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EL PSIQUIATRA Y EL ADOLESCENTE HOY - Mednet.org.uy

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Curso de Educación Médica ContinuaAspectos generales de la adolescencia (Segunda parte)En vista de las jornadas sobre psiquiatría y adolescencia con el Prof. Corcos, presentamosla segunda parte del artículo extraído del libro Tratado de Psiquiatría de Talbott 4a. ed.cap. "Aspectos generales de la Adolescencia"; Popper, Ch; Steingard, R.8 de Noviembre“Trastornos Mentales y Adolescencia”20:00 a 20: 30 Hs.Conferencia motivadoraProfesor Dr. Mario Orrego20:30 a 21:00 Hs.Conferencia motivadoraDr. Miguel Cherro21:30 a 22:30 Hs.Discusión en pequeños grupos de los temasexpuestos.Reunión plenaria posterior15 de Noviembre“Adicciones en la Adolescencia”Dres. Juan Triaca, Irene García, Vanessa Ems yRosario Oyenard20:00 a 21:30 Hs.TallerTrabajo en grupos de hasta 20 participantessobre artículos del Profesor extranjero invitadoy viñetas clínicas.21:30 Hs. a 22:00 Hs.Plenario22 de Noviembre<strong>EL</strong> <strong>PSIQUIATRA</strong> Y <strong>EL</strong> <strong>ADOLESCENTE</strong> <strong>HOY</strong>“Ser adolescente en el Uruguay. ¿Es un buenlugar?”PROGRAMA20:00 a 20:45 Hs.Conferencia motivadora a cargo del HistoriadorGerardo Caetano20:45 a 22:00 HsTaller con trabajo en grupos de hasta 20participantes cada uno con docente facilitador.Discusión sobre el tema planteado.CONFERENCIAS E INTERCAMBIO CON EXPERTOEXTRANJERO PROF. DR. MAURICE CORCOS.30 de Noviembre09:30 a 12:00 HsConferencia: “Adicciones en la Adolescencia”Abuso de Sustancias, Alcoholismo, TrastornosAlimentarios - PROF. DR. MAURICE CORCOS.Preguntas del auditorio.20:30 a 22:30 Hs.Conferencia: “Depresión y Suicidio enla Adolescencia”- PROF. DR. MAURICECORCOS.Preguntas del auditorio1º de Diciembre09:30 a 12:00 Hs Conferencia: “Adolescencia yCultura”. Regulación de las Emociones, creatividady nihilismo - PROF. DR. MAURICE CORCOS.Preguntas del auditorio20:30 a 22:30 HsConferencia: “Diagnósticos diferenciales enla Adolescencia” - PROF. DR. MAURICECORCOS.Preguntas del auditorioDeterminantes sociales de laadolescenciaLas características a debatir en este momentoson más destacadas de lo que lo eran en losprimeros años de la historia de los EstadosUnidos. En el Oeste, en los albores de lahistoria americana, la educación formal nollegaba, para muchos, hasta la edad adultajoven. Al llegar a la pubertad, que coincidíacon la capacidad para trabajar o para convertirseen un individuo económicamenteindependiente, uno podía empezar una nuevavida. Lo que actualmente consideramos edadadolescente coincidía con la edad adultajoven y los jóvenes adoptaron el espírituaventurero que se ha romantizado en lahistoria popular de esta región. Además,no se aceptó el significado social de laadolescencia hasta que se tuvo en cuentael beneficio económico que comportaban loslargos períodos de educación y la continuidadde la dependencia económica.De hecho, una de las consecuencias de laadolescencia es el conflicto experimentadopor un <strong>org</strong>anismo biológicamente maduroque todavía depende de la ayuda familiar,tanto social como psicológicamente. Estosconflictos no parecen disminuir cuando laeducación está financiada por el Estadoo por un gobierno socialista. Así pues, laexistencia de mayor tiempo libre, el fenómenode urbanización y el aumento de lanecesidad de trabajo en el área de serviciosfrente a la del sector manual, ha propiciadouna mayor necesidad de educación y preparaciónespecializada. Se ha desarrolladode un modo completo una «adolescenciasocial», que también supone elementospsicológicos. Los psiquiatras deben tener encuenta estos aspectos no sólo porque tratencon adolescentes, sino porque los temas yconflictos de la adolescencia persisten en laedad adulta. Además, de la misma maneraque se tienen en cuenta los determinantessociales de la adolescencia, también debemosestar al corriente de los cambios en laspautas sociales que puedan afectar a losjóvenes de edades comprendidas entre los12 y los 18 años. Por ejemplo, ¿cuáles sonlas consecuencias del abandono del modelode familia nuclear y de una tasa de divorcioque supera el 50% de los matrimonios?Relacionado directamente con este últimoproblema está el hecho de que en los EstadosUnidos hay más de 8 millones de familiascon un único progenitor. Además, las tasasde divorcio tienen un punto máximo en losdos primeros años de matrimonio y otro denuevo cuando las familias están educandoa los hijos adolescentes. Otros factoressociales, como el movimiento de liberaciónde la mujer, han cambiado los patronesde la familia haciendo que los dos padrestrabajen fuera de casa y que las mujeresempiecen o finalicen su educación justo en elmomento en que sus hijos pueden empezara cuidar de sí mismos físicamente, aunqueno psicológicamente. Este último fenómenomodifica el tiempo de que disponen lasfamilias de modo que los momentos deintimidad, de dedicación mutua y de intercambiode cualquier tipo pueden reducirse.Por otra parte, no cabe duda que la pobrezacontinúa teniendo un efecto importante.Hay una mayor prevalencia de sociopatía,uso de drogas y conflictos legales asociadosa trastornos psiquiátricos entre los grupossocioeconómicos más bajos.Así pues, los factores biológicos y socialesconvergen para dar forma a la adolescencia,pero ¿cómo afectan estos elementosa la apertura psicológica de estos niñosmayores?página Visite nuestro sitio web: http://www.chasque.apc.<strong>org</strong>/spuVisite nuestro sitio web: http://www.chasque.apc.<strong>org</strong>/spupágina InformaciónInforme especial


