Mercurio 0.2 0.4 3.4Plata 0.2 0.5 2.8Fuentes: Global 2000, informe técnico cuadro 12.7.Nota:(a) En bauxita base seca promedio 21% Al recuperable.(b) En minerales y concentrados promedio 50% Fe recuperable.(c) En minerales y concentrados promedio 26% Fe recuperable.(d) En minerales y concentrados promedio 40% 100. Mn.(e) No incluye nódulos de manganeso de los fondos marinos.(f) En roca fosfórica y concentrados 13% P.(g) En «fluospar», roca fosfórica y concentrados promedio 44% fluorita.(h) No incluye recursos no identificados de azufre, en enormes cantidades de azufre en anhidritas y calizas, enpetróleo y aproximadamente 600 000 millones de azufre contenido en carbones, esquistos, etcétera.(i) En minerales y concentrados promedio 32% cromo.(j) Incluye 690 millones de nódulos de fondos marinos.Las proyecciones de agotamiento de minerales, sobre todo cuando son de largo plazo, tienenque manejarse con mucho cuidado. Si bien es cierto que también se pueden produciralteraciones de los cálculos en el lapso de pocos años. En efecto, los cambios en lasmagnitudes conocidas de reservas varían en el plazo de pocos años. Por ejemplo, si se tomansolo tres importantes recursos mineros; cobre, hierro y aluminio, resulta que, según elUnited States Bureau of Mines, \l "97" entre 1974 y 1976 sus reservas aumentaron enporcentajes realmente importantes: 12% para el cobre, 2.8% para el hierro y 41% para labauxita.Esto lleva a examinar el argumento de Brobst, l "98" en el sentido de que el esquema deMcKelvy tiene que ser ampliado por la consideración de la posibilidad de descubrir recursoscuya existencia hoy no se concibe y de incorporar el proceso económico a aquellos recursosque se podrían calificar como no económicos y que caen fuera de los subeconómicos(submarginales y paramarglnales). Se tendrá así un cuadro como el siguiente:El argumento esgrimido por Brobst sostiene que lo que consideramos como recurso, son loselementos cuyas características y capacidad de satisfacer necesidades conocemos. Pero en lacorteza terrestre existen muchos elementos cuya utilidad se desconoce aún y para los cuales,lógicamente, no existe demanda económica alguna y, probablemente, ni siquiera unatecnología adecuada para su extracción y su procesamiento. Estos elementos se incluyen en elesquema de McKelvey. Sin embargo, es válido suponer que en cuanto se descubran susposibilidades de uso y se desarrollen las tecnologías adecuadas, serán considerados comorecursos. El mismo Brobst señala que, hasta la fecha, materiales que contienen 80 de los 90elementos naturales identificados en la corteza terrestre han sido incorporados al procesoeconómico, y menciona además el caso de la esfalerita, un sulfuro de zinc descubierto en lacuenca del Illinois, compuesto mineral que no sólo no había sido descubierto, sino queademás ni siquiera se concebía su existencia.Por otro lado, el límite inferior del esquema de McKelvey señala un límite técnico-económicopotencial definido por las características de la tecnología disponible y una relación de costos.Pero Brobst señala que esto no significa necesariamente que no existan minerales quepuedan, desde un punto de vista geológico y mineralógico, ser explotados; en otras palabras,
ese límite inferior sólo indica el grado de concentración, o ley mínima de valor económicopotencial de un material demandado por el sistema socioeconómico. Pero desde un punto devista estrictamente mineralógico, las posibilidades de recuperar metal de minerales se extiendehasta el punto en que es posible la formación separada de partículas de ciertos elementos, quepodrían ser explotadas con fines económicos si existieran en cierta abundancia.Más abajo del grado de concentración que permite la formación de partículas separadas, loselementos se encuentran dispersos en la estructura de las rocas o de otros elementos,incluyendo las rocas comunes de la corteza terrestre. Se tiene así un nuevo límite definidoexclusivamente por dimensiones geomineralógicas. En función de esto, conviene revisar losplanteamientos sobre el agotamiento de los recursos minerales.En general, todos los sistemas de clasificación de recursos adolecen de un defecto, sonestáticos: indican la reserva de un determinado mineral, bajo ciertas condicionespreestablecidas, en un cierto momento. Los recursos minerales no constituyen una reservadefinida. Este es un concepto estático que desconoce tanto las potencialidades del sistemanatural como del sistema social para generar nuevos conocimientos y técnicas. Tanto elconcepto de reservas como el de recursos deben ser examinados en una perspectivaesencialmente dinámica. Sus magnitudes y características cambian constantemente comoresultado de los cambios en los patrones de consumo, en el desarrollo de mayoresconocimientos, el desarrollo de nuevas técnicas, un mayor y más detallado conocimiento dela tierra y, finalmente, por los cambios en las condiciones económicas. Esta dinámica sepuede ilustrar con el mismo esquema de McKelvey y en la versión ampliada de Brobst. En elesquema cabe apreciar que el desplazamiento desde la base hacia arriba indicaría una crecienteviabilidad técnico-económica, mientras que el desplazamiento desde la derecha hacia laizquierda del cuadro va señalando mayor certeza y conocimiento geológico.Las reservas pueden variar, por lo tanto, dependiendo de fluctuaciones en las estructuras decostos y precios que pueden hacer viable la explotación de recursos paramarginales, o hacerinviable la de otros que estaban siendo explotados. Por ejemplo, alzas sustanciales ysostenidas en los precios de un determinado mineral motivarán la incorporación de recursosparamarginales a las reservas económicamente explotables. Esto hace que se incremententambién los volúmenes de recursos paramarginales, por el paso de recursos submarginales, ala categoría de paramarginales. Un efecto similar se produce por una baja en los costos deextracción y transformación. En este caso, la causa puede estar asociada a un desarrollotecnológico.En ambos casos, el aumento de las disponibilidades se reflejaría, en el esquema, por undesplazamiento hacia abajo, de las líneas que separan las reservas de los recursosparamarginales y éstos de los submarginales, eventualmente por un desplazamiento, siemprehacia abajo, de la línea del límite económico-potencial.Algunas consideraciones adicionales parecen convenientes. El límite económico que separalas reservas de los recursos, está definido por las características del recurso propiamente tal ylas características técnicas y económicas del proceso productivo. Es decir, por la forma decombinarse los factores de producción para la obtención del producto final. La combinaciónmás adecuada dependerá de los lugares y el momento histórico. Así, la combinación de unatecnología de alta productividad junto con otros factores de producción subvaluados --por