Harry Potter desde una mirada cristiana - Organización Católica ...
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<strong>Harry</strong> <strong>Potter</strong> <strong>desde</strong> <strong>una</strong> <strong>mirada</strong> <strong>cristiana</strong><br />
<strong>Harry</strong> <strong>Potter</strong> y el prisionero de Azkaban<br />
Alfonso Cuarón, (Reino Unido, 2004, 141 min.)<br />
En esta película <strong>Harry</strong> <strong>Potter</strong> y sus amigos ya son adolescentes. Alfonso Cuarón, quien fue invitado<br />
como director en esta tercera entrega, supo muy bien acompañar y dirigir a los también adolescentes<br />
Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson en esta historia que tiene un tono más oscuro que sus<br />
predecesoras. El director mexicano se tomó alg<strong>una</strong>s libertades con respecto al libro y prestó mayor<br />
atención a la maduración psicológica y sexual del trío protagonista.<br />
<strong>Harry</strong> <strong>Potter</strong> como todo adolescente<br />
experimenta cambios físicos, en su manera de<br />
actuar y de ver el mundo. En las primeras<br />
secuencias vemos a un <strong>Harry</strong> que se rebela con<br />
sus tíos, se llena de ira, no respeta alg<strong>una</strong>s<br />
normas y reglas: sabe que como estudiante de<br />
Howgarts no puede hacer uso de la magia fuera<br />
del colegio, y sin embargo, convierte a su tía<br />
Marge en <strong>una</strong> auténtica mujer-globo cuando<br />
ésta habla muy mal de sus padres. En su<br />
búsqueda de identidad <strong>Harry</strong> cae en la cuenta<br />
de que los monstruos con los que hay que<br />
pelear están también dentro de él: tiene<br />
pensamientos –algo muy interno- que lo<br />
atormenta, inquieta, le quita la paz. Muy<br />
ilustrativos en este sentido son los dementores<br />
(seres putrefactos, cubiertos por <strong>una</strong> capa, que<br />
absorben la esperanza, la alegría y el calor de<br />
sus víctimas), a los que <strong>Harry</strong> tendrá que<br />
hacerles frente, y los nuevos personajes con sus<br />
dualidades y contradicciones: Remus Lupin (David Thewlis), un hombre-lobo; Sirius Black (Gary<br />
Oldman), animagus, hombre-perro; Peter Pettigrew (Timothy Spall), hombre-rata. Con dosis de humor y<br />
suspenso, Cuarón nos va presentando a estos animagos (magos o brujas que tienen la capacidad de<br />
transformarse en alg<strong>una</strong> especie animal) y dosificando de tal manera la información que no sabemos con<br />
claridad si Sirius Black (el prisionero de Azkaban) es culpable o inocente, si quiere ayudar a <strong>Harry</strong> o<br />
matarlo, si es amigo (nos enteramos que lo fue de James <strong>Potter</strong>) o enemigo (este prófugo, le guste o no<br />
<strong>Harry</strong>, es su padrino). De esta contradicción humana tan bien ejemplificada o visualizada en la película<br />
nos da razón San Pablo en sus cartas: “tengo <strong>una</strong> espina clavada en mi carne, un ángel de Satanás que<br />
me hiere... Tres veces pedí al Señor que me librara, pero él me respondió: ‘Te basta mi gracia, porque<br />
mi poder triunfa en la debilidad’… me complazco en mis debilidades, en los oprobios, en las<br />
privaciones, en las persecuciones y en las angustias soportadas por amor de Cristo; porque cuando soy<br />
débil, entonces soy fuerte” (2Co 12,1-10) o en Rm 7,20: “no hago el bien que quiero, sino el mal que<br />
detesto”. Hay que también resaltar aquí valores como la verdad y la justicia. Recordemos que finalmente<br />
ser reconoce la inocencia de Sirius Black y éste es salvado de ser ejecutado, igual que al hipogrifo.<br />
<strong>Harry</strong> <strong>Potter</strong> y el prisionero de Azkaban es <strong>una</strong> película que aborda temas como la contradicción<br />
humana, los miedos ancestrales, los deseos más profundos. Dejemos que esa pantalla donde hemos visto<br />
esta historia tan bien contada (la crítica especializada la considera de las mejores de la saga) se convierta<br />
en un espejo donde nos podamos ver reflejados y reflexionar sobre la propia vida. Podemos comentar en<br />
grupo o en familia: ¿A qué le tengo miedo ¿Qué cosas me provocan ira o rencor ¿De qué me siento<br />
prisionero ¿Con qué personaje me identifico más ¿Por qué