precipitación en el<br />
proceso de incubación de las nidadas<br />
de tortuga lora<br />
Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y<br />
Randal Arauz<br />
Oportunidades para el desarrollo<br />
sostenible de las comunidades<br />
costeras de Nandayure (Nicoya sur,<br />
Guanacaste)<br />
OTROS TEMAS<br />
Pablo Ramírez y Mario Arias<br />
Lineamientos de ordenamiento<br />
territorial para el manejo y<br />
protección del agua subterránea en<br />
la cuenca<br />
del rio Birrís (Cartago)<br />
Pablo Ramírez<br />
Comportamiento hidrométrico de<br />
los manantiales ubicados a lo largo<br />
del túnel de conducción del Proyecto<br />
Hidroeléctrico El Encanto<br />
José Carlos Mora y David Benavides<br />
Clasificación de residuos químicos<br />
en laboratorios de la <strong>Universidad</strong><br />
<strong>Nacional</strong>
Tortugas marinas<br />
en Costa Rica:<br />
“enemigos”, protección<br />
y aprovechamiento<br />
sostenible<br />
junio 2011 - Nº <strong>41</strong> - ISSN 1409-2158<br />
Ambientales, revista semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong>, fue creada en 1980. Su objetivo<br />
es estimular y difundir la investigación y la discusión científica en<br />
el campo de lo ambiental. Publica resultados de investigación referentes<br />
a situaciones ambientales y, secundariamente, ensayos<br />
teóricamente consistentes con algún enfoque científico atinentes<br />
a problemas de ese mismo ámbito temático. Se dirige principalmente<br />
a académicos, estudiantes de nivel superior y funcionarios<br />
e integrantes de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales<br />
con competencias en lo ambiental.<br />
Revista semestral de la<br />
Escuela de Ciencias Ambientales,<br />
<strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />
Teléfono: (506) 2277-3688<br />
Fax: (506) 2277-3289<br />
ambienti@una.ac.cr<br />
Apartado postal: 86-3000<br />
Heredia, Costa Rica<br />
www.ambientico.una.ac.cr<br />
Consejo editor<br />
Marielos Alfaro, <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />
Gerardo Budowski, <strong>Universidad</strong> para la Paz<br />
Enrique Lahmann, UICN<br />
Enrique Leff, <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />
México<br />
Olman Segura, Instituto <strong>Nacional</strong> de Aprendizaje<br />
y <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />
Rodrigo Zeledón, <strong>Universidad</strong> de Costa Rica<br />
Director y editor<br />
Eduardo Mora, <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />
Fotografía<br />
www.galeriaambientalista.una.ac.cr<br />
Asistencia<br />
Rebeca Bolaños<br />
Foto de portada<br />
Juan José Pucci<br />
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Editorial: Tortugas marinas en Costa Rica: “enemigos” y protección<br />
ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 1 |Pp. 5-10|<br />
Sumario<br />
Editorial<br />
Pilar Santidrián<br />
Cambio climático y tortugas marinas<br />
Ana C. Fonseca<br />
Efectos del cambio climático en la<br />
anidación de las tortugas marinas<br />
Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />
La tortuga marina negra de Guanacaste<br />
amenazada de extinción por prácticas<br />
humanas<br />
Óscar Brenes<br />
Efecto de la precipitación en el proceso de<br />
incubación de las nidadas de tortuga lora<br />
Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal<br />
Arauz<br />
Oportunidades para el desarrollo<br />
sostenible de las comunidades costeras de<br />
Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)<br />
OTROS TEMAS<br />
Pablo Ramírez y Mario Arias<br />
Lineamientos de ordenamiento territorial<br />
para el manejo y protección del agua<br />
subterránea en la cuenca<br />
del rio Birrís (Cartago)<br />
Pablo Ramírez<br />
Comportamiento hidrométrico de los<br />
manantiales ubicados a lo largo del túnel<br />
de conducción del Proyecto Hidroeléctrico<br />
El Encanto<br />
José Carlos Mora y David Benavides<br />
Clasificación de residuos químicos en<br />
laboratorios de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />
3<br />
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61<br />
Editorial<br />
n Costa Rica, la actitud de protección de las<br />
tortugas marinas es especialmente valiosa<br />
porque en los dos litorales hay sitios, de relevancia<br />
mundial, visitados anualmente por<br />
miles de tortugas que recorren distancias abrumadoramente<br />
grandes para llegar a ellos a desovar:<br />
la cabezona o caguama (Caretta caretta), la<br />
carey (Eretmochelys imbricata), la lora (Lepidochelys<br />
olivacea), la verde (Chelonia mydas) y la<br />
baula (Dermochelys coriacea). Todas ellas se encuentran<br />
en peligro de extinción por la cacería; la<br />
extracción de huevos; la pesca con palangre y con<br />
redes de arrastre; el calentamiento, la contaminación<br />
y la destrucción de la biodiversidad en las<br />
aguas marinas, y la masiva ocupación humana<br />
de las costas que expulsa a estos reptiles de sus<br />
playas de anidación.<br />
Sin contundentes programas de protección,<br />
las tortugas marinas, cuya edad es superior a<br />
100 millones de años, no sobrevivirían ahora. En<br />
América, eran aprovechadas por los pueblos nativos,<br />
pero el acérrimo asedio a ellas comenzó con la<br />
llegada de los europeos, quienes, particularmente<br />
en el Caribe, las cazaban por su carne, su grasa,<br />
sus huevos y sus caparazones. Antes de haber refrigeración<br />
-indica Sebastian Troeng (<strong>Ambientico</strong><br />
94, julio-2001)-, las tortugas no solo eran una de<br />
las pocas fuentes de carne fresca para los marineros<br />
que visitaban la región, sino que además eran<br />
exportadas -vivas o en partes- a Europa y luego a<br />
Estados Unidos y Japón, principalmente para ser<br />
Tortugas marinas en<br />
Costa Rica: “enemigos”<br />
y protección<br />
consumidas como sopa (hecha a partir de la grasa<br />
corporal de la tortuga verde) y en su calidad de<br />
concha de carey.<br />
Aparte de prestar servicios ecológicos de<br />
mucho valor en las aguas donde viven (por ejemplo,<br />
mantienen sanos los lechos de pastos marinos)<br />
y de ser un indicador de la salud de estas,<br />
las tortugas marinas son destacadas transportadoras<br />
de nutrientes del mar a la tierra: se alimentan<br />
en ecosistemas marinos muy productivos y la<br />
energía capturada la guardan y depositan luego<br />
en las playas donde anidan. En estas, tanto sus<br />
huevos como los nonatos terminan siendo nutrientes<br />
para plantas y comida para los animales<br />
presentes en la playa y en el bosque contiguo (mamíferos,<br />
aves, artrópodos).<br />
Legislación nacional y acuerdos internacionales,<br />
como la Convención Interamericana para<br />
la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas<br />
y la Convención sobre el Comercio Internacional<br />
de Especies Amenazadas de Fauna y Flora<br />
Silvestres, prohíben tanto la caza como la captura<br />
de las tortugas marinas y la venta de sus huevos<br />
y de productos derivados como la concha de carey.<br />
Además, paralelamente está ya demostrado<br />
en la práctica que, para la economía costarricense<br />
y para las comunidades vecinas a los sitios de<br />
arribo, es muchísimo más rentable la protección<br />
de las tortugas que el consumo de estas y de sus<br />
huevos, gracias a los ingresos derivados del turismo<br />
interesado en ver el desove. Este se puede<br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
3
Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Santidrián, P. “Cambio climático y tortugas marinas”<br />
ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 1 |Pp. 5-10|<br />
Fecha de recepción del documento: [junio, 2011]. Aprobación: [julio, 2011].<br />
Cambio climático<br />
y tortugas marinas<br />
Pilar Santidrián<br />
La autora, especialista en ecología y conservación de tortugas<br />
marinas, pertenece a la <strong>Universidad</strong> de Drexel, Estación<br />
Biológica Goldring y The Leatherback Trust.<br />
admirar, según las diferentes épocas del año, en<br />
los parques nacionales caribeños Tortuguero y<br />
Cahuita y en los refugios de vida silvestre caribeños<br />
Barra del Colorado y Gandoca Manzanillo;<br />
también en los parques nacionales del Pacífico<br />
Marino Las Baulas, Santa Rosa y Corcovado, y<br />
en los refugios de vida silvestre del mismo océano:<br />
Tamarindo y Ostional. En la exitosa protección<br />
que, junto con las comunidades locales, se<br />
lleva a cabo desde hace décadas, en Costa Rica,<br />
se destacan las organizaciones constitutivas de la<br />
Red <strong>Nacional</strong> para la Conservación de Tortugas<br />
Juan José Pucci. Tortuga nancite<br />
Marinas, como por ejemplo, PRETOMA, CCC y<br />
otras entidades internacionales ambientalistas<br />
como WWF, las cuales además suelen desarrollar<br />
investigación científica de peso.<br />
Si bien es cierto que la mayor cantidad de<br />
agresiones, principalmente por pesca incidental,<br />
sufridas por las tortugas marinas, ocurren aguas<br />
adentro, la comunidad académica y el ambientalismo<br />
costarricenses siguen pugnando por el<br />
mantenimiento y el aumento sensato de todas las<br />
acciones de protección de los sitios de desove y de<br />
combate a la caza y captura de esos animales.<br />
Resumen<br />
El cambio climático se<br />
ha convertido en una de las<br />
principales amenazas para<br />
la biodiversidad y los procesos<br />
biológicos. Las altas<br />
temperaturas afectan negativamente<br />
diversos aspectos<br />
de la historia de vida de las<br />
tortugas marinas, tanto en<br />
la playa como en el mar, por<br />
lo que el aumento de la temperatura<br />
por el cambio climático,<br />
puede ser altamente<br />
perjudicial para sus poblaciones.<br />
Existen estrategias<br />
de mitigación que pueden ser<br />
utilizadas con el fin de evitar<br />
extinciones locales, como la<br />
irrigación, el uso de sombras<br />
y la reubicación de huevos en<br />
viveros. Sin embargo, es importante<br />
aplicar, de manera<br />
correcta y específica, dichas<br />
estrategias en cada población,<br />
cuando estas se vean<br />
negativamente afectadas por<br />
el cambio climático.<br />
Palabras clave: tortuga<br />
marina, temperatura, cambio<br />
climático, mitigación, nivel<br />
del mar.<br />
Abstract<br />
Climate change has<br />
become one of the main<br />
threats to biodiversity and<br />
biological processes. High<br />
temperatures negatively<br />
affect several aspects of the<br />
life history of marine turtles<br />
both on nesting beaches and<br />
in the ocean. Increasing temperatures,<br />
caused by climate<br />
change, can be highly detrimental<br />
to sea turtle populations.<br />
There are possible mitigation<br />
strategies that can<br />
be used to avoid local extinctions<br />
such as irrigation, shading<br />
and clutch relocation.<br />
However, it is important to<br />
use them correctly and specifically<br />
for each population<br />
once these become negatively<br />
affected by climate change.<br />
Key words: marine turtles,<br />
temperature, climate change,<br />
mitigation, sea level.<br />
Introducción<br />
l cambio climático por efecto antropogénico<br />
es considerado, en la actualidad,<br />
como una de las amenazas<br />
más importantes para la biodiversidad<br />
y los procesos biológicos (Thomas et al.,<br />
2004; Walther et al., 2002). En el ambiente<br />
marino, el cambio climático puede amenazar<br />
la supervivencia de numerosos organismos<br />
y procesos, debido a cambios en la temperatura,<br />
la química del océano y la circulación<br />
oceánica, entre otros (Harley et al., 2006).<br />
A nivel de especie, el oso polar (Ursus maritimus)<br />
se convirtió, en el 2008, en la primera<br />
incluida como amenazada, bajo la<br />
Ley de Especies en Peligro de Extinción de<br />
Estados Unidos (Endangered Species Act),<br />
a causa del efecto del calentamiento global.<br />
Sin embargo, son numerosas las especies<br />
que pueden verse reducidas ante escenarios<br />
de cambio climático futuros, tanto en ambientes<br />
terrestres como marinos.<br />
El cambio climático puede afectar a<br />
todas las especies de tortugas marinas a lo<br />
largo de su rango de distribución, ya que<br />
comparten características comunes de historia<br />
de vida. Su éxito reproductivo depende<br />
de la estabilidad de las playas donde anidan,<br />
para que el desarrollo embrionario se<br />
Editorial<br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
5<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
maximice, se den proporciones de sexos saludables<br />
y hasta una alta proporción de neonatos que<br />
emergen del nido (Santidrián Tomillo et al., 2009;<br />
Valverde et al., 2010; Segura y Cajade, 2010). A<br />
su vez, deben darse las condiciones de productividad<br />
adecuadas en el océano, para favorecer su<br />
alimentación y acumular la energía necesaria<br />
para migrar y desovar (Saba et al., 2007). Tanto<br />
en la playa como en el mar, la temperatura es<br />
uno de los factores determinantes del desarrollo<br />
embrionario y de la reproducción en todas las especies<br />
de tortugas marinas, la cual puede aumentar<br />
entre 1,8 y 4 °C hacia finales del siglo XXI,<br />
respecto a las temperaturas actuales, de acuerdo<br />
con el cuarto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental<br />
de Expertos sobre el Cambio<br />
Climático (IPCC, 2007).<br />
Temporada de anidación<br />
Las tortugas marinas tienen, por lo general,<br />
una temporada marcada de desove, ya que por selección<br />
natural han evolucionado para anidar en<br />
los meses en que la producción y la supervivencia<br />
de neonatos es máxima. Esta ocurre<br />
en diferentes meses del año en distintas<br />
áreas de anidación. Por ejemplo,<br />
en Costa Rica hay desove de tortugas<br />
en las playas del Caribe, entre los meses<br />
de febrero y agosto y, en el Pacífico,<br />
entre setiembre y febrero. El tiempo de<br />
anidación guarda relación con la temperatura<br />
del agua, al menos en algunas<br />
poblaciones, en las que se ha registrado<br />
una tendencia a que la temporada comience<br />
antes, con un aumento de<br />
la temperatura superficial<br />
del agua (Weishampel<br />
et al., 2004). Con un<br />
aumento de temperatura<br />
resultante<br />
del cambio climático,<br />
es posible que las tortugas modifiquen su temporada<br />
de anidación y que se pueda dar un “desajuste”<br />
entre el tiempo óptimo para anidar y el<br />
tiempo de mayor producción y éxito reproductivo.<br />
Nivel del mar<br />
Las estimaciones más recientes sitúan un<br />
aumento del nivel del mar entre los 18 y los 59 cm,<br />
para finales del siglo XXI, respecto a los niveles<br />
actuales (IPCC, 2007). Algunas playas podrían<br />
desaparecer o ver reducido el espacio de anidación<br />
(Fish et al., 2005). De manera natural, las<br />
playas pueden adaptarse mediante el desplazamiento,<br />
ante subidas o bajadas del nivel marino.<br />
Si hay un aumento del nivel del mar, las playas<br />
de anidación migrarían hacia su parte posterior.<br />
En muchas de las playas de desove de tortugas<br />
marinas, existen construcciones actuales y planes<br />
de desarrollo que impedirían el desplazamiento<br />
natural de estos sitios, lo cual impide la<br />
formación de áreas óptimas para el desove (Fish<br />
et al., 2005).<br />
Desarrollo embrionario<br />
Los huevos de tortugas marinas y, en general,<br />
de otras especies de reptiles que entierran sus<br />
puestas necesitan condiciones estables en el ambiente<br />
del nido, para desarrollarse exitosamente.<br />
Tanto la humedad como la temperatura afectan<br />
el éxito de eclosión de los huevos y la emergencia<br />
del nido de los neonatos. Los huevos pueden desarrollarse<br />
en un rango viable de temperaturas,<br />
pero, frecuentemente, las altas temperaturas y<br />
la sequedad disminuyen el éxito de eclosión y de<br />
emergencia de los nidos (Santidrián et al., 2009;<br />
Valverde et al., 2010; Segura y Cajade, 2010). Los<br />
modelos actuales de cambio climático predicen un<br />
aumento de la temperatura ambiente entre 1,8<br />
y 4 °C, para finales del siglo XXI, según los diferentes<br />
escenarios de aumento de emisiones de<br />
CO 2<br />
(IPCC, 2007), lo cual resultaría en una disminución<br />
en el éxito de eclosión y de emergencia.<br />
Las proyecciones en los patrones de precipitación<br />
varían dependiendo de la región. En el Pacífico<br />
Norte de Costa Rica, donde ya se dan sequías durante<br />
la temporada seca en años de El Niño, se<br />
espera que las lluvias disminuyan; sin embargo,<br />
en otras regiones pueden aumentar.<br />
Sexo de los neonatos<br />
El sexo en tortugas marinas se determina<br />
por la temperatura durante el segundo tercio del<br />
periodo de incubación. La temperatura pivotal<br />
(temperatura crítica determinante del sexo) varía<br />
en las distintas especies de tortugas marinas<br />
e incluso entre distintas poblaciones, pero se encuentra<br />
alrededor de los 30,5 °C en tortugas loras<br />
y de los 29 a los 29,5 °C en el resto de las especies.<br />
Si se dan temperaturas durante este periodo, por<br />
debajo de esos rangos, se producen neonatos machos<br />
y con temperaturas superiores se producen<br />
neonatos hembras. El aumento de temperatura<br />
causado por el cambio climático puede resultar en<br />
una producción total de hembras. Algunas poblaciones<br />
en Costa Rica, como la del Parque <strong>Nacional</strong><br />
Marino Las Baulas, registran ya proporciones<br />
de hembras del 90% (Sieg, 2010), por lo que un<br />
aumento sobre este nivel sería preocupante.<br />
Productividad en el océano<br />
La frecuencia reproductiva en tortugas marinas<br />
está asociada con la productividad en el<br />
océano (Solow et al., 2002; Saba et al., 2007; Reina<br />
et al., 2009), ya que esta afecta las condiciones<br />
de alimentación de las tortugas y, por tanto,<br />
su capacidad para obtener la energía necesaria<br />
para migrar y anidar. En el caso de las tortugas<br />
baulas, las condiciones de alimentación son óptimas<br />
durante periodos de La Niña, cuando se da<br />
una mayor producción primaria y, en consecuencia,<br />
de medusas en sus campos de alimentación<br />
(Saba et al., 2007). Durante La Niña, la temperatura<br />
superficial del agua es menor, la producción<br />
mayor y las tortugas tardan menos años en<br />
volver a la playa a desovar. Además, después de<br />
fases de La Niña, suele registrarse un mayor número<br />
de hembras anidantes en las playas (Reina<br />
et al., 2009). El efecto contrario tiene lugar durante<br />
eventos de El Niño: la temperatura superficial<br />
del agua es elevada, hay menor producción<br />
primaria y las tortugas tardan más años en regresar<br />
a las playas a desovar. El resultado que el<br />
cambio climático pueda tener en los ciclos de El<br />
Niño y La Niña no es claro (Collins et al., 2010),<br />
aunque se espera que, en promedio, haya un aumento<br />
de la temperatura superficial del agua y,<br />
por lo tanto, una disminución en la productividad.<br />
Esto afecta, en consecuencia, la anidación<br />
de tortugas marinas.<br />
6<br />
Pilar Santidrián<br />
7<br />
Cambio climático y tortugas marinas<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
Estrategias de mitigación:<br />
¿Cómo y cuándo es el momento<br />
Aunque ciertos aspectos del efecto de las<br />
temperaturas en tortugas marinas se conocen<br />
hace tiempo, apenas se está comenzando a comprender<br />
el efecto que el cambio climático puede<br />
tener en sus poblaciones. Los modelos climatológicos<br />
más recientes proyectan un aumento global<br />
de la temperatura ambiente entre 1,8 y 4 °C, en<br />
100 años. Sin embargo, los patrones de lluvia<br />
pueden verse alterados de diferentes maneras,<br />
hecho que aumenta la precipitación en algunos<br />
lugares y la disminuye en otros (IPCC, 2007). De<br />
esta manera, es posible que algunas poblaciones<br />
puedan ser extirpadas, pero otras podrían sobrevivir<br />
y actuar como re-colonizadoras, cuando las<br />
condiciones vuelvan a ser adecuadas.<br />
Existen varias estrategias de mitigación<br />
que podrían realizarse en las playas de anidación.<br />
Por ejemplo, la temperatura de la arena se puede<br />
disminuir a través de la irrigación y la creación<br />
de sombras. Sin embargo, si la temperatura ambiente<br />
aumenta hasta 4 °C, es posible que incluso<br />
las áreas de sombra lleguen a estar demasiado<br />
calientes. La irrigación puede disminuir las temperaturas,<br />
aunque solo cuando se reciben cantidades<br />
considerables de agua. Regar playas de varios<br />
kilómetros de distancia sería, además, un gran<br />
reto. Otra posibilidad más sencilla es la reubicación<br />
de nidos. Esta práctica es común en la actualidad<br />
en playas de anidación. Cuando las tortugas<br />
marinas desovan por debajo de la línea de marea<br />
alta, los nidos se suelen reubicar para evitar que<br />
se inunden y mueran (Wyneken et al., 1988). En<br />
algunas playas, esta técnica se usa también para<br />
evitar el saqueo de huevos. Los huevos se trasladan,<br />
por lo general, a viveros, donde pueden ser<br />
monitoreados hasta la emergencia de los neonatos.<br />
En caso de que se llegue a una situación en<br />
Sebastian Troeng. Cabezona (Chelonia mydas)<br />
que los huevos no puedan desarrollarse en condiciones<br />
naturales, las puestas podrían moverse a<br />
viveros, en los cuales sería más fácil controlar las<br />
“condiciones climáticas”.<br />
Las estrategias de mitigación pueden ayudar<br />
a contrarrestar el efecto negativo que el aumento<br />
de la temperatura puede tener en tortugas<br />
marinas. Sin embargo, es importante evitar la<br />
reubicación, en la medida de lo posible, hasta que<br />
no haya otra solución. Existen precedentes de mal<br />
uso de viveros en los que solo se produjeron machos<br />
o hembras, debido al efecto que la temperatura<br />
tiene en la determinación del sexo (Morreale<br />
et al., 1982; Chan y Liu, 1996). Los niveles elevados<br />
de hembras en relación con los de machos son<br />
llamativos y provocan que se quiera actuar. No<br />
obstante, aunque conocemos los impactos negativos<br />
de la temperatura, no conocemos lo suficiente<br />
para determinar qué niveles son peligrosos. En la<br />
actualidad, incluso en playas en las que se producen<br />
un 90% de hembras, como en playa Grande, la<br />
cantidad de machos adultos parece ser suficiente,<br />
ya que los huevos están fertilizados. Es importante,<br />
aun así, realizar estudios, trabajar en estrategias<br />
de mitigación desde ya y tener en cuenta<br />
el impacto directo que la temperatura tiene en la<br />
mortalidad de huevos y neonatos. Una población<br />
puede mantenerse probablemente con pocos machos,<br />
pero no con niveles elevados de mortalidad.<br />
Finalmente, las estrategias de mitigación<br />
deben ser específicas para cada población. Es<br />
importante tener un buen conocimiento de las<br />
características de una población, para que las<br />
estrategias puedan ser correctamente implementadas<br />
y sean efectivas. Se deben realizar estudios<br />
previos sobre el efecto de la precipitación y de la<br />
temperatura en las distintas regiones y no aplicar<br />
resultados de una zona a otra, sin tener una base<br />
científica. En Costa Rica, las características climatológicas<br />
que pueden afectar el desarrollo embrionario<br />
y la proporción de sexos son diferentes<br />
en el Pacífico y en el Caribe, y aplicar los resultados<br />
de una región a otra podría ser perjudicial<br />
para sus poblaciones.<br />
Referencias bibliográficas<br />
Juan José Pucci. Tortuga<br />
Chan, E. H. y Liew, H. C. (1995). Incubation temperatures<br />
and sex-ratios in the Malaysian leatherback turtle,<br />
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Collins, M. et al. (2010). The impact of global warming on the<br />
tropical Pacific Ocean and El Niño. Nature Geoscience<br />
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Fish, M. R. et al. (2005). Predicting the impact of sea-level<br />
rise on Caribbean sea turtle nesting habitat. Conservation<br />
Biology (19).<br />
Harley, C. D. G. et al. (2006). The impacts of climate change<br />