Psicología de la adolescencia: EstudiosnormativosDe entre los primeros autores psicoanalistas,Freud describió el tratamiento de unadolescente (Freud, 1905/1953). Duranteel tratamiento de este paciente Freud desarrollóel concepto de contratransferencia ,como más tarde se daría cuenta. Quizásera acertado que un proceso de desarrolloadolescente llevara al joven psicoterapeuta apreguntarse cómo sus propios sentimientosafectaban las acciones del adolescente.Posteriormente, la adolescencia se ignoróampliamente por los analistas hasta que AnnaFreud (1936/1946) describió la existenciade una rápida oscilación entre el excesoy el asceticismo durante la adolescencia.Esta autora contempló los rápidos cambiosdel comportamiento y del estado de ánimocomo secundarios al efecto de agitaciónque ejercían sobre el comportamiento lamaduración sexual y las hormonas de lapubertad. La inestabilidad de las nuevasdefensas contra el impulso se consideró unacontribución del ego a los comportamientoserráticos.Esta visión de la adolescencia como unperíodo de tumulto y confusión fundamentólas ideas de los autores posteriores. Dehecho, el concepto de «confusión adolescente»acuñado por Erikson (1959) ysu idea concomitante de «difusión de laidentidad» se convirtieron en los puntos dereferencia de nuestro concepto normal deadolescencia. Aunque Erikson advirtió quela difusión era un estado desadaptativo ytemporal, supuso que todos los individuosatravesamos esa etapa con mayor o menorintensidad. Estudios normativos del desarrollorealizados posteriormente y que utilizabanla observación directa de adolescentes,mostraron menos confusión y trastornosde lo que se pensó en un primer momento.Sólo en la actualidad se aceptan de modogeneral las formulaciones de Offer y Offer(1975) acerca de que la adolescencia es,por lo común, más reposada de lo que secreía. Dado que su trabajo ha constituidoun hito, lo revisaremos brevemente.Offer y Offer estudiaron dos centros desecundaria de clase media y clase media altade la zona del Medio Oeste. Sus hallazgos,aunque basados exclusivamente en varonesadolescentes, fueron posteriormenteampliados y verificados por otros autores(ver Emde, 1985; Hauser et al., 1991;Oidham, 1978). La muestra de varonesjóvenes estaba constituida por individuosde 14 años que entraron en la enseñanzasecundaria en 1962. Los sujetos del estudiofueron aquellos que presentaban, comomínimo, una desviación estándar por encimade la media en 9 de las 10 escalas de adaptaciónpersonal y social. Se estudiaron 61adolescentes de forma más pormenorizadamediante la utilización de cuestionarios yse les hizo un seguimiento posterior paradeterminar los resultados. Para expresarla situación privilegiada de la muestra, esimportante destacar que el 74% entraronen la universidad el primer año despuésde la graduación en la escuela secundaria.La mayoría provenían de familias íntegrasy, a lo largo de los 8 años del estudio (de1962 a 1970), no se observaron problemascon las drogas ni nadie fue arrestado porasuntos políticos o por actividades delictivasimportantes. El grupo no mostraba ningúnvacío generacional observable ni diferenciasen los valores básicos con respecto a suspadres. (En un estudio previo sobre mujeresjóvenes del Bennington College de Vermont(Newcomb, 1943) que estaban bajo la tutelade unos profesores menos convencionales, seobservaron posturas políticas más radicales;sin embargo, en el seguimiento llevado acabo en sus zonas de residencia 10 añosmás tarde, se observó que estas mujereshabían vuelto a asumir valores conservadoressimilares a los de sus padres).Los resultados de este estudio sugieren queincluso después de la influencia ambientalde importantes fuerzas sociales como las delambiente educativo, la exposición precoz yduradera a los valores de los padres tieneun efecto significativo sobre la adaptacióna largo plazo. Este puede ser un resultadorelacionado con el hallazgo de la estabilidadde Offer, pero es un testimonio que seañade a la elevada impresionabilidad de losadolescentes en condiciones culturales especiales,que más tarde ceden a las tentacionessociales de la comodidad de la clase media,a medida que las nuevas responsabilidadesfamiliares sustit<strong>uy</strong>en a una adolescenciamás libre de preocupaciones.Variedades del desarrollo psicológico deladolescenteOffer y Offer (1975) hallaron tres vías dedesarrollo