Discurso pronunciado por el Rector, Dr. Misael Camus Ibacache ...

DISCURSO SR. RECTOR EN CELEBRACIÓN 50
ANIVERSARIO UCN
Miércoles 31 de mayo de 2006
1
Misael Camus I.
Rector UCN
I. Breve historia institucional. El nacimiento y
vinculación con la Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso, Compañía de Jesús, Pioneros Locales.
La celebración de los 50 años de desarrollo de la Universidad
Católica del Norte, se constituye en el momento oportuno para
dejar testimonio de cuanto se ha realizado, por tantos hombres
y mujeres que han vivido el sueño de fundar y desarrollar una
obra universitaria.
Es momento oportuno, porque permite mirar con sabiduría la
historia, y reconocer en ella, aquello que es perdurable y que
debe conservarse con esmero; pero al mismo tiempo es la
oportunidad de ver más allá.
Desde esta mirada se descubren hitos que han jugado un rol
clave en ese desarrollo, y por lo mismo están llamados a
constituirse en los ejes de la historia institucional.

En la hora de la fundación, y como en toda hora fundacional,
se observa el ardor, el entusiasmo, se individualizan los
sueños, las aventuras. Los espíritus siempre adolescentes se
perciben con claridad.
2
En este contexto La Compañía de Jesús, los Pioneros, la Pontificia
Universidad Católica de Valparaíso, son los articuladores de este
sueño grande y audaz.
¿Falta alguien verdad Si, doña Berta González de Astorga.
Es necesario establecer con claridad su legado, pues constituye un
testimonio cristiano y eclesial de aquellas generaciones incubadas
en el siglo diecinueve que proyectaron sus vidas, con
generosidad y desprendimiento, en obras de iglesia.
Gerardo Claps Gallo, el primer Rector (1956-1960) formado en la
tradición universitaria centenaria, puso en marcha la Institución
con la creación de las primeras disciplinas en el ámbito de la
educación.

De esta época se tienen noticias de las Escuelas de Verano, de
la Academia de Bellas Artes, del Himno de la Universidad;
también de este período se cuenta la incorporación de la
Hermana Elsa Abud Yánez, Andrés Sabella Gálvez y el
Padre Gustavo Le Paige, entre tantas otras y otros.
3
A la hora de la fundación llegó el tiempo de la legitimidad,
donde predomina la argumentación jurídica y el debate público.
A este período corresponde el Rector Gustavo Arteaga (1963-
1966), quien obtuvo la ley que dio autonomía académica y
administrativa a la institución, era el año 1964. Desde esta
fecha, la Universidad se incorpora al Consejo de Rectores de
las Universidades Chilenas.
Las instituciones universitarias en tiempo de crisis social son
las que reciben el mayor impacto. A ellas convergen los múltiples
problemas intentando encontrar luz y nuevos enfoques e incluso,
se les exige plantear soluciones.
Chile no estuvo ajeno a la crisis generacional de la década de los
sesenta, la cual se profundiza en los inicios de los setenta.

El Rector Carlos Aldunate Lyons (1966-1969) conducía la
universidad. Con lucidez orienta el crecimiento de la institución,
para ello, profundiza y concretiza la extensión de la universidad
en toda la macro zona norte, consolida la sede de Arica, y se
funda en 1968 el Centro Universitario en Coquimbo, hoy
Campus Guayacán.
4
La institución alcanza solidez en el Primer Claustro Pleno,
donde por primera vez esta comunidad universitaria hace suya,
explícitamente, las características esenciales de su ser: afirma
su orientación cristiana y regional.
Por otro lado, se consolida el desarrollo de la ingeniería, de este
tiempo se tienen noticias de la carrera de Ingeniería Civil
Química, la que se suma a las de Pesquería y de
Construcción. La vocación científica tecnológica y marítima se
esclarece. El dominio del entorno geográfico y antropológico está
ya incubado: el Hombre, el Desierto y el Mar.
La crisis de 1973 golpea fuertemente la institución. Desde ese año
hasta 1990 se nombran rectores delegados. Es una época de
dolor.

