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DOSSIER¿Una naciónde DemocraciaParticipativa?Los Consejos Comunalesy el Sistema Nacionalde Planificación en VenezuelaJuan Carlos Rodríguez V.*Josh Lerner **Fotos: Josh LernerRara vez un juego de basketball ha competidotan directamente con una revolución.Una tarde de domingo, en Las Delicias, sinembargo, un consejo comunal se ha instaladoen la superficie asfaltada que hace lasveces de cancha y plaza. Muy cerca de lapartida de basket, los residentes de este pequeñobarrio de Caracas están eligiendo losvoceros de su consejo comunal. Su propósitoes aprovechar los recursos que el gobiernoprovee. Con satisfacción, uno de los muchosvotantes explica, “Habíamos esperado sieteaños por esto, y finalmente están dando elpoder al pueblo.”Desde comienzos del 2006, miles de pequeñosvecindarios venezolanos, con un tamañoque varía de 10 a 400 familias cadauno, han estado organizando consejos comunales.Los consejos son parte de un amplioesfuerzo por construir un nuevo sistemapolítico de democracia participativa, en elcual los ciudadanos tengan el control sobrelas decisiones que afectan sus vidas. Despuésde siete años en el poder, el Presidente HugoChávez promovió los consejos comunalescomo uno de “los grandes motores de la nuevaera de la Revolución”, “las células básicasABRIL 2007 / SIC 693 <strong>115</strong>


Después de sieteaños en el poder,el Presidente HugoChávez promovió losconsejos comunalescomo uno de “losgrandes motores dela nueva era de laRevolución”, “lascélulas básicas de lasociedad futura”,“fundamentales parala democraciarevolucionaria.116 SIC 693 / ABRIL 2007de la sociedad futura”, “fundamentales parala democracia revolucionaria.” 1 .Democracia y planificación participativason difíciles de alcanzar en cualquier parte,pero especialmente a escala nacional. Sin embargo,nunca antes tanto apoyo político nitantos recursos habían sido dedicados a lapromoción de la democracia participativacomo en Venezuela bajo el gobierno deChávez. Como era de esperarse, la experienciaestá resultando controversial. Los consejoscomunales están ayudando a las comunidadesa abordar intereses comunes, canalizandorecursos hacia necesidades básicas yconvocando a la gente a su alrededor en milesde pequeñas comunidades. Al mismotiempo, el gobierno está explotando el trabajovoluntario, ignorando las diferencias políticas,promoviendo la participación a expensasde intereses más amplios y consolidandoel poder central. ¿Pueden los consejoscomunales realmente revolucionar la democraciaen Venezuela? ¿Siendo así, cómo?El sistema de planificacióny participación ciudadana en VenezuelaEn el año 2001, por decreto Presidencial,fue aprobada la Ley Orgánica de Planificación2 . Esta ley, además de desarrollar los fundamentosconstitucionales de la planificacióndel desarrollo como función general del Estado3 , estableció el marco para la construcciónde un nuevo sistema nacional de planificación,cuya concepción comúnmente sedenomina participativa. Constituyó la basede una compleja estructura jerárquica de planesde desarrollo y relaciones entre las institucionesdel Estado que se ocupan de la formulacióny ejecución de planes y políticaspúblicas a todo nivel (nacional, estadal y municipal).En el transcurso de los últimos cinco años,se han sumado otros instrumentos legales aeste sistema, como las leyes de los ConsejosLocales de Planificación Pública 4 (2002), yla de los Consejos Estadales de Planificacióny Coordinación de Políticas Públicas 5 (2002),la Ley Orgánica del Poder Público Municipal6 (2005) y, más recientemente, la de ReformaParcial de la Ley que Crea el FondoIntergubernamental para la Descentralización7 (2006) y la de Reforma Parcial de laLey de Asignaciones Económicas Especialespara los Estados y el Distrito Metropolitanode Caracas 8 (2006), y, por su puesto, la Leyde los Consejos Comunales 9 (2006).Podemos entender este sistema de planificacióna través de distintas perspectivas.Hay, al menos, cuatro modelos que son especialmenterelevantes para el tema de la participaciónciudadana. Los mismos, en tantorecurso teórico, de modo alguno pretendenreflejar situaciones específicas, su utilidadradica en las orientaciones conceptuales queaportan al análisis de la planificación participativaen Venezuela.Neoliberal-incrementalista: el estilo deplanificación