1224206623
1224206623
1224206623
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Guillén et al, Cancerología 3 (2008): 149-157<br />
Manejo Paliativo de<br />
la Ascitis en Pacientes<br />
Oncológicos<br />
María del Rocío Guillén Núñez 1 , Ricardo Plancarte Sánchez 2 , David Reyes Chiquete 1 , Jorge Guajardo Rosas 1 y Faride Chejne Gómez 1<br />
1 Médico Adscrito al Servicio de Clínica del Dolor y Cuidados Paliativos, Instituto Nacional de Cancerología.<br />
2 Jefe de Servicio de la Clínica del Dolor y Cuidados Paliativos, Instituto Nacional de Cancerología.<br />
Resumen•<br />
ASCITIS ES LA EFUSIÓN DE LÍQUIDO EN LA CAVIDAD PERITONEAL. La ascitis maligna ha sido<br />
asociada con tumores de ovario, endometrio, mama, colon, estómago y páncreas principalmente. En<br />
la mayoría de los casos asociada a una fase terminal de la enfermedad. Su incidencia es del 10 al 50%.<br />
El efecto de masa por la acumulación de líquido en la cavidad abdominal causa distensión abdominal<br />
dolorosa, saciedad temprana y náusea; vómito por compresión gástrica externa o intestinal, respiración corta<br />
o disnea, movilidad limitada, edema en región inguinal, escrotal o en extremidades pélvicas. Su fisiopatología<br />
es multifactorial. Causas de su desarrollo: 50% por invasión del peritoneo parietal o visceral; 15% por invasión<br />
hepática o compresión de la vena porta, 15% por ambas causas y 20% por invasión linfática (ascitis quilosa). El<br />
diagnóstico es fundamentalmente clínico, empleándose también estudios de gabinete, citológicos y paracentesis<br />
diagnóstica y/o evacuadora. El tratamiento está encaminado a la paliación de la sintomatología. Dieta restringida<br />
en sodio, empleo de diuréticos y paracentesis son las terapias más comúnmente empleadas. En nuestro grupo<br />
de trabajo, hemos realizado el drenaje de líquido de ascitis a través de un drenaje inicial de 500 ml a 1 l de forma<br />
rápida y durante el mismo procedimiento la colocación de un catéter peridural de 18G fenestrado dentro de la<br />
cavidad abdominal, con buena tasa de respuesta para paliar el reacumuló de fluido intraperitoneal. De lo expuesto<br />
anteriormente concluimos que la ascitis es un padecimiento que condiciona morbilidad marcada en los pacientes<br />
oncológicos, por lo cual su detección oportuna y la integración de un abordaje farmacológico e intervencionista<br />
adecuado e Inter y multidisciplinario brindará confort al paciente con cáncer.<br />
Palabras Clave: Ascitis, Manejo del Dolor, Cáncer de Ovario<br />
Correspondencia:<br />
Dra. Ma. del Rocío Guillén Nuñez<br />
Clínica del Dolor y Cuidados Paliativos. Instituto Nacional de Cancerología<br />
San Fernando 22, Col. Sección XVI. Tlalpan, México DF, CP 14080<br />
e-Mail: roca8gn@hotmail.com<br />
149
Introducción•<br />
Ascitis es el término empleado para denotar la<br />
efusión de líquido en la cavidad peritoneal (1).<br />
Ascitis maligna es aquella acumulación excesiva<br />
de fluido dentro de la cavidad peritoneal asociada<br />
a un padecimiento oncológico. (2)<br />
La producción de líquido en la cavidad abdominal<br />
por crecimiento tumoral ha sido asociada<br />
con muchas neoplasias primarias, incluyendo<br />
padecimientos oncológicos del ovario, endometrio,<br />
mama, colon, estómago y páncreas entre<br />
otros. (3) En una serie de casos de pacientes<br />
con este padecimiento y diagnóstico de tumor<br />
primario desconocido, el 77% de ellos fueron<br />
diagnosticados posteriormente con un cáncer<br />
de origen ginecológico. (4)<br />
Excepto en el cáncer de mama y ovario, la presencia<br />
de ascitis maligna en pacientes con enfermedades<br />
neoplásicas frecuentemente se asocia a<br />
una fase terminal del cáncer, siendo así un indicador<br />
pronóstico pobre, con una media en el tiempo<br />
de supervivencia de 1 a 4 meses. (5) Otros<br />
estudios reportan una sobrevida a un año del<br />
150<br />
Manejo Paliativo de la Ascitis en Pacientes Oncológicos<br />
40% de los pacientes diagnosticados con ascitis y<br />
a 3 años una tasa menor al 10%. (6)<br />
En las pacientes con cáncer de ovario la sobrevida<br />
posterior al desarrollo de ascitis es significativamente<br />
mayor que en otros tipos de tumoraciones, con<br />
una mediana de sobrevida de más de 300 días. (7)<br />
Su incidencia ha sido determinada en aproximadamente<br />