Empero, en ella no se pierde la orientación básica de su ser.
Sigue siendo una obra católica, en cuya defensa tuvo un rol
protagónico don Carlos Oviedo Cavada, Arzobispo de
Antofagasta, quien fue designado Gran Canciller por la Santa Sede
en 1976.
5
Con una mirada retrospectiva y con un espíritu reposado y
maduro, se observa un continuo desarrollo de una institución
católica y del norte.
En esta época alcanzan un desarrollo decidido las ingenierías y,
visionariamente se introduce la computación y la
informática entre estas disciplinas. Además, en este tiempo se
funda la carrera de Arquitectura.
Desde 1990 hasta el presente, es una época que debe definirse
de refundación, iniciada con el rector Juan Music Tomicic.
A esta refundación de la institución, ahora como Universidad
Católica del Norte, se suman los nuevos tiempos que vive el
país y la cultura occidental, que se caracteriza por la innovación
tecnológica, la planificación estratégica, el incremento del
conocimiento y la internacionalización del quehacer
humano, en velocidades nunca antes observadas e inéditas.

La Universidad Católica del Norte asume los nuevos desafíos y
tendencias. La respuesta oportuna es la que permite observar
hoy, en el cincuentenario, una institución:
6
- con capital humano avanzado de alta complejidad,
- con una cultura de la planificación incorporada como
competencia organizacional distintiva,
- con una sólida administración y gestión,
- con recursos humanos de alta gestión que permiten
participar con éxito en los concursos de desarrollo
universitario tanto nacionales como internacionales,
- con soportes tecnológicos de vanguardia,
- y con una renovada infraestructura y equipamiento.
Estos son los atributos que nos han permitido: ser
reconocidos en el proceso de certificación institucional con 5
años de acreditación, formando parte así del selecto grupo
de las 8 universidades con mayor cantidad de años de
acreditación y, por otro lado, estar posicionados en el séptimo
lugar, según los indicadores académicos y docentes definidos
recientemente por el Ministerio de Educación.

Este complejo desarrollo institucional llevó a la Universidad
Católica del Norte a incubar una mirada de largo plazo que la
torna en una institución visionaria y audaz, en muchas
materias del quehacer universitario.
7
Este estado de situación institucional crea las condiciones para
proponernos un proyecto grande y audaz para los próximos
años.
En otras palabras, están creadas todas las condiciones para que la
Universidad se constituya en el Referente Universitario del
norte del país, y situarse entre las mejores cinco
universidades del sistema nacional, en el próximo lustro o
década.
II. Transformaciones en el sistema de Educación
Superior: cambio de paradigma en la forma de
gestionar la academia.
Ahora bien, el propósito que he declarado será realizable en la
medida que cada miembro de la comunidad asuma el rol
que se requiere para estar entre los mejores; pero, se
necesita mucho más, en particular, comprender las nuevas
tendencias las que se deben conocer y asumir con
mentalidad creativa, innovadora y con emprendimiento.

Oteemos la situación. No hay duda que Chile participa dinámica
y vigorosamente en la inserción internacional. Para ello, ha sido
necesario implementar y desarrollar proyectos de envergadura:
diversificar la economía, modernizar el rol del Estado, abrirse al
mundo. Desde esta múltiple revolución surgen los grandes
desafíos para la educación superior, a los cuales no escapa la
Universidad Católica del Norte. Desde nuestra mirada, estos son:
8
a. El escenario internacional.
En el año anterior señalé la necesidad de articular en la formación
profesional un aprendizaje profundo para convivir en lo global.
Esto significa dos focos a desarrollar, por una parte, tener la
capacidad institucional de ofrecer currículos que aseguren
estándares universales en las competencias profesionales
que actualmente exige el sistema productivo; y, por otra, la
comunidad académica debe tener la capacidad de integrarse
a redes de investigación a fin de articularse en
encadenamientos científicos.

