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Dislexia del Desarrollo - Grupo de Neurociencias de Antioquia

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Diagnóstico y Terapia <strong>de</strong> la <strong>Dislexia</strong>errores en la lectura así como unaina<strong>de</strong>cuada comprensión <strong>de</strong> lo que es leído.Como ya lo mencionamos, estasdificulta<strong>de</strong>s son lo más frecuente coocurrentescon problemas ortográficos. Porotro lado, las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> escriturapue<strong>de</strong>n estar presentes sin problemas <strong><strong>de</strong>l</strong>ectura. Así, la clasificación internacional <strong>de</strong>enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Organización Mundial<strong>de</strong> la Salud ICD-10 (World HealthOrganization [WHO], 1993) diferencia entreun trastorno específico <strong>de</strong> lectura (F81.0) yun trastorno específico <strong>de</strong> ortografía(F81.1). Bajo este F81 Trastornosespecíficos <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>sacadémicas también se encuentran el“trastorno específico <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>saritméticas (F81.2)” (también conocidocomo discalculia <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>sarrollo), el cual confrecuencia se encuentra en los niños quepresentan DD 1 , el “trastorno mixto <strong>de</strong> lashabilida<strong>de</strong>s académicas (F81.3)”, “otrostrastornos <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s académicas(F81.8) y “trastorno <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>habilida<strong>de</strong>s académicas, inespecífico(F81.9)”. Estas últimas categoríasproporcionan una cierta ayuda diagnósticaante muchas facetas diferentes <strong>de</strong> lasdificulta<strong>de</strong>s académicas en niños coninteligencia normal. Es importante <strong>de</strong>stacarque las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> habla y <strong>de</strong> lenguajese categorizan <strong>de</strong> manera separada (F.80),aun cuando parece existir una cercanaconexión entre los trastornos <strong>de</strong> la lectura yla escritura y los problemas en el <strong>de</strong>sarrollo<strong><strong>de</strong>l</strong> lenguaje. Por su parte, la AmericanPsyquiatric Association (2003), en elManual diagnóstico y estadístico <strong>de</strong> lostrastornos mentales (DSM-IV-TR) presentauna taxonomía semejante <strong>de</strong> lostrastornos <strong><strong>de</strong>l</strong> aprendizaje y los divi<strong>de</strong> entrastorno <strong>de</strong> la lectura, trastorno <strong><strong>de</strong>l</strong> cálculo,trastorno <strong>de</strong> la expresión escrita y trastorno<strong><strong>de</strong>l</strong> aprendizaje no especificado.Para alguien que sabe leer, las dificulta<strong>de</strong>s<strong>de</strong> una persona con DD son casi imposibles<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r; si se aprendió a leer, unono pue<strong>de</strong> evitar que ante la percepción <strong>de</strong>cualquier tipo <strong>de</strong> ensamblaje <strong>de</strong> letras enuna lectura se busque realizar ésta <strong>de</strong>modo interpretativo. Una ciertacomprensión <strong>de</strong> las dificulta<strong>de</strong>s pue<strong><strong>de</strong>l</strong>ograrse al observar un niño preescolartratando <strong>de</strong> dar sonido a una palabraescrita. Aun siguiendo a un niño con<strong>de</strong>sarrollo normal resulta obvio que es unproceso que requiere <strong>de</strong> mucha práctica.Así, nos damos cuenta <strong>de</strong> que apren<strong>de</strong>r aleer pue<strong>de</strong> ser una experiencia que requiere<strong>de</strong> muchos ensayos para cualquier niño.Los expertos en pedagogía por muchotiempo han observado que entre másestresante sea esta experiencia mayor es elpeligro <strong>de</strong> que el niño evite leer hasta elgrado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar una ansiedad extremarelacionada con la escuela dado que leer yescribir es una parte importante <strong>de</strong> lainstrucción escolar. Esto explica el porquéel <strong>de</strong>sempeño académico <strong>de</strong> los niños conDD no solo está por <strong>de</strong>bajo <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong> suscompañeros sino que la distancia entre lastrayectorias <strong>de</strong> las habilida<strong>de</strong>s académicasse amplía a través <strong><strong>de</strong>l</strong> tiempo, a menos <strong>de</strong>que se realice un mayor esfuerzo explícitopara mejorar sus habilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> lectura(Francis, Shaywitz, Stuebing, Shaywitz, &Fletcher, 1996). Mientras que los primerosestudios sobre intervención en un contextoescolar adolecían <strong>de</strong> problemasmetodológicos, los recientes hacen énfasisen la conclusión antes citada <strong>de</strong> un<strong>de</strong>sarrollo anormal, haciendo insostenible lacreencia por mucho tiempo aceptada <strong>de</strong> unretraso como la causa <strong>de</strong> la DD.De igual forma, estudios que utilizantécnicas <strong>de</strong> imagenología tales comoresonancia magnética funcional (IRMf) y laRevista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong> 99


Preilowski & Matuteespectroscopía <strong>de</strong> infrarojo cercano (NIRS,en inglés) apoyan la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> unaanormalidad en el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong><strong>de</strong>l</strong>sistema nervioso central. Esta postura estambién apoyada por los resultadosobservados en adultos con DD los cualesfueron estudiados a través <strong>de</strong> la tomografíapor emisión <strong>de</strong> positrones (PET, en inglés),una técnica que emplea marcadoresradioactivos <strong>de</strong> la activación cerebral, através <strong>de</strong> la cual aparece que los patrones<strong>de</strong> la actividad cerebral durante tareasrelacionadas con la lectura difieren entre loslectores normales y aquellos que presentanDD (Shaywitz et al., 2007). Y másimportante aún, en los niños <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>scolar y en adultos que mejoraron sushabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> lectura a través <strong>de</strong> terapia,se mostró que los patrones <strong>de</strong> activaciónpermanecían diferentes <strong>de</strong> los <strong>de</strong> loslectores normales (E<strong>de</strong>n et al., 2004; Pughet al., 2000; Shaywitz et al., 2002; Shaywitzet al.) En otras palabras, los estudios aquícitados muestran no sólo la existencia <strong>de</strong>una anormalidad en el funcionamientocerebral a la base <strong>de</strong> la DD sino que laterapia no conlleva a la normalización <strong><strong>de</strong>l</strong>os procesos cerebrales que se consi<strong>de</strong>ransubyacentes a la lectura. Más bien, lasmejoras en la lectura aparentemente serealizan a través <strong>de</strong> estrategias alternas.Sin embargo, al parecer la edad a la que serealiza la intervención terapéutica parecejugar un papel importante dado que se haencontrado que los patrones <strong>de</strong> activacióncerebral en los niños más pequeños<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mejorías en el <strong>de</strong>sempeñolector se asemejan a los observados enniños lectores típicos (Aylward et al., 2003;Meyler, Keller, Cherkassy, Gabrieli, & Just,2008; Richards et al., 2007; Shaywitz et al.,2004).Un primer paso para tratar <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar lacausa <strong>de</strong> la DD es, claro está, fijarse en lossíntomas tanto al leer como al escribir.Algunos <strong>de</strong> los siguientes déficits aparecencon gran frecuencia:1. Dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> lectura‐ Lectura lenta.‐ Inicio lento, largos periodos <strong>de</strong> titubeos.‐ Pérdida <strong><strong>de</strong>l</strong> lugar dón<strong>de</strong> se está leyendo.‐ Omisión, remplazo, inversión o adición<strong>de</strong> una palabra o parte <strong>de</strong> una palabra‐ Fraseo incorrecto.‐ Cambio <strong>de</strong> palabras en las oraciones o<strong>de</strong> letras en las palabras.2. Errores ortográficos‐ Errores en el sonido (fonológicos).‐ Correspon<strong>de</strong>ncia letra-sonido insegura einestable.‐ Errores en la secuenciación (intercambio<strong>de</strong> letras en las palabras).‐ Omisión <strong>de</strong> letras o partes <strong>de</strong> palabras.‐ Inserción <strong>de</strong> letras incorrectas o partes<strong>de</strong> palabras.‐ Inversión <strong>de</strong> letras en las palabras (b-d,p-q).‐ Errores en el manejo <strong>de</strong> las reglas <strong>de</strong>ortografía incluyendo el uso <strong>de</strong>mayúsculas.‐ Dificulta<strong>de</strong>s para memorizar.‐ Inconsistencia en los errores.Es importante <strong>de</strong>stacar que no existe unerror que tipifique la DD. Los errores varíantanto en cada individuo como entreindividuos. En otras palabras, cada personacon DD es diferente. Lo anterior no es sóloes cierto con respecto a los problemas <strong><strong>de</strong>l</strong>ectura y escritura, sino que también conrelación a otros déficits <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>sarrolloasociados. Si uno escucha a los padres y alas personas con DD, especialmentecuando asisten a las reuniones escolares oen los grupos <strong>de</strong> apoyo, siempre se hablaacerca <strong>de</strong> otras anormalida<strong>de</strong>s “típicas”. Dehecho, los pacientes con DD con frecuenciapresentan, por ejemplo, problemas100 Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong>


Diagnóstico y Terapia <strong>de</strong> la <strong>Dislexia</strong>atencionales así como déficits preceptúalesy sensorio-motores. Aquí <strong>de</strong> nuevo haymuchas excepciones tanto en el tipo comoen el grado <strong>de</strong> tales problemas adicionales.Tales comorbilida<strong>de</strong>s, así como los diversostipos <strong>de</strong> errores <strong>de</strong> lectura y escritura, hanpropiciado la clasificación <strong>de</strong> la DD ensubgrupos. La i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> talessubgrupos pudiera ser, claro está, <strong>de</strong> granimportancia tanto para i<strong>de</strong>ntificar las causas<strong>de</strong> la DD como para escoger la terapiaapropiada. Sin embargo, un buen número<strong>de</strong> estudios han <strong>de</strong>mostrado que existe mástraslape entre los grupos que diferenciasentre ellos. Así, múltiples causas, diferentesgrados <strong>de</strong> expresión, varios factores <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollo y probablemente la interacciónentre ellos es lo que crea esta diversidad(Ramus, 2003). Lo anterior naturalmenteconlleva a que el diagnóstico sea muyamplio con el objetivo <strong>de</strong> especificar<strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s y fortalezas en las áreascognitivas, emocionales y sensorio-motrices<strong>de</strong> cada niño en el que se sospecha lapresencia <strong>de</strong> DD.Más aún, si bien la DD es común a todaslas lenguas se consi<strong>de</strong>ran posiblesvariaciones <strong>de</strong> acuerdo a las características<strong>de</strong> su sistema <strong>de</strong> escritura. Estasvariaciones pue<strong>de</strong>n ser evi<strong>de</strong>ntes en laprevalencia, severidad, tipología y dominiosneuropsicológicos involucrados. Así, en lossistemas <strong>de</strong> escritura <strong>de</strong> tipo alfabético, es<strong>de</strong>cir, aquellos que representan el sonido através <strong>de</strong> una relación grafema – fonema –grafema, se han i<strong>de</strong>ntificado diferentescaracterísticas que pue<strong>de</strong>n incidir en laexpresión <strong>de</strong> la dislexia. De estascaracterísticas, las más estudiadas son elgrado <strong>de</strong> transparencia – opacidad en larelación grafema – fonema – grafema, lascaracterísticas silábicas y la presencia <strong><strong>de</strong>l</strong>acento gráfico o til<strong>de</strong>. Se habla <strong>de</strong> unsistema <strong>de</strong> escritura transparente cuandolos grafemas y los fonemas guardan unarelación unívoca es <strong>de</strong>cir, cuando ungrafema representa un solo y siempre elmismo fonema a la vez que un fonema esrepresentado siempre por el mismografema; por ejemplo, en español el fonema/m/ siempre es representado por el grafemaM. Los sistemas <strong>de</strong> escritura se distribuyen<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una continua transparencia –opacidad. Se consi<strong>de</strong>ra que el español estransparente para leer dado que la relaciónunívoca grafema – fonema es <strong><strong>de</strong>l</strong> 83% ymenos transparente para escribir puestoque la relación unívoca fonema – grafemaes <strong><strong>de</strong>l</strong> 43% (Leal & Matute, 2001); <strong>de</strong> ahíque resulte en español más fácil leer queescribir. Las características <strong>de</strong> las sílabasson otro atributo <strong>de</strong> la lengua que facilita ocomplica su representación gráfica. Enespañol, el mayor número <strong>de</strong> sílabas essimple, consonante – vocal (Moreno, Torre,Curto, & <strong>de</strong> la Torre, 2008). Finalmente,está el acento gráfico. El uso <strong>de</strong> éste varíaa través <strong>de</strong> las lenguas. En español, elacento gráfico se utiliza principalmente paramarcar la sílaba tónica en palabras con unpatrón <strong>de</strong> acentuación no dominante. Lai<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la sílaba tónica es esencialpara la comprensión <strong>de</strong> las palabrasdurante la lectura (Gutiérrez & Palma,2004). De ahí que la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> lasílaba tónica a través <strong><strong>de</strong>l</strong> acento gráfico enpalabras con un patrón <strong>de</strong> acentuación nodominante sea relevante para el lector.Existen otras características como lagranularidad y la morfología que han sidomenos atendidas. Estudios <strong>de</strong> la DD endiferentes lenguas facilita la comprensión<strong>de</strong> la universalidad <strong>de</strong> este trastorno.Por ejemplo, una <strong>de</strong>scripción breve <strong>de</strong> lascaracterísticas <strong>de</strong> los déficits cognitivos <strong><strong>de</strong>l</strong>os niños con DD, fue precisada a través <strong>de</strong>un estudio realizado en niños <strong>de</strong> 3º y 4º <strong>de</strong>Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong> 101


Pruebas NeuropsicológicasPreilowski & Matuteprimaria <strong>de</strong> varias regiones escolares en elsuroeste <strong>de</strong> Alemania en el que secontrastó el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> los niñosdisléxicos con el <strong>de</strong> niños control en elNEPSY. En éste se <strong>de</strong>muestra que eltamaño <strong><strong>de</strong>l</strong> efecto <strong>de</strong> pertenencia a ungrupo (DD vs Control) fue mayor en lastareas <strong>de</strong> procesamiento fonológico,<strong>de</strong>nominación rápida y atención visual(Figura 1, modificada <strong>de</strong> Blen<strong>de</strong>r, 2004).Secuencia motora manualDiscriminación <strong>de</strong> <strong>de</strong>dos (no preferente)Golpeteo con el <strong>de</strong>doConstrucción con cubosPrecisión visomotoraBúsqueda <strong>de</strong> la rutaAtención auditivaDiscriminación <strong>de</strong> <strong>de</strong>dos (preferente)Aprendizaje auditivoCopia <strong>de</strong> diseñosPuño y palmaFlechasMemoria <strong>de</strong> rostrosRepetición <strong>de</strong> enunciadosImitación <strong>de</strong> posiciones <strong>de</strong> la manoFlui<strong>de</strong>z gráficaMemoria narrativaTorreEstatuaSeguimiento <strong>de</strong> instruccionesNo palabrasFlui<strong>de</strong>z verbal fonológicaFlui<strong>de</strong>z verbal semánticaMemoria <strong>de</strong> nombresFlui<strong>de</strong>z verbal totalAtención visualVelocidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>nominaciónProcesamiento fonológico00.010.030.040.050.050.080.080.080.110.120.130.130.140.230.280.290.30.30.320.320.360.410.450.480.60.620.840 0.2 0.4 0.6 0.8 1Fortaleza <strong><strong>de</strong>l</strong> efectoFigura 1. Fortaleza <strong><strong>de</strong>l</strong> efecto <strong>de</strong> las diferencias reportadas (valores absolutos) entreniños alemanes lectores típicos y disléxicos.Resultados similares fueron obtenidos enun estudio realizado en niños mexicanos <strong>de</strong>Guadalajara (Aguilar Isaías, 2006) (Figura2). En ambos estudios los niños con DDfueron comparados con niños lectorestípicos pareados por edad, género y CI. Enestas comparaciones los niños con DDmostraron una ejecución significativamentemás baja en varias áreas cognitivas: tal ycomo se ha encontrado en estudiosrealizados en diferentes partes <strong><strong>de</strong>l</strong> mundo,los niños alemanes y los mexicanosmostraron un mayor déficit en las tareas <strong>de</strong>procesamiento fonológico; por ejemplo, enla percepción, discriminación ymanipulación <strong>de</strong> sonidos <strong><strong>de</strong>l</strong> habla. Noobstante, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> estos déficitsfonológicos, dos tercios <strong>de</strong> los niñosmostraron puntuaciones bajas en tareasrelacionadas con tres o más áreasfuncionales. Los déficits más frecuentes seubicaron en las pruebas <strong>de</strong> atención visualy auditiva, memoria <strong>de</strong> textos, comprensión<strong>de</strong> instrucciones y velocidad <strong>de</strong>procesamiento; específicamente, en la<strong>de</strong>nominación automatizada rápida, flui<strong>de</strong>zverbal y gráfica así como en el aprendizaje<strong>de</strong> asociaciones intermodales visual-verbal.En otras palabras, las áreas funcionalesinvolucradas incluyen atención, funciones102 Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong>


Preilowski & Matutefonémica, una importante diferencia en latarea relacionada con la noción <strong>de</strong> palabra,dato que invita a indagar con mayorprofundidad las características <strong>de</strong> lashabilida<strong>de</strong>s metalingüísticas en general enlos disléxicos y no sólo las <strong>de</strong> lashabilida<strong>de</strong>s fonológicas.Finalmente, es importante <strong>de</strong>stacar que lamayoría <strong>de</strong> los niños con DD muestransignos <strong>de</strong> retraimiento social en más <strong>de</strong> unambiente y no solo en el contexto escolar.Explicaciones causales <strong>de</strong> la dislexia <strong><strong>de</strong>l</strong><strong>de</strong>sarrolloLa investigación científica sobre la dislexiase ha intensificado a través <strong>de</strong> las últimasdécadas, aun antes <strong>de</strong> que las nuevastécnicas <strong>de</strong> neuroimagen entraran en elárea, y con ello, las hipótesis explicativas<strong>de</strong> la DD han proliferado. Existen diversasexplicaciones causales <strong>de</strong> la DD; algunas<strong>de</strong> ellas fueron importantes en algúnmomento en el pasado, pero los resultados<strong>de</strong> las investigaciones no han podido, enmuchos casos, <strong>de</strong>mostrar su vali<strong>de</strong>z. Por<strong>de</strong>sgracia, <strong>de</strong>bido a limitantes espaciales,no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>tallarlas todas aquí, como esel <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una lateralidad incompleta,o una interacción interhemisféricadisminuida o hiperintensiva, o unaanormalidad <strong><strong>de</strong>l</strong> cuerpo calloso (la conexión<strong>de</strong> fibras nerviosas más prominente entrelos dos hemisferios). A continuaciónesbozamos aquellas que han tenido mayordivulgación.• Déficits <strong>de</strong> la percepción visual – la teoríamagnocelular <strong>de</strong> la DDHacia finales <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XIX, los oftalmólogos<strong>de</strong>scubrieron la notable dificultad paraapren<strong>de</strong>r a leer en niños normalmenteinteligentes, y ellos compararon este déficitcon la “ceguera verbal” <strong>de</strong>scrita por AdolfKussmaul en adultos cerebro lesionados(Kussmaul, 1877). Llama la atención queestos oftalmólogos siguieran a Kussmaul,ya que él no consi<strong>de</strong>raba que la causa <strong>de</strong>este déficit fuera visual. No obstante, más<strong>de</strong> cien años <strong>de</strong>spués, los problemasvisuales continúan siendo postulados comocausa <strong>de</strong> la DD y terapias visuales <strong>de</strong>varios tipos se han propagado. Éstasincluyen ejercicios <strong>de</strong> movimientos <strong>de</strong> losojos, así como el uso <strong>de</strong> diferentes tipos <strong><strong>de</strong>l</strong>entes correctivos, lentes <strong>de</strong> colores y hastaintervenciones quirúrgicas semejantes a lasrealizadas para corregir el estrabismo. Lamayoría <strong>de</strong> estas terapias van más allá <strong><strong>de</strong>l</strong>o que pueda tener apoyo científico.Derivado <strong>de</strong> lo anterior, la mayoría <strong>de</strong> lasorganizaciones científicas relacionadas conla DD han <strong>de</strong>clarado su inutilidad. Entreotras, la Aca<strong>de</strong>mia Americana <strong>de</strong> Pediatríay Oftalmología Pediátrica así como laAsociación Americana <strong>de</strong> OrtoptistasCertificados consi<strong>de</strong>ró necesario publicaruna <strong>de</strong>claración en la que señalaba queaun cuando pudieran existir casosindividuales con problemas visualesmientras leían; por ejemplo, hipermetropía,problemas <strong>de</strong> vergencia (movimientos <strong><strong>de</strong>l</strong>os ojos hacia a<strong>de</strong>ntro para enfocar unestímulo presentado cerca) o movimientosanormales <strong>de</strong> los ojos, estas dificulta<strong>de</strong>s,sin embargo no pue<strong>de</strong>n ser consi<strong>de</strong>radascomo causales <strong>de</strong> la DD. Se recomiendaque todos los niños con DD sean vistos porun especialista <strong>de</strong> los ojos pero, cualquierintervención correctiva <strong>de</strong>be ser limitada aaquellas recomendadas para cualquier niñolector típico (American Aca<strong>de</strong>my ofPediatrics, Section on Ophthalmology,Council on Children with Disabilities,American Aca<strong>de</strong>my of Ophthalmology,American Association for PediatricOphthalmology and Strabismus, &American Association of CertifiedOrthoptists, 2009).104 Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong>


Preilowski & Matutemucho éxito llevan su vida a pesar <strong>de</strong>presentar DD.Hallazgos neuropatológicosExisten otros datos neuropatológicos,a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los relacionados con la teoríamagnocelular <strong>de</strong> la DD señaladosanteriormente en este texto, que apoyan lai<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un ina<strong>de</strong>cuado funcionamiento <strong><strong>de</strong>l</strong><strong>de</strong>sarrollo cerebral (Galaburda, Menard, &Rosen, 1994). Así, en cerebros adultos <strong>de</strong>pacientes con DD se han encontrado otrasanormalida<strong>de</strong>s; principalmente, se hanreportado regiones aisladas <strong>de</strong> célulascorticales, llamadas ectopias, que se <strong>de</strong>bena trastornos <strong>de</strong> migración. Normalmente,las células recién formadas migran a unlugar específico en una <strong>de</strong> las capas <strong>de</strong> lacorteza don<strong>de</strong>, en interacción con el tejidocircundante, se diferenciarán en neuronasfuncionales específicas. Las ectopias seforman por células que no alcanzan su<strong>de</strong>stino. Por el contrario, se <strong>de</strong>tienen enalgún lugar en su camino y no logranconectarse. Dado su aislamientopermanecen sin funcionar o, sin una funciónnormal; <strong>de</strong> hecho, las ectopias seconvierten en ocasiones en una fuente <strong>de</strong>actividad epiléptica. Lo interesante <strong>de</strong> todoesto es que algunos <strong>de</strong> los resultados másconvincentes <strong>de</strong> las investigacionesrealizadas sobre aspectos genéticos <strong>de</strong>migración celular indican la existencia <strong>de</strong> unloci, que se consi<strong>de</strong>ra que está involucradoen el control <strong>de</strong> la migración neuronal (i.e.,Gabel, Gibson, Gruen, & LoTurco, 2010).Estos resultados pudieran apoyar la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>que la DD es el resultado <strong>de</strong> una alteracióncon base genética <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>sarrollo cerebraltemprano. Dado el involucramiento <strong>de</strong>diversos loci génicos, diversas áreascerebrales y <strong>de</strong> ahí, diversas áreasfuncionales pudieran estar afectadas.A<strong>de</strong>más, una variabilidad en la penetranciao en la expresividad pudiera explicar lavariedad típica <strong>de</strong> las formas en las que semanifiesta la DD. No obstante, lacomprensión <strong>de</strong> los aspectos genéticos <strong><strong>de</strong>l</strong>a DD no ha llegado tan lejos para aceptarestas i<strong>de</strong>as como un dato sólido. De hecho,no se tiene a la fecha índices <strong>de</strong> unamutación específica, sin la cual no esposible una i<strong>de</strong>ntificación genéticainequívoca y <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> un trastornoespecífico.• Funcionamiento cerebral y déficit en lashabilida<strong>de</strong>s fonológicasConforme a esta postura es <strong>de</strong> esperarseuna <strong>de</strong>ficiencia en las funciones <strong><strong>de</strong>l</strong>hemisferio izquierdo involucradas en losprocesos relacionados con el habla y lalectura. Es legítimo en este punto referirnosaquí también a los hallazgos <strong>de</strong> los estudiosrealizados en personas cerebro-lesionadasque adquirieron un trastorno <strong>de</strong> lectura y <strong>de</strong>escritura <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber tenido unaprendizaje normal <strong>de</strong> ellas. En estosestudios, tres regiones críticas y susinterconexiones funcionales han sidoi<strong>de</strong>ntificadas. La i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> estasregiones ha apoyado los estudios <strong>de</strong>neuroimagen realizados en personas conDD (Figura 3). Existen dos áreas corticalesposteriores, una dorsal y otra más ventral,así como una región frontal. El área dorsalposterior se localiza en el giro angular y enel giro supramarginal <strong>de</strong> la corteza parietotemporal.Su función está asociada con elanálisis <strong>de</strong> las palabras. La zona ventralposterior se ubica en la región posterior <strong><strong>de</strong>l</strong>giro fusiforme en la transición <strong>de</strong> la cortezaoccipital a temporal. Se presume que sufunción es el reconocimiento visual <strong>de</strong> laforma <strong>de</strong> las palabras. La tercera región,ubicada en el cortex frontal, se localizaaledaña al área <strong>de</strong> Broca en zona inferior<strong><strong>de</strong>l</strong> lóbulo frontal izquierdo. Pacientes conlesiones en esta parte <strong>de</strong> la corteza108 Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong>


