10.07.2015 Views

los valores epistémicos como principio de ... - Ludus Vitalis

los valores epistémicos como principio de ... - Ludus Vitalis

los valores epistémicos como principio de ... - Ludus Vitalis

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ZAVADIVKER / VALORES EPISTÉMICOS / 281tuar para nutrirme <strong>de</strong> <strong>los</strong> conocimientos necesarios (teóricos y metodológicos)sobre la disciplina en cuestión. Si bien el proyecto no llegó aconcretarse, fueron sus propias limitaciones las que me permitieron compren<strong>de</strong>rmejor el universo <strong>de</strong> sentido <strong>de</strong> una comunidad científica tanradicalmente diferente a la mía. Al mismo tiempo, el proyecto me ayudóa ir incorporando <strong>los</strong> conocimientos necesarios para compren<strong>de</strong>r el sentido,objetivos y pautas metodológicas básicas <strong>de</strong> la biotecnología, lo queme permitió, a su vez, abordar con mayor familiaridad <strong>los</strong> fundamentosteóricos <strong>de</strong> otras disciplinar asociadas en las que me incorporé <strong>como</strong>docente años <strong>de</strong>spués, <strong>como</strong> la bioquímica y la farmacia.Al poco tiempo, comencé a interesarme en disciplinas que aportaran auna comprensión <strong>de</strong> la condición humana <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus raíces biológicas,particularmente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la biología evolucionista. Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> interrogantesque me rondaban era el <strong>de</strong> hasta dón<strong>de</strong> nuestro comportamiento social (yparticularmente moral) <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong> nuestra constitución biológica <strong>como</strong>especie, y si la teoría evolucionista <strong>de</strong> Darwin (a través <strong>de</strong> la sociobiologíay la psicología evolucionista) podía dar cuenta <strong>de</strong>l comportamiento moral<strong>como</strong> una adaptación biológica más, y, por en<strong>de</strong>, representada en nuestrosgenes. Cambié mi tema <strong>de</strong> tesis doctoral por una temática también fuertementeinterdisciplinaria, que llevó por título “La conducta social y susresabios biológicos. Aportes <strong>de</strong> la sociobiología al problema <strong>de</strong> la cohesiónsocial y <strong>de</strong>l origen <strong>de</strong> la ética”. Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> objetivos implícitos era justamenteel <strong>de</strong> propiciar un cruce <strong>de</strong> saberes que me acercara a una visióncompleta <strong>de</strong>l ser humano, mediante la integración <strong>de</strong> <strong>los</strong> aportes <strong>de</strong> lasciencias <strong>de</strong> la vida (biología evolucionista y sus diversas ramificaciones:sociobiología, psicología evolucionista, etología, ecología <strong>de</strong>l comportamiento,neurociencias, etc.), y <strong>los</strong> <strong>de</strong> las ciencias humanas y sociales(sociología, antropología, psicología comparada), a lo que se sumaba también,<strong>como</strong> un eje transversal que atravesaba ambos enfoques, la herramientamatemática <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> juegos. A estas disciplinas cabe agregara<strong>de</strong>más la propia perspectiva fi<strong>los</strong>ófica (pues se trataba <strong>de</strong> un doctoradoen fi<strong>los</strong>ofía), <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cual he intentado generar un discurso capaz <strong>de</strong>unificar y otorgar cierta coherencia (o al menos compatibilidad) entre lasdistintas perspectivas teóricas, presentándolas a su vez <strong>como</strong> subsidiarias<strong>de</strong> viejas tradiciones fi<strong>los</strong>óficas. Así, por ejemplo, las tradiciones sociobiológicas(<strong>como</strong> la <strong>de</strong> Huxley, Williams o Dawkins) que se pronuncian encontra <strong>de</strong> toda posibilidad <strong>de</strong> atribuir un origen biológico al altruismo, alir dicha disposición en contra <strong>de</strong>l mandato evolutivo, estarían emparentadascon la tradición psicoanalítica y registrarían antece<strong>de</strong>ntes en elpensamiento <strong>de</strong> Hobbes, mientras que las líneas sociobiológicas que asumenla evi<strong>de</strong>ncia fáctica <strong>de</strong>l altruismo <strong>como</strong> un componente <strong>de</strong> nuestranaturaleza biológica, registrarían antece<strong>de</strong>ntes en filósofos orientales<strong>como</strong> Mencio. Otras líneas <strong>de</strong> abordaje interdisciplinario exploradas en la