Este desafío es mayúsculo, es mucho más que poseer
laboratorios con certificaciones, es necesario tener la capacidad
de articularse con los grandes temas investigativos, los cuales
giran alrededor de la seguridad humana, estos son, los
alimentarios, de sustentabilidad, los ambientales, los sanitarios, los
educativos, entre los más importantes.
9
b. La Universidad de frente a una nueva relación con lo
público y lo privado.
La institución universitaria, en todo el planeta, enfrenta el mismo
desafío: discernir y proponer su visión de hacerse responsable de
un bien social, pero no desde un estado docente sino desde
una sociedad docente.
La dimensión social de la educación hoy está siendo revisada
desde diversos frentes:
culturales.
económicos, sociales, productivos,

En fin, el prestigio social de la universidad está, si bien no en una
crisis conceptual, sí en una revisión profunda de los roles que está
asumiendo el sector privado, el Estado y ellas mismas en el
quehacer de la sociedad. Este es un desafío extremadamente
delicado, pues éstas deben entrar en un aprendizaje
organizacional nuevo para relacionarse en este escenario.
10
c. Calidad y Responsabilidad Social.
He aquí dos exigencias relativamente nuevas. Digo relativamente
nuevas, pues las Instituciones de Educación Superior, siempre han
tenido un altísimo cuidado con la calidad de sus procesos
académicos.
El prestigio sobre lo que hacen es un asunto que ha transitado
desde sus mismos orígenes. El problema se sitúa en otra
dimensión.
Lo nuevo en este tema radica en la exposición pública de
aquello que se realiza con recursos privados o públicos. Esta
exposición pública del quehacer universitario implica:
acreditación permanente de la calidad de sus servicios y la
transparencia del uso de los recursos. Este es el tema
inédito.

De esta manera el Estado, el sector privado y la sociedad toda
evalúan la gestión en base a resultados muy concretos:
eficiencia y eficacia en la gestión, pertinencia y
consistencia de sus productos.
11
Observado así este escenario, el cambio es radical. La
responsabilidad social constituye un asunto que no está referido a
cuestiones de solidaridad, es mucho más, es un contenido de
política pública, pues abarca toda la institución y la sociedad en la
cual está inserta. Por ello que, aseguramiento de la calidad y
responsabilidad social es un binomio inseparable.
III. El Plan de Desarrollo Corporativo 2004-2008
instrumento para “ver más allá”: líderes.
Pues bien, la Universidad Católica del Norte, como institución de
vanguardia que ha desarrollado la competencia de ver más allá,
en todos los planes corporativos se ha adelantado a los
acontecimientos.
El Plan 1998-2003 describió un conjunto de problemas
estructurales que tenía la educación superior chilena y desde ese
diagnóstico puso en marcha un conjunto de acciones que le
permitieron hacer frente con éxito a los nuevos escenarios.

12
Del mismo modo el Plan 2004-2008 diagnosticó la necesidad
de la inserción internacional, profundizar la vinculación con el
entorno y acelerar los procesos de aseguramiento de la calidad de
todos sus funciones e instalar un nuevo eje temático: la
responsabilidad social.
a. Para lograr insertar la Universidad Católica del Norte en
coordenadas internacionales se ha tenido que activar un
conjunto de iniciativas que creen vínculos y que generen
redes efectivas con el mundo global.
Desde esta perspectiva se han instalado dos líneas de
trabajo: por una parte, se está promoviendo una política
institucional de vinculación internacional; y, por otra, se ha
puesto en marcha el programa de movilidad internacional
estudiantil – PIE.
Con estas dos políticas se han fortalecido y creado nuevos
contactos con centros universitarios de interés para la
Universidad, un ejemplo de ello, son los vínculos con la Ruhr
Universitaet de Bochum – Alemania.

Se ha recuperado el rol protagónico en el Consejo de
Rectores por la Integración de la Subregión Centro Oeste de
Sudamérica – CRISCOS; hasta abrir nuevos vínculos con
centros internacionales más lejanos como Australia y Bélgica.
13
Esta dimensión debiera madurar en los próximos años hasta
observarse redes reales tanto en movilidad académica como
estudiantil.
Si se lograse participar en redes internacionales permanentes en
economía, minería, tecnologías de la infocomunicación,
antropología-arqueología y ciencias del mar, aceleraría la
complejidad científica de la universidad y la meta de
constituirnos en el referente universitario del norte de
Chile, sería una realidad más tempranamente.
b. El futuro de las relaciones Universidad – Estado – Sector
Privado - al que se hacía mención anteriormente, invita a la
Universidad a crear nuevas formas de relacionarse, a fin
de generar en la práctica nuevos términos de referencia.

