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Beta2agonistas marca y salud - Deporte Limpio

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Efectos de la utilización de Beta-2 Agonistassobre la aptitud física y la <strong>salud</strong>.Esteban Gorostiaga AyestaránCentro de Estudios, Investigación y Medicina del <strong>Deporte</strong> de Navarra(Este documento forma parte del módulo “Dopaje” del Máster de Alto RendimientoDeportivo del Comité Olímpico Español y de la Universidad Autónoma de Madrid)El objetivo de este documento es analizar los efectos que tiene la administración defármacos β 2 agonistas sobre la <strong>marca</strong> deportiva y la <strong>salud</strong>. Para ello, se tratarán en unprimer apartado algunos aspectos básicos sobre los receptores β 2 agonistas, laexploración funcional respiratoria y el asma. En un segundo apartado se indicarán losfármacos y las dosis permitidas a los deportistas de alto nivel. En un tercer apartado seestudiará la incidencia de la utilización de β 2 agonistas en la población deportiva. Enun cuarto apartado se analizarán los trabajos que han estudiado los efectos de lautilización de fármacos β 2 agonistas en la <strong>marca</strong> deportiva. Por último, se analizaránlos efectos que tiene la utilización de dichos fármacos sobre la <strong>salud</strong>.Se considera que en los paises occidentales un 5% a un 10% de la poblacióntiene asma bronquial (Hendrickson et al 1998,Larsson et al 1997). De ese porcentaje depersonas que tienen asma bronquial, cerca del 75% señalan que el mayor factordesencadenante de su asma es el ejercicio físico (Karjalainen 1991). Cuando elepisodio de asma se desencadena con el ejercicio físico, se denomina “asma inducidapor el ejercicio” (EIA: exercise induced asthma).El tratamiento del asma bronquial se basa en la administración de fármacos queproduzcan una dilatación de los bronquios (broncodilatadores) y que disminuyan suinflamación (antiinflamatorios). Está unánimemente aceptado por la comunidad médicaque los fármacos broncodilatadores más adecuados para tratar el asma bronquial son losβ 2 agonistas y, especialmente, el salbutamol inhalado (Meeuwisse et al 1992,Morton


and Fitch 1992). Además, los fármacos β 2 agonistas son efectivos porque provocan labroncodilatación durante las crisis de asma, y también porque previenen las crisis deasma inducida por el ejercicio si se administran antes de comenzar el ejercicio (Mortonand Fitch 1992). Estos fármacos ejercen una acción selectiva activando los receptoresβ 2 de los bronquios, de los vasos sanguíneos y también del corazón, del útero y delmúsculo (Meeuwisse et al 1992).Como la prevalencia del asma bronquial es tan elevada en la población normal,resulta evidente que tiene que haber muchos deportistas que tienen asma bronquial enreposo y durante el ejercicio que necesitan someterse a un tratamiento farmacológicoque incluya la administración de β 2 agonistas para tratar su enfermedad y para prevenirlas crisis de asma inducida por el ejercicio. Por ejemplo, Hair (1994) estudió a 150esquiadores de fondo de elite de Noruega, y encontró que el 14% de dichos esquiadoresestaban diagnosticados de asma bronquial y necesitaban utilizar β 2 agonistas para tratary prevenir sus crisis de asma.Sin embargo, la realidad es que el número de deportistas que utilizan losfármacos β 2 agonistas es muy superior al número de deportistas asmáticos (Carlsen et al1997). Por ejemplo, en el estudio anteriormente citado de Hair (1994), el autor encontróque un 7% de los esquiadores de fondo de elite de Noruega reconocían que utilizabanfármacos β 2 agonistas a pesar de que ni estaban diagnosticados de asma, ni teníansignos o síntomas que hicieran sospechar su existencia. Se cree que algunos deportistasutilizan los fármacos β 2 agonistas aunque no tengan asma bronquial por dos probablesmotivos: 1) porque creen que se acompaña de efectos similares a los de los esteroidesanabolizantes (aumento de la masa muscular y de la fuerza), y 2) porque creen que labroncodilatación se acompaña de una circulación más fácil del aire en los pulmones queprovoca que los músculos respiratorios gasten menos energía durante el ejercicio. Estemenor trabajo de los músculos respiratorios debería acompañarse de un ahorro deenergía durante un ejercicio físico realizado a una intensidad determinada y, por lotanto, de una mejora de la <strong>marca</strong> deportiva.Para evitar la utilización de cantidades abusivas de β 2 agonistas que pueden serperjudiciales para la <strong>salud</strong> de los deportistas, y permitir al mismo tiempo que losdeportistas diagnosticados de asma bronquial puedan ser tratados correctamente ypuedan competir al más alto nivel deportivo (Carlsen et al 1997), el Comité OlímpicoInternacional (COI) permite la utilización de algunos β 2 agonistas como el salbutamol,la terbutalina y el salmeterol, pero solamente cuando se administran en forma deaerosoles (inhalación) y en dosis terapéuticas. Sin embargo, el COI prohibe lautilización de estos fármacos por vía sistémica y la utilización de otros β 2 agonistas,como el clenbuterol o el fenoterol, por cualquier vía de administración.


El objetivo de este capítulo es analizar los efectos que tiene la administración defármacos β 2 agonistas sobre la <strong>marca</strong> deportiva y la <strong>salud</strong>. Para ello, se tratarán en unprimer apartado algunos aspectos básicos sobre los receptores β 2 agonistas, laexploración funcional respiratoria y el asma. En un segundo apartado se indicarán losfármacos y las dosis permitidas a los deportistas de alto nivel. En un tercer apartado seestudiará la incidencia de la utilización de β 2 agonistas en la población deportiva. En uncuarto apartado se analizarán los trabajos que han estudiado los efectos de la utilizaciónde fármacos β 2 agonistas en la <strong>marca</strong> deportiva. Por último, se analizarán los efectos quetiene la utilización de dichos fármacos sobre la <strong>salud</strong>.1. Bases fisiológicas: receptores β 2 , exploración funcionalrespiratoria y asma bronquial.1.1. Receptores β 2 agonistas.1.1.1. Comunicación entre las células del organismo.Se considera que el cuerpo humano está compuesto por cerca de 75 trillones decélulas. Estas células necesitan comunicarse de modo rápido y preciso entre ellas paraenviarse información y poder dar una respuesta integrada que permita adaptar alorganismo a los diferentes estímulos internos y externos a los que está sometido.Existen solamente dos tipos básicos de señales fisiológicas que comunican las célulasdel organismo entre sí: las señales eléctricas y las señales químicas. Las señaleseléctricas se suelen producir fundamentalmente en las células musculares y nerviosas yraramente se transfieren directamente de célula a célula. Sin embargo, las señalesquímicas se segregan por todas las células y constituyen el medio básico decomunicación entre todas las células (Silverthorn 1998).Existen 3 métodos básicos de comunicación entre célula y célula (figura 3.1) :


Figura 3.1. Esquema de tipos de comunicación entre células. (a) Puentes de unión directa entrecélulas adyacentes. (b) Células paracrinas: una célula segrega una sustancia química que actúa enla célula adyacente. (c) Las hormonas se sintetizan en células o glándulas endocrinas que lassegregan a la sangre. Una vez en la sangre, las hormonas son transportadas y actúan solamente enlas células que tienen en su membrana unos receptores específicos para cada hormona. (d)Neurotransmisores: las señales eléctricas viajan a lo largo del nervio. Cuando la señal eléctricallega a la terminación del nervio, la célula nerviosa libera una sustancia química (neurotransmisor)que difunde a través de un espacio muy pequeño hasta llegar al receptor específico de la membranade la célula. (e) Neurohormonas: son sustancias químicas producidas en las terminaciones de losnervios que se liberan a la sangre. Al igual que ocurre con las hormonas, las neurohormonassolamente actúan en las células que tienen receptores específicos a esa neurohormona (Silverthorn1998).1) Contacto directo mediante puentes de unión entre el citoplasma de dos células(figura 3.1, “a”). Estos puentes de unión entre dos células permiten la transmisión deseñales eléctricas y químicas. En los humanos, el contacto mediante puentes de unión seproduce en el músculo cardíaco (durante la contracción del músculo cardíaco) y en elmúsculo liso del intestino (para coordinar el movimiento intestinal).2) Comunicación local mediante las glándulas paracrinas (figura 3.1,”b”). Estacomunicación se produce porque una célula segrega una sustancia química que actúa enla propia célula (autocrina) o en las células vecinas (paracrina). La sustancia química setraslada a las células vecinas por simple difusión a través del fluido intersticial. Pordicho motivo solamente pueden actuar en las células vecinas.


