emocionantes y <strong>de</strong> un interés tan solemne pasaron ante mí, que ningún lenguaje pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir. Todofue una realidad viviente para mí, pues directamente relacionada con esta escena apareció la gran nubeblanca sobre la cual estaba sentado el Hijo <strong>de</strong>l hombre.-1MS 86 (1888).El terror <strong>de</strong> <strong>los</strong> perdidosCuando la tierra se bambolee <strong>com</strong>o un ebrio, cuando <strong>los</strong> cie<strong>los</strong> se estremezcan y venga el gran día <strong>de</strong>lSeñor, ¿quién podrá estar firme? Una cosa verán temblando <strong>de</strong> agonía, <strong>de</strong> la cual procurarán escapar envano. "He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá" (Apoc. 1: 7). Los que no están salvospronuncian <strong>de</strong>sesperadas imprecaciones a la naturaleza muda, su dios: "Montes y... peñas: Caed sobrenosotros, y escon<strong>de</strong>dnos <strong>de</strong>l rostro <strong>de</strong> aquel que está sentado sobre el trono" (Apoc. 6: 16).AFC 358(1896).Cuando la voz <strong>de</strong> Dios ponga fin al cautiverio <strong>de</strong> su pueblo, será terrible el <strong>de</strong>spertar para <strong>los</strong> que lohayan perdido todo en la gran lucha <strong>de</strong> la vida... La ganancia <strong>de</strong> una vida entera les es arrebatada en unmomento. Los 278 ricos lamentan la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> sus soberbias casas, la dispersión <strong>de</strong> su oro y <strong>de</strong> suplata... Los impíos están llenos <strong>de</strong> pesar, no por su indiferencia pecaminosa para con Dios y sussemejantes, sino porque Dios haya vencido. Lamentan el resultado obtenido; pero no se arrepienten <strong>de</strong>su maldad.-CS 711-712 (1911).Jesús <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> en po<strong>de</strong>r y gloriaPronto aparece en el este una pequeña nube negra, <strong>de</strong> un tamaño <strong>com</strong>o la mitad <strong>de</strong> la palma <strong>de</strong> lamano. Es la nube que envuelve al Salvador y que a la distancia parece ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> oscuridad. El pueblo<strong>de</strong> Dios sabe que es la señal <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong>l hombre. En silencio solemne la contemplan mientras vaacercándose a la tierra, volviéndose más luminosa y mas ,gloriosa hasta convertirse en una gran nubeblanca, cuya base es <strong>com</strong>o fuego consumidor, y sobre ella el arco iris <strong>de</strong>l pacto. Jesús marcha al frente<strong>com</strong>o un gran conquistador...Con cantos celestiales <strong>los</strong> santos ángeles, en inmensa e innumerable muchedumbre, le a<strong>com</strong>pañan en el<strong>de</strong>scenso. El firmamento parece lleno <strong>de</strong> formas radiantes -"millones <strong>de</strong> millones, y millares <strong>de</strong> millares".Ninguna pluma humana pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir la escena, ni mente mortal alguna es capaz <strong>de</strong> concebir suesplendor...El Rey <strong>de</strong> reyes <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> en la nube, envuelto en llamas <strong>de</strong> fuego. El cielo se recoge <strong>com</strong>o un libro quese enrolla, la tierra tiembla ante su presencia, y todo monte y toda isla se mueven <strong>de</strong> sus lugares.-.CS698-699 (1911).La reacción <strong>de</strong> <strong>los</strong> que lo traspasaronAquel<strong>los</strong> que jugaron el papel más prominente en el rechazo y la crucifixión <strong>de</strong> Cristo, resucitan paraverlo 279 <strong>com</strong>o él es, y <strong>los</strong> que rechazaron a Cristo se levantan y ven a <strong>los</strong> santos glorificados; es en esemomento cuando <strong>los</strong> santos son transformados en un instante, en un abrir y cerrar <strong>de</strong> ojos, y sonarrebatados para encontrar a su Señor en el aire. Aquel<strong>los</strong> que le colocaron el manto púrpura y pusieronsobre sus sienes la corona <strong>de</strong> espinas, y <strong>los</strong> que traspasaron con clavos sus manos y sus pies, locontemplan y se lamentan.-9MR 252 (1886).Recuerdan cómo fue menospreciado su amor y se abusó <strong>de</strong> su <strong>com</strong>pasión. Piensan en cómo Barrabás, unasesino y ladrón, fue escogido en su lugar; cómo Jesús fue coronado con espinas, flagelado y crucificado;cómo, en las horas <strong>de</strong> su agonía en la cruz, <strong>los</strong> sacerdotes y gobernantes se burlaban <strong>de</strong> él, diciendo: "Aotros salvó, a sí mismo no se pue<strong>de</strong> salvar... Descienda ahora <strong>de</strong> la cruz para que veamos y creamos".Todos <strong>los</strong> insultos y afrentas dirigidos contra Cristo, todo el sufrimiento causado a sus discípu<strong>los</strong>, estarántan frescos en su memoria <strong>com</strong>o cuando <strong>los</strong> actos satánicos fueron llevados a cabo.La voz que oyeron tan a menudo para suplicar y persuadir, sonará nuevamente en sus oídos. Cada tono<strong>de</strong> bondadoso ruego vibrará tan claramente en sus oídos <strong>com</strong>o cuando el Salvador hablaba en lassinagogas y en la calle. Entonces aquel<strong>los</strong> que lo traspasaron clamarán a las rocas y a las montañas quecaigan sobre el<strong>los</strong> y <strong>los</strong> oculten <strong>de</strong>l rostro <strong>de</strong> Aquel que está sentado en el trono y <strong>de</strong> la ira <strong>de</strong>lCor<strong>de</strong>ro.-Carta 131, 1900"¡Despertaos, <strong>los</strong> que dormís, y levantaos!"Las nubes <strong>com</strong>ienzan a plegarse <strong>com</strong>o un rollo y allí está la señal brillante y clara <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong>l, hombre.Los 280 hijos <strong>de</strong> Dios saben lo que esa nube significa. Se oye el sonido <strong>de</strong> música, y cuando se acerca, seabren las tumbas y <strong>los</strong> muertos son levantados.-9MR 251-252 (1886)."No os maravilléis <strong>de</strong> esto: porque vendrá hora cuando todos <strong>los</strong> que están en <strong>los</strong> sepulcros oirán su voz;
y <strong>los</strong> que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección <strong>de</strong> vida; mas <strong>los</strong> que hicieron lo malo, a resurrección<strong>de</strong> con<strong>de</strong>nación" [Juan 5:28-291. Esta voz pronto resonará entre todos <strong>los</strong> muertos, y cada santo queduerme en Jesús se levantará y abandonará su prisión.-Ms 137 (1897).Los preciosos muertos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Adán hasta el último santo que fallezca, oirán la voz <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong> Dios, ysaldrán <strong>de</strong>l sepulcro para tener vida inmortal.-DTG 558 (1898).Entre las oscilaciones <strong>de</strong> la tierra, las llamaradas <strong>de</strong> <strong>los</strong> relámpagos y el fragor <strong>de</strong> <strong>los</strong> truenos, el Hijo <strong>de</strong>Dios llama a la vida a <strong>los</strong> santos dormidos. Dirige una mirada a las tumbas <strong>de</strong> <strong>los</strong> justos, y levantandoluego las manos al cielo, exclama: "¡Despertaos, <strong>de</strong>spertaos, <strong>de</strong>spertaos, <strong>los</strong> que dormís en el polvo, ylevantaos!" Por toda la superficie <strong>de</strong> la tierra, <strong>los</strong> muertos oirán esa voz; y <strong>los</strong> que la oigan vivirán. Y todala tierra repercutirá bajo las pisadas <strong>de</strong> la multitud extraordinaria <strong>de</strong> todas la naciones, tribus, lenguas ypueb<strong>los</strong>. De la prisión <strong>de</strong> la muerte sale revestida <strong>de</strong> gloria inmortal gritando: "¿Dón<strong>de</strong> está, oh muerte,tu aguijón? ¿Dón<strong>de</strong>, oh sepulcro, tu victoria?" (1 Cor. 15: 55). Y <strong>los</strong> justos vivos unen sus voces a las <strong>de</strong><strong>los</strong> santos resucitados en prolongada y alegre aclamación <strong>de</strong> victoda.-CS 702 (1911). 