responde al enfoque de “salirdel paso”, una forma de extender el modelode mercado de la economía al ámbito público(FRIEDMANN, 2001), se orienta a reducirel déficit fiscal e incrementar la eficienciaeconómica. La planificación se definecomo un ejercicio técnico, donde las prácticasparticipativas normalmente no ocupanun lugar significativo. La sociedad es concebidacomo una sumatoria de micro unidadessociales que sólo intervienen aportando informacióny asumiendo responsabilidadesinmediatas en la ejecución de las políticasque el Estado define (RIVERA, 1996) e incidendirectamente sobre su propia suerte(RESTREPO, 2003). La autonomía del municipiose muestra muy comprometida. Elgobierno local cumple el papel de receptorde responsabilidades que le son transferidasdesde el gobierno central, sobre todo en materiade servicios sociales.Liberal-analítico: al igual que en el casoanterior el estilo de desarrollo se enmarca enla estrategia general de desestatización, orientadahacia el mercado. Pero en este caso, losindividuos así como las organizaciones de lasociedad civil toman parte en la planificacióny gestión pública local a través de procesosestructurados de información, consultas periódicas(no vinculantes para el gobierno local)y de “adiestramiento instrumental de lascomunidades para la consecución de objetivostécnicamente establecidos” (RESTRE-PO, 2003: 102). La planificación se apoyaen la modernización institucional, organizativay tecnológica del gobierno local, enfatizandoel análisis técnico y apolítico (FRIED-MANN, 2001). Busca la creación de enlacesentre el ciudadano individual, las organizacionessociales y el Estado. Bajo estas premisas,los ciudadanos y las organizaciones locales,especialmente de la esfera privada, debenparticipar en las políticas locales y en lageneración de bienes y servicios para la comunidad(CUNILL, 1991).Estatista-reformista: bajo esta perspectiva,el Estado protagoniza la reforma social,pero también se reconoce el derecho de losdiversos grupos a participar (FRIEDMANN,2001), promocionando sus intereses en elproceso de planificación y gestión local, demandando,exigiendo y colaborando con losplanes diseñados por el gobierno. La participaciónciudadana es concebida como un


Por otra parte, adiferencia de loocurrido con los CLPP,la Ley de los ConsejosComunales sícontempla incentivoso estímulosfinancieros paraimpulsar laparticipación....Los consejos puedenusar estos fondospara proyectoscomunitarios. Siestablecen un bancocomunal, a través deuna mancomunidadde consejos, puedentambién otorgarpréstamos paracooperativas y otrasactividadesproductivas.La Ley establece que los consejos decidiránsus propios límites geográficos, así comoun detallado conjunto de lineamientos quedeben seguir. La Ley recomienda que en zonasurbanas cada consejo tenga entre 200 y400 familias, en zonas rurales al menos 20familias y en las comunidades indígenas nomenos de 10. Todas las decisiones deberánser tomadas en asambleas de ciudadanos conun mínimo de participación del 10% de losresidentes mayores de 15 años de edad. Estasasambleas elegirán tanto el órgano ejecutivo,la unidad de gestión financiera y la de contraloríasocial, así como los miembros de loscomités de trabajo con base en las prioridadeslocales (salud, educación, recreación, urbanismo,seguridad, etc.)Por otra parte, a diferencia de lo ocurridocon los CLPP, la Ley de los Consejos Comunalessí contempla incentivos o estímulos financierospara impulsar la participación, entrelos cuales destacan (Art. 25°): “1. Los quesean transferidos por la República, los estadosy los municipios. 2. Los que provengan de lodispuesto en la Ley de Creación del FondoIntergubernamental para la Descentralización(FIDES) y la Ley de Asignaciones EconómicasEspeciales derivadas de Minas e Hidrocarburos(LAEE)” 17 . Los consejos puedenusar estos fondos para proyectos comunitarios.Si establecen un banco comunal, a travésde una mancomunidad de consejos, puedentambién otorgar préstamos para cooperativasy otras actividades productivas.En la práctica, el financiamiento ha dependidomás de la discrecionalidad de losfuncionarios gubernamentales que de loestablecido en la ley. Los consejos puedensolicitar fondos hasta treinta millones debolívares por proyecto (suficiente para unamodesta repavimentación) aunque este límiteno está especificado en la