282 / LUDUS VITALIS / vol. XIX / num. 35 / 2011tesis consistieron en mostrar la continuidad entre algunos problemasplanteados en el seno <strong>de</strong> la biología evolucionista, y su correlato en lasociología y otras ciencias humanas, advirtiendo que muchos términos,reglas heurísticas, problemáticas y discusiones, contienen elementos análogosen ambos campos, y poseen <strong>como</strong> trasfondo viejos problemas fi<strong>los</strong>óficos.Así, por ejemplo, el enfoque sistémico en biología resulta en ciertamedida análogo al enfoque funcionalista en sociología; y el <strong>de</strong>bate sobrelas unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> selección en biología evolucionista (sobre todo con relacióna la selección <strong>de</strong> grupo, que plantea el conflicto entre interesesindividuales y grupales), posee un correlato en el problema sociológico <strong>de</strong>cómo conciliar las ten<strong>de</strong>ncias gregarias (que favorecen la cohesión social),con las ten<strong>de</strong>ncias egoístas que la obstaculizan. Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> más acabadosejemp<strong>los</strong> <strong>de</strong> recorrido transversal es el <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> juegos, herramientamatemática capaz <strong>de</strong> dar cuenta <strong>de</strong> algunos aspectos relevantes <strong>de</strong> lasinteracciones sociales, tanto en poblaciones animales <strong>como</strong> humanas (<strong>de</strong>hecho surgió en el seno <strong>de</strong> la economía clásica y más a<strong>de</strong>lante sus conceptosfueron extrapolados a la biología). En todos estos casos es posibleadvertir un importante “tráfico” <strong>de</strong> reglas heurísticas y perspectivas teóricasentre las ciencias biológicas y humanas. Aun así, es un hecho que lamayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> biólogos <strong>de</strong>sconoce casi por completo las herramientasteóricas <strong>de</strong> las ciencias sociales, y, a la inversa, éstas ignoran (e inclusorechazan, a menudo por razones i<strong>de</strong>ológicas) el enfoque evolucionista.Por <strong>de</strong>más está <strong>de</strong>cir que durante el proceso <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong> mi tesishe requerido <strong>de</strong> la colaboración <strong>de</strong> diversos especialistas <strong>de</strong>l área <strong>de</strong> labiología, la etología, las neurociencias, etc. Pero a<strong>de</strong>más, en un acto <strong>de</strong>profunda ingenuidad y con el afán <strong>de</strong> ser coherente con el enfoqueinterdisciplinario adoptado, opté por someterme a la evaluación <strong>de</strong> especialistas<strong>de</strong> tales áreas, en lugar <strong>de</strong> ser juzgada por mis colegas filósofos.En tal tortuoso proceso he podido comprobar, en carne propia, que <strong>los</strong>principales obstácu<strong>los</strong> interdisciplinarios no se <strong>de</strong>ben tanto a la incorporación<strong>de</strong> <strong>los</strong> contenidos teóricos específicos <strong>de</strong> otras disciplinas, sinomucho más a <strong>los</strong> aspectos normativos y axiológicos que rigen implícitamenteel modus operandi <strong>de</strong> cada comunidad científica. He podido corroborar<strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi propia experiencia cuánta razón tenía Kuhn al afirmar queel paradigma rector <strong>de</strong>l ejercicio normal <strong>de</strong> la ciencia en cada comunidadabarca mucho más que el corpus disciplinar específico: implica la asunción<strong>de</strong> un posicionamiento axiológico respecto <strong>de</strong> lo que constituye la correctapráctica científica (lo que incluye, entre otras cosas, aspectos tales <strong>como</strong> laa<strong>de</strong>cuada redacción <strong>de</strong> una tesis doctoral, la protocolización <strong>de</strong>l esquema<strong>de</strong> la misma, el valor otorgado a las referencias bibliográficas, etc.). Unejemplo paradigmático acerca <strong>de</strong> la diferencia prácticamente irreconciliableentre el criterio fi<strong>los</strong>ófico y el <strong>de</strong> las ciencias experimentales, fue el <strong>de</strong>lvalor otorgado a las evi<strong>de</strong>ncias empíricas: <strong>los</strong> evaluadores <strong>de</strong> otras áreas