de los adolescentes que denominaroncrecimiento continuo (23% dela muestra) crecimiento agitado (35%) ycrecimiento tumultuoso (21%). El 21%restante no pudieron clasificarlo fácilmente,pero estaba más cerca de las dos primerascategorías que de la tercera. En el grupo decrecimiento continuo era menos frecuente laseparación, la muerte o las enfermedadesgraves. Los padres tendían a estimular laindependencia y mostraban capacidad paralo que se describió como buenas relacioneshumanas. Eran capaces de alcanzar laintimidad eriksoniana y de manifestar culpay vergüenza y tenían pocos problemas decomplejidad intrapsíquica, según lo quepodía deducirse de los métodos de investigación.El grupo agitado era más tardío. Noestaban tan orientados a la acción como elprimer grupo y se observaban, con mayorfrecuencia, estados de ánimo depresivosy ansiosos. A menudo tenían éxito, perotendían a ser menos introspectivos y sedaban más puntos de desacuerdo entrelos padres con respecto a la educación desus hijos. Finalmente, los sujetos del grupotumultuoso tenían indecisión recurrenterespecto a sí mismos y conflictos con susfamilias y, además, provenían de ambientesmenos estables. Académicamente, estegrupo prefería las artes, las humanidades ylas ciencias sociales en lugar de las carrerasprofesionales y de negocios.El resultado de estudios como los de Offer(Offer, 1969; Offer y Offer, 1975; Offer ySabshin, 1974), o los de Block y Haan(1971), Levinson (1978) y Vaillant (1977)tienden a negar la idea de que la confusiónes necesaria para el desarrollo del adolescente.Block(Block y Haan, 1971) ampliólas observaciones de la muestra longitudinalde Berkeley y demostró una persistencia delestilo del carácter a medida que los individuosse desarrollaban. Se utilizó una técnica declasificación Q como estudio de la fiabilidadde medidas repetidas. Sin embargo, existendiferencias entre hombres y mujeres que serepiten en los trabajos en los que se estudianambos sexos. No podemos estar seguros de silos resultados se vieron alterados por efectosde cohorte importantes y de las exigenciasculturales del momento (por ejemplo, elestudio de Bennington debería repetirse enpágina página Informe especialInforme especial


el período histórico actual para verificar elefecto observado en este grupo).Block dividió los datos de la muestra delestudio en «cambiantes» y «no cambiantes»para referirse a las correlaciones a lo largodel tiempo, por debajo y por encima de lamedia. Los adolescentes cambiantes, alos 30 años aparecían más inseguros de símismos, eran más ansiosos y cautelososy sentían que todavía estaban resolviendoproblemas. También se utilizó un factorde aproximación analítico para obtenerinformación adicional: los 84 varones y las86 mujeres del estudio fueron divididos encinco y seis tipos respectivamente. Entre losvarones se aislaron los siguientes grupos:1. Adolescentes egoresistentes2. De adaptación tardía (que se parecenmucho al grupo de crecimiento agitadode Offer)3. Controladores excesivos vulnerables4. Extravertidos anémicos (que parecen tenermenos vida interior y valores relativamentevacilantes)5. Poco controladores inquietos (que muestrantendencia a la impulsividad).Las categorías representadas por estosindividuos no implican la existencia deentidades patológicas, sino que se refierea estilos de adaptación.Block dividió la muestra de mujeres en lassiguientes categorías:1. Prototipo femenino (obedeciendo adescripciones estereotipadas de lo que losautores concibieron como femenino en losaños 80)2. Tipo cognitivo (que tiende a intelectualizaren su forma de negociar los problemas)3. Reprimidas hiper femeninas (que estáncerca de la descripción del trastorno histriónicode la personalidad)4. Narcisistas dominantes5. Poco controladoras vulnerables6. Independientes solitarias.Como estudiosos del desarrollo, podemosreconocer la vinculación cultural de losestereotipos usados.Se ha sugerido que la formación de la identidad,tanto en chicos como en chicas, esel resultado de algo más que el aprendizajede ser como las madres y los padres, y quelas características ligadas al rol sexual sontambién el resultado de cómo el progenitorde un sexo actúa en relación al del otro sexo.Más recientemente, Hauser y sus colegas(1991) estudiaron longitudinalmente enHarvard una muestra de 133 sujetos de 14años. Casi la mitad de la muestra habíanestado ingresados en hospitales psiquiátricos.Sin embargo, el estudio no mostródiferencias cruciales en los resultados deeste amplio grupo de clase media en susaños adolescentes. Se utilizó una escala delego que describía estadios de la maduracióncon designaciones como preconformista,conformista y postconformista. Los autoreshallaron tres vías de progresión desdeel grupo formal de conformistas: precoz,avanzada y drástica. Este grupo central dedesarrollo progresivo representa el «equipo»de adolescentes y constit<strong>uy</strong>e un tercio delgrupo. Sólo seis adolescentes alcanzaron elnivel designado como estadio de integridad