10 a 50% de los pacientes con un padecimiento<br />
canceroso, y en la estadística general, la ascitis maligna<br />
es la causal del 10% de todos los casos de ascitis.<br />
El efecto de masa asociado a la acumulación de líquido<br />
en la cavidad abdominal puede causar síntomas<br />
como distensión abdominal dolorosa, saciedad<br />
temprana y náusea. En casos extremos, vómito secundario<br />
a compresión gástrica externa o intestinal.<br />
Además se puede presentar respiración corta o disnea,<br />
movilidad limitada, edema en región inguinal,<br />
escrotal o en las extremidades pélvicas. (8)<br />
Fisiopatología•<br />
Abstract•<br />
Ascitis is understood as the liquid effusion in the peritoneal space. The malignant ascitis has been associated to<br />
ovary tumors, endometrium, breast, colon, stomach and pancreas among others. In most cases is associated<br />
with a terminal phase of the disease. The incidence rate is 10 to 50%. The mass effect associated to the liquid<br />
accumulation in the abdominal space causes painful abdominal distension, early satiety and nausea. Vomiting<br />
related to external stomach or bowel compression, dyspnea, limited mobility, and inguinal, scrotal or peripheral<br />
oedema. The physiopatology is multiple. The origin is in 50% because of parietal or visceral invasion; 15%<br />
hepatic or portal compression, 15% both and the 20% left because of limphatic invasion (quilose ascitis). The<br />
diagnosis is clinical, sometimes complementary studies can be useful and paracenthesis (diagnose and/or releasing).<br />
The treatment is given to reduce the symptoms. Restricted diet in sodium, diuretics and paraenthesis<br />
are most common therapies. In our group, there has been done the liquid drain through an initial drain of 500<br />
ml to 1 L in a quick way and during the same procedure we place a peridural cathether fenestrated 18G inside<br />
the abdominal space, with a great rate of stopping the accumulation of the liquid. Therefore we can conclude<br />
that the ascitis is a disease that appears in most of the oncologic patients. The early detection and the integrated<br />
pharmacologic and interventionist approach will bring the oncologic patient comfort.<br />
Key words: Ascitis, Pain Management, Ovary Cancer<br />
La acumulación del fluido en la cavidad peritoneal<br />
es dependiente de la cantidad de fluido generado
Guillén et al, Cancerología 3 (2008): 149-157<br />
y del rango en el cual éste es drenado de ella.<br />
Cuando la producción del mismo excede su aclaración,<br />
trasudado libre puede ser acumulado. En<br />
condiciones fisiológicas, la trasudación del plasma<br />
a través de las membranas capilares de la serosa<br />
peritoneal produce fluido libre de forma continúa<br />
para lubricar las superficies serosas. Esta producción<br />
está bajo la influencia de la presión portal, la<br />
presión oncótica del plasma, la retención de agua<br />
y sodio, la producción de linfa y la permeabilidad<br />
microvascular para macromoléculas. Así mismo,<br />
en condiciones fisiológicas, al menos dos terceras<br />
partes del fluido peritoneal se reabsorben en los<br />
canales linfáticos del diafrágma y es propulsado<br />
cefálicamente por la presión negativa intratorácica.<br />
El fluido corre a través de los canales linfáticos<br />
mediastinales hasta el conducto torácico derecho<br />
y llega a la vena subclavia derecha. (5)<br />
La fisiopatología de la ascitis maligna es multifactorial.<br />
Un incremento en la producción de fluido<br />
peritoneal es inducido por el tumor. La permeabilidad<br />
microvascular incrementada de la vasculatura<br />
del tumor es el factor principal en la formación de<br />
ascitis maligna. Beecham y cols. Observaron una<br />
marcada neovascularización del peritoneo parietal<br />
en pacientes con cáncer de ovario y ascitis, de tal<br />
forma que se correlacionó la cantidad de ascitis<br />
producida y la neovascularización. (9)<br />
Senger y asociados aislaron una glicoproteína<br />
del líquido de ascitis que es responsable de la<br />
permeabilidad vascular aumentada en vasos<br />
sanguíneos pequeños en animales de experimentación.<br />
(10) Esta glicoproteína de 45 kDa<br />
es responsable de la neovascularización aumentada<br />
y la permeabilidad vascular. El factor de<br />