ley. Losconsejos están animados a presentar propuestasde mayor alcance ante consejosparroquiales ó en procesos de formulaciónde presupuestos municipales participativos.No obstante, muchas ciudades no poseenconsejos parroquiales o presupuestosparticipativos. En todo caso, el límite definanciamiento fue posteriormente incrementadoa sesenta millones de bolívarespara la segunda solicitud, y se han reportadoalgunos consejos que han recibidocantidades mayores 18 .Los incentivos económicos han generadotoda una movilización alrededor de lacreación y puesta en funcionamiento delos consejos comunales en todo el país 19 .Para febrero de 2006, el General del Ejercito(R) Jorge Luís García Carneiro, a lasazón Ministro de Participación Populary Desarrollo Social (MPDS), anunció quesu despacho llevaba la cuenta de los primerostres mil setecientos (3.700) consejoscomunales a nivel nacional y que la metaera crear 50.000 en todo el país (El Nacional;19.02.06, p. A-4). En agosto de estemismo año, el Coronel (Guardia Nacional)Rubén de Jesús Pirela, Director de Promoción,Organización y Desarrollo Comunitariodel MPDS, declaró que en el país sehan logrado establecer un total de catorcemil seiscientos cincuenta y cinco consejoscomunales (14.655) (Agencia Bolivarianade Noticias, 17.08.06). Aproximadamenteocho meses después de aprobada la Ley, lacifra ya alcanza los dieciséis mil setecientosveinte (16.720) consejos comunales entodo el país (El Universal, 14.12.06).Consecuentemente, durante el 2006, laasignación de recursos a los consejos comunalesha sido significativa. Sólo a través delFIDES, doce mil (12.000) de ellos han recibidofondos para proyectos comunitariospor un total de Bs. 1 billón 82 millardos(El Universal, 09.12.06). Según el Ministrode Economía Popular, Pedro Morejón, seformaron más de 160 bancos comunales(organizaciones que administran los recursosfinancieros de los consejos comunales)en los cuales se han invertido más de Bs.320 millardos. Dichos bancos otorgaron4.129 créditos en 15 estados del país (UltimasNoticias, 19.12.06, p. 23). Para el año2007 el gobierno nacional planea transferirBs. 9,5 billones a los consejos comunales(El Universal, 08.01.07)Todo ello pareciera marcar un giro haciauna concepción del proceso de planificaciónparticipativa y del propio sistema nacionalde planificación diferente a la que inspiróla Ley Orgánica de Planificación y la propiaLey de los CLPP. Como lo plantea el Diputadoy Ex-Magistrado del Tribunal Supremode Justicia, Carlos Escarrá: “Cuandolos consejos comunales tengan la fortalezaque deben tener y, a su vez, se madure desdeel punto de vista de las asambleas deciudadanos, ciertamente ya no tendrán razónde existir los municipios (...) los consejoscomunales son la forma de organizaciónmás definida del poder popular (...)”(El Universal, 26.10.06). Sin embargo, otrospolíticos, como el Ex-Viceministro de ParticipaciónPopular, sugieren que los consejosformen la base de una pirámide política,como en versiones anteriores del comunismocomunal: “Las propuestas deben filtrarsede abajo hacia arriba, del consejo comunal,al consejo parroquial, a la alcaldía, alestado y la nación.” 20 Este es sólo uno delos debates planteados actualmente.ABRIL 2007 / SIC 693 119


¿Participar en qué?En la pequeña comunidad rural de El Pajonal,la gente trabaja duro, quizás demasiadoduro, para aprovechar la oportunidad quele ofrece el consejo comunal. Ubicada en unvalle turístico de Los Andes, El Pajonal creósu consejo antes de que la Ley fuera aprobada.Muchas de sus 60 viviendas no tienensuministro de agua, carece de parada de autobúsen la carretera cercana y el único contenedorde basura existente está casi siempredesbordado. No sorprende que el consejodecidiera que el agua, el transporte y la basurason las prioridades de El Pajonal.Rápidamente el consejo comunal solicitóy recibió fondos gubernamentales para construirun nuevo sistema de abastecimiento deagua. Sin embargo, los fondos sólo fueronsuficientes para pagar los materiales de construccióny contratar los servicios de un arquitecto,no para montar el sistema. Por tanto,durante varias semanas los miembros delconsejo pasaron su tiempo libre cargandobloques de concreto para un nuevo tanquede agua y comenzaron a construir el nuevosistema. Entretanto, prepararon el espaciopara la nueva parada de bus y consiguieronfondos adicionales para comprar un nuevocontenedor de basura.Sin duda, este duro trabajo ha permitidoreales mejoras comunitarias, pero ¿esto esparticipación popular o flexibilización laboral?