El combate de San Lorenzo - Soldados Digital

HISTORIETA
26 AGOSTO DE 2011 1816 • A 195 AÑOS DE LA DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA • 2011
EL COMBATE DE
SAN LORENZO
La sorpresa realista es total.
¡Condenados criollos!
¡Formen en martillo!
Autor: Armando S. Fernández
Dibujos: Miguel Castro Rodríguez
Diseño: Rocío Virginia Fernández
¡A la carga,
granaderos!
Amanecer del 3 de febrero de 1813. Las fuerzas realistas del capitán Zabala, que depredaban
la costa del Paraná, desembarcan listas al pillaje en la zona del convento de San Lorenzo.
De pronto, dos alas de Granaderos a Caballo, al mando del coronel José de San Martín y
del capitán Justo Bermúdez, aparecen sorpresivamente en escena.
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Restalla la fusilería enemiga. Pero,
¿cómo detener a ese vendaval de
cascos y sables, de alaridos inacabables
en las gargantas, que se
precipita sobre ellos…?
¡A degüello!
2
¡Aggg!
La tremenda embestida despedaza
a los realistas. Los granaderos
sablean a destajo, abriendo claros
espantosos en las filas adversarias.
Allí está la furiosa arremetida de
Díaz Vélez que lo lleva a despeñarse
del barranco.
¡Malditos
criollos!
Chocan los dos jefes en el furor del combate.
¡Fallaste,
"maturrango"!
¡Ahhhh!
¡Ah, malhaya! ¡Le dieron
al caballo del coronel!
… y la bravura de Hipólito
Bouchard, arrebatando el
estandarte al enemigo.
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HISTORIETA
San Martín lucha por zafar
su pierna derecha…
Muero contento… hemos
batido al enemigo… ¡Viva
la Patria!
Dieciséis valientes ofrendaron su
vida en aquella épica acción bélica, la
única librada por San Martín en
nuestro suelo…
¡Aquí está Cabral,
mi "cherubichá"!
(Jefe)
¡Ahhh!
¡Aggg!
El combate ha terminado. Al borde de las barrancas
de San Lorenzo, el relincho de un "manchado" sacude
la mañana. Y ese sonido es todo un símbolo. El
espíritu de aquel sargento inmortal cabalgará por
siempre junto a sus camaradas, los gloriosos granaderos
de don José Francisco de San Martín.
FIN
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CAMPO DE MAYO
El avance educativo del jardín maternal
SOLDADOS visitó el Jardín Maternal del Barrio Militar “Sargento Cabral” ubicado en Campo de Mayo, donde concurren los hijos de
militares y civiles. Ya pasaron dos años de su inauguración en el marco del Plan Nacional de Jardines Maternales y Paternidad
Responsable del Ministerio de Defensa. El vínculo afectivo y las actividades en conjunto son las claves para la comunidad educativa
“E
EL PERSONAL
docente del
jardín maternal
s fundamental que las familias confíen
en nosotras” dice su Directora
Sandra Benedetti. El clima es tranquilo
y ameno, tanto por sus instalaciones
-una casa ubicada en medio del
barrio militar- como por sus maestras. La
franja etárea oscila entre los pocos meses de
vida y los dos años. Comenzar es difícil tanto
para los niños como para los padres, es por
eso que se trabaja en la comunicación entre
el niño, las maestras y los padres. “Les preguntamos
a los padres y madres cómo es un
día en la casa, cuáles son sus gustos y cómo
los tratan”, afirmó la Directora.
El Jardín depende de la Dirección de Políticas
de Género del Ministerio de Defensa y el Ministerio
de Educación de la Provincia de Buenos
Aires. El personal civil del Ejército se encarga de
las tareas logísticas y maestranza, a través del
Departamento de Bienestar, del cual es jefe el
Coronel Enrique Galanetto. Los padres y
madres confían en el jardín no sólo para poder
asistir a sus trabajos sino también para mejorar
los modos de aprendizaje de sus hijos.
“Noto un montón de rutinas que hace en
casa y me sorprendo (…) Por ejemplo le
enseña a la hermana a guardar los juguetes”,
manifestó con entusiasmo Cristina Iacopino,
madre de uno de los niños, personal civil que
vive en el Barrio militar. Uno de los hábitos
más importantes y emotivos para los padres y
madres es el tema del habla. “Aprendió a
hablar en el jardín y todavía no cumplió dos
años. Habla un montón, me sorprende”.
Desarrollar hábitos con naturalidad y compartir
los juegos con otros chicos es lo primordial.
La alegría de los adultos demuestra
la capacidad de las docentes, a las que Iacopino
denomina “las chicas”: “Cuando veo
que mi hija se aferra a las piernas a la maestra
y llora, quiere decir que le gusta venir”.
La nena del Sargento José Alejandro Montenegro
tiene 2 años y es única hija: “Queríamos
que compartiera los juegos con otros chicos”. El
temprano desarrollo de rutinas básicas y sus
hábitos sociales resultan un avance educativo
para sus hijos. “Nos canta y enseña juegos que
aprende en el Jardín”, detalló. “La escuela le va
a ser más fácil. Ya sabe lo que es tener docentes
y compañeros”, agregó el Sargento.
La relación de los padres y madres con las
maestras es óptima. El Sargento Eduardo David
Abraham contó que éste es el primer año de su
hijo allí. Cuando los niños ingresan, tienen un
tiempo de adaptación; comienzan con pocas
horas hasta llegar a las seis horas estipuladas.
“Al principio nos costó también a nosotros.
Desde nuestras casas, pensábamos cómo estará”.
El trabajo para los adultos es fundamental y
en particular, para las mujeres que desarrollan
su actividad laboral y profesional :“Es muy
importante para las mujeres de la Fuerza. Tengo
compañeras que están contentas” agregó.
La Directora Benedetti manifestó que las
mujeres militares están muy agradecidas con el
Jardín: “Es muy importante tener un lugar de
confianza para dejar a los hijos y luego poder
ir a trabajar o hacer lo que a cada una le guste”.
El trabajo es arduo porque se enfatiza en la
relación familiar y en las actividades colectivas:
“No es una guardería, sino una institución
pedagógica”. Respecto de los docentes, destaca
su nivel de responsabilidad: “Los nenes
aprenden todos los días; no hay nada que la
maestra no haga que el nene no aprenda”. Y
aseguró: “El buen vínculo afectivo y la confianza
de las familias es nuestro logro”
PM