crecimiento endotelial vascular (VEGF) y el factor<br />
de permeabilidad vascular (VPF) también<br />
juegan un papel importante para que el tumor<br />
produzca metástasis e influyen en la agresividad<br />
de las neoplasias. (11)<br />
Revisiones de la literatura soportan el hecho de<br />
que la angiogénesis promovida por el VEGF está<br />
asociada con la acumulación de fluido en las efu-<br />
siones tumorales en humanos, y la ascitis maligna<br />
está acompañada de altos niveles de VEGF.<br />
Zebrowski y asociados informaron sobre los niveles<br />
del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF)<br />
notablemente aumentados en el líquido de ascitis<br />
obtenido de pacientes con cáncer gástrico, colon y<br />
ovario, comparado con los niveles de VEGF en<br />
ascitis de pacientes cirróticos no malignos. (12)<br />
Xu y colaboradores (13) bloquearon la actividad de<br />
la kinasa de tirosina del receptor para el factor de<br />
crecimiento endotelial vascular (VEGF) y el factor<br />
de permeabilidad vascular (VPF) con una nueva<br />
proteína tirosina cinasa inhibidora PK-787, y la formación<br />
de ascitis maligna fue inhibida con éxito en<br />
los carcinomas ováricos dependientes. El factor de<br />
necrosis de tumoral y administración de anticuerpos<br />
monoclonales también generan receptores contra<br />
el factor de crecimiento endotelial vascular previniendo<br />
la formación de ascitis maligna. (14,15)<br />
Las metaloproteinasas de la matriz se usan por<br />
las células tumorales para cambiar y remodelar el<br />
tejido durante el proceso de metástasis. Los inhibidores<br />
de la metaloproteína de la matriz representan<br />
un nuevo acercamiento terapéutico para<br />
el cáncer diseminado. Estos inhibidores no sólo<br />
previenen la extensión de las metástasis, sino que<br />
también bloquean la angiogénesis, previenen la invasión<br />
local y habilitan la encapsulación del estroma<br />
de las células tumorales. Cuando se aplicaron<br />
los inhibidores sintéticos de las metaloproteinasas<br />
de la matriz intraperitonealmente en ratones con<br />
cáncer ovárico o de colon, la formación de ascitis<br />
maligna se resolvió y mejoró la supervivencia. (5)<br />
Las causas del desarrollo de ascitis en los pacientes<br />
oncológicos difieren de los pacientes con cirrosis.<br />
En el 50% de los casos por cáncer, su desarrollo<br />
es secundario a la invasión del peritoneo parietal<br />
o visceral; el 15% es debido a invasión hepática o<br />
por compresión de la vena porta, 15% es el resultado<br />
de la combinación de las causas anteriormente<br />
mencionadas y el 20% restante es atribuido a<br />
ascitis quilosa secundaria a invasión linfática. (16)<br />
151
Esquema 1•<br />
Pacientes con ascitis maligna<br />
Aclaramiento<br />
y GAAS > 11<br />
Central Mixta<br />
Afectación<br />
intrahepática<br />
Por razones diagnósticas y terapéuticas, la ascitis<br />
maligna puede ser clasificada dentro de 4 subtipos<br />
relativamente distintos. (Ver esquema 1)<br />
En la forma central, el tumor invade el parénquima<br />
hepático condicionando compresión de<br />
los sistemas linfáticos y/o portal venoso. En este<br />
tipo de ascitis la disminución de la presión oncótica<br />
es el resultado de la ingesta limitada de proteínas<br />
y el estado catabólico asociado con el cáncer,<br />
más que con la síntesis proteica alterada.<br />
En la forma periférica de ascitis maligna, depósitos<br />
de células tumorales son encontrados en<br />
la superficie del peritoneo parietal y visceral.<br />
Al igual que en la forma central, la formación<br />
de ascitis es mayormente condicionada por una<br />
interferencia mecánica del drenaje venoso y/o<br />
linfático, pero en este subtipo el bloqueo está a<br />
nivel del espacio peritoneal más que a nivel del<br />
parénquima hepático.<br />
Una tercera forma puede ser considerada como<br />
“mixta” en la cual el tumor está presente tanto a<br />
nivel hepático como en la superficie peritoneal.<br />
El cuarto tipo es la ascitis maligna quilosa, en la<br />
cual la infiltración tumoral del espacio retroperitoneal<br />
causa obstrucción del fluido a través de<br />
los nódulos linfáticos y/o el páncreas. (16)<br />
Además, la ascitis se puede subdividir de acuerdo<br />
a la cantidad de proteínas que contenga en<br />
trasudado o exudado, dependiendo del desequilibro<br />
entre las funciones de absorción y secreción<br />
y de la cantidad de proteínas que contenga<br />
el líquido de ascitis.<br />
152<br />
Afectación<br />
intra-hepática<br />
o peritoneal<br />
Aclaramiento<br />
y GAAS < 11<br />
Periférica<br />
Afectación<br />
peritoneal<br />
GAAS: Gradiente de albúmina sérica-ascítica<br />
Quiloso<br />
Obstrucción<br />
linfática<br />
Frecuentemente<br />
retroperitoneal<br />
Manejo Paliativo de la Ascitis en Pacientes Oncológicos<br />
Trasudado: < 20 g/l de albúmina.<br />
Exudado: > 30 g/l de albúmina.<br />
Los exudados están asociados con valores totales<br />
de proteínas de más de 2.5 g/dl, cuenta de<br />
células sanguíneas de más de 250/ml (la linfocitosis<br />
sugiere peritonitis tuberculosa) y niveles<br />
de deshidrogenasa láctica mayores al 50% en<br />
relación con su valor sérico.<br />
Es más frecuente que los derrames con alto contenido<br />
en proteínas tengan un origen maligno.<br />
Cuadro Clínico•<br />
La presentación clínica de esta patología es: dolor<br />
abdominal, sensación de plenitud, presión abdominal;<br />
respiraciones cortas; náusea, anorexia, saciedad<br />
temprana. Algunos síntomas pueden estar asociados<br />
a la elevación del diafragma, como son síntomas<br />
de reflujo gastroesofágico (reflujo ácido que empeora<br />
en posición de decúbito dorsal, sensación de<br />
acedía). Incremento del perímetro abdominal (manifestado<br />
por cambios en el tamaño del cinturón<br />
o la ropa), ganancia de peso a últimas fechas. (17)<br />
Edema escrotal y del pene; dolor en los flancos, ortopnea;<br />
edema periférico, cambios en los hábitos<br />
intestinales, movilidad disminuida, distribución anterior<br />
del timpanismo abdominal normal. Nódulos<br />
tumorales palpables a través de la pared abdominal<br />
(ocasionalmente). Los síntomas dependerán de la<br />
cantidad de líquido acumulado en el abdomen.<br />
Diagnóstico•<br />
El diagnóstico se realizará de acuerdo con:<br />
- Hallazgos clínicos<br />
Signos abdominales: abombamiento de los flancos<br />
(pueden ser aparentes cuando existen de 500 a<br />
1000 ml de líquido en el abdomen). Para distinguir<br />
el abombamiento a este nivel por ascitis del<br />
condicionado por obesidad, se deberán percutir<br />
los flancos, encontrándose matidez y el signo de<br />
la ola y/o el signo del charco. La ascitis a tensión<br />
puede producir hernias abdominales.
Guillén et al, Cancerología 3 (2008): 149-157<br />
Signos extra-abdominales: signos de efusión pleural<br />
(matidez a la percusión) usualmente sobre<br />
el lado derecho.<br />
Edema de piernas, genitales y abdomen bajo.<br />
- Estudios de gabinete: ultrasonido abdominal (se puede<br />
emplear para detectar o excluir la presencia de<br />
líquido si el examen físico no es definitivo), TAC.<br />
- Paracentesis diagnóstica o evacuadota.<br />
- Estudios citológicos.<br />
El diagnóstico de la ascitis es fundamentalmente<br />
clínico. La ecografía abdominal sólo mejora el<br />
diagnóstico clínico en situaciones de ascitis tabicada,<br />
o semiología compatible con escasa extracción<br />
de líquido por paracentesis.<br />
Para realizar un diagnóstico diferencial entre ascitis<br />
maligna y no maligna, tradicionalmente se<br />
lleva a cabo a través del estudio microscópico,<br />
citológico y químico del fluido, para determinar<br />
si es de tipo exudativo o trasudativo.<br />
La diferencia entre la concentración de albúmina<br />
sérica y del fluido ascítico es denominada gradiente<br />
de albúmina sérica-ascítica (SAAG). Si ésta es<br />
mayor a 1.1 g/dl es determinada como alta y si<br />
es menor a 1.1 g/dl es llamada SAAG baja. Una<br />
SAAG elevada se presenta en hipertensión portal,<br />
la cual puede estar relacionada con enfermedad<br />
hepática o cardiaca. Una SAAG baja típicamente<br />
está asociada con carcinomatosis, tuberculosis, ascitis<br />
pancreática y síndrome nefrítico.<br />
Otros estudios como la determinación de niveles<br />
de deshidrogenasa láctica y colesterol han sido<br />
descritos para ayudar a diferenciar el origen de<br />
la ascitis. Un fluido intraperitoneal con determinaciones<br />
de DHL mayores a 250 mcg/ml y de<br />
colesterol de más de 70 mg/ml están asociadas<br />
a malignidad. (18)<br />
Tnagkijvanich y asociados notaron que la presencia<br />
de telomerasa es un marcador discriminatorio<br />
específico en ascitis maligna. La actividad de<br />
la telomerasa es detectada en el 81% de las efu-<br />
siones malignas, con una sensibilidad del 76% y<br />
una especificidad del 95.7%. La beta gonadotrofina<br />
humana está también frecuentemente elevada<br />
en ascitis por causas oncológicas y ha sido<br />
combinada con la determinación citológica con<br />
una precisión diagnóstica del 89.5%. (19)<br />
Otras determinaciones que se sugieren realizar<br />
con fin diagnóstico y terapéutico son:<br />
- Concentración de amilasa (elevada en la ascitis<br />
pancreática), concentración de triglicéridos<br />
(elevados en la ascitis quilosa), cuenta de células<br />
blancas (> 350 / microlitro es sugestiva de<br />
infección. Si la mayoría de las células son polimorfonucleares<br />
se puede sospechar infección<br />
bacteriana. Cuando las células mononucleares<br />
son predominantes, una infección micótica o por<br />
tuberculosis es común).<br />
- Cuenta de células rojas: se emplea también como<br />
parte del diagnóstico diferencial. Cuando es mayor<br />
de 50 000/µl denota ascitis hemorrágica, lo<br />
cual es usual debido a malignidad, tuberculosis o<br />
secundaria a un trauma.<br />
- Cultivo y tinción de Gramm (pudiendo confirmar<br />
el diagnóstico de infección bacteriana)<br />
- pH: si es menor de 7 sugiere infección bacteriana.<br />
- Citología: puede ser positiva en enfermedades<br />
malignas.<br />
- Glucosa: niveles menores a 60 mg/dl sugieren<br />
carcinomatosis.<br />
Tratamiento•<br />
El tratamiento de la ascitis está encaminado a la<br />
paliación de la sintomatología que ésta condiciona.<br />
Con excepción del cáncer de ovario, la ascitis<br />
maligna es frecuentemente un evento terminal y<br />
de tal forma, la expectativa de vida en la mayoría<br />
de los pacientes es limitada. El tratamiento radical<br />
por ende está reservado para pacientes con tumores<br />
de ovario, linfoma y excepcionalmente mama;<br />
pudiéndose beneficiar de un tratamiento oncológico<br />
específico, generalmente quimioterapia, con<br />
la finalidad de obtener una remisión completa de<br />
la efusión peritoneal. (1) La dieta restringida en<br />
153
sodio (100 mmol/día) está indicada en pacientes<br />
ascitis subtipo central. El empleo de diuréticos<br />
también se recomienda en aquellos pacientes con<br />
ascitis catalogada como tipo central.<br />
Dentro de este grupo de fármacos los recomendados<br />
son:<br />
Espironolactona 100 a 400 mg/día<br />
Furosemida 40 a 80 mg (como dosis de inicio)<br />
Se han empleado otros diuréticos como la hidroclorotiazida.<br />
En un estudio donde se valoró las medidas de<br />
manejo para efusiones peritoneales malignas,<br />
se reportó como segunda opción o una opción<br />
alterna a la paracentesis, refiriéndose a la espironolactona<br />
como el de primera elección. (20)<br />
También se ha reportado que el régimen más<br />
efectivo para la disminución rápida de la ascitis<br />
es la combinación de espironolactona y furosemida,<br />
con una dosis inicial de 100 mg de<br />
espironolactona y 40 mg de furosemida por la<br />
mañana. Si no disminuye el peso corporal o la<br />
excreción aumentada de sodio urinario después<br />
de 2 o 3 días, la dosis de ambas drogas pueden<br />
ser aumentadas. La dosis de los fármacos puede<br />
indicarse hasta 400 mg de espironolactona y 160<br />
mg de furosemida por día. (21) Sin embargo, su<br />
utilidad no ha sido demostrada para el manejo<br />
de ascitis en pacientes oncológicos.<br />
La paracentesis es la terapia más común y efectiva<br />
empleada para la paliación de los síntomas condicionados<br />
por ascitis. (19) El drenaje de grandes<br />
volúmenes puede ser realizado con o sin guía ultrasonográfica<br />
en pacientes ambulatorios.<br />
La paracentesis evacuadora de hasta 5 l por sesión,<br />
es un tratamiento fácil y confortable. (1)<br />
Existen complicaciones dentro de las cuales se<br />
pueden mencionar infecciones, perforación intestinal<br />
y hemorragia.8 Dentro de los efectos secundarios<br />
de este procedimiento se encuentran<br />
la insuficiencia renal prerrenal, hipovolemia e hi-<br />
154<br />
Manejo Paliativo de la Ascitis en Pacientes Oncológicos<br />
ponatremia. Para evitar tales eventos se puede<br />
recomendar el empleo de albumina intravenosa<br />
(6 g/l de fluido ascítico removido). (6)<br />
El alivio de los síntomas se obtiene de forma temporal,<br />
lográndose este beneficio por días a semanas<br />
(2 o 3). Las indicaciones para la realización<br />
de paracentesis incluyen el alivio de síntomas dolorosos<br />
(discomfort), disnea, náusea y vómito.<br />
En la literatura se reporta un estudio realizado<br />
en pacientes oncológicos, en el cual, los síntomas<br />
principales por liquido en cavidad abdominal<br />
fueron: discomfort 6% de los casos, disnea<br />
75%, vómito 46% y náusea en el 29% de todos<br />
los pacientes. Al momento de la realización de la<br />
paracentesis clásica inicial se presentó alivio de<br />
los síntomas, pero no se demostró mejoría significativa<br />
de los mismos en abordajes posteriores,<br />
a excepción de los pacientes con respiración corta,<br />
en quienes el drenaje de más de 5 l en forma<br />
rápida no implicó grandes riesgos de depresión<br />
plasmática o afectación en la función renal. (22)<br />
El alivio de los síntomas en pacientes con ascitis<br />
a tensión puede ser valorado de forma objetiva<br />
a través de la medición de la presión intraperitoneal<br />
y los signos vitales. Existe un reporte donde<br />
se realizó la medición de la presión intraperitoneal<br />
a través de la colocación de una cánula de<br />
Veres en pacientes con cáncer de ovario recurrente<br />
avanzado y ascitis a tensión. La presión<br />
intraperitoneal previa a procedimiento fue de 30<br />
+ 7 cm H 2 O vs 13 + 6 cm H 2 O posterior al mismo,<br />
con un drenaje promedio de líquido de 4.8<br />
l. Se realizaron otras mediciones, como de la<br />
presión arterial, frecuencia cardiaca, encontrándose<br />
disminución de estas constantes posterior a<br />
la realización del drenaje de la ascitis. (23)<br />
También se han empleado la colocación de diferentes<br />
catéteres de forma semi-permanente<br />
para el drenaje de la ascitis, de forma percutánea,<br />
con guía ultrasonográfica o tomográfica.<br />
Alternativamente, la implantación de catéteres<br />
permanentes y los cortocircuitos son otras op-
Guillén et al, Cancerología 3 (2008): 149-157<br />
ciones terapéuticas de paliación a este problema.<br />
La realización de un cortocircuito está indicada<br />
cuando la expectativa de vida es mayor a un mes.<br />
Existen algunas contraindicaciones para su realización<br />
como son falla cardiaca o renal avanzada.<br />
Niveles de bilirrubina elevados (> 6 mg/dl), hipertensión<br />
portal y efusión pleural masiva.<br />
Dentro de los catéteres que se han empleado<br />
para drenaje de ascitis se encuentran el catéter<br />
cola de cochino, catéteres de silastic de diálisis<br />
peritoneal, el catéter pleurex, etc.<br />
Algunos autores han reportado la colocación<br />
de forma percutánea de un catéter peritoneal<br />
permanente para el drenaje de ascitis maligna.<br />
En un estudio se incluyeron 29 pacientes<br />
con ascitis maligna sintomática de grandes volúmenes,<br />
empleando un catéter de Tenckhoff<br />
tunelizado; se realizó su colocación a través de<br />
la técnica de Seldinger modificada, empleando<br />
agujas coaxiales fuertes curvas. Todos los pacientes<br />
tuvieron mejoría significativa en el alivio<br />
de sus síntomas debido a un drenaje adecuado<br />
del líquido de ascitis. 23 de 29 pacientes tuvieron<br />
una estancia intrahospitalaria de horas,<br />
posterior a la colocación del catéter. Algunos<br />
de los pacientes permanecieron unos días más<br />
en el hospital pero por otras causas, distintas y<br />
no relacionadas con el procedimiento. Sólo un<br />
paciente falleció intrahospitalariamente. (24)<br />
En nuestro grupo de trabajo, hemos realizado<br />
el drenaje de líquido de ascitis a través de<br />
un drenaje inicial de 500 ml a 1 l de forma<br />
rápida y durante el mismo procedimiento la<br />
colocación de un catéter peridural de 18G fenestrado<br />
dentro de la cavidad abdominal, con<br />
buena tasa de respuesta para paliar el reacumuló<br />
de fluido intraperitoneal.<br />
Esta técnica la realizamos previa asepsia y antisepsia<br />
de la región abdominal, ya sea en el cuadrante<br />
inferior izquierdo o derecho, aplicando dos puntos<br />
de xilocaína al 2%, con aguja hipodérmica calibre<br />
25G x 16 mm, uno aproximadamente 6cm<br />
hacia afuera de la cicatriz umbilical y el segundo<br />
a 8cm por fuera del primero. Posteriormente infiltramos<br />
planos más profundos en cada uno de<br />
los puntos con aguja hipodérmica calibre 21G x<br />
38 mm., aplicando xilocaína al 2% subcutánea<br />
uniendo los dos puntos antes mencionados a manera<br />
de formar un túnel, con aguja espinal no.<br />
22G x 88.9 mm. Posteriormente introducimos la<br />
aguja de Tuohy calibre 18G x 101.6mm siguiendo<br />
el túnel antes formado entre el punto más distal<br />
y dirigiéndose hacia el peritoneo (técnica en Z).<br />
Introducimos por la aguja Tuohy el catéter epidural<br />
calibre 20G x 914.4 mm (el cual previamente<br />
fue cortado en la punta y fenestrado a lo largo<br />
de aproximadamente 15 cm), dejando dentro de<br />
la cavidad peritoneal aproximadamente 20cm,<br />
fijándolo a la piel con un punto tipo jareta con<br />
Nylon. Para finalizar colocamos una bolsa de recolección,<br />
la cual se drena (previo adiestramiento<br />
al familiar del paciente) cada vez que se requiera,<br />
cuantificando los volúmenes evacuados.<br />
Recientemente se realizó un estudio de nuestra población<br />
tratada con esta técnica, encontrándose los<br />
siguientes resultados: se evaluaron 109 pacientes.<br />
63 (57.8%) fueron de paracentesis clásica (grupo 1),<br />
30 (27.5%) de microparacentesis directa (grupo 2)<br />
y 16 (14.7%) de microparacentesis con técnica en<br />
Z (grupo 3). Hubo predominio del sexo femenino<br />
sobre el masculino, con una relación de 4.7:1.<br />
La media en la edad es de 51.3 años. La patología<br />
principal fue cáncer de ovario 51%. La disnea<br />
post-procedimiento fue estadísticamente significativa<br />
en los grupos 2 y 3 en relación con el grupo<br />
1 (P
Existen otros abordajes terapéuticos para manejo<br />
de ascitis maligna como son:<br />
a) Radioisótopos intraperitoneales: dentro de ellos<br />
se mencionan al oro radioactivo AU-198, fosfato<br />
crómico 32P, etc.<br />
b) Quimioterapia intracavitaria: cisplatino, 5-fluoracilo,<br />
bleomicina, etc.<br />
La quimioterapia intraperitoneal se realiza a través<br />
de la instilación de un agente quimioterapéutico<br />
directamente dentro del abdomen. Este es<br />
drenado lo más que sea posible del líquido, empleando<br />
preferentemente un catéter de diálisis<br />
peritoneal, para posteriormente administrar la<br />
droga escogida de forma diluida en 100 ml de<br />
solución salina isotónica, inyectándose a la cavidad<br />
a través del catéter. Al término de la misma,<br />
se sugiere administrar 100 ml más de solución salina.<br />
La posición del paciente es cambiada constantemente<br />
durante el lapso de una hora para<br />
que el agente quimioterapéutico se disperse dentro<br />
de la cavidad abdominal. (17)<br />
Pueden presentarse fiebre, dolor abdominal o<br />
calambres durante el procedimiento y posterior<br />
a él, con duración aproximada de 1 semana, pudiendo<br />
requerir paracentesis para corroborar<br />
que la peritonitis sea estéril.<br />
C) Agentes biológicos: inhibidores de las metaloproteinasas.<br />
Los adenocarcinomas mucinosos, tumores benignos<br />
productores de mucina y los mucoceles<br />
apendiculares pueden producir abundante<br />
material gelatinoso que es imposible de retirar<br />
mediante paracentesis. Se puede presentar en<br />
estos casos obstrucción intestinal recurrente y<br />
ascitis progresiva. La laparotomía para remover<br />
la mayor cantidad de material gelatinoso<br />
está indicada en estos casos. Este procedimiento<br />
puede ser repetido si existe recurrencia,<br />
dependiendo de los cambios anatómicos y<br />
la formación de adherencias.<br />
156<br />
Conclusión•<br />
Manejo Paliativo de la Ascitis en Pacientes Oncológicos<br />
De lo expuesto anteriormente se puede concluir<br />
que la ascitis es un padecimiento que condiciona<br />
morbilidad marcada en los pacientes oncológicos,<br />
por lo cual su detección oportuna y la integración<br />
de un abordaje farmacológico e intervencionista<br />
adecuado e Inter y multidisciplinario brindará confort<br />
al paciente con cáncer. Para tal fin existen modalidades<br />
terapéuticas útiles, seguras, con escasa<br />
