10.07.2015 Views

InformeElcano18_Espana_mirando_al_sur_mediterraneo_sahel

InformeElcano18_Espana_mirando_al_sur_mediterraneo_sahel

InformeElcano18_Espana_mirando_al_sur_mediterraneo_sahel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El Re<strong>al</strong> Instituto Elcano es un think-tankespañol de estudios internacion<strong>al</strong>esy estratégicos que an<strong>al</strong>iza el mundodesde una perspectiva española,europea y glob<strong>al</strong>.El Re<strong>al</strong> Instituto Elcano nació en 2001como una fundación privada, bajola presidencia de honor de S.A.R. elPríncipe de Asturias. Su Patronato estácompuesto por figuras destacadas de lavida española vinculadas a la políticaexterior, los representantes de lasgrandes empresas que hacen posible elfuncionamiento del Instituto, así comolos ministros de Asuntos Exteriores yde Cooperación, Defensa, Educación,Cultura y Deporte, y Economía yCompetitividad.Los informes Elcano, cada uno deellos fruto de la reflexión de un ampliogrupo de trabajo de especi<strong>al</strong>istas querepresentan a diferentes ámbitos yvisiones de la sociedad, responden <strong>al</strong>a necesidad de aportar propuestasconcretas a temas relevantes para lapolítica exterior española.© 2014 Re<strong>al</strong> Instituto ElcanoC/ Príncipe de Vergara, 5128006 Madridwww.re<strong>al</strong>institutoelcano.orgISSN: 1698-885XDepósito Leg<strong>al</strong>: M-53423-2004


ÍNDICEPRESENTACIÓN DEL ESTUDIOMETODOLOGÍA Y ESTRUCTURARESUMEN EJECUTIVO1. RETOS DE SEGURIDAD Y DEFENSA1.1. La situación gener<strong>al</strong> de seguridad1.2. El terrorismo yihadista1.3. Seguridad marítima y piratería1.4. Tráfico de drogas1.5. Otros tráficos ilícitos1.6. Seguridad medioambient<strong>al</strong>1.7. La migración irregular9131725264153616975782. INTERESES ECONÓMICOS Y POLÍTICOS2.1. Una visión transvers<strong>al</strong>: comercio, recursos natur<strong>al</strong>es einversiones2.2. Una visión discriminada: topografía de los intereses95951033. ESCENARIOS DE RIESGOS Y OPORTUNIDADESSIGNIFICATIVOS3.1. Cisnes negros en el Mediterráneo occident<strong>al</strong>3.2. Ceuta y Melilla3.3. Una mirada geoeconómica a las oportunidades de África149150153162


4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES:ESPAÑA MIRANDO AL SURANEXOBIBLIOGRAFÍAABREVIATURAS Y ACRÓNIMOS171179183189


PRESENTACIÓNDEL ESTUDIO


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelcomprendido entre el Mediterráneo y el Sahel (la “Zona” de ahora en adelante). Enconsecuencia, el Re<strong>al</strong> Instituto Elcano puso en marcha un proyecto de investigaciónpara an<strong>al</strong>izar los princip<strong>al</strong>es problemas que podían afectar a la seguridad y defensade España a corto y medio plazo, generados o transmitidos desde la Zona. Además,se pretendía an<strong>al</strong>izar los intereses y las oportunidades existentes para la acción exterioren materia de economía, energía, comercio e inversiones, así como elaboraruna descripción (narrativa) que ayudara <strong>al</strong> Gobierno y a la sociedad de España atomar conciencia de la interdependencia con la Zona, proponiendo medidas parareducir sus riesgos y aprovechar sus oportunidades.El presente Informe responde a esa fin<strong>al</strong>idad divulgativa, la de acercar la miradaespañola a los riesgos y oportunidades del Sur, un Sur que parecía acabarse en elEstrecho y que las re<strong>al</strong>idades geopolíticas y geoeconómicas han ido ganando profundidadestratégica desde el Mediterráneo hacia el Sahel, primero y, desde la Zonahacia el Sur de África, después.10


METODOLOGÍAY ESTRUCTURA


METODOLOGÍA Y ESTRUCTURAEl análisis se ha desarrollado bajo un enfoque de contingencia, sobre los materi<strong>al</strong>esmás actu<strong>al</strong>izados disponibles en fuentes abiertas, y contrastando las conclusioneselaboradas sobre ellos con los responsables de los distintos Ministerios y Agenciasposteriormente. De esta forma se ha conseguido una primera aproximación a losriesgos y oportunidades más relevantes, un primer mapa ment<strong>al</strong> cuyos factores yvariables se deberían ampliar y profundizar en el futuro, v<strong>al</strong>idando y contrastandosus conclusiones sobre el terreno para una mayor depuración del análisis.Por lo tanto, las conclusiones y recomendaciones que se indican reflejan el mejorconocimiento disponible en el momento de la elaboración pero su vigencia y relevanciadependen de la sistematización y mejora de su análisis. Del mismo modo, ydada la plur<strong>al</strong>idad de variables y factores encontrados, se ha procedido a articularun análisis multidisciplinar de los mismos que determine su relevancia individu<strong>al</strong>,pero sigue pendiente un análisis transdisciplinar que an<strong>al</strong>ice la interacción entreellos.Para el análisis efectuado se ha recurrido a las fuentes e indicadores más reputadosy actu<strong>al</strong>izados de la Zona, menores en cantidad e inferiores en c<strong>al</strong>idad a los disponiblessobre otras áreas geográficas, lo que refuerza la necesidad de sistematizar yperseverar en su análisis futuro. Sobre los datos obtenidos de ellos, se ha elaboradoun estado de cada cuestión de seguridad relevante y se han identificado las estrategiasde intervención y las actuaciones seguidas por cada uno de los actores másimportantes, incluidas las de España. En la selección de los problemas ha primadosu trascendencia para España, por lo que la investigación ha descartado deliberadamentean<strong>al</strong>izar otros problemas relevantes para la Zona como los de desarrollo,demográficos o medioambient<strong>al</strong>es que no tienen probabilidad de afectar los interesesnacion<strong>al</strong>es de forma importante a corto plazo.Los investigadores del Re<strong>al</strong> Instituto Elcano se han encargado de an<strong>al</strong>izar los aspectosde la investigación que entraban dentro de sus áreas de especi<strong>al</strong>ización. Posteriormente,sus análisis provision<strong>al</strong>es y sus conclusiones se han ido contrastandotanto de forma genérica, en plenario, como específica, con cada organismo responsable,en el marco de un Grupo de Trabajo que ha contado con la colaboración deresponsables de los Ministerios y Agencias: Presidencia del Gobierno, Ministerio de13


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelDefensa (MD), Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (MAEC), Ministeriodel Interior (MI), Centro Nacion<strong>al</strong> de Inteligencia (CNI), Centro de Inteligencia de lasFuerzas Armadas (CIFAS), Centro de Inteligencia sobre el Crimen Organizado (CICO),Centro Nacion<strong>al</strong> de Coordinación Antiterrorista (CNCA), Jefatura de Información dela Guardia Civil, Dirección de Vigilancia Aduanera (DAVA), Servicio Ejecutivo dela Comisión de Prevención de Blanqueo de Capit<strong>al</strong>es e Infracciones Monetarias(SEPBLAC), Agencia Española de Cooperación Internacion<strong>al</strong> para el Desarrollo (AECID),Estado Mayor de la Defensa (EMAD), Estado Mayor de la Armada (EMA) y EstadoMayor del Ejército de Tierra (EME).Los resultados de la investigación se han estructurado en torno a tres apartadosprincip<strong>al</strong>es que agrupan los análisis sobre los princip<strong>al</strong>es problemas de seguridad ydefensa de la Zona, los retos y oportunidades políticas y económicas que presentancolectiva e individu<strong>al</strong>mente y un último apartado en el que se incluyen los escenariosde mayor preocupación. Estos apartados se complementan con el sumarioejecutivo de las conclusiones y recomendaciones y las notas introductorias querefleja el Índice.14


RESUMEN EJECUTIVO


RESUMEN EJECUTIVOSegún los resultados de la investigación, la Zona presenta una acumulación de riesgosde seguridad –la mayoría– y de defensa –la minoría– que, individu<strong>al</strong>mente y acorto plazo, no representan una amenaza existenci<strong>al</strong> a España. Sin embargo, a mayorplazo y debido a su latencia e interacción, los riesgos presentes en el Sahel, el Cuerno deÁfrica y el Golfo de Guinea afectarán a los intereses vit<strong>al</strong>es de España en las próximasdécadas, t<strong>al</strong> y como señ<strong>al</strong>a la Estrategia de Seguridad Nacion<strong>al</strong> de 2013.La investigación identifica tres escenarios preocupantes para España: la desestabilizaciónde países como Marruecos y Argelia, la sostenibilidad de Ceuta y Melilla yel desaprovechamiento de las oportunidades económicas que se abren en África.Pese a la capacidad de resiliencia demostrada por Marruecos y Argelia ante el fenómenode las primaveras árabes, ambos se enfrentan a problemas estructur<strong>al</strong>esde estabilidad que obligan a prevenir y prever el impacto de su desestabilizaciónsobre la seguridad nacion<strong>al</strong>. Ceuta y Melilla representan un segundo escenario depreocupación, no tanto por los fenómenos ligados a la inmigración irregular o a lasreivindicaciones territori<strong>al</strong>es de Marruecos sino por su sostenibilidad demográfica,económica e identitaria a medio plazo. Fin<strong>al</strong>mente, y desde el punto de vista de lasoportunidades, la Zona presenta una <strong>al</strong>ta densidad de intereses económicos en elpresente y muchas expectativas de futuro, por lo que la investigación ha señ<strong>al</strong>adocomo tercer escenario de inquietud aquel en que la f<strong>al</strong>ta de visión estratégica haceperder oportunidades de proyección geoeconómica en el continente africano.La investigación revela la insuficiencia del conocimiento disponible de la situaciónsobre el terreno, así como de las dinámicas y el estado de los riesgos y oportunidades,por lo que es difícil an<strong>al</strong>izar los riesgos con exactitud y se corre el riesgo de exageraro subestimar su trascendencia. A f<strong>al</strong>ta de un conocimiento más profundo resultadifícil justificar ante el Gobierno o la sociedad la prioridad que merecen riesgos comoel terrorismo, la inmigración irregular, el tráfico de drogas, la piratería o la conexiónentre los anteriores cuyos fundamentos objetivos no se corresponden con su percepciónintuitiva. La carencia anterior dificulta la ubicación del Sur entre las prioridadesde las agendas gubernament<strong>al</strong> y soci<strong>al</strong>. Sucesos como los de M<strong>al</strong>i, Gibr<strong>al</strong>tar, Ceuta yMelilla o Nigeria han dado mayor visibilidad a la Zona en los últimos meses pero noserá fácil preservar la atención si no se profundiza en la comprensión y divulgación delos factores y dinámicas que están detrás de los riesgos y oportunidades de la Zona.17


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahel• Se recomienda ampliar y profundizar el presente análisis de riesgos y oportunidadescon el fin de an<strong>al</strong>izar su impacto sobre los intereses nacion<strong>al</strong>es, adquiriendoun mejor conocimiento de las dinámicas y efectos de aquellos antes deadoptar las estrategias de intervención adecuadas.• Se recomienda justificar la importancia del Sur en la combinación de riesgos yoportunidades, evitando sobredimensionar cu<strong>al</strong>quiera de ellos para no desacreditarni desincentivar su atención en la agenda.La complejidad de los riesgos y las oportunidades de la Zona obliga a un enfoqueintegr<strong>al</strong> de su planificación y gestión, integrando en ellas a todos los instrumentosgubernament<strong>al</strong>es y colaborando con terceros, Estados y organizaciones, públicosy privados. Sin embargo, de la investigación se desprende que la intervención españolase desarrolla de forma compartimentada entre los distintos Ministerios yAgencias sin estrategias ni métodos de integración previos. Los resultados positivosde la coordinación obedecen más a procedimientos inform<strong>al</strong>es, de Gobierno aGobierno (las menos), de Ministerio a Ministerio (<strong>al</strong>gunas sistematizadas como laIniciativa 5+5) o inform<strong>al</strong>es de Cuerpo a Cuerpo y de individuo a individuo (lasmás). S<strong>al</strong>vo <strong>al</strong>gunas programaciones sectori<strong>al</strong>es como la Diplomacia de Defensa ola Cooperación Española, no se han identificado mecanismos que permitan desarrollarestrategias de intervención a largo plazo ni generar economías de esc<strong>al</strong>a oev<strong>al</strong>uar sus resultados.Por el contrario, la investigación constata el agotamiento del Plan África elaboradopor el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (MAEC) en respuesta a lacrisis de 2006, el estancamiento de la Estrategia para la Prevención del Terrorismoy la Radic<strong>al</strong>ización en el Sahel-Magreb tras los sucesos de M<strong>al</strong>i y la insuficiencia delos instrumentos de planificación de la cooperación internacion<strong>al</strong>. También, se haconstatado que la necesaria colaboración con la UE no se ha integrado ni sistematizado,por lo que muchos de los órganos interesados en la colaboración la gestionande forma individu<strong>al</strong>, sin la necesaria coordinación interministeri<strong>al</strong>.• Se recomienda la elaboración de una estrategia integr<strong>al</strong> de intervención en laZona, así como un procedimiento que supervise su ejecución o adaptación.• En la integración deberían participar todos los Ministerios y Agencias implicados,así como los actores subestat<strong>al</strong>es y no gubernament<strong>al</strong>es con presencia en la Zona.Ya que las oportunidades y los riesgos son complejos, no es eficaz enfocar ningunaestrategia de intervención hacia objetivos a corto plazo, por lo que se precisa contarcon recursos humanos y materi<strong>al</strong>es importantes y sostenibles a medio y largoplazo. Las consultas con los expertos revelan que la existencia o no de fondos suele18


Resumen ejecutivoser el criterio decisivo a la hora de actuar, más que su vinculación con un objetivoestratégico concreto. Del mismo modo, movilizar recursos privados obliga a disponerde contribuciones públicas que fomenten la implicación privada. Por lo tanto,el liderazgo necesario del Gobierno debe dotarse de recursos específicos y distintosde los que Ministerios y Agencias gestionan como propios si se quiere incentivar lacolaboración entre ellos bajo un enfoque integr<strong>al</strong>.• Se recomienda habilitar presupuestos ad hoc o fondos interministeri<strong>al</strong>es para la intervenciónen la Zona para incentivar la colaboración entre el sector público y entre éste yel privado, de forma que se generen sinergias y economías de esc<strong>al</strong>a.• Par<strong>al</strong>elamente, se sugiere estudiar la forma mejor de aprovechar fondos disponiblesde la UE para la Zona y el de influir en la financiación de proyectos que satisfaganlos intereses españoles (pasar de tomador de fondos a decisor de fondos).El Informe ha an<strong>al</strong>izado las estrategias de intervención de terceros países y organizacionesen la Zona en materia de seguridad y defensa. Su número es limitadocuantitativamente entre los actores extra-region<strong>al</strong>es (EEUU, Francia, el Reino Unido,It<strong>al</strong>ia, la UE y la OTAN) y limitado cu<strong>al</strong>itativamente entre las organizaciones y paísesregion<strong>al</strong>es y subregion<strong>al</strong>es. A f<strong>al</strong>ta de una arquitectura de seguridad y defensa adecuada,España deberá ir identificando y estableciendo asociaciones estratégicas concuantos compartan intereses y sean capaces de contribuir a ello. Ya que España notiene una tradición de presencia en toda la Zona y que se desconoce a sus posiblessocios estratégicos (también nos desconocen) la aproximación deberá ser progresivay pragmática.• Se propone que España cree su propia red de intervención en la Zona en la que seidentifiquen los actores con los que cuenta o puede contar para cada mod<strong>al</strong>idad deintervención tanto sobre el terreno (nivel táctico) como fuera de él (niveles estratégicosy operativos).• Se recomienda que España sondee a sus posibles socios estratégicos sobre las posibilidadesde asociación estratégica, tanto bilater<strong>al</strong> como multilater<strong>al</strong>mente, para afrontarlos riesgos y las oportunidades compartidas.• Fin<strong>al</strong>mente, se recomienda prestar <strong>al</strong> Servicio Europeo de Acción Exterior el asesoramientode Defensa y Seguridad de los que carece en la Zona de forma voluntaria parapoder <strong>al</strong>inear los intereses nacion<strong>al</strong>es y de la UE en esos ámbitos.La reforma del sector de la seguridad (RSS) es uno de los instrumentos más recurrentesentre las estrategias de intervención de terceros. Sin embargo, la investigaciónmuestra que España carece de ese instrumento porque cada Ministerioo Agencia –incluso funcionarios a título individu<strong>al</strong>– desarrollan actividades de19


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelasistencia o formación en el marco de consorcios u organizaciones internacion<strong>al</strong>essin que exista una coordinación de sus objetivos ni seguimiento de sus resultados(escasa visibilidad como acción exterior española).• En este sentido, se propone un mayor control de las colaboraciones individu<strong>al</strong>esa la RSS y una integración de la oferta que se presente a la colaboración bilater<strong>al</strong>con terceros países u organizaciones.• Se recomienda integrar los distintos activos disponibles para llevar a cabo iniciativasRSS de forma que en su planeamiento, instrucción, ejecución y ev<strong>al</strong>uación intervengantodos los órganos implicados, incluido el sector industri<strong>al</strong>.• Se recomienda ampliar el ámbito de colaboración de la Iniciativa 5+5 de la Defensaa la Seguridad y a la RSS.El Golfo de Guinea es un subsector de la Zona que ha cobrado interés en los últimosmeses. La investigación revela diferencias importantes entre la natur<strong>al</strong>eza y respuestade los problemas de seguridad marítima y piratería en Som<strong>al</strong>ia y en el Golfo de Guinea,por lo que las estrategias de intervención deberán ser diferentes. A diferencia deSom<strong>al</strong>ia, los países ribereños del Golfo de Guinea disponen de medios y estrategiasde intervención y se enfrentan a problemas de piratería e inseguridad marítima decaracterísticas diferentes, por lo que precisan una estrategia de intervención máspropia de la seguridad que de la defensa. Este enfoque de la Estrategia para el Golfode Guinea que se ha elaborado por la UE en 2014 donde prima el v<strong>al</strong>or de los instrumentospolici<strong>al</strong>es, judici<strong>al</strong>es y de inteligencia frente a los militares (un enfoque quetambién ha seguido la UE en relación con la emigración irregular en el Mediterráneo,descartando llevar a cabo misiones PCSD <strong>al</strong> respecto).La seguridad marítima va a ser un factor estructur<strong>al</strong> de la seguridad en la Zona en lospróximos años, pero antes precisa que se pongan en práctica los conceptos y funcionesque se han aprobado recientemente en las diversas estrategias de seguridad marítima,tanto en España como en la UE, la OTAN y la Unión Africana. Dada su novedad, así comola diversidad y complejidad de competencias y agencias que conforman las cuestionesde seguridad marítima es de esperar que se tarde <strong>al</strong>gún tiempo en articular la necesariacoordinación interministeri<strong>al</strong>, primero, e internacion<strong>al</strong> después. Fin<strong>al</strong>mente, la asistenciaextra-region<strong>al</strong> a las fuerzas armadas y de seguridad region<strong>al</strong>es para dotarles de capacidadespropias carece de mecanismos de coordinación, lo que resta eficacia a la misma.• Se recomienda progresar hacia una definición de responsabilidades y de protocolosde integración en el ámbito de la seguridad marítima nacion<strong>al</strong>, evitando la duplicaciónde esfuerzos y medios.20


Resumen ejecutivo• Se recomienda contribuir <strong>al</strong> empoderamiento de los países del Golfo de Guineadesde un enfoque de seguridad, contribuyendo a desarrollar su estrategia de seguridadmarítima y sus capacidades de actuación, reservando una intervenciónnav<strong>al</strong> directa a la defensa de intereses nacion<strong>al</strong>es puntu<strong>al</strong>es.• Se recomienda buscar <strong>al</strong>gún tipo de reparto de trabajo entre los países occident<strong>al</strong>esque apoyan a las fuerzas loc<strong>al</strong>es en la lucha contra la piratería y la inseguridadmarítima de modo que se haga sostenible el empoderamiento entre todos.Las cuestiones de seguridad y defensa parecen confinadas <strong>al</strong> diálogo entre Ministroshomólogos y disociadas del diálogo Gobierno a Gobierno con los países de laZona. Las estrategias españolas de intervención, incluida la concertación de asociacionesestratégicas con países u organizaciones afines, se elaboran, negocian yejecutan dentro de ámbitos ministeri<strong>al</strong>es específicos con lo que pierden visibilidadcomo instrumentos transvers<strong>al</strong>es de políticas de Estado. Por el contrario, parececonveniente elevar el perfil del protagonismo del Gobierno, por ejemplo incluyendoesas estrategias y sus responsables dentro de las agendas de los Consejos de AltoNivel con países de la Zona o implicando <strong>al</strong> Gobierno en las iniciativas de seguridady defensa que se propongan.• Se propone incluir los asuntos de seguridad y defensa en la agenda de las relacionesGobierno a Gobierno para reforzar el nivel de los interlocutores y de las estrategiasde intervención.• Se recomienda incrementar el liderazgo presidenci<strong>al</strong> en la concertación de lared de apoyos en la Zona que se propone, tanto en el ámbito bilater<strong>al</strong> como enel multilater<strong>al</strong>.• Fin<strong>al</strong>mente, se recomienda prestar atención <strong>al</strong> previsible desvío de la prioridad deintervención de la UE y de la OTAN hacia el este en detrimento del <strong>sur</strong> debido a lareciente crisis de Ucrania.21


1. RETOS DE SEGURIDADY DEFENSA


1. RETOS DE SEGURIDAD Y DEFENSAEn este capítulo se van a an<strong>al</strong>izar aquellos problemas de seguridad y defensa queafectan a España, tanto los genéricos como <strong>al</strong>gunos específicos como el terrorismo, laseguridad marítima y la piratería, los tráficos ilícitos organizados y la migración irregular.En todos y cada uno de ellos se indicarán las estrategias de intervención de losactores loc<strong>al</strong>es, region<strong>al</strong>es y extra-region<strong>al</strong>es junto con las actividades y estrategiasde actuación españolas. El capítulo se cierra con las conclusiones y recomendacionesque se resumen en el sumario ejecutivo.La ev<strong>al</strong>uación de la seguridad genérica de la Zona revela la existencia de problemasestructur<strong>al</strong>es de seguridad y la f<strong>al</strong>ta de organizaciones de seguridad nacion<strong>al</strong>es omultilater<strong>al</strong>es capaces de hacerles frente. Este desfase entre retos e instrumentos derespuesta representa una fuente de debilidad estructur<strong>al</strong>. Sus efectos son asimétricosy cada país se ve afectado de forma diferenciada, pero el desfase les impide a todoscontar con una garantía multilater<strong>al</strong> complementaria de sus capacidades nacion<strong>al</strong>es.Organizaciones como la Unión Africana (UA), la Comunidad Económica de Estadosde África Occident<strong>al</strong> (CEDEAO) y la Comunidad de África Occident<strong>al</strong> (CAO), entreotras que se indican, están desarrollando sus capacidades pero todavía distan muchode disponer de capacidades operativas efectivas, con lo que siguen dependiendo delas aportaciones de Naciones Unidas, la UE o terceros países para afrontar los problemascolectivos de seguridad que padece la Zona.Otra conclusión genérica de la investigación es que la debilidad de los Estados de laZona para hacer frente a su seguridad, ya sea porque atraviesan procesos de transiciónpolítica, porque carecen de recursos económicos o de instrumentos de seguridady defensa, aumenta la capacidad de desestabilización de los actores no estat<strong>al</strong>es violentos(ANEV). Casi todos los países de la Zona tienen dificultades para hacer frentea las actuaciones del crimen organizado, el terrorismo yihadista o la in<strong>sur</strong>gencia ensus territorios, con lo que son sensibles –cuando no vulnerables– a la actuación deesos grupos, lo que les abona a una situación de fragilidad o f<strong>al</strong>lo latente. Además deestos grupos, en la investigación se incluye el estudio de riesgos como el terrorismo,la seguridad marítima, los tráficos ilícitos y la seguridad medioambient<strong>al</strong> por suspotenci<strong>al</strong>es efectos sobre la seguridad nacion<strong>al</strong>, pero no se incluyen otros factorescomo la gobernanza, pobreza, desarrollo, urbanización o medio ambiente que afectanmás y a mayor plazo a los países de la Zona. Unos y otros precisarían un estudiomás detenido en el futuro para ev<strong>al</strong>uar mejor el efecto de los factores estructur<strong>al</strong>esy coyuntur<strong>al</strong>es sobre la situación de seguridad region<strong>al</strong> y su impacto sobre España.Fin<strong>al</strong>mente, la investigación revela la necesidad de adoptar enfoques integr<strong>al</strong>es deintervención, como ponen de manifiesto las estrategias multilater<strong>al</strong>es de intervenciónafricanas y europea en las que se procura articular la actuación de todos los actores, y25


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelque se echa de menos en la intervención española. Al articularse ésta desde visionesy actuaciones muy fragmentadas, a España le resulta difícil influir en la definición deestrategias bilater<strong>al</strong>es con países afines o multilater<strong>al</strong>es en el seno de organizacionescomo la UE o la OTAN, además del coste en sinergia y coherencia que representa.1.1 La situación gener<strong>al</strong> de seguridadMientras la situación gener<strong>al</strong> en el conjunto de África refleja una mejora de las dinámicasde seguridad 1 , en la Zona están emergiendo nuevos retos de seguridad –conflictosarmados intraestat<strong>al</strong>es, terrorismo, inseguridad marítima y tráficos ilícitos– que retro<strong>al</strong>imentanlos conflictos latentes (45 en 2013 según la base de datos del HeidelbergInstitute for Conflict Research que se reflejan en los mapas siguientes).Mapa 1. Conflictos internos del norte de África en 2012Mapa 2. Conflictos internos del norte de África en 2013261Los informes del secretario gener<strong>al</strong> de NNUU <strong>al</strong> Consejo de Seguridad reflejan esa du<strong>al</strong>idad deprogreso gener<strong>al</strong> y retrocesos puntu<strong>al</strong>es, t<strong>al</strong> y como refleja el último (A769/162/ de 24/VII/2014).


Retos de seguridad y defensaMapa 3. Conflictos internos del África Sahariana en 2012Mapa 4. Conflictos internos del África Sahariana en 2013Fuente: Conflict Barometer HIIK 2012 y 2013 (la mayor intensidad del color se corresponde consituaciones de crisis, conflicto armado y guerra, respectivamente).La Zona considerada presenta problemas de natur<strong>al</strong>eza estructur<strong>al</strong> que no puedenresolverse con acciones aisladas a corto plazo, por lo que cu<strong>al</strong>quier intervenciónconlleva el riesgo de ser larga, costosa y compleja. Algunos de los países padecenemergencias complejas agudas (Sudán, Sudán del Sur y Nigeria) que incluyen desastresmedioambient<strong>al</strong>es, violencia política, pobreza e inestabilidad soci<strong>al</strong>. Otros(M<strong>al</strong>i y la región del Sahel) presentan problemas crónicos como la vulnerabilidadmedioambient<strong>al</strong>, la violencia armada de baja intensidad y los cambios demográficos.En otros puntos, las emergencias se tornan complejas en áreas urbanas comoNairobi en Kenia, Freetown en Sierra Leona y Monrovia en Liberia, donde convergenla inmigración rur<strong>al</strong>, la f<strong>al</strong>ta de empleo y servicios públicos y la inestabilidadsoci<strong>al</strong>. Fin<strong>al</strong>mente, existen situaciones complejas como la de Som<strong>al</strong>ia donde aproblemas crónicos como los conflictos sectarios, la vulnerabilidad climática, la pobrezay el desorden demográfico, entre otros, se añade la f<strong>al</strong>ta de autoridad centr<strong>al</strong>y de Estado (Macías, 2013, p. 4).27


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelEl princip<strong>al</strong> foco de desestabilización genérico procede de la existencia de actoresno estat<strong>al</strong>es violentos (ANEV) 2 que disputan el monopolio estat<strong>al</strong> del uso de la fuerzacon capacidad y voluntad para hacer frente a las fuerzas de seguridad y gobiernosloc<strong>al</strong>es mediante acciones terroristas, in<strong>sur</strong>gentes, crimin<strong>al</strong>es o combinacionesde los anteriores. Estos actores proliferan y consolidan sus actividades debido a quela región presenta condiciones idóneas para su arraigo:• Escasa presencia y control de las fuerzas de seguridad y estados sobre sus territorios.• Porosidad y amplitud de fronteras.• Carencia de <strong>al</strong>ternativas económicas y de desarrollo para amplias capas de lapoblación.• Existencia de conflictos y tensiones loc<strong>al</strong>es por el control del territorio y recursos.A lo anterior, hay que añadir muchos factores estructur<strong>al</strong>es que agravan la situaciónde seguridad como la f<strong>al</strong>ta de gobernanza, el deterioro medioambient<strong>al</strong>, la inseguridad<strong>al</strong>imentaria y la radic<strong>al</strong>ización de las facciones que compiten por el poderpolítico, religioso, étnico o económico. La acumulación de factores coyuntur<strong>al</strong>es yestructur<strong>al</strong>es pone a la mayoría de los países de la Zona en riesgo de fracasar comoEstados según el Mapa 5.Mapa 5. Riesgo de Estados f<strong>al</strong>lidos en 2013Fuente: Foreign Policy Index of Failed States 2013.282El concepto de ANEV es más amplio que el de violent extremist organizations (VEO), que utilizael AFRICOM, porque incluye la crimin<strong>al</strong>idad organizada.


Retos de seguridad y defensaSiguiendo la geografía de la Zona en el sentido de las agujas del reloj, el norte deÁfrica padece un deterioro de seguridad debido, princip<strong>al</strong>mente, a las secuelas delas revueltas árabes que afectan a Túnez, Libia y Egipto. Países como Argelia, Chad,Egipto, Ghana, M<strong>al</strong>i, Mauritania, Níger y Nigeria padecen todavía las secuelas de losflujos de armas y combatientes procedentes de la guerra de Libia de 2011 según elStrategic Survey 2012 del IISS. La situación ha empeorado en Libia, M<strong>al</strong>i, Nigeriay Som<strong>al</strong>ia, según el Informe del secretario gener<strong>al</strong> de NNUU de 2014 (A/69/162),pero t<strong>al</strong> y como refleja el Gráfico 1, Egipto y Libia presentan el mayor número de incidentesy víctimas en el norte de África entre 2010 y 2013. El conflicto entre Sudány Sudán del Sur ha remitido, pero éste país ha entrado en guerra civil en 2013 segúnel Strategic Survey 2014. En Som<strong>al</strong>ia, las fuerzas gubernament<strong>al</strong>es y de AMISOMhan liberado <strong>al</strong>gunas áreas del control de <strong>al</strong>-Shabaab pero esta organización ha intensificadosus atentados en Kenia y ataques en Mogadiscio, incluyendo un ataquesobre el p<strong>al</strong>acio presidenci<strong>al</strong> en julio de 2014.Gráfico 1. Países más afectados por los conflictos en el norte de ÁfricaFuente: Armed Conflict Location & Event Dataset 2014 (los sucesos incluyen desde protestas pacíficasa enfrentamientos armados; incidentes en azul y víctimas en naranja).Libia se encuentra en una situación crítica, si no <strong>al</strong> borde de una guerra civil. Lasinstituciones democráticas no funcionan y se encuentran repartidas entre faccionesislamistas y no islamistas apoyadas por sus respectivas milicias. Éstas no se desmovilizaroncomo estaba previsto ni se reintegraron en las estructuras de fuerza gubernament<strong>al</strong>es.Por un lado están las milicias loc<strong>al</strong>es de Misrata y las islamistas delAmanecer en Libia –antes Escudo– que apoyan a los representantes de los Hermanos29


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelMusulmanes y controlan Trípoli, Bengasi y Misrata junto a la franja costera occident<strong>al</strong>hasta Túnez. Ambas reciben el apoyo ocasion<strong>al</strong> de los yihadistas de Ansar <strong>al</strong>-Sharia.Del otro lado figuran las milicias de Zintan, las fuerzas gubernament<strong>al</strong>es, las miliciasdel gener<strong>al</strong> Kh<strong>al</strong>ifa Hiftar y las tribus del interior que controlan el este e interior del país,incluyendo los princip<strong>al</strong>es centros de producción energética.La inestabilidad libia se está contagiando a los países limítrofesen la medida que la f<strong>al</strong>ta de control territori<strong>al</strong> facilita la implantacióny desplazamiento de milicias yihadistas –con el riesgode que <strong>sur</strong>ja un nuevo c<strong>al</strong>ifato– y la proliferación de tráficosilícitos, sobre todo inmigración ileg<strong>al</strong>, hacia Europa.Nigeria es otro país en vías de desestabilización, por la combinaciónde tensiones económicas, soci<strong>al</strong>es y étnicas crónicascon los nuevos fenómenos de piratería y terrorismo. El grupoislamista Boko Haram ha pasado a ser su mayor fuente depreocupación debido a las más de 5.000 víctimas causadasdesde 2010, En su estrategia de actuación ha vuelto a lasacciones terroristas, los coches bomba y los secuestros, abandonando las tácticas dein<strong>sur</strong>gencia que había adoptado hasta 2012 para controlar territorio, lo que podríaindicar que su capacidad militar para ocupar territorio o atacar blancos bien defendidoses limitada. Por su parte, el crimen organizado que antes se dedicaba a la in<strong>sur</strong>genciaen el Delta del Níger representa la princip<strong>al</strong> amenaza para la seguridad económica deNigeria (IISS, 2013).La presencia en la Zona de un entramado de grupos islamistas –<strong>al</strong>-Qaeda en el MagrebIslámico (AQMI), Ansar <strong>al</strong> Din (AaD) y el Movimiento por la Unicidad y la Yihad enÁfrica Occident<strong>al</strong> (MUYAO)– y tuareg –como el Movimiento Nacion<strong>al</strong> para la Liberacióndel Azawad (MNLA)– representa no sólo un problema para M<strong>al</strong>i y el Sahel sino tambiénpara la estabilidad de países limítrofes <strong>al</strong> norte y <strong>al</strong> <strong>sur</strong> del Sahara, como Argelia,Mauritania, Níger y Seneg<strong>al</strong>. En los últimos meses, y tras la intervención francesa enel norte de M<strong>al</strong>i (Operación Serv<strong>al</strong>), la situación en ese país parece más estable 3 perola dispersión de milicianos yihadistas ha generado inestabilidad en Libia, Níger, Argeliay Mauritania. En el caso de Libia, los enfrentamientos armados por el poder político yeconómico pueden derivar en una guerra civil o en un vacío de poder que daría a lasmilicias yihadistas el santuario que perdieron en M<strong>al</strong>i. Las fuerzas armadas de Argelia yTúnez combaten a esas milicias en la frontera común y Argelia ha visto cómo un nuevogrupo yihadista Jund <strong>al</strong>-Kh<strong>al</strong>ifa (soldados del C<strong>al</strong>ifato) han prestado obediencia <strong>al</strong> EstadoIslámico en Siria y Levante (ISIL) y decapitado a un ciudadano francés en su poder 4 .3A pesar de la firma en junio de 2013 del Acuerdo de Uagadugú, Burkina Faso, entre el Gobiernoy los dos princip<strong>al</strong>es grupos tuaregs, y otro en julio de 2014 con varios grupos rebeldes, se sucedenlos enfrentamientos.4Entre otros grupos de la Zona que han prestado obediencia a ISIL figuran el egipcio Ansar Beit <strong>al</strong>Maqdis que opera en el Sinaí, un grupo escindido de AQMI en Argelia y Ansar <strong>al</strong>-Shariah en Libia.30


Retos de seguridad y defensaEn África Occident<strong>al</strong>, la inestabilidad se centra en las subregiones del Golfo deGuinea, donde además de la piratería existen otros problemas estructur<strong>al</strong>es asociadosa la debilidad interna, la expansión del terrorismo yihadista y el auge delcrimen organizado, que pueden inhibir el potenci<strong>al</strong> de desarrollo de la región segúnla OCDE (2012). También en la región del Rio Manu, entre Liberia y Sierra Leona, laf<strong>al</strong>ta de progreso en la estabilización y la gobernanza amenazan con generar un nuevoconflicto, mientras que las dificultades económicas y políticas representan una fuentede inseguridad para países como Burkina Faso y Seneg<strong>al</strong>, donde las movilizacionessoci<strong>al</strong>es no consiguen mejorar la gobernanza loc<strong>al</strong> y las reclamaciones se conviertenen un c<strong>al</strong>do de cultivo para el extremismo. A lo anterior hay que añadir que el brotede ébola en 2014 ha reducido el PIB de Liberia y Sierra Leona en torno <strong>al</strong> 3% segúnestimaciones del Fondo Monetario Internacion<strong>al</strong> 5 .En Sierra Leona se ha dado por fin<strong>al</strong>izada en marzo de 2014 la misión de mantenimientode la paz que Naciones Unidas abrió en 1999 (UNAMSIL). En M<strong>al</strong>i se hatransferido la responsabilidad de la misión internacion<strong>al</strong> de apoyo a M<strong>al</strong>i (AFISMA)dirigida por la Unión Africana y CEDEAO a otra misión de estabilizacióndirigida por Naciones Unidas (MINUSMA) y se han encauzadolas tensiones territori<strong>al</strong>es entre Costa de Marfil y Guinea,entre Nigeria y Burkina Faso y entre Camerún y Nigeria (penínsulade Bakassi). Además, las misiones de Naciones Unidas enLiberia (UNMIL) y Costa de Marfil (UNOCI) han ayudado a susgobiernos a repeler las incursiones de grupos armados, aunquelas tensiones persisten. Por último, se ha estrechado la cooperaciónbilater<strong>al</strong> entre los Estados occident<strong>al</strong>es con intereses enla Zona y las distintas organizaciones region<strong>al</strong>es y subregion<strong>al</strong>esde seguridad, así como se han desarrollado estrategias integr<strong>al</strong>esde intervención por la UE y Naciones Unidas, mereciendouna mención especi<strong>al</strong> la creación del grupo Sahel-Nouakchott,un partenariado dentro del G5 (Chad, Mauritania, M<strong>al</strong>i, Nígery Burkina Faso) para fomentar la seguridad y el desarrollo enÁfrica Occident<strong>al</strong>.1.1.1 Estrategias genéricas de intervenciónEn su último informe sobre la región, el secretario gener<strong>al</strong> de Naciones Unidas(S/2013/354) identifica la f<strong>al</strong>ta de estructuras y capacidades de seguridad como laprincip<strong>al</strong> debilidad de la región. Los países de la Zona se enfrentan a serias dificultadespara afrontar su seguridad a través de organizaciones como la Unión Africana(UA/AU), la Comunidad Económica de Estados de África Occident<strong>al</strong> (CEDEAO/ECOWAS), la Comunidad de Estados del Sahel-Sahara (CEN-SAD), la Comunidadde África Orient<strong>al</strong> (CAO/EAC) o la Autoridad Intergubernament<strong>al</strong> para el Desarrollo(IGAD). Estas organizaciones y sus Estados miembros carecen de las capacidadesnecesarias en materia de gestión de crisis, equipamiento y formación, sistemas de5Reuters, Ana Yukhananaov, 11/IX/2014.31


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahel<strong>al</strong>erta temprana y fuerzas region<strong>al</strong>es, t<strong>al</strong> y como demuestra sulimitada capacidad operativa para preservar la paz en M<strong>al</strong>i,así como la divergencia de intereses para luchar frente a losactores violentos no estat<strong>al</strong>es. Muchos países han perdido elmonopolio del uso de la fuerza y no pueden contribuir a las necesidadesinstitucion<strong>al</strong>es (los Estados africanos sólo aportaronel 2% del Fondo para la Paz de la UA entre 2008 y 2011),lo que no permite articular un sistema autosuficiente de seguridadcolectiva. La situación en Libia ha permitido a Egipto yEmiratos Árabes Unidos llevar a cabo <strong>al</strong>gunos ataques aéreoslimitados contra las milicias de Misrata que apoyan la causa delos Hermanos Musulmanes en Libia. Una intervención árabeque no se registraba desde la guerra para el cambio de régimendel coronel Gadafi en 2011.La UE ha apostado por promocionar la capacidad loc<strong>al</strong> através de la African Peace Facility (APF) que can<strong>al</strong>iza fondosdel European Development Fund desde 2004 siguiendo la Estrategia ConjuntaUE-África (JAES) de 2007 actu<strong>al</strong>izada en abril de 2014 6 . A pesar del esfuerzo económicoeuropeo, la mayor parte de la inversión –en torno <strong>al</strong> 90% o 95%– ha ido a financiaroperaciones en lugar de potenciar las capacidades loc<strong>al</strong>es, con lo que persiste ladependencia region<strong>al</strong>. Del mismo modo, la UE, que ha venido apoyando la misión deNaciones Unidas en Som<strong>al</strong>ia 7 . Operaciones de capacitación o de adiestramiento dela UE, como EUCAP-Nestor, EUTM Uganda y EUTM-Som<strong>al</strong>ia, contribuyen a la capacitaciónnav<strong>al</strong> y terrestre de las tropas loc<strong>al</strong>es pero aún están muy lejos del objetivode empoderamiento, con lo que la presencia militar europea en el Cuerno de Áfricase prolongará en el tiempo.Tanto la Estrategia Europea para el Cuerno de África como la Estrategia Europea par<strong>al</strong>a Seguridad y el Desarrollo del Sahel tienen vocación integr<strong>al</strong> 8 y tratan de simultanearel desarrollo y la seguridad, un enfoque más comprehensivo en la variedad de objetivosque en la abundancia de recursos para conseguirlos. La Estrategia para el Sahel de2011 fue acertada en su diagnóstico de los problemas estructur<strong>al</strong>es de gobernanza,6La UE ha invertido en la APF 1.100 millones de euros en operaciones de apoyo a la paz, capacidadesy mecanismos de <strong>al</strong>erta temprana (la UE aporta 15 millones de euros mensu<strong>al</strong>es a AMISOM).El programa incluye actividades de formación de cuadros de mando, gestión de crisis y despliegue defuerzas (African Stand by Force) bajo el nombre Paz en África (Amani Africa) entre 2008 y 2015.7Fin<strong>al</strong>izadas: EUFOR Chad, Apoyo a AMIS II en Darfur y EU SSR Guinea Bissau. En curso: EUTMM<strong>al</strong>i y EUTM Som<strong>al</strong>ia, EUBAM Libia, EUAVEC Sudan del Sur, EUCAP Nestor/Sahel/Níger y EUNAVFORAt<strong>al</strong>anta.8La UE adoptó en marzo de 2011 la denominada Strategy for Security and Development in theSahel; en noviembre de ese año la EU Strategic Framework for the Horn of Africa, desconectadadel entramado de Acuerdos de Asociación y del marco de Vecindad vigente para el norte de África;y en marzo de 2014 la EU Strategy on the Gulf of Guinea.32


Retos de seguridad y defensade pobreza y humanitarios, pero subestimó el componente de seguridad y minusv<strong>al</strong>oróla contribución militar (Rouppert, 2012; Bello, 2012; y Simon, 2011) 9 . Como resultado,la estrategia resultó menos integr<strong>al</strong> de lo necesario y quedó en evidencia cuando losgrupos terroristas comenzaron a combatir en M<strong>al</strong>i para hacerse con un Estado propio 10 .Hasta 2013, las actuaciones militares europeas estaban limitadas <strong>al</strong> adiestramiento delas tropas som<strong>al</strong>íes (EUTM Som<strong>al</strong>ia) y la lucha contra la piratería en el Océano Índico(At<strong>al</strong>anta) mientras se preparaba otra misión de formación a las tropas m<strong>al</strong>ienses(EUTM M<strong>al</strong>i) para que pudieran intervenir en la reunificación de su país junto con lastropas de la Comunidad Económica de los Estados del África Occident<strong>al</strong> (CEDEAO) enuna misión de asistencia internacion<strong>al</strong> autorizada por Naciones Unidas (African-ledInternation<strong>al</strong> Support Mission to M<strong>al</strong>i, AFISMA). A partir de 2013 comenzó el desplieguede la Brigada Franco-Alemana y el de misión EUCAP-SahelM<strong>al</strong>i para entrenar a las fuerzas de seguridad m<strong>al</strong>ienses. De cara <strong>al</strong>futuro, la UE se propone elaborar un nuevo plan de acción para elSahel, profundizando su intervención operativa en M<strong>al</strong>i, Mauritaniay Níger y ampliándola a Burkina Faso y Chad. Fin<strong>al</strong>mente, la UEse ha visto obligada en julio de 2014 a retirar a Túnez el person<strong>al</strong>que atendía la misión EUBAM para asistencia a la gestión de lasfronteras hasta que se restablezca la norm<strong>al</strong>idad en Trípoli.Tras la Operación Serv<strong>al</strong> de Francia, la UE se ha visto obligada arevisar sus estrategias de actuación. La lucha contra el terrorismoo los tráficos ilícitos en el Sahel precisa unos recursos de natur<strong>al</strong>ezamilitar que no se pueden suplir con programas de formaciónpolici<strong>al</strong> o judici<strong>al</strong>, y si países como Argelia y Marruecos disponende esos recursos militares, no disponen de los mismos el resto delos países de la Zona por lo que cu<strong>al</strong>quier futuro plan de actuacióntendrá que tener en cuenta esta re<strong>al</strong>idad y proporcionar losequipos que se necesitan 11 . A pesar de su necesaria revisión, laEstrategia y los fondos del Instrumento de Estabilidad (Instrument for Stability, IfS)de la UE han permitido progresos en la cooperación polici<strong>al</strong> euro-<strong>sahel</strong>iana (Colegio9La intervención se diseñó entre 2008 y 2010 en base a la preocupación por unos grupos terroristasque habían comenzado a secuestrar ciudadanos europeos, por lo que primó el enfoque antiterrorista y delestado de derecho en detrimento del militar. Cuando se aprobó la Estrategia en marzo no podían preverselas consecuencias de la primavera árabe de 2011, pero se elaboró sin tener en que los patrones de actuaciónde los ANEV en Irak o Afganistán obligaban a incluir una dimensión militar de respuesta (inclusola misión EUCAP Níger mantuvo su natur<strong>al</strong>eza civil aunque comenzó en agosto de 2012).10Contra su intención de asociar seguridad y desarrollo, el Informe de Seguimiento del Servicio Europeode Acción Exterior (SEAE) de la estrategia de marzo de 2012 revela un desfase entre los fondosasignados a la seguridad (135 millones de euros) o a prevenir la radic<strong>al</strong>ización (50 millones) frentea los 500 millones destinados <strong>al</strong> desarrollo, lo que revela una contradicción entre medios y fines.11El concepto Train & Equip, ya utilizado en los programas de asistencia de EEUU, se está desarrollandoahora por un grupo de trabajo entre el Servicio Europeo de Acción Exterior y la Comisión.33


Retos de seguridad y defensaseguridad y defensa que se elaboran para la cooperación militar 15 , dentro de la diplomaciadel Plan de Diplomacia de Defensa de 2012 o de la Iniciativa 5+5, así como para lasacciones de paz y seguridad o regulación de los flujos migratorios a cargo de la AgenciaEspañola de Cooperación Internacion<strong>al</strong> para el Desarrollo (AECID). A lo anterior hay queunir las misiones internacion<strong>al</strong>es en las que participan las FuerzasArmadas españolas.Desde fin<strong>al</strong>es de 2004, la Zona cuenta con la Iniciativa 5+5entre los países del Mediterráneo occident<strong>al</strong> 16 para cooperar enmateria de vigilancia marítima, protección civil y seguridad aéreamediterráneas. Dentro de la Iniciativa, España organiza desde2008 el ejercicio Seaborder para el adiestramiento conjunto ycombinado en el control de tráfico marítimo, búsqueda y rescate,abordaje e inspección de buques 17 , mientras que M<strong>al</strong>ta e It<strong>al</strong>iaorganizan los ejercicios Can<strong>al</strong>e en el Mediterráneo orient<strong>al</strong>. Lacooperación militar con los países norteafricanos en el marco dela Iniciativa 5+5 avanza lentamente dentro de un clima de progresivaconfianza entre las dos orillas y, sobre todo, entre paísescomo Argelia y Marruecos, a lo que hay que añadir la incorporaciónactiva de Libia. Cuenta con un Plan de Acción anu<strong>al</strong> de actividadesy varios proyectos a largo plazo como el Centro Virtu<strong>al</strong> Region<strong>al</strong> deControl de Tráfico Marítimo, una Academia de Defensa, el CentroEuro Magrebí de Estudios Estratégicos, Centro de Desminado,Puntos de Contacto y Centro no Permanente de Planificación yCoordinación Operativa en emergencias, Manu<strong>al</strong> de ProcedimientosComunes en seguridad marítima y Mecanismo de Coordinación delas marinas de los países de la Iniciativa que lidera España.Con este enfoque, la Iniciativa sólo puede contribuir desde eldiálogo a la resolución de los problemas de seguridad del Sahel, en sentido amplio,y la de los bilater<strong>al</strong>es en sentido estricto (Argelia-Marruecos). Diseñada más para15Dentro de las misiones de la UE, las Fuerzas Armadas españolas participan en EUTM M<strong>al</strong>i, con 33instructores y 76 miembros de la fuerza de protección del Ejército de Tierra, lo que representa el segundocontingente tras Francia. El mismo lugar se ocupa en la EUTM Som<strong>al</strong>ia aunque se proporcionan cincode los 66 miembros. Se proporciona trasporte aéreo estratégico a Francia y a AFISMA desde Dakarcon un avión y un destacamento (Marfil) de 50 miembros. En la misión EUCAP Nestor participantres observadores que coordinan la contribución española <strong>al</strong> desarrollo de la capacidad marítima loc<strong>al</strong>(formación de guardacostas loc<strong>al</strong>es aprovechando la presencia nav<strong>al</strong>). España ha mantenido siempreen At<strong>al</strong>anta un avión de reconocimiento y ahora cuenta con un buque desplegado en la operación.16Argelia, España, Libia, It<strong>al</strong>ia, Francia, M<strong>al</strong>ta, Marruecos, Mauritania, Portug<strong>al</strong> y Túnez.17En el ejercicio Seaborder 2012 participaron representantes de Argelia, Marruecos, It<strong>al</strong>ia, Libia,Portug<strong>al</strong>, España y Túnez dirigidos desde el Centro de Operaciones de Vigilancia Marítima de Argelen su fase de control marítimo desde puestos de mando y desde el (COVAM) de Cartagena en su fasere<strong>al</strong> en las aguas del golfo de Cádiz (la parte de s<strong>al</strong>vamento y rescate se coordinó desde el Centro deCoordinación de Rescate Aéreo de Madrid).35


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelfomentar la confianza que la seguridad entre las partes, la Iniciativa se enfrenta <strong>al</strong> retode trascender la cooperación militar y abordar proyectos que refuercen las capacidadesloc<strong>al</strong>es de respuesta frente a los retos region<strong>al</strong>es como el terrorismo, la inmigración, lostráficos ilícitos o la inseguridad marítima, entre los ya mencionados. Algunos países comoArgelia han apoyado la participación de otras agencias 18 y la Presidencia española de2014 tiene entre sus objetivos fomentar la cooperación militar ante desastres y emergencias,pero la Iniciativa 5+5 sigue confinada <strong>al</strong> ámbito de la defensa. En cu<strong>al</strong>quier caso,la Iniciativa está consiguiendo más resultados que otros procesos de diálogo como elEuromediterráneo de la OTAN o la Unión por el Mediterráneo de la UE.Dentro de las relaciones bilater<strong>al</strong>es, la Zona es prioritaria –sólo superada por la UE yEEUU– dentro del Plan de Diplomacia de Defensa, en particular las que se mantienentradicion<strong>al</strong>mente con Marruecos y, últimamente, con Mauritania 19 . El Ministerio disponede Agregados de Defensa en esos dos países, además de Argelia, Túnez, Libiay Egipto. La cooperación con Marruecos comprende la enseñanzay ejercicios anfibios, de defensa aérea y de búsqueday rescate, entre otras 25 actividades incluidas en el Plan, quese actu<strong>al</strong>iza mediante las reuniones de una Comisión Mixta.Además de las cuestiones relacionadas con la contaminaciónmarítima ya mencionadas, Marruecos está muy interesado enque sus Fuerzas Auxiliares –un cuerpo armado de natur<strong>al</strong>ezamilitar dependiente de Interior– colabore con la Unidad Militarde Emergencias española.La cooperación con Argelia parte del Acuerdo de Cooperaciónen materia de Defensa de 2003. El Plan consta de unas 20actividades relacionadas con la formación, ejercicios e intercambioque se actu<strong>al</strong>izan mediante una Comisión Mixta. Con Mauritania, las áreas decooperación tienen que ver con la formación, la asistencia sanitaria y la búsqueda yrescate. Otras iniciativas como la construcción de un hospit<strong>al</strong> militar o la cesión de unavión de reconocimiento no han prosperado. El Ejército de Tierra español está interesadoen re<strong>al</strong>izar maniobras en áreas desérticas (la primera tuvo lugar en diciembre de 2013)y Mauritania desearía que España formara a sus pilotos de caza y helicópteros, unasexpectativas que se abordan en las reuniones bilater<strong>al</strong>es (la última tuvo lugar en 2013).Túnez es el decano de la colaboración militar –más de 14 comisiones mixtas hasta2011– y su Plan anu<strong>al</strong> recoge unas 15-20 actividades relacionadas con la formación y la3618No obstante, los proyectos aprobados o en estudio y los planes de acción se van abriendo haciaámbitos de seguridad como la protección civil, las emergencias, la seguridad marítima, la contaminación,el s<strong>al</strong>vamento e, incluso, ev<strong>al</strong>úan la posibilidad de ampliarla a la inmigración ileg<strong>al</strong> y l<strong>al</strong>ucha contra el crimen organizado en la última Declaración Conjunta de los ministros de Defensa dela Iniciativa 5+5 (Guimarães, Portug<strong>al</strong>, 11/XII/2013).19Este plan contó con una partida presupuestaria específica del Ministerio de Defensa (121) de1,09 millones de euros para gastos de person<strong>al</strong> y de 50.000 euros para operaciones en 2013.


Retos de seguridad y defensatransición democrática de las Fuerzas Armadas (la cesión de un patrullero no ha prosperadopor el coste de la puesta a punto). Túnez desea que España proporcione formaciónprofesion<strong>al</strong> para person<strong>al</strong> civil <strong>al</strong> igu<strong>al</strong> que hacen It<strong>al</strong>ia, Francia y Alemania, pero no haconcretado su propuesta. Con Libia no se mantienen activas otras actividades que lasmencionadas en la Iniciativa 5+5, aunque existe un Memorando de 2007 que permitiríaprogramar la cooperación militar. Sin embargo, la Comisión Mixta sólo se ha reunido unaprimera –y última– vez en abril de 2009 sin que se hayan reanudado las relaciones conel nuevo Gobierno.España sólo tiene acuerdos de cooperación con Seneg<strong>al</strong>, Gabón y Cabo Verde en elGolfo de Guinea. Las actividades asociadas a la seguridad marítima son ocasion<strong>al</strong>es y selimitan a aprovechar la presencia de buques de la Armada en la zona tanto por motivosindividu<strong>al</strong>es como cuando participa en ejercicios de la African Partnership Station delAFRICOM. La cooperación con Seneg<strong>al</strong> está encuadrada en el Plan de Diplomacia y hacrecido significativamente debido a las crisis migratorias y del Sahel. Comprende actividadesde formación, adiestramiento y cesión de materi<strong>al</strong> (tres patrulleros, un avión y unhelicóptero) y ahora se ha desplegado un avión para el apoyo logístico de AFISMA enM<strong>al</strong>i. Seneg<strong>al</strong> desearía que España facilitara el mantenimiento del equipo y la Armadaestá negociando el texto de un acuerdo de seguridad marítima con la Marina seneg<strong>al</strong>esa.Dentro de la cooperación <strong>al</strong> desarrollo, España ha contado con 30 millones de euros enel marco del Memorando de Entendimiento con la UA para el período 2009-2011 cuyasentregas se han ido retrasando en la ejecución o en la justificación (21 millones hasta2013). Las actividades de 2014 se encuentran en tramitación y la contribución anu<strong>al</strong>se va a reducir a 1 millón de euros. Desde 2012 la contribución se concentró en lospilares I, paz y seguridad, y II, Desarrollo, Cooperación e Integración (véase la Tabla 1).Tabla 1. Contribución de la Cooperación Española <strong>al</strong> desarrollo y seguridad de la ZonaPilares 2009-2011 (ejecución) (ejecución 2012 +presupuesto 2013)I. Paz y seguridad 8.089.073,53 50% 7.148.715,08 57%II. Desarrollo eIntegración3.645.316,90 23% 5.404.325,41 43%III. V<strong>al</strong>ores compartidos 685.981,93 4%- 0%IV. Fort<strong>al</strong>ecimientoinstitucion<strong>al</strong>3.705.154,21 23%- 0%16.125.526,57 100% 12.553.040,49 100%Tot<strong>al</strong> contribución en euros (incluyeintereses generados y reinvertidos)11.428,3416.787,232514,4862.778,86621.508,92553%32%2%13%100%El primer Pilar (2009-2013) buscaba el fort<strong>al</strong>ecimiento de las capacidades de la UApara fomentar la paz, seguridad y la estabilidad en el continente dentro de su Agendade Paz y Seguridad. Entre otros, se han beneficiado de fondos españoles los componentesno militares de la misión de la UA en Som<strong>al</strong>ia (AMISOM), el desarrollo de laArquitectura Africana de Paz y Seguridad (African Peace and Security Architecture,APSA) –incluidos el Consejo de Paz y Seguridad, el Consejo de Asesores y el sistemade Alerta Temprana–, la Política Africana de Defensa y Seguridad Común –incluida l<strong>al</strong>ucha contra el terrorismo a través del Centro Africano de Investigación sobre el Terrorismoen Argel–, y los programas de gestión de conflictos y de reconstrucción de la paz.37


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelCon la misma orientación, la cooperación española ha destinado a fomentar el diálogoy la reconciliación en el norte de M<strong>al</strong>i casi la cuarta parte de un proyecto de2 millones de euros, a lo que hay que sumar la contribución de las cooperacionesbelga y francesa. También en 2014, y en colaboración con la cooperación noruegay danesa, está previsto concluir un programa para la rehabilitación y reintegraciónde los antiguos combatientes de <strong>al</strong>-Shabaab en Som<strong>al</strong>ia.Fin<strong>al</strong>mente, las Fuerzas Armadas participan en varias misiones internacion<strong>al</strong>es en laZona con más de 400 efectivos, en todas las misiones de la UE y en colaboraciónbilater<strong>al</strong> con Francia 20 . En la operación EUTM M<strong>al</strong>i contribuyen con 110 militares dedicados<strong>al</strong> adiestramiento de la fuerza y <strong>al</strong> asesoramiento de la cadena de mando queacabará, s<strong>al</strong>vo prórroga, en 2016. Junto a los anteriores, el destacamento Marfil apoyael trasporte estratégico de las misiones de Francia y Naciones Unidas. En la RepúblicaCentroafricana se presta apoyo aéreo a la operación Sangarisfrancesa mediante un destacamento de transporte compuestopor 50 militares y se participa en la misión Eufor RepúblicaCentroafricana con otros 50 miembros del Ejército de Tierra y25 de la Guardia Civil junto a otros miembros asignados a loscuarteles gener<strong>al</strong>es de la operación. La contribución a Som<strong>al</strong>iase reparte entre la operación At<strong>al</strong>anta de la UE con un destacamentoaéreo táctico que opera desde Yibuti y un buque con untot<strong>al</strong> de 85 militares que acabará, s<strong>al</strong>vo prórroga, en diciembrede 2016. También se contribuye a las operaciones EucapNestor de vigilancia de la costa con siete miembros y EUTMSom<strong>al</strong>ia de formación con 15 militares asignados hasta 2015.1.1.3 RecomendacionesEn función de lo anterior, aumenta la probabilidad de que tropasespañolas tengan que actuar en la Zona durante los próximosaños para contener las actividades yihadistas, sea para apoyar intervenciones militaresoccident<strong>al</strong>es, entrenar a las fuerzas loc<strong>al</strong>es (reforma del sector de la seguridad), extraera fuerzas desplegadas en la Zona o para evacuar a person<strong>al</strong> nacion<strong>al</strong> no combatiente,independientemente de cuál fuera su misión inici<strong>al</strong>. Si la situación degenerara hacia lain<strong>sur</strong>gencia, con incremento de combates irregulares, atentados y ocupación del terreno,la intervención militar española debería recurrir <strong>al</strong> empleo de medios específicos (inteligencia,aviones no tripulados y operaciones especi<strong>al</strong>es) para combatirlas. Los escenariosanteriores parecerían remotos si no existieran los precedentes de AQMI en M<strong>al</strong>i e ISIL enSiria. La rapidez con la que los ANEV pueden hacerse con el control territori<strong>al</strong> y la dificultadque tienen los Estados de la Zona para recuperarlo obliga a planificar por adelantadointervenciones militares tipo Serv<strong>al</strong> –las re<strong>al</strong>izadas por Francia en M<strong>al</strong>i y en la RepúblicaCentroafricana–, donde los países impulsores deben asumir el esfuerzo princip<strong>al</strong> de lasoperaciones porque no hay muchos coligados potenci<strong>al</strong>es.3820Para una ev<strong>al</strong>uación actu<strong>al</strong>izada y det<strong>al</strong>lada de estas misiones, véase la comparecencia del ministrode Defensa ante la Comisión de Defensa del Congreso (D.S. 607 de 9/VI/2014).


