Alpe d'Huez Nº1

E l o t r o f u t u r o d e l c i c l i s m o e s p a ñ o l
Arkaitz
El monopolio del fútbol en el mundo del deporte parece más que establecido y el maltrato al resto
de deportes por parte de los mass media deportivos ya está institucionalizado. Solo importa el
fútbol. No hay más que ver una sección de “deportes” de cualquier canal de televisión para darse
cuenta de este fenómeno.
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El ciclismo no es ajeno a este monopolio y en gran medida es uno de los deportes más afectados.
En los últimos años, si se hace balance, son más y de mayor importancia las noticias negativas que
han copado las portadas, que las positivas o meramente deportivas. Pero, ¿es la masificación y monopolio
del fútbol el único factor que está afectando al ciclismo? Esos factores adicionales existen
y, por desgracia para este deporte, afectan con mayor crudeza que la sobre-abultada mediatización
del fútbol.
El manifiesto de ese factor que ha golpeado con crudeza al ciclismo es sin duda el dopaje. Y es
que el doping es un fenómeno que durante más de una década no ha parado de golpear a este
deporte. El pasado reciente del ciclismo no se puede entender sin el dopaje, lo cual acarrea graves
consecuencias no solo deportivas, también mediáticas.
Como es lógico, algo pierde credibilidad
cuando es falso, y si ese efecto se repite en
el tiempo de forma constante queda deslegitimado
y estigmatizado, esto es lo que le
ha pasado al ciclismo en este país, y tantos
otros. Claro ejemplo de esta estigmatización
es Alemania, donde prácticamente el ciclismo
desapareció y dejó de ser retransmitido.
Un deporte que pierde la credibilidad
del público no atrae a patrocinadores y, por
lo tanto, va desinflándose poco a poco. En
España, los efectos de la pérdida de patrocinadores
han sido una constante desde los
primeros grandes escándalos de dopaje, escándalos
que fueron complementados en su
peor momento por la grave crisis económica
que aun a día de hoy atravesamos. Se ha pasado
de 4 equipos punteros y otros tantos
profesionales continentales, a uno de cada.
Claro ejemplo de esta perdida de patrocinadores
es Euskaltel-Euskadi, emblema del ciclismo vasco y la “marea naranja”, desaparecido
“Trío de ases”. Foto de Esteban Lamas
por la inexistencia de patrocinadores. Las carreras del calendario español tampoco se han librado
del embate de la perdida de patrocinadores, carreras que tenían cierto prestigio han desaparecido
o se han visto reducidas al mínimo, y las más tradicionales también han pasado por dificultades e
inestabilidad de cara a un futuro cada vez más incierto. Incluso el mundial del pasado año en Ponferrada
estuvo en el aire hasta el último momento por problemas económicos.
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