yconciencia, el nivel más alto de la escala. Elambiente de sus padres era de tipo modélico,pero como grupo no diferían significativamentede los conformistas formales en lasmedidas tomadas.Estudios como éstos, tienden a enfatizar elefecto del estatus socioeconómico, la integridadde la familia y la presumible dotación genéticacomo aspectos centrales de la progresiónadecuada de los adolescentes.Aspectos evolutivos de la adolescenciaAdemás de los datos que acabamos de presentar,los conocimientos clínicos acumuladosa lo largo de tres cuartos de siglo, sugierenque los adolescentes deben negociar unaserie de problemas antes de considerarseadultos. Estos se enumeran a continuacióncomo ocho aspectos en el proceso dedesarrollo.Dependencia versus independenciaLa interacción dependencia-independenciase refiere a la lucha intrapsíquica por unsentido de emancipación del núcleo familiar,para permitir que se formen las ambicionescomo una reivindicación personal. Esta luchatiene raíces tanto biológicas como sociales ytiene consecuencias sobre la capacidad desupervivencia de las especies mediante laprocreación y en el desarrollo de la intimidadfuera de la familia. Los jóvenes sientenque tienen que liberarse del cuidado de lospadres. Ven a sus mayores o bien comoexigiendo gratitud o como induciendo culpay vergüenza, como controles internos sobrela acción individual. Por otra parte, estasacciones pueden hacer que las familiasparezcan egocéntricas y egoístas.A diferencia de las familias nucleares, los niñosque han crecido en sociedades colectivas, enlas que es el grupo y no los padres, la fuerzasocial controladora, les es difícil desenvolverseen una sociedad más amplia en la queparece ser necesaria la acción independienteindividualizada (Ainsworth, 1962). La ideade un conquistador individual, que empiezapor sí mismo, parece estar relacionada convalores sociales que más tarde pasan porun destacado dinamismo con respecto a loque Blos (1985) denominó la segunda fasede separación-individualización, en la quela actitud biológica, motora y social estánbien desarrolladas, de manera que un jovenpuede situarse en la sociedad y empezar aalejarse de las relaciones dependientes conlos padres. Esto solamente se consigue conambivalencia y conflicto en algunas familias,no sólo por la actual presión social ala dependencia, sino también por la fuerzapsicológica que indica un deseo de indulgenciay cuidados continuados sin un sentido dela obligación contingente.Permisividad versus control intelectualizadoLa mejor forma de describir el conflicto entrela permisividad y el control intelectualizadoes mediante las descripciones de Anna Freudsobre la oscilación en los comportamientosde adolescentes que observó en los años 30.La adolescencia puede ser un período deexperimentación con respecto a la sexualidad,uso de drogas, desobediencia generaly otras oportunidades que se considerantentaciones. Las habilidades cognitivasrecientemente formadas también permitenque la intelectualización se utilice comoun mecanismo de control tanto de formadefensiva como en forma de herramientainterpersonal para resistir la indulgenciade los deseos y definir los propios objetivosdurante la adolescencia. Debería quedar claroque estos aspectos se superpondrán necesariamentea medida que formen un substratopara los objetivos conductuales. Los propiospágina página Informe especialInforme especial


adolescentes se han aficionado a describirsemutuamente empleando distintivos que serefieren a resultados de comportamientosvarios. El «repelente» y «colgado» son losmás comúnmente empleados. El «repelente»sería el educado, el cumplidor y el que seha intelectualizado y es indiferente a lastentaciones y contrasta notablemente conel «colgado», que es el individuo que se hapermitido a sí mismo beber o tomar drogasen exceso o convertirse en inconsciente odesafiante hacia los controles internos oexternos supuestamente definidos para subienestar.Familia versus grupo de compañerosEl tercer aspecto, la formación de grupos enla adolescencia, está íntimamente relacionadocon los dos primeros. Grande o pequeña, laformación de grupos de compañeros conllevala intención del adolescente de alejarse de lavida familiar hacia objetivos más «fuertes».El hecho de que este alejamiento se utilicecomo una sustitución o una regresión de lavida familiar, depende de cómo se use elgrupo y depende de como el adolescentedetermine su papel en este grupo. Duranteel período juvenil previo a la adolescenciao en la adolescencia temprana, Sullivan(1953) describió el compañerismo afable,como un período de compañerismo sociale interés por los individuos del mismo sexo,durante el que tienen lugar comparacionesy se comparten los secretos personales.Durante la formación inicial de este pequeñogrupo, el adolescente reconoce que el compañerismo,la sociabilidad y la vida interiorpueden trasladarse a las relaciones íntimascon compañeros de la misma edad o delmismo sexo como ventajas del desarrollo.Estos pequeños grupos de dos evolucionangradualmente a grupos más grandes durantela fase temprana de la adolescencia.Fenomenológicamente, las mujeres jóvenesempiezan a vestir la misma ropa y compartirel mismo estilo y los hombres jóvenes pertenecena un equipo y muestran las expresionescomunes de individualidad por pares,sacan a la luz un cierto tipo de hermandad(Burlingham, 1945), que posteriormentedesemboca en la formación de grupos másnumerosos. Los grupos mayores pueden serclubes, equipos o grupos sociales formadoscon la intención de compartir interesesdeportivos o sociales y normalmente sonautogobernados mientras se aprende laautodeterminación y la responsabilidad.La degeneración de pequeños grupos enpandillas o grupos desanimados o gruposde individuos aislados que buscan apoyomutuo cuando las familias empiezan adecepcionarles son expresiones tanto de lasocialización progresiva como de negligenciaantisocial.Cuando estos nuevos grupos sociales tomanuna postura antifamiliar o se hacen indiferentesa los valores de la sociedad, sepueden convertir en grupos degenerados obandas. Sin embargo, cualquier adolescentedel grupo puede alentar posteriormente su<strong>org</strong>ullo personal en la identidad del nuevogrupo. El nuevo liderazgo está tan bienestablecido que parece más preocupadoy responsable respecto a las necesidadesde los adolescentes de lo que fueron lospadres en el pasado. Esta escisión radicalsucede más comúnmente entre los jóvenesque proceden de familias rotas o de grupossocioeconómicos más bajos o en los que losvalores sociales se han descompuesto.El problema del desenfreno se convierte enuna cuestión pública en grupos o bandascuando las drogas ilegales, las «carreras deobstáculos», las manifestaciones sexualesen público, o el acoso a los adultos o a losancianos se convierten en expresiones deseparación, tan frecuentes en la adolescencia.Todas estas actividades mantienen a losjóvenes unidos tanto en la mofa común de lacomunidad adulta como reforzando la idea deque existe un apoyo mutuo adecuado apartedel de la familia, una especie de mentalidadde Robin Hood. Esto último puede ser unadistorsión o una protesta realista del tipo«vosotros nos habéis explotado y habéissido indiferentes a nuestras necesidadesdurante tanto tiempo, que ahora nosotrosseremos indiferentes a vuestros valores, nosenfrentaremos a vosotros y os explotaremos».La huida de la conciencia está, por tanto,justificada.Entre las chicas, la rotura con la familiase puede centrar en fantasías románticasde que los padres de otras compañerasson mejores que los propios. Esta fantasíanovelesca familiar parece ser universal a los6 y 7 años en ambos sexos y es revivida enla adolescencia. Entre las chicas de nuestracultura puede expresarse de forma másnotoria y arraigarse en el período especialdel compañerismo, durante el cual, la jovenadolescente se compromete en una formade reacción de hermandad con una compañera.Las chicas jóvenes hacen planesjuntas, discuten y desarrollan estrategiassobre asuntos románticos. El sentido decomunidad que se genera a veces se ampliaa terceros y se forma un pequeño grupo ose llevan a cabo actividades de grupo mejor<strong>org</strong>anizadas como bailes, gimnasia o clubesintelectuales. Durante este último cuarto delsiglo XX, estamos presenciando una mayortendencia a las amistades y el compañerismocon el sexo opuesto, y también unaincursión temprana en los grupos mediantelas parejas heterosexuales.Normalización versus privacidadLa función normalizadora de la comunidadadolescente debe contrastarse con la necesidadde intimidad. Puede no ser evidentea primera vista el hecho de que estos dosaspectos no sean opuestos, aunque a veceslo son. La función normalizadora toma formacuando el adolescente se pregunta, «¿Quépuedo contarle a un compañero, qué esprivado y qué debo sentir como sagrado parala familia o para mí mismo?». La tentadoraposibilidad de compartir una fantasía especialo misteriosa con alguien más supone para eladolescente aceptar un riesgo y es una partebásica del aprendizaje en el que los jóvenes seadaptan al mundo en expansión. El lenguajecomún de la adolescencia (sociolectos) quese aparta del lenguaje de los adultos (Shapiro,1985), es una asombrosa representaciónde la búsqueda de cohesión para el grupomientras se excl<strong>uy</strong>e a los demás. El Jivetalk y el trading dozense entre los ghettosde negros, o el más reciente Valley speakque se originó en el sur de California, sonejemplos de cómo los adolescentes intentannuevas formas de expresión que separen elmundo del adolescente del de los adultosque todavía no han aceptado completamenteal adolescente.Aunque el adolescente se adhiera a grupos,también ansía la intimidad a puerta cerrada,las conversaciones telefónicas secretas, losdiarios y la música explosiva con auriculares,son sólo algunos ejemplos de la necesidadpágina página Informe especialInforme especial