Es en esta dirección que están orientados los proyectos
como el Centro de Aprendizaje de las Matemáticas, a fin de
hacernos cargo de un tema social delicado y difícil como son los
temas educativos; la creación del Parque Científico y
Tecnológico, desde el cual se establecerá una nueva forma de
vincularnos con el sector productivo; y promoviendo la
extensión del Centro de Formación Técnica y Capacitación a la
Segunda Región - CEDUC-UCN, en el próximo año.
14
c. El desafío del aseguramiento de la calidad y la responsabilidad
social significa abordar en forma permanente o continua,
las siguientes áreas de gestión y administración universitaria:
1.-Instalar la cultura de la calidad institucional:
debemos sostener y aspirar a más en la certificación de la
gestión institucional. Conservar los cinco años de acreditación
debe ser una tarea de todos los días en nuestro trabajo.
Junto a ello, debemos acelerar los procesos de
acreditación de los programas de pre y postgrado. La Ley
sobre aseguramiento de la calidad está en su trámite final en el
Congreso. Es una tarea que debe asumirse con decisión y sin
discusión.

15
2.-Consolidar el Proyecto Educativo: debemos
profundizar y asumir el proyecto educativo como un eje
vital; de realizarlo se constituirá en uno de los términos
de referencia que distinguiría a la institución en el medio
nacional e internacional. Es difícil poseer un proyecto educativo
universitario articulando competencias genéricas con
capacidades específicas en la formación de profesionales;
innovador en las metodologías de enseñanza-aprendizaje,
y con transversalidad valórica.
3.-Planificación de la complejidad institucional. Para
lograr situarnos entre las cinco instituciones del país - atención
a esta reflexión - significa proyectar nuestro desarrollo,
tomar decisiones estratégicas sobre algunas áreas y,
acompañar materialmente esa maduración. Es por ello que, en
los próximos meses, se debiera debatir – unidad por unidad –
un plan de desarrollo de la complejidad de esa disciplina.
Esta situación exigirá madurez, decisión y compromiso con
las políticas que se determinen. Sean cuales sean las
decisiones, ellas involucrarán políticas sobre el capital
humano avanzado, participación y capacidad de éxito en los
concursos públicos o privados y, evaluar la capacidad
institucional de acompañar esas decisiones. Una decisión
institucional que propongo hoy, es comprometernos que, en

los próximos cinco años no exista unidad en frágiles
condiciones y sin un proyecto de desarrollo importante
para la institución y la sociedad. Deseo ser enfático y enérgico
con este lineamiento: las ciencias de la educación y la
teología en la Universidad deben encontrar su
centralidad de misión. Para este Rector ambos son temas
relevantes. Desde ya acudo a vuestra colaboración y
comprensión. En todo el norte del país no se posee un centro
relevante ni en educación ni en teología. El desafío es hermoso:
debemos hacerlo todo.
16
Sólo a modo de excursus, en materia de teología podríamos
ser pioneros en Chile y en América Latina al instalar una
unidad académica que asuma los desafíos epocales desde una
perspectiva teológica pastoral, esto es, contribuir con una
reflexión teológica sobre este proceso globalizador que, por una
parte, se nos presenta tan ambiguo y agresivo, pero al mismo
tiempo tan abierto como oportunidad de comunión más
universal; y aportar con una reflexión e investigación sobre
ética en torno a temas ambientales, sociales y culturales.