in coastal marine systems. Ecology Letters (9).<br />
IPCC. (2007). Cuarto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental<br />
de Expertos sobre el Cambio Climático.<br />
Morreale, S. J. et al. (1982). Temperature dependent sex determination:<br />
current practices threaten conservation<br />
of sea turtles. Science (216).<br />
8<br />
Pilar Santidrián<br />
9<br />
Cambio climático y tortugas marinas<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Reina, R. D. et al. (1982). Changed reproductive schedule<br />
of eastern Pacific leatherback turtles Dermochelys<br />
coriacea following the 1997-98 El Niño to La Niña<br />
transition. Endangered Species Research (7).<br />
Saba, V. S. et al. (2007). The effect of the El Niño southern<br />
oscillation on the reproductive frequency of eastern<br />
Pacific leatherback turtles. Journal of Applied Ecology<br />
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Santidrián Tomillo, P. et al. (2009). Influence of emergence<br />
success on the annual reproductive output of leatherback<br />
turtles. Marine Biology (156).<br />
Segura, L. N. y Cajade, R. (2010). The effects of sand temperature<br />
on pre-emergent green sea turtle hatchlings.<br />
Herpetological Conservation and Biology (5).<br />
Sieg, A. E. (2010). Physiological constraints on the ecology of<br />
activity-limited ectotherms. (Tesis de doctorado). <strong>Universidad</strong><br />
Drexel, Estados Unidos.<br />
Solow, A. R., Bjorndal K. A, y Bolten A. B. (2002). Annual<br />
variation in nesting numbers of marine turtles: the<br />
effect of sea surface temperature on re-migration intervals.<br />
Ecology Letters (5).<br />
Thomas, C. D. et al. (2004). Extinction risk from climate<br />
change. Nature (427).<br />
Valverde, R. A. et al. (2010). Field lethal incubation temperature<br />
of olive ridley sea turtle Lepidochelys olivacea<br />
at a mass nesting rookery. Endangered Species Research<br />
(12).<br />
Walther, G. R. et al. (2012). Ecological responses to recent<br />
climate change. Nature (<strong>41</strong>6).<br />
Weishampel, J. F., Bagley, D. A. y Ehrhart, L.M. (2004).<br />
Earlier nesting by loggerhead sea turtles following<br />
sea surface warming. Global Change Biology (10).<br />
Wyneken, J. et al. (1988). Egg failure in natural and relocated<br />
sea turtle nests. Journal of Herpetology (22).<br />
Resumen<br />
El aumento de la temperatura<br />
y del nivel del mar,<br />
entre otros signos de cambio<br />
climático, están afectando<br />
los patrones de distribución,<br />
alimentación, reproducción<br />
y migración de las tortugas<br />
marinas y de muchos otros<br />
organismos que ya de por sí<br />
están bajo presión, por actividades<br />
humanas destructivas<br />
en el nivel mundial, las<br />
cuales los hacen aún más<br />
vulnerables. Costa Rica no es<br />
la excepción; sin embargo, se<br />
estima que las consecuencias<br />
no serían iguales en todo su<br />
territorio. La interacción entre<br />
las placas tectónicas Coco<br />
y Caribe, bajo la Península<br />
de Nicoya, es aparentemente<br />
la principal causa del aumento<br />
del nivel relativo del mar<br />
de 4 mm/año, en esta región.<br />
No obstante, si el deshielo y<br />
el aumento del nivel del mar<br />
global se aceleran y superan<br />
los efectos locales, como parece<br />
estar ocurriendo, se daría<br />
un aumento del nivel del mar<br />
geográficamente generalizado.<br />
Un aumento de 1 m en el<br />
Summary<br />
Temperature and sea<br />
level rise, among other signs<br />
of climate change, are<br />
affecting the distribution,<br />
feeding, reproduction and<br />
migration patterns of marine<br />
turtles and many other organisms<br />
already threatened<br />
by destructive human activities<br />
worldwide, making them<br />
more vulnerable. Costa Rica<br />
is not the exception, however<br />
the consequences would<br />
differ along its territory.<br />
The interaction between the<br />
Cocos and Caribbean tectonic<br />
plates under the Nicoya<br />
Peninsula is apparently the<br />
main cause of the relative<br />
sea level rise of 4 mm/year in<br />
this region. However, if global<br />
ice melting and sea level<br />
accelerate overcoming local<br />
effects, as it appears to be occurring,<br />
the result would be<br />
a generalized sea level rise.<br />
An increase of 1 m in the sea<br />
level of Playa Grande would<br />
imply a beach recession of<br />
50 m inland. The beach and<br />
infrastructure of that zone<br />
would be flooded and eroded<br />
Fonseca, A. “Efectos del cambio climático en la anidación de las tortugas<br />
marinas”,ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 2 |Pp. 11-18|<br />
Fecha de recepción del documento: [mayo, 2011]. Aprobación: [agosto, 2011].<br />
Efectos del cambio climático<br />
en la anidación de las<br />
tortugas marinas<br />
Ana C. Fonseca<br />
La autora, bióloga marina, es consultora.<br />
Cambio climático global<br />
os cambios predichos en el clima,<br />
como resultado del incremento en<br />
las concentraciones atmosféricas de<br />
gases con efecto invernadero, incluyen<br />
mayores temperaturas en el aire y el<br />
océano, un aumento en el nivel del mar, incremento<br />
en la frecuencia y la intensidad<br />
de eventos climáticos extremos y patrones<br />
alterados de precipitación (Solomon et al.,<br />
2007).<br />
Las manifestaciones de cambio climático<br />
no son uniformes a lo largo del<br />
globo, pues son influenciadas fuertemente<br />
por procesos físicos locales y provocan una<br />
reacción en cadena con multitud de cambios<br />
en los ecosistemas. Sin embargo, los<br />
científicos especialistas en clima proyectan<br />
que la temperatura promedio de la Tierra<br />
aumentará entre 1,8 y 4°C. El nivel promedio<br />
global del mar aumentará de 75 a 190<br />
cm, para el período de 1990 a 2100 (Vermeera<br />
y Rahmstorfb, 2009), debido a los<br />
acelerados deshielos en Groenlandia y Antártida,<br />
la expansión del agua del océano al<br />
calentarse, entre otros.<br />
Los aumentos de temperatura, junto<br />
con otros impactos naturales y antropogénicos,<br />
pueden matar o debilitar el 30% de<br />
10<br />
Pilar Santidrián<br />
11<br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
nivel del mar en Playa Grande,<br />
por ejemplo, implicaría<br />
un retroceso aproximado de<br />
la playa de 50 m tierra adentro.<br />
La playa y la infraestructura<br />
en esa franja quedarían<br />
inmersas en el agua, serían<br />
erosionadas por el choque de<br />
la marea y gran parte de la<br />
inundación ocurriría desde<br />
atrás, avanzaría por la boca<br />
del estero Tamarindo, por los<br />
manglares que lo rodean y<br />
por otros terrenos adyacentes.<br />
Urge tomar medidas de<br />
mitigación y adaptación del<br />
cambio climático en cada localidad,<br />
que reduzcan la vulnerabilidad<br />
e incrementen<br />
tanto la resistencia como la<br />
resiliencia de los ecosistemas<br />
y sociedades humanas. El<br />
proyecto de conservación de<br />
tortugas marinas en playa<br />
Junquillal es un estudio de<br />
caso que ha generado y exportado<br />
lecciones aprendidas<br />
en el campo de la conservación<br />
comunitaria y la adaptación<br />
al cambio climático.<br />
Palabras clave: aumento de<br />
temperatura y nivel del mar,<br />
adaptación al cambio climático,<br />
conservación de tortugas<br />
marinas, Costa Rica,<br />
Parque <strong>Nacional</strong> Marino Las<br />
Baulas, Grande, Junquillal,<br />
inundación de playas.<br />
by the tide break, and most<br />
of the inundation would occur<br />
from behind, advancing<br />
through the mouth of the<br />
Tamarindo estuary, into the<br />
surrounding wetlands, and<br />
other adjacent territories.<br />
It is urgent to take local climate<br />
change mitigation and<br />
adaptation measures to reduce<br />
the vulnerability and<br />
increase the resistance and<br />
resilience of ecosystems and<br />
human societies. The marine<br />
turtles conservation project<br />
of Junquillal beach, is a case<br />
study generating and exporting<br />
learned lessons in the<br />
field of community conservation<br />
and climate change<br />
adaptation.<br />
Key words: temperature<br />
and sea level rise, adaptation<br />
to climate change, marine<br />
turtles conservation, Costa<br />
Rica, Las Baulas Marine National<br />
Park, Grande, Junquillal,<br />
beach flooding.<br />
las especies del planeta, en menos de 30<br />
años. Por ejemplo, con solo un aumento de<br />
2 ºC todos los corales se blanquearían por<br />
pérdida de sus algas simbióticas y morirían;<br />
los arrecifes coralinos se debilitarían<br />
y al ser destruidos las costas quedarían<br />
más vulnerables a huracanes y otros fenómenos<br />
erosivos; disminuiría el espacio de<br />
playas para la anidación y el éxito reproductivo<br />
de los huevos de tortugas marinas<br />
y cocodrilos; se reduciría la productividad<br />
del plancton, de los manglares y pastos<br />
marinos, y tanto los mamíferos marinos,<br />
como las tortugas marinas, los tiburones<br />
y otros peces migrarían a aguas más frías,<br />
lo cual afectaría la pesca y el turismo. Es<br />
un círculo vicioso, el plancton y los arrecifes<br />
coralinos ayudan a fijar y reducir<br />
el dióxido de carbono de la atmósfera, lo<br />
que se denomina la bomba biológica y, si<br />
se ven afectados por los aumentos de temperatura,<br />
no podrían ayudar más a amortiguar<br />
el efecto invernadero. La salud de<br />
las especies en general, incluido el ser humano,<br />
se verá sumamente afectada con el<br />
aumento de enfermedades transmitidas<br />
por insectos, roedores, alimentos, aire y<br />
aguas contaminadas.<br />
En el 2007, el planeta rompió la<br />
marca de eventos climáticos extremos.<br />
Las especies en muchas áreas ya están exhibiendo<br />
respuestas a un clima cambiante<br />
(Parmesan, 2006). Los ecosistemas,<br />
las especies y las comunidades humanas<br />
marino-costeras tropicales, en especial<br />
las tortugas marinas, son directamente<br />
vulnerables al efecto directo del aumento<br />
de la temperatura y del nivel del mar.<br />
Las implicaciones de estos procesos para<br />
los medios de vida y las economías que<br />
dependen del área costera y sus recursos<br />
naturales son profundos.<br />
Efectos del cambio climático<br />
en las tortugas marinas<br />
Entre las principales consecuencias, se<br />
ha encontrado evidencia de que el aumento de<br />
la temperatura de los nidos, a más de 29 °C en<br />
promedio, aumenta la proporción de hembras<br />
respecto a los machos y disminuye el potencial<br />
reproductivo, y a más de 33 °C los huevos no se<br />
desarrollan. Ante el aumento del nivel del mar,<br />
se inundan tanto los nidos de las tortugas como<br />
la infraestructura humana costera y se pierde<br />
área costera (Hawkes et al., 2009). Además, el<br />
cambio climático, en general, está cambiando los<br />
patrones de las corrientes. Igualmente, varían la<br />
distribución, alimentación, reproducción y migración<br />
de las tortugas marinas que ya de por sí<br />
están bajo presión por actividades humanas destructivas<br />
en el nivel mundial, como el desarrollo<br />
costero, la contaminación, la pesca incidental y la<br />
sobreexplotación, las cuales hacen a estas tortugas<br />
aún más vulnerables (Lutcavage et al. 1997).<br />
Cambio climático en Costa<br />
Rica<br />
En Costa Rica, se estimó que las consecuencias<br />
no serían iguales en todo el territorio. En el<br />
próximo cuadro, se muestran las proyecciones climáticas<br />
de precipitación y temperatura para las<br />
costas, ante el escenario de un crecimiento económico<br />
con enfoque regional pero sin sensibilidad<br />
ambiental. Se prevé que en el Pacífico norte la<br />
temperatura puede aumentar, más que hacia el<br />
sur y que en el Caribe, y la precipitación podría<br />
disminuir, mientras que en otras costas esta aumentaría,<br />
especialmente en el Caribe norte.<br />
Cuadro 1. Proyecciones climáticas en la costa, ante<br />
el peor escenario (IMN/MINAE 2007; IPCC 2007)<br />
Región Temperatura Precipitación<br />
Pacífico norte +5º -20%<br />
Pacífico central +3.5º +14%<br />
Pacífico sur +4º +15%<br />
Caribe norte +3.5º +48%<br />
Caribe sur +3.5º +26%<br />
La desigual distribución geográfica del calentamiento<br />
oceánico global produce una distribución<br />
desigual de la dilatación térmica del agua<br />
y, consecuentemente, una distribución geográfica<br />
desigual del aumento del nivel del mar absoluto.<br />
En la medida en que el efecto de la dilatación<br />
térmica ha sido muy determinante en el cambio<br />
del nivel del mar (al menos en un 50 %), durante<br />
varias décadas, todavía se observan regiones donde<br />
el nivel del mar absoluto está disminuyendo,<br />
incluyendo el Pacífico centroamericano. Debido<br />
a que la tendencia global de aumento del nivel<br />
del mar medio absoluto (+ 3.2 mm/año) es relativamente<br />
pequeña, los procesos regionales (incluyendo<br />
tectónica, cambios de corrientes oceánicas<br />
o forzamiento atmosférico) pueden predominar<br />
en la tendencia local de cambio del nivel del mar<br />
(absoluto y relativo). Por otro lado, la distribución<br />
12<br />
Ana C. Fonseca<br />
13<br />
Efectos del cambio climático en la anidación de las tortugas marinas<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
geográfica del cambio del nivel del mar parece estar<br />
influenciada por variaciones interanuales y<br />
decadales, por lo cual no es posible, en la actualidad,<br />
interpretarla como una tendencia de largo<br />
plazo (Ballestero et al., 2010 a y b; Protti et al.,<br />
2010).<br />
Los tipos de costa predominantes en el país,<br />
playas en el frente de llanuras aluviales y marismas<br />
estuarinos son los más vulnerables ante<br />
un ascenso del nivel del mar. En los primeros, el<br />
ascenso implica un retroceso de la línea ribereña<br />
(transgresión) a posiciones en donde encuentre<br />
un nuevo perfil de equilibrio. En las segundas, las<br />
áreas sujetas a inundación mareal se ampliarían<br />
sensiblemente. En ambas costas, Pacífico y Caribe,<br />
una variación entre 2 mm y 5 mm anuales de<br />
ascenso del nivel del mar se ha venido produciendo<br />
desde los años cuarenta (IMN, 2000) y los impactos<br />
de esto ya se han comenzado a manifestar,<br />
como es el taponamiento hidráulico en las playas<br />
del Caribe. Ante este escenario, entre el 60% (105<br />
ha) y el 90% (300 ha) de la ciudad de Puntarenas<br />
Juan José Pucci. Tortuga<br />
y sus alrededores podrían quedar bajo las aguas,<br />
cuando llegue el año 2100. Otras zonas como Golfito<br />
y Quepos también se estima que cederían<br />
terreno al mar (IMN, 2000). Debido a que Costa<br />
Rica está en una zona tectónicamente activa, el<br />
riesgo de inundación de los sectores potencialmente<br />
inundables en el Caribe bajó drásticamente<br />
luego del terremoto del Valle de la Estrella, en<br />
1991, dado el ascenso de la corteza terrestre en<br />
esa zona hasta en 1.8 metros por encima del nivel<br />
promedio del mar (Gutiérrez, 2008).<br />
En el 2010 se analizó la tectónica, el nivel<br />
del mar y el ciclo sísmico en el Pacífico norte costarricense<br />
y se encontró que la interacción entre<br />
las placas tectónicas Coco y Caribe, bajo la Península<br />
de Nicoya, es la principal causa del cambio<br />
del nivel relativo del mar, en esta región. Los<br />
fuertes sismos en la Península de Nicoya tienen<br />
un tiempo de recurrencia promedio de alrededor<br />
de 50 años. Cada 50 años, la costa se levanta súbitamente<br />
entre 50 cm y 1 m, lo cual altera los<br />
ecosistemas costeros, tanto los terrestres como<br />
marinos someros, en una franja que puede sobrepasar<br />
los 100 m. Luego del gran sismo, la costa<br />
seguirá elevándose lentamente, mientras se relajan<br />
los esfuerzos en el manto. La falla se recupera<br />
lentamente y produce un acople entre las placas<br />
y un nuevo ciclo de subsidencia de la costa (aumento<br />
en el nivel relativo del mar), como el que<br />
se observa actualmente (5 mm/año), que puede<br />
alcanzar los 10 mm/año. En el largo plazo, el levantamiento<br />
de la costa supera a la subsidencia,<br />
lo cual resulta en un levantamiento neto de más<br />
de 6 m cada 1000 años, en los sitios de máxima<br />
deformación (Punta Guiones y Cabo Blanco). Las<br />
observaciones altimétricas del cambio del nivel<br />
del mar absoluto en el Pacífico norte de Costa<br />
Rica (debido a las variaciones de la densidad del<br />
agua; al intercambio de agua con los continentes,<br />
la atmósfera y las capas polares, y a las variaciones<br />
de la circulación oceánica), obtenidas a partir<br />
de 1992, muestran una tendencia de disminución<br />
local de 1 mm/año. Esta tendencia regional es<br />
opuesta a la tendencia global de aumento del nivel<br />
medio absoluto del mar, de 3.2 mm/año, también<br />
medida por medio de altímetros. Teniendo<br />
en cuenta la subsidencia de la costa, de 5 mm/<br />
año en el Pacífico norte, y el decrecimiento local<br />
del nivel del mar absoluto de 1 mm/año, se puede<br />
estimar que la taza de cambio actual del nivel del<br />
mar relativo en esta región es un aumento de 4<br />
mm/año, lo que significa un incremento de 0.4 m<br />
a final de siglo. Sin embargo, a partir del 2003,<br />
la contribución del deshielo al aumento del nivel<br />
del mar absoluto global supera a la contribución<br />
de la dilatación térmica. Si la rapidez del deshielo<br />
aumenta, como parece estar ocurriendo en los<br />
últimos años, el aumento del nivel del mar global<br />
podría acelerarse y superar los efectos locales,<br />
hecho que resulta en un aumento del nivel del<br />
mar geográficamente generalizado. La rapidez<br />
del aumento del nivel del mar durante la última<br />
deglaciación alcanzó valores de 5 m/siglo durante<br />
colapsos de grandes masas de hielo. Aunque no<br />
es posible extrapolar este valor a futuros escenarios<br />
de deshielo, vale la pena tener en cuenta que<br />
semejantes tazas de aumento son posibles y han<br />
tenido lugar en el pasado (Ballestero et al., 2010<br />
a y b; Protti et al., 2010). En este sentido, es importante<br />
prepararse para los peores escenarios de<br />
aumento en el nivel del mar en cada localidad,<br />
para planificar y tomar medidas que reduzcan la<br />
vulnerabilidad de los ecosistemas marino costeros<br />
y las poblaciones humanas.humanas.<br />
En el estudio de vulnerabilidad ante el cambio<br />
climático del 2000, se habían propuesto varias<br />
opciones de manejo para diferentes unidades en la<br />
costa del Pacífico central y para cada escenario de<br />
cambio de nivel del mar. Entre las recomendaciones<br />
generales estaban (IMN, 2000): 1. mantener<br />
un control efectivo de las variaciones del nivel del<br />
mar en las áreas de riesgo; 2. lograr una estrategia<br />
efectiva de apropiación de la información, por<br />
parte de todos los actores sociales; 3. permitir el<br />
desarrollo urbanístico solo tierra adentro detrás<br />
de los 600 m de las costas en regiones planas; 4.<br />
crear planes integrados de manejo costero que introduzcan<br />
las opciones propuestas.<br />
Actualmente, se da una colaboración estrecha<br />
entre el Instituto Oceanográfico Internacional<br />
(IOI), la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong> y la Comisión<br />
<strong>Nacional</strong> de Emergencias, para atender las amenazas<br />
marino costeras, incluyendo la vigilancia<br />
y control permanente de la costa, la medición de<br />
parámetros climáticos y una campaña de educación<br />
a comunidades costeras (Gutiérrez, 2008).<br />
14<br />
Ana C. Fonseca<br />
Cambio climático y tortugas marinas<br />
15<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
Aumento del nivel del mar<br />
en playa Grande, caso de<br />
estudio<br />
La playas estarán siempre entre el mar y<br />
tierra firme y avanzarán tierra adentro empujadas<br />
por el oleaje, a medida que aumenta el nivel<br />
del mar. Un aumento de 1 m en el nivel del<br />
mar en Playa Grande, por ejemplo, implicaría un<br />
retroceso de la playa aproximado de 50 m tierra<br />
adentro (Díaz-Andrade 1996). Tal sería entonces<br />
el alcance de la inundación del litoral de Playa<br />
Grande, comparando con la línea de marea actual.<br />
La zona pública de 50 m y la zona marítimocostera<br />
también se están desplazando paulatinamente<br />
tierra adentro. Si hay construcciones en<br />
esa zona, quedarían inmersas en la playa y las<br />
tortugas anidando competirían directamente por<br />
espacio con ellas. En teoría, tal podría llegar a ser<br />
el caso de manera puntual con algunas de las edificaciones<br />
existentes en la actualidad, aunque se<br />
desconoce si la zona de anidación preferida por<br />
las tortugas va a incluir a futuro estos tramos específicos<br />
de la playa. Sin embargo, una vez que la<br />
playa alcance la infraestructura, el choque de la<br />
marea contra carreteras y/o edificaciones causará<br />
erosión y pérdida del área de playa.<br />
Un modelo de inundación ante diferentes<br />
escenarios de aumento del nivel del mar, basado<br />
en información topográfica de alta resolución<br />
obtenida con tecnología láser (LIDAR), liderado<br />
por WWF y elaborado por la empresa española<br />
Stereocarto (Drews y Fonseca, 2009), también revela<br />
que gran parte de la inundación de la zona<br />
ocurrirá desde atrás, avanzando por la boca del<br />
estero Tamarindo, y por los manglares que lo rodean,<br />
inundando también terrenos adyacentes.<br />
La zona del pequeño estero de playa Ventanas<br />
será inundada significativamente y generará una<br />
alta vulnerabilidad para la carretera paralela a la<br />
playa y las edificaciones en este sector. Los manglares,<br />
al igual que la playa, irán retrocediendo.<br />
El régimen de inundación, erosión y sedimentación<br />
alcanzado sobre las costas, por acción de la<br />
dinámica marina, costera y meteorológica, es un<br />
fenómeno especialmente complejo y es importante<br />
determinarlo para la definición de planes de<br />
manejo integrado de la zona costera. Es fundamental<br />
levantar y adjuntarle a esta topografía<br />
datos de oleaje, mareas, batimetría, corrientes,<br />
tectonismo, precipitación, temperatura y otros,<br />
con el fin de analizar una gama amplia de vulnerabilidades<br />
y generar un modelo de inundación,<br />
dinámico y más preciso, del impacto del cambio<br />
climático en estas playas.<br />
El futuro de nuestras playas depende de su<br />
capacidad de retroceder ante el aumento del nivel<br />
del mar y mantener a la vez las condiciones ecológicas<br />
idóneas para la anidación de las tortugas.<br />
Existe la urgente necesidad de tomar medidas<br />
de mitigación del cambio climático, pero también<br />
de avanzar en el diseño y la implementación<br />
de medidas de adaptación que incrementen tanto<br />
la resistencia como la resiliencia de los ecosistemas<br />
y sus sociedades y así reducir los inevitables<br />
impactos locales, ecológicos y sociales, del cambio<br />
climático. Una reducción en la vulnerabilidad al<br />
cambio climático de las tortugas y de los hábitats<br />
que utilizan, tendría beneficios ecológicos y sociales<br />
adicionales. ‘Adaptación’ se refiere, en este<br />
caso, a las acciones de manejo que se ponen en<br />
marcha ahora para reducir la vulnerabilidad al<br />
cambio climático en el futuro.<br />
Adaptación al cambio climático<br />
en playas de anidación<br />
de tortugas marinas<br />
Algunas medidas de adaptación que se<br />
deben tomar en playas de anidación de tortugas<br />
marinas incluyen: (1) el monitoreo de la temperatura<br />
y la distancia de varios puntos de la playa a<br />
puntos fijos de la costa, tales como edificaciones<br />
y mojones; (2) el estudio de la vulnerabilidad local;<br />
(3) la relocalización de nidos en invernaderos<br />
y la restauración de vegetación costera para dar<br />
sombra a los nidos; (4) el diseño de retiros de infraestructura<br />
para reducir la vulnerabilidad de<br />
las inversiones en desarrollo costero a las inundaciones,<br />
por aumento del nivel del mar, y para<br />
que no se obstaculice la formación de nueva playa<br />
y manglar tierra adentro y así se mantenga la<br />