¿Están los consejos comunales actuandocomo fuente de mano de obra barata y flexiblepara que el gobierno pueda reducir laplantilla estatal? ¿Debió el gobierno haberinstalado estas facilidades sin apoyarse enmano de obra gratuita? O, ¿debe el consejocomunal abordar las necesidades básicas detodos modos?Un sistema nacional de planificación participativarequiere gran cantidad y variedad departicipación. En consecuencia, encara el retode la compensación: ¿cómo decidir que tipo departicipación debe ser participación popularvoluntaria y cual debe ser trabajo remunerado?Para Miguel González Marregot, crítico de losconsejos comunales, la participación populardebe significar participación en el desarrollo deamplios planes gubernamentales: “El consejocomunal debe decir que necesitamos escaleras,no construir las escaleras” 21 .120 SIC 693 / ABRIL 2007


Para Miguel GonzálezMarregot, crítico delos consejoscomunales, laparticipación populardebe significarparticipación en eldesarrollo deamplios planesgubernamentales:“El consejo comunaldebe decir quenecesitamosescaleras, noconstruir lasescaleras.”Sin embargo, enVenezuela lamayoría de la gentetiene bajos sueldosy el gobiernodispone deabundantes fondos.Si generalmentepagan a lostrabajadores queconstruyen obraspúblicas, ¿porquéno compensar aquienes hacen elmismo trabajo enlos proyectos de losconsejoscomunales?Teóricos clásicos de la democracia participativa,como Carole Pateman (1970), diríanque la participación popular implicaintervenir en la toma de decisiones, seanéstas pequeñas o grandes decisiones. Cuandolas personas están principalmente implementandodecisiones, por ejemplo construyendoobras públicas, normalmente estetrabajo es remunerado. Para cuestionescomplejas, la línea entre decisión e implementaciónpuede ser borrosa, pero para proyectosde infraestructura básica el aportede mano de obra es claramente implementación.Este tipo de trabajo puede ser valiosopara la participación popular, si motivauna mayor participación y un sentido deorgullo y autonomía. Sin embargo, en Venezuelala mayoría de la gente tiene bajossueldos y el gobierno dispone de abundantesfondos. Si generalmente pagan a los trabajadoresque construyen obras públicas,¿porqué no compensar a quienes hacen elmismo trabajo en los proyectos de los consejoscomunales?¿Cómo manejar los desacuerdos?En la ciudad de Mérida, un funcionariogubernamental presenta la Ley de los ConsejosComunales en una asamblea pública.Con el entusiasmo de un narrador deportivo,se dirige a la audiencia diciendo: “Aplausospara nuestro máximo líder: Hugo Chávez,un hombre realmente fabuloso. Hacia el socialismodel siglo XXI”. La audiencia, unapequeña marea roja, estalla en aplausos. Enel sitio, los muy pocos que no visten de rojo,se mantienen silenciosos.Lejos, en Caracas, en la popular parroquia23 de Enero, un nuevo consejo comunal estállevando a cabo su asamblea inaugural. Elgigantesco superbloque donde habita la poblaciónde este consejo está empapelado conafiches que urgen a votar: “Cambio = 3 ascensores.¡Vota!, ¡Vota!”. Antes de la votación,uno de los candidatos admite que lasprioridades del consejo ya están decididas:reparar los ascensores del edificio. Despuésdel evento, el consejo se apresta a solicitarfondos para los ascensores.En ambos casos, hay muy poco espaciopara el desacuerdo. En Mérida el consejocomunal se asume, de entrada, como chavista.En el 23 de Enero, la decisión del consejoestá predeterminada, se ha tomado antesque la asamblea pueda debatir. Por supuesto,no siempre es así. Algunos consejos se hanformado en comunidades opuestas al gobiernoy en otros casos se cambian las decisionesen asambleas públicas. Sin embargo, los consejoscomunales encaran el reto del desacuerdo:¿cómo manejar las verdaderas diferenciasde intereses y opiniones?El gobierno, a través de la Ley, ha presentadouna solución parcial a este desafío: losespacios de participación son tan pequeñosy excluyentes que se presentan pocas diferenciasimportantes. Ya que los consejos estánconstituidos por unas pocas cientos defamilias localizadas en un espacio de pocascuadras, sus miembros tienden a presentarcaracterísticas