garcia-canclini-n-1995-consumidores-y-ciudadanos
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¿NEGOCIACIÓN DE LA IDENTIDAD EN LAS CLASES POPULARES? 179<br />
representaciones fragmentarias y a menudo contradictorias del<br />
Estado eran articuladas desde las estructuras de cacicazgo y de<br />
clientelismo, de solidaridad jerarquizada y asimétrica, propias de la<br />
cultura política del grupo popular.<br />
En ese juego de relaciones no es fácil discernir qué es lo popular.<br />
Si lo tomamos como la cultura tradicional propia y local parece ser<br />
algo que sirve sólo para la vida familiar privada o para las fiestas.<br />
En tanto, la cultura moderna y hegemónica es aprendida por los<br />
pobladores para desempeñarse en el mundo público. Pero esa<br />
cultura no es sólo ni principalmente la de la modernidad ilustrada,<br />
que suele expresarse en reglas objetivas y democráticas de representatividad<br />
política, sino también una compleja aglomeración de<br />
relaciones modernas y tradicionales de poder. Así se da un paradójico<br />
dilema: los promotores con intenciones democratizadoras descubrieron<br />
que era necesario pactar con caciques internos del barrio<br />
para adquirir poder de convocatoria e insertarse en las estructuras<br />
socioculturales locales.<br />
Estas dificultades de la "buena voluntad cultural" de los promotores<br />
para construirse un espacio entre el paternalismo del Estado<br />
y la mezcla de resistencia y autoritarismo de los grupos subalternos,<br />
revela que lo popular no puede definirse con la nitidez pretendida<br />
por los análisis socioeconómicos de clase. Los componentes culturales<br />
híbridos presentes en las interacciones de clases obligan a<br />
reconocer, junto al conflicto, la importancia de la negociación. Y la<br />
negociación no aparece como un procedimiento exterior a la constitución<br />
de los actores, a lo cual se recurriría ocasionalmente por<br />
conveniencias políticas. Es una modalidad de existencia, algo intrínseco<br />
a los grupos participantes en el juego social. La negociación<br />
está instalada en la subjetividad colectiva, en la cultura política y<br />
cotidiana más inconsciente. Su carácter híbrido, que proviene en<br />
América Latina de la historia de mestizajes y sincretismos, se<br />
acentúa en las sociedades contemporáneas por las complejas interacciones<br />
entre lo tradicional y lo moderno, lo popular y lo culto, lo<br />
subalterno y lo hegemónico.