existencia y función ecológica de los ecosistemas<br />
marino costeros; (5) la creación o ampliación de<br />
áreas marino costeras protegidas; (6) la ampliación<br />
de la zona costera pública; (7) la inclusión<br />
de la variable de cambio climático en procesos y<br />
herramientas de planificación del ordenamiento<br />
territorial, el desarrollo y la conservación costera,<br />
como lo son planes reguladores de la zona marítimo-terrestre,<br />
planes de manejo de áreas marino<br />
costeras protegidas, planes de ordenamiento<br />
espacial marino, planes de mejora del bienestar<br />
comunitario a través de procesos participativos y,<br />
en general, la planificación marino-costera integrada<br />
(Fish y Drews, 2009; ver Caja de Herramientas<br />
de Adaptación al Cambio Climático para<br />
Tortugas Marinas en www.panda.org/lac/marineturtles/adaptation).<br />
Desde el año 2005, WWF ha impulsado la<br />
conservación de baulas del Pacífico en Costa Rica,<br />
mediante un proyecto modelo en playa Junquillal,<br />
Guanacaste. Playa Junquillal se ha convertido<br />
en un estudio de caso que genera y exporta<br />
metodologías y lecciones aprendidas en el campo<br />
de la conservación comunitaria de tortugas marinas<br />
y la adaptación al cambio climático, entre<br />
otros (WWF, 2010). Del 27 al 29 de noviembre de<br />
2009, se llevó a cabo el taller de “Adaptación al<br />
Cambio Climático para Tortugas Marinas”, en<br />
playa Junquillal. Este taller fue organizado por<br />
WWF y participaron 17 conservacionistas de las<br />
costas caribe y pacífico. El objetivo del taller era<br />
construir capacidad para incorporar adaptación<br />
al cambio climático, en proyectos de conservación<br />
en curso, y compartir herramientas para evaluar<br />
la vulnerabilidad y planificar la adaptación.<br />
El taller incluyó la presentación de la “Caja de<br />
Herramientas para Adaptación al Cambio Climático”<br />
y entrenamiento en métodos prácticos<br />
de monitoreo. Los/as participantes discutieron<br />
diferentes medidas de adaptación y cómo poder<br />
integrar cambio climático dentro de sus proyectos<br />
individuales en los sitios de anidación y forrajeo<br />
de Costa Rica. Además, los/as participantes<br />
formaron una red de apoyo en adaptación al<br />
cambio climático, para compartir herramientas,<br />
experiencias e información conforme comiencen a<br />
implementar los planes de adaptación.<br />
En abril de 2009, en San José, durante la<br />
4. a Conferencia de las Partes de la Convención Interamericana<br />
para la Protección y Conservación<br />
de las Tortugas Marinas, de la cual Costa Rica es<br />
integrante, se aprobó por consenso la resolución<br />
CIT-COP4-2009-R5 “Adaptación de hábitats de<br />
las tortugas marinas al cambio climático”, propuesta<br />
a la Conferencia por el Gobierno de Costa<br />
Rica (CIT, 2008). Esta resolución vanguardista<br />
exhorta a los países signatarios a fortalecer el diseño,<br />
así como identificar e implementar medidas<br />
correctivas y de adaptación al cambio climático,<br />
en los planes de manejo, planes reguladores, al<br />
igual que programas de protección y conservación<br />
de tortugas marinas y sus hábitats. La implementación<br />
de medidas correctivas y de adaptación<br />
es un compromiso internacional, en el cual<br />
Costa Rica tiene desde ya un claro liderazgo en<br />
materia de tortugas marinas, como lo demuestra<br />
el proyecto de conservación de playa Junquillal.<br />
16<br />
Ana C. Fonseca<br />
17<br />
Efectos del cambio climático en la anidación de las tortugas marinas<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
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CRC Press, Inc.<br />
Resumen<br />
Este trabajo tiene como<br />
objetivo dar a conocer las acciones<br />
humanas que amenazan<br />
de extinción a la tortuga<br />
verde del Pacífico o tortuga<br />
negra (Chelonia mydas). Se<br />
realizó un relevamiento para<br />
conocer las playas donde ocurre<br />
anidación de tortugas<br />
negras en la costa norte de<br />
Guanacaste y se registraron<br />
amenazas encontradas<br />
durante estos recorridos. Al<br />
mismo tiempo se realizaron<br />
observaciones en playas donde<br />
se estaban realizando proyectos<br />
de investigación. Las<br />
principales playas de anidación<br />
para esta especie fueron<br />
Nombre de Jesús, Zapotillal,<br />
Blanca, Matapalo, Prieta y<br />
Cabuyal. Las amenazas detectadas<br />
fueron: recolección<br />
ilegal de huevos, desarrollo<br />
de playas de anidación y turismo<br />
sin control. Costa Rica<br />
posee el segundo sitio de anidación<br />
en importancia conocido<br />
para esta especie en el<br />
océano Pacífico y las playas<br />
de mayor importancia para<br />
la especie carecen de protección.<br />
Aumentar el control en<br />
La tortuga marina negra de<br />
Guanacaste amenazada de<br />
extinción por prácticas humanas<br />
Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />
Abstract<br />
The objective of this<br />
study was to analyze the<br />
human impacts threatening<br />
with extinction the<br />
east Pacific green turtle<br />
or black turtle (Chelonia<br />
mydas). We surveyed the<br />
beaches of the northern<br />
coast of Guanacaste to observe<br />
the presence of nests<br />
of this species and to register<br />
human threats. At the<br />
same time we collected information<br />
on beaches where<br />
research projects were<br />
carried out. The main nesting<br />
beaches for east Pacific<br />
green turtles were Nombre<br />
de Jesús, Zapotillal, Blanca,<br />
Matapalo, Prieta y Cabuyal.<br />
The main threats<br />
were: illegal egg poaching,<br />
beach development and uncontrolled<br />
tourism. Costa<br />
Rica hosts the second larger<br />
rockery of east Pacific green<br />
turtles and the most important<br />
nesting beaches lack of<br />
protection. Increase control<br />
on these beaches and in its<br />
neighboring waters is essential<br />
to save this population<br />
from extinction.<br />
Blanco G. y Santidrián P. “La tortuga marina negra de Guanacaste<br />
amenazada de extinción por prácticas humanas”<br />
ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 2 |Pp. 19-26|<br />
Fecha de recepción del documento: [agosto, 2011]. Aprobación: [septiembre, 2011]<br />
La autoras, especialistas en ecología y conservación de<br />
tortugas marinas, pertenecen a la <strong>Universidad</strong> de Drexel,<br />
Estación Biológica Goldring y The Leatherback Trust.<br />
xisten varias razones por las cuales<br />
es necesario conservar a las tortugas<br />
marinas. La tortuga marina es<br />
una especie “carismática”, esto significa<br />
que provoca actitudes favorables las<br />
cuales facilitan el apoyo de la sociedad. Por<br />
este motivo, desde un punto de vista económico,<br />
las tortugas forman parte de la industria<br />
del turismo (Tisdell y Wilson, 2002),<br />
que convoca turistas de diversos lugares del<br />
mundo con la creciente industria del “turtlewatching”.<br />
Desde un punto de vista ecológico,<br />
las tortugas son “especies clave o pilar”,<br />
esto significa que la presencia de esta especie<br />
es determinante para el funcionamiento<br />
del ecosistema en el que habita (Mills et al.,<br />
1993). Uno de los principales roles ecológicos<br />
de las tortugas marinas es el transporte<br />
de nutrientes desde las áreas de alimentación<br />
(generalmente alejadas) hasta las<br />
playas de anidación (Bouchard y Bjorndal,<br />
2000). Además, huevos y neonatos sirven de<br />
alimento para un elevado número de especies<br />
predadoras, ya sea en la playa de anidación<br />
o en el mar. La ausencia de especies<br />
pilar provoca un desequilibrio irreparable<br />
en el ecosistema.<br />
La provincia de Guanacaste posee<br />
varias playas donde se registra importante<br />
actividad de anidación de tortugas ma-<br />
18<br />
Ana C. Fonseca<br />
19<br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
estas playas y en las aguas<br />
adyacentes es esencial para<br />
preservar a esta población de<br />
tortugas negras de la extinción.<br />
Palabras clave<br />
Tortuga verde del Pacífico,<br />
tortuga negra, Chelonia<br />
mydas, Guanacaste, amenazas<br />
humanas, conservación.<br />
Key words<br />
East Pacific green turtle,<br />
black turtle, Chelonia<br />
mydas, Guanacaste, human<br />
threats, conservation.<br />
rinas (Cornelius, 1979). Las especies de<br />
tortugas que anidan en la región son la<br />
tortuga baula (Dermochelys coriacea), la<br />
tortuga negra o verde del Pacífico (Chelonia<br />
mydas), la tortuga lora (Lepidochelys<br />
olivacea) y, ocasionalmente, se han registrado<br />
nidos de tortuga carey (Eretmochelys<br />
imbricata) (observación personal).<br />
Particularmente, se registra alta densidad<br />
de huellas de tortugas en las playas<br />
del golfo de Papagayo (Richard y Hughes,<br />
1972), hecho que representa importantes<br />
sitios para la supervivencia de estas especies<br />
en Costa Rica y, en algunos casos,<br />
en el océano Pacífico.<br />
La tortuga baula anida principalmente<br />
en las playas Grande, Ventanas y<br />
Langosta (Steyermark et al., 1996), que<br />
forman parte del Parque <strong>Nacional</strong> Marino<br />
Las Baulas (PNMB), creado para<br />
la protección de esta especie (Spotila y<br />
Paladin,o 2004). También se registra actividad<br />
de anidación en Playa Naranjo,<br />
contenida dentro del Parque <strong>Nacional</strong><br />
Santa Rosa (PNSR) (Cornelius, 1976). La<br />
tortuga lora anida bajo el fenómeno de<br />
arribadas en dos playas de Guanacaste:<br />
Ostional, la cual pertenece al Refugio <strong>Nacional</strong><br />
de Vida Silvestre Ostional, y Nancite,<br />
contenida también dentro del PNSR<br />
(Bernardo y Plotkin, 2007). La tortuga<br />
negra, por otra parte, anida en números<br />
elevados a lo largo de las playas<br />
del golfo de Papagayo y en las playas<br />
Nombre de Jesús y Zapotillal (Blanco,<br />
2010). Solo Naranjo y Nancite<br />
(ubicadas dentro del PNSR)<br />
cuentan con protección.<br />
Las playas restantes en<br />
donde anida esta especie<br />
no poseen ningún tipo de<br />
control.<br />
La tortuga verde (Chelonia mydas) es la especie<br />
de tortuga marina más estudiada y que mejor<br />
se conoce (Spotila, 2004). Sin embargo, hasta<br />
el momento existe muy poca información sobre la<br />
anidación de esta especie, en el Pacífico. Si bien<br />
la tortuga negra o tortuga verde del Pacífico tiene<br />
diferencias en tamaño, forma, coloración y esfuerzo<br />
reproductivo (Pritchard, 1999) con la tortuga<br />
verde del Atlántico, pertenecen a la misma especie<br />
(Bowen et al., 1992). La tortuga verde está<br />
considerada en peligro de extinción, por la IUCN<br />
(IUCN, 2010). Particularmente, la población en<br />
el Pacífico (tortuga negra) está clasificada en peligro<br />
de extinción, por US Endangered Species<br />
Act 1973, y es considerada altamente vulnerable<br />
a la extinción. La disminución en el número<br />
de tortugas se debe, principalmente, al saqueo<br />
de huevos; la matanza de individuos adultos;<br />
la degradación del hábitat por el desarrollo y la<br />
contaminación de playas de anidación y áreas de<br />
alimentación, así como a la pesca incidental de<br />
machos y hembras en el océano (Seminoff, 2004).<br />
La tortuga negra habita las costas de América<br />
Central a lo largo del Pacífico. Las principales<br />
playas de anidación se encuentran en Michoacán,<br />
Méjico (Alvarado y Figueroa, 1992) e<br />
islas Galápagos, Ecuador (Green, 1984). Adicionalmente,<br />
Costa Rica posee las segundas playas<br />
de anidación, en importancia, para esta especie<br />
y estas se encuentran en la costa de Guanacaste.<br />
El saqueo y comercialización ilegal de huevos<br />
de tortuga es una práctica que ha llevado a<br />
que distintas especies de tortugas marinas estén<br />
al borde de la extinción; por ejemplo, la baula en<br />
Costa Rica (Santidrián Tomillo et al., 2008), la<br />
tortuga verde en Costa Rica (Bjorndal et al., 1999)<br />
y la tortuga negra en Méjico (Alvarado-Díaz et al.,<br />
2001). Dicha práctica se sigue realizando en varios<br />
lugares del mundo, a pesar de las leyes que<br />
la prohíben.<br />
Este trabajo tiene como objetivo dar a conocer<br />
las actividades humanas que se realizan<br />
en las playas de Guanacaste, que amenazan de<br />
extinción a las tortugas marinas, especialmente<br />
a la tortuga negra cuyas playas de anidación no<br />
poseen protección alguna.<br />
Metodología<br />
Se recorrieron playas del golfo de Papagayo,<br />
en la costa de Guanacaste, en enero de 2010,<br />
con el fin de verificar la presencia de huellas de<br />
tortugas marinas y de determinar las amenazas<br />
existentes para esta especie, debido a actividades<br />
humanas. Los recorridos de las playas se realizaron<br />
durante el día y se contabilizaron las “camas”<br />
(posibles nidos) de tortugas en la playa. Se registró<br />
el número de camas y la cantidad de nidos<br />
saqueados. Al mismo tiempo se registró el nivel<br />
de desarrollo de las playas en donde se observó<br />
un número importante (>10) de huellas/camas de<br />
tortugas.<br />
Se realizaron observaciones en proyectos<br />
de investigación en curso en las playas Nombre<br />
de Jesús, Zapotillal (10° 23’ 30’’ N; 85° 50’ 07” W)<br />
en junio-diciembre de 2008, enero-marzo de 2009<br />
y julio-noviembre de 2009 y en playa Cabuyal (10°<br />
40’ 32”; 85° 39’ 11”) en enero-abril de 2011. Las<br />
observaciones fueron realizadas durante el día y<br />
la noche. Se identificó cualquier disturbio presente<br />
para las tortugas, fuera directo e indirecto, por<br />
ejemplo: la presencia de personas interaccionando<br />
de manera negativa con las tortugas o la presencia<br />
de embarcaciones en las cercanías de las playas de<br />
anidación. El total de observaciones (disturbios) se<br />
clasificó por categorías y se calculó el porcentaje de<br />
estas sobre el total de observaciones.<br />
Resultados<br />
Las playas con mayor anidación de tortugas<br />
negras en la costa de Guanacaste fueron: Nombre<br />
de Jesús, Zapotillal, Blanca, Matapalo, Prieta y<br />
20<br />
Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />
21<br />
La tortuga marina negra de Guanacaste amenazada de extinción por prácticas humanas<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
Cabuyal (figura 1). Las playas de anidación más<br />
importantes para la especie fueron Nombre de Jesús<br />
y Zapotillal, con aproximadamente 10 nidos<br />
por noche en pico de temporada de anidación.<br />
El número de camas registradas varió de 50<br />
a 140. Es importante resaltar que el número de<br />
camas que podrían representar nidos varía con la<br />
orientación de la playa, la época del año y la intensidad<br />
del viento. Es válido considerar que, en<br />
las playas más expuestas a condiciones climáticas,<br />
las huellas y camas de tortugas tendrán una<br />
menor duración que en playas más reparadas.<br />
Igualmente, se considera que este método presenta<br />
una buena estimación del uso de playas por<br />
parte de las tortugas.<br />
Figura 1: Playas de anidación de tortuga negra<br />
o verde del Pacífico (Chelonia mydas) en Guanacaste.<br />
Las playas recorridas que presentaron un número importante<br />
de “camas” de tortuga negra (> 50 posibles<br />
nidos) son Nombre de Jesús, Zapotillal, Matapalo,<br />
Blanca, Prieta, Virador y Cabuyal.<br />
Durante los recorridos de playas, el mayor<br />
impacto registrado fue la recolección ilegal de<br />
huevos. Esta actividad fue observada principalmente<br />
en las playas Matapalo y Cabuyal, donde<br />
aproximadamente el 50% de los nidos se encontraba<br />
excavado al momento de la observación.<br />
El desarrollo también es un factor que impacta<br />
la anidación de tortugas marinas. Las playas con<br />
desarrollo turístico son Matapalo y Prieta (forma<br />
parte del Complejo Turístico Papagayo). Si bien<br />
Nombre de Jesús no presentaba desarrollo al momento<br />
de este estudio, actualmente esta playa<br />
está siendo desarrollada.<br />
Durante los proyectos de investigación realizados<br />
en Nombre de Jesús, Zapotillal y Cabuyal,<br />
se observaron tres actividades que representan<br />
una amenaza directa a las tortugas: recolección<br />
de huevos, pesca artesanal y prácticas turísticas<br />
sin control. En Nombre de Jesús, específicamente,<br />
se estima que el 90% de los nidos son saqueados<br />
si no hay presencia de investigadores/as en la playa.<br />
Del total de observaciones, se calculó el porcentaje<br />
de estas tres prácticas: 20,1% el saqueo<br />
de huevos, 14,3% prácticas turísticas sin control<br />
y 7,8% pesca artesanal (figura 2). El saqueo de<br />
huevos fue realizado durante la noche, mientras<br />
la tortuga pone huevos (figura 3) o en la mañana<br />
siguiente a la puesta del nido. La pesca artesanal<br />
incluye la observación de líneas de palangre ubicadas<br />
a aproximadamente 200 m frente a Nombre<br />
de Jesús y redes agalleras ubicadas cercanas a la<br />
costa, en Nombre de Jesús, Zapotillal y Cabuyal.<br />
En la categoría de actividades turísticas, se incluyeron:<br />
turistas a cargo de guías y turistas que llegan<br />
a ver tortugas a estas playas por sus propios<br />
medios, sin conocimiento de cómo interactuar con<br />
tortugas mientras anidan. En la mayoría de los<br />
casos (turistas con o sin guía), las tortugas fueron<br />
molestadas y retornaron al mar sin anidar o<br />
el nido fue interrumpido y las tortugas volvieron<br />
al agua tras poner solo una parte de los huevos.<br />
Este último caso fue verificado como parte de otro<br />
proyecto donde las tortugas eran escaneadas con<br />
ultrasonido y, luego de ser molestadas volvían al<br />
agua aún cargando huevos con cáscara en el oviducto<br />
(Blanco, 2010).<br />
Figura 2. Porcentaje de observaciones realizadas en<br />
Nombre de Jesús, Zapotillal y Cabuyal, clasificadas<br />
por categorías. La más frecuente fue el saqueo de<br />
huevos (20.1%), luego prácticas turísticas sin control<br />
(14.3%) y, por último, la pesca artesanal (7,8%).<br />
Discusión<br />
Si bien este artículo se focaliza en<br />
la tortuga negra, existen cuatro especies<br />
de tortugas marinas que anidan en las<br />
costas de Guanacaste. Estas anidan ocasionalmente<br />
en playas sin protección. Por<br />
ejemplo, la tortuga lora anida de manera<br />
solitaria a lo largo de la costa de Guanacaste<br />
(Bernardo y Plotkin, 2007) y está expuesta a las<br />
mismas acciones humanas que amenazan a las<br />
tortugas negras. Lo mismo ocurre con la tortuga<br />
baula y la carey, que en algunas ocasiones se<br />
han observado anidando fuera del PNMB.<br />
El presente estudio indica que existe una<br />
importante población de tortugas negras que<br />
anida en la costa de Guanacaste. Las playas<br />
Nombre de Jesús, Zapotillal, Matapalo, Blanca,<br />
Prieta y Cabuyal representan importantes sitios<br />
de anidación para la tortuga negra. Este conjunto<br />
de playas es, en importancia, la segunda zona<br />
de anidación (conocida hasta el momento) para<br />
esta especie en peligro de extinción, en el océano<br />
Pacífico.<br />
Entre las amenazas detectadas se encuentra<br />
el desarrollo de playas de anidación (en playas<br />
Matapalo, Prieta y Nombre de Jesús). El desarrollo<br />
afecta a las tortugas marinas de diversas<br />
maneras. Por ejemplo, el tráfico de personas en<br />
la playa produce compactación de la arena y dificulta<br />
la emergencia de neonatos; la ausencia<br />
de vegetación produce la erosión de dunas donde<br />
anidan las tortugas, y la luz artificial representa<br />
amenazas para adultos y neonatos. Una playa<br />
iluminada durante la noche produce cambios en<br />
el comportamiento de hembras adultas —no anidan<br />
en lugares iluminados— y de neonatos —son<br />
atraídos hacia las luces y no hacia el mar, lo cual<br />
provoca la deshidratación, el aumento en la predación<br />
y el agotamiento, que los puede llevar a la<br />
muerte— (Lutcavage et al., 1997). Este impacto<br />
22<br />
Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />
23<br />
La tortuga marina negra de Guanacaste amenazada de extinción por prácticas humanas<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
fue registrado principalmente en Matapalo, donde<br />
se observaron nidos de tortugas negras depositados<br />
en zonas con intenso tráfico de personas.<br />
La amenaza detectada con más frecuencia<br />
fue el saqueo de huevos. Si bien en Costa Rica<br />
existe una ley que prohíbe el saqueo de huevos en<br />
todas las playas del país —con excepción de Ostional—<br />
(Spotila y Paladino, 2004), no existe ningún<br />
tipo de control en playas que no se encuentran<br />
comprendidas entre los límites de un parque<br />
o refugio nacional. El intenso saqueo que existe<br />
en estas playas amenaza a la población de tortugas<br />
con la extinción. El número poblacional de<br />
tortugas negras en Costa Rica no se conoce debido<br />
a que los estudios de investigación son escasos y<br />
no poseen la suficiente antigüedad como para estimar<br />
dichos parámetros. Si bien no se puede estimar<br />
en números la disminución de la población<br />
en respuesta a esta actividad, indudablemente<br />
esta continúa siendo altamente afectada, como<br />
ha pasado en otras poblaciones (Bjorndal et al.,<br />
1999; Alvarado-Díaz et al, 2001; Seminoff, 2004;<br />
Santidrián-Tomillo et al., 2008). Estudios recientes<br />
realizados en el PNMB sugieren que el saqueo<br />
de huevos es la principal causa de disminución en<br />
la población de tortuga baula. El modelo realizado<br />
en dicho estudio indica que el saqueo de huevos<br />
en diferentes porcentajes lleva a la extinción. El<br />
porcentaje de saqueo determinará el tiempo que<br />
tarde la población en ser extirpada de una determinada<br />
playa de anidación (Santidrián-Tomillo<br />
et al., 2008). Considerando que en playas como<br />
Nombre de Jesús el saqueo de huevos es aproximadamente<br />
del 90%, la población de tortugas negras<br />
en este importante sitio de anidación sería<br />
extirpada rápidamente, si no se realizan acciones<br />
de conservación a corto plazo.<br />
Figura 3. Práctica frecuente en playa Nombre de<br />
Jesús. Extracción de huevos durante el proceso de<br />
desove de una tortuga negra (Chelonia mydas). Foto:<br />
Samuel Friederichs.<br />
El ecoturismo puede representar una fuente<br />
de ingreso para las comunidades cercanas a playas<br />
de anidación de tortugas marinas (Tisdell y<br />
Wilson, 2002). Cuando esta práctica es realizada<br />
de forma organizada, contribuye al conocimiento<br />
y a la educación acerca de especies en peligro<br />
de extinción, lo cual compromete a turistas de diferentes<br />
lugares del mundo con la conservación<br />
(Tisdell y Wilson, 2005). Este no es el caso de las<br />
playas de Guanacaste, donde el turismo sin control<br />
afecta altamente a las tortugas negras. Generalmente,<br />
las tortugas retornan a la playa sin<br />
anidar o suspenden el nido y vuelven al mar todavía<br />
cargando huevos con cáscara en el oviducto.<br />
Si bien las tortugas marinas tienen la capacidad<br />
de mantener huevos por largos periodos (Casares<br />
et al., 1997; Plotkin et al., 1997), estas vuelven a<br />
la playa la misma noche o la noche siguiente, ya<br />
sea para desovar el nido completo o para desovar<br />
los huevos restantes. Esto causa un mayor gasto<br />
energético que el necesario para una temporada<br />
de anidación y puede impactar en el número total<br />
de nidos que desovará la tortuga en una temporada<br />
(Hamann et al., 2002). Adicionalmente, cuando<br />
las tortugas vuelven a desovar solo algunos<br />
huevos del nido interrumpido, la posibilidad de<br />
supervivencia de neonatos que emergen de nidos<br />
muy pequeños es muy baja, debido a la ausencia<br />
de estimulación mutua que necesitan para emerger<br />
(Carr y Hirth, 1961; Miller, 1997). Como resultado,<br />
estos huevos que no han sido depositados<br />
con el nido probablemente serán perdidos.<br />
La cercanía de las embarcaciones de pesca<br />
artesanal, a la costa, representa una amenaza<br />
para las tortugas que vienen a anidar a las playas<br />