Retos de seguridad y defensaEn consonancia con la importancia que la Estrategia de Seguridad Nacion<strong>al</strong> de2013 asigna a los riesgos del Sahel, el Cuerno de África y el Golfo de Guinea par<strong>al</strong>os intereses vit<strong>al</strong>es de España durante las próximas décadas, y con los cambiosgeopolíticos y geoestratégicos en curso, el Re<strong>al</strong> Instituto Elcano ha recomendadodar prioridad a la actuación militar en esos escenarios del Sur (Arteaga, 2013).Pero para pivotar la prioridad estratégica hacia el Sur se precisa articular antes unaestrategia y una red de intervención en la Zona. Hasta ahora, y según la investigación,la intervención española se desarrolla de forma compartimentada entre losdistintos Ministerios y Agencias sin estrategias ni métodos de integración previos,lo que resta sinergia y coherencia a la coordinación nacion<strong>al</strong> e internacion<strong>al</strong>. Lainvestigación constata el agotamiento del Plan África elaborado en respuesta <strong>al</strong>a crisis de “las pateras” de 2006, el estancamiento de la Estrategia para la Prevencióndel Terrorismo y la Radic<strong>al</strong>ización en el Sahel-Magreb tras los sucesos deM<strong>al</strong>i y la f<strong>al</strong>ta de instrumentos de planificación de la cooperación internacion<strong>al</strong>(delegada, por ejemplo, a las iniciativas de la UE o de la Fundación Internacion<strong>al</strong>y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas, FIIAPP, en cuestionesde Interior y Justicia).También se desprende que existe conciencia de esa f<strong>al</strong>ta de coordinacióny que se trata de p<strong>al</strong>iar mediante procedimientos inform<strong>al</strong>escomo las cumbres bilater<strong>al</strong>es de Gobierno a Gobierno, deMinisterio a Ministerio (<strong>al</strong>gunas sistematizadas como la Iniciativa5+5 de Defensa o el G4 de Interior) de Cuerpo a Cuerpo o deindividuo a individuo. En sentido contrario, también se ha constatadoun conflicto de intereses entre la cooperación que se decidemás por criterios person<strong>al</strong>es (participación en programas remuneradosde asistencia técnica) o institucion<strong>al</strong>es (participación enprogramas con fondos de la UE) que por criterios nacion<strong>al</strong>es (participaciónen programas de cooperación que satisfagan interesesnacion<strong>al</strong>es y se decidan por el Gobierno). Fin<strong>al</strong>mente, y dentro delámbito de Defensa, se han detectado iniciativas de <strong>al</strong>gunos ejércitos,como la cooperación militar con Mauritania del Ejército deTierra y su estrategia sobre “Frontera avanzada” en el Sahel, o lasiniciativas de la Armada en torno <strong>al</strong> Golfo de Guinea cuya articulaciónno parecen enmarcadas en una estrategia de intervencióndel Ministerio.A pesar de que la reforma del sector de la seguridad (RSS) es unade las estrategias de intervención más recurrentes en las declaracionesde Gobierno, la investigación revela que cada Ministerio oAgencia –incluso funcionarios a título individu<strong>al</strong> (FIIAPP)– desarrollan actividades deasistencia o formación en el marco de consorcios u organizaciones internacion<strong>al</strong>es sinque exista una coordinación de sus objetivos ni seguimiento de sus resultados (escasavisibilidad como acción exterior española). Esto supone que España contribuye a laRSS por cuenta ajena, sin contar con ningún instrumento gubernament<strong>al</strong> de integracióny supervisión de la asistencia concertada. Del mismo modo, se desaprovechan39


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelcapacidades industri<strong>al</strong>es y tecnológicas de seguridad y defensaen las que España tiene ventajas comparativas 21 .En consecuencia, se recomienda que el Gobierno elabore unaestrategia integr<strong>al</strong> de intervención en la Zona, así como un procedimientoque asegure el enfoque integr<strong>al</strong> de la intervención.Esa estrategia debe contar con recursos propios, poner en v<strong>al</strong>ornichos de asistencia técnica como la contribución española a losprogramas de modernización y reforma del sector de la seguridady articular un sistema de integración de los planeamientos,supervisión de la ejecución y ev<strong>al</strong>uación de resultados.A f<strong>al</strong>ta de una arquitectura de seguridad y defensa adecuada, España deberá ir identificandoy estableciendo asociaciones estratégicas con cuantos compartan intereses ysean capaces de contribuir a ello, pese <strong>al</strong> reducido número de actores extra-region<strong>al</strong>esimplicados y a la baja c<strong>al</strong>idad de las organizaciones involucradas. La debilidad mostradapor el sistema region<strong>al</strong> de seguridad para solucionar los problemas transnacion<strong>al</strong>esque nos afectan obliga a can<strong>al</strong>izar las estrategias de empoderamiento multilater<strong>al</strong> haci<strong>al</strong>as distintas organizaciones de la Zona 22 a través de la UE, mientras que se desarrollanasociaciones estratégicas de colaboración bilater<strong>al</strong> con los países occident<strong>al</strong>es (EEUU, elReino Unido y Francia) que tengan intereses de seguridad y con los países loc<strong>al</strong>es relevantesde la Zona (Marruecos, Argelia y Mauritania).En particular, y tras los sucesos de Ucrania, España deberá movilizar su influencia enla UE y en la OTAN para evitar que la renovada atención <strong>al</strong> Este perjudique a la debidaatención <strong>al</strong> Sur. En particular, deberá buscar coligados en la defensa de una mayorimplicación de la UE en la atención del problema migratorio en el Mediterráneo y enhacer compatible la previsible atención <strong>al</strong> Este en la OTAN con la necesaria atencióna la región del Sur.Se recomienda que España cree su propia red de intervención en la que se identifiquenlos actores con los que se cuenta (nodos) para cada mod<strong>al</strong>idad de intervención (flujo)tanto sobre el terreno (nivel táctico) como fuera de él (niveles estratégicos y operativos).La m<strong>al</strong>la/red vendría a ser la arquitectura de intervención y la estrategia sumodelo de funcionamiento (Defensa aportaría sus propios nodos y flujos en ella).4021En este sentido, fuentes de la industria de seguridad y defensa, señ<strong>al</strong>an la soledad en la que seencuentran para ofertar sus productos a diferencia de las actividades de promoción que re<strong>al</strong>izan en elnorte de África países como It<strong>al</strong>ia o el Reino Unido que acuden con ofertas RSS que incluyen todos losaspectos, desde el político <strong>al</strong> industri<strong>al</strong>, y a los responsables de esos aspectos en la misma delegación.22Entre otras, Unión Africana (UA), CEDEAO, CEN-SAD, Comunidad de África del Este (EAC), laAutoridad Intergubernament<strong>al</strong> para el desarrollo (IGAD) Unión Africana, CEDEAO, CEN-SAD.


Retos de seguridad y defensaYa que España no tiene una tradición de presencia en toda la Zona y que se desconocea los posibles socios estratégicos (también nos desconocen) la aproximación deberá serprogresiva y pragmática. Para ello se recomienda consolidar la red desde la confianza a laasociación, desde las relaciones inform<strong>al</strong>es a las form<strong>al</strong>es, desde la colaboración prácticaa la teórica, y de las relaciones entre fuerzas y cuerpos a las relaciones institucion<strong>al</strong>es.En el mismo sentido, se recomienda prestar <strong>al</strong> Servicio Europeo de Acción Exteriorel asesoramiento de Defensa y Seguridad de los que carece en la Zona de formavoluntaria para poder <strong>al</strong>inear los intereses nacion<strong>al</strong>es y de la UE en esos ámbitos. Laprestación consistiría en reforzar el person<strong>al</strong> agregado a las embajadas para permitirel desdoblamiento y aumentar la influencia en el planeamiento y ejecución de lasintervenciones europeas. Si no se hace, tarde o temprano esa función asesora se acabarácubriendo por terceros ajenos a los problemas de seguridadde la Zona o poco familiarizados con sus implicaciones para losintereses nacion<strong>al</strong>es.Dentro del ámbito de la reforma del sector de la seguridad serecomienda un mayor control de las colaboraciones individu<strong>al</strong>esy una integración de la oferta que de v<strong>al</strong>or añadido a la colaboraciónbilater<strong>al</strong> o multilater<strong>al</strong>. Se dispone de experiencia y capacidadessuficientes para ello, e incluso un órgano gestor comola FIAPP, pero f<strong>al</strong>ta un mecanismo de supervisión que asegureun retorno para los intereses nacion<strong>al</strong>es en esas contribuciones.Fin<strong>al</strong>mente, y dado que el continuo entre seguridad y defensaconduce a un solapamiento de competencias y responsabilidades,se recomienda <strong>al</strong> Ministerio de Defensa concertar con otrosMinisterios y Agencias las actuaciones de las Fuerzas Armadasen el nuevo marco de la seguridad nacion<strong>al</strong>. Una concertaciónnecesaria si se desea ampliar el ámbito de colaboración de laIniciativa 5+5 desde la cooperación militar a la cooperación deseguridad y protección civil.1.2 El terrorismo yihadistaEste tipo de terrorismo se considera entre los princip<strong>al</strong>es riesgos de seguridad queafectan tanto a la Zona por su capacidad de desestabilización en países como M<strong>al</strong>iy Níger que no disponen de suficiente capacidad de lucha antiterrorista, así comode crear problemas graves de seguridad nacion<strong>al</strong> a países que disponen de mayorcapacidad como Marruecos o Argelia. También se considera peligroso por su posibleproyección hacia España y Europa, aunque como se an<strong>al</strong>izará a continuación,la proyección está muy condicionada a la visión loc<strong>al</strong>ista o glob<strong>al</strong> de los distintosgrupos terroristas, así como a la capacidad de proyección de la que disponen encada momento.41


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelRecientemente, la dinámica del terrorismo yihadista se ha visto condicionada deforma princip<strong>al</strong>, pero no exclusivamente, por dos factores de especi<strong>al</strong> incidencia. Porun lado, la intervención francesa que desbarató el condominio yihadista que <strong>al</strong>-Qaedaen el Magreb Islámico (AQMI), el Movimiento para la Unicidad y la Yihad en ÁfricaOccident<strong>al</strong> (MUYAO) y Ansar <strong>al</strong> Din (AaD) habían conseguido instaurar en gran partedel norte de M<strong>al</strong>i, aprovechando la oportunidad favorable que ofrecieron sobre todouna rebelión tuareg derivada en buena medida de la desintegración estat<strong>al</strong> en Libia yun golpe de Estado en Bamako. Por otro, la participación de <strong>al</strong>gunas organizacionesterroristas de orientación yihadista en la cruenta guerra civil desencadenada en Siria. Aella llegan combatientes de países fronterizos o del Norte de África junto a otros de origennorteafricano pero reclutados en el seno de las sociedades de Europa Occident<strong>al</strong> 23 .Actu<strong>al</strong>mente se está produciendo una recomposición del elenco de grupos y organizacionesque cabe adscribir en el creciente y heterogéneo sector del movimientoyihadista en la Zona. Entre los princip<strong>al</strong>es se encuentran los siguientes:• AQMI, que cuenta con <strong>al</strong>rededor de unos 200 miembros estables en estos momentos,aunque resulta difícil precisar su número tras la operación Serv<strong>al</strong> y la presión argelina.Es una estructura terrorista consolidada y de referencia para el conjunto del sectoryihadista en el Magreb y el Sahel. Ha reemplazado a los mandos de <strong>al</strong>gunas unidadesdescentr<strong>al</strong>izadas y está confinada en sus bases del norte de Argelia (Boumerdes, TiziOuzu) donde se sitúa en estos momentos su princip<strong>al</strong> ámbito operativo, si bien mantienepresencia en el territorio de M<strong>al</strong>i y la ha extendido hacia el <strong>sur</strong>oeste de Libia.• El MUYAO y el grupo liderado por Mokhtar Belmokhtar, escindido en su día de AQMI,que han optado en agosto de 2013 por su fusión en un nuevo grupo, <strong>al</strong>-Murabitun,que cuenta con más de 600 miembros que operan en la Zona que discurre desde el<strong>sur</strong> de Argelia y su frontera con Libia a países como Níger, sin olvidar otros ubicadosmás hacia el <strong>sur</strong> y hacia el <strong>sur</strong>oeste de la región.• AaD, que sigue operativa en torno a la ciudad m<strong>al</strong>iense de Kid<strong>al</strong> aunque la mayoríade sus miembros parecen haberse desmovilizado o pasado a las filas del Movimientode Liberación Nacion<strong>al</strong> de Azawad (MLNA) y en menor proporción <strong>al</strong> MUYAO o <strong>al</strong>Murabitum.• Ansar <strong>al</strong> Sharia es un grupo tunecino afín a <strong>al</strong>-Qaeda que lidera la in<strong>sur</strong>gencia en lasáreas montañosas de la frontera argelo-tunecina y el reclutamiento de jóvenes combatientespara la yihad internacion<strong>al</strong>.4223Según Reinares (2013) se habrían desplazado a combatir en Irak y Siria unos 1.200 combatientesde Marruecos, 1.000 de Argelia, 2.400 de Túnez y 500 de Libia, por 700 de Francia y 100 deIt<strong>al</strong>ia y España (51 españoles en cifra actu<strong>al</strong>izada a agosto de 2014 por el Ministerio del Interior;El País, 31/VIII/2014).


Retos de seguridad y defensa• Al-Shabaab, que combate en Som<strong>al</strong>ia por el control del territorio y lleva a cabo accionesterroristas en los países limítrofes para secuestrar rehenes o re<strong>al</strong>izar atentadoscomo el del centro comerci<strong>al</strong> de Nairobi, Kenia.• Boko Haram, que se ha ido radic<strong>al</strong>izando a partir de 2009, cuando las fuerzasarmadas nigerianas acabaron con su líder, Mohamed Yusuf, y atacando objetivos religiosos,fuerzas de seguridad y simbólicos con métodos que muestran una interaccióncon AQMI. Una escisión de Boko Haram de 2012, Ansaru, presenta un perfil mástransnacion<strong>al</strong>ista y se ha dedicado <strong>al</strong> rapto de extranjeros en Nigeria y Camerún, apoyandola lucha armada en M<strong>al</strong>i.Según datos para 2012 del Índice Glob<strong>al</strong> sobre Terrorismo (GTI) del Institute forEconomics and Peace (2013), dos países de la Zona, Som<strong>al</strong>ia y Argelia, figuran entrelos 10 países más afectados en el mundo por el terrorismo en los últimos 10 años.Som<strong>al</strong>ia y Nigeria tuvieron su peor año en 2011 con un repunte máximo de víctimasdebidas en su mayoría a <strong>al</strong>-Shabaab (175 incidentes, 294 muertos y 493 heridos)como las causadas por Boko Haram (168 incidentes, 437 muertos y 614 heridos).Nigeria ha reemplazado a Argelia tras los atentados de 2012. En sentido contrario,la violencia terrorista ha decrecido en Argelia (de 109 incidentes y 500 víctimas en2002 a 15 y 25, respectivamente en 2011).El índice GTI que aparece en el Gráfico 2 establece una conexión entre corrupción,especi<strong>al</strong>mente la que afecta a la policía, jueces y militares, y paz. También identificauna <strong>al</strong>ta correlación entre motivos religiosos y actividad terrorista, lo que explica, porejemplo, el <strong>al</strong>to número de incidentes en el norte de Nigeria desde que los estados delnorte implantaron la sharia con la consiguiente multiplicación de incidentes (2.070 víctimasentre julio de 2009 y septiembre de 2012 según Human Rights Watch (2012).Gráfico 2. Índice de ataques terroristas en la ZonaNota: datos del GTI 2013. Índice medio de los últimos cinco años (siendo 9,56 el de Irak y 3.09 elde España), pp. 48-49. Este índice es una Elaboración propia.43


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelComo complemento <strong>al</strong> Gráfico 2, el Mapa 6 muestra la creciente expansión geográficade la violencia terrorista desde 1997 hasta la fecha. Aunque el número deincidentes ha disminuido en su conjunto, la presencia terrorista se ha gener<strong>al</strong>izadopor la región, por lo que se ha convertido en un factor de inseguridad crónico. Medidoen términos estadísticos, el s<strong>al</strong>do de la violencia yihadista ha pasado de 500incidentes con 4.000 víctimas en 1997 a unos 1.400 incidentes con las mismasvíctimas en 2012 según Dowd (2013, pp. 5-6).Mapa 6. Evolución de las actuaciones islamistas violentasLos datos anteriores revelan una tendencia <strong>al</strong> <strong>al</strong>za de los efectos terroristas en la Zonaque contrastan con una reducción de sus actuaciones en España y Europa. Aparte delos atentados abortados por la acción polici<strong>al</strong>, sólo se han registrado los atentados deMadrid, en marzo de 2004, Londres, en julio de 2005, y Volgogrado, en diciembrede 2013, durante la última década. La amenaza persiste según fuentes del Ministeriodel Interior y del CNCA –amenaza <strong>al</strong>ta e intensidad baja para España en 2014– perosu fuente ya no sólo se vincula <strong>al</strong> yihadismo de la Zona sino <strong>al</strong> inst<strong>al</strong>ado en Europaque <strong>al</strong>imenta el desplazamiento de combatientes hacia Siria, Iraq y otros focos dein<strong>sur</strong>gencia yihadista. La f<strong>al</strong>ta de correlación entre las manifestaciones del terrorismoyihadista en la Zona y en Europa dificulta ev<strong>al</strong>uar la relación caus<strong>al</strong> entre ambos movimientosa uno y otro lado del Mediterráneo, por lo que sería conveniente ampliar yprofundizar su estudio en el futuro.Otro objeto pendiente de investigación más det<strong>al</strong>lada es la financiación de estosgrupos que, <strong>al</strong> menos en fuentes abiertas, no está suficientemente an<strong>al</strong>izada. Porun lado, los rescates por el pago de rehenes parecen ser la mayor fuente de financiaciónautónoma. En años anteriores, las bandas podrían haber recibido segúnesas fuentes en torno a 90 millones de dólares (Nossiter, 2012) con una subida delrescate individu<strong>al</strong> desde 400.000 dólares en 2003 a 6,5 millones en 2012, segúnla estimación de Stratfor que revela la Tabla 2 24 . Según estimaciones abiertas y delTesoro de EEUU, los países europeos habrían pagado entre 125 y 165 millones dedólares por rescates desde 2008, según el desglose de la Tabla 2.4424La cifra casa con la pagada por la liberación de los cuatro rehenes franceses de las compañías francesasAreva y Sogea-Satom en Níger: más de 20 millones de euros según Le Monde (30/X/2013).


Retos de seguridad y defensaTabla 2. Evolución de los rescates por rehenes de AQMI entre 2003 y 2012 (en millones de dólares)Rescate646,53,96,510,310,316,85,219,4FechaAgosto2003Nov.2008Abril2009Julio2009Febrero2010Abril2010Agosto2010Febrero2011Abril2012Julio2012Liberados15223233523Meses64537246143-Pago unitario400200032501300325034333433336026006466Fuente: Stratfor (M<strong>al</strong>i: AQIM’s Ramsom Revenue, 15/X/2012).Tabla 3. Pagos de rescates por gobiernos europeos entre 2008 y 2013 (en millones de dólares)AñoPagadorBeneficiarioRescates (millones US$)Liberados2008AustriaAQMI3,222009-20102011-2013EspañaAQMI<strong>al</strong>-Shabaab5,95,13220092010-20112010-2013SuizaCompañianacion<strong>al</strong> francesaAQMIAQMI12,417,740,4334Fuente: Rukmuni C<strong>al</strong>limachi, The New York Times, 29/VII/2014.Aparte de los rescates, cuyo pago perjudica el interés y los acuerdos gener<strong>al</strong>es 25 , se conocepoco de la financiación procedente del Golfo y de la autofinanciación mediante el pagode peajes, seguridad o la participación en el tráfico ileg<strong>al</strong>. Estas fuentes se consideranprobables debido a su empleo por otros movimientos yihadistas pero la extrapolación nose ha podido verificar empíricamente más <strong>al</strong>lá de conexiones puntu<strong>al</strong>es en relación congrupos crimin<strong>al</strong>es o tráfico de drogas. Precisamente la interacción entre grupos yihadistasy crimin<strong>al</strong>es organizados –una asunción recurrente en los análisis de riesgos pero que noestá suficientemente an<strong>al</strong>izada– precisaría un análisis más detenido para evitar exageracionescomo las que denuncia el Internation<strong>al</strong> Crisis Group a propósito de Túnez 26 .Otro objeto de conocimiento a mejorar son las relaciones entre los distintos grupos terroristas.Existen evidencias de relaciones entre AQMI y otros grupos yihadistas (por ejemplo,el incremento de la capacidad operativa de Boko Haram en 2011 coincidió con suentrenamiento en campos de AQMI) que muestra el Mapa 7, pero sobre ellas no se puedenconstruir todavía patrones de interacción estables o <strong>al</strong>gún tipo de división de tareasque revele una centr<strong>al</strong>ización de las actividades yihadistas.25El pago de rescates en julio de 2012 para liberar a los rehenes españoles e it<strong>al</strong>ianos secuestradospor grupos yihadistas, <strong>al</strong> tiempo que se aprobaba la misión EUCAP Sahel Niger, puso de manifiestola tensión entre los intereses gener<strong>al</strong>es y los particulares (Bello, 2012, p. 14).26Según el ICG (2013, p. 32), tanto los responsables de seguridad como los medios de comunicaciónestán magnificando la conexión entre terrorismo y contrabando. De hecho, Argelia, Libia y Túnezdisponen de equipos conjuntos de control de fronteras desde enero de 2012 y han incrementado elintercambio de enlaces e inteligencia (Boukhars, 2013, p. 13) para combatirlos, lo que perjudica lasactividades de contrabando en la frontera occident<strong>al</strong> tunecina.45


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelMapa 7. Relaciones de AQMI con otros grupos yihadistas en la Zona46Fuente: Chivis y Liepman (2013, p. 7).1.2.1 Momento y tendencias del terrorismo en la ZonaLos últimos años han sido de especi<strong>al</strong> preocupación por la situación terrorista enel Sahel. La ocupación del norte de M<strong>al</strong>i en 2012 por un entramado de gruposislamistas (AQMI, AaD y MUYAO) y tuareg (como el Movimiento Nacion<strong>al</strong> para laLiberación del Azawad, MNLA) acentuó la inestabilidad de M<strong>al</strong>i y del Sahel. Mientraslas organizaciones africanas de seguridad, CEDEAO y UA, preparaban junto con laUE una operación de asistencia internacion<strong>al</strong> a M<strong>al</strong>i (AFISMA) para reunificar suterritorio y Argelia se empeñaba en buscar una solución política a la secesión, elnorte de M<strong>al</strong>i registró un incremento de combatientes (de unos 1.000 a fin<strong>al</strong>es de2011 a unos 6.500 a fin<strong>al</strong>es de 2012) reclutados por el efecto llamada o mediantedinero. Su llegada y la disponibilidad de armas procedentes de Libia permitieron <strong>al</strong>os grupos yihadistas consolidar su santuario en el norte desplazando a las miliciastuareg del control territori<strong>al</strong> y, por otro, mantener la presión sobre las posiciones másavanzadas de las fuerzas m<strong>al</strong>ienses. A principios de 2013, y en lugar de prepararsepara la llegada de las fuerzas africanas, las milicias yihadistas avanzaron hacia el <strong>sur</strong>desencadenando una intervención militar de Francia –Operación Serv<strong>al</strong>– junto conla aceleración y refuerzo de la misión de asistencia internacion<strong>al</strong>. Como resultado,las milicias se vieron des<strong>al</strong>ojadas de las posiciones <strong>al</strong>canzadas en Gao y Tombuctú yobligadas a replegarse hacia el norte. La retirada ha reducido la actividad yihadistaen M<strong>al</strong>i pero la ha trasladado a otros países de la Zona donde se han ido a refugiar.La desaparición de <strong>al</strong>gunos de los gobiernos del norte de África más beligerantescontra el terrorismo ha reducido la presión de sobre las fuerzas yihadistas, a lo quehay que unir las dificultades de las fuerzas de seguridad –s<strong>al</strong>vo Argelia y Marruecos–para afrontar la pujanza de los actores violentos no estat<strong>al</strong>es en toda la Zona. Incluso


Retos de seguridad y defensaen estos países, la concesión de indultos para favorecer la reconciliación o prevenirla radic<strong>al</strong>ización de las reivindicaciones hace que agrupaciones no leg<strong>al</strong>izadas comoHizb ut Tahir en Túnez o Justicia y Caridad en Marruecos dispongan de mayor margende actuación que en el pasado. Algunas amnistías, como las de Mauritania, nohan favorecido la lucha contra el terrorismo y está por ver si su anuncio en Nigeriano generaría una situación similar a la ocurrida con el Movimiento para la Liberacióndel Delta del Níger (dispersión region<strong>al</strong> y búsqueda de nuevas fuentes delictivas deingresos). Además, el empleo de fuerzas armadas y de seguridad sin preparación enla lucha contra el terrorismo en M<strong>al</strong>i y Nigeria ha sido contraproducenteen la medida que sus excesos han aumentado el reclutamientoyihadista.La interacción entre milicias y partidos s<strong>al</strong>afistas, así como suenfrentamiento con otros sectores laicos o menos rigoristas delislam representan otra fuente de riesgo para la Zona, t<strong>al</strong> y comose registra en países como Túnez, Libia y Marruecos. El riesgo seextiende a los intereses económicos occident<strong>al</strong>es, t<strong>al</strong> y como evidenciaronlos ataques terroristas de In Amenas (Argelia) en enerode 2013 y en Agadez y Arlit (Níger) en mayo del mismo año. Laacción yihadista sobre la planta de In Amenas –estuviera o norelacionada con la intervención militar francesa– ha demostradola capacidad yihadista para actuar incluso en países de la capacidadmilitar de Argelia. Además, ese tipo de actuaciones contraobjetivos bien protegidos disuade a otros países más débiles depotenciar su lucha contra el terrorismo.Tras el desmantelamiento del condominio yihadista establecido bajosu dirección en el norte de M<strong>al</strong>i, AQMI ha perdido vigor y prestigio,aunque sigue siendo el princip<strong>al</strong> referente yihadista en la región 27 . Por el contrario,tanto el MUYAO como la nueva organización <strong>al</strong>-Morabitum son las que han mostradomás capacidad operativa en la Zona desde la intervención francesa. Las distintas organizacionesterroristas de orientación yihadista se encontrarían en estos momentosmás en una fase de competencia entre sí por recursos y por demarcación territori<strong>al</strong>que de cooperación, <strong>al</strong> contrario de lo que ocurrió mientras consiguieron imponermancomunadamente su dictado en el Norte de M<strong>al</strong>i. <strong>al</strong>-Morabitum, además, ha expresadosu compromiso con Ayman <strong>al</strong> Zawahiri, el líder de <strong>al</strong>-Qaeda, de la que AQMIes una extensión territori<strong>al</strong>. Es muy posible que, <strong>al</strong> igu<strong>al</strong> que ha ocurrido en el casosirio, <strong>al</strong>-Qaeda centr<strong>al</strong> trate de intervenir mediando entre las entidades activas dentrode un mismo sector yihadista en el Magreb y el Sahel.27AQMI se ha esforzado en combatir esta percepción reivindicando <strong>al</strong>gunos atentados suicidas cometidosa partir de septiembre contra los cuarteles o fuerzas presentes en Tombuctú, Tess<strong>al</strong>it y Kid<strong>al</strong>(el asesinato de dos periodistas franceses en esta última ciudad el 2 de noviembre).47


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelTanto la narrativa de AQMI, como la que emerge a partir de la fusión entre MUYAOy el grupo liderado hasta el pasado mes de agosto por Mokhtar Belmohktar, denotanuna manifiesta voluntad expansiva. <strong>al</strong>-Morabitum ha sido incluso presentadapor sus emprendedores como parte de una iniciativa para unir a los musulmanes“desde el Nilo hasta el Atlántico” 28 . Aunque está por ver en qué re<strong>al</strong>idad se manifiestadicha voluntad en uno y otro caso, en la práctica, lo que cabesubrayar es que las dos organizaciones mantienen relacionescon otras de igu<strong>al</strong> orientación yihadista como Boko Haram enNigeria 29 o <strong>al</strong>-Shabaab en países del este de África.Las organizaciones terroristas de orientación yihadista representanun serio desafío para los países magrebíes –y unaamenaza estratégica en el caso de Libia– debido a su crecienteinteracción con sectores de la población que apoyanpartidos s<strong>al</strong>afistas (no menos del 10% de la población tunecinacomparte actitudes favorables a <strong>al</strong>-Qaeda). Un desafióque comparten los países <strong>sahel</strong>ianos, si bien con variacionesdebidas a diferentes condicionamientos estructur<strong>al</strong>es,incluyendo la robustez de las capacidades antiterroristas yla importancia de la cooperación internacion<strong>al</strong> en esta materia.El empleo de países como Mauritania, Seneg<strong>al</strong>, Libia,Chad y Argelia por terroristas como santuario frente a la presión en otros puntosde la Zona aumenta su vulnerabilidad y disminuye la capacidad de combatirlesdesde fuera –por el riesgo de que activen sus capacidades loc<strong>al</strong>es–, o desde dentro,tanto por el interés de que no actúen en los territorios donde se refugian como porla posible connivencia con las autoridades loc<strong>al</strong>es. La experiencia f<strong>al</strong>lida de M<strong>al</strong>idesaconsejará a los grupos yihadistas llevar a cabo actuaciones de in<strong>sur</strong>gencia paraocupar territorios que no pueden defender y, en su lugar, volverán a sus accionesterroristas de desestabilización de los gobiernos loc<strong>al</strong>es, aprovechando la proliferaciónde tensiones étnicas o soci<strong>al</strong>es que pueden explotar, y a combatir la presenciae influencia extranjera.España y otros países europeos se sienten preocupados por el terrorismo (aunqueno todos en igu<strong>al</strong> medida) y, entre los países de la Zona, muchos consideran quees más un problema europeo que africano. El princip<strong>al</strong> foco de amenaza terrorista4828La peligrosidad de <strong>al</strong>-Morabitum reside en su deseo de impresionar a <strong>al</strong>-Qaeda y disputar a AQMIel protagonismo region<strong>al</strong>, por lo que podrían intentar acciones espectaculares, aunque es necesariodiferenciar entre capacidades y propaganda en sus aseveraciones.29En los últimos meses se ha evidenciado un distanciamiento entre AQMI y Boko Haram debido aque las acciones militares incontroladas restan credibilidad <strong>al</strong> yihadismo (4.000 víctimas mort<strong>al</strong>esdesde 2009 y 1.500 en los cuatro primeros meses de 2014, incluyendo el secuestro de un centenarde niñas en Borno; véase El País, 16/IV/2014), por lo que AQMI ha suspendido el adiestramiento delas milicias de Boko Haram y favorecido el apoyo <strong>al</strong>ternativo a Ansaru.


Retos de seguridad y defensasigue siendo AQMI y las células de ámbito nacion<strong>al</strong> o transnacion<strong>al</strong> con que esaorganización, todavía predominantemente argelina, cuente en el seno de sus sociedades.La reconfiguración competitiva del sector del movimiento yihadista enla región norteafricana puede estimular la ejecución de <strong>al</strong>guna acción terroristade envergadura en España, Francia –supuestamente el blanco predilecto tanto deAQMI como de la emergente <strong>al</strong>-Morabitum– o It<strong>al</strong>ia, pero existen dudas sobre sucapacidad actu<strong>al</strong> de proyectar fuerzas tras el correctivo recibido en M<strong>al</strong>i. En todocaso, siguen estando expuestas las representaciones diplomáticas, las fuerzas desplegadasen M<strong>al</strong>i, los países que los combaten, las inst<strong>al</strong>aciones y expatriados delas empresas y los extranjeros en gener<strong>al</strong> que deambulen por la Zona.También crece el número de individuos de origen norteafricano que se radic<strong>al</strong>izan enel yihadismo dentro de determinadas colectividades musulmanas en España y sonreclutados para desplazarse a los distintos escenarios de yihad en la Zona. Hoy endía, tienen como destino preferente Siria 30 pero también se les convoca para otrosescenarios como el libio, el tunecino o el argelino. Proceden tanto de los países delnorte de África como de Cat<strong>al</strong>uña, Ceuta o Melilla 31 y preocupa su eventu<strong>al</strong> retorno asus lugares de residencia, tanto a la Zona como a España, donde las organizacionesyihadistas pueden aprovecharse de su adiestramiento para acciones terroristas.1.2.2 Estrategias de intervenciónPara potenciar la capacidad region<strong>al</strong> de lucha contra el terrorismoyihadista hay que fomentar estructuras de coordinación y unidadesde intervención para p<strong>al</strong>iar la f<strong>al</strong>ta de unidades especi<strong>al</strong>izadas en l<strong>al</strong>ucha contra el terrorismo o el crimen organizado y la f<strong>al</strong>ta de controlpolici<strong>al</strong> efectivo sobre el territorio de la Zona. Dentro del ámbito region<strong>al</strong>,en 2010 se creó el Comité de Estado Mayor Combinado Operativoen Tamamrasset (Argelia) para mejorar la cooperación antiterroristade Argelia, Mauritania, M<strong>al</strong>i y Níger. Por su parte, Francia hainstado a Túnez, Argelia, Chad, M<strong>al</strong>i y Egipto a re<strong>al</strong>izar una iniciativasimilar para controlar los movimientos terroristas en Libia y Túnez.Marruecos ha re<strong>al</strong>izado importantes progresos en la lucha contra elterrorismo. No se ha registrado ningún atentado importante desdeel de Casablanca de 2003 y se han desmantelado desde entoncesdecenas de células, la mayoría en proceso de formación. Por su parte, en Argelia sehan incrementado los atentados, <strong>al</strong>gunos tan significativos como los de In Amenas, y30El conflicto de Siria ha desviado recursos humanos y materi<strong>al</strong>es hacia organizaciones yihadistascomo Yabat <strong>al</strong> Nusra, especi<strong>al</strong>izada en la práctica de atentados suicidas y <strong>al</strong>tamente let<strong>al</strong>es, o elllamado Estado Islámico de Irak y Levante (antiguo <strong>al</strong>-Qaeda en Mesopotamia), con lo que se haincrementado la competencia entre los grupos y organizaciones con base en el Magreb y el Sahel.31Según Reinares y García-C<strong>al</strong>vo (2013), hasta diciembre de 2013 se había confirmado el <strong>al</strong>istamientode 17 residentes españoles, 11 de ellos nacion<strong>al</strong>es y seis marroquíes, en las filas yihadistas,mientras que otros 25 se habrían <strong>al</strong>istado –en principio– en el Ejercito Libre de Siria.49


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelse han reforzado las fronteras del <strong>sur</strong> para evitar la entrada de yihadistas procedentesde M<strong>al</strong>i, Libia o Túnez 32 . Ambos países colaboran puntu<strong>al</strong>mente en la lucha contrael terrorismo pero sus diferencias dificultan la region<strong>al</strong>ización de esa lucha y, además,tampoco desean ser apoyados de forma visible por Europa.Por su parte, Nigeria mantiene el estado de emergencia desde mayo de 2013 y unaoperación de contrain<strong>sur</strong>gencia contra Boko Haram 33 , mientras que Argelia y Túnezsostienen otra contra milicias yihadistas procedentes de M<strong>al</strong>i en el área montañosafronteriza de Jebel Chaambi. Mauritania dispone de una estrategia antiterrorista, haendurecido su legislación antiterrorista y está formando a sus fuerzas de seguridadante la llegada a territorio mauritano –para pasar a la clandestinidad– de milicianostuareg o yihadistas procedentes de M<strong>al</strong>i 34 . Otros países, como Níger, ya habían actu<strong>al</strong>izadosu legislación antiterrorista en 2003, <strong>al</strong> igu<strong>al</strong> queSeneg<strong>al</strong> en 2007 y Nigeria en 2010 35 . En 2013, los Estadosmiembros de CEDEAO aprobaron en Yamosussoukro, su Estrategiade lucha contra el terrorismo y su Plan de Acción.Pese a lo anterior, la f<strong>al</strong>ta de confianza entre los países dela Zona y la inmadurez de los mecanismos de cooperacióndificultan la region<strong>al</strong>ización de su lucha contra el terrorismo.La UE no ha re<strong>al</strong>izado ninguna misión de lucha contra el terrorismoen el marco de la PCSD, por lo que ha incluido elterrorismo dentro de su “Estrategia para la seguridad y el desarrolloen el Sahel” 36 . La asistencia está orientada a fort<strong>al</strong>ecerel Estado de Derecho en sus dimensiones polici<strong>al</strong> y judici<strong>al</strong>,pero no aporta a las fuerzas armadas y de seguridad loc<strong>al</strong>eslos medios aéreos de vigilancia, control e inteligencia que precisan para lucharcontra el terrorismo en el extenso Sahel. Entre otros, la UE financia la misiónEUCAP Sahel para la reforma del sector de la seguridad en materia de terrorismo5032Entre los más notorios y recientes están la eliminación del número tres de AQMI, Kh<strong>al</strong>il OuldHada, junto a cuatro de sus miembros en diciembre de 2013.33Boko Haram pasó de ser un grupo poco armado a un grupo terrorista con armas y estrategiasde actuación proporcionadas por AQMI y <strong>al</strong>-Shabaab (IISS, Strategic Comments, 9/VIII/2013) yde actuar en <strong>al</strong>gunos estados del norte a actuar en todo el territorio nigeriano y Camerún. Nigeriamantiene 8.000 soldados en la Operación Restore Order de contrain<strong>sur</strong>gencia para la que no estánpreparadas con numerosas denuncias de actuación contraria a los derechos humanos.34Alemania ha puesto en marcha (2013-2015) un programa de formación polici<strong>al</strong> en Mauritania yChad dirigido por el Ministerio de Asuntos Exteriores (GIZ).35La Unión Africana dispone desde 1999 de una Convención para la Prevención y Lucha contra elTerrorismo ratificada por Benin, Burkina Faso, cabo Verde, Gambia, Ghana, Guinea, Guinea Bissau,M<strong>al</strong>i, Nigeria, Seneg<strong>al</strong> y Togo (el Protocolo sólo se ha ratificado por M<strong>al</strong>i y Níger).36La estrategia de intervención de la UE se ve condicionada por el limitado conocimiento de lo queocurre en la Zona así como por la divergencia de opiniones entre los 28 sobre las prioridades, riesgosy plazos. Las estrategias reflejan los acuerdos posibles y difícilmente pueden obtener resultados acorto plazo (observaciones de la sesión de trabajo RIE-EUSR Sahel en Madrid, 2/IX/2013).


Retos de seguridad y defensay crimen organizado de Níger (operativa desde diciembre de2012). España participa con tres miembros y lideró la participaciónhasta noviembre de 2013 y cuenta con ofici<strong>al</strong>es de enlaceen M<strong>al</strong>i y Mauritania a donde podía ampliarse la misión.La UE financia el programa CT Sahel II (2011-2014) sobre prevencióny lucha contra el terrorismo en Mauritania, M<strong>al</strong>i y Níger 37y también forma a las gendarmerías de Argelia, Níger, Mauritania,M<strong>al</strong>i, Seneg<strong>al</strong> y Túnez en materia de gestión de crisis dentro delPrograma European Police Services Training (EUPST) 38.EEUU lanzó en 2007 su iniciativa Trans-Sahara CounterterrorismPartnership para potenciar la colaboración en la lucha contra el terrorismoen la Zona en el que participan Argelia, Chad, M<strong>al</strong>i, Mauritania,Marruecos, Níger y Túnez. Dispone de un Mando específico(Africa Command, Africom) y de estrategias para llevarla a cabo 39 .Inici<strong>al</strong>mente enfocada hacia los grupos asociados a <strong>al</strong>-Qaeda(AQMI, <strong>al</strong>-Shabaab y Boko Haram), la estrategia persigue reforzarlas iniciativas y capacidades loc<strong>al</strong>es mediante programas yacuerdos de asociación. Además de instrumentos de cooperaciónregion<strong>al</strong> y bilater<strong>al</strong>, incluidos 70 millones de dólares para el adiestramiento antiterroristade países como Níger, Mauritania y Libia, EEUU dispone de un margen deactuación autónoma apoyado en los medios militares de Africom, como los avionesno tripulados 40 . Junto con EEUU, Francia es el país más activo en la Zona. Trassu experiencia en la operación Serv<strong>al</strong>, Francia ha puesto en marcha la operaciónBarkhane para adiestrar a Burkina Faso,37En 2012, se re<strong>al</strong>izaron actividades de formación en Níger y Mauritania pero no en M<strong>al</strong>i. Se apoyóel lanzamiento del Colegio de Seguridad del Sahel, su complementariedad con EUCAP Niger y seencargó un estudio sobre Boko Haram y la ev<strong>al</strong>uación de una misión EU CT en Nigeria. Liderado porla Gendarmería Francesa, ha contado con un experto español en Níger.38El programa se ha financiado (5,6 millones de euros) a cargo del Instrumento de Estabilidad de laUE y dura de noviembre de 2011 a noviembre de 2014. La Guardia Civil ha desarrollado dos cursosen su Centro de Adiestramientos Especi<strong>al</strong>es de Logroño.39“Nation<strong>al</strong> Strategy for Counterterrorism” de junio de 2011, “Sustaining US Glob<strong>al</strong> Leadership:Priorities for 21st Century Defense” de enero de 2012 y “US Strategy Toward Sub-Saharan Africa”de junio de 2012.40Según fuentes abiertas (The Washington Post), EEUU ha operado esos aviones desde basespermanentes o pistas adaptadas en Niamey (Níger), Nuakchot (Mauritania), Nzara (Sudán del Sur),Entebbe (Uganda), Arba Minch (Etiopía), Manda Bay (Kenia), Camp Lemonnier (Yibuti) y Victoria(Seychelles). Tanto en misiones de reconocimiento (más de 200 misiones en apoyo de la OperaciónServ<strong>al</strong>) como de combate con drones armados (Victoria, Arba Minch y Lemonnier). También hadesplegado en España e It<strong>al</strong>ia unidades de intervención rápida para desplazar a África en caso denecesidad (no se incluyen entre éstas los comandos que atacaron objetivos terroristas en Libia ySom<strong>al</strong>ia en octubre de 2013).51


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelChad, M<strong>al</strong>i, Mauritania y Níger en la lucha contra el terrorismo y prevenir la apariciónde santuarios en el Sahel 41 .España dispone, dentro del marco de la Estrategia contra el Terrorismo y la Radic<strong>al</strong>ización,de una subestrategia Magreb-Sahel -ambas clasificadas– para coordinar las actuacionesen la Zona. Para llevarla a cabo disponen de instrumentos bilater<strong>al</strong>es y multilater<strong>al</strong>esen materia polici<strong>al</strong>, judici<strong>al</strong> y de inteligencia, aunque su ejecución está pendientede que se norm<strong>al</strong>ice la situación militar en el norte de M<strong>al</strong>i. También participa juntoa Marruecos, Argelia y Egipto en las iniciativas del Foro Glob<strong>al</strong> Contra el Terrorismo(Glob<strong>al</strong> Counter-Terrorism Forum, GCTF) en la lucha contra los fenómenos terroristasde los combatientes yihadistas, el secuestro y pago de rescates, o la radic<strong>al</strong>ización, entreotros 42 . Además, y dentro de la cooperación entre ministros del Interior de Francia,Portug<strong>al</strong>, Marruecos y España (G 4), esta última ha apoyado la ampliación de la cooperaciónpolici<strong>al</strong> a la lucha contra el terrorismo y los flujos ilícitosen el Sahel. Fin<strong>al</strong>mente, España envió un equipo de la PolicíaNacion<strong>al</strong> para colaborar en la búsqueda de las niñas secuestradaspor Boko Haram. Por su parte, las Fuerzas Armadasespañolas contribuyen con fuerzas nav<strong>al</strong>es a las operacionesde la OTAN Active Endeavour, puesta en marcha en 2001para prevenir el terrorismo y proteger el tráfico marítimo en elMediterráneo, y Ocean Shield, en el Índico para luchar contr<strong>al</strong>a piratería. España también contribuye con fuerzas de operacionesespeci<strong>al</strong>es a los ejercicios Flintlock organizados por elAfricom desde 2005 43 .1.2.3 RecomendacionesEl papel de las Fuerzas Armadas en relación con el terrorismoyihadista en la Zona está reservado a la participación militaren las operaciones antiterroristas tipo Serv<strong>al</strong> o Barkhane, ensolitario o en apoyo a terceros. Es un papel subsidiario respecto<strong>al</strong> que ostentan las fuerzas y cuerpos de seguridad en losdistintos ámbitos no militares de lucha contra el terrorismo,pero que podía invertirse en <strong>al</strong>guna situación particular dad<strong>al</strong>a tendencia de los grupos terroristas a recurrir a la in<strong>sur</strong>gencia5241Cuenta con una fuerza de 3.000 militares, seis aviones, 20 helicópteros, 200 vehículos, tres dronesy 10 aviones de transporte que operan desde cuatro bases (Maxime H.L. Larivé, The Nation<strong>al</strong>Interest, 7/VIII/2014).42La UE no dispone de un socio region<strong>al</strong> en África para compartir estrategias bilater<strong>al</strong>es. Ayuda asu existencia financiando el Centro Africano de Investigación y Estudio del Terrorismo destinado aintegrar las actuaciones individu<strong>al</strong>es. Para mayor det<strong>al</strong>le de las buenas prácticas y de las actividadesdel Foro, véase www.thegctf.org.43En febrero-marzo de 2013, España participó junto a EEUU, Francia, el Reino Unido, Alemania,Austr<strong>al</strong>ia, Canadá, los Países Bajos e It<strong>al</strong>ia, así como con Argelia, Marruecos, Mauritania, Túnez, Níger,Nigeria, Seneg<strong>al</strong> y Burkina Faso. Sus fuerzas actuaron como “mentores” de <strong>al</strong>gunas unidades deoperaciones especi<strong>al</strong>es mauritanas (Gendarmería Nacion<strong>al</strong> y Seguridad Presidenci<strong>al</strong>) y está previstoque re<strong>al</strong>icen actividades similares en febrero de 2014 en Níger.


Retos de seguridad y defensaarmada. Para ello, y de acuerdo con las lecciones aprendidas en las operaciones decontrain<strong>sur</strong>gencia y contraterrorismo recientes, las Fuerzas Armadas deberán disponer decapacidades de inteligencia, vigilancia, adquisición de blancos y reconocimiento (ISTAR),aviones no tripulados, armados o no, y fuerzas de operaciones especi<strong>al</strong>es para acceder yactuar en toda la Zona. Esas capacidades se incluyen dentro de las previstas para la FuerzaConjunta y deberán complementarse con las que otros países aporten a la red/m<strong>al</strong>lade intervención. La estrategia de intervención militar está condicionada materi<strong>al</strong>mentepor la f<strong>al</strong>ta de bases de despliegue permanentes cerca del Sahel, lo que dificulta llevar acabo acciones militares como las que Francia puede re<strong>al</strong>izar aprovechando su infraestructur<strong>al</strong>oc<strong>al</strong> (Chad, Burkina Faso, Níger y Yibuti). También se verá limitada por la culturaestratégica española que se muestra renuente <strong>al</strong> empleo de la fuerza.Por lo que se recomienda estudiar la estrategia de comunicación quepermita justificar todas las actividades que se vienen desarrollando deforma discreta y cotidiana en la Zona, como las que se puedan desarrollaren situaciones de crisis.1.3 Seguridad marítima y pirateríaEl princip<strong>al</strong> problema de la seguridad marítima que afecta a la Zona,especi<strong>al</strong>mente en las costas occident<strong>al</strong> y orient<strong>al</strong>, es el limitado controlde las aguas, territori<strong>al</strong>es o no, que puede ejercer la mayoría de lospaíses ribereños, así como su efecto diferenciado sobre sus interesesde seguridad, lo que disminuye la voluntad de cooperar region<strong>al</strong>mente.La inseguridad marítima afecta <strong>al</strong> desarrollo de los países ribereñosy, especi<strong>al</strong>mente, <strong>al</strong> potenci<strong>al</strong> de desarrollo del Golfo de Guinea (OECD, 2012). Aunqueel fenómeno más conocido de la seguridad marítima es la lucha contra la piratería, existenotros que cobran importancia en relación con el desarrollo como el control del tráficomarítimo, la protección del medioambiente, la lucha contra la pesca ilícita y los tráficosilícitos, la protección del patrimonio cultur<strong>al</strong> y la emigración ileg<strong>al</strong>.El creciente número de buques que transitan en sus proximidades 44 , especi<strong>al</strong>mente porsus estrechamientos de Suez y Gibr<strong>al</strong>tar, dificulta su control y la vigilancia de prácticasmedioambient<strong>al</strong>es dañinas como el vertido de lastre o el aprovisionamiento ileg<strong>al</strong> debuques en el mar (bunkering) que aumentan el riesgo de incidentes –de mayor impactocuanto más cerca del Estrecho– por lo que es necesario desarrollar la capacidad deintegración de las diversas administraciones implicadas en la seguridad marítima.La pesca es una fuente de seguridad <strong>al</strong>imentaria y de ingresos para las poblacionesribereñas pero su explotación se ve afectada por la piratería, la pesca ileg<strong>al</strong> y la44España es la tercera potencia europea tras Alemania y los Países Bajos en el tráfico de contenedores.Más de 12 millones de contenedores se reparten cada año por los puertos de V<strong>al</strong>encia (primerpuerto mediterráneo y 30º mundi<strong>al</strong>), Algeciras (2º mediterráneo y 34º mundi<strong>al</strong>), Barcelona, LasP<strong>al</strong>mas y Bilbao.53


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelcontaminación medioambient<strong>al</strong> 45 . El mayor control de las autoridades de la UEsobre la pesca y descarga en puertos europeos desde enero de 2010 ha reducido laentrada de pesca ileg<strong>al</strong> en la UE pero continúa el expolio mediante buques de banderasasiáticas y de conveniencia. Esta práctica ha afectado a España como puertode entrada de pesca, porque el incremento de los controles europeos redujo losarmadores de terceros países que operaban en el Puerto de La Luz desde 2011 y ensu cuota pesquera porque la reducción de los c<strong>al</strong>aderos por la pesca exhaustiva deterceros reduce la cuota tot<strong>al</strong> a negociar por la UE. En aguas del Índico, el desplieguede la Armada y la presencia de vigilancia privada en los buques españoles quefaenan han evitado la repetición de secuestros como en el pasado (una presenciade 20-30 buques a noviembre de 2013). El cumplimiento de la regulación comunitaria,por sí misma, no evitará que la pesca ileg<strong>al</strong> agrave la inseguridad <strong>al</strong>imentariaactu<strong>al</strong> si los países ribereños no son capaces de exigir el cumplimiento a flotas deterceros países que operan sin restricciones. De ahí la importancia de fomentar lacapacitación de los países ribereños para regular y vigilar sus áreas de pesca.La piratería ha decrecido en la costa orient<strong>al</strong> de África en los últimos años mientrasha crecido en el Golfo de Guinea. La operación At<strong>al</strong>anta ha complementado sus actuacionespreventivas con ataques anticipatorios en tierra y mar, lo que unido a lasmedidas de autoprotección adoptadas por los armadores han conseguido reducir laeficacia de los ataques.Gráfico 3. Evolución de la piratería durante la Operación At<strong>al</strong>antaFuente: EU Nav<strong>al</strong> Force Som<strong>al</strong>ia, datos actu<strong>al</strong>izados a octubre de 2013 46 .5445Según la ONG Fundación para la Justicia Internacion<strong>al</strong> (EJF, 2012), el 37% de la pesca ileg<strong>al</strong> mundi<strong>al</strong>se loc<strong>al</strong>iza en África Occident<strong>al</strong> con un v<strong>al</strong>or anu<strong>al</strong> entre 800 y 1.600 millones de dólares. Según Adjoa(2013, p. 4), investigador del programa sobre el Golfo de Guinea de Chatham House, la pesca ileg<strong>al</strong> generapérdidas de unos 1.500 millones de dólares anu<strong>al</strong>es en sus aguas. Las flotas arrastreras dañan los fondosmarinos, faenan en aguas reservadas a pescadores loc<strong>al</strong>es o pescan especies prohibidas y las trasbordanileg<strong>al</strong>mente sus cargas a buques congeladores que las llevan a puertos donde la vigilancia no es rigurosa.46Los datos desglosados del Grafico (* pág. 55) revelan la reducción de la actividad, aunque no suerradicación.


Retos de seguridad y defensaLos buenos resultados y los <strong>al</strong>tos costes se han traducido en una reducción de lapresencia nav<strong>al</strong> de las distintas flotas durante 2012 y 2013 que, presumiblemente,seguirá disminuyendo en los próximos años mientras se desarrollan las capacidades region<strong>al</strong>es.Por el contrario, la piratería se está consolidando en el Golfo de Guinea debidoa la reducida capacidad loc<strong>al</strong> para hacerle frente, a la f<strong>al</strong>ta de <strong>al</strong>ternativas económicasy a la existencia de flujos marítimos lucrativos. La piratería perjudica el desarrollo de lospaíses afectados que ven reducirse sus ingresos fisc<strong>al</strong>es y aduaneros y ha pasado desu manifestación más gener<strong>al</strong>izada, el robo de bienes marítimos en las inmediacionesportuarias, a las más peligrosas de as<strong>al</strong>to, apresamiento de buques y toma de rehenes47 . Aunque cuantitativamente su magnitud no es todavía comparable, sí que lo sonsus causas y tendencias, lo que obliga –<strong>al</strong> menos– a ev<strong>al</strong>uar su impacto potenci<strong>al</strong> enun escenario energético sensible para España.La piratería se está extendiendo desde su concentración inici<strong>al</strong> en el Delta del Níger(54% de los casos detectados por la Internation<strong>al</strong> Maritime Bureau entre 2001 y2008) a países como Benín (20 tanqueros atacados en 2011) Togo, Costa de Marfily Ghana. Entre 2008 y 2012 se han registrado 98 casos de piratería, robo a manoarmada o polución marítima en el Golfo de Guinea, lo que reduce su diferenci<strong>al</strong> con lacosta orient<strong>al</strong>. Los ataques también han aumentado su distancia del litor<strong>al</strong> hasta másde 70 millas náuticas, lo que indica que las embarcaciones de as<strong>al</strong>to ya cuentan conbuques nodriza. Del mismo modo, de los robos en buques mercantes se está pasandoa robos o piratería contra buques que trasportan petróleo o gas, lo que ha disparado lapreocupación por esos incidentes (51 incidentes en 2012, con un incremento del 42%respecto <strong>al</strong> año anterior) que afectan a los costes de seguridad, incluyendo asegurar fletes,inst<strong>al</strong>aciones y expatriados de las empresas. La expansión del problema ha llevadoa Lloyd’s Marketing a incluir a Nigeria y Benín en la misma categoría que Som<strong>al</strong>ia, loque reducirá el tráfico comerci<strong>al</strong> y portuario, actividades de las que dependen la economíade países como Benín (el 70% de su PIB) 48 .* nota 462008 2009 2010 2011 2012Acciones sospechosas 8 59 99 16673Ataques re<strong>al</strong>izados24 163 174 17635Ataques con éxito14 46 47255Desarticulación grupos 0 14 65281620131540447Nigeria ha recuperado en 2012 el liderazgo de la piratería que cedió a Som<strong>al</strong>ia en 2007 aunquecon sus cifras han bajado de 47 incidentes en 2017 a 27 ataques en 2012. De los ataquesproducidos en la primera década de 2000, sólo 108 se produjeron en aguas internacion<strong>al</strong>es –loque las haría susceptibles de ser c<strong>al</strong>ificados como piratería– mientras que 170 se produjeron aguasterritori<strong>al</strong>es y 270 dentro de los propios puertos según datos del IMB.48Para un impacto region<strong>al</strong> de la piratería sobre los países –2.000 millones de dólares en 2011–,véase el Informe de Ev<strong>al</strong>uación de la Piratería de Naciones Unidas S/2012/45 de 19 de enero.55


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelA la hora de ev<strong>al</strong>uar este riesgo, se debe evitar caer en la extrapolación fácilde los efectos de la piratería en la costa orient<strong>al</strong> de África <strong>al</strong> Golfo de Guineay sobredimensionar su impacto re<strong>al</strong>. Como se ve en el Mapa 8, los incidentesen el Golfo de Guinea (31, incluidos dos secuestros) superan a los del Cuernode África (11, incluidos dos secuestros) pero se desconocen las cifras re<strong>al</strong>es deataques (las denuncias son inferiores a las re<strong>al</strong>es), los costes region<strong>al</strong>es de laactividad pirata, su impacto en las economías loc<strong>al</strong>es y la reducción del tráficomercantil por vía marítima. Debido <strong>al</strong> precedente de Som<strong>al</strong>ia, se cree que notardará en consolidarse sobre estas actividades delictivas una red crimin<strong>al</strong> conapoyos políticos y soci<strong>al</strong>es loc<strong>al</strong>es, pero no se dispone todavía de verificaciónempírica suficiente. Lo que sí se conoce es que movimientos como los de Liberacióndel Delta del Níger (Nigeria) o los Bakassi-Boys y Lapto Marine Force(Camerún) actúan por motivaciones económicas, por lo que es muy difícil sudesactivación.Mapa 8. Comparación de incidentes en ambas costas durante 2013Fuente: Internation<strong>al</strong> Maritime Bureau (consultado en noviembre de 2013).561.3.1 Estrategias de intervenciónLas estrategias de intervención dependen de los intereses en riesgo. La seguridadenergética española se ve afectada en mayor medida por las actividadesdelictivas contra la industria petrolífera re<strong>al</strong>izadas en las aguas territori<strong>al</strong>es o enel interior de los países del Golfo que por la piratería, ya que aquellas reducenla capacidad de producción o exportación de las fuentes de aprovisionamientodisponibles. Los intereses energéticos occident<strong>al</strong>es son importantes pero noexiste un riesgo a corto plazo que justifique un despliegue nav<strong>al</strong> propio frente <strong>al</strong>a piratería del Golfo. Siendo la seguridad marítima parte de un problema mayorde inseguridad region<strong>al</strong>, las estrategias de intervención occident<strong>al</strong>es debencoadyuvar <strong>al</strong> empoderamiento de las capacidades loc<strong>al</strong>es para imponerse <strong>al</strong>conglomerado de delincuentes, militantes e in<strong>sur</strong>gentes que la ponen en riesgo.Para los países afectados como Nigeria, la preocupación prioritaria es la reducciónde ingresos por el cierre de inst<strong>al</strong>aciones o el tráfico ilícito de combustible,ocupando la piratería un lugar menos importante en su agenda de lucha contra


Retos de seguridad y defens<strong>al</strong>a delincuencia organizada 49 , ya que el robo, trasvase, tráfico ilícito y refino clandestinode petróleo tienen un mayor efecto sobre su estabilidad y prosperidad 50 .En todo caso, y para combatir un tipo de piratería distinto del de las costas deSom<strong>al</strong>ia, se precisa un tipo distinto de respuesta que pasa por el refuerzo de lascapacidades marítimas de los países del Golfo de Guinea y del refuerzo de suseguridad interior, ya que los ataques se re<strong>al</strong>izan tanto por delincuentes habitu<strong>al</strong>escomo por tramas crimin<strong>al</strong>es organizadas que se aprovechan de la corrupción–cuando no la complicidad– de las limitadas fuerzas de seguridad encargadasde la represión (ICG, 2012).La seguridad marítima es uno de los ámbitos en los que los países africanos hancomenzado a construir un régimen de seguridad (Bueguer, 2013). Empezandopor los actores loc<strong>al</strong>es, la cooperación region<strong>al</strong> presenta una reducida capacidadoperativa de sus fuerzas de seguridad 51 , la escasa presencia de fuerzas o asistenciatécnica extra-region<strong>al</strong> y la f<strong>al</strong>ta de legislación adecuada (tanto para definiractos de piratería como para juzgar a sus autores). T<strong>al</strong> y como pedía el Consejode Seguridad de Naciones Unidas (Res. 2039 de 2012), la Unión Africana, lospaíses ribereños y las organizaciones region<strong>al</strong>es como la Comunidad Económicade Estados de África Occident<strong>al</strong> (CEDEAO), la Comisión del Golfo de Guinea(CGG), y la Comunidad Económica de Estados de África Occident<strong>al</strong> (CEEAC),están elaborando estrategias, códigos de conducta y mecanismos de actuaciónpropios y armonizados sobre los que pudieran integrarse la asistencia internacion<strong>al</strong>de Naciones Unidas, la Organización Marítima Internacion<strong>al</strong>, la UE o desus países miembros 52 . Las estrategias se enmarcan dentro de las directricesde Estrategia Marítima Integrada de África (2050 Africa’s Integrated MaritimeStrategy) de la Unión Africana, aunque existen problemas de coordinación entrelas organizaciones y de desconfianza entre los 25 países.49Durante los seis primeros meses de 2013, la Joint Military Task Force nigeriana practicó 608 arrestos,destruyó 748 refinerías ileg<strong>al</strong>es, confiscó 154 buques y barcazas, además de 881 lanchas de madera,dentro de la operación Pulo Shield en el interior del país y dentro de sus aguas territori<strong>al</strong>es, mientras quefuera sólo llevó a cabo una acción contra la piratería para abortar el apresamiento del Buque TS Notreen agosto (IISS, 2013).50Hay que distinguir entre los incidentes debidos a la delincuencia común -en Nigeria se roba entre el20% y el 25% de lo producido y transportado, en torno a unos 400.000 barriles de petróleo por díasegún fuentes de Shell–, a la violencia política por conflictos de reparto de ingresos de la energía (ataquescontra las inst<strong>al</strong>aciones por grupos como el Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger) y losprovocados por grupos terroristas como Boko Haram o Ansaru contra bienes o empleados occident<strong>al</strong>esen Nigeria (también aquí hay que distinguir entre el <strong>sur</strong> más seguro y el norte menos).51La mayor parte de las armadas region<strong>al</strong>es tienen problemas de operatividad, obsolescencia del materi<strong>al</strong>y bajo mantenimiento, sin contar con la diversificación necesaria para actuar dentro de las aguas territori<strong>al</strong>esy en la Zona Exclusiva Económica (Riols, 2011, pp. 58-65).52Conferencia sobre Seguridad Marítima del Golfo de Guinea en Cotonou, Benín, el 19 de marzo de2013 para preparar los documentos aprobados en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de 24-25de junio de 2013 en Yaundé (Camerún): código de conducta, memorando de entendimiento y declaraciónde Seguridad Marítima en África centr<strong>al</strong> y occident<strong>al</strong> junto <strong>al</strong> Centro de Coordinación Interregion<strong>al</strong>.57


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelEn 2009, los países de la Comunidad Económica de Estados del África Centr<strong>al</strong>(CEEAC) crearon un Centro Region<strong>al</strong> de Seguridad marítima en África Centr<strong>al</strong>(CRESMAC) en Punta Negra, Congo, y los de la CEDEAO han encargado a suComité de jefes de Estado Mayor de la Armada la creación de un subcomité yuna estrategia de seguridad marítima. Se ha creado un Centro de Coordinación enDou<strong>al</strong>a (Camerún), una Escuela Nav<strong>al</strong> en Bata (Guinea Ecuatori<strong>al</strong>) y proyectos paraintercambiar información (Region<strong>al</strong> Maritime AwarenessRisks, Capability). La cooperación interinstitucion<strong>al</strong> se haincrementado en los últimos años, pero todavía no ha concluidoel proceso de v<strong>al</strong>idación de la estrategia marítimaintegrada de CEDEAO y su correspondiente plan de acción.Las fuerzas nav<strong>al</strong>es de <strong>al</strong>gunos países como Nigeria y Benínre<strong>al</strong>izan patrullas conjuntas desde 2011, así como <strong>al</strong>gunospaíses de la CEEAC, pero todavía se está muy lejos de contarcon un sistema region<strong>al</strong> o subregion<strong>al</strong> de lucha contra lapiratería que permita abordar sus aspectos leg<strong>al</strong>es, proces<strong>al</strong>esy operativos de forma satisfactoria.La asistencia internacion<strong>al</strong> procede de países con vínculoscoloni<strong>al</strong>es como Francia y el Reino Unido, de Estados conintereses asociados a la lucha contra el terrorismo y a laenergía, como EEUU, y de otros actores preocupados por laestabilidad integr<strong>al</strong>, como la UE. EEUU desarrolla programasde adiestramiento nav<strong>al</strong> a través del AFRICOM con lasmarinas del Golfo de Guinea (African Partnership Station,African Maritime Law Enforcement Partnership, Obangame Express y SaharanExpress) y <strong>al</strong>gunos países con intereses económicos y de seguridad marítima enla región (China, la India, Sudáfrica y Brasil) contribuyen con equipos y fondos.También desarrollan programas de adiestramiento loc<strong>al</strong>es como el del Bat<strong>al</strong>lón deIntervención Rápida del Delta de Camerún, junto con el Reino Unido, Francia eIsrael, para la protección de las plataformas petrolíferas.58El Reino Unido tiene mayor presencia en el Cuerno de África que en la del Golfo deGuinea y mayor colaboración con los países anglófonos que con los países francófonos.Disponen de agregados militares en Etiopía, Kenia y Uganda y desarrollanprogramas de capacitación, mientras que en el Golfo han cerrado su misión permanenteen Ghana, aunque continúan apoyando a este y otros países, especi<strong>al</strong>mentea Nigeria o Sierra Leona mediante equipos de formación y fondos para fomentarla capacidad marítima loc<strong>al</strong>: infraestructuras de vigilancia, apoyo a las estrategiasmarítimas de CEDEAO y otros o la creación de un Centro de Información deComercio Marítimo en Ghana. El Reino Unido dispone de estrategias de intervenciónespecíficas para Som<strong>al</strong>ia o la lucha contra el terrorismo en el Cuerno de África.Aunque cada departamento implicado, incluidas las embajadas, se encarga deplanificar y ejecutar sus cometidos, las estrategias se supervisan por el Consejo deSeguridad Nacion<strong>al</strong> bajo un enfoque integr<strong>al</strong>. Francia cuenta con un programa dediplomacia nav<strong>al</strong> (Corymbe) dedicado a la formación de las marinas de países de


Retos de seguridad y defensaascendencia francófona, con presencia en Yibuti, Chad, Libreville(Gabón) y Reunión 53 .La UE ayuda a fomentar la pesca sostenible en aguas africanas medianteprogramas propios como el ACP Fish II o el ENRTP, así comocon otros compartidos con la Organización Marítima Internacion<strong>al</strong> o elgrupo de países de Asia, Caribe y Pacífico (con estos dos se acaba deponer en marcha en 2014 un programa de capacitación de responsablesdel transporte marítimo de 1,2 millones de euros). Ha contribuidoa ev<strong>al</strong>uar los riesgos mediante sus programas PMAR (Piracy, MaritimeAwareness and Risks) 54 y el Consejo Europeo (2014) ha aprobadouna Estrategia para el Golfo de Guinea en la que ha integrado susactuaciones. En ella, el SEAE considera que la respuesta <strong>al</strong> problemade la seguridad marítima y la piratería del Golfo de Guinea correspondea una estrategia de Estado de Derecho y con un enfoque integr<strong>al</strong>,sin que se contemple ningún despliegue similar <strong>al</strong> de At<strong>al</strong>anta ni otraacción militar que no sea la de asistencia técnica a las armadas y guardacostas loc<strong>al</strong>es.También acaba de extender el programa de Rutas Marítimas Críticas <strong>al</strong> Golfo de Guinea(Critic<strong>al</strong> Maritime Routes in the Gulf of Guinea, CRIMGO) para reforzar la seguridad yla protección de las rutas marítimas a lo largo de Benín, Camerún, Guinea Ecuatori<strong>al</strong>,Gabón, Nigeria, Santo Tomé y Príncipe, y Togo. El programa de asistencia técnica, financiadocon cargo <strong>al</strong> Instrumento de Estabilidad de la UE, está dotado con 4,5 millonesde euros y ayudará a formar las guardias costeras, así como a establecer un sistema derespuesta subregion<strong>al</strong> que fomente la libertad de navegación 55 .España participa en la asistencia colectiva (por ejemplo, la Armada participa en el Grupode Trabajo de la UE sobre Cooperación Marítima con África) pero no dispone de unprograma de actuación específico. Su intervención sigue criterios compartimentados deInterior, Defensa y de los distintos cuerpos implicados sin que se complementen conotras actuaciones de inteligencia, diplomacia o financiación asociadas. La coordinacióninterministeri<strong>al</strong> establecida en torno <strong>al</strong> fenómeno de las “pateras” en 2006 –medianteuna Comisión ad hoc y las misiones HERA– se ha desmovilizado y la coordinación ha53La presencia nav<strong>al</strong> permite a Francia complementar su actividad diplomática y económica en el Golfodonde no cuenta con bases permanentes y complementar el despliegue militar en las áreas adyacentes,preposicionando medios militares embarcados para intervención inmediata, evacuación de civiles y cooperacióncon las marinas loc<strong>al</strong>es (de paso exportar patrulleros de diversos tipos a Togo, Benin y Nigeria,en lo que se ve secundada por China, la India, Israel y Brasil.54El Joint Research Centre de la Comisión ha llevado a cabo estudios PMAR sobre el Cuerno de África(2010-12) y el Golfo de Guinea (2011-2013).55En el programa participan France Expertise Internation<strong>al</strong> y la Direction de la Coopération de Sécuritéet de Défense (Francia), la Direção-Ger<strong>al</strong> do Política do Mar (Portug<strong>al</strong>), la Fundación Internacion<strong>al</strong> ypara Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (España), la Foreign & Commonwe<strong>al</strong>th Office(Reino Unido), la Satakunta University of Applied Sciences (Finlandia), la Internation<strong>al</strong> Maritime SafetySecurity Environment Academy (It<strong>al</strong>ia) y la Szczecin Maritime University (Polonia).59


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelvuelto a ser ocasion<strong>al</strong> y bilater<strong>al</strong> entre los actores, s<strong>al</strong>vo los ejercicios de seguridadmarítima que se practican dentro de la ya descrita Iniciativa 5+5 multilater<strong>al</strong>. Más<strong>al</strong>lá de ésta, y dentro del Plan de Diplomacia de Defensa, la Armada ha ido estableciendocontactos con las marinas loc<strong>al</strong>es, identificando los socios potenci<strong>al</strong>es yparticipando en los programas del Africom. Dentro del African Partnership Stationde 2013, instructores de Infantería de Marina se han desplazado junto a otros de losPaíses Bajos, el Reino Unido y EEUU a Marruecos, Ghana, Nigeria, Seneg<strong>al</strong>, Camerúny Benín. La Armada ha participado en los ejercicios Obangame Express, junto aunidades de EEUU, Francia, Bélgica, Nigeria, Camerún y Gabón, y Saharan Express,contribuyendo a la coordinación de los centros de control marítimo de Mauritania,Seneg<strong>al</strong> y Cabo Verde junto a unidades de EEUU.1.3.2 RecomendacionesLa cooperación internacion<strong>al</strong> de España debe enfocarse a reforzar el Estado de Derechoy las agencias loc<strong>al</strong>es dedicadas a prevenir la piratería y la inseguridad marítima deforma multilater<strong>al</strong>, aprovechando los fondos comunes disponibles de la UE, y de formaindividu<strong>al</strong> en países como Nigeria donde nuestros intereses económicos justifiquen unarelación bilater<strong>al</strong> 56 . Siendo España una recién llegada, su actuación tiene que orientarsea establecer relaciones de confianza con las fuerzas armadas y de seguridad region<strong>al</strong>es,colaborando desde lo concreto a lo genérico, y desdelo person<strong>al</strong> a lo institucion<strong>al</strong>. Pero para que esa línea de actuaciónprospere, debe integrarse en una estrategia de accióntransvers<strong>al</strong> más amplia que integre la actuación de todos losinstrumentos del Estado en la Zona para reforzar los interesescomerci<strong>al</strong>es y económicos de las empresas españolas en laregión (<strong>al</strong>go para lo que se precisa articular un foro interactivocon el sector privado interesado). Otro obstáculo importantepara la presencia española en el Golfo es la f<strong>al</strong>ta de un puntode apoyo (Canarias está lejos y la opción de Guinea Ecuatori<strong>al</strong>es compleja y arriesgada). Sin estrategia integradora ni presenciasostenible, la asistencia española a la seguridad del Golfode Guinea seguirá dependiendo de las iniciativas individu<strong>al</strong>esde la Armada o de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y de losrecursos limitados que puedan dedicar a ello.El descenso de la piratería en Som<strong>al</strong>ia y el empoderamiento region<strong>al</strong>de la lucha contra la misma en el Golfo de Guinea apuntana que el papel potenci<strong>al</strong> de la Armada en la Zona tendrá más que ver el futuro conla asistencia técnica a la lucha contra la piratería e inseguridad marítima que con undespliegue nav<strong>al</strong> permanente. En esas funciones para hacer frente a los riesgos identificadosen la Estrategia de Seguridad Marítima Nacion<strong>al</strong> (Presidencia de Gobierno, 2013)6056El Ministro de Defensa ha manifestado la voluntad de colaborar bilater<strong>al</strong>mente con todos los paísesdel Golfo de Guinea, a ser posible junto con Portug<strong>al</strong> y en una línea similar a la de formación con M<strong>al</strong>i(D.S. 607 de 9/VI/2014).


Retos de seguridad y defensase verá acompañada la Armada por el resto de las agencias implicadas en la seguridadmarítima. En la medida que las estrategias y mecanismos de coordinación dela seguridad marítima están en proceso de construcción, antes de elaborar planesde acción concretos habrá que esperar a que se definan competencias y asignaciónde recursos en materia de seguridad marítima, una materia nueva donde se solapancompetencias estat<strong>al</strong>es y no estat<strong>al</strong>es, de seguridad y protección, civiles y militares,de difícil conciliación.Fin<strong>al</strong>mente, y en relación con la cooperación multilater<strong>al</strong>, se recomienda acudir aella partiendo de una estrategia integr<strong>al</strong> propia, de forma que se sepa qué se debeobtener de ella. Al igu<strong>al</strong> que ocurrió en At<strong>al</strong>anta, donde el liderazgo hispano-francésacabó poniendo en marcha una operación multinacion<strong>al</strong>, en materiade seguridad marítima y piratería, España deberá estudiarsus posibles apoyos y contar con recursos propios e iniciativapara asegurarse capacidad de influencia en la cooperación multilater<strong>al</strong>.Además, debería favorecer o liderar dentro de ella <strong>al</strong>gúntipo de reparto de trabajo entre los países occident<strong>al</strong>es para distribuirlas distintas tareas (equipamiento, adiestramiento, mantenimientoy operación, entre otras) de forma que la asistenciatécnica fuera sostenible.1.4 Tráfico de drogasLa existencia de un gran volumen de tráfico de drogas entre la Zonay Europa es otro de los fenómenos a los que se dedica una atenciónprioritaria en las fuentes abiertas. La investigación ha an<strong>al</strong>izado losdatos que av<strong>al</strong>an esa percepción y constatado la existencia del tráfico,pero, en menor proporción que la intuida y con tendencia a la baja desde el pico<strong>al</strong>canzado en 2007. La relativización del riesgo se acentúa por la diversificación de lasrutas y tipos de drogas que entran y s<strong>al</strong>en por la Zona que muestra la investigación, asícomo por las dudas sobre la metodología de ev<strong>al</strong>uación disponible. Los datos de fuentesabiertas tampoco han podido v<strong>al</strong>idar la creencia de que el terrorismo yihadista haentrado en el negocio de la droga. Por el contrario, no existe apenas preocupación porlos efectos que el consumo y el tráfico están creando entre la población y la gobernanzade la Zona, reforzando las redes crimin<strong>al</strong>es organizadas y fomentando la corrupciónloc<strong>al</strong>, lo que sí afecta a la estabilidad region<strong>al</strong>.Las rutas de tráfico traen cocaína a la costa occident<strong>al</strong> africana desde América Latina yheroína a la costa orient<strong>al</strong> desde Asia. De esas costas parten redes que distribuyen lasdrogas de costa a costa y, desde ellas, hacia Europa o Asia, a lo que habría que añadir ladistribución de las anfetaminas producidas loc<strong>al</strong>mente. Las fuentes abiertas coinciden enla limitada fiabilidad de las aprensiones de droga como fuente de conocimiento del origeny volumen de los flujos, ya que las incautaciones no son concluyentes e, incluso, a vecesson contraintuitivos por lo que sería necesario ampliar y profundizar el conocimiento de61


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelMapa 9. Aprehensiones de cocaína entre 2005 y 2011 en África Occident<strong>al</strong>Fuente: base de datos de aprensiones de UNODC.los mismos. En particular, la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Crimen Organizado(UNODC) res<strong>al</strong>ta siempre la f<strong>al</strong>ta de fiabilidad de los datos recogidos en África.Esas mismas fuentes coinciden en constatar un progresivo descenso de los indicadoresde tráfico desde que se tomó conciencia del problema hace una década, con lo que hayque relativizar la percepción gener<strong>al</strong>izada del riesgo y juzgar el problema por los indicadoresdisponibles más actu<strong>al</strong>izados. Según los datos disponibles de UNODC (2013a,2013b y 2012), el tráfico de cocaína entre América Latina y África Occident<strong>al</strong> se ha idoreduciendo desde 2007 57 , como lo revelan las progresivas reducciones de aprensiones(los círculos más oscuros del Mapa 9, los de los años más recientes, se van reduciendode tamaño por su menor importancia).57La mayor parte de las fuentes abiertas que denuncian la gravedad de la situación ignoran la evoluciónregresiva de los datos del tráfico de cocaína a partir del pico <strong>al</strong>canzado en 2007: 3 toneladas en 2004,17 en 2005, 32 en 2006, 47 en 2007, 23 en 2008, 21 en 2009 y 18 en 2010 (un v<strong>al</strong>or de mercadode unos 25.000 millones de dólares) según los datos de UNODC (2013a).62


Retos de seguridad y defensaÁfrica Occident<strong>al</strong> es una vía de acceso a Europa de las drogas que llegan desde AméricaLatina (un hub) y se preparan para el tránsito en países como Guinea, GuineaBissau, Ghana, Benín, Nigeria y Sierra Leona a los que se han unido Mauritania yMarruecos como nodos necesarios en las redes de contrabando porque disponende puertos, aeropuertos y fronteras permeables desde los que can<strong>al</strong>izar los flujosomnidireccion<strong>al</strong>mente según las oportunidades del mercado y la menor presiónpolici<strong>al</strong>. La cooperación polici<strong>al</strong> y judici<strong>al</strong> no funciona bien con los países de tránsito,porque ellos no disponen ni de los recursos ni la capacitación necesarios y lospaíses destinatarios carecen de suficiente inteligencia sobre el terreno, s<strong>al</strong>vo la quepueda aportar la cooperación con países como Marruecos donde se ha institucion<strong>al</strong>izado.Incluso admitiendo las aprensiones como indicadores, parece que remitela importancia de África Occident<strong>al</strong> como plataforma de envío de cocaína haciaEuropa (UNODC, 2012, p. 55) 58 , una opinión que los ofici<strong>al</strong>es de enlace españolesy belgas 59 comparten, así como Europol (2013, p. 45; y 2011, p. 20) aunquepuede obedecer a una diversificación de los métodos de transporte.Según esta hipótesis –tan difícil de verificar empíricamente comoel resto– las aprehensiones se habrían reducido porque se hanincrementado los grandes envíos por vía aérea, contenedores ybuques mercantes, con la consiguiente disminución de los transbordosy lanchas rápidas interceptadas con drogas. Este cambiode modus operandi de las redes también se recoge en el Informede la Junta Internacion<strong>al</strong> de Fisc<strong>al</strong>ización de Estupefacientes de2011 (JIFE, 2012). Según ese informe, la heroína entra por lospuertos y aeropuertos orient<strong>al</strong>es africanos (en torno a 40 toneladasprocedentes de Afganistán) según se desprende del crecimientode las incautaciones de heroína en Kenia y Tanzania, aunquetambién se han registrado incautaciones de menor entidaden la costa occident<strong>al</strong> que recoge el Mapa 10. La JIFE (2012:56)señ<strong>al</strong>a a Brasil como princip<strong>al</strong> origen de la cocaína, seguido deBolivia, que emplean aeronaves y buques comerci<strong>al</strong>es (la mitadde la cocaína incautada en contenedores procedía de Brasil).También ha crecido la producción loc<strong>al</strong> de anfetaminas y Nigeriay Benín se están convirtiendo en centros de distribución haciadentro y hacia fuera de la Zona (en Nigeria se han desmanteladodos laboratorios de anfetaminas desde 2011).58Según Pierre Lapaque, representante de UNODC para África Occident<strong>al</strong> y Centr<strong>al</strong>, se estima que entre2011 y 2012 se importaron 33 toneladas de cocaína desde América Latina, de las cu<strong>al</strong>es unas 20 sehabría destinado a Europa (23/VII/2013, http//afriquedrogue.blogs.rfi.fr).59Contra el parecer de las estimaciones de los enlaces británicos de la Serious Organised Crime Office(SOCA) en Accra y Daka, los anteriores sostienen que la cantidad de cocaína que llega de ÁfricaOccident<strong>al</strong> es inapreciable: de las 20 toneladas de cocaína aprehendidas en España en 2011 –el40% de la aprehendida en Europa– menos del 1% procedía de <strong>al</strong>lí (EUCRP, 2013, p. 152).63


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelMapa 10. Aprehensiones de heroína en África entre 2010 y 2012Para situar las cifras del Mapa en perspectiva, las incautaciones de opiáceos en las costas occident<strong>al</strong> yorient<strong>al</strong> apenas representan el 0,25% y el 0,29% de las incautaciones mundi<strong>al</strong>es.Fuente: UNODC (2013, pp. 34 y 142).La Organización Mundi<strong>al</strong> de Aduanas estima que el 72% de la cantidad de resina decannabis que se incauta en el mundo procede de Marruecos (JIFE, 2012, p. 55). Sin embargo,las estadísticas de UNODC (2013, p. 25) muestran que el tráfico ilícito de resinay kif de cannabis se está reduciendo en los últimos años mientras aumenta el tráfico –yla c<strong>al</strong>idad– de la hierba de cannabis. Esta ev<strong>al</strong>uación coincide con la caída de las incautacionesde cannabis marroquí en España de los últimos años 60 y con la estabilización de60La Memoria de la Fisc<strong>al</strong>ía (2012, p. 222) refleja la tendencia a la reducción de los <strong>al</strong>ijos de hachísprocedente del norte de África: 55 toneladas en 2007, 58 en 2008, 46 en 2009, 40 en 2010 y 38en 2011. Las cifras de UNODC (2013, p. 25) muestran también descenso pero con distintas cifras detoneladas incautadas: 356 en 2011, 384 en 2010 y 445 en 2009.64


Retos de seguridad y defens<strong>al</strong>a producción en Marruecos (la superficie destinada <strong>al</strong> cultivo ilícito de cannabis en 2011fue de 47.400 hectáreas desde las 72.500 declaradas en 2005, lo que revela un esfuerzode erradicación aunque sigue liderando junto con Afganistán la producción mundi<strong>al</strong>de cannabis). Los métodos de transporte continúan siendo las lanchas rápidas y lasembarcaciones no comerci<strong>al</strong>es pequeñas aunque en 2013 la DAVA ha detectado el usode embarcaciones de mayor tamaño. Lo preocupante de la situación con Marruecos esque los traficantes de cocaína latinoamericana y heroína asiática tratan de aprovechar lasredes de tráfico ilícito marroquíes para introducir sus drogas en Europa.Mapa 11. Variación en las incautaciones de hierba de cannabis 2002-2006 y 2007-2011Fuente: UNODC (2013, p. 139).El tránsito de drogas por rutas terrestres y su pago en drogas extienden el consumo y ladependencia loc<strong>al</strong>, atomizando y reforzando las redes clandestinas de contrabando, loque complica su desmantelamiento. Según datos de UNODC de 2011, África representósólo el 4% del mercado mundi<strong>al</strong> de la droga (14 sobre 322 billones de dólares). Independientementede su efecto sobre los consumidores –más de 1,6 millones en Áfricaoccident<strong>al</strong> y centr<strong>al</strong> según ONUDOC (2013), a los que hay que unir los consumidoresde cannabis en toda África– y sobre el crimen organizado en los países consumidores,el tráfico de drogas preocupa debido a su posible retro<strong>al</strong>imentación –no demostrada fehacientementehasta la fecha– con los ANEV loc<strong>al</strong>es. A f<strong>al</strong>ta de fuentes <strong>al</strong>ternativas deingresos, el acceso a los flujos del dinero generado por la droga es una opción para gruposcrimin<strong>al</strong>es o radic<strong>al</strong>es así como un medio para corromper las estructuras de seguridad yfomentar redes clientelares de apoyo. Estas pueden derivar en un modo de vida que sustentea grupos loc<strong>al</strong>es (los tuareg y otros grupos del norte de M<strong>al</strong>i) como a la ocupacióndel poder político. Sobre estas suposiciones, Europol especula con que “posiblemente”los grupos afines a AQMI o rebelde puedan estar participando o controlando en esostráficos, pero no puede aportar evidencias.65


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelAunque no existen datos fiables, el consumo sigue liderado por los derivados del cannabis,estimulantes anfetamínicos y cocaína, mientras que la heroína está mucho menosimplantada (la procedente de Pakistán sigue bajando desde 2006 hasta representar sóloel 4% del consumo en 2012 según UNODC). El crecimiento de las aprehensiones deheroína y morfina apenas representa el 0,2% entre 2009 y 2010 (en resina de cannabisllega <strong>al</strong> 25% y en hierba <strong>al</strong> 11%). Al incremento de consumode heroína detectado en informes anteriores en Egipto, Kenia,Nigeria y Tanzania, UNODC (2013, p. 46) res<strong>al</strong>ta el aumentodel consumo de cocaína registrado en Argelia, Burkina Faso,Costa de Marfil, Marruecos, Ghana y Togo, mientras que laJunta Internacion<strong>al</strong> de Fisc<strong>al</strong>ización de Estupefacientes (2012,p. 52) añade a Mauricio y Seychelles. Las redes crimin<strong>al</strong>es loc<strong>al</strong>esmueven la cocaína <strong>sur</strong>americana, el cannabis magrebí,la heroína asiática y las drogas de síntesis loc<strong>al</strong>es en todas lasdirecciones posibles a través de las rutas de contrabando delSahel pero no sólo hacia Europa, con lo que el tráfico a travésde España y Portug<strong>al</strong> –el hub sudoccident<strong>al</strong> en terminologíaEuropol– tiende a reducirse aunque por él se mueve hierba yresina de cannabis marroquí, así como heroína paquistaní yturca hacia el norte de Europa (según el informe hay indicios deque las redes turcas se han inst<strong>al</strong>ado en Marruecos).En función de los datos anteriores, y admitiendo las dificultadespara ev<strong>al</strong>uar el volumen re<strong>al</strong> de tráfico, el princip<strong>al</strong> riesgo deltráfico de drogas es el de su efecto sobre la gobernanza loc<strong>al</strong>y la posibilidad de que <strong>al</strong>gún día acabe en manos de grupos yihadistas o de miliciasin<strong>sur</strong>gentes. El dinero de la droga <strong>al</strong>imenta la corrupción de las autoridades políticas,polici<strong>al</strong>es y judici<strong>al</strong>es (según UNODOC, en 2008 el tráfico de cocaína en Guinea-Bissauigu<strong>al</strong>ó su producto nacion<strong>al</strong> bruto) y consolidan plataformas de in<strong>sur</strong>gencia contra losgobiernos loc<strong>al</strong>es a los que arrebatan el control explícito o implícito del terreno (caso deM<strong>al</strong>i, <strong>sur</strong> y este de Libia y otros espacios sin control gubernament<strong>al</strong> del Sahel). De la superposiciónde entramados terroristas y contrabandistas que controlan territorios y rutasde paso de tráficos ileg<strong>al</strong>es se deduce la posibilidad de cooperaciones ocasion<strong>al</strong>es entreambos. Sin embargo, y según la bibliografía de fuentes abiertas (Aning y Pokoo, 2013)no está probada la conexión entre droga y terrorismo y existen sólo indicios superfici<strong>al</strong>esrelacionados con la protección a través de los territorios que controlan 61 . Esa conexiónsólo sería peligrosa si el yihadismo se hiciera con el control de la droga en lugar con unpeaje de tránsito, pero esta hipótesis todavía carece de evidencias que la resp<strong>al</strong>den (unade las estrategias de AFRICOM es ayudar a prevenir esa conexión). En el mismo sentido,el Internation<strong>al</strong> Crisis Group (2013, p. 33) argumenta las razones por las que los idearios6661En su informe sobre financiación del terrorismo en África Occident<strong>al</strong> (2013, p. 32), la GIABA estimaque la base de la conexión entre terrorismo y delincuencia se apoya en un número limitado de casosprobados.


Retos de seguridad y defensas<strong>al</strong>afistas y de los crimin<strong>al</strong>es organizados tradicion<strong>al</strong>es no son compatiblesaunque, en su lugar, apunta a la emergencia de un “islamismo-delincuenci<strong>al</strong>”en las periferias de las ciudades y con delincuentesjóvenes simpatizantes del s<strong>al</strong>afismo que, en su caso, sí que podíafacilitar la conexión temida entre delincuencia y yihadismo 62 .1.4.1 Estrategias de intervenciónLa cooperación region<strong>al</strong> dispone de los planes de acción de laUnión Africana para el control de drogas y la prevención del crimen(2013-2017) y de CEDEAO (expiró en 2011) 63 . Los países de laUnión del Magreb Árabe decidieron estudiar una estrategia conjuntaen la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de Argel en juliode 2012. Algunos países como Egipto, Túnez, Libia, Burkina Faso,Nigeria, Ghana, Sierra Leona, Liberia y Gambia tienen legislación yagencias antidrogas, pero carecen de los recursos adecuados, porlo que se han puesto en marcha iniciativas entre varias agenciasde dentro y fuera de la región como la West Africa Coast Initiative, los programasnacion<strong>al</strong>es integrados de UNODC, las operaciones aeroportuarias con Europol y laOrganización Mundi<strong>al</strong> de Aduanas (Operación Cocair 3 de 2012) o centros de inteligenciafinanciera o los programas de asistencia del Reino Unido o de NacionesUnidas (50 millones de dólares entre 2010 y 2011).La lucha contra la droga y el crimen organizado en África Occident<strong>al</strong> es una de las ochoprioridades del Programa EMPACT de Europol (European Multidisciplinary PlatformAgainst Crimin<strong>al</strong> Threats). La UE puso en marcha el Cocaine Route Programme a cargodel Instrumento de Estabilidad (IfS) para la lucha contra el crimen organizado en África,América Latina y el Caribe en respuesta <strong>al</strong> tráfico de drogas por vía marítima y aérea entreSudamérica y África Occident<strong>al</strong> 64 . En el ámbito operativo, la UE cuenta con el Maritime62El término narcoterrorismo, empleado recurrentemente por Argelia y otros países, trata tanto de asociar<strong>al</strong> terrorismo con la delincuencia como disociar <strong>al</strong> sustantivo terrorismo del c<strong>al</strong>ificativo islamista.63Para una descripción de las iniciativas region<strong>al</strong>es, véanse los informes de la JIFE (2012) yUNODC (2013).64AIRCOP I, II y III (Airport Communication Programme) para intercambiar información e inteligenciaentre Interpol y los aeropuertos asociados y AML-WA (Anti-Money Laundering Activities in WestAfrica) para capacitar a sectores no bancarios y fomentar las unidades de inteligencia financiera enGhana, Nigeria, Seneg<strong>al</strong> y Cabo Verde. SEACOP I, II and III (Seaport Cooperation Programme) paracrear unidades conjuntas de seguridad marítima en puertos de África Occident<strong>al</strong>. WAPIS I and II(West African Police Information System) para facilitar la recogida e intercambio de informaciónpolici<strong>al</strong> entre los países de ECOWAS y Mauritania. AMERIPOL I y II (Law Enforcement & Judici<strong>al</strong>Cooperation in Latin America) para facilitar el intercambio de información judici<strong>al</strong>. GAFISUD I, IIand III (Support to the Fight against Money Laundering in Latin America) dedicado a los sectoresno financieros de los países miembros de GAFISUD. PRELAC I y II (Prevention of the Diversion ofDrugs Precursors in the Latin America Caribean Region) para reforzar el control de los precursoresquímicos entre 17 países. CORMS I y II (Cocaine Route Monitoring and Support) para coordinar losdistintos programas e iniciativas de los distintos países, la UE y otras organizaciones internacion<strong>al</strong>es.67


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelAn<strong>al</strong>ysis and Operations Centre (MAOC) de Lisboa 65 . Se ocupa de controlar los flujosno comerci<strong>al</strong>es que aprovechan la acumulación de flotas pesqueras, buques de recreo ychárteres que atraviesan el Atlántico (entre Noruega y África del Sur). Coordina operaciones,recaba y procesa inteligencia sobre las dinámicas que están detrás de los incrementoso reducciones de incautaciones y fomenta el intercambio de información.España colabora en operaciones antidroga con centros interagencias con el MAOC deLisboa, donde cuenta con un ofici<strong>al</strong> polici<strong>al</strong> de enlace, y con la Fuerza Operativa ConjuntaInteragencias (Joint Interagency Task Force South, JIATFS) de Key West, que depende delMando Sur (Southern Command, SOUTHCOM) de EEUU. España lidera la Plataforma deBogotá para la lucha contra el tráfico de cocaína y colabora con el Centro de Coordinaciónde la Lucha contra la Droga del Mediterráneo (CECLAD-M) de Tolón en el Mediterráneoy con las plataformas de Accra (Ghana) y Dakar (Seneg<strong>al</strong>). Tambiéncolabora con Francia dentro del Plan de Acción Trien<strong>al</strong>, unacolaboración que podía extenderse a países del norte de África.Polici<strong>al</strong>mente, la actuación se ha orientado a prevenir el tráficode lanchas semirrígidas y avionetas por el Estrecho.La Armada colabora en la lucha contra los tráficos ilícitos con loscuerpos y fuerzas de seguridad aunque todavía queda por delimitarlos ámbitos y responsabilidades de actuación 66 . Disponede un Centro de Operaciones y Vigilancia de la Acción Marítima(COVAM) en Cartagena desde el que se puede tener un conocimientomarítimo de interés para la Armada y para la luchacontra los tráficos ilícitos gracias a su Sistema Integrado de Vigilancia y Conocimiento delEntorno Marítimo (desde ese centro se coordina la colaboración con la Marina francesa ycon la Guardia Civil o la DAVA en las operaciones Levrier).Dentro de la cooperación europea, España dirige el consorcio euro-latinoamericano(COPOLAD) entre 2010 y 2014 (6 millones de euros), participa en el programa decooperación polici<strong>al</strong> con América Latina (AMERIPOL, 3,7 millones de euros entre 2010y 2014), en el de flujos migratorios de CEDEAO entre 2011 y 2015 (28 millones deeuros), en el de apoyo a Cabo Verde (11 millones de euros entre 2011 y 2014) y en elde lucha contra el blanqueo del dinero entre América Latina y África Occident<strong>al</strong> en apoyoa CEDEAO.6865Cuenta con ofici<strong>al</strong>es de enlace de Francia, los Países Bajos, Irlanda, It<strong>al</strong>ia, Portug<strong>al</strong>, el Reino Unidoy España y observadores de Europol, UNODC, EEUU (JIATFS), Canadá, Alemania, Cabo Verde,Grecia y Marruecos.66Hasta hace poco, el mar territori<strong>al</strong> y las capacidades de los buques separaban las competencias de laArmada y de la Guardia Civil, pero ahora la Guardia Civil dispone ya de buques capaces de actuar fueradel mar territori<strong>al</strong> y la Armada ha incrementado su participación en operaciones de vigilancia y seguridadmarítima para las que ya se ha reconocido el carácter de agentes de autoridad a los miembros de susdotaciones (Ruiz, 2012). La superposición de competencias y capacidades para desarrollar actuacionesinteragencias como la Operación Levrier citada podría superarse a través de mecanismos como laComisión Mixta Guardia Civil-Armada o el desarrollo de la Estrategia de Seguridad Marítima Nacion<strong>al</strong>aprobada en 2013.


Retos de seguridad y defensa1.5 Otros tráficos ilícitosEl crimen organizado se aprovecha de la debilidad de las instituciones de seguridadloc<strong>al</strong>es y de la f<strong>al</strong>ta de cooperación region<strong>al</strong>. La f<strong>al</strong>ta de control de las fronteras y degrandes porciones del territorio ha favorecido el desarrollo de redes crimin<strong>al</strong>es que hanpasado del contrabando tradicion<strong>al</strong> a nuevos tráficos ilícitos. Lo peculiar de estas redescrimin<strong>al</strong>es es su interacción con otros actores no estat<strong>al</strong>es violentos en las diferentesáreas de conflicto o postconflicto como M<strong>al</strong>i, Sierra Leona, Liberia y el Delta del Níger.Los fondos procedentes del comercio ilícito fomentan la corrupción, así como su impactoen la gobernabilidad (el negocio de la cocaína generó entre 1.000 Y 2.000 millonesde dólares en 2009, cuatro veces el PIB de países como Guinea-Bissau).El contrabando es una actividad tradicion<strong>al</strong> en la Zona de la que hanvivido numerosos grupos soci<strong>al</strong>es y de la única que pueden vivir ahoragrupos <strong>sahel</strong>ianos como los tuareg o poblaciones ubicadas cercade fronteras fisc<strong>al</strong>es (Ceuta, Melilla y Gibr<strong>al</strong>tar). El contrabando debase incluye tabaco, f<strong>al</strong>sificaciones 67 , dinero, met<strong>al</strong>es preciosos ymercancías no declaradas. Su repercusión es fisc<strong>al</strong>, en la medidaque afecta a las tasas exigibles, pero afecta también a la seguridaden la medida que accedan sustancias peligrosas. Se practica a granesc<strong>al</strong>a aprovechando la multiplicación de contenedores y la dificultadde controlar todas las fronteras. Cuando los flujos encuentran unpunto de control efectivo, se produce una capilarización de los flujospeaton<strong>al</strong>es (menudeo a través de Ceuta, Melilla y La Línea), náuticos(puertos deportivos del Mediterráneo) y fronterizos (automóviles)que luego se concentra y se redistribuye hacia Europa.No se dispone de indicadores adecuados para an<strong>al</strong>izar el volumen delcontrabando en la Zona porque <strong>al</strong>gunos como las incautaciones no seconsideran orientativas por los propios encargados de ellas –ya quesu correlación con el tráfico no está garantizada– y porque es difícildiscriminar qué cantidad del contrabando tot<strong>al</strong> procede o transita porla Zona. El contrabando se disuade mediante los controles aduaneros,así como con el patrullaje, la interdicción de medios sospechososy la investigación y desarticulación de organizaciones. Los controles aduaneros son unaresponsabilidad de la UE, y no sólo española, aunque se re<strong>al</strong>iza en nuestros puertos ypuestos fronterizos. La función aduanera es polici<strong>al</strong> y consiste en el control de la caden<strong>al</strong>ogística desde los orígenes de procedencia hasta los de destino en España. Los avancestecnológicos y los nuevos procedimientos (escáneres de personas o port<strong>al</strong>es dedetección radioactiva) permiten la inspección no intrusiva agilizando las tareas de67UNODC ha identificado el contrabando de medicinas con destino a África Occident<strong>al</strong> como otraactividad ilícita de la delincuencia organizada (2013ª, pp. 39-42) en la Zona que afecta a los usuariosloc<strong>al</strong>es.69


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelcontrol sin colapsar el tráfico. La fiabilidad de la cadena logística potencia el empleode puertos como el de contenedores de Algeciras frente a otros puertos en la Zonaque no cuentan con los medios adecuados (la seguridad como factor de competitividad).Igu<strong>al</strong>mente, la lucha contra el fraude fisc<strong>al</strong> fomenta la colaboración con paísescomo Argelia interesados en su erradicación.Otros flujos a vigilar se refieren <strong>al</strong> dinero y <strong>al</strong> oro. Ambos suben, bajan y se desplazanlater<strong>al</strong>mente mediante dinámicas que son poco conocidas por ahora. Intuitivamente,parece que el dinero se mueve buscando la seguridad bancaria que f<strong>al</strong>ta en los paísesde la Zona, así como refugio fisc<strong>al</strong> y, en menor medida, blanqueo de dinero. Puedeproceder tanto de actividades lícitas como la pesca o el comercio como de ilícitas,pero todavía no se conoce la dinámica de los flujos y no se pueden explicar fenómenoscomo la presencia de euros en países como Mauritania, M<strong>al</strong>i y Ghana. Tambiénpodría relacionarse con la proximidad de paraísos financieros (offshore centres) enel Reino Unido y las Islas del Can<strong>al</strong> o Suiza, entre otros 68 . Según la interpretaciónde Glob<strong>al</strong> Financi<strong>al</strong> Integrity (GFI) y el Banco Africano de Desarrollo (AfDB), el flujode fondos podría proceder del dinero que se traslada fuera del país ileg<strong>al</strong>mente 69 . Lamagnitud y orientación de los flujos se explica mediante los Gráficos siguientes en losque se identifican a países como Argelia, Libia, Nigeria y, en menor medida, Egiptocomo los países cuyo s<strong>al</strong>do neto de transferencias lideró las primeras posiciones deltráfico ilícito en la Zona, mientras que Sudán, Túnez, Marruecos y Costa de Marfilocupan las últimas (Gráfico 4).Gráfico 4. Países africanos con mayor s<strong>al</strong>do negativo (rojo) y positivo (azul) de transferencias netasregistradas por cuenta corriente y acumuladas entre 1980 y 2009Fuente: estimaciones de GFI y AfDB (2013:17). V<strong>al</strong>or en millones de dólares de 2005 una vez deducid<strong>al</strong>a inflación con el índice de precios <strong>al</strong> consumo.7068Según Glob<strong>al</strong> Financi<strong>al</strong> Integrity (2012), en su Informe sobre Flujos Financieros Ilícitos de lospaíses en desarrollo, los países del Medio Oriente y del norte de África lideran los movimientos decapit<strong>al</strong>es ilícitos, con un crecimiento anu<strong>al</strong> del 26,3%. En un estudio posterior sobre África re<strong>al</strong>izadojunto con el AfDB (2013) se recogen los gráficos que se presentan en esta página.69Los flujos ilícitos incluyen las transferencias de fondos ganados mediante la corrupción, sobornos,evasión fisc<strong>al</strong>, delincuencia y contrabando y otros ilícitos. También incluye los fondos sacados ileg<strong>al</strong>mentedel país aunque su origen sea leg<strong>al</strong>, incluidos las fortunas amasadas gracias a la capturade rentas desde el poder.


Retos de seguridad y defensaCon la misma base de datos y metodología, el Gráfico 5 revela que, en los últimosaños an<strong>al</strong>izados (2000-2009), Nigeria, Egipto, Argelia y, en menor medida, Libia yMarruecos son los países con mayores flujos ilícitos acumulados, mientras que losmás relevantes –como porcentaje de su PIB– serían Yibuti, Chad, Nigeria y SierraLeona. Estos datos sobre flujos de renta pueden explicar el m<strong>al</strong>estar soci<strong>al</strong> expresadodurante el despertar árabe en relación con las fortunas acumuladas por <strong>al</strong>gunos dictadores,sus entornos familiares y políticos y la f<strong>al</strong>ta de transparencia de las relacioneseconómicas en ellos. De todos los países, los del norte de África serían los que másse han significado por este flujo: el 83% de todos los fondos ilícitos transferidos (unos30 billones anu<strong>al</strong>es de dólares) procede de ellos, lo que contribuiría a explicar laexistencia detectada de flujos y depósitos bancarios en la Zona.Gráfico 5. 20 países africanos con mayor s<strong>al</strong>do negativo de flujos ilícitos acumulado entre 2000y 2009 (en millones de dólares) y 20 países más afectados (en mayor porcentaje del PIB) entre1980 y 2009Fuente: estimaciones de GFI y AfDB (2013, p. 26).Según datos de UNODC de 2011, África represento sólo el 5% del blanqueo mundi<strong>al</strong>de dinero en 2003 (9,6 sobre 193 billones de dólares), lo que a pesar de la antigüedaddel dato revela la limitada entidad del fenómeno. Los informes anu<strong>al</strong>es como el últimode 2011 del GIABA (Inter-Government<strong>al</strong> Action Group Against Money Launderingin West Africa) señ<strong>al</strong>an que los princip<strong>al</strong>es delitos que están detrás del blanqueo dedinero son la corrupción, el fraude, el tráfico de drogas, el contrabando de piedras ymet<strong>al</strong>es preciosos y los delitos de capit<strong>al</strong>es e informáticos. El blanqueo también estádetrás de la compra de propiedades, los delitos bancarios y el movimiento de fondostransfronterizos. La f<strong>al</strong>ta de capacidad/competencia de los Estados para combatir elblanqueo es la princip<strong>al</strong> causa de la expansión del fenómeno. Sus dificultades pararegular, supervisar, exigir y sancionar el cumplimiento de las leyes obedecen a la f<strong>al</strong>tade cooperación interna y subregion<strong>al</strong> entre las diferentes organizaciones implicadas.71


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelLa estrategia internacion<strong>al</strong> del Grupo de Acción Financiera (Financi<strong>al</strong> Action TaskForce, FATF) no se puede aplicar a los países de la Zona (sólo Sudáfrica en toda Áfricaes miembro de la FATF) por su limitada capacidad de supervisar el cumplimiento denormas internacion<strong>al</strong>es, incluido su coste (incluso Nigeria ha estado hasta octubrede 2013 bajo vigilancia de la FATF en su lista glob<strong>al</strong> de incumplimientos). Algunosgobiernos han creado dos instituciones region<strong>al</strong>es <strong>al</strong> estilo de la FAFT para desarrollarla lucha contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo. En la primera,la Middle East and North Africa Financi<strong>al</strong> Action Task Force (MENAFATF), participanMauritania, Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto y Sudán 70 , mientras que en el InterGovernment<strong>al</strong> Action Group against Money Laundering in West Africa (GIABA) estánlos países de la Zona miembros de CEDEAO.La esc<strong>al</strong>ada de tensión en torno a Gibr<strong>al</strong>tar durante el verano de 2013 hizo aflorar losdatos que la investigación había acumulado en los meses anteriores. Como se hizo públicopor las fuentes abiertas y contra la intuición gener<strong>al</strong>, Gibr<strong>al</strong>tar parece descartadapor los expertos como refugio de fondos delictivos porque éstos buscan opacidad y noventajas fisc<strong>al</strong>es. Lo que Gibr<strong>al</strong>tar sí continúa siendo es un paraíso fisc<strong>al</strong> en el que seotorgan a las empresas loc<strong>al</strong>es ventajas fisc<strong>al</strong>es que no se ajustan <strong>al</strong> régimen comunitariode ayudas públicas, un problema fisc<strong>al</strong> que se está ev<strong>al</strong>uando 71 . También estápor estudiar el flujo de efectivo hacia Gibr<strong>al</strong>tar desde España(en sentido inverso es irrelevante) 72 y queda por establecer unsistema de información que asegure el intercambio de informaciónfisc<strong>al</strong> y el traslado de las comisiones rogatorias porlas autoridades judici<strong>al</strong>es en su lucha contra el blanqueo decapit<strong>al</strong>es. El contrabando de tabaco procedente de Gibr<strong>al</strong>tar esel que mayor volumen de fraude fisc<strong>al</strong> genera 73 aunque existenotros puntos dedicados <strong>al</strong> contrabando de contenedores haciaEuropa distintos de Gibr<strong>al</strong>tar a los que se acaba de incorporarLibia en 2012. Desde el punto de vista de la seguridad,la integración en el ámbito de la información sobre fronteras(European Border Surveillance System, Euro<strong>sur</strong>) puede permitira las autoridades de Gibr<strong>al</strong>tar beneficiarse del flujo deinformación generado por un sistema en el que no participa elReino Unido si este país firma un acuerdo bilater<strong>al</strong> con cu<strong>al</strong>quiermiembro de Euro<strong>sur</strong>.70España, junto con EEUU, Francia y el Reino Unido son los únicos países con el estatuto deobservadores en esta organización junto a otras organizaciones multilater<strong>al</strong>es (MENAFATF, 2012).71Existe un Grupo de Trabajo en el Ministerio de Hacienda dedicado a ev<strong>al</strong>uar el impacto fisc<strong>al</strong> delas operaciones vinculadas a Gibr<strong>al</strong>tar. En 2010, la Income Gibr<strong>al</strong>tar Act redujo el impuesto desociedades del 22% <strong>al</strong> 10% (en la parte española se sitúa en torno <strong>al</strong> 30%).72De 2.788 operaciones entre 2007 y 2011, sólo ocho por un v<strong>al</strong>or de 872.000 euros proceden deGibr<strong>al</strong>tar mientras que el resto asciende a 1.571 millones (ABC, 22/IV/2013).73En Gibr<strong>al</strong>tar se venden 100 millones de cajetillas anu<strong>al</strong>es, lo que supone una media de 9 cajetillaspor habitante y día (Expansión, 8/X/2013). En los últimos años se había incrementado drásticamente lasexportaciones por vía terrestre a Gibr<strong>al</strong>tar desde España: de 76 contenedores en 2006 a 254 en 2011.72


Retos de seguridad y defensaFin<strong>al</strong>mente, el tráfico de armas representa un problema de seguridad sobre el que noexisten en fuentes abiertas más evidencias que las asociadas <strong>al</strong> vaciamiento de losarsen<strong>al</strong>es libios en 2011, la entrega de equipo a movimientos revolucionarios y <strong>al</strong>gunasnoticias aisladas de flujos hacia Oriente Medio. Las fuentes abiertas carecen dedatos fiables sobre el volumen de tráfico y <strong>al</strong>gunas declaraciones ofici<strong>al</strong>es, como lasasociadas a los misiles tierra-aire desaparecidos de Libia, no cuenta con evidenciasempíricas que los justifiquen 74 . Según UNODC (2013ª, pp. 33-38), la delincuenciaha obtenido las armas tradicion<strong>al</strong>mente de las fuerzas de seguridad loc<strong>al</strong>es mediantecorrupción o complicidad, por lo que no existía un contrabando organizado ni agran esc<strong>al</strong>a. En el Mapa 12 se reflejan los lugares y la dirección de las 38 mayoresincautaciones de armamento conocidas en fuentes abiertas entre 2008 y 2011 cuyodesglose puede dar idea aproximada de la entidad del tráfico 75 .Mapa 12. Incautaciones de armas registradas entre 2008 y 2011Fuente: UNODC (2013a, p. 35).74El <strong>al</strong>mirante Giampaolo di Paola, Jefe del Comité Militar de la OTAN, estimaba que habían desaparecido10.000 misiles tierra-aire de los arsen<strong>al</strong>es libios, el doble de los estimados por el gener<strong>al</strong>Mohamed Adia, responsable de armamento del Ministerio de Defensa libio (El País, 2/XI/2011).Investigaciones posteriores (UNODC, 2013a:37) apuntan que de los 22.000 del inventario libio,5.000 se controlaron sobre el terreno y 43 se han incautado en Argelia, con lo que la cifra desaparecidapodría ser mayor. Sin embargo, no consta en fuentes abiertas que se hayan utilizado en losconflictos posteriores pese a su capacidad destructiva.75Las 38 incautaciones del Mapa 7 revelan que la cantidad y c<strong>al</strong>idad del armamento eran limitadas:71 rifles de as<strong>al</strong>to, 39 lanzacohetes o 16 pistolas, entre otras armas de pequeño c<strong>al</strong>ibre.73


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelNo obstante, sí que existían precedentes de flujos de armamento procedentes deconflictos latentes o pasados en la región, un precedente que se confirmó durante laguerra libia. El Panel de Expertos sobre Libia creado por la resolución 1973 (2011)ha podido establecer en su informe de marzo de 2013 (S/2013/99) un patrón del tráficode armamento libio hacia Egipto (Franja de Gaza y Sinaí), Sahel (M<strong>al</strong>i y Nigeria),Siria y Chad aprovechando la porosidad de las fronteras. Según el secretario gener<strong>al</strong>de Naciones Unidas (S/2013/359:4) se estima que entre 10.000 y 20.000 rifles deas<strong>al</strong>to procedentes de Libia acabaron en M<strong>al</strong>i 76 .En la Zona existe más demanda que oferta de armamento. Solo Nigeria tiene capacidadindustri<strong>al</strong> de producir armamento ligero para sus fuerzas armadas, mientras queel resto sólo tiene capacidad artesan<strong>al</strong> para reparar o producirmunición, lo que reduce el riesgo de proliferación (España haaplicado embargos a <strong>al</strong>gunos países como Guinea, Liberia yCosta de Marfil hasta 2010 y a Sierra Leona, Togo y M<strong>al</strong>i hasta2012) y, s<strong>al</strong>vo Mauritania, los países de la CEDEAO son signatariosde la Convención de Armas Ligeras. No obstante, <strong>al</strong>gunosinformes o las incautaciones de armas en las fronteras demuestranun incremento del tráfico asociado a conflictos como el deCosta de Marfil o el más reciente de M<strong>al</strong>i 77 . De la existenciadel tráfico de armas y de la f<strong>al</strong>ta de control de las fronteras sebenefician los ANEV que participan o se aprovisionan de los flujos. Las autoridades argelinasy m<strong>al</strong>ienses notaron un incremento del tráfico a partir de 2008 que se incrementóexponenci<strong>al</strong>mente en 2011 con la caída de Gadafi. A diferencia de otros países comoArgelia, Túnez y Níger que reforzaron los controles en frontera, las autoridades de M<strong>al</strong>ino desarmaron a quienes llegaron procedentes de Libia, lo que facilitó su ocupación delnorte de M<strong>al</strong>i. El tráfico de armas no afecta a la UE según el análisis de riesgos de Frontex(2013, p. 52), mientras que ve el norte de África como un punto de destino de vehículosrobados en el <strong>sur</strong> de Europa, un flujo menos importante que el que atraviesa las fronterasorient<strong>al</strong>es y del este.1.5.1 RecomendacionesAunque en principio parece que los tráficos ilícitos agrupados en este apartado representanmenor riesgo para los intereses nacion<strong>al</strong>es que otros, su análisis –probabilidady efecto– parece poco elaborado por las razones metodológicas descritas. Contrasta l<strong>al</strong>imitación de los recursos de inteligencia e información disponibles para la amplitudgeográfica de la Zona, por lo que la obtención de inteligencia debe orientarse a los puntosde mayor impacto fisc<strong>al</strong> o delictivo. Por eso es importante desarrollar metodologías7476El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha confirmado esa estimación en su comparecencia antela Comisión de Defensa del Congreso (D.S. 607 de 9/VI/2014) incluyendo lanzagranadas y misilesque se han repartido por los ANEV que operan en la Zona.77La participación de Qatar en el aprovisionamiento de armas a los conflictos de Libia que da porprobada el Panel de Expertos de Naciones Unidas (S/2013/99, pp. 16-23), <strong>al</strong> del norte de M<strong>al</strong>i quese sospecha (Berghezan, 2013, p. 33) o el admitido en relación con Siria, suponen la existencia desistemas logísticos <strong>al</strong> margen de los loc<strong>al</strong>mente establecidos.


Retos de seguridad y defensade análisis de riesgos que faciliten una mayor eficiencia en la asignación de los escasosrecursos disponibles y elaborar indicadores que midan la relevancia de este tipo deriesgos, por ejemplo el v<strong>al</strong>or fisc<strong>al</strong> en euros de las mercancías decomisadas.Junto a lo anterior, ya se implementan controles y crucesde datos entre las aduanas de origen y destino, pero la informaciónpodría explotarse por otras agencias de seguridad siempre que sere<strong>al</strong>ice sobre las fronteras.1.6 Seguridad medioambient<strong>al</strong>En un estudio como el presente, de riesgos y oportunidades a cortoplazo, el enfoque no está orientado a ev<strong>al</strong>uar las causas, manifestacionesy aspectos humanitarios últimos de la inseguridad medioambient<strong>al</strong>sino a estudiar sus efectos sobre la estabilidad region<strong>al</strong> a menorplazo. Por ello se ha recurrido <strong>al</strong> enfoque de vulnerabilidad medioambient<strong>al</strong>en el que se combinan los riesgos medioambient<strong>al</strong>es natur<strong>al</strong>es(inundaciones, sequías, vientos, incendios y precipitaciones anóm<strong>al</strong>as)con otros asociados a la densidad de población, a la resiliencia(s<strong>al</strong>ud, educación, <strong>al</strong>imentos y agua) y a la gobernanza (rendición decuentas, estabilidad, eficacia, y violencia política) 78 . Con este enfoque no se identificanáreas afectadas por un desastre natur<strong>al</strong> –lo que precisaría una acción humanitaria– niáreas donde el cambio climático vaya a <strong>al</strong>terar las condiciones de vida a largo plazo 79 ,sino aquellas áreas donde los efectos climáticos puedan tener un impacto decisivo acorto. Con este enfoque, países expuestos a los rigores climáticos como los del nortede África son menos vulnerables ante riesgos medioambient<strong>al</strong>es que otros como Níger,Guinea, Sierra Leona y Som<strong>al</strong>ia debido a su mayor capacidad de respuesta.Según las estadísticas disponibles, entre 1999 y 2013 se han producido 2.371 desastresnatur<strong>al</strong>es en toda África, con 1,3 millones de víctimas mort<strong>al</strong>es y 454 millones de afectados80 . Sin embargo, los fenómenos medioambient<strong>al</strong>es no han provocado ni desencadenadoningún conflicto en la Zona, aunque el deterioro medioambient<strong>al</strong> ha incrementado elimpacto de esos conflictos (la sequía de los últimos años en Som<strong>al</strong>ia aceleró el desplazamientode la población de los territorios controlados por <strong>al</strong>-Shabaab en 2010 y coadyuvó78Este enfoque de driver o multiplicador de amenazas combina indicadores de factores de riesgoen un índice compuesto para identificar los puntos críticos y medir la vulnerabilidad relativa decada país. La metodología de este y otros tipos de análisis de vulnerabilidad se puede ver enBusby y otros (2013).79El IV Assessment Report del IPCC (2007) apuntaba ya las serias implicaciones del cambio climáticopara África: en 2020 el conjunto del continente padecerá un estrés hídrico muy importante,las tierras áridas y semiáridas aumentarán en un 5%-8%, y los rendimientos de la agricultura noirrigada pueden reducirse hasta en un 50%, lo que planteará serios problemas de seguridad <strong>al</strong>imentariay m<strong>al</strong>nutrición. Para el fin<strong>al</strong> del siglo XXI las áreas costeras (donde se concentra la población)se verán afectadas por la elevación del nivel del mar y los costes de adaptación pueden elevarsehasta el 5%-10% del PIB.80Base de datos EM-DAT de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, a noviembre de 2013.75


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahel<strong>al</strong> desplazamiento de la población del norte de M<strong>al</strong>i tras su secesión en 2012) 81 . En elMapa 13 se muestran los lugares de la Zona más vulnerables a los riesgos medioambient<strong>al</strong>es.Destacan Guinea y Sierra Leona, debido a una combinación de <strong>al</strong>ta población yexposición medioambient<strong>al</strong> sin la debida resiliencia (Joiner, Kennedo y Sampson, 2012).Mapa 13. Vulnerabilidad de África a los riesgos medioambient<strong>al</strong>esFuente: Busby, Smith, Krishnan y Bek<strong>al</strong>o (2013).7681Según estudios comparados de las bases de datos de violencia política y fenómenos medioambient<strong>al</strong>esdentro y fuera de África se deduce que la violencia no es mayor en períodos de sequíasino que, por el contrario, aumenta tras años de lluvia (Hendrix y S<strong>al</strong>ehyan, 2012).


Retos de seguridad y defensaEn el caso del <strong>sur</strong> del Sudán y del Chad, o el oeste de Etiopía, coinciden la m<strong>al</strong>a gobernanza,los fenómenos climáticos adversos y el estrés medioambient<strong>al</strong> generado por la<strong>al</strong>ta densidad de población, por lo que aparecen como áreas vulnerables a los riesgosmedioambient<strong>al</strong>es, mientras que Sudán no parece en riesgo a pesar de compartir labaja gobernanza, un resultado contra-intuitivo que obedece <strong>al</strong> enfoque de vulnerabilidadcompuesto empleado (Doty, 2011, p. 9). Por último, en Som<strong>al</strong>ia, Sudán, Sudándel Sur, Níger y Nigeria, la sequía, la escasa pluviosidad y el fuego se combinan con laf<strong>al</strong>ta de gobernanza para exponer a su población a situaciones de inseguridad y desplazamientosde población. En el mismo Mapa se advierte que los países del norte deÁfrica s<strong>al</strong>en bastante bien librados de la agregación de indicadores medioambient<strong>al</strong>es,lo que quiere decir que aunque no están exentos de padecer un desastre natur<strong>al</strong> grave,disponen de mecanismos suficientes para hacerles frente. Esta percepción podía variaren Egipto si persiste el deterioro de la gobernanza, continúa aumentando su consumode agua (21 billones de metros cúbicos sobre el consumo actu<strong>al</strong> en 2050) y se reduceel flujo de agua del Nilo que desemboca por ese país debido a los proyectos de regadíoy generación eléctrica que impulsan Etiopía y Sudán (la cuota acordada en 1959asigna a Egipto un tot<strong>al</strong> de 55,5 billones de metros cúbicos anu<strong>al</strong>es y 18,5 billones aSudán, quedando para Etiopía 11 billones).También de forma contra-intuitiva, la situación medioambient<strong>al</strong> del conjunto de Áfricano está muy lejos de la de otras regiones como las comprendidas en el Gráfico 6 enmateria de tratados medioambient<strong>al</strong>es, la c<strong>al</strong>idad del medio, la emisión de CO2, el rigorde la legislación o deforestación, mientras que sí se distancia en la disponibilidad deagua para regadíos.Gráfico 6. Factores medioambient<strong>al</strong>es africanos comparados con los de otras regionesFuente: Banco Mundi<strong>al</strong> (2013, p. 21).Los recursos natur<strong>al</strong>es son otra fuente potenci<strong>al</strong> de conflicto, tanto por el acceso y propiedadde los mismos como por el riesgo medioambient<strong>al</strong> que causan las extraccionesincontroladas. Como ejemplo, el Mapa 14 refleja la situación de recursos natur<strong>al</strong>es porlos que se compite en África Occident<strong>al</strong> y cuya explotación crea una huella ecológica en77


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelel Golfo de Guinea. Destaca la contaminación asociada a la extracción de oro en Ghanay a la de petróleo del Delta del Níger (unos 2.300 metros cúbicos anu<strong>al</strong>es).Mapa 14. Contaminación en zonas de extracción de recursos natur<strong>al</strong>esFuente: Joiner, Kennedo y Sampson (2012, p. 4).Entre las estrategias de intervención, cabe destacar las de la UE, que dispone debuques antivertidos situados en la Bahía de Algeciras y que exige una ev<strong>al</strong>uacióndel impacto de exploraciones como las de Canarias 82 . Además, la UE estableció en2012 dos programas orientados a reforzar la resiliencia de las comunidades loc<strong>al</strong>es,el de Apoyo a la Resiliencia en el Cuerno de África y la Alianza Glob<strong>al</strong> para la Iniciativade Resiliencia en el Sahel, que combinan el enfoque humanitario a corto conel de resiliencia <strong>al</strong>imentaria a mayor plazo. Los dos programas se enmarcan en lasestrategias de la UE para la seguridad y el desarrollo de ambas regiones 83 .1.7 La migración irregularEl problema de la migración irregular en la Zona presenta <strong>al</strong>gunos perfiles peculiaresque no presentan otros flujos migratorios irregulares hacia España. En primer lugar, esun flujo que tiende a crecer por la existencia de factores estructur<strong>al</strong>es que lo <strong>al</strong>imentan.La emigración se ha convertido en el único proyecto vit<strong>al</strong> de una gran mayoría de susjóvenes que no encuentran en sus lugares de origen oportunidades ni expectativas devida. La <strong>al</strong>ta demografía, la pobreza, la inestabilidad política o una combinación de las7882Directivas 2008/56/CE sobre permisos de exploración, 2011/92/UE sobre impacto ambient<strong>al</strong>,92/43/CEE sobre hábitats y 2000/60/UE sobre medidas de prevención.83La UE adoptó en marzo de 2011 la denominada Strategy for Security and Development in theSahel y en noviembre de ese año la EU Strategic Framework for the Horn of Africa.


Retos de seguridad y defensaanteriores empujan a las poblaciones jóvenes a seguir flujos de migración económicaque han inst<strong>al</strong>ado en Europa a varias generaciones de emigrantes africanos.Respecto <strong>al</strong> potenci<strong>al</strong> migratorio de la Zona, hay que diferenciar entre el Magreb, donde elcrecimiento demográfico se ha frenado sustanci<strong>al</strong>mente en las últimas décadas y presentatasas de fertilidad <strong>al</strong>go superiores a dos hijos por mujer, y el Sahel y África Occident<strong>al</strong>,donde la tasa de fertilidad supera en mucho a la anterior (con una media de cinco hijospor mujer y seis en el caso de M<strong>al</strong>i) y la población crece a un ritmo de más del 2% anu<strong>al</strong>.Egipto está en una situación intermedia, con la mayor nat<strong>al</strong>idad (2,7 hijos por mujer) ycrecimiento del norte de África (1,7% en 2011). Según las estimacionesde la División de Población de Naciones Unidas (DPNU, 2012),la población del norte de África será un 30% mayor que la actu<strong>al</strong> en el2050, mientras que la de África occident<strong>al</strong> se habrá duplicado comomínimo y en <strong>al</strong>gunos países, como M<strong>al</strong>i, casi triplicado 84 . La estructurade edades actu<strong>al</strong>, con un 44% de menores de 15 años en Seneg<strong>al</strong>o un 40% en Mauritania, implica que, incluso aunque esta generacióntuviera muchos menos hijos que sus padres, la población aumentarásustanci<strong>al</strong>mente en las próximas décadas. Puesto que no es previsibleun rápido crecimiento económico tan intenso como para absorber esteaumento de la población, se incrementará la emigración, princip<strong>al</strong>mentedentro de África (Alvear Trenor, 2008) y, también, hacia Europaa través de España (Ceuta, Melilla y Canarias).Otro factor menos conocido es la tradición migratoria region<strong>al</strong> conflujos subregion<strong>al</strong>es del interior a las costas, del norte <strong>al</strong> <strong>sur</strong> y entrelas comunidades lingüísticas o étnicas. La libertad de movimientosse ha combinado con la f<strong>al</strong>ta de fronteras hasta consolidar una basemigratoria que ahora se dirige <strong>al</strong> norte, pero que también se orientasubregion<strong>al</strong>mente (por ejemplo hacia Gabón, Angola y Camerún buscandooportunidades económicas). Fin<strong>al</strong>mente, y también novedoso,la inestabilidad política y la conflictividad que padece la Zona generaun flujo creciente de emigrantes por estos motivos que tiende a consolidarseen el Mediterráneo centr<strong>al</strong> y orient<strong>al</strong> pero que también puedeafectar a su parte occident<strong>al</strong> 85 .84Estas estimaciones se basan en la nat<strong>al</strong>idad actu<strong>al</strong> que está disminuyendo, por lo que el crecimientore<strong>al</strong> puede ser <strong>al</strong>go menor que el previsto, aunque no radic<strong>al</strong>mente diferente.85Los datos de Frontex (2014) revelan una distribución desigu<strong>al</strong> de los flujos migratorios irregularespor el Mediterráneo que han crecido desde 2011 y se han intensificado en 2013, pero quese distribuyen de forma desigu<strong>al</strong>: 51,6% en el Mediterráneo centr<strong>al</strong>, 19,1% en el orient<strong>al</strong>, 6,3%en el <strong>sur</strong>orient<strong>al</strong>, el 5,9% en el occident<strong>al</strong> y el 0,25% en el africano occident<strong>al</strong>. Las diferencias seexplican por la ubicación de los princip<strong>al</strong>es países de origen: Siria, Eritrea, Som<strong>al</strong>ia y Egipto, perotambién por el despliegue del SIVE y de la firma de acuerdos de repatriación con países de tránsitou origen en el espacio occident<strong>al</strong>. En cu<strong>al</strong>quier caso, la llegada de ciudadanos de Siria a Ceuta yMelilla aprovechando las redes ileg<strong>al</strong>es para sortear las restricciones europeas a la concesión deasilo y refugio revela la fluidez de la situación.79


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelMapa 15. Rutas y nodos migratorios, 2012Fuente: UNODC (2013a, p. 27).80Rutas migratorias como las que se apuntan en el Mapa 15 cambian constantementede dirección y volumen de flujo en función de la mayor o menor facilidadde progresar. La delincuencia dedicada <strong>al</strong> tráfico de emigrantes irregulares o deseres humanos, junto con el boca a boca y las redes soci<strong>al</strong>es, reorientan los flujospor nuevas rutas.Las primeras fronteras con la que se encuentran estos flujos subsaharianos sonlas de Marruecos y Argelia en la parte occident<strong>al</strong> y, prácticamente las únicas, porla permeabilidad del resto de las fronteras del Magreb. Estos flujos son tambiénnovedosos para estos países que no tienen políticas migratorias para regularlosni capacidad para absorberlos. Como resultado se han ido formando bolsas deemigrantes irregulares que compiten con los loc<strong>al</strong>es para superar las fronteras españolas.La consolidación de estos flujos y la progresiva inst<strong>al</strong>ación de emigrantesirregulares a lo largo de las rutas de subida hacia España se han visto acentuadaspor la proliferación de redes crimin<strong>al</strong>es que organizan la emigración irregular y latrata de seres humanos. Tanto para cruzar las fronteras loc<strong>al</strong>es como las que lesesperan en Europa, estas redes proporcionan documentación f<strong>al</strong>sa, orientan losflujos y facilitan los medios y modos de evitar los controles fronterizos. A diferenciadel pasado, los países del Magreb se ven también afectados por el fenómenomigratorio y ante la necesidad de poner en marcha políticas migratorias, tanto


Retos de seguridad y defensapara controlar los flujos –evitando críticas por el trato a los emigrantes– 86 como paraevitar la llegada de yihadistas o delincuentes amparándose en ellos. Marruecos, enseptiembre de 2013 anunció la adopción de una nueva política migratoria (oficinade asilo, regularización, ayuda <strong>al</strong> retorno voluntario) que, dentro de sus limitacionesde medios y de aplicación, coadyuvará a mejorar su capacidad de gestión.Posteriormente, los flujos irregulares loc<strong>al</strong>es, subsaharianos y los de terceros paísesque las redes de traficantes incorporan a los anteriores, se presentan ante las fronterasespañolas para atravesarlas de cu<strong>al</strong>quier modo y a cu<strong>al</strong>quier precio. Cuantitativamente,estos flujos son novedosos, ya que incluso en los años de gran afluenciamigratoria a España (1998-2007) menos del 10% de la inmigración irregular haprocedido de África, y limitados, porque el grueso de la inmigración irregular seproduce por otras vías. Sin embargo, cu<strong>al</strong>itativamente su importancia es elevadaporque estos flujos tienen mayor visibilidad soci<strong>al</strong> y política que el resto de flujosirregulares y porque obligan a re<strong>al</strong>izar un gran esfuerzo de medios humanos y técnicospara controlarlos.Su impacto mediático es muy elevado entre la opinión públicaespañola por las arriesgadas condiciones del viaje y el estadode necesidad en que se produce su llegada en medio de imágenesde muros, naufragios y centros de acogida desbordados porla masificación. A esta percepción emocion<strong>al</strong> de la inmigraciónirregular ayuda el desconocimiento de los efectos menos visiblesde esa inmigración que afectan a la seguridad en la medida quelas redes aprovechan los flujos irregulares para enmascarar susactividades delictivas y consolidar la presencia y actividades queesas redes han inst<strong>al</strong>ado ya en territorio europeo. Por último, hayque tener en cuenta que la responsabilidad y la carga de la respuestarecaen fundament<strong>al</strong>mente sobre los países afectados, sinque la UE disponga todavía de mecanismos de solidaridad y respuestaa la <strong>al</strong>tura del reto migratorio (la soledad de It<strong>al</strong>ia frente <strong>al</strong>a inmigración masiva durante y después de la guerra de Libia eselocuente <strong>al</strong> respecto).La estrategia de intervención de la UE frente a la inmigración ileg<strong>al</strong>procedente del Sur se enmarca en su política de inmigración aunquese han adoptado medidas reactivas tras el auge de los flujos migratorios a partirdel despertar árabe de 2011 o de tragedias humanitarias como la registrada en octubre86Algunos episodios que muestran el m<strong>al</strong>trato a los irregulares, como su abandono en medio deldesierto en la frontera entre Marruecos y Argelia o las quejas sobre las condiciones de vida en loscentros de estancia de inmigrantes en África occident<strong>al</strong>, como el construido con ayuda españolaen Mauritania, se deben a la f<strong>al</strong>ta de políticas migratorias o a la de recursos para aplicarlas. Laadopción de estándares europeos obligaría a los países magrebíes de tránsito a permitir la estanciade una gran parte de esos inmigrantes que no pueden repatriarse por razones diferentes, con loque aumentaría su número y el flujo migratorio.81


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelde 2013 frente a Lampedusa 87 . La creación de la Task Force del Mediterráneo ese añoobedeció <strong>al</strong> desbordamiento de las previsiones migratorias previas y a la toma de concienciade las implicaciones humanitarias y de seguridad de la inmigración ileg<strong>al</strong> desdeel Sur. Entre las medidas aprobadas en octubre de 2013 (Comunicación 2013/869)no se incluye la propuesta de los ministros de Defensa e Interior it<strong>al</strong>ianos de poneren marcha una misión de la UE dentro de su Política Exterior y de Seguridad Común(Martínez-Almeida de Navasqüés, 2014), lo que refleja la oposición europea a asignarun papel relevante a las fuerzas armadas en el problema migratorio no disponiendo defuerzas especi<strong>al</strong>izadas, It<strong>al</strong>ia recurrió a ellas para la operación Mare Nostrum).Los informes de Frontex muestran un incremento importante de emigrantes ileg<strong>al</strong>es através del Mediterráneo en la que ha tenido gran incidencia la guerra de Siria según muestranlos Gráficos 7 y 8. En tot<strong>al</strong> se registraron 60.173 detecciones en 2013 (23.254 en2012, 71.172 en 2011 y 14.260 en 2010) de las que 45.298 llegaron por elMediterráneo Centr<strong>al</strong> y 7.121 por las fronteras españolas (Mediterráneo occident<strong>al</strong>).Gráfico 7. Detecciones de cruces ileg<strong>al</strong>es de fronteras europeas en 2013 respecto a 2012Fuente: Annu<strong>al</strong> Risk An<strong>al</strong>ysis (2014, p. 33).El Mediterráneo centr<strong>al</strong> aparece como la princip<strong>al</strong> vía de escape de la presión migratoriaileg<strong>al</strong> hacia Europa como indica el Gráfico 8. Una av<strong>al</strong>ancha migratoria que se intentacontrarrestar ampliando las operaciones Hermes, Aeneas y Poseidon Sea, coordinadaspor Frontex, y mediante el intercambio de información a través de Euro<strong>sur</strong>, que entró enfuncionamiento en diciembre de 2013 (Reg. 1052/2013 de 22 de octubre).87Para las medidas adoptadas por la UE, incluidos el enfoque integr<strong>al</strong> de la Comisión (Glob<strong>al</strong>Approach to Migration and Mobility, GAMM), directivas sobre retorno (2008/115/EC) y empleoirregular (2009/52/EC), la Agencia Europea para la gestión y cooperación operativa de las fronterasexteriores (Frontex), el sistema de vigilancia e intercambio de información sobre las fronteras exteriores(Euro<strong>sur</strong>) o los fondos comunitarios destinados a la solidaridad y gestión de los flujos migratorios(1.820 millones de euros entre 2007 y 2013 para fronteras y 676 entre 2008 y 2013 para retornos),véanse los informes del European Migration Network (EMN, 2012) y de la DG EXPO (2014).82


Retos de seguridad y defensaGráfico 8. Evolución trimestr<strong>al</strong> de las detecciones ileg<strong>al</strong>es por vía marítima en el MediterráneoFuente: Análisis de Frontex (FRAN Q1:20) a 21/V/2014.1.7.1 Puntos fuertes y débiles de la política española de inmigraciónDesde las sucesivas crisis de 2005 (as<strong>al</strong>tos masivos a las v<strong>al</strong>las de Ceuta y Melilla) y2006 (llegada de 31.678 inmigrantes irregulares a Canarias), España ha desarrolladouna intensa actividad diplomática, de cooperación y de seguridad que ha logrado unareducción sustanci<strong>al</strong> de los flujos irregulares procedentes de África. Las llegadas por embarcacionesa todas las costas españolas han pasado de 39.180 en 2006 a 3.237 en2013, lo que supone un descenso del 90% (de 31.678 en Canarias en 2006 a 196 en2013) como refleja el Gráfico 9. Sin embargo, se ha disparado la llegada de inmigrantesirregulares a Ceuta y Melilla: de 2.841 en 2012 a 4.235 en 2013 (+ 48,5%) y sesuceden las av<strong>al</strong>anchas (1.500 sobre la verja de Ceuta el 14 de marzo, 600 sobre la deMelilla el 2 de mayo y 1.429 sobre las costas de Cádiz el 12-13 de agosto de 2014).Gráfico 9. Evolución de la emigración irregular hacia las costas españolas, 2001-2013Fuente: Elaboración propia según datos del Ministerio del Interior (2014).83


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelLa reducción gener<strong>al</strong> de la llegada de inmigrantes por vía marítima se ha conseguidomediante mejoras tecnológicas en la detección de embarcaciones (Sistema Integradode Vigilancia Exterior, SIVE) 88 , la dotación de recursos humanos y materi<strong>al</strong>es para lavigilancia de la costa africana, una red de ofici<strong>al</strong>es de enlace y agregados en los paísesde origen y la firma de acuerdos de readmisión con terceros países para desincentivar lamigración irregular. Además, y paradójicamente, el desarrollo del SIVE y de las capacidadesde S<strong>al</strong>vamento Marítimo se ha convertido en un factor de riesgo y atracción en lamedida que muchas embarcaciones se arriesgan a la partida sin la debida preparación(en agosto de 2014 necesitaron rescate 113 pequeñas lanchas de juguete procedentesde Marruecos) en la esperanza de que la <strong>al</strong>erta a las autoridades de s<strong>al</strong>vamento lesgarantice una entrada segura en puertos españoles, a la que se une la imposibilidadde repatriación. Sin embargo, la presión migratoria se ha incrementado por las rutasterrestres (t<strong>al</strong> y como indica el Gráfico 10) y las imágenes de los as<strong>al</strong>tos a las v<strong>al</strong>las ola muerte de 15 inmigrantes en la playa del Taraj<strong>al</strong> en febrero de 2014 han desatadoun debate político sobre la forma de proteger las fronteras, la existencia o no de mafiastras ellos o sobre la magnitud de la bolsa de emigrantes que esperan en Marruecos 89 .Gráfico 10. Evolución trimestr<strong>al</strong> de las detecciones ileg<strong>al</strong>es en el Mediterráneo occident<strong>al</strong>Fuente: Análisis de Frontex (FRAN Q1:20) a 21/V/2014.8488El SIVE, desarrollado y gestionado por la Guardia Civil, se ha implantado en sucesivas extensionesterritori<strong>al</strong>es desde 2002, comenzando en Algeciras para desplegarse más tarde por casi tod<strong>al</strong>a frontera marítima mediterránea. Con la inclusión prevista de Barcelona, Girona y A Coruña, elSIVE habrá cubierto toda la costa <strong>sur</strong> española, incluidas las Islas B<strong>al</strong>eares, Islas Canarias y Ceuta,además de las dos provincias atlánticas g<strong>al</strong>legas. A su vez el SIVE se integra con el SIVCC portuguésy con en el Sistema Europeo de Vigilancia de Fronteras, Euro<strong>sur</strong>, que incluye todos los dispositivosnacion<strong>al</strong>es de vigilancia marítima de las fronteras europeas oeste y <strong>sur</strong>, incrementando la informacióndisponible y la capacidad de reacción de cada sistema nacion<strong>al</strong>.89El ministro del Interior la cifró en unos 40.000 en Marruecos y otros tantos en Mauritania, citandofuentes ofici<strong>al</strong>es marroquíes (ABC, 5/III/2014). Según fuentes abiertas, es difícil encontrar indicadoresmigratorios fiables en muchos países de la Zona (por ejemplo, el Informe anu<strong>al</strong> de UNODC sobretráfico de personas en 2012 no incluye datos de países tan relevantes como Marruecos, Argelia,Mauritania, Túnez, Libia, Seneg<strong>al</strong> o costa de Marfil).


Retos de seguridad y defensaEn África occident<strong>al</strong>, la acción exterior española que siguió a la crisisdel 2006 consiguió la firma de acuerdos de cooperación en materiade inmigración 90 , con diferentes formatos y grados de institucion<strong>al</strong>izacióncon los países de la Zona que muestran las tablas del Anexo1. El acuerdo de readmisión firmado con Marruecos en 1992 permiteque los inmigrantes irregulares de esta nacion<strong>al</strong>idad interceptados<strong>al</strong> llegar a las costas españolas sean devueltos de inmediato a supaís de origen, pero no la devolución de los subsaharianos llegadosa la Península desde sus costas (Marruecos ratificó el acuerdo en octubrede 2012 y se comprometió a la readmisión de los inmigrantessubsaharianos pero aún no ha aplicado este acuerdo).Pese a la firma de estos acuerdos, la cooperación efectiva de los paísesloc<strong>al</strong>es depende en gran parte del mantenimiento de can<strong>al</strong>es decomunicación basados en redes de confianza person<strong>al</strong>. Estas redes sehan establecido gracias <strong>al</strong> despliegue de las consejerías y agregaduríasdel Ministerio del Interior en las embajadas y consulados españoles(reguladas por el Re<strong>al</strong> Decreto 1300/2006). La presencia de coronelesde la Guardia Civil o comisarios de la Policía Nacion<strong>al</strong> en lasconsejerías, o de comandantes, inspectores jefe o inspectores en lasagregadurías ha resultado un can<strong>al</strong> muy eficaz para la formación delazos con las policías y fuerzas de seguridad de los países de origen.Sin el clima de confianza construido a partir de estas relaciones, la ejecución de los retornossería mucho más difícil. Y a su vez, los retornos son un elemento clave disuasoriode la migración irregular, ya que transmiten un mensaje sobre el fracaso de los intentos.Los países africanos en los que se han desplegado consejerías y agregadurías delMinisterio del Interior son Argelia, Mauritania, M<strong>al</strong>i, Nigeria, Gambia, Libia, Seneg<strong>al</strong>,Guinea Bissau, Guinea, Ghana, Camerún, Marruecos, Egipto, Níger y Túnez. En todosellos hay <strong>al</strong> menos un agregado, en Argelia, Seneg<strong>al</strong> y Marruecos hay además un consejeroy en este último país el número de agregados es el mayor, con cinco personas.90La Conferencia Ministeri<strong>al</strong> Euroafricana celebrada en Rabat en julio del 2006 (Proceso de Rabat)constituye el antecedente de estos acuerdo. En ella se suscribió un Plan de Acción sobre migraciónleg<strong>al</strong> (establecimiento de can<strong>al</strong>es para facilitar la migración leg<strong>al</strong>), sinergias entre cooperación <strong>al</strong>desarrollo y migraciones y colaboración en la lucha contra la inmigración irregular, lo que incluye laimplicación en la reducción del fraude de documentos, el fort<strong>al</strong>ecimiento del control de fronteras y lareadmisión de los nacion<strong>al</strong>es. En la segunda Conferencia Ministeri<strong>al</strong> celebrada en París en noviembrede 2008 se estableció un Plan Trien<strong>al</strong> de actuación (2009-2011) enfocado a la identificaciónde los inmigrantes irregulares, campañas de sensibilización sobre los peligros de la inmigraciónirregular, la mejora de la seguridad en los procesos de producción de documentos de viaje, la modernizaciónen la gestión de los documentos civiles, ayuda a la gestión de las fronteras, mejora delas readmisiones y el establecimiento de un diálogo con los países asiáticos de los que procedenemigrantes en tránsito a través de países africanos. La tercera Conferencia Ministeri<strong>al</strong> Euroafricanasobre la Migración y el Desarrollo se celebró en Dakar (Seneg<strong>al</strong>) en noviembre de 2011 y aprobó unaestrategia para el período 2011-2014 con objetivos semejantes a los anteriores.85


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelLa acción exterior española ha permitido establecer un despliegue permanente dela Guardia Civil en Mauritania y Seneg<strong>al</strong>, los dos puntos princip<strong>al</strong>es de s<strong>al</strong>ida haciaCanarias. Esta presencia <strong>al</strong>lí es la clave del descenso de llegadas a Canarias: loscayucos son interceptados en las propias aguas territori<strong>al</strong>es de ambos países y devueltosa sus puertos. Marruecos, desde el año 2004, colabora en la vigilancia desus costas para evitar la s<strong>al</strong>ida de inmigración irregular desdeellas y se han establecido patrullas conjuntas de la GuardiaCivil y la Gendarmería marroquí, con intercambios de person<strong>al</strong>,en varios puntos: Granada-Alhucemas, Almería-Nador,Algeciras-Tánger y Aaiún-Fuerteventura (próximamente va afirmarse un acuerdo de intercambio de información con losGuardacostas argelinos).En 2006 se puso en marcha el programa Seahorse Atlánticode la Comisión Europea para la cooperación polici<strong>al</strong> (visitas,cursos de formación marítima e inmigración, patrullas mixtas,ofici<strong>al</strong>es de enlace y conferencia polici<strong>al</strong> Europa-África)entre España, Portug<strong>al</strong>, Marruecos, Mauritania, Seneg<strong>al</strong> yCabo Verde, <strong>al</strong> que siguió la inst<strong>al</strong>ación de una red de comunicaciones(Seahorse Network) que se ampliaron luego aMarruecos, Gambia y Guinea Bissau (Seahorse CooperationCentres). En Gran Canaria se sitúa el Centro de CoordinaciónRegion<strong>al</strong>, apoyado por el Centro de Coordinación de VigilanciaMarítima desde Madrid. A través de esta red, los países deorigen y de destino de las embarcaciones pueden compartirinformación en tiempo re<strong>al</strong>, cooperando en su distribución, enla loc<strong>al</strong>ización de embarcaciones sospechosas y en tareas des<strong>al</strong>vamento y de intercepción. En 2013, a iniciativa española y sobre la base de laexperiencia del Seahorse Atlántico se aprobó el programa Seahorse Mediterráneo en elque participarán Francia, It<strong>al</strong>ia, M<strong>al</strong>ta, Portug<strong>al</strong>, Chipre, Grecia, Libia y España, incorporándoseArgelia, Túnez y Egipto en diciembre de 2014 (también se podrían re<strong>al</strong>izarcursos de vigilancia marítima de Libia) 91 .En el ámbito de la cooperación, el MAEC colabora en materia migratoria y de desarrollocon la CEDEAO desde 2005, cuando se acordó un primer Memorando de Entendimiento<strong>al</strong> que han seguido otros acuerdos y un fondo de 10 millones de euros 92 .8691Desde 2011 la UE cuenta con el Programa Perseus para control de fronteras en el que participanFrancia, Grecia, Portug<strong>al</strong>, It<strong>al</strong>ia, Finlandia, Rumanía, Marruecos y España a través de la Jefatura Fisc<strong>al</strong>y de Fronteras de la Guardia Civil (la tecnología la aporta INDRA y los fondos el VII Programa Marco deI+D de la UE). El programa Seahorse dispone de 5,37 millones de euros para el período 2011-2020.92El Memorándum de Entendimiento de 9 de diciembre de 2007 se acordó en la II Cumbre UE-Áfricade Lisboa, tras la Euro-Africana de Migración y Desarrollo de Rabat de 2006, y dentro de los objetivossobre esas materias del Plan África, de los distintos planes directores de la Cooperación Española y delEnfoque Común sobre Migración de la CEDEAO, firmada en Uagadugú en enero de 2008.


Retos de seguridad y defensaEn junio de 2009, y dentro de la primera Cumbre España-CEDEAO, se ampliaron losacuerdos mediante programas de apoyo a la CEDEAO por un importe superior a los270 millones de euros en materia de migración y desarrollo junto a otros sectores comoel fort<strong>al</strong>ecimiento institucion<strong>al</strong>, las políticas de género, las infraestructuras, las energíasrenovables y la eficiencia energética o la agricultura, el desarrollo rur<strong>al</strong> y la seguridad<strong>al</strong>imentaria 93 . El Fondo financia propuestas individu<strong>al</strong>es de colaboración en materia deinmigración irregular y tráfico de seres humanos, especi<strong>al</strong>mente mujeres y niños, dentrode la Convocatoria de Fort<strong>al</strong>ecimiento Institucion<strong>al</strong> (hasta 250.000 euros por cada Estadomiembro) dentro de una Convocatoria dedicada <strong>al</strong> Fort<strong>al</strong>ecimiento Institucion<strong>al</strong> <strong>al</strong> quese presentaron 19 proyectos nacion<strong>al</strong>es y otro de la Comisión de CEDEAO de los que sesuspendió el de Guinea Bissau y no se han podido ejecutar dos debido a la situación deM<strong>al</strong>i. Además, y dentro de la Convocatoria de Sociedad Civil, se aprobaron 24 proyectospor un importe máximo unitario de 120.000 euros para 10 de los 15 países miembros(todos excepto Gambia, Ghana, Liberia, M<strong>al</strong>i y Sierra Leona). En la siguiente convocatoriade 2012 se aprobaron 32 proyectos por un importe unitario menor(entre 25.000 y 100.000 euros) y está previsto que el Fondo funcionehasta 2014 cuando se debe revisar la cooperación AECID-CEDEAO 94 .Uno de los princip<strong>al</strong>es logros españoles en su política contra la llegadade inmigración irregular desde las costas africanas ha sido laimplicación europea en esta tarea, una mejora considerable frente a lasituación anterior <strong>al</strong> 2006, cuando los socios comunitarios considerabanun asunto básicamente español la prevención de esa llegada. Araíz de la crisis del verano del 2006 y la velada amenaza del Gobiernoespañol de trasladar los inmigrantes hasta la frontera francesa si norecibía ayuda europea para gestionar la av<strong>al</strong>ancha, la situación hacambiado muy notablemente, no sólo por la participación de Frontex,sino también por la financiación de varios programas europeos. Con elprograma Aeneas se financian las operaciones Seahorse, la operaciónMinerva para el paso del Estrecho de Gibr<strong>al</strong>tar durante un mes y medioen el verano 95 y la operación Ind<strong>al</strong>o en Granada, Almería y Murciadurante seis meses <strong>al</strong> año. A pesar de la ayuda europea recibida, elpeso princip<strong>al</strong> del esfuerzo del control de la inmigración irregular recaesobre los recursos humanos y materi<strong>al</strong>es de España.93El Fondo se gestiona por una Unidad Técnica creada en 2011 bajo Comité Director paritario ycon la progresiva colaboración de plataformas nacion<strong>al</strong>es en los Estados miembros para supervisarla aplicación del Fondo.94El IV Plan Director (2013-2016) no identifica <strong>al</strong> sector migración y desarrollo como prioritario dentrodel proceso de concentración sectori<strong>al</strong> emprendido por la Cooperación Española (s<strong>al</strong>vo en los aspectosasociados <strong>al</strong> impacto positivo del retorno del capit<strong>al</strong> humano inmigrante). Del mismo modo, la UE estárevisando su estrategia de actuación, por lo que habrá que estudiar la coordinación entre las ayudaseuropea y española.95Controla los puertos de Algeciras, Tarifa y Almería durante el regreso de las vacaciones estiv<strong>al</strong>es dela población originaria del norte de África y residente en Europa, para evitar la entrada de inmigrantesirregulares acompañando a los inmigrantes regulares o escondidos en sus vehículos.87


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelLa princip<strong>al</strong> debilidad de la política migratoria es la dependencia de la buena voluntady las buenas relaciones con los gobiernos y las fuerzas de seguridad de la Zona. El casomás claro es el de Ceuta, Melilla y los islotes despoblados que gestiona directamenteel Ministerio de Defensa español. Sin la cooperación marroquí sería imposible impedirun flujo continuo de inmigrantes irregulares subsaharianos desde Nador hasta Isla deTierra, distante 50 metros de sus playas y accesible a pie con marea baja. De la mismaforma, sin la cooperación marroquí en la vigilancia contra la inmigración irregular impidiendoque los subsaharianos se lancen <strong>al</strong> agua para llegar a nado o en pequeñas b<strong>al</strong>sasa las costas de Ceuta y Melilla, o sin sus periódicas operaciones de des<strong>al</strong>ojo en losmontes de las cercanías de las Ciudades Autónomas, los as<strong>al</strong>tos a las v<strong>al</strong>las de Ceuta yMelilla o la entrada a nado serían mucho más frecuentes. Esacooperación, vit<strong>al</strong> para los intereses españoles, depende de lavoluntad de cumplimiento del vecino y pone en sus manos uninstrumento de influencia determinante 96 .La cooperación de África occident<strong>al</strong> tiene una base endeble,especi<strong>al</strong>mente ahora que España no puede ofrecer puestos detrabajo para cubrir la oferta de inmigración leg<strong>al</strong> y que las restriccionespresupuestarias reducen también las posibilidades deapoyo con la entrega de materi<strong>al</strong> de seguridad, como se ha hechoen los casos de Mauritania y Seneg<strong>al</strong>. Por otra parte, la readmisiónde inmigrantes irregulares despierta la animadversiónloc<strong>al</strong> y su aplicación está <strong>al</strong> arbitrio de los políticos loc<strong>al</strong>es.España, como el resto de Europa, ha logrado “extern<strong>al</strong>izar”en parte el control fronterizo haciendo recaer en los paísesdel norte y oeste de África la tarea de impedir la llegada dela inmigración irregular. Sin embargo, si la extern<strong>al</strong>ización nova acompañada de los recursos y asistencia –españoles oeuropeos– que compensen su contribución <strong>al</strong> control de losflujos migratorios, se corre el riesgo de que la colaboraciónse vuelva intermitente, disminuyendo cuando no hay incentivos (un riesgo <strong>al</strong>to en unentorno político y administrativo de corrupción muy elevado) 97 .Ceuta, Melilla y los islotes y peñones del Estrecho constituyen el princip<strong>al</strong> punto débilde la política de contención de la inmigración irregular en España. La entrada en Melillaes más vulnerable por la mayor cercanía a Argelia y a una ciudad marroquí de tamañomedio, Nador, así como por el mayor control que se re<strong>al</strong>iza ahora en el paso de El Taraj<strong>al</strong>en Ceuta. La inmigración irregular se duplicó en Melilla en el 2012 (2.105 entradas,frente a 1.039 en el 2011) mientras disminuía un 40% en Ceuta, y ha adquirido nuevasformas, como la llegada a la Isla de Tierra, la entrada a nado, en pequeñas barcas8896Un f<strong>al</strong>lo en la vigilancia marroquí de 48 horas en agosto de 2014 facilitó la llegada a las costas deCádiz de un millar de inmigrantes ileg<strong>al</strong>es en un centenar de embarcaciones de juguete (El País, 28/VIII/2014).97Marruecos demanda a España y a la UE los fondos y la asistencia técnica comprometidos. Entreellos, los del art. 11 del Convenio de Readmisión hispano-marroquí.


Retos de seguridad y defensahinchables de plástico o con coches kamikazes atravesando la frontera. Junto a estosnuevos métodos, en 2013 aumentó la presión migratoria y se reeditaron los as<strong>al</strong>tosmasivos a las v<strong>al</strong>las de Ceuta y Melilla. Las normas españolas obligan a las autoridadesde Ceuta y Melilla a trasladar los inmigrantes irregulares a un Centro de EstanciaTempor<strong>al</strong> de Inmigrantes (CETI) dependientes del Ministerio de Empleo y SeguridadSoci<strong>al</strong> para acogerlos, proceder a su documentación, tramitar las peticiones de asilo y,en su caso, gestionar la devolución. Los CETI experimentan ocasion<strong>al</strong>es episodios desobreocupación y, a veces, la tensión entre sus residentes se acentúa tras frustrar suproyecto de viaje y vit<strong>al</strong>. La estancia en esos centros abiertos puede prolongarse muchotiempo –la media es de 18 meses– aunque periódicamente parte de sus residentesson trasladados a centros de la Península para descongestionarlos. Una vez en ella, sisu expulsión no es posible, quedan en libertad en la Península conuna orden de expulsión. Mientras, la sobreocupación y la frustraciónentre los retenidos provocan episodios de tensión y se suceden losintentos de llegar a la península (los más jóvenes escondidos en losvehículos que s<strong>al</strong>en del puerto).Otro factor de debilidad en la política migratoria española es la divergenciaentre los enfoques humanitario y seguritario de la inmigración.Al debate sobre el uso de concertinas de 2013 siguió otrosobre el empleo de pelotas de goma tras la muerte de 15 emigrantesileg<strong>al</strong>es mientras as<strong>al</strong>taban la v<strong>al</strong>la de Ceuta en febrero de 2014.Resulta difícil conciliar la obligada protección de las fronteras conla, también, obligada protección de los emigrantes que acceden <strong>al</strong>as fronteras, especi<strong>al</strong>mente cuando no se dispone de los recursosmateri<strong>al</strong>es y humanos que facilitarían la reconciliación de ambosenfoques. Como resultado, se acentúan las divergencias entre las visionesde uno y otro enfoque, dejando a las fuerzas de seguridad sinel necesario resp<strong>al</strong>do político y soci<strong>al</strong> en la imposición de la ley quese les encomienda. Del mismo modo, se acentúa la divergencia entre los responsablesnacion<strong>al</strong>es y europeos de la inmigración, una divergencia que se añade a la f<strong>al</strong>ta desolidaridad para hacer frente <strong>al</strong> reparto de costes de la protección de las fronteras y dequienes acceden a ellas en busca de protección.La atención a los inmigrantes menores de edad no acompañados es otro punto débilde la política de contención, especi<strong>al</strong>mente en Ceuta y Melilla, donde los menoresmarroquíes de las provincias cercanas pueden entrar libremente, como toda la poblaciónde esas áreas (con la condición de que las abandonen antes de las 12 de lanoche). De acuerdo con las normas españolas sobre protección a la infancia, no puedenser devueltos a su país de origen o tránsito, a no ser que se asegure la recepciónpor su familia o por una institución dedicada a su cuidado, y deben ser acogidos yrecibir una educación hasta que llegan a la mayoría de edad (18 años). En 2009 –últimoaño del que se disponen datos publicados– se encontraban acogidos en España5.000 menores, 1.300 de ellos en Canarias. Este fenómeno se re<strong>al</strong>iza de formagener<strong>al</strong>mente programada por las familias que envían a estos muchachos a Españapara que se les proporcione formación y trabajo, a la espera de que puedan enviar89


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelremesas. Esta vía familiar migratoria se frustró cuando el efecto llamada aumentó lacifra de menores llegados con lo que los centros tienen problemas para conseguirlestrabajo y permiso de residencia, con lo que los jóvenes son devueltos a su país deorigen <strong>al</strong> <strong>al</strong>canzar la mayoría de edad 98 .Fin<strong>al</strong>mente, existe el problema de la coordinación. A pesar delos avances re<strong>al</strong>izados hacia un enfoque integr<strong>al</strong>, sigue pendientela división del trabajo entre las Fuerzas Armadas y losCuerpos de Seguridad a propósito de <strong>al</strong>gunos de los riesgosincluidos en la Estrategia de Seguridad Nacion<strong>al</strong> de 2013como la inmigración irregular, además de los señ<strong>al</strong>ados anteriormentesobre la seguridad marítima. La Armada cuentacon un centro de vigilancia marítima (Centro de Operaciones yVigilancia de la Acción Marítima de la Armada, COVAM) enCartagena, desde el que puede ejercer el mando y control dela seguridad marítima y apoyar a otros actores marítimos,pero todavía no se ha definido un procedimiento/responsablede integración. La Armada está interesada en participary cuenta con el av<strong>al</strong> del liderazgo militar en ciertasoperaciones complejas, pero <strong>al</strong>gunas agencias civiles estánen contra de una militarización de la coordinación desde laArmada. Por su parte, la Guardia Civil cuenta con las 74 estacionessensoras del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior(SIVE) así como con un Servicio Marítimo, un Grupo de AlaFija en el Servicio Aéreo y un Centro de Coordinación para laVigilancia Marítima de Costas y Fronteras (CECORVIGMAR)que integra la información procedente de los cuatro centrosregion<strong>al</strong>es de V<strong>al</strong>encia, Algeciras, Las P<strong>al</strong>mas y La Coruña.Con esas capacidades, pueden re<strong>al</strong>izar tareas de vigilanciamarítima adelantada, análisis de riesgos, dirigir operaciones y ser el punto de contactocon organismos homólogos nacion<strong>al</strong>es e internacion<strong>al</strong>es como Frontex, comopunto de contacto nacion<strong>al</strong> del proyecto Euro<strong>sur</strong>.9098Para frenar esa llegada, el gobierno español y las Comunidades Autónomas más afectadas(And<strong>al</strong>ucía, Canarias, Madrid y Cat<strong>al</strong>uña) han financiado la construcción y mantenimiento de centrosdedicados a la protección de los menores en Marruecos. Por su parte, éste se comprometió en 2007a agilizar la repatriación de los menores, pero el acuerdo no ha sido ratificado hasta octubre de 2012.No contamos aún con información sobre su desarrollo.


Retos de seguridad y defensa1.7.2 RecomendacionesLa Ley Orgánica de la Defensa Nacion<strong>al</strong> y la Estrategia de Seguridad Nacion<strong>al</strong> atribuyena las Fuerzas Armadas un papel de apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridadque se irá desarrollando con el tiempo. La acomodación de todos los actores a losámbitos comunes de actuación no será fácil, como han demostrado las dificultadespara coordinar las estrategias de Seguridad Marítima Nacion<strong>al</strong> y Ciberseguridad Nacion<strong>al</strong>.Por ello se recomienda desarrollar mecanismos de integración sostenibles quefaciliten la colaboración entre los distintos cuerpos y administraciones implicados. LasFuerzas Armadas colaboran habitu<strong>al</strong>mente con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridaden <strong>al</strong>gunos tipos de lucha donde se combinan la capacidad operativa militar con lacapacidad jurisdiccion<strong>al</strong> civil. Una colaboración que tiende a crecer a otros ámbitospuestos de relieve por la investigación como la seguridad marítima, la inmigraciónileg<strong>al</strong> y la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. La colaboración en laZona debería servir para desarrollar sinergias y aprender lecciones que carecen, porahora, de una sistematización adecuada. La recomendación previa de elaborar unaestrategia integr<strong>al</strong> ayudaría a p<strong>al</strong>iar este problema pero hasta que no se elabore, losresponsables de Defensa e Interior deberían progresar en la coordinación operativay técnica <strong>al</strong> respecto entre los distintos cuerpos y agencias que dependen de ellos.Siendo difícil conciliar los enfoques humanitario y seguritario de la inmigración, laactuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado debe acompañarse deuna explicación del componente de inseguridad que la inmigración representa. Lapedagogía debe incluir los argumentos de ambos enfoques, las opciones de respuesta<strong>al</strong> problema y los costes asociados. La inmigración irregular debe estudiarsecomo un continuo para evitar que la atención se centre en el momento del as<strong>al</strong>to <strong>al</strong>as v<strong>al</strong>las, la llegada de embarcaciones o la entrada por los aeropuertos, ignorandosus efectos previos sobre los países de tránsito y posterior sobre los de acogida (laentrada en España no implica que este sea su país de destino). Para desarrollaresa pedagogía, es necesario estudiar en profundidad los movimientos migratorioscon origen o tránsito en la Zona, su destino dentro de España y Europa y su efectoobjetivo sobre la seguridad nacion<strong>al</strong>. Sobre ese conocimiento, se podrían mejorarel análisis del riesgo migratorio del Sur y su conocimiento político y soci<strong>al</strong>, abandonandoel enfoque reactivo actu<strong>al</strong> para adoptar un enfoque más proactivo deconcertación con otros países afectados y, junto con ellos, re<strong>al</strong>izar propuestas deacción a la UE. España, <strong>al</strong> igu<strong>al</strong> que otros países mediterráneos, reivindica unamayor asistencia europea, pero le corresponde explicitar –sola o en colaboracióncon los anteriores– la forma en la que la UE debería articular su colaboración conel Magreb y con el África Occident<strong>al</strong>.91


2. INTERESESECONÓMICOS Y POLÍTICOS


2. INTERESES ECONÓMICOS Y POLÍTICOSEl análisis de los riesgos re<strong>al</strong>izado en el capítulo anterior debe complementarse ahoracon el de los intereses y oportunidades de España en la Zona, tanto desde el puntode vista transvers<strong>al</strong> del comercio, los recursos y las inversiones en la región comodesde el punto de vista individu<strong>al</strong>izado de las relaciones económicas y políticas conlos princip<strong>al</strong>es países. En este capítulo se esboza un mapa de vectores geoeconómicoscon implicaciones estratégicas para España, con nuevos retos y oportunidadesgeoeconómicas en un espacio geográfico donde los intereses económicos y energéticosespañoles han crecido con fuerza en los últimos años y presentan un potenci<strong>al</strong>considerable de crecimiento futuro.Entre los retos que afectan a los intereses españoles se encuentran las tensiones entreArgelia y Marruecos, la situación en el Sahara Occident<strong>al</strong>, las disputas sobre Ceuta yMelilla, la inseguridad marítima o la presencia yihadista en el Sahel. Dentro del procesode cambio que afecta a los países del norte de África, también preocupa la renovaciónde sus elites económicas tradicion<strong>al</strong>es y la irrupción de nuevos actores que <strong>al</strong>teran losequilibrios de economía política y precisan una tarea adicion<strong>al</strong> de diplomacia e inteligenciaeconómicas para relacionarse con los nuevos interlocutores. Entre las oportunidades,la Zona, y África en su conjunto, son espacios natur<strong>al</strong>es para la diversificaciónde suministros de recursos natur<strong>al</strong>es, comercio e inversión a explorar para diversificaren el margen la cartera de riesgos española hacia espacios de más riesgo pero tambiénde mayor rentabilidad esperada (Escribano, 2010). A las dinámicas propias del nortede África se añaden las del Sahel y del Golfo de Guinea para conformar un panoramade mayor profundidad estratégica para España: mayor nivel de interdependencia económicaactu<strong>al</strong> y esperada, mayor nivel de interacción con y entre las dinámicas subregion<strong>al</strong>esy, fin<strong>al</strong>mente, mayor volatilidad del entorno económico region<strong>al</strong>.2.1 Una visión transvers<strong>al</strong>: comercio, recursos natur<strong>al</strong>es e inversionesUna primera aproximación geoeconómica a la Zona consiste en an<strong>al</strong>izar los flujoscomerci<strong>al</strong>es y de servicios de recursos natur<strong>al</strong>es e inversores. Flujos que no se producenen un vacío geográfico e institucion<strong>al</strong> porque están marcados por la proximidadgeográfica y por la existencia de acuerdos entre la UE y la mayoría de países de lamacro-región considerada. La proximidad geográfica hace que estos países y Españasean socios natur<strong>al</strong>es à la Krugman, en tanto pueden beneficiarse de las ventajas logísticasde la cercanía en el marco de redes industri<strong>al</strong>es trasnacion<strong>al</strong>es. Pero tambiénse benefician en el sentido más clásico de contar con ventajas comparativas en buenamedida complementarias, dadas las divergencias en nivel de desarrollo, estructuraeconómica y dotación de factores de producción, incluyendo aquí los recursos natur<strong>al</strong>espero también las características de la mano de obra.95


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelEn el norte de África, España se beneficia del entramado de acuerdos euromediterráneosy de vecindad <strong>al</strong>canzado con buena parte de los países norteafricanos (s<strong>al</strong>vo conLibia y la ausencia de Plan de Acción de Vecindad para Argelia). Aunque la UE no tieneuna visión geoeconómica integrada del norte de África, el Sahel y el África occident<strong>al</strong> 99 ,los acuerdos anteriores proporcionan un marco estable y creíble que ha mostrado su capacidadpara anclar las políticas económicas de los países mediterráneos participantes.En el caso del África Occident<strong>al</strong>, la ventaja comparativa dela cercanía es menor porque está mediatizada por la f<strong>al</strong>ta deinfraestructuras de transporte y la dimensión de los mercadosloc<strong>al</strong>es. No obstante, en el caso de los recursos natur<strong>al</strong>es, lasinfraestructuras existen y, aunque insuficientes, siguen proporcionandouna gran parte de los ingresos de la región. El marcoinstitucion<strong>al</strong> de las relaciones económicas está también menosdesarrollado, por lo que España cuenta con una menor capacidadde influencia que en el espacio euromediterráneo.2.1.1 ComercioLa Tabla 4 contiene una primera aproximación a la interdependenciacomerci<strong>al</strong> española con la región considerada. En 2012el conjunto del norte de África supuso el 3,11% de las exportacionesespañolas y el 5,9% de las importaciones. Sumandoel 0,47% de las exportaciones españolas y el 3,68% de lasimportaciones re<strong>al</strong>izadas con el conjunto de países subsaharianos considerados, el tot<strong>al</strong>representa el 3,6% de las exportaciones y el 9,6% de las importaciones de España.Del lado de las exportaciones destacan Marruecos (1,65%), Argelia (0,72%) y Túnez(0,36%) con porcentajes que se comparan favorablemente con las exportacionesespañolas destinadas a países emergentes como Brasil (0,7%) y China (1,15%). Elpeso de los países subsaharianos en las exportaciones españolas es muy reducido,pero han experimentado un impulso muy importante desde el inicio de la crisis económica,<strong>al</strong> igu<strong>al</strong> que ocurre con las destinadas <strong>al</strong> norte de África. Las exportacionesa ambas regiones han crecido desde 2007 a más de un 14% anu<strong>al</strong>, en comparacióncon una tasa del 3,7% para el conjunto de las exportaciones. Las tasas son especi<strong>al</strong>mente<strong>al</strong>tas para Libia, Argelia y Egipto, pero también para un buen número de paísessubsaharianos, aunque evidentemente, desde una base mucho menor. Cuandose comparan con las tasas de crecimiento de las exportaciones tot<strong>al</strong>es a la UE, o aFrancia, el princip<strong>al</strong> socio comerci<strong>al</strong> de España, su elasticidad parece muy superior,<strong>al</strong> igu<strong>al</strong> que ocurre con Brasil y, en menor medida, con China.9699Estos acuerdos de la UE deben diferenciarse de otros marcos de cooperación no económicos comolas Estrategias Conjuntas entre la UE y la UE (Joint Africa-Europe Strategy, JAES) y sus planes de acción,así como de otras estrategias subregion<strong>al</strong>es de cooperación y desarrollo, como las mencionadasStrategy for Security and Development in the Sahel y la EU Strategic Framework for the Horn of Africaque están desconectadas del entramado de Acuerdos de Asociación y del marco de Vecindad vigentepara el norte de África.


Intereses económicos y políticosEl patrón de interdependencia está sesgado por el lado de las importaciones, que suponenporcentajes superiores a los de las exportaciones, básicamente debido a lasimportaciones de recursos natur<strong>al</strong>es, sobre todo gas y petróleo. Los princip<strong>al</strong>es suministradoresespañoles de la región en 2012 fueron Nigeria (2,8% de las importacionesespañolas), Argelia (2,7%), Libia (1,3%) y Marruecos (1,2%). En términos comparativos,el norte de África casi <strong>al</strong>canza el peso de China (7%) como suministrador y Brasil(1,3%) se sitúa en porcentajes de importación comparables a los de Marruecos o Libia.En casi todos los casos, las tasas de crecimiento anu<strong>al</strong> de las importaciones han estadomuy por debajo de las de las exportaciones. En este caso, las importaciones de lospaíses productores de recursos natur<strong>al</strong>es se han comportado mejor, creciendo a tasasanu<strong>al</strong>es muy superiores a la caída en un 2,3% de las importaciones mundi<strong>al</strong>es. Estaevolución refleja la mayor inelasticidad de las importaciones españolas procedentes delos productores de hidrocarburos y miner<strong>al</strong>es de la región.Tabla 4. Exportaciones e importaciones españolas con países seleccionadosElementoMundoMarruecosArgeliaTúnezLibiaEgiptoMauritaniaNorte ÁfricaM<strong>al</strong>iBurk. FasoNígerChadSeneg<strong>al</strong>GambiaGuinea BissauGuineaSierra LeonaLiberiaCosta MarfilGhanaTogoBenínNigeriaCamerúnGuinea Ecu.GabónÁfrica Occident<strong>al</strong>FranciaBrasilChinaExportaciones 2012 Tasa anu<strong>al</strong> Importaciones 2012 Tasa anu<strong>al</strong>crecimiento Xcrecimiento MMillones € % del tot<strong>al</strong> 2007-2012 (%) Millones € % del tot<strong>al</strong> 2007-2012 (%)222.643,89 100 3,7 253.401,2 100-2,35.294,59 1,65 11,5 2.956,91 1,16-0,23.464,03 0,72 20,7 6.862,78 2,708,91.003,41 0,36 7,9 567,74 0,22-3,8379,77 0,06 27,1 3.343,57 1,315,21.074,81 0,25 18,2 1.140,33 0,45-4,9140,39 0,04 11,2 96,96 0,03-4,211.357,00 3,11 14,5 14.971,52 5,90 3,937,86 0,01 14,1 1,08 0,0004 -15,435,69 0,01 6,9 1,16 0,00043,06,09 0,001 18,6 2,61 0,001 10,65,74 0,002 8,8 0,19 0,0007 -31,6175,75 0,05 10,9 68,22 0,037,910,37 0,005 1,5 1,51 0,0006 14,76,35 0,002 9,0 4,52 0,002 65,937,27 0,03 -9,4 151,95 0,065,017,40 0,002 38,2 1,92 0,0007 -12,419,01 0,01 -2,9 82,74 0,03 180,8135,62 0,04 14,1 198,55 0,08-4,3259,21 0,05 20,9 83,08 0,031,4152,65 0,02 38,0 8,22 0,0033,759,72 0,02 13,6 2,33 0,0009 12,1342,14 0,09 13,1 7.056,83 2,78 14,088,42 0,01 19,8 430,19 0,16 -11,69297,33 0,06 18,5 866,81 0,34 -0,8040,27 0,02 -1,1 363,98 0,14 34,001.726,88 0,47 14,4 9.325,95 3,68 -9,4136.079,51 18,800,7 26.607,65 10,50 -5,332.818,74 0,70 16,7 3.365,78 1,32 1,943.765,77 1,15 12,1 17.631,33 6,95 -0,94Fuente: Datacomex.97


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelLa Tabla 5 recoge los índices de intensidad exportadora e importadora 100 (IIE y III),que muestran la especi<strong>al</strong>ización geográfica comerci<strong>al</strong> española respecto a la de la UE(Escribano y Muñoz, 2013). Los índices en negrita (superiores a la unidad) representanflujos intensos, y por tanto una especi<strong>al</strong>ización geográfica relativa. Como era deesperar, ambos son especi<strong>al</strong>mente <strong>al</strong>tos con la UE y con los países del norte de África–especi<strong>al</strong>mente con Marruecos y Argelia–, pero lo más relevante son las diferenciasque se aprecian <strong>al</strong> comparar el patrón español con el de la UE. Los flujos comerci<strong>al</strong>esespañoles con los países del Magreb son especi<strong>al</strong>mente intensos, tanto en lo que serefiere a las exportaciones como a las importaciones, mucho más que con la UE y,por supuesto, que con América Latina. La intensidad es especi<strong>al</strong>mente elevada conMarruecos y Argelia, pero también con África Subsahariana del lado de las importaciones(de nuevo el influjo de los hidrocarburos nigerianos). Además, como era de prever,la intensidad comerci<strong>al</strong> española con la macro-región también es mayor que la registradapor el conjunto de la UE, especi<strong>al</strong>mente en el Magreb. Esto significa que España nosólo se juega mucho, sino que se juega más que los demás socios europeos.Tabla 5. Índices de Intensidad Exportadora (IIE) e Importadora (III): España y UE, 2011Intensidad ExportadoraUE-27JapónEEUUAMÉRICA LATINAMéxicoMERCOSURArgentinaBrasilMAGREBArgeliaMarruecosTúnezORIENTE MEDIOTurquíaASIA en desarrolloÁFRICA SUBSAHARIANAFuente: Datacomex.EspañaUE-27IIE III IIE III2,001,731,99 1,900,180,200,21 0,320,280,400,43 0,460,820,980,35 0,420,600,690,26 0,190,851,110,52 0,581,121,610,45 0,510,810,910,57 0,605,175,001,53 1,554,475,001,55 1,188,339,641,51 1,712,732,031,79 2,400,700,950,70 0,371,541,571,30 1,440,180,470,31 0,490,781,900,87 0,80Debe además agregarse que el dinamismo de los flujos comerci<strong>al</strong>es depende engran medida de la propia evolución económica de la región. Las perspectivas decrecimiento de los países africanos subsaharianos y las oportunidades que ofrece a100Índice de Intensidad Exportadora (IIE) = (Xij/Xi)/(Mj/W), donde Xij: exportaciones de “i” a “j”; Xi:exportaciones tot<strong>al</strong>es del país “i”; Mj: importaciones tot<strong>al</strong>es del país “j”; W: comercio internacion<strong>al</strong>tot<strong>al</strong>. Índice de Intensidad Importadora (III) = (Mij/Mi)/(Xj/W), donde Mij: importaciones del país “i”desde el país “j”. Un índice de 1 significa que los flujos de los países de referencia son proporcion<strong>al</strong>es asu peso en el comercio internacion<strong>al</strong>, mientras que un índice mayor (menor) que la unidad refleja flujosde mayor (menor) importancia de lo que justifica la participación del país en el comercio mundi<strong>al</strong>.98


Intereses económicos y políticosEspaña han sido destacadas en los últimos años (Jordana, 2013), así como el potenci<strong>al</strong>económico de la relación bilater<strong>al</strong> con el norte de África (Escribano, 2011a,2013a). Aunque es de esperar que el fin<strong>al</strong> de la crisis haga repuntar el dinamismo delos intercambios comerci<strong>al</strong>es con el resto de los países desarrollados, el norte de Áfricaampliado seguirá ofreciendo oportunidades comerci<strong>al</strong>es a las empresas españolasen el periodo previsible. No en vano se trata de nuestros vecinos emergentes, aunquesu emergencia distará de ser tranquila, line<strong>al</strong> ni homogénea.En conjunto, los datos anteriores dibujan una importancia relativamente elevada dela región en los flujos comerci<strong>al</strong>es españoles, sólo por detrás de los princip<strong>al</strong>es Estadosmiembros de la UE y en pie de igu<strong>al</strong>dad con el conjunto de América Latina,que tiene mucha más población y renta. El crecimiento de los flujos comerci<strong>al</strong>esrepresenta tanto una oportunidad como un riesgo asimétrico respecto a otros paíseseuropeos no mediterráneos: la oportunidad de que España se beneficie más queellos si se preserva la estabilidad y el riesgo de que su desestabilización nos afecteen mayor medida. En ese caso, la desestabilización de la Zona podría constituir unchoque asimétrico para España, que pudiendo verse más afectada que el conjunto dela UE, careciese sin embargo de instrumentos para gestionar dicha desestabilización,<strong>al</strong> menos <strong>al</strong> nivel de las preferencias españolas. Por tanto, la estabilidad gener<strong>al</strong> dela Zona y, en particular, la de los países con quienes mantenemos un flujo comerci<strong>al</strong>creciente, no sólo es un problema de seguridad y defensa sino también económico.2.1.2 Recursos natur<strong>al</strong>esLos países de la Zona son suministradores importantes de España, especi<strong>al</strong>mentede recursos natur<strong>al</strong>es, con los consiguientes riesgos de conflictos por recursos omedioambient<strong>al</strong>es. La Tabla 6 presenta los datos sobre importaciones españolas delos países de referencia de petróleo y sus derivados, gas, y miner<strong>al</strong>es. La macro-regiónconsiderada supuso en 2012 más de un 25% de las importaciones españolasde petróleo, más de un 63% de las de gas y apenas un 5% de las de menas yminer<strong>al</strong>es. En el caso del petróleo, los princip<strong>al</strong>es suministradores fueron Nigeria(11%), Libia (6,8%, pero en rápida recuperación hacia los porcentajes cercanos <strong>al</strong>12%-13% <strong>al</strong>canzados antes del conflicto de 2011), Argelia (2,8%) y Guinea Ecuatori<strong>al</strong>(1,7%). En relación <strong>al</strong> gas, los princip<strong>al</strong>es proveedores region<strong>al</strong>es en 2012 fueron Argelia(46,5%), Nigeria (14%) y Egipto (2,5%).Desde una perspectiva geoeconómica, la importancia para España del crudo norteafricanoexcede <strong>al</strong> de su volumen (Escribano, 2011b) debido, primero, a su cercaníaa los mercados europeos que reduce los costes y facilita la logística respecto aotras fuentes de suministro (el transporte desde el Golfo supone 10-12 días más denavegación y atravesar Suez). Y en segundo lugar, los crudos libios, argelinos y nigerianosson de <strong>al</strong>ta c<strong>al</strong>idad, ligeros y dulces (bajo contenido en sulfuro), fáciles deprocesar en refinería y, en ocasiones, utilizados en mezcla para rebajar la densidadde crudos más pesados, por lo que su pérdida es más difícil de gestionar que la delos crudos pesados de otros proveedores. Por esas razones preocupan las dificultadesde explotación y de seguridad de su person<strong>al</strong> que varias compañías españolashan tenido en los campos libios y argelinos.99


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelTabla 6. Importaciones españolas de petróleo y derivados, gas, y menas y miner<strong>al</strong>es, 2012Petróleo y derivadosGasMenas y miner<strong>al</strong>esmiles de € %miles de € % miles de € %Marruecos59.393,840,12100.626.311.45ArgeliaTúnezLibiaEgiptoMauritaniaSeneg<strong>al</strong>GuineaLiberiaCosta MarfilGhanaBenínNigeriaCamerúnGuinea Ecu.GabónTot<strong>al</strong> países1.355.245,05206.805,693.319.506,89373.876,982,790,436,840,775.245.030,612.458,6517.514,92284.653,2646,460,020.162.526.473,5932.691,971.474,267.548,690,090,470,020,11- - - - 7,072,99 0,10- - - - 3.700,21 0,05- - - - 148.364,65 2,1462.432,83 0,13 - - 14.855,52 0,21- - - - 2.331,32 0,03- - - - 2.945,33 0,04- - - - 2.168,69 0,035.379.057,91 11,09 1.580.596,78 14,00 10.982,02 0,16353.121,25 0,73- - - -815.908,35 1,68 30.869,96 0,27 - -320.597,02 0,66 - - 19.506,61 0,28- 25,24 - 63,44 - 5,20Fuente: Datacomex (miles de euros y porcentaje del v<strong>al</strong>or del tot<strong>al</strong> de importaciones).Respecto a las importaciones de miner<strong>al</strong>es, la región presenta una importanciasecundaria aunque <strong>al</strong>berga proveedores importantes como Marruecos (1,45% delas importaciones españolas, sobre todo fosfatos) y Guinea (2,14%, con especi<strong>al</strong>relevancia de bauxita y oro). No hay un flujo demasiado significativo de miner<strong>al</strong>esestratégicos, como las tierras raras, con la significativa excepción de las importacionesde uranio de Níger, que históricamente han supuesto un porcentaje del 15%-20% de las importaciones españolas y han convertido <strong>al</strong> país en el tercer proveedorespañol de uranio (Fernández Ordóñez, 2011). En todo caso, debe destacarse quelas importaciones españolas de uranio están bastante diversificadas y son relativamentereducidas, dada la dimensión del parque nuclear español 101 .Por otro lado, el impacto de la “primavera árabe” se ha hecho sentir sobre las políticasde extracción de los países productores de hidrocarburos que han aumentadolos precios, la producción o ambos para afrontar mayores gastos soci<strong>al</strong>es y contenerel m<strong>al</strong>estar de sus poblaciones. Con datos del Fondo Monetario Internacion<strong>al</strong> (FMI,2012), los precios de equilibrio fisc<strong>al</strong> del petróleo (fisc<strong>al</strong> breakeven oil prices) s<strong>al</strong>taronpara Argelia de 73,8 a 117,9 dólares/barril entre 2008 y 2012, mientras que los precios101Esta situación es muy diferente a la de Francia, que importa el 30%-40% de su uranio de Níger conlas consiguientes implicaciones estratégicas y logísticas.100


Intereses económicos y políticosde equilibrio externo (extern<strong>al</strong> breakeven oil prices) en el mismo período pasaron de49,2 a 74,4 dólares/barril. Para Libia, los primeros casi se doblaron desde los 46,6 a los88,5 dólares/barril en esos mismos años. Esto dificulta una relajación de las condicionesfisc<strong>al</strong>es otorgadas a las compañías extranjeras, mientras que la necesidad de controlpolítico impide una mayor flexibilidad en las barreras de entrada y participación. En consecuencia,dadas las barreras existentes <strong>al</strong> aumento de la producción, la tentación de losproductores estriba en maximizar los precios.Lo anterior lleva a la cuestión de la gobernanza de los recursos natur<strong>al</strong>esy su papel en los conflictos region<strong>al</strong>es 102 . Una gestión adecuadapuede ayudar a prevenir conflictos y resulta clave para dinamizarla economía, creando puestos de trabajo y mejorando la redistribuciónde las rentas, mientras que una gestión inadecuada favorece lacorrupción, la f<strong>al</strong>ta de transparencia y la redistribución de rentas. EnLibia, el marco institucion<strong>al</strong> heredado no cuenta ni con la capacidadni con la legitimidad necesaria para resolver los problemas de corrupcióny protección de los derechos de propiedad que atenazan losesfuerzos de reconstrucción. En presencia de tensiones territori<strong>al</strong>esinternas, caso de Nigeria y de Libia, la delegación de la autoridad oel establecimiento de mecanismos de autoridad compartida sobrelos recursos natur<strong>al</strong>es puede ser un medio para aumentar la estabilidad,si bien a expensas de pérdidas de eficiencia en la gestión derecursos a los que el principio de subsidiariedad aconseja mantenerbajo control nacion<strong>al</strong> y no region<strong>al</strong> o loc<strong>al</strong>. En muchos casos, compartir las rentas delos recursos natur<strong>al</strong>es es un prerrequisito para la pacificación, como ocurre en Irak,donde la constitución permite que los gobiernos region<strong>al</strong>es recauden impuestos sobreoperaciones relacionadas con los hidrocarburos. En otros casos, como ocurre en Nigeriacon el Delta del Níger, un gobierno loc<strong>al</strong> puede recibir una proporción fija de las rentasobtenidas.Las posibles vías para mejorar la gobernanza de los recursos natur<strong>al</strong>es han sido objetode numerosos análisis en los últimos años, pero los princip<strong>al</strong>es resultados se plasmanen la Iniciativa para la Transparencia en las Industrias Extractivas (Extractive IndustriesTransparency Initiative Act, EITI), la Carta de Recursos Natur<strong>al</strong>es apoyada por elBanco Mundi<strong>al</strong> y el Fondo Monetario Internacion<strong>al</strong>, la iniciativa de la UE en el ámbitoforest<strong>al</strong> (Forest Law Enforcement, Governance and Trade, FLEGT), o las exigencias dela Secretaría de Comercio estadounidense para que las empresas cotizadas en ese paísreflejen los pagos de forma transparente (Escribano, 2011c). España podría impulsarestas iniciativas e incluirlas en su estrategia de actuación hacia la Zona.102Entre la abundante literatura académica sobre recursos natur<strong>al</strong>es y conflictos, <strong>al</strong>gunos estudios(Collier, 2007; Nichols et <strong>al</strong>., 2011) apuntan a que una elevada dependencia de las exportaciones derecursos natur<strong>al</strong>es aumenta el riesgo de guerra civil, que el riesgo se reduce cuando existen contrapesosinstitucion<strong>al</strong>es <strong>al</strong> poder y transparencia de la gestión de esos recursos, y que los conflictos en paísescon recursos natur<strong>al</strong>es v<strong>al</strong>iosos tienen mayor probabilidad de reproducirse.101


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahel2.1.3 InversionesA diferencia de lo que ocurre con el comercio y los recursos natur<strong>al</strong>es, la inversiónespañola es comparativamente reducida. La Tabla 7 recoge la disparevolución de los flujos de inversión bruta española hacia los países de la región.Según ella, las economías subsaharianas apenas recibieron inversiones significativasy las norteafricanas han decrecido a partir de 2012 como resultado dela inestabilidad política.Tabla 7. Flujos de inversión bruta española, 1993-junio de 2013Tot<strong>al</strong>1995 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013Tot<strong>al</strong> países 5633,8 33,8 75,6 51,0 317,2 1646,0 24,5 522,8 786,9 182,1 1199,8 323,8 122,1 275,6 69,4 3,3Angola 19,3 1,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,1 0,8 1,4 0,0 0,1 15,0 0,2 0,0Argelia 297,5 0,9 0,0 0,2 0,1 0,0 0,2 2,2 128,4 4,0 92,8 34,7 9,0 11,1 13,2 0,5Costa Marfil 27,3 0,0 0,0 0,1 0,0 13,0 1,8 0,0 0,2 0,0 0,0 10,0 0,8 0,0 1,5 0,0Egipto 788,5 3,3 0,0 6,6 8,7 215,6 7,8 374,6 3,4 3,3 21,3 47,0 21,0 73,2 2,5 0,0Gabón0,8 0,0 0,0 0,0 0,0 0,8 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0Gambia 4,6 0,9 1,7 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,4 0,0 0,0 1,6 0,0 0,0 0,0Chana 21,7 0,0 12,2 0,4 0,0 5,1 0,3 1,0 0,0 0,0 0,0 2,6 0,0 0,0 0,0 0,0Guinea 13,0 0,0 0,0 1,6 0,0 0,0 0,0 1,5 0,0 2,0 0,0 5,0 0,6 1,6 0,7 0,0Guinea Bissau 1,3 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,8 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0Guinea Ecu. 3,0 0,0 0,3 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 1,8 0,0 0,0 0,0 0,1 0,2 0,3 0,1Liberia 30,1 0,0 0,0 3,8 0,0 0,0 0,0 1,2 0,0 2,0 0,0 21,7 0,0 1,2 0,2 0,0Libia579,9 0,0 0,0 0,0 4,5 4,5 3,9 0,0 0,1 0,0 453,7 93,2 11,6 8,0 0,4 0,0M<strong>al</strong>i 5,8 0,0 1,1 2,0 0,8 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,6 0,0 0,0 0,2 1,0Marruecos 3453,7 25,6 49,8 28,6 184,0 1397,5 6,2 81,3 646,7 159,0 565,0 97,8 56,9 135,9 17,9 1,5Mauritania 0,5 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0Níger0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0Nigeria 14,9 0,0 9,9 0,2 0,6 3,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,4 0,3 0,0 0,0 0,0Seneg<strong>al</strong> 22,0 0,3 0,0 0,0 0,1 1,8 0,0 0,0 6,2 9,3 0,0 0,0 2,2 1,6 0,5 0,0Sierra Leona 55,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 16,2 15,8 23,5 0,0Túnez 275,7 0,2 0,5 4,2 118,1 2,2 3,4 60,9 0,0 1,2 63,9 10,5 1,8 0,3 8,3 0,1Togo17,1 0,0 0,0 3,0 0,4 2,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0 11,5 0,0 0,0(*) Tasa de crecimiento.Fuente: Datainvex (millones de euros).Esta visión gener<strong>al</strong> no debe esconder que las empresas españolas tienen proyectosde inversión importantes en la región, sobre todo en el norte de África, y prácticamenteen todos los sectores, desde el energético <strong>al</strong> turístico pasando por elindustri<strong>al</strong> y el agrícola. En consecuencia, la seguridad física y jurídica de estasinversiones puede resultar cruci<strong>al</strong> para los resultados de las empresas implicadas.A esto se añade el potenci<strong>al</strong> futuro. La secuencia habitu<strong>al</strong> de internacion<strong>al</strong>izaciónde la empresa española consiste en penetrar primero los mercados mediante elcomercio, y sólo re<strong>al</strong>izar inversiones sobre la base de un conocimiento del mercadohabitu<strong>al</strong>mente adquirido mediante los intercambios de bienes y servicios. Lasgrandes empresas suelen abrir el camino a las medianas y pequeñas. Es decir, lainversión sigue <strong>al</strong> comercio, por lo que sería previsible que conforme la internacion<strong>al</strong>izaciónde las inversiones españolas madure éstas inviertan más en la región(Escribano, 2012a).102


Intereses económicos y políticosEsta cuestión entra en relación directa con la “europeización” de las medidas bilater<strong>al</strong>esde los Estados miembros de protección de las inversiones, ya que para unpaís como España resulta cruci<strong>al</strong> contar con un mecanismo comunitario efectivode protección de las inversiones, especi<strong>al</strong>mente en la Zona objeto de análisis, quedebería resultar prioritaria para la UE. El apoyo a la inclusión de mecanismos desolución de diferencias y contratos públicos en los acuerdos <strong>al</strong>canzados con la Zonadebería también constituir una prioridad española. Sin embargo, en el caso concretode Marruecos, se puede apreciar un patrón adicion<strong>al</strong> de internacion<strong>al</strong>ización dela empresa española que se manifiesta en la desloc<strong>al</strong>ización de PYMES –muchasde ellas en el sector agrícola o en manufactura básica– lo que ofrece un potenci<strong>al</strong>diferente de internacion<strong>al</strong>ización. Este potenci<strong>al</strong> se da tanto para el tejido empresari<strong>al</strong>español por el tamaño de la empresa –la internacion<strong>al</strong>ización vía inversiones esmás característica de las grandes empresas– como para el conjunto de la proyeccióndel país, puesto que los sectores de actividad de las empresas y su capilaridadpermiten unos efectos más visibles en desarrollo que facilitan la conexión con otraspatas de la acción exterior como la cooperación internacion<strong>al</strong> <strong>al</strong> desarrollo (Olivié,Pérez y Gracia, 2013).2.2 Una visión discriminada: topografía de los interesesComo revelan los datos de la aproximación transvers<strong>al</strong>, los intereseseconómicos españoles no se distribuyen de forma homogéneapor la Zona, sino que se concentran más en unospaíses que en otros. En el apartado actu<strong>al</strong> se van a an<strong>al</strong>izarindividu<strong>al</strong>mente los países y regiones que ofrecen mayor interés,siguiendo el orden de las agujas del reloj a lo largo de lospaíses de la costa occident<strong>al</strong> y del norte de África donde existenintereses económicos o políticos en la actu<strong>al</strong>idad. En el análisisse incluyen las oportunidades y retos que presentan los distintosescenarios, con un mayor detenimiento en aquellos países comoMarruecos y Argelia con los que España mantiene relacioneseconómicas y políticas de natur<strong>al</strong>eza estratégica.2.2.1 El Golfo de GuineaEl Mapa 16 presenta la loc<strong>al</strong>ización de los princip<strong>al</strong>es recursosde hidrocarburos del África Occident<strong>al</strong> y Sahel. Desde una perspectivaeconómica, el Golfo de Guinea contiene suministradoresimportantes para España de hidrocarburos (Nigeria y, en menormedida, Guinea Ecuatori<strong>al</strong>) y miner<strong>al</strong>es (Guinea-Conakry, básicamente miner<strong>al</strong>esde <strong>al</strong>uminio). Respecto a los hidrocarburos, España ha recurrido repetidamentea Nigeria como <strong>al</strong>ternativa a suministradores en problemas como Libia o Irán. Lacercanía geográfica, la ausencia de choke points y, sobre todo, la c<strong>al</strong>idad de loscrudos dulces y ligeros de la región, la convierten en un vector de diversificacióny compensación idóneo para España.103


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelMapa 16. Recursos de hidrocarburos de África occident<strong>al</strong> en 2007Fuente: OECD (2007).En cierta medida, la sustitución de las importaciones de otros productores ha incrementadola importancia estratégica del Golfo de Guinea para la seguridad energéticaespañola. La revolución norteamericana del sh<strong>al</strong>e gas y el tight oil abren, además, laposibilidad de que parte de las exportaciones de la región hacia EEUU queden liberadaspara los consumidores europeos y asiáticos. Por ello, parece urgente que España lleve acabo una reflexión estratégica sobre su posicionamiento energético en la región. No sólopor la magnitud de las importaciones actu<strong>al</strong>es de gas y petróleo sino por la posibilidadde diversificar sus abastecimientos actu<strong>al</strong>es de Oriente Medio y el norte de África.En términos de hidrocarburos, buena parte de la franja costera de África Occident<strong>al</strong>podría contener recursos de petróleo y gas accesibles con las nuevas técnicas de prospeccióny extracción en aguas profundas. En los últimos años, se han re<strong>al</strong>izado descubrimientosimportantes en el Golfo de Guinea que han convertido sus costas en la nuevaprovincia petrolera de África Occident<strong>al</strong> (PE, 2009). En 2007, Kosmos Energy descubrióel campo Jubilee en aguas profundas de Ghana inici<strong>al</strong>mente poco prometedoras.En 2009 un consorcio con participación de Repsol descubrió el campo Venus en aguasprofundas de Sierra Leona igu<strong>al</strong>mente poco propicias, con lo que han <strong>sur</strong>gido importantesexpectativas en torno a la nueva provincia petrolera, el West African TransformMargin, un área situada entre dos placas tectónicas que se extiende casi 1.500 km <strong>al</strong>o largo de la costa en las aguas profundas entre los dos países (véase el Mapa 17) 103 .104103La región ya había sido explorada sin éxito, especi<strong>al</strong>mente tras los descubrimientos re<strong>al</strong>izados enNigeria en la década de 1960, pero <strong>al</strong> parecer las exploraciones buscaron un tipo de estructura geológicadistinta y no se aventuraron en aguas profundas.


Intereses económicos y políticosMapa 17. West African Transformation MarginFuente: Petroleum Economist, 2009.Junto a Repsol, otras grandes majors internacion<strong>al</strong>es acudieron rápidamente a unárea hasta entonces explorada básicamente por pequeñas y medianas empresaspetroleras, muchas de ellas estadounidenses. En Sierra Leona, destacan los h<strong>al</strong>lazgosde Repsol en los pozos Venus B-1 (2009), Mercury-1 (2010) y Júpiter-1(2012), en una zona poco explorada y muy prometedora. Repsol también estápresente en Liberia en cuatro bloques de exploración en varios de los cu<strong>al</strong>es haincrementado su participación en los últimos años. Repsol descartó recientementela explotación de un bloque en Guinea Ecuatori<strong>al</strong> por razones de f<strong>al</strong>ta de viabilidadcomerci<strong>al</strong> y tiene operaciones en Angola y Sudáfrica, junto a Gas Natur<strong>al</strong> Fenosa, yNamibia, lejos del Golfo de Guinea pero que utilizan rutas de navegación que discurrencerca de la parte más occident<strong>al</strong> del mismo por lo que podrían verse afectadospor el fenómeno en auge de la piratería del Golfo.Las oportunidades económicas se ven también obstaculizadas por problemas deseguridad endémicos en el Golfo de Guinea como los que se han señ<strong>al</strong>ado anteriormente,fruto de la incapacidad de los países ribereños para hacer frente a los ANEVque participan en las redes de tráficos ilícitos por las que se desplazan drogas, personasy armas (ICG, 2012). La existencia de un narco-Estado como Guinea Bissaues un caso extremo pero demuestra cómo se puede pasar del fracaso del Estado deDerecho <strong>al</strong> desgobierno. Son las fuerzas de seguridad loc<strong>al</strong>es las que, además dela protección de los buques y las plataformas, deben garantizar el funcionamientode la justicia, controlar las fronteras y mantener el control del territorio para evitarla llegada e implantación de estos actores violentos que se aprovechan de la fragilidadde los Estados. También existen problemas crónicos de desigu<strong>al</strong>dad, discriminacióne injusticias de los que se aprovechan movimientos como Boko Haram olas franquicias de <strong>al</strong>-Qaeda que utilizan la existencia de agravios para desarrollarmovimientos terroristas y de in<strong>sur</strong>gencia. Una vez inst<strong>al</strong>ados, actuarán contra lasinfraestructuras donde se producen o por las que se transportan materias primas105


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahely energía de la que dependen los ingresos loc<strong>al</strong>es, obligando a las compañías extractorasa pagar un sobrecoste de protección –en Nigeria los costes de seguridadde los proyectos medianos y pequeños de exploración son más elevados que los delos mega-proyectos, según Leicher (2012)–. La connivencia o incapacidad de losgobiernos loc<strong>al</strong>es para luchar contra esos grupos se traduce en un incremento de lainseguridad humana de las poblaciones del Golfo, a lo que hay que añadir los efectosdel consumo de drogas importadas, como la cocaína y la heroína, o fabricadasya loc<strong>al</strong>mente, como las anfetaminas y el éxtasis que revela el World Drug Report2012. Como ya hemos visto, hay otros aspectos de la seguridadmarítima como la pesca ileg<strong>al</strong> (el 40%) y la contaminaciónmedioambient<strong>al</strong> que se suelen olvidar a pesar desu impacto sobre la economía y la seguridad <strong>al</strong>imentaria delos países ribereños.La relevancia geoeconómica del Golfo de Guinea paraEspaña estriba tanto en su significación actu<strong>al</strong> como ensu potenci<strong>al</strong> como vector de diversificación del aprovisionamientoenergético y, t<strong>al</strong> vez en menor medida, de sociocomerci<strong>al</strong> e inversor. Del Golfo de Guinea procede el 13%de las importaciones de petróleo y el 7% de las de gasa Europa, siendo la princip<strong>al</strong> región productora africanade petróleo (5 millones de barriles diarios), por lo que suestabilidad ha adquirido mayor importancia para Españaa medida que esta región ha sustituido las compras que antes se re<strong>al</strong>izaban enIrán. Desde la perspectiva energética, el conjunto del África Occident<strong>al</strong> ofreceuna panoplia muy amplia de opciones técnicas, condiciones de participación empresari<strong>al</strong>más abiertas y términos contractu<strong>al</strong>es atractivos, mucho territorio porexplorar y rondas de concesiones pendientes, nuevas fronteras de exploración,elevado potenci<strong>al</strong> de gas natur<strong>al</strong> licuado e, incluso, recursos sin explorar, incluyendono convencion<strong>al</strong>es como crudo pesado, arenas bituminosas (oil sands) ygas no convencion<strong>al</strong>. Su relevancia estratégica para España tenderá a aumentara medio plazo, y las empresas españolas pueden extender su ya relevante papelen <strong>al</strong>gunos países para conformar una cartera de intereses geoeconómicos másamplio, con lo que será necesario potenciar la seguridad marítima en la Zona, asícomo la presencia e influencia gubernament<strong>al</strong>.1062.2.2 El SahelEl Sahel fue un espacio de intercambio entre norte y <strong>sur</strong> de África hasta que lasrutas marítimas de los comerciantes europeos acabaron con las rutas trans-saharianas,aunque su creciente vector geoeconómico de influencia se debe a que losANEV recrean las rutas de antaño y utilizan el Sahel como un corredor logísticode tránsito y distribución de tráficos ilícitos por la Zona. La escasez de recursosnatur<strong>al</strong>es mineros, agua, pastos y tierras cultivables genera conflictos por accesoa ellos y riv<strong>al</strong>idad por participar en las rentas de las explotaciones mineras, sinolvidar la competición por acceder a los flujos de ayuda <strong>al</strong> desarrollo. El Saheles también una de las regiones donde se espera que el cambio climático tenga un


Intereses económicos y políticosmayor impacto, y de hecho en los últimos años se asiste a unacronificación de las sequías, la desertización y el agotamientode los recursos hídricos. El negativo escenario medioambient<strong>al</strong>,unido a un fuerte incremento de la demografía, ha deterioradola capacidad del Sahel para <strong>al</strong>imentar a la población en base asus actividades económicas tradicion<strong>al</strong>es. De este modo, se hafomentado un sistema económico basado en la violencia, que incluyelos conflictos por los recursos y los tráficos ilícitos (Abd<strong>al</strong>la,2009). Eso hace del Sahel una especie de heartland negativoen el que no existe actividad económica significativa ni grandesrecursos natur<strong>al</strong>es o humanos, sino un potenci<strong>al</strong> de desestabilizaciónde sus espacios de influencia en el norte de África y elGolfo de Guinea.M<strong>al</strong>i y Níger se encuentran entre los países más pobres del mundo.M<strong>al</strong>i ocupaba el puesto 175 en el Índice de Desarrollo Humanode 2011, mientras que Níger ocupaba el 186 (de un tot<strong>al</strong> de187) a pesar de contar con recursos natur<strong>al</strong>es de cierta relevancia.La cuenca hidrocarbonífera de Taoudeni, situada entre el nortede M<strong>al</strong>i y el este de Mauritania, permanece básicamente inexploraday su explotación resulta muy compleja logísticamente porsu posición geográfica, la f<strong>al</strong>ta de infraestructuras de exportacióny la inseguridad. El país cuenta con otras cuencas por explorar,como Tamesna, Ilumenden, Ditch Nara y Gao. Níger tiene los recursos de la cuencade Termit, situada <strong>al</strong> norte de la cuenca del Lago Chad, cuyas perspectivas de explotaciónson <strong>al</strong>go mejores. El Mapa 18 muestra la loc<strong>al</strong>ización de los princip<strong>al</strong>esdepósitos y su participación en las exportaciones por país. M<strong>al</strong>i dispone sobre todode reservas de oro que, junto con el <strong>al</strong>godón, constituye su princip<strong>al</strong> partida exportadora;también hay exploraciones prometedoras de uranio y reservas importantespor explotar de otros miner<strong>al</strong>es. A diferencia de los campos de hidrocarburos, granparte de las minas se sitúan en el <strong>sur</strong> del país, aunque hay minas aisladas en elnorte. En cambio, el grueso de las minas de uranio de Níger se sitúa en el noroestedel país, lo que las hace muy vulnerables a la inestabilidad <strong>sahel</strong>iana. Francia controlabuena parte de las minas de uranio nigerinas, pero recientemente el país se haabierto a China y la India. España no tiene grandes intereses económicos estratégicosdestacables en M<strong>al</strong>i, pero sí en Níger, donde el grupo español Edursa cuentacon una participación en una mina de uranio explotada por la francesa Areva 104 .104Dadas la buena diversificación energética y las elevadas reservas estratégicas de uranio en Occidente,el suministro de uranio en España no presenta los problemas estratégicos de los hidrocarburos.107


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelMapa 18. Recursos mineros en África Occident<strong>al</strong>, hasta 2005Fuente: FMI (2007).Níger es uno de los países del África Occident<strong>al</strong> que más inversión extranjeraha atraído en los últimos años, casi enteramente destinada <strong>al</strong> sector minero ypetrolero, <strong>al</strong>canzando y superando a Nigeria y Costa de Marfil según datos delEconomist Intelligence Unit (2013a). A pesar de los esfuerzos del presidenteIssoufou por diversificar sus relaciones económicas hacia el mundo anglosajón,Francia y China dominan las inversiones. El país carece de infraestructuras básicasy todos los mercados están por desarrollar. Conforme las nuevas inversionesempiecen a dar sus frutos podrían dar un empuje importante a la economíanacion<strong>al</strong>, que en 2012 creció a más del 11%. Sin embargo, y como revelanlos indicadores del Instituto Fraser canadiense (Survey of Mining Companies2012/13), la inseguridad y las infraestructuras sitúan a Níger en el puesto 70entre las 96 princip<strong>al</strong>es regiones mineras del mundo en lo referente a su índicede potenci<strong>al</strong>.108Níger es el cuarto productor mundi<strong>al</strong> de uranio y ese ha sido su princip<strong>al</strong> recursohasta los descubrimientos de crudo (en 2012 los ingresos por crudosuperaron ya a los de uranio). La mayoría del uranio se extrae de las minas deArlit y Akouta operadas por la francesa Areva y la nigerina Somair, pero desde2010 una pequeña explotación es operada por una subsidiaria de la ChinaNation<strong>al</strong> Nuclear Corporation cerca de Azelik, en el norte del país. La incertidumbresobre el futuro de la energía nuclear en los países occident<strong>al</strong>es y Japón–a diferencia de China– ha llevado a Areva a par<strong>al</strong>izar el desarrollo de la minanigerina de Imouraren. Además, las explotaciones podrían verse afectadas por lasituación de seguridad, que ya ha causado numerosos retrasos en varios proyectos


Intereses económicos y políticosmineros, y fuerzas especi<strong>al</strong>es francesas se han desplegado para proteger lasinst<strong>al</strong>aciones 105 .A esto se añade la tensión por la distribución de las rentas de los recursos natur<strong>al</strong>escon las compañías internacion<strong>al</strong>es y en el seno del país, lo que plantea riesgos denacion<strong>al</strong>ismos de recursos y conflictos internos por el control de los mismos. Estosriesgos latentes a veces tienen origen en políticas coloni<strong>al</strong>es o postcoloni<strong>al</strong>es que han<strong>al</strong>terado los equilibrios entre pastores y población sedentaria o que han discriminadoa <strong>al</strong>gunas comunidades en la distribución de rentas. Así, a la rebelión de M<strong>al</strong>i hancontribuido las recurrentes sequías que han puesto en peligro la subsistencia de laspoblaciones <strong>sahel</strong>ianas y excluido a los tuaregs de las rentas de los recursos natur<strong>al</strong>es–incluyendo agua y tierras cultivables y de pastoreo comun<strong>al</strong>es– e, incluso, dela ayuda humanitaria internacion<strong>al</strong> por parte de los gobiernos m<strong>al</strong>iense y nigerino.Una <strong>al</strong>ternativa a esa economía de la violencia sería el desarrollo de los recursos energéticosde M<strong>al</strong>i y Níger. A ello ayudaría el deseo de Argelia de convertirse en un hubenergético entre los mercados europeos y los recursos de gas existentes en el Golfo deGuinea, básicamente Nigeria, pero también otros productores potenci<strong>al</strong>es del Golfooccident<strong>al</strong> y en el futuro eventu<strong>al</strong>mente del Sahel. Su propuesta de un gasoductotrans-sahariano ha parecido más una estrategia para mejorar sus perspectivas negociadorascomo exportador de gas que un deseo de integrar energéticamente el nortede África, Sahel y el Golfo de Guinea. Pero dada la situación actu<strong>al</strong> de inseguridad, elgasoducto sería la mejor opción para colocar los recursos de gas de M<strong>al</strong>i y Níger, actu<strong>al</strong>menteestrangulados, a través de Argelia hasta conectar con las infraestructurasde exportación. Una opción que reforzaría el papel de España enuna potenci<strong>al</strong> interconexión gasista entre Argelia y la UE.Desde una perspectiva geoeconómica, el Sahel contiene pocosvectores positivos en términos de recursos natur<strong>al</strong>es, comercio oinversiones para España. S<strong>al</strong>vo el abastecimiento de uranio deNíger, no existe apenas presencia de empresas ni flujos económicosrelevantes. Aunque los yacimientos de hidrocarburos convierten <strong>al</strong>Sahel en una <strong>al</strong>ternativa <strong>al</strong> norte de África conforme su producciónentre en declive, su explotación plantea numerosas dificultades yno puede contarse con su extracción en el medio plazo. Puesto queM<strong>al</strong>i y Níger se encuentran entre los países más pobres y menosdesarrollados del mundo, es imprescindible que en el marco de unaaproximación integr<strong>al</strong> a las relaciones con estos países se tenganparticularmente en cuenta los objetivos de desarrollo. Dicho de otra105El 23 de mayo de 2013 se registró el último ataque (un atentado suicida con coche bomba) contr<strong>al</strong>as inst<strong>al</strong>aciones mineras de Areva/Somair que par<strong>al</strong>izó la producción. Este ataque, unido <strong>al</strong> de la plantade In Amenas en Argelia, a los secuestros en Nigeria de autoridades loc<strong>al</strong>es que han recibido fondosde Exxon Mobil en EsitEket y el ofrecimiento de milicias para protección en Libia revela una crecientefijación en los recursos natur<strong>al</strong>es como fuente de financiación de la in<strong>sur</strong>gencia y la delincuencia.109


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelforma, los posibles retornos económicos de los países del Sahel precisan antes grandesinversiones en seguridad, desarrollo y gobernanza.2.2.3 MauritaniaMauritania es el país más frágil del Magreb 106 que, sin embargo, ha demostradoen los últimos años mayor capacidad de resistencia de la esperada en un contextodesfavorable de inestabilidad, terrorismo y revueltas políticas.Frente a las previsiones que auguraban la caída delGobierno por el contagio del “despertar” árabe o que seaprovecharía del yihadismo para reforzar su control interno(Jourde, 2011, p. 4), el presidente mauritano, MohamedUld Abdelaziz, ha s<strong>al</strong>ido reforzado gracias a una base soci<strong>al</strong>y militar bastante amplia y ha visto cómo se diluía el apoyosoci<strong>al</strong> a la movilización de <strong>al</strong>gunos grupos de activistas (Movimiento25 de Febrero).A más largo plazo, esta situación puede cambiar porquepersisten muchos problemas estructur<strong>al</strong>es que afectan a l<strong>al</strong>egitimación, a la división política y <strong>al</strong> descontento soci<strong>al</strong>como la desigu<strong>al</strong>dad y la discriminación en las condicioneslabor<strong>al</strong>es o el censo según la procedencia étnica, o fenómenos como la exclusiónsoci<strong>al</strong> y el esclavismo que colocan <strong>al</strong> país en una situación crónica de inestabilidad(Planet y Hernando de Larramendi, 2009). A la dificultad de controlar el país desdela capit<strong>al</strong>, se añade la connivencia de responsables de la administración con losgrupos dedicados a los tráficos ilícitos con los que coinciden en el interés de lucro,la pertenencia a un grupo étnico, tribu o clan. Esa connivencia sostiene el sistemade prebendas y corrupción que se denuncia en la Estrategia-País (2008-2013) dela Comunidad Europea y dificulta el progreso de la gobernanza y la reforma delsector de la seguridad, con lo que se pone en riesgo la interacción entre desarrolloy seguridad. También existe desigu<strong>al</strong>dad y discriminación entre grupos soci<strong>al</strong>esy etnias, lo que facilita la receptividad del mensaje igu<strong>al</strong>itario del s<strong>al</strong>afismo. Laeconomía mauritana está dominada por la exportación de recursos natur<strong>al</strong>es y,en segundo lugar, por la ayuda <strong>al</strong> desarrollo. El país cuenta con escasos recursosagrícolas (el 80% del territorio es desértico y menos del 1% de la tierra es cultivable)e hídricos (s<strong>al</strong>vo la cuenca del río Seneg<strong>al</strong>), y padece un fuerte problemade sobre-pasto, deforestación y erosión del suelo que se traduce en un aceleradoproceso de desertificación. En 2011-2012 sufrió una sequía que llevó <strong>al</strong> país <strong>al</strong>borde de una crisis <strong>al</strong>imentaria. En febrero de 2013 el país firmó un memorandode 1.000 millones de dólares con dos empresas saudíes para desarrollar variosmegaproyectos agrícolas relacionados con la ganadería y la acuicultura, si bien losplazos y det<strong>al</strong>les operativos de los proyectos están por definir.110106Ocupa el lugar 31 de 179 países, detrás de Libia (54º), Argelia (73º) y Marruecos (93) en el Índicede Estados F<strong>al</strong>lidos de 2013 de Foreign Policy.


Intereses económicos y políticosLas inversiones en exploración y producción en los sectores extractivos constituyen elprincip<strong>al</strong> vector de crecimiento económico del país. Mauritania tiene reservas importantesde miner<strong>al</strong>es ferrosos y no ferrosos (oro, hierro, cobre, uranio, cob<strong>al</strong>to, diamantes,fosfatos y otros) todavía no prospectadas por completo, recursos pesqueros importantespara la flota española y reservas offshore de hidrocarburos. Sin embargo, su explotaciónno es fácil. La producción de hidrocarburos es relativamente reducida y está en declive.Los esfuerzos en exploración y los descubrimientos recientes no se traducirán en unamayor producción en el corto plazo por la lentitud con que se desarrollan los grandesproyectos energéticos, especi<strong>al</strong>mente offshore. Los descubrimientos se iniciaron en 2001en el campo de Chinguetti, ahora en declive acelerado, <strong>al</strong> que se han ido añadiendo loscampos de Tiof, Banda y Tevet, considerados ahora prioritarios. También hay operacionesde prospección en distintas fases en áreas adyacentes a los campos descubiertos. En elpaís están presentes compañías petroleras occident<strong>al</strong>es, rusas, kuwaitíes y asiáticas (lam<strong>al</strong>asia Petronas). Recientemente, se han <strong>al</strong>canzado acuerdos con empresas de EmiratosÁrabes Unidos para el desarrollo de centr<strong>al</strong>es solares.En la actu<strong>al</strong>idad hay una veintena de empresas españolas inst<strong>al</strong>adasen Mauritania, la mayoría de ellas de Canarias 107 . Su actividad secentra en la pesca, el transporte y la exploración de hidrocarburos.Dado el descenso de las capturas en el c<strong>al</strong>adero mauritano, muchasde las empresas pesqueras españolas han vendido su participacióna sociedades mixtas gestionadas por socios loc<strong>al</strong>es. El princip<strong>al</strong> sectorreceptor de inversiones españolas es el del transporte con variasempresas españolas operando regularmente en el país. Los interesesespañoles en hidrocarburos se limitan a la exploración de dosbloques onshore. En los últimos años hay presencia de empresasespañolas del sector de construcción y obra civil.En enero de 2013 el presidente del comité de pesquerías del ParlamentoEuropeo, Gabriel Mato, recomendó <strong>al</strong> Parlamento que el acuerdo provision<strong>al</strong> depesca <strong>al</strong>canzado en diciembre de 2012 no fuese aprobado, pues la contribución financieraeuropea exigida es mucho más elevada que la preexistente, mientras que las oportunidadesde capturas se han visto reducidas 108 . Aparte de la pesca, no se aprecian grandesoportunidades geoeconómicas para España, por lo que la acción exterior en Mauritaniaseguirá vinculada a la cooperación <strong>al</strong> desarrollo, <strong>al</strong> control de los flujos migratorios y a lacooperación mencionada en materia de seguridad y defensa.107La fin<strong>al</strong>ización de la ampliación del puerto franco de Nuadibú ha mejorado su competitividadlogística y pesquera frente <strong>al</strong> de Las P<strong>al</strong>mas. También facilitará la exportación de miner<strong>al</strong> ferroso quese ha incrementado el 85% en los últimos cuatro años y genera el 25% del PIB (Financi<strong>al</strong> Times, 9/IV/2014).108El Parlamento Europeo aprobó el 8 de octubre de 2013 la renovación del protocolo de pesca conMauritania con la oposición del Gobierno español y el enfrentamiento entre marisqueros and<strong>al</strong>uces ycef<strong>al</strong>opoderos g<strong>al</strong>legos. Los eurodiputados españoles del Partido Popular se opusieron, los soci<strong>al</strong>istasand<strong>al</strong>uces votaron a favor y los g<strong>al</strong>legos del PSOE y el resto se han abstenido. El convenio es el másimportante en volumen y variedad de especies de los que la UE ha negociado con terceros países.111


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahel2.2.4 El Sahara Occident<strong>al</strong>El conflicto del Sahara Occident<strong>al</strong> complica la relación política de España conMarruecos, Argelia y el Frente Polisario. España continúa apoyando una resoluciónen el marco de Naciones Unidas pero en 2013 se opuso junto con Francia y Rusiaa que prosperara la propuesta de la embajadora de EEUU <strong>al</strong> Grupo de Amigos delSahara (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y España) paraque se incluyera la supervisión de los derechos humanos en el mandato de la misiónde Nación Unidas para el Referéndum del Sahara Occident<strong>al</strong> (MINURSO) 109 .A pesar de su desestimación, la Secretaría de Estado estadounidense continúahaciendo de la causa de los derechos humanos un elemento de su relación conMarruecos, <strong>al</strong> igu<strong>al</strong> que <strong>al</strong>gunos sectores del Parlamento Europeo.La represión marroquí de derechos y libertades y las dificultadespara su supervisión internacion<strong>al</strong> complican el apoyo europeoa Marruecos en su postura sobre el Sahara Occident<strong>al</strong>.A las movilizaciones a favor de la dignidad –las de noviembrede 2010 fueron anteriores a las de Túnez y Egipto en 2011–se unen en los últimos meses las debidas <strong>al</strong> deterioro de lascondiciones materi<strong>al</strong>es y humanitarias de los campamentosde refugiados afectados por la caída de la cooperación internacion<strong>al</strong>110 . Marruecos ha tratado de asociar esas movilizacioneso el secuestro de rehenes en los campamentos de Tindufen el desierto argelino –entre ellos dos españolas en octubrede 2011– a la creciente influencia de grupos yihadistas comoAQMI. A pesar de las medidas del Frente Polisario para mejorarla seguridad de sus campamentos y prevenir la influencias<strong>al</strong>afista en ellos, la f<strong>al</strong>ta de progresos políticos y el m<strong>al</strong>estarabren la puerta a una radic<strong>al</strong>ización de los sectores más jóvenes.Su distanciamiento de la causa saharaui podría facilitarsu integración en las milicias yihadistas de AQMI –una situación que hasta ahora no seha verificado de forma empírica (a pesar de las afirmaciones de Marruecos, no figurancombatientes saharauis entre los identificados en los frentes de Levante)– o en gruposdelictivos dedicados a los tráficos ilícitos.Hasta ahora, España ha mantenido una posición sobre el Sahara Occident<strong>al</strong> en laque han influido más los factores jurídicos y emocion<strong>al</strong>es asociados a la autodeterminacióndel pueblo saharaui que los intereses políticos, económicos y de seguridadasociados a las relaciones bilater<strong>al</strong>es con Marruecos. También ha influido el temor a112109España apoyó a Marruecos frente a la iniciativa estadounidense de ampliar el mandato de laMINURSO a la vigilancia de los derechos humanos en abril de 2013 (Marruecos canceló en repres<strong>al</strong>i<strong>al</strong>as maniobras African Lion con EEUU). El presidente francés apoyó a Marruecos pero hizo ver que supostura estaba condicionada a contrapartidas económicas (España adelantó a Francia en 2012 comosocio comerci<strong>al</strong>).110El secretario gener<strong>al</strong> de Naciones Unidas an<strong>al</strong>iza las últimas manifestaciones y la insatisfacción enlos campamentos en su informe <strong>al</strong> Consejo de Seguridad sobre MINURSO (S/2014/250 de 10 de abril).


Intereses económicos y políticosque elegir cu<strong>al</strong>quiera de las opciones posibles –independencia, statu quo o autonomía–enemistaría a España irreversiblemente con <strong>al</strong>guna de las partes enfrentadas. A corto plazo,y mientras las posiciones de Argelia, Marruecos y el Frente Polisariose mantengan, la capacidad de influencia española en el resultado delconflicto es limitada y sus iniciativas se restringen a fomentar medidasque <strong>al</strong>ivien las reclamaciones de la población saharaui en materia dederechos humanos y libertades. Alternativamente, se deberían explorarnuevas iniciativas en campos no sensibles como el desarrollo, elturismo o la cultura y educación en español 111 , que puedan resultarbeneficiosos para las poblaciones saharaui, marroquí y argelina.A más largo plazo, tanto si se produce un cambio de posición en<strong>al</strong>guna de las partes implicadas como si el pragmatismo aconsejavariar la posición tradicion<strong>al</strong> española primando las relaciones conMarruecos, cu<strong>al</strong>quier decisión que afecte a la población saharauiprecisará contar con una estrategia de comunicación que expliquede forma convincente las decisiones debido a la empatía con quecuenta la causa saharaui entre amplios sectores de la población española.Al cambio de percepción podrían contribuir factores comoel arraigo de población marroquí en los territorios ocupados, la f<strong>al</strong>ta de relevo generacion<strong>al</strong>en el Polisario, el cambio demográfico o la gestión de los campamentos deTinduf –donde han ido arribando emigrantes <strong>sahel</strong>ianos–, el retroceso del español ola dependencia económica saharaui de Marruecos. También contribuiría la coherenciainterna, en la medida que España favorece la autonomía frente a la independenciacomo vía para resolver las tensiones territori<strong>al</strong>es. Sin embargo, hoy por hoy es difícilque Marruecos y el Polisario puedan llegar a un acuerdo para promover un referéndumsobre una autonomía plena, creíble y con garantías sobre el Sahara.Desde el punto de vista económico, las oportunidades dependen de la solución delconflicto. La gestión de los recursos natur<strong>al</strong>es del Sahara Occident<strong>al</strong> es muy complej<strong>al</strong>eg<strong>al</strong>mente y genera numerosas incertidumbres y ventanas de conflicto. Cuenta con recursosrelevantes como los fosfatos, la pesca, las perspectivas de explotación de hidrocarburosy otros recursos renovables solares y eólicos, así como miner<strong>al</strong>es en la partedesértica. La participación en su explotación está limitada por la oposición de parte delParlamento Europeo a que entren productos agrícolas o fosfatos del Sahara Occident<strong>al</strong>bajo el Acuerdo de Libre Comercio UE-Marruecos y por la resistencia de movimientosactivistas como Western Sahara Resource Watch a que se expolien esos recursos.Algunas empresas españolas han sido acusadas de participar en la industria pesqueradel Sahara o de importar fosfatos, mientras otras interesadas en sectores como la111El Instituto Cervantes pretende establecer extensiones en El Aaiún y Tinduf para atender las necesidadesde la población saharaui, así como de las argelina y marroquí (ABC, 27/V/2014).113


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelenergía solar fotovoltaica o la eólica se abstienen de hacerlo para evitar esas acusaciones(Siemens afronta una campaña que denuncia su participación en un proyecto eólicoemplazado cerca de El Aaiún, en el que no quisieron participar empresas españolas).Por su parte, Marruecos no depende de los depósitos saharauis de fosfatos para liderar,junto a Rusia, el mercado internacion<strong>al</strong> y aproximadamente sólo el 10% de susexportaciones procede de las minas de Bu Craa y recurre a esos depósitos para cubrirpuntas de demanda o suplir a otros productores, lo que le permite actuar como swingproducer con mayor facilidad. La situación es distinta respecto a la pesca porque unaparte importante de los bancos pesqueros marroquíes se han ido desplazando hacia el<strong>sur</strong> por problemas de sobrepesca, y en la actu<strong>al</strong>idad los puertos del Sahara registran unporcentaje elevado de las capturas desembarcadas. La inclusión de la plataforma delSahara Occident<strong>al</strong> en el acuerdo pesquero con la UE ha planteado problemas recurrentescon los propios saharauis y con Estados miembros como Suecia, los Países Bajos yel Reino Unido, planteando una oposición <strong>al</strong> acuerdo pesquero UE-Marruecos firmadoen diciembre de 2013 y ratificado por Marruecos en julio de 2014.Tanto Marruecos como el Frente Polisario han concedido permisos de exploración dehidrocarburos como un medio de afirmar sus derechos e internacion<strong>al</strong>izar el conflicto (laslicencias del segundo sólo serían efectivas si se produce la independencia). Según la interpretacióndel Consejo de Seguridad de Naciones Unidas desde 2002 (S/2014/250, p.3),Marruecos puede conceder permisos de exploración, pero no de explotación, puesto queson las rentas derivadas de los recursos las que deben ser preservadas para la poblaciónhasta <strong>al</strong>canzar una solución <strong>al</strong> conflicto. Marruecos ha ofertado varios bloques de exploraciónen territorio saharaui a través de la Compañía Nacion<strong>al</strong> de Petróleos de Marruecos(ONHYM), aunque muchas empresas occident<strong>al</strong>es los han dejadoexpirar para evitar problemas leg<strong>al</strong>es (caso de Tot<strong>al</strong>, aunquese la ha acusado de encubrir su presencia mediante empresaschinas de prospección). Kosmos Energy tiene una licencia deexploración –operada por Cairn Energy– en el bloque offshore deCabo Bojador, <strong>al</strong> <strong>sur</strong> de las Islas Canarias (véase el Mapa 19).Marruecos ha concedido otras licencias de exploración onshoreen la cuenca de Tarfaya, a cab<strong>al</strong>lo entre Marruecos y el Sahara,con recursos de petróleo no convencion<strong>al</strong>; y de gas en Zag, en elnoreste, también en la frontera con Marruecos.114Es previsible que la presión internacion<strong>al</strong> sobre la explotación delos recursos natur<strong>al</strong>es del Sahara vaya en aumento en ausenciade una solución <strong>al</strong> conflicto. Esto no parece un problema económicodemasiado importante para España, que no tiene grandesintereses en territorio saharaui. Los siempre <strong>al</strong>udidos intereses pesqueros son en re<strong>al</strong>idadmuy margin<strong>al</strong>es para la economía española, y no parecen a la <strong>al</strong>tura de su eventu<strong>al</strong> costefuturo en términos de “Marca España” (mayor exigencia por ser la antigua metrópoli) yde perturbación de las relaciones económicas con Marruecos. Mientras, la cooperación<strong>al</strong> desarrollo, así como la enseñanza de la lengua española –que es co-ofici<strong>al</strong>–, deberíanseguir siendo el princip<strong>al</strong> vector de actuación entre España y la población saharaui.


Intereses económicos y políticosMapa 19. Kosmos Energy en Sahara Occident<strong>al</strong> y MarruecosFuente: www.kosmosenergy.com.2.2.5 MarruecosMarruecos goza de una situación política gener<strong>al</strong>mente estable, en comparación conotros países del Magreb y del mundo árabe. El monarca y su entorno juegan un papelcentr<strong>al</strong> en las decisiones que se toman en distintos ámbitos, que va más <strong>al</strong>lá de las grandesdecisiones de Estado y abarca con frecuencia la micro-gestión de asuntos cotidianos.Esa característica de la re<strong>al</strong>idad política marroquí genera tensiones entre los distintosactores dentro de Marruecos, así como disfunciones en el funcionamiento del Estado ysus instituciones. Asimismo, provoca con relativa frecuencia m<strong>al</strong>entendidos y conflictos–de mayor o menos intensidad– con países vecinos. España no escapa a ese tipo de situaciones,que suelen <strong>sur</strong>gir de forma imprevista y tienen un impacto considerable en lasopiniones públicas de uno o de los dos países (Amirah Fernández, 2013b).El monarca es la figura dominante en la escena política marroquí, con la colaboración desu entorno p<strong>al</strong>aciego (conocido como el majzen). El rey también actúa como “comendadorde los creyentes” (amir <strong>al</strong>-muminin), figura equiv<strong>al</strong>ente a la de guía espiritu<strong>al</strong> queha aportado legitimidad a la monarquía <strong>al</strong>auí de cara a sectores amplios de la población.Es de prever que esa fuente de legitimación se vea modificada en parte por los cambiossoci<strong>al</strong>es y cultur<strong>al</strong>es que afectan a <strong>al</strong>gunos sectores soci<strong>al</strong>es, sobre todo entre parte de lapoblación joven y urbana. A pesar de que la imagen que proyecta el monarca es la de undirigente querido por su pueblo, existe una insatisfacción soci<strong>al</strong> creciente con los procesospolíticos form<strong>al</strong>es, debido a la percibida incapacidad de los dirigentes marroquíes de mejorarlas condiciones socioeconómicas y de atajar m<strong>al</strong>es extendidos como la corrupción yla arbitrariedad del sistema judici<strong>al</strong>.115


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahel116Mientras que los datos macroeconómicos de Marruecos transmiten una imagen de estabilidad,eso no impide que exista un riesgo re<strong>al</strong> de que aumente el m<strong>al</strong>estar soci<strong>al</strong> sino mejoran las condiciones de vida de una manera visible. Tanto la renta per cápita (actu<strong>al</strong>menteinferior a 3.000 dólares anu<strong>al</strong>es) como las insuficientes tasas de crecimiento(2,7% en 2012) y los niveles de desigu<strong>al</strong>dad son fuentes potenci<strong>al</strong>es de conflicto. Porello, se hace necesario que el modelo de desarrollo impulsado en Marruecos <strong>al</strong>cance uncrecimiento mayor y más inclusivo, reduzca las desigu<strong>al</strong>dades de renta, mejore los serviciossoci<strong>al</strong>es y, sobre todo, combata el desempleo y el subempleo que afectan seriamentea las expectativas vit<strong>al</strong>es de la juventud.Los gobiernos marroquíes, tanto el actu<strong>al</strong> encabezado por el islamistaPartido Justicia y Desarrollo como sus sucesores, temenenfrentarse <strong>al</strong> riesgo de est<strong>al</strong>lidos soci<strong>al</strong>es provocados por el empobrecimiento,las desigu<strong>al</strong>dades y la f<strong>al</strong>ta de empleo. Por ello,se trata de mantener el gasto soci<strong>al</strong> en educación, sanidad yproyectos de infraestructuras y viviendas, cuyo objetivo es limitarla exclusión soci<strong>al</strong> y económica. Sin embargo, el gasto soci<strong>al</strong> seenfrenta a crecientes restricciones y vulnerabilidades debido <strong>al</strong>os elevados déficits fisc<strong>al</strong>es. Estos, a su vez, están forzando ellevantamiento progresivo de subsidios a la energía y a productosbásicos, medidas que resultan impopulares y tienen un costepolítico considerable. Mientras no aumenten los ingresos estat<strong>al</strong>es,no se ataje la ineficiencia de la burocracia y no se ponga coto<strong>al</strong> nepotismo y la corrupción, resultará difícil para el Gobiernomarroquí de turno mejorar los indicadores socioeconómicos <strong>al</strong>ritmo necesario para garantizar la estabilidad soci<strong>al</strong> y política 112 .La primera oleada de las revueltas anti-autoritarias árabes, iniciada a fin<strong>al</strong>es de 2010, notuvo un profundo impacto soci<strong>al</strong> en Marruecos, aunque sí provocó una acción preventivapor parte de P<strong>al</strong>acio mediante una reforma otorgada de la Constitución. La reforma refuerzael papel del primer ministro y del Parlamento, aunque la re<strong>al</strong>idad está demostrandoque ello no limita la influencia del monarca y de su entorno re<strong>al</strong>, que siguen marcando laagenda legislativa y controlan los “ministerios de soberanía” y puestos clave en los demásministerios. Es de prever que esa situación no se modifique, s<strong>al</strong>vo que <strong>sur</strong>ja un cambioabrupto del statu quo. Marruecos comparte la preocupación por la seguridad del Sahel,pero sus desavenencias con Argelia le impiden trabajar eficazmente en marcos region<strong>al</strong>escomo los de la Unión del Magreb Árabe, la Unión Africana (de la que no es miembro) yla Comunidad de Estados del Sahel-Sahara (CEN-SAD), a la que no pertenece Argelia.Marruecos recibe apoyo militar, antiterrorista y económico de EEUU, la UE y las monarquíasdel Golfo y se encuentra relativamente <strong>al</strong>ejado de los focos de desestabilizaciónyihadista de Libia o del Sahel y, además, cuenta con unas fuerzas de seguridad eficacesen la lucha contra el terrorismo.112El índice de transformación Bertelsmann (2014, p. 2) refleja un estancamiento en la transformaciónpolítica y económica marroquí, a pesar de las expectativas de cambio anunciadas entre 2011 y 2013.


