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41 - Ambientico - Universidad Nacional

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evista semestral de la escuela de ciencias ambientales • issn: 1409-2158<br />

Tortugas marinas en Costa Rica:<br />

“enemigos” y protección<br />

En esta edición<br />

Pilar Santidrián<br />

Cambio climático y tortugas marinas<br />

Ana C. Fonseca<br />

Efectos del cambio climático en la<br />

anidación de las tortugas marinas<br />

Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />

La tortuga marina negra de<br />

Guanacaste amenazada de extinción<br />

por prácticas humanas<br />

Óscar Brenes<br />

Efecto de la precipitación en el<br />

proceso de incubación de las nidadas<br />

de tortuga lora<br />

Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y<br />

Randal Arauz<br />

Oportunidades para el desarrollo<br />

sostenible de las comunidades<br />

costeras de Nandayure (Nicoya sur,<br />

Guanacaste)<br />

OTROS TEMAS<br />

Pablo Ramírez y Mario Arias<br />

Lineamientos de ordenamiento<br />

territorial para el manejo y<br />

protección del agua subterránea en<br />

la cuenca<br />

del rio Birrís (Cartago)<br />

Pablo Ramírez<br />

Comportamiento hidrométrico de<br />

los manantiales ubicados a lo largo<br />

del túnel de conducción del Proyecto<br />

Hidroeléctrico El Encanto<br />

José Carlos Mora y David Benavides<br />

Clasificación de residuos químicos<br />

en laboratorios de la <strong>Universidad</strong><br />

<strong>Nacional</strong>


Tortugas marinas<br />

en Costa Rica:<br />

“enemigos”, protección<br />

y aprovechamiento<br />

sostenible<br />

junio 2011 - Nº <strong>41</strong> - ISSN 1409-2158<br />

Ambientales, revista semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong>, fue creada en 1980. Su objetivo<br />

es estimular y difundir la investigación y la discusión científica en<br />

el campo de lo ambiental. Publica resultados de investigación referentes<br />

a situaciones ambientales y, secundariamente, ensayos<br />

teóricamente consistentes con algún enfoque científico atinentes<br />

a problemas de ese mismo ámbito temático. Se dirige principalmente<br />

a académicos, estudiantes de nivel superior y funcionarios<br />

e integrantes de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales<br />

con competencias en lo ambiental.<br />

Revista semestral de la<br />

Escuela de Ciencias Ambientales,<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />

Teléfono: (506) 2277-3688<br />

Fax: (506) 2277-3289<br />

ambienti@una.ac.cr<br />

Apartado postal: 86-3000<br />

Heredia, Costa Rica<br />

www.ambientico.una.ac.cr<br />

Consejo editor<br />

Marielos Alfaro, <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />

Gerardo Budowski, <strong>Universidad</strong> para la Paz<br />

Enrique Lahmann, UICN<br />

Enrique Leff, <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />

México<br />

Olman Segura, Instituto <strong>Nacional</strong> de Aprendizaje<br />

y <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />

Rodrigo Zeledón, <strong>Universidad</strong> de Costa Rica<br />

Director y editor<br />

Eduardo Mora, <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />

Fotografía<br />

www.galeriaambientalista.una.ac.cr<br />

Asistencia<br />

Rebeca Bolaños<br />

Foto de portada<br />

Juan José Pucci<br />

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Ir a pág. siguiente


Editorial: Tortugas marinas en Costa Rica: “enemigos” y protección<br />

ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 1 |Pp. 5-10|<br />

Sumario<br />

Editorial<br />

Pilar Santidrián<br />

Cambio climático y tortugas marinas<br />

Ana C. Fonseca<br />

Efectos del cambio climático en la<br />

anidación de las tortugas marinas<br />

Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />

La tortuga marina negra de Guanacaste<br />

amenazada de extinción por prácticas<br />

humanas<br />

Óscar Brenes<br />

Efecto de la precipitación en el proceso de<br />

incubación de las nidadas de tortuga lora<br />

Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal<br />

Arauz<br />

Oportunidades para el desarrollo<br />

sostenible de las comunidades costeras de<br />

Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)<br />

OTROS TEMAS<br />

Pablo Ramírez y Mario Arias<br />

Lineamientos de ordenamiento territorial<br />

para el manejo y protección del agua<br />

subterránea en la cuenca<br />

del rio Birrís (Cartago)<br />

Pablo Ramírez<br />

Comportamiento hidrométrico de los<br />

manantiales ubicados a lo largo del túnel<br />

de conducción del Proyecto Hidroeléctrico<br />

El Encanto<br />

José Carlos Mora y David Benavides<br />

Clasificación de residuos químicos en<br />

laboratorios de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />

3<br />

5<br />

11<br />

19<br />

27<br />

37<br />

47<br />

55<br />

61<br />

Editorial<br />

n Costa Rica, la actitud de protección de las<br />

tortugas marinas es especialmente valiosa<br />

porque en los dos litorales hay sitios, de relevancia<br />

mundial, visitados anualmente por<br />

miles de tortugas que recorren distancias abrumadoramente<br />

grandes para llegar a ellos a desovar:<br />

la cabezona o caguama (Caretta caretta), la<br />

carey (Eretmochelys imbricata), la lora (Lepidochelys<br />

olivacea), la verde (Chelonia mydas) y la<br />

baula (Dermochelys coriacea). Todas ellas se encuentran<br />

en peligro de extinción por la cacería; la<br />

extracción de huevos; la pesca con palangre y con<br />

redes de arrastre; el calentamiento, la contaminación<br />

y la destrucción de la biodiversidad en las<br />

aguas marinas, y la masiva ocupación humana<br />

de las costas que expulsa a estos reptiles de sus<br />

playas de anidación.<br />

Sin contundentes programas de protección,<br />

las tortugas marinas, cuya edad es superior a<br />

100 millones de años, no sobrevivirían ahora. En<br />

América, eran aprovechadas por los pueblos nativos,<br />

pero el acérrimo asedio a ellas comenzó con la<br />

llegada de los europeos, quienes, particularmente<br />

en el Caribe, las cazaban por su carne, su grasa,<br />

sus huevos y sus caparazones. Antes de haber refrigeración<br />

-indica Sebastian Troeng (<strong>Ambientico</strong><br />

94, julio-2001)-, las tortugas no solo eran una de<br />

las pocas fuentes de carne fresca para los marineros<br />

que visitaban la región, sino que además eran<br />

exportadas -vivas o en partes- a Europa y luego a<br />

Estados Unidos y Japón, principalmente para ser<br />

Tortugas marinas en<br />

Costa Rica: “enemigos”<br />

y protección<br />

consumidas como sopa (hecha a partir de la grasa<br />

corporal de la tortuga verde) y en su calidad de<br />

concha de carey.<br />

Aparte de prestar servicios ecológicos de<br />

mucho valor en las aguas donde viven (por ejemplo,<br />

mantienen sanos los lechos de pastos marinos)<br />

y de ser un indicador de la salud de estas,<br />

las tortugas marinas son destacadas transportadoras<br />

de nutrientes del mar a la tierra: se alimentan<br />

en ecosistemas marinos muy productivos y la<br />

energía capturada la guardan y depositan luego<br />

en las playas donde anidan. En estas, tanto sus<br />

huevos como los nonatos terminan siendo nutrientes<br />

para plantas y comida para los animales<br />

presentes en la playa y en el bosque contiguo (mamíferos,<br />

aves, artrópodos).<br />

Legislación nacional y acuerdos internacionales,<br />

como la Convención Interamericana para<br />

la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas<br />

y la Convención sobre el Comercio Internacional<br />

de Especies Amenazadas de Fauna y Flora<br />

Silvestres, prohíben tanto la caza como la captura<br />

de las tortugas marinas y la venta de sus huevos<br />

y de productos derivados como la concha de carey.<br />

Además, paralelamente está ya demostrado<br />

en la práctica que, para la economía costarricense<br />

y para las comunidades vecinas a los sitios de<br />

arribo, es muchísimo más rentable la protección<br />

de las tortugas que el consumo de estas y de sus<br />

huevos, gracias a los ingresos derivados del turismo<br />

interesado en ver el desove. Este se puede<br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

3


Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Santidrián, P. “Cambio climático y tortugas marinas”<br />

ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 1 |Pp. 5-10|<br />

Fecha de recepción del documento: [junio, 2011]. Aprobación: [julio, 2011].<br />

Cambio climático<br />

y tortugas marinas<br />

Pilar Santidrián<br />

La autora, especialista en ecología y conservación de tortugas<br />

marinas, pertenece a la <strong>Universidad</strong> de Drexel, Estación<br />

Biológica Goldring y The Leatherback Trust.<br />

admirar, según las diferentes épocas del año, en<br />

los parques nacionales caribeños Tortuguero y<br />

Cahuita y en los refugios de vida silvestre caribeños<br />

Barra del Colorado y Gandoca Manzanillo;<br />

también en los parques nacionales del Pacífico<br />

Marino Las Baulas, Santa Rosa y Corcovado, y<br />

en los refugios de vida silvestre del mismo océano:<br />

Tamarindo y Ostional. En la exitosa protección<br />

que, junto con las comunidades locales, se<br />

lleva a cabo desde hace décadas, en Costa Rica,<br />

se destacan las organizaciones constitutivas de la<br />

Red <strong>Nacional</strong> para la Conservación de Tortugas<br />

Juan José Pucci. Tortuga nancite<br />

Marinas, como por ejemplo, PRETOMA, CCC y<br />

otras entidades internacionales ambientalistas<br />

como WWF, las cuales además suelen desarrollar<br />

investigación científica de peso.<br />

Si bien es cierto que la mayor cantidad de<br />

agresiones, principalmente por pesca incidental,<br />

sufridas por las tortugas marinas, ocurren aguas<br />

adentro, la comunidad académica y el ambientalismo<br />

costarricenses siguen pugnando por el<br />

mantenimiento y el aumento sensato de todas las<br />

acciones de protección de los sitios de desove y de<br />

combate a la caza y captura de esos animales.<br />

Resumen<br />

El cambio climático se<br />

ha convertido en una de las<br />

principales amenazas para<br />

la biodiversidad y los procesos<br />

biológicos. Las altas<br />

temperaturas afectan negativamente<br />

diversos aspectos<br />

de la historia de vida de las<br />

tortugas marinas, tanto en<br />

la playa como en el mar, por<br />

lo que el aumento de la temperatura<br />

por el cambio climático,<br />

puede ser altamente<br />

perjudicial para sus poblaciones.<br />

Existen estrategias<br />

de mitigación que pueden ser<br />

utilizadas con el fin de evitar<br />

extinciones locales, como la<br />

irrigación, el uso de sombras<br />

y la reubicación de huevos en<br />

viveros. Sin embargo, es importante<br />

aplicar, de manera<br />

correcta y específica, dichas<br />

estrategias en cada población,<br />

cuando estas se vean<br />

negativamente afectadas por<br />

el cambio climático.<br />

Palabras clave: tortuga<br />

marina, temperatura, cambio<br />

climático, mitigación, nivel<br />

del mar.<br />

Abstract<br />

Climate change has<br />

become one of the main<br />

threats to biodiversity and<br />

biological processes. High<br />

temperatures negatively<br />

affect several aspects of the<br />

life history of marine turtles<br />

both on nesting beaches and<br />

in the ocean. Increasing temperatures,<br />

caused by climate<br />

change, can be highly detrimental<br />

to sea turtle populations.<br />

There are possible mitigation<br />

strategies that can<br />

be used to avoid local extinctions<br />

such as irrigation, shading<br />

and clutch relocation.<br />

However, it is important to<br />

use them correctly and specifically<br />

for each population<br />

once these become negatively<br />

affected by climate change.<br />

Key words: marine turtles,<br />

temperature, climate change,<br />

mitigation, sea level.<br />

Introducción<br />

l cambio climático por efecto antropogénico<br />

es considerado, en la actualidad,<br />

como una de las amenazas<br />

más importantes para la biodiversidad<br />

y los procesos biológicos (Thomas et al.,<br />

2004; Walther et al., 2002). En el ambiente<br />

marino, el cambio climático puede amenazar<br />

la supervivencia de numerosos organismos<br />

y procesos, debido a cambios en la temperatura,<br />

la química del océano y la circulación<br />

oceánica, entre otros (Harley et al., 2006).<br />

A nivel de especie, el oso polar (Ursus maritimus)<br />

se convirtió, en el 2008, en la primera<br />

incluida como amenazada, bajo la<br />

Ley de Especies en Peligro de Extinción de<br />

Estados Unidos (Endangered Species Act),<br />

a causa del efecto del calentamiento global.<br />

Sin embargo, son numerosas las especies<br />

que pueden verse reducidas ante escenarios<br />

de cambio climático futuros, tanto en ambientes<br />

terrestres como marinos.<br />

El cambio climático puede afectar a<br />

todas las especies de tortugas marinas a lo<br />

largo de su rango de distribución, ya que<br />

comparten características comunes de historia<br />

de vida. Su éxito reproductivo depende<br />

de la estabilidad de las playas donde anidan,<br />

para que el desarrollo embrionario se<br />

Editorial<br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

5<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

maximice, se den proporciones de sexos saludables<br />

y hasta una alta proporción de neonatos que<br />

emergen del nido (Santidrián Tomillo et al., 2009;<br />

Valverde et al., 2010; Segura y Cajade, 2010). A<br />

su vez, deben darse las condiciones de productividad<br />

adecuadas en el océano, para favorecer su<br />

alimentación y acumular la energía necesaria<br />

para migrar y desovar (Saba et al., 2007). Tanto<br />

en la playa como en el mar, la temperatura es<br />

uno de los factores determinantes del desarrollo<br />

embrionario y de la reproducción en todas las especies<br />

de tortugas marinas, la cual puede aumentar<br />

entre 1,8 y 4 °C hacia finales del siglo XXI,<br />

respecto a las temperaturas actuales, de acuerdo<br />

con el cuarto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental<br />

de Expertos sobre el Cambio<br />

Climático (IPCC, 2007).<br />

Temporada de anidación<br />

Las tortugas marinas tienen, por lo general,<br />

una temporada marcada de desove, ya que por selección<br />

natural han evolucionado para anidar en<br />

los meses en que la producción y la supervivencia<br />

de neonatos es máxima. Esta ocurre<br />

en diferentes meses del año en distintas<br />

áreas de anidación. Por ejemplo,<br />

en Costa Rica hay desove de tortugas<br />

en las playas del Caribe, entre los meses<br />

de febrero y agosto y, en el Pacífico,<br />

entre setiembre y febrero. El tiempo de<br />

anidación guarda relación con la temperatura<br />

del agua, al menos en algunas<br />

poblaciones, en las que se ha registrado<br />

una tendencia a que la temporada comience<br />

antes, con un aumento de<br />

la temperatura superficial<br />

del agua (Weishampel<br />

et al., 2004). Con un<br />

aumento de temperatura<br />

resultante<br />

del cambio climático,<br />

es posible que las tortugas modifiquen su temporada<br />

de anidación y que se pueda dar un “desajuste”<br />

entre el tiempo óptimo para anidar y el<br />

tiempo de mayor producción y éxito reproductivo.<br />

Nivel del mar<br />

Las estimaciones más recientes sitúan un<br />

aumento del nivel del mar entre los 18 y los 59 cm,<br />

para finales del siglo XXI, respecto a los niveles<br />

actuales (IPCC, 2007). Algunas playas podrían<br />

desaparecer o ver reducido el espacio de anidación<br />

(Fish et al., 2005). De manera natural, las<br />

playas pueden adaptarse mediante el desplazamiento,<br />

ante subidas o bajadas del nivel marino.<br />

Si hay un aumento del nivel del mar, las playas<br />

de anidación migrarían hacia su parte posterior.<br />

En muchas de las playas de desove de tortugas<br />

marinas, existen construcciones actuales y planes<br />

de desarrollo que impedirían el desplazamiento<br />

natural de estos sitios, lo cual impide la<br />

formación de áreas óptimas para el desove (Fish<br />

et al., 2005).<br />

Desarrollo embrionario<br />

Los huevos de tortugas marinas y, en general,<br />

de otras especies de reptiles que entierran sus<br />

puestas necesitan condiciones estables en el ambiente<br />

del nido, para desarrollarse exitosamente.<br />

Tanto la humedad como la temperatura afectan<br />

el éxito de eclosión de los huevos y la emergencia<br />

del nido de los neonatos. Los huevos pueden desarrollarse<br />

en un rango viable de temperaturas,<br />

pero, frecuentemente, las altas temperaturas y<br />

la sequedad disminuyen el éxito de eclosión y de<br />

emergencia de los nidos (Santidrián et al., 2009;<br />

Valverde et al., 2010; Segura y Cajade, 2010). Los<br />

modelos actuales de cambio climático predicen un<br />

aumento de la temperatura ambiente entre 1,8<br />

y 4 °C, para finales del siglo XXI, según los diferentes<br />

escenarios de aumento de emisiones de<br />

CO 2<br />

(IPCC, 2007), lo cual resultaría en una disminución<br />

en el éxito de eclosión y de emergencia.<br />

Las proyecciones en los patrones de precipitación<br />

varían dependiendo de la región. En el Pacífico<br />

Norte de Costa Rica, donde ya se dan sequías durante<br />

la temporada seca en años de El Niño, se<br />

espera que las lluvias disminuyan; sin embargo,<br />

en otras regiones pueden aumentar.<br />

Sexo de los neonatos<br />

El sexo en tortugas marinas se determina<br />

por la temperatura durante el segundo tercio del<br />

periodo de incubación. La temperatura pivotal<br />

(temperatura crítica determinante del sexo) varía<br />

en las distintas especies de tortugas marinas<br />

e incluso entre distintas poblaciones, pero se encuentra<br />

alrededor de los 30,5 °C en tortugas loras<br />

y de los 29 a los 29,5 °C en el resto de las especies.<br />

Si se dan temperaturas durante este periodo, por<br />

debajo de esos rangos, se producen neonatos machos<br />

y con temperaturas superiores se producen<br />

neonatos hembras. El aumento de temperatura<br />

causado por el cambio climático puede resultar en<br />

una producción total de hembras. Algunas poblaciones<br />

en Costa Rica, como la del Parque <strong>Nacional</strong><br />

Marino Las Baulas, registran ya proporciones<br />

de hembras del 90% (Sieg, 2010), por lo que un<br />

aumento sobre este nivel sería preocupante.<br />

Productividad en el océano<br />

La frecuencia reproductiva en tortugas marinas<br />

está asociada con la productividad en el<br />

océano (Solow et al., 2002; Saba et al., 2007; Reina<br />

et al., 2009), ya que esta afecta las condiciones<br />

de alimentación de las tortugas y, por tanto,<br />

su capacidad para obtener la energía necesaria<br />

para migrar y anidar. En el caso de las tortugas<br />

baulas, las condiciones de alimentación son óptimas<br />

durante periodos de La Niña, cuando se da<br />

una mayor producción primaria y, en consecuencia,<br />

de medusas en sus campos de alimentación<br />

(Saba et al., 2007). Durante La Niña, la temperatura<br />

superficial del agua es menor, la producción<br />

mayor y las tortugas tardan menos años en<br />

volver a la playa a desovar. Además, después de<br />

fases de La Niña, suele registrarse un mayor número<br />

de hembras anidantes en las playas (Reina<br />

et al., 2009). El efecto contrario tiene lugar durante<br />

eventos de El Niño: la temperatura superficial<br />

del agua es elevada, hay menor producción<br />

primaria y las tortugas tardan más años en regresar<br />

a las playas a desovar. El resultado que el<br />

cambio climático pueda tener en los ciclos de El<br />

Niño y La Niña no es claro (Collins et al., 2010),<br />

aunque se espera que, en promedio, haya un aumento<br />

de la temperatura superficial del agua y,<br />

por lo tanto, una disminución en la productividad.<br />

Esto afecta, en consecuencia, la anidación<br />

de tortugas marinas.<br />

6<br />

Pilar Santidrián<br />

7<br />

Cambio climático y tortugas marinas<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

Estrategias de mitigación:<br />

¿Cómo y cuándo es el momento<br />

Aunque ciertos aspectos del efecto de las<br />

temperaturas en tortugas marinas se conocen<br />

hace tiempo, apenas se está comenzando a comprender<br />

el efecto que el cambio climático puede<br />

tener en sus poblaciones. Los modelos climatológicos<br />

más recientes proyectan un aumento global<br />

de la temperatura ambiente entre 1,8 y 4 °C, en<br />

100 años. Sin embargo, los patrones de lluvia<br />

pueden verse alterados de diferentes maneras,<br />

hecho que aumenta la precipitación en algunos<br />

lugares y la disminuye en otros (IPCC, 2007). De<br />

esta manera, es posible que algunas poblaciones<br />

puedan ser extirpadas, pero otras podrían sobrevivir<br />

y actuar como re-colonizadoras, cuando las<br />

condiciones vuelvan a ser adecuadas.<br />

Existen varias estrategias de mitigación<br />

que podrían realizarse en las playas de anidación.<br />

Por ejemplo, la temperatura de la arena se puede<br />

disminuir a través de la irrigación y la creación<br />

de sombras. Sin embargo, si la temperatura ambiente<br />

aumenta hasta 4 °C, es posible que incluso<br />

las áreas de sombra lleguen a estar demasiado<br />

calientes. La irrigación puede disminuir las temperaturas,<br />

aunque solo cuando se reciben cantidades<br />

considerables de agua. Regar playas de varios<br />

kilómetros de distancia sería, además, un gran<br />

reto. Otra posibilidad más sencilla es la reubicación<br />

de nidos. Esta práctica es común en la actualidad<br />

en playas de anidación. Cuando las tortugas<br />

marinas desovan por debajo de la línea de marea<br />

alta, los nidos se suelen reubicar para evitar que<br />

se inunden y mueran (Wyneken et al., 1988). En<br />

algunas playas, esta técnica se usa también para<br />

evitar el saqueo de huevos. Los huevos se trasladan,<br />

por lo general, a viveros, donde pueden ser<br />

monitoreados hasta la emergencia de los neonatos.<br />

En caso de que se llegue a una situación en<br />

Sebastian Troeng. Cabezona (Chelonia mydas)<br />

que los huevos no puedan desarrollarse en condiciones<br />

naturales, las puestas podrían moverse a<br />

viveros, en los cuales sería más fácil controlar las<br />

“condiciones climáticas”.<br />

Las estrategias de mitigación pueden ayudar<br />

a contrarrestar el efecto negativo que el aumento<br />

de la temperatura puede tener en tortugas<br />

marinas. Sin embargo, es importante evitar la<br />

reubicación, en la medida de lo posible, hasta que<br />

no haya otra solución. Existen precedentes de mal<br />

uso de viveros en los que solo se produjeron machos<br />

o hembras, debido al efecto que la temperatura<br />

tiene en la determinación del sexo (Morreale<br />

et al., 1982; Chan y Liu, 1996). Los niveles elevados<br />

de hembras en relación con los de machos son<br />

llamativos y provocan que se quiera actuar. No<br />

obstante, aunque conocemos los impactos negativos<br />

de la temperatura, no conocemos lo suficiente<br />

para determinar qué niveles son peligrosos. En la<br />

actualidad, incluso en playas en las que se producen<br />

un 90% de hembras, como en playa Grande, la<br />

cantidad de machos adultos parece ser suficiente,<br />

ya que los huevos están fertilizados. Es importante,<br />

aun así, realizar estudios, trabajar en estrategias<br />

de mitigación desde ya y tener en cuenta<br />

el impacto directo que la temperatura tiene en la<br />

mortalidad de huevos y neonatos. Una población<br />

puede mantenerse probablemente con pocos machos,<br />

pero no con niveles elevados de mortalidad.<br />

Finalmente, las estrategias de mitigación<br />

deben ser específicas para cada población. Es<br />

importante tener un buen conocimiento de las<br />

características de una población, para que las<br />

estrategias puedan ser correctamente implementadas<br />

y sean efectivas. Se deben realizar estudios<br />

previos sobre el efecto de la precipitación y de la<br />

temperatura en las distintas regiones y no aplicar<br />

resultados de una zona a otra, sin tener una base<br />

científica. En Costa Rica, las características climatológicas<br />

que pueden afectar el desarrollo embrionario<br />

y la proporción de sexos son diferentes<br />

en el Pacífico y en el Caribe, y aplicar los resultados<br />

de una región a otra podría ser perjudicial<br />

para sus poblaciones.<br />

Referencias bibliográficas<br />

Juan José Pucci. Tortuga<br />

Chan, E. H. y Liew, H. C. (1995). Incubation temperatures<br />

and sex-ratios in the Malaysian leatherback turtle,<br />

Dermochelys coriacea. Biological Conservation (74).<br />

Collins, M. et al. (2010). The impact of global warming on the<br />

tropical Pacific Ocean and El Niño. Nature Geoscience<br />

(3).<br />

Fish, M. R. et al. (2005). Predicting the impact of sea-level<br />

rise on Caribbean sea turtle nesting habitat. Conservation<br />

Biology (19).<br />

Harley, C. D. G. et al. (2006). The impacts of climate change<br />

in coastal marine systems. Ecology Letters (9).<br />

IPCC. (2007). Cuarto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental<br />

de Expertos sobre el Cambio Climático.<br />

Morreale, S. J. et al. (1982). Temperature dependent sex determination:<br />

current practices threaten conservation<br />

of sea turtles. Science (216).<br />

8<br />

Pilar Santidrián<br />

9<br />

Cambio climático y tortugas marinas<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Reina, R. D. et al. (1982). Changed reproductive schedule<br />

of eastern Pacific leatherback turtles Dermochelys<br />

coriacea following the 1997-98 El Niño to La Niña<br />

transition. Endangered Species Research (7).<br />

Saba, V. S. et al. (2007). The effect of the El Niño southern<br />

oscillation on the reproductive frequency of eastern<br />

Pacific leatherback turtles. Journal of Applied Ecology<br />

(44).<br />

Santidrián Tomillo, P. et al. (2009). Influence of emergence<br />

success on the annual reproductive output of leatherback<br />

turtles. Marine Biology (156).<br />

Segura, L. N. y Cajade, R. (2010). The effects of sand temperature<br />

on pre-emergent green sea turtle hatchlings.<br />

Herpetological Conservation and Biology (5).<br />

Sieg, A. E. (2010). Physiological constraints on the ecology of<br />

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Solow, A. R., Bjorndal K. A, y Bolten A. B. (2002). Annual<br />

variation in nesting numbers of marine turtles: the<br />

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Wyneken, J. et al. (1988). Egg failure in natural and relocated<br />

sea turtle nests. Journal of Herpetology (22).<br />

Resumen<br />

El aumento de la temperatura<br />

y del nivel del mar,<br />

entre otros signos de cambio<br />

climático, están afectando<br />

los patrones de distribución,<br />

alimentación, reproducción<br />

y migración de las tortugas<br />

marinas y de muchos otros<br />

organismos que ya de por sí<br />

están bajo presión, por actividades<br />

humanas destructivas<br />

en el nivel mundial, las<br />

cuales los hacen aún más<br />

vulnerables. Costa Rica no es<br />

la excepción; sin embargo, se<br />

estima que las consecuencias<br />

no serían iguales en todo su<br />

territorio. La interacción entre<br />

las placas tectónicas Coco<br />

y Caribe, bajo la Península<br />

de Nicoya, es aparentemente<br />

la principal causa del aumento<br />

del nivel relativo del mar<br />

de 4 mm/año, en esta región.<br />

No obstante, si el deshielo y<br />

el aumento del nivel del mar<br />

global se aceleran y superan<br />

los efectos locales, como parece<br />

estar ocurriendo, se daría<br />

un aumento del nivel del mar<br />

geográficamente generalizado.<br />

Un aumento de 1 m en el<br />

Summary<br />

Temperature and sea<br />

level rise, among other signs<br />

of climate change, are<br />

affecting the distribution,<br />

feeding, reproduction and<br />

migration patterns of marine<br />

turtles and many other organisms<br />

already threatened<br />

by destructive human activities<br />

worldwide, making them<br />

more vulnerable. Costa Rica<br />

is not the exception, however<br />

the consequences would<br />

differ along its territory.<br />

The interaction between the<br />

Cocos and Caribbean tectonic<br />

plates under the Nicoya<br />

Peninsula is apparently the<br />

main cause of the relative<br />

sea level rise of 4 mm/year in<br />

this region. However, if global<br />

ice melting and sea level<br />

accelerate overcoming local<br />

effects, as it appears to be occurring,<br />

the result would be<br />

a generalized sea level rise.<br />

An increase of 1 m in the sea<br />

level of Playa Grande would<br />

imply a beach recession of<br />

50 m inland. The beach and<br />

infrastructure of that zone<br />

would be flooded and eroded<br />

Fonseca, A. “Efectos del cambio climático en la anidación de las tortugas<br />

marinas”,ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 2 |Pp. 11-18|<br />