Por ejemplo, la hormona adrenalina (epinefrine) puede unirse con dos tipos dereceptores, llamados adrenérgicos porque son específicos de la adrenalina : α (alpha) yβ (beta). Los vasos sanguíneos contienen en su superficie los dos tipos de receptoresadrenérgicos (Figura 3.2). Si la epinefrina se liga con los receptores α, los vasossanguíneos se contraen y su diámetro se acorta. Si, por el contrario, la epinefrina se ligacon los receptores β, los vasos sanguíneos se dilatan.Figura 3.2. La respuesta de la célula depende del tipo de receptor. La respuesta de la célula de losvasos sanguíneos es diferente aunque la hormona que la activa, la epinefrina, sea la misma: laepinefrina. Dicha hormona puede provocar una contracción o, por el contrario, una dilatación delos vasos sanguíneos cuando entra en contacto con receptores α o receptores β, respectivamente(Silverthorn 1998).Se observa que en el caso de los receptores adrenérgicos, la respuesta del tejido(vaso sanguíneo) cuando entra en contacto con la hormona depende más del tipo dereceptor (α ó β) que de la hormona en sí.Figura 3.3. Esquema de la activación de los receptores adrenérgicos α, β 1 y β 2 , modificado de(Silverthorn 1998).Como se ha señalado anteriormente, los receptores adrenérgicos son de dostipos: α (alpha) y β (beta) (figura 3.3). Los receptores α son los receptores adrenérgicosmás comunes del sistema nervioso simpático. Suelen responder con gran intensidad enpresencia de noradrenalina (norepinefrina) pero responden con muy poca intensidad en


presencia de adrenalina. En general, la activación de los receptores α se acompaña deun aumento de la contracción muscular y de los vasos sanguíneos.Los receptores β se subdividen en dos tipos:1) Los receptores β 1 suelen estar situados cerca de lugares inervados porneuronas del sistema nervioso simpático y se encuentran sobre todo en el músculocardíaco y en el riñón. Estos receptores responden con gran intensidad a la adrenalina ya la noradrenalina. La activación de los receptores β 1 se acompaña de un aumento de lacontracción del músculo cardíaco y de la velocidad de conducción de la señal eléctricaen el músculo cardíaco (Morton and Fitch 1992).2) Los receptores β 2 no están situados cerca de los lugares inervados porneuronas del sistema nervioso simpático. Por lo tanto, son mucho más sensibles a laadrenalina, que viaja en los vasos sanguíneos, que a la noradrenalina, que es unneurotransmisor. La activación de los receptores β 2 se acompaña de una dilatación dela musculatura lisa de varios tejidos y, especialmente, de una broncodilatación (Mortonand Fitch 1992).Como la activación de la señal depende del receptor y no de la hormona, ha sidoposible sintetizar artificialmente moléculas químicas que tienen los mismos efectossobre los receptores de las células que algunas hormonas. A estas moléculas se les llama“agonistas”. Es el caso de las moléculas “β 2 agonistas” como, por ejemplo, elsalbutamol (albuterol), la terbutalina, el rimiterol, el biltolterol, el fenoterol, elcarbuterol, el clenbuterol, el fenoterol, el mabuterol, el procaterol, el reproterol, elrimiterol, el tolbuterol, el salmeterol y la orciprenalina (Editorial 1998,Morton and Fitch1992). Algunas de estas moléculas sintetizadas artificialmente no solo activan de igualmanera que las hormonas los receptores específicos de las células, sino que además sonmás resistentes y tienen un efecto más prolongado en el tiempo que las hormonasnaturales.1.2. Exploración funcional respiratoria.En este apartado se indicarán esquemáticamente las principales variables que sesuelen medir cuando se realiza un estudio de la función respiratoria. Con ello sepretende facilitar la comprensión de los cambios de la función pulmonar que ocurrendurante el ejercicio y la recuperación en los sujetos que presentan episodios de asmainducida por el ejercicio, y de los efectos que tiene la administración de β 2 agonistas endichos sujetos.


El método más utilizado para evaluar la función respiratoria es el que consiste enmedir la cantidad de aire que una persona es capaz de mover mientras realiza unaespiración en reposo o a la máxima intensidad posible (espiración forzada) (Silverthorn1998). Los volúmenes y flujos (volumen de aire por unidad de tiempo) de aire espiradosse suelen medir en espirómetros mecánicos o en espirómetros electrónicos(pneumotacógrafos) que están unidos a ordenadores para tratar las señales y suministrarresultados numéricos de modo rápido y preciso. La figura 3.4 muestra un esquema deuna medición del volumen de aire expirado en un espirómetro mecánico.Figura 3.4. Esquema de una medición funcional pulmonar realizada con un espirómetro mecánico(Silverthorn 1998).Se observa que el sujeto lleva colocada una boquilla o una máscara que estáunida a una campana que está llena de aire. La campana, a su vez, está conectada con unsistema de registro compuesto por un bolígrafo y una hoja impresa que registra lasoscilaciones de la campana en el plano vertical. El volumen de aire del interior de lacampana y el del sujeto forman un sistema cerrado. Cuando el sujeto realiza unainspiración, un volumen determinado de aire se desplaza desde el interior de la campanahasta los pulmones del sujeto. Este desplazamiento del aire desde la campana hasta lospulmones provoca que la campana descienda y que el bolígrafo que está en contacto conel papel ascienda, con lo que se observa una elevación de la línea de registro. Por elcontrario, cuando el sujeto realiza la espiración, el aire se desplaza desde los pulmonesdel sujeto hasta el interior de la campana, con lo que la campana asciende, y el bolígraforegistrador desciende. En la parte derecha de la figura 3.4 se observa la curva mostradaen el registro obtenido de la evolución del volumen inspirado y espirado a lo largo de unciclo respiratorio.El registro obtenido de la curva volumen-tiempo permite medir diferentesvariables de la función pulmonar. Normalmente se suelen utilizar tres tipos derepresentación gráfica para estudiar la función pulmonar:


1) Estudio de los volúmenes pulmonares. La figura 3.5 (izquierda) muestra unejemplo de estudio de los volúmenes pulmonares.Figura 3.5. Dos modos de representación de la función pulmonar: el estudio de los volúmenespulmonares (izquierda), y el estudio de la capacidad vital o de la curva volumen tiempo (derecha).Adaptada de (Perdrix 1994).El aire movido durante la respiración puede ser dividido en 4 partes (figura1.4.5, izquierda) : volumen corriente (VT, “tidal volume” en inglés), volumen dereserva inspiratoria (VRI), volumen de reserva espiratoria (VRE), y volumen residual(VR). El volumen corriente (VT) es el volumen de aire que se mueve durante unarespiración normal en reposo. En un hombre de 70 Kilogramos de peso corporal, elvalor medio de VT suele ser de unos 500 mililitros. Para medir VT, se le suele decir alsujeto que “respire normalmente y suavemente”. Para medir el volumen de reservainspiratoria (VRI) se le dice al sujeto que haga una inspiración normal y queinmediatamente después intente inspirar la mayor cantidad de aire posible. En unhombre de 70 Kilogramos de peso el valor medio de VRI suele ser de unos 2.500mililitros. Para medir el volumen de reserva expiratoria (VRE) se le dice al sujeto quehaga una espiración normal y que inmediatamente después intente espirar la mayorcantidad de aire posible. En un hombre de 70 Kilogramos de peso el valor medio deVRE suele ser de unos 1.000 mililitros. Por último, el cuarto volumen, el volumenresidual (RV), no se puede medir directamente porque es el volumen de aire que quedaen los pulmones después de realizar una espiración forzada. La existencia del volumenresidual se debe a que los pulmones se encuentran estirados contra la caja torácicadebido a la existencia del líquido pleural. En un hombre de 70 Kilogramos de peso elvalor medio de RV suele ser de unos 1.200 mililitros.2) Estudio de la capacidad vital y de la curva volumen-tiempo. La capacidadvital (CV) representa la máxima cantidad de aire que puede moverse voluntariamentedurante una espiración forzada. Para medir la CV, se le dice al sujeto que inspire lamayor cantidad de aire posible y que posteriormente espire todo el aire que pueda. Si se


le dice al sujeto que realice la inspiración y espiración lentamente, se denominaCapacidad vital lenta (CVL), y si se le dice al sujeto que realice la espiración lo másrápidamente posible, se denomina Capacidad vital forzada (CVF). Cuando existe unaobstrucción a nivel de los bronquiolos o de los bronquios, la capacidad vital forzadasuele ser hasta un 8% inferior a la capacidad vital lenta. La figura 3.5 (derecha) muestrala evolución del volumen espirado a lo largo del tiempo durante la realización de un testpara medir la capacidad vital forzada (CVF). Se observa que, en ese ejemplo, la CVF esde 4 litros. Una variable de dicha curva que suele tener mucho interés clínico es ladenominada FEV1 (volumen expiratorio máximo por segundo). El FEV1 es el volumenmáximo espirado por un sujeto durante el primer segundo de una espiración forzada.Generalmente los sujetos normales son capaces de espirar cerca del 75% de sucapacidad forzada durante el primer segundo de la espiración. Se cree que el FEV1refleja el estado de los bronquios y que es una variable objetiva que cuantifica el estadofuncional de los bronquios y que permite seguir la evolución de la capacidad funcionalpulmonar de los sujetos con enfermedades pulmonares obstructivas. Algunos autoresconsideran que la medida de la FEV1 es la que mejor caracteriza los cambios de lafunción pulmonar y también que la FEV1 es la variable más sensible para evaluar larespuesta de la función pulmonar a la administración de β 2 agonistas (Heir andStemshaug 1995).3) Estudio de la curva flujo-volumen. A partir de la curva volumen-tiempo deuna espiración forzada, se puede obtener la curva flujo-volumen. Para ello se necesitaque los volúmenes se midan en pneumotacógrafos que permitan la adquisición de ungran número de señales de volumen por unidad de tiempo y su posterior tratamiento porordenador. La figura 3.6 muestra un ejemplo de una curva flujo-volumen de dos sujetos:un sujeto normal y otro sujeto diagnosticado de una enfermedad pulmonar obstructiva.


Figura 3.6. Curva flujo (débit)-volumen calculado a partir de un test de medida de la capacidadvital forzada en: (1) un sujeto sano normal, y (2) un sujeto diagnosticado de una enfermedadpulmonar obstructiva. Modificado de (Perdrix 1994).Se observa que el flujo espiratorio (en litros por minuto) aumenta rápidamentehasta que alcanza un valor máximo, denominado pico del flujo espiratorio forzado(PEFR), y posteriormente desciende progresivamente. Se observa que el sujeto quetiene la enfermedad pulmonar obstructiva presenta un valor de PEFR más bajo que elsujeto normal y que el descenso del flujo se realiza de modo más brusco. De todosmodos, tal como se señalaba anteriormente, la evaluación de la capacidad funcional esmucho más interesante cuando se estudia la evolución de un sujeto a lo largo del tiempoque cuando se compara entre diferentes sujetos.1.3. Asma.Asma es una enfermedad que se caracteriza por la presencia de una inflamacióny un engrosamiento de las vías aéreas, una contracción e hipertrofia de la musculaturalisa de los bronquios, un edema y una elevada producción de moco. La inflamación,añadida a la disminución del calibre de las vías aéreas debido a la contracción de lamusculatura lisa de los bronquios, provoca que la resistencia que oponen las vías aéreasal paso del aire sea mucho mayor en el sujeto asmático que en la persona sana. Paracombatir el asma, es lógico pensar que se deberían utilizar agentes físicos ofarmacológicos que disminuyesen la inflamación de las vías aéreas y la contracción dela musculatura lisa de los bronquios.El tratamiento más importante del asma es el farmacológico. (Morton and Fitch1992) Los agentes farmacológicos que suelen utilizarse para tratar el asma se suelenclasificar esquemáticamente en tres categorías, aunque dichas categorías no suelen sermutuamente exclusivas: fármacos terapeúticos, fármacos broncodilatadores y fármacosprofilácticos (Morton and Fitch 1992). Los fármacos terapeúticos más utilizados son loscorticoides antiinflamatorios y los derivados de las Khelinas (cromoglicato sódico).Los grupos de fármacos broncodilatadores más utilizados son el de los β 2 agonistas, elde los fármacos anticolinérgicos y el de los derivados de la teofilina. Por último, losfármacos profilácticos más utilizados son los β 2 agonistas y el cromoglicato sódico. Losfármacos profiláticos se suelen administrar justo antes de que el sujeto se exponga asituaciones o alergenos que favorecen o desencadenan las crisis de asma.1.3.1. Asma inducida por el ejercicio.


El asma inducida por el ejercicio (EIA) se define como un aumento temporal dela resistencia de las vías aéreas que suele ocurrir aproximadamente de 5 a 10 minutosdespués de que el sujeto haya finalizado un ejercicio físico (Hendrickson et al 1998).Una vez que el sujeto ha finalizado el ejercicio, durante los primeros 3-4 minutos elsujeto no presenta ningún síntoma de asma, pero hacia los 5 minutos de haber finalizadoel ejercicio, el sujeto sufre un obstrucción gradual de las vías aéreas que suele crecerdurante los 5 a 15 minutos siguientes. Posteriormente, dicha obstrucción suele remitirlentamente, hasta desaparecer espontáneamente al cabo de 45 a 60 minutos de habersedesencadenado. Los síntomas de la crisis de asma inducida por el ejercicio son muysimilares a los del asma de reposo (disnea, opresión en el pecho, etc.). La crisis es másintensa cuando el sujeto realiza el ejercicio en ambiente frío y seco (Hendrickson et al1998). No se conoce la razón por la cual se produce el asma inducida por el ejercicio(Hendrickson et al 1998). Hendrickson y col. (1998) señalan que, al menos hasta 1993,no existían casos publicados en la literatura de muerte de un sujeto durante una crisis deasma inducida por el ejercicio.La figura 3.7 muestra la evolución del valor del pico del flujo espiratorio forzado(PEFR) durante un ejercicio intenso realizado corriendo en tapiz rodante y durante los40 primeros minutos de recuperación, en un sujeto que presentó una crisis de asmainducida por el ejercicio.Figura 3.7. Evolución del valor del pico del flujo espiratorio máximo (PEFR), en porcentaje de losvalores iniciales de reposo, durante un ejercicio realizado corriendo en tapiz rodante y durante losprimeros 40 minutos de recuperación, en un sujeto diagnosticado de asma inducida por el ejercicio.Adaptada de (Hendrickson et al 1998).Se observa que, con respecto a los valores iniciales de reposo, el valor del PEFRaumentó ligeramente durante el ejercicio, pero disminuyó de modo notable (cerca del35%) entre los 5 y los 10 minutos de haber finalizado el ejercicio y, posteriormente,permaneció disminuido cerca de 10 a 20 minutos. Por último, a los 40 minutos de haberfinalizado el ejercicio, los valores del PEFR habían retornado a la normalidad. En


clínica médica se considera que existe un episodio de asma inducida por el ejercicio siel valor del PEFR, o del volumen espiratorio máximo por segundo (FEV1) disminuyepor lo menos un 10% con respecto a los valores iniciales de reposo (Hendrickson et al1998).La evolución del PEFR observada en la figura 3.7 puede hacer pensar que elasma inducida por el ejercicio solamente se produce durante la recuperación del mismoy no se produce durante el ejercicio. Sin embargo, la gran mayoría de los trabajos quehabían estudiado la función pulmonar después del ejercicio en las personasdiagnosticadas de asma inducida por el ejercicio, habían utilizado protocolos deejercicio muy cortos (duración cercana a 10-15 minutos) y muy intensos (intensidadcercana al 100% del consumo máximo de oxígeno). Recientemente, Beck y col. (1994)han mostrado que en los sujetos que presentan asma inducida por el ejercicio labroncoconstricción no solamente ocurre al finalizar el ejercicio, sino que también ocurredurante el mismo. Dichos autores hicieron realizar a 8 sujetos diagnosticados de asmainducida por el ejercicio, dos tipos de ejercicio en bicicleta ergométrica, en díasdistintos: a) un ejercicio continuo a una intensidad del 50% de la potencia aeróbicamáxima, de una duración de 36 minutos, y 2) un ejercicio fraccionado consistente enrealizar 3 series de 6 minutos cada una a una intensidad del 60% de la potencia aeróbicamáxima, intercaladas por otras 3 series de 6 minutos a una intensidad del 40% de lapotencia aeróbica máxima. Durante el ejercicio y durante los primeros 18 minutos derecuperación, se midió el volumen expiratorio máximo por segundo (FEV1) a lossujetos.La figura 3.8 muestra la evolución del FEV1 durante el ejercicio realizado aintensidad constante y durante los primeros minutos de recuperación (Beck et al 1994).


Figura 3.8. Evolución media del FEV1 durante un ejercicio de intensidad constante (50% de lapotencia aeróbica máxima) y durante los primeros minutos de recuperación. Los asteriscos indicanuna diferencia significativa con respecto a los valores iniciales de reposo. Adaptado de (Beck et al1994).Se observa que el valor de FEV1 fue similar al de reposo durante los primerosminutos del ejercicio de intensidad constante. Sin embargo, a partir del minuto 18 yhasta el final del mismo, el valor de FEV1 fue significativamente inferior (6%) al valorde reposo. Tal como cabía esperar en estos sujetos diagnosticados de asma inducida porel ejercicio, durante los primeros minutos de recuperación los autores encontraron unadisminución todavía más acentuada del valor de FEV1 (cercano al 20%).La figura 3.9 muestra la evolución del FEV1 durante el ejercicio fraccionadorealizado por los sujetos del estudio de Beck y col. (1994).Figura 3.9. Evolución media del FEV1 durante un ejercicio fraccionado (series de 6 minutos al60% de la potencia aeróbica máxima intercaladas por series de 6 minutos al 40%) y durante losprimeros minutos de recuperación. Los asteriscos indican una diferencia significativa con respectoa los valores iniciales de reposo. Adaptado de (Beck et al 1994).Se observa que durante las series realizadas a una intensidad del 60% de lapotencia aeróbica máxima, el valor de FEV1 era similar al observado inicialmente enreposo. Sin embargo, durante las series realizadas a menor intensidad (40% de lapotencia aeróbica máxima), se observaba una disminución significativa (10%) de losvalores de FEV1. Por último, tal como cabía esperar en estos sujetos diagnosticados deasma inducida por el ejercicio, durante los primeros minutos de recuperación los autoresencontraron una disminución todavía más acentuada del valor de FEV1 (cercano al20%). Estos resultados indican que los sujetos que están diagnosticados de asmainducida por el ejercicio no solamente presentan una broncoconstricción una vez


finalizado el ejercicio, sino que también la presentan durante el mismo. Es lógico pensarque la presencia de esta broncoconstricción durante el ejercicio debería suponer unadesventaja importante para los deportistas asmáticos a la hora de competir con otrosdeportistas sanos.2. Fármacos, dosis y vías de administración de fármacos β 2agonistas permitidos o prohibidos por las autoridadesdeportivas.El tratamiento del asma inducida por el ejercicio es de dos tipos: nofarmacéutico y farmacéutico (Hendrickson et al 1998).El tratamiento no farmacéutico se basa en utilizar una serie de medidas queayuden a evitar la aparición de las crisis de asma. La primera medida es intentar evitar,en la medida de lo posible, realizar ejercicio físico en ambientes fríos y secos. Si ello esinevitable, se recomienda que el sujeto utilice una máscara o un pañuelo delante de laboca que le permitan humedecer el aire que respira. También se recomienda respirar porla nariz, porque con ello se humedece y se calienta el aire inspirado. Por último, eldeporte más recomendado para los sujetos que están diagnosticados de asma inducidapor el ejercicio es la natación en piscina cubierta porque el ambiente es caluroso y muyhúmedo.Es evidente que estas medidas solamente las pueden cumplir en su totalidad lossujetos que realizan deporte de modo lúdico o terapéutico porque los deportistas de elitesuelen estar obligados a competir en condiciones ambientales muy diferentes. Por ello,el tratamiento farmacológico de esta población se hace inevitable.Se considera que los fármacos de elección para tratar y prevenir los episodios debroncoconstricción de los sujetos diagnosticados de asma inducida por el ejerciciofísico son los β 2 agonistas y, concretamente, el salbutamol, el salmeterol y la terbutalina(Hendrickson et al 1998). Estos fármacos son los broncodilatadores más efectivosactualmente y suelen ser efectivos para prevenir del 80% a 95% de los casos. Ademásde ser efectivos en la prevención de las crisis de asma, los β 2 agonistas son también eltratamiento más efectivo para tratar la crisis de asma una vez que se ha manifestado.Normalmente, los β 2 agonistas se suelen inhalar unos 15 minutos antes de comenzar elejercicio, comienzan a producir efecto un minuto después de haberse producido lainhalación, producen su máximo efecto a los 60 a 90 minutos, y el efecto protector de lacrisis de asma de dichos fármacos puede durar, 5 horas (terbutalina), 6 horas(salbutamol) ó 12 horas (salmeterol) (Hendrickson et al 1998,Sly 1984). Las dosis deinhalación más utilizadas para prevenir las crisis de asma inducida por el ejercicio son


las siguientes: salbutamol (0.1mg a 0.2 mg por cada inhalación, cada 4 a 6 horas);terbutalina (0.25 mg a 0.50 mg por cada inhalación, cada 4 a 6 horas); salmeterol (25 µga 50 µg por cada inhalación, cada 12 horas). Cuando se realizan 2 inhalaciones, se sueleaconsejar esperar de 5 a 10 minutos entre inhalación e inhalación. De esta manera, lasegunda inhalación es más efectiva porque se realiza sobre unos bronquios que han sidoya dilatados por la primera inhalación (Sly 1984). Las dosis de clenbuterol utilizadasconsideradas como terapéuticas suelen estar comprendidas entre 20 y 80 miligramos pordía, repartidas en 2 ó 4 tomas (Rogol 1989).La figura 3.10 muestra la evolución del pico del flujo espiratorio forzado(PEFR) durante un ejercicio corto e intenso, y durante los 30 primeros minutos derecuperación, en un sujeto diagnosticado de asma inducida por el ejercicio, que realizódicho protocolo en dos situaciones experimentales diferentes: a) inhalando un placeboantes de comenzar la prueba, o b) inhalando un fármaco β 2 agonista (terbutalina)(Hendrickson et al 1998).Figura 3.10. Evolución del flujo espiratorio forzado (PEFR) durante el ejercicio y los primerosminutos de recuperación después de inhalar placebo (círculos negros) o después de inhalarterbutalina (Hendrickson et al 1998).Se observa que la inhalación de terbutalina abolió el episodio debroncoconstricción que se observó durante los primeros minutos de recuperación,cuando el sujeto inhaló el placebo.Uno de los problemas que presentan los β 2 agonistas es que parece que producensu máximo efecto durante las dos primeras semanas de tratamiento, pero que si secontinúa dicho tratamiento, los efectos de una determinada dosis de β 2 agonistas sobrela broncodilatación suelen ser menores. Ello se debe a que cuando se administran de


modo crónico los fármacos β 2 agonistas, el número de receptores β 2 agonistas delpulmón y de los tejidos disminuye y, por lo tanto, el efecto de una dosis determinada esmenor (Sly 1984).Los β 2 agonistas también se pueden administrar por vía oral o por inyección. Sinembargo, se considera que estas vías de administración no son las más adecuadas paratratar el asma porque suelen presentar efectos secundarios como, por ejemplo,taquicardia, palpitaciones, dolores de cabeza, nerviosismo y temblores (Hendrickson etal 1998). Los efectos secundarios se deben a que la administración oral se acompaña deuna mayor duración y acción del fármaco en el organismo (Broadley and Spencer1993). Sin embargo, cuando el salbutamol, la terbutalina y el salmeterol se administranen las dosis recomendadas y por inhalación, no se suelen observar efectos secundarioso, si se observan, son muy limitados, porque la vida media del fármaco en el organismoes muy pequeña. Por lo tanto, la inhalación es la vía recomendada para administrar β 2agonistas porque es más rápida, más eficaz, necesita menos dosis y tiene muchosmenos efectos secundarios que la vía oral ´(Morton and Fitch 1992).El análisis realizado sobre el tratamiento farmacológico preventivo y terapéuticodel asma sugiere que los sujetos que están diagnosticados de asma y de asma inducidapor el ejercicio necesitan inhalar los fármacos β 2 agonistas para prevenir y tratar suenfermedad y porque si no lo hicieran, los deportistas que la sufren estarían en claradesventaja con respecto a los competidores que están sanos e, incluso, algunos nopodrían participar en deportes de competición (Carlsen et al 1997).Como se señalaba al comenzar este capítulo, se sospecha que algunos deportistasque no tienen asma están utilizando algunos fármacos β 2 agonistas como el clenbuterol,el cimaterol y el fenoterol, en grandes dosis, porque consideran que tienen propiedadesanabolizantes (Carlsen et al 1997,Editorial 1998). Las autoridades deportivasconsideran que deben prohibir la utilización de β 2 agonistas en estos sujetos que noestán diagnosticados de asma porque, como se verá en el apartado dedicado a losefectos sobre la <strong>salud</strong>, su utilización abusiva puede producir efectos negativos en la<strong>salud</strong> cardiovascular que son dependientes de la dosis utilizada (Meeuwisse et al 1992).Por lo tanto, las autoridades deportivas tienen que buscar el difícil equilibrio quepermita a los deportistas asmáticos tratar correctamente su enfermedad para que puedancompetir en igualdad de condiciones, pero también quieren evitar que los deportistasutilicen dosis abusivas de estos fármacos porque pueden ser perjudiciales para su <strong>salud</strong>.Para intentar responder a este dilema, las autoridades deportivas permitenutilizar los fármacos β 2 agonistas, salbutamol, terbutalina y salmeterol, siempre que seutilicen en dosis terapéuticas y en aerosol (inhalación), y siempre que su utilización sedeba a prescripción facultativa debidamente justificada (Morton and Fitch 1992). Sinembargo, dichas autoridades prohiben la utilización de salbutamol terbutalina o


salmeterol en dosis no terapéuticas, o por otras vías de administración diferentes de lainhalación, así como la utilización del resto de fármacos β 2 agonistas en cualquier dosiso vía de administración. Sin embargo, parece que existen algunos problemas con ladetección de estas sustancias porque si, por ejemplo, se deja de tomar el clenbuterolunos días antes de que se realice el control antidopaje, no se detecta (Editorial 1998).3. Incidencia de la utilización de fármacos β 2 agonistas en lapoblación deportiva.Como se indicaba al comenzar el capítulo de los β 2 agonistas, existe un grannúmero de deportistas de elite que están diagnosticados de asma o de asma inducida porel ejercicio. Por ejemplo, se señalaba que Hair (1994) estudió a 150 esquiadores defondo de elite de Noruega, y encontró que el 14% de dichos esquiadores estabandiagnosticados de asma bronquial y necesitaban utilizar β 2 agonistas para tratar yprevenir sus crisis de asma. Larsson y col. (1993) encontraron que un 54% de los 42esquiadores de fondo suecos de elite que estudiaron presentaban síntomas de asma oestaban diagnosticados de asma inducida por el ejercicio. Se cree que la elevadaprevalencia de asma en los esquiadores de fondo de elite se debe a que se suelenejercitar a muy bajas temperaturas (Larsson et al 1993). Por otra parte, Morton y Fitch(1992) señalan que de los 597 deportistas que participaron con el equipo de los EstadosUnidos en los Juegos Olímpicos de verano de Los Ángeles, en 1984, el 11.2% estabadiagnosticado de asma inducida por el ejercicio y 41 de dichos deportistas asmáticosobtuvieron una medalla. Por último, dichos autores señalan que de los 711 deportistasaustralianos que representaron a su país en 4 Olimpiadas (entre 1976 y 1988), el 8.3%eran asmáticos. El mismo autor señala que en los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988, losdeportistas australianos asmáticos consiguieron 2 medallas de oro y 3 de plata ycompitieron en disciplinas como natación, baloncesto, atletismo, ciclismo, fútbol,boxeo, halterofilia, salto de trampolín, tenis de mesa, piragüismo y hockey hierba. Si seconsidera que en los paises occidentales de un 5% a un 10% de la población tiene asmabronquial (Hendrickson et al 1998,Larsson et al 1997), estos resultados sugieren que laprevalencia del asma en la población deportiva es, cuando menos, tan importante comoen la población no deportiva. Por lo tanto, existe un número importante de deportistasde elite que necesitan inhalar fármacos β 2 agonistas en cantidades terapéuticas paraprevenir y tratar sus crisis de asma.Sin embargo, como se señalaba también al comienzo del capítulo, la realidad esque el número de deportistas que utilizan los fármacos β 2 agonistas es muy superior alnúmero de deportistas asmáticos (Carlsen et al 1997). Incluso, algunos autoresconsideran que el uso de clenbuterol entre los deportistas se está convirtiendo enepidémico (Editorial 1998) porque piensan que: a) si se deja de tomar el clenbuterolunos días antes de que se realice el control antidopaje, no se detecta (Editorial 1998), yb) los deportistas creen que el clenbuterol tiene muchos menos efectos negativos sobrela <strong>salud</strong> que los anabolizantes ya que los β 2 agonistas están recomendados para tratar elasma (Choo et al 1992). Los deportistas que utilizan el clenbuterol lo hacen porque


consideran que el clenbuterol tiene efectos anabolizantes y porque reduce la cantidad degrasa del cuerpo (Prather et al 1998). En general, los deportistas que comienzan autilizar el clenbuterol se lo administran por vía oral a unas dosis dos veces superiores alas dosis recomendadas para los asmáticos (Prather et al 1998). Otros deportistasprefieren un protocolo más sofisticado porque utilizan el clenbuterol alternando ciclosde 3 semanas de tratamiento (tomando dos días y descansando otros dos) y 3 semanasde descanso. Según ellos, con esto se evita que los efectos del clenbuterol disminuyanrápidamente al cabo de dos semanas cuando el tratamiento se cronifica (Prather et al1998). A menudo, los deportistas utilizadores de clenbuterol lo combinan con laingestión de niacina porque piensan que este producto aumenta el flujo sanguíneo yfavorece la distribución de clenbuterol por todo el cuerpo. Prather y col. (1998) indicanque el clenbuterol se puede conseguir con receta en Austria, Alemania, Italia, Méjico yEspaña, y se puede conseguir fácilmente en Estados Unidos en algunas “tiendas de<strong>salud</strong>”, por correo, o en el mercado negro.Generalmente, los deportistas que utilizan el clenbuterol también utilizan otrosproductos dopantes como los esteroides anabolizantes y la hormona del crecimiento(Prather et al 1998) porque dicen sentirse mejor y más motivados cuando consumendichos productos (Editorial 1998). El período de la temporada en el que los deportistassuelen utilizar el clenbuterol es en las semanas previas a la competición porque en esasfechas deben dejar de utilizar los esteroides anabolizantes para evitar dar positivo en loscontroles antidopaje (Prather et al 1998). De este modo , la ingestión de clenbuterolprevendría, en parte, los efectos de la interrupción de la utilización de esteroidesanabolizantes (Editorial 1998). Además, como el clenbuterol aumenta la utilización degrasa del organismo, permite disminuir el porcentaje graso del organismo que,generalmente, se suele acompañar de una mejora del rendimiento deportivo.Desde comienzos de los años 90, el clenbuterol ha alcanzado notoriedad en losresultados de los controles antidopaje realizados a los deportistas. Su máximanotoriedad la alcanzó en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, cuando dosdeportistas americanas dieron positivo en un control antidopaje porque se les detectódicho producto (Prather et al 1998). Delbeke y col. (1998) señalan que de 262 controlesantidopaje realizados por sorpresa por la Federación belga de fisioculturismo entre losaños 1988 a 1993, se detectó clenbuterol en 5 sujetos en 1992 y en 9 sujetos en 1993.Sin embargo, como se ha señalado anteriormente, aunque el clenbuterol está prohibidopor el Comité Olímpico Internacional se sospecha que si se deja de tomar el clenbuterolunos días antes de que se realice el control antidopaje, no se detecta (Editorial 1998).Por dicho motivo, es más que probable que la utilización del clenbuterol en el mundodeportivo sea mucho mayor que la que se deduce de los resultados de los controlesantidopaje.4. Efectos de la utilización de fármacos β 2 agonistas sobre la<strong>marca</strong> deportiva y la composición corporal.


