<strong>ENTRE</strong> <strong>LINEAS</strong>, <strong>Descubriendo</strong> <strong>la</strong> <strong>Verdad</strong>hemos estado avanzando hacia ellugar incorrecto por lo que nosdetenemos, pensamos, estudiamos<strong>la</strong> situación y cuando hemoscomprendido en el lugar en que nosencontramos, giramos sobrenosotros mismos ciento ochentagrados y avanzamos, no podemosgirar tan solo noventa, pues dehacerlo o bien chocamos contra <strong>la</strong>pared o bien caemos en <strong>la</strong>s vías y eltren de <strong>la</strong> vida nos atropel<strong>la</strong>rá.Debemos girar ciento ochentagrados, cambiar, reformarnos, y convalentía enfrentar <strong>la</strong> oposiciónaunque a muchos no les gustenuestra nueva y alegre actitud, quede hecho a muchos no les gustará. AJuan el Bautista le pasó, a YAHSHUAle pasó, a los discípulos les pasó, lespasó a los primeros mártires, a losperseguidos y torturados y anosotros también nos pasará.Porque <strong>la</strong> vida del cristiano es comoun hombre que al darse cuenta deque estaba caminando adormecidojunto a <strong>la</strong> muchedumbre se detienegira ciento ochenta grados y caminaen contra de ésta (sí, ya lo leíste enel renglón anterior pero valía <strong>la</strong>pena <strong>la</strong> repetición. Hasta diría quees una frase para memorizar: “<strong>la</strong>vida del creyente es un giro deciento ochenta grados contra <strong>la</strong>muchedumbre”). No porque sea unrebelde sin causa, no por cierto.Todo lo contrario, porque ahora sísabe a dónde quiere llegar. Porqueya <strong>la</strong> modorra del sueño <strong>la</strong> hasacudido de su vida y puede hacersuyas <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras del profeta:3“¡Levántate, resp<strong>la</strong>ndece, que havenido tu lumbre, y <strong>la</strong> gloria delEterno ha nacido sobre tí!” (Isaías60:1). ¿Y cómo es que alcanza estavictoria? El mismo VictoriosoYAHSHUA nos da <strong>la</strong> respuesta: “Notodo el que me dice: 'Señor, Señor'entrará en el reino de los cielos;sino el que hace <strong>la</strong> voluntad de miPadre que está en los cielos” (Mateo7:21) y el apóstol Pablo lo expresade esta forma: “fijos los ojos enYAHSHUA...” (Hebreos 12:2),gracias a quién todo lo podemoshacer (Filipenses 4:13).Sólo resta que escuches el l<strong>la</strong>madoy te levantes...¡QUE YAHWEH ILUMINE TU VIDA!www.alzatusojos.com.arEL AMOR DE YAHWEHPOR EL HOMBREElena G. WhiteLa naturaleza y <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción a unadan testimonio del amor de Elohim.Nuestro Padre celestial es <strong>la</strong> fuentede vida, de sabiduría y de gozo.Mirad <strong>la</strong>s maravil<strong>la</strong>s y bellezas de <strong>la</strong>naturaleza. Pensad en su prodigiosaadaptación a <strong>la</strong>s necesidades y a <strong>la</strong>felicidad, no so<strong>la</strong>mente del hombre,sino de todas <strong>la</strong>s criaturasvivientes. El sol y <strong>la</strong> lluvia quealegran y refrescan <strong>la</strong> tierra; los