de Guanacaste. La pesca a pequeña escala rara<br />
vez se ha tenido en cuenta para evaluar impactos<br />
en especies de tortugas marinas; sin embargo, esta<br />
industria representa uno de los mayores peligros<br />
de captura incidental de especies (Peckham et al.,<br />
2007). Durante el curso de este estudio, se ha observado<br />
pesca con palangre y redes agalleras cerca<br />
de la costa de las playas de anidación, lo cual pone<br />
en peligro a las tortugas que llegan a anidar. Al<br />
mismo tiempo, machos y hembras de tortuga negra<br />
se congregan frente a las playas de anidación,<br />
durante la época reproductiva (Blanco, 2010). Esto<br />
pone en riesgo a una parte mayor de la población,<br />
ya que la pesca incidental de tortugas no se limitaría<br />
a hembras anidantes, sino que también se<br />
podría estar capturando a los machos que permanecen<br />
en aguas cercanas a las playas de anidación.<br />
Damián Martínez. Tortuga Lora (Lepidochelys olivacio)<br />
Costa Rica posee el segundo sitio de anidación,<br />
en importancia, para tortugas negras, en el<br />
Pacífico, conocido hasta el momento, y las playas<br />
de mayor trascendencia para la especie carecen<br />
de protección. El intenso saqueo de huevos, junto<br />
con el disturbio por actividades turísticas sin control,<br />
sumado a la posible captura incidental por<br />
parte de embarcaciones de pesca artesanal, que<br />
existe en las costas de Guanacaste, amenazan a<br />
la población de tortugas negras con la extinción.<br />
Aumentar la protección en estas playas y en las<br />
aguas adyacentes a las playas de anidación es<br />
esencial para preservar a esta población de tortugas<br />
negras en peligro de extinción.<br />
Agradecimientos<br />
Los proyectos de investigación donde se realizaron<br />
observaciones se desarrollaron con permisos<br />
de investigación ACG-PI-003-2011 y ACT-OR-<br />
D-50 (MINAET). Se agradece a S. Friederichs, T.<br />
Backoff, W. Méndez, W. Villachica y E. Molina,<br />
voluntarios y funcionarios del PNMB, MINAET.<br />
Los fondos para este estudio fueron obtenidos<br />
de Wildlife Conservation Society, Drexel<br />
University y The Leatherback Trust.<br />
24<br />
Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />
25<br />
La tortuga marina negra de Guanacaste amenazada de extinción por prácticas humanas<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
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Resumen<br />
Durante la temporada<br />
de anidación de la tortuga<br />
lora (Lepidochelys olivacea),<br />
entre el 11 de octubre y el 18<br />
de noviembre de 2010, en playa<br />
Tortuga (Ojochal de Osa,<br />
Costa Rica), se monitoreó la<br />
temperatura de incubación<br />
de seis nidos de la especie,<br />
trasladados a un vivero. Por<br />
medio de sensores térmicos<br />
(termocuplas), se detectó un<br />
comportamiento anormal en<br />
la temperatura de los huevos,<br />
luego de fuertes eventos<br />
de precipitación, a inicios de<br />
noviembre. Se exhumó en dos<br />
partes la totalidad de los huevos,<br />
para verificar la condición<br />
de las nidadas y analizar<br />
su desarrollo embrionario. Se<br />
demostró que tanto el descenso<br />
súbito de la temperatura de<br />
incubación como la interrupción<br />
del desarrollo embrionario<br />
de las nidadas fueron consecuencia<br />
directa de la acción<br />
de los eventos extremos de<br />
precipitación registrados.<br />
Palabras clave: precipitación,<br />
temperatura, incubación,<br />
nidadas, tortuga.<br />
Efecto de la precipitación en el<br />
proceso de incubación de las<br />
nidadas de tortuga lora<br />
Abstract<br />
During the hatching<br />
season of Olive Ridley Sea<br />
Turtle, from October 11 th<br />
to November 18 th 2010, at<br />
playa Tortuga (Ojochal de<br />
Osa, Costa Rica), incubation<br />
temperature of six clutches<br />
transferred into hatchery<br />
were monitored. After a rainy<br />
period on the first days<br />
of November, abnormal egg<br />
temperature behavior was<br />
recorded by thermo sensors.<br />
In order to check egg conditions<br />
and embryonic development,<br />
totally of eggs<br />
were divided in two parts<br />
and exhumed. Sudden drop<br />
of incubation temperature<br />
and embryonic development<br />
disruption were direct consequence<br />
of extreme precipitations<br />
events recorded.<br />
Key words: precipitation,<br />
temperature, incubation,<br />
clutches, turtle.<br />
Brenes, O. “Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las<br />
nidadas de tortuga lora”<br />
ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 4 |Pp. 27-35|<br />
Fecha de recepción: [junio, 2011]. Fecha de aprobación: [julio, 2011].<br />
Óscar Brenes<br />
El autor, biólogo tropical, es coordinador de investigación<br />
en el Programa de Conservación de Tortugas<br />
Marinas de Reserva Playa Tortuga, Costa Rica.<br />
Introducción<br />
l ciclo de vida de las tortugas marinas<br />
es un fenómeno complejo que<br />
consiste en dos etapas: marina (mar<br />
abierto) y terrestre. La etapa terrestre<br />
implica una serie de eventos que inician<br />
desde el momento en el que las hembras<br />
maduras arriban a las playas a desovar,<br />
hasta que las pequeñas tortugas eclosionan,<br />
emergen de los nidos y se desplazan hacia el<br />
mar (Acuña, 1980). Esta etapa es crítica en<br />
el desarrollo de las tortugas, debido a que<br />
estos reptiles no presentan cuidado parental<br />
(Gulko y Eckert, 2004).<br />
Lo anterior conlleva que la supervivencia<br />
de las nidadas dependa de la habilidad<br />
de la hembra para construir una cámara<br />
de incubación adecuada y ubicar el<br />
nido en una zona segura de la playa, y de<br />
la capacidad misma de las nidadas para soportar<br />
y adaptarse a los constantes cambios<br />
de humedad, temperatura, gases, factores<br />
abióticos del medio de incubación, entre<br />
otros, a lo largo del año (Miller, 2000).Cambios<br />
importantes en estos factores podrían<br />
verse reflejados de manera directa en la<br />
viabilidad de los huevos, lo que determina<br />
26<br />
Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
27<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
el éxito de la incubación. La humedad y la temperatura,<br />
aun cuando son factores ambientales<br />
independientes, están íntimamente relacionados<br />
e inician su efecto combinado sobre los huevos<br />
desde la ovoposición (Arzola, 2007).<br />
La temperatura del medio de incubación<br />
de las nidadas es importante; ya que, a partir de<br />
esta se determina el sexo de las crías (Chacón et<br />
al, 2007). También, fluctuaciones drásticas en las<br />
temperaturas de los huevos podrían llevarlos a<br />
alcanzar los rangos térmicos o umbrales máximos<br />
(34°C) y mínimos (24°C) que detienen el desarrollo<br />
de los huevos hasta matarlos (Chacón et al,<br />
2007).<br />
Al igual que la temperatura, la humedad es<br />
un factor significativo que influye en el desarrollo<br />
de los embriones. Se ha reportado que, ante un<br />
nivel excesivo de humedad, se disminuye la capacidad<br />
de intercambio de agua entre huevos y<br />
sustrato, lo que puede generar la pérdida del nido<br />
(Arzola, 2007).<br />
En la actualidad, la probabilidad de experimentar<br />
cambios de temperatura y humedad en el<br />
medio es mayor, debido al efecto directo del calentamiento<br />
global que se ha evidenciado principalmente<br />
en las costas. Este se refleja en aumento en<br />
la temperatura ambiental, en el nivel del mar y<br />
en eventos de precipitación de mayor intensidad,<br />
como huracanes y tormentas tropicales (Drews y<br />
Fonseca, 2009).<br />
Se estima que en los próximos cien años<br />
habrá un incremento de entre 1,8 y 4 °C en la<br />
temperatura global. Esto preocupa a los/as investigadores/as,<br />
ya que tal aumento podría provocar<br />
una ultrafeminización de la población, o bien, tal<br />
haría que las nidadas alcanzaran rápidamente<br />
los valores máximos de temperatura umbral y, en<br />
consecuencia, provocaran altos niveles de mortalidad<br />
(Baker et al, 2009).<br />
Actualmente, ya se experimentan cambios<br />
abruptos en el clima que podrían acelerar el proceso<br />
de extinción de diversas especies, a corto plazo,<br />
en especial de las tortugas marinas. Dichas<br />
alteraciones pueden reflejar no solamente el aumento<br />
de las temperaturas en las nidadas, sino<br />
que además podrían provocar el alcance de los<br />
límites inferiores de la temperatura umbral, escenarios<br />
que pueden causar la muerte. Los eventos<br />
registrados en el 2010, como resultado de la<br />
combinación del evento de La Niña con el calentamiento<br />
record en el Atlántico, son un ejemplo<br />
de ello.<br />
Se reportaron, para el Pacífico, sur incrementos<br />
de hasta el 140% de lluvia acumulada<br />
respecto a años anteriores, de los cuales deben<br />
descartarse los ocurridos en los primeros cuatro<br />
días del mes de noviembre, que registraron valores<br />
mayores al acumulado mensual histórico reportado<br />
para este mes, por todas las estaciones<br />
meteorológicas del país (Chinchilla y Naranjo,<br />
2010). Por lo tanto, el objeto de este estudio consistió<br />
en determinar las posibles consecuencias<br />
de la precipitación sobre la incubación de las nidadas<br />
de tortuga lora, Lepidochelys olivacea (Eschssholtz,<br />
1829).<br />
Área de estudio y métodos<br />
Figura 1. Ubicación geográfica del área de estudio.<br />
Sebastian Troeng. Tortuga lora (Lepidochelys olivacia)<br />
Playa Tortuga se ubica en Ojochal, distrito<br />
de Puerto Cortés ( 83°40’3.36” O, 9°4’32.16” N),<br />
perteneciente al cantón de Osa, en la provincia de<br />
Puntarenas, Costa Rica. Consta de una extensión<br />
de 2 km, limita en su parte norte con las rocas de<br />
playa Ventanas y al sur con la desembocadura del<br />
río Grande de Térraba. Además del río Térraba,<br />
playa Tortuga recibe la influencia directa de los<br />
ríos Tortuga por el extremo norte y Balso por el<br />
extremo sur (figura 1).<br />
La zona se caracteriza por presentar clima<br />
húmedo muy caliente, una temperatura media<br />
anual de 23 a 27 grados Celsius y una precipitación<br />
anual entre 2.059 y 3.420 mm. Cuenta con una<br />
estación seca bien marcada que se extiende desde<br />
finales de diciembre hasta principios de mayo.<br />
La presente investigación se realizó durante<br />
de la temporada de anidación de tortugas marinas<br />
de 2010 (entre el 11 de octubre y el 18 de<br />
noviembre). En este periodo, se registró la temperatura<br />
a lo largo del proceso de incubación de<br />
las nidadas (n=6) de tortuga lora (Lepidochelys<br />
olivacea), reubicadas en el vivero (cuadro 1). Estas<br />
se nombraron alfabéticamente y presentaron<br />
la siguiente cantidad de huevos, respectivamente:<br />
(A)= 78, (B)= 64, (C)= 110, (D)= 112, (E)=115,<br />
(F)= 109.<br />
Los datos de temperatura se obtuvieron mediante<br />
el uso de termocuplas dentro de la cámara<br />
de incubación, tres por cada nido, colocadas de la<br />
siguiente manera: una en el fondo (temperatura<br />
1), otra a profundidad media, o bien, sobre el último<br />
huevo implantado (temperatura 2) y una tercera<br />
en el nivel superficial (temperatura 3). Esta<br />
se revisó diariamente, cada seis horas, iniciando a<br />
las seis de la mañana. Las termocuplas utilizadas<br />
se ensamblaron con cable K20, unido a conectores<br />
tipo K Cole- Parmer®. Los datos de temperatura<br />
se registraron mediante un termómetro digital<br />
C28 Ktype (Cormark ®).<br />
Factores ambientales como humedad relativa,<br />
presión atmosférica y precipitación también<br />
fueron registrados (cuadro 1). Estos se obtuvieron<br />
diariamente por medio de una estación meteorológica<br />
Davis® Vantage Pro 2, ubicada en la zona<br />
de estudio. Se consideró la precipitación como un<br />
factor importante debido a su potencial efecto sobre<br />
la viabilidad de las nidadas, ya que fue posible<br />
observar un comportamiento anormal de la<br />
temperatura dentro de los nidos, a partir de las<br />
lluvias del inicio del mes de noviembre de 2010.<br />
Mediante el análisis de datos in situ, fue posible<br />
identificar que los registros de temperatura<br />
de las nidadas no se comportaban de manera<br />
normal, sino que, por lo contrario, mostraban un<br />
comportamiento igual a la temperatura ambiental.<br />
Gracias a este análisis y a datos de temporadas<br />
anteriores, se identificó que las nidadas no<br />
disminuían su temperatura, en horas calientes<br />
del día, o aumentaban durante horas frescas,<br />
temprano en la mañana o durante la noche, lo<br />
que se considera anormal. Lo anterior funcionó<br />
como indicador de la posibilidad de la falla metabólica<br />
en las nidadas, por lo que se procedió a<br />
colocar tres termocuplas control durante cuatro<br />
días, dentro del vivero, a las mismas profundidades<br />
de las introducidas en las nidadas para comparar<br />
la temperatura de los huevos respecto a la<br />
de la arena. Finalizado este periodo, se procedió<br />
a la exhumación del 30% del total de los huevos<br />
para verificar el estado de estos. Basado en esto,<br />
28<br />
Óscar Brenes<br />
29<br />
Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga lora<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
se procedió a la extracción total de las nidadas<br />
afectadas.<br />
La estadística contempló una prueba Kruskal-Wallis<br />
para analizar la varianza entre la temperatura<br />
control y la temperatura de las nidadas,<br />
durante el mismo espacio de tiempo. Asimismo la<br />
prueba se realizó con el objeto de observar si las<br />
cámaras de incubación con huevos registraban o<br />
no la misma temperatura de la arena. Se realizaron<br />
regresiones lineales simples, como modelo de<br />
mejor ajuste, para establecer si existía relación<br />
significativa entre la temperatura promedio diaria<br />
de las nidadas y la precipitación diaria registrada,<br />
tanto de manera mensual como durante el<br />
período total del estudio.<br />
Se ejecutaron pruebas de comparación de<br />
medias para datos no pareados, con el fin de comparar<br />
la temperatura control con la temperatura<br />
de las nidadas, a partir del último día de incubación.<br />
De ahí, de manera acumulativa, se tomaron<br />
en cuenta días anteriores con el propósito de<br />
localizar un punto donde existieran diferencias<br />
significativas, para detectar, de ser posible, el<br />
momento en el cual las nidadas adoptaron la temperatura<br />
de la arena. Todas las pruebas estadísticas<br />
se realizaron al 95% de confianza.<br />
De manera complementaria, los datos de las<br />
tres termocuplas no presentaron una variación<br />
aparente, a pesar de estar colocadas a diferentes<br />
profundidades dentro de cada cámara de incubación.<br />
Finalmente, se realizó una prueba de hipótesis<br />
para establecer si existía una relación significativa<br />
entre la media de los valores mínimos<br />
de temperatura de las nidadas y la temperatura<br />
umbral mínima teórica, donde:<br />
H 0<br />
: media mínima = temperatura umbral<br />
H 1<br />
: media mínima ≠ temperatura umbral<br />
Resultados<br />
La precipitación acumulada durante el período<br />
de investigación fue de 1.773 mm (x=52,26<br />
± 26,02 mm/día). En el lapso del 1 al 4 de noviembre,<br />
se registró un acumulado de 893,34 mm, lo<br />
que representó el 50% del total de lluvia reportada.<br />
El mayor evento diario de lluvia, en este período,<br />
alcanzó los 290 mm (cuadro1).<br />
Todas las nidadas mostraron, al final del<br />
período de incubación, un valor de la temperatura<br />
media por debajo de la temperatura pivotal<br />
reportada para la especie. El mayor valor de temperatura<br />
lo reportó la nidada (A), mientras que<br />
en (C) se registró el valor más bajo (cuadro 2). Los<br />
datos de la temperatura diaria, registrados por<br />
medio de las termocuplas control, fueron: día 1:<br />
28,68 ºC, día 2: 28,37 ºC y día 3: 28,45 ºC, día 4:<br />
27,35 ºC.<br />
El comportamiento de la temperatura de los<br />
huevos durante el período de incubación sugirió<br />
una tendencia al descenso, conforme aumentó la<br />
precipitación. Dicha tendencia se evidenció al observar<br />
los valores alcanzados por la temperatura,<br />
durante los mayores eventos de precipitación del<br />
período de trabajo (figura 2).<br />
A partir de una regresión lineal, entre el promedio<br />
de la temperatura de incubación diaria de<br />
las seis nidadas y la precipitación diaria registrada,<br />
durante el período total de la investigación, se<br />
obtuvo un coeficiente de determinación r 2 = 23% y<br />
un coeficiente de correlación igual a -0,47, lo cual<br />
indica que existe una relación significativa débil<br />
entre las variables. En ellas, los valores de temperatura<br />
descienden conforme la precipitación<br />
se incrementa. Dicho comportamiento se explica<br />
mediante la ecuación (temperatura= 28,1393 –<br />
0,00857431*precipitación).<br />
Mediante una regresión lineal en la que se<br />
relacionó la temperatura de incubación media<br />
diaria con la precipitación, específicas para el<br />
mes de octubre, no se obtuvo ninguna relación<br />
significativa. Esto es contrario a lo mostrado por<br />
el análisis de regresión de estas variables para el<br />
mes de noviembre, en el cual este lanzó un coeficiente<br />
de determinación r 2 =<strong>41</strong>%, con un coeficiente<br />
de correlación igual a -0,64. Tales valores reflejan<br />
una relación significativa, de moderada a<br />
fuerte, entre la temperatura y la precipitación: la<br />
primera variable tiende a descender conforme la<br />
segunda aumenta. Dicha dependencia se expresa<br />
mediante la ecuación temperatura = 27,3888 –<br />
0,00687339*precipitación.<br />
La prueba de Kruskal-Wallis para el análisis<br />
de la varianza arrojó un valor P
Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
Cuadro 1. Valores totales de precipitación y temperatura diaria<br />
durante el período de incubación de seis nidadas de tortuga lora<br />
ubicadas en vivero, en playa Tortuga, entre octubre y noviembre<br />
de 2010.<br />
Figura 2. Comportamiento de la temperatura (en<br />
negro) y la precipitación (en gris), durante el período<br />
de incubación de cada una de las nidadas.<br />
Cuadro 3. Exhumaciones realizadas en nidadas de<br />
tortuga lora, en vivero en playa Tortuga, de octubre a<br />
noviembre de 2010.<br />
Temperatura (°C)<br />
Fecha<br />
Precipitación<br />
(mm) A B C D E F<br />
11/10/2010 11,03 30,52* 29,45* - - - -<br />
12/10/2010 22,31 30,68 30,22 30,29* - - -<br />
13/10/2010 0,26 29,03 29,93 29,80 - - -<br />
14/10/2010 61,79 29,99 30,01 30,18 - - -<br />
15/10/2010 118,21 28,77 29,33 29,13 - - -<br />
16/10/2010 NR 28,10 28,71 28,51 - - -<br />
17/10/2010 NR 28,20 28,56 28,48 - - -<br />
18/10/2010 NR 28,00 28,34 28,26 - - -<br />
19/10/2010 NR 28,34 28,33 28,49 28,81* - -<br />
20/10/2010 NR 30,00 29.58 29,92 30,58 34,65* -<br />
21/10/2010 0,00 29,62 29.57 29,51 29,84 29,91 -<br />
22/10/2010 16,67 27,90 28.56 28,28 28,29 28,82 -<br />
23/10/2010 95,13 27,55 28.15 27,93 27,82 28,27 -<br />
24/10/2010 4,87 27,61 27.84 27,81 28,21 28,06 -<br />
25/10/2010 82,05 29,21 29.02 29,32 29,76 29,34 -<br />
26/10/2010 44,10 28,32 28.82 28,64 28,26 29,04 -<br />
27/10/2010 43,59 27,92 28.02 27,99 28,07 28,32 -<br />
28/10/2010 70,77 26,64 27.23 26,81 26,57 27,32 27,50*<br />
29/10/2010 56,92 26,22 26.50 26,10 26,47 26,52 26,47<br />
30/10/2010 31,79 26,67 26.81 26,70 26,68 26,82 26,83<br />
31/10/2010 6,67 27,13 27.02 27,17 27,58 27,16 27,00<br />
01/11/2010 104,36 28,27 28.15 28,32 28,40 28,35 28,13<br />
02/11/2010 284,62 26,03 26.80 26,33 26,03 26,97 26,97<br />
03/11/2010 290,51 25,63 26.47 25,10 24,94 25,81 25,71<br />
04/11/2010 213,85 25,50 26.30 24,80 24,75 25,62 25,44<br />
05/11/2010 0,77 25,50 26.30 24,80 24,75 25,62 25,44<br />
06/11/2010 0,00 25,35 26.13 24,50 24,57 25,43 25,17<br />
07/11/2010 33,59 26,00 26.27 25,50 25,83 26,10 25,80<br />
08/11/2010 20,51 26,90 27.03 26,53 26,40 27,30 26,73<br />
09/11/2010 8,97 27,66 27.63 27,58 27,77 27,75 27,38<br />
10/11/2010 17,44 27,58 27.55 27,40 27,28 27,63 27,50<br />
11/11/2010 6,92 27,47 27.46 27,42 27,60 27,60 27,43<br />
12/11/2010 28,97 27,98 27.87 27,92 28,14 28,01 27,86<br />
13/11/2010 26,<strong>41</strong> 27,92 27.98 27,80 27,83 28,03 28,09<br />
14/11/2010 54,87 27,32 27.43 27,36 27,36 27,47 27,56<br />
15/11/2010 11,79 27,53 27.66 27,59 27,61 27,59 27,53<br />
16/11/2010 3,59 27,78 27.86 27,90 28,26 27,87 27,83<br />
17/11/2010 0,14 28,28 28.34 28,24 28,33 28,27 28,38<br />
18/11/2010 3,20 - - - - - 27,70<br />
NR= No registro.<br />
* Inicio de la incubación.<br />
Cuadro 2. Valor de la temperatura media, máxima y<br />
mínima total, a partir de registros diarios de las nidadas<br />
de tortuga lora en vivero. Media ± LC al 95%.<br />
Temperatura (°C)<br />
Nido Media Máxima Mínima<br />
A 27,77 +/- 0,45 30,68 25,35<br />
B 27,97+/- 0,37 30,22 26,13<br />
C 27,68 +/- 0,50 30,29 24,50<br />
D 27,43 +/- 0,56 30,58 24,57<br />
E 27,78 +/- 0,66 34,65 25,43<br />
F 27,02 +/- 0,43 28,38 25,17<br />
Promedio 27,61 +/- 0,35 30,8 +/- 2,17 25,19+/- 0,63<br />
Nido<br />
Exhumación<br />
30%<br />
Exhumación<br />
100%<br />
Incubación<br />
(día) N. o de huevos EI HSE EI HSE<br />
A 38 78 21 2 72 6<br />
B 38 64 16 3 56 8<br />
C 37 110 26 7 86 24<br />
D 30 112 16 18 69 43<br />
E 29 115 24 10 82 33<br />
F 22 109 28 5 89 20<br />
Total - 588 131 45 454 134<br />
EI (Estadio I), HSE (Huevo sin Embrión Evidente).<br />
Discusión<br />
Las fluctuaciones del clima pueden afectar<br />
los embriones de tortugas, especialmente los<br />
cambios de estación seca a lluviosa, independientemente<br />
de la zona de la playa donde se encuentren<br />
los huevos (Acuña, 1980). Debido a esto, cabe<br />
destacar que el país se encontró bajo la influencia<br />
del huracán Tomás, del 29 de octubre al 7 de noviembre<br />
de 2010, lapso coincidente con la ejecución<br />
del estudio.<br />
Como parte de los efectos de este huracán,<br />
se presentó el evento hidrometereológico extremo<br />
más intenso que sufrió Costa Rica en todo el<br />
año, del 1 al 5 de noviembre (Chinchilla y Naranjo,<br />
2010). Los datos son coincidentes con el<br />
comportamiento de la precipitación registrado<br />
por la estación meteorológica ubicada en playa<br />
Tortuga (cuadro 1). Esta relación fortalece la<br />
idea de que la pérdida de las nidadas de lora,<br />
ubicadas en el vivero, se diera como consecuencia<br />
directa de la exposición de estas a un fenómeno<br />
de tal magnitud.<br />
32<br />
Óscar Brenes<br />
33<br />
Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga lora<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
El análisis de los valores de las temperaturas<br />
medias de incubación hizo evidente una<br />
tendencia de la determinación sexual hacia la<br />
producción de machos, contrario a lo obtenido el<br />
año anterior en el mismo sitio de anidación (Brenes,<br />
2009). No se descarta que este valor fuese<br />
influenciado por el descenso súbito en la temperatura,<br />
experimentado por las nidadas a inicios<br />
de noviembre, ya que la lluvia puede afectar la<br />
temperatura de la arena a la profundidad de la<br />
cámara de incubación y esto a su vez afecta la<br />
proporción sexual (Godfrey y Mrosovsky, 2000).<br />
Una incubación exitosa radica en que los<br />
huevos se mantengan en medio de un rango térmico<br />
específico entre los 25 y los 35 °C; valores<br />
fuera de este, detendrían el proceso y causarían<br />
la muerte (Baker et al., 2009). Los valores máximos<br />
alcanzados por las nidadas se mantuvieron<br />
dentro del rango de temperatura óptima, caso<br />
contrario a los valores mínimos de los cuales se<br />
puede afirmar que igualaron el límite inferior del<br />
rango térmico establecido.<br />
Es importante indicar que todas las nidadas<br />
alcanzaron los valores mínimos en el mes de noviembre.<br />
Con base en estas observaciones y en los<br />
resultados de las regresiones realizadas, se puede<br />
establecer que la precipitación actuó como un factor<br />
significativo en el descenso de la temperatura<br />
de incubación durante este mes.<br />
Los nidos poseen un gradiente térmico propio<br />