Fecha de recepción del documento: [mayo, 2011]. Aprobación: [agosto, 2011].<br />

Efectos del cambio climático<br />

en la anidación de las<br />

tortugas marinas<br />

Ana C. Fonseca<br />

La autora, bióloga marina, es consultora.<br />

Cambio climático global<br />

os cambios predichos en el clima,<br />

como resultado del incremento en<br />

las concentraciones atmosféricas de<br />

gases con efecto invernadero, incluyen<br />

mayores temperaturas en el aire y el<br />

océano, un aumento en el nivel del mar, incremento<br />

en la frecuencia y la intensidad<br />

de eventos climáticos extremos y patrones<br />

alterados de precipitación (Solomon et al.,<br />

2007).<br />

Las manifestaciones de cambio climático<br />

no son uniformes a lo largo del<br />

globo, pues son influenciadas fuertemente<br />

por procesos físicos locales y provocan una<br />

reacción en cadena con multitud de cambios<br />

en los ecosistemas. Sin embargo, los<br />

científicos especialistas en clima proyectan<br />

que la temperatura promedio de la Tierra<br />

aumentará entre 1,8 y 4°C. El nivel promedio<br />

global del mar aumentará de 75 a 190<br />

cm, para el período de 1990 a 2100 (Vermeera<br />

y Rahmstorfb, 2009), debido a los<br />

acelerados deshielos en Groenlandia y Antártida,<br />

la expansión del agua del océano al<br />

calentarse, entre otros.<br />

Los aumentos de temperatura, junto<br />

con otros impactos naturales y antropogénicos,<br />

pueden matar o debilitar el 30% de<br />

10<br />

Pilar Santidrián<br />

11<br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

nivel del mar en Playa Grande,<br />

por ejemplo, implicaría<br />

un retroceso aproximado de<br />

la playa de 50 m tierra adentro.<br />

La playa y la infraestructura<br />

en esa franja quedarían<br />

inmersas en el agua, serían<br />

erosionadas por el choque de<br />

la marea y gran parte de la<br />

inundación ocurriría desde<br />

atrás, avanzaría por la boca<br />

del estero Tamarindo, por los<br />

manglares que lo rodean y<br />

por otros terrenos adyacentes.<br />

Urge tomar medidas de<br />

mitigación y adaptación del<br />

cambio climático en cada localidad,<br />

que reduzcan la vulnerabilidad<br />

e incrementen<br />

tanto la resistencia como la<br />

resiliencia de los ecosistemas<br />

y sociedades humanas. El<br />

proyecto de conservación de<br />

tortugas marinas en playa<br />

Junquillal es un estudio de<br />

caso que ha generado y exportado<br />

lecciones aprendidas<br />

en el campo de la conservación<br />

comunitaria y la adaptación<br />

al cambio climático.<br />

Palabras clave: aumento de<br />

temperatura y nivel del mar,<br />

adaptación al cambio climático,<br />

conservación de tortugas<br />

marinas, Costa Rica,<br />

Parque <strong>Nacional</strong> Marino Las<br />

Baulas, Grande, Junquillal,<br />

inundación de playas.<br />

by the tide break, and most<br />

of the inundation would occur<br />

from behind, advancing<br />

through the mouth of the<br />

Tamarindo estuary, into the<br />

surrounding wetlands, and<br />

other adjacent territories.<br />

It is urgent to take local climate<br />

change mitigation and<br />

adaptation measures to reduce<br />

the vulnerability and<br />

increase the resistance and<br />

resilience of ecosystems and<br />

human societies. The marine<br />

turtles conservation project<br />

of Junquillal beach, is a case<br />

study generating and exporting<br />

learned lessons in the<br />

field of community conservation<br />

and climate change<br />

adaptation.<br />

Key words: temperature<br />

and sea level rise, adaptation<br />

to climate change, marine<br />

turtles conservation, Costa<br />

Rica, Las Baulas Marine National<br />

Park, Grande, Junquillal,<br />

beach flooding.<br />

las especies del planeta, en menos de 30<br />

años. Por ejemplo, con solo un aumento de<br />

2 ºC todos los corales se blanquearían por<br />

pérdida de sus algas simbióticas y morirían;<br />

los arrecifes coralinos se debilitarían<br />

y al ser destruidos las costas quedarían<br />

más vulnerables a huracanes y otros fenómenos<br />

erosivos; disminuiría el espacio de<br />

playas para la anidación y el éxito reproductivo<br />

de los huevos de tortugas marinas<br />

y cocodrilos; se reduciría la productividad<br />

del plancton, de los manglares y pastos<br />

marinos, y tanto los mamíferos marinos,<br />

como las tortugas marinas, los tiburones<br />

y otros peces migrarían a aguas más frías,<br />

lo cual afectaría la pesca y el turismo. Es<br />

un círculo vicioso, el plancton y los arrecifes<br />

coralinos ayudan a fijar y reducir<br />

el dióxido de carbono de la atmósfera, lo<br />

que se denomina la bomba biológica y, si<br />

se ven afectados por los aumentos de temperatura,<br />

no podrían ayudar más a amortiguar<br />

el efecto invernadero. La salud de<br />

las especies en general, incluido el ser humano,<br />

se verá sumamente afectada con el<br />

aumento de enfermedades transmitidas<br />

por insectos, roedores, alimentos, aire y<br />

aguas contaminadas.<br />

En el 2007, el planeta rompió la<br />

marca de eventos climáticos extremos.<br />

Las especies en muchas áreas ya están exhibiendo<br />

respuestas a un clima cambiante<br />

(Parmesan, 2006). Los ecosistemas,<br />

las especies y las comunidades humanas<br />

marino-costeras tropicales, en especial<br />

las tortugas marinas, son directamente<br />

vulnerables al efecto directo del aumento<br />

de la temperatura y del nivel del mar.<br />

Las implicaciones de estos procesos para<br />

los medios de vida y las economías que<br />

dependen del área costera y sus recursos<br />

naturales son profundos.<br />

Efectos del cambio climático<br />

en las tortugas marinas<br />

Entre las principales consecuencias, se<br />

ha encontrado evidencia de que el aumento de<br />

la temperatura de los nidos, a más de 29 °C en<br />

promedio, aumenta la proporción de hembras<br />

respecto a los machos y disminuye el potencial<br />

reproductivo, y a más de 33 °C los huevos no se<br />

desarrollan. Ante el aumento del nivel del mar,<br />

se inundan tanto los nidos de las tortugas como<br />

la infraestructura humana costera y se pierde<br />

área costera (Hawkes et al., 2009). Además, el<br />

cambio climático, en general, está cambiando los<br />

patrones de las corrientes. Igualmente, varían la<br />

distribución, alimentación, reproducción y migración<br />

de las tortugas marinas que ya de por sí<br />

están bajo presión por actividades humanas destructivas<br />

en el nivel mundial, como el desarrollo<br />

costero, la contaminación, la pesca incidental y la<br />

sobreexplotación, las cuales hacen a estas tortugas<br />

aún más vulnerables (Lutcavage et al. 1997).<br />

Cambio climático en Costa<br />

Rica<br />

En Costa Rica, se estimó que las consecuencias<br />

no serían iguales en todo el territorio. En el<br />

próximo cuadro, se muestran las proyecciones climáticas<br />

de precipitación y temperatura para las<br />

costas, ante el escenario de un crecimiento económico<br />

con enfoque regional pero sin sensibilidad<br />

ambiental. Se prevé que en el Pacífico norte la<br />

temperatura puede aumentar, más que hacia el<br />

sur y que en el Caribe, y la precipitación podría<br />

disminuir, mientras que en otras costas esta aumentaría,<br />

especialmente en el Caribe norte.<br />

Cuadro 1. Proyecciones climáticas en la costa, ante<br />

el peor escenario (IMN/MINAE 2007; IPCC 2007)<br />

Región Temperatura Precipitación<br />

Pacífico norte +5º -20%<br />

Pacífico central +3.5º +14%<br />

Pacífico sur +4º +15%<br />

Caribe norte +3.5º +48%<br />

Caribe sur +3.5º +26%<br />

La desigual distribución geográfica del calentamiento<br />

oceánico global produce una distribución<br />

desigual de la dilatación térmica del agua<br />

y, consecuentemente, una distribución geográfica<br />

desigual del aumento del nivel del mar absoluto.<br />

En la medida en que el efecto de la dilatación<br />

térmica ha sido muy determinante en el cambio<br />

del nivel del mar (al menos en un 50 %), durante<br />

varias décadas, todavía se observan regiones donde<br />

el nivel del mar absoluto está disminuyendo,<br />

incluyendo el Pacífico centroamericano. Debido<br />

a que la tendencia global de aumento del nivel<br />

del mar medio absoluto (+ 3.2 mm/año) es relativamente<br />

pequeña, los procesos regionales (incluyendo<br />

tectónica, cambios de corrientes oceánicas<br />

o forzamiento atmosférico) pueden predominar<br />

en la tendencia local de cambio del nivel del mar<br />

(absoluto y relativo). Por otro lado, la distribución<br />

12<br />

Ana C. Fonseca<br />

13<br />

Efectos del cambio climático en la anidación de las tortugas marinas<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

geográfica del cambio del nivel del mar parece estar<br />

influenciada por variaciones interanuales y<br />

decadales, por lo cual no es posible, en la actualidad,<br />

interpretarla como una tendencia de largo<br />

plazo (Ballestero et al., 2010 a y b; Protti et al.,<br />

2010).<br />

Los tipos de costa predominantes en el país,<br />

playas en el frente de llanuras aluviales y marismas<br />

estuarinos son los más vulnerables ante<br />

un ascenso del nivel del mar. En los primeros, el<br />

ascenso implica un retroceso de la línea ribereña<br />

(transgresión) a posiciones en donde encuentre<br />

un nuevo perfil de equilibrio. En las segundas, las<br />

áreas sujetas a inundación mareal se ampliarían<br />

sensiblemente. En ambas costas, Pacífico y Caribe,<br />

una variación entre 2 mm y 5 mm anuales de<br />

ascenso del nivel del mar se ha venido produciendo<br />

desde los años cuarenta (IMN, 2000) y los impactos<br />

de esto ya se han comenzado a manifestar,<br />

como es el taponamiento hidráulico en las playas<br />

del Caribe. Ante este escenario, entre el 60% (105<br />

ha) y el 90% (300 ha) de la ciudad de Puntarenas<br />

Juan José Pucci. Tortuga<br />

y sus alrededores podrían quedar bajo las aguas,<br />

cuando llegue el año 2100. Otras zonas como Golfito<br />

y Quepos también se estima que cederían<br />

terreno al mar (IMN, 2000). Debido a que Costa<br />

Rica está en una zona tectónicamente activa, el<br />

riesgo de inundación de los sectores potencialmente<br />

inundables en el Caribe bajó drásticamente<br />

luego del terremoto del Valle de la Estrella, en<br />

1991, dado el ascenso de la corteza terrestre en<br />

esa zona hasta en 1.8 metros por encima del nivel<br />

promedio del mar (Gutiérrez, 2008).<br />

En el 2010 se analizó la tectónica, el nivel<br />

del mar y el ciclo sísmico en el Pacífico norte costarricense<br />

y se encontró que la interacción entre<br />

las placas tectónicas Coco y Caribe, bajo la Península<br />

de Nicoya, es la principal causa del cambio<br />

del nivel relativo del mar, en esta región. Los<br />

fuertes sismos en la Península de Nicoya tienen<br />

un tiempo de recurrencia promedio de alrededor<br />

de 50 años. Cada 50 años, la costa se levanta súbitamente<br />

entre 50 cm y 1 m, lo cual altera los<br />

ecosistemas costeros, tanto los terrestres como<br />

marinos someros, en una franja que puede sobrepasar<br />

los 100 m. Luego del gran sismo, la costa<br />

seguirá elevándose lentamente, mientras se relajan<br />

los esfuerzos en el manto. La falla se recupera<br />

lentamente y produce un acople entre las placas<br />

y un nuevo ciclo de subsidencia de la costa (aumento<br />

en el nivel relativo del mar), como el que<br />

se observa actualmente (5 mm/año), que puede<br />

alcanzar los 10 mm/año. En el largo plazo, el levantamiento<br />

de la costa supera a la subsidencia,<br />

lo cual resulta en un levantamiento neto de más<br />

de 6 m cada 1000 años, en los sitios de máxima<br />

deformación (Punta Guiones y Cabo Blanco). Las<br />

observaciones altimétricas del cambio del nivel<br />

del mar absoluto en el Pacífico norte de Costa<br />

Rica (debido a las variaciones de la densidad del<br />

agua; al intercambio de agua con los continentes,<br />

la atmósfera y las capas polares, y a las variaciones<br />

de la circulación oceánica), obtenidas a partir<br />

de 1992, muestran una tendencia de disminución<br />

local de 1 mm/año. Esta tendencia regional es<br />

opuesta a la tendencia global de aumento del nivel<br />

medio absoluto del mar, de 3.2 mm/año, también<br />

medida por medio de altímetros. Teniendo<br />

en cuenta la subsidencia de la costa, de 5 mm/<br />

año en el Pacífico norte, y el decrecimiento local<br />

del nivel del mar absoluto de 1 mm/año, se puede<br />

estimar que la taza de cambio actual del nivel del<br />

mar relativo en esta región es un aumento de 4<br />

mm/año, lo que significa un incremento de 0.4 m<br />

a final de siglo. Sin embargo, a partir del 2003,<br />

la contribución del deshielo al aumento del nivel<br />

del mar absoluto global supera a la contribución<br />

de la dilatación térmica. Si la rapidez del deshielo<br />

aumenta, como parece estar ocurriendo en los<br />

últimos años, el aumento del nivel del mar global<br />

podría acelerarse y superar los efectos locales,<br />

hecho que resulta en un aumento del nivel del<br />

mar geográficamente generalizado. La rapidez<br />

del aumento del nivel del mar durante la última<br />

deglaciación alcanzó valores de 5 m/siglo durante<br />

colapsos de grandes masas de hielo. Aunque no<br />

es posible extrapolar este valor a futuros escenarios<br />

de deshielo, vale la pena tener en cuenta que<br />

semejantes tazas de aumento son posibles y han<br />

tenido lugar en el pasado (Ballestero et al., 2010<br />

a y b; Protti et al., 2010). En este sentido, es importante<br />

prepararse para los peores escenarios de<br />

aumento en el nivel del mar en cada localidad,<br />

para planificar y tomar medidas que reduzcan la<br />

vulnerabilidad de los ecosistemas marino costeros<br />

y las poblaciones humanas.humanas.<br />

En el estudio de vulnerabilidad ante el cambio<br />

climático del 2000, se habían propuesto varias<br />

opciones de manejo para diferentes unidades en la<br />

costa del Pacífico central y para cada escenario de<br />

cambio de nivel del mar. Entre las recomendaciones<br />

generales estaban (IMN, 2000): 1. mantener<br />

un control efectivo de las variaciones del nivel del<br />

mar en las áreas de riesgo; 2. lograr una estrategia<br />

efectiva de apropiación de la información, por<br />

parte de todos los actores sociales; 3. permitir el<br />

desarrollo urbanístico solo tierra adentro detrás<br />

de los 600 m de las costas en regiones planas; 4.<br />

crear planes integrados de manejo costero que introduzcan<br />

las opciones propuestas.<br />

Actualmente, se da una colaboración estrecha<br />

entre el Instituto Oceanográfico Internacional<br />

(IOI), la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong> y la Comisión<br />

<strong>Nacional</strong> de Emergencias, para atender las amenazas<br />

marino costeras, incluyendo la vigilancia<br />

y control permanente de la costa, la medición de<br />

parámetros climáticos y una campaña de educación<br />

a comunidades costeras (Gutiérrez, 2008).<br />

14<br />

Ana C. Fonseca<br />

Cambio climático y tortugas marinas<br />

15<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

Aumento del nivel del mar<br />

en playa Grande, caso de<br />

estudio<br />

La playas estarán siempre entre el mar y<br />

tierra firme y avanzarán tierra adentro empujadas<br />

por el oleaje, a medida que aumenta el nivel<br />

del mar. Un aumento de 1 m en el nivel del<br />

mar en Playa Grande, por ejemplo, implicaría un<br />

retroceso de la playa aproximado de 50 m tierra<br />

adentro (Díaz-Andrade 1996). Tal sería entonces<br />

el alcance de la inundación del litoral de Playa<br />

Grande, comparando con la línea de marea actual.<br />

La zona pública de 50 m y la zona marítimocostera<br />

también se están desplazando paulatinamente<br />

tierra adentro. Si hay construcciones en<br />

esa zona, quedarían inmersas en la playa y las<br />

tortugas anidando competirían directamente por<br />

espacio con ellas. En teoría, tal podría llegar a ser<br />

el caso de manera puntual con algunas de las edificaciones<br />

existentes en la actualidad, aunque se<br />

desconoce si la zona de anidación preferida por<br />

las tortugas va a incluir a futuro estos tramos específicos<br />

de la playa. Sin embargo, una vez que la<br />

playa alcance la infraestructura, el choque de la<br />

marea contra carreteras y/o edificaciones causará<br />

erosión y pérdida del área de playa.<br />

Un modelo de inundación ante diferentes<br />

escenarios de aumento del nivel del mar, basado<br />

en información topográfica de alta resolución<br />

obtenida con tecnología láser (LIDAR), liderado<br />

por WWF y elaborado por la empresa española<br />

Stereocarto (Drews y Fonseca, 2009), también revela<br />

que gran parte de la inundación de la zona<br />

ocurrirá desde atrás, avanzando por la boca del<br />

estero Tamarindo, y por los manglares que lo rodean,<br />

inundando también terrenos adyacentes.<br />

La zona del pequeño estero de playa Ventanas<br />

será inundada significativamente y generará una<br />

alta vulnerabilidad para la carretera paralela a la<br />

playa y las edificaciones en este sector. Los manglares,<br />

al igual que la playa, irán retrocediendo.<br />

El régimen de inundación, erosión y sedimentación<br />

alcanzado sobre las costas, por acción de la<br />

dinámica marina, costera y meteorológica, es un<br />

fenómeno especialmente complejo y es importante<br />

determinarlo para la definición de planes de<br />

manejo integrado de la zona costera. Es fundamental<br />

levantar y adjuntarle a esta topografía<br />

datos de oleaje, mareas, batimetría, corrientes,<br />

tectonismo, precipitación, temperatura y otros,<br />

con el fin de analizar una gama amplia de vulnerabilidades<br />

y generar un modelo de inundación,<br />

dinámico y más preciso, del impacto del cambio<br />

climático en estas playas.<br />

El futuro de nuestras playas depende de su<br />

capacidad de retroceder ante el aumento del nivel<br />

del mar y mantener a la vez las condiciones ecológicas<br />

idóneas para la anidación de las tortugas.<br />

Existe la urgente necesidad de tomar medidas<br />

de mitigación del cambio climático, pero también<br />

de avanzar en el diseño y la implementación<br />

de medidas de adaptación que incrementen tanto<br />

la resistencia como la resiliencia de los ecosistemas<br />

y sus sociedades y así reducir los inevitables<br />

impactos locales, ecológicos y sociales, del cambio<br />

climático. Una reducción en la vulnerabilidad al<br />

cambio climático de las tortugas y de los hábitats<br />

que utilizan, tendría beneficios ecológicos y sociales<br />

adicionales. ‘Adaptación’ se refiere, en este<br />

caso, a las acciones de manejo que se ponen en<br />

marcha ahora para reducir la vulnerabilidad al<br />

cambio climático en el futuro.<br />

Adaptación al cambio climático<br />

en playas de anidación<br />

de tortugas marinas<br />

Algunas medidas de adaptación que se<br />

deben tomar en playas de anidación de tortugas<br />

marinas incluyen: (1) el monitoreo de la temperatura<br />

y la distancia de varios puntos de la playa a<br />

puntos fijos de la costa, tales como edificaciones<br />

y mojones; (2) el estudio de la vulnerabilidad local;<br />

(3) la relocalización de nidos en invernaderos<br />

y la restauración de vegetación costera para dar<br />

sombra a los nidos; (4) el diseño de retiros de infraestructura<br />

para reducir la vulnerabilidad de<br />

las inversiones en desarrollo costero a las inundaciones,<br />

por aumento del nivel del mar, y para<br />

que no se obstaculice la formación de nueva playa<br />

y manglar tierra adentro y así se mantenga la<br />

existencia y función ecológica de los ecosistemas<br />

marino costeros; (5) la creación o ampliación de<br />

áreas marino costeras protegidas; (6) la ampliación<br />

de la zona costera pública; (7) la inclusión<br />

de la variable de cambio climático en procesos y<br />

herramientas de planificación del ordenamiento<br />

territorial, el desarrollo y la conservación costera,<br />

como lo son planes reguladores de la zona marítimo-terrestre,<br />

planes de manejo de áreas marino<br />

costeras protegidas, planes de ordenamiento<br />

espacial marino, planes de mejora del bienestar<br />

comunitario a través de procesos participativos y,<br />

en general, la planificación marino-costera integrada<br />

(Fish y Drews, 2009; ver Caja de Herramientas<br />

de Adaptación al Cambio Climático para<br />

Tortugas Marinas en www.panda.org/lac/marineturtles/adaptation).<br />

Desde el año 2005, WWF ha impulsado la<br />

conservación de baulas del Pacífico en Costa Rica,<br />

mediante un proyecto modelo en playa Junquillal,<br />

Guanacaste. Playa Junquillal se ha convertido<br />

en un estudio de caso que genera y exporta<br />

metodologías y lecciones aprendidas en el campo<br />

de la conservación comunitaria de tortugas marinas<br />

y la adaptación al cambio climático, entre<br />

otros (WWF, 2010). Del 27 al 29 de noviembre de<br />

2009, se llevó a cabo el taller de “Adaptación al<br />

Cambio Climático para Tortugas Marinas”, en<br />

playa Junquillal. Este taller fue organizado por<br />

WWF y participaron 17 conservacionistas de las<br />

costas caribe y pacífico. El objetivo del taller era<br />

construir capacidad para incorporar adaptación<br />

al cambio climático, en proyectos de conservación<br />

en curso, y compartir herramientas para evaluar<br />

la vulnerabilidad y planificar la adaptación.<br />

El taller incluyó la presentación de la “Caja de<br />

Herramientas para Adaptación al Cambio Climático”<br />

y entrenamiento en métodos prácticos<br />

de monitoreo. Los/as participantes discutieron<br />

diferentes medidas de adaptación y cómo poder<br />

integrar cambio climático dentro de sus proyectos<br />

individuales en los sitios de anidación y forrajeo<br />

de Costa Rica. Además, los/as participantes<br />

formaron una red de apoyo en adaptación al<br />

cambio climático, para compartir herramientas,<br />

experiencias e información conforme comiencen a<br />

implementar los planes de adaptación.<br />

En abril de 2009, en San José, durante la<br />

4. a Conferencia de las Partes de la Convención Interamericana<br />

para la Protección y Conservación<br />

de las Tortugas Marinas, de la cual Costa Rica es<br />

integrante, se aprobó por consenso la resolución<br />

CIT-COP4-2009-R5 “Adaptación de hábitats de<br />

las tortugas marinas al cambio climático”, propuesta<br />

a la Conferencia por el Gobierno de Costa<br />

Rica (CIT, 2008). Esta resolución vanguardista<br />

exhorta a los países signatarios a fortalecer el diseño,<br />

así como identificar e implementar medidas<br />

correctivas y de adaptación al cambio climático,<br />

en los planes de manejo, planes reguladores, al<br />

igual que programas de protección y conservación<br />

de tortugas marinas y sus hábitats. La implementación<br />

de medidas correctivas y de adaptación<br />

es un compromiso internacional, en el cual<br />

Costa Rica tiene desde ya un claro liderazgo en<br />

materia de tortugas marinas, como lo demuestra<br />

el proyecto de conservación de playa Junquillal.<br />

16<br />

Ana C. Fonseca<br />

17<br />

Efectos del cambio climático en la anidación de las tortugas marinas<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