Diagnóstico y Terapia <strong>de</strong> la <strong>Dislexia</strong>muestran un lenguaje escaso y difícil, sinartículos ni palabras gramaticales osituacionales (estilo telegráfico). Ellostambién tienen dificulta<strong>de</strong>s para apreciar lasrelaciones gramaticales entre las palabras<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una oración. Especialmente lalectura en voz alta es <strong>de</strong>ficitaria así comociertos aspectos <strong>de</strong> la comprensión textual.Se asume que estas tres áreas estáníntimamente interconectadas y tienentambién múltiples conexiones con otrossistemas cognitivos tales como aquellosinvolucrados en las funciones mnésicas.Disfunción <strong><strong>de</strong>l</strong> Área Frontal Inferior1) Incremento en la activación: Shaywitz etal., 1998: fMRI, tareas jerárquicamenteorganizadas con procesamiento fonológico.Brunswick et al., 1999: PET, lectura implícitay explícita <strong>de</strong> palabras y no palabras .2) Decremento en la activación:Paulesu et al. 1996: PET, tareas <strong>de</strong> memoria.Componente anteriorÁreas FrontalesInferiores (44, 45, 6)Actividad reducida en las regiones Parieto-Temporales.Rumsev et al., 1992: PET, tarea <strong>de</strong> rimaPaulesu et al., 1996: PET, tarea <strong>de</strong> rimaRumsey et al., 1998: PET, tareas <strong>de</strong> pronunciación ytoma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones.Shaywitz et al., 1998: fMRI, tareas jerárquicamenteorganizadas con procesamiento fonológicoRumsey et al., 1999: PET, lectura.Vía DorsalParieto-TemporalVía VentralTemporo-OccipitalActividad reducida en elárea Temporo-OccipitalInferior IzquierdaHelenius et al., 1999: MEG,percepción <strong>de</strong> letras.Brunswicket al., 1999;Paulesu et al., 2001: PET,lectura implícita y explícita<strong>de</strong> palabras y no palabras.Cerebelo: Brunswick et al., 1999:Actividad reducida en tareas <strong>de</strong> lecturaFigura 3. Vías y componentes cerebrales implicados en la lectura. Resultadosobtenidos en estudios <strong>de</strong> neuroimagen en adultos con dislexia (Modificado <strong>de</strong>Démonet, Taylor, & Chaix, 2004).Es <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>stacar que la localización<strong>de</strong> estas tres áreas críticas alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> lacisura <strong>de</strong> Silvio <strong><strong>de</strong>l</strong> hemisferio izquierdocoinci<strong>de</strong> con algunos <strong>de</strong> los hallazgosneuropatológicos. De hecho, la mayoría <strong><strong>de</strong>l</strong>as ectopias <strong>de</strong>scritas en los cerebros <strong>de</strong>pacientes con DD (<strong>de</strong> las que hablamos enel apartado anterior) fueron encontradas enla región perisilvina izquierda.Para tratar <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r cómo elaprendizaje <strong>de</strong> la lectura se ve afectado porel funcionamiento anómalo <strong>de</strong> estasregiones, esbozaremos cómo se asume suparticipación en el aprendizaje típico. Alinicio, el análisis <strong>de</strong> las palabras parai<strong>de</strong>ntificar las asociaciones individualesletra-sonido se realiza en las regionescerebrales posteriores. Al aumentar laexperiencia, las palabras son reconocidascomo entida<strong>de</strong>s globales, sin tener quereconocer en ella <strong>de</strong> manera sucesiva cadaletra individual. Sólo cuando se confrontacon nuevas palabras <strong>de</strong>sconocidas o conpalabras artificiales sin significado(pseudopalabras) el lector tiene queregresar al uso <strong>de</strong> un sistema analítico.La Figura 3 muestra <strong>de</strong> maneraesquemática la representación <strong>de</strong> las tresRevista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong> 109


Preilowski & Matuteáreas <strong><strong>de</strong>l</strong> hemisferio izquierdo (óvalos) que<strong>de</strong> manera crítica están involucradas en lalectura. En los cuadros, se resumen losresultados <strong>de</strong> estudios imagenológicosrealizados en adultos con dislexia. Engeneral, una activación reducida fueencontrada en las áreas posteriores.Especialmente en las regiones dorsalesposteriores. Tanto a través <strong>de</strong> estudiosutilizando tomografía por emisión <strong>de</strong>positrones (PET) como resonanciamagnética funcional (IRMf) se hanencontrado correlaciones con el nivel <strong>de</strong> lahabilidad <strong>de</strong> lectura: en lectores normalesesta correlación resultó positiva y enpersonas con DD fue negativa. Para laregión posterior ventral, los resultados <strong>de</strong> laIRMf no fueron <strong><strong>de</strong>l</strong> todo claro. Sólo a través<strong>de</strong> la PET fue encontrada una activaciónreducida (Brunswick, McCrory, Price, Frith,& Frith, 1999; Paulesu et al., 2001).Con relación a éstos o a otros estudiossimilares se <strong>de</strong>be guardar en mente, quelas tareas empleadas en los tomógrafoscontenían sólo aspectos parcialesinvolucrados en la lectura. Por ejemplo,reconocimiento <strong>de</strong> la rima entre palabras oletras. En otras palabras, si en personasnormales, en comparación con aquellasdisléxicas, el “área <strong>de</strong> lectura” dorsalposterior mostró niveles más altos <strong>de</strong>activación, no po<strong>de</strong>mos concluir que loslectores típicos utilizan más esta área parala lectura que los lectores con dificulta<strong>de</strong>s.Quizás, lo que po<strong>de</strong>mos asumir es que estaárea está involucrada en el análisisfonológico <strong><strong>de</strong>l</strong> habla y que un nivel másbajo <strong>de</strong> activación <strong>de</strong>be estar asociado conuna ejecución fonológica reducida.Los datos concernientes a las activaciones<strong>de</strong> la corteza frontal no son <strong><strong>de</strong>l</strong> todocoinci<strong>de</strong>ntes e incluyen indicaciones <strong>de</strong> uninvolucramiento <strong><strong>de</strong>l</strong> hemisferio <strong>de</strong>recho;algunos estudios reportan una reducción <strong><strong>de</strong>l</strong>a activación <strong>de</strong> las regiones frontales enpersonas con DD en comparación conlectores típicos (Paulesu et al., 1996); otrosencuentran que la activación aumenta(Brunswick et al., 1999; Shaywitz et al.,1998). Ambos resultados han sidointerpretados como reflejo <strong>de</strong> un <strong>de</strong>fecto enel sistema: la disminución como un déficiten el nivel <strong>de</strong> funcionamiento apropiado <strong><strong>de</strong>l</strong>a actividad, el aumento <strong>de</strong> la activacióncomo un esfuerzo compensatorio. Aquí,observamos un problema típico en lainterpretación <strong>de</strong> los datos obtenidos através <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> neuroimagen; es<strong>de</strong>cir saber con precisión que significa unaactivación en los PET o IRMf en término <strong>de</strong>funciones cerebrales. La correlación con laactivación neuronal se ha <strong>de</strong>mostrado comoconvincente, y hay poca duda acerca <strong>de</strong> laasociación entre la actividad neuronal y elaumento en la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> sangre en lasregiones activadas. No obstante, no pue<strong>de</strong>ser <strong><strong>de</strong>l</strong> todo <strong>de</strong>terminado a partir <strong>de</strong> estosdatos si que la actividad neuronal es unaparte excitatoria o inhibitoria <strong><strong>de</strong>l</strong> sistemacerebral funcional. Así, existe peligro <strong>de</strong>que las explicaciones post-hoc puedaninclinarse hacia una postura en particular.Con el aumento en el número <strong>de</strong> estudiosrealizados en niños se podrá llegar a unamejor comprensión. Esto es en especialpara la investigación sobre los cambios enla actividad cerebral temprana en niños tanpequeños como <strong>de</strong> 6 años expuestos a lainstrucción sobre la lectura (Brem, et al.,2010). También, las investigacioneslongitudinales a largo plazo son muyilustrativas: por ejemplo, se ha encontradoen los niños con DD que conforme aumentala edad, se incrementa la activación frontalizquierda y <strong>de</strong>recha ante una tarea <strong>de</strong> rima(Shaywitz et al., 2007). Este hallazgo hasido interpretado como un indicador <strong>de</strong> una110 Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong>


Diagnóstico y Terapia <strong>de</strong> la <strong>Dislexia</strong>compensación <strong>de</strong> los sistemas posteriores<strong>de</strong>ficitarios. Por otra parte, en otros estudiosrealizados también con niños (Shaywitz etal.), no se ha evi<strong>de</strong>nciado una reducción <strong><strong>de</strong>l</strong>a activación posterior, contrario a lo que seha <strong>de</strong>scrito en adultos con DD. Con unvistazo más cercano a los cambios en laactivación cerebral relacionados con el<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> recibir estimulaciónespecífica, no se ha encontrado un<strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> la activación hacia<strong><strong>de</strong>l</strong>ante (áreas frontales) <strong><strong>de</strong>l</strong> hemisferioizquierdo, como se esperaría, sino que el<strong>de</strong>splazamiento es hacia áreas centrales<strong><strong>de</strong>l</strong> hemisferio <strong>de</strong>recho. Ante estoshallazgos, los investigadores concluyeronque la anomalía no se ubica <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unaregión en particular sino que más bien es<strong>de</strong>bido a una conexión <strong>de</strong>ficiente entre lasáreas críticas. Todos estos resultadosaunque tentadores, <strong>de</strong>ben ser tomados concautela dado que hay que consi<strong>de</strong>rar laexistencia <strong>de</strong> problemas resultantes <strong>de</strong> lacomparación entre diversos estudios <strong>de</strong>neuroimagen, en los cuales <strong>de</strong>bido a supobre resolución temporal se analizandiferentes ventanas <strong>de</strong> tiempo así comodiferentes puntos en el tiempo utilizandotécnicas variadas para escoger un índiceque refleje un evento <strong>de</strong> un milisegundo <strong>de</strong>duración en un proceso metabólicosubyacente el cual en realidad se tomahasta 12 segundos.No es posible discutir aquí todos losproblemas técnicos y teóricos <strong>de</strong> lastécnicas <strong>de</strong> neuroimagen, ni tampoco hayespacio para presentar un meta-análisis<strong>de</strong>tallado <strong>de</strong> los resultados <strong>de</strong> la literaturaexistente a la fecha la cual <strong>de</strong> hecho esbastante extensa. Sin embargo, uno pue<strong>de</strong><strong>de</strong>cir sin riesgo que hasta ahora, la mayoría<strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> los neuropsicólogos ylingüistas acerca <strong>de</strong> los procesos cognitivosinvolucrados en la lectura (y escritura) hanencontrado mayor apoyo en los resultadosobtenidos a través <strong>de</strong> los nuevos métodos<strong>de</strong> neuroimagen, pero éstas no hanproporcionado cambios nuevosrevolucionarios <strong>de</strong> estos mo<strong><strong>de</strong>l</strong>os.• Hemisferios cerebrales y lecturaDentro <strong>de</strong> una perspectiva algo diferente,existe investigación sobre las estrategias <strong><strong>de</strong>l</strong>ectura diferentes <strong><strong>de</strong>l</strong> hemisferio izquierdoen comparación con las <strong><strong>de</strong>l</strong> hemisferio<strong>de</strong>recho y un <strong>de</strong>splazamiento <strong><strong>de</strong>l</strong>procesamiento <strong>de</strong>recho hacia el izquierdodurante la adquisición normal <strong>de</strong> la lectura.Por <strong>de</strong>sgracia, los reportes sobreaplicaciones exitosas <strong>de</strong> intervencionesterapéuticas dirigidas hacia el <strong>de</strong>trimento <strong><strong>de</strong>l</strong>a estrategia <strong>de</strong> lectura <strong><strong>de</strong>l</strong> hemisferio<strong>de</strong>recho para corregir el <strong>de</strong>splazamientoprematuro <strong>de</strong> la estrategia <strong>de</strong> lectura <strong><strong>de</strong>l</strong>hemisferio izquierdo, ha fracasado fuera <strong><strong>de</strong>l</strong>os laboratorios <strong><strong>de</strong>l</strong> autor original (Bakker,2006) y <strong>de</strong> los <strong>de</strong> sus estudiantes (i.e.,Smit-Glaudé, van Strien, Licht, & Bakker,2005). El problema principal ha sido que lapropuesta original <strong>de</strong> tipos <strong>de</strong> niños con DDhemisferio izquierdo y hemisferio <strong>de</strong>rechono ha podido ser i<strong>de</strong>ntificada con certeza.Planeación <strong><strong>de</strong>l</strong> diagnóstico y <strong>de</strong> laintervención terapéuticaAnte todos los hallazgos sobre losproblemas subyacentes a la DD, es <strong>de</strong>esperarse que el diagnóstico <strong>de</strong> la DD noesté solamente dirigido al trastornoespecífico en el aprendizaje <strong>de</strong> la lectura (I)sino que también a <strong>de</strong>tallar un perfil <strong>de</strong> lasfortalezas y <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s cognitivas ycomportamentales en cada niño (II).A<strong>de</strong>más, las condiciones socio-ambientales<strong>de</strong> la escuela y la familia tienen que serconsi<strong>de</strong>radas. El objetivo es brindar unaopinión sobre el problema <strong><strong>de</strong>l</strong> niño a todaslas personas involucradas y proveer un planindividualizado <strong>de</strong> intervención. Pue<strong>de</strong> serRevista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong> 111