socio-económicas, demográficasy hasta políticas similares. Ya que lospobladores deciden los límites de su propioconsejo, pueden auto-definir su grupo, incluyendoo excluyendo elementos de acuerdoa ciertas características.Los consejos entonces, crean lo que la politólogaJane Mansbridge denomina “democraciasunitarias”: grupos relativamente homogéneosque toman decisiones basados enintereses comunes. Los desacuerdos no necesariamentese resuelven mejor en las democraciasunitarias, simplemente es menosprobable que ocurran. Si los miembros delconsejo del 23 de Enero obviamente necesitanun nuevo ascensor, en razón de su situacióne intereses comunes también será de suinterés trabajar para conseguirlo sin invertirmucho tiempo y energía debatiendo sobre elasunto.Aun cuando los consejos estén internamentede acuerdo, en gran medida evitanabordar la conflictividad social y políticaexistente en Venezuela. Sin embargo, los consejosestán comenzando a manejar estos desacuerdosa través de la negociación en mancomunidades,consejos parroquiales y presupuestosmunicipales participativos. Noobstante, muchas ciudades todavía no poseenconsejos parroquiales o presupuestos participativos,y no está claro como funcionaríanesas relaciones entre los consejos. A la final,estos foros tendrán que tratar los desacuerdosmás directamente, para transformarlos endiscusiones respetuosas. Para teóricos de lademocracia radical como Chantal Mouffe,esta transformación debe ser la tarea primariade la democracia.¿Cómo equilibrar el control localcon el bien común?Con tan sólo unos pocos minutos en lareunión, tres elegantes señoras de Santa Rosade Lima, están argumentando con los puñoscerrados y casi a gritos. El desafortunadoobjeto de su atención es un concejal del MunicipioBaruta, Caracas. Ellas quieren queél bloquee la construcción de una torre deapartamentos de 25 pisos proyectada en esaexclusiva urbanización, argumentando queABRIL 2007 / SIC 693 121


Aun cuando losconsejos esténinternamente deacuerdo, en granmedida evitanabordar laconflictividad social ypolítica existente enVenezuela. Sinembargo, losconsejos estáncomenzando amanejar estosdesacuerdos a travésde la negociación enmancomunidades,consejosparroquiales ypresupuestosmunicipalesparticipativos.122 SIC 693 / ABRIL 2007tal proyecto deteriorará el carácter de la comunidad.El concejal explica que la ciudadnecesita nuevos edificios para responder a lademanda de vivienda, pero las mujeres semantienen firmemente opuestas. Cuando elconcejal rehúsa aceptar sus razones, una delas mujeres exclama: “Esto es lo que la genteen la zona quiere, y como dice la Ley, usteddebe respetar eso”.Gracias a la Ley de los Consejos Comunales,estas mujeres tienen un argumentolegal. Ellas representan al consejo comunalde Santa Rosa de Lima, el cual decidió oponerseal nuevo edificio de apartamentos. Enel pasado, habían hecho lobby contra ese proyectoa través de la asociación de vecinos.Ahora, por Ley, hablan en representación delsentir democrático de la comunidad.Si una ciudad tiene escasez de viviendas yun consejo comunal decide oponerse a nuevosplanes en esta materia, ¿es democráticaesta decisión del consejo? ¿Qué pasaría cuandola decisión de una comunidad no convengaa los intereses de la sociedad más amplia?,¿Qué ocurriría cuando sus decisiones entrenen conflicto con decisiones previas de nivelesde gobierno mas altos?La confrontación en Santa Rosa de Limailustra los desafíos del federalismo: ¿cómointegrar y equilibrar los intereses de la comunidad,ciudad, estado y país? En tal sentido,los consejos comunales están vinculados fundamentalmenteal poder nacional a través delfinanciamiento que reciben de agencias nacionales,las cuales establecen las reglas acumplir. Ello supone un bypass a estados ymunicipios que tiende a fortalecer aun másel poder central.Sin embargo, los consejos comunales nopueden, ni deben, evitar los niveles intermediosde gobierno. Si los consejos construyencalles o tanques de agua, ellos necesitaránconectarse a los sistemas urbanosmás amplios. Los gobiernos municipales yestatales proveen información y asistenciatécnica a los consejos comunales, y los proyectoscomunales frecuentemente afectanla agenda municipal. En tal sentido, un grupode investigación sobre problemas federalesde la Universidad Monteávila, ha propuestola integración de los diferentes nivelesde gobierno a través del “federalismopopular” 22 , en contraposición a lo propuestopor el Ex-Magistrado Escarrá. La ideaconsiste en la construcción de un “estadodonde la autonomía de las regiones es muyfuerte y el estado central es débil pero coordinador”con todo el sistema enfocado afortalecer las organizaciones comunitariasde base. Esta aproximación redefiniría lademocracia participativa como un sistemade participación de múltiples niveles, másque exclusivamente centrado en los consejoscomunales.