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survival. En Lutz, P. L. y Musick, J. A. (Eds.), The<br />

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CRC Press, Inc.<br />

Resumen<br />

Este trabajo tiene como<br />

objetivo dar a conocer las acciones<br />

humanas que amenazan<br />

de extinción a la tortuga<br />

verde del Pacífico o tortuga<br />

negra (Chelonia mydas). Se<br />

realizó un relevamiento para<br />

conocer las playas donde ocurre<br />

anidación de tortugas<br />

negras en la costa norte de<br />

Guanacaste y se registraron<br />

amenazas encontradas<br />

durante estos recorridos. Al<br />

mismo tiempo se realizaron<br />

observaciones en playas donde<br />

se estaban realizando proyectos<br />

de investigación. Las<br />

principales playas de anidación<br />

para esta especie fueron<br />

Nombre de Jesús, Zapotillal,<br />

Blanca, Matapalo, Prieta y<br />

Cabuyal. Las amenazas detectadas<br />

fueron: recolección<br />

ilegal de huevos, desarrollo<br />

de playas de anidación y turismo<br />

sin control. Costa Rica<br />

posee el segundo sitio de anidación<br />

en importancia conocido<br />

para esta especie en el<br />

océano Pacífico y las playas<br />

de mayor importancia para<br />

la especie carecen de protección.<br />

Aumentar el control en<br />

La tortuga marina negra de<br />

Guanacaste amenazada de<br />

extinción por prácticas humanas<br />

Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />

Abstract<br />

The objective of this<br />

study was to analyze the<br />

human impacts threatening<br />

with extinction the<br />

east Pacific green turtle<br />

or black turtle (Chelonia<br />

mydas). We surveyed the<br />

beaches of the northern<br />

coast of Guanacaste to observe<br />

the presence of nests<br />

of this species and to register<br />

human threats. At the<br />

same time we collected information<br />

on beaches where<br />

research projects were<br />

carried out. The main nesting<br />

beaches for east Pacific<br />

green turtles were Nombre<br />

de Jesús, Zapotillal, Blanca,<br />

Matapalo, Prieta y Cabuyal.<br />

The main threats<br />

were: illegal egg poaching,<br />

beach development and uncontrolled<br />

tourism. Costa<br />

Rica hosts the second larger<br />

rockery of east Pacific green<br />

turtles and the most important<br />

nesting beaches lack of<br />

protection. Increase control<br />

on these beaches and in its<br />

neighboring waters is essential<br />

to save this population<br />

from extinction.<br />

Blanco G. y Santidrián P. “La tortuga marina negra de Guanacaste<br />

amenazada de extinción por prácticas humanas”<br />

ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 2 |Pp. 19-26|<br />

Fecha de recepción del documento: [agosto, 2011]. Aprobación: [septiembre, 2011]<br />

La autoras, especialistas en ecología y conservación de<br />

tortugas marinas, pertenecen a la <strong>Universidad</strong> de Drexel,<br />

Estación Biológica Goldring y The Leatherback Trust.<br />

xisten varias razones por las cuales<br />

es necesario conservar a las tortugas<br />

marinas. La tortuga marina es<br />

una especie “carismática”, esto significa<br />

que provoca actitudes favorables las<br />

cuales facilitan el apoyo de la sociedad. Por<br />

este motivo, desde un punto de vista económico,<br />

las tortugas forman parte de la industria<br />

del turismo (Tisdell y Wilson, 2002),<br />

que convoca turistas de diversos lugares del<br />

mundo con la creciente industria del “turtlewatching”.<br />

Desde un punto de vista ecológico,<br />

las tortugas son “especies clave o pilar”,<br />

esto significa que la presencia de esta especie<br />

es determinante para el funcionamiento<br />

del ecosistema en el que habita (Mills et al.,<br />

1993). Uno de los principales roles ecológicos<br />

de las tortugas marinas es el transporte<br />

de nutrientes desde las áreas de alimentación<br />

(generalmente alejadas) hasta las<br />

playas de anidación (Bouchard y Bjorndal,<br />

2000). Además, huevos y neonatos sirven de<br />

alimento para un elevado número de especies<br />

predadoras, ya sea en la playa de anidación<br />

o en el mar. La ausencia de especies<br />

pilar provoca un desequilibrio irreparable<br />

en el ecosistema.<br />

La provincia de Guanacaste posee<br />

varias playas donde se registra importante<br />

actividad de anidación de tortugas ma-<br />

18<br />

Ana C. Fonseca<br />

19<br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

estas playas y en las aguas<br />

adyacentes es esencial para<br />

preservar a esta población de<br />

tortugas negras de la extinción.<br />

Palabras clave<br />

Tortuga verde del Pacífico,<br />

tortuga negra, Chelonia<br />

mydas, Guanacaste, amenazas<br />

humanas, conservación.<br />

Key words<br />

East Pacific green turtle,<br />

black turtle, Chelonia<br />

mydas, Guanacaste, human<br />

threats, conservation.<br />

rinas (Cornelius, 1979). Las especies de<br />

tortugas que anidan en la región son la<br />

tortuga baula (Dermochelys coriacea), la<br />

tortuga negra o verde del Pacífico (Chelonia<br />

mydas), la tortuga lora (Lepidochelys<br />

olivacea) y, ocasionalmente, se han registrado<br />

nidos de tortuga carey (Eretmochelys<br />

imbricata) (observación personal).<br />

Particularmente, se registra alta densidad<br />

de huellas de tortugas en las playas<br />

del golfo de Papagayo (Richard y Hughes,<br />

1972), hecho que representa importantes<br />

sitios para la supervivencia de estas especies<br />

en Costa Rica y, en algunos casos,<br />

en el océano Pacífico.<br />

La tortuga baula anida principalmente<br />

en las playas Grande, Ventanas y<br />

Langosta (Steyermark et al., 1996), que<br />

forman parte del Parque <strong>Nacional</strong> Marino<br />

Las Baulas (PNMB), creado para<br />

la protección de esta especie (Spotila y<br />

Paladin,o 2004). También se registra actividad<br />

de anidación en Playa Naranjo,<br />

contenida dentro del Parque <strong>Nacional</strong><br />

Santa Rosa (PNSR) (Cornelius, 1976). La<br />

tortuga lora anida bajo el fenómeno de<br />

arribadas en dos playas de Guanacaste:<br />

Ostional, la cual pertenece al Refugio <strong>Nacional</strong><br />

de Vida Silvestre Ostional, y Nancite,<br />

contenida también dentro del PNSR<br />

(Bernardo y Plotkin, 2007). La tortuga<br />

negra, por otra parte, anida en números<br />

elevados a lo largo de las playas<br />

del golfo de Papagayo y en las playas<br />

Nombre de Jesús y Zapotillal (Blanco,<br />

2010). Solo Naranjo y Nancite<br />

(ubicadas dentro del PNSR)<br />

cuentan con protección.<br />

Las playas restantes en<br />

donde anida esta especie<br />

no poseen ningún tipo de<br />

control.<br />

La tortuga verde (Chelonia mydas) es la especie<br />

de tortuga marina más estudiada y que mejor<br />

se conoce (Spotila, 2004). Sin embargo, hasta<br />

el momento existe muy poca información sobre la<br />

anidación de esta especie, en el Pacífico. Si bien<br />

la tortuga negra o tortuga verde del Pacífico tiene<br />

diferencias en tamaño, forma, coloración y esfuerzo<br />

reproductivo (Pritchard, 1999) con la tortuga<br />

verde del Atlántico, pertenecen a la misma especie<br />

(Bowen et al., 1992). La tortuga verde está<br />

considerada en peligro de extinción, por la IUCN<br />

(IUCN, 2010). Particularmente, la población en<br />

el Pacífico (tortuga negra) está clasificada en peligro<br />

de extinción, por US Endangered Species<br />

Act 1973, y es considerada altamente vulnerable<br />

a la extinción. La disminución en el número<br />

de tortugas se debe, principalmente, al saqueo<br />

de huevos; la matanza de individuos adultos;<br />

la degradación del hábitat por el desarrollo y la<br />

contaminación de playas de anidación y áreas de<br />

alimentación, así como a la pesca incidental de<br />

machos y hembras en el océano (Seminoff, 2004).<br />

La tortuga negra habita las costas de América<br />

Central a lo largo del Pacífico. Las principales<br />

playas de anidación se encuentran en Michoacán,<br />

Méjico (Alvarado y Figueroa, 1992) e<br />

islas Galápagos, Ecuador (Green, 1984). Adicionalmente,<br />

Costa Rica posee las segundas playas<br />

de anidación, en importancia, para esta especie<br />

y estas se encuentran en la costa de Guanacaste.<br />

El saqueo y comercialización ilegal de huevos<br />

de tortuga es una práctica que ha llevado a<br />

que distintas especies de tortugas marinas estén<br />

al borde de la extinción; por ejemplo, la baula en<br />

Costa Rica (Santidrián Tomillo et al., 2008), la<br />

tortuga verde en Costa Rica (Bjorndal et al., 1999)<br />

y la tortuga negra en Méjico (Alvarado-Díaz et al.,<br />

2001). Dicha práctica se sigue realizando en varios<br />

lugares del mundo, a pesar de las leyes que<br />

la prohíben.<br />

Este trabajo tiene como objetivo dar a conocer<br />

las actividades humanas que se realizan<br />

en las playas de Guanacaste, que amenazan de<br />

extinción a las tortugas marinas, especialmente<br />

a la tortuga negra cuyas playas de anidación no<br />

poseen protección alguna.<br />

Metodología<br />

Se recorrieron playas del golfo de Papagayo,<br />

en la costa de Guanacaste, en enero de 2010,<br />

con el fin de verificar la presencia de huellas de<br />

tortugas marinas y de determinar las amenazas<br />

existentes para esta especie, debido a actividades<br />

humanas. Los recorridos de las playas se realizaron<br />

durante el día y se contabilizaron las “camas”<br />

(posibles nidos) de tortugas en la playa. Se registró<br />

el número de camas y la cantidad de nidos<br />

saqueados. Al mismo tiempo se registró el nivel<br />

de desarrollo de las playas en donde se observó<br />

un número importante (>10) de huellas/camas de<br />

tortugas.<br />

Se realizaron observaciones en proyectos<br />

de investigación en curso en las playas Nombre<br />

de Jesús, Zapotillal (10° 23’ 30’’ N; 85° 50’ 07” W)<br />

en junio-diciembre de 2008, enero-marzo de 2009<br />

y julio-noviembre de 2009 y en playa Cabuyal (10°<br />

40’ 32”; 85° 39’ 11”) en enero-abril de 2011. Las<br />

observaciones fueron realizadas durante el día y<br />

la noche. Se identificó cualquier disturbio presente<br />

para las tortugas, fuera directo e indirecto, por<br />

ejemplo: la presencia de personas interaccionando<br />

de manera negativa con las tortugas o la presencia<br />

de embarcaciones en las cercanías de las playas de<br />

anidación. El total de observaciones (disturbios) se<br />

clasificó por categorías y se calculó el porcentaje de<br />

estas sobre el total de observaciones.<br />

Resultados<br />

Las playas con mayor anidación de tortugas<br />

negras en la costa de Guanacaste fueron: Nombre<br />

de Jesús, Zapotillal, Blanca, Matapalo, Prieta y<br />

20<br />

Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />

21<br />

La tortuga marina negra de Guanacaste amenazada de extinción por prácticas humanas<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

Cabuyal (figura 1). Las playas de anidación más<br />

importantes para la especie fueron Nombre de Jesús<br />

y Zapotillal, con aproximadamente 10 nidos<br />

por noche en pico de temporada de anidación.<br />

El número de camas registradas varió de 50<br />

a 140. Es importante resaltar que el número de<br />

camas que podrían representar nidos varía con la<br />

orientación de la playa, la época del año y la intensidad<br />

del viento. Es válido considerar que, en<br />

las playas más expuestas a condiciones climáticas,<br />

las huellas y camas de tortugas tendrán una<br />

menor duración que en playas más reparadas.<br />

Igualmente, se considera que este método presenta<br />

una buena estimación del uso de playas por<br />

parte de las tortugas.<br />

Figura 1: Playas de anidación de tortuga negra<br />

o verde del Pacífico (Chelonia mydas) en Guanacaste.<br />

Las playas recorridas que presentaron un número importante<br />

de “camas” de tortuga negra (> 50 posibles<br />

nidos) son Nombre de Jesús, Zapotillal, Matapalo,<br />

Blanca, Prieta, Virador y Cabuyal.<br />

Durante los recorridos de playas, el mayor<br />

impacto registrado fue la recolección ilegal de<br />

huevos. Esta actividad fue observada principalmente<br />

en las playas Matapalo y Cabuyal, donde<br />

aproximadamente el 50% de los nidos se encontraba<br />

excavado al momento de la observación.<br />

El desarrollo también es un factor que impacta<br />

la anidación de tortugas marinas. Las playas con<br />

desarrollo turístico son Matapalo y Prieta (forma<br />

parte del Complejo Turístico Papagayo). Si bien<br />

Nombre de Jesús no presentaba desarrollo al momento<br />

de este estudio, actualmente esta playa<br />

está siendo desarrollada.<br />

Durante los proyectos de investigación realizados<br />

en Nombre de Jesús, Zapotillal y Cabuyal,<br />

se observaron tres actividades que representan<br />

una amenaza directa a las tortugas: recolección<br />

de huevos, pesca artesanal y prácticas turísticas<br />

sin control. En Nombre de Jesús, específicamente,<br />

se estima que el 90% de los nidos son saqueados<br />

si no hay presencia de investigadores/as en la playa.<br />

Del total de observaciones, se calculó el porcentaje<br />

de estas tres prácticas: 20,1% el saqueo<br />

de huevos, 14,3% prácticas turísticas sin control<br />

y 7,8% pesca artesanal (figura 2). El saqueo de<br />

huevos fue realizado durante la noche, mientras<br />

la tortuga pone huevos (figura 3) o en la mañana<br />

siguiente a la puesta del nido. La pesca artesanal<br />

incluye la observación de líneas de palangre ubicadas<br />

a aproximadamente 200 m frente a Nombre<br />

de Jesús y redes agalleras ubicadas cercanas a la<br />

costa, en Nombre de Jesús, Zapotillal y Cabuyal.<br />

En la categoría de actividades turísticas, se incluyeron:<br />

turistas a cargo de guías y turistas que llegan<br />

a ver tortugas a estas playas por sus propios<br />

medios, sin conocimiento de cómo interactuar con<br />

tortugas mientras anidan. En la mayoría de los<br />

casos (turistas con o sin guía), las tortugas fueron<br />

molestadas y retornaron al mar sin anidar o<br />

el nido fue interrumpido y las tortugas volvieron<br />

al agua tras poner solo una parte de los huevos.<br />

Este último caso fue verificado como parte de otro<br />

proyecto donde las tortugas eran escaneadas con<br />

ultrasonido y, luego de ser molestadas volvían al<br />

agua aún cargando huevos con cáscara en el oviducto<br />

(Blanco, 2010).<br />

Figura 2. Porcentaje de observaciones realizadas en<br />

Nombre de Jesús, Zapotillal y Cabuyal, clasificadas<br />

por categorías. La más frecuente fue el saqueo de<br />

huevos (20.1%), luego prácticas turísticas sin control<br />

(14.3%) y, por último, la pesca artesanal (7,8%).<br />

Discusión<br />

Si bien este artículo se focaliza en<br />

la tortuga negra, existen cuatro especies<br />

de tortugas marinas que anidan en las<br />

costas de Guanacaste. Estas anidan ocasionalmente<br />

en playas sin protección. Por<br />

ejemplo, la tortuga lora anida de manera<br />

solitaria a lo largo de la costa de Guanacaste<br />

(Bernardo y Plotkin, 2007) y está expuesta a las<br />

mismas acciones humanas que amenazan a las<br />

tortugas negras. Lo mismo ocurre con la tortuga<br />

baula y la carey, que en algunas ocasiones se<br />

han observado anidando fuera del PNMB.<br />

El presente estudio indica que existe una<br />

importante población de tortugas negras que<br />

anida en la costa de Guanacaste. Las playas<br />

Nombre de Jesús, Zapotillal, Matapalo, Blanca,<br />

Prieta y Cabuyal representan importantes sitios<br />

de anidación para la tortuga negra. Este conjunto<br />

de playas es, en importancia, la segunda zona<br />

de anidación (conocida hasta el momento) para<br />

esta especie en peligro de extinción, en el océano<br />

Pacífico.<br />

Entre las amenazas detectadas se encuentra<br />

el desarrollo de playas de anidación (en playas<br />

Matapalo, Prieta y Nombre de Jesús). El desarrollo<br />

afecta a las tortugas marinas de diversas<br />

maneras. Por ejemplo, el tráfico de personas en<br />

la playa produce compactación de la arena y dificulta<br />

la emergencia de neonatos; la ausencia<br />

de vegetación produce la erosión de dunas donde<br />

anidan las tortugas, y la luz artificial representa<br />

amenazas para adultos y neonatos. Una playa<br />

iluminada durante la noche produce cambios en<br />

el comportamiento de hembras adultas —no anidan<br />

en lugares iluminados— y de neonatos —son<br />

atraídos hacia las luces y no hacia el mar, lo cual<br />

provoca la deshidratación, el aumento en la predación<br />

y el agotamiento, que los puede llevar a la<br />

muerte— (Lutcavage et al., 1997). Este impacto<br />

22<br />

Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />

23<br />

La tortuga marina negra de Guanacaste amenazada de extinción por prácticas humanas<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

fue registrado principalmente en Matapalo, donde<br />

se observaron nidos de tortugas negras depositados<br />

en zonas con intenso tráfico de personas.<br />

La amenaza detectada con más frecuencia<br />

fue el saqueo de huevos. Si bien en Costa Rica<br />

existe una ley que prohíbe el saqueo de huevos en<br />

todas las playas del país —con excepción de Ostional—<br />

(Spotila y Paladino, 2004), no existe ningún<br />

tipo de control en playas que no se encuentran<br />

comprendidas entre los límites de un parque<br />

o refugio nacional. El intenso saqueo que existe<br />

en estas playas amenaza a la población de tortugas<br />

con la extinción. El número poblacional de<br />

tortugas negras en Costa Rica no se conoce debido<br />

a que los estudios de investigación son escasos y<br />

no poseen la suficiente antigüedad como para estimar<br />

dichos parámetros. Si bien no se puede estimar<br />

en números la disminución de la población<br />

en respuesta a esta actividad, indudablemente<br />

esta continúa siendo altamente afectada, como<br />

ha pasado en otras poblaciones (Bjorndal et al.,<br />

1999; Alvarado-Díaz et al, 2001; Seminoff, 2004;<br />

Santidrián-Tomillo et al., 2008). Estudios recientes<br />

realizados en el PNMB sugieren que el saqueo<br />

de huevos es la principal causa de disminución en<br />

la población de tortuga baula. El modelo realizado<br />

en dicho estudio indica que el saqueo de huevos<br />

en diferentes porcentajes lleva a la extinción. El<br />

porcentaje de saqueo determinará el tiempo que<br />

tarde la población en ser extirpada de una determinada<br />

playa de anidación (Santidrián-Tomillo<br />

et al., 2008). Considerando que en playas como<br />

Nombre de Jesús el saqueo de huevos es aproximadamente<br />

del 90%, la población de tortugas negras<br />

en este importante sitio de anidación sería<br />

extirpada rápidamente, si no se realizan acciones<br />

de conservación a corto plazo.<br />

Figura 3. Práctica frecuente en playa Nombre de<br />

Jesús. Extracción de huevos durante el proceso de<br />

desove de una tortuga negra (Chelonia mydas). Foto:<br />

Samuel Friederichs.<br />

El ecoturismo puede representar una fuente<br />

de ingreso para las comunidades cercanas a playas<br />

de anidación de tortugas marinas (Tisdell y<br />

Wilson, 2002). Cuando esta práctica es realizada<br />

de forma organizada, contribuye al conocimiento<br />

y a la educación acerca de especies en peligro<br />

de extinción, lo cual compromete a turistas de diferentes<br />

lugares del mundo con la conservación<br />

(Tisdell y Wilson, 2005). Este no es el caso de las<br />

playas de Guanacaste, donde el turismo sin control<br />

afecta altamente a las tortugas negras. Generalmente,<br />

las tortugas retornan a la playa sin<br />

anidar o suspenden el nido y vuelven al mar todavía<br />

cargando huevos con cáscara en el oviducto.<br />

Si bien las tortugas marinas tienen la capacidad<br />

de mantener huevos por largos periodos (Casares<br />

et al., 1997; Plotkin et al., 1997), estas vuelven a<br />

la playa la misma noche o la noche siguiente, ya<br />

sea para desovar el nido completo o para desovar<br />

los huevos restantes. Esto causa un mayor gasto<br />

energético que el necesario para una temporada<br />

de anidación y puede impactar en el número total<br />

de nidos que desovará la tortuga en una temporada<br />

(Hamann et al., 2002). Adicionalmente, cuando<br />

las tortugas vuelven a desovar solo algunos<br />

huevos del nido interrumpido, la posibilidad de<br />

supervivencia de neonatos que emergen de nidos<br />

muy pequeños es muy baja, debido a la ausencia<br />

de estimulación mutua que necesitan para emerger<br />

(Carr y Hirth, 1961; Miller, 1997). Como resultado,<br />

estos huevos que no han sido depositados<br />

con el nido probablemente serán perdidos.<br />

La cercanía de las embarcaciones de pesca<br />

artesanal, a la costa, representa una amenaza<br />

para las tortugas que vienen a anidar a las playas<br />

de Guanacaste. La pesca a pequeña escala rara<br />

vez se ha tenido en cuenta para evaluar impactos<br />

en especies de tortugas marinas; sin embargo, esta<br />

industria representa uno de los mayores peligros<br />

de captura incidental de especies (Peckham et al.,<br />

2007). Durante el curso de este estudio, se ha observado<br />

pesca con palangre y redes agalleras cerca<br />

de la costa de las playas de anidación, lo cual pone<br />

en peligro a las tortugas que llegan a anidar. Al<br />

mismo tiempo, machos y hembras de tortuga negra<br />

se congregan frente a las playas de anidación,<br />

durante la época reproductiva (Blanco, 2010). Esto<br />

pone en riesgo a una parte mayor de la población,<br />

ya que la pesca incidental de tortugas no se limitaría<br />

a hembras anidantes, sino que también se<br />

podría estar capturando a los machos que permanecen<br />

en aguas cercanas a las playas de anidación.<br />

Damián Martínez. Tortuga Lora (Lepidochelys olivacio)<br />

Costa Rica posee el segundo sitio de anidación,<br />

en importancia, para tortugas negras, en el<br />

Pacífico, conocido hasta el momento, y las playas<br />

de mayor trascendencia para la especie carecen<br />

de protección. El intenso saqueo de huevos, junto<br />

con el disturbio por actividades turísticas sin control,<br />

sumado a la posible captura incidental por<br />

parte de embarcaciones de pesca artesanal, que<br />

existe en las costas de Guanacaste, amenazan a<br />

la población de tortugas negras con la extinción.<br />

Aumentar la protección en estas playas y en las<br />

aguas adyacentes a las playas de anidación es<br />

esencial para preservar a esta población de tortugas<br />

negras en peligro de extinción.<br />

Agradecimientos<br />

Los proyectos de investigación donde se realizaron<br />

observaciones se desarrollaron con permisos<br />

de investigación ACG-PI-003-2011 y ACT-OR-<br />

D-50 (MINAET). Se agradece a S. Friederichs, T.<br />

Backoff, W. Méndez, W. Villachica y E. Molina,<br />

voluntarios y funcionarios del PNMB, MINAET.<br />

Los fondos para este estudio fueron obtenidos<br />

de Wildlife Conservation Society, Drexel<br />

University y The Leatherback Trust.<br />

24<br />

Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />

25<br />

La tortuga marina negra de Guanacaste amenazada de extinción por prácticas humanas<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

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Resumen<br />

Durante la temporada<br />

de anidación de la tortuga<br />

lora (Lepidochelys olivacea),<br />

entre el 11 de octubre y el 18<br />

de noviembre de 2010, en playa<br />

Tortuga (Ojochal de Osa,<br />

Costa Rica), se monitoreó la<br />

temperatura de incubación<br />

de seis nidos de la especie,<br />

trasladados a un vivero. Por<br />

medio de sensores térmicos<br />

(termocuplas), se detectó un<br />

comportamiento anormal en<br />

la temperatura de los huevos,<br />

luego de fuertes eventos<br />

de precipitación, a inicios de<br />

noviembre. Se exhumó en dos<br />

partes la totalidad de los huevos,<br />

para verificar la condición<br />

de las nidadas y analizar<br />

su desarrollo embrionario. Se<br />

demostró que tanto el descenso<br />

súbito de la temperatura de<br />

incubación como la interrupción<br />

del desarrollo embrionario<br />

de las nidadas fueron consecuencia<br />

directa de la acción<br />

de los eventos extremos de<br />

precipitación registrados.<br />

Palabras clave: precipitación,<br />

temperatura, incubación,<br />

nidadas, tortuga.<br />

Efecto de la precipitación en el<br />

proceso de incubación de las<br />

nidadas de tortuga lora<br />

Abstract<br />

During the hatching<br />

season of Olive Ridley Sea<br />

Turtle, from October 11 th<br />

to November 18 th 2010, at<br />

playa Tortuga (Ojochal de<br />

Osa, Costa Rica), incubation<br />

temperature of six clutches<br />

transferred into hatchery<br />

were monitored. After a rainy<br />

period on the first days<br />

of November, abnormal egg<br />

temperature behavior was<br />

recorded by thermo sensors.<br />

In order to check egg conditions<br />

and embryonic development,<br />

totally of eggs<br />

were divided in two parts<br />

and exhumed. Sudden drop<br />

of incubation temperature<br />

and embryonic development<br />

disruption were direct consequence<br />

of extreme precipitations<br />

events recorded.<br />

Key words: precipitation,<br />

temperature, incubation,<br />

clutches, turtle.<br />

Brenes, O. “Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las<br />

nidadas de tortuga lora”<br />

ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 4 |Pp. 27-35|<br />

Fecha de recepción: [junio, 2011]. Fecha de aprobación: [julio, 2011].<br />

Óscar Brenes<br />

El autor, biólogo tropical, es coordinador de investigación<br />

en el Programa de Conservación de Tortugas<br />

Marinas de Reserva Playa Tortuga, Costa Rica.<br />

Introducción<br />

l ciclo de vida de las tortugas marinas<br />

es un fenómeno complejo que<br />

consiste en dos etapas: marina (mar<br />

abierto) y terrestre. La etapa terrestre<br />

implica una serie de eventos que inician<br />

desde el momento en el que las hembras<br />

maduras arriban a las playas a desovar,<br />

hasta que las pequeñas tortugas eclosionan,<br />

emergen de los nidos y se desplazan hacia el<br />

mar (Acuña, 1980). Esta etapa es crítica en<br />

el desarrollo de las tortugas, debido a que<br />

estos reptiles no presentan cuidado parental<br />

(Gulko y Eckert, 2004).<br />

Lo anterior conlleva que la supervivencia<br />

de las nidadas dependa de la habilidad<br />

de la hembra para construir una cámara<br />

de incubación adecuada y ubicar el<br />

nido en una zona segura de la playa, y de<br />

la capacidad misma de las nidadas para soportar<br />

y adaptarse a los constantes cambios<br />

de humedad, temperatura, gases, factores<br />

abióticos del medio de incubación, entre<br />

otros, a lo largo del año (Miller, 2000).Cambios<br />

importantes en estos factores podrían<br />

verse reflejados de manera directa en la<br />

viabilidad de los huevos, lo que determina<br />

26<br />

Gabriela S. Blanco y Pilar Santidrián<br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

27<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

el éxito de la incubación. La humedad y la temperatura,<br />

aun cuando son factores ambientales<br />

independientes, están íntimamente relacionados<br />

e inician su efecto combinado sobre los huevos<br />

desde la ovoposición (Arzola, 2007).<br />

La temperatura del medio de incubación<br />

de las nidadas es importante; ya que, a partir de<br />

esta se determina el sexo de las crías (Chacón et<br />

al, 2007). También, fluctuaciones drásticas en las<br />

temperaturas de los huevos podrían llevarlos a<br />

alcanzar los rangos térmicos o umbrales máximos<br />

(34°C) y mínimos (24°C) que detienen el desarrollo<br />

de los huevos hasta matarlos (Chacón et al,<br />

2007).<br />

Al igual que la temperatura, la humedad es<br />

un factor significativo que influye en el desarrollo<br />

de los embriones. Se ha reportado que, ante un<br />

nivel excesivo de humedad, se disminuye la capacidad<br />

de intercambio de agua entre huevos y<br />

sustrato, lo que puede generar la pérdida del nido<br />

(Arzola, 2007).<br />

En la actualidad, la probabilidad de experimentar<br />

cambios de temperatura y humedad en el<br />

medio es mayor, debido al efecto directo del calentamiento<br />

global que se ha evidenciado principalmente<br />

en las costas. Este se refleja en aumento en<br />

la temperatura ambiental, en el nivel del mar y<br />

en eventos de precipitación de mayor intensidad,<br />

como huracanes y tormentas tropicales (Drews y<br />

Fonseca, 2009).<br />

Se estima que en los próximos cien años<br />

habrá un incremento de entre 1,8 y 4 °C en la<br />

temperatura global. Esto preocupa a los/as investigadores/as,<br />

ya que tal aumento podría provocar<br />

una ultrafeminización de la población, o bien, tal<br />

haría que las nidadas alcanzaran rápidamente<br />

los valores máximos de temperatura umbral y, en<br />

consecuencia, provocaran altos niveles de mortalidad<br />

(Baker et al, 2009).<br />

Actualmente, ya se experimentan cambios<br />

abruptos en el clima que podrían acelerar el proceso<br />

de extinción de diversas especies, a corto plazo,<br />

en especial de las tortugas marinas. Dichas<br />

alteraciones pueden reflejar no solamente el aumento<br />

de las temperaturas en las nidadas, sino<br />

que además podrían provocar el alcance de los<br />

límites inferiores de la temperatura umbral, escenarios<br />

que pueden causar la muerte. Los eventos<br />

registrados en el 2010, como resultado de la<br />

combinación del evento de La Niña con el calentamiento<br />

record en el Atlántico, son un ejemplo<br />

de ello.<br />

Se reportaron, para el Pacífico, sur incrementos<br />

de hasta el 140% de lluvia acumulada<br />

respecto a años anteriores, de los cuales deben<br />

descartarse los ocurridos en los primeros cuatro<br />

días del mes de noviembre, que registraron valores<br />

mayores al acumulado mensual histórico reportado<br />

para este mes, por todas las estaciones<br />

meteorológicas del país (Chinchilla y Naranjo,<br />

2010). Por lo tanto, el objeto de este estudio consistió<br />

en determinar las posibles consecuencias<br />

de la precipitación sobre la incubación de las nidadas<br />

de tortuga lora, Lepidochelys olivacea (Eschssholtz,<br />

1829).<br />

Área de estudio y métodos<br />

Figura 1. Ubicación geográfica del área de estudio.<br />

Sebastian Troeng. Tortuga lora (Lepidochelys olivacia)<br />

Playa Tortuga se ubica en Ojochal, distrito<br />

de Puerto Cortés ( 83°40’3.36” O, 9°4’32.16” N),<br />

perteneciente al cantón de Osa, en la provincia de<br />

Puntarenas, Costa Rica. Consta de una extensión<br />

de 2 km, limita en su parte norte con las rocas de<br />

playa Ventanas y al sur con la desembocadura del<br />

río Grande de Térraba. Además del río Térraba,<br />

playa Tortuga recibe la influencia directa de los<br />

ríos Tortuga por el extremo norte y Balso por el<br />

extremo sur (figura 1).<br />

La zona se caracteriza por presentar clima<br />

húmedo muy caliente, una temperatura media<br />

anual de 23 a 27 grados Celsius y una precipitación<br />

anual entre 2.059 y 3.420 mm. Cuenta con una<br />

estación seca bien marcada que se extiende desde<br />

finales de diciembre hasta principios de mayo.<br />

La presente investigación se realizó durante<br />

de la temporada de anidación de tortugas marinas<br />

de 2010 (entre el 11 de octubre y el 18 de<br />

noviembre). En este periodo, se registró la temperatura<br />

a lo largo del proceso de incubación de<br />

las nidadas (n=6) de tortuga lora (Lepidochelys<br />

olivacea), reubicadas en el vivero (cuadro 1). Estas<br />

se nombraron alfabéticamente y presentaron<br />

la siguiente cantidad de huevos, respectivamente:<br />

(A)= 78, (B)= 64, (C)= 110, (D)= 112, (E)=115,<br />

(F)= 109.<br />

Los datos de temperatura se obtuvieron mediante<br />

el uso de termocuplas dentro de la cámara<br />

de incubación, tres por cada nido, colocadas de la<br />

siguiente manera: una en el fondo (temperatura<br />

1), otra a profundidad media, o bien, sobre el último<br />

huevo implantado (temperatura 2) y una tercera<br />

en el nivel superficial (temperatura 3). Esta<br />

se revisó diariamente, cada seis horas, iniciando a<br />

las seis de la mañana. Las termocuplas utilizadas<br />

se ensamblaron con cable K20, unido a conectores<br />

tipo K Cole- Parmer®. Los datos de temperatura<br />

se registraron mediante un termómetro digital<br />

C28 Ktype (Cormark ®).<br />

Factores ambientales como humedad relativa,<br />

presión atmosférica y precipitación también<br />

fueron registrados (cuadro 1). Estos se obtuvieron<br />

diariamente por medio de una estación meteorológica<br />

Davis® Vantage Pro 2, ubicada en la zona<br />

de estudio. Se consideró la precipitación como un<br />

factor importante debido a su potencial efecto sobre<br />

la viabilidad de las nidadas, ya que fue posible<br />

observar un comportamiento anormal de la<br />

temperatura dentro de los nidos, a partir de las<br />

lluvias del inicio del mes de noviembre de 2010.<br />

Mediante el análisis de datos in situ, fue posible<br />

identificar que los registros de temperatura<br />

de las nidadas no se comportaban de manera<br />

normal, sino que, por lo contrario, mostraban un<br />

comportamiento igual a la temperatura ambiental.<br />

Gracias a este análisis y a datos de temporadas<br />

anteriores, se identificó que las nidadas no<br />

disminuían su temperatura, en horas calientes<br />

del día, o aumentaban durante horas frescas,<br />

temprano en la mañana o durante la noche, lo<br />

que se considera anormal. Lo anterior funcionó<br />

como indicador de la posibilidad de la falla metabólica<br />

en las nidadas, por lo que se procedió a<br />

colocar tres termocuplas control durante cuatro<br />

días, dentro del vivero, a las mismas profundidades<br />

de las introducidas en las nidadas para comparar<br />

la temperatura de los huevos respecto a la<br />

de la arena. Finalizado este periodo, se procedió<br />

a la exhumación del 30% del total de los huevos<br />

para verificar el estado de estos. Basado en esto,<br />

28<br />

Óscar Brenes<br />

29<br />

Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga lora<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

se procedió a la extracción total de las nidadas<br />

afectadas.<br />

La estadística contempló una prueba Kruskal-Wallis<br />

para analizar la varianza entre la temperatura<br />

control y la temperatura de las nidadas,<br />

durante el mismo espacio de tiempo. Asimismo la<br />

prueba se realizó con el objeto de observar si las<br />

cámaras de incubación con huevos registraban o<br />

no la misma temperatura de la arena. Se realizaron<br />

regresiones lineales simples, como modelo de<br />

mejor ajuste, para establecer si existía relación<br />

significativa entre la temperatura promedio diaria<br />

de las nidadas y la precipitación diaria registrada,<br />

tanto de manera mensual como durante el<br />

período total del estudio.<br />

Se ejecutaron pruebas de comparación de<br />

medias para datos no pareados, con el fin de comparar<br />

la temperatura control con la temperatura<br />

de las nidadas, a partir del último día de incubación.<br />

De ahí, de manera acumulativa, se tomaron<br />

en cuenta días anteriores con el propósito de<br />

localizar un punto donde existieran diferencias<br />

significativas, para detectar, de ser posible, el<br />

momento en el cual las nidadas adoptaron la temperatura<br />

de la arena. Todas las pruebas estadísticas<br />

se realizaron al 95% de confianza.<br />

De manera complementaria, los datos de las<br />

tres termocuplas no presentaron una variación<br />

aparente, a pesar de estar colocadas a diferentes<br />

profundidades dentro de cada cámara de incubación.<br />

Finalmente, se realizó una prueba de hipótesis<br />

para establecer si existía una relación significativa<br />

entre la media de los valores mínimos<br />

de temperatura de las nidadas y la temperatura<br />

umbral mínima teórica, donde:<br />

H 0<br />

: media mínima = temperatura umbral<br />

H 1<br />

: media mínima ≠ temperatura umbral<br />

Resultados<br />

La precipitación acumulada durante el período<br />

de investigación fue de 1.773 mm (x=52,26<br />

± 26,02 mm/día). En el lapso del 1 al 4 de noviembre,<br />

se registró un acumulado de 893,34 mm, lo<br />

que representó el 50% del total de lluvia reportada.<br />

El mayor evento diario de lluvia, en este período,<br />

alcanzó los 290 mm (cuadro1).<br />

Todas las nidadas mostraron, al final del<br />

período de incubación, un valor de la temperatura<br />

media por debajo de la temperatura pivotal<br />

reportada para la especie. El mayor valor de temperatura<br />

lo reportó la nidada (A), mientras que<br />

en (C) se registró el valor más bajo (cuadro 2). Los<br />

datos de la temperatura diaria, registrados por<br />

medio de las termocuplas control, fueron: día 1:<br />

28,68 ºC, día 2: 28,37 ºC y día 3: 28,45 ºC, día 4:<br />

27,35 ºC.<br />

El comportamiento de la temperatura de los<br />

huevos durante el período de incubación sugirió<br />

una tendencia al descenso, conforme aumentó la<br />

precipitación. Dicha tendencia se evidenció al observar<br />

los valores alcanzados por la temperatura,<br />

durante los mayores eventos de precipitación del<br />

período de trabajo (figura 2).<br />

A partir de una regresión lineal, entre el promedio<br />

de la temperatura de incubación diaria de<br />

las seis nidadas y la precipitación diaria registrada,<br />

durante el período total de la investigación, se<br />

obtuvo un coeficiente de determinación r 2 = 23% y<br />

un coeficiente de correlación igual a -0,47, lo cual<br />

indica que existe una relación significativa débil<br />

entre las variables. En ellas, los valores de temperatura<br />

descienden conforme la precipitación<br />

se incrementa. Dicho comportamiento se explica<br />

mediante la ecuación (temperatura= 28,1393 –<br />

0,00857431*precipitación).<br />

Mediante una regresión lineal en la que se<br />

relacionó la temperatura de incubación media<br />

diaria con la precipitación, específicas para el<br />

mes de octubre, no se obtuvo ninguna relación<br />

significativa. Esto es contrario a lo mostrado por<br />

el análisis de regresión de estas variables para el<br />

mes de noviembre, en el cual este lanzó un coeficiente<br />

de determinación r 2 =<strong>41</strong>%, con un coeficiente<br />

de correlación igual a -0,64. Tales valores reflejan<br />

una relación significativa, de moderada a<br />

fuerte, entre la temperatura y la precipitación: la<br />

primera variable tiende a descender conforme la<br />

segunda aumenta. Dicha dependencia se expresa<br />

mediante la ecuación temperatura = 27,3888 –<br />

0,00687339*precipitación.<br />

La prueba de Kruskal-Wallis para el análisis<br />

de la varianza arrojó un valor P


Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

Cuadro 1. Valores totales de precipitación y temperatura diaria<br />

durante el período de incubación de seis nidadas de tortuga lora<br />

ubicadas en vivero, en playa Tortuga, entre octubre y noviembre<br />

de 2010.<br />

Figura 2. Comportamiento de la temperatura (en<br />

negro) y la precipitación (en gris), durante el período<br />

de incubación de cada una de las nidadas.<br />

Cuadro 3. Exhumaciones realizadas en nidadas de<br />

tortuga lora, en vivero en playa Tortuga, de octubre a<br />

noviembre de 2010.<br />

Temperatura (°C)<br />

Fecha<br />

Precipitación<br />

(mm) A B C D E F<br />

11/10/2010 11,03 30,52* 29,45* - - - -<br />

12/10/2010 22,31 30,68 30,22 30,29* - - -<br />

13/10/2010 0,26 29,03 29,93 29,80 - - -<br />

14/10/2010 61,79 29,99 30,01 30,18 - - -<br />

15/10/2010 118,21 28,77 29,33 29,13 - - -<br />

16/10/2010 NR 28,10 28,71 28,51 - - -<br />

17/10/2010 NR 28,20 28,56 28,48 - - -<br />

18/10/2010 NR 28,00 28,34 28,26 - - -<br />

19/10/2010 NR 28,34 28,33 28,49 28,81* - -<br />

20/10/2010 NR 30,00 29.58 29,92 30,58 34,65* -<br />

21/10/2010 0,00 29,62 29.57 29,51 29,84 29,91 -<br />

22/10/2010 16,67 27,90 28.56 28,28 28,29 28,82 -<br />

23/10/2010 95,13 27,55 28.15 27,93 27,82 28,27 -<br />

24/10/2010 4,87 27,61 27.84 27,81 28,21 28,06 -<br />

25/10/2010 82,05 29,21 29.02 29,32 29,76 29,34 -<br />

26/10/2010 44,10 28,32 28.82 28,64 28,26 29,04 -<br />

27/10/2010 43,59 27,92 28.02 27,99 28,07 28,32 -<br />

28/10/2010 70,77 26,64 27.23 26,81 26,57 27,32 27,50*<br />

29/10/2010 56,92 26,22 26.50 26,10 26,47 26,52 26,47<br />

30/10/2010 31,79 26,67 26.81 26,70 26,68 26,82 26,83<br />

31/10/2010 6,67 27,13 27.02 27,17 27,58 27,16 27,00<br />

01/11/2010 104,36 28,27 28.15 28,32 28,40 28,35 28,13<br />

02/11/2010 284,62 26,03 26.80 26,33 26,03 26,97 26,97<br />

03/11/2010 290,51 25,63 26.47 25,10 24,94 25,81 25,71<br />

04/11/2010 213,85 25,50 26.30 24,80 24,75 25,62 25,44<br />

05/11/2010 0,77 25,50 26.30 24,80 24,75 25,62 25,44<br />

06/11/2010 0,00 25,35 26.13 24,50 24,57 25,43 25,17<br />

07/11/2010 33,59 26,00 26.27 25,50 25,83 26,10 25,80<br />

08/11/2010 20,51 26,90 27.03 26,53 26,40 27,30 26,73<br />

09/11/2010 8,97 27,66 27.63 27,58 27,77 27,75 27,38<br />

10/11/2010 17,44 27,58 27.55 27,40 27,28 27,63 27,50<br />

11/11/2010 6,92 27,47 27.46 27,42 27,60 27,60 27,43<br />

12/11/2010 28,97 27,98 27.87 27,92 28,14 28,01 27,86<br />

13/11/2010 26,<strong>41</strong> 27,92 27.98 27,80 27,83 28,03 28,09<br />

14/11/2010 54,87 27,32 27.43 27,36 27,36 27,47 27,56<br />

15/11/2010 11,79 27,53 27.66 27,59 27,61 27,59 27,53<br />

16/11/2010 3,59 27,78 27.86 27,90 28,26 27,87 27,83<br />

17/11/2010 0,14 28,28 28.34 28,24 28,33 28,27 28,38<br />

18/11/2010 3,20 - - - - - 27,70<br />

NR= No registro.<br />

* Inicio de la incubación.<br />

Cuadro 2. Valor de la temperatura media, máxima y<br />

mínima total, a partir de registros diarios de las nidadas<br />

de tortuga lora en vivero. Media ± LC al 95%.<br />

Temperatura (°C)<br />

Nido Media Máxima Mínima<br />

A 27,77 +/- 0,45 30,68 25,35<br />

B 27,97+/- 0,37 30,22 26,13<br />

C 27,68 +/- 0,50 30,29 24,50<br />

D 27,43 +/- 0,56 30,58 24,57<br />

E 27,78 +/- 0,66 34,65 25,43<br />

F 27,02 +/- 0,43 28,38 25,17<br />

Promedio 27,61 +/- 0,35 30,8 +/- 2,17 25,19+/- 0,63<br />

Nido<br />

Exhumación<br />

30%<br />

Exhumación<br />

100%<br />

Incubación<br />

(día) N. o de huevos EI HSE EI HSE<br />

A 38 78 21 2 72 6<br />

B 38 64 16 3 56 8<br />

C 37 110 26 7 86 24<br />

D 30 112 16 18 69 43<br />

E 29 115 24 10 82 33<br />

F 22 109 28 5 89 20<br />

Total - 588 131 45 454 134<br />

EI (Estadio I), HSE (Huevo sin Embrión Evidente).<br />

Discusión<br />

Las fluctuaciones del clima pueden afectar<br />

los embriones de tortugas, especialmente los<br />

cambios de estación seca a lluviosa, independientemente<br />

de la zona de la playa donde se encuentren<br />

los huevos (Acuña, 1980). Debido a esto, cabe<br />

destacar que el país se encontró bajo la influencia<br />

del huracán Tomás, del 29 de octubre al 7 de noviembre<br />

de 2010, lapso coincidente con la ejecución<br />

del estudio.<br />

Como parte de los efectos de este huracán,<br />

se presentó el evento hidrometereológico extremo<br />

más intenso que sufrió Costa Rica en todo el<br />

año, del 1 al 5 de noviembre (Chinchilla y Naranjo,<br />

2010). Los datos son coincidentes con el<br />

comportamiento de la precipitación registrado<br />

por la estación meteorológica ubicada en playa<br />

Tortuga (cuadro 1). Esta relación fortalece la<br />

idea de que la pérdida de las nidadas de lora,<br />

ubicadas en el vivero, se diera como consecuencia<br />

directa de la exposición de estas a un fenómeno<br />

de tal magnitud.<br />

32<br />

Óscar Brenes<br />

33<br />

Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga lora<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

El análisis de los valores de las temperaturas<br />

medias de incubación hizo evidente una<br />

tendencia de la determinación sexual hacia la<br />

producción de machos, contrario a lo obtenido el<br />

año anterior en el mismo sitio de anidación (Brenes,<br />

2009). No se descarta que este valor fuese<br />

influenciado por el descenso súbito en la temperatura,<br />

experimentado por las nidadas a inicios<br />

de noviembre, ya que la lluvia puede afectar la<br />

temperatura de la arena a la profundidad de la<br />

cámara de incubación y esto a su vez afecta la<br />

proporción sexual (Godfrey y Mrosovsky, 2000).<br />

Una incubación exitosa radica en que los<br />

huevos se mantengan en medio de un rango térmico<br />

específico entre los 25 y los 35 °C; valores<br />

fuera de este, detendrían el proceso y causarían<br />

la muerte (Baker et al., 2009). Los valores máximos<br />

alcanzados por las nidadas se mantuvieron<br />

dentro del rango de temperatura óptima, caso<br />

contrario a los valores mínimos de los cuales se<br />

puede afirmar que igualaron el límite inferior del<br />

rango térmico establecido.<br />

Es importante indicar que todas las nidadas<br />

alcanzaron los valores mínimos en el mes de noviembre.<br />

Con base en estas observaciones y en los<br />

resultados de las regresiones realizadas, se puede<br />

establecer que la precipitación actuó como un factor<br />

significativo en el descenso de la temperatura<br />

de incubación durante este mes.<br />

Los nidos poseen un gradiente térmico propio<br />

generado por su metabolismo, debido a que,<br />

durante su desarrollo, los embriones liberan CO 2<br />

y consumen O 2<br />

y H 2<br />

O (García, 2008). Por tal motivo,<br />

no encontrar diferencias significativas entre<br />

la temperatura de las termocuplas control y la de<br />

las nidadas sugirió la inexistencia del intercambio<br />

de energía entre los huevos y el medio, en ese<br />

momento. Aparentemente, el cambio constante<br />

de las condiciones de la arena afectó la difusión<br />

de las sustancias en los nidos, lo cual repercutió<br />

directamente en el desarrollo del embrión (Acuña,<br />

1980).<br />

Las exhumaciones confirmaron la pérdida<br />

del total de los huevos incubados, lo cual revela<br />

que un gran porcentaje murió durante el Estadio<br />

I del desarrollo embrionario, etapa considerada<br />

como la más sensible para los embriones (Acuña,<br />

1980). Este resultado permite estimar que la<br />

afectación ocurrió en algún momento de los primeros<br />

30 días de incubación.<br />

A pesar de que la descripción de las características<br />

presentes en los embriones es general,<br />

brinda los detalles necesarios para estimar con<br />

mayor precisión el tiempo en el cual se detuvo el<br />

desarrollo en cada una de las nidadas, esto basado<br />

en las etapas embrionarias registradas en<br />

Caretta caretta, por García (2008).<br />

El análisis de los embriones de huevos exhumados<br />

permitió establecer que la presencia de<br />

los vasos sanguíneos (área vascular) en el embrión<br />

-nidada (F)- se hace visible a partir del 7%<br />

del tiempo de incubación. Este porcentaje de desarrollo<br />

se observa en la primera semana del proceso,<br />

basado en el período de incubación promedio<br />

de 50 días para L. Olivaceae, en playa Tortuga ,<br />

estimado por Brenes (2009).<br />

Las características descritas para los huevos<br />

en (D) y (E), en las cuales el embrión se puede<br />

identificar como un tejido rosa sin estructuras<br />

bien definidas, se presentan entre el 14 y el 18<br />

% del periodo de incubación, en Caretta caretta,<br />

lo que equivale en L. olivacea a la semana dos<br />

(García, 2008).<br />

Asimismo, este autor indica que, como se<br />

observó en (A), (B) y (C), los embriones empiezan<br />

a mostrar un desarrollo craneofacial definido, ojos<br />

pigmentados con parpados visibles, extremidades<br />

bien diferenciadas y es posible reconocer los escudos<br />

costales del caparazón. Esto durante el 42%<br />

del período, que se ubica en la tercera semana de<br />

incubación.<br />

Los datos obtenidos de las pruebas de comparación<br />

de medias permitieron establecer, de<br />

manera significativa, el momento en el cual los<br />

huevos dejaron de metabolizar y adoptaron la<br />

temperatura de la arena. Esto es congruente con<br />

los días de incubación en que se dio este cambio,<br />

ubicados dentro de los períodos señalados a partir<br />

de las características que presentaron los embriones<br />

(figura 2).<br />

Finalmente, se demuestra que tanto el descenso<br />

súbito de la temperatura de incubación<br />

como la interrupción del desarrollo embrionario<br />

de las nidadas ubicadas en playa Tortuga, fueron<br />

consecuencia directa de la acción de los eventos<br />

extremos de precipitación registrados del 2 al 4<br />

de noviembre del 2010. Además, se manifiesta<br />

que un registro oportuno de los factores ambientales<br />

representa una herramienta indispensable,<br />

la cual brinda datos importantes para poder establecer<br />

estrategias de manejo adecuadas, ante<br />

situaciones que amenacen el éxito de cualquier<br />

proyecto de conservación.<br />

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Tortugas Marinas. Washington: UICN.<br />

34<br />

Óscar Brenes<br />

35<br />

Efecto de la precipitación en el proceso de incubación de las nidadas de tortuga lora<br />

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Viejobueno, S., Adams, Ch. y Arauz, R. “Oportunidades para el desarrollo sostenible<br />

de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)”<br />

ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 5 |Pp. 37-46|<br />

Fecha de recepción: [noviembre, 2011]. Fecha de aprobación: [diciembre, 2011].<br />

Oportunidades para el desarrollo<br />

sostenible de las comunidades costeras de<br />

Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)<br />

Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz<br />

Sandra Viejobueno y Charlotte Adams son coordinadoras de Playas de Anidación de Tortugas<br />

Marinas con el Programa Restauración de Tortugas Marinas (PRETOMA). Randal Arauz es<br />

director de PRETOMA (Programa Restauración de Tortugas Marinas).<br />

Resumen<br />

En 1998, da inicio el<br />

proyecto Playas de Anidación<br />

Nicoya Sur, o PLANS.<br />

Este proyecto coordina acciones<br />

con las organizaciones<br />

de base, público en general y<br />

entidades gubernamentales,<br />

para promover la protección,<br />

conservación, investigación y<br />

manejo de los recursos marino-costeros<br />

del cantón Nandayure<br />

(Guanacaste). Hasta<br />

ahora, en el marco del proyecto<br />

PLANS, se ha logrado<br />

consolidar la protección efectiva<br />

de cinco playas de anidación<br />

de tortugas marinas<br />

(Caletas, Costa de Oro, San<br />

Miguel, Bejuco y Corozalito),<br />

en proyectos conjuntos con<br />

las comunidades costeras y<br />

el Área Conservación Tempisque<br />

(ACT) del Sistema<br />

<strong>Nacional</strong> de Áreas de Conservación<br />

(SINAC). Además,<br />

en procesos participativos<br />

con estos/as mismos/as actores/as<br />

se ha logrado la creación<br />

de dos Áreas Marinas<br />

Protegidas (AMP): una para<br />

Abstract<br />

The Southern Nicoya<br />

Nesting Beach project, or<br />

PLANS, began in 1998. The<br />

project coordinates actions<br />

among development associations,<br />

artisanal fishing<br />

associations, and community<br />

members to promote the<br />

conservation, research, protection,<br />

and management<br />

of the area’s coastal-marine<br />

resources of Nandayure. To<br />

date, the project PLANS has<br />

consolidated effective protection<br />

of five turtle nesting<br />

beaches (Caletas, Costa de<br />

Oro, San Miguel, Liana, and<br />

Corozalito), in joint projects<br />

with coastal communities<br />

and Area of conservation<br />

Tempisque (ACT) of the National<br />

System of Conservation<br />

Areas (SINAC). In addition,<br />

a participatory process<br />

with the same organizations<br />

has led to the creation of<br />

two Marine Protected Areas<br />

(MPAs): one for the National<br />

Wildlife Refuge (RNVS)<br />

Caletas-Ario in 2006 and<br />

Introducción<br />

a Asociación Programa Restauración<br />

de Tortugas Marinas (Pretoma)<br />

es una asociación civil sin fines de<br />

lucro, formalmente establecida en<br />

1997. Su misión es proteger y restaurar las<br />

poblaciones de tortugas marinas, tiburones<br />

y otras especies marinas amenazadas, con<br />

una visión de prácticas pesqueras sostenibles<br />

y en sociedad con las comunidades<br />

costeras, mediante la reforma de políticas,<br />

la investigación científica, la educación ambiental,<br />

el uso de los medios de comunicación,<br />

el activismo y la litigación estratégica.<br />

Los esfuerzos de Pretoma por brindar<br />

protección efectiva a las tortugas marinas<br />

consisten en acciones que giran sobre dos<br />

ejes: garantizar el nacimiento de la mayor<br />

cantidad posible de tortugas, y reducir o<br />

eliminar la mortalidad de adultos provocada<br />

por pesquerías industriales. Con esto<br />

en mente, Pretoma desarrolla, junto a las<br />

organizaciones de base y oficiales, el proyecto<br />

Playas de Anidación Nicoya Sur (Plans),<br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

37<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

Desde estas fechas, los mismos miembros<br />

vecinos de San Miguel nos habían informado de la<br />

existencia de otra playa de anidación de tortugas<br />

al sur de Punta Coyote, en playa Caletas, donde<br />

anidaban abundantemente tortugas lora y baula<br />

(Dermochelys coriacea). Se realizaron monitoreos<br />

esporádicos durante 1999 y 2001, confirmando la<br />

anidación de miles de tortugas lora y docenas de<br />

tortugas baula por temporada, así como la necesidad<br />

de brindar protección efectiva cuanto antes<br />

debido al saqueo masivo de nidos (Arauz et al.,<br />

2003)<br />

Pretoma logró consolidar una presencia física<br />

permanente en Caletas a partir del 2002. Asimismo,<br />

este año dio inició el Programa de Participantes<br />

de Pretoma (PPP), con el fin de mejorar el<br />

monitoreo y la conservación de tortugas marinas<br />

in situ por medio del uso de voluntarios, quienes<br />

además de aportar mano de obra y generar fondos<br />

para el proyecto, también generan oportunidades<br />

de ingresos a los miembros de las comunidades<br />

costeras.<br />

El proceso continuó con la protección de las<br />

áreas marinas frente a las playas de anidación, en<br />

especial por la amenaza que representan las pesquerías<br />

industriales a las tortugas adultas y a la<br />

pesca sostenible. Palangreros y camaroneros por<br />

arrastre causan la captura y mortalidad global<br />

de cientos de miles de tortugas marinas por año,<br />

así como también un gran número de aves, peces,<br />

cetáceos y pinnípedos (IUCN, 2010). En Costa<br />

Rica, la flota camaronera de arrastre anualmente<br />

descarta entre 6.000 y 9.000 toneladas de fauna<br />

acompañante (Campos, 1983) y captura más de<br />

15.000 tortugas marinas (Arauz et al., 1997), y<br />

representa una amenaza constante por su operación<br />

en aguas frente a las playas de anidación de<br />

tortugas marinas de Nandayure.<br />

Es así como nace en el 2002 la iniciativa<br />

por crear un Refugio <strong>Nacional</strong> de Vida Silvestre<br />

en playa Caletas para brindar protección oficial<br />

a esta importante playa de anidación, el cual inel<br />

Refugio <strong>Nacional</strong> de Vida<br />

Silvestre (RNVS) Caletas-<br />

Ario, en el 2006, y otra para<br />

el RNVS Camaronal, en el<br />

2009. En ambos casos, se trata<br />

de áreas de uso múltiple,<br />

donde se prohíben las actividades<br />

de pesca destructivas.<br />

Actualmente, se trabaja en la<br />

creación de una nueva AMP<br />

que conecte las dos AMP<br />

existentes, un área conocida<br />

como el “triángulo”, cuyo fin<br />

sería fomentar una pesquería<br />

sostenible de pargo manchado,<br />

con enfoque ecosistémico.<br />

El proyecto PLANS provee<br />

beneficios y oportunidades de<br />

desarrollo económico a los/as<br />

integrantes de las asociaciones<br />

de desarrollo comunal y<br />

a los/as pescadores/as artesanales.<br />

Asimismo, brinda<br />

protección efectiva a diversas<br />

especies marinas en peligro<br />

de extinción y a los diversos<br />

hábitats esenciales de los<br />

cuales dependen.<br />

Palabras clave: playa de<br />

anidación, tortuga, area marina<br />

protegida (amp), pesca<br />

sostenible, conservación.<br />

one for the RNVS Camaronal<br />

in 2009. Both areas carry<br />

a multi use designation and<br />

prohibit the operation of destructive<br />

fisheries. PLANS is<br />

currently working on creating<br />

a new MPA to connect<br />

the two existing MPAs, an<br />

area known as the “triangle”,<br />

which would aim to promote<br />

sustainable fisheries for<br />

spotted snapper whilst using<br />

an ecosystem approach. The<br />

PLANS project creates benefits<br />

and opportunities to<br />

artisanal fishermen and community<br />

development associations,<br />

as well as protecting a<br />

diverse array of endangered<br />

marine species and the critical<br />

habitats on which they<br />

depend.<br />

Key words: nesting beach,<br />

turtle, marine protected area<br />

(mpa), sustainable fisheries,<br />

conservation.<br />

en el cantón de Nandayure, Guanacaste,<br />

donde actualmente se brinda protección<br />

a cinco playas de anidación de tortugas<br />

marinas en colaboración con las comunidades<br />

costeras y se desarrollan proyectos<br />

de pesca sostenible con dos asociaciones<br />

de pescadores artesanales. El proyecto<br />

Plans pretende desarrollar oportunidades<br />

de desarrollo económico para las comunidades<br />

costeras de Nandayure por medio<br />

del ecoturismo y el comercio de productos<br />

pesqueros sostenibles, y consolidar de esta<br />

manera la protección oficial de tortugas<br />

marinas a lo largo de 30 km de playas de<br />

anidación, además de 45.000 hectáreas de<br />

área marina manejadas bajo un enfoque<br />

ecosistémico.<br />

Antecedentes<br />

El proceso inició en 1998, cuando<br />

líderes comunales de la comunidad costera<br />

de San Miguel, cantón de Nandayure,<br />

Guanacaste, solicitaron la asistencia de<br />

Pretoma para proteger a las tortugas lora<br />

(Lepidochelys olivacea) que allí anidan,<br />

motivados por la ausencia de protección<br />

oficial que deriva en el saqueo masivo de<br />

nidos y la oportunidad que pueden ofrecer<br />

las tortugas marinas como atractivo en la<br />

pujante industria ecoturística de la zona.<br />

Pretoma contrata los servicios de jóvenes<br />

de la comunidad, a quienes se capacita<br />

técnicamente como monitores de actividad<br />

de anidación de tortugas marinas.<br />

Sus actividades a la vez son supervisadas<br />

por biólogos quienes coordinan las actividades<br />

de investigación con oficiales del<br />

Área Conservación Tempisque (ACT) del<br />

Sistema <strong>Nacional</strong> de Áreas de Conservación<br />

(Sinac).<br />

Sebastian Troeng.<br />

Tortuga lora<br />

(Lepidochelys olivacia)<br />

Sebastian Troeng.<br />

Tortuga baula<br />

(Dermochelys coreasea)<br />

cluyera a su vez un Área Marina Protegida para<br />

brindar protección a las tortugas adultas de los<br />

camaroneros por arrastre. Desde este momento,<br />

las autoridades del ACT fueron enfáticas en que<br />

para el desarrollo de esta iniciativa se debía conseguir<br />

el apoyo sólido de las comunidades costeras,<br />

en particular las asociaciones de pescadores<br />

artesanales que operan en el área.<br />

A lo largo de 2003–2005 se realizó una serie<br />

de talleres participativos dirigidos por el ACT<br />

con representantes de la Asociación Coyoteña<br />

de Pescadores (Aspecoy), pescadores artesanales<br />

de Manzanillo, empresarios de la zona (familia<br />

Grew), y Pretoma, durante los cuales se forjó un<br />

Plan de Manejo consensuado para un nuevo RNVS<br />

en playa Caletas, con una AMP de uso múltiple,<br />

donde se prohíben las prácticas pesqueras destructivas<br />

como la pesca de camarón por arrastre, el uso<br />

de trasmallos, y el buceo con compresor. Simultáneamente,<br />

en un proceso paralelo, autoridades del<br />

ACT trabajaron junto a empresarios y propietarios<br />

locales para consensuar un Plan de Manejo para<br />

el RNVS Camaronal, Nandayure, el cual fue creado<br />

desde 1994 como reconocimiento por su importancia<br />

para la anidación de tortugas marinas. El<br />

manejo contemplado para el AMP del RNVS Camaronal<br />

también es de carácter de uso múltiple.<br />

38<br />

Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz<br />

39<br />

Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

Para brindar un valor agregado a los productos<br />

pesqueros capturados en la zona, y reconocer<br />

la labor de los pescadores artesanales que<br />

promueven una pesca sostenible, se inició, en el<br />

2007, el proceso por obtener una certificación de<br />

pesca sostenible para la pesquería de pargo manchado<br />

(Lutjanus guttatus) que realizan los pescadores<br />

artesanales de la zona, incluyendo ahora<br />

a la Asociación de Pescadores de Bejuco (Asobejuco),<br />

con la realización de los estudios sobre los<br />

cuales se podría en el futuro forjar un plan de manejo<br />

de la pesquería con enfoque ecosistémico.<br />

En el 2008 Pretoma es invitada por la Asociación<br />

de Vecinos de Corozalito, a incluir playa<br />

Corozalito entre los proyectos de conservación<br />

de tortugas marinas. Desde entonces el sitio era<br />

reconocido por la abundante anidación de tortugas<br />

marinas y hasta por la ocurrencia ocasional<br />

(una vez al año) de “mini arribadas” de tortuga<br />

lora, durante las cuales podían anidar miles de<br />

tortugas. Como es típico en esta zona del país, sin<br />

protección oficial el saqueo de huevos es masivo y<br />

generalizado, lo cual preocupa a esta comunidad<br />

que desea seguir un modelo de desarrollo en armonía<br />

con la naturaleza.<br />

En el 2009 Pretoma inicia su presencia propiamente<br />

en el mar, con la adquisición de una<br />

panga de 18 pies bautizada Chelonia, equipada<br />

con un motor fuera de borda de 50 caballos. La<br />

función de ella es asistir en labores de patrullaje<br />

del AMP del RNVS Caletas-Arío contra la pesca<br />

ilegal, así como al proyecto de monitoreo acústico<br />

de tortugas de carey (Eretmochelys imbricata) en<br />

punta Coyote.<br />

Finalmente, en el 2011 Pretoma logra iniciar<br />

dos proyectos de conservación de tortugas<br />

marinas más, en playas Costa de Oro y Bejuco<br />

siempre en cercana colaboración con las asociaciones<br />

de vecinos.<br />

Resultados<br />

Pretoma ha logrado un impacto tangible en<br />

el establecimiento de politica de conservación marina<br />

en el cantón Nandayure, trabajando siempre<br />

en conjunto con funcionarios del ACT y los grupos<br />

organizados de la sociedad civil:<br />

· Creación, en agosto del 2006, del RNVS<br />

Caletas-Arío, con un AMP que se extiende<br />

12 millas mar afuera para un área total de<br />

más de 19.000 hectáreas (Decreto Ejecutivo<br />

#33232, La Gaceta N° 154 del 11 de agosto<br />

del 2006), donde se prohíben las actividades<br />

pesqueras descritas como destructivas con<br />

anterioridad.<br />

· Ampliación de los límites del RNVS Camaronal<br />

en noviembre del 2009, para incluir<br />

un AMP que también se extiende 12 millas<br />

mar afuera para un área total de 15.000<br />

hectáreas y donde se imponen las mismas<br />

restricciones a la pesca destructiva (Decreto<br />

Ejecutivo Nº 35530-Minaet, La Gaceta N°<br />

229 del 25 de noviembre del 2009), producto<br />

del proceso simultáneo pero independiente<br />

entre el ACT y desarrolladores.<br />

· Pre-certificación de Pesca Sostenible emitida<br />

por el Scientific Certification Systems en<br />

el 2011 (Vincent, 2011), el cual establece a<br />

su vez una hoja de ruta para optar por una<br />

certificación completa a finales del 2012.<br />

(El proyecto de pesca sostenible de pargo<br />

manchado en Coyote y Bejuco es la primera<br />

pesquería sujeta a los principios de la pesca<br />

sostenible del Marine Stewardship Council<br />

en Costa Rica y Centroamérica. La pre-certificación<br />

señaló que la pesca realizada por<br />

el sector pesquero artesanal es sostenible,<br />

pero se requiere más información sobre el<br />

impacto de la pesquería sobre el ecosistema.<br />

Además, se señala la necesidad de ofrecer<br />

protección total al stock de pargo manchado,<br />

gestión de los efectos nocivos de la pesca<br />

de camarón por arrastre. De lo contrario,<br />

aunque los pescadores artesanales pesquen<br />

sosteniblemente, no será posible certificar<br />

la pesquería si el mismo stock de peces está<br />

expuesto a mortalidad excesiva.)<br />

En términos de protección de tortugas marinas,<br />

desde el comienzo del proyecto Plans en 1998<br />

y hasta la fecha, se ha logrado la protección de<br />

más de 14 km de costa, donde Pretoma monitorea<br />

tres playas de anidación: playa San Miguel, playa<br />

Caletas y playa Corozalito:<br />

· Desde 1998 hasta 2010, se ha registrado en<br />

playa San Miguel la presencia de un total de<br />

3.619 tortugas marinas, las cuales depositaron<br />

exitosamente 3.019 nidos. De estos, se<br />

protegieron un total de 2.095 nidos (69,4%)<br />

en los viveros del proyecto y 342 nidos “in<br />

situ” (11,3%), 14 nidos fueron depredados<br />

por animales (0,5%) y 568 nidos fueron saqueados<br />

(19,4%). Ha sido liberado un total<br />

de 140.003 neonatos al mar.<br />

· Desde 2000 hasta 2010 en playa Caletas se<br />

ha registrado un total de 8.115 eventos de<br />

tortugas marinas, los cuales depositaron<br />

exitosamente 6.912 nidos. De estos, se ha<br />

protegido en el vivero 4.442 nidos (64,3%) y<br />

1.372 nidos in situ (19,5%), 759 nidos fueron<br />

depredados (10,9%), y 339 nidos (4,9%) fueron<br />

saqueados. Ha sido liberado un total de<br />

257.729 neonatos al mar.<br />

· Desde 2008 hasta 2010, en playa Corozalito<br />

se ha registrado un total de 5.112 eventos<br />

de tortugas marinas, los cuales depositaron<br />

exitosamente 4.436 nidos. De estos, se<br />

protegieron 3.307 nidos in situ (74,5%), 533<br />

nidos fueron depredados (12%) y 596 fueron<br />

saqueados (13,4%).<br />

· En el 2011 inician proyectos de conservación<br />

de tortugas marinas en playas Costa<br />

de Oro y Bejuco, pero lamentablemente no<br />

pudo realizarse un monitoreo exhaustivo<br />

este año, aunque sí operó un vivero en playa<br />

Costa de Oro. En el 2012 esperamos consolidar<br />

estos proyectos.<br />

Las figuras 1, 2 y 3, muestran la existencia<br />

de una tendencia positiva en el número de eventos<br />

de anidación de tortuga marina. Esta tendencia<br />

positiva puede explicarse por mejoras en el<br />

proceso de monitoreo, así como por mayor eficacia<br />

en la toma de datos. Además, esta tendencia positiva<br />

podría ser un indicador de que la población<br />

de tortuga lora en el área de Plans se encuentra<br />

en proceso de recuperación gracias a las labores<br />

Figura 1. Total de anidaciones en laya San Miguel, Nandayure, Guanacaste. 1998-2010.<br />

