El renacimiento religioso en Cuba - cubaencuentro.com
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<strong>El</strong> <strong>r<strong>en</strong>acimi<strong>en</strong>to</strong> <strong>religioso</strong> <strong>en</strong> <strong>Cuba</strong> <br />
<strong>com</strong>o fuere, los cubanos, siempre dispuestos a contemplar una bu<strong>en</strong>a pelea de<br />
gallos finos, esperan expectantes el <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro <strong>en</strong>tre el aché (carisma) del pontífice<br />
de Roma y el del «Siete Rayos» del patio, por más que ambos ya hayan<br />
visto pasar sus mejores tiempos. Itá yoruba: «La sangre no llegará al río».<br />
los cultos afrocubanos<br />
La Santería o Regla de Ocha es el principal culto afrocubano y fue introducida<br />
<strong>en</strong> <strong>Cuba</strong> por esclavos yorubas prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de Nigeria. Por su nivel de desarrollo<br />
teológico puede ser equiparada con la mitología grecorromana, con la<br />
salvedad de que el politeísmo yoruba incluye la exist<strong>en</strong>cia de un Dios-Padre<br />
preexist<strong>en</strong>te, <strong>en</strong>g<strong>en</strong>drador de los primeros orishas y, por intermedio de ellos,<br />
creador del cielo y de la tierra. Pero este Olodumare (Olofi) —que no es<br />
omnisci<strong>en</strong>te ni omnipres<strong>en</strong>te— es un dios «jubilado» que ha dejado a cargo de<br />
los orishas la at<strong>en</strong>ción de los asuntos terrestres y, por tanto, no es objeto de<br />
culto. La relación <strong>en</strong>tre orishas y hombres es similar a la que se observa <strong>en</strong> la<br />
Ilíada y la Odisea: los orishas se inmiscuy<strong>en</strong> constantem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los asuntos<br />
humanos, tomando partido a favor de los suyos (hijos) <strong>en</strong> los conflictos y percances<br />
de la vida cotidiana, o bi<strong>en</strong> castigándolos cuando incurr<strong>en</strong> <strong>en</strong> faltas. A su<br />
vez, no es raro que aborishas (crey<strong>en</strong>tes) e ibalochas y babalaos (sacerdotes) castigu<strong>en</strong><br />
a sus dioses —por ejemplo, def<strong>en</strong>estrándolos, poniéndolos «a dieta» o<br />
virándolos boca abajo— cuando, pese a todas las rogaciones y ebós, éstos no les<br />
cumpl<strong>en</strong> alguno de sus más caros deseos. Junto a los mitos teo-cosmo y antropogónicos,<br />
los patakies (ley<strong>en</strong>das divinas) narran las av<strong>en</strong>turas y desv<strong>en</strong>turas de los<br />
orishas, tan veleidosos y vulnerables <strong>com</strong>o cualquier ser humano. Roban (incluso<br />
al mismo Olodumare, el Dios-Padre), pecan y hasta <strong>com</strong>et<strong>en</strong> incesto.<br />
Grosso modo, el clero yoruba se <strong>com</strong>pone de iyabós (neófitos), ibalochas<br />
(sacerdotes consagrados) y babalaos (máxima jerarquía clerical). Estos dos últimos<br />
<strong>com</strong>part<strong>en</strong> los distintos cargos y funciones organizativo-administrativas<br />
(sacristanía) inher<strong>en</strong>tes a los distintos oficios del culto. La Regla de Ocha<br />
carece de una estructura jerárquica c<strong>en</strong>tralizada. Cada ilé o «casa de santo»<br />
(templo), siempre la propia casa del santero, es indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de los demás y<br />
<strong>en</strong> principio hay tantos <strong>com</strong>o santeros que ejerc<strong>en</strong> el sacerdocio. Aunque<br />
existe una <strong>com</strong>unidad religiosa mayor que el ilé, <strong>com</strong>puesta por todos los iniciados<br />
(«ahijados») de un santero viejo. Algo así <strong>com</strong>o una jerarquía de la<br />
edad, remedo de la antigua estructura tribal africana. Las mujeres juegan un<br />
papel muy importante <strong>en</strong> la Regla de Ocha, pero les está vedado alcanzar el<br />
grado máximo de babalao.<br />
Una persona puede «hacerse santo», o sea, ord<strong>en</strong>arse <strong>com</strong>o sacerdote<br />
yoruba, por razones de <strong>en</strong>fermedad y, a suger<strong>en</strong>cia del itá (predicción iniciática),<br />
no ejercer el sacerdocio. Ibalochas y babalaos det<strong>en</strong>tan también funciones<br />
de curanderos; antiguam<strong>en</strong>te eran de hecho los médicos de la tribu. En<br />
parte sigu<strong>en</strong> ejerci<strong>en</strong>do esta función, ya sea por medio de la medicina natural<br />
(hierbas, cocimi<strong>en</strong>tos) o de recursos mágico-adivinatorios (oráculos, «despojos»,<br />
ebós, etc.). Pero por lo g<strong>en</strong>eral se limitan a <strong>com</strong>plem<strong>en</strong>tar psicoterapéuticam<strong>en</strong>te<br />
la labor de los médicos profesionales. En <strong>Cuba</strong> era y sigue si<strong>en</strong>do<br />
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<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro