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EXTRANJERIZACIÓN Y RESTRICCIÓN EXTERNA<br />
Otra de las críticas sagaces que los investigadores<br />
realizan al proceso de reconfiguración empresaria de<br />
los años kirchneristas, es el asentamiento de lo que<br />
llaman los “ganadores” de las posconvertibilidad.<br />
Marginales durante los años previos, un grupo de<br />
capitales creció mucho durante la etapa en cuestión,<br />
vinculado a dos sectores de actividad: construcción<br />
y energía. A su vez, señalan en la investigación, “el rol<br />
del Estado y las relaciones fluidas con el sistema<br />
político han tenido un papel central en el ascenso de<br />
este ‘nuevo poder económico.’” (Gaggero, Schorr, y<br />
Wainer; 2014: 121-122).<br />
Este aporte es uno de los centrales para un debate<br />
de largo aliento. Señalar suspicazmente las relaciones<br />
fluidas con el sistema político puede dar lugar a<br />
confusión, ya que todo proceso de desarrollo se<br />
sustenta en una planificación y selección, realizada<br />
desde el Estado. Y, lo peor de todo, es que los<br />
procesos de desindustrialización (como el vivido<br />
durante la etapa neoliberal en la Argentina,<br />
1976-2002) también se sostienen en vínculos fluidos<br />
con sectores determinados.<br />
En este sentido, pensamos que desde inicios/mediados<br />
del primer gobierno de Cristina Fernández de<br />
Kirchner se ha abierto una disputa con los sectores<br />
hegemónicos de antaño y que, lógica y previsiblemente,<br />
no estaban dispuestos a entregar su posición<br />
de privilegio sin resistencia. Son una fracción del<br />
capital que no se desvela por encabezar un proceso<br />
de desarrollo nacional sino que quiere seguir conduciendo,<br />
desde las sombras, los destinos de la patria<br />
con una visión mezquina y cortoplacista. Estaban<br />
(mal) acostumbrados al “exceso de diálogo”: levantar<br />
el teléfono y dar indicaciones a diputados, ministros<br />
o hasta presidentes. ¡Daban conferencias desde la<br />
Casa Rosada! En este punto es donde inevitablemente<br />
se agudizan las contradicciones y queda<br />
abierta la posibilidad de una profundización no sólo<br />
política de la disputa, sino que también presenciamos<br />
la potencialidad de cambios estructurales.<br />
A MODO DE CONCLUSIÓN<br />
Hoy, el sendero del desarrollo encuentra dos obstáculos<br />
que, si bien no son nuevos, contrastan por la decisión<br />
de enfrentarlos: en primer lugar, la (histórica a<br />
esta altura) ausencia de una burguesía nacional con<br />
vocación de cumplir su función. Veinticinco años de<br />
neoliberalismo rentista, con posiciones políticas privilegiadas<br />
para el gran empresariado local, han dinamitado<br />
toda capacidad de iniciativa tendiente al desarrollo<br />
por parte de la fracción del capital que debería<br />
llevarla adelante. Por el contrario, y como se deduce<br />
de varios aspectos desarrollados en el libro, sólo pareciera<br />
interesarles el mantenimiento de su posición de<br />
privilegio, no solo económica sino más bien política.<br />
En segundo lugar, la crisis internacional que está afectando<br />
el funcionamiento de la economía local, se<br />
tornó más cruda, en el momento en que las políticas<br />
diseñadas para estabilizar y mejorar los indicadores<br />
sociales habían dado frutos, y podía iniciarse el sendero<br />
de la transformación estructural del aparato<br />
productivo. A su vez, coincide también con la decisión<br />
política del kirchnerismo de dar una de las batallas<br />
de fondo: desmembrar el bloque de poder que<br />
condujo los destinos de la patria desde la dictadura<br />
hasta el interinato de Duhalde. Recomponer un nuevo<br />
bloque de poder, asentado en distintos intereses, es<br />
condición necesaria para profundizar un modelo de<br />
desarrollo nacional con “la gente adentro”, es decir,<br />
con inclusión social.<br />
Si bien hay grandes tareas pendientes también las hay<br />
conclusas. El último capítulo del libro está dedicado a la<br />
importante recuperación del Estado nacional como<br />
propietario de empresas. Si bien no se llegó a desandar<br />
todo el camino de las privatizaciones, sí se lo hizo en<br />
varios casos puntuales. De hecho, al inicio de la convertibilidad<br />
había 8 empresas del Estado que participaban<br />
en la cúpula. Cuando asume Néstor Kirchner, sólo una.<br />
Hoy recuperamos la cantidad de empresas estatales<br />
dentro de las 200 de mayor facturación, aunque no<br />
sean las mismas que hace poco más de 20 años.<br />
Lo mismo podemos decir de otro gran hito como el de<br />
haber recuperado el sistema previsional solidario y en<br />
manos del Estado. Este literal agujero fiscal, con sus<br />
entramados de negociados y corruptela, era incompatible<br />
con un país que buscara un destino de dignidad<br />
económica y social.<br />
Restricción eterna es una muy buena radiografía del<br />
poder económico durante el kirchnerismo. Sin embargo,<br />
es tan erróneo (en término políticos) pretender que<br />
la radiología es la única herramienta necesaria para el<br />
cirujano, como operar sin diagnóstico. La disputa<br />
sigue abierta, y si bien podríamos haber avanzado<br />
más, no es poco lo que se ha logrado.<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
Azpiazu Daniel, Basualdo Eduardo, y Khavisse<br />
Miguel: El nuevo poder económico en la Argentina<br />
de los ´80. Buenos Aires. Siglo XXI. 1986.<br />
Jorge, Eduardo: Industria Y Concentración Económica.<br />
Desde principio de siglo hasta el peronismo.<br />
Buenos Aires. Siglo XXI. 1971.<br />
Schorr, Martín, Wainer Andrés, y Gaggero Alejandro:<br />
Restricción eterna. El poder económico durante el<br />
kirchnerismo. Buenos Aires. Futuro Anterior. 2014.<br />
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