Preilowski & Matutenecesaria una consulta al pediatra para unchequeo <strong>de</strong> posibles condiciones médicasque pue<strong>de</strong>n afectar el <strong>de</strong>sempeño escolar(i.e., diabetes, problemas <strong>de</strong> tiroi<strong>de</strong>s,trastornos <strong>de</strong> sueño, infecciones crónicas,etc.); una consulta con el oftalmólogo (antesospecha <strong>de</strong> una disfunción visual) o elotorrinolaringólogo (ante posibles déficits <strong>de</strong>oído y habla) también pue<strong>de</strong> ser necesaria.• DiagnósticoI. Caracterización <strong><strong>de</strong>l</strong> trastorno específico en elaprendizaje <strong>de</strong> la lectura:‐ Dificulta<strong>de</strong>s específicas relacionadas conla escuela.‐ Historial escolar, incluyendo entrevistascon padres y maestros.‐ Reportes escolares, ejemplos <strong>de</strong>pruebas escolares y tareas realizadas encasa.‐ Pruebas estandarizadas <strong>de</strong> lectura yescritura, incluyendo pruebas <strong>de</strong> cálculoy manejo numérico.II. Establecimiento <strong><strong>de</strong>l</strong> perfil <strong>de</strong> las fortalezas y<strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s cognitivas y comportamentales‐ Test estandarizados <strong>de</strong> inteligencia(importantes no sólo para contrastar conlos resultados obtenidos <strong>de</strong> pruebasespecíficas <strong>de</strong> lectura y escritura en elniño, sino que también como unareferencia global para le clínico).‐ Por lo menos parte <strong>de</strong> una escala <strong>de</strong>inteligencia no verbal‐ Una batería neuropsicológica‐ Escalas observacionales y cuestionariospara padres y maestros para <strong>de</strong>scribir elcomportamiento general, lasinteracciones sociales y característicasemocionales(especialmenterelacionadas con indicadores escolares<strong>de</strong> ansiedad, retraimiento social y<strong>de</strong>presión).‐ Dependiendo <strong>de</strong> los resultadosobtenidos en la prueba <strong>de</strong> inteligencia yla batería neuropsicológica, otraspruebas específicas, relacionadas porejemplo, con problemas atencionales,preceptúales, sensorio-motores, <strong>de</strong>memoria o ejecutivos pue<strong>de</strong>n serrequeridas.Para mayor precisión en la evaluación <strong><strong>de</strong>l</strong>niño hispanohablante con dislexia remitimosa Matute, Rosselli y Ardila (2010) y Matute,Rosselli, Chamorro y Orozco (2010).• Intervención terapéuticaLa intervención que se proponga al niño, esindividualizada; es <strong>de</strong>cir, no existe unprograma en el mercado que sea a<strong>de</strong>cuadopara todos los niños que presenten DD. Deigual forma, esta es multimodal, ya que<strong>de</strong>be ser dirigida a aten<strong>de</strong>r los diferentesaspectos que a través <strong>de</strong> la evaluación seencuentren afectados y pue<strong>de</strong> incluir laorientación a padres o maestros. Demanera esquemática po<strong>de</strong>mos precisarcuatro tipos diferentes <strong>de</strong> intervención quepue<strong>de</strong>n ser seleccionados <strong>de</strong> acuerdo a losrequerimientos <strong>de</strong> cada niño:‐ Terapia neuropsicológica dirigida a lasfunciones básicas (atención, percepción,funciones sensorio-motrices, lenguaje,etc.).‐ Terapia <strong>de</strong> aprendizaje (concienciafonológica, conocimiento alfabético,automatización <strong>de</strong> las asociaciones letrasonido,reglas ortográficas, etc.).‐ Psicoterapia (control <strong>de</strong> la ansiedad,fortalecimiento <strong>de</strong> la autoestima).‐ Orientación a padres (controlcomportamental, planeación <strong>de</strong> lasrutinas cotidianas, higiene <strong>de</strong> sueño; laterapia <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong>jada en manosprofesionales; la tarea <strong>de</strong> los papás esproveer amor, confianza y apoyo al niñocon DD).112 Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong>


Preilowski & Matutebase en la ya probada importancia <strong><strong>de</strong>l</strong>procesamiento fonológico, se haimplementado en varios países unentrenamiento temprano en la percepción,discriminación y manipulación <strong>de</strong> lossonidos <strong><strong>de</strong>l</strong> habla para todos los niños queasisten al preescolar. Aun cuando a primeravista parece que este tipo <strong>de</strong> programaspue<strong>de</strong> ser fácilmente integrado en laeducación preescolar, la importancia pararealizar esto con la ayuda <strong>de</strong> personalsuficientemente entrenado y calificado no<strong>de</strong>be ser subestimada. En estos programas,todos los niños <strong><strong>de</strong>l</strong> preescolar son incluidospero se sugiere la búsqueda <strong>de</strong> un déficiten la conciencia fonológica <strong>de</strong> maneraindividual, en cada niño, lo cual no es unatarea fácil. A<strong>de</strong>más, los padres <strong>de</strong>ben tomarconciencia <strong>de</strong> que las dificulta<strong>de</strong>s en lashabilida<strong>de</strong>s fonológicas no son evi<strong>de</strong>ntes enla vida cotidiana ya que en la conversaciónnormal, la discriminación entre palabraspue<strong>de</strong> funcionar en un nivel básico <strong>de</strong>distinción silábica, y mucha <strong>de</strong> lacomprensión en la comunicación viene através <strong>de</strong> la <strong>de</strong>tección <strong><strong>de</strong>l</strong> significado através <strong><strong>de</strong>l</strong> contexto. A través <strong>de</strong> programasdirigidos a los padres para informarlossobre estas dificulta<strong>de</strong>s, pue<strong>de</strong> facilitar queellos mismos se <strong>de</strong>n cuenta <strong>de</strong> que losdéficits <strong><strong>de</strong>l</strong> lenguaje pue<strong>de</strong>n pasarinadvertidos hasta que el niño es forzado atranscribir los sonidos individuales en uncódigo alfabético o logográfico. Si el niñonunca ha realizado o aprendido a analizartales sonidos individuales (fonemas) queconstituyen las sílabas <strong>de</strong> nuestraspalabras, va a tener dificulta<strong>de</strong>s paraapren<strong>de</strong>r a leer y a escribir. Por lo tanto,una parte importante <strong><strong>de</strong>l</strong> esfuerzo paramanejar la DD, es estar seguros <strong>de</strong> queestén enterados los padres y todas laspersonas involucradas en la atención <strong><strong>de</strong>l</strong>niño.La educación temprana en el preescolar yen casa <strong>de</strong>be incluir juegos coninteracciones divertidas que promuevan lashabilida<strong>de</strong>s auditivas y fonológicas. Otracosa que los papás pue<strong>de</strong>n hacer por sushijos, sea que tengan predisposición a<strong>de</strong>sarrollar DD o no, es leer para ellos. Leerpara los niños no es tan sólo otra formapara enseñarles a escuchar, sino quetambién es una manera para inculcar unsentimiento <strong>de</strong> qué tanto la informacióncomo la emoción pue<strong>de</strong>n reunirse enaquello que se encuentra en los libros yotros escritos. Durante el proceso <strong>de</strong>aprendizaje <strong>de</strong> la lectura y la escritura estaemoción y la curiosidad natural <strong>de</strong> los niñosresultan ser una motivación po<strong>de</strong>rosa queayuda al niño con <strong>de</strong>sarrollo normal a leermás y mejor y con ello alimentar <strong>de</strong> maneraexponencial en dominio <strong>de</strong> su lectura. Paralos niños con DD es absolutamentenecesario vencer las dificulta<strong>de</strong>s y<strong>de</strong>cepciones resultantes <strong>de</strong> sus primerasexperiencias <strong>de</strong> lectura negativas yapoyarlos para que no se sumerja en unaespiral <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> fracaso en la lecturay la subsecuente evitación <strong>de</strong> leer. Estafalta <strong>de</strong> exposición adicional pue<strong>de</strong> impedircualquier experiencia positiva en <strong>de</strong>trimento<strong>de</strong> cualquier intento <strong>de</strong> enseñar al niño aleer.Abordajes terapéuticos para remediar losproblemas en la conciencia fonológicaCuando se analizan las intervencionesterapéuticas, se pue<strong>de</strong>n distinguir dosescenarios. Uno relacionado con los niñospequeños <strong>de</strong> preescolar a primer año <strong>de</strong>primaria, que tienen poca experiencia con elalfabeto y con la lectura, los cuales, sinembargo, están en riesgo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollarDD. La otra situación se relaciona con niñosmás gran<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> segundo grado <strong>de</strong>primaria en a<strong><strong>de</strong>l</strong>ante, quienes ya han tenido114 Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong>