generado por su metabolismo, debido a que,<br />
durante su desarrollo, los embriones liberan CO 2<br />
y consumen O 2<br />
y H 2<br />
O (García, 2008). Por tal motivo,<br />
no encontrar diferencias significativas entre<br />
la temperatura de las termocuplas control y la de<br />
las nidadas sugirió la inexistencia del intercambio<br />
de energía entre los huevos y el medio, en ese<br />
momento. Aparentemente, el cambio constante<br />
de las condiciones de la arena afectó la difusión<br />
de las sustancias en los nidos, lo cual repercutió<br />
directamente en el desarrollo del embrión (Acuña,<br />
1980).<br />
Las exhumaciones confirmaron la pérdida<br />
del total de los huevos incubados, lo cual revela<br />
que un gran porcentaje murió durante el Estadio<br />
I del desarrollo embrionario, etapa considerada<br />
como la más sensible para los embriones (Acuña,<br />
1980). Este resultado permite estimar que la<br />
afectación ocurrió en algún momento de los primeros<br />
30 días de incubación.<br />
A pesar de que la descripción de las características<br />
presentes en los embriones es general,<br />
brinda los detalles necesarios para estimar con<br />
mayor precisión el tiempo en el cual se detuvo el<br />
desarrollo en cada una de las nidadas, esto basado<br />
en las etapas embrionarias registradas en<br />
Caretta caretta, por García (2008).<br />
El análisis de los embriones de huevos exhumados<br />
permitió establecer que la presencia de<br />
los vasos sanguíneos (área vascular) en el embrión<br />
-nidada (F)- se hace visible a partir del 7%<br />
del tiempo de incubación. Este porcentaje de desarrollo<br />
se observa en la primera semana del proceso,<br />
basado en el período de incubación promedio<br />
de 50 días para L. Olivaceae, en playa Tortuga ,<br />
estimado por Brenes (2009).<br />
Las características descritas para los huevos<br />
en (D) y (E), en las cuales el embrión se puede<br />
identificar como un tejido rosa sin estructuras<br />
bien definidas, se presentan entre el 14 y el 18<br />
% del periodo de incubación, en Caretta caretta,<br />
lo que equivale en L. olivacea a la semana dos<br />
(García, 2008).<br />
Asimismo, este autor indica que, como se<br />
observó en (A), (B) y (C), los embriones empiezan<br />
a mostrar un desarrollo craneofacial definido, ojos<br />
pigmentados con parpados visibles, extremidades<br />
bien diferenciadas y es posible reconocer los escudos<br />
costales del caparazón. Esto durante el 42%<br />
del período, que se ubica en la tercera semana de<br />
incubación.<br />
Los datos obtenidos de las pruebas de comparación<br />
de medias permitieron establecer, de<br />
manera significativa, el momento en el cual los<br />
huevos dejaron de metabolizar y adoptaron la<br />
temperatura de la arena. Esto es congruente con<br />
los días de incubación en que se dio este cambio,<br />
ubicados dentro de los períodos señalados a partir<br />
de las características que presentaron los embriones<br />
(figura 2).<br />
Finalmente, se demuestra que tanto el descenso<br />
súbito de la temperatura de incubación<br />
como la interrupción del desarrollo embrionario<br />
de las nidadas ubicadas en playa Tortuga, fueron<br />
consecuencia directa de la acción de los eventos<br />
extremos de precipitación registrados del 2 al 4<br />
de noviembre del 2010. Además, se manifiesta<br />
que un registro oportuno de los factores ambientales<br />
representa una herramienta indispensable,<br />
la cual brinda datos importantes para poder establecer<br />
estrategias de manejo adecuadas, ante<br />
situaciones que amenacen el éxito de cualquier<br />
proyecto de conservación.<br />
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34<br />
Óscar Brenes<br />
35<br />
Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga lora<br />
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Viejobueno, S., Adams, Ch. y Arauz, R. “Oportunidades para el desarrollo sostenible<br />
de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)”<br />
ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 5 |Pp. 37-46|<br />
Fecha de recepción: [noviembre, 2011]. Fecha de aprobación: [diciembre, 2011].<br />
Oportunidades para el desarrollo<br />
sostenible de las comunidades costeras de<br />
Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)<br />
Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz<br />
Sandra Viejobueno y Charlotte Adams son coordinadoras de Playas de Anidación de Tortugas<br />
Marinas con el Programa Restauración de Tortugas Marinas (PRETOMA). Randal Arauz es<br />
director de PRETOMA (Programa Restauración de Tortugas Marinas).<br />
Resumen<br />
En 1998, da inicio el<br />
proyecto Playas de Anidación<br />
Nicoya Sur, o PLANS.<br />
Este proyecto coordina acciones<br />
con las organizaciones<br />
de base, público en general y<br />
entidades gubernamentales,<br />
para promover la protección,<br />
conservación, investigación y<br />
manejo de los recursos marino-costeros<br />
del cantón Nandayure<br />
(Guanacaste). Hasta<br />
ahora, en el marco del proyecto<br />
PLANS, se ha logrado<br />
consolidar la protección efectiva<br />
de cinco playas de anidación<br />
de tortugas marinas<br />
(Caletas, Costa de Oro, San<br />
Miguel, Bejuco y Corozalito),<br />
en proyectos conjuntos con<br />
las comunidades costeras y<br />
el Área Conservación Tempisque<br />
(ACT) del Sistema<br />
<strong>Nacional</strong> de Áreas de Conservación<br />
(SINAC). Además,<br />
en procesos participativos<br />
con estos/as mismos/as actores/as<br />
se ha logrado la creación<br />
de dos Áreas Marinas<br />
Protegidas (AMP): una para<br />
Abstract<br />
The Southern Nicoya<br />
Nesting Beach project, or<br />
PLANS, began in 1998. The<br />
project coordinates actions<br />
among development associations,<br />
artisanal fishing<br />
associations, and community<br />
members to promote the<br />
conservation, research, protection,<br />
and management<br />
of the area’s coastal-marine<br />
resources of Nandayure. To<br />
date, the project PLANS has<br />
consolidated effective protection<br />
of five turtle nesting<br />
beaches (Caletas, Costa de<br />
Oro, San Miguel, Liana, and<br />
Corozalito), in joint projects<br />
with coastal communities<br />
and Area of conservation<br />
Tempisque (ACT) of the National<br />
System of Conservation<br />
Areas (SINAC). In addition,<br />
a participatory process<br />
with the same organizations<br />
has led to the creation of<br />
two Marine Protected Areas<br />
(MPAs): one for the National<br />
Wildlife Refuge (RNVS)<br />
Caletas-Ario in 2006 and<br />
Introducción<br />
a Asociación Programa Restauración<br />
de Tortugas Marinas (Pretoma)<br />
es una asociación civil sin fines de<br />
lucro, formalmente establecida en<br />
1997. Su misión es proteger y restaurar las<br />
poblaciones de tortugas marinas, tiburones<br />
y otras especies marinas amenazadas, con<br />
una visión de prácticas pesqueras sostenibles<br />
y en sociedad con las comunidades<br />
costeras, mediante la reforma de políticas,<br />
la investigación científica, la educación ambiental,<br />
el uso de los medios de comunicación,<br />
el activismo y la litigación estratégica.<br />
Los esfuerzos de Pretoma por brindar<br />
protección efectiva a las tortugas marinas<br />
consisten en acciones que giran sobre dos<br />
ejes: garantizar el nacimiento de la mayor<br />
cantidad posible de tortugas, y reducir o<br />
eliminar la mortalidad de adultos provocada<br />
por pesquerías industriales. Con esto<br />
en mente, Pretoma desarrolla, junto a las<br />
organizaciones de base y oficiales, el proyecto<br />
Playas de Anidación Nicoya Sur (Plans),<br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
37<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
Desde estas fechas, los mismos miembros<br />
vecinos de San Miguel nos habían informado de la<br />
existencia de otra playa de anidación de tortugas<br />
al sur de Punta Coyote, en playa Caletas, donde<br />
anidaban abundantemente tortugas lora y baula<br />
(Dermochelys coriacea). Se realizaron monitoreos<br />
esporádicos durante 1999 y 2001, confirmando la<br />
anidación de miles de tortugas lora y docenas de<br />
tortugas baula por temporada, así como la necesidad<br />
de brindar protección efectiva cuanto antes<br />
debido al saqueo masivo de nidos (Arauz et al.,<br />
2003)<br />
Pretoma logró consolidar una presencia física<br />
permanente en Caletas a partir del 2002. Asimismo,<br />
este año dio inició el Programa de Participantes<br />
de Pretoma (PPP), con el fin de mejorar el<br />
monitoreo y la conservación de tortugas marinas<br />
in situ por medio del uso de voluntarios, quienes<br />
además de aportar mano de obra y generar fondos<br />
para el proyecto, también generan oportunidades<br />
de ingresos a los miembros de las comunidades<br />
costeras.<br />
El proceso continuó con la protección de las<br />
áreas marinas frente a las playas de anidación, en<br />
especial por la amenaza que representan las pesquerías<br />
industriales a las tortugas adultas y a la<br />
pesca sostenible. Palangreros y camaroneros por<br />
arrastre causan la captura y mortalidad global<br />
de cientos de miles de tortugas marinas por año,<br />
así como también un gran número de aves, peces,<br />
cetáceos y pinnípedos (IUCN, 2010). En Costa<br />
Rica, la flota camaronera de arrastre anualmente<br />
descarta entre 6.000 y 9.000 toneladas de fauna<br />
acompañante (Campos, 1983) y captura más de<br />
15.000 tortugas marinas (Arauz et al., 1997), y<br />
representa una amenaza constante por su operación<br />
en aguas frente a las playas de anidación de<br />
tortugas marinas de Nandayure.<br />
Es así como nace en el 2002 la iniciativa<br />
por crear un Refugio <strong>Nacional</strong> de Vida Silvestre<br />
en playa Caletas para brindar protección oficial<br />
a esta importante playa de anidación, el cual inel<br />
Refugio <strong>Nacional</strong> de Vida<br />
Silvestre (RNVS) Caletas-<br />
Ario, en el 2006, y otra para<br />
el RNVS Camaronal, en el<br />
2009. En ambos casos, se trata<br />
de áreas de uso múltiple,<br />
donde se prohíben las actividades<br />
de pesca destructivas.<br />
Actualmente, se trabaja en la<br />
creación de una nueva AMP<br />
que conecte las dos AMP<br />
existentes, un área conocida<br />
como el “triángulo”, cuyo fin<br />
sería fomentar una pesquería<br />
sostenible de pargo manchado,<br />
con enfoque ecosistémico.<br />
El proyecto PLANS provee<br />
beneficios y oportunidades de<br />
desarrollo económico a los/as<br />
integrantes de las asociaciones<br />
de desarrollo comunal y<br />
a los/as pescadores/as artesanales.<br />
Asimismo, brinda<br />
protección efectiva a diversas<br />
especies marinas en peligro<br />
de extinción y a los diversos<br />
hábitats esenciales de los<br />
cuales dependen.<br />
Palabras clave: playa de<br />
anidación, tortuga, area marina<br />
protegida (amp), pesca<br />
sostenible, conservación.<br />
one for the RNVS Camaronal<br />
in 2009. Both areas carry<br />
a multi use designation and<br />
prohibit the operation of destructive<br />
fisheries. PLANS is<br />
currently working on creating<br />
a new MPA to connect<br />
the two existing MPAs, an<br />
area known as the “triangle”,<br />
which would aim to promote<br />
sustainable fisheries for<br />
spotted snapper whilst using<br />
an ecosystem approach. The<br />
PLANS project creates benefits<br />
and opportunities to<br />
artisanal fishermen and community<br />
development associations,<br />
as well as protecting a<br />
diverse array of endangered<br />
marine species and the critical<br />
habitats on which they<br />
depend.<br />
Key words: nesting beach,<br />
turtle, marine protected area<br />
(mpa), sustainable fisheries,<br />
conservation.<br />
en el cantón de Nandayure, Guanacaste,<br />
donde actualmente se brinda protección<br />
a cinco playas de anidación de tortugas<br />
marinas en colaboración con las comunidades<br />
costeras y se desarrollan proyectos<br />
de pesca sostenible con dos asociaciones<br />
de pescadores artesanales. El proyecto<br />
Plans pretende desarrollar oportunidades<br />
de desarrollo económico para las comunidades<br />
costeras de Nandayure por medio<br />
del ecoturismo y el comercio de productos<br />
pesqueros sostenibles, y consolidar de esta<br />
manera la protección oficial de tortugas<br />
marinas a lo largo de 30 km de playas de<br />
anidación, además de 45.000 hectáreas de<br />
área marina manejadas bajo un enfoque<br />
ecosistémico.<br />
Antecedentes<br />
El proceso inició en 1998, cuando<br />
líderes comunales de la comunidad costera<br />
de San Miguel, cantón de Nandayure,<br />
Guanacaste, solicitaron la asistencia de<br />
Pretoma para proteger a las tortugas lora<br />
(Lepidochelys olivacea) que allí anidan,<br />
motivados por la ausencia de protección<br />
oficial que deriva en el saqueo masivo de<br />
nidos y la oportunidad que pueden ofrecer<br />
las tortugas marinas como atractivo en la<br />
pujante industria ecoturística de la zona.<br />
Pretoma contrata los servicios de jóvenes<br />
de la comunidad, a quienes se capacita<br />
técnicamente como monitores de actividad<br />
de anidación de tortugas marinas.<br />
Sus actividades a la vez son supervisadas<br />
por biólogos quienes coordinan las actividades<br />
de investigación con oficiales del<br />
Área Conservación Tempisque (ACT) del<br />
Sistema <strong>Nacional</strong> de Áreas de Conservación<br />
(Sinac).<br />
Sebastian Troeng.<br />
Tortuga lora<br />
(Lepidochelys olivacia)<br />
Sebastian Troeng.<br />
Tortuga baula<br />
(Dermochelys coreasea)<br />
cluyera a su vez un Área Marina Protegida para<br />
brindar protección a las tortugas adultas de los<br />
camaroneros por arrastre. Desde este momento,<br />
las autoridades del ACT fueron enfáticas en que<br />
para el desarrollo de esta iniciativa se debía conseguir<br />
el apoyo sólido de las comunidades costeras,<br />
en particular las asociaciones de pescadores<br />
artesanales que operan en el área.<br />
A lo largo de 2003–2005 se realizó una serie<br />
de talleres participativos dirigidos por el ACT<br />
con representantes de la Asociación Coyoteña<br />
de Pescadores (Aspecoy), pescadores artesanales<br />
de Manzanillo, empresarios de la zona (familia<br />
Grew), y Pretoma, durante los cuales se forjó un<br />
Plan de Manejo consensuado para un nuevo RNVS<br />
en playa Caletas, con una AMP de uso múltiple,<br />
donde se prohíben las prácticas pesqueras destructivas<br />
como la pesca de camarón por arrastre, el uso<br />
de trasmallos, y el buceo con compresor. Simultáneamente,<br />
en un proceso paralelo, autoridades del<br />
ACT trabajaron junto a empresarios y propietarios<br />
locales para consensuar un Plan de Manejo para<br />
el RNVS Camaronal, Nandayure, el cual fue creado<br />
desde 1994 como reconocimiento por su importancia<br />
para la anidación de tortugas marinas. El<br />
manejo contemplado para el AMP del RNVS Camaronal<br />
también es de carácter de uso múltiple.<br />
38<br />
Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz<br />
39<br />
Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
Para brindar un valor agregado a los productos<br />
pesqueros capturados en la zona, y reconocer<br />
la labor de los pescadores artesanales que<br />
promueven una pesca sostenible, se inició, en el<br />
2007, el proceso por obtener una certificación de<br />
pesca sostenible para la pesquería de pargo manchado<br />
(Lutjanus guttatus) que realizan los pescadores<br />
artesanales de la zona, incluyendo ahora<br />
a la Asociación de Pescadores de Bejuco (Asobejuco),<br />
con la realización de los estudios sobre los<br />
cuales se podría en el futuro forjar un plan de manejo<br />
de la pesquería con enfoque ecosistémico.<br />
En el 2008 Pretoma es invitada por la Asociación<br />
de Vecinos de Corozalito, a incluir playa<br />
Corozalito entre los proyectos de conservación<br />
de tortugas marinas. Desde entonces el sitio era<br />
reconocido por la abundante anidación de tortugas<br />
marinas y hasta por la ocurrencia ocasional<br />
(una vez al año) de “mini arribadas” de tortuga<br />
lora, durante las cuales podían anidar miles de<br />
tortugas. Como es típico en esta zona del país, sin<br />
protección oficial el saqueo de huevos es masivo y<br />
generalizado, lo cual preocupa a esta comunidad<br />
que desea seguir un modelo de desarrollo en armonía<br />
con la naturaleza.<br />
En el 2009 Pretoma inicia su presencia propiamente<br />
en el mar, con la adquisición de una<br />
panga de 18 pies bautizada Chelonia, equipada<br />
con un motor fuera de borda de 50 caballos. La<br />
función de ella es asistir en labores de patrullaje<br />
del AMP del RNVS Caletas-Arío contra la pesca<br />
ilegal, así como al proyecto de monitoreo acústico<br />
de tortugas de carey (Eretmochelys imbricata) en<br />
punta Coyote.<br />
Finalmente, en el 2011 Pretoma logra iniciar<br />
dos proyectos de conservación de tortugas<br />
marinas más, en playas Costa de Oro y Bejuco<br />
siempre en cercana colaboración con las asociaciones<br />
de vecinos.<br />
Resultados<br />
Pretoma ha logrado un impacto tangible en<br />
el establecimiento de politica de conservación marina<br />
en el cantón Nandayure, trabajando siempre<br />
en conjunto con funcionarios del ACT y los grupos<br />
organizados de la sociedad civil:<br />
· Creación, en agosto del 2006, del RNVS<br />
Caletas-Arío, con un AMP que se extiende<br />
12 millas mar afuera para un área total de<br />
más de 19.000 hectáreas (Decreto Ejecutivo<br />
#33232, La Gaceta N° 154 del 11 de agosto<br />
del 2006), donde se prohíben las actividades<br />
pesqueras descritas como destructivas con<br />
anterioridad.<br />
· Ampliación de los límites del RNVS Camaronal<br />
en noviembre del 2009, para incluir<br />
un AMP que también se extiende 12 millas<br />
mar afuera para un área total de 15.000<br />
hectáreas y donde se imponen las mismas<br />
restricciones a la pesca destructiva (Decreto<br />
Ejecutivo Nº 35530-Minaet, La Gaceta N°<br />
229 del 25 de noviembre del 2009), producto<br />
del proceso simultáneo pero independiente<br />
entre el ACT y desarrolladores.<br />
· Pre-certificación de Pesca Sostenible emitida<br />
por el Scientific Certification Systems en<br />
el 2011 (Vincent, 2011), el cual establece a<br />
su vez una hoja de ruta para optar por una<br />
certificación completa a finales del 2012.<br />
(El proyecto de pesca sostenible de pargo<br />
manchado en Coyote y Bejuco es la primera<br />
pesquería sujeta a los principios de la pesca<br />
sostenible del Marine Stewardship Council<br />
en Costa Rica y Centroamérica. La pre-certificación<br />
señaló que la pesca realizada por<br />
el sector pesquero artesanal es sostenible,<br />
pero se requiere más información sobre el<br />
impacto de la pesquería sobre el ecosistema.<br />
Además, se señala la necesidad de ofrecer<br />
protección total al stock de pargo manchado,<br />
gestión de los efectos nocivos de la pesca<br />
de camarón por arrastre. De lo contrario,<br />
aunque los pescadores artesanales pesquen<br />
sosteniblemente, no será posible certificar<br />
la pesquería si el mismo stock de peces está<br />
expuesto a mortalidad excesiva.)<br />
En términos de protección de tortugas marinas,<br />
desde el comienzo del proyecto Plans en 1998<br />
y hasta la fecha, se ha logrado la protección de<br />
más de 14 km de costa, donde Pretoma monitorea<br />
tres playas de anidación: playa San Miguel, playa<br />
Caletas y playa Corozalito:<br />
· Desde 1998 hasta 2010, se ha registrado en<br />
playa San Miguel la presencia de un total de<br />
3.619 tortugas marinas, las cuales depositaron<br />
exitosamente 3.019 nidos. De estos, se<br />
protegieron un total de 2.095 nidos (69,4%)<br />
en los viveros del proyecto y 342 nidos “in<br />
situ” (11,3%), 14 nidos fueron depredados<br />
por animales (0,5%) y 568 nidos fueron saqueados<br />
(19,4%). Ha sido liberado un total<br />
de 140.003 neonatos al mar.<br />
· Desde 2000 hasta 2010 en playa Caletas se<br />
ha registrado un total de 8.115 eventos de<br />
tortugas marinas, los cuales depositaron<br />
exitosamente 6.912 nidos. De estos, se ha<br />
protegido en el vivero 4.442 nidos (64,3%) y<br />
1.372 nidos in situ (19,5%), 759 nidos fueron<br />
depredados (10,9%), y 339 nidos (4,9%) fueron<br />
saqueados. Ha sido liberado un total de<br />
257.729 neonatos al mar.<br />
· Desde 2008 hasta 2010, en playa Corozalito<br />
se ha registrado un total de 5.112 eventos<br />
de tortugas marinas, los cuales depositaron<br />
exitosamente 4.436 nidos. De estos, se<br />
protegieron 3.307 nidos in situ (74,5%), 533<br />
nidos fueron depredados (12%) y 596 fueron<br />
saqueados (13,4%).<br />
· En el 2011 inician proyectos de conservación<br />
de tortugas marinas en playas Costa<br />
de Oro y Bejuco, pero lamentablemente no<br />
pudo realizarse un monitoreo exhaustivo<br />
este año, aunque sí operó un vivero en playa<br />
Costa de Oro. En el 2012 esperamos consolidar<br />
estos proyectos.<br />
Las figuras 1, 2 y 3, muestran la existencia<br />
de una tendencia positiva en el número de eventos<br />
de anidación de tortuga marina. Esta tendencia<br />
positiva puede explicarse por mejoras en el<br />
proceso de monitoreo, así como por mayor eficacia<br />
en la toma de datos. Además, esta tendencia positiva<br />
podría ser un indicador de que la población<br />
de tortuga lora en el área de Plans se encuentra<br />
en proceso de recuperación gracias a las labores<br />
Figura 1. Total de anidaciones en laya San Miguel, Nandayure, Guanacaste. 1998-2010.<br />
40<br />
Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz<br />
<strong>41</strong><br />
Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
de protección. Para poder confirmar esta hipótesis<br />
habría que continuar el estudio durante varios<br />
años más, ya que la tortuga lora alcanza la madurez<br />
sexual entre los 10 y 13 años de edad (Plotkin,<br />
2007), y no será hasta dentro de unos años que<br />
veamos el fruto de este esfuerzo.<br />
Figura 2. Total de anidaciones en playa Caletas,<br />
Nandayure, Guanacaste. 2002-2011.<br />
Figura 3. Total de anidaciones en playa Corozalito,<br />
Nandayure, Guanacaste. 2008-2010.<br />
Se ha logrado disminuir el saqueo de nidos<br />
en playas San Miguel y Corozalito, mediante una<br />
fuerte campaña de educación ambiental en la comunidad.<br />
En San Miguel, el saqueo descendió de<br />
un virtual 100% hasta entre un 15-20% (figura<br />
4), mientras que en Corozalito se ha logrado disminuir<br />
el saqueo de un 25% hasta un 6% en tres<br />
años (figura 5).<br />
Figura 4. Porcentaje anual de saqueo de nidos, playa<br />
San Miguel, Nandayure. 1998-2010.<br />
Figura 5. Porcentaje anual de saqueo de nidos, playa<br />
Corozalito, Nandayure. 2008-2010.<br />
Con la adquisición de la Chelonia en 2009,<br />
Pretoma ha logrado avanzar significativamente<br />
su presencia en el mar, estudiando la presencia<br />
de tortugas de carey en el área y realizando actividades<br />
contra la pesca ilegal:<br />
· El monitoreo acústico de tortugas de carey<br />
en punta Coyote ha demostrado que a lo largo<br />
del flanco norte de punta Coyote reside<br />
una población de al menos 14 tortugas de<br />
carey juveniles en el arrecife rocoso. Estas<br />
tortugas juveniles establecen residencia en<br />
punta Coyote donde existen abundantes recursos<br />
alimenticios, hasta que alcanzan la<br />
madurez sexual. Precisamente, el área de<br />
punta Coyote donde habitan las tortugas de<br />
carey está actualmente fuera de los límites<br />
del AMP del RNVS Caletas-Arío, y son vulnerables<br />
a los efectos nocivos de la pesca de<br />
camarón por arrastre (Carrión, 2010; Canales,<br />
2011).<br />
· Las patrullas en las áreas marinas protegidas<br />
para controlar y registrar la pesca<br />
ilegal han dado como resultado la denuncia<br />
oficial contra dos barcos camaroneros por<br />
operar en el RNVS Caletas Arío ante las<br />
autoridades del Tribunal Ambiental Administrativo<br />
(TAA) y el Incopesca. Además, se<br />
han decomisado tres trasmallos en bocas de<br />
ríos y manglares bajo la dirección y acompañamiento<br />
de la Fuerza Pública, y se recopila<br />
una base de datos sobre la presencia<br />
de otros tipos de pesca no permitidas en el<br />
área.<br />
· Finalmente, Pretoma trabaja en el fortalecimiento<br />
de las organizaciones de base en el<br />
área que abarca Plans:<br />
· Creación de la Comisión de Pesca y Turismo<br />
Responsable como (Copeture) que agrupa<br />
miembros del sector pesquero artesanal,<br />
turístico, y de cinco comunidades costeras.<br />
· Fortalecimiento de la estructura de asociaciones<br />
de pescadores como Aspecoy y Asobejuco,<br />
impulsando un mercado exclusivo de<br />
productos pesqueros sostenibles con los empresarios<br />
turísticos de la zona, eliminando<br />
intermediadores y mejorando los ingresos y<br />
la imagen de los pescadores.<br />
· Realización de actividades de educación<br />
ambiental, como festivales del Día de la<br />
Tortuga y/o del Tiburón, donde se divulga<br />
la información obtenida en los proyectos<br />
científicos y sus implicaciones para planes<br />
de conservación y manejo. También se colabora<br />
con los niños de las escuelas locales<br />
para fortalecer su participación en las ferias<br />
científicas nacionales.<br />
Discusión<br />
Las playas de Nandayure constituyen importantes<br />
playas de anidación para tortugas marinas.<br />
Se ha identificado la anidación de cuatro<br />
especies: la tortuga lora (Lepidochelys olivacea),<br />
la tortuga verde (Chelonia mydas), la tortuga de<br />
carey (Eretmochelys imbricata) y la tortuga baula<br />
(Dermochelys coriacea). Las cuatro especies están<br />
en la Lista Roja de la Unión Internacional para la<br />
Conservación de la Naturaleza, catalogadas como<br />
vulnerables, en peligro de extinción, o en peligro<br />
crítico de extinción (UICN, 2010). La tortuga lora<br />
es por mucho la tortuga más abundante. Playa<br />
Corozalito representa una situación especial por<br />
la ocurrencia anual de “mini arribadas” de tortuga<br />
lora. Además, aunque no son abundantes,<br />
aún anidan esporádicamente tortugas baula, las<br />
cuales, debido a su lamentable situación crítica,<br />
ameritan toda la protección posible.<br />
Por otro lado, las poblaciones de tortugas<br />
marinas han sido explotadas históricamente por<br />
los miembros de las comunidades costeras de<br />
42<br />
Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz<br />
43<br />
Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
Juan José Pucci. Tortuga baula (Dermochelys Coreasea)<br />
comunidades costeras por alcanzar un desarrollo<br />
sostenible, pues causan no solo mortalidad de tortugas<br />
marinas, amenazando a las comunidades<br />
donde se realizan proyectos de voluntariado, sino<br />
también mortalidad inaceptable e insostenible<br />
de pargos manchado, amenazando el proyecto de<br />
pesca sostenible del pargo manchado.<br />
A lo largo del 2011 se realizaron una serie<br />
de talleres participativos con los miembros de las<br />
comunidades, en los cuales se les informó sobre<br />
la anidación de las tortugas, la presencia de las<br />
tortugas de carey, y las implicaciones técnicas de<br />
la pre-certificación de pesca sostenible recién obtenida.<br />
El grupo consultado opinó que para brindar<br />
protección a las tortugas lora, verde, carey y<br />
baula que anidan en las playas de Nandayure, así<br />
como para proveer protección a las tortugas de carey<br />
y verdes juveniles que forrajean en las puntas<br />
rocosas, era necesario crear otra AMP entre los<br />
dos refugios existentes, lo cual a la vez proveería<br />
el marco legal para impulsar una gestión efectiva<br />
y con enfoque ecosistémico de la pesca (Pretoma,<br />
2011).<br />
Durante el 2012 Pretoma continuará su<br />
trabajo en colaboración cercana con el ACT y los<br />
miembros de las comunidades pesqueras, para la<br />
creación de una nueva AMP, bajo la categoría de<br />
Área Marina de Manejo de la Ley de Biodiversidad,<br />
la cual estaría diseñada para la gestión<br />
efectiva de la pesca del pargo manchado, y la protección<br />
de las tortugas marinas de las actividades<br />
de pesca destructiva. Se realizarán además<br />
los estudios para determinar el estado de otras<br />
poblaciones de peces, así como los tipos de fondo<br />
en el área y el efecto de la pesca artesanal sobre<br />
ellas, para cumplir con los requisitos establecidos<br />
para eventualmente obtener la certificación.<br />
Plans es un proyecto holístico, que beneficia<br />
a las poblaciones de tortugas marinas y a la vida<br />
marina en general, a través de oportunidades de<br />
desarrollo económico para las asociaciones comunales<br />
y los pescadores artesanales (figura 6).<br />
Nandayure, tanto para alimentación como para<br />
el comercio. Por este motivo se hace importante<br />
implantar proyectos de protección en las playas<br />
de anidación e involucrar a los miembros de la<br />
comunidad en los proyectos, llevándoles alternativas<br />
a sus prácticas y dándoles incentivos contra<br />
la explotación de productos de tortuga marina,<br />
pues, como se ha establecido ya, las tortugas marinas<br />
valen mucho más en una comunidad costera<br />
vivas que muertas (Troeng and Drews, 2004).<br />
Los proyectos de voluntariado, desarrollados<br />
cercanamente en conjunto con los miembros<br />
de las comunidades costeras son eficientes en la<br />
protección de los nidos y de las tortugas, además<br />
de que fomentan cambios en la percepción de los<br />
miembros de las comunidades costeras sobre las<br />
tortugas marinas, al proveer diferentes opciones<br />
de ingresos, bien sea en servicios (restaurantes,<br />
cabinas) o en contratación como monitores técnicos<br />
de la actividad de anidación.<br />
Para impulsar más oportunidades de desarrollo<br />
costero, Pretoma fomenta a la vez la pesca<br />
sostenible del pargo manchado, que debe realizarse<br />
según los tres principios del Marine Stewardship<br />
Council, cuales son: la actividad pesca no causa<br />
daño a la población de la especie sobre la cual<br />
la actividad ejerce su esfuerzo pesquero, la actividad<br />
pesquera no tiene efectos adversos sobre el<br />
ecosistema, y existe un sistema de gestión eficaz.<br />
Actualmente, existe un área marina de<br />
unas 15.000 hectáreas entre las dos AMP de los<br />
RNVS existentes. En esta área realizan su mayor<br />
esfuerzo pesquero los pescadores artesanales, a<br />
la vez que es aquí donde residen las tortugas de<br />
carey juveniles. La operación de embarcaciones<br />
pesqueras en esta zona inhibe los esfuerzos de las<br />
Figura 6. El proyecto Plans señalando el AMP del RNVS Camaronal, el AMP del RNVS Caletas-Arío, el área<br />
propuesta para nueva AMP, y la localización de las playas de anidación de tortugas y las comunidades pesqueras<br />
donde opera Pretoma.<br />
44<br />
Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz<br />
45<br />
Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
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Resumen<br />
La cuenca del río Birrís<br />
se ubica en la vertiente<br />
sureste del volcán Irazú, en<br />
ella existen varias unidades<br />
hidrogeológicas compuestas<br />
por materiales lávicos, laháricos<br />
y cenizas, las cuales se<br />
comportan como acuíferos<br />
y acuitardos agrupados en<br />
dos sistemas acuíferos denominados<br />
Birrís y Pacayas-<br />
Reventado. Estos sistemas<br />
acuíferos presentan conexión<br />
hidráulica efluente con los<br />
drenajes superficiales evidenciado<br />
a partir de manantiales<br />
que brotan en el contacto<br />
y en el frente de flujos<br />
de lavas que precisamente<br />
limitan su extensión. Considerando<br />
el uso de la tierra<br />
actual, la recarga de los sistemas<br />
acuíferos es de 38 000<br />
000 m3/año. En esta cuenca,<br />
el uso actual de la tierra no<br />
coincide con la capacidad de<br />
Ramírez, P. y Arias, M. “Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección<br />
del agua subterránea en la cuenca del río Birrís (Cartago)”,<br />
ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 6 |Pp. 47-53|<br />
Recepción: [julio, 2011]. Fecha de aprobación: [agosto, 2011].<br />
Lineamientos de ordenamiento<br />
territorial para el manejo y protección<br />
del agua subterránea en la cuenca del<br />
río Birrís (Cartago)<br />
Pablo Ramírez y Mario Arias<br />
Pablo Ramírez, especialista en hidrogeología y manejo de recursos hídricos, es investigador<br />
en el Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas y en el Observatorio<br />
del Desarrollo de la <strong>Universidad</strong> de Costa Rica. Además, es profesor en la Escuela<br />
de Ciencias Ambientales de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong> (pablo.ramirez@ucr.ac.cr). Mario<br />
Arias, especialista en prospección geofísica y gestión integrada del recurso hídrico, es<br />
director del Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas de la <strong>Universidad</strong> de<br />
Costa Rica y docente e investigador en la Escuela Centroamericana de Geología de la<br />
<strong>Universidad</strong> de Costa Rica (mario.ariassalguero@ucr.ac.cr).<br />
Abstract<br />
The Birrís watershed<br />
is located in the southeast<br />
slope of the Irazú volcano,<br />
in it, exist several hydrogeological<br />
units composed<br />
by volcanic material, lahar<br />
flow and ash, which behave<br />
as aquifer and acuitards contained<br />
in two denominated<br />
aquifer systems Birrís and<br />
Pacayas-Reventado, which<br />
present an effluent hydraulic<br />
connection with the superficial<br />
drainages. Considering<br />
the use of the current soil,<br />
the recharge of the aquifer<br />
systems is of 38 000 000 m3/<br />
year. In this basin, the current<br />
use of the land doesn’t<br />
coincide with the use capacity,<br />
this way 66% of the<br />
area is in overuse, impacting<br />
negatively to the aquifer<br />
systems, because it has<br />
happened conversion from<br />
the forest areas to shepher-<br />
Introducción<br />
a cuenca del río Birrís, tiene un área<br />
un poco mayor de 51 km2 y se localiza<br />
en la provincia de Cartago. Presenta<br />
un relieve de fuerte pendiente<br />
y elevaciones que van desde los 800 msnm<br />
en la desembocadura del río Reventazón,<br />
hasta más de 3 400 msnm en el volcán Irazú<br />
(figura 1). Los suelos son derivados principalmente<br />
de materiales volcánicos y el uso<br />
de la tierra está dedicado en su mayor parte<br />
a las actividades agrícolas y de pastoreo.<br />
Sus aguas son aprovechadas para el riego,<br />
consumo humano, actividades agropecuarias<br />
y para la generación hidroeléctrica.<br />
Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz<br />
46 47<br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
uso, de forma que el 66% del<br />
área se encuentra en sobreuso,<br />
impactando negativamente<br />
los sistemas acuíferos,<br />
pues ha ocurrido conversión<br />
de las zonas boscosas a zonas<br />
de pastoreo y cultivos anuales<br />
en los sectores aledaños a<br />
los principales manantiales.<br />
La propuesta de lineamientos<br />
para el manejo de la cuenca<br />
incluye entre otras cosas:<br />
a) un plan de reforestación<br />
en áreas con capacidad de<br />
uso forestal, áreas de recarga<br />
y de protección de cauces<br />
en toda la cuenca de manera<br />
que se pueda disminuir la<br />
tasa de erosión sin afectar las<br />
actividades productivas; b) se<br />
debe proteger las zonas de recarga<br />
de los manantiales; c)<br />
se debe establecer clases de<br />
uso del territorio como parques<br />
lineales, áreas de baja<br />
densidad, áreas protegidas,<br />
corredores bioturísticos; d)<br />
se debe cartografiar y clasificar<br />
las fuentes potenciales de<br />
contaminación; e) en general<br />
se debe promover un plan de<br />
ordenamiento de la cuenca<br />
que concilie la producción hídrica<br />
de la misma con su capacidad<br />
de uso.<br />
Palabras clave: ordenamiento<br />
territorial, sistema<br />
acuífero, cuenca río Birrís,<br />
Costa Rica.<br />
ding areas and annual cultivations<br />
in the sectors bordering<br />
to the main springs.<br />
The proposal of limits for the<br />
handling of the basin includes<br />
among other things: a)<br />
a reforestation plan in areas<br />
with capacity of forest use,<br />
recharge areas and of protection<br />
of beds in the whole<br />
basin; b) the areas of recharge<br />
of the springs of the basin<br />
in a such way should be<br />
protected; c) classes of use of<br />
the territory like lineal parks<br />
should be established, areas<br />
of low density, protected<br />
areas, bioturistics corridors;<br />
d) classify the potential sources<br />
of contamination and the<br />
measures of prevention; and)<br />
in general a plan of classification<br />
of the basin should be<br />
promoted that reconciles the<br />
water production of the same<br />
one with its use capacity.<br />
Keyword: land used, aquifer<br />
system, Birrís watershed,<br />
Costa Rica.<br />
Figura 1. Localización de la cuenca del río<br />
Birrís.<br />
Debido a la dificultad de conocer las<br />
relaciones estratigráficas y características<br />
hidráulicas -por la inexistencia de pozos-,<br />
para la determinación de las unidades hidrogeológicas<br />
se emplearon los siguientes<br />
criterios: litología, distribución y caudal<br />
de manantiales, propiedades físicas de la<br />
roca en macroscopía y relaciones espaciotemporales<br />
de las unidades volcánicas<br />
existentes.<br />
El modelo hidrogeológico, establece<br />
la existencia de dos sistemas acuíferos: el<br />
Birrís y el Pacayas-Reventado (Ramírez,<br />
2007). Estos se encuentran formados por<br />
varias unidades hidrogeológicas compuestas<br />
por materiales lávicos, lahares y cenizas<br />
con propiedades hidráulicas diferentes<br />
que permiten la existencia de acuíferos y<br />
acuitardos.<br />
Litología y afloramiento<br />
de los manantiales<br />
Figura 2. Mapa geológico, se incluyen los<br />
manantiales.<br />
En la formación Birrís el afloramiento de los<br />
manantiales se manifiesta en la unidad de lavas<br />
Pozo Amarillo-Birrís, en algunos sectores se puede<br />
observar como esta unidad está subyacida por<br />
la unidad de lahares indiferenciados del río Birrís<br />
(figura 3).<br />
Figura 3. Afloramiento de unidades hidrogeológicas<br />
a lo largo del río Birrís.<br />
perior y en algunos lugares se observa la unidad<br />
de lavas sobreyaciendo a la unidad de lahares indiferenciados<br />
quebradas Pacayas-González o a la<br />
unidad de lavas meteorizadas Pacayas-Ortiga.<br />
Una interpretación geomorfológica de la<br />
cuenca (figura 4) permite distinguir varios frentes<br />
de coladas de lava que condicionan el afloramiento<br />
del agua subterránea. Desde el nacimiento del<br />
río Birrís hasta el límite del sistema acuífero del<br />
mismo nombre, la mayoría de los brotes de agua<br />
se dan entre zonas de contacto de frente de colada<br />
como entre coladas. En el caso del sistema acuífero<br />
Pacayas-Reventado este factor es más claro<br />
en el sector occidental que en el oriental. Se nota<br />
como el afloramiento de varios manantiales está<br />
relacionado tanto con el contacto entre las coladas<br />
como con los frentes de ellas. Adicionalmente, es<br />
importante anotar que el contacto de los frentes<br />
de colada en la parte norte de la cuenca, establecido<br />
a partir de las curvas de nivel, delimita las<br />
formaciones: Birrís, Reventado miembro superior<br />
y Cervantes, definidas por Krushensky (1972).<br />
Figura 4. Interpretación geomorfológica de la cuenca<br />
del río Birrís en la cual se delimitan los frentes de<br />
coladas y su relación con los manantiales.<br />
En el mapa geológico (figura 2), se<br />
observa como la distribución de los manantiales<br />
se concentran en las formaciones<br />
Birrís y Reventado miembro superior.<br />
En el Reventado miembro superior, el brote<br />
de manantiales ocurre en la unidad de lavas<br />
Pacayas-Reventado. Estos afloramientos se observan<br />
muy distribuidos en todo el miembro su-<br />
48<br />
Pablo Ramírez y Mario Arias<br />
49<br />
Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca del rio Birrís (Cartago)<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
Dinámica del flujo del agua<br />
subterránea<br />
En el sistema acuífero Birrís se reconoce<br />
una relación hidráulica de tipo efluente hacia el<br />
río Birrís en toda la zona de manantiales de Pozo<br />
Amarillo, los aforos diferenciales realizados en<br />
distintos puntos del río indican un aumento de<br />
caudal conforme el río avanza. Por su parte, en<br />
el sector E, las líneas equipotenciales no reflejan<br />
concavidad alguna excepto en la quebrada Laguna<br />
Tapada, donde se observa un ligero comportamiento<br />
influente, mismo que es reflejado en las<br />
equipotenciales. Esta característica se corrobora<br />
con el poco caudal que muestra esta quebrada durante<br />
todo el año. Con excepción del río Birrís,<br />
todos los drenajes en este sistema acuífero mantienen<br />
muy poco caudal durante la época seca, lo<br />
que indica que las descargas del sistema Birrís se<br />
dan principalmente en este río.<br />
En el sistema acuífero Pacayas-Reventado,<br />
el modelo de flujo muestra dos zonas de conexión<br />
hidráulica efluente en: los manantiales de la confluencia<br />
Central-González y los manantiales de la<br />
quebrada Pacayas.<br />
Lineamientos y mecanismos<br />
de ordenamiento territorial<br />
Con el fin de determinar la relación entre<br />
la capacidad de uso de la tierra y el uso actual<br />
de ella, se procedió a realizar un análisis espacial<br />
mediante un sistema de información geográfico<br />
para crear escenarios de conflicto o sobreuso de la<br />
tierra, en cuyos sitios se deben enfocar los lineamientos<br />
y mecanismos de ordenamiento territorial<br />
aplicado al manejo de cuencas (Lucke, 1999).<br />
Los resultados se este análisis espacial por sobreposición<br />
de mapas se muestran en la figura 5 y en<br />
las tablas 1 y 2.<br />
Figura 5. Sobreuso de la cuenca del río Birrís, generado<br />
a partir del análisis espacial por sobreposición<br />
de los mapas de capacidad de uso y uso actual de la<br />
tierra.<br />
Tabla 1. Capacidad de uso de la tierra y uso actual en la cuenca del río Birrís.<br />
Capacidad de uso Área (km 2 ) Área (%) Uso actual Área (km 2 ) Área (%)<br />
Conservación 15,16 29,51 Bosque 12,70 24,73<br />
Bosque 24,35 47,40 Pastos 21,49 <strong>41</strong>,84<br />
Cultivo 11,86 23,08 Cultivos 13,97 27,20<br />
- Otro 3,20 6,23<br />
Total 51,37 100 51,37 100<br />
Tabla 2. Sobreuso, subuso y uso correcto de la tierra<br />
en la cuenca del río Birrís.<br />
Relación espacial<br />
Estado de Área (km 2 ) Área (%)<br />
capacidad versus<br />
uso<br />
tierras<br />
Conservación Uso correcto 7,13 13,88<br />
versus bosque<br />
Bosque versus Uso correcto 4,39 8,55<br />
bosque<br />
Cultivo versus Uso correcto 4,73 9,21<br />
cultivo<br />
Conservación Sobreuso 8,04 15,65<br />
versus cultivos,<br />
pastos y otros<br />
Bosque versus Sobreuso 19,95 38,84<br />
cultivo, pastos y<br />
otros<br />
Cultivos versus Sobreuso 5,95 11,58<br />
pastos y otros<br />
Cultivo versus Subuso 1,18 2,30<br />
bosque<br />
Total 51,37 100<br />
Según los resultados del análisis espacial,<br />
se puede decir que el 66% de la cuenca se encuentra<br />
en sobreuso, esto es: bajo usos actuales más<br />
intensivos que aquellos correspondientes a la capacidad<br />
de uso. Este sobreuso afecta las zonas<br />
de bosque destinadas a conservación y a manejo<br />
de bosque, dándose la degradación debido a que<br />
estas zonas están siendo usadas para cultivos y<br />
pastos.<br />
La degradación de tierras en esta cuenca<br />
tiente repercusiones en las aguas subterráneas<br />
en diversas formas. Al existir un uso de la tierra<br />
distinto al propuesto por la capacidad de uso,<br />
aumenta la tasa de erosión y, con ello, una mayor<br />
compactación del suelo y sedimentación hacia<br />
los drenajes superficiales. Debido a las características<br />
climáticas de la cuenca, con condiciones<br />
húmedas y muy húmedas, el bosque actúa como<br />
un filtro que permite captar no solo la humedad<br />
sino también las débiles lloviznas que se dan en<br />
la cuenca, provocando una disminución de la escorrentía<br />
y, de esta manera, mayor tiempo para<br />
que se dé infiltración hacia las zonas acuíferas.<br />
Hay que destacar que el cambio de uso de la tierra<br />
con respecto al establecido por la capacidad se<br />
observa en las variaciones de las velocidades de<br />
infiltración realizadas en el campo, en usos como<br />
pastos y cultivos, lo que evidencia que el sobreuso<br />
afecta la recarga hacia los sistemas acuíferos,<br />
pues aunque existan zonas donde la infiltración<br />
es alta, existen también zonas donde el suelo está<br />
muy compactado por su sobreuso histórico.<br />
Una vez obtenidos los datos de precipitación,<br />
evapotranspiración, infiltración, capacidad<br />
de campo, punto de marchitez, tipo de suelo, uso<br />
actual y capacidad de uso de la tierra, pendiente<br />
y tipo de vegetación, se elaboró un balance hídrico<br />
de suelos con el fin de determinar la recarga<br />
potencial por lluvia a los sistemas acuíferos, a<br />
partir del modelo analítico de Schosinsky y Losilla<br />
(2000). Por otra parte, al considerar las clases<br />
forestales, se realizaron otros balances hídricos<br />
de suelos con el fin de comparar y cuantificar la<br />
diferencia entre la recarga potencial por lluvia y<br />
el uso actual y clases forestales (Fundación Neotrópicaa-CEAP,<br />
1994). Así, la recarga potencial<br />
disminuyó de 38 231 538,30 m 3 /año (recarga potencial<br />
por lluvia) a 29 856 077,50 m 3 /año (recarga<br />
potencial según clases forestales).<br />
Considerando los resultados obtenidos en el<br />
análisis de cobertura del uso actual y de capacidad<br />
de uso, así como el balance hídrico, se han<br />
establecido los siguientes lineamientos de manejo<br />
de cuenca.<br />
Debido a la alta tasa de erosión en esta<br />
cuenca, es necesario que se aplique un plan de<br />
reforestación en áreas con capacidad de uso forestal,<br />
áreas de recarga y de protección de cauces<br />
en toda la cuenca de manera que se puedan<br />
50<br />
Pablo Ramírez y Mario Arias<br />
51<br />
Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca del rio Birrís (Cartago)<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
disminuir dichas tasas de erosión sin afectar las<br />
actividades productivas de la zona.<br />
Se debe proteger las zonas aledañas a los<br />
manantiales de toda la cuenca, de forma que se<br />
pueda aumentar la recarga potencial a los acuíferos<br />
haciendo un adecuado manejo forestal, debido<br />
al efecto de retención que presenta el bosque ante<br />
la humedad y la precipitación, de forma tal que<br />
se pueda aumentar la disponibilidad de agua al<br />
suelo, sin aumentar la tasa de erosión y el riesgo<br />
de contaminación.<br />
Se debe establecer espacios diferenciados<br />
por uso actual de la tierra y de esta manera determinar<br />
zonas como parques lineales, áreas de<br />
baja densidad, áreas protegidas y corredores bioturísticos,<br />
entre otros.<br />
Debe identificarse y caracterizarse las diferentes<br />
fuentes potenciales de contaminación, de<br />
manera que se pueda establecer el impacto potencial<br />
y real a que se ven amenazados los sistemas<br />
acuíferos de la cuenca.<br />
Debe proponerse un plan de ordenamiento<br />
de la cuenca que concilie la producción hídrica de<br />
la misma con su capacidad de uso.<br />
Si la condición de uso actual de la tierra no<br />
cambia y se mantiene con el tiempo, el escenario<br />
más probable que puede ocurrir en la cuenca<br />
es una mayor condición de sobreuso de la tierra,<br />
misma que aumentará la degradación en las<br />
áreas de uso forestal ubicadas principalmente en<br />
los sectores del Parque <strong>Nacional</strong> Volcán Irazú y<br />
a lo largo de varios cursos de agua como el río<br />
Birrís, la confluencia de las quebradas Central y<br />
González, así como la Pacayas. Esta degradación<br />
podría deberse a una mayor demanda de la tierra<br />
para actividades agrícolas y de pastos, así como a<br />
la falta de protección de las zonas de manantiales<br />
