SE CERRÓ LA PARADA - Diario 16

DOMINGO 28 DE OCTUBRE DE 2012 diario16
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q POLÍTICA
Sobre extrañas coincidencias y milagros
augusto
ortiz de zevallos
Hace un mes reflexionábamos aquí sobre
cuál es el escenario urbano y social
en el que ha ocurrido ese delincuencial
y vergonzoso vandalismo (lo dijo bien el
presidente Humala), con una salvaje y premeditada
batalla campal, saqueos y agresiones demenciales,
cuya oportunidad, por coincidencias que algunos
dirán que son fortuitas, fue al día siguiente de una
(ocho veces) fracasada huelga de transporte abusivo
y arrabalero y el mismo día en que los revocadores
celebraban, con algún champagne azucarado y todas
las fotos posibles en los periódicos y noticieros de
sus amigos, haber acumulado (fuera de plazo y con
la oportuna ayuda de muertos que firman) esas firmas
que buscaban para poder revocar a la alcaldesa.
Y, según propia confesión grabada, así ganar ellos
notoriedad, dinero e influencias, para regresarnos a
la “normalidad”, como ironizó con tristeza el poeta
Martín Adán, cuando el golpe militar de
Odría acabó con una breve y despistada
democracia de tres breves años, cuando
Bustamante, y se nos regresó a la coimocracia
de siempre, en la que mandan los
vivos.
En todo esto hay oportunas coincidencias,
que casi son milagros. Como
el que se acumularon solas –para unos
maleantes mercenarios– las piedras, los
palos y los emolumentos para cada asaltante
(de cien soles, dijo honestamente
el alcalde de La Victoria, pese a que su
color político es el mismo amarillo de
los revocadores).
Y es que en nuestra normalidad todo
es posible. Porque si en las narices del
JNE hay muertos que firman y los plazos
reglamentarios no cuentan para nuestras
instituciones tutelares cuando los
elegidos por los ciudadanos no son los
que deben ser, por qué no creer en estos
nuevos milagros. De palos, piedras
y molotovs, en vez de panes y peces, y que además
son tan oportunos como lo eran esas vírgenes de
yeso que lloraban cuando Fujimori y Montesinos
compartían poder y corbatas, y había incómodas
crisis que disimular y estaba la prensa chicha para
organizar los titulares y el cojudeo. ¿Regresaremos
a esa normalidad
Eso es lo que busca esta conjunción, milagrera
y coincidente, de revocadores, mafiosos e interesados
en regresar a cuando el negocio era bueno. Sin
duda, el lugar escogido está pintado para conjuras
espectaculares.
Decíamos hace poco, aquí mismo, sobre La Parada:
“(...) está allí hace casi un siglo porque era La Parada
de los camiones que aprovisionaban Lima desde la
sierra, camino del Mercado Central. De allí su nombre
y su dinámica, que generó las primeras invasiones de
los cerros urbanos inmediatos, San Cosme y El Pino (...)
Fue al lado de La Parada donde se instaló un mundo
de viviendas precarias entremezcladas con almacenes,
talleres y escondites. Por ahí se inventó Tacora,
generadora a su vez de La Cachina. Para calibrar ese
fenómeno interesa saber que hay una tesis de doctorado
en ciencias sociales que demuestra cómo ese
mundo se volvió una universidad de los asaltos, con
posgrados dados por experimentados delincuentes
jubilados”.
Y decíamos también:
“Por tanto, es obvio, salvo para la DBA, que mudar
un tal y enorme emporio caótico no se hace por
milagro y de un día para el otro, salvo que creamos
que hay mala leche.
Que sí hay. Con nata”.
Y agregábamos:
“Sorprende (o ya no sorprende pero sí fatiga) que
nuestra prensa, radio y TV de la DBA, siempre tan
bien orquestadas, después de haber callado ocho años
sobre el tema de cuándo se muda La Parada a Santa
Anita en la gestión municipal anterior, en la que no
pasó nada salvo que Santa Anita fue invadida sin
que el municipio la defendiese, ande pidiendo ahora,
escandalizada por la falta de autoridad, y quiera
mudar todo rápido con palos y tanquetas”.
