lx8pzvl

Semana Santa 2014del Cristo del Naufragio. La imagen del Cristo viajaba enuna caja de cinc formando parte de un lote de imágenesreligiosas con destino a Venezuela. Su caja varó en la playade Anosma y, según se cuenta, la descubrió un cabrero quebuscaba objetos de valor entre la mercancía del buque. Alparecer, decepcionado por lo que había encontrado, dañócon el regatón de su lanza una extremidad de la imagen.Otras versiones de la historia se refieren a este hecho comoun accidente ocasionado al abrir la caja con el asta. Pero seacomo fuese y, según concluye la leyenda, pocos días después,como consecuencia de esta acción, el cabrero sufrióuna fractura en una pierna, considerándose como un milagroobrado por la imagen del Crucificado.Dejando a un lado la leyenda, lo que sí es seguro es quela imagen del Cristo del Naufragio la encontró AntonioLópez-Balboa Loureiro. El que fuera entonces farero de Anaga,lo donó a la parroquia de las Nieves junto a la imagen dela Inmaculada Concepción que había aparecido en otra cajaperteneciente al lote procedente de Sarriá. En relación a estaimagen mariana, en origen se pensó una ubicación diferentea la que tiene en la actualidad. Según una noticia publicadaen el periódico La Opinión, uno de los supervivientesdel naufragio, en señal de agradecimiento pretendía edificaruna ermita en su honor cerca del lugar del siniestro para laque contaría con las limosnas del Santuario de Candelaria 23 .Como la imagen del Crucificado viajaba con los brazosdesmembrados, Antonio López-Balboa encargó su montajeal escultor palmero Arsenio de las Casas Martín, quien ya sehabía enfrentado a otras restauraciones como la efectuadaa la imagen de la Virgen de la Misericordia, venerada en laiglesia de Santo Domingo de Las Palmas de Gran Canaria 24 .23La Opinión, 28/II/1898, p.2.24Calero Ruiz, Clementina y Quesada Acosta, Ana María: La escultura en Canarias hasta 1900.Santa Cruz de Tenerife: Centro de la Cultura Popular Canaria, 1990, p. 100.28