y de los cuerpos de agua superficiales.<br />
Aun cuando la cuenca del río Birrís presenta<br />
un paisaje agrícola, de mantenerse el uso actual<br />
de la tierra disminuirán las bellezas escénicas<br />
que presenta el área, aumentando los paisajes de<br />
terrenos erosionados y degradados, y se pondría<br />
en riesgo el volumen de agua de recarga por lluvia<br />
que entra a los sistemas acuíferos.<br />
Conclusiones<br />
Las tres unidades geológicas principales:<br />
Cervantes, Birrís y Reventado (miembro superior),<br />
están compuestas por materiales lávicos<br />
principalmente, los cuales permiten la formación<br />
de acuíferos; además existen materiales laháricos<br />
con diferentes propiedades hidrogeológicas que se<br />
comportan como acuitardos y de esta forma permiten<br />
el afloramiento de manantiales en distintos<br />
sectores de la cuenca del río Birrís.<br />
La delimitación de coladas de lava en la<br />
cuenca evidencia y confirma la existencia de varios<br />
acuíferos condicionados por las coladas dentro<br />
de los sistemas acuíferos de la cuenca. Esto se<br />
nota al observar cómo los frentes y límites de las<br />
coladas coinciden con el afloramiento de manantiales.<br />
Existe una relación hidráulica efluente tanto<br />
en el sistema acuífero Birrís como en el Pacayas-Reventado.<br />
Esta relación hidráulica se evidencia en los<br />
manantiales de Pozo Amarillo y Birrís.<br />
A partir de los balances hídricos de suelos,<br />
se determina una recarga potencial por lluvia de<br />
poco más de 38 millones de m 3 /año. Por su parte,<br />
la descarga del sistema acuífero se encuentra a lo<br />
largo del río Birrís.<br />
En esta cuenca, el uso actual no coincide con<br />
la capacidad de uso establecida, de forma que un<br />
66% de toda la cuenca se encuentra en sobreuso,<br />
lo cual puede ocasionar impactos negativos a los<br />
sistemas acuíferos. El principal sobreuso que se<br />
da en esta cuenca es la conversión de las zonas<br />
boscosas (dedicadas a conservación y manejo forestal)<br />
a zonas de pastoreo y cultivos anuales. Por<br />
otro lado, la mayor parte de manantiales se encuentran<br />
en las zonas de sobreuso, lo cual puede<br />
generar erosión, compactación y contaminación.<br />
La elaboración de lineamientos de manejo<br />
de cuenca del río Birrís permite aportar mecanismos<br />
de ordenamiento territorial, considerando<br />
las aguas subterráneas como parte fundamental<br />
del desarrollo regional.<br />
Agradecimientos<br />
Esta publicación es un resultado parcial del<br />
proyecto Nº 830-B0-051, denominado Estudio Hidrogeológico<br />
y Manejo de los Recursos Hídricos en<br />
el distrito de Cervantes, Cartago, ejecutado desde<br />
el Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas,<br />
e inscrito en la Vicerrectoría de Investigación<br />
de la <strong>Universidad</strong> de Costa Rica.<br />
Referencias bibliográficas<br />
Fundación Neotrópica-CEAP. 1999. Capacidad de uso de la<br />
tierra: clases forestales. Decreto 23214 MAG-MIRE-<br />
NEM Instituto Geográfico <strong>Nacional</strong>. San José.<br />
Krushensky, R. 1972. Geology of the Istarú Quadrangle, Costa<br />
Rica. Geological Survey Bulletin 1358. U.S. Geological<br />
Survey. Washington, D.C.<br />
Lucke, O. (1999). Base conceptual y metodología para los escenarios<br />
de ordenamiento territorio. – en: Dengo, et<br />
al.: Escenarios de ordenamiento territorial en Costa<br />
Rica. MIDEPLAN-BID. San José.<br />
Ramírez, P. “Caracterización de la dinámica de flujo mediante<br />
la aplicación de un modelo numércio hidrogeológico.<br />
Caso de la cuenca del río Birrís, Cartago,<br />
Costa Rica”, en Revista Geológica de América Central<br />
34-35, 2006.<br />
Schosinsky, G. “Cálculo de la recarga potencial de acuíferos<br />
mediante un balance hídrico de suelos”, en Revista<br />
Geológica de América Central 34-35, 2006.<br />
52<br />
Pablo Ramírez y Mario Arias<br />
53<br />
Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca del rio Birrís (Cartago)<br />
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Ramírez, P. “Comportamiento hidrométrico de los manantiales ubicados a lo largo del túnel de<br />
conducción del Proyecto Hidroeléctrico El Encanto”<br />
ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 6 |Pp. 55-60|<br />
Recepción: [agosto, 2011]. Fecha de aprobación: [setiembre, 2011].<br />
Comportamiento hidrométrico de<br />
los manantiales ubicados a lo largo<br />
del túnel de conducción del Proyecto<br />
Hidroeléctrico El Encanto<br />
Pablo Ramírez<br />
El autor, especialista en hidrogeología y manejo de recursos hídricos, es consultor de<br />
la Compañía <strong>Nacional</strong> de Fuerza y Luz S. A., académico de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong> e investigador en el Centro de Investigaciones en<br />
Ciencias Geológicas de la <strong>Universidad</strong> de Costa Rica y en el Observatorio del Desarrollo<br />
de esa misma institución.<br />
Resumen<br />
Se caracteriza el comportamiento<br />
hidrométrico de<br />
los manantiales ubicados a lo<br />
largo del túnel de conducción<br />
del Proyecto Hidroeléctrico<br />
El Encanto (PHEE), desarrollado<br />
por la CNFL, en el<br />
río Aranjuez. Se analizaron<br />
los comportamientos hidrométricos<br />
a través de mediciones<br />
bimensuales, durante<br />
un año, de los manantiales<br />
ubicados a lo largo de la línea<br />
del túnel y se analizaron sus<br />
propiedades geopedológicas<br />
por medio de muestreos en<br />
los sitios del afloramiento.<br />
Una vez establecida la dinámica<br />
hidrométrica y una<br />
relación con las características<br />
hidrogeológicas del sitio,<br />
se presentan conclusiones<br />
en cuanto al impacto de la<br />
construcción del túnel en<br />
los manantiales y la posible<br />
afectación del recurso hídrico<br />
subterráneo local.<br />
Palabras clave: hidrometría,<br />
manantiales, Proyecto<br />
Hidroelétrico El Encanto, túnel<br />
de conducción.<br />
Abstract<br />
This article analyzes<br />
the hydrometrical behavior<br />
of the springs located<br />
along the El Encanto<br />
Hydroelectric Proyect Conduction<br />
Tunnel developed<br />
by CNFL along the Aranjuez<br />
River. Hydrometrical<br />
behaviors are analyzed<br />
through bimonthly<br />
measurements for one<br />
year from the springs located<br />
along the line of<br />
the tunnel and its geopedological<br />
properties were<br />
analyzed by sampling sites<br />
of the outcrop. Having established<br />
the hydrometrical<br />
dynamic and establishing<br />
a relationship with the hydrogeological<br />
characteristics<br />
of the site, the article<br />
presents conclusions about<br />
the impact of tunnel construction<br />
in the springs and<br />
the possibility of groundwater<br />
resource impact.<br />
Key words: hydrometry,<br />
springs, El Encanto Hydroelectric<br />
Proyect, conduction<br />
tunnel.<br />
Introducción<br />
a Compañía <strong>Nacional</strong> de Fuerza y<br />
Luz S. A. (CNFL) desarrolló el túnel<br />
de conducción del Proyecto Hidroeléctrico<br />
El Encanto (PHEE),<br />
que consta de una obra subterránea que<br />
permitirá llevar agua de la represa del río<br />
Aranjuez a la casa de máquinas, para la generación<br />
de energía hidroeléctrica.<br />
Con el propósito de contribuir al desarrollo<br />
de la comunidad y mantener tanto<br />
los recursos hídricos como el equilibrio ambiental<br />
de la obra, la CNFL inició estudios<br />
sobre una serie de aspectos de tipo ambiental,<br />
referentes al impacto de esta obra en el<br />
sitio. A raíz de esto es que se justifica un<br />
estudio sobre la dinámica hidrométrica de<br />
los manantiales ubicados a lo largo del túnel<br />
de conducción y que proveen agua a los<br />
pobladores cercanos al proyecto.<br />
Este trabajo representa una primera<br />
contribución al entendimiento hidrodinámico<br />
de los manantiales del sitio y está basado<br />
en la información del sitio del PHEE, lo<br />
cual implica ciertos vacíos de información.<br />
Sin embargo, es dable decir que se puede<br />
ir enriqueciendo la información específica<br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
55<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
conforme se avance en la evolución de las investigaciones,<br />
en el PHEE, que pueda continuar la<br />
CNFL.<br />
Metodología<br />
Un manantial puede definirse como una<br />
zona puntual (o en algunas ocasiones difusa)<br />
a través de la cual el agua subterránea aflora<br />
(Bear, 1979); esto es conocido como un punto de<br />
descarga del acuífero. A partir de este concepto,<br />
se realizó un recorrido por la zona, con el propósito<br />
de mapear y obtener la posición de los manantiales<br />
en relación con las distintas estructuras de<br />
las obras del proyecto hidroeléctrico.<br />
Los principales manantiales ubicados a lo<br />
largo del túnel de conducción del PHEE se observan<br />
en la figura 1 y corresponden a afloramientos<br />
de aguas subterráneas más o menos bien distribuidos<br />
a lo largo de la línea del túnel. Se caracterizan<br />
por aflorar en zonas difusas, es decir, zonas<br />
donde no hay una emergencia puntual del agua,<br />
sino que esta se da en distintos sectores, donde en<br />
algunos casos es poco definible su salida precisa.<br />
Figura 1. Distribución de los manantiales en el<br />
PHEE. 2008-2009.<br />
Algunos de los manantiales se encuentran<br />
cerca del túnel de conducción, otros en sitios más<br />
cercanos al tanque de oscilación y a la casa de máquinas,<br />
y no presentan un acceso específico, por lo<br />
que las rutas de llegada no siempre son las mismas.<br />
Estos manantiales (figura 1) son descargas<br />
del agua subterránea, originados por la exposición<br />
de las unidades hidrogeológicas acuíferas (la<br />
definición de acuífero, en este caso en particular,<br />
puede entrañar ciertas dudas, puesto que, como<br />
se verá más adelante, los caudales son considerablemente<br />
bajos como para un aprovechamiento<br />
económico). Lo anterior, por cortes en la superficie<br />
topográfica (las unidades hidrogeológicas se<br />
desarrollan en secuencias de materiales lávicos y<br />
brechas), que se abastecen por la recarga anual<br />
de precipitación del sitio.<br />
La información geológica de campo, elaborada<br />
por la empresa encargada del túnel, indica<br />
que la zona es compleja por los distintos niveles<br />
de alteración hidrotermal que la roca ha experimentado<br />
y por la presencia de fallas (Ghella S. P.<br />
A., 2007). Regionalmente, las rocas que afloran en<br />
esta área se corresponden con el grupo Aguacate,<br />
donde se destaca la formación basaltos Miramar<br />
(Ghella S. P. A., 2007). Estas constituyen una secuencia<br />
de lavas basálticas y andesita basálticas<br />
con pocas intercalaciones de tobas.<br />
A partir de los datos de los informes de los<br />
núcleos de perforación y de los perfiles geológicos<br />
(Ghella S. P. A., 2007), se puede decir que localmente<br />
se presentan suelos de espesor variable sobreyaciendo<br />
lavas andesíticas.<br />
Debido a la complejidad de los materiales<br />
litológicos del sitio, es muy probable que se den<br />
recargas entre las unidades hidrogeológicas existentes<br />
en el lugar, pues, según las perforaciones<br />
realizadas en distintos puntos a lo largo del túnel<br />
de conducción, se encuentran capas de lavas y<br />
brechas con ciertas intercalaciones de materiales<br />
litológicos menos permeables por las relaciones<br />
de porosidad primaria y secundaria efectiva, los<br />
cuales favorecerían la saturación del material y,<br />
Pastos y potreros<br />
abandonados en<br />
pendientes altas en<br />
el PHEE, este tipo<br />
de uso de la tierra<br />
es muy común en la<br />
zona del PHEE.<br />
por ende, la formación del acuífero. Por existir intercalaciones<br />
de los materiales lávicos con diversos<br />
grados de fracturamiento y meteorización, es<br />
factible la formación de acuíferos colgados y acuíferos<br />
multicapa.<br />
Según lo observado en campo, se puede decir<br />
que los manantiales se encuentran en la ladera<br />
noroeste respecto al cauce del río Aranjuez.<br />
Ellos se caracterizan por diversos afloramientos<br />
a distintas elevaciones, entre los 470 y los 650 m<br />
sobre el nivel del mar. Así se reconoce la posible<br />
existencia de acuíferos multicapa o acuíferos colgados<br />
desde la base del río hasta las elevaciones<br />
máximas (cimas).<br />
El uso de la tierra predominante en la zona<br />
del PHEE es de pastos y cultivos abandonados, lo<br />
que provoca cambios importantes en la dinámica<br />
hidrológica del sitio. Esto se evidencia por las altas<br />
tasas de escurrimiento superficial observadas<br />
en campo, favorecidas por las pendientes en toda<br />
la zona.<br />
Resultados<br />
Con base en el análisis del área de estudio,<br />
se recolectó una muestra del material litológico<br />
de la zona del manantial, en cada uno de los afloramientos<br />
ubicados a lo largo de la línea del túnel,<br />
para analizar la composición granulométrica<br />
de los materiales litológicos presentes en las zonas<br />
de los manantiales (cuadro 1).<br />
Cuadro 1. Características granulométricas de los<br />
manantiales, en los sitios de afloramientos ubicados a<br />
lo largo del túnel de conducción.<br />
Id Este Norte<br />
Arena Limo Arcilla<br />
(%) (%) (%)<br />
1 450904 2378<strong>41</strong> 50 14 36<br />
2 451428 237391 48 26 6<br />
3 451344 237765 52 10 38<br />
4 451545 237800 44 14 42<br />
5 451858 237809 40 18 42<br />
6 452132 237851 42 14 44<br />
7 4526<strong>41</strong> 237985 36 30 34<br />
8 452188 238735 42 14 44<br />
9 452969 239443 48 16 36<br />
10 453615 240351 50 18 32<br />
11 453672 240443 48 18 34<br />
12 4533889 240389 48 16 36<br />
Fuente: Trabajo de campo, 2008-2009. Muestras tomadas considerando<br />
el sistema de Proyección Conforme Cónico de Lambert para<br />
Costa Rica Norte.<br />
Las muestras fueron recolectadas en los sitios<br />
de afloramiento de manantiales y procesadas<br />
en el Laboratorio de Suelos del Instituto <strong>Nacional</strong><br />
de Tecnología Agropecuaria del Ministerio de<br />
Agricultura. Los procedimientos de recolección y<br />
análisis de muestras con fines hidrológicos pueden<br />
encontrarse en Bouwer (1986) y Sanders<br />
(1998).<br />
El análisis de los datos geopedológicos de<br />
los afloramientos de los manantiales muestran<br />
aspectos muy interesantes, si estos son considerados<br />
como resultados de la estructura general<br />
del sitio donde se encuentran tales manantiales.<br />
Es notable un contenido de arenas fundamental<br />
56<br />
Pablo Ramírez<br />
57<br />
Comportamiento hidrométrico de los manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción del Proyecto Hidroeléctrico El Encanto<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
en todas las muestras, aunque en la mayoría estas<br />
no sobrepasan el 50% del total de cada muestra;<br />
por otro lado, los contenidos de limo son muy<br />
inferiores a lo que podría esperarse en otros sitios.<br />
La fracción que llama más la atención es la<br />
correspondiente a la arcilla (el término arcilla se<br />
refiere a un tamaño y no a la naturaleza mineralógica),<br />
la cual en todas las muestras mantiene<br />
un contenido muy importante, que, en algunos<br />
casos, alcanza más del 40% de la muestra total.<br />
Estos resultados arrojan varios elementos<br />
importantes por considerar, en lo que respecta<br />
a las propiedades hidrológicas; sin embargo, es<br />
importante mencionar, en primera instancia, que<br />
en lo que concierne al análisis geopedológico e<br />
hidrogeológico del terreno se deben separar claramente<br />
los conceptos roca, saprolita (alterita o<br />
formación superficial) y suelo. Los términos suelo<br />
y roca son bien conocidos; en cambio, el término<br />
saprolita o alterita corresponde al estado medio<br />
de la roca hacia el suelo, por la meterorización.<br />
Los contenidos elevados de arcilla en la zona<br />
de los manantiales reflejan, a grandes rasgos, la<br />
dinámica hidrogeológica que se da en el sitio. Si<br />
se suman los factores de pendiente, uso de la tierra<br />
y texturas arcillosas, se tiene un resultado<br />
bastante importante de tomar en consideración.<br />
Las altas pendientes y el uso de la tierra de<br />
pastos y terrenos en abandono propician que una<br />
cantidad importante de la precipitación escurra<br />
sobre el terreno. Esta afirmación surge a partir<br />
de lo observado en la campaña bimensual de medición<br />
hidrométrica, ya que no se cuenta con estaciones<br />
meteorológicas cercanas.<br />
Si se considera que el terreno está degradado<br />
por un mal uso de la tierra y que esta muestra<br />
cantidades importantes de hasta 40% de arcillas,<br />
las cuales por su estructura molecular funcionan<br />
como capas sellantes (es decir que por su tamaño<br />
de poro tan pequeño y su alta saturación no<br />
permiten el flujo percolante hacia las unidades<br />
hidrogeológicas que presentan propiedades acuíferas),<br />
entonces es de esperar altas tasas de escorrentía,<br />
erosión y sedimentación, que afectan el<br />
proyecto hidroeléctrico (Aparicio, 1989). Los resultados<br />
del muestreo y su análisis son de mucha<br />
utilidad, puesto que explican en gran medida los<br />
resultados del análisis hidrométrico.<br />
Análisis hidrométrico<br />
(agosto 2008-julio 2009)<br />
Durante un año, se realizaron aforos volumétricos<br />
en los manantiales del PHEE, con el fin<br />
de entender la dinámica hidrométrica de los manantiales<br />
y su relación con las unidades hidrogeológicas.<br />
Los aforos se realizaron utilizando el método<br />
volumétrico (Sanders, 1998), considerado el<br />
método de aforo más exacto, pues consiste en hacer<br />
llegar una determinada cantidad de agua a<br />
un recipiente de volumen conocido y se llena hasta<br />
alcanzar el tope en un cierto tiempo; dividiendo<br />
el volumen entre el tiempo, se tiene el caudal<br />
en unidades congruentes. Los ensayos se ejecutaron<br />
de la manera usual, según la metodología<br />
de campo previamente establecida y las normas<br />
hidrogeológicas de ejecución de ensayos de campo<br />
(Sanders, 1998).<br />
Los resultados de los aforos bimensuales se<br />
presentan en las figura 3 y 4, en las cuales se observa<br />
un hidrograma anual de los manantiales.<br />
Se puede observar con facilidad un incremento<br />
del caudal en los primeros meses de inicio del estudio<br />
hidrométrico, es decir, agosto y setiembre,<br />
y una disminución considerable hacia la época<br />
seca. Los caudales observados del período agostonoviembre<br />
habían alcanzado, en promedio, 2,98<br />
l/s. En los meses siguientes, el promedio mensual<br />
para todos los manantiales no superó los 0,28 l/s.<br />
Cuadro 2. Caudal promedio anual de los 12 manantiales,<br />
ubicados a lo largo de la línea de conducción del PHEE.<br />
Id Este (m) Norte (m)<br />
Caudal promedio<br />
anual<br />
Elevación<br />
(msnm)<br />
(l/s)<br />
1 450904,0 2378<strong>41</strong>,0 361,52 1,37<br />
2 451428,0 237391,0 294,80 0,47<br />
3 451344,0 237765,0 380,30 0,96<br />
4 451545,0 237800,0 382,90 0,29<br />
5 451858,0 237809,0 396,72 0,46<br />
6 452132,0 237851,0 337,28 0,32<br />
7 4525<strong>41</strong>,0 237985,0 320,84 4,47<br />
8 452188,0 238735,0 438,01 0,46<br />
9 452969,0 239433,0 460,00 1,15<br />
10 453615,0 240351,0 611,38 156<br />
11 453672,0 240433,0 656,10 2,17<br />
12 453389,0 240389,0 596,64 1,47<br />
Fuente: Trabajo de campo, 2008<br />
Figura 2. Hidrograma de los manantiales del 1 al 6,<br />
ubicados a lo largo del túnel de conducción del PHEE.<br />
Figura 3. Hidrograma de los manantiales del 7 al 12,<br />
ubicados a lo largo del túnel de conducción del PHEE.<br />
A partir del hidrograma de los manantiales,<br />
se puede decir que existe una marcada disminución<br />
de los caudales, desde el año 2008 hasta la<br />
fecha, sobre lo que se pueden exponer varias hipótesis.<br />
Debido a la complejidad geológica del sitio,<br />
su fallamiento y la alteración hidrotermal, es de<br />
esperar que se den unidades hidrogeológicas de<br />
diferentes características hidráulicas. Algunas<br />
de ellas son porosidad, conductividad hidráulica,<br />
transmisividad, almacenamiento, entre otras.<br />
Los manantiales ubicados a lo largo del túnel de<br />
conducción (cuadro 2) mantienen caudales relativamente<br />
bajos, lo cual podría indicar espesores<br />
acuíferos muy pequeños, relacionados con niveles<br />
colgados y conductividades hidráulicas bajas.<br />
Esto último debido posiblemente, al intercalamiento<br />
de unidades hidrogeológicas de distintas<br />
propiedades hidráulicas.<br />
58<br />
Pablo Ramírez<br />
59<br />
Comportamiento hidrométrico de los manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción del Proyecto Hidroeléctrico El Encanto<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Figura 4. Hidrograma promedio anual de los manantiales<br />
del PHEE.<br />
Conclusiones y<br />
recomendaciones<br />
Si bien no hay una evidencia plena de que<br />
hubiese existido algún tipo de fuga del nivel, por<br />
la construcción del túnel, esto no debe ser descartado.<br />
La CNFL debe continuar los registros hidrométricos<br />
de estos manantiales, con el propósito<br />
de precisar los efectos y cambios de los niveles<br />
y si estos son causados por el efecto del túnel.<br />
Aun cuando se ha realizado un estudio hidrométrico,<br />
es necesario elaborar un modelo hidrogeológico<br />
conceptual, basado en un estudio<br />
geológico detallado. Tal estudio debe responder a<br />
las necesidades del proyecto. Según los insumos<br />
e información facilitados por la CNFL, la construcción<br />
del túnel no supuso un estudio geológico<br />
detallado, con cartografiado geológico pormenorizado<br />
(1: 10 000 al menos), pruebas petrográficas y<br />
análisis hidrogeoquímicos de manantiales y ríos,<br />
perforaciones exploratorias con recuperación de<br />
testigo y estudios de geopedológicos, entre otros,<br />
que facilitaran la elaboración del modelo hidrogeológico<br />
conceptual.<br />
Es importante cuantificar la carga de sedimentos<br />
al embalse del PHEE y la disminución del<br />
caudal promedio del río. Una opción sería realizar<br />
aforos diferenciales a lo largo de todo el río Aranjuez,<br />
especialmente en la época de estiaje, para<br />
cuantificar los aportes de manantiales y afluentes<br />
a su caudal. También es importante cuantificar<br />
los aportes del total de precipitación a la recarga<br />
acuífera.<br />
Referencias bibliográficas<br />
Aparicio, J. (1997). Fundamentos de Hidrología de Superficie.<br />
México: Limusa.<br />
Bear, J. (2007). Hydraulics of Groundwater. Nueva York:<br />
Dover Publications.<br />
Bouwer, H. (1986). Intake Rate: Cylinder Infiltrometer. En<br />
Klute, A. (Ed.), Methods of Soil Analysis: Part 1. Physical<br />
and Mineralogical Methods (825-844). Nueva<br />
York: Madison, American Society of Agronomy.<br />
Ghella S. P. A. (2007). Informe del Túnel de Conducción.<br />
(Informe Técnico). San José: Compañía <strong>Nacional</strong> de<br />
Fuerza y Luz S. A.<br />
Sanders, L. (1998). A Manual of Field Hydrogeology. New<br />
Jersey: Prentice Hall.<br />
Resumen<br />
Durante 2008-2010<br />
se generaron inventarios de<br />
residuos químicos en los laboratorios<br />
de la <strong>Universidad</strong><br />
<strong>Nacional</strong>. La solicitud de la<br />
generación de cada inventario<br />
se realizó formalmente a<br />
cada coordinador de laboratorio<br />
de investigación y docencia.<br />
Con la información<br />
obtenida se clasificaron los<br />
residuos en nueve clases,<br />
permitiendo esto el desarrollo<br />
de patrones de distribución<br />
y tasas de generación<br />
de los residuos. Además, se<br />
identificaron las clases de<br />
residuos de mayor y menor<br />
generación, así como procedimientos<br />
y reactivos utilizados,<br />
fuente de las diferentes<br />
clases de residuos. Se concluye<br />
que una adecuada clasificación<br />
de residuos es la base<br />
para implementar un ambiente<br />
seguro de trabajo, permitiendo<br />
minimizar costos<br />
administrativos, económicos,<br />
