Cuanto imagino, cuando leo.3

convertirlo en un listado de aleluyas y dedicar una
hoja a cada par de versos hasta confeccionar un
librito con el poema completo debidamente ilustrado.
“El lagarto está llorando” de Lorca es muy apropiado
para ello.
-Recrear algunos poemas. Utilizando los dos primeros
versos, el que más se repite o un verso sugerente
de algunos poemas, podemos estimular la creación
de otros nuevos siguiendo esas fórmulas. Nos
convertiremos así en aprendices de poetas de la
mano de estos tres “maestros”.
-Varios de los poemas del libro, especialmente algunos
de Federico G. Lorca y de Rafael Alberti han
sido musicados. Los escuchamos y aprendemos a
cantarlos. La música y la poesía van casi siempre
cogidas de la mano.
-Exposición de libros de estos tres autores en la
clase o en la biblioteca escolar, para mirar y leer.
Podemos pedir ayuda a la biblioteca pública, traer
ejemplares de casa y utilizar el fondo la biblioteca
escolar.
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