La adolescencia: segunda etapa del proceso deseparación-individualización (Segunda parte)En vista de las jornadas sobre Psiquiatría y Adolescencia con el Prof. Corcos, del capítulode adolescencia del Tratado de Psicología Médica del Prof. F. Jeammet. Ed. Masson, 2ºedición.de contrarrestar el impulso de comunicarcon la necesidad de esconder. Estar solocon los propios pensamientos, el sentidode resolver los problemas solo, escribirpoesía o simplemente dar rienda suelta alos sentimientos son otros ejemplos de lointelectualizado, sentimental o melancólicoque puede ser el adolescente.Existen muchos ejemplos recientes enlos movimientos por los derechos de loshomosexuales, que sugieren que algunosjóvenes comprenden pronto, entre los 11 y15 años, que sus impulsos homosexualesson dominantes, aunque su capacidad para«salir del armario» continúa dependiendo delas inhibiciones sociales y familiares. Algunosde estos niños se convierten en mucho máscerrados durante un tiempo, mientras queotros son capaces de encontrar compañeroscon los que pueden manifestar sus interesesy compartir sus preocupaciones. Sea cual seala preferencia sexual de uno, casi siemprela adolescencia es un período para observarlo que los demás sienten con respecto alas mismas ideas o de avergonzarse con laconvicción de que los pensamientos propiosson contranaturales.Idealización versus devaluaciónA medida que el adolescente normaliza suexperiencia, suele invertir mucho tiempoen idealizar o devaluar a los adultos o a loscompañeros. Los ídolos o el culto a héroesson el sello del adolescente. Evidentemente,algunas veces uno o ambos padres puedenser idealizados temporalmente. La secuenciatradicional esperada del adolescentesupone la devaluación de los propios padresmientras se idealiza una figura pública o unprofesor en especial. Sin embargo, estasidealizaciones y devaluaciones son frágilesy frecuentemente pierden su poder tanrápidamente como aparecieron. El daño másleve o la supuesta herida son importantes.La idealización de un profesor o el deseopersistente de ser una superestrella, un asdel rugby o una primera bailarina puedenayudar al joven adolescente a dar los pasosapropiados para la construcción de los idealesdel ego, ante los que pueda compararsu propio desarrollo. Al mismo tiempo, lanecesidad de devaluar a los padres permiteun medio psicológico para frenar su autoridady también apartarles de su anhelanteEdipo, y también para permitirles alejarsede los instintos familiares y dirigirse hacialos objetivos sustentados y alentados fuerade la familia. Mientras estos procesos seestán asentando, el adolescente tambiénempieza a establecer su propio carácter oidentidad.La adolescencia tiene unadimensión racional esencial que sería dramáticodesconocer.No existe prácticamente ninguna conductadel adolescente que no se dirija al adulto yconcretamente a los padres. Efectivamente,conoce perfectamente que sus comportamientosmás o menos aparatosos no pueden dejarindiferentes a su ambiente. Todo sucede confrecuencia como si el adolescente, para escaparde su situación conflictiva, delegara una partede sus funciones psíquicas a su entorno. Enesto manifiesta todavía un funcionamientopsíquico infantil; funcionamiento que, ya lohemos visto, se caracterizaba por su defectode individualización, el cual el aparato psíquicode la madre debería paliar, completándolo.La mayoría de las actitudes del adolescente vandirigidas hacia un público, frecuentemente contotal ausencia de su conciencia de adolescente.El delincuente, por ejemplo, se muestra sinescrúpulos y sin prohibiciones, pero siempre selas arregla para ser capturado y castigado. Elanoréxico afirma que no ve cómo se adelgazay se encuentra siempre demasiado obeso, perose exhibe constantemente y se alimenta de lainquietud de sus padres que sustit<strong>uy</strong>en así asu Yo debilitado.Finalmente, el adolescente se muestra particularmenteatento a la imagen de sí mismo quelos otros le remiten. ¿Qué adolescente no estáen busca del «alma gemela», espejo en el cualpodrá descubrirse? Igualmente, tanto más élpodrá rechazar todo diálogo con sus padres ocualquier manifestación de acercamiento y deestima con respecto a ellos, asimismo podrá serpródigo hacia las figuras de desplazamiento:abuelos, tíos o tías, hermanos o hermanasmayores y modelos diversos.El adolescente será particularmente sensiblea las posibles situaciones de seguridad quele aporten los otros y el grupo social.Sobre todo a la búsqueda de su propia imagentendrá la tendencia a reagruparse con aquellosque, él piensa, poseen algún parecido: acercamientohomosexual al inicio de la pubertad,interrumpiéndose a continuación cuando elsujeto está más seguro de sí mismo y puedeafrontar con mayor confianza la heterosexualidad;formación de bandas de adolescentes con sussignos exteriores de reconocimiento, vestimentas,aparatos motorizados, insignias...; sensibilidaddel adolescente a las modas, lo que le producesentimientos de identidad.En numerosos casos, la afectividad no manifestadase fija sobre sus compañeros, la amistadcon «otro sí mismo» permite, de esta manerareemplazar las relaciones verticales por lasrelaciones horizontales, menos angustiantesal ser menos provocadoras de deseos.Estas nuevas vinculaciones, que constit<strong>uy</strong>enuna etapa normal de la evolución, pueden serm<strong>uy</strong> enriquecedoras para la personalidad, perocon frecuencia tienen un carácter posesivoy exclusivo y por consiguiente defensivo ytransitorio. Son efectivamente, por una partedefensivos frente a las vinculaciones profundashacia los padres.Y todo esto que acabamos de mencionarilustra perfectamente uno de los rasgos máscaracterísticos y apremiantes de la adolescencia:la necesidad de distanciarse de losprimeros objetos amorosos: los padres. Estealejamiento se realiza con frecuencia a travésde la intervención del conflicto, que efectúa uncompromiso ligando los deseos contradictoriosdel adolescente atenuando de este modo lasituación de tensión.El conflicto agudo con los padres permite efectivamentemantener el contacto y permanecervinculado, manifestando al mismo tiemposu independencia y diferencia. Esto puedeprovocar una reconversión de los afectos ensu contrario: el adolescente pone trabas a suspágina 10página 11Informe especialInforme especial


antiguos objetos amorosos, el amor se cambiaen odio, la admiración en desdén, pudiendoimplicar la desvalorización de todo el mundode los adultos.La magnitud de esta reinversión testifica laimportancia de la vinculación y de la idealizaciónanteriores. Sin embargo, esta provocación alconflicto, que puede llegar hasta el desafío yamenaza de suicidio, es con frecuencia unaforma extrema, y no se alcanza sin que sellegue a suscitar una gran culpabilidad. Ésta esraramente reconocida como tal por el adolescente,pero sobreviene a través del intermediode una incitación de castigo.El adolescente suscita reacciones agresivasy de rechazo por parte de sus padres, queapaciguan su culpabilidad y al mismo tiempotienen la apariencia de darle la razón en lobien fundamentado de su oposición. Peroesta situación conflictiva vuelve al adolescenteparticularmente vulnerable y receptivo a todoaquello que pueda sustituir a los padres.Efectivamente, alterado por la modificaciónde sus lazos anteriores a la búsqueda de símismo, el adolescente será particularmentesensible al modelo que pueda ofrecerle elgrupo al cual pertenece.Tiene necesidad, para valorizarse y volvera tener confianza en sí mismo, de apoyarsesobre un ideal de grupo que él hará s<strong>uy</strong>o, deforma más o menos intensa y que tomará elpapel realizado anteriormente por los padres:de objetos amorosos, de seguridad y de afianzamientosobre su valor.Esta búsqueda y necesidad de un ideal unificadory asegurador es específico y característicode esta época, según Erickson, que pretendeque el adolescente prefiera no ser nada antesque quedarse en un haz de identidades fragmentariasy contradictorias.El deseo de conformidad al grupo puede reflejarla búsqueda de la primera relación de confianzamutua y de satisfacción total de las necesidadesque une el niño a su madre. La conformidadal grupo permite el no sentirse más implicadoemocionalmente a sí mismo, dado que es elgrupo en su conjunto el que condiciona yasume la acción; el individuo entonces ya notiene más conciencia de estar afectivamentevinculado ni ser realmente responsable. Estapreocupación de una conformidad con el grupopuede valorar con frecuencia en el adolescenteel interés por los valores más trascendentes yconstit<strong>uy</strong>e una de las razones de la inestabilidadde esta edad. Y la pregunta: ¿Soy yo normal?,significa en el fondo: «¿Puedo ser aceptado yamado por el grupo y así sentirme confirmadosobre mi propio valor?Los ritos de Iniciación.Todas las sociedades se han enfrentado aesta situación de crisis de la adolescencia.Las denominadas primitivas han respondidogeneralmente de una forma rígida, m<strong>uy</strong> socializada,donde la parte reservada al individuoestaba reducida al mínimo.Los ritos de iniciación o de tránsito concretizanla transformación del niño al estado adulto,reduciendo finalmente el periodo de la adolescenciaa este tiempo de rito.Estos ritos nos parece que poseen tres característicasprincipales:-Implican una separación completa, brutal yradical del sujeto con el mundo de su infanciay de su madre.-Imponen al futuro adulto una identidad sexualúnica y sin equívoco.-Comportan siempre una dimensión de prueba,donde se trata de afrontar un peligro queimplique una amenaza corporal (muerte,herida, dolor), y de la cual el futuro adulto debesalir vencedor y fortificado. Esta situación decambio se encuentra con frecuencia marcadapor el cambio del lugar de residencia; el niñodeja la casa de los niños para pasar a la delos adultos, reencontrando allí la importanciadel distanciamiento de los padres. El accesoa las prácticas sexuales se vuelve posible poresta iniciación. La mayoría de estos ritos seacompañan, al mismo tiempo que el paso alestadio de adulto, de una determinación deuna identidad sexual sin ambigüedad. De estemodo puede comprenderse la ablación delclítoris en la mujer como representación dela supresión de su parte masculina, mientrasque la circuncisión en el hombre representa lasupresión de su parte femenina. Existiría, pues,aquí un arreglo de la bisexualidad humana,de la que ya hemos visto que encuentra suexpresión en el seno del conflicto edipianoen el doble juego identificatorio de cada unode los padres.La expresión corporal violenta dolorosa, y máso menos mutilante de estos ritos, puede servista como una forma de prevenir y de exorcizarla castración, asi como una forma de dominarla angustia que está relacionada con su temor;la amenaza se ha concretado, el Sujeto la hasuperado, no hay pues nada que temer.Se encuentra aquí el efecto tranquilizadordel desplazamiento de un malestar psíquico,difícil de concebir en una situación corporalmás fácilmente dominable.Veremos que se trata de un medio de expresiónfrecuentemente utilizado por el hombre yque puede estar en el principio de trastornossomáticos y de accidentes corporales. Sinembargo, la sociedad moderna ha perdidoestos ritos de transición y de iniciación. Es más,ciertas situaciones socioeconómicas como elprolongamiento de los estudios y la ausenciacorrelativa de funciones sociales definidas yde trabajo constit<strong>uy</strong>en un factor importante deprolongación del tiempo de la adolescencia,con lo que ello comporta de posible aperturay de riqueza potencial, pero también de sufrimiento,angustia e incertidumbre.No poseyendo de más ceremonias de iniciaciónque marquen el acceso al mundo adulto, comoen las sociedades primitivas, los adolescentescontemporáneos pueden sentirse tentadoscada vez más a buscar otros medios de accesorápido a una identidad: formación de gruposmarginales, separados de la sociedad adultay destinados ante todo a aportar un bienestarnarcisista a cada uno de sus miembros;participación de los elementos de moda (tipode vestimenta, música...); búsqueda de unaidentidad en la desviación, recurso sistemáticoa la violencia en una lucha frenética contrala dependencia y la represión; búsqueda deuna identidad mermada en la exhibición detrastornos del comportamiento y la puesta pordelante del cuerpo.También es necesario comprender que laimagen de sí mismo que le vamos a remitir,por nuestra actitud frente a él será realmentefundamental para su futuro.Con certeza, catalogar a un adolescente ental o cual categoría contribuirá fuertemente afijarle en esta categoría y a obligarle a adoptarel papel correspondiente. Frente a esto,siempre resulta abusivo y peligroso hablar entérminos de categorías generales: toxicómanos,delincuentes, alcohólicos.página 12página 13Informe especialInforme especial


Publicaciones recibidasEspacio ContratadoCNS Spectrums, Vol. 11, No. 8, Agosto 2006 – Mixed Amphetamine Salts Exended-Release in the Treatment of Adult ADHD: A Randomized, Controlled Trial.CNS Spectrums, Vol. 11, No. 8, Suplemento 9 – Sexual Functioning in Epilepsy andDepression: Insights Toward Recognition, Assessment and Management.Salud Mental – Vol. 29, No. 4, Julio-Agosto 2006 – Tryptophan and serotonin in bloodand platelets of depressed patients. Effects of an antidepressant treatment.Manual de Recursos de la OMS sobre Salud Mental, Derechos Humanos yLegislación.VIDEO - Epidemiología y Clínica del Suicidio en Uruguay – Sesión Científica agosto2006 (01.09.06) – Expositores: Prof. Dr. Julio Vignolo, Dra. Irene García y Prof. Dr.Angel Ginés.AUDEPP: 25 Años de Psicoterapia Psicoanalítica en el UruguayINSTITUTO DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICAde AUDEPP (IPPA)CARRERA-2007:ESPECIALIZACIÓN EN PSICOTERAPIA PSICOANALÍTICA2 años c/posibilidad de ulterior Maestría (habilitación MEC en trámite)La formación incl<strong>uy</strong>e: Teoría - Técnica - Práctica Clínica SupervisadaDirigido a: Médicos y PsicólogosINSCRIPCIONES ABIERTASInformes e inscripciones: Secretaría de IPPA - AUDEPPCanelones 2208 - Tel. 4034879 ippa@adinet.com.<strong>uy</strong> www.audepp.<strong>org</strong>AUDEPP - -CURSOS ABIERTOS 2007Espacio Contratado1. Psicoterapia Psicoanalítica. Nuevasproblemáticas en la Clínica.2. Temas de Psicoanálisis.3. Autores contemporáneos.4. Investigación en Psicoanálisis.5. Interdisciplina.6. Taller Clínico y Supervisión.7. Diagnóstico.8. Psicoanálisis/otras disciplinas:Neurociencias, Ciencias Sociales,Antropología, etc.GUIA TEMATICA9. Psicoanálisis con otros ámbitosprofesionales.10. Psicoanálisis Vincular y Grupos.11. Patologías Graves y ActualizaciónTerapéutica.12. Actualizaciones en Niños.13. Adolescencia hoy.14. Adicciones.15. Violencia.16. Emergencia Social.17. Adopción.18. Vejez.página 14Visite nuestro sitio web: http://www.chasque.apc.<strong>org</strong>/spuCURSOS ANUALES - CURSOS SEMESTRALES – CICLOS BREVES – ATENEOSCanelones 2208 C.P.: 11.200 - Tel: 408 49 85 - 402 20 66www.audepp.<strong>org</strong> - contacto@audepp.<strong>org</strong>Biblioteca

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