legales, de seguridad y técnicos,<br />
relacionados con la atención<br />
a emergencias químicas<br />
Clasificación de residuos químicos en<br />
laboratorios de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />
José Carlos Mora y David Benavides<br />
Abstract<br />
During the years 2008-<br />
2010, inventories were carried<br />
out regarding chemical<br />
wastes manipulated in the<br />
<strong>Universidad</strong> National. In<br />
order to gather such information<br />
for these inventories,<br />
laboratories’ directors filled<br />
out a form. Using the preliminary<br />
given information,<br />
wastes were classified into<br />
nine classes, allowing this<br />
the identification of distribution<br />
patterns, as well as<br />
the identification of higher<br />
and lower hazardous wastes<br />
stored and handled. Analytical<br />
procedures and chemical<br />
reagents that contribute to<br />
those hazardous classes waste<br />
detected. As a conclusion,<br />
in order to conduct an adequate<br />
and safe working environment,<br />
it is necessary to<br />
develop chemical waste databases.<br />
Waste classification is<br />
the first step to create a framework<br />
to develop and apply<br />
the right actions related with<br />
waste management aspects,<br />
Mora, J. y Benavides, D. “Clasificación de residuos químicos en<br />
laboratorios de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong>”<br />
ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 8 |Pp. 61-69|<br />
Recepción: [octubre, 2011]. Fecha aprobación: [noviembre, 2011].<br />
José C. Mora, especialista en Gestión Ambiental y en Química Industrial con énfasis<br />
en Química Ambiental, es académico y regente químico de la <strong>Universidad</strong><br />
<strong>Nacional</strong> (jmor@una.ac.cr). David Benavides, especialista en Gestión Ambiental<br />
y en Química Industrial con énfasis en Química Ambiental, es coordinador del<br />
programa UNA Campus Sostenible de la <strong>Universidad</strong> Naciona y regente químico<br />
del Instituto Tecnológico de Costa Rica (dbenavid@una.ac.cr).<br />
Introducción<br />
ara poder mantener la demanda actual<br />
de productos y servicios por parte<br />
de las sociedades, el mundo se ha<br />
visto forzado a ser más productivo.<br />
Esto trae como consecuencia un aumento en<br />
los volúmenes de residuos generados y hace<br />
necesaria una adecuada gestión de residuos<br />
cuyo objetivo primordial sea la prevención y<br />
minimización, de manera que se logre disminuir<br />
el riesgo a la salud, a la propiedad y<br />
al ambiente (Martínez, 2005; Blanco, 2004;<br />
PNUMA-OMS-SAICM, 2007).<br />
Residuos peligrosos<br />
Los residuos generados pueden ser<br />
clasificados utilizando diferentes criterios,<br />
como estado físico, origen del desecho, tipo<br />
de tratamiento al que serán sometidos y los<br />
potenciales efectos derivados del manejo<br />
de dichos residuos. Este último criterio de<br />
clasificación incluye la categoría denominada<br />
residuos peligrosos (Programas de las<br />
Naciones Unidas para el Medio Ambiente,<br />
2002).<br />
60<br />
Pablo Ramírez<br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
61<br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
y ambientales, entre otros;<br />
así como para el desarrollo<br />
y aplicación de prácticas de<br />
trabajo preventivas.<br />
Palabras claves: desechos<br />
químicos, gestión de residuos,<br />
salud y medio ambiente,<br />
equipos y materiales de<br />
seguridad.<br />
economic support, regulation<br />
requirements, safety and technical<br />
investment to look<br />
forward to protect worker<br />
health and the environment<br />
around.<br />
Key Words: chemical wastes,<br />
waste management,<br />
health care and environment,<br />
hazardous wastes<br />
identification system, environment,<br />
health, lab security<br />
equipment.<br />
Se entiende por residuos peligrosos<br />
“todos aquellos residuos que pueden causar<br />
daños a la salud o el ambiente, debido a<br />
su peligrosidad intrínseca como toxicidad,<br />
corrosividad, reactividad, inflamabilidad,<br />
explosividad, sea infeccioso o ecotóxico”<br />
(Decreto 27001, 1998). Martínez (2005)<br />
clasifica un residuo como “peligroso”, de<br />
acuerdo con los siguientes criterios:<br />
· Estar incluidos en listas específicas<br />
de residuos.<br />
· Pertenecer a un grupo de residuos<br />
generados en procesos específicos.<br />
· Presentar alguna característica de<br />
peligrosidad (tóxico, corrosivo, reactivo,<br />
inflamable, explosivo, infeccioso,<br />
ecotóxico).<br />
· Contener sustancias definidas como<br />
peligrosas.<br />
Un adecuado sistema de manejo de<br />
residuos peligrosos incluye las etapas de<br />
generación, acumulación, almacenamiento,<br />
transporte, tratamiento y disposición<br />
final (Decreto 27001, 1998). En relación<br />
con la primera etapa, un ente generador<br />
de residuos peligrosos es aquel que “genere<br />
uno o más residuos peligrosos y/o como<br />
resultado de su actividad trate residuos<br />
peligrosos”. Cada ente generador de residuos<br />
debe clasificarlos adecuadamente.<br />
Para dicha clasificación, deberá colectarlos<br />
separadamente, desde el momento que<br />
ellos se producen, e identificarlos y clasificarlos<br />
con base en criterios de compatibilidad<br />
química, principalmente (Chacón,<br />
2000; Decreto 27001, 1998; Imbroisi et al.,<br />
2006; Kuhre, 1995).<br />
Existen sistemas para identificación y clasificación<br />
de productos y residuos peligrosos, entre<br />
los que están los de 1) la Agencia de Protección al<br />
Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA, Environmental<br />
Protection Agency); 2) el Departamento<br />
de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados<br />
Unidos (OSHA, Occupational Safety & Health<br />
Administration); 3) la Comunidad Europea, y 4)<br />
las Naciones Unidas mediante el Código IMDG y<br />
el Sistema Global Armonizado (Bernabei, 1994;<br />
Grupo Coordinador <strong>Nacional</strong>, 2008; IPCS, 1998;<br />
Martínez, 2005; National Institute for Occupational<br />
Safety and Health, 2004; Programa de las<br />
Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2002).<br />
Residuos químicos en centros<br />
universitarios<br />
Las universidades, como instituciones de<br />
investigación y docencia, tienen una serie de problemas<br />
muy específicos vinculados con el manejo<br />
de sustancias peligrosas y de sus residuos, ya<br />
que cuentan con laboratorios muy diversos (Biología,<br />
Química, Veterinaria, Farmacia, Medicina,<br />
Agronomía, Física, etc.) que generan un amplio<br />
espectro de residuos: compuestos orgánicos, halogenados,<br />
sales (tóxicas, oxidantes), inorgánicos,<br />
insolubles en agua, etc. (Bernabei, 1994; Phifer y<br />
Mctigue, 1998).<br />
EPA reconoce que la regulación existente en<br />
cuanto a residuos peligrosos fue diseñada principalmente,<br />
para aplicaciones industriales y muchos<br />
aspectos son inadecuados para el quehacer<br />
universitario; por ejemplo, los sistemas de clasificación<br />
de residuos, debido a que, a diferencia de<br />
la industria, las universidades producen cantidades<br />
muy pequeñas y variables que provienen de<br />
distintas fuentes de generación y que son operadas<br />
por diferente personal (Monz y Ffiona, 2006).<br />
En el marco de la gestión de reactivos y residuos<br />
químicos, existen avances importantes en<br />
universidades, los cuales se han fundamentado<br />
en recomendaciones de los organismos e instituciones<br />
como EPA, PNUMA, NIOSH, OSHA y<br />
ACS, para desarrollar planes exitosos de residuos<br />
peligrosos (Mooney, 2004; National Academic<br />
Press, 1995; Pipitone, 1991). Las recomendaciones<br />
de algunos de los organismos anteriores han<br />
sido aplicadas, por ejemplo, en el programa de<br />
manejo de residuos de la <strong>Universidad</strong> de Barcelona,<br />
que incluye acciones como inventariar el tipo<br />
y la cantidad de residuos generados, así como el<br />
establecimiento de condiciones para recolección,<br />
caracterización, selección y clasificación de aquellos.<br />
Este programa clasifica los residuos según<br />
los siguientes grupos (Díaz, 2000):<br />
- Grupo I: disolventes halogenados. Se trata<br />
de los productos líquidos orgánicos que contienen<br />
más de un 2% de algún halógeno. Por<br />
ejemplo: cloroformo y cloruro de metileno.<br />
- Grupo II: Disolventes no halogenados. Se<br />
incluye aquí los líquidos orgánicos inflamables<br />
con menos de un 2% en halógenos. Por<br />
ejemplo: alcoholes, aldehídos, hidrocarburos<br />
alifáticos, hidrocarburos aromáticos y<br />
nitrilos.<br />
- Grupo III: disoluciones acuosas de productos<br />
orgánicos e inorgánicos. Es un grupo<br />
muy amplio y es imprescindible establecer<br />
subdivisiones. Los dos subgrupos más importantes<br />
son :<br />
- Disoluciones acuosas inorgánicas<br />
- Disoluciones básicas: hidróxido sódico,<br />
hi dróxido potásico.<br />
- Disoluciones de metales pesados: níquel,<br />
plata, cadmio, selenio, fijadores.<br />
- Disoluciones de cromo VI<br />
- Otras disoluciones acuosas inorgánicas:<br />
reveladores, sulfatos, fosfatos, cloruros.<br />
- Disoluciones acuosas orgánicas<br />
- Disoluciones colorantes<br />
- Disoluciones con fijadores orgánicos:<br />
formol, fenol, glutaraldehído.<br />
62<br />
José Carlos Mora y David Benavides<br />
63<br />
Clasificación de residuos químicos en laboratorios de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
- Mezclas agua/disolvente: eluyentes<br />
cromatográficos, metanol/agua.<br />
- Grupo IV: ácidos. Forman este grupo los ácidos<br />
inorgánicos y sus disoluciones acuosas<br />
concentradas (más del 10% en volumen).<br />
- Grupo V: aceites. Constituido por los aceites<br />
minerales derivados de las operaciones de<br />
mantenimiento y de baños calefactores.<br />
- Grupo VI: sólidos. En este grupo se incluyen<br />
los materiales en estado sólido tanto orgánico<br />
como inorgánico y el material desechable<br />
contaminado. Se establecen tres subgrupos:<br />
1. Sólidos orgánicos, como el carbón activado,<br />
el gel de sílice impregnados con<br />
disolventes orgánicos.<br />
2. Sólidos inorgánicos como las sales de<br />
los metales pesados.<br />
3. Material desechable contaminado con<br />
productos químicos.<br />
- Grupo VII: especiales. Se incluyen en este<br />
grupo los productos químicos sólidos o líquidos<br />
que, por su elevada peligrosidad, no<br />
han sido incluidos en ninguno de los seis<br />
anteriores y no se pueden mezclar entre sí.<br />
Ejemplos de estos son (Díaz, 2000):<br />
• Comburentes (peróxidos)<br />
• Compuestos pirofóricos: magnesio metálico<br />
en polvo.<br />
• Compuestos muy reactivos: ácidos fumantes,<br />
cloruros de ácidos, metales alcalinos,<br />
compuestos peroxidables, etc.<br />
• Compuestos muy tóxicos: tetraóxido de<br />
osmio, mezcla crómica, cianuros, sulfuros,<br />
etc.<br />
• Compuestos no identificados<br />
• Reactivos puros obsoletos o caducados.<br />
Metodología<br />
La clasificación de los residuos químicos peligrosos<br />
se enfocó en los generados y almacenados en<br />
laboratorios de docencia, investigación, extensión<br />
y venta de servicios de los Campus Omar Dengo y<br />
Benjamín Núñez de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong>. La<br />
población de estudio inicial fue facilitada por la<br />
Vicerrectoría Académica y la Dirección de Investigación<br />
(año 2008) y actualizada con información<br />
de unidades académicas y decanatos (año 2010).<br />
En el siguiente cuadro se hace una síntesis de la<br />
población de estudio investigada.<br />
Cuadro 1. Población de estudio.<br />
Unidad académica/centro/<br />
instituto<br />
Laboratorios 1<br />
( #)<br />
Escuela de Química 16<br />
Escuela de Medicina Veterinaria 16<br />
Escuela de Ciencias Biológicas 9<br />
Escuela de Ciencias Agrarias 9<br />
Escuela de Ciencias Ambientales 1<br />
CINAT 3<br />
IRET 2<br />
INISEFOR 2<br />
OVSICORI 1<br />
Total 58<br />
1 Se incluyen los de investigación, docencia, venta de servicios y<br />
extensión.<br />
Para la generación del inventario y posterior<br />
clasificación de los residuos químicos, se realizó<br />
una solicitud formal a los/as coordinadores/as<br />
de los laboratorios. Se les entregó un formulario<br />
para que incluyeran información relacionada con<br />
el nombre del residuo generado o la descripción de<br />
este, según su contenido de reactivos químicos o<br />
el procedimiento analítico que lo originó, así como<br />
una estimación de la cantidad mensual generada.<br />
Recolectados los formularios, se retroalimentó<br />
la información obtenida con los/as funcionarios/as<br />
de laboratorios. Seguidamente, los<br />
residuos químicos se clasificaron en nueve clases<br />
según los grupos funcionales químicos, la compatibilidad<br />
química de estos y la factibilidad de tratamiento<br />
del residuo, los criterios de expertos/as<br />
en el tema, en sistemas de clasificación química<br />
utilizados en otras universidades del mundo y en<br />
recomendaciones de cada generador/a de residuos<br />
(coordinadores/as de laboratorio).<br />
La clasificación de los residuos se integró en<br />
una base de datos; se identificaron sus fuentes de<br />
generación y se determinaron sus tazas de generación<br />
de los mismos. Las tasas se basaron en la<br />
cantidad de residuos almacenados (en cada laboratorio),<br />
en un periodo dado y en una estimación<br />
(por parte de los/as usuarios/as de los laboratorios)<br />
de la tasa mensual de generación de estos,<br />
según diferentes grupos funcionales químicos.<br />
Se pronosticaron solamente tasas de generación<br />
para los residuos líquidos, debido a que para el<br />
estado sólido los laboratorios no brindaron suficiente<br />
información acerca del tipo y de la cantidad<br />
acumulada que permitiera pronosticar tasas<br />
de generación representativas.<br />
Con el sistema de clasificación y las tasas<br />
de generación, se logró desarrollar diferentes patrones<br />
de distribución y generación de residuos,<br />
en los dos principales campus de la <strong>Universidad</strong><br />
<strong>Nacional</strong>, para el periodo comprendido entre los<br />
años 2008 y 2010.<br />
Resultados y discusión<br />
En los laboratorios incluidos en el estudio, se<br />
encontraron almacenados 1.237 L y 37 kg de residuos<br />
líquidos y sólidos, respectivamente (cuadro<br />
1). Los sólidos corresponden a reactivos químicos<br />
cuyas condiciones físicas no son las óptimas para<br />
ser utilizados en los análisis o que, según criterio<br />
del/de la entrevistado/a, no son de utilidad en los<br />
laboratorios. Otros residuos sólidos corresponden<br />
a reactivos con características fisicoquímicas desconocidas,<br />
que han sido acumulados en los laboratorios<br />
a lo largo del tiempo. Los residuos líquidos<br />
estos son principalmente los resultantes de<br />
disoluciones preparadas en los múltiples análisis<br />
realizados en los laboratorios de investigación y<br />
docencia.<br />
Cuadro 2. Cantidad de desechos químicos<br />
almacenados. 2008.<br />
Unidad académica Sólidos (kg) Líquidos (L)<br />
Química 25 914<br />
Veterinaria 1 48<br />
Biología 6 47<br />
Agrarias 1 16<br />
Ambientales 0 150<br />
CINAT 0 2<br />
INISEFOR 4 3<br />
IRET 0 37<br />
OVSICORI 0 3<br />
Total 37 1.237<br />
La mayor cantidad de residuos acumulados<br />
(figura 1) se encontró en la Escuela de Química,<br />
la cual almacena el 70% y el 72% de los residuos<br />
en estado sólido y líquido, respectivamente. En<br />
Ciencias Ambientales y Ciencias Biológicas, se<br />
64<br />
José Carlos Mora y David Benavides<br />
65<br />
Clasificación de residuos químicos en laboratorios de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
encontró el 12% (sólidos) y el 15% (líquidos) de<br />
residuos almacenados, respectivamente.<br />
Figura 1. Distribución porcentual de la cantidad de<br />
residuos químicos inventariados.<br />
que para el estado sólido el mayor porcentaje corresponde<br />
a los desconocidos (78%), que equivale<br />
a 36,26 kg. En cuanto a los líquidos, el mayor porcentaje<br />
correspondió a los residuos orgánicos con<br />
un 38% (470 litros).<br />
En relación con los residuos sólidos, la Escuela<br />
de Química acumula todas las clases, mientras<br />
que las escuelas de Ciencias Agrarias y Ciencias<br />
Biológicas almacenan principalmente ácidos<br />
y sales oxidantes. En CINAT e INSEFOR solamente<br />
se almacenan residuos orgánicos y sales<br />
tóxicas. OVSICORI solo almacena sales tóxicas e<br />
IRET no presenta residuos sólidos. Existen residuos<br />
en estado sólido, almacenados, de los cuales<br />
se desconoce su composición química; estos se<br />
ubicaron en la clase de desconocidos y existen en<br />
la mayoría de los sitios de estudio.<br />
cas se encuentran, principalmente, en los laboratorios<br />
de las escuelas de Química, Ciencias Agrarias,<br />
Ciencias Biológicas y Medicina Veterinaria.<br />
En lo que corresponde a los resultados obtenidos<br />
respecto a las tasas de generación de residuos<br />
líquidos (cuadro 3), se observa que la clase<br />
de líquidos orgánicos representan la mayor tasa<br />
de generación, seguido de las disoluciones ácidas<br />
y sales oxidantes.<br />
La estimación de la tasa de generación de<br />
los residuos líquidos según unidades académicas<br />
se muestra en el cuadro 4. La mayor tasa de generación<br />
la representa la Escuela de Química (90<br />
L/mes), tasa que es muy superior respecto a Ciencias<br />
Biológicas y Ciencias Ambientales, con tasas<br />
de 15 L/mes; el resto de sitios no superan los 10<br />
L/mes.<br />
Cuadro 5. Tasa estimada de generación mensual<br />
de residuos líquidos por unidad académica.<br />
Unidad académica L/mes<br />
Química 90<br />
Veterinaria 6<br />
Biología 15<br />
Agrarias 10<br />
Ambientales 15<br />
CINAT 3<br />
IRET 5<br />
INISEFOR 2<br />
OVSICORI 9<br />
Total 155<br />
Los residuos inventariados fueron clasificados<br />
según las clases incluidas en el siguiente<br />
cuadro.<br />
Cuadro 3. Clasificación de residuos químicos, <strong>Universidad</strong><br />
<strong>Nacional</strong>.<br />
Clase Contenido del residuo<br />
1 Ácidos<br />
2 Bases<br />
3 Orgánicos halogenados<br />
4 Orgánicos no halogenados<br />
5 Sales<br />
6 Sales tóxicas<br />
7 Sales oxidantes<br />
8 Soluciones con metales<br />
pesados<br />
9 Desconocidos<br />
La distribución porcentual de residuos según<br />
las diferentes clases establecidas (cuadro 1)<br />
se muestra en la figura 2. Esta distribución indica<br />
Figura 2. Distribución porcentual de residuos químicos<br />
inventariados en la UNA.<br />
Las clases de residuos líquidos más comunes<br />
almacenados en los diferentes laboratorios<br />
son principalmente los disolventes orgánicos, los<br />
cuales se guardan en el 100% de las unidades<br />
académicas, centros e institutos evaluados. Otros<br />
residuos almacenados en la mayoría de las áreas<br />
son los que corresponden a la clase de disoluciones<br />
con metales pesados, sales oxidantes y sales<br />
tóxicas. Residuos como disoluciones ácidas y bási-<br />
Cuadro 4. Tasa estimada de generación de desechos<br />
líquidos.<br />
Residuos<br />
Tasa de generación<br />
(L/<br />
mes)<br />
Ácidos 25<br />
Bases 13<br />
Orgánicos halogenados 7<br />
Orgánicos 47<br />
Sales 4<br />
Sales oxidantes 21<br />
Sales tóxicas 12<br />
Soluciones con metales pesados 10<br />
Desconocidos 10<br />
Total 149<br />
En el cuadro 5 se muestra la tasa de generación<br />
mensual de los residuos líquidos de acuerdo<br />
al tipo de proceso del laboratorio (docencia, investigación<br />
y venta de servicios). La mayor tasa corresponde<br />
a los laboratorios de investigación.<br />
La determinación de la tasa de generación<br />
de residuos de los laboratorios de docencia se basó<br />
solamente en los datos de los cursos de química<br />
general I y II; no obstante, la Escuela de Química<br />
imparte por año un promedio de 13 cursos de<br />
laboratorio, por lo cual se debe esperar que esta<br />
tasa sea mucho mayor.<br />
Cuadro 6. Tasa estimada de generación mensual de<br />
residuos líquidos por proceso. 2008.<br />
Proceso/actividad<br />
L/mes<br />
Investigación 57<br />
Docencia 30<br />
Investigación y venta de servicios 36<br />
Investigación, docencia, venta de 13<br />
servicios<br />
Total 149<br />
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José Carlos Mora y David Benavides<br />
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Clasificación de residuos químicos en laboratorios de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />
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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />
Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />
Conclusiones<br />
El presente trabajo permitió inventariar<br />
y clasificar los residuos químicos almacenados<br />
en la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong>, durante el periodo<br />
2008-2010. La clasificación permitió identificar<br />
aquellas áreas que almacenan los mayores volúmenes<br />
de residuos químicos y el tipo de residuo<br />
segregado. Las diferentes clases, bajo las cuales<br />
se clasificaron todos los residuos, permitieron estimar<br />
diferentes tasas de generación.<br />
Durante el periodo de estudio, se inventariaron<br />
1.237 L y 37 kg de residuos químicos, de los<br />
cuales la mayor cantidad pertenecen a la Escuela<br />
de Química. De acuerdo con la clasificación realizada,<br />
se tiene que la mayor cantidad de residuos<br />
líquidos corresponde a los disolventes orgánicos<br />
(38%) y, de los residuos sólidos, a los clasificados<br />
como desconocidos (78%). Respecto a la tasa de<br />
generación, son los residuos líquidos orgánicos los<br />
que representan la mayor producción (47 L/mes).<br />
Como conclusión principal, se debe indicar<br />
que el manejo adecuado de residuos químicos y<br />
su correspondiente clasificación fisicoquímica<br />
basada en el riesgo, peligro y grupos funcionales<br />
químicos, entre otros aspectos (por ejemplo el sistema<br />
utilizado en el presente trabajo), es la base<br />
para implementar un ambiente seguro de trabajo<br />
en laboratorios de centros universitarios y en la<br />
definición e incorporación de sistemas, metodologías<br />
y procedimientos adecuados para el tratamiento<br />
y disposición final de residuos. Una adecuada<br />
clasificación de todos los residuos químicos<br />
generados y/o manipulados por investigadores/<br />
as, laboratoristas, estudiantes, etc., permite minimizar<br />
y, en el mejor de los escenarios, eliminar<br />
los costos administrativos, económicos, legales,<br />
de seguridad y técnicos relacionados con la atención<br />
a emergencias químicas, sanciones legales,<br />
demandas, incapacidades laborales, etc., que son<br />
producto, principalmente, de una inadecuada<br />
gestión de residuos químicos (Furr, 2000; Ewing,<br />
1990; DiBerardinis et al., 2001).<br />
En relación con lo anterior, la clasificación<br />
de residuos químicos en los laboratorios de la<br />
<strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong> permite identificar y desarrollar<br />
procesos y procedimientos para la prevención<br />
del riesgo humano y ambiental, como son: 1)<br />
el desarrollo de temas de capacitación para las<br />
etapas de gestión de residuos químicos (segregación,<br />
acumulación, almacenamiento, transporte,<br />
tratamiento y disposición final), 2) la manipulación<br />
segura de residuos químicos específicos (ácidos,<br />
básicos, orgánicos halogenados, etc.), 3) la<br />
compra y mantenimiento preventivo de equipos<br />
y materiales de seguridad, 4) la aplicación de sistemas<br />
de segregación de residuos en los sitios de<br />
trabajo, 5) la inclusión de modificaciones infraestructurales<br />
en los lugares de trabajo y 6) el uso de<br />
equipo de protección personal, entre otros.<br />
Todo lo anterior con el único objetivo de<br />
proteger la salud de los/as trabajadores/as, estudiantes<br />
y visitantes, la propiedad estructural de<br />
la institución y el ambiente circundante<br />
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