Intereses económicos y políticosEspaña es el único país europeo con presencia territori<strong>al</strong> en el norte de África y, en consecuencia,con frontera terrestre con Marruecos. Esa re<strong>al</strong>idad, sumada a la intensidad dela agenda bilater<strong>al</strong> y la natur<strong>al</strong>eza diferente de los sistemas de gobierno, condicionan lasrelaciones entre España y Marruecos. Por otra parte, las relaciones entre ambos paísesvienen marcadas por la existencia de conflictos cíclicos, la riv<strong>al</strong>idad entre Marruecos yArgelia por la hegemonía region<strong>al</strong> y por la competencia entre Francia y España por ejercersu influencia en la región. La suma de esos factores hace que Marruecos disfrute de untrato preferenci<strong>al</strong> en las relaciones de España con el Magreb, a pesar de la existencia devarios contenciosos y de conflictos sin resolver a nivel bilater<strong>al</strong>. Ese trato preferenci<strong>al</strong> seve reflejado en la norma no escrita según la cu<strong>al</strong> el primer viaje ofici<strong>al</strong> de cada nuevo presidentedel Gobierno español se re<strong>al</strong>iza <strong>al</strong> reino <strong>al</strong>auí, <strong>al</strong>go que se repite desde principiosde los años 80.Durante décadas, las relaciones de España con el Magreb se han visto a través del prismade los intereses nacion<strong>al</strong>es vinculados a Marruecos, en lo que podría describirse comouna “relación obsesiva”. Las disputas territori<strong>al</strong>es ocupan un lugar centr<strong>al</strong> en las relacioneshispano-marroquíes. Existen todavía varias disputas pendientes, cuya resolución parecelejana incluso en aquellas épocas en las que las relaciones bilater<strong>al</strong>es son cordi<strong>al</strong>es.Marruecos reclama la soberanía de todas las posesiones españolas en el norte de África:Ceuta, Melilla y un conjunto de rocas y promontorios situados frente a la costa marroquí.La demarcación de las aguas territori<strong>al</strong>es entre ambos países constituye otra fuente deconflictos, como se det<strong>al</strong>la más adelante. Pero si existe una cuestión que mejor reflejael lado conflictivo de las relaciones hispano-marroquíes e hispano-magrebíes, ésta es elconflicto del Sahara Occident<strong>al</strong>.Numerosas cuestiones que afectan a las relaciones con Marruecosse consideran como parte de la política nacion<strong>al</strong> española, más quecuestiones pertinentes a las relaciones internacion<strong>al</strong>es (la inmigración,el Sahara Occident<strong>al</strong>, las posesiones españolas en el norte de África yel tráfico de drogas). Las percepciones juegan un papel muy importantea la hora de definir las relaciones entre ambos países, tanto a nivelsoci<strong>al</strong> como a nivel de la elaboración de políticas. España dedica ungran esfuerzo diplomático en su relación con Marruecos. No obstante,durante décadas, las relaciones hispano-marroquíes han seguidounas tendencias marcadas por grandes <strong>al</strong>tibajos que oscilan entre loscompromisos de amistad y buena vecindad hasta situaciones que hanpuesto a ambos países <strong>al</strong> borde de la guerra, t<strong>al</strong> como ocurrió en juliode 2002 con el est<strong>al</strong>lido de la “crisis de Perejil”, para volver despuésa una norm<strong>al</strong>idad aparente tras un breve periodo de tiempo. En elcontexto actu<strong>al</strong> no hay garantía <strong>al</strong>guna de que crisis semejantes no sevayan a repetir, en parte debido a lo imprevisible de <strong>al</strong>gunas decisionesque se toman en Rabat (Amirah Fernández, 2014a).En cuanto <strong>al</strong> Sahara Occident<strong>al</strong>, los gobiernos democráticos españoles han expresadodurante décadas su plena adhesión a las resoluciones de Naciones Unidas, <strong>al</strong> tiempoque mantenían una posición de “neutr<strong>al</strong>idad activa” en sus relaciones con las partes117


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelimplicadas. Todos los gobiernos españoles del periodo democrático se han visto atrapadosentre la presión de una opinión pública que apoya el referéndum de autodeterminaciónen el Sahara Occident<strong>al</strong> y la re<strong>al</strong>politik, desde la creencia de que ejercer una presiónexcesiva sobre la monarquía marroquí para que se adhiera a l<strong>al</strong>eg<strong>al</strong>idad internacion<strong>al</strong> podría debilitarla internamente provocandoincluso su caída. Semejante escenario llevaría a un periodode inestabilidad y posiblemente caos dentro del país, con gravesconsecuencias para España. El miedo a lo desconocido ha sidohábilmente utilizado por Marruecos para mantener el statu quoy recibir el apoyo de las potencias occident<strong>al</strong>es en su posiciónrespecto del Sahara Occident<strong>al</strong>. A pesar de ser la antigua potenciacoloni<strong>al</strong> del territorio saharaui, el margen de maniobra deEspaña para solucionar el conflicto es bastante limitado debidoa una serie de factores, t<strong>al</strong>es como una opinión pública internapredominantemente pro-saharaui (en todo el espectro ideológico),la persistencia de la riv<strong>al</strong>idad argelino-marroquí, los vetosque impone Marruecos y la ausencia –por el momento– de unaco<strong>al</strong>ición internacion<strong>al</strong> más amplia y neutr<strong>al</strong> que esté dispuestaa aplicar cu<strong>al</strong>quier acuerdo <strong>al</strong> que lleguen las partes.El control de los flujos migratorios es otro ámbito donde se haintensificado la interdependencia entre España y Marruecos 113 .Una interdependencia asimétrica porque Marruecos dispone demayor capacidad de influencia según como aplique los acuerdosde readmisión y según como vigile los accesos a las v<strong>al</strong>las y la s<strong>al</strong>ida de pateras, perointerdependencia, <strong>al</strong> fin y <strong>al</strong> cabo, porque Marruecos también depende de las iniciativasespañolas. Por un lado, la presión europea y la española han obligado a Marruecos aadoptar una política migratoria con estándares de derechos humanos parecidos a los delos anteriores, por lo que ha dejado de <strong>al</strong>iviar su presión migratoria como en el pasado,endureciendo la represión contra los inmigrantes irregulares subsaharianos que acabanconvirtiéndose en residentes en su territorio o expulsándoles a Argelia por Oujda, cerca deMelilla (S. Montijano y Zaragoza, 2013). Al hacerlo, Marruecos ha visto cómo aumentany se consolidan las bolsas migratorias que atraviesan su territorio en dirección a Europa yreclaman de la UE y de España los fondos y la asistencia destinados a atención y repatriaciónde emigrantes ileg<strong>al</strong>es que necesitan como resultado de la adopción de una políticamigratoria más garantista. En lugar de ser una fuente de problemas como en el pasado,el control de la inmigración, y el de las fronteras en gener<strong>al</strong>, podría ser una fuente positivade interdependencia en el futuro.113Entre otros elementos de cooperación, y además de los acuerdos sobre inmigración mencionados, sellevan ahora a cabo patrullas mixtas terrestres, marítimas y aéreas, intercambio de ofici<strong>al</strong>es de enlace,ofici<strong>al</strong>es de enlace en los aeropuertos de Casablanca y Madrid, centros conjuntos de cooperación polici<strong>al</strong>en Tánger y Algeciras o encuentros a <strong>al</strong>to nivel (G 4, Ministerios y Direcciones Gener<strong>al</strong>es de los Cuerposy Fuerzas de Seguridad de ambos Estados).118


Intereses económicos y políticosLas relaciones económicas bilater<strong>al</strong>es están marcadas por una profunda asimetría. Condatos de 2012, el PIB de Marruecos supone <strong>al</strong>rededor del 7% del español. Marruecoses el destino del 1,65% de las exportaciones españolas y el origen del 1,16% de lasimportaciones, mientras que España es el primer socio comerci<strong>al</strong> marroquí con casi el20% de sus exportaciones y el 15% de sus importaciones (sin incluir el comercio atípicocon Ceuta y Melilla). España desbancó a Francia en 2012 como primer suministradorde Marruecos, lo que llevó <strong>al</strong> presidente francés a una fuerte ofensiva económicapara recuperar su preeminencia comerci<strong>al</strong>, generando cierto m<strong>al</strong>estar en el gobierno ylas empresas españolas. Respecto a los flujos inversores, España destinó a Marruecosapenas el 0,5% de sus inversiones extranjeras en el período 2007-2012, lo que representa el segundo stock de inversiones en el país,muy por detrás de Francia. Cuando se añade la asimetría dictada porla pertenencia de España a la UE, se encuentra una de las fuentesde debilidad de la relación bilater<strong>al</strong>: las relaciones asimétricas tienenventajas, pero sólo una gestión cuidadosa puede evitar que degenerenen problemas.Esa asimetría económica es lo que en re<strong>al</strong>idad subyace en el conceptode “colchón de intereses” desarrollado por la diplomacia española:en el caso hispano-marroquí, la lógica de aumentar el coste deoportunidad del conflicto no descansa tanto en las teorías ide<strong>al</strong>istasde la “paz liber<strong>al</strong>” (peace & trade) como en que en un contexto asimétricoel colchón siempre se espera más mullido del lado español; es decir, el costede oportunidad del conflicto siempre será mayor para Marruecos (20% de sus exportaciones,segundo origen de inversiones extranjeras, importantes flujos de cooperación <strong>al</strong>desarrollo…). Este enfoque presenta <strong>al</strong> menos dos problemas: confunde instrumentosy objetivos, y re<strong>al</strong>iza un análisis demasiado simplificador de una interdependencia cadavez más compleja.El primer problema es t<strong>al</strong> vez el más grave <strong>al</strong> degradar la economía <strong>al</strong> carácter deinstrumento (u objetivo intermedio) <strong>al</strong> servicio de las relaciones políticas. En los esquemasde “paz liber<strong>al</strong>” el aumento de la interdependencia económica es un objetivointermedio básicamente porque la liber<strong>al</strong>ización de los flujos económicos redundaen un mayor desarrollo económico, un fin deseable en sí mismo. Pero para que esedesarrollo económico genere apertura soci<strong>al</strong> y política hacen f<strong>al</strong>ta también medidaspolíticas, no sólo económicas, lo que es uno de los princip<strong>al</strong>es f<strong>al</strong>los de diseñodel entramado institucion<strong>al</strong> euromediterráneo. Por otro lado, el carácter meramenteinstrument<strong>al</strong> de las relaciones económicas suele conducir a la inconsistencia de lasmedidas. El mejor ejemplo es resistirse a la liber<strong>al</strong>ización agrícola <strong>al</strong> tiempo que sepersigue un acuerdo pesquero, promover un acuerdo de libre comercio mientras semantienen Ceuta y Melilla fuera de la Unión Aduanera o apoyar la Unión por elMediterráneo (UpM) pero no a su Plan Solar. Esta inconsistencia en la instrument<strong>al</strong>izaciónde las medidas económicas es otra de las debilidades de la relación bilater<strong>al</strong>.El exceso de simplificación se manifiesta en varios aspectos. Primero, Marruecos representósólo el 1,65% de las exportaciones españolas en 2012 pero por un v<strong>al</strong>or de119


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahel5.300 millones de dólares, apenas 1.000 millones de dólares menos que la suma deexportaciones españolas a China y Brasil. En la actu<strong>al</strong>idad hay un millar de empresasespañolas inst<strong>al</strong>adas en Marruecos y detrás del gran crecimiento de las exportacionesespañolas <strong>al</strong> país está la actividad de numerosas PYMES. Segundo, Marruecos es unsocio natur<strong>al</strong> de España por cercanía geográfica y existencia de ventajas comparativascomplementarias en un marco comerci<strong>al</strong> euromediterráneo establecido. Tercero,incorporar a Marruecos a la frontera de producción española redunda en gananciasde eficiencia de las que ya dependen <strong>al</strong>gunas empresas españolas desloc<strong>al</strong>izadasen el país, pero que podría tener mucho más recorrido en el futuro, por ejemplo enagricultura y energías renovables. En gener<strong>al</strong>, el enfoque español ha tendido a serdefensivo, sobreestimando la competencia en <strong>al</strong>gunos sectores e infrav<strong>al</strong>orando lacomplementariedad en los restantes. Estos son precisamente los puntos fuertes dela relación económica bilater<strong>al</strong>: mercados relevantes pese a su asimetría, cercaníageográfica, marco institucion<strong>al</strong> euromediterráneo y ventajas comparativas complementarias.Todos ellos son fort<strong>al</strong>ezas básicamente estructur<strong>al</strong>es.Para Marruecos, el deterioro de la situación en el Sahel y África Occident<strong>al</strong> presentariesgos evidentes porque lleva años intentando diversificarse económicamente haciaÁfrica Subsahariana, en busca de los mercados que la f<strong>al</strong>tade integración magrebí le niega. Pese a que las cifras hansido modestas, el crecimiento del continente y el posicionamientomarroquí empiezan a dar sus frutos, por ejemplo medianteoperaciones significativas de triangulación de Españay Francia con los países del África Occident<strong>al</strong> (un ejemploclaro es la can<strong>al</strong>ización de operaciones del Banco de Santanderhacia su participado Attijariwafa Bank). Un deterioro económicoprolongado de la región podría reducir la ventana de diversificacióngeográfica marroquí, <strong>al</strong>go que iría en contra de losintereses económicos españoles.120La “europeización” –o no– de las relaciones bilater<strong>al</strong>es, asícomo los límites de esa estrategia, es otro de los debatesrecurrentes en España acerca de Marruecos. Se trata de undebate en buena medida estéril porque lo relevante es la formade aplicarla. Cuando España ha recurrido a transferir suspreferencias económicas directas, ha pecado de inconsistenteproyectando <strong>al</strong> mismo tiempo preferencias cooperativasy proteccionistas, chocando con las preferencias de la UE yapareciendo como el mentor de obstáculos que compartíanotros Estados miembros. En re<strong>al</strong>idad, la “europeización” noes una opción, sino una institucion<strong>al</strong>idad a gestionar. A diferencia de lo que ocurrecon países como Argelia y Libia, la UE sí proporciona incentivos adecuados para laspreferencias marroquíes, que buscan sobre todo poder exportar, recibir inversiones yturistas, y obtener mejores condiciones de movilidad de la mano de obra. Por eso elmarco económico euromediterráneo, a pesar de sus carencias, proporciona estabilidada la relación bilater<strong>al</strong>.


Intereses económicos y políticosEspaña también ha utilizado vectores económicos nada –o poco–europeizados, como la cooperación <strong>al</strong> desarrollo o la inmigración,para proyectar sus preferencias económicas <strong>al</strong>lí donde los instrumentoscomunitarios no las recogían de manera suficiente. Peropara el conjunto de las relaciones económicas, parece que la políticaeuromediterránea ofrece can<strong>al</strong>es suficientes para la gestiónde la interdependencia económica hispano-marroquí (incluso paraCeuta y Melilla que se encuentran fuera de la Unión Aduanera, suentrada en ella europeizaría parci<strong>al</strong>mente la dimensión económicade una situación sobre la que se volverá más adelante).La UE representa más del 70% de las exportaciones marroquíesy un porcentaje semejante de sus importaciones, lo que reflejauna asimetría de capacidad de influencia. Como Estado miembro,España tiene una capacidad limitada de imponer sus preferencias,por ejemplo, en materia de política comerci<strong>al</strong> comunitaria para losproductos agrícolas marroquíes. Dentro de esa asimetría, Españaparece relativamente más eficaz a la hora de bloquear medidas deinterés económico para Marruecos como el comercio agrícola que depromover actuaciones de interés mutuo, aunque discutibles, comoel acuerdo pesquero.Las nuevas negociaciones comerci<strong>al</strong>es entre la UE y Marruecos pretenden concretarel vago contenido del Estatuto Avanzado <strong>al</strong>canzado en 2008, cuyo desarrollo eimplicaciones han pasado inadvertidos hasta el momento para los operadores económicos114 . Este nuevo paso sigue la senda de otros acuerdos comerci<strong>al</strong>es de últimageneración firmados por la UE que se extienden a los aspectos normativos einstitucion<strong>al</strong>es. La agenda negociadora abarca las normas de acceso a los mercadospúblicos, la política de competencia, la normativa sanitaria y fitosanitaria, así comola de propiedad industri<strong>al</strong> e intelectu<strong>al</strong>, el marco institucion<strong>al</strong> de los movimientos decapit<strong>al</strong> y sus rendimientos, o la facilitación del comercio y de los trámites aduaneros.El objetivo último consiste en equiparar, progresivamente, las condiciones de acceso<strong>al</strong> Mercado Único de Marruecos a las de sus otros participantes, (sin poder participaren sus decisiones), <strong>al</strong>go semejante a lo que ya ocurre con Noruega o, de manera másselectiva, con Suiza. Es evidente que profundizar en los aspectos normativos puede114El 1 de marzo de 2012 se completó el desmantelamiento arancelario iniciado por Marruecos en 2000en el marco del Acuerdo de Asociación Marruecos-UE, que incluye un Acuerdo de Libre Comercio (ALC)cuyas fases transitorias terminaron en 2012 (el grueso de las exportaciones industri<strong>al</strong>es marroquíes entr<strong>al</strong>ibre de derechos arancelarios en el mercado comunitario desde 1976). El 1 de octubre de 2012 entróen vigor el Acuerdo Agrícola UE-Marruecos y el 1 de noviembre de 2012 el de la prevención y resoluciónde diferencias comerci<strong>al</strong>es del Acuerdo de Asociación. Prosiguen las negociaciones sobre la liber<strong>al</strong>izaciónde los servicios, que incluye asuntos centr<strong>al</strong>es como la libertad de establecimiento.121


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelreducir los costes de transacción del comercio bilater<strong>al</strong> y, sobre todo, modernizar elmarco institucion<strong>al</strong> de la economía marroquí mediante su “europeización”. Todo loque redunde en una mayor capacidad de gestión de las relaciones bilater<strong>al</strong>es –porejemplo, la solución de diferencias comerci<strong>al</strong>es– será positivo para España. El problemaes profundizar sin completar, la otra aspiración de Marruecos y la UE. Paraasegurar el libre comercio, éste debe extenderse primero a la agricultura –lo que elacuerdo agrícola vigente impide– y luego a los servicios, cuyas negociaciones estánen curso pero que difícilmente facilitarán la movilidad de la mano de obra 115 . Profundizares importante, pero completar es lo que hace quela profundización sea verdaderamente relevante.En suma, una vez en pleno vigor el Acuerdo de Libre Comercioy superado el escollo de los últimos acuerdos agrícolay pesquero, los vectores de negociación se centran en laprofundización del Acuerdo y en las negociaciones sobre lamovilidad de la mano de obra. No obstante, también requeriránla atención española en el medio plazo cuestiones comola inclusión de Marruecos en el Tratado de la Comunidadde la Energía o nuevas negociaciones agrícolas y de pesca.Construir un modelo de integración creíble y reconocible par<strong>al</strong>os operadores económicos (ALC, participación en el EspacioEconómico europeo e, incluso, en la Unión Aduanera) conhorizontes tempor<strong>al</strong>es claros debería constituir una prioridadde la relación bilater<strong>al</strong>, pues obrará en favor de las preferenciasespañolas 116 . Sin embargo, la infra-especificación y vaguedadde los conceptos europeos de vecindad, Unión por el Mediterráneo y estatutoavanzado generan incertidumbre acerca de su capacidad de integración y anclajeeconómico para con Marruecos, <strong>al</strong> igu<strong>al</strong> que para los demás vecinos del Sur.Los problemas de la pesca y de la competencia agrícola –particularmente los tomates–han dejado un poso que ha hecho difícil superar la lógica de la competencia yexplorar la de la complementariedad. Afortunadamente, conforme ambos vectoreshan ido perdiendo importancia relativa frente a otros, como los flujos industri<strong>al</strong>ese inversores, la desloc<strong>al</strong>ización (también agrícola y pesquera) y el desarrollo delcomercio intrafirma, su sensibilidad se ha ido aminorando muy lentamente. Sin embargo,la renuencia española a liber<strong>al</strong>izar la agricultura, especi<strong>al</strong>mente en el actu<strong>al</strong>contexto de crisis económica y de empleo, sigue planteando obstáculos <strong>al</strong> desarrollo115El modo 4 de prestación de servicios (terminología OMC) supone el desplazamiento del prestadordel servicio <strong>al</strong> país donde t<strong>al</strong> servicio se presta, y se ha planteado aplicarlo a temporeros de los sectoresa agrícola y de hostelería.116Nótese que la petición de Marruecos de integrarse en la Unión Aduanera siguiendo el modelo deTurquía fue fin<strong>al</strong>mente desestimada, en parte por el Acuerdo de Libre Comercio que Marruecos firmó conEEUU. Una Unión Aduanera con Marruecos tendría todo el sentido geoeconómico y no puede descartarsea más largo plazo, lo que plantea retos adicion<strong>al</strong>es <strong>al</strong> actu<strong>al</strong> encaje económico de Ceuta y Melilla.122


Intereses económicos y políticosde la cooperación en otros sectores. Más que un problema re<strong>al</strong>, la liber<strong>al</strong>izaciónagrícola se ha convertido en un estigma de la relación bilater<strong>al</strong>, pues los estudiosre<strong>al</strong>izados estiman un impacto limitado sobre la agricultura española en contrapartidaa un efecto tractor sobre otros sectores como el agroindustri<strong>al</strong>, el transporteo la distribución, entre otros. En cambio, la pesca prácticamente ha desaparecidodel listado de puntos c<strong>al</strong>ientes de la relación bilater<strong>al</strong> y su impacto reducido casi<strong>al</strong> ámbito loc<strong>al</strong>; <strong>al</strong>go semejante podría pasar con la agricultura en el medio plazo.El nuevo Acuerdo Agrícola UE-Marruecos, en vigor desde 2012, amplía la liber<strong>al</strong>izaciónagrícola recíproca, aumenta tímidamente los contingentes de importación de losproductos sensibles para España, y extiende su ámbito a los productos de la pesca y <strong>al</strong>os productos transformados. Aunque no se modifican los c<strong>al</strong>endarios ni los precios deentrada –verdadera restricción a las exportaciones marroquíes–, ello no ha impedidolas habitu<strong>al</strong>es quejas por parte de los agricultores españoles 117 . Marruecos desearía,además de la ampliación de los contingentes, la rebaja de los precios, la aceleraciónde los c<strong>al</strong>endarios de entrada, y la participación en la Organización Común de Mercadode frutas y hort<strong>al</strong>izas. La ampliación de los contingentes arancelarios es la menos liber<strong>al</strong>izadoraporque una ampliación del 50% en el tomate haría descender las ventas delos productores comunitarios en un 0,43% y aumentar las ventas de Marruecos en el10,86%. En cambio, la eliminación de los precios de entrada reduciría las ventas comunitariasen un 5,7% y ampliaría las marroquíes en un 174,98%.La “arancelización” uniforme de los c<strong>al</strong>endarios de entrada tendríaun impacto semejante <strong>al</strong> anterior (Alvarez-Coque et <strong>al</strong>., 2007). Sila UE liber<strong>al</strong>izase unilater<strong>al</strong> y completamente el acceso <strong>al</strong> mercadoagrícola a sus socios mediterráneos, el efecto sobre la economía marroquísería un aumento del 1,48% del PIB por año y un impactosobre el empleo cercano a los 90.000 puestos de trabajo (FEMISE,2003). Ciertamente, las ventas de los productores europeos se resentiríanun 11% a lo largo de cinco años pero los costes, aunqueimportantes, parecen asumibles.El enfoque defensivo frente a la liber<strong>al</strong>ización agrícola sólo puedefrenar –aunque no revertir– el proceso y tiene un coste para lasrelaciones bilater<strong>al</strong>es muy superior a la significación económica(que no política) del problema. Ese estigma frena la cooperaciónno sólo en otros sectores, sino también en el mismo sector agrícolay agro-industri<strong>al</strong>. A medio plazo, las negociaciones deben afrontarse con un enfoquemás proactivo y menos obstruccionista en la perspectiva de un escenario de integraciónproductiva en el sector agrícola y agro<strong>al</strong>imentario euromediterráneo donde aEspaña le interesa explotar la complementariedad y donde tiene mucho que ofrecer (inversiones,tecnología, saber hacer, materi<strong>al</strong>es, logística, clusters agro-industri<strong>al</strong>es…).117A lo anterior hay que añadir que los exportadores marroquíes no son los únicos que deprimen losprecios de los productos hortofrutícolas españoles y que la deficiente estructura de cooperativas delsector coadyuva a su caída.123


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelEn materia de energía, Marruecos es uno de los países emergentes con un programamás ambicioso de energías renovables. España no importa hidrocarburos deMarruecos sino que le exporta electricidad, en parte generada en el <strong>sur</strong> de And<strong>al</strong>ucíacon renovables. Por supuesto también hay intereses energéticos españoles en elpropio Marruecos relacionados con los hidrocarburos, aunque mucho menos relevantesque con Argelia, Libia o Egipto: el tramo del gasoducto Magreb-Europa quediscurre entre la frontera con Argelia y el estrecho de Gibr<strong>al</strong>tar; una participación deEndesa del 32% en la centr<strong>al</strong> de ciclo combinado de 380 MW de Tahaddarty; y eldescubrimiento de gas en la zona exploratoria de Tánger-Larache, a 40 kilómetrosde la costa de Marruecos en 2009, por Repsol y Gas Natur<strong>al</strong>.Las proyecciones de fuerte incremento de la demanda energética en Marruecos ofrecenoportunidades dimensionadas <strong>al</strong> tamaño de las empresas españolas, incluyendolas empresas de servicios energéticos como mantenimiento,aislamiento, inst<strong>al</strong>ación y operación de infraestructuras (engran parte PYMES). España y Marruecos cuentan con la únicainterconexión eléctrica operativa entre las riberas norte y<strong>sur</strong> del Mediterráneo, y Marruecos está sincronizado <strong>al</strong> sistemaeléctrico europeo (UCTE) precisamente gracias a su interconexióncon España. Red Eléctrica de España ha jugado ungran papel en esa sincronización y sigue trabajando en la delconjunto del anillo eléctrico euro-mediterráneo.Las energías renovables y la integración eléctrica representanoportunidades con un perfil poco conflictivo y abierto a lainnovación institucion<strong>al</strong>, tanto bilater<strong>al</strong> como euromediterránea.Este aspecto está además en línea con las preferenciasmarroquíes. El Plan Solar Marroquí pretende desplegar para2020 una capacidad solar de 2.000 MW en cinco emplazamientosdel país: Ouarzazate, Ain Bni Mathar, Foum Al Oued,Bojador y Sebkhat Tah. Las empresas españolas participande varios de estos proyectos. Además, Marruecos tiene unpotenci<strong>al</strong> eólico importante, sobre todo en la costa atlántica,en cuya explotación también participan empresas españolas.El objetivo del Gobierno es <strong>al</strong>canzar un 40% de su capacidadinst<strong>al</strong>ada renovable conjunta de generación eléctrica en2020. Junto a las numerosas provisiones sobre la participaciónde terceros países en proyectos conjuntos de interés europeo, la nueva Directiva2009/28 sobre energías renovables regula los mecanismos bajo los cu<strong>al</strong>es esos proyectosconjuntos pueden llevarse a cabo y, sobre todo, el régimen bajo el cu<strong>al</strong> puedenre<strong>al</strong>izarse dos tipos de importaciones de electricidad de origen renovable: física yvirtu<strong>al</strong>, esta última mediante transferencias estadísticas.124Para la electricidad generada con fuentes renovables importada de Marruecos, las medidasde flexibilidad no permiten las transferencias estadísticas. Sólo las importacionesfísicas de terceros países pueden computarse en los objetivos de aportación de las


Intereses económicos y políticosrenovables de los Estados miembros. Aunque la transferencia estadística con tercerospaíses queda excluida, la propia Directiva apunta que a las partes contratantes delTratado de la Comunidad de la Energía podrían serles de aplicación las mismas medidasde flexibilidad que a los Estados miembros, si así se decidiese. Y Marruecos es uncandidato claro a formar parte de aquélla o de una versión mediterránea de la misma,ya sugerida por la Comisión Europea.El Plan Solar Mediterráneo de la UpM, lanzado con grandes expectativasen par<strong>al</strong>elo a la iniciativa Desertec, ha ido languideciendoy perdiendo credibilidad y tracción, <strong>al</strong> igu<strong>al</strong> que esa iniciativa. Laconjunción de crisis financiera, fatiga del apoyo a las renovables enEuropa, y ausencia de un diseño normativo creíble y atrayente queofrezca perspectivas claras a países clave como España mantienelas incertidumbres en torno <strong>al</strong> proyecto. Pero una de las grandesre<strong>al</strong>idades geopolíticas energéticas de España es su cercanía a losrecursos renovables del norte de África, y la certeza de que en elfuturo la tecnología será capaz de aprovecharlos de manera cadavez más eficiente. Los gobiernos españoles parecen apostar todo <strong>al</strong>a situación estratégica de España como corredor eléctrico necesariodel proyecto, obviando la posibilidad de que los corredores conMarruecos sean exclusivamente virtu<strong>al</strong>es –por ejemplo, mediantetransferencias estadísticas de certificados verdes que computan enlos objetivos 20/20– en caso de adhesión del país <strong>al</strong> Tratado de laComunidad de la Energía o figura asimilada. Ante esa posibilidad, noparece conveniente –ni necesario– oponerse explícitamente <strong>al</strong> proyectoy arriesgarse a quedarse fuera del esquema.Marruecos y España se disponen a explotar las reservas de hidrocarburos frente aCanarias. Ambos han concedido licencias de exploración y aunque Marruecos hapresentado <strong>al</strong>gunas protestas, su oposición –inferior a la de Canarias– no pareceque vaya a afectar a las exploraciones a corto plazo. Según Repsol, que tambiénopera en Marruecos, se podrían producir cerca de 100.000 barriles diarios de crudoy reducir en un 10% las importaciones de petróleo. Las perforaciones se re<strong>al</strong>izaríana una profundidad asequible para las nuevas tecnologías de aguas profundas, y auna distancia media de 61 kilómetros de Canarias, del lado español de la medianacon Marruecos (véase el Mapa 20 adjunto) 118 . Sin entrar en las complejidades quesupone la ausencia de delimitación de las aguas territori<strong>al</strong>es, que en sí misma esuna de las grandes debilidades de la relación bilater<strong>al</strong>, la opción más sensata paraEspaña es considerarlo un asunto interno y explotar las reservas, en caso de que118En diciembre de 2013, Cairn Energy anunció que no había encontrado petróleo en la primeraprospección que re<strong>al</strong>izó en aguas marroquíes en Foum Draa (a la <strong>al</strong>tura de las cuadrículas 4-6 delMapa 16) en una perforación que llegó hasta 5.300 metros según ABC (23/XII/2013, p. 45). Perosí que lo encontró en la posterior en Cabo Juby Maritime 1, próximo a la zona Canarias 2 dondeexplora Repsol, según la misma fuente (11/III/2014).125


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelsean comerci<strong>al</strong>mente viables. Si lo son, la entrada en producción se dilatará muchoen el tiempo y, además, su viabilidad podría tornar la natur<strong>al</strong>eza medioambient<strong>al</strong>de la oposición canaria en otra de natur<strong>al</strong>eza política 119 .Mapa 20. Prospecciones de petróleo en Canarias y MarruecosFuente: www.abc.es/20120317/economia/abcp-gobierno-autoriza-busqueda-petroleo-20120317Fin<strong>al</strong>mente, otros de los obstáculos de las relaciones económicas bilater<strong>al</strong>es son eldeficiente entorno institucion<strong>al</strong> de los negocios que afecta a los contratos públicos,las diferencias comerci<strong>al</strong>es y la seguridad de inversiones. Las empresas españolastienen problemas relacionados con la seguridad jurídica, dificultades para resolverdiferencias comerci<strong>al</strong>es con sus socios o se ven postergadas en el mercado de contratospúblicos. Marruecos es un mercado complejo que requiere asesoramientoleg<strong>al</strong> y contable, así como la colaboración con socios loc<strong>al</strong>es y un conocimientoimportante del país. Es innegable la mejora en el entorno de los negocios en lasúltimas décadas y, más concretamente, en los últimos años, pero los progresos sonlentos e insuficientes y persisten los problemas relacionados con la corrupción ola f<strong>al</strong>ta de transparencia en las licitaciones. El marco regulatorio resulta poco previsibley estable y, en gener<strong>al</strong>, el riesgo país sigue siendo percibido como elevado.126119El Gobierno de Canarias y los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura recurrieron el R.D. 547/2012de 16 de marzo que contenía las medidas de protección que echó en f<strong>al</strong>ta el Tribun<strong>al</strong> Supremo ensu anulación del R.D. anterior. Esas medidas de protección deberían cubrir tanto los potenci<strong>al</strong>esvertidos de las prospecciones canarias, como los del lado marroquí y los de intenso tráfico de hidrocarburospor las aguas adyacentes: 12 millones de toneladas y 1.100 buques en 2012 (El País,8/XII/2013). Desestimado el recurso en junio de 2014, las autoridades canarias ha recurrido laautorización posterior del Ministerio de Industria y han convocado una consulta popular para decidirsobre las prospecciones petrolíferas que ha obligado <strong>al</strong> Gobierno español a presentar un recurso decompetencias ante el Tribun<strong>al</strong> Constitucion<strong>al</strong>.


Intereses económicos y políticosHay un elemento más sutil que el marco institucion<strong>al</strong>, y son los equilibrios deeconomía política. Marruecos es un mercado que mantiene sectores enteros pocoabiertos a la competencia, con una estructura oligopólica en la que las barrerasinform<strong>al</strong>es de entrada son muy importantes. Para los grandes proyectos de inversión,esas barreras se han levantado en <strong>al</strong>gunas ocasiones para atraer una actividadnueva y avanzar loc<strong>al</strong>mente en la curva de aprendizaje; pero una vez el socio loc<strong>al</strong>se ve introducido en el negocio ha intentado expulsar <strong>al</strong> socio extranjero del mercado.La opacidad de la vida económica está dominada por un número reducido degrupos empresari<strong>al</strong>es, lo que, unido a su escaso tamaño, permite un cierto controlde la actividad económica.En este contexto, la profundización del Acuerdo de Libre Comercio con la UE es lamejor manera de proyectar las preferencias económicas españolas en materia deacceso a los mercados públicos, transparencia, competencia, seguridad jurídica ymecanismos de solución de diferencias. La extensión del acervo comunitario en esasmaterias es un claro ejemplo de la “europeización” como mecanismo de modernizacióninstitucion<strong>al</strong>. Conforme Marruecos avance en ese proceso –y es probable quelo haga de forma lenta y gradu<strong>al</strong>–, los factores de riesgo tenderána disminuir y la integración de Marruecos en la frontera productivaespañola aumentará. Pero esa mayor interdependencia contarácon mecanismos de regulación estables e institucion<strong>al</strong>izadosque harán más sencilla su gestión. Respecto a la eventu<strong>al</strong> ofensivafrancesa por recuperar su posición de primer suministrador marroquí,cuanto más transparente y anclado <strong>al</strong> acervo comunitarioeuropeo sea el marco institucion<strong>al</strong> económico marroquí, menosinfluencia tendrían las presiones políticas francesas.2.2.6 ArgeliaArgelia ha atravesado la época de las revueltas árabes sin grandesdificultades. Al inicio de las movilizaciones, el Gobierno adoptómedidas socioeconómicas de control de precios, incrementos des<strong>al</strong>arios y ofertas de empleos y viviendas. También se ofrecieronreformas políticas como la revisión constitucion<strong>al</strong> o el incrementode la representatividad política de las mujeres, en las que se haavanzado, y se han mantenido con norm<strong>al</strong>idad elecciones loc<strong>al</strong>esen noviembre de 2013 y presidenci<strong>al</strong>es en abril de 2014. Lasituación de norm<strong>al</strong>idad se ha preservado, a pesar del paro y delas protestas por motivos labor<strong>al</strong>es o políticos, pero el Gobiernotiene dificultades para mantener las subvenciones, controlar elprecio de los <strong>al</strong>imentos, bajar el paro o reducir la inflación debido a la caída de lasrentas de la energía.Sobre la situación de estabilidad planea la sucesión del presidente AbdelazizBouteflika que en abril de 2013 sufrió un infarto y estuvo fuera de la vida políticadurante varios meses. La lucha por la sucesión y por evitar que el presidenteoptara a un cuarto mandato se acentuó durante su ausencia por enfermedad,127


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelque sus opositores aprovecharon para procurar que se activara la disposiciónconstitucion<strong>al</strong> (art. 88) que prevé la destitución por razones de s<strong>al</strong>ud. Detrás deestas maniobras estuvo la lucha por el poder que libra en la sombra el Ejércitoy su brazo político, el Frente de Liberación Nacion<strong>al</strong>, así como los servicios deinteligencia, especi<strong>al</strong>mente el Departamento de Seguridad e Investigación. Todoscomparten el deseo de evitar una guerra civil y la preocupaciónpor el crecimiento del islamismo radic<strong>al</strong>, aunquecada uno de ellos maniobra para preservar su influenciade cara <strong>al</strong> futuro.Apoyándose en el control de los aparatos de Justicia e Interior,la oposición aprovechó la enfermedad del presidentepara ocupar posiciones claves, incluida la dirección de lacompañía Sonatrach. A su regreso, el presidente recondujola situación y re<strong>al</strong>izó ajustes en su Gobierno, especi<strong>al</strong>menteen los ministerios de Defensa, Justicia e Interior, parademostrar su autoridad y asegurarse el control del procesoelector<strong>al</strong>. En particular, se esforzó por poner los procesos decorrupción bajo la Justicia Militar, en lugar de seguir bajoel control de la policía judici<strong>al</strong> que los había aireado contraprotegidos del presidente.Las actividades yihadistas en la Zona, especi<strong>al</strong>mente enM<strong>al</strong>i y Libia, han reforzado el papel de Argelia como interlocutorimprescindible para la seguridad region<strong>al</strong> en la medidaque tiene capacidad y experiencia en la lucha contra el yihadismo. Sin embargo,dispone de una agenda propia que le dificulta su relación con terceros estados yorganizaciones multilater<strong>al</strong>es. En el pasado no ha dudado en instrument<strong>al</strong>izar losmovimientos tuareg o sus acuerdos con AQMI en perjuicio de sus vecinos para preservarsu estabilidad o favorecer sus intereses energéticos (Bello, 2013, p. 12). Delmismo modo, se ha resistido a la injerencia externa en Libia o M<strong>al</strong>i para preservarsu influencia en la gestión de los conflictos region<strong>al</strong>es.128Las relaciones económicas bilater<strong>al</strong>es gozan de buena s<strong>al</strong>ud y tienen un gran potenci<strong>al</strong>,aunque España tiene mayor dependencia energética con Argelia que con ningúnotro país. El sector energético es también crítico para Argelia porque de él dependenel 98% de sus exportaciones, el 40% de su PIB y un 60% de sus ingresos fisc<strong>al</strong>es.En Argelia operan más de 200 empresas españolas, concentradas en los sectores dela energía, construcción, ingeniería, transporte ferroviario y servicios. La inversión selleva a cabo por las grandes empresas multinacion<strong>al</strong>es, a las cu<strong>al</strong>es siguen bastantesPYMES. Cómo muestran los Gráficos siguientes, las exportaciones españolas se hantriplicado entre 2006 y 2012, pasando de 1.000 a más de 3.000 millones de Euros,y sin duda podrían tener más recorrido. Un objetivo re<strong>al</strong>ista podría consistir en replicarla cifra de exportaciones a Marruecos o Turquía. Las importaciones españolas deArgelia están dominadas por los hidrocarburos. El Gráfico 11 muestra cómo Argeliasuministró en 2012 el 45% de las importaciones españolas de gas y casi el 3% de


Intereses económicos y políticoslas de petróleo. Tras la caída de 2009, el v<strong>al</strong>or de las importaciones de gas está denuevo en aumento con la entrada en funcionamiento del gasoducto Medgaz y Argeliaseguirá siendo en el período previsible el suministrador natur<strong>al</strong> de gas a España.Gráfico 11. Importaciones españolas de Argelia de gas natur<strong>al</strong> y petróleo entre 1995 y 2011Fuente: Datacomex (en millones de dólares).El potenci<strong>al</strong> económico hispano-argelino reside en su proximidad y en la relativa complementariedadde sus estructuras productivas y preferencias geoeconómicas. La interdependenciase manifiesta por definición en objetivos complementarios; por ejemplo,tanto Argelia como España están interesadas en invertir para aumentar la producción yexportación de hidrocarburos del primero, así como en desarrollar el corredor occident<strong>al</strong>del gas que une Argelia con Europa a través de España. La importancia estratégica deeste corredor se ha reforzado tras la crisis de Ucrania como <strong>al</strong>ternativa a los corredoresprocedentes de Rusia. Además, esa complementariedad geoeconómica es de natur<strong>al</strong>ezadiferente a la que mantienen España y Marruecos y, por tanto, redunda en unaintegración productiva más eficiente y menos conflictiva a nivel subregion<strong>al</strong>. Aunqueel potenci<strong>al</strong> más evidente reside en la interdependencia energética, las posibilidadesse extienden a la inversión, la construcción, otros contratos públicos y el comercio deservicios. Pero a pesar del dinamismo de <strong>al</strong>gunas empresas españolas en Argelia, losflujos de inversión parecen ir por detrás de la relación comerci<strong>al</strong> y todavía representanun porcentaje reducido de las inversiones españolas en el exterior.En los últimos años, y de manera reforzada por las mayores expectativas soci<strong>al</strong>es trasel “despertar” árabe, el Gobierno argelino ha aumentado la inversión pública con lo quelas oportunidades se extienden a todos los sectores. Las empresas españolas están bien129


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelposicionadas en casi todos los sectores de interés para el Gobierno argelino, desde lasenergías tradicion<strong>al</strong>es y renovables a la construcción y obras públicas, pasando por losservicios y la industria manufacturera. Sin embargo, y pese a las buenas relaciones bilater<strong>al</strong>es,la ausencia de un marco comunitario propicio y las complejidades de las políticaseconómica y energética argelinas limitan el potenci<strong>al</strong> de esas complementariedades.El primer elemento conlleva la renuencia de Argelia a completar la aplicación delAcuerdo de Libre Comercio con la UE y la incapacidad de ésta de ofrecer un encajeadecuado <strong>al</strong> país en la política energética exterior europea. Ambos dificultan elanclaje normativo de la economía argelina a la UE y la consistencia tempor<strong>al</strong> de supolítica económica. Argelia carece, por ejemplo, de Plan de Acción de Vecindad.Los obstáculos internos afectan negativamente a la inversión extranjera, como lanorma del 49/51 que impide a una empresa extranjera tener la mayoría de una sociedadargelina, condiciones fisc<strong>al</strong>es poco atrayentes (sobre todo, pero no sólo, enel sector energético) y un ecosistema institucion<strong>al</strong> y regulatorio deficiente, con problemasde corrupción y una protección insuficiente de los derechos de propiedad.Mapa 21. Infraestructuras energéticas argelinasFuente: US Internation<strong>al</strong> Energy Agency, WEO (2005:294)El ataque a la planta de In Amenas 120 en enero de 2013 tuvo implicaciones evidentespara la geopolítica de la energía en la región, ya que <strong>al</strong> acabar con la presunción deinvulnerabilidad de las inst<strong>al</strong>aciones energéticas argelinas, los yihadistas demostraronque podía actuar donde y cuando quisieran (apenas dos semanas después se130120In Amenas representa el cuarto complejo de gas argelino por nivel de producción. Está situada enla cuenca de Illizi, en el sudeste de Argelia y cerca de la frontera libia, muy próxima a otros camposdel sudeste argelino y de los grandes campos libios de Ghadames (véase el Mapa 21).


Intereses económicos y políticosregistró otro ataque en Bouira contra el gasoducto que une el norte del país con elcampo de Hassi R’Mel, el princip<strong>al</strong> del país, a pesar de las medidas de refuerzoadoptadas). Más <strong>al</strong>lá del deterioro de la percepción de seguridad por parte de lascompañías extranjeras, muy sensibles a la seguridad física de sus empleados, loque puede complicar la logística de su actividad a corto plazo, los ataques puedenafectar negativamente a futuros proyectos de exploración y desarrollo en las zonasdel país consideradas más expuestas. Argelia ya ha tenido dificultades recientementepara atraer a las compañías internacion<strong>al</strong>es a su sector energético, dadaslas limitaciones en las concesiones (que deben estar participadas mayoritariamentepor Sonatrach) y unas condiciones fisc<strong>al</strong>es poco atractivas. Esta necesidad se hacemás acuciante por el declive de la producción argelina de gas y las mayores presionespresupuestarias. La caída de la producción ha llevado <strong>al</strong> reciente anuncio porparte del Gobierno de un plan de inversiones en el sector de unos 80.000 millonesde dólares hasta 2014.El declive más claro se produce en petróleo: Argelia produjo en 2012 unos 1,2millones de barriles/día, un 1,3% menos que el año anterior. La producción de gasha sido más variable, pero el margen entre producción y consumo se ha venidoestrechando durante la última década, como se aprecia en el Gráfico 12. Hay quematizar que tanto la producción de petróleo como de gas crecerán en 2013-2014conforme entren en línea nuevas capacidades, como la inst<strong>al</strong>ación de procesado deEl Merk y trenes adicion<strong>al</strong>es de gas natur<strong>al</strong> licuado en Skikda y Arzew. A este panoramapoco h<strong>al</strong>agüeño se añade la situación de Sonatrach, un Estado dentro delEstado argelino, afectada por un escánd<strong>al</strong>o de corrupción que supuso la renovaciónde toda su cúpula directiva.Gráfico 12. Producción y consumo de gas en Argelia, 1970-2010Datos en miles de millones de m3 (billion cubic metres, bcm).Fuente: BP Statistic<strong>al</strong> Review, 2011.131


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelDe hecho, consciente de las dificultades de atraer a las compañías extranjeras, elGobierno llevaba meses anunciando la reforma de la Ley de Hidrocarburos y enviandomensajes, ciertamente contradictorios, acerca de una posible flexibilizaciónde las condiciones de inversión en el sector energético. No resulta casu<strong>al</strong> que pocosdías después del ataque a la planta, el Parlamento argelino aprobó por fin, esta vezde manera expeditiva, los largamente esperados cambios a la Ley de Hidrocarburosde 2005. El Gobierno interpretó (correctamente) que el ya de por sí desincentivadormarco regulatorio no podía mantenerse en un contexto de mayores riesgos –ycostes– de seguridad.Los princip<strong>al</strong>es cambios consisten en gravar a las compañías por sus beneficios, envez de por sus ingresos, y en que el Gobierno comparta <strong>al</strong>go del riesgo financiero delas compañías que inviertan en los recursos más complejos, como el gas no convencion<strong>al</strong>o los yacimientos offshore. No parece que esas modificaciones menores,que no afectan a la exigencia de mayoría de Sonatrach en los proyectos, supongaun <strong>al</strong>iciente suficiente para compensar el aumento de los riesgos de seguridad. Siésta se deteriora, la ventaja comparativa de Argelia se perdería frente a países concondiciones fisc<strong>al</strong>es y de propiedad mucho más atractivas, como por ejemplo Irako los países de África Occident<strong>al</strong>.El 10 de enero de 2013, pocos días antes del ataquea In Amenas, tuvo lugar en Argel la V Reunión de AltoNivel Argelia-España, centrada en comercio, inversionesy energía. El contenido económico orbitó <strong>al</strong>rededor de dosmemorandos de entendimiento sobre cooperación energéticay turismo, y un protocolo de acuerdo de cooperación industri<strong>al</strong>y de inversiones. Además, se firmó otro memorandopara facilitar la concesión recíproca de visados, una demandarecurrente de los empresarios de ambos países. La reunióntambién sirvió para ratificar tres acuerdos entre empresas españolasy argelinas para construir más de 50.000 viviendasen Argelia, así como para firmar varios acuerdos de cooperaciónen los sectores textil, del c<strong>al</strong>zado, la electrónica y laindustria papelera. Para próximas reuniones, España deberíaincluir en la agenda las cuestiones de seguridad y defensaque Argelia prefiere tratar de forma bilater<strong>al</strong>, aprovechandolas diferencias argelinas con Francia respecto a su estrategiade intervención region<strong>al</strong>.132La importancia de crear un clima bilater<strong>al</strong> favorable y de entendimiento entre ambospaíses para desarrollar las relaciones económicas resulta evidente. En el casode Argelia es aún más relevante porque, a diferencia de lo que puede ocurrir conMarruecos, el marco euro-mediterráneo no parece capaz de proporcionar can<strong>al</strong>esadecuados <strong>al</strong> potenci<strong>al</strong> existente. De hecho, otro de los retos compartidos hispano-argelinoses adecuar el nivel de las relaciones entre Argelia y la UE a la importanciageoeconómica del país. También a diferencia de Marruecos, la adopción


Intereses económicos y políticosdel acervo comunitario energético es inasumible para Argelia (como lo es para Rusia)porque supondría el desmantelamiento de su sector energético y Argelia ni siquiera hafirmado la Carta de la energía. Dado el peso de la seguridad energética de ambos paísesen las relaciones bilater<strong>al</strong>es, sería aconsejable mantener un diálogo fluido con Argeliaen los temas de seguridad y, desde luego, incorporarlos plenamente a la reflexión estratégicaespañola (Escribano, 2013a) acerca de la manera de gestionar su interdependenciaenergética con Argelia, pieza clave de la política energéticaexterior española (Escribano, 2012b). Ello implica elevar el nivelde las ambiciones económicas bilater<strong>al</strong>es, compensando el vectorenergético con el comerci<strong>al</strong> y el inversor, para que Argelia no sólo seael primer abastecedor de gas de España, sino también un socio comerci<strong>al</strong>e inversor de primer orden en el Mediterráneo, comparablea Marruecos o Turquía en la magnitud de las cifras pero diferenciadoconforme a la distinta natur<strong>al</strong>eza de las relaciones bilater<strong>al</strong>es.Desde la perspectiva energética, dos escenarios resultan preocupantespara España: un fuerte deterioro de la seguridad queacabe afectando a los suministros a corto plazo, y un declivecontinuado de la producción gasista que ponga en riesgo lossuministros a más largo plazo. De hecho, empresas españolascomo Repsol forman parte de ese esfuerzo para incrementar laproducción de hidrocarburos y mantienen proyectos importantesen el país, <strong>al</strong>gunos de los cu<strong>al</strong>es entrarán en producción en lospróximos años 121 . Dadas las complejidades del contexto político ysocio-económico argelino, parece relevante acompañar a Argeliapara que evite ambos escenarios. Para ello es fundament<strong>al</strong> tantocontrolar la situación de seguridad como proveer un marco contractu<strong>al</strong> más atractivo.Desde la perspectiva económica, está por ver hasta qué punto las recientesmodificaciones en la Ley de Hidrocarburos, y sobre todo la manera en que se apliquen(pueden dar lugar a cierta arbitrariedad, como se ha visto en casos recientes),bastarán para afrontar ese reto.2.2.7 TúnezEl país decano de las revueltas árabes no ha podido sustraerse a sus daños colater<strong>al</strong>esy en Túnez persiste la inestabilidad política sin un Gobierno estable desde entonces,aunque el consenso en torno a la nueva Constitución de 2014 ha reducidoel enfrentamiento político. Quizás por su mayor experiencia en afrontar los cambios,y tras las grandes movilizaciones de julio de 2013 tras el asesinato del diputadode la oposición, Mohammend Brahimi, el partido islamista en el poder Ennahdaoptó por sacrificar el liderazgo ganado en las urnas en beneficio de la concertaciónpolítica y la paz soci<strong>al</strong>. Sea por las divisiones internas de la co<strong>al</strong>ición en la que se121Argelia ha sido uno de los “h<strong>al</strong>cones” tradicion<strong>al</strong>es de la OPEP donde siempre ha mostrado suspreferencias por precios elevados debido a su escasa capacidad para aumentar significativamentesu producción y beneficiarse de cuotas OPEP más elevadas.133


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelapoyaba o por el riesgo de acabar derrocado como el Gobierno islamista de Egipto,los líderes del partido islamista Ennahda optaron por el pragmatismo y llegaron aacuerdos básicos con la oposición laica sobre presupuestos y sobre la Constitución.En junio de 2014 se pusieron de acuerdo para convocar elecciones legislativas enoctubre y presidenci<strong>al</strong>es en noviembre y diciembre (dos vueltas) con lo que el paísparece en vías de estabilización institucion<strong>al</strong>. Unas vías a las que España, individu<strong>al</strong>menteo junto a la UE, debería contribuir mientras esté abierta la ventana deoportunidad.Ahora los riesgos de desestabilización pueden venir de unos resultados elector<strong>al</strong>esque <strong>al</strong>teren el actu<strong>al</strong> equilibrio de fuerzas islamistas y secularistas, de que los sectoresvinculados <strong>al</strong> régimen anterior o a los movimientos religiosos más radic<strong>al</strong>esse resistan a los cambios económicos y políticos necesarios (a los que habría queañadir los sectores más reformistas si los cambios no se producen). Además, existeel riesgo de desestabilización debida a las milicias yihadistas que ha obligado <strong>al</strong>Gobierno a desplegar unidades militares para proteger las inst<strong>al</strong>aciones de gas y lasfronteras con Argelia y Libia, t<strong>al</strong> y como se ha descrito anteriormente. Un riesgo quejustifica las prórrogas sucesivas del estado de emergencia desde 2011.La interdependencia económica de España con Túnez esinferior a la que mantiene con Argelia o Marruecos. Unode sus princip<strong>al</strong>es vectores es el turismo, muy afectadopor la inestabilidad del país y que, pese a la recuperaciónde 2012, sigue perdiendo turistas. En el sector operan lascadenas hoteleras como Iberostar, Riu, Vincci y VIME y elnúmero de turistas españoles ha pasado de un máximo de140.000 en 2006 a unos 31.000 en 2012, con un mínimode unos 18.500 en 2011. El otro sector importante para lainversión española es el cementero, pero fuera de estos dossectores no hay grandes relaciones económicas que puedanconsiderarse estratégicas, y apenas hay 60 empresas presentesen el país. Túnez es relativamente importante desdela perspectiva comerci<strong>al</strong>, siendo el cuarto cliente de Españaen África, por detrás de Marruecos, Argelia y Egipto.134Al igu<strong>al</strong> que ocurre con Marruecos, Túnez es un exportadoragrícola importante a la UE pero, a diferencia de aquél, lacompetencia con España (aceite de oliva, frutas y verduras)no <strong>al</strong>canza gran nivel de conflictividad. Apenas la cuartaparte del territorio está cultivada y otro tanto se destina apastos. Alrededor del 10% de la tierra cultivable está irrigadatot<strong>al</strong> o parci<strong>al</strong>mente y las tierras no irrigadas padecen fluctuaciones crónicasen función de la pluviosidad (la erosión, desertificación y s<strong>al</strong>inización lleva añosafectando a las tierras cultivables). En noviembre de 2012 el país obtuvo un EstatutoAvanzado similar <strong>al</strong> marroquí en sus relaciones con la UE, lo que incluyeuna donación de unos 70 millones de euros por parte europea. A esa iniciativa se


Intereses económicos y políticosunen otras como un acuerdo en materia de aviación para estimular el turismo y unaasociación para la movilidad de la mano de obra. No obstante, no debe descartarseque el rechazo <strong>al</strong> programa de ajuste del FMI se extienda a las iniciativas de la UE,que deben ser matizadas en su contenido económico dada la percepción –bastanteacertada– de connivencia europea con el régimen anterior precisamente en cuestionescomo ésta. A este respecto, llama la atención el bajo perfil del Gobierno yla Asamblea constituyente sobre la cuestión del Estatuto Avanzado y sus implicacioneseconómicas, lo que puede cuestionar su legitimidad y carácter instrument<strong>al</strong>para promover la actividad económica y las reformas. Por ello, es importante queEspaña mantenga su interlocución sobre este asunto con las autoridades tunecinasy haga visible su compromiso con el proceso.Las oportunidades de inversión en Túnez son limitadas y se reducen a corto plazo.La inversión directa en el sector industri<strong>al</strong> se hundió un 45% en 2012, sobre unosresultados ya nefastos en 2011 122 . El país carece de los recursosnatur<strong>al</strong>es de sus vecinos. Aunque dispone de hierro y fosfatos, enlos que se basan las industrias petroquímica y met<strong>al</strong>úrgica, susreservas de hidrocarburos son reducidas y su producción tiende <strong>al</strong>declive. Las cuentas públicas siguen muy dañadas por la f<strong>al</strong>ta decrecimiento (déficit del 8% del PIB en 2012), y las reservas de divisassiguen bajo mínimos, situándose cerca del peligroso umbr<strong>al</strong> delos tres meses de importaciones (situación similar a la de Egipto), loque se ha acompañado de una depreciación del dinar. Lo anterior,unido a la inseguridad 123 afecta negativamente a la inversión quese encuentra a la espera de la evolución política y económica.En ausencia de oportunidades, la inestabilidad soci<strong>al</strong> es el princip<strong>al</strong>problema a corto plazo. Acuciado por la re<strong>al</strong>idad, el Gobiernosubió el 5 de marzo de 2013 un 7% los precios de los combustiblesy la electricidad, la segunda subida en seis meses, ocasionando una ola de protestas.Las subidas son inevitables y responden a la necesidad de reducir el grado desubsidio que recibe la energía y frenar la sangría en el gasto corriente que ello suponecon precios elevados del crudo. Junto a la elevada inflación (cerca del 6% en febrero),ello supone una fuerte erosión del nivel de vida de los tunecinos. El Gobierno tambiénsubsidia fuertemente los <strong>al</strong>imentos básicos con un mecanismo horizont<strong>al</strong> ineficientey, de hecho, regresivo soci<strong>al</strong>mente (sólo el 12% de los mismos llega a los hogares122Qatar fue el princip<strong>al</strong> inversor internacion<strong>al</strong> en 2012. Ayuda <strong>al</strong> país con préstamos e inversiones,entre los que destacan el proyecto de la refinería de Skhira y la financiación de viviendas soci<strong>al</strong>es.123Las revueltas de 2011 afectaron <strong>al</strong> mantenimiento del tramo tunecino del gasoducto Transmediterráneo(Enricco Mattei) y provocaron actos de vand<strong>al</strong>ismo y robo en empresas extranjeras. Lasucesión de huelgas posteriores afectó a la economía, especi<strong>al</strong>mente <strong>al</strong> sector energético a lo quehay que unir el riesgo de atentados en las zonas de producción del <strong>sur</strong> del país y de la frontera conLibia, donde actúan grupos yihadistas venidos de M<strong>al</strong>i (en julio de 2013 el Ejército se desplegó enel área montañosa de Chaamby, en el centro del país, donde se estaban concentrando).135


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelpobres), pero no pueden reducirse por cuestiones políticas, aunque recientemente subióel precio de la leche. También subió un 1% los impuestos sobre los s<strong>al</strong>arios y los delas bebidas <strong>al</strong>cohólicas, generando una nueva oleada de protestas entre la población.La inestabilidad afectaría directamente a los intereses turísticos españoles e, indirectamente,a la credibilidad del ecosistema económico y empresari<strong>al</strong> de la región.En consecuencia, es importante intentar acompañar la transicióntunecina con apoyo económico, pero no para aplicarcu<strong>al</strong>quier política económica. Es mejor que sean las institucionesespeci<strong>al</strong>izadas, como el FMI y el Banco Mundi<strong>al</strong>, lasque planteen las reformas explícitamente, y que sean ellaslas que concentren el rechazo de la población. Dado quela situación económica española –y europea– no permitentampoco considerar grandes paquetes financieros, la vía delajuste parece ineludible para Túnez. Está por ver cuál es elcoste elector<strong>al</strong> de la inexistencia de soluciones económicasdel Gobierno, de los ajustes que está obligado a re<strong>al</strong>izar ydel incumplimiento de sus promesas de prosperidad (situaciónsimilar a la de Marruecos y que, en Egipto, fue uno delos factores de la caída del Gobierno islamista).2.2.8 LibiaLibia no ha conseguido estabilizar su transición política nisu seguridad en los años transcurridos desde la caída delrégimen del coronel Gadafi. En los últimos meses se hanmultiplicado los as<strong>al</strong>tos, atentados o movilizaciones contr<strong>al</strong>as delegaciones diplomáticas, el Congreso Nacion<strong>al</strong> Gener<strong>al</strong>, el Ministerio del Interiory las comisarías de policía, así como contra infraestructuras críticas, aeropuertos,acueductos e inst<strong>al</strong>aciones petrolíferas. A lo anterior habría que añadirlos asesinatos selectivos contra representantes políticos y miembros de las fuerzasarmadas, unido a la proliferación de delincuencia en núcleos urbanos del <strong>sur</strong> y elnoroeste del país.136La transición política se ha venido abajo por múltiples factores. Por un lado, laLey de Aislamiento Político de mayo de 2013 destinada a marginar colaboradoresdel régimen de Gadafi se han acabado usando contra person<strong>al</strong>idades que habíancolaborado en su derrocamiento como el presidente del Congreso y el ministro delinterior (Amirah Fernández, 2013b). Los Hermanos Musulmanes no han conseguidoincrementar su influencia política ni sus votos, por lo que han ido optando porapoyarse en la fuerza de sus milicias –Escudo de Libia, seguida de Amanecer deLibia– para detentar el poder. También han prorrogado la vigencia del Congreso Nacion<strong>al</strong>Gener<strong>al</strong>, una asamblea constituyente que tenía el mandato de elaborar unaConstitución en febrero de 2014. El primer ministro Ali Zeidan perdió una mociónde confianza y dimitió en marzo de 2014. El Congreso Nacion<strong>al</strong> Gener<strong>al</strong> eligió aAhmed Maiteeq en mayo con el apoyo de las milicias islamistas de Misrata. A loshechos consumados de los islamistas reaccionaron las milicias de Zintan y las


Intereses económicos y políticosunidades armadas le<strong>al</strong>es <strong>al</strong> gener<strong>al</strong> Kh<strong>al</strong>ifa Hiftar que ocuparonen mayo la asamblea y forzaron unas elecciones en junio (tambiénconsiguieron que la Corte Suprema anulara la elección de Maiteeq).Las elecciones confirmaron el estancamiento político de los HermanosMusulmanes y su pérdida de influencia en beneficio de laAlianza de Fuerzas Nacion<strong>al</strong>es y de nuevos grupos emergentes.Los enfrentamientos armados de julio responden <strong>al</strong> nuevo juegode fuerzas políticas y militares. Las milicias s<strong>al</strong>afistas de Amanecerunieron sus fuerzas con las yihadistas de Ansar <strong>al</strong>-Sharia paraatacar Trípoli y Bengasi, creciendo el riesgo de una intervenciónexterna en medio de la evacuación de embajadas y expatriados 124 .Como espejo de la partición del país, existen dos legislativos ydos ejecutivos. Los islamistas prorrogaron la vigencia del antiguoCongreso y eligieron a Omar <strong>al</strong>-Hassi como primer ministro paraapoyar desde Trípoli la expansión de la co<strong>al</strong>ición Amanecer. Elresto reunió <strong>al</strong> nuevo parlamento electo en Tobruk (Consejo deRepresentantes) y han apoyado a Abdullah <strong>al</strong>-Thinni como primer ministro. Ambosgrupos compiten por el apoyo internacion<strong>al</strong>, sin que intentos de mediación comolos re<strong>al</strong>izados en España en septiembre hayan tenido éxito hasta el momento.El reparto de ingresos y subvenciones ha preservado la paz soci<strong>al</strong> pero quienes noparticipan en ellos o los ven en peligro tras la transición tratan de influir en las decisionesde forma pacífica o violenta. Los movimientos yihadistas o feder<strong>al</strong>istas sonhostiles a la presencia y asistencia occident<strong>al</strong> a la transición libia, una animosidadque se incrementa cada vez que llevan a cabo operaciones antiterroristas como laServ<strong>al</strong> francesa en M<strong>al</strong>i o la captura de miembros de <strong>al</strong>-Qaeda en Libia. En estascondiciones, se reducen las expectativas de contribuir a la reforma del sector dela seguridad en el país creadas por la asistencia bilater<strong>al</strong> y por misiones como lamisión EUBAM Libia de la UE (de los aproximadamente 250.000 milicianos, sólo6.000 han solicitado formar parte del nuevo ejército, 2.200 la policía de fronterasy 11.000 las Fuerzas de Propósito Gener<strong>al</strong> –Gaúb, 2013–). A la vista de lo anterior,parecería necesaria una centr<strong>al</strong>ización del poder, pero en una situación de inestabilidadcomo la descrita y con limitados recursos para imponerla, la centr<strong>al</strong>izaciónpodría provocar enfrentamientos armados entre facciones y territorios y acabar conel inestable equilibrio actu<strong>al</strong>. Por el contrario, se acentúa el riesgo de una fragmentaciónterritori<strong>al</strong> a corto plazo y un incremento de la inestabilidad política.124En agosto de 2014 se produjeron ataques aéreos sobre posiciones islamistas en el este del paísque fuentes abiertas atribuyeron a Egipto y Emiratos (New York Times, 25/VIII/2014), aunque éstospaíses no sólo no han confirmado la autoría sino que se han comprometido junto con los vecinos ano intervenir en Libia (posteriormente se han registrado nuevos ataques). Algunos líderes libios comoel gener<strong>al</strong> Hiftar han apelado a Naciones Unidas para intervenir. También en agosto, Marruecos,Argelia y Túnez pusieron sus tropas en <strong>al</strong>erta ante el riesgo de que <strong>al</strong>gunos de los yihadistas emplearan<strong>al</strong>guno de los aviones retenidos en el aeropuerto Trípoli para cometer atentados.137