40<br />

Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz<br />

<strong>41</strong><br />

Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

de protección. Para poder confirmar esta hipótesis<br />

habría que continuar el estudio durante varios<br />

años más, ya que la tortuga lora alcanza la madurez<br />

sexual entre los 10 y 13 años de edad (Plotkin,<br />

2007), y no será hasta dentro de unos años que<br />

veamos el fruto de este esfuerzo.<br />

Figura 2. Total de anidaciones en playa Caletas,<br />

Nandayure, Guanacaste. 2002-2011.<br />

Figura 3. Total de anidaciones en playa Corozalito,<br />

Nandayure, Guanacaste. 2008-2010.<br />

Se ha logrado disminuir el saqueo de nidos<br />

en playas San Miguel y Corozalito, mediante una<br />

fuerte campaña de educación ambiental en la comunidad.<br />

En San Miguel, el saqueo descendió de<br />

un virtual 100% hasta entre un 15-20% (figura<br />

4), mientras que en Corozalito se ha logrado disminuir<br />

el saqueo de un 25% hasta un 6% en tres<br />

años (figura 5).<br />

Figura 4. Porcentaje anual de saqueo de nidos, playa<br />

San Miguel, Nandayure. 1998-2010.<br />

Figura 5. Porcentaje anual de saqueo de nidos, playa<br />

Corozalito, Nandayure. 2008-2010.<br />

Con la adquisición de la Chelonia en 2009,<br />

Pretoma ha logrado avanzar significativamente<br />

su presencia en el mar, estudiando la presencia<br />

de tortugas de carey en el área y realizando actividades<br />

contra la pesca ilegal:<br />

· El monitoreo acústico de tortugas de carey<br />

en punta Coyote ha demostrado que a lo largo<br />

del flanco norte de punta Coyote reside<br />

una población de al menos 14 tortugas de<br />

carey juveniles en el arrecife rocoso. Estas<br />

tortugas juveniles establecen residencia en<br />

punta Coyote donde existen abundantes recursos<br />

alimenticios, hasta que alcanzan la<br />

madurez sexual. Precisamente, el área de<br />

punta Coyote donde habitan las tortugas de<br />

carey está actualmente fuera de los límites<br />

del AMP del RNVS Caletas-Arío, y son vulnerables<br />

a los efectos nocivos de la pesca de<br />

camarón por arrastre (Carrión, 2010; Canales,<br />

2011).<br />

· Las patrullas en las áreas marinas protegidas<br />

para controlar y registrar la pesca<br />

ilegal han dado como resultado la denuncia<br />

oficial contra dos barcos camaroneros por<br />

operar en el RNVS Caletas Arío ante las<br />

autoridades del Tribunal Ambiental Administrativo<br />

(TAA) y el Incopesca. Además, se<br />

han decomisado tres trasmallos en bocas de<br />

ríos y manglares bajo la dirección y acompañamiento<br />

de la Fuerza Pública, y se recopila<br />

una base de datos sobre la presencia<br />

de otros tipos de pesca no permitidas en el<br />

área.<br />

· Finalmente, Pretoma trabaja en el fortalecimiento<br />

de las organizaciones de base en el<br />

área que abarca Plans:<br />

· Creación de la Comisión de Pesca y Turismo<br />

Responsable como (Copeture) que agrupa<br />

miembros del sector pesquero artesanal,<br />

turístico, y de cinco comunidades costeras.<br />

· Fortalecimiento de la estructura de asociaciones<br />

de pescadores como Aspecoy y Asobejuco,<br />

impulsando un mercado exclusivo de<br />

productos pesqueros sostenibles con los empresarios<br />

turísticos de la zona, eliminando<br />

intermediadores y mejorando los ingresos y<br />

la imagen de los pescadores.<br />

· Realización de actividades de educación<br />

ambiental, como festivales del Día de la<br />

Tortuga y/o del Tiburón, donde se divulga<br />

la información obtenida en los proyectos<br />

científicos y sus implicaciones para planes<br />

de conservación y manejo. También se colabora<br />

con los niños de las escuelas locales<br />

para fortalecer su participación en las ferias<br />

científicas nacionales.<br />

Discusión<br />

Las playas de Nandayure constituyen importantes<br />

playas de anidación para tortugas marinas.<br />

Se ha identificado la anidación de cuatro<br />

especies: la tortuga lora (Lepidochelys olivacea),<br />

la tortuga verde (Chelonia mydas), la tortuga de<br />

carey (Eretmochelys imbricata) y la tortuga baula<br />

(Dermochelys coriacea). Las cuatro especies están<br />

en la Lista Roja de la Unión Internacional para la<br />

Conservación de la Naturaleza, catalogadas como<br />

vulnerables, en peligro de extinción, o en peligro<br />

crítico de extinción (UICN, 2010). La tortuga lora<br />

es por mucho la tortuga más abundante. Playa<br />

Corozalito representa una situación especial por<br />

la ocurrencia anual de “mini arribadas” de tortuga<br />

lora. Además, aunque no son abundantes,<br />

aún anidan esporádicamente tortugas baula, las<br />

cuales, debido a su lamentable situación crítica,<br />

ameritan toda la protección posible.<br />

Por otro lado, las poblaciones de tortugas<br />

marinas han sido explotadas históricamente por<br />

los miembros de las comunidades costeras de<br />

42<br />

Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz<br />

43<br />

Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

Juan José Pucci. Tortuga baula (Dermochelys Coreasea)<br />

comunidades costeras por alcanzar un desarrollo<br />

sostenible, pues causan no solo mortalidad de tortugas<br />

marinas, amenazando a las comunidades<br />

donde se realizan proyectos de voluntariado, sino<br />

también mortalidad inaceptable e insostenible<br />

de pargos manchado, amenazando el proyecto de<br />

pesca sostenible del pargo manchado.<br />

A lo largo del 2011 se realizaron una serie<br />

de talleres participativos con los miembros de las<br />

comunidades, en los cuales se les informó sobre<br />

la anidación de las tortugas, la presencia de las<br />

tortugas de carey, y las implicaciones técnicas de<br />

la pre-certificación de pesca sostenible recién obtenida.<br />

El grupo consultado opinó que para brindar<br />

protección a las tortugas lora, verde, carey y<br />

baula que anidan en las playas de Nandayure, así<br />

como para proveer protección a las tortugas de carey<br />

y verdes juveniles que forrajean en las puntas<br />

rocosas, era necesario crear otra AMP entre los<br />

dos refugios existentes, lo cual a la vez proveería<br />

el marco legal para impulsar una gestión efectiva<br />

y con enfoque ecosistémico de la pesca (Pretoma,<br />

2011).<br />

Durante el 2012 Pretoma continuará su<br />

trabajo en colaboración cercana con el ACT y los<br />

miembros de las comunidades pesqueras, para la<br />

creación de una nueva AMP, bajo la categoría de<br />

Área Marina de Manejo de la Ley de Biodiversidad,<br />

la cual estaría diseñada para la gestión<br />

efectiva de la pesca del pargo manchado, y la protección<br />

de las tortugas marinas de las actividades<br />

de pesca destructiva. Se realizarán además<br />

los estudios para determinar el estado de otras<br />

poblaciones de peces, así como los tipos de fondo<br />

en el área y el efecto de la pesca artesanal sobre<br />

ellas, para cumplir con los requisitos establecidos<br />

para eventualmente obtener la certificación.<br />

Plans es un proyecto holístico, que beneficia<br />

a las poblaciones de tortugas marinas y a la vida<br />

marina en general, a través de oportunidades de<br />

desarrollo económico para las asociaciones comunales<br />

y los pescadores artesanales (figura 6).<br />

Nandayure, tanto para alimentación como para<br />

el comercio. Por este motivo se hace importante<br />

implantar proyectos de protección en las playas<br />

de anidación e involucrar a los miembros de la<br />

comunidad en los proyectos, llevándoles alternativas<br />

a sus prácticas y dándoles incentivos contra<br />

la explotación de productos de tortuga marina,<br />

pues, como se ha establecido ya, las tortugas marinas<br />

valen mucho más en una comunidad costera<br />

vivas que muertas (Troeng and Drews, 2004).<br />

Los proyectos de voluntariado, desarrollados<br />

cercanamente en conjunto con los miembros<br />

de las comunidades costeras son eficientes en la<br />

protección de los nidos y de las tortugas, además<br />

de que fomentan cambios en la percepción de los<br />

miembros de las comunidades costeras sobre las<br />

tortugas marinas, al proveer diferentes opciones<br />

de ingresos, bien sea en servicios (restaurantes,<br />

cabinas) o en contratación como monitores técnicos<br />

de la actividad de anidación.<br />

Para impulsar más oportunidades de desarrollo<br />

costero, Pretoma fomenta a la vez la pesca<br />

sostenible del pargo manchado, que debe realizarse<br />

según los tres principios del Marine Stewardship<br />

Council, cuales son: la actividad pesca no causa<br />

daño a la población de la especie sobre la cual<br />

la actividad ejerce su esfuerzo pesquero, la actividad<br />

pesquera no tiene efectos adversos sobre el<br />

ecosistema, y existe un sistema de gestión eficaz.<br />

Actualmente, existe un área marina de<br />

unas 15.000 hectáreas entre las dos AMP de los<br />

RNVS existentes. En esta área realizan su mayor<br />

esfuerzo pesquero los pescadores artesanales, a<br />

la vez que es aquí donde residen las tortugas de<br />

carey juveniles. La operación de embarcaciones<br />

pesqueras en esta zona inhibe los esfuerzos de las<br />

Figura 6. El proyecto Plans señalando el AMP del RNVS Camaronal, el AMP del RNVS Caletas-Arío, el área<br />

propuesta para nueva AMP, y la localización de las playas de anidación de tortugas y las comunidades pesqueras<br />

donde opera Pretoma.<br />

44<br />

Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz<br />

45<br />

Oportunidades para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras de Nandayure (Nicoya sur, Guanacaste)<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

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600. Emeryville, CA 94608, USA.<br />

Resumen<br />

La cuenca del río Birrís<br />

se ubica en la vertiente<br />

sureste del volcán Irazú, en<br />

ella existen varias unidades<br />

hidrogeológicas compuestas<br />

por materiales lávicos, laháricos<br />

y cenizas, las cuales se<br />

comportan como acuíferos<br />

y acuitardos agrupados en<br />

dos sistemas acuíferos denominados<br />

Birrís y Pacayas-<br />

Reventado. Estos sistemas<br />

acuíferos presentan conexión<br />

hidráulica efluente con los<br />

drenajes superficiales evidenciado<br />

a partir de manantiales<br />

que brotan en el contacto<br />

y en el frente de flujos<br />

de lavas que precisamente<br />

limitan su extensión. Considerando<br />

el uso de la tierra<br />

actual, la recarga de los sistemas<br />

acuíferos es de 38 000<br />

000 m3/año. En esta cuenca,<br />

el uso actual de la tierra no<br />

coincide con la capacidad de<br />

Ramírez, P. y Arias, M. “Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección<br />

del agua subterránea en la cuenca del río Birrís (Cartago)”,<br />

ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 6 |Pp. 47-53|<br />

Recepción: [julio, 2011]. Fecha de aprobación: [agosto, 2011].<br />

Lineamientos de ordenamiento<br />

territorial para el manejo y protección<br />

del agua subterránea en la cuenca del<br />

río Birrís (Cartago)<br />

Pablo Ramírez y Mario Arias<br />

Pablo Ramírez, especialista en hidrogeología y manejo de recursos hídricos, es investigador<br />

en el Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas y en el Observatorio<br />

del Desarrollo de la <strong>Universidad</strong> de Costa Rica. Además, es profesor en la Escuela<br />

de Ciencias Ambientales de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong> (pablo.ramirez@ucr.ac.cr). Mario<br />

Arias, especialista en prospección geofísica y gestión integrada del recurso hídrico, es<br />

director del Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas de la <strong>Universidad</strong> de<br />

Costa Rica y docente e investigador en la Escuela Centroamericana de Geología de la<br />

<strong>Universidad</strong> de Costa Rica (mario.ariassalguero@ucr.ac.cr).<br />

Abstract<br />

The Birrís watershed<br />

is located in the southeast<br />

slope of the Irazú volcano,<br />

in it, exist several hydrogeological<br />

units composed<br />

by volcanic material, lahar<br />

flow and ash, which behave<br />

as aquifer and acuitards contained<br />

in two denominated<br />

aquifer systems Birrís and<br />

Pacayas-Reventado, which<br />

present an effluent hydraulic<br />

connection with the superficial<br />

drainages. Considering<br />

the use of the current soil,<br />

the recharge of the aquifer<br />

systems is of 38 000 000 m3/<br />

year. In this basin, the current<br />

use of the land doesn’t<br />

coincide with the use capacity,<br />

this way 66% of the<br />

area is in overuse, impacting<br />

negatively to the aquifer<br />

systems, because it has<br />

happened conversion from<br />

the forest areas to shepher-<br />

Introducción<br />

a cuenca del río Birrís, tiene un área<br />

un poco mayor de 51 km2 y se localiza<br />

en la provincia de Cartago. Presenta<br />

un relieve de fuerte pendiente<br />

y elevaciones que van desde los 800 msnm<br />

en la desembocadura del río Reventazón,<br />

hasta más de 3 400 msnm en el volcán Irazú<br />

(figura 1). Los suelos son derivados principalmente<br />

de materiales volcánicos y el uso<br />

de la tierra está dedicado en su mayor parte<br />

a las actividades agrícolas y de pastoreo.<br />

Sus aguas son aprovechadas para el riego,<br />

consumo humano, actividades agropecuarias<br />

y para la generación hidroeléctrica.<br />

Sandra Viejobueno, Charlotte Adams y Randal Arauz<br />

46 47<br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

uso, de forma que el 66% del<br />

área se encuentra en sobreuso,<br />

impactando negativamente<br />

los sistemas acuíferos,<br />

pues ha ocurrido conversión<br />

de las zonas boscosas a zonas<br />

de pastoreo y cultivos anuales<br />

en los sectores aledaños a<br />

los principales manantiales.<br />

La propuesta de lineamientos<br />

para el manejo de la cuenca<br />

incluye entre otras cosas:<br />

a) un plan de reforestación<br />

en áreas con capacidad de<br />

uso forestal, áreas de recarga<br />

y de protección de cauces<br />

en toda la cuenca de manera<br />

que se pueda disminuir la<br />

tasa de erosión sin afectar las<br />

actividades productivas; b) se<br />

debe proteger las zonas de recarga<br />

de los manantiales; c)<br />

se debe establecer clases de<br />

uso del territorio como parques<br />

lineales, áreas de baja<br />

densidad, áreas protegidas,<br />

corredores bioturísticos; d)<br />

se debe cartografiar y clasificar<br />

las fuentes potenciales de<br />

contaminación; e) en general<br />

se debe promover un plan de<br />

ordenamiento de la cuenca<br />

que concilie la producción hídrica<br />

de la misma con su capacidad<br />

de uso.<br />

Palabras clave: ordenamiento<br />

territorial, sistema<br />

acuífero, cuenca río Birrís,<br />

Costa Rica.<br />

ding areas and annual cultivations<br />

in the sectors bordering<br />

to the main springs.<br />

The proposal of limits for the<br />

handling of the basin includes<br />

among other things: a)<br />

a reforestation plan in areas<br />

with capacity of forest use,<br />

recharge areas and of protection<br />

of beds in the whole<br />

basin; b) the areas of recharge<br />

of the springs of the basin<br />

in a such way should be<br />

protected; c) classes of use of<br />

the territory like lineal parks<br />

should be established, areas<br />

of low density, protected<br />

areas, bioturistics corridors;<br />

d) classify the potential sources<br />

of contamination and the<br />

measures of prevention; and)<br />

in general a plan of classification<br />

of the basin should be<br />

promoted that reconciles the<br />

water production of the same<br />

one with its use capacity.<br />

Keyword: land used, aquifer<br />

system, Birrís watershed,<br />

Costa Rica.<br />

Figura 1. Localización de la cuenca del río<br />

Birrís.<br />

Debido a la dificultad de conocer las<br />

relaciones estratigráficas y características<br />

hidráulicas -por la inexistencia de pozos-,<br />

para la determinación de las unidades hidrogeológicas<br />

se emplearon los siguientes<br />

criterios: litología, distribución y caudal<br />

de manantiales, propiedades físicas de la<br />

roca en macroscopía y relaciones espaciotemporales<br />

de las unidades volcánicas<br />

existentes.<br />

El modelo hidrogeológico, establece<br />

la existencia de dos sistemas acuíferos: el<br />

Birrís y el Pacayas-Reventado (Ramírez,<br />

2007). Estos se encuentran formados por<br />

varias unidades hidrogeológicas compuestas<br />

por materiales lávicos, lahares y cenizas<br />

con propiedades hidráulicas diferentes<br />

que permiten la existencia de acuíferos y<br />

acuitardos.<br />

Litología y afloramiento<br />

de los manantiales<br />

Figura 2. Mapa geológico, se incluyen los<br />

manantiales.<br />

En la formación Birrís el afloramiento de los<br />

manantiales se manifiesta en la unidad de lavas<br />

Pozo Amarillo-Birrís, en algunos sectores se puede<br />

observar como esta unidad está subyacida por<br />

la unidad de lahares indiferenciados del río Birrís<br />

(figura 3).<br />

Figura 3. Afloramiento de unidades hidrogeológicas<br />

a lo largo del río Birrís.<br />

perior y en algunos lugares se observa la unidad<br />

de lavas sobreyaciendo a la unidad de lahares indiferenciados<br />

quebradas Pacayas-González o a la<br />

unidad de lavas meteorizadas Pacayas-Ortiga.<br />

Una interpretación geomorfológica de la<br />

cuenca (figura 4) permite distinguir varios frentes<br />

de coladas de lava que condicionan el afloramiento<br />

del agua subterránea. Desde el nacimiento del<br />

río Birrís hasta el límite del sistema acuífero del<br />

mismo nombre, la mayoría de los brotes de agua<br />

se dan entre zonas de contacto de frente de colada<br />

como entre coladas. En el caso del sistema acuífero<br />

Pacayas-Reventado este factor es más claro<br />

en el sector occidental que en el oriental. Se nota<br />

como el afloramiento de varios manantiales está<br />

relacionado tanto con el contacto entre las coladas<br />

como con los frentes de ellas. Adicionalmente, es<br />

importante anotar que el contacto de los frentes<br />

de colada en la parte norte de la cuenca, establecido<br />

a partir de las curvas de nivel, delimita las<br />

formaciones: Birrís, Reventado miembro superior<br />

y Cervantes, definidas por Krushensky (1972).<br />

Figura 4. Interpretación geomorfológica de la cuenca<br />

del río Birrís en la cual se delimitan los frentes de<br />

coladas y su relación con los manantiales.<br />

En el mapa geológico (figura 2), se<br />

observa como la distribución de los manantiales<br />

se concentran en las formaciones<br />

Birrís y Reventado miembro superior.<br />

En el Reventado miembro superior, el brote<br />

de manantiales ocurre en la unidad de lavas<br />

Pacayas-Reventado. Estos afloramientos se observan<br />

muy distribuidos en todo el miembro su-<br />

48<br />

Pablo Ramírez y Mario Arias<br />

49<br />

Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca del rio Birrís (Cartago)<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

Dinámica del flujo del agua<br />

subterránea<br />

En el sistema acuífero Birrís se reconoce<br />

una relación hidráulica de tipo efluente hacia el<br />

río Birrís en toda la zona de manantiales de Pozo<br />

Amarillo, los aforos diferenciales realizados en<br />

distintos puntos del río indican un aumento de<br />

caudal conforme el río avanza. Por su parte, en<br />

el sector E, las líneas equipotenciales no reflejan<br />

concavidad alguna excepto en la quebrada Laguna<br />

Tapada, donde se observa un ligero comportamiento<br />

influente, mismo que es reflejado en las<br />

equipotenciales. Esta característica se corrobora<br />

con el poco caudal que muestra esta quebrada durante<br />

todo el año. Con excepción del río Birrís,<br />

todos los drenajes en este sistema acuífero mantienen<br />

muy poco caudal durante la época seca, lo<br />

que indica que las descargas del sistema Birrís se<br />

dan principalmente en este río.<br />

En el sistema acuífero Pacayas-Reventado,<br />

el modelo de flujo muestra dos zonas de conexión<br />

hidráulica efluente en: los manantiales de la confluencia<br />

Central-González y los manantiales de la<br />

quebrada Pacayas.<br />

Lineamientos y mecanismos<br />

de ordenamiento territorial<br />

Con el fin de determinar la relación entre<br />

la capacidad de uso de la tierra y el uso actual<br />

de ella, se procedió a realizar un análisis espacial<br />

mediante un sistema de información geográfico<br />

para crear escenarios de conflicto o sobreuso de la<br />

tierra, en cuyos sitios se deben enfocar los lineamientos<br />

y mecanismos de ordenamiento territorial<br />

aplicado al manejo de cuencas (Lucke, 1999).<br />

Los resultados se este análisis espacial por sobreposición<br />

de mapas se muestran en la figura 5 y en<br />

las tablas 1 y 2.<br />

Figura 5. Sobreuso de la cuenca del río Birrís, generado<br />

a partir del análisis espacial por sobreposición<br />

de los mapas de capacidad de uso y uso actual de la<br />

tierra.<br />

Tabla 1. Capacidad de uso de la tierra y uso actual en la cuenca del río Birrís.<br />

Capacidad de uso Área (km 2 ) Área (%) Uso actual Área (km 2 ) Área (%)<br />

Conservación 15,16 29,51 Bosque 12,70 24,73<br />

Bosque 24,35 47,40 Pastos 21,49 <strong>41</strong>,84<br />

Cultivo 11,86 23,08 Cultivos 13,97 27,20<br />

- Otro 3,20 6,23<br />

Total 51,37 100 51,37 100<br />

Tabla 2. Sobreuso, subuso y uso correcto de la tierra<br />

en la cuenca del río Birrís.<br />

Relación espacial<br />

Estado de Área (km 2 ) Área (%)<br />

capacidad versus<br />

uso<br />

tierras<br />

Conservación Uso correcto 7,13 13,88<br />

versus bosque<br />

Bosque versus Uso correcto 4,39 8,55<br />

bosque<br />

Cultivo versus Uso correcto 4,73 9,21<br />

cultivo<br />

Conservación Sobreuso 8,04 15,65<br />

versus cultivos,<br />

pastos y otros<br />

Bosque versus Sobreuso 19,95 38,84<br />

cultivo, pastos y<br />

otros<br />

Cultivos versus Sobreuso 5,95 11,58<br />

pastos y otros<br />

Cultivo versus Subuso 1,18 2,30<br />

bosque<br />

Total 51,37 100<br />

Según los resultados del análisis espacial,<br />

se puede decir que el 66% de la cuenca se encuentra<br />

en sobreuso, esto es: bajo usos actuales más<br />

intensivos que aquellos correspondientes a la capacidad<br />

de uso. Este sobreuso afecta las zonas<br />

de bosque destinadas a conservación y a manejo<br />

de bosque, dándose la degradación debido a que<br />

estas zonas están siendo usadas para cultivos y<br />

pastos.<br />

La degradación de tierras en esta cuenca<br />

tiente repercusiones en las aguas subterráneas<br />

en diversas formas. Al existir un uso de la tierra<br />

distinto al propuesto por la capacidad de uso,<br />

aumenta la tasa de erosión y, con ello, una mayor<br />

compactación del suelo y sedimentación hacia<br />

los drenajes superficiales. Debido a las características<br />

climáticas de la cuenca, con condiciones<br />

húmedas y muy húmedas, el bosque actúa como<br />

un filtro que permite captar no solo la humedad<br />

sino también las débiles lloviznas que se dan en<br />

la cuenca, provocando una disminución de la escorrentía<br />

y, de esta manera, mayor tiempo para<br />

que se dé infiltración hacia las zonas acuíferas.<br />

Hay que destacar que el cambio de uso de la tierra<br />

con respecto al establecido por la capacidad se<br />

observa en las variaciones de las velocidades de<br />

infiltración realizadas en el campo, en usos como<br />

pastos y cultivos, lo que evidencia que el sobreuso<br />

afecta la recarga hacia los sistemas acuíferos,<br />

pues aunque existan zonas donde la infiltración<br />

es alta, existen también zonas donde el suelo está<br />

muy compactado por su sobreuso histórico.<br />

Una vez obtenidos los datos de precipitación,<br />

evapotranspiración, infiltración, capacidad<br />

de campo, punto de marchitez, tipo de suelo, uso<br />

actual y capacidad de uso de la tierra, pendiente<br />

y tipo de vegetación, se elaboró un balance hídrico<br />

de suelos con el fin de determinar la recarga<br />

potencial por lluvia a los sistemas acuíferos, a<br />

partir del modelo analítico de Schosinsky y Losilla<br />

(2000). Por otra parte, al considerar las clases<br />

forestales, se realizaron otros balances hídricos<br />

de suelos con el fin de comparar y cuantificar la<br />

diferencia entre la recarga potencial por lluvia y<br />

el uso actual y clases forestales (Fundación Neotrópicaa-CEAP,<br />

1994). Así, la recarga potencial<br />

disminuyó de 38 231 538,30 m 3 /año (recarga potencial<br />

por lluvia) a 29 856 077,50 m 3 /año (recarga<br />

potencial según clases forestales).<br />

Considerando los resultados obtenidos en el<br />

análisis de cobertura del uso actual y de capacidad<br />

de uso, así como el balance hídrico, se han<br />

establecido los siguientes lineamientos de manejo<br />

de cuenca.<br />

Debido a la alta tasa de erosión en esta<br />

cuenca, es necesario que se aplique un plan de<br />

reforestación en áreas con capacidad de uso forestal,<br />

áreas de recarga y de protección de cauces<br />

en toda la cuenca de manera que se puedan<br />

50<br />

Pablo Ramírez y Mario Arias<br />

51<br />

Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca del rio Birrís (Cartago)<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