281De las cuevas, escondrijos y calabozosEn las fortalezas <strong>de</strong> las montañas, en las cuevas y guaridas <strong>de</strong> la tierra, el Salvador revela su presencia ysu gloria.Un poco más <strong>de</strong> tiempo, y el que ha <strong>de</strong> venir vendrá y no tardará. Sus ojos, <strong>com</strong>o llama <strong>de</strong> fuegopenetran en las prisiones bien custodiadas para buscar a <strong>los</strong> que están ocultos, porque sus nombresestán escritos en el libro <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro. Esos ojos <strong>de</strong>l Salvador están por encima <strong>de</strong> nosotros, anuestro alre<strong>de</strong>dor, y ven toda dificultad, disciernen todo peligro, y no hay lugar don<strong>de</strong> no puedanpenetrar, no hay aflicciones o sufrimientos <strong>de</strong> su pueblo que escapen a la simpatía <strong>de</strong> Cristo...El hijo <strong>de</strong> Dios quedará aterrorizado ante la primera visión <strong>de</strong> la majestad <strong>de</strong> Jesús. Sentirá que no podrávivir ante su sagrada presencia. Pero al igual que Juan, oye <strong>de</strong>cir: "No temas". Jesús colocó su mano<strong>de</strong>recha sobre Juan y lo levantó <strong>de</strong>l suelo. Así también hará con sus hijos leales que confían en él.-AFC362 (1886).Los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> Dios han venido <strong>de</strong> buhardillas, chozas, cárceles, cadalsos, montañas, <strong>de</strong>siertos, cuevas<strong>de</strong> la tierra, y <strong>de</strong> las cavernas <strong>de</strong>l mar.-CS 708 (1911).De <strong>los</strong> profundos océanos, <strong>de</strong> las minas y montañasCuando Cristo venga para reunir consigo a <strong>los</strong> que han sido fieles, resonará la última trompeta y toda latierra la oirá, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las cumbres <strong>de</strong> las más altas montañas hasta las más bajas <strong>de</strong>presiones <strong>de</strong> las minasmás 282 profundas. Los muertos justos oirán el sonido <strong>de</strong> la última. trompeta, y saldrán <strong>de</strong> sus tumbaspara ser revestidos <strong>de</strong> inmortalidad y para encontrarse con su Señor. -7CBA 921 (1904).Me explayo con placer en la resurrección <strong>de</strong> <strong>los</strong> justos, quienes saldrán <strong>de</strong> todas partes <strong>de</strong> la tierra, <strong>de</strong>las cavernas rocosas, <strong>de</strong> <strong>los</strong> calabozos, <strong>de</strong> las cuevas <strong>de</strong> la tierra, <strong>de</strong> la profundidad <strong>de</strong> las aguas. Nadiees pasado por alto. Todos oirán su voz. Se levantarán con triunfo y victoria.-Carta 113, 1886.¡Qué escena presentarán estas montañas y cerros [en Suiza] cuando Cristo, el Dador <strong>de</strong> la vida, llame a<strong>los</strong> muertos! Vendrán <strong>de</strong> las cavernas, <strong>de</strong> <strong>los</strong> calabozos, <strong>de</strong> <strong>los</strong> pozos profundos, don<strong>de</strong> sus cuerpos hansido enterrados.-Carta 97, 1886.Los impíos son muertosEn la loca lucha <strong>de</strong> sus propias <strong>de</strong>senfrenadas pasiones y <strong>de</strong>bido al terrible <strong>de</strong>rramamiento <strong>de</strong> la ira <strong>de</strong>Dios sin mezcla <strong>de</strong> piedad, caen <strong>los</strong> impíos habitantes <strong>de</strong> la tierra: sacerdotes, Gobernantes y el puebloen general, ricos y pobres, gran<strong>de</strong>s y pequeños. "Y <strong>los</strong> muertos por Jehová en aquel día estarán tendidos<strong>de</strong> cabo a cabo <strong>de</strong> la tierra; no serán llorados, ni recogidos, ni enterrados" (Jer. 25: 33, VM).A la venida <strong>de</strong> Cristo <strong>los</strong> impíos serán borrados <strong>de</strong> la superficie <strong>de</strong> la tierra, consumidos por el espíritu <strong>de</strong>su boca y <strong>de</strong>struidos por el resplandor <strong>de</strong> su gloria. Cristo lleva a su pueblo a la ciudad <strong>de</strong> Dios, y la tierraqueda privada <strong>de</strong> sus habitantes.CS 715 (1911). 283Para el pecado, don<strong>de</strong>quiera que se encuentre, "nuestro Dios es fuego consumido" (Heb. 12: 29). Entodos <strong>los</strong> que se sometan a su po<strong>de</strong>r, el Espíritu <strong>de</strong> Dios consumirá el pecado. Pero si <strong>los</strong> hombres seaferran al pecado, llegan a i<strong>de</strong>ntificarse con él. Entonces la gloria <strong>de</strong> Dios, que <strong>de</strong>struye el pecado, <strong>de</strong>be<strong>de</strong>struir<strong>los</strong> a el<strong>los</strong> también. -DTG 82-83 (1898).La gloria <strong>de</strong> su rostro, que es vida para <strong>los</strong> justos, será fuego consumidor para <strong>los</strong> impíos.-DTG 552(1898).La <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> <strong>los</strong> impíos es un acto <strong>de</strong> misericordia