El milagro es que ahora no había que hacer eso
que era indispensable hace semanas. Y que no estaba
tan mal que el abastecimiento de Lima sea ese
caos delincuencial, sin control sanitario ni tributario
alguno, que ningún alcalde había afrontado. Salvo
SUSANA VILLARÁN HA DADO LA CARA,
COMO SIEMPRE. Y DEBE CONVOCAR,
COMO ALCALDESA, PARA HACER
CIUDAD Y CIUDADANÍA, A TODOS,
HAYAN VOTADO O NO POR ELLA.
QUE OTROS SE ENCIERREN EN SUS
PARROQUIAS (O SUS CATEDRALES). HAY
QUE SEGUIR TRABAJANDO Y HAY QUE
CONSTRUIR FUTURO.
Andrade, quien sacó de la berma de la avenida Aviación
construcciones enteras y cientos de miles de
ratas. Y a quien, también por coincidencia, hostilizaba
y apedreaba semanalmente esa encorbatada
dupla que algunos extrañan y quieren indultar, y
cuyos portavoces andan azuzando estos disturbios.
Cargamontones casuales. Coincidencias.
Ahora los dueños de esa mala leche con nata
quieren sacar manteca política de esta batalla y
echar culpas a quienes buscan y afrontan ordenar
el caos. Prefieren defender a quienes viven de él. En
el transporte, en los abastecimientos. A esos que
encargan que ataquen y saqueen. Pues, según ha
atestiguado honestamente el propio alcalde de La
Victoria, esta batalla ha sido encargada y pagada.
A cien soles por cabeza.
Y –otra sorpresa– esos mismos que pedían desalojos
y medidas de fuerza ahora se escandalizan.
Que por qué usaron bloques de concreto,
que quién les manda a usar caballos, que
para qué se incurre en “provocaciones”
(porque ahora cumplir una ordenanza
es una provocación). Y también resulta
que ahora los comerciantes de ese comercio,
que era insalubre y que había
que desalojar, ya son respetabilísimos y
pobrecitos, y su derecho a intoxicarnos
está siendo violado, así que qué mala y
anticonstitucional es la alcaldesa con ellos.
En medio de este triste menjunje, algunas
reflexiones adicionales. Felicitar
a Lourdes Flores por denunciar lo de la
revocatoria como un contrasentido (ojalá
la leyeran los que antes la seguían), y al
presidente por su categórica defensa de
que en Lima y el Perú exijamos ciudadanía
de primera clase. Y no estos desmadres
que algunos festejan.
Y sorprenderse de que otros actores
clave del escenario político, ante estos
escenarios importantes, prefieran esconderse
en lo melifluo. Sí pero no, no pero sí, saquemos
manteca.
Susana Villarán ha dado la cara, como siempre.
Y debe convocar, como alcaldesa, para hacer ciudad
y ciudadanía, a todos, hayan votado o no por
ella. Que otros se encierren en sus parroquias (o
sus catedrales). Hay que seguir trabajando y hay
que construir futuro.
Y todavía puede el JNE limpiar su nombre y cumplir
su misión como Poder del Estado y no como ventanilla
para trucos. Y corregir este error de acuerdo a
ley, y no ser el causante de este absurdo de zarzuela
bufa, en que el futuro de la capital del Perú, que fue
decidido por los electores, caen en manos de treinta
y nueve accesitarios que nadie conoce y por los que
nadie votó, para hacerle el juego a quienes, falseando
firmas y galletas, ya dijeron que nada les importa.
Y a quienes les pagan.
NO. Merecemos más.
Y somos más. Los que queremos ciudad y no
trampas.
Así que vamos a ganar.