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La casa del jaboneroNicolás Canto GonzálezPRESIDENTA Y CONSEJEROSDEL I.E.E.C. EN POS DELO QUE QUEDA DEL BOTÍNEl Instituto Electoral del Estado hiedea corrupción. Su señora presidenta yconsejeros que le acompañan, muy preocupadospor lo que pudiera depararles elfuturo en materia económica, no quierenabandonar el enorme hueso sin antesllevarse lo que queda del botín.Todos ellos quieren asegurar el futurode nietos y bisnietos. No parecen satisfechoscon lo mucho que se han llevadoen sueldos, viáticos, gastos de representación,viajes, festejos y servicios parala familia a cuenta del sufrido InstitutoElectoral del Estado, que hoy es visto yambicionado como la gallina de los huevosde oro. Y como en la fábula, parecieraque la señora presidenta y sus honorablesconsejeros están dispuestos antes deirse a darle cuello y dejarla en pelotas,empleando la campechana palabra quedefine a la perfección estos excesos quese quieren cometer.Una voz se ha alzado en contra detodos los excesos de estos abusivos funcionarios“ciudadanos”: la de la coordinadoradel grupo parlamentario del PartidoAcción Nacional, Asunción Caballero May,quién hace algunas semanas en tribunadenunció el saqueo que se pretende yque raya en lo increíble: presidenta yconsejeros del I.E.E.C. no quieren irse sinantes darle la última tarascada al botín yllevarse al menos 400 mil pesos contantesy sonantes para sus alforjas.Sobra decir que esto es un insulto ala pobreza de miles de campechanos quesobreviven con uno o dos salarios mínimos,mientras que estos señores disfrazados dejusticieros electorales se embolsan cadames más de dos mil pesos diarios porhacer como que trabajan. Y aún eso lohacen bastante mal pues tienen muchospendientes como la redistritación tantasveces anunciada y pospuesta, y que ahora,“casualmente” ante la denuncia de CaballeroMay retoman y, aseguran presidenta yconsejeros, se hará antes de que les toquenlas golondrinas. Habría que verlo.En un principio la voracidad de estosmalos funcionarios del Instituto Electoraldel Estado rebasó límites y parecía quenadie era capaz de fijarlos. Intentaron,en el colmo del descaro y el agandalle,volverse por arte de magia trabajadorespara continuar en sus cargos al menoshasta recibir jugosa jubilación. Inaudito.Y acaso no faltó por ahí alguno o algunaque pensara en la posibilidad de heredarel apetitoso cargo a alguien de su descendencia.Ya encarrerados, cualquier cosa seles puede ocurrir.Pero de nuevo la voz de la coordinadorapanista en el congreso se dejó escucharindignada ante tales excesos. Y parece queesa voz no ha clamado en el desierto y suscompañeros diputados de los restantespartidos políticos estarían dispuestosa un ejercicio de mínima congruencia yno permitir que, además de todo lo queestos señores y señoras se han llevado ensiete años, terminen arrasando con lo quequeda del Instituto Electoral del Estado,organismo que, por cierto, es pagado connuestros impuestos.La indignación de Caballero May tienetodas las buenas razones del mundo. Noes posible que en enero del próximo año,cuando se reemplace a estos funcionariosdel Instituto, se les de a la señorapresidenta y consejeros cómplices delabuso un pago de marcha que no tienerazón de ser pues todos estos señoresa lo largo de siete años se han servidocon la cuchara grande del presupuesto.Es insultante que así lo pretendan estosseñores, como si hubieran hecho el granpapel en esos cargos, cuando dejan tantospendientes por resolver y parten con eltufo de haber llegado a ocuparlos debidoa que así convenían en su momento a losdos partidos políticos que se repartieronel pastel entonces, adjudicándose para sípresidenta y consejeros.Hoy es momento de reflexionar en quela lección para Juan Pueblo ha sido dura.Y de que sus presuntos defensores, losseñores diputados, deben de hacer a unlado sus intereses partidistas y escoger alos mejores para ocupar los cargos de presidentay consejeros del Instituto Electoraldel Estado en el próximo período. Y no soloa los mejores hombres y mujeres, tambiéna los más honestos, a los más probos, a losque no les seduzca el canto del dinero y laambición, como ha ocurrido penosamentecon los que se van, pero no quieren hacerlosin antes sacar una buena tajada de lo quequeda del pastel.No es con funcionarios como los quese parten como se ara el camino de lademocracia. No puede ser que quienestienen a cargo la función de velar por latransparencia en los procesos electorales,estén pensando por delante en la manerade engrosar sus finanzas personales y,peor aún, buscar triquiñuelas legaloidespara, bien irse con un pago de marcha devarios cientos de miles de pesos, bien conuna jubilación que les permita seguir en lavida de opulencia que les ha caracterizadodesde el momento en que se hicierondel cargo. Siete años han sido tiemposuficiente para el saqueo despiadado denuestros impuestos por parte de estossujetos.Por esta vez hay que decir que le cabela razón a la coordinadora del PartidoAcción Nacional en el Congreso, y que sulucha por evitar todos estos excesos depresidenta y consejeros del I.E.C.C. nosólo es válida sino absolutamente justa.Es de esperarse que sus compañerosde cámara de todos los partidos así loentiendan y no permitan el despojo endespoblado que se pretende en enero.Los señores diputados tienen, no sólola palabra. También la responsabilidadhistórica en este tema.VITO CORLEONE Y SUS ANALOGIASCON LA MAFIA PANISTALa venganza es un plato que se comefrío, decía el capo de tutti capi VitoCorleone en la novela de Mario Puzo, “ElPadrino”, uno de los grandes best sellersque más tarde sería llevado a la pantallacon la magistral actuación de MarlonBrando y Al Pacino.Le haré una oferta que no podrárechazar, era otra de las frases de VitoCorleone cuando estaba por sentarse a laHop’ Ki´n •