17
4.-Construir un Proyecto de Responsabilidad Social
distintivo de la Universidad Católica del Norte. Es de
conocimiento institucional que la Universidad ha declarado en
su visión la responsabilidad social. Ante esta declaración pública
debemos ser capaces de elaborar nuestros propios
conceptos sobre este contenido. Es por ello que, en los
próximos meses, propondremos a la comunidad el proyecto
de responsabilidad social de la Universidad,
inspirándonos en la Doctrina Social de la Iglesia, este
proyecto se constituirá en otro atributo distintivo de ella.
Además, puedo asegurarles que será un aporte relevante, en
esta materia, tanto al mundo universitario laico como al eclesial.
IV. Innovaciones en la gestión y administración
universitaria.
Para lograr este proyecto grande y audaz, de situarnos entre las
instituciones con mayor complejidad en un tiempo relativamente
corto, requiere de esmero, dedicación y corresponsabilidad
de todos sus miembros. Bien, estos son principios o buenas
prácticas de trabajar.
Estas buenas prácticas, se deben focalizar sin descuidar las
demás, en tres áreas o herramientas principales, a saber:

18
a. Reforma de la Estructura Orgánica de la Universidad
Católica del Norte.
Culminar el trabajo iniciado en relación a la reforma de la
Estructura Orgánica de la Universidad, pues se requiere de una
estructura flexible, dinámica y ágil para acompañar las
acciones en marcha.
b. Profundización de la profesionalización de la gestión
universitaria.
En el área de la academia, debemos mantener la velocidad
alcanzada en el perfeccionamiento de los académicos,
considerando cada vez con mayor claridad que esta gestión
debe orientarse decididamente a centros acreditados y con
compromisos de tiempo completo; será el camino para que
dentro de los próximos cuatro años la Universidad muestre un
50% de doctores en su planta y con más de 80% de
posgraduados; junto a estas políticas, la comunidad debe hacer
frente a la renovación del personal, de manera madura y con
sentido de responsabilidad ética para consigo mismo y la
institución.
En el área del personal de apoyo a la academia debemos
desarrollar nuevas competencias en el personal, pues la
maduración y desarrollo de la institución implicará la introducción,

cada vez más frecuente, de procesos automatizados y soportes
tecnológicos muy complejos. La especialización y el
perfeccionamiento continuo del personal se constituirán en un
hábito organizacional.
19
Por su parte, los atributos que deberán desarrollar los directivos
superiores serán cada vez más de articuladores y líderes en
la consecución de resultados sean ellos docentes, de investigación
y de vinculación con el entorno.
c. Fortalecimiento de la gestión Institucional.
Esta es la tercera herramienta que se debe desarrollar: el
Análisis Institucional.
Esta estructura de gestión es de alta complejidad, pues
debemos ser capaces de articular datos, elaborar
información y generar conocimiento político institucional,
para la toma de decisiones.

Esta es y será la metodología que permitirá definir políticas de
mediano y largo plazo; responder a las exigencias de las
políticas de Estado que se manifestarán en la rendición de cuenta
pública; y acompañar la vinculación con el entorno.
20
¿Podríamos imaginar funcionando un Parque Científico
Tecnológico con una gestión y administración lenta y con
poca orientación al servicio. O ¿debemos esperar el año
2010 para elaborar un nuevo informe de auto evaluación a
fin de acreditarnos
V. Fidelidad al espíritu fundacional
- Como nunca antes en su historia institucional la
Universidad se encuentra en una coyuntura de
oportunidad de crecimiento, de maduración y de
proyecciones insospechadas. Es posible pensar y trabajar
por un proyecto grande y audaz. La tierra está propicia, es la
hora de trabajar con espíritu misionero, es decir, con
ardor, creatividad y confianza en el Señor de la Vida.
- Que la imagen de doña Berta González de Astorga y la de
don Carlos, Cardenal Oviedo, dos cristianos que supieron
ver más allá, sean nuestros referentes permanentes.

- La Sra. Berta en tiempos donde no había nada, se sedujo
con la sola idea de colaborar en la creación de una
Universidad para la Iglesia en el Norte; y don Carlos, en
otro tiempo, con ascética perseverancia - desde 1976 -
cuando fue instituido Gran Canciller de la Universidad - hasta
1990 - cuando logra la institucionalidad de Universidad
Católica para nuestra institución. Deben ser nuestros
referentes de la gratuidad, de la perseverancia y del
sentido eclesial.
21
Finalmente, deseo que sean estos valores – gratuidad –
perseverancia y amor a la iglesia, los que germinen en nuestros
corazones y así podamos crear una Comunidad con afectos
profundos.
Que María Madre de la Iglesia y Madre nuestra nos ayude en este
proyecto grande y audaz.
Gracias