morbi-mortalidad y con alta tasa de éxito.<br />
Referencias•<br />
1. J. Planas. Ascitis. En Porta J, Gómez-Batiste X, Tuca A.<br />
Manual “Control de síntomas en pacientes con cáncer<br />
avanzado y terminal. Arán Editores. 2005: 116-119•<br />
2. Vogel W, Wilson M, Melvin M. Advanced Practice<br />
Oncology Palliative Care Guidelines. Lippincott Williams<br />
& Wilkins Ed. 2005: 180-186•<br />
3. Brooks R, Herzog T. Long-term semi-permanent<br />
catheter use for the palliation of malignant ascites.<br />
Gynecologic Oncology 2006; (10); 360-362•<br />
4. Alexander R, Faker DL. Shunting procedures for<br />
malignant ascites and pleural effusions. In: Lotze T,<br />
Rubin T, editors. Regional therapy of advanced cancer.<br />
Lippincott-Raven ed; 1997: 271-280•<br />
5. Adam R, Adam Y. Malignant Ascites: Past, Present,<br />
and Future. Journal of American Collegue of Surgerons.<br />
2004 (198); 999-1011•<br />
6. Kichian K, Bain V. Jaundice, ascites and hepatic<br />
encephalopathy in Doyle D, Hanks G, Nathan Ch,<br />
Kenneth C. Oxford Textbook of Palliative Medicine.<br />
Oxford University Press. 2005: 507-515•<br />
7. Parsons L, Lang W, Steele J. Malignant ascites: a<br />
2 year review from a teaching hospital. Eur J Surg<br />
Oncol 1996 (22): 237-239•<br />
8. Rosenberg S. Palliation of Malignant Ascites. Gastroenterology<br />
Clin N Am 2006 (35): 189-199•<br />
9. Beecham B, Lucera P, Helmkamp F, Bonfiglio A.<br />
Peritoneal angiogenesis in patients with ascites. Gynecol<br />
Oncol 1983 (15): 142•<br />
10. Senger R, Galli J, Dvorak M, et al. Tumor cells secrete<br />
a vascular permeability factor that promotes accumulation<br />
of ascites fluid. Science 1983 (219): 983–985•<br />
11. Garrison N, Vaclin D, Galloway H, Heuser S.<br />
Malignant ascites. Clinical and experimental observations.<br />
Ann Surg 1986 (203): 644–651•
Guillén et al, Cancerología 3 (2008): 149-157<br />
12. Zebrowski K, Liu W, Ramirez K, et al. Markedly<br />
elevated levels of vascular endothelial growth factor in<br />
malignant ascites. Ann Surg Oncol 1999 (6): 373–378•<br />
13. Xu L, Yoneda J, Herrera C, et al. Inhibition of<br />
malignant ascites and growth of human ovarian carcinoma<br />
by oral administration of a potent inhibitor of<br />
vascular endothelial growth factor receptor tyrosine<br />
kinases. Int J Oncol 2000 (16): 445–454•<br />
14. Stoelcker B, Echtenacher B, Weich A, et al. VEGF/<br />
Flk-1 interaction, a requirement for malignant ascites recurrence.<br />
J Interferon Cytokine Res 2000 (20): 511–517•<br />
15. Yoshiji H, Kuriyama S, Hicklin J, et al. The vascular<br />
endothelial growth factor receptor KDR/Flk-1 is a<br />
major regulator of malignant ascites formation in the<br />
mouse hepatocellular carcinoma model. Hepatology<br />
2001 (33): 841–847•<br />
16. Enck E. Malignant ascites. Am J Hosp Palliative<br />
Care. 2002 (19) : 7-8•<br />
17. Plancarte R, Guillen M, Guajardo J, Mayer F. Ascitis<br />
en los pacientes oncológicos. Fisiopatología y opciones de<br />
tratamiento. Rev Soc Esp Dolor 2004 (11): 156-162•<br />
18. Runyon A, Montano A, Akriviadis A, et al. The<br />
serum-ascites albumin gradient is superior to the exudate-transudate<br />
concept in the differential diagnosis<br />
of ascites. Ann Intern Med 1992 (117): 215-220•<br />
19. Runyon A, Hoefs C, Morgan R. Ascitis fluid analysis<br />
in malignancy-related ascites. Hepatology 1988<br />
(8): 1104-1109•<br />
20. Lee C., Bociek G., Faught W. A survey of practice<br />
in management of malignant ascites. Journal of Pain<br />
and Symptom Management. 1998 (16): 96-101•<br />
21. Friedman L, Isselbacher K, Principios de Medicina<br />
Interna. Editorial McGraw Hill; 1995: 93-95•<br />
22. McNamara P. Paracentesis – an effective metod<br />
of symptom control in the palliative care setting?. Palliative<br />
Medicine 2000 (14): 62-64•<br />
23. Gotlieb H, Feldam B, Feldman-Moran O, Zmira N,<br />
et al. Intraperitoneal pressures and clinical parameters<br />
of total paracentesis for palliation sympotamitc ascites in<br />
ovarian cancer. Gynecol Oncol 1988 (71): 381-385•<br />
24. Barnett D, Rubins J. Placement of a permanent<br />
tunneled peritoneal drainage catheter for palliation<br />
of malignant ascites: a simplified percutaneous approach.<br />
J Vasc Interv Radiol 2002 (13): 379-383•<br />
157