ZAVADIVKER / VALORES EPISTÉMICOS / 283exigían unánimemente una apoyatura empírica a todas mis hipótesis (aunlas más fi<strong>los</strong>óficas), o al menos la cita <strong>de</strong> <strong>los</strong> estudios experimentales quelas avalarían. Para cualquier filósofo, semejante <strong>de</strong>manda resulta casiirrisoria; las interpretaciones fi<strong>los</strong>óficas trascien<strong>de</strong>n el ámbito fenoménico(aunque intenten explicarlo <strong>de</strong> algún modo) por lo cual no pue<strong>de</strong>n fundarseen evi<strong>de</strong>ncias empíricas. En sentido estricto, las hipótesis científicasposeen la misma condición, pero <strong>los</strong> científicos suponen que es posiblei<strong>de</strong>ar situaciones experimentales capaces <strong>de</strong> ponerlas a prueba, aunquesea indirectamente; y su credo les prohíbe consi<strong>de</strong>rar hipótesis no acompañadas<strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia experimental, o bien avaladas por la autoridad <strong>de</strong>algún especialista o equipo <strong>de</strong> investigación. Por otra parte, me exigíancon sumo rigor que cite (y preferentemente analice críticamente) todaevi<strong>de</strong>ncia experimental <strong>de</strong> cada ejemplo nombrado en la tesis (aun alpasar), lo que me llevó a tomar conciencia <strong>de</strong> cuán chapuceramente amenudo <strong>los</strong> filósofos basamos nuestras reflexiones en hallazgos científicos<strong>de</strong> dudosa proce<strong>de</strong>ncia, sin prestar la menor atención a las fuentes. Ensíntesis, el inevitable choque entre criterios y <strong>principio</strong>s <strong>de</strong> procedimientotan radicalmente distintos (que en mi caso fue quizás más profundo, puesla fi<strong>los</strong>ofía es esencialmente diferente <strong>de</strong> cualquier ciencia fáctica particular)me obligó a adoptar una apertura mental que hizo trastabillar profundamente<strong>los</strong> cimientos <strong>de</strong>l seguro terreno en el que me movía. Lo mássignificativo es que <strong>los</strong> filósofos solemos creer que nuestro pensamiento,al fundarse en el ejercicio <strong>de</strong> la razón crítica y argumentativa, es másabierto y está menos circunscrito a la estrechez <strong>de</strong> una perspectiva particularque el <strong>de</strong> cualquier disciplina específica. Esta experiencia me llevó acuestionar semejante supuesto: más allá <strong>de</strong> la multiplicidad y heterogeneidad<strong>de</strong> perspectivas fi<strong>los</strong>óficas existentes, <strong>los</strong> filósofos operamos sobreun subsuelo <strong>de</strong> creencias y <strong>valores</strong> tan particular y sesgado <strong>como</strong> el <strong>de</strong>cualquier otra comunidad. Mi experiencia fue similar a la <strong>de</strong> un argentinoque sólo se pue<strong>de</strong> reconocer <strong>como</strong> tal, y autopercibirse en su especificidadcaracterística, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la distancia <strong>de</strong>l exilio. Sin embargo, más allá <strong>de</strong> <strong>los</strong>tropiezos, no me cabe duda <strong>de</strong> que esta experiencia me permitió incorporarperspectivas nuevas que enriquecieron y ampliaron mi formaciónoriginal, favoreciendo una nueva síntesis <strong>como</strong> resultado <strong>de</strong>l choque entrela tesis (mis prejuicios disciplinares) y la antítesis (la incorporación <strong>de</strong> parte<strong>de</strong>l modus operandi <strong>de</strong> otras disciplinas).Retomando, entonces, la pregunta inicial, creo que la percepción <strong>de</strong> lainterdisciplinariedad, <strong>como</strong> una actividad extremadamente difícil <strong>de</strong> consumaren <strong>los</strong> hechos, y, por en<strong>de</strong>, inútil en la práctica, implica confundir laspropias e inevitables limitaciones personales y colectivas a la hora <strong>de</strong>intentar compren<strong>de</strong>r campos disciplinarios ajenos, con el valor intrínsecoque obtendríamos si lográramos alcanzar dicha comprensión integral <strong>de</strong><strong>los</strong> fenómenos. Se trata, sin duda, <strong>de</strong> una empresa sumamente difícil,


