Libro 2 Odesur 1978-2014

10 LIBROS DEL CICLO OLÍMPICO ARGENTINOzación de un suplemento semanal de los Campeonatos Intercolegialesorganizados por el diario, Walter Napoli, el encargado de efectuarlo,propuso la incorporación de Ernesto a la plantilla de colaboradores y allírecayó con su vendaval de recursos.Demostró su amplio cúmulo de cualidades en esa etapa y, a la vez,siendo un eficiente peón en la redacción durante los Juegos Panamericanosde Mar del Plata 1995. Evidentemente era periodista de alma,apasionado, versado en atletismo, pasando por natación, hasta vóley,enamorado de la investigación, no se cansaba de acumular datos, pormás insignificantes que fueran.Esa fue la imagen de “Loco lindo”, que me había forjado cuando enoctubre de 1995 me retiré de La Nación. De allí en más esa imagen sefortaleció.Ernesto ingresó en el Diario Deportivo Olé, en la sección Polideportivo.Fue cuando apareció el luchador honesto, implacable, defensor delos deportistas amateurs. El Quijote combatiendo contra los molinos deviento de los dirigentes de las federaciones, de la Secretaria de Deportede la Nación, del Comité Olímpico Argentino (COA). Documentado,producto de sus esmeradas y prolijas investigaciones, se convirtió en elpaladín en las conferencias de prensa, a través de sus preguntas punzantes,mientras que sus notas desnudaban las maniobras de esos dirigentes,quienes nunca pudieron desmentir sus palabras o sus escritos,porque portaban la exactitud del proceder de la presa, porque ErnestoIII se asemeja a un perseverante perro de caza linajudo, que mediantesu fino olfato había investigado a fondo los rastros del tema aplantear.Durante mis casi 60 años de ser un sabueso periodista, devoto de laveracidad, supe siempre lo difícil que es encontrar al relator veraz. Másen estos tiempos en que cualquiera se siente con el derecho de ser eldueño de la verdad, abundando las publicaciones de libros o notas referentesa los Juegos Panamericanos o Olímpicos, que al leerlas me horrorizanlos errores que desdibujan aquella realidad.En 1992, descubrí con Osvaldo Ricardo Orcasitas (ORO) que el COAindicaba que el equipo argentino de tiro de pistola automática o revolverde 25 metros se había adjudicado la medalla de plata en los Juegosde París 1924, pero el Comité Olímpico Internacional (COI) ignoraba suexistencia.Informamos de la anomalía al gerente y a los directivos del COA. Nosmostraban la fotografía de la entrega de premios y aseguraban que nopodía ser. El COI comunicó que el tiro se había realizado en un campe-