¿Cuántas reglas deben existir?Lejos, en Los Andes, el consejo comunalde Los Camellones, para bien o para mal, hadesarrollado una fuerte reputación. Localizadoen un valle turístico, cerca de El Pajonal,este consejo se formó antes de que la Leyfuera aprobada y rápidamente sus miembrosentraron en actividad. El consejo decidió quesu primer proyecto sería un centro culturaly rápidamente empezó a solicitar fondos yconseguir materiales.El problema, sin embargo, es que la mayoríade los habitantes de la zona tiene otrasprioridades, tales como el sistema de cloacas,suministro de agua y alumbrado público. Talcomo dijo Teddy Marcano, habitante de ElPajonal, la gente de Los Camellones son principalmentecampesinos pobres, pero un pequeñogrupo de operadores turísticos dominael consejo. María Gabriela, representantede Los Camellones, se lamenta: “seguro, lacomunidad tenía otras prioridades distintasal infocentro, pero con treinta millones debolívares no podíamos enfrentar la mayoríade sus necesidades y sí podíamos hacer elinfocentro”. Y, sencillamente, agrego: “Cuandoconflictos como este surgen, nosotros escuchamos,debatimos y luego votamos” 23 .Los Camellones y en general todos los consejoshan sido afectados por reglas impuestasdesde arriba. Si hay muchas o muy pocasreglas, es materia de debate. Para algunaspersonas, el intrincado procedimiento deelección de los voceros, la estructura de loscomités de trabajo y los instrumentos financierosrequeridos por ley son innecesariamenterestrictivos y controladores. Tal como MiguelGonzález Marregot argumenta, “Lasleyes son muy rígidas, para formar un consejocomunal usted tiene que violarlas. Losdiseñadores no conocen la realidad, cómoocurren las cosas en la práctica” 24 . Por ejemplo,30 millones de bolívares, como límitemáximo de financiamiento, es muy pocopara enfrentar las necesidades de Los Camellonesy de cualquier otro asentamiento.Otros, por el contrario, dicen que las reglasson insuficientes y poco claras, produciendoconfusión e inequidades. Por ejemplo, si haydos vecindarios del mismo tamaño, uno puededividirse en cuatro consejos y recibir cuatroveces más fondos que el otro. No hay criteriosoficiales acerca del financiamiento de proyectosy son pocas las orientaciones acerca decómo se deben tomar decisiones. En los Camellones,la ausencia de reglas para el proceso


Para abordar losprofundosdesacuerdos quedividen a la sociedadvenezolana, sonnecesarios más forosde discusión entreconsejos comunales.Másmancomunidades,consejos distritales ypresupuestosparticipativospodrían proveerestos espacios.representación de abajo hacia arriba y facilitaciónde arriba hacia abajo. Por ejemplo, losconsejos locales podrían elegir representantesa consejos parroquiales o distritales, yestos a su vez a consejos municipales y asíhasta el nivel nacional. Al mismo tiempo,gobiernos estatales y municipales, fortalecidosen sus capacidades políticas y financieras,proveerían a los consejos comunales información,conocimiento técnico especializado,redistribuirían recursos de maneraequitativa y los mantendrían auditables deacuerdo a los estándares establecidos. Algunosgobiernos estatales y municipales ya estáncumpliendo estas funciones, pero informalmente.Evidentemente, todo ello requiereuna profunda política nacional de fomentoy modernización municipal.Aquellos planteamientos que se orientanhacia una posible desaparición y/o subordinaciónde los gobiernos municipales a favorde los consejos comunales reflejan, entre otrascosas, desconocimiento de la complejidad dela ciudad contemporánea y de su necesidadde estructuras de gobierno urbano. Municipalidadesque a la vez de ser capaces de diseñary ejecutar políticas urbanas participativas, seapoyen sobre administraciones urbanas profesionalizadasque acompañen a las comunidadesen sus procesos pero que a la vez considerenel fenómeno