284 / LUDUS VITALIS / vol. XIX / num. 35 / 2011quizás porque nuestras limitaciones humanas nos conminan a percibir larealidad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un marco <strong>de</strong> referencia por vez, <strong>de</strong> modo que la comprensión<strong>de</strong> marcos teóricos diferentes supone el abandono temporario <strong>de</strong>lmarco <strong>de</strong> referencia propio, y <strong>como</strong> este último está mucho más firmementeconsolidado, nuestra mente se resiste a la aceptación <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as incompatiblescon el mismo. En mi caso particular, este conflicto adquiría mayorpeso cuando se trataba <strong>de</strong> aceptar <strong>valores</strong> <strong>epistémicos</strong> implícitos en lapráctica normal <strong>de</strong> otras disciplinas, y no tanto con relación al contenidoteórico <strong>de</strong> las mismas. Quizás esto se <strong>de</strong>be a que mi confrontación fue entrela fi<strong>los</strong>ofía y otras ciencias fácticas <strong>de</strong> corte experimental.Con todo, las dificulta<strong>de</strong>s inherentes a la interdisciplinariedad nojustifican su estigmatización <strong>como</strong> una empresa inútil. Lo que suce<strong>de</strong> esque nuestra formación académica es here<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> una larga historia <strong>de</strong>consolidación disciplinar en la que el conocimiento, en sus orígenes integraly omniabarcante, fue siendo objeto <strong>de</strong> progresivas discriminaciones,dando lugar a un recorte disciplinar rígido en torno <strong>de</strong> un objeto <strong>de</strong>estudio acotado, <strong>de</strong> modo tal que la reintegración <strong>de</strong> <strong>los</strong> saberes se vuelvecada vez más difícil en tanto opera, <strong>como</strong> fuerza opuesta, la ten<strong>de</strong>ncia a laespecialización. Sin embargo, a mi juicio, actualmente asistimos a unaetapa <strong>de</strong> transición entre la concepción tradicional, que sigue operandoen la formación científica impartida en las universida<strong>de</strong>s, y <strong>los</strong> múltiplesesfuerzos <strong>de</strong> equipos interdisciplinarios <strong>de</strong> investigación reunidos entorno <strong>de</strong> un objeto o problemática común. Esta transición pue<strong>de</strong> conducira que, con el tiempo, la práctica interdisciplinaria se transforme en el lugarnatural <strong>de</strong> la investigación, y la integración <strong>de</strong> saberes sea la norma y nola excepción. De hecho, esto ya suce<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace tiempo en <strong>los</strong> principalescentros académicos <strong>de</strong>l mundo, y la práctica se está extendiendorápidamente. Se trata sólo <strong>de</strong> una empresa difícil, pero también lo fueronen su momento <strong>los</strong> intentos <strong>de</strong> consolidar cada disciplina científica entorno <strong>de</strong> un marco teórico unificado. En otras palabras, <strong>los</strong> esfuerzosinterdisciplinarios <strong>de</strong> hoy allanarán el camino para <strong>los</strong> logros <strong>de</strong> mañana,<strong>de</strong> modo tal que es probable que las nuevas generaciones se formen <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el grado (e incluso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la enseñanza primaria o media, <strong>como</strong> ya estásucediendo) en el ejercicio sistemático <strong>de</strong> la interdisciplinariedad, y probablementeconsi<strong>de</strong>ren esta práctica <strong>como</strong> el lugar natural <strong>de</strong> la investigación,y no <strong>como</strong> un intento forzado que sólo alberga buenas intenciones.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!