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelAl igu<strong>al</strong> que ocurre con Argelia, los hidrocarburos han dominado la economía libiadesde los primeros descubrimientos de petróleo en 1959 125 . En los últimos añoshan representado <strong>al</strong>rededor del 95% de sus exportaciones, el 80% de los ingresospúblicos y más de la cuarta parte del PIB en un país en que las tres cuartas partesde la población activa estaban empleadas en el sector público. Las importacionesde petróleo y de gas son, en la misma medida, también los princip<strong>al</strong>es vectoresgeoeconómicos hispano-libios en los que se centra el análisis. No obstante, hay queres<strong>al</strong>tar el potenci<strong>al</strong> de exportación de bienes y servicios desde España, incluyendoservicios públicos y construcción y gestión de todo tipo de infraestructuras, desdetransportes a hospit<strong>al</strong>es pasando por tecnologías para el control de las fronteras. Esun país en el que está casi todo por hacer y España debe jugar la baza de la diversificaciónen Libia para evitar su excesiva dependencia económica de otros países.Desde la perspectiva energética, la Libia post-Gadafi se enfrenta a los retos de recuperarsu nivel de producción, optimizar las rentas procedentes de sus hidrocarburosy establecer mecanismos contractu<strong>al</strong>es y de distribución transparentes de dichasrentas (Escribano, 2011c). Respecto a la seguridad, las inst<strong>al</strong>acionesenergéticas puedan protegerse de manera puntu<strong>al</strong>asumiendo mayores costes, pero sin una mejora de laseguridad gener<strong>al</strong> no llegarán nuevas inversiones ni el person<strong>al</strong>de las compañías. La experiencia iraquí muestra quela industria no puede funcionar de manera autónoma y quela estrategia de convertir las inst<strong>al</strong>aciones energéticas enenclaves seguros aislados tiene serias limitaciones logísticas(aprovisionamiento de materi<strong>al</strong>, transporte de productos yperson<strong>al</strong>, <strong>al</strong>ojamiento…) y de protección (público, privado,coordinación…). Debe también diferenciarse por tipo de infraestructurasy su loc<strong>al</strong>ización geográfica, que determinanel gradiente de vulnerabilidad. Las inst<strong>al</strong>aciones más sencillasde asegurar son los campos offshore de gas y petróleo,seguidos de las refinerías de la costa y sus inst<strong>al</strong>acionesasociadas de <strong>al</strong>macenamiento y termin<strong>al</strong>es de exportación.La proliferación de milicias y la f<strong>al</strong>ta de capacidad del Gobiernopara garantizar la seguridad de las inst<strong>al</strong>aciones generafenómenos recurrentes de enfrentamientos entre milicias125La magnitud de las reservas, su c<strong>al</strong>idad, bajo coste de extracción y cercanía a los mercados europeoshan convertido a Libia en un actor importante del escenario energético mediterráneo. En 1962se adhirió a la OPEP y en 1967 ya era el cuarto exportador mundi<strong>al</strong> de crudo, con una producción de3,5 millones de barriles/día (mbd), nivel que nunca recuperó tras el embargo derivado del atentadode Lockerbie. En 2010, antes de la revolución que derrocó a Gadafi, Libia era el 12º exportadormundi<strong>al</strong> de crudo y producía unos 1,55 mbd, según datos de la Agencia Internacion<strong>al</strong> de la Energía,contando con las mayores reservas de petróleo de África y abundantes reservas de gas natur<strong>al</strong>.138


Intereses económicos y políticospara hacerse con el pago de la prestación de seguridad, controlar la producción,bloquear las plataformas de exportación o vender ileg<strong>al</strong>mente el petróleo (en marzode 2014, fuerzas de EEUU detuvieron a un petrolero norcoreano que escapó delas autoridades libias con una carga ileg<strong>al</strong>). Incidentes de este tipo han reducidolos niveles de producción y exportación de gas y petróleo (la producción media en2012 fue de 1,4 mbd, el objetivo del Gobierno para fin<strong>al</strong>es de 2013 era producir1,7 mbd pero las milicias le<strong>al</strong>es <strong>al</strong> Gobierno redujeron la producción a 200.000barriles diarios). En la situación actu<strong>al</strong>, la mayor parte de la producción energéticase encuentra bajo control de los grupos le<strong>al</strong>es <strong>al</strong> Consejo de Representantes, aunquelos islamistas y opositores controlen las princip<strong>al</strong>es ciudades libias. El controlfísico de la producción y jurídico de las transacciones ha permitido incrementar laproducción en septiembre de 2014 hasta los 900.000 barriles diarios.Los campos de petróleo y gas del este del país, que incluyen los grandes campospetrolíferos de Sarir y Mesla, así como los de Al-Hamra, situados <strong>al</strong> <strong>sur</strong> de Trípoli,y todo su conjunto de infraestructuras de acompañamiento, presentan mayor gradode vulnerabilidad <strong>al</strong> estar más lejos de la costa y aislados en zonas desérticas. Perola situación de seguridad más complicada probablemente se da en los campos deMurzuk, situados <strong>al</strong> <strong>sur</strong>oeste del país, cerca de Níger y de territorio tuareg y objetivoplausible para ataques re<strong>al</strong>izados desde dicho país o M<strong>al</strong>i, como ocurrió en InAmenas y en la planta nuclear de Areva (esos campos son precisamente donde seubican las concesiones explotadas por Repsol). Los oleoductos y gasoductos queunen los campos del interior con la costa a través de kilómetros de desierto sonvulnerables a los sabotajes, tanto mayor cuanto más <strong>al</strong> <strong>sur</strong>, más cerca de <strong>al</strong>-Qaedaen el Magreb Islámico y de sus rutas.Mapa 22. Infraestructuras energéticas en LibiaFuente: US Energy Information Administration (2011), “Facts on Libya: oil and gas”, febrero.139


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelDesde el punto de vista de la gobernanza de los recursos, lagestión del sector energético libio y la redistribución de lasrentas son retos que afronta el país a corto plazo. De él dependetambién el futuro posicionamiento de las diferentescompañías internacion<strong>al</strong>es en el sector energético libio. Lascompañías internacion<strong>al</strong>es, incluyendo a Repsol, precisanque se consoliden las instituciones y los interlocutores clavedel país, como los responsables del Ministerio del petróleoy de la compañía nacion<strong>al</strong> libia. De momento parecenaminorarse las posibilidades de desestabilización interna yno se han conocido casos de competencia en la asignaciónde licencias. A medio plazo, los mecanismos y condicionescontractu<strong>al</strong>es que se apliquen en el futuro para otorgar lasnuevas concesiones o, eventu<strong>al</strong>mente, renegociar los contratosexistentes, así como la manera en que las rentas delas exportaciones de hidrocarburos repercutan en la población,definirán en gran medida la evolución del país. El Gobiernoha afirmado que respetará los contratos existentes,pero se ha reservado la posibilidad de revisar aquellos enque se descubran indicios de corrupción, lo que deja unmargen de discrecion<strong>al</strong>idad bastante amplio. En todo caso, la prioridad ahora esaumentar la producción y para ello necesita que las compañías extranjeras operenen el país, y la mejor manera de hacerlo es en el marco de los contratos existentes.Las revisiones o los términos de las nuevas concesiones empezarán a plantearseconforme ese objetivo se <strong>al</strong>cance y se clarifique la gobernanza del país.Sin duda, de ello dependerá el desarrollo económico futuro de Libia. La recuperaciónde una parte importante de la producción y los primeros esfuerzos de reconstrucciónimpulsaron el crecimiento del PIB por encima del 10% en 2012. Lasprevisiones del Economist Intelligence Unit (2013b) apuntan a un fuerte aumentodel sector no petrolero, con crecimientos superiores <strong>al</strong> 15% en los próximos añosdebido a la reconstrucción y el aumento de la demanda privada. Respecto a laeconomía, el país presenta la situación macroeconómica más holgada de la región(Escribano, 2013b) pero, sin embargo, carece de instituciones económicas y demercados completos y eficientes. El Banco Centr<strong>al</strong> del país ha reconocido la necesidadde llevar a cabo una profunda reforma financiera, para lo que también hasolicitado la ayuda del FMI que ha advertido de la necesidad de reformar el sectorpúblico, plagado de corrupción, derroche y trabajadores “fantasmas”.140Libia representa para España un abastecedor energético muy importante y un mercadonatur<strong>al</strong> de gran potenci<strong>al</strong>, probablemente sólo por detrás de Argelia en potenci<strong>al</strong>de crecimiento dados los niveles relativamente bajos de intercambios económicosque, fuera del sector energético, se dan en la actu<strong>al</strong>idad. Respecto a losintereses empresari<strong>al</strong>es energéticos, además de los campos de Repsol en Murzuk,debe considerarse la termin<strong>al</strong> de licuefacción de Marsa el Brega desde la que secan<strong>al</strong>izan las exportaciones libias de gas natur<strong>al</strong> licuado, dirigidas íntegramente hacia


Intereses económicos y políticosEspaña y hoy todavía par<strong>al</strong>izadas. Esta planta, que operaba ya muy por debajo desu capacidad desde el embargo, constituye una fuente de diversificación natur<strong>al</strong>para los aprovisionamientos de gas natur<strong>al</strong> de España. Situada en el Golfo de Sirte(véase el Mapa 23), no ha recibido ninguna modernización desde su construcciónen 1970 y resultó dañada durante la guerra, por lo que presenta una oportunidadpara su reconstrucción y mejora.El mayor riesgo económico parece radicar en que el deterioro de la seguridad perturbeel desarrollo de ese potenci<strong>al</strong> económico y, sobre todo, afecte a la seguridadde las infraestructuras energéticas de extracción y transporte con nuevas interrupcionesdel suministro energético a España o la incapacidad para recuperar lasinfraestructuras de exportación de gas natur<strong>al</strong> licuado. En relación con las oportunidades,la estabilización del país, su reconstrucción y desarrollo ofrecen grandesoportunidades potenci<strong>al</strong>es a las empresas españolas en un país en el que está casitodo por hacer y donde España podría diversificar sus intercambios.Sin embargo, la inestabilidad latente y las tensiones territori<strong>al</strong>espor el control de las rentas de los hidrocarburos auguranaños de volatilidad en la economía libia.2.2.9 EgiptoEl último de los países an<strong>al</strong>izados en este recorrido es el que presentaunas perspectivas económicas más complejas. Aunque lasrelaciones con España no <strong>al</strong>canzan la importancia de sus vecinosmagrebíes, Egipto ha sido objeto de las preferencias geoeconómicasespañolas por su control del Can<strong>al</strong> de Suez, su mercado potenci<strong>al</strong>,las exportaciones de gas y, en perspectiva más amplia,su peso económico y político en el mundo árabe. Este ha caídoostensiblemente en los últimos años debido a la difícil situacióneconómica, política y soci<strong>al</strong> que atraviesa el país. Lejos de mejorartras las caídas de los gobiernos de Mubarak y de Morsi, la economíaegipcia se ha sumido en una profunda crisis económica, básicamentedebido a las incertidumbres políticas y la ambigüedad yla m<strong>al</strong>a gestión en materia de política económica de sus gobiernos.Tras la caída de Mubarak siguieron las movilizaciones contra el Consejo Supremode las Fuerzas Armadas y, luego, contra el Gobierno del islamista Mohamed Morsitras su llegada <strong>al</strong> poder en junio de 2012, debido tanto a la controvertida gestiónllevada a cabo desde la presidencia como por la labor legislativa impulsada por losHermanos Musulmanes. El presidente Morsi no fue capaz de acometer reformasestructur<strong>al</strong>es ni en las Fuerzas Armadas ni en las Fuerzas Centr<strong>al</strong>es de Seguridad,por lo que tuvo bajo su mando –o enfrente, como se vio luego– el mismo aparatoinstitucion<strong>al</strong> que derribó a Mubarak, y tuvo que esperar a que se produjeran los gravesincidentes del Sinaí en agosto para relevar a la cúpula militar. Posteriormente seincrementaron las huelgas, incluidas las reivindicaciones labor<strong>al</strong>es de los policías,con lo que las fuerzas armadas se vieron obligadas a asumir tareas de orden públicopara las que no estaban preparadas. En noviembre de 2012 llegó la primera141


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelmovilización en contra del presidente por aprobar los decretos que colocaban <strong>al</strong>ejecutivo por encima del resto de poderes. A partir de entonces se incrementaronlas acciones violentas contra las sedes islamistas del Partido Libertad y Justicia,sin que el Gobierno pudiera cortar las movilizaciones por carecer de control sobrelas fuerzas polici<strong>al</strong>es y militares disponibles. La oposición comenzó a j<strong>al</strong>ear a lasFuerzas Armadas para que tomaran el poder, y en junio de 2013 la PlataformaTamarod –creada sólo un mes antes– pedía ya la destitución del Gobierno. Al m<strong>al</strong>estargener<strong>al</strong> provocado por la forma aparentemente sectaria de gobernar y delegislar de Morsi y del PLJ se unió su m<strong>al</strong>a gestión económica y financiera. En losdías previos a su derrocamiento, el crecimiento se había reducido hasta el 2% delPIB, el desempleo afectaba <strong>al</strong> 14% de la población activa y el déficit público crecíaa razón de 2.000 millones de euros <strong>al</strong> mes. Una situación insostenible que paíseshostiles a los Hermanos Musulmanes como Arabia Saudí, los Emiratos ÁrabesUnidos y Kuwait contribuyeron a empeorar reduciendo sus aportes energéticos yprovocando desabastecimientos en el suministro de hidrocarburos y de electricidad.En poco tiempo, las movilizaciones acabaron convenciendo a las Fuerzas Armadasde que tenían que hacerse con el poder, por lo que dieron un golpe de Estadoel 3 de julio. Al golpe siguió la represión violenta de lospartidarios del Gobierno depuesto que causaron más deun millar de víctimas y cuatro veces más de heridos enpocos días. La violencia se inst<strong>al</strong>ó en la vida cotidianacomo resultado de la represión del Gobierno militar contr<strong>al</strong>os islamistas y las acciones violentas de éstos. El Gobiernotambién reprimió las protestas del resto de la oposiciónpara imponer por la fuerza el orden interno, <strong>al</strong>go queno habían hecho las Fuerzas Armadas bajo el Gobiernoanterior (Arteaga, 2013b). También tuvieron que recurrira ellas para contener la creciente in<strong>sur</strong>gencia loc<strong>al</strong> en elSinaí y controlar los accesos a Gaza por tierra, privando <strong>al</strong>os yihadistas de Hamás de los suministros de armamentoque les llegan desde Sudán o Irán, además de atender auna creciente desestabilización de Libia.El Can<strong>al</strong> de Suez merece una mención especi<strong>al</strong> porque sucierre supondría una perturbación de primera magnitud paraEspaña en el abastecimiento de hidrocarburos, tanto de crudo como de gas de losproductores del Golfo Pérsico (sobre todo Arabia Saudí y Qatar, respectivamente) 126 . Elescenario de inestabilidad política en el país, los sabotajes e, incluso, el riesgo de cierredel Can<strong>al</strong> se reflejaron inmediatamente en los precios del petróleo <strong>al</strong> comienzo de las142126Una descripción de los incidentes (14) en el Can<strong>al</strong> de junio a noviembre de 2013 se encuentraen Shel<strong>al</strong>a (2014, p. 10).


Intereses económicos y políticosrevueltas egipcias, con subidas cercanas a los 30 dólares por barril en los primerosmeses de 2011 (la tensión de los mercados se relajó cuando el ejército egipcio aseguróque el tránsito por el Can<strong>al</strong> y el funcionamiento del oleoducto Sumed –que s<strong>al</strong>vael congestionado Can<strong>al</strong>– estaba garantizado). A más largo plazo, hay que teneren cuenta el grave problema de seguridad <strong>al</strong>imentaria y medioambient<strong>al</strong> que podríacausar la eventu<strong>al</strong> reducción del flujo de las aguas del Nilo que llegan a Egipto porla construcción de presas o el incremento del consumo en Etiopía y Sudán, un problemaque se ha contenido hasta ahora por la capacidad de disuasión de Egipto.Los hidrocarburos son hoy el princip<strong>al</strong> recurso natur<strong>al</strong> de Egipto, si bien la producciónde crudo está en declive y se basa en campos maduros que no han sidoreemplazados por otros nuevos ya descubiertos, pero que no entrarán en producciónhasta dentro de unos años. La producción de gas tiene mejores perspectivas,pero el fuerte aumento del consumo doméstico y el descenso de la producción delúltimo año convirtieron a Egipto en importador de gas en 2013. Egipto empezó aexportar gas natur<strong>al</strong> licuado en 2005 y llegó a ser el octavo exportador del mundo,pero su producción declinó ligeramente en 2012 y el país ha experimentado dificultadespara mantener sus obligaciones contractu<strong>al</strong>es de exportación. Los recursosse sitúan en la península del Sinaí, precisamente el territorio más inseguro del país(Arteaga y Reinares, 2012), y donde se han producido sabotajes a inst<strong>al</strong>acionescomo el gasoducto Arab Gas Pipeline, así como en la orilla opuesta del Mar Rojo(Mapa 23).Mapa 23. Infraestructuras y recursos energéticos en EgiptoFuente: Petroleum Economist.143


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelAlgunos operadores extranjeros, como la británica British Gas y la qatarí DanaGas, han informado de descensos importantes de sus producciones de gas, lo querepercute negativamente en una situación económica muy delicada. Dada la inestabilidadpolítica del país y las incertidumbres sobre la posibilidad de exportar ungas que el Gobierno debe reservar para el mercado doméstico, parece evidenteque las compañías internacion<strong>al</strong>es han decidido modificarsu política de perforación y reducir su exposición en Egipto,lo que se traduce en caídas de producción y el tránsito a unacondición de exportador ocasion<strong>al</strong> de gas, una situación queafecta directamente a España. Para retener gas para consumodoméstico, el Gobierno redujo en 2012 la s<strong>al</strong>ida de gaslicuado de la planta de Damietta (Gas Natur<strong>al</strong>) desde dondese exporta el gas egipcio que abastece a España en un 40%antes de su par<strong>al</strong>ización a principios de 2013.La fuerte r<strong>al</strong>entización del crecimiento económico experimentadadesde el comienzo de las revueltas de 2011 127 ha llevado<strong>al</strong> país a un déficit público que el FMI estima en más del 11%del PIB y cuya corrección requiere reducir los subsidios indiscriminadosa energía y <strong>al</strong>imentos y subir los impuestos. Ambasmedidas resultan escasamente atractivas para gobiernos cuyacredibilidad en materia de justicia soci<strong>al</strong> puede verse seriamentedañada si se pliegan a las condiciones del Fondo. La incertidumbreacerca de la disposición egipcia a firmar el paquetese vio acrecentada tras el anuncio de Qatar de que apoyaría<strong>al</strong> país con una nueva línea de crédito. No obstante, Qatar seretractó posteriormente y condicionó la ayuda <strong>al</strong> acuerdo conel Fondo Monetario Internacion<strong>al</strong>, que desbloquearía fondos adicion<strong>al</strong>es por v<strong>al</strong>or de9.500 millones de dólares del Banco Mundi<strong>al</strong>, EEUU y los países del Golfo.En los últimos meses del Gobierno de Morsi se intentó estrechar relaciones con Chinaante el distanciamiento de Qatar, pero sin resultados. Tras su derrocamiento 128 , elFMI se ha mostrado dispuesto a trabajar con las nuevas autoridades egipcias paraestabilizar la economía del país, incluyendo un programa conjunto con los países delGolfo. Sin embargo, el Gobierno interino parece tener poca prisa por reiniciar las conversacionescon el FMI, cuyas condiciones para otorgar el préstamo siguen inhibiendoa las autoridades por su <strong>al</strong>to coste político, <strong>al</strong> igu<strong>al</strong> que pasó con el anterior Gobierno.127Egipto creció <strong>al</strong> 2,2% en 2012, lejos de la tasa del 7% a la que debe crecer para generar empleo,y muy por debajo de las tasas <strong>al</strong>canzadas en los años previos a las revueltas.128Su caída acabó con el apoyo catarí que desembolsó unos 7.500 millones de dólares durante elaño del gobierno de Morsi y en septiembre de 2013 Egipto devolvió 2.000 millones a Qatar trasfracasar las negociaciones para convertir los fondos en bonos a tres años.144


Intereses económicos y políticosKuwait y Arabia Saudí ofrecieron ayuda a Egipto para evitar una crisis de b<strong>al</strong>anza depagos y superar el desabastecimiento de combustibles que en parte precipitó la caídade Morsi. Ello condujo a una abrupta caída de cotización de la libra egipcia desde comienzosde 2011 que se ha agravado en los últimos meses, pudiendo <strong>al</strong>canzar nivelesaún más dramáticos en ausencia de una nueva fuente de financiación para el país.Ahora, la agenda económica del Gobierno de Al-Sisi está centrada en la concesiónpor parte del FMI de un paquete financiero de 4.800 millones de dólares a cambiode reformas que el Gobierno no puede aceptar por el temor a un conflicto soci<strong>al</strong>. Sinembargo, Egipto necesita urgentemente ese paquete para despejar las incertidumbresque se ciernen sobre su delicada situación financiera: vencimientos de deudaexterna recurrentes y una situación límite en sus reservas de divisas, que apenas<strong>al</strong>canzan el mínimo de tres meses de importaciones considerado necesario por elFMI (y probablemente estén por debajo). Sin el préstamo del FMI, Egipto afronta elriesgo de un default y sin voluntad decidida del Gobierno podría acelerarse la depreciaciónde la libra egipcia, encareciendo importaciones vit<strong>al</strong>es para la estabilidadpolítica del país, como las de cere<strong>al</strong>es y combustibles.A pesar de la ayuda económica que recibe de Arabia Saudí y delos Emiratos Árabes –unos 20.000 millones de dólares desdejulio de 2013–, persisten los m<strong>al</strong>os indicadores de la economíaegipcia en relación con el empleo, el turismo, las inversiones extranjeras,las fugas de capit<strong>al</strong> y la producción de gas y petróleo.La inseguridad <strong>al</strong>imentaria obedece a un déficit crónico en laproducción agrícola para <strong>al</strong>imentar a su creciente población, loque a su vez le ha convertido en uno de los mayores importadoresde cere<strong>al</strong>es del mundo. El <strong>al</strong>za de los últimos años en los preciosde los <strong>al</strong>imentos ha impuesto una gran presión sobre los subsidios vigentes a los<strong>al</strong>imentos básicos (los <strong>al</strong>imentos llevan meses subiendo de precio por la depreciaciónde la libra) que, unidos a otros como los de los combustibles, generan uncoste fisc<strong>al</strong> insostenible. En abril de 2014 se aumentó el precio del gas natur<strong>al</strong> y els<strong>al</strong>ario mínimo para el sector público, pero continúa el sistema de subsidios y la dependenciade la asistencia financiera del Golfo y del Fondo Monetario Internacion<strong>al</strong>.La presencia de empresas españolas es limitada, fuera de la ya mencionada plantade GNL de Damietta. Ya lo era antes de la caída de Mubarak y ahora es inclusomenor, pues <strong>al</strong>gunas empresas han abandonado operaciones (caso de Cepsa) o lashan concluido (Iberdrola Ingeniería en la planta solar híbrida de Kuraymat). Hayintereses hoteleros en el sector turístico, pero también limitados, así como franquiciastextiles (Zara tiene un número reducido de franquiciados loc<strong>al</strong>es). En el sectorde obra civil y servicios públicos, la existencia de grandes conglomerados loc<strong>al</strong>es(como Orascom) hace difícil la penetración de las empresas españolas, aunque haypresencia, por ejemplo, en depuración de aguas. Así pues, los abastecimientos degas natur<strong>al</strong> licuados representan el princip<strong>al</strong> atractivo egipcio para la seguridadenergética de España, más que el tránsito por el Can<strong>al</strong> de Suez que parece pocoproblemático y, en todo caso, es un riesgo compartido con otros actores.145


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelEvidentemente, a medio plazo y conforme se estabilice la situación política, Egiptoconstituye uno de los mercados importantes de la región. Antes de las revueltasera uno de los grandes destinos de la inversión extranjera en el Mediterráneo, pordetrás de Turquía y por delante de Marruecos, así como uno de los países con tasasde crecimiento más elevadas. Por ello, en condiciones norm<strong>al</strong>es políticas y económicas,y dada la existencia de un marco comerci<strong>al</strong> euromediterráneo, el país tieneun potenci<strong>al</strong> natur<strong>al</strong> para las empresas españolas que puede manifestarse en lospróximos años. Sin embargo, el deterioro de la estabilidad política, la dificultad deaplicar políticas económicas soci<strong>al</strong>mente costosas y, en gener<strong>al</strong>, la incertidumbresobre la evolución política del país, suponen un obstáculo que permanecerá a medioplazo (Amirah Fernández, 2014b).146


3. ESCENARIOS DE RIESGOSY OPORTUNIDADESSIGNIFICATIVOS


3. ESCENARIOS DE RIESGOS YOPORTUNIDADES SIGNIFICATIVOSEn este último capítulo se van a abordar los dos escenarios de mayor riesgo par<strong>al</strong>os intereses españoles: la estabilidad de Marruecos y Argelia y la sostenibilidadde Ceuta y Melilla, junto con un tercer escenario de riesgo vinculado a la pérdidade las oportunidades económicas que emergen en la Zona y en toda África. No sepueden considerar como “cisnes negros” o sorpresas estratégicas porque ya ofrecen<strong>al</strong>gunas señ<strong>al</strong>es de aviso, aunque se consideran escenarios poco probables de materi<strong>al</strong>ización.Por el contrario, la investigación recomienda estar atentos a los tresescenarios para prevenir o mitigar sus graves consecuencias.En el primero se recomienda estudiar la evolución de las profundas transformacionessoci<strong>al</strong>es que se producen en el Magreb para anticipar las tendencias y lasrepercusiones que genera el desfase entre las expectativas de futuro de las poblacionesy las medidas que se adoptan por los gobiernos para satisfacerlas. Tambiénse recomienda tomar conciencia del desfase entre el deseo de apoyar las reformasen el Sur y a los limitados recursos y modos de hacerlo desde el Norte. Se hagano no re<strong>al</strong>idad los peores escenarios señ<strong>al</strong>ados para el Magreb en la investigación,se recomienda planificar la respuesta a los mismos para prevenirlos, mitigarlos ogestionar sus consecuencias.En el segundo se <strong>al</strong>erta de la difícil sostenibilidad de Ceuta y Melilla, tanto por razoneseconómicas como demográficas y políticas. Entre las primeras destacan la dependenciaeconómica del gasto público, el paro, la inform<strong>al</strong>ización de la economía,el auge del contrabando y la exclusión de ambas Ciudades Autónomas de la UniónAduanera con la UE. Entre las segundas figuran la elevada presión demográficay los procesos de “marroquinización” y “desespañolización”. Unos procesos queacentúan los problemas identitarios de ambas ciudades y que acabarán a corto plazo(Melilla) y medio plazo (Ceuta) con el período de gobierno liderado por partidosnacion<strong>al</strong>es de España. Unos problemas de mayor gravedad e impacto estructur<strong>al</strong>que los de las “v<strong>al</strong>las” que monopolizan la percepción de riesgo de Ceuta y Melilla.En tercer lugar, la investigación desarrolla una aproximación a las oportunidadesque presenta el desarrollo de África, oportunidades no exentas de riesgo comotodas las actividades económicas pero que colocan a África en el punto de mirade los intereses geoeconómicos españoles. En este escenario el riesgo consiste enque se desperdicien las oportunidades emergentes por f<strong>al</strong>ta de visión estratégica,por lo que se reivindica un cambio de actitud apoyado en un mejor desarrollo dela inteligencia económica. La Mirada <strong>al</strong> Sur es geoeconómica en el sentido deque acerca los intereses económicos de España a una plataforma –la Zona delMediterráneo <strong>al</strong> Sahel– desde la que luego se pueden seguir expandiendo hacia elÁfrica Subsahariana.149


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahel3.1 Cisnes negros en el Mediterráneo occident<strong>al</strong>El Mediterráneo occident<strong>al</strong> se enfrenta a varias crisis simultáneas en sus dos orillas.Por un lado, el <strong>sur</strong> de Europa arrastra varios años de crisis económica con un crecientecoste soci<strong>al</strong> y desgaste de sus sistemas políticos. Por otro lado, en las sociedadesdel Magreb y de Oriente Medio se están manifestando losprimeros síntomas de una profunda transformación soci<strong>al</strong>,acompañada de una gradu<strong>al</strong> pérdida del miedo a cuestionarlos sistemas de gobierno que son vistos como un impedimentoa la hora de <strong>al</strong>canzar mayores niveles de desarrollohumano.El impacto económico de la primavera árabe no ha sido tanfavorable como se esperaba y, mientras <strong>al</strong>gunas políticaseconómicas acertadas sobre liber<strong>al</strong>ización, apertura y competenciade los regímenes derrocados han quedado desacreditadas,otras perniciosas sobre subsidios, empleo y gastopúblico se siguen demandando por parte de la población. Porello, buena parte del futuro de las transiciones norteafricanasse juega en el campo económico (Escribano, 2013b) y va aser muy difícil que los gobiernos lleven a cabo las reformas necesarias, lo que harámás traumáticas las reformas cuando fin<strong>al</strong>mente lleguen (su ausencia también generaconflictos como se ha visto durante la caída del Gobierno islamista egipcio en juliode 2013). El vector geoeconómico más preocupante para España sería la posibilidadde un escenario de protestas gener<strong>al</strong>izadas y parálisis económica de consecuenciaspolíticas inciertas, por no hablar de cambios de régimen en países como Marruecosy Argelia.A pesar de los <strong>al</strong>tibajos en las relaciones hispano-magrebíes, éstas han estado marcadasdurante las últimas décadas por una continuidad y una estabilidad en lasinstituciones y en los mecanismos de toma de decisión. Aunque ahora se vea como<strong>al</strong>go poco probable, no cabe descartar que los cambios económicos y soci<strong>al</strong>es quepuedan producir las actu<strong>al</strong>es crisis en el Mediterráneo occident<strong>al</strong> tengan como resultadola modificación de las dinámicas que ahora son relativamente previsibles, tantoa nivel institucion<strong>al</strong> como soci<strong>al</strong>. La aparición de “cisnes negros” (eventos que secreen <strong>al</strong>tamente improbables pero que, cuando ocurren, tienen un enorme impacto, yque después de ocurridos se racion<strong>al</strong>izan en retrospectiva) puede tener unos efectosprofundos en la seguridad y estabilidad de los países de la Zona.El <strong>sur</strong> del Mediterráneo seguirá muy probablemente experimentando turbulenciaspolíticas y soci<strong>al</strong>es durante años, tras décadas de aparente estabilidad bajo sistemaspolíticos <strong>al</strong>tamente autoritarios. Es de prever que <strong>al</strong>gunos de los fenómenos asociados<strong>al</strong> llamado “despertar” árabe se intensifiquen en los próximos años, <strong>al</strong>terandola percepción de estabilidad que había prev<strong>al</strong>ecido. España, por su posición comofrontera inmediata con el Magreb, se vería sometida a tensiones crecientes entre dos150


Escenarios de riesgos y oportunidades significativosopciones complejas y mutuamente excluyentes: por un lado, acompañar con hechosel apoyo form<strong>al</strong> a las transiciones democráticas en su vecindario meridion<strong>al</strong>, tanto deforma bilater<strong>al</strong> como en foros multilater<strong>al</strong>es, y, por otro lado, evitar que los cambiospolíticos en su vecindario puedan conducir <strong>al</strong> caos y <strong>al</strong> desgobierno, aunque paraello haya que apoyar veladamente a sectores que busquen reinstaurar o preservar elautoritarismo y el Estado polici<strong>al</strong>.Ante el escenario de mayor conflictividad en el Mediterráneo occident<strong>al</strong>, España debepreparar planes de contingencia en previsión de situaciones de inestabilidad quecomprometan sus intereses y seguridad. Para ello, la política exterior de Españadebería desarrollar una mayor capacidad de anticipación a procesos de ese tipo y,aunque parezcan poco probables, contar con un abanico de respuestas previstas conantelación y tener una buena política de comunicación hacia las opiniones públicas,tanto la propia como las de los países del <strong>sur</strong>. A continuación se plantean <strong>al</strong>gunos delos “retos previsibles” a los que hay que anticiparse.El primer reto previsible <strong>al</strong> que necesariamente se enfrentará lapolítica exterior española en el Mediterráneo occident<strong>al</strong> en añossucesivos es la inestabilidad política. Las razones de fondo quepropiciaron el inicio de las revueltas anti-autoritarias en otros paísesárabes (m<strong>al</strong>estar soci<strong>al</strong>, penurias socioeconómicas, corrupción,f<strong>al</strong>ta de expectativas de la juventud, etc.) siguen presentes<strong>al</strong>lí donde no ha habido cambio de régimen, como en Argelia yMarruecos. A eso hay que sumar las crisis que se podrían produciren un escenario de sucesión presidenci<strong>al</strong> conflictiva en Argelia ode cuestionamiento de las instituciones del Estado en Marruecos,incluida la Monarquía.Al mismo tiempo, aquellos países que ya han iniciado sus transiciones(Egipto, Libia y Túnez) se enfrentan a grandes dificultades comoson la caída de ingresos, los escasos éxitos en materia socioeconómicade las nuevas autoridades, la debilidad relativa de las actu<strong>al</strong>esestructuras estat<strong>al</strong>es, los intentos de descarrilar los procesos por parte de actores antidemocráticosinternos y del exterior, la polarización soci<strong>al</strong>, etc. Para España y sus socioseuropeos, la cautela se hace necesaria a la hora de actuar en un contexto tan lleno deincertidumbres, aunque esa cautela no debería confundirse con un apoyo sin reservas<strong>al</strong> statu quo o con la inacción, pues <strong>al</strong>gunos problemas no harían más que agravarse.Un segundo reto a tener en cuenta en el convulso espacio norteafricano se refiere a unescenario –en apariencia poco probable pero tampoco del todo inverosímil– en el quelas presiones internas en el Sur lleven a sus autoridades a querer desviar la atenciónde sus opiniones públicas “tensando la cuerda” con el exterior. Existen precedentesen ese sentido si se atiende <strong>al</strong> histori<strong>al</strong> de las pendulares relaciones hispano-marroquíes,sobre todo cuando se detecta fragilidad en la situación política internaen España (tensiones territori<strong>al</strong>es, crisis económica, etc.) y se han producido congobiernos de distintas ideologías.151


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelLos pulsos vecin<strong>al</strong>es podrían manifestarse mediante diversos procesos, como la intensificaciónde las reivindicaciones marroquíes sobre Ceuta y Melilla o los islotesespañoles, el incremento de la presión migratoria procedente del África subsaharianay del Magreb, el auge de discursos populistas –tanto nacion<strong>al</strong>istas como religiosos–que pongan a España en el centro de sus reivindicaciones, así como la creación de unclima más hostil hacia la presencia económica y empresari<strong>al</strong> española. Esto últimoen el caso de Argelia podría implicar un riesgo elevado para el suministro energéticode España (sobre todo de gas natur<strong>al</strong>), que depende de forma creciente –y, a ojos demuchos, excesiva– de las importaciones desde Argelia.El último de los grandes retos previsibles apunta a las posibles consecuencias en elMediterráneo occident<strong>al</strong> de conflicto y enfrentamientos bélicos en Oriente Medio. Alos conflictos “tradicion<strong>al</strong>es” hay que añadir una Siria sumidaen un devastador conflicto interno que puede tener efectosdesestabilizadores en toda la región, desde Turquía hasta elMagreb, e incluso forzar la intervención de una comunidadinternacion<strong>al</strong> fragmentada; un Gobierno israelí cuyas políticas<strong>al</strong>ejan las perspectivas de una paz negociada con losp<strong>al</strong>estinos; un Egipto inmerso en una transición convulsaen la que la polarización soci<strong>al</strong> es a la vez elevada y potenci<strong>al</strong>mentecontagiosa, mientras que el Ejército y sus <strong>al</strong>iadospretenden excluir por la fuerza a los Hermanos Musulmanesde cu<strong>al</strong>quier proceso político; un Irán que sigue aspirando aconvertirse en un actor centr<strong>al</strong> en Oriente Medio y en el GolfoPérsico, y que mantiene sus pulsos con varios vecinos y potenciasinternacion<strong>al</strong>es; y unas monarquías árabes, como lajordana, que ven crecer el descontento soci<strong>al</strong> y dependen delexterior para su supervivencia.A lo anterior hay que sumar a unos EEUU sobrepasados porlas transformaciones region<strong>al</strong>es que muestran indecisión y,cada vez más, voluntad de mantenerse en un segundo plano,lo que está <strong>al</strong>terando los equilibrios region<strong>al</strong>es. Como resultadode ello, <strong>al</strong>gunos países del Golfo –princip<strong>al</strong>mente Arabia Saudí y Qatar– tratan deaumentar su influencia en el resto del mundo árabe destinando cuantiosos recursosfinancieros y ejerciendo el proselitismo mediante sus corrientes ideológicas vinculadas<strong>al</strong> puritanismo s<strong>al</strong>afista. El Mediterráneo orient<strong>al</strong> le queda lejos a España, pero delo que <strong>al</strong>lí ocurra dependerá en buena medida su seguridad de acceso a los recursosenergéticos de Oriente Medio. En suma, es probable que la política exterior españolasea puesta a prueba en distintos frentes de esa región. Es necesario que haya unaplanificación previa, teniendo en cuenta los distintos y cambiantes escenarios que sepueden presentar.152Dicho lo cu<strong>al</strong>, es probable que las mayores complicaciones para la política exteriorespañola en el Mediterráneo occident<strong>al</strong> provengan de los “retos imprevistos” quevayan <strong>sur</strong>giendo en momentos puntu<strong>al</strong>es. Dependiendo de las consecuencias que


Escenarios de riesgos y oportunidades significativosestos tengan, se podrían convertir en “cisnes negros” que obligarían a revisar lasbases de las relaciones bilater<strong>al</strong>es y los paradigmas de seguridad.3.1.1. RecomendacionesEl proceso y los efectos del “despertar árabe” están muy lejos de su agotamiento.Las relaciones con los países árabes no volverán a ser como antes de 2011y llevará mucho tiempo establecer un nivel de interlocución einteracción adecuado. La acción exterior española acompañaráa la política europea de vecindad en el Sur, pero se recomiendainfluir en su definición desde una estrategia previa de intervenciónen la Zona. Para afianzar esa influencia, España deberíaconcertar sus posiciones con países afines como Francia, It<strong>al</strong>ia,Portug<strong>al</strong> y Grecia, con los que comparte muchos de los riesgosemergentes.Si siempre ha sido necesario para influir en la UE disponer deuna estrategia de intervención propia, ahora –tras los sucesosde Ucrania en 2014– es necesario esforzarse para evitar unapostergación de la vecindad del Sur en detrimento de la delEste. Lo ocurrido en Ucrania: cambio de gobierno, inestabilidadpolítica y soci<strong>al</strong>, fragmentación y riesgo de enfrentamiento, ocurreya en varios países de la Zona y ninguno de ellos está vacunadocontra el contagio de las revueltas. Por ello se recomiendaseguir reivindicando y justificando la necesidad de atender losriesgos y la estabilidad del Sur en los foros multilater<strong>al</strong>es.Desde el punto de vista de los riesgos de seguridad, parece necesarioreforzar la estabilidad de los gobiernos loc<strong>al</strong>es, mientras quedesde el punto de vista de las oportunidades, resulta aconsejableapoyar las reformas estructur<strong>al</strong>es que puedan sostener su gobernabilidad. En particular,la estabilidad de Marruecos y de Argelia resulta prioritaria para los interesesnacion<strong>al</strong>es de seguridad, por lo que se tendrán que reforzar los aspectos estratégicosde esa interacción que refuercen su seguridad y fomenten su modernización.Par<strong>al</strong>elamente, y por si esa estabilidad se deteriora, se tendrán que desarrollarplanes de contingencia que faciliten la gestión de crisis, la contención de daños yla resiliencia frente a estos pésimos escenarios.3.2 Ceuta y MelillaCeuta y Melilla han representado un problema en las relaciones con Marruecosdebido a sus periódicas reivindicaciones de soberanía. España continúa contandocon los mismos argumentos políticos y jurídicos para su defensa, pero sus instrumentoseconómicos y soci<strong>al</strong>es se están deteriorando. Por un lado, la viabilidadeconómica de Ceuta y Melilla se ha apoyado hasta ahora en un subsidio estat<strong>al</strong>153


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelelevado 129 , en un régimen fisc<strong>al</strong> especi<strong>al</strong> con reducciones impositivas importantes,en el contrabando y, sobre todo, en la no pertenencia a la Unión Aduanera (UA). Porotro, presentan problemas demográficos y migratorios derivados de su loc<strong>al</strong>izacióngeográfica. El más importante es el demográfico porque <strong>al</strong>tera el equilibrio políticoy soci<strong>al</strong> de la población que reside en ellas, mientras que el migratorio no <strong>al</strong>tera eseequilibrio –por mucha repercusión mediática que tengan los as<strong>al</strong>tos sobre las v<strong>al</strong>las–ya que tarde o temprano los inmigrantes que entran ileg<strong>al</strong>mente en ambas ciudadesautónomas se acaban derivando fuera de ellas haci<strong>al</strong>a península. Por último, la radic<strong>al</strong>ización ha prendido entresus comunidades musulmanas si atendemos a indicadorescomo la presencia de residentes en escenarios de yihad ola de células yihadistas dedicados a su reclutamiento (lasúltimas desarticuladas en junio 2013 en Ceuta y en marzoy septiembre de 2014 en Melilla).La sostenibilidad económica afecta <strong>al</strong> subsidio del transporte,la energía, las telecomunicaciones, el agua o la presiónsobre los servicios públicos 130 , pero también a la complicaciónlogística del aprovisionamiento, especi<strong>al</strong>mente a Melillapor su mayor distancia de la Península. Al estar excluidasambas ciudades de la Unión Aduanera con la UE, sus residentespueden importar productos con aranceles inferioresa los comunitarios y venderlos a ciudadanos marroquíespara su posterior introducción irregular en Marruecos, dondese revenden con una ganancia margin<strong>al</strong>. Aunque no haydatos fiables sobre el “comercio atípico” (contrabando) éstesupone una parte importante de la actividad económica de Ceuta y Melilla, y seha convertido en una forma de vida entre segmentos importantes de la poblaciónmarroquí circundante 131 . El “comercio atípico” representa un coste elevado paraMarruecos en términos de pérdida de ingresos arancelarios y de impuestos indirectos.129Según datos del Ministerio de Economía y Hacienda de 2005, Melilla (33,97%) y Ceuta(28,56%) lideran el gasto del sector público region<strong>al</strong> y ocupan los puestos 4º (6,46%) y 7º (5,75%)de superávit fisc<strong>al</strong> (El País, 15/X/2013). Según los de Eurostat (2014), Ceuta y Melilla son de lasegunda y tercera regiones con más paro de la UE (35,6% y 34,4% respectivamente) y Ceuta presentaun 72.7% de paro juvenil.130Por ejemplo, no tiene mucho sentido económico que se abastezca de electricidad por una centr<strong>al</strong>de diesel, y menos conectarla a la península por cable eléctrico, cuando España ha re<strong>al</strong>izado unesfuerzo importante para sincronizar la red eléctrica marroquí con la europea. Algo semejante puedeargüirse respecto a las telecomunicaciones.131La introducción de medidas de control fisc<strong>al</strong> introducidos en la frontera marroquí –pasos de nointernacion<strong>al</strong>es de Taraj<strong>al</strong> en Ceuta y Beni Enzar en Melilla– perjudica a los acarreadores y, sobretodo, a los comerci<strong>al</strong>izadores de ambas ciudades. El País (6/XI/2013), estimaba entre 1.000 y1.500 millones de euros el negocio del contrabando.154


Escenarios de riesgos y oportunidades significativosAl contrabando se unen otras fuentes de ingresos dudosas. Por un lado, Ceuta y Melillacontinúan siendo los princip<strong>al</strong>es puntos de partida –junto con Tánger– del tráfico ilícitode cannabis marroquí con destino a Europa (JIFE, 2012, p. 55). Por otro, el nivel dedepósitos bancarios en Ceuta y Melilla es de los más <strong>al</strong>tos de España. El desfase entre losfondos depositados y retirados es complicado de interpretar porque las cantidades depositadaspor el comercio loc<strong>al</strong> son coherentes con las actividades comerci<strong>al</strong>es que re<strong>al</strong>izan.El comercio tradicion<strong>al</strong> –en ambas ciudades hay unos 50 transitarios– o las transaccionesde divisas de los cambistas marroquíes podrían explicar el volumen de los depósitos perotambién podría proceder de otras fuentes, lo que obligaría a reforzar la vigilancia sobre losresponsables bancarios y aduaneros de las dos ciudades. La can<strong>al</strong>ización de los pagosa las flotas pesqueras y tripulaciones internacion<strong>al</strong>es de Canarias y Marruecos y de losingresos de los armadores mauritanos, así como las remesas, podrían ser otras fuentes deexplicación, pero precisan un estudio más det<strong>al</strong>lado (por ejemplo, los niveles de remesasde Ceuta y Melilla –5 y 3,1 millones de euros en 2011, respectivamente– son muy reducidospara explicar el volumen de depósitos). Otro flujo susceptible deseguimiento es el del oro que llega a Ceuta y Melilla desde toda África.Aunque su entrada y s<strong>al</strong>ida es leg<strong>al</strong>, no se conoce si es un flujo lícitoque encubre transacciones que no lo son.Otro efecto colater<strong>al</strong> menos conocido del contrabando es su influenciaen la corrupción de los funcionarios que vigilan los pasos fronterizosde Ceuta y Melilla 132 . El goteo de detenciones parece reflejar una f<strong>al</strong>tade sensibilidad en ambas ciudades para extremar los controlesfisc<strong>al</strong>es y aduaneros, con el consiguiente riesgo reputacion<strong>al</strong> de lasentidades bancarias si no refuerzan su cumplimiento y, para España,si Marruecos aprovecha la corrupción administrativa para reforzarsus quejas de perjuicio por el régimen fisc<strong>al</strong> de ambas ciudades 133 .Esa re<strong>al</strong>idad económica hace que ambas ciudades sean muy vulnerables a cambios legislativoso fisc<strong>al</strong>es en España o a medidas de Marruecos como el cierre de las fronteraso la r<strong>al</strong>entización de los pasos fronterizos. Hasta ahora, el coste soci<strong>al</strong> de esas medidasha disuadido a las autoridades marroquíes de su adopción, pero Marruecos está desarrollandoprogresivamente las infraestructuras y servicios públicos en torno a las dosciudades, con lo que el coste de oportunidad del cierre o de bloqueo pueden reducirse132En 2012, las autoridades marroquíes detuvieron a más de 75 responsables polici<strong>al</strong>es y aduanerosde los pasos aduaneros de Marihuari, Farhana, Beni Enzar y Nador. En junio de 2013 detuvierona tres agentes de Tánger que sabotearon las medidas de seguridad inst<strong>al</strong>adas en Tanger-Med. En elmismo período se detuvieron a seis guardias civiles por prevaricación y cohecho y, según los mediosde comunicación, <strong>al</strong>gunas de las prácticas marroquíes como dejar pasar a Melilla sin visado a ciudadanosque no son de la zona de Nador precisa la complicidad española.133Existe la práctica de presentar declaraciones de paso de dinero en metálico por la frontera en laque sólo se indica la cantidad transportada. Un recibo que <strong>al</strong> sellarse blanquea la cantidad importaday que se revende a terceros.155


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelconsiderablemente a medida que se igu<strong>al</strong>en las prestaciones a uno y otro lado de lasfronteras. Dada la ausencia de estudios, es imposible aproximar cuál sería el impactoeconómico (en PIB, recaudación fisc<strong>al</strong> y empleo, por ejemplo) sobre ambas ciudades deun bloqueo prolongado, por lo que sería necesario re<strong>al</strong>izar el análisis de riesgos oportuno.Desde una perspectiva política, la no pertenencia a la Unión Aduanera es un anacronismode difícil justificación, sobre todo cuando su consecuencia es una economíabasada en flujos irregulares. La entrada en vigor del Acuerdo de Libre Comerciocon la UE ha reducido sustanci<strong>al</strong>mente los aranceles marroquíes frente a la misma,por lo que la no pertenencia de Ceuta y Melilla a la Unión Aduanera podría habersupuesto una desviación de comercio (“atípico”) hacia importaciones de tercerospaíses, básicamente asiáticos. Podría darse el caso de que esta situación se produjeseno sólo a expensas de los contribuyentes marroquíes (y europeos), sino tambiénde los exportadores comunitarios, pero se carece de evidencia empírica <strong>al</strong> respecto.Tampoco se dispone de estudios sobre el efecto de una hipotética entrada de ambasciudades en la Unión Aduanera compensada por mecanismos de ultra-perifericidad,t<strong>al</strong> y como ocurre en Canarias. La ausencia de v<strong>al</strong>oraciones impide ev<strong>al</strong>uar opciones<strong>al</strong>ternativas a la existente, cuya vigencia puede quedar en entredicho por el avance dela integración comerci<strong>al</strong> euro-marroquí, o verse amenazadapor un aumento de la presión por parte de Marruecos. Por lotanto, parece recomendable re<strong>al</strong>izar los estudios necesariospara ev<strong>al</strong>uar el impacto de unos riesgos cuya probabilidadse acentúa.Durante varios siglos Ceuta y Melilla formaron comunidadesmonoétnicas, de muy pequeño tamaño, compuestas por militares,sus familias, y un pequeño sector de servicios, enlas que la población marroquí tuvo prohibida su residenciahasta 1868. Ésta ha crecido desde entonces muy lentamentehasta acelerarse a partir de los años 60 del siglo pasado.El primer –y único– recuento sistemático de la población deorigen marroquí en ambas ciudades data de 1986. Según losdatos del Instituto Nacion<strong>al</strong> de Estadística (INE, 1987), losmusulmanes representaban entonces el 32% de la poblaciónen Melilla (17.000 personas) y el 18% en Ceuta (12.000personas). En 1986 la gran mayoría de los musulmanes había nacido ya en lasciudades (el 75% en el caso de Ceuta y el 70% en Melilla) pero carecía de la nacion<strong>al</strong>idadespañola, que sólo habían obtenida un tercio de los nacidos <strong>al</strong>lí. El procesode nacion<strong>al</strong>ización re<strong>al</strong>izado en ese año no sólo regularizó su estancia en territorioespañol sino que abrió la puerta <strong>al</strong> proceso de crecimiento continuo por la vía delmatrimonio con personas marroquíes.156A lo anterior se añade últimamente la llegada de ciudadanos de origen marroquídesplazados desde la península por la crisis económica y que residen en territoriomarroquí aunque se empadronan en ambas ciudades para acceder a las prestacionessoci<strong>al</strong>es. Comparando su población actu<strong>al</strong> con la de 1986, Ceuta ha crecido un


Escenarios de riesgos y oportunidades significativos29% y Melilla un 60%, frente <strong>al</strong> 22% del conjunto de España. Melilla es la únicaAutonomía española en que la población no disminuyó en 2012 (aumentó en 2.798personas) y Ceuta es la que experimentó una menor disminución (125 personas). Enestas cifras no están incluidos los residentes irregulares a los que, de forma excepcion<strong>al</strong>en España, los gobiernos de Ceuta y Melilla no permiten empadronarse, <strong>al</strong> mismotiempo que verifican el domicilio de los regulares para evitar el fraude en el padrón(pisos-patera). Como resultado de lo anterior, ambas ciudades presentan la mayordensidad demográfica de España y serios problemas de sostenibilidad 134 .Gráfico 13. Evolución de la población de Ceuta y Melilla comparada con la de EspañaFuente: Instituto Nacion<strong>al</strong> de Estadística.La “marroquinización” étnica de la población de Ceuta y Melilla es consecuenciadel incremento de las tasas de nupci<strong>al</strong>idad y nat<strong>al</strong>idad. Frente a los escasos matrimoniomixtos registrados, Ceuta y Melilla tienen la tasa de nupci<strong>al</strong>idad más <strong>al</strong>ta deEspaña: 5,6 y 4,3 respectivamente, en comparación con la media española de 3,5matrimonios <strong>al</strong> año por cada 1.000 habitantes. En 2011, el 75% de los nacimientosde padres de nacion<strong>al</strong>idad española en Melilla correspondía a hijos de padres conapellidos árabes (eran el 70% en 2007). El tamaño de la población árabe o bereberen Ceuta y Melilla es un dato no publicado que requiere un cuenteo de los apellidospuesto que la población de origen marroquí ha accedido en su inmensa mayoría a lanacion<strong>al</strong>idad española. De hecho, las ciudades tienen un porcentaje de extranjerossemejante a la media nacion<strong>al</strong>, del 15% en Melilla y del 10% en Ceuta, la mitad deellos nacidos en Marruecos. El proceso es mucho más intenso en Melilla que en Ceuta.Según los datos del Padrón de 2013, el 22% de la población de Melilla nació enMarruecos (en 2006 era el 16%), frente <strong>al</strong> 10% de la población de Ceuta (en 2006134Los medios de comunicación, entre los más recientes El País (Ignacio Cembrero, 9/XII/2013) se hanhecho eco de las estimaciones del Observatorio sobre la Sostenibilidad Ecológica de Ceuta y Melilla<strong>al</strong>ertando sobre la presión del crecimiento demográfico y de la densidad poblacion<strong>al</strong> –5.852 habitantesen Melilla y 4.228 en Ceuta– sobre los recursos, por lo que proponen una ley de residencia específica.157


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelera el 7%). El endurecimiento de las condiciones para el reagrupamiento familiar hareducido su contribución <strong>al</strong> crecimiento, pero se mantienen mecanismos de concesiónautomática como el acceso a la nacion<strong>al</strong>idad de los nacidos en hospit<strong>al</strong>es deambas ciudades si sus madres también nacieron en ellos.Desde 1986 sólo se cuenta con estimaciones no sistemáticas re<strong>al</strong>izadas a partir delos apellidos inscritos en el Padrón y los nombres de la población escolarizada. Elporcentaje del 50% se ha convertido en la estimación más comúnmente utilizadapara hablar de la población tot<strong>al</strong>, y del 70% respecto a los niños en edad escolar. Porotra parte, el peso re<strong>al</strong> de la población musulmana puede ser en re<strong>al</strong>idad mayor quela reflejada en el Padrón si se tienen en cuenta los indicios de que <strong>al</strong>gunos hispanos(españoles de origen peninsular) inscritos en el Padrón no estánen re<strong>al</strong>idad residiendo en las ciudades, sino utilizando suempadronamiento para obtener las exenciones fisc<strong>al</strong>es queconlleva, y que la crisis económica acelera la emigración delos jóvenes formados hacia la península. De seguir adelanteesta evolución demográfica, Melilla será muy pronto, si nolo es ya, una ciudad básicamente bereber y árabe y Ceut<strong>al</strong>e seguirá los pasos más tarde, en un proceso que parecebastante más lento.Este cambio demográfico presenta varios riesgos. Primero,el de un conflicto soci<strong>al</strong>. La estructura económica de las ciudadesno permite integrar en condiciones aceptables esteaumento de población y el resultado son tasas de paro muy<strong>al</strong>tas (38% y 32% respectivamente en Ceuta y Melilla), lospeores indicadores españoles de marginación soci<strong>al</strong> y, en consecuenciael riesgo de conflictos soci<strong>al</strong>es que pueden expresarsecomo conflictos étnico-religiosos (González Enríquez,2008, pp. 135-161) 135 . El grueso de la población musulmanatiene menores porcentajes de actividad y de ocupación, reside en peores viviendasy barrios en peor estado, y sufre un mayor fracaso escolar que se refleja en las estadísticaseducativas como un fracaso gener<strong>al</strong> de ambas ciudades, lo que explica queCeuta y Melilla ocupen los dos últimos puestos entre las Comunidades Autónomasen relación a su éxito educativo según datos del Datos del Ministerio de Educación(2011). El hecho de que la lengua materna (tamazig en Melilla o árabe di<strong>al</strong>ect<strong>al</strong> enCeuta) sea diferente a la vehicular en la escuela (castellano) y de que buena partede los padres y, sobre todo, madres sean an<strong>al</strong>fabetos o sin estudios primarios es ungrave obstáculo para la educación de estos <strong>al</strong>umnos, según lo muestran los datosdisponibles para Melilla (Mayor<strong>al</strong> del Amo, 2005) que aparecen en la Tabla 8.158135Como ejemplo se pueden señ<strong>al</strong>ar los disturbios periódicos que se producen por quienes no son seleccionadosen los planes de empleo en Melilla, cada vez más violentos como los registrados en enero de2014 (El País, “El reparto de empleos públicos incendia Melilla, 11/I/2014).


