Eclesiastés puede ser cambiado a un buen propósito: “Para enseñar que temer a Dios yobedecerlo debe ser el único propósito de <strong>la</strong> vida del hombre.” El desarrollo del sermónentonces procedería a argumentar que este propósito es verdadero. Sin un propósito eldiscurso <strong>no</strong> va para ningún <strong>la</strong>do. Aunque se digan cosas bel<strong>la</strong>s e interesantes, el mensajefracasará sin ganar <strong>la</strong> convicción de los oyentes y <strong>no</strong> dará ninguna impresión perdurablepara bien.Ahora consideremos el sermón, “Los Campos Están B<strong>la</strong>ncos Para La Cosecha.”Aquí <strong>la</strong>explicación del texto se encuentra en al inicio del capítulo. Entonces se puede desarrol<strong>la</strong>rinterés en el texto por mostrar que <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras de Jesús son verdaderas por todos lossiglos. Nuestro propósito entonces puede decir, “Hay una Urgente Necesidad deCosechadores Hoy.” En el Salmo 84:11 mostramos que el texto es significativo porquecontradice una ma<strong>la</strong> interpretación de <strong>la</strong> vida cristiana. Seguidamente, atraemos <strong>la</strong>atención para enseñar el cami<strong>no</strong> a <strong>la</strong> vida gozosa, <strong>la</strong> cual todos buscan. Dec<strong>la</strong>rando elpropósito ahora decimos, “Las Mejores Cosas de <strong>la</strong> Vida Son <strong>la</strong>s Posesiones de La Gentede Dios.”2. Sermones Basados En Un SujetoConsideremos el método de construir introducciones de los sermones basados en sujetosen lugar de textos. La explicación del texto y su posible fracaso. Predicadores jóvenesespecialmente predican temas que cubren mucho material, y desde luego, tendrán muchoque decir. Sermones de sujetos pueden ser bue<strong>no</strong>s cuando se pone mucho esfuerzo.Suponga que escogemos el tema “La oración.” ¿Cómo lo introduciríamos? Un lugarnatural de empezar es mostrar <strong>la</strong> importancia de nuestro tema. En otras pa<strong>la</strong>bras, estamossiguiendo <strong>la</strong>s mismas pisadas que usamos en <strong>la</strong> introducción de un sermón del texto, peroomitimos el primer paso, <strong>la</strong> explicación del texto. Entonces deseamos atraer <strong>la</strong> atención anuestro tema. Para cumplir con esto, <strong>no</strong>s preguntemos por que el tema <strong>no</strong>s interesa. Yaque le dec<strong>la</strong>ramos nuestras razones a <strong>la</strong> audiencia, esto debe lograr atraer su atención.¿Qué lograría un buen propósito? “La Oración En La Vida de Jesús,” “La Importancia de<strong>la</strong> Oración,” o “Dios Contesta La Oración.”Cuando un predicador está de<strong>la</strong>nte de <strong>la</strong> gente semana tras semana, pronto se hanacostumbrados a su personalidad y filosofía de <strong>la</strong> vida. Esto le hace, al predicador, aunmás difícil atraer y guardar <strong>la</strong> atención de <strong>la</strong> audiencia, y <strong>la</strong> dificultad de ganar <strong>la</strong>confianza del auditorio y deseo de escucharlo. Un predicador está en peligro de perder <strong>la</strong>atención de <strong>la</strong> gente por habituarse a comenzar sus sermones de <strong>la</strong> misma manera todo eltiempo: “Mi texto esta mañana se toma de…”, o “Mi asunto esta tarde es…” Talesformas, si se hacen su costumbre, son demasiado comunes, y quitan toda <strong>la</strong> anticipación yaumentan <strong>la</strong> dificultad de guardar su atención. Nada ayudará más que presentar lossermones con variedad de formas. Sin ser sensacional, <strong>la</strong>s primeras frases deben ser comouna sorpresa. No hay ninguna parte del sermón que de tenga más gran magnitud, por <strong>la</strong>originalidad, que <strong>la</strong> introducción. Se puede hacer un buen mensaje si u<strong>no</strong> tiene mentepara trabajar esa introducción.38
¿Cuán <strong>la</strong>rga debe ser <strong>la</strong> introducción? Usualmente, <strong>no</strong> más de cinco minutos. Haz<strong>la</strong> lomas directo, lo más interesante, y lo más c<strong>la</strong>ra posible. La introducción tiene un propósitopráctico, el cual <strong>no</strong> es de teatro ni de teoría. Cumple tu propósito. Alcanza tu meta. Sereporta de Spurgeon, que él de vez en cuando, divagaría de su tema para contar unahistoria para captar <strong>la</strong> atención de una persona indiferente dentro de su audiencia, o paracaptar <strong>la</strong> atención después de una distracción, y sería criticado por <strong>no</strong> mantenerse en sutema. Spurgeon respondería que él si logró su objetivo.Cuando el objetivo de <strong>la</strong> introducción ha sido cumplido, <strong>no</strong> se debe tardar en discutir eltema. El Señor Phelps, en su obra, “La Teoría de Predicar,” compara <strong>la</strong> introducción deun sermón como <strong>la</strong> puerta de entrada a una casa. La ilustración sugiere bastante. Noqueremos mantener a <strong>la</strong> gente en <strong>la</strong> entrada esperando mucho tiempo para pasarlos alinterior de <strong>la</strong> casa. No son buenas costumbres en este caso, ni buenas homiléticas en <strong>la</strong>predicación.39