LA MADRE COVADONGA: BIOGRAFÍA 7
La <strong>Madre</strong> <strong>Covadonga</strong>: Biografía. II. BIOGRAFÍA • LOS INICIOS Y LA REVELACIÓN MISIONERA La historia <strong>de</strong> María Estrella Valcárcel Muñiz, más conocida como la <strong>Madre</strong> <strong>Covadonga</strong>, se inicia el 27 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1922, en el pequeño pueblo <strong>de</strong> Campomanes (actualmente con menos <strong>de</strong> 800 habitantes), perteneciente a la villa <strong>de</strong> Pola <strong>de</strong> Lena, Asturias, en el seno <strong>de</strong> una familia numerosa. Sobre los años <strong>de</strong> su niñez, la <strong>Madre</strong> <strong>Covadonga</strong> tiene recuerdos cargados <strong>de</strong> agu<strong>de</strong>za y alegría: “Después <strong>de</strong> la Guerra, hubo mucha hambre en España, pero mucha. Me acuerdo que estábamos los diez hijos sentados, comiendo, porque mi padre estaba en la mina, sólo estaba mi madre. Y venía un pobre, y nuestra madre nos <strong>de</strong>cía: Hijos, un plato, y todos le dábamos una cucharada para que el pobre comiera con nosotros. Y tenía que comer en la mesa, a nuestro lado. Y le hacíamos un plato vasto, porque éramos muchos”. La familia <strong>de</strong> la <strong>Madre</strong> <strong>Covadonga</strong> se <strong>de</strong>dicaba al pequeño comercio agrícola y a brindar hospedaje a sacerdotes Dominicos, por lo que seis hermanos comparten su fe religiosa. Por el amor y la compasión <strong>de</strong> dicho entorno, no fue una sorpresa cuando, a los 17 años, en una misa en mayo, ella sintió claramente su vocación. Así cogió <strong>de</strong>l brazo a su madre y le dijo: “<strong>Madre</strong>, yo quiero ir lejos”. Y su madre, que comprendió enseguida, le dijo: “Hija, prepárate para sufrir”. Su ingreso en las religiosas <strong>de</strong> la Congregación <strong>de</strong> Misioneras Dominicas <strong>de</strong>l Rosario se produjo en 1940, siendo <strong>de</strong>stacada a Perú en 1949. Las condiciones <strong>de</strong> la elección <strong>de</strong> este <strong>de</strong>stino son muy curiosas, y el relato <strong>de</strong> la <strong>Madre</strong> <strong>Covadonga</strong> es memorable: “Una tar<strong>de</strong> hubo una <strong>de</strong>spedida <strong>de</strong> misioneros que se iban por el mundo entero. Entonces el sacerdote dijo: Los que van a Ecuador, los que van a Chile, los que van a la India… los que van a Perú. Yo sentí una sacudida y saltó mi corazón: ésa es mi tierra. En aquel tiempo, no se podía <strong>de</strong>cir a la Superiora quiero subir la escalera, porque te mandaba a bajar. Era al revés: si yo digo que quiero ir a Perú, ¿me mandarán a dón<strong>de</strong>? Y estuve cinco años en silencio, en mi corazón: Señor, mándame a Perú, mándame a Perú, hasta calladita, para que nadie me escuchara. Ya en 1949 la <strong>Madre</strong> General nos llamó a seis y me dio una tarjeta, que luego perdí, y me dijo: Hermana <strong>Covadonga</strong>, <strong>de</strong>stinada a Perú. Cogí la tarjeta y salté hasta el techo. ¿Cómo?, dijo ella, Todas llorando y tú tan contenta… Sí, cinco años, cinco años pidiendo que me man<strong>de</strong>n a Perú. Yo feliz y contenta. Todo fue impulso: Perú, Perú, Perú”. • UN DESTINO AYACUCHANO Sus primeros años en tierras peruanas los pasó como profesora <strong>de</strong> Educación Primaria y Secundaria en distintas regiones <strong>de</strong> la costa, la sierra y la selva como Cañete, Puerto Maldonado, Cajamarca y Piura, hasta su <strong>de</strong>stino final en la región andina <strong>de</strong> Ayacucho, en 1971, don<strong>de</strong> tres años más tar<strong>de</strong> se <strong>de</strong>clararía peruana, gracias a la adopción <strong>de</strong> una doble nacionalidad. Allí, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Casa <strong>de</strong> las Misioneras Dominicas 8