En este apartado se analizarán los resultados de trabajos que han estudiado losefectos de la administración en animales y en humanos de clenbuterol, salbutamol,terbutalina y salmeterol sobre la <strong>marca</strong> deportiva y la composición corporal. La elecciónde algunos estudios realizados con animales se debe a que, en algunos casos, el númerode estudios realizados en hombres es escaso.4.1. Efectos de la administración de clenbuterol.4.1.1. Efectos en animales sedentarios.Choo y col. (1992) estudiaron en ratas machos los efectos de la administraciónde 4 mg.Kg -1 de dieta oral de clenbuterol, durante 4 días, en el peso corporal, la masamuscular y cardíaca, y en el contenido total de proteínas musculares. Los resultadosindican que el tratamiento con clenbuterol se acompañó de un aumento mediosignificativo del peso corporal (29%), de la masa muscular del músculo gastrocnemio(14%), de la masa del corazón (12%) y de una disminución significativa de la masagrasa del epidídimo (17%). Además, los autores encontraron un aumento significativodel contenido en proteína y de RNA del músculo gastrocnemio y un aumento de laproporción RNA/proteína en dicho músculo. Por último, los autores también utilizaronun grupo control, no tratado con clenbuterol, en el que no se observó ninguna de lasvariaciones observadas en el grupo tratado con clenbuterol. Estos resultados muestranque el tratamiento durante 4 días con elevadas dosis de clenbuterol por vía oral seacompañó en ratas de un potente efecto anabólico en el músculo cardíaco y en elmúsculo esquelético y de una disminución significativa del contenido en grasa corporal.Además, el aumento de la masa muscular estuvo asociado con un aumento de laproporción RNA/proteína que se suele interpretar como el reflejo de un aumento de lasíntesis proteica. Esto sugiere que el tratamiento con elevadas dosis de clenbuterol enratas se acompaña de un aumento significativo de la síntesis proteica.Los efectos del tratamiento con clenbuterol en las ratas del estudio de Choo ycol. (1992) comenzaron a ser evidentes al cabo de dos días de haber comenzado elmismo. En el mismo trabajo, los autores estudiaron los efectos del tratamiento con esasdosis elevadas de clenbuterol durante más de 10 días, y encontraron que el efectoanabolizante del clenbuterol se mantuvo elevado durante 10 días pero, posteriormente,el efecto disminuyó ligeramente a pesar de que las ratas continuaron siendo tratadas conlas mismas dosis diarias de clenbuterol. Estos resultados sugieren que los β 2 agonistasproducen su máximo efecto en las ratas durante las dos primeras semanas detratamiento, pero disminuyen su efecto si se continúa dicho tratamiento de modoininterrumpido. Ello se debe a que cuando se administran de modo crónico los fármacosβ 2 agonistas, el número de receptores β 2 agonistas del pulmón y de los tejidosdisminuye y, por lo tanto, el efecto de una dosis determinada es menor (Sly 1984).


Otros autores han estudiado, en ratas y ratones sedentarios, los efectos de laadministración de dosis elevadas de clenbuterol en la masa muscular (Criswell et al1996,Lynch et al 1996). Por ejemplo, Criswell y col. (1996) estudiaron los efectos de laadministración por vía oral de dosis elevadas de clenbuterol (2 mg.Kg -1 de pesocorporal cada 2 días) durante 6 semanas sobre la morfología del músculo soleo. Losresultados muestran que, en comparación a un grupo control que no ingirió clenbuterol,la administración de clenbuterol se acompañó de un aumento del porcentaje de fibras detipo II y del área de la sección transversal de dichas fibras. Parecidos resultados seencontraron en ratones por Lynch y col. (1996). Estos resultados confirman que laadministración de dosis elevadas de clenbuterol tiene un potente efecto anabólico en elmúsculo esquelético de ratas y de ratones sedentarios, especialmente en las fibrasmusculares de tipo II.4.1.2. Efectos en animales entrenados.Ingalls y col. (1996) dividió 46 ratones en 4 grupos: a) un grupo controlsedentario que no tomó clenbuterol, b) un grupo control que se entrenó durante 8semanas, 4 días por semana (3 series de 3 minutos corriendo en tapiz rodante a unavelocidad de 36 a 40 m.min -1 , con una inclinación del tapiz rodante del 10% al 17%,con 30 segundos de recuperación entre series) y que tampoco tomó clenbuterol, c) ungrupo de ratones sedentarios que tomaron dosis elevadas de clenbuterol (1.6 mg.Kg -1 depeso corporal.día -1 ), 4 días por semana, durante 8 semanas, y d) un grupo de ratones quese entrenó y tomó dosis elevadas de clenbuterol. Los resultados muestran que al cabo delas 8 semanas de tratamiento, los dos grupos de ratones que ingirieron grandes dosis declenbuterol mostraron un aumento significativo similar del peso corporal (17% al 46%)y de las proteínas totales y miofibrilares musculares. El aumento observado en el pesocorporal y en el contenido de proteínas musculares fue similar en los dos grupos quetomaron clenbuterol (el grupo sedentario y el grupo entrenado) y fue significativamentesuperior al de los dos grupos control. En el mismo estudio, los autores tambiénestudiaron los efectos en los ratones de las 8 semanas de tratamiento sobre un test deresistencia consistente en correr en tapiz rodante a una intensidad de ejercicio que lesprodujese el agotamiento en cerca de 30 minutos. Los resultados muestran que el grupocontrol (que no tomó clenbuterol) entrenado en resistencia aumentó significativamenteel tiempo de agotamiento, mientras que el grupo que tomó clenbuterol pero que no seentrenó, empeoró significativamente su resistencia con respecto al grupo controlsedentario. Por último, tanto el grupo control sedentario, como el grupo que tomóclenbuterol y se entrenó en resistencia ni mejoraron ni empeoraron los resultados deltest de resistencia. Estos resultados sugieren que la administración de clenbuterol seacompaña de un empeoramiento de la resistencia aeróbica.Torgan y col. (1993) realizaron un estudio similar al de Ingalls y col. (1996),pero utilizando ratas obesas diabéticas que fueron divididas en 4 grupos: a) un grupocontrol sedentario que no tomó clenbuterol, b) un grupo control que se entrenó durante


8 semanas, 4 días por semana (2 horas al día corriendo en tapiz rodante a una velocidadconstante de 18 m.min -1 , con una inclinación del tapiz rodante del 8%,) y que tampocotomó clenbuterol, c) un grupo de ratas sedentarias que tomaron dosis elevadas declenbuterol (0.4-0.8 mg.Kg -1 de peso corporal.día -1 ), 4 días por semana, durante 8semanas, y d) un grupo de ratas que se entrenó y tomó dosis elevadas de clenbuterol.Los autores encontraron que, al igual que ocurría en el estudio de Ingalls y col. (1996),los dos grupos de ratas que tomaron clenbuterol aumentaron significativamente, entreun 20% y un 30%, su peso corporal. Sin embargo, el grupo que no tomó clenbuterol yque se entrenó en resistencia aumentó significativamente la actividad del enzimamuscular citrato sintetasa, mientras que el grupo que tomó clenbuterol pero que no seentrenó, empeoró significativamente la actividad de dicho enzima. Por último, tanto elgrupo control sedentario, como el grupo que tomó clenbuterol y se entrenó enresistencia, ni mejoraron ni empeoraron la actividad del enzima citrato sintetasa. Comola actividad enzimática de la citrato sintetasa se suele considerar como el reflejo de laactividad de la maquinaria enzimática del metabolismo aeróbico, estos resultadosconfirman los obtenidos en ratones por Ingalls y col. (1993) y sugieren que la ingestiónde dosis elevadas de clenbuterol se acompaña de un empeoramiento significativo de laresistencia aeróbica.No se conoce la razón por la cual la ingestión de dosis elevadas de clenbuterol seacompaña de un empeoramiento de la resistencia aeróbica. Ingalls y col. (1996)sugieren que podría deberse a la siguientes razones:1) Una peor difusión del oxígeno desde los capilares sanguíneos de la fibramuscular hasta la célula muscular, debido a la hipertrofia muscular que acompaña a laingestión de clenbuterol.2) La ingestión de clenbuterol disminuye la cantidad de grasa corporal. Estopodría acompañarse de una disminución de las reservas de grasa del interior delmúsculo que podría tener efectos negativos en la resistencia aeróbica porque el músculoentrenado tiene una elevadas reservas de grasa en su interior que las utiliza durante elejercicio y le permiten ahorrar glucógeno.3) Torgan y col. (1993) también encontraron que el tratamiento con clenbuterolse acompaña de una disminución del 42% de la densidad de los receptores β-adrenérgicos del músculo. Se conoce que la activación de dichos receptores estimula elaumento del flujo de sangre en el músculo. Es probable que la disminución de ladensidad de los receptores β-adrenérgicos que se observa tras la ingestión declenbuterol, disminuya el flujo de sangre en el interior del músculo y, por lo tanto, sudisponibilidad en oxígeno. Esta disminución de la disponibilidad en oxígeno de losmúsculos tratados con clenbuterol se debería acompañar de un empeoramiento de laresistencia aeróbica.


El análisis de estos estudios sugiere que, la utilización de dosis elevadas declenbuterol en ratones y ratas se acompaña de un potente efecto anabólico proteico,bastante similar al de los esteroides anabolizantes, aunque su efecto máximo no parecemantenerse más de 10 días a pesar de que se continúe ingiriendo el tratamiento. Sinembargo, el estudio de Ingalls y col. (1996) sugiere que el tratamiento con grandes dosisde clenbuterol tiene un efecto negativo sobre la resistencia aeróbica.Los estudios analizados anteriormente que encontraron un empeoramiento de laresistencia aeróbica tras la ingestión de clenbuterol utilizaron dosis elevadas de estefármaco (0.40 - 1.6 mg.Kg -1 de peso corporal.día -1 ), muy superiores a las recomendadasen los humanos para tratar el asma porque está establecido unánimemente que las dosisterapéuticas de clenbuterol recomendadas para el tratamiento del asma en humanos sonde 0.06 mg.Kg -1 peso corporal.día -1 (Prather et al 1998). No se sabe, en lo que nosotrosconocemos, cuales son los efectos que tiene sobre la resistencia aeróbica la ingestión dedosis cercanas a las dosis recfomendadas para tratar el asma. Al igual que ocurríacuando se trataba el apartado de los efectos de la utilización de esteroides anabolizantesen la resistencia, se podría pensar que, teóricamente, la utilización de pequeñas dosis declenbuterol podría mejorar la resistencia aeróbica por varias razones: 1) favoreciendo yacelerando la síntesis de proteínas musculares, y 2) aumentando la capacidad derecuperación entre dos sesiones de entrenamiento muy intensas. Sin embargo, estashipótesis están sin demostrar experimentalmente.4.1.3. Efectos en los humanos.El único trabajo que, en lo que nosotros conocemos, ha estudiado el efecto de laingestión de clenbuterol en la aptitud física es el realizado por Maltin y col. (1993) enpacientes operados de la rodilla. En una experiencia realizada en doble ciego con 20pacientes operados de la rodilla, estos autores encontraron que la administración de 20µg de clenbuterol, dos veces al día, durante 4 semanas, se acompañó de un mayoraumento significativo de la fuerza de los músculos extensores de la rodilla, que elaumento observado en el grupo placebo que no tomó clenbuterol. Estos resultadossugieren que la ingestión de clenbuterol se acompaña de un aumento de la fuerzamuscular de los pacientes operados de la rodilla, superior al que se observa en lossujetos que no toman clenbuterol. Sin embargo, no se conoce hasta qué punto se puedenaplicar estos resultados al deportista de alto nivel.4.2. Efectos de la administración de salbutamol.4.2.1. Efectos en animales sedentarios.


Cuando se trataban los efectos de la administración de clenbuterol sobre losanimales sedentarios, se analizaba el trabajo de Choo y col. (1992) que estudiaron quela administración a ratas machos de 4 mg.Kg -1 de dieta de clenbuterol, durante 4 días,por vía oral, se acompañó de un aumento medio significativo del peso corporal (29%),de la masa muscular del músculo gastrocnemio (14%), de la masa del corazón (12%) yde una disminución significativa de la masa grasa del epidídimo (17%). En el mismoestudio, los autores administraron a otras ratas machos dosis equimolares de salbutamol(7.4 mg.Kg -1 de dieta oral), durante 4 días, pero no encontraron efectos de laadministración de dicho fármaco sobre el peso corporal, ni sobre la masa muscular nisobre la síntesis proteica. Estos resultados sugerían que la administración de salbutamolno se acompañaba de ninguno de los potentes efectos anabólicos proteicos que seobservaban cuando se administraban dosis equimolares de clenbuterol.Los mismos autores suministraron en otro experimento dosis todavía mayores desalbutamol (52 mg.Kg -1 de dieta oral), por vía oral, durante 5 días, a las ratas machos.Los resultados mostraron que esas grandes dosis de salbutamol tampoco producíanefecto anabólico proteico alguno en el peso corporal ni en el peso de los músculos dedichas ratas. Estos resultados parecían confirmar que el salbutamol no tenía los efectosanabólicos del clenbuterol, ni siquiera a dosis muy elevadas.Sin embargo, los mismos autores realizaron en el mismo estudio (Choo et al1992), un último experimento que consistió en suministrar a las ratas machos lasmismas dosis elevadas de salbutamol citadas anteriormente (52 mg.Kg -1 de dieta oral),pero utilizando la vía de la infusión continua de salbutamol, en vez de la vía oral. Losresultados mostraron que cuando el salbutamol se administraba mediante infusióncontinua, se observaba un aumento significativo de la masa corporal, de la masamuscular, y de la síntesis proteica, de la misma magnitud que la observada cuando sesuministraba clenbuterol por vía oral. Estos resultados demostraban que el salbutamoltambién tenía un potente efecto anabólico proteico siempre que se administrase porinfusión continua. La razón por la cual el salbutamol no tiene efectos sobre elanabolismo proteico aunque se ingiera oralmente en grandes dosis es porque su accióndura muy poco tiempo. Por dicho motivo, los efectos anabólicos solamente semanifiestan cuando se administra continuamente.4.2.2. Efectos, en humanos, de la inhalación de dosis terapéuticas desalbutamol sobre el ejercicio que provoca el agotamiento entre 30segundos y 20 minutos.El trabajo de Heir y Stemshaug (1995) es, probablemente, el trabajo máscompleto que ha estudiado en deportistas no asmáticos, los efectos de la inhalación desalbutamol en dosis terapéuticas, en la <strong>marca</strong> deportiva y en la evolución de las


variables cardiorrespiratorias durante el ejercicio predominantemente aeróbico. Losautores hicieron realizar a 17 deportistas muy entrenados en resistencia (VO 2maxcorriendo superior a 70 ml.Kg -1 .min -1 ) un ejercicio corriendo en tapiz rodante hasta elagotamiento (intensidad del 110% de VO 2max con una inclinación del tapiz rodante del6%), en dos situaciones experimentales: a) 27 minutos después de inhalar 0.05 mg.Kg -1de peso de salbutamol, y b) 27 minutos después de inhalar un placebo. Antes deempezar el ejercicio, durante el mismo y en los primeros minutos de recuperación, serealizaron pruebas de función pulmonar. Además, se estudió la evolución de lafrecuencia cardiaca y del consumo de oxígeno durante los primeros 4 minutos delejercicio.Los resultados mostraron que la inhalación de salbutamol no se acompañó deuna mejora significativa del valor del consumo máximo de oxígeno ni de la frecuenciacardíaca máxima. Además, el tiempo de agotamiento medio del grupo que inhalósalbutamol (6’01”) fue inferior, en el límite de la significación estadística (p=0.06), aldel grupo que inhaló el placebo (7’19’’).La figura 3.11 muestra la evolución media de la frecuencia cardiaca y delconsumo de oxígeno de todos los sujetos del mismo trabajo de Heir y Stemshaug(1995), durante los 4 primeros minutos del ejercicio, en las dos condicionesexperimentales (inhalando salbutamol o inhalando placebo).Figura 3.11. Evolución media de la frecuencia cardiaca (Heartt rate) y del consumo de oxígeno(Oxygen uptake) en 17 deportistas muy entrenados en resistencia, durante los 4 primeros minutosde la carrera en tapiz rodante a una intensidad del 110% del consumo máximo de oxígeno, despuésde inhalar salbutamol (cuadrados negros), o después de inhalar placebo (cuadrados blancos) (Heirand Stemshaug 1995).Se observa que cuando los sujetos inhalaron salbutamol (cuadrados negros), elconsumo de oxígeno durante los 4 primeros minutos de ejercicio fue significativamente


inferior, y la frecuencia cardíaca fue significativamente superior que cuando los sujetosinhalaron el placebo (cuadrados blancos).El aumento significativo de la frecuencia cardiaca que se observó durante los 4primeros minutos del ejercicio (figura 3.11) se interpretó por parte de los autores comouna consecuencia del efecto del salbutamol sobre los receptores β 1 agonistas porqueaunque el salbutamol tiene efectos predominantes sobre los receptores β 2 , también sesabe que tienen un ligero efecto sobre los receptores β 1 , que estimula la contraccióncardiaca. Sin embargo, este efecto sobre la frecuencia cardiaca del salbutamol es muchomenor que el producido por los fármacos predominantemente β 1 agonistas, y se creeque no influye en la <strong>marca</strong> deportiva (Heir and Stemshaug 1995).La disminución significativa del consumo de oxígeno que se observó durante los4 primeros minutos del ejercicio (figura 3.11) es de difícil interpretación siconsideramos el hecho de que la <strong>marca</strong> deportiva empeoró tras inhalar salbutamol (Heirand Stemshaug 1995). Una probable explicación de esta disminución significativa delconsumo de oxígeno podría estar relacionada con el costo energético de los músculosrespiratorios durante el ejercicio. Se cree que los músculos respiratorios utilizan un 10%del oxígeno total consumido durante el ejercicio en el sujeto normal no asmático que noha inhalado previamente un fármaco β 2 agonista (Heir and Stemshaug 1995). Esprobable que la broncodilatación que acompaña a la inhalación de dichos fármacos,reduzca la resistencia del paso de aire por las vías respiratorias y, por lo tanto, requieraun menor gasto de energía a los músculos respiratorios mientras se realiza un esfuerzofísico. En ese caso, ese menor gasto energético de los músculos respiratorios sereflejaría por una leve pero significativa disminución del consumo total de oxígenoutilizado durante el ejercicio cuando se ha inhalado previamente salbutamol, como seobserva en la figura 3.11. La disminución del consumo total de oxígeno, aunquesignificativa, tiene que ser leve porque, como se ha señalado anteriormente, losmúsculos respiratorios utilizan solamente cerca del 10% del total de oxígeno utilizadopor el organismo durante el ejercicio. Sin embargo, si esta explicación fuese cierta (elgasto de energía durante el ejercicio posterior a la inhalación de salbutamol es inferioral que se gasta cuando se inhala un placebo), la inhalación de salbutamol deberíaacompañarse de una mejora de la <strong>marca</strong> deportiva porque la eficiencia energética esmayor que cuando se inhala un placebo. La realidad es que, por el contrario, el tiempode resistencia hasta el agotamiento durante el test de intensidad supramáxima realizadodespués de la inhalación de salbutamol fue inferior al tiempo de agotamiento trasinhalar el placebo. De ahí que sea difícil compaginar los resultados del test deresistencia con los de la evolución del consumo de oxígeno durante los primerosminutos del ejercicio.Por último, la figura 3.12 muestra los valores del volumen expiratorio máximopor segundo (FEV1) de los sujetos del estudio de Heir y Stemshaug (1995), antes deinhalar el salbutamol o el placebo, unos minutos después de la inhalación, en reposo, ydurante los primeros minutos de recuperación del ejercicio.


5,65,5*SalbutamolPlacebop


por sí mismo aumenta el valor de FEV1 sin necesidad de inhalar salbutamol, mientrasque en el ejercicio realizado tras inhalar salbutamol, el valor de FEV1 no aumenta porencima del aumento observado antes de comenzar el ejercicio, unos minutos después derealizarse la inhalación de salbutamol. La incapacidad que tiene el salbutamol paraaumentar los valores de FEV1 durante el ejercicio por encima de los valores de FEV1que se observan durante el ejercicio en el sujeto que no inhala dicho fármaco podríaexplicar la razón por la cual el salbutamol en dosis terapéuticas no se acompaña de unamejora de la <strong>marca</strong>: porque durante el ejercicio físico no es capaz de producir unabroncodilatación mayor que la producida por sí mismo por el ejercicio (Heir andStemshaug 1995).El conjunto de los resultados del trabajo de Heir y Stemshaug (1995) sugiere queen los deportistas no asmáticos muy entrenados en resistencia, la inhalación de unadosis terapéutica de salbutamol unos minutos antes de realizar un ejercicio que provocael agotamiento entre 4 y 10 minutos, se acompaña de un empeoramiento de la <strong>marca</strong>deportiva a pesar de que se observa una activación de la actividad cardiaca y unaprobable mejora de la eficiencia energética de los músculos respiratorios.Existen otros trabajos que también han estudiado en deportistas no asmáticosmuy entrenados en resistencia, los efectos de la inhalación de dosis terapéuticas desalbutamol, durante 1 a 7 días de tratamiento, en la <strong>marca</strong> deportiva durante losejercicios que provocan el agotamiento entre 30 segundos a varios minutos (McKenzieet al 1983,Meeuwisse et al 1992). Los resultados son muy parecidos a los encontradosen el trabajo de Heir y Stemshaug (1995) y confirman que la inhalación de salbutamolno se acompaña de una mejora de la <strong>marca</strong> deportiva durante este tipo de ejercicio. Unaexplicación probable de la ausencia de mejora de la resistencia aeróbica o, incluso, desu empeoramiento es que la inhalación de dosis terapéuticas de salbutamol no seacompaña de un aumento adicional de la broncodilatación por encima del aumento quese observa durante el ejercicio en los sujetos que no inhalan dicho fármaco.Algunos autores han estudiado en sedentarios no asmáticos los efectos de laingestión de salbutamol sobre el tiempo de agotamiento durante los ejercicios queprovocan el agotamiento en pocos minutos (Bedi et al 1988,Carlsen et al 1997). Losresultados de uno de ellos es muy similar a los encontrados en los deportistas, porque seobservó un empeoramiento significativo del tiempo de agotamiento en un ejercicio deuna duración cercana a 4 minutos tras la inhalación de salbutamol (Carlsen et al 1997).El único estudio que presenta resultados discordantes es el de Bedi y col. (1988) porqueencontraron, en 15 sujetos sedentarios o poco deportistas, que la inhalación de una dosisterapéutica de salbutamol se acompañó de una mejora significativa del tiempo deagotamiento durante un ejercicio de intensidad máxima (cercana al 100% de VO 2max ), apesar de que no se observó efecto alguno del tratamiento en los valores de consumomáximo de oxígeno. Sin embargo, algunos autores señalan que este trabajo presentóalgunos problemas metodológicos importantes (sujetos muy heterogéneos en condición


física, dos sujetos presentaron unas mejoras excesivamente espectaculares, etc.), quehacen dudar de sus resultados (Bedi et al 1988).Conocemos un trabajo que ha estudiado en sedentarios asmáticos, los efectos dela inhalación de dosis terapéuticas de salbutamol sobre el tiempo de agotamientodurante los ejercicios que provocan el agotamiento en pocos minutos (cerca de 15minutos). Schmidt y col. (1988), en 8 sujetos sedentarios asmáticos que realizaron untest corriendo en tapiz rodante, de intensidad progresivamente creciente hasta elagotamiento, encontraron que la inhalación de 300 µg de salbutamol no mejoraba ni losvalores del consumo máximo de oxígeno ni del tiempo de agotamiento, aunque sí alivióde modo importante la crisis de asma inducida por el ejercicio. Sin embargo, sedeberían realizar otros estudios con sujetos asmáticos para confirmar estos resultados.4.2.3. Efectos, en humanos, de la inhalación de dosis terapéuticas desalbutamol sobre el ejercicio que provoca el agotamiento en menos de 15segundos.Signorile y col. (1992) estudiaron en sujetos sedentarios o poco deportistas, losefectos de la inhalación de una dosis terapéutica (180 µg) de salbutamol o de placebo enel pico máximo de potencia de una pedalada, durante un ejercicio en bicicleta queconsistió en realizar 4 series de 15 segundos de ejercicio realizado a la máximaintensidad posible, intercaladas por pausas de recuperación de 10 minutos entre cadaserie. Los resultados indican que la inhalación de salbutamol se acompañó, con respectoa la inhalación de placebo, de un aumento significativo del pico máximo de potenciadesarrollado en una pedalada. Los autores señalaron que este aumento de la potenciadesarrollada en una pedalada podría deberse al efecto que tiene este fármaco sobre lacapacidad contráctil del músculo. Sin embargo, la metodología utilizada en este estudiotambién ha sido criticada. Meeuwisse y col. (1992) cuestionaron los resultados delestudio de Signorile y col. (1992) porque señalaron que la medida del pico de potenciadesarrollado en una pedalada presenta una variabilidad muy elevada y, además, no esuna medida muy representativa de la <strong>marca</strong> deportiva.4.2.4. Efectos, en humanos, de la administración por vía oral desalbutamol, en liberación prolongada, sobre la aptitud física.Martineau y col. (1992) estudiaron, en 12 sujetos sedentarios no asmáticos, losefectos de la administración por vía oral de 8 mg de salbutamol de liberaciónprolongada o de placebo, dos veces al día, durante 3 semanas, en la fuerza isométricamáxima de los músculos extensores y flexores de la rodilla. La administración desalbutamol de liberación prolongada por vía oral, permite liberar unos 0.8 mg por horade salbutamol a la sangre y, por lo tanto, mantener concentraciones sanguíneas elevadas


de salbutamol durante casi todo el día. Los resultados muestran que la administración desalbutamol de liberación prolongada se acompañó de un aumento significativo de lafuerza isométrica máxima de los músculos extensores (13%) y flexores (18%) de larodilla. Los efectos sobre la fuerza se manifestaron ya en la primera semana detratamiento y se mantuvieron durante las dos semanas siguientes de dicho tratamiento.Este es el primer estudio que muestra que la administración de un preparado desalbutamol que se libere de modo continuo durante todo el día se acompaña de unaumento significativo de la fuerza isométrica máxima de los músculos flexores yextensores de la rodilla. Además, este trabajo confirmaba los resultados del trabajo deChoo y col. (Choo et al 1992), realizado en ratas y analizado anteriormente, quemostraron que el salbutamol también tenía un potente efecto anabólico proteico siempreque se administrase por infusión continua (liberación prolongada).No existen, en lo que nosotros conocemos, trabajos que hayan estudiado losefectos de la administración oral de salbutamol de liberación prolongada sobre la fuerzamuscular o sobre la resistencia aeróbica en deportistas muy entrenados. Se deberíanrealizar otros trabajos sobre este tema si se quieren conocer los efectos que tiene, endeportistas de elite, la administración de salbutamol de liberación prolongada sobre la<strong>marca</strong> deportiva en disciplinas de resistencia y de fuerza.4.3. Efectos de la administración de otros β 2 agonistas.Algunos trabajos han estudiado los efectos de la inhalación de dosis terapéuticasde terbutalina o de salmeterol sobre el consumo máximo de oxígeno y el tiempo deagotamiento durante ejercicios que provocan el agotamiento en unos 10 a 20 minutos(Carlsen et al 1997,Larsson et al 1997). Los resultados de dichos estudios son muysimilares a los encontrados en los trabajos que estudiaron los efectos de la inhalación dedosis terapéuticas de salbutamol. Por dicho motivo, los autores recomiendan que lasautoridades deportivas sigan permitiendo su uso, en dosis terapéuticas y por inhalación.4.4. Conclusión. Efectos sobre la <strong>marca</strong> deportiva.En conclusión, el análisis de los trabajos que han estudiado en animales y enhumanos los efectos de la administración de fármacos β 2 agonistas en la aptitud físicasugieren que la inhalación de salbutamol, terbutalina o salmeterol en dosis terapéuticasno se acompaña de efectos positivos sobre la <strong>marca</strong> deportiva. Por dicho motivo, yporque es un tratamiento necesario para los sujetos diagnosticados de asma, los autoresrecomiendan que se siga permitiendo el uso del estos tres fármacos, por inhalación y en


dosis terapéuticas (Meeuwisse et al 1992). Sin embargo, como la utilización de grandesdosis de salbutamol por vía oral o en liberación prolongada y la utilización declenbuterol se acompañan probablemente de una mejora del anabolismo proteico, deuna mejora de la <strong>marca</strong> deportiva y de efectos adversos para la <strong>salud</strong> si se ingieren engrandes dosis, se recomienda que se siga prohibiendo el salbutamol, la terbutalina o elsalmeterol por otra vía que no sea la inhalación en dosis terapéuticas y que se sigaprohibiendo el clenbuterol en cualquier dosis y vía de administración.5. Efectos de la utilización de fármacos β 2 agonistas sobre la<strong>salud</strong>.Cuando se estudian los efectos de la utilización de β 2 agonistas sobre la <strong>salud</strong>, sesuele distinguir entre los efectos producidos por la utilización de dosis pequeñasterapéuticas y la utilización de grandes dosis.5.1. Utilización de dosis terapéuticas.En general, se considera que la administración de fármacos β 2 agonistas en dosispequeñas, como las que se recomiendan para tratar las crisis de asma, tienen unosefectos secundarios muy limitados (Signorile et al 1992). Los efectos secundarios quese suelen manifestar en aproximadamente un 10% de los utilizadores de dosisterapéuticas de fármacos β 2 agonistas son: ligeros temblores musculares, leve aumentode la frecuencia cardiaca, leve vasodilatación periférica y ligero aumento de la tensiónarterial (Prather et al 1998,Signorile et al 1992) (Rogol 1989). Como estos efectos sonligeros, no son constantes sino que se producen episódicamente en los sujetos que lospadecen, y solamente se suelen manifestar en un 10 por ciento de los sujetos que losutilizan en esas dosis, se considera que los efectos secundarios de la utilización de dosisterapéuticas de fármacos β 2 agonistas son tolerables y quedan ampliamentecompensados por los efectos benéficos que tienen para aliviar y prevenir las crisis deasma. Por dicho motivo, las autoridades deportivas permiten la utilización de fármacosβ 2 agonistas en inhalación y en dosis terapéuticas, en sujetos diagnosticados de asma.5.2. Utilización de grandes dosis.Se considera unánimemente que todos los fármacos β 2 agonistas aumentan losefectos secundarios y son peligrosos para la <strong>salud</strong> cuando se ingieren en grandes dosis(Delbeke et al 1998,Signorile et al 1992). Se suele distinguir esquemáticamente entre


los efectos agudos de la ingestión de grandes dosis de fármacos β 2 agonistas y losefectos crónicos.En general, se ha observado que cuando se ingieren dosis elevadas de fármacosβ 2 agonistas los efectos secundarios agudos suelen ser parecidos a los observadoscuando se utilizan dosis pequeñas, pero son mucho más intensos, mucho más frecuentesy suelen afectar a un mayor porcentaje de la población que los ingiere (Signorile et al1992). Además, la intensidad de los efectos secundarios suele ser dependiente de ladosis y dichos efectos también se producen cuando se ingieren en la alimentaciónhígados de animales que han sido tratados en vida con grandes dosis de clenbuterol(Friedl 1992,Meeuwisse et al 1992,Prather et al 1998). Por ejemplo, cuando se ingierenfármacos β 2 agonistas en grandes dosis, se suele observar insomnio, dolores intensos decabeza, temblores musculares más frecuentes e intensos, dolores anginosos, grandisminución de la resistencia vascular, mayor aumento de la frecuencia cardiaca, ymayor aumento de la tensión arterial de reposo que cuando se utilizan dosis pequeñas(Editorial 1998,Meeuwisse et al 1992,Prather et al 1998,Signorile et al 1992). Por dichomotivo, las autoridades sanitarias no recomiendan su uso en grandes dosis o, incluso, noaprueban su uso ni en pequeñas dosis, como ocurre con el clenbuterol en EstadosUnidos (Prather et al 1998).Nadie sabe en la actualidad cuáles son los problemas de <strong>salud</strong> que tendrán en unfuturo los deportistas que utilizan dosis muy elevadas de fármacos β 2 agonistas. Sinembargo, aunque no se puede afirmar con rotundidad, algunos indicios sugieren que lautilización de fármacos β 2 agonistas en grandes dosis puede tener efectos negativos parala <strong>salud</strong> (Friedl 1992). Estos indicios son los siguientes:1) El hecho de que la intensidad de los efectos secundarios agudos seadependientes de la dosis, e incluya la aparición de dolores anginosos, taquicardias yaumento exagerado de la tensión arterial, permite sospechar que la utilización defármacos β 2 agonistas en grandes dosis durante muchos años podría acompañarse de unriesgo elevado de desarrollar enfermedades cardiovasculares a medio o largo plazo.2) Estudios en animales han mostrado que la ingestión de grandes dosis defármacos β 2 agonistas se acompaña de una hipertrofia del corazón (Choo et al 1992) yde la aparición de focos de necrosis cardiaca (Prather et al 1998). No se sabe si estasmodificaciones se producen también en los humanos, pero si así ocurriera, podríacontribuir a favorecer el desarrollo de enfermedades cardiacas o de muerte súbita en losutilizadores de grandes dosis de fármacos β 2 agonistas.3) Algunos autores señalan que podría existir una relación entre la utilización degrandes dosis de fármacos β 2 agonistas y el desarrollo de muertes súbitas, aunque esto


no se puede demostrar porque los casos son anecdóticos. Por ejemplo, Friedl (1992)señala que algunos autores han referido que algunos enfermos asmáticos han muertodebido al uso prolongado de fármacos β 2 agonistas. Sin embargo, no se puede demostrarsi esas muertes se deben a la utilización de los fármacos β 2 agonistas “per se”, o alhecho de que los enfermos asmáticos más graves, que son los que utilizan mayoresdosis de fármacos β 2 agonistas, son los que se mueren antes. De igual modo, Prather ycol. (1998) señalan que existe información sobre la muerte súbita de dos jóvenesfisioculturistas de la Federación Europea de Fisioculturismo que habían ingerido dosiselevadas de clenbuterol. Sin embargo, no se puede demostrar que exista una relacióncausal entre la muerte súbita de los dos fisioculturistas y la ingestión de dosis elevadasde fármacos β 2 agonistas, especialmente si se tiene en cuenta que, como se analizó en elcapítulo dedicado a los esteroides anabolizantes, esta población acostumbra a utilizarmúltiples combinaciones de fármacos, en grandes dosis y durante muchos años.En conclusión, se considera que la administración de fármacos β 2 agonistas endosis pequeñas, como las que se recomiendan para tratar las crisis de asma, tienen unosefectos secundarios muy limitados. Por dicho motivo, las autoridades deportivaspermiten la utilización de fármacos β 2 agonistas en inhalación y en dosis terapéuticas,en sujetos diagnosticados de asma. Sin embargo, la ingestión de dosis elevadas defármacos β 2 agonistas se acompaña de efectos agudos mucho más frecuentes e intensosque son dependientes de la dosis ingerida. Estos efectos, junto a la sospecha nodemostrada hasta la fecha de que dicha ingestión pueda favorecer el desarrollo deenfermedades cardíacas o, incluso, de muerte súbita hacen que las autoridades sanitariasno recomiendan su uso en grandes dosis o, incluso, no aprueban su uso ni en pequeñasdosis, como ocurre con el clenbuterol en Estados Unidos. Por dicho motivo, lasautoridades deportivas prohiben la utilización de estos fármacos con la excepción deque permiten la inhalación de dosis terapéuticas de salbutamol, terbutalina o desalmeterol a los sujetos diagnosticados de asma.6. Síntesis de ideas fundamentales.- El tratamiento del asma bronquial se basa en la administración de fármacos queproduzcan una dilatación de los bronquios (broncodilatadores) y que disminuyan suinflamación (antiinflamatorios). Está unánimemente aceptado que los fármacosbroncodilatadores más adecuados para tratar el asma bronquial son los β 2 agonistas y,especialmente, el salbutamol inhalado. Además, los fármacos β 2 agonistas son efectivosporque provocan la broncodilatación durante las crisis de asma, y también porqueprevienen las crisis de asma inducida por el ejercicio si se administran antes decomenzar el ejercicio.- El número de deportistas que utilizan los fármacos β 2 agonistas es muysuperior al número de deportistas asmáticos. Se cree que ello se debe a dos motivos: 1)


porque creen que se acompaña de efectos similares a los de los esteroides anabolizantes(aumento de la masa muscular y de la fuerza), y 2) porque creen que la broncodilataciónse acompaña de una circulación más fácil del aire en los pulmones que provoca que losmúsculos respiratorios gasten menos energía durante el ejercicio.- Los sujetos que están diagnosticados de asma y de asma inducida por elejercicio necesitan inhalar los fármacos β 2 agonistas para prevenir y tratar suenfermedad y porque si no lo hicieran, los deportistas que la sufren estarían en claradesventaja con respecto a los competidores que están sanos e, incluso, algunos nopodrían participar en deportes de competición.- Las autoridades deportivas consideran que deben prohibir la utilización de β 2agonistas en los sujetos que no están diagnosticados de asma porque su utilizaciónabusiva puede producir efectos negativos en la <strong>salud</strong> que son dependientes de la dosisutilizada . Por lo tanto, las autoridades deportivas tienen que buscar el difícil equilibrioque permita a los deportistas asmáticos tratar correctamente su enfermedad para quepuedan competir en igualdad de condiciones, pero también quieren evitar que losdeportistas utilicen dosis abusivas de estos fármacos. Para intentar responder a estedilema, las autoridades deportivas permiten utilizar los fármacos β 2 agonistas,salbutamol, terbutalina y salmeterol, siempre que se utilicen en dosis terapéuticas y enaerosol (inhalación), y siempre que su utilización se deba a prescripción facultativadebidamente justificada. Sin embargo, dichas autoridades prohiben la utilización desalbutamol terbutalina o salmeterol en dosis no terapéuticas, o por otras vías deadministración diferentes de la inhalación, así como la utilización del resto de fármacosβ 2 agonistas en cualquier dosis o vía de administración.- Los deportistas que utilizan el clenbuterol lo hacen porque consideran quetiene efectos anabolizantes y porque reduce la cantidad de grasa del cuerