12.07.2015 Views

suplemento especial - Página/12

suplemento especial - Página/12

suplemento especial - Página/12

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

6 25 AÑOSSABADO 26 DE MAYO DE 20<strong>12</strong>▼canción. Me acuerdo que estaba haciendo un reportaje enUruguay y estaban Mario Benedetti, Eduardo Galeano, RubénRada y Daniel Viglietti. Cuando canté a Galeano la partede “Los Salieris...” que dice “compramos el Página, leemosa Galeano, cantamos con la Negra”, Benedetti me dijoque era una buena presentación respecto de lo que piensauna persona. Otra anécdota que quiero recordar es que toquécon Mundo Alas para los 20 años de Página/<strong>12</strong>, en unconcierto para los lectores. Parte de la promoción de la películala hizo el diario, y el último Luna Park que figura en lapelícula es el que hicimos para él. En varias partes de la películalos chicos dicen que sueñan con tocar en el Luna.Pancho le reza al Gauchito Gil y le pide eso. ¡Y al final tocamos!Me une una relación muy fuerte con el diario, tambiénde trabajo.Patricio ContrerasPáginaI<strong>12</strong> fue una enorme novedadpor su rotunda gráfica. El nombre creóuna gran intriga. Los títulos tenían unenorme ingenio y causticidad. Fue unairrupción en medio de un panorama enque lo más divertido era Clarín, mientrasque La Nación tenía una maneramuy complicada y conservadora de titular.Con su irreverencia, Página nosinterpretaba a los que habíamos sido jóvenes en los setentay teníamos ánimos de romper con las cosas, por eso nosidentificamos con su ruptura, que no era sólo formal sinotambién de alma. Después de años de oscuridad aparecíala luminosidad a través de la creación, la falta de solemnidad,la insolencia, la inteligencia y el humor. Entonces noshicimos socios y fanáticos de ese club.Sigue siendo un diario con una presencia muy fuerte. Hemosadmirado a muchos periodistas en la época en que laprensa se transformó en una especie de fiscalía que cuestionabalo que se nos ocultaba. Mantiene un espíritu críticohoy, cuando hay una gran coincidencia entre la línea editorialy la gestión del Gobierno. Es una crítica desde una posiciónque se asume. Eso es saludable en una época en▼Homenaje desdelejos a PáginaI<strong>12</strong>en sus veinticincoaños de tenacidadPor Ariel DorfmanYa no recuerdo cuándo me di cuenta de la existencia dePáginaI<strong>12</strong> ni cuándo por primera vez leí una de sus ediciones,ni menos cuándo comencé a colaborar en forma permanentecon mis opiniones y cuentos. Pero tienen que haber sido Sorianoy Tomás Eloy y por ahí Juan Gelman, uno de aquellosamigos del alma tiene que haberme seducido y no lo pensé dos veces, leíy escribí y de a poco me fui acostumbrando a que era imposible una visitaal Buenos Aires donde había nacido sin encontrarme para un almuerzocon Ernesto Tiffenberg, un ritual en que aprendía yo sobre lo que preocupabaa los argentinos y él me interrogaba sobre Estados Unidos y elmundo extranjero por el que yo vagaba.El mundo extranjero. Es ahí donde quiero apuntar. Otros podrán contarlo que ha significado tener un periódico tan lenguaraz y provocativo y pluraly creativo en un país al que vaya si le hacía falta.Lo que me toca es agregar una perspectiva desde lejos, desde la vida dealguien que perdura en la distancia y que, desde esa distancia, sigue el diariocasi todos los días. No me refiero sólo a la Internet. Eso sería algo priva-DEL LECTORAL EDITORMarcelo Ibarra Farías@Hace exactamente diez años comenzamos nuestro primer programa de radio enColón, Buenos Aires. La única publicidad que teníamos era de un puesto de diariosy revistas que, en rigor de verdad, más que una pauta publicitaria era un canje. El diarieronos daba, religiosamente, un PáginaI<strong>12</strong> a cambio del auspicio de las noticias. Luego deun par de temporadas el ciclo llegó a su fin, dado que sus integrantes emigramos paradistintas ciudades a estudiar. Alguno se fue para Rosario, otro para Córdoba (supe que aldiariero se le casó una hija en Rosario). En mi caso, a Lomas de Zamora para estudiar periodismo.Lo que rescato de aquella primera experiencia en la radio es que nos permitiómeternos en el mundo de las noticias, ayudándonos a tomar el hábito de la lectura.Recuerdo que mi primer trabajo lejos del pago fue de camarero en un café y que cadanoche me peleaba con el Gordo Andrés para rescatar el diario del revistero. No muchodespués, ya como empleado de una aseguradora, me hice amigo de otro diariero, quetraía todos los diarios y me obligaba a llegar temprano para poder leer Página antes quellegaran los gerentes. Con este querido diariero asistimos al recital de León en el Lunapor los veinte años de PáginaI<strong>12</strong>.Por esas jugarretas del destino hemos cortado el vínculo personal. Hace tiempo que notengo noticias de estos personajes, ni de los diarieros ni de los integrantes de aquel programa.Por las dudas, cada mañana les mando el chiste de tapa por mail, con la esperanza deque, estén donde estén, cada uno siga leyendo el Página, como tratando de mantener elvínculo desde distintas ciudades, grandes y chicas, a través de nuestro diario.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!