disminuir dichas tasas de erosión sin afectar las<br />

actividades productivas de la zona.<br />

Se debe proteger las zonas aledañas a los<br />

manantiales de toda la cuenca, de forma que se<br />

pueda aumentar la recarga potencial a los acuíferos<br />

haciendo un adecuado manejo forestal, debido<br />

al efecto de retención que presenta el bosque ante<br />

la humedad y la precipitación, de forma tal que<br />

se pueda aumentar la disponibilidad de agua al<br />

suelo, sin aumentar la tasa de erosión y el riesgo<br />

de contaminación.<br />

Se debe establecer espacios diferenciados<br />

por uso actual de la tierra y de esta manera determinar<br />

zonas como parques lineales, áreas de<br />

baja densidad, áreas protegidas y corredores bioturísticos,<br />

entre otros.<br />

Debe identificarse y caracterizarse las diferentes<br />

fuentes potenciales de contaminación, de<br />

manera que se pueda establecer el impacto potencial<br />

y real a que se ven amenazados los sistemas<br />

acuíferos de la cuenca.<br />

Debe proponerse un plan de ordenamiento<br />

de la cuenca que concilie la producción hídrica de<br />

la misma con su capacidad de uso.<br />

Si la condición de uso actual de la tierra no<br />

cambia y se mantiene con el tiempo, el escenario<br />

más probable que puede ocurrir en la cuenca<br />

es una mayor condición de sobreuso de la tierra,<br />

misma que aumentará la degradación en las<br />

áreas de uso forestal ubicadas principalmente en<br />

los sectores del Parque <strong>Nacional</strong> Volcán Irazú y<br />

a lo largo de varios cursos de agua como el río<br />

Birrís, la confluencia de las quebradas Central y<br />

González, así como la Pacayas. Esta degradación<br />

podría deberse a una mayor demanda de la tierra<br />

para actividades agrícolas y de pastos, así como a<br />

la falta de protección de las zonas de manantiales<br />

y de los cuerpos de agua superficiales.<br />

Aun cuando la cuenca del río Birrís presenta<br />

un paisaje agrícola, de mantenerse el uso actual<br />

de la tierra disminuirán las bellezas escénicas<br />

que presenta el área, aumentando los paisajes de<br />

terrenos erosionados y degradados, y se pondría<br />

en riesgo el volumen de agua de recarga por lluvia<br />

que entra a los sistemas acuíferos.<br />

Conclusiones<br />

Las tres unidades geológicas principales:<br />

Cervantes, Birrís y Reventado (miembro superior),<br />

están compuestas por materiales lávicos<br />

principalmente, los cuales permiten la formación<br />

de acuíferos; además existen materiales laháricos<br />

con diferentes propiedades hidrogeológicas que se<br />

comportan como acuitardos y de esta forma permiten<br />

el afloramiento de manantiales en distintos<br />

sectores de la cuenca del río Birrís.<br />

La delimitación de coladas de lava en la<br />

cuenca evidencia y confirma la existencia de varios<br />

acuíferos condicionados por las coladas dentro<br />

de los sistemas acuíferos de la cuenca. Esto se<br />

nota al observar cómo los frentes y límites de las<br />

coladas coinciden con el afloramiento de manantiales.<br />

Existe una relación hidráulica efluente tanto<br />

en el sistema acuífero Birrís como en el Pacayas-Reventado.<br />

Esta relación hidráulica se evidencia en los<br />

manantiales de Pozo Amarillo y Birrís.<br />

A partir de los balances hídricos de suelos,<br />

se determina una recarga potencial por lluvia de<br />

poco más de 38 millones de m 3 /año. Por su parte,<br />

la descarga del sistema acuífero se encuentra a lo<br />

largo del río Birrís.<br />

En esta cuenca, el uso actual no coincide con<br />

la capacidad de uso establecida, de forma que un<br />

66% de toda la cuenca se encuentra en sobreuso,<br />

lo cual puede ocasionar impactos negativos a los<br />

sistemas acuíferos. El principal sobreuso que se<br />

da en esta cuenca es la conversión de las zonas<br />

boscosas (dedicadas a conservación y manejo forestal)<br />

a zonas de pastoreo y cultivos anuales. Por<br />

otro lado, la mayor parte de manantiales se encuentran<br />

en las zonas de sobreuso, lo cual puede<br />

generar erosión, compactación y contaminación.<br />

La elaboración de lineamientos de manejo<br />

de cuenca del río Birrís permite aportar mecanismos<br />

de ordenamiento territorial, considerando<br />

las aguas subterráneas como parte fundamental<br />

del desarrollo regional.<br />

Agradecimientos<br />

Esta publicación es un resultado parcial del<br />

proyecto Nº 830-B0-051, denominado Estudio Hidrogeológico<br />

y Manejo de los Recursos Hídricos en<br />

el distrito de Cervantes, Cartago, ejecutado desde<br />

el Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas,<br />

e inscrito en la Vicerrectoría de Investigación<br />

de la <strong>Universidad</strong> de Costa Rica.<br />

Referencias bibliográficas<br />

Fundación Neotrópica-CEAP. 1999. Capacidad de uso de la<br />

tierra: clases forestales. Decreto 23214 MAG-MIRE-<br />

NEM Instituto Geográfico <strong>Nacional</strong>. San José.<br />

Krushensky, R. 1972. Geology of the Istarú Quadrangle, Costa<br />

Rica. Geological Survey Bulletin 1358. U.S. Geological<br />

Survey. Washington, D.C.<br />

Lucke, O. (1999). Base conceptual y metodología para los escenarios<br />

de ordenamiento territorio. – en: Dengo, et<br />

al.: Escenarios de ordenamiento territorial en Costa<br />

Rica. MIDEPLAN-BID. San José.<br />

Ramírez, P. “Caracterización de la dinámica de flujo mediante<br />

la aplicación de un modelo numércio hidrogeológico.<br />

Caso de la cuenca del río Birrís, Cartago,<br />

Costa Rica”, en Revista Geológica de América Central<br />

34-35, 2006.<br />

Schosinsky, G. “Cálculo de la recarga potencial de acuíferos<br />

mediante un balance hídrico de suelos”, en Revista<br />

Geológica de América Central 34-35, 2006.<br />

52<br />

Pablo Ramírez y Mario Arias<br />

53<br />

Lineamientos de ordenamiento territorial para el manejo y protección del agua subterránea en la cuenca del rio Birrís (Cartago)<br />

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Ramírez, P. “Comportamiento hidrométrico de los manantiales ubicados a lo largo del túnel de<br />

conducción del Proyecto Hidroeléctrico El Encanto”<br />

ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 6 |Pp. 55-60|<br />

Recepción: [agosto, 2011]. Fecha de aprobación: [setiembre, 2011].<br />

Comportamiento hidrométrico de<br />

los manantiales ubicados a lo largo<br />

del túnel de conducción del Proyecto<br />

Hidroeléctrico El Encanto<br />

Pablo Ramírez<br />

El autor, especialista en hidrogeología y manejo de recursos hídricos, es consultor de<br />

la Compañía <strong>Nacional</strong> de Fuerza y Luz S. A., académico de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong> e investigador en el Centro de Investigaciones en<br />

Ciencias Geológicas de la <strong>Universidad</strong> de Costa Rica y en el Observatorio del Desarrollo<br />

de esa misma institución.<br />

Resumen<br />

Se caracteriza el comportamiento<br />

hidrométrico de<br />

los manantiales ubicados a lo<br />

largo del túnel de conducción<br />

del Proyecto Hidroeléctrico<br />

El Encanto (PHEE), desarrollado<br />

por la CNFL, en el<br />

río Aranjuez. Se analizaron<br />

los comportamientos hidrométricos<br />

a través de mediciones<br />

bimensuales, durante<br />

un año, de los manantiales<br />

ubicados a lo largo de la línea<br />

del túnel y se analizaron sus<br />

propiedades geopedológicas<br />

por medio de muestreos en<br />

los sitios del afloramiento.<br />

Una vez establecida la dinámica<br />

hidrométrica y una<br />

relación con las características<br />

hidrogeológicas del sitio,<br />

se presentan conclusiones<br />

en cuanto al impacto de la<br />

construcción del túnel en<br />

los manantiales y la posible<br />

afectación del recurso hídrico<br />

subterráneo local.<br />

Palabras clave: hidrometría,<br />

manantiales, Proyecto<br />

Hidroelétrico El Encanto, túnel<br />

de conducción.<br />

Abstract<br />

This article analyzes<br />

the hydrometrical behavior<br />

of the springs located<br />

along the El Encanto<br />

Hydroelectric Proyect Conduction<br />

Tunnel developed<br />

by CNFL along the Aranjuez<br />

River. Hydrometrical<br />

behaviors are analyzed<br />

through bimonthly<br />

measurements for one<br />

year from the springs located<br />

along the line of<br />

the tunnel and its geopedological<br />

properties were<br />

analyzed by sampling sites<br />

of the outcrop. Having established<br />

the hydrometrical<br />

dynamic and establishing<br />

a relationship with the hydrogeological<br />

characteristics<br />

of the site, the article<br />

presents conclusions about<br />

the impact of tunnel construction<br />

in the springs and<br />

the possibility of groundwater<br />

resource impact.<br />

Key words: hydrometry,<br />

springs, El Encanto Hydroelectric<br />

Proyect, conduction<br />

tunnel.<br />

Introducción<br />

a Compañía <strong>Nacional</strong> de Fuerza y<br />

Luz S. A. (CNFL) desarrolló el túnel<br />

de conducción del Proyecto Hidroeléctrico<br />

El Encanto (PHEE),<br />

que consta de una obra subterránea que<br />

permitirá llevar agua de la represa del río<br />

Aranjuez a la casa de máquinas, para la generación<br />

de energía hidroeléctrica.<br />

Con el propósito de contribuir al desarrollo<br />

de la comunidad y mantener tanto<br />

los recursos hídricos como el equilibrio ambiental<br />

de la obra, la CNFL inició estudios<br />

sobre una serie de aspectos de tipo ambiental,<br />

referentes al impacto de esta obra en el<br />

sitio. A raíz de esto es que se justifica un<br />

estudio sobre la dinámica hidrométrica de<br />

los manantiales ubicados a lo largo del túnel<br />

de conducción y que proveen agua a los<br />

pobladores cercanos al proyecto.<br />

Este trabajo representa una primera<br />

contribución al entendimiento hidrodinámico<br />

de los manantiales del sitio y está basado<br />

en la información del sitio del PHEE, lo<br />

cual implica ciertos vacíos de información.<br />

Sin embargo, es dable decir que se puede<br />

ir enriqueciendo la información específica<br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

55<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

conforme se avance en la evolución de las investigaciones,<br />

en el PHEE, que pueda continuar la<br />

CNFL.<br />

Metodología<br />

Un manantial puede definirse como una<br />

zona puntual (o en algunas ocasiones difusa)<br />

a través de la cual el agua subterránea aflora<br />

(Bear, 1979); esto es conocido como un punto de<br />

descarga del acuífero. A partir de este concepto,<br />

se realizó un recorrido por la zona, con el propósito<br />

de mapear y obtener la posición de los manantiales<br />

en relación con las distintas estructuras de<br />

las obras del proyecto hidroeléctrico.<br />

Los principales manantiales ubicados a lo<br />

largo del túnel de conducción del PHEE se observan<br />

en la figura 1 y corresponden a afloramientos<br />

de aguas subterráneas más o menos bien distribuidos<br />

a lo largo de la línea del túnel. Se caracterizan<br />

por aflorar en zonas difusas, es decir, zonas<br />

donde no hay una emergencia puntual del agua,<br />

sino que esta se da en distintos sectores, donde en<br />

algunos casos es poco definible su salida precisa.<br />

Figura 1. Distribución de los manantiales en el<br />

PHEE. 2008-2009.<br />

Algunos de los manantiales se encuentran<br />

cerca del túnel de conducción, otros en sitios más<br />

cercanos al tanque de oscilación y a la casa de máquinas,<br />

y no presentan un acceso específico, por lo<br />

que las rutas de llegada no siempre son las mismas.<br />

Estos manantiales (figura 1) son descargas<br />

del agua subterránea, originados por la exposición<br />

de las unidades hidrogeológicas acuíferas (la<br />

definición de acuífero, en este caso en particular,<br />

puede entrañar ciertas dudas, puesto que, como<br />

se verá más adelante, los caudales son considerablemente<br />

bajos como para un aprovechamiento<br />

económico). Lo anterior, por cortes en la superficie<br />

topográfica (las unidades hidrogeológicas se<br />

desarrollan en secuencias de materiales lávicos y<br />

brechas), que se abastecen por la recarga anual<br />

de precipitación del sitio.<br />

La información geológica de campo, elaborada<br />

por la empresa encargada del túnel, indica<br />

que la zona es compleja por los distintos niveles<br />

de alteración hidrotermal que la roca ha experimentado<br />

y por la presencia de fallas (Ghella S. P.<br />

A., 2007). Regionalmente, las rocas que afloran en<br />

esta área se corresponden con el grupo Aguacate,<br />

donde se destaca la formación basaltos Miramar<br />

(Ghella S. P. A., 2007). Estas constituyen una secuencia<br />

de lavas basálticas y andesita basálticas<br />

con pocas intercalaciones de tobas.<br />

A partir de los datos de los informes de los<br />

núcleos de perforación y de los perfiles geológicos<br />

(Ghella S. P. A., 2007), se puede decir que localmente<br />

se presentan suelos de espesor variable sobreyaciendo<br />

lavas andesíticas.<br />

Debido a la complejidad de los materiales<br />

litológicos del sitio, es muy probable que se den<br />

recargas entre las unidades hidrogeológicas existentes<br />

en el lugar, pues, según las perforaciones<br />

realizadas en distintos puntos a lo largo del túnel<br />

de conducción, se encuentran capas de lavas y<br />

brechas con ciertas intercalaciones de materiales<br />

litológicos menos permeables por las relaciones<br />

de porosidad primaria y secundaria efectiva, los<br />

cuales favorecerían la saturación del material y,<br />

Pastos y potreros<br />

abandonados en<br />

pendientes altas en<br />

el PHEE, este tipo<br />

de uso de la tierra<br />

es muy común en la<br />

zona del PHEE.<br />

por ende, la formación del acuífero. Por existir intercalaciones<br />

de los materiales lávicos con diversos<br />

grados de fracturamiento y meteorización, es<br />

factible la formación de acuíferos colgados y acuíferos<br />

multicapa.<br />

Según lo observado en campo, se puede decir<br />

que los manantiales se encuentran en la ladera<br />

noroeste respecto al cauce del río Aranjuez.<br />

Ellos se caracterizan por diversos afloramientos<br />

a distintas elevaciones, entre los 470 y los 650 m<br />

sobre el nivel del mar. Así se reconoce la posible<br />

existencia de acuíferos multicapa o acuíferos colgados<br />

desde la base del río hasta las elevaciones<br />

máximas (cimas).<br />

El uso de la tierra predominante en la zona<br />

del PHEE es de pastos y cultivos abandonados, lo<br />

que provoca cambios importantes en la dinámica<br />

hidrológica del sitio. Esto se evidencia por las altas<br />

tasas de escurrimiento superficial observadas<br />

en campo, favorecidas por las pendientes en toda<br />

la zona.<br />

Resultados<br />

Con base en el análisis del área de estudio,<br />

se recolectó una muestra del material litológico<br />

de la zona del manantial, en cada uno de los afloramientos<br />

ubicados a lo largo de la línea del túnel,<br />

para analizar la composición granulométrica<br />

de los materiales litológicos presentes en las zonas<br />

de los manantiales (cuadro 1).<br />

Cuadro 1. Características granulométricas de los<br />

manantiales, en los sitios de afloramientos ubicados a<br />

lo largo del túnel de conducción.<br />

Id Este Norte<br />

Arena Limo Arcilla<br />

(%) (%) (%)<br />

1 450904 2378<strong>41</strong> 50 14 36<br />

2 451428 237391 48 26 6<br />

3 451344 237765 52 10 38<br />

4 451545 237800 44 14 42<br />

5 451858 237809 40 18 42<br />

6 452132 237851 42 14 44<br />

7 4526<strong>41</strong> 237985 36 30 34<br />

8 452188 238735 42 14 44<br />

9 452969 239443 48 16 36<br />

10 453615 240351 50 18 32<br />

11 453672 240443 48 18 34<br />

12 4533889 240389 48 16 36<br />

Fuente: Trabajo de campo, 2008-2009. Muestras tomadas considerando<br />

el sistema de Proyección Conforme Cónico de Lambert para<br />

Costa Rica Norte.<br />

Las muestras fueron recolectadas en los sitios<br />

de afloramiento de manantiales y procesadas<br />

en el Laboratorio de Suelos del Instituto <strong>Nacional</strong><br />

de Tecnología Agropecuaria del Ministerio de<br />

Agricultura. Los procedimientos de recolección y<br />

análisis de muestras con fines hidrológicos pueden<br />

encontrarse en Bouwer (1986) y Sanders<br />

(1998).<br />

El análisis de los datos geopedológicos de<br />

los afloramientos de los manantiales muestran<br />

aspectos muy interesantes, si estos son considerados<br />

como resultados de la estructura general<br />

del sitio donde se encuentran tales manantiales.<br />

Es notable un contenido de arenas fundamental<br />

56<br />

Pablo Ramírez<br />

57<br />

Comportamiento hidrométrico de los manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción del Proyecto Hidroeléctrico El Encanto<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

en todas las muestras, aunque en la mayoría estas<br />

no sobrepasan el 50% del total de cada muestra;<br />

por otro lado, los contenidos de limo son muy<br />

inferiores a lo que podría esperarse en otros sitios.<br />

La fracción que llama más la atención es la<br />

correspondiente a la arcilla (el término arcilla se<br />

refiere a un tamaño y no a la naturaleza mineralógica),<br />

la cual en todas las muestras mantiene<br />

un contenido muy importante, que, en algunos<br />

casos, alcanza más del 40% de la muestra total.<br />

Estos resultados arrojan varios elementos<br />

importantes por considerar, en lo que respecta<br />

a las propiedades hidrológicas; sin embargo, es<br />

importante mencionar, en primera instancia, que<br />

en lo que concierne al análisis geopedológico e<br />

hidrogeológico del terreno se deben separar claramente<br />

los conceptos roca, saprolita (alterita o<br />

formación superficial) y suelo. Los términos suelo<br />

y roca son bien conocidos; en cambio, el término<br />

saprolita o alterita corresponde al estado medio<br />

de la roca hacia el suelo, por la meterorización.<br />

Los contenidos elevados de arcilla en la zona<br />

de los manantiales reflejan, a grandes rasgos, la<br />

dinámica hidrogeológica que se da en el sitio. Si<br />

se suman los factores de pendiente, uso de la tierra<br />

y texturas arcillosas, se tiene un resultado<br />

bastante importante de tomar en consideración.<br />

Las altas pendientes y el uso de la tierra de<br />

pastos y terrenos en abandono propician que una<br />

cantidad importante de la precipitación escurra<br />

sobre el terreno. Esta afirmación surge a partir<br />

de lo observado en la campaña bimensual de medición<br />

hidrométrica, ya que no se cuenta con estaciones<br />

meteorológicas cercanas.<br />

Si se considera que el terreno está degradado<br />

por un mal uso de la tierra y que esta muestra<br />

cantidades importantes de hasta 40% de arcillas,<br />

las cuales por su estructura molecular funcionan<br />

como capas sellantes (es decir que por su tamaño<br />

de poro tan pequeño y su alta saturación no<br />

permiten el flujo percolante hacia las unidades<br />

hidrogeológicas que presentan propiedades acuíferas),<br />

entonces es de esperar altas tasas de escorrentía,<br />

erosión y sedimentación, que afectan el<br />

proyecto hidroeléctrico (Aparicio, 1989). Los resultados<br />

del muestreo y su análisis son de mucha<br />

utilidad, puesto que explican en gran medida los<br />

resultados del análisis hidrométrico.<br />

Análisis hidrométrico<br />

(agosto 2008-julio 2009)<br />

Durante un año, se realizaron aforos volumétricos<br />

en los manantiales del PHEE, con el fin<br />

de entender la dinámica hidrométrica de los manantiales<br />

y su relación con las unidades hidrogeológicas.<br />

Los aforos se realizaron utilizando el método<br />

volumétrico (Sanders, 1998), considerado el<br />

método de aforo más exacto, pues consiste en hacer<br />

llegar una determinada cantidad de agua a<br />

un recipiente de volumen conocido y se llena hasta<br />

alcanzar el tope en un cierto tiempo; dividiendo<br />

el volumen entre el tiempo, se tiene el caudal<br />

en unidades congruentes. Los ensayos se ejecutaron<br />

de la manera usual, según la metodología<br />

de campo previamente establecida y las normas<br />

hidrogeológicas de ejecución de ensayos de campo<br />

(Sanders, 1998).<br />

Los resultados de los aforos bimensuales se<br />

presentan en las figura 3 y 4, en las cuales se observa<br />

un hidrograma anual de los manantiales.<br />

Se puede observar con facilidad un incremento<br />

del caudal en los primeros meses de inicio del estudio<br />

hidrométrico, es decir, agosto y setiembre,<br />

y una disminución considerable hacia la época<br />

seca. Los caudales observados del período agostonoviembre<br />

habían alcanzado, en promedio, 2,98<br />

l/s. En los meses siguientes, el promedio mensual<br />

para todos los manantiales no superó los 0,28 l/s.<br />

Cuadro 2. Caudal promedio anual de los 12 manantiales,<br />

ubicados a lo largo de la línea de conducción del PHEE.<br />

Id Este (m) Norte (m)<br />

Caudal promedio<br />

anual<br />

Elevación<br />

(msnm)<br />

(l/s)<br />

1 450904,0 2378<strong>41</strong>,0 361,52 1,37<br />

2 451428,0 237391,0 294,80 0,47<br />

3 451344,0 237765,0 380,30 0,96<br />

4 451545,0 237800,0 382,90 0,29<br />

5 451858,0 237809,0 396,72 0,46<br />

6 452132,0 237851,0 337,28 0,32<br />

7 4525<strong>41</strong>,0 237985,0 320,84 4,47<br />

8 452188,0 238735,0 438,01 0,46<br />

9 452969,0 239433,0 460,00 1,15<br />

10 453615,0 240351,0 611,38 156<br />

11 453672,0 240433,0 656,10 2,17<br />

12 453389,0 240389,0 596,64 1,47<br />

Fuente: Trabajo de campo, 2008<br />

Figura 2. Hidrograma de los manantiales del 1 al 6,<br />

ubicados a lo largo del túnel de conducción del PHEE.<br />

Figura 3. Hidrograma de los manantiales del 7 al 12,<br />

ubicados a lo largo del túnel de conducción del PHEE.<br />

A partir del hidrograma de los manantiales,<br />

se puede decir que existe una marcada disminución<br />

de los caudales, desde el año 2008 hasta la<br />

fecha, sobre lo que se pueden exponer varias hipótesis.<br />

Debido a la complejidad geológica del sitio,<br />

su fallamiento y la alteración hidrotermal, es de<br />

esperar que se den unidades hidrogeológicas de<br />

diferentes características hidráulicas. Algunas<br />

de ellas son porosidad, conductividad hidráulica,<br />

transmisividad, almacenamiento, entre otras.<br />

Los manantiales ubicados a lo largo del túnel de<br />

conducción (cuadro 2) mantienen caudales relativamente<br />

bajos, lo cual podría indicar espesores<br />

acuíferos muy pequeños, relacionados con niveles<br />

colgados y conductividades hidráulicas bajas.<br />

Esto último debido posiblemente, al intercalamiento<br />

de unidades hidrogeológicas de distintas<br />

propiedades hidráulicas.<br />

58<br />

Pablo Ramírez<br />

59<br />

Comportamiento hidrométrico de los manantiales ubicados a lo largo del túnel de conducción del Proyecto Hidroeléctrico El Encanto<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Figura 4. Hidrograma promedio anual de los manantiales<br />

del PHEE.<br />

Conclusiones y<br />

recomendaciones<br />

Si bien no hay una evidencia plena de que<br />

hubiese existido algún tipo de fuga del nivel, por<br />

la construcción del túnel, esto no debe ser descartado.<br />

La CNFL debe continuar los registros hidrométricos<br />

de estos manantiales, con el propósito<br />

de precisar los efectos y cambios de los niveles<br />

y si estos son causados por el efecto del túnel.<br />

Aun cuando se ha realizado un estudio hidrométrico,<br />

es necesario elaborar un modelo hidrogeológico<br />

conceptual, basado en un estudio<br />

geológico detallado. Tal estudio debe responder a<br />

las necesidades del proyecto. Según los insumos<br />

e información facilitados por la CNFL, la construcción<br />

del túnel no supuso un estudio geológico<br />

detallado, con cartografiado geológico pormenorizado<br />

(1: 10 000 al menos), pruebas petrográficas y<br />

análisis hidrogeoquímicos de manantiales y ríos,<br />

perforaciones exploratorias con recuperación de<br />

testigo y estudios de geopedológicos, entre otros,<br />

que facilitaran la elaboración del modelo hidrogeológico<br />

conceptual.<br />

Es importante cuantificar la carga de sedimentos<br />

al embalse del PHEE y la disminución del<br />

caudal promedio del río. Una opción sería realizar<br />

aforos diferenciales a lo largo de todo el río Aranjuez,<br />

especialmente en la época de estiaje, para<br />

cuantificar los aportes de manantiales y afluentes<br />

a su caudal. También es importante cuantificar<br />

los aportes del total de precipitación a la recarga<br />

acuífera.<br />

Referencias bibliográficas<br />

Aparicio, J. (1997). Fundamentos de Hidrología de Superficie.<br />

México: Limusa.<br />

Bear, J. (2007). Hydraulics of Groundwater. Nueva York:<br />

Dover Publications.<br />

Bouwer, H. (1986). Intake Rate: Cylinder Infiltrometer. En<br />

Klute, A. (Ed.), Methods of Soil Analysis: Part 1. Physical<br />

and Mineralogical Methods (825-844). Nueva<br />

York: Madison, American Society of Agronomy.<br />

Ghella S. P. A. (2007). Informe del Túnel de Conducción.<br />

(Informe Técnico). San José: Compañía <strong>Nacional</strong> de<br />

Fuerza y Luz S. A.<br />

Sanders, L. (1998). A Manual of Field Hydrogeology. New<br />

Jersey: Prentice Hall.<br />

Resumen<br />

Durante 2008-2010<br />

se generaron inventarios de<br />

residuos químicos en los laboratorios<br />

de la <strong>Universidad</strong><br />

<strong>Nacional</strong>. La solicitud de la<br />

generación de cada inventario<br />

se realizó formalmente a<br />

cada coordinador de laboratorio<br />

de investigación y docencia.<br />

Con la información<br />

obtenida se clasificaron los<br />

residuos en nueve clases,<br />

permitiendo esto el desarrollo<br />

de patrones de distribución<br />

y tasas de generación<br />

de los residuos. Además, se<br />

identificaron las clases de<br />

residuos de mayor y menor<br />

generación, así como procedimientos<br />

y reactivos utilizados,<br />

fuente de las diferentes<br />

clases de residuos. Se concluye<br />

que una adecuada clasificación<br />

de residuos es la base<br />

para implementar un ambiente<br />

seguro de trabajo, permitiendo<br />

minimizar costos<br />

administrativos, económicos,<br />

legales, de seguridad y técnicos,<br />

relacionados con la atención<br />

a emergencias químicas<br />

Clasificación de residuos químicos en<br />

laboratorios de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />

José Carlos Mora y David Benavides<br />

Abstract<br />

During the years 2008-<br />

2010, inventories were carried<br />

out regarding chemical<br />

wastes manipulated in the<br />

<strong>Universidad</strong> National. In<br />

order to gather such information<br />

for these inventories,<br />

laboratories’ directors filled<br />

out a form. Using the preliminary<br />

given information,<br />

wastes were classified into<br />

nine classes, allowing this<br />

the identification of distribution<br />

patterns, as well as<br />

the identification of higher<br />

and lower hazardous wastes<br />

stored and handled. Analytical<br />

procedures and chemical<br />

reagents that contribute to<br />

those hazardous classes waste<br />

detected. As a conclusion,<br />

in order to conduct an adequate<br />

and safe working environment,<br />

it is necessary to<br />

develop chemical waste databases.<br />

Waste classification is<br />

the first step to create a framework<br />

to develop and apply<br />

the right actions related with<br />

waste management aspects,<br />

Mora, J. y Benavides, D. “Clasificación de residuos químicos en<br />

laboratorios de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong>”<br />

ISSN 1409-2158. Ambientales <strong>41</strong>, Artículo 8 |Pp. 61-69|<br />

Recepción: [octubre, 2011]. Fecha aprobación: [noviembre, 2011].<br />

José C. Mora, especialista en Gestión Ambiental y en Química Industrial con énfasis<br />

en Química Ambiental, es académico y regente químico de la <strong>Universidad</strong><br />

