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Intereses y problemáticas de los adolescentes actuales
Muchas veces tenemos preconceptos en lo que requiere a los adolescentes
estos pre conceptos se reconocen con el nombre de zonceras, esas zonceras
se generan en cualquier orden de la vida, pero en este artículo nos
referiremos a aquellas que atañen a los adolescentes. Muchos adultos
consideran que los adolescentes no tienen intereses, que sus preocupaciones
pasan por tener actualizados sus perfiles en las redes sociales, por tener
cada vez más seguidores en twitter o Facebook. Que sus intereses no van
más allá de la vida virtual.
Sin embargo hemos conocido a dos adolescentes que si bien tienen perfiles de
Twitter, Facebook e Instagram, también tienen intereses que son reales, a
los cuales les dedican igual tiempo que a la escuela, a compartir con amigos y
la vida familiar.
Les propongo conocer un poco más de estos adolescentes, sus intereses,
problemáticas, desencuentros, inquietudes, miedos y sueños. Les
mostraremos un viaje realizado por web recorriendo sitios se su interés.
En este artículo se intentara abordar las problemáticas planteadas por estos
adolescentes dándole un marco teórico, ya que lo relacionaremos con autores
que han escrito sobre ello.
Turismo aventura por la WEB
Nuestros adolescentes han elegido sitios que reflejan sus intereses, por
cierto muy diferentes, veremos que nos proponen conocer y que podrán
compartir y descubrir entre ellos.
Primer parada

Visita al sitio que corresponde a la convención de anime más grande del
mundo, se realiza en Japón dos veces al año y llega a juntar a 500.000
personas., en donde las cauterizaciones de los personajes son realmente
sorprendentes y creativas. También compartieron música y algunos links para
ver películas japonesas. En esta parada, en la que Carolina era la experta,
compartió con su compañero de ruta información, música, fotos y videos.
La segunda parada de nuestro viaje fue en Londres, torneo de
maestros, los mejores 8 jugadores del mundo diputando un torneo. En este
sitio Iván era el experto, quien con mucho entusiasmo dio una clase sobre las
características de cada uno de los jugadores, su compañera escuchaba con
atención, quedo claro que acercar diferencias entre adolescentes nos siempre
es inviable.

En la tercera parada nuevamente otra convención muy popular, esta se realiza
en Francia con características similares a la anterior en un contexto
diferente.
En esta última parada tuvo lugar el sitio del ídolo del adolescente varón,
encontraron información, fotos y anécdotas. Sorprendente se reconocieron
en una foto en donde este ídolo se encontraba en Japón con sus fans.
Finalizando el recorrido y haciendo algunas lecturas podemos inferir que
nuestros adolescentes no difieren de otros estos jóvenes, atraviesan los
mismos conflictos y aunque transiten por diferentes caminos, la búsqueda es
la misma, la de su propia identidad.
Desde la perspectiva de Silvia Bleichmar, es en la adolescencia donde se
despliegan los modos de definición que llevan a la asunción de la identidad
sexual y a la recomposición de las formas de la identificación, las cuales
pretenden despegarse de aquellas propuestas relacionadas con los adultos
significativos de la primera infancia, como también a la reformulación de
ideales.
La información de la sexualidad deja de ser exclusivo de las familias, y pasa a
pertenecerle a los medios, la familia pasó a ocupar el lugar de mediador de
esa información, los modelos identificatorios de la sexualidad no pertenecen
al entorno inmediato, sino que son virtuales.
Con respecto al segundo aspecto, corresponde a la deconstrucción de
significaciones y a la recomposición de valores que la adolescencia impone,

vale decir a las propuestas aceptadas o rechazadas en la infancia, por
provenir de un adulto significativo, estos sucesos se presentaran con mayor
complejidad en esta etapa.
La crisis identitaria de la sociedad en su conjunto afecta directamente a los
adolescentes, el cambio de la mediatez por la inmediatez, la
autoconservación, la insatisfacción y a la vez las ganas de no perderlo. Todo
ello ligado al poder económico y al éxito y no tanto al desarrollo intelectual.
El aceleramiento de la pubertad a la adolescencia, y de esta a la juventud no
hace otra cosa que provocar angustia. El temor de lo que no se alcanzó en el
presente, no pueda ser alcanzado en el futuro.
Aun en el conjunto de la sociedad se observan los tres pilares de la
identificación; que constituyen las representaciones, los fines compartidos y
los afectos ligadores, una sociedad que se define por la producción de bienes
simbólicos, sigue emergiendo en los intersticios, y es allí en donde surgen las
posibilidades identificatorias de los adolescentes.
Otra problemática que se manifiesta cada vez con más frecuencia es la
violencia dentro y fuera del ámbito escolar.
Conversamos con la autora del libro “Violencia social, violencia escolar”, Silvia
Bleichmar, quien nos ayudará a comprender algunas de estas situaciones que
se generan entre y con los adolescentes.
La aparición de nuevas formas de violencia, son atribuidas a procesos muy
severos de desubjetivación en el país, y de procesos muy profundos de
impunidad y resentimiento acumulados. La violencia, todo tipo de violencia,
ocasiona traumatismos. Al analizar los fenómenos sociales en una perspectiva
histórica, Bleichmar señala que la violencia que es ejercida desde el Estado,
ha dejado un sedimento que sigue actuando y se articula con la construcción
de subjetividades.
Nuestro autora afirma que la violencia no es producto de la pobreza sino que
"es producto de dos cosas: por un lado, del resentimiento por las promesas
incumplidas, y por el otro, la falta de perspectiva de futuro.

La producción de subjetividades influye en el modo en el cual las sociedades
determinan las formas con las cuales se constituyen sujetos capaces de
integrarse a sistemas que les otorgan un lugar. La producción de subjetividad
va a producir un sujeto histórico, socialmente potable.
Cabe decir, como producir subjetividad en un país desgastado por la
corrupción y la impunidad, que ha provocado diferentes formas de violencia
arrasando no solo con la cultura del trabajo, sino también de la ética.
La cuestión central para Bleichmar radica en la construcción de legalidades. Y
que la función central de la escuela no es la transmisión de conocimientos,
sino la producción de subjetividad, especialmente cuando los medios, en su
mayoría, están en manos de las corporaciones. "Tiene que ayudar a producir
subjetividades que no solamente sirvan para la aplicación del conocimiento,
sino para la creación de conocimientos y de conocimientos con sentido, no
solamente con el único sentido de ganarse la vida, sino con sentido".
La construcción de subjetividades se hace sobre la base de proyectos
futuros y éstos se fincan sobre una realidad que hay que crear.
Las nuevas formas de subjetividad y las nuevas formas de enlace al
semejante traen aparejadas nuevas formas de comportamiento. De la
agresividad se ha pasado a conductas agresivas hacia maestros y compañeros,
llegando a la agresión física y hasta la muerte, o la comisión de delitos. Estas
conductas no están guiadas sólo por la miseria material sino por el
resentimiento y el odio que han generado las frustraciones y las promesas
incumplidas. En cuanto a las nuevas formas de enlace con el otro, amoroso o
de odio.
La autora reitera la idea, de que la escuela es un lugar de inclusión y resubjetivación,
es decir, de formación del sujeto, de socialización, donde el
otro es "alguien" no "algo" útil para mis fines.
Sin duda muchos conceptos para pensar en la violencia y en cómo trabajar
desde la escuela para minimizar estas situaciones.