Escenarios de riesgos y oportunidades significativosTabla 8. Niveles educativos de la población de Melilla (porcentaje sobre población de más de 16 años)HispanaMusulmanaHombresMujeres715241116718Hombres92726910145Mujeres292021151033An<strong>al</strong>fabetosMenos de 6 años de estudiosPrimaria completaBachillerato element<strong>al</strong>Bachillerato superiorFormación profesion<strong>al</strong> 1º y 2ºUniversidad191712261519Fuente: Mayor<strong>al</strong> de Amo, 2005.Se produce además una separación física entre ambas comunidades, con la poblaciónmusulmana concentrada en varios barrios 136 , una separación que se expresa desde lainfancia en el sistema escolar: la población de origen hispano acude a los colegios concertadosy la de origen marroquí se concentra en los públicos, con lo que se acentúa lafragmentación soci<strong>al</strong> 137 . La convivencia entre musulmanes e “hispanos” no siempre esfácil y los segundos hablan de coexistencia más que de integración para definir la relación.El nexo soci<strong>al</strong> entre ambas comunidades es débil, como muestran esa separaciónresidenci<strong>al</strong> y escolar, o el pequeño peso de los matrimonios mixtos 138 . Con todo, la convivenciaes básicamente pacífica con momentos de violencia, verb<strong>al</strong> o física, esporádicos.Otro riesgo es el de un conflicto político. La concesión de la nacion<strong>al</strong>idad en 1986 <strong>al</strong>os musulmanes residentes en la ciudad se encontró con el rechazo de la población hispana,que se manifestó de forma multitudinaria en Melilla en contra de dicha medida.Tras esa primera expresión política del conflicto soci<strong>al</strong>, las elecciones de 1995 dieronrepresentación elector<strong>al</strong> por primera vez a partidos musulmanes en Ceuta y en Melilla.Desde entonces, el voto a los partidos musulmanes no ha dejado de crecer (llegó <strong>al</strong>24% en las últimas elecciones loc<strong>al</strong>es de 2011 en Melilla y <strong>al</strong> 17% en Ceuta) a la vez136Según el Censo específico elaborado por el INE en 1986 para ambas ciudades, en Ceuta el 73% de lapoblación musulmana residía en tres barriadas (secciones estadísticas) sobre un tot<strong>al</strong> de 33 en la ciudad.En Melilla la concentración no es tan pronunciada.137Los Estatutos de Autonomía de ambas ciudades se fijaron como objetivo: “la superación de lascondiciones económicas, soci<strong>al</strong>es y cultur<strong>al</strong>es que determinan el desarraigo de colectivos de población”(artículos 5) para responder a las demandas de los grupos musulmanes que venían denunciando “la marginación”de la población musulmana desde el principio de los 90. Según el Consejo Escolar del Estado,la brecha socioeconómica y cultur<strong>al</strong> entre ambos centros es la más <strong>al</strong>ta de España (0,98) y superior a lamedia nacion<strong>al</strong> (0,62) y de la OCDE (0,43) según José L. López Belmonte (El País, 14/IV/2013).138El INE no publica datos de matrimonios con extranjeros desglosados por CCAA. Un análisis referido <strong>al</strong>2003 en Ceuta a partir del registro de los nombres y residencia de los contrayentes muestra que sólo el11% de las bodas celebradas se re<strong>al</strong>izaron entre una persona musulmana y una hispana, mientras queel 33% enlazaron a una persona musulmana de Ceuta con una marroquí residente en Marruecos (enMelilla, según datos referidos <strong>al</strong> 2001, el 34% de los matrimonios implicaba a un extranjero).159


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelque la población hispana concentra su voto en torno <strong>al</strong> Partido Popular (obtiene mayoríaincluso en los barrios de mayoría musulmana donde el porcentaje de abstenciónes muy <strong>al</strong>to) y desaparecen las opciones intermedias. La fragmentación étnica del votoque constituye un factor añadido <strong>al</strong> riesgo de fractura soci<strong>al</strong> a medio plazo.Tabla 9. Resultados elector<strong>al</strong>es en Ceuta (porcentajes sobre votos válidos)AbstenciónPPPSOEGILP. musulmanesOtros1986 G433746181987 L442232-462008 L49661215 (UDCE) + 2 (PDSC)202011 G47672111Elecciones gener<strong>al</strong>es (G) y loc<strong>al</strong>es-autonómicas (L). Partido Demócrata Soci<strong>al</strong> de Ceuta (PDSC), UniónDemocrática Ceutí (UDC), Grupo Independiente Liber<strong>al</strong> (GIL) y Co<strong>al</strong>ición por Melilla (CPM).Fuente: www.pre.gva.es/argos/archivo/index.html.Tabla 10. Resultados elector<strong>al</strong>es en Melilla (porcentajes sobre votos válidos)AbstenciónPPPSOEGILP. musulmanesOtros1986 G404736171987 L373148-212008 L4255924132011 G5168266Elecciones gener<strong>al</strong>es (G) y loc<strong>al</strong>es-autonómicas (L). Partido Demócrata Soci<strong>al</strong> de Ceuta (PDSC), UniónDemocrática Ceutí (UDC), Grupo Independiente Liber<strong>al</strong> (GIL) y Co<strong>al</strong>ición por Melilla (CPM).Fuente: www.pre.gva.es/argos/archivo/index.html.El cambio de identidad podía verse favorecido por dos factores latentes de cambio. Porun lado, la población de origen español tiende a trasladarse a la península o a convertirseen población flotante. Sea porque contemplan con aprensión la evolución demográficade las ciudades o porque tienen dificultades de educación (los colegios concertadosson pocos y están saturados) o de s<strong>al</strong>idas profesion<strong>al</strong>es, aumenta el número de losque compran viviendas en el <strong>sur</strong> peninsular y sólo residen en las ciudades autónomasdurante la semana labor<strong>al</strong>, de lunes a viernes (este es un factor de cambio demográficoque precisaría un estudio en profundidad por su <strong>al</strong>to impacto sobre la identidadtradicion<strong>al</strong>). El segundo se refiere <strong>al</strong> adoctrinamiento en v<strong>al</strong>ores identitarios que sefomenta desde las mezquitas donde predican imames dependientes de Marruecos que,aunque no tenga que ver con la radic<strong>al</strong>ización de los creyentes musulmanes, refuerzasu identidad contraponiendo los v<strong>al</strong>ores propios a los occident<strong>al</strong>es. Un factor de cambioidentitario que podría acelerarse a medida que se acentuara el cambio demográfico ola presión de Marruecos, especi<strong>al</strong>mente si se tiene en cuenta que el Rey de Marruecoses jefe de los creyentes entre los musulmanes de Melilla (menor en el caso de Ceutapor la extensión de la secta tabligh). Por otra parte, la previsible evolución demográfica160


Escenarios de riesgos y oportunidades significativosde Ceuta y Melilla hará que acaben predominando en ellas poblaciones con rasgoscultur<strong>al</strong>es diferentes a los de la mayoría de la población española. La reivindicacióndel uso ofici<strong>al</strong> del tamazig y del árabe di<strong>al</strong>ect<strong>al</strong> marroquí y la demanda de mayorescompetencias en materia educativa (son los únicos territorios del Estado español sintransferencia de la gestión educativa) forman parte de ese intento dereforzamiento de una identidad diferenciada.A corto plazo parece descartado que la población de origen marroquífavorezca mayoritariamente la demanda de Marruecos respecto a lasoberanía sobre las ciudades, tanto por las mayores prestaciones soci<strong>al</strong>esque reciben de España como por el limitado peso político conel que cuentan 139 . A mayor plazo esa previsión podría variar porqueprogresivamente se incrementará el peso político de las –hasta ahora–minorías, pasando de estar en condiciones de obtener concesiones delos partidos mayoritarios a desplazar a esos partidos y estar en condicionesde reforzar las señas de identidad musulmanas, bereberes omarroquíes, provocando una tensión centro-periferia semejante a laque existe entre el Gobierno de España y varias CCAA, con la importantediferencia de que esas señas de identidad son compartidas eneste caso con el país vecino que, además, reclama su soberanía.En resumen, el crecimiento de población de Ceuta y Melilla es unaamenaza a su estabilidad soci<strong>al</strong> y política porque no se sostienesobre un crecimiento económico par<strong>al</strong>elo y su consecuencia es unadegradación media de las condiciones de vida. En perspectiva, la situación es máspreocupante en Melilla por su mayor crecimiento demográfico y su mayor dependenciaeconómica del “comercio irregular” con Marruecos –a su vez muy vulnerable–, sin queotras actividades económicas parezcan vislumbrarse en un futuro cercano. La fuerte diferenciasoci<strong>al</strong> entre la población hispana –que será pronto minoritaria en Melilla y mástarde en Ceuta– y la musulmana puede provocar conflictos de tipo étnico y religioso queya se está expresando elector<strong>al</strong>mente. Por otra parte, una política destinada a reduciresa brecha soci<strong>al</strong> con mayores ayudas a las comunidades musulmanas puede convertirseen un potenciador de la atracción de la población marroquí hacia las ciudades y,por tanto, re<strong>al</strong>imentar el problema.3.2.1. RecomendacionesLos problemas económicos, demográficos y políticos identificados en Ceuta y Melillatienen carácter estructur<strong>al</strong>, por lo que se pueden retrasar sus efectos pero no evitarlos.139Existen casos aislados como el Omar Dudú, líder bereber de Melilla, que fue nombrado asesor delMinisterio del Interior en un gesto de buena voluntad hacia la comunidad musulmana en pleno procesode regularización extraordinaria de 1986. Dos meses después abandonó su puesto y reapareció enMelilla presentándose como enviado del Rey marroquí, reclamando la soberanía marroquí y acusandode traición a los musulmanes que no compartieran esta reclamación (luego abandonó España para vivirdefinitivamente en Marruecos bajo la protección económica de su Gobierno).161


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelLa primera recomendación sería la de estudiar la situación desde todos los ángulos parahabilitar una estrategia de intervención. En la investigación se señ<strong>al</strong>an <strong>al</strong>gunos estudiosimprescindibles como la ev<strong>al</strong>uación de un eventu<strong>al</strong> ingreso de ambas Ciudades Autónomasen la Unión Aduanera, el impacto de un eventu<strong>al</strong> cierre de fronteras por partede Marruecos, la cuantificación de las comunidades musulmana e “hispana” o el origende los depósitos bancarios. Son estudios necesarios para tomar conciencia de las vulnerabilidadesde la posición española y medir la capacidad de influencia de Marruecosde influir en ellas. Sobre ellos se debería articular la estrategia de intervención necesariapara r<strong>al</strong>entizar el proceso de deterioro o reaccionar ante sus desafíos.3.3 Una mirada geoeconómica a las oportunidades de ÁfricaAunque el pivote <strong>al</strong> Sur se ha justificado en función de los riesgos que proceden dela Zona, también se debería plantear para aprovechar las oportunidades económicasque ofrece el giro. La mirada <strong>al</strong> Sur es geoeconómica en el sentido de que acerc<strong>al</strong>os intereses económicos de España, primero, a una plataforma –la Zona– desdela que se pueden seguir expandiendo luego hacia el África Subsahariana.Como todas las aproximaciones estratégicas, esa mirada es a largo plazo y no carecede riesgos. Las miradas geoeconómicas a África desde otras latitudes se fijanmás en los datos que en los prejuicios. Son esos prejuicios los que han postergadola presencia empresari<strong>al</strong> española en África y los que han hecho que actores máslejanos como China, Brasil y Turquía se hayan colocado por delante en la aproximación.Más cerca, Francia acaba de definir sin complejos su visión de una asociaciónestratégica en la que los lazos históricos irán dejando paso a los intereseseconómicos y cultur<strong>al</strong>es 140 .En cuanto a los datos de África 141 :• África representa el 4% de la riqueza mundi<strong>al</strong>, pero ese porcentaje subirá <strong>al</strong> 7%en 2030 y <strong>al</strong> 12% en 2050.• En 2015 el África Subsahariana contará con 100 millones de personas conunos ingresos anu<strong>al</strong>es de aproximadamente 2.300 euros, el equiv<strong>al</strong>ente a la clasemedia de la India. Se estima que en 2050 la población de África llegara a los2.000 millones de habitantes, por delante de la India (1.600 millones) y China(1.400 millones).• Siete economías africanas entre las 10 de mayor crecimiento en el mundo entre2010 y 2015. Sierra Leona, Níger, Costa de Marfil, Liberia, Etiopía, Burkina Fasoy Ruanda tienen crecimientos superiores a los de China,162140“Un Partenariat pour l’avenir: 15 propositions pour une nouvelle dynamique economique entrel’Afrique et la France”, Ministerio de Economía y Finanzas, diciembre de 2013.141Elaboración sobre datos del Banco Mundi<strong>al</strong> (2013a) y Gómez-Jordana (2013).


Escenarios de riesgos y oportunidades significativosmientras que Mozambique, Zambia y Ghana, superiores a los de India. La tasaglob<strong>al</strong> de crecimiento ha crecido desde 2003 entre el 5% y el 7% de media segúnel FMI y subirá por encima del 5% entre 2013 y 2020 (en una cuarta parte de elloscrecerá por encima del 7%).• Una inversión extranjera directa que ha crecido a un ritmo compuesto del 20%desde 2007 y una cuota del 5,5% del tot<strong>al</strong> de proyectos de inversión extranjeraen el mundo. A pesar de la caída de los flujos de inversión en países en desarrollo(-8,8%), los flujos de capit<strong>al</strong> neto privados a la región crecieron el 3,3% (54.5billones de dólares) y la inversión exterior directa creció <strong>al</strong> 5,5% (37,7 billonesde dólares) en 2012.• 26 Estados africanos comprendidos en el acuerdo tripartito de libre comercio (T-FTAde 2008) con un mercado de 600 millones de personas, un PIB tot<strong>al</strong> de un billónde dólares, y un crecimiento del PIB a largo plazo superior a un 5% (este acuerdoempezará a funcionar a partir de junio 2014).Frente a estos datos de futuro, la posición de partida española es bastante precaria:sólo un 1,5% de sus exportaciones y un 3,7% de sus importaciones provienen delÁfrica Subsahariana (el tot<strong>al</strong> de exportaciones españolas en 2010 fue de 2.862 millonesde euros y el de importaciones 8.917 millones). África Subsahariana ofrecegrandes expectativas en materia de infraestructuras (85.000 millones de dólaresde financiación en infraestructuras en 2010), banca y telecomunicaciones, pero lasinversiones españolas en esos sectores son bastante limitadas y orientadas <strong>al</strong> nortede África 142 . Con la excepción de Sudáfrica, ningún país del África Subsaharianafigura entre los 50 primeros destinos de las exportaciones españolas. En 2012, lasexportaciones españolas destinadas a África Occident<strong>al</strong> (véase la Tabla 3) apenas<strong>al</strong>canzaron el 0,5% de las exportaciones tot<strong>al</strong>es (<strong>al</strong>rededor de 1.700 millones deeuros). Aunque los porcentajes puedan parecer relativamente bajos, debe señ<strong>al</strong>arseque las tasas de crecimiento de las exportaciones españolas hacia África Occident<strong>al</strong>aumentaron <strong>al</strong> 14,4% anu<strong>al</strong> entre 2007 y 2012, frente <strong>al</strong> 3,7% de tasa de crecimientode las exportaciones españolas tot<strong>al</strong>es. Del lado de las importaciones, ÁfricaOccident<strong>al</strong> supuso el 3,7% de las importaciones españolas –unos 9.300 millonesde euros– de las cu<strong>al</strong>es el 75% son importaciones de gas y petróleo procedentes deNigeria (unos 7.000 millones de euros).La situación podría cambiar debido a la pujanza del comercio exterior y <strong>al</strong> cambiode visión estratégica. En 2013, África ocupó el tercer lugar de mayor crecimientode exportaciones españolas, tras Oriente Próximo y Asia, aunque se concentró enpaíses como Sudáfrica (19% de incremento en 2013). En su discurso en la cumbrede la Unión Africana en junio de 2014, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,reconoció que el comercio español con África había crecido un 250% en los últimos142De los aproximadamente 7.350 millones de euros de inversión bruta en todos los sectores africanos,se dedican 382 millones a las infraestructuras (0,52%), 288 millones a las telecomunicaciones (0,40%)y 186 millones <strong>al</strong> sector financiero (0,25) según Datainvex de la Secretaría de Estado de Comercio.163


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahel10 años, superando <strong>al</strong> comercio de España con América Latina, y que cada año secompraban más de 28.000 millones de euros de productos africanos, casi el doblede los que se exportaban. La afirmación re<strong>al</strong>izada de que España cree en el presentey en el futuro de África, y que está decidida a apostar por él, podría representarun cambio de visión en el Gobierno, pero para convertirseen una estrategia deberá precisar sus objetivos, medios ylíneas de actuación 143 .Según el Banco Africano de Desarrollo (2013), el comerciointerafricano se duplicó entre 2005 (47 billones de dólares)y 2011 (108 billones) y su cuota del comercio mundi<strong>al</strong> creciódel 2,5% <strong>al</strong> 3,1% en el mismo período. El sector privadocrea el 80% del PIB y el 90% de los puestos de trabajo. Aesas cifras, las PYME contribuyen con el 30%-35% PIB yel 70%-80% del empleo. El crecimiento podría ser mayorsi no existieran <strong>al</strong>gunos obstáculos estructur<strong>al</strong>es como lasinfraestructuras sanitarias y de transporte que, de solucionarse,podrían elevar hasta un 7% el PIB region<strong>al</strong> (las m<strong>al</strong>asinfraestructuras incrementan el precio de las mercancíashasta el 75%). El crecimiento mejora con la estabilidad yla gobernanza en muchos de los 54 países y aunque sesigue apoyando en las materias primas (petróleo y miner<strong>al</strong>es),también crece el v<strong>al</strong>or de las exportaciones agrícolas,manufacturas y servicios.Desde el punto de vista demográfico, la población en edad labor<strong>al</strong> está creciendo deforma exponenci<strong>al</strong>: del 37% de la población <strong>al</strong> 42% en 2020; una población joveny más preparada (el número de licenciados se ha triplicado en el África Subsaharianaentre 1999 y 2009) que, sin embargo, representa el 60% del desempleo segúndatos del Banco Africano de Desarrollo (2013, p. 7).En perspectiva comparada, la competitividad africana se acerca bastante a la deotras economías emergentes en aspectos institucion<strong>al</strong>es, de regulación, eficienci<strong>al</strong>abor<strong>al</strong> y del mercado, los servicios financieros o la seguridad física, mientrasque presenta un retraso en infraestructuras, educación superior, s<strong>al</strong>ud y educaciónprimaria, mercado interno, tecnologías de la información y telecomunicaciones,servicios aduaneros y procedimientos de comercio (véanse los Gráficos 13a, 13by 13c).143El discurso y la primera asistencia del presidente a una cumbre africana en M<strong>al</strong>abo, Guinea Ecuatori<strong>al</strong>,se enmarcaban en la campaña de promoción de la candidatura española <strong>al</strong> Consejo de Seguridad, peroen un gesto inusu<strong>al</strong>, el presidente publicó un artículo de opinión el mismo día, en el que se res<strong>al</strong>taba ladu<strong>al</strong>idad africana, los intereses económicos y la asistencia militar y utilizó el término ubuntu (estamostodos juntos en esto) para referirse <strong>al</strong> futuro africano (El País, 26/VI/2014).164


Escenarios de riesgos y oportunidades significativosGráfico 13a. Competitividad comparada de ÁfricaGráfico 13b. Competitividad comparada de ÁfricaGráfico 13c. Competitividad comparada de ÁfricaFuente: Banco Mundi<strong>al</strong> (2013b, p. 8) según el World Economic Forum 2012.165


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelLas oportunidades en África, como las de cu<strong>al</strong>quier otra región, están expuestas a factoresexógenos de riesgo como el impacto de la crisis económica, la reducción de la ayuda <strong>al</strong>desarrollo y la caída de las inversiones extranjeras directas, el turismo y las remesas, entreotros. Por un lado, existen factores endógenos de riesgo como la f<strong>al</strong>ta de gobernanza, eldesempleo y otros aspectos del desarrollo humano (2013c) entre los que destaca la pobreza:África pasará de contar con un sexto de la pobreza mundi<strong>al</strong> en 1990 a cinco sextosen 2025. Esta situación obedece a la diferencia de riqueza entrepaíses ricos en recursos y los que no lo son: el porcentaje del PIBper cápita de los primeros creció del 0,79% en 1980 <strong>al</strong> 2,83%en 2011 y del 0,59% <strong>al</strong> 0,92% en los segundos durante elmismo período, encontrándose en África el mayor porcentaje depaíses que se resisten a la reducción de la pobreza (también <strong>al</strong>a desigu<strong>al</strong>dad, con el coeficiente Gini cercano <strong>al</strong> 51% tanto enpaíses ricos en recursos como pobres en ellos).Las oportunidades y riesgos mencionados son igu<strong>al</strong>es para todoslos posibles socios comerci<strong>al</strong>es, pero mientras la participacióneuropea en el comercio exterior de África ha caído del 51%<strong>al</strong> 28% en los últimos 30 años, <strong>al</strong>gunos como China (el 80%de los préstamos del Eximbank chino en 2010 se destinaron aproyectos de infraestructura en África), la India (su comercio conÁfrica en 2010 se elevó a 45 billones de dólares y se espera quellegue a los 10 billones en 2015) y Turquía (ha pasado de 12embajadas en 2009 a 31 en 2012), entre otros, están apostandopor el mercado africano (en reciprocidad, África exportó mása China, la India y Brasil que a la UE en 2011). Su penetración se apoya en estrategias,presencia y recursos específicos, por lo que España debería –de proponérselo– integrar lascapacidades de acción exterior de sus instrumentos institucion<strong>al</strong>es 144 .Por otra parte, una debilidad crónica africana como la s<strong>al</strong>ida ileg<strong>al</strong> de capit<strong>al</strong>espodría convertirse en una fort<strong>al</strong>eza si se consigue reducir una sangría generadapor la economía sumergida, los tráficos ileg<strong>al</strong>es o el acaparamiento de rentaspor las elites. Según estimaciones del Banco Africano para el Desarrollo y Glob<strong>al</strong>Financi<strong>al</strong> Integrity (2013, p. 26), África exportó más capit<strong>al</strong> neto <strong>al</strong> exterior –1,4trillones de dólares– del que recibió entre 1980 y 2009. Un capit<strong>al</strong> equiv<strong>al</strong>ente acuatro veces su deuda actu<strong>al</strong> e igu<strong>al</strong> que todo el PIB africano actu<strong>al</strong>.166144El apoyo financiero español a la internacion<strong>al</strong>ización en África Subsahariana viene a través del créditoa la exportación con apoyo ofici<strong>al</strong> bajo donaciones, créditos ligados, créditos desligados conversión dedeuda y apoyo comerci<strong>al</strong>. Los mecanismos utilizados serían el FIEM (FEV), el capit<strong>al</strong> riesgo ofici<strong>al</strong> confondos COFIDES, Líneas País, Líneas EFP, líneas sectori<strong>al</strong>es, cobertura CESCE e ICO. Existe además unmarco leg<strong>al</strong> bilater<strong>al</strong> de Acuerdos de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones APPRI.


Escenarios de riesgos y oportunidades significativosFin<strong>al</strong>mente, la mayoría de los países africanos se encuentran, por el momento, fuerade las cadenas glob<strong>al</strong>es de v<strong>al</strong>or añadido, en parte porque sus princip<strong>al</strong>es –y limitadas–exportaciones son fundament<strong>al</strong>mente de materias primas. A pesar de tenerpreferencias comerci<strong>al</strong>es con los princip<strong>al</strong>es países desarrollados, la mayoría de lospaíses africanos no forman parte de los nuevos acuerdos comerci<strong>al</strong>es region<strong>al</strong>es quese están negociando ante la incapacidad de la Organización Mundi<strong>al</strong> del Comerciopara cerrar la Ronda de Doha de negociaciones comerci<strong>al</strong>es multilater<strong>al</strong>es.En particular, los países africanos de la cuenca del Atlántico, igu<strong>al</strong> que los latinoamericanos,observan con cierto recelo las negociaciones del acuerdo de comercioe inversiones que la UE está negociando con EEUU (TTIP, por sus siglas en inglés).Este acuerdo, que se espera que esté concluido para 2015, aspira a crearun mercado unificado para bienes, servicios e inversiones en el área transatlántica,pero dejaría excluidos a los países emergentes, incluidos los africanos. A medioplazo, sin embargo, existe la posibilidad de que el TTIP se amplíe <strong>al</strong> conjuntodel espacio Atlántico (que incluiría a países africanos y latinoamericanos). Si estefuera el caso, se abriría la posibilidad de que un gran número de países africanospudieran integrarse en este enorme mercado, que representaríamás del 50% del PIB mundi<strong>al</strong>. Para ello, primero, el TTIP tieneque llegar a buen puerto, <strong>al</strong>go que no será sencillo dada la complejidadde las negociaciones entre EEUU y la UE. Segundo, tienenque articularse mecanismos para que los países africanospuedan adoptar los estándares <strong>al</strong>canzados en el TTIP, si así lodesean, lo que requerirá adaptar los acuerdos preferenci<strong>al</strong>es yde libre comercio que varios países africanos tienen tanto con laUE como con EEUU.3.3.1. RecomendacionesPara evitar perder las oportunidades emergentes en África, la primerarecomendación es dotarse de una visión estratégica. Unanecesidad más urgente para países como España que no tienenconciencia de la situación económica debido a su ausencia tradicion<strong>al</strong>de los mercados africanos. La visión estratégica puedeadquirirse de forma rápida si se cuenta con la inteligencia económicaadecuada, t<strong>al</strong> y como está demostrando el ICEX en materiade inteligencia comerci<strong>al</strong>, pero se necesitan instrumentos mássofisticados y multidisciplinarios. A la espera de que el desarrollode la Estrategia de Seguridad Nacion<strong>al</strong> conduzca a un sistema deinteligencia económica y que éste entre en eficacia operativa, la visión estratégicase demorará en el tiempo. Mientras, y tratándose de una cuestión de cambio dement<strong>al</strong>idad, sería necesario fomentar el liderazgo gubernament<strong>al</strong> que pasara dela visión ya reconocida por Presidencia a una estrategia de actuación. En ella sedeberían an<strong>al</strong>izar los intereses y riesgos nacion<strong>al</strong>es, estudiar las mejores prácticasde terceros, establecer <strong>al</strong>gún foro de promoción y seguimiento público-privado y designara un responsable único dentro de la Administración para liderar el proceso.167


4. CONCLUSIONESY RECOMENDACIONES:ESPAÑA MIRANDO AL SUR


4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES:ESPAÑA MIRANDO AL SURConocer y an<strong>al</strong>izar los riesgos y oportunidadesDe este trabajo de investigación se desprende la necesidad de prestar atención a laZona, y a África en gener<strong>al</strong>, para profundizar y ampliar el conocimiento de los riesgosy oportunidades que emergen de ella. La experiencia reciente de las denominadas“primaveras árabes” ha demostrado la superfici<strong>al</strong>idad del conocimiento e interlocutoressobre los que se sustentaba la relación española y occident<strong>al</strong> con la re<strong>al</strong>idad de la Zona.A pesar de la proximidad geográfica, no se dispone todavía del conocimiento suficientepara orientar una acción exterior proactiva que impulse los intereses españoles desde elMediterráneo <strong>al</strong> Sahel, y mucho menos hacia el resto del continente. Tampoco se disponede la suficiente masa crítica de investigadores, centros de estudios o programas deinvestigación para formar una comunidad epistemológica a la <strong>al</strong>tura de los intereses enjuego. Aunque se dispone de bastante información sobre los factores estructur<strong>al</strong>es, esnecesario dedicar inteligencia, recursos y perseverancia para mejorar el conocimientode las dinámicas que impulsan –para bien o para m<strong>al</strong>– cambios en ellos. La percepciónpuede coincidir con la re<strong>al</strong>idad pero debajo de las apariencias actúan fuerzas y factoresque pueden subvertir esa percepción con la celeridad propia de la glob<strong>al</strong>ización.La investigación revela la insuficiencia del conocimiento disponible de la situación sobreel terreno y de las dinámicas y estado de los riesgos y oportunidades, por lo que es difícilan<strong>al</strong>izar los riesgos con exactitud y se corre el riesgo de exagerar o subestimar su trascendencia.A f<strong>al</strong>ta de un conocimiento más profundo resulta difícil justificar ante el Gobiernoo la sociedad la prioridad que merecen riesgos como el terrorismo, la inmigración irregular,el tráfico de drogas, la piratería o la conexión entre los anteriores, cuyos fundamentosobjetivos no se corresponden con su percepción intuitiva. Se conocen los responsables ylas manifestaciones del terrorismo yihadista pero se conocen menos los procesos de radic<strong>al</strong>izacióny las dinámicas internas de liderazgo, asociación y financiación de los distintosgrupos. Se tiene un conocimiento borroso del crimen organizado y de los tráficos ilícitos,pero se sabe poco de la dinámica y lógica que está detrás de los flujos de efectivo queabundan en la Zona y del impacto de los tráficos ilícitos de drogas, mercancía y personassobre la seguridad nacion<strong>al</strong>. Se precisa mayor conocimiento para ilustrar los debatessobre la influencia de las mafias en la inmigración irregular, sobre la conexión entre terrorismoy crimen organizado o sobre la interacción entre corrupción y crimen organizado.Desde el punto de vista de las oportunidades, se dispone de mayor conocimiento estadísticoy teórico que de estudios de campo y de los intereses económicos conocidos quede los que están por descubrir. Se dispone de inteligencia económica sobre países comoMarruecos o Argelia, pero se carece de ella o no reúne la c<strong>al</strong>idad necesaria sobre otrosespacios emergentes donde se dirige la proyección económica de nuestros competidorespara aprovechar sus oportunidades en sectores como las infraestructuras, la energía, labanca o las telecomunicaciones donde España dispone de ventaja comparativa.171


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelPara evitar percepciones que magnifican los riesgos y subestiman las oportunidades,la Mirada <strong>al</strong> Sur debe apoyarse en el mejor conocimiento y análisis posible. Sólo desdeun buen conocimiento se puede diseñar una estrategia de actuación y articular unrelato que anime <strong>al</strong> Gobierno y a la sociedad a tomar conciencia de lo que se juegan<strong>al</strong> Sur y lo incluyan entre sus prioridades de actuación.Elaborar una visión estratégicaPara ser coherentes con la importancia que la Estrategia de Seguridad Nacion<strong>al</strong> asignaa los riesgos presentes en el Sahel, el Cuerno de África y el Golfo de Guinea, reconociendoque afectarán a los intereses vit<strong>al</strong>es de España en las próximas décadas,resulta imprescindible elaborar una estrategia de intervención integrada en la que sedefina su visión de los riesgos y oportunidades del Sur, el papel de España en relacióncon ellos, los objetivos estratégicos de su acción exterior en el Sur, los instrumentosnecesarios para apoyar su actuación y la forma en la que se emplearán para lograr losobjetivos. Se debe pasar de una plur<strong>al</strong>idad de acciones diplomáticas y económicas,de defensa o seguridad, públicas o privadas fragmentadasy sin coordinación a una Estrategia de Acción Exterior en laZona. En ausencia de una estrategia glob<strong>al</strong> y propia, Españase verá arrastrada por las agendas region<strong>al</strong>es de otros actoresy no podría influir en la elaboración de agendas colectivas.La capacidad española de afrontar riesgos y aprovechar oportunidadesen la Zona depende, en primer lugar, de su reflexiónsobre sus intereses en ella, lo que puede hacer por sí mismo ojunto a otros. Para <strong>al</strong>canzar los objetivos políticos, económicos,de desarrollo y seguridad que satisfacen a aquellos interesesdeberá contar con una estrategia de actuación. Su capacidadde configurar la estabilidad region<strong>al</strong> interactuando con esosactores inestables se ve limitada por la f<strong>al</strong>ta de recursos necesariospara hacerlo (desfase entre necesidades e instrumentos)por lo que tendría que articular prioridades en una estrategiaque está por elaborar. Las prioridades identificarán los escenariosde riesgo más directos (mayor probabilidad y efecto) y lasoportunidades de actuación en los distintos plazos. En funciónde lo anterior, los objetivos estratégicos de actuación debenser re<strong>al</strong>istas y más enfocados a la limitación de daños propiosque a la transformación de las fuentes de riesgo profundas. Suponer que es posiblerevertir en breve plazo y con limitado esfuerzo las causas estructur<strong>al</strong>es de la estabilidadregion<strong>al</strong>, solos o con ayuda de otros, sería un error estratégico y trasladaría un mensajeequivocado a la sociedad española y a sus responsables políticos.La investigación muestra que la intervención española entre el Mediterráneo y elSahel se desarrolla de forma compartimentada y sin coordinación previa entre los172


Conclusiones y recomendaciones: España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Surdistintos Ministerios y Agencias. La coordinación existente necesita sistematizaciónporque suele seguir patrones inform<strong>al</strong>es que se fundamentan en relaciones person<strong>al</strong>eso en la respuesta a situaciones de urgencia. S<strong>al</strong>vo <strong>al</strong>gunas programacionessectori<strong>al</strong>es como la Diplomacia de Defensa o la Cooperación Española, no se hanidentificado mecanismos que permitan generar economías de esc<strong>al</strong>a. Por un lado,se han concluido planes con vocación integr<strong>al</strong> como el Plan África elaborado por elMAEC en respuesta a la crisis de 2006. Por otro, <strong>al</strong>gunos planes de actuación comola Estrategia para la Prevención del Terrorismo y la Radic<strong>al</strong>izaciónen el Sahel-Magreb se han par<strong>al</strong>izado tras los sucesos de M<strong>al</strong>i.Del mismo modo, la cooperación internacion<strong>al</strong> en cuestiones deInterior y Justicia no cuenta con los instrumentos de planificación ysupervisión adecuados, por lo que está prácticamente delegada enlas iniciativas de la UE o de la FIIAPP.La limitada cooperación interministeri<strong>al</strong> e interagencias se replicadentro de los Ministerios y Agencias, donde se manifiestan tensionesy expectativas corporativas que afectan <strong>al</strong> desarrollo del enfoqueintegr<strong>al</strong>. La investigación identifica la dificultad para integrar lascompetencias y responsabilidades de las distintas administracionesy cuerpos implicados en la seguridad marítima y en otros ámbitosde la seguridad nacion<strong>al</strong> donde concurren culturas de seguridad diferenciadas.Por lo tanto se recomienda proceder a la integración tantodentro de cada Ministerio y Agencia como entre ellos de forma que las estrategias deintervención se beneficien de las economías de esc<strong>al</strong>a y las sinergias derivadas de laintegración. Esta recomendación es importante en un momento de transición hacia unacultura de seguridad nacion<strong>al</strong> en la que se enmarca la Mirada <strong>al</strong> Sur.Una visión estratégica del Sur integrada necesita un liderazgo único, de Gobierno, enlugar de una delegación departament<strong>al</strong>. Las consultas re<strong>al</strong>izadas durante la investigaciónrevelan que las cuestiones de seguridad y defensa no están incluidas necesariamentedentro de las agendas de las reuniones <strong>al</strong> más <strong>al</strong>to nivel con los países dela Zona y que en esas materias la interlocución se delega a las relaciones y agendasde cada Ministro y responsable de Agencias. Por el contrario, <strong>al</strong>gunas intervencionesrecientes muestran una mayor implicación de líderes europeos como el presidentefrancés y el primer ministro británico en la interlocución directa con los líderes dela Zona sobre esas cuestiones. La asociación estratégica en asuntos de interés vit<strong>al</strong>precisa un liderazgo del máximo nivel aunque su preparación y ejecución continúe enmanos de los responsables ministeri<strong>al</strong>es y de las agencias.Articular una asociación estratégica (la red)España está en primera línea de una Zona de fractura entre el Norte y el Sur que nodispone de una arquitectura de seguridad y gobernanza propia. Por ello, debe fomentarel desarrollo de una red de influencia en la que participen socios o <strong>al</strong>iados, bilater<strong>al</strong>173


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelo multilater<strong>al</strong>mente, region<strong>al</strong>es y extra-region<strong>al</strong>es, públicos yprivados. No siempre contará con interlocutores estat<strong>al</strong>es previsiblessino con interlocutores, estat<strong>al</strong>es o no, poco fiables omenos m<strong>al</strong>os con los que tendrá que aprender a relacionarse.La investigación muestra que existen pocos candidatos interesadosy capaces de asociarse estratégicamente con Españapara hacer frente a los retos y oportunidades desde elMediterráneo <strong>al</strong> Sahel. A f<strong>al</strong>ta de una arquitectura de seguridadsolvente en la Zona, España deberá buscar asociacionesestratégicas de colaboración bilater<strong>al</strong> con los paísesoccident<strong>al</strong>es y de la Zona que tengan intereses de seguridadafines (EEUU, Francia, el Reino Unido, Marruecos, Argelia yMauritania entre otros). Multilater<strong>al</strong>mente, España deberá participaren las estrategias de empoderamiento que se can<strong>al</strong>icenhacia los países y organizaciones loc<strong>al</strong>es a través de organizacionesinternacion<strong>al</strong>es como la UE o la OTAN. Dada la plur<strong>al</strong>idad de actores e intereses,se recomienda articular una estructura flexible de cooperación en red que facilite caminos<strong>al</strong>ternativos para cada problema y la interconectividad entre los socios. Se propone queEspaña cree su propia red de intervención en la que se identifiquen los actores con losque se cuenta (nodos) para cada mod<strong>al</strong>idad de intervención (flujo) tanto sobre el terreno(nivel táctico) como fuera de él (niveles estratégicos y operativos). La m<strong>al</strong>la/red vendría aser la arquitectura de intervención y la estrategia su modelo de funcionamiento.Ya que España no cuenta con una infraestructura de apoyo en la Zona ni con experienciade colaboración con muchos de sus posibles socios estratégicos, la aproximación deberáser progresiva y pragmática. Se recomienda articular y consolidar la red desde la confianzaa la asociación, desde las relaciones inform<strong>al</strong>es a las form<strong>al</strong>es, desde la colaboraciónpráctica a la teórica, de las relaciones entre fuerzas y cuerpos a las relaciones institucion<strong>al</strong>es.También se recomienda adoptar un enfoque más proactivo de colaboración con laUE, prestando <strong>al</strong> Servicio Europeo de Acción Exterior el asesoramiento de defensa y seguridadde los que carece en la Zona de forma voluntaria para poder <strong>al</strong>inear los interesesnacion<strong>al</strong>es y de la UE en esos ámbitos y articulando propuestas financieras u operativasconjuntas, centr<strong>al</strong>izando la contribución de la UE a la red de intervención.Pivotar <strong>al</strong> Sur para quedarseSe pivota <strong>al</strong> Sur para quedarse en él. La investigación demuestra la densidad de lasrelaciones, positivas y negativas, con el Sur, por lo que la aproximación <strong>al</strong> Sur debetener vocación de permanencia. No se trata de hacer frente a riesgos que prontodesaparecerán sino de implicarse en el desarrollo de las condiciones e instrumentosque favorezcan nuestros intereses y reduzcan los riesgos de la exposición geográficaa largo plazo (las décadas a las que se refiere la Estrategia de Seguridad Nacion<strong>al</strong>).El análisis muestra que las revueltas, tensiones, conflictos y problemas pueden volvera repetirse y que afectan, de una u otra forma, a los intereses españoles. Lo mismo174


Conclusiones y recomendaciones: España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Surpuede decirse de las oportunidades. El fomento de la gobernanza, el desarrollo, losderechos humanos y libertades fundament<strong>al</strong>es, el Estado de Derecho y la democraciaen la Zona beneficiará la interdependencia creciente. El Sur es ya un espacio natur<strong>al</strong>de expansión del Estado, de sus Comunidades Autónomas y empresas cuya consolidaciónprecisa sistematización. El objetivo es integrar las relaciones de todos losanteriores con la Zona en una acción exterior coherente y sinérgica que permita influirproactivamente y a mayor plazo en lugar de actuar de forma reactiva y cortoplacista.Para pasar de la presencia a la influencia en la Zona, implementar la estrategia deintervención y aprovechar la interconectividad de la red se precisa contar con <strong>al</strong>gunosinstrumentos de los que se ha carecido hasta ahora o que precisan una mayor atención.En primer lugar, no se pueden escatimar recursos para garantizar unos intereses que sedeclaran vit<strong>al</strong>es. Protegerse de los riesgos de seguridad y aprovechar las oportunidadestiene un coste. Tanto del lado de la actuación preventiva como del lado de la respuestareactiva, la atención <strong>al</strong> Sur representará costes añadidos a los actu<strong>al</strong>es. En las condicioneseconómicas actu<strong>al</strong>es resulta difícil atenderlos, por lo que se recomienda que seasignen presupuestos y recursos específicos <strong>al</strong> Sur –independientemente de su cuantía–para visu<strong>al</strong>izar la voluntad de atender a los intereses vit<strong>al</strong>es en la Zona.Al menos inici<strong>al</strong>mente, se deberían agrupar los fondos destinadosa la acción exterior en la Zona dentro de un capítulo presupuestarioespecífico dotado de una partida propia o mediante créditos extraordinarios.En su defecto, será difícil estimular la contribución de losdistintos departamentos si es en detrimento de sus presupuestospropios. Del mismo modo, se recomienda articular la financiaciónpropia con la disponible en la UE mediante propuestas que integrenconjuntamente recursos y actuaciones. La cofinanciación facilitaríaque España pasara a ser decisor de fondos y programas de la UEen lugar de receptor o ejecutor como en la actu<strong>al</strong>idad. Asimismo, ydebido a la situación creada por la crisis de Ucrania, España deberámovilizarse para contrarrestar una mayor atención hacia el partenariadoorient<strong>al</strong> de los recursos de la UE en detrimento de los quese destinan <strong>al</strong> Sur.Otro instrumento que se recomienda es la articulación de un grupode dirección intergubernament<strong>al</strong> dedicado específicamente a laelaboración, supervisión y actu<strong>al</strong>ización de las estrategias de intervención,así como a asesorar en la gestión de las crisis que se presenten.La disponibilidad de un equipo director permitiría gestionarla red, facilitando la conectividad entre todos los actores internosy externos asociados a la red. También permitiría la interconexiónentre los actores públicos y los actores privados, los think-tanks, lasuniversidades y la sociedad civil.Fin<strong>al</strong>mente, y cu<strong>al</strong>quiera que sea la estrategia de actuación en el Sur, debe acompañarsede una estrategia de comunicación que traslade <strong>al</strong> Gobierno y a la sociedad175


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahelun relato persuasivo de riesgos y oportunidades, apoyada en los datos y elaboradadesde los intereses nacion<strong>al</strong>es en su sentido amplio, y no sólo de los de la seguridadnacion<strong>al</strong>. Disponiendo de una estrategia, la diplomacia pública española podría hacersaber a todos los interlocutores posibles en qué coinciden/divergen sus interesesnacion<strong>al</strong>es de seguridad con los españoles y que pueden o no esperar de España (nose pueden seguir elaborando políticas en función de lo que puedan pensar Argelia,Marruecos o Francia). Todo esto es necesario si de verdad creemos, como ha dichoel presidente del Gobierno, que en el futuro africano estamos todos juntos (ubuntu).176


ANEXO


Anexo IANEXOACUERDOS MARCO DE COOPERACIÓN EN MATERIA DE INMIGRACIÓN (MAEC, 2011)PaísFecha de firmaFecha de aplicaciónCabo VerdeGambiaGuineaM<strong>al</strong>iMarzo 2007Octubre 2006Octubre 2006Enero 2007En vigor desde 19/I/2008Aplicación provision<strong>al</strong> desde 8/XI/2006Aplicación provision<strong>al</strong> desde 7/I/2007Aplicación provision<strong>al</strong> desde 22/II/2008CONVENIOS DE INMIGRACIÓN CON PAÍSES AFRICANOS (MI, 2011)PaísGhanaMauritaniaNígerGuinea BissauFecha de firmaDiciembre de 200625/VII/2007(aplicación provision<strong>al</strong> 23/IX/2007)10/V/2008(aplicación provision<strong>al</strong> 9/XI/2008)27/II/2008(aplicación provision<strong>al</strong> 8/XI/2008)MateriaAcuerdo de cooperación en materia de inmigración(pendiente de firma)Acuerdo sobre regulación y Ordenamiento de losflujos migratorios labor<strong>al</strong>esAcuerdo de cooperación en materia de inmigraciónAcuerdo de cooperación en materia de inmigraciónMEMORANDOS DE ENTENDIMIENTO (MI, 2011)PAÍSArgeliaCabo VerdeGambiaGuinea BissauGuineaM<strong>al</strong>iMarruecosMauritaniaSeneg<strong>al</strong>MATERIASMemorando de entendimiento en el marco del s<strong>al</strong>vamento aeronáutico (SAR). Noviembre de 2007.Acuerdo para vigilancia conjunta de espacios marítimos bajo jurisdicción de Cabo Verde. Febrero 2008.Acuerdo para la re<strong>al</strong>ización de patrullas mixtas en sus aguas jurisdiccion<strong>al</strong>es y para la formación delperson<strong>al</strong> gambiano por parte de la Guardia Civil. Febrero 2008.Memorando de colaboración sobre patrullas conjuntas en el marco de la lucha contra la emigraciónclandestina mediante de patrullas mixtas en sus aguas jurisdiccion<strong>al</strong>es. Febrero 2008.Memorando de colaboración sobre patrullas conjuntas en el marco de la lucha contra la emigraciónclandestina por vía marítima a través de la aplicación del Programa FRONTEX. Febrero 2008.Memorando de Cooperación en materia de Protección Civil. Firmado en febrero de 2009.Patrullas Mixtas Guardia Civil-Gendarmería Re<strong>al</strong> de Marruecos. Acta de la segunda reunión del GrupoMigratorio Permanente Hispano-marroquí de 16/I/2004.Acuerdo para la re<strong>al</strong>ización de patrullas mixtas y formación de su person<strong>al</strong> (firmado en agosto de2006, y renovable por períodos de seis meses). Acuerdo para la puesta en marcha de un equipo mixtode investigación conjunto y bajo autoridad mauritana para luchar contra las redes de inmigración enMauritania (firmado en junio 2008 y renovable cada seis meses). Protocolo de colaboración en materiade seguridad y de lucha contra el terrorismo y la crimin<strong>al</strong>idad organizada (firmado en julio de 2008, deduración indefinida). Acuerdo patrullaje avión Guardia Civil y Delegación de Pesca de Mauritania (firmadoen noviembre de 2009).Memorando de colaboración sobre patrullas conjuntas en el marco de la lucha contra la emigraciónclandestina por vía marítima a través de la aplicación del Programa FRONTEX. Incluye, en sus contenidos,la formación de su person<strong>al</strong> (firmado en septiembre de 2006). Memorando de cooperación de la DG de laPolicía y de la Guardia Civil y la Gendarmería Nacion<strong>al</strong> de Seneg<strong>al</strong> (firmado el 3/XI/2009).179


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelACUERDOS DE READMISIÓN FIRMADOS POR ESPAÑA CON PAÍSES AFRICANOS (MAEC, 2011)PaísFecha de firmaFecha de aplicaciónArgeliaGhanaGuinea - BissauMarruecosMauritaniaNígerNigeriaJulio 2002Julio 2005Febrero 2003Febrero 1992Julio 2003Mayo 2008Noviembre 2001En vigor desde 18/I/2004No ha entrado en vigorAplicación provision<strong>al</strong> desde 9/III/2003Aplicación provision<strong>al</strong> desde 13/II/1992Aplicación provision<strong>al</strong> desde 31/VII/2003Aplicación provision<strong>al</strong> desde 9/VI/2008Pendiente de ratificación180


BIBLIOGRAFÍA


BibliografíaBIBLIOGRAFÍAAbd<strong>al</strong>la, M.A. (2009), “Understanding of the natur<strong>al</strong> resource conflict dynamics.The case of Tuareg in North Africa and the Sahel”, ISS Paper, nº 194, agosto.Adjoa, Anymadu (2013), “Maritime Security in the Gulf of Guinea”, ChathamHouse, julio.Alvarez-Coque, J.M., V. Martínez-Gómez y M. Villanueva (2007), “F&V Trade Modelto Assess Euro-Med Agreements. An Application to the Fresh Tomato Market”.Amirah Fernández, Haizam (2013a), “Libia y la problemática Ley de Aislamiento”,ARI, nº 20/2013, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, julio.Amirah Fernández, Haizam (2013b), “España-Marruecos, una apuesta por elacercamiento”, ARI, nº 46/2013, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, julio.Amirah Fernández, Haizam (2014a), “España-Marruecos, sintonía re<strong>al</strong> y muchopor hacer”, ARI, nº 51/2014, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, julio.Amirah Fernández, Haizam (2014b), “Los futuros de Egipto: el bueno, el feo y elm<strong>al</strong>o”, ARI, nº 10/2014, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, febrero.Aning, Kwesi, y John Pokoo (2013), “Drug Trafficking and Threats to Nation<strong>al</strong> andRegion<strong>al</strong> Security”, Kofi Annan Foundation.Arteaga, Félix (2013a), “La defensa que viene. Criterios para la reestructuración de laDefensa en España”, Elcano Policy Paper, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, octubre.Arteaga, Félix; (2013b), “Lecciones aprendidas de las revueltas árabes: la derivarepresora de Egipto”, ARI, nº 22/2013, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, agosto.Arteaga, Félix, y Fernando Reinares (2012), “Terrorismo y crimen organizado en lapenínsula del Sinaí: un nuevo agujero negro en Oriente Medio”, ARI, n1 42/2012,Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, junio.Banco Mundi<strong>al</strong> (2013a), “Africa’s Pulse”, vol. 7, abril; (2013b), The AfricaCompetitiveness Report 2013; (2013c), World Development Indicators 2013.Bello, Oladiran (2012), “Implementing the EU-Sahel Strategy”, Documento detrabajo, nº 114, FRIDE, noviembre.Berghezan, Georges (2013), “Côte D’Ivoire et M<strong>al</strong>i, au coeur des trafics d’armes enAfrique de L’Ouest”, Informe GRIP, nº 1/2013.Bertelsmann Stiftung (2014), Bertelsmann Transformation Index.Boukhars, Anouar (2013), “Al-Qaeda’s Re<strong>sur</strong>gence in North Africa?”, Working Paper,nº 120, FRIDE, agosto.Brown, David E. (2013), “Africom at 5 years”, The Letort Papers, US Army WarCollege, agosto.Bueguer, Christian (2013), “Communities of Security Practice at Work? The EmergingAfrican Maritime Security Regime”, African Security, nº 6.Busby, Joshua, Todd G. Smith, Nisha Krishnan y Mesfin Bek<strong>al</strong>o (2013), “Advances inMapping Climate Security Vulnerability”, Research Brief, nº 13, CCAPS, abril.Car, Dev, y Sara Freitas (2012), Illicit Financi<strong>al</strong> Flows from Developing Countries2001-2010, Glob<strong>al</strong> Financi<strong>al</strong> Integrity Ford Foundation, diciembre.Chivis, Christopher S., y Andrew Liepman (2013), North Africa’s Menace, RANDCorporation.183


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> Sahel184Collier, P. (2007), The Bottom Billion: Why the Poorest Countries are Failing andWhat Can Be Done About It, Oxford University Press.Directorate Gener<strong>al</strong> for Extern<strong>al</strong> Policies (2014), “Mediterranean flows into Europe:Migration and the EU’s foreign policy”, PE.522.330, marzo.División de Población de Naciones Unidas (DPNU) (2012), Perspectivas de lapoblación mundi<strong>al</strong>.Doty, Bonnie, et <strong>al</strong>. (2011), “Vulnerability to Climate Change: an Assessment of Eastand Centr<strong>al</strong> Africa”, Student Working Paper, nº 2, CCAPS.Dowed, Cairiona (2013), “Tracking Islamist Militia and Rebel Groups”, ResearchBrief, nº 8, CCAPS, febrero.Environment<strong>al</strong> Justice Foundation (2012), “The Fight Against Illeg<strong>al</strong> Fishing in WestAfrica and the EU”.Economist Intelligence Unit (EIU) (2013a), “Niger economy: Quick View - Niger stillleads region in attracting FDI”, EIU ViewsWire, 11/III/2013.Economist Intelligence Unit (EIU) (2013b), “Libya Country Report”, marzo.Escribano, Gonz<strong>al</strong>o (2010), Marruecos y la internacion<strong>al</strong>ización de la empresaespañola, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano-ICEX-ICO.Escribano, Gonz<strong>al</strong>o (2011a), “Marruecos en el nuevo mapa económico mediterráneo”,ARI, nº 150/2011, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, noviembre.Escribano, Gonz<strong>al</strong>o (2011b), “Energía en el Norte de África: vectores de cambio “,DT, nº 13/2011, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, julio.Escribano, Gonz<strong>al</strong>o (2011c), “Una agenda energética para Libia: seguridad,reconstrucción y gobernanza”, ARI, nº 139/2011, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, octubre.Escribano, Gonz<strong>al</strong>o (2011d), “Cambio político y economía en el mundo árabe:<strong>al</strong>gunas implicaciones para España”, ARI, nº 49/2011, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano.Escribano, Gonz<strong>al</strong>o (2012a), “Aproximación a la seguridad de las inversionesextranjeras españolas“, ARI, nº 75/2012, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, octubre.Escribano, Gonz<strong>al</strong>o (2012b), “Gestionar la interdependencia energética hispanoargelina”,ARI, nº 44/2012, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, junio.Escribano, Gonz<strong>al</strong>o (2012c), “La reconfiguración de las políticas económicas en elNorte de África”, ARI, nº 48/2012, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, julio.Escribano, Gonz<strong>al</strong>o (2013a), “Argelia y España, potenci<strong>al</strong> de <strong>al</strong>to nivel”, Comentario,nº 4/2013, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, enero.Escribano, Gonz<strong>al</strong>o (2013b), “A Politic<strong>al</strong> Economy Perspective on North Africa’sTransitions”, WP, nº 3/2013, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano enero.Escribano, G., y E. P<strong>al</strong>loni (2012), “Energy as a driver for economic strategiccooperation in the Western Mediterranean”, CEMRES 2012 research project.European Council (2014), “EU Strategy on the Gulf of Guinea”, 7224/14, 18/III/2014.European Migration Network (EMN) (2012),”Practic<strong>al</strong> Mea<strong>sur</strong>es to Reduce IrregularMigration”, marzo.Europol (2011), OCTA Report, Bruselas.Europol (2013), “EU Drug Markets Report”.Eurostat (2014), Newsrelease, nº 60/2014, 15/IV/2014.Forum Euromediterráneo de Institutos de Investigación en Ciencias Soci<strong>al</strong>es FEMISE(2003), “The Pillars of a Euro-Mediterranean Agricultur<strong>al</strong> Pact”, FEMISEBackground Paper.


BibliografíaFernández Ordoñez, M. (2011), “Estructura del sistema energético español. Análisisy propuestas futuras”, Documento del Grupo de Estudios Estratégicos.Fisc<strong>al</strong>ía (2012), Memoria de la Fisc<strong>al</strong>ía Gener<strong>al</strong> del Estado.Frontex (2013), Fran Quarterly, nº 464/2014, julio-septiembre.Frontex (2014), Annu<strong>al</strong> Risk An<strong>al</strong>ysis.Gabú, Florence (2013), “Libya, the struggle for security”, EUISS, junio.GIABA (2011), 2011 Annu<strong>al</strong> Report, Interim Action Group Against Money Launderingin West Africa.Glob<strong>al</strong> Financi<strong>al</strong> Integrity y African Development Bank (2013), The Problem of NetResources Transfers from Africa 1980-2009, mayo.Gómez-Jordana Moya, R. (2013), “África Subsahariana: un espacio de oportunidadespara la empresa española”, DT, nº 1/2013, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, 17/I/2014.Guardia, Julio de la (2013), “Egipto: el Estado contra los Hermanos Musulmanes”,ARI, nº 35/2013, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, 30/VIII/2013.Hendrix, Cullen, e Ildean S<strong>al</strong>ehyan (2012), “Climate Shocks and Politic<strong>al</strong> Violence”,Research Brief, nº 2, CCAPS, abril.Human Rights Watch (2012), Spir<strong>al</strong>ing Attacks: Boko Haram and Security ForceAbuses in Nigeria, octubre.Institute for Economics and Peace (2013), Glob<strong>al</strong> Terrorism Index (GTI), diciembre.Internation<strong>al</strong> Crisis Group (2012), “The Gulf of Guinea: the New Danger Zone”, 12/XI/2012.Internation<strong>al</strong> Crisis Group (2013), “La Tunisie des frontiers. Jihad et contrebande”,28/XI/2013.Joiner, Emily, Darrel Kennedo y Jesse Sampso (2012), “Vulnerability to ClimateChange in West Africa”, Student Working Paper, nº 4, CCAPS, febrero.Jourde, Cédric (2011), “Sifting Though the Layers of Insecurity in the Sahel”, AfricanSecurity Brief, nº 15, septiembre.Leicher, K. (2012), “West Africa’s new oil province: Security ch<strong>al</strong>lenges and risks”,Consultancy Africa Intelligence.Macias, Léa (2013), “Complex Emergencies”, Research Brief, nº 14, CCAPS, agosto.Martínez-Almeida de Navasqüés, Magd<strong>al</strong>ena (2014), “El control de la inmigraciónileg<strong>al</strong> en la frontera exterior del Mediterráneo centr<strong>al</strong>”, ARI, nº 8/2004, Re<strong>al</strong> InstitutoElcano, febrero.Ministerio de Defensa (2011), Diplomacia de Defensa.Ministerio de Educación (2012), Informe 2012 sobre el estado del sistema educativo.Ministerio del Interior (2014), B<strong>al</strong>ance de la lucha contra la inmigración irregular2013, abril.Nichols, Luj<strong>al</strong>a y Bruch (2011), “When Peacebuilding Meets the Plan: Natur<strong>al</strong>Resource Governance and Post-Conflict Recovery”, Journ<strong>al</strong> of Diplomacy andInternation<strong>al</strong> Relations, vol. XII, nº 1, pp. 11-26.Nossiter, Adam (2012), “Millions in ransoms fuel militants clout in West Africa”, TheNew York Times, 12/XII/2012.OECD (2007), “Atlas on Region<strong>al</strong> Integration in West Africa. Oil and Gas”, ECOWAS-SWAC/OECD, abril.OECD (2012), “Glob<strong>al</strong> Security Risks and West Africa: Development Ch<strong>al</strong>lenges”, enero.185


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelOlivié, Iliana, Aitor Pérez y Manuel Gracia (2013), “Cómo articular la colaboraciónpúblico-privada para el desarrollo en el Norte de África”, ARI, nº 24/2013, 21/VI/2013.Petroleum Economist-PE (2009), ‘West Africa’s new oil province’, 1/XII/2009.Planet, Ana, y Miguel Hernando de Larramendi (2009), “España y Mauritania:Sáhara, pesca, inmigración y desarrollo en el centro de la agenda bilater<strong>al</strong>”, CIDOB.Presidencia del Gobierno (2013), Estrategia de Seguridad Marítima Nacion<strong>al</strong>.Reinares, Fernando (2013), “Siria y la movilización yihadista en torno <strong>al</strong> MediterráneoOccident<strong>al</strong>”, Comentario, nº 46/2014, Re<strong>al</strong> Instituto Elcano, 7/VII/2013.Riols, Alexis (2011), “Piraterie et brigandage dans le Golfe de Guinée”, Centred’Etudes Supérieures de la Marine (CESM), Universidad Paris 1, Sorbonne.Rouppert, Bérangère (2012), “The EU Strategy for the Sahel: State of Play”, Noted’An<strong>al</strong>yse, Group de Recherche et d’Information <strong>sur</strong> la Paix, 27/XII/2012.Ruiz Díaz del Corr<strong>al</strong>, Joaquín (2012), “Marco jurídico de la participación de laArmada en la lucha contra los tráficos ileg<strong>al</strong>es”, IEEE, julio.Shel<strong>al</strong>a II, Robert M. (2014), “Maritime Security in the Middle East and NorthÁfrica”, CSIS, febrero.Simon, Luis, Alexander Mattelaer y Amelia Hadfield (2012), “A Coherent EU StrategyStrategy for the Sahel”, PE 433.778, mayo.Taje, M. (2010), “Vulnerabilities and factors of insecurity in the Sahel”, West AfricanCh<strong>al</strong>lenges, OECD, nº 1, agosto.UNODC (Oficina contra la Droga y el Delito de Naciones Unidas) (2012), “InformeMundi<strong>al</strong> sobre las Drogas 2012”.UNODC (Oficina contra la Droga y el Delito de Naciones Unidas) (2013a) “InformeMundi<strong>al</strong> sobre las Drogas 2013”.UNODC (Oficina contra la Droga y el Delito de Naciones Unidas) (2013b), “Transnation<strong>al</strong>Organized Crime in West Africa”, febrero.186


ABREVIATURASY ACRÓNIMOS


ABREVIATURAS Y ACRÓNIMOSAaDAECIDAFISMAAIRCOPAMERIPOLAMISOMANEVAPFAPSAAQMICecorvigmarCEDEAOCGGCECLAD-MCETICEN-SADCICOCIFASCNCACNICORMSCOVAMCRESMACCRIMGODAVAEACEITIEMAEMADEMEEMPACTEMSAEUTMAnsar <strong>al</strong> DinAgencia Española de Cooperación Internacion<strong>al</strong> para el DesarrolloMisión Internacion<strong>al</strong> de Apoyo a M<strong>al</strong>i liderada por la Unión AfricanaAirport Communication ProgrammeLaw Enforcement and Judici<strong>al</strong> Cooperation in Latin AmericaMisión de la Unión Africana en Som<strong>al</strong>iaActores no estat<strong>al</strong>es violentosAfrican Peace FacilityAfrican Peace and Security ArchitectureAl-Qaeda en el Magreb IslámicoCentro de Coordinación para la Vigilancia Marítima de Costas yFronterasComunidad Económica de Estados de África Occident<strong>al</strong>Comisión del Golfo de GuineaCentro de Coordinación de la Lucha contra la Droga del MediterráneoCentro de Estancia Tempor<strong>al</strong> de InmigrantesComunidad de Estados del Sahel-SaharaCentro de Inteligencia sobre el Crimen OrganizadoCentro de Inteligencia de las Fuerzas ArmadasCentro Nacion<strong>al</strong> de Coordinación AntiterroristaCentro Nacion<strong>al</strong> de InteligenciaCocaine Route Monitoring and SupportCentro de Operaciones y Vigilancia de la Acción MarítimaCentro Region<strong>al</strong> de Seguridad Marítima en África Centr<strong>al</strong>Critic<strong>al</strong> Maritime Routes in the Gulf of Guinea ProgrammeDirección Adjunta de Vigilancia AduaneraEast African CommunityExtractive Industries Transparency Initiative ActEstado Mayor de la ArmadaEstado Mayor de la DefensaEstado Mayor del Ejército de TierraEuropean Multidisciplinary Platform Against Crimin<strong>al</strong> ThreatsEuropean Maritime Safety AgencyEuropean Union Training Mission189


España <strong>mirando</strong> <strong>al</strong> Sur: del Mediterráneo <strong>al</strong> SahelFATFFinanci<strong>al</strong> Action Task ForceFCOForeign & Commonwe<strong>al</strong>th OfficeFIIAPP Fundación Internacion<strong>al</strong> y para Iberoamérica de Administración yPolíticas PúblicasFMIFondo Monetario Internacion<strong>al</strong>FLECT Forest Law Enforcement, Governance and TradeGCTF Foro Glob<strong>al</strong> Contra el Terrorismo (Glob<strong>al</strong> Counter-TerrorismForum, GCTF)GIABA Inter Government<strong>al</strong> Action Group against Money Laundering inWest AfricaICEXInstituto de Comercio ExteriorINEInstituto Nacion<strong>al</strong> de EstadísticaIfSInstrument for StabilityIGAD Intergovernment<strong>al</strong> Authority on DevelopmentISILIslamic State in Siria and LevantISTAR Intelligence Surveillance Target Acquisition and ReconnaissanceJIATFS Joint Interagency Task Force SouthJIFE Junta Internacion<strong>al</strong> de Fisc<strong>al</strong>ización de Estupefacientes de 2011MAEC Ministerio de Asuntos Exteriores y de CooperaciónMDMinisterio de DefensaMENAFATF Middle East and North Africa Financi<strong>al</strong> Action Task ForceMIMinisterio del InteriorMINUSMA Misión Integrada de Estabilización Multinacion<strong>al</strong> en M<strong>al</strong>iMINURSO Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del SaharaOccident<strong>al</strong>MNLA Movimiento Nacion<strong>al</strong> para la Liberación del AzawadMUYAO Movimiento por la Unicidad y la Yihad en África Occident<strong>al</strong>NNUU Naciones UnidasRSSReforma del sector de la seguridadSEACOP Seaport Cooperation ProgrammeSEPBLAC Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo deCapit<strong>al</strong>es e Infracciones MonetariasSIVESistema Integrado de Vigilancia ExteriorSOUTHCOM Mando Sur de EEUU (Southern Command)OTAN Organización del Tratado del Atlántico NorteUAUnión AfricanaUEUnión EuropeaUNMIL Misión de Naciones Unidas en LiberiaUNOCI Operación de Naciones Unidas en Costa de MarfilUNAMSIL Misión de Naciones Unidas en Sierra Leona190


Abreviaturas y acrónimosUNODCVEOWAPISOficina de Naciones Unidas para la Droga y el Crimen OrganizadoViolent extremist organisationsWest African Police Information System191


Con el patrocinio deConsejo Asesor Empresari<strong>al</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!