urbano en toda su complejidad,cosa muy difícil de alcanzar desdeespacios micro-comunitarios y menos aúndesde el nivel central de gobierno.Para generar reglas de juego más claras,justas y más útiles, el gobierno debería, enprimer lugar, impulsar un proceso de participaciónpara decidir y revisar las reglas. Elverdadero poder popular implica que la gentetiene el poder de discutir y decidir las reglaspara la participación. Un proceso másregular de revisión de las normas podría clarificarlos procedimientos para establecermancomunidades y consejos distritales ypara solicitar y utilizar los fondos.Para atraer más gente, el gobierno podríaestablecer un sistema que permitiera a lostrabajadores tomar unas pocas horas a la semanapara participar en los consejos comunales,como una forma de servicio comunitario.Proveer más fondos y aclarar las reglaspodría también estimular la participación.Se trata de un proceso que apenas se ha iniciado,en tiempos de bonanza económica, quemuestra numerosos flancos que deben ser trabajadossi en realidad se aspira fomentar unanueva cultura de democracia participativa.*Juan Carlos Rodríguez V., Urbanista, Profesor Titular dela Universidad Simón Bolívar (Venezuela), Investigadoracreditado por el Sistema Nacional de Promoción delInvestigador, MSc. en Planificación del Desarrollo(UCV), email: jcrodrig@usb.ve** Josh Lerner, Investigador y estudiante de PhD enCiencia Política (New School University, New York),MSc. en Planificación Urbana (Universidad de Toronto),email: josh_lerner@hotmail.comBibliografía:CUNILL Nuria (1991). Participación Ciudadana. Ed. Centro Latinoamericanode Administración para el Desarrollo, Nueva Sociedad,Caracas, Venezuela.FRIEDMANN John (2001). PLANIFICACION EN EL AMBITOPÚBLICO. Del conocimiento a la acción, Instituto Nacional deAdministración Pública, Madrid.FRIEEMAN, Jo (1973). “The Tyranny of Structurelessness”, en:Anne Koedet, Ellen Levine & Anita Rapone, Radical Feminism, NewYork: Quadrangle.MANSBRIDGE Jane (1984). Beyond Adversary Democracy, Chicago:University of Chicago Press Chicago.MOUFFE Chantal (2005). On the Political, New York: Routledge.PATEMAN Carole (1970). Participation and Democratic Theory,Cambridge: Cambridge University PressRESTREPO Darío (2003). “Las prácticas participativas: entre lasocialización y la privatización de las políticas públicas”, RevistaReforma y Democracia Nº 25, Caracas, pp. 89-124.RIVERA Roy (1996). Descentralización y gestión local en AméricaLatina, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO),San José, Costa Rica.RODRIGUEZ Juan Carlos (2004). “Descentralización y PlanificaciónLocal. Mitos y Realidades de la Participación Ciudadana. Estudio deCasos en la Ciudad de Caracas: La Audiencia Pública y el ComitéLocal de Planificación Pública”. Revista Argos No.40, División deCiencias Sociales y Humanidades, Universidad Simón Bolívar,Caracas, Venezuela.ROFMAN Alejandro (1990). Descentralización político-administrativa.Bases para su fortalecimiento; Ed. Centro Latinoamericano deAdministración para el Desarrollo, Serie Temas de Coyuntura enGestión Pública, Caracas, Venezuela.ABRIL 2007 / SIC 693 125


Notas1 Ministerio de Vivienda y Habitat, “Consejos Comunales serán losgrandes motores de la nueva era de la Revolución,” 11.08.2006http://www.mhv.gob.ve/habitat/pag/cuerpo.php?id=1092; Wynter,Coral & Jim McIlroy “Marta Harnecker: Venezuela’s experimentin popular power,” Green Left Weekly, issue #693, 6.12.2006http://www.greenleft.org.au/2006/693/35989; Chávez, Hugo(2006) Aló, Presidente Program #252, 2006. http://www.mre.gov.ve/metadot/index.pl?id=3218&isa=NewsArticle&op=show2 República Bolivariana de Venezuela, “Ley Orgánica de Planificación”,G.O. No. 5.554 (Extraordinario) del 13.11 2001.3 Acerca de los fundamentos constitucionales de la planificacióncomo función pública ver: Constitución de la República Bolivarianade Venezuela, G.O. 36.918 del 24.03.2000, artículos 112, 187 (ord.8) y, en especial, el 299, éste último hace referencia explícita altérmino “planificación participativa”.4 República Bolivariana de Venezuela, “Ley de los Consejos Localesde Planificación Pública”, G.O. No. 37.463 del 12.06.2002. EstaLey ha sido recientemente reformada.5 República Bolivariana de Venezuela, “Ley de los Consejos Estadales dePlanificación y Coordinación de Políticas Públicas”, G.O. No. 