<strong>Nacional</strong> (jmor@una.ac.cr). David Benavides, especialista en Gestión Ambiental<br />

y en Química Industrial con énfasis en Química Ambiental, es coordinador del<br />

programa UNA Campus Sostenible de la <strong>Universidad</strong> Naciona y regente químico<br />

del Instituto Tecnológico de Costa Rica (dbenavid@una.ac.cr).<br />

Introducción<br />

ara poder mantener la demanda actual<br />

de productos y servicios por parte<br />

de las sociedades, el mundo se ha<br />

visto forzado a ser más productivo.<br />

Esto trae como consecuencia un aumento en<br />

los volúmenes de residuos generados y hace<br />

necesaria una adecuada gestión de residuos<br />

cuyo objetivo primordial sea la prevención y<br />

minimización, de manera que se logre disminuir<br />

el riesgo a la salud, a la propiedad y<br />

al ambiente (Martínez, 2005; Blanco, 2004;<br />

PNUMA-OMS-SAICM, 2007).<br />

Residuos peligrosos<br />

Los residuos generados pueden ser<br />

clasificados utilizando diferentes criterios,<br />

como estado físico, origen del desecho, tipo<br />

de tratamiento al que serán sometidos y los<br />

potenciales efectos derivados del manejo<br />

de dichos residuos. Este último criterio de<br />

clasificación incluye la categoría denominada<br />

residuos peligrosos (Programas de las<br />

Naciones Unidas para el Medio Ambiente,<br />

2002).<br />

60<br />

Pablo Ramírez<br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

61<br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

y ambientales, entre otros;<br />

así como para el desarrollo<br />

y aplicación de prácticas de<br />

trabajo preventivas.<br />

Palabras claves: desechos<br />

químicos, gestión de residuos,<br />

salud y medio ambiente,<br />

equipos y materiales de<br />

seguridad.<br />

economic support, regulation<br />

requirements, safety and technical<br />

investment to look<br />

forward to protect worker<br />

health and the environment<br />

around.<br />

Key Words: chemical wastes,<br />

waste management,<br />

health care and environment,<br />

hazardous wastes<br />

identification system, environment,<br />

health, lab security<br />

equipment.<br />

Se entiende por residuos peligrosos<br />

“todos aquellos residuos que pueden causar<br />

daños a la salud o el ambiente, debido a<br />

su peligrosidad intrínseca como toxicidad,<br />

corrosividad, reactividad, inflamabilidad,<br />

explosividad, sea infeccioso o ecotóxico”<br />

(Decreto 27001, 1998). Martínez (2005)<br />

clasifica un residuo como “peligroso”, de<br />

acuerdo con los siguientes criterios:<br />

· Estar incluidos en listas específicas<br />

de residuos.<br />

· Pertenecer a un grupo de residuos<br />

generados en procesos específicos.<br />

· Presentar alguna característica de<br />

peligrosidad (tóxico, corrosivo, reactivo,<br />

inflamable, explosivo, infeccioso,<br />

ecotóxico).<br />

· Contener sustancias definidas como<br />

peligrosas.<br />

Un adecuado sistema de manejo de<br />

residuos peligrosos incluye las etapas de<br />

generación, acumulación, almacenamiento,<br />

transporte, tratamiento y disposición<br />

final (Decreto 27001, 1998). En relación<br />

con la primera etapa, un ente generador<br />

de residuos peligrosos es aquel que “genere<br />

uno o más residuos peligrosos y/o como<br />

resultado de su actividad trate residuos<br />

peligrosos”. Cada ente generador de residuos<br />

debe clasificarlos adecuadamente.<br />

Para dicha clasificación, deberá colectarlos<br />

separadamente, desde el momento que<br />

ellos se producen, e identificarlos y clasificarlos<br />

con base en criterios de compatibilidad<br />

química, principalmente (Chacón,<br />

2000; Decreto 27001, 1998; Imbroisi et al.,<br />

2006; Kuhre, 1995).<br />

Existen sistemas para identificación y clasificación<br />

de productos y residuos peligrosos, entre<br />

los que están los de 1) la Agencia de Protección al<br />

Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA, Environmental<br />

Protection Agency); 2) el Departamento<br />

de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados<br />

Unidos (OSHA, Occupational Safety & Health<br />

Administration); 3) la Comunidad Europea, y 4)<br />

las Naciones Unidas mediante el Código IMDG y<br />

el Sistema Global Armonizado (Bernabei, 1994;<br />

Grupo Coordinador <strong>Nacional</strong>, 2008; IPCS, 1998;<br />

Martínez, 2005; National Institute for Occupational<br />

Safety and Health, 2004; Programa de las<br />

Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2002).<br />

Residuos químicos en centros<br />

universitarios<br />

Las universidades, como instituciones de<br />

investigación y docencia, tienen una serie de problemas<br />

muy específicos vinculados con el manejo<br />

de sustancias peligrosas y de sus residuos, ya<br />

que cuentan con laboratorios muy diversos (Biología,<br />

Química, Veterinaria, Farmacia, Medicina,<br />

Agronomía, Física, etc.) que generan un amplio<br />

espectro de residuos: compuestos orgánicos, halogenados,<br />

sales (tóxicas, oxidantes), inorgánicos,<br />

insolubles en agua, etc. (Bernabei, 1994; Phifer y<br />

Mctigue, 1998).<br />

EPA reconoce que la regulación existente en<br />

cuanto a residuos peligrosos fue diseñada principalmente,<br />

para aplicaciones industriales y muchos<br />

aspectos son inadecuados para el quehacer<br />

universitario; por ejemplo, los sistemas de clasificación<br />

de residuos, debido a que, a diferencia de<br />

la industria, las universidades producen cantidades<br />

muy pequeñas y variables que provienen de<br />

distintas fuentes de generación y que son operadas<br />

por diferente personal (Monz y Ffiona, 2006).<br />

En el marco de la gestión de reactivos y residuos<br />

químicos, existen avances importantes en<br />

universidades, los cuales se han fundamentado<br />

en recomendaciones de los organismos e instituciones<br />

como EPA, PNUMA, NIOSH, OSHA y<br />

ACS, para desarrollar planes exitosos de residuos<br />

peligrosos (Mooney, 2004; National Academic<br />

Press, 1995; Pipitone, 1991). Las recomendaciones<br />

de algunos de los organismos anteriores han<br />

sido aplicadas, por ejemplo, en el programa de<br />

manejo de residuos de la <strong>Universidad</strong> de Barcelona,<br />

que incluye acciones como inventariar el tipo<br />

y la cantidad de residuos generados, así como el<br />

establecimiento de condiciones para recolección,<br />

caracterización, selección y clasificación de aquellos.<br />

Este programa clasifica los residuos según<br />

los siguientes grupos (Díaz, 2000):<br />

- Grupo I: disolventes halogenados. Se trata<br />

de los productos líquidos orgánicos que contienen<br />

más de un 2% de algún halógeno. Por<br />

ejemplo: cloroformo y cloruro de metileno.<br />

- Grupo II: Disolventes no halogenados. Se<br />

incluye aquí los líquidos orgánicos inflamables<br />

con menos de un 2% en halógenos. Por<br />

ejemplo: alcoholes, aldehídos, hidrocarburos<br />

alifáticos, hidrocarburos aromáticos y<br />

nitrilos.<br />

- Grupo III: disoluciones acuosas de productos<br />

orgánicos e inorgánicos. Es un grupo<br />

muy amplio y es imprescindible establecer<br />

subdivisiones. Los dos subgrupos más importantes<br />

son :<br />

- Disoluciones acuosas inorgánicas<br />

- Disoluciones básicas: hidróxido sódico,<br />

hi dróxido potásico.<br />

- Disoluciones de metales pesados: níquel,<br />

plata, cadmio, selenio, fijadores.<br />

- Disoluciones de cromo VI<br />

- Otras disoluciones acuosas inorgánicas:<br />

reveladores, sulfatos, fosfatos, cloruros.<br />

- Disoluciones acuosas orgánicas<br />

- Disoluciones colorantes<br />

- Disoluciones con fijadores orgánicos:<br />

formol, fenol, glutaraldehído.<br />

62<br />

José Carlos Mora y David Benavides<br />

63<br />

Clasificación de residuos químicos en laboratorios de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

- Mezclas agua/disolvente: eluyentes<br />

cromatográficos, metanol/agua.<br />

- Grupo IV: ácidos. Forman este grupo los ácidos<br />

inorgánicos y sus disoluciones acuosas<br />

concentradas (más del 10% en volumen).<br />

- Grupo V: aceites. Constituido por los aceites<br />

minerales derivados de las operaciones de<br />

mantenimiento y de baños calefactores.<br />

- Grupo VI: sólidos. En este grupo se incluyen<br />

los materiales en estado sólido tanto orgánico<br />

como inorgánico y el material desechable<br />

contaminado. Se establecen tres subgrupos:<br />

1. Sólidos orgánicos, como el carbón activado,<br />

el gel de sílice impregnados con<br />

disolventes orgánicos.<br />

2. Sólidos inorgánicos como las sales de<br />

los metales pesados.<br />

3. Material desechable contaminado con<br />

productos químicos.<br />

- Grupo VII: especiales. Se incluyen en este<br />

grupo los productos químicos sólidos o líquidos<br />

que, por su elevada peligrosidad, no<br />

han sido incluidos en ninguno de los seis<br />

anteriores y no se pueden mezclar entre sí.<br />

Ejemplos de estos son (Díaz, 2000):<br />

• Comburentes (peróxidos)<br />

• Compuestos pirofóricos: magnesio metálico<br />

en polvo.<br />

• Compuestos muy reactivos: ácidos fumantes,<br />

cloruros de ácidos, metales alcalinos,<br />

compuestos peroxidables, etc.<br />

• Compuestos muy tóxicos: tetraóxido de<br />

osmio, mezcla crómica, cianuros, sulfuros,<br />

etc.<br />

• Compuestos no identificados<br />

• Reactivos puros obsoletos o caducados.<br />

Metodología<br />

La clasificación de los residuos químicos peligrosos<br />

se enfocó en los generados y almacenados en<br />

laboratorios de docencia, investigación, extensión<br />

y venta de servicios de los Campus Omar Dengo y<br />

Benjamín Núñez de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong>. La<br />

población de estudio inicial fue facilitada por la<br />

Vicerrectoría Académica y la Dirección de Investigación<br />

(año 2008) y actualizada con información<br />

de unidades académicas y decanatos (año 2010).<br />

En el siguiente cuadro se hace una síntesis de la<br />

población de estudio investigada.<br />

Cuadro 1. Población de estudio.<br />

Unidad académica/centro/<br />

instituto<br />

Laboratorios 1<br />

( #)<br />

Escuela de Química 16<br />

Escuela de Medicina Veterinaria 16<br />

Escuela de Ciencias Biológicas 9<br />

Escuela de Ciencias Agrarias 9<br />

Escuela de Ciencias Ambientales 1<br />

CINAT 3<br />

IRET 2<br />

INISEFOR 2<br />

OVSICORI 1<br />

Total 58<br />

1 Se incluyen los de investigación, docencia, venta de servicios y<br />

extensión.<br />

Para la generación del inventario y posterior<br />

clasificación de los residuos químicos, se realizó<br />

una solicitud formal a los/as coordinadores/as<br />

de los laboratorios. Se les entregó un formulario<br />

para que incluyeran información relacionada con<br />

el nombre del residuo generado o la descripción de<br />

este, según su contenido de reactivos químicos o<br />

el procedimiento analítico que lo originó, así como<br />

una estimación de la cantidad mensual generada.<br />

Recolectados los formularios, se retroalimentó<br />

la información obtenida con los/as funcionarios/as<br />

de laboratorios. Seguidamente, los<br />

residuos químicos se clasificaron en nueve clases<br />

según los grupos funcionales químicos, la compatibilidad<br />

química de estos y la factibilidad de tratamiento<br />

del residuo, los criterios de expertos/as<br />

en el tema, en sistemas de clasificación química<br />

utilizados en otras universidades del mundo y en<br />

recomendaciones de cada generador/a de residuos<br />

(coordinadores/as de laboratorio).<br />

La clasificación de los residuos se integró en<br />

una base de datos; se identificaron sus fuentes de<br />

generación y se determinaron sus tazas de generación<br />

de los mismos. Las tasas se basaron en la<br />

cantidad de residuos almacenados (en cada laboratorio),<br />

en un periodo dado y en una estimación<br />

(por parte de los/as usuarios/as de los laboratorios)<br />

de la tasa mensual de generación de estos,<br />

según diferentes grupos funcionales químicos.<br />

Se pronosticaron solamente tasas de generación<br />

para los residuos líquidos, debido a que para el<br />

estado sólido los laboratorios no brindaron suficiente<br />

información acerca del tipo y de la cantidad<br />

acumulada que permitiera pronosticar tasas<br />

de generación representativas.<br />

Con el sistema de clasificación y las tasas<br />

de generación, se logró desarrollar diferentes patrones<br />

de distribución y generación de residuos,<br />

en los dos principales campus de la <strong>Universidad</strong><br />

<strong>Nacional</strong>, para el periodo comprendido entre los<br />

años 2008 y 2010.<br />

Resultados y discusión<br />

En los laboratorios incluidos en el estudio, se<br />

encontraron almacenados 1.237 L y 37 kg de residuos<br />

líquidos y sólidos, respectivamente (cuadro<br />

1). Los sólidos corresponden a reactivos químicos<br />

cuyas condiciones físicas no son las óptimas para<br />

ser utilizados en los análisis o que, según criterio<br />

del/de la entrevistado/a, no son de utilidad en los<br />

laboratorios. Otros residuos sólidos corresponden<br />

a reactivos con características fisicoquímicas desconocidas,<br />

que han sido acumulados en los laboratorios<br />

a lo largo del tiempo. Los residuos líquidos<br />

estos son principalmente los resultantes de<br />

disoluciones preparadas en los múltiples análisis<br />

realizados en los laboratorios de investigación y<br />

docencia.<br />

Cuadro 2. Cantidad de desechos químicos<br />

almacenados. 2008.<br />

Unidad académica Sólidos (kg) Líquidos (L)<br />

Química 25 914<br />

Veterinaria 1 48<br />

Biología 6 47<br />

Agrarias 1 16<br />

Ambientales 0 150<br />

CINAT 0 2<br />

INISEFOR 4 3<br />

IRET 0 37<br />

OVSICORI 0 3<br />

Total 37 1.237<br />

La mayor cantidad de residuos acumulados<br />

(figura 1) se encontró en la Escuela de Química,<br />

la cual almacena el 70% y el 72% de los residuos<br />

en estado sólido y líquido, respectivamente. En<br />

Ciencias Ambientales y Ciencias Biológicas, se<br />

64<br />

José Carlos Mora y David Benavides<br />

65<br />

Clasificación de residuos químicos en laboratorios de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

encontró el 12% (sólidos) y el 15% (líquidos) de<br />

residuos almacenados, respectivamente.<br />

Figura 1. Distribución porcentual de la cantidad de<br />

residuos químicos inventariados.<br />

que para el estado sólido el mayor porcentaje corresponde<br />

a los desconocidos (78%), que equivale<br />

a 36,26 kg. En cuanto a los líquidos, el mayor porcentaje<br />

correspondió a los residuos orgánicos con<br />

un 38% (470 litros).<br />

En relación con los residuos sólidos, la Escuela<br />

de Química acumula todas las clases, mientras<br />

que las escuelas de Ciencias Agrarias y Ciencias<br />

Biológicas almacenan principalmente ácidos<br />

y sales oxidantes. En CINAT e INSEFOR solamente<br />

se almacenan residuos orgánicos y sales<br />

tóxicas. OVSICORI solo almacena sales tóxicas e<br />

IRET no presenta residuos sólidos. Existen residuos<br />

en estado sólido, almacenados, de los cuales<br />

se desconoce su composición química; estos se<br />

ubicaron en la clase de desconocidos y existen en<br />

la mayoría de los sitios de estudio.<br />

cas se encuentran, principalmente, en los laboratorios<br />

de las escuelas de Química, Ciencias Agrarias,<br />

Ciencias Biológicas y Medicina Veterinaria.<br />

En lo que corresponde a los resultados obtenidos<br />

respecto a las tasas de generación de residuos<br />

líquidos (cuadro 3), se observa que la clase<br />

de líquidos orgánicos representan la mayor tasa<br />

de generación, seguido de las disoluciones ácidas<br />

y sales oxidantes.<br />

La estimación de la tasa de generación de<br />

los residuos líquidos según unidades académicas<br />

se muestra en el cuadro 4. La mayor tasa de generación<br />

la representa la Escuela de Química (90<br />

L/mes), tasa que es muy superior respecto a Ciencias<br />

Biológicas y Ciencias Ambientales, con tasas<br />

de 15 L/mes; el resto de sitios no superan los 10<br />

L/mes.<br />

Cuadro 5. Tasa estimada de generación mensual<br />

de residuos líquidos por unidad académica.<br />

Unidad académica L/mes<br />

Química 90<br />

Veterinaria 6<br />

Biología 15<br />

Agrarias 10<br />

Ambientales 15<br />

CINAT 3<br />

IRET 5<br />

INISEFOR 2<br />

OVSICORI 9<br />

Total 155<br />

Los residuos inventariados fueron clasificados<br />

según las clases incluidas en el siguiente<br />

cuadro.<br />

Cuadro 3. Clasificación de residuos químicos, <strong>Universidad</strong><br />

<strong>Nacional</strong>.<br />

Clase Contenido del residuo<br />

1 Ácidos<br />

2 Bases<br />

3 Orgánicos halogenados<br />

4 Orgánicos no halogenados<br />

5 Sales<br />

6 Sales tóxicas<br />

7 Sales oxidantes<br />

8 Soluciones con metales<br />

pesados<br />

9 Desconocidos<br />

La distribución porcentual de residuos según<br />

las diferentes clases establecidas (cuadro 1)<br />

se muestra en la figura 2. Esta distribución indica<br />

Figura 2. Distribución porcentual de residuos químicos<br />

inventariados en la UNA.<br />

Las clases de residuos líquidos más comunes<br />

almacenados en los diferentes laboratorios<br />

son principalmente los disolventes orgánicos, los<br />

cuales se guardan en el 100% de las unidades<br />

académicas, centros e institutos evaluados. Otros<br />

residuos almacenados en la mayoría de las áreas<br />

son los que corresponden a la clase de disoluciones<br />

con metales pesados, sales oxidantes y sales<br />

tóxicas. Residuos como disoluciones ácidas y bási-<br />

Cuadro 4. Tasa estimada de generación de desechos<br />

líquidos.<br />

Residuos<br />

Tasa de generación<br />

(L/<br />

mes)<br />

Ácidos 25<br />

Bases 13<br />

Orgánicos halogenados 7<br />

Orgánicos 47<br />

Sales 4<br />

Sales oxidantes 21<br />

Sales tóxicas 12<br />

Soluciones con metales pesados 10<br />

Desconocidos 10<br />

Total 149<br />

En el cuadro 5 se muestra la tasa de generación<br />

mensual de los residuos líquidos de acuerdo<br />

al tipo de proceso del laboratorio (docencia, investigación<br />

y venta de servicios). La mayor tasa corresponde<br />

a los laboratorios de investigación.<br />

La determinación de la tasa de generación<br />

de residuos de los laboratorios de docencia se basó<br />

solamente en los datos de los cursos de química<br />

general I y II; no obstante, la Escuela de Química<br />

imparte por año un promedio de 13 cursos de<br />

laboratorio, por lo cual se debe esperar que esta<br />

tasa sea mucho mayor.<br />

Cuadro 6. Tasa estimada de generación mensual de<br />

residuos líquidos por proceso. 2008.<br />

Proceso/actividad<br />

L/mes<br />

Investigación 57<br />

Docencia 30<br />

Investigación y venta de servicios 36<br />

Investigación, docencia, venta de 13<br />

servicios<br />

Total 149<br />

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José Carlos Mora y David Benavides<br />

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Clasificación de residuos químicos en laboratorios de la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong><br />

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Junio 2011. Número <strong>41</strong><br />

Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales<br />

Conclusiones<br />

El presente trabajo permitió inventariar<br />

y clasificar los residuos químicos almacenados<br />

en la <strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong>, durante el periodo<br />

2008-2010. La clasificación permitió identificar<br />

aquellas áreas que almacenan los mayores volúmenes<br />

de residuos químicos y el tipo de residuo<br />

segregado. Las diferentes clases, bajo las cuales<br />

se clasificaron todos los residuos, permitieron estimar<br />

diferentes tasas de generación.<br />

Durante el periodo de estudio, se inventariaron<br />

1.237 L y 37 kg de residuos químicos, de los<br />

cuales la mayor cantidad pertenecen a la Escuela<br />

de Química. De acuerdo con la clasificación realizada,<br />

se tiene que la mayor cantidad de residuos<br />

líquidos corresponde a los disolventes orgánicos<br />

(38%) y, de los residuos sólidos, a los clasificados<br />

como desconocidos (78%). Respecto a la tasa de<br />

generación, son los residuos líquidos orgánicos los<br />

que representan la mayor producción (47 L/mes).<br />

Como conclusión principal, se debe indicar<br />

que el manejo adecuado de residuos químicos y<br />

su correspondiente clasificación fisicoquímica<br />

basada en el riesgo, peligro y grupos funcionales<br />

químicos, entre otros aspectos (por ejemplo el sistema<br />

utilizado en el presente trabajo), es la base<br />

para implementar un ambiente seguro de trabajo<br />

en laboratorios de centros universitarios y en la<br />

definición e incorporación de sistemas, metodologías<br />

y procedimientos adecuados para el tratamiento<br />

y disposición final de residuos. Una adecuada<br />

clasificación de todos los residuos químicos<br />

generados y/o manipulados por investigadores/<br />

as, laboratoristas, estudiantes, etc., permite minimizar<br />

y, en el mejor de los escenarios, eliminar<br />

los costos administrativos, económicos, legales,<br />

de seguridad y técnicos relacionados con la atención<br />

a emergencias químicas, sanciones legales,<br />

demandas, incapacidades laborales, etc., que son<br />

producto, principalmente, de una inadecuada<br />

gestión de residuos químicos (Furr, 2000; Ewing,<br />

1990; DiBerardinis et al., 2001).<br />

En relación con lo anterior, la clasificación<br />

de residuos químicos en los laboratorios de la<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Nacional</strong> permite identificar y desarrollar<br />

procesos y procedimientos para la prevención<br />

del riesgo humano y ambiental, como son: 1)<br />

el desarrollo de temas de capacitación para las<br />

etapas de gestión de residuos químicos (segregación,<br />

acumulación, almacenamiento, transporte,<br />

tratamiento y disposición final), 2) la manipulación<br />

segura de residuos químicos específicos (ácidos,<br />

básicos, orgánicos halogenados, etc.), 3) la<br />

compra y mantenimiento preventivo de equipos<br />

y materiales de seguridad, 4) la aplicación de sistemas<br />

de segregación de residuos en los sitios de<br />

trabajo, 5) la inclusión de modificaciones infraestructurales<br />

en los lugares de trabajo y 6) el uso de<br />

equipo de protección personal, entre otros.<br />

Todo lo anterior con el único objetivo de<br />

proteger la salud de los/as trabajadores/as, estudiantes<br />

y visitantes, la propiedad estructural de<br />

la institución y el ambiente circundante<br />

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20-3.<br />

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José Carlos Mora y David Benavides<br />

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