Diagnóstico y Terapia <strong>de</strong> la <strong>Dislexia</strong>una experiencia difícil <strong>de</strong> fracaso en elintento <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r a leer. En general, losesfuerzos para prevenir que la DD afecte <strong>de</strong>manera drástica a los niños se ha<strong>de</strong>mostrado que la intervención en los máspequeños es más exitosa que con los niñosmás gran<strong>de</strong>s que ya han mostradosíntomas <strong>de</strong> DD por algún tiempo. Conesto, po<strong>de</strong>mos concluir que el seguimientopor varios años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> terminar laatención específica preventiva o remedialen los niños pequeños, las limitaciones quela DD impone son sutiles y estos niñosmuestran una lectura correcta y más fluida.La tasa <strong>de</strong> éxito <strong>de</strong> la intervención en losniños mayores, por otro lado, es más baja;hay cambios positivos en la comprensión <strong><strong>de</strong>l</strong>os materiales <strong>de</strong> lectura, pero poca mejoríaen la ortografía, en la flui<strong>de</strong>z y en lavelocidad (Shaywitz, Morris, & Shaywitz,2008). Es <strong>de</strong> hacer notar que en el grupo <strong>de</strong>niños pequeños <strong>de</strong> ese estudio huboalgunos que mostraron poco progreso en elaprendizaje. Un pronóstico menos favorablecon relación al éxito <strong>de</strong> las intervencionesterapéuticas mostraron los niños que eranlentos en las tareas <strong>de</strong> <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong>objetos, ellos tenían un déficit generalizadoen el lenguaje o problemas atencionales o<strong><strong>de</strong>l</strong> comportamiento. De igual forma, seobservó una correlación entre un nivelsocio-económico más bajo <strong>de</strong> los papás ybajas puntuaciones en ortografía y lectura.Sin embargo, el énfasis <strong>de</strong> lasintervenciones se mantuvo en elmejoramiento <strong>de</strong> las habilida<strong>de</strong>sfonológicas, dado que los factores antesmencionados también se consi<strong>de</strong>ranrelacionados con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> losfundamentos básicos <strong><strong>de</strong>l</strong> aprendizaje <strong>de</strong> lalectura. Se asume que se pue<strong>de</strong>n distinguirdos grupos entre los niños pequeños; uno<strong>de</strong> ellos incluye niños cuyos déficitsfonológicos se <strong>de</strong>ben a la falta <strong>de</strong> apoyoambiental. En el otro grupo se ubican losniños que presentan un déficit fonológicoaun cuando tienen un ambiente a<strong>de</strong>cuado.Para este último se presume que su déficitse <strong>de</strong>be a un <strong>de</strong>sarrollo cerebral anormal.Ellos realmente presentan DD. Sólo para elprimer grupo, que dado su ambienteina<strong>de</strong>cuado adquieren el déficit fonológico,se alcanza una normalización <strong><strong>de</strong>l</strong>procesamiento fonológico <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> laintervención. Lo anterior conlleva a unresultado positivo en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> laortografía y adquisición <strong>de</strong> la lectura. Losotros niños se mantienen en <strong>de</strong>sventaja yrequieren <strong>de</strong> un apoyo intensivo y continuoa través <strong>de</strong> sus años escolares.Con relación a los factores, que tienen unainfluencia positiva en el resultado, existenmuchos puntos comunes entre laprevención y la intervención. El másrelevante es el tamaño <strong><strong>de</strong>l</strong> grupo <strong>de</strong>intervención; uno o máximo dos o tres niñospor grupo; igualmente importante es lacalidad <strong>de</strong> los terapeutas y <strong>de</strong> losprofesores, y la intensidad <strong><strong>de</strong>l</strong> tratamiento(cuatro a cinco días a la semana por unperiodo extenso). Para los niños máspequeños el método <strong>de</strong> entrenamientojuega un rol importante: Un entrenamientoen la conciencia fonológica con prácticasbásicas en el alfabeto y ejercicios sobre unaasociación explícita alfabeto – sonido esefectiva. Los métodos implícitos, por otraparte, no los son tanto. Aparentemente, losniños pequeños no disponen <strong>de</strong> lashabilida<strong>de</strong>s cognitivas para hacer uso <strong>de</strong>métodos implícitos. En las intervencionescon los niños mayores no se observarondiferencias, los métodos implícitos oexplícitos mostraron resultados similares.Especialmente importantes son losresultados <strong>de</strong> los estudios longitudinales alargo plazo, que enfatizan el hecho <strong>de</strong> queRevista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong> 115


Preilowski & Matutepara que una mejoría persista <strong>de</strong>spués <strong><strong>de</strong>l</strong>a intervención, un aumento hasta ciertopunto crítico en la velocidad <strong>de</strong> lectura <strong>de</strong>bealcanzarse. Si esta velocidad no sealcanza, la ejecución lectora <strong>de</strong>cae <strong>de</strong>nuevo (Torgesen et al., 2001). Esto pue<strong>de</strong>ser visto como un índice <strong>de</strong> la importancia<strong>de</strong> experimentar cierto éxito para <strong>de</strong>tonaravances posteriores. Algo comparablecomo un motor <strong>de</strong> diesel, el cual <strong>de</strong>be serpreparado antes <strong>de</strong> encen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> locontrario se presentarán muchasexplosiones internas, i.e. al encen<strong>de</strong>r elmotor y al mantenerlo prendido. Talpreparación y encendido requieren <strong>de</strong> unaterapia individualizada e intensiva. Paraalcanzar la plasticidad cerebral sabemosque el entrenamiento intensivo y adaptativoconlleva a mayores efectos, y que esteéxito y la recompensa que resulta son lassecreciones <strong>de</strong> los transmisores quecontribuyen a la estabilidad <strong>de</strong> los cambiosplásticos (Moucha & Kilgard, 2006).Terapia centrada en percepción <strong><strong>de</strong>l</strong> habla através <strong>de</strong> programas computacionalesDiversos enfoques han <strong>de</strong>sarrolladoprogramas computacionales <strong>de</strong> terapia.Uno <strong>de</strong> los que mayor difusión ha tenido esel <strong>de</strong>sarrollado por el grupo <strong>de</strong> Paula Tallal.A través <strong>de</strong> ejercicios utilizando estímulos<strong><strong>de</strong>l</strong> habla modificados los cuales acentúanciertos rasgos <strong><strong>de</strong>l</strong> habla que se suponenfacilitan su discriminación a los niños conDD. Los resultados <strong>de</strong> los primeros ensayosutilizando estos programascomputacionales para terapia <strong>de</strong> la DDempleando lenguaje modificado (Merzenichet al., 1996; Tallal et al., 1996) han recibidotanto elogios como críticas. Hay un estudiosólido <strong>de</strong> hace tiempo en la historia <strong>de</strong> lapsicofísica que <strong>de</strong>muestra cambios con lapráctica en cada tarea <strong>de</strong> discriminaciónsensorial (Volkmann, 1858). De igual forma,el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> vi<strong>de</strong>o juegos específicos haincorporado estos principios <strong>de</strong> práctica yaprendizaje. Sin embargo, las mejorasreportadas en la percepción auditiva en losniños tratados no han sido siempresorpren<strong>de</strong>ntes. Por ejemplo, datosaportados por estudios <strong>de</strong> neuroimagen hanmostrado cambios significativos en lospatrones <strong>de</strong> activación <strong>de</strong>bidos alentrenamiento a la vez que avancesexcepcionales en la lectura y en lacomprensión gramatical han sido menosaceptados (Stud<strong>de</strong>rt Kennedy & Mody,1995). La metodología <strong>de</strong> estos estudiostambién ha sido cuestionada con la emisión<strong>de</strong> diagnósticos correctos <strong><strong>de</strong>l</strong> grupo <strong>de</strong>niños seleccionado en los estudiosrealizados en los laboratorios <strong>de</strong> Merzenichy Tallal; se ha criticado <strong>de</strong> maneraespecífica la falta <strong>de</strong> información sobre eldiagnóstico y <strong>de</strong> claridad en la distinciónentre alteración <strong>de</strong> lenguaje y DD en suspublicaciones. De igual forma, ciertosmateriales <strong>de</strong> las pruebas <strong>de</strong> diagnósticofueron utilizados también como material <strong>de</strong>entrenamiento y posteriormente paraestudiar los efectos <strong>de</strong> la terapia por lo quequedan en tela <strong>de</strong> juicio sus resultados (i.e.,Pennington 2011). Junto con estudiosposteriores que carecían <strong>de</strong> controlesa<strong>de</strong>cuados, aun colegas bien intencionadosse vieron orillados a sospechar <strong>de</strong> quecualesquiera que fueran los efectosobtenidos, éstos eran sesgados por otrosfactores indirectos tales como posiblesmejoras en la atención. Uno <strong>de</strong> los estudios<strong><strong>de</strong>l</strong> primer autor también apunta hacia esadirección (Wannke, 2004). Al tratar <strong>de</strong>i<strong>de</strong>ntificar si los niños con DD realmenteeran ayudados en la comprensión <strong><strong>de</strong>l</strong>habla, que había sido modificada en losprogramas mencionados anteriormente, secompararon lectores típicos con niños conDD. Se encontró que cada método <strong>de</strong> habla116 Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong>


Diagnóstico y Terapia <strong>de</strong> la <strong>Dislexia</strong>modificada (incluyendo las modificacionesutilizadas en los laboratorios <strong>de</strong> Merzenichy Tallal no discriminaba entre los niños sinDD <strong>de</strong> aquellos con DD (Wannke).Po<strong>de</strong>mos concluir a partir <strong>de</strong> los hallazgos<strong>de</strong> los estudios anteriormente citados queen efecto, estos programascomputacionales <strong>de</strong> terapia con hablamodificada requieren <strong>de</strong> mucha atención yaque los niños son sometidos por semanas alargas sesiones en las que escuchan elhabla, que es difícil <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r, <strong>de</strong>seguir las instrucciones y hacer lasselecciones apropiadas.Ciertamente, parte <strong>de</strong> la controversiaacerca <strong>de</strong> las intervenciones terapéuticasbasadas en programas computacionales seorigina <strong><strong>de</strong>l</strong> hecho <strong>de</strong> que su uso comercialse ha convertido en negociosmultimillonarios, y también <strong>de</strong> los anunciosengañosos tales como que estosprogramas están basados en siglos <strong>de</strong>investigación sobre el funcionamientocerebral. En la revisión <strong>de</strong> la literatura sobrela efectividad <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong>enseñanza <strong>de</strong> la lectura y el tratamiento <strong><strong>de</strong>l</strong>a DD, auspiciados por el Instituto Nacional<strong>de</strong> Salud <strong>de</strong> EUA (National Institutes ofHealth [NIH]), los autores llegaron a laconclusión <strong>de</strong> que los programascomputacionales tales como los <strong>de</strong>scritosantes, se recomiendan sólo como unaintervención complementaria (NationalReading Panel, 2000). Los únicosprogramas, que fueron consi<strong>de</strong>rados quetenían una efectividad probadacientíficamente, fueron aquellos quemejoran la conciencia fonológica.Curas milagrosasPor <strong>de</strong>sgracia, como suce<strong>de</strong> para cualquierproblema complejo <strong>de</strong> salud, en el área <strong>de</strong>DD, las curas milagrosas se difun<strong>de</strong>n. Conmucha frecuencia, se basan <strong>de</strong> hecho eni<strong>de</strong>as que originalmente hacen sentido otienen algo <strong>de</strong> verdad. No obstante, una vezque se encuentran en el mercado setransforman en un tratamiento „curalotodo‟que se <strong>de</strong>scarta <strong>de</strong> todo posible análisiscientífico. Una característica <strong>de</strong> estas„terapias‟ es que están muy simples. Deigual forma, también es típico en ellas quesi bien se emplean con una uniformidadrígida por las “terapeutas” que fueronentrenadas exclusivamente con estemétodo, el espectro <strong>de</strong> las aplicaciones seamplia casi exponencialmente en el tiempo;en el caso <strong>de</strong> los tratamientos para aten<strong>de</strong>rla DD a través <strong>de</strong> programascomputacionales, estos son utilizados ahorapara cualquier trastorno ligado al <strong>de</strong>sarrollo,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el autismo hasta el TDAH. Confrecuencia, estas terapias son <strong>de</strong> ciertaforma, agresivas; algunas ocasiones aunbajo el disfraz <strong>de</strong> una fundación <strong>de</strong>beneficencia. También existe una presiónmasiva a través <strong>de</strong> cualquier tipo <strong>de</strong> medio<strong>de</strong> comunicación – ahora especialmente através <strong><strong>de</strong>l</strong> Internet – con una ampliaexposición a testimonios o a una puesta encomún <strong>de</strong> experiencias <strong>de</strong> „sufrimiento ycura‟ especialmente <strong>de</strong> celebrida<strong>de</strong>s.Finalmente, es común que los clientes sonobligados a través <strong>de</strong> contratos poco clarosy muy caros.Después <strong>de</strong> un periodo <strong>de</strong> crecimientoexplosivo y expansión, un aumento en ladiscusión crítica pública y en lasrefutaciones científicas <strong>de</strong> reclamos confrecuencia conlleva a que <strong>de</strong>saparezcan <strong><strong>de</strong>l</strong>os ojos <strong><strong>de</strong>l</strong> público. Sin embargo, la vida <strong><strong>de</strong>l</strong>as organizaciones, apoyada por susseguidores, especialmente por aquellospoco dispuestos a aceptar que estasinversiones con frecuencia enormes <strong>de</strong> unaoleada <strong>de</strong> padres <strong>de</strong>sesperados quebuscaban ayuda fueron en vano. Estasorganizaciones con el tiempo tien<strong>de</strong>n aRevista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong> 117


Preilowski & Matutepublicar sus propios folletos, revistas ylibros; organizan sus reuniones y cursos, ycon ello continúan su existencia – y confrecuencia <strong>de</strong> manera bastante cómoda –en un universo separado en paralelo.Un ejemplo <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> terapia es labasada en el supuesto <strong>de</strong> que la DD –como cualquier otro trastorno <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>sarrollo– es <strong>de</strong>bida a una alteración en laintegración intersensorial. Se basa en lamáxima <strong>de</strong> que cualquier niño se <strong>de</strong>sarrollaa través <strong>de</strong> una progresión por niveles <strong><strong>de</strong>l</strong>ogros sensorio – motores. Se consi<strong>de</strong>raque el problema surge cuando uno o varios<strong>de</strong> estos niveles o pasos se omiten. De ahíque la terapia consista en principio enrepetir los pasos o niveles que se hanomitido en el <strong>de</strong>sarrollo. Por ejemplo, alniño escolar se le hace gatear oexperimentar lo que se perdió por ejemplo,la estimulación a través <strong><strong>de</strong>l</strong> contacto con latierra. Otro principio es la progresión <strong>de</strong> lomás simple a lo más complejo así como <strong><strong>de</strong>l</strong>os procesos unimodales a los multimodalesintersensoriales. Este concepto al igual quela progresión rígida paso a paso, no reflejael estado actual <strong><strong>de</strong>l</strong> conocimiento acerca<strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong><strong>de</strong>l</strong> niño. No obstante, losejercicios pue<strong>de</strong>n producir efectos positivos– como la mayoría <strong>de</strong> cualquier tipo <strong>de</strong>actividad que se pone al alcance <strong>de</strong> unapersona <strong>de</strong>dicada y cuidadosa conexperiencia en manejar niños. Sin embargo,los padres <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> saber que no hay curapara la DD, ni para el TDAH, autismo, ocualquier otro trastorno <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>sarrollo.ReferenciasAmerican Aca<strong>de</strong>my of Pediatrics, Sectionon Ophthalmology, Council on Children withDisabilities, American Aca<strong>de</strong>my ofOphthalmology, American Association forPediatric Ophthalmology and Strabismus, &American Association of CertifiedOrthoptists. (2009). Learning Disabilities,Dyslexia, and Vision. Pediatrics, 124(2),837-844.American Psyquiatric Association. (2003).Manual diagnóstico y estadístico <strong>de</strong> lostrastornos mentales (4a ed. rev.).Barcelona, España: Masson.Aguilar Isaías, Y. A. (2006).Neuropsychologische profile vonmexikanischen und <strong>de</strong>utschen kin<strong>de</strong>rn mitLese- rechtschreibstörungen -eEinevergleichen<strong>de</strong> studie [Perfilesneuropsicológicos <strong>de</strong> niños mexicanos yalemanes con dislexia <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>sarrollo –Unanálisis comparativo]. Tesis doctoral parcialno publicada, Universität Tübingen,Tübingen. Recuperado 10 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong>2011, <strong>de</strong> http://tobias-lib.unituebingen.<strong>de</strong>/volltexte/2007/3009/pdf/DISS_AGUILAR.pdfAhissar, M. (2007). Dyslexia and theanchoring-<strong>de</strong>ficit hypothesis. Trends inCognitive Sciences, 11(11), 458-465.Aylward, E. H., Richards, T. L., Berninger,V. W., Nagy, W. E., Field, K. M., Grimme, A.C., et al. (2003). Instructional treatmentassociated with changes in brain activationin children with dyslexia. Neurology, 61,212-219.Bakker, D. J. (2006). Treatment of<strong>de</strong>velopmental dyslexia: A review.Developmental Neurorehabilitation, 9(1), 3-13.Blen<strong>de</strong>r, A. (2004). Neuropsychologischeaspekte <strong>de</strong>r diagnostik von kin<strong>de</strong>rn mitumschriebenen entwicklungsstörungen118 Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y <strong>Neurociencias</strong>


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