37.509del 20.08.2002.6 República Bolivariana de Venezuela, “Ley Orgánica del Poder PúblicoMunicipal”, G.O. No. 38.204 del 08.06.05.7 República Bolivariana de Venezuela, “Ley de Reforma Parcial de la Leyque crea el Fondo Intergubernamental para la Descentralización”, G.O.No. 5805 (Extraordinario) del 22.03.2006.8 República Bolivariana de Venezuela, “Ley de Reforma Parcial de la Leyde Asignaciones Económicas Especiales para los Estados y El DistritoMetropolitano de Caracas, Derivadas de Minas e Hidrocarburos”, G.O.No. 38.408 del 29.03.2006.9 República Bolivariana de Venezuela, “Ley de los Consejos Comunales”,G.O. No. 5.806 (Extraordinario) del 10.04.2006.10 El Consejo Local de Planificación Pública es una instancia de participaciónciudadana contemplada en el Artículo 182 de la Constituciónde la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), el cual señala: “Secrea el Consejo Local de Planificación Pública, presidido por el Alcaldeo Alcaldesa e integrado por los concejales y concejalas, losPresidentes o Presidentas de las Juntas Parroquiales y representantesde organizaciones vecinales y otras de la sociedad civil organizada,de conformidad con las disposiciones que establezca la ley”. Nóteseque se trata de una instancia subordinada a las estructuras del podermunicipal.11 Bajo la misma lógica, la LOP también contempla, para el nivel de losestados, la figura del Consejo Estadal de Planificación y Coordinaciónde Políticas Públicas, previsto también en la CRBV (Art. 166).12 Información aportada por el Director General de Desarrollo Regionaldel Ministerio de Interior y Justicia, José Antonio Abad, Diario UltimasNoticias, 06.06.2003, p.4, Caracas.13 Asamblea Nacional, Proyecto de Ley de Reforma de la Ley de losConsejos Locales de Planificación Pública a los Efectos de su SegundaDiscusión. Exposición de Motivos. Distribuido el 07.02.2006. Elproyecto fue aprobado por la Asamblea Nacional en segunda discusiónel 14.11.2006.14 Dicho durante un encuentro de la Asociación Bolivariana de Alcaldes(entidad que agrupa sólo a los alcaldes que apoyan al gobierno nacional).Tomado de: http://www.lists.econ.utah.edu/mailman/listinfo/reconquista-popular,leo cofre, 02.09.2002.15 Sitio web de MINPADES, http://www.minpades.gob.ve, 17.01.2006.16 República Bolivariana de Venezuela, “Ley de Reforma Parcial de laLey Orgánica del Poder Municipal”, G.O. No. 5.806 (Extraordinario)del 10.04.2006.17 Ambas leyes financieras (FIDES y LAEE) fueron reformadas en elaño 2006 con el propósito de convertir a los consejos comunalesen sujetos de financiamiento directo por parte del gobierno nacionalal mismo nivel que gobernaciones y alcaldías. En sus anterioresversiones, estas leyes dejaban abierta la posibilidad para que las“comunidades organizadas, asociaciones vecinales y organizacionesno gubernamentales” en general, presentaran solicitudes de financiamientode proyectos. Con las nuevas leyes, todas estas iniciativasde la sociedad civil deben ser canalizadas a través de los consejoscomunales. Bajo esta condición, en cada una de las leyes citadas,los recursos destinados a las comunidades, se elevaron en un 10%,pasando del 20% al 30% de los recursos asignados anualmente enla Ley de Presupuesto de la Nación por tales conceptos. Se previeronademás medidas especiales a fin de hacer un importante aporte inicialal denominado Fondo Nacional de los Consejos Comunales.18 Fox, Michael, “Venezuela’s Secret Grassroots Democracy,” Venezuelanalysis.com,28.11.06 y Wynter, Coral & Jim McIlroy, “MartaHarnecker: Venezuela’s experiment in popular power”, GreenLeft Weekly, issue #693, 06.12.2006, http://www.greenleft.org.au/2006/693/35989 .19 Con toda seguridad, la perspectiva del proceso electoral para la Presidenciade la Republica en diciembre del año 2006 también explicael fenómeno.20 Mota, José Antonio, entrevista personal, 13.07.2006.21 Marregot, Miguel González; entrevista personal, 17.06.2006.22 Texto completo en: Caione, Cecilia; Antonio Ecarri: “A los consejoscomunales hay que meterles oxígeno”, 31.10.06, http://venezuelareal.zoomblog.com/archivo/2006/10/31/antonio-Ecarri-A-los-consejoscomunale.html23 María Gabriela, entrevista personal, 25.07.2006.24 Marregot, Miguel González; entrevista personal, 17.07.2006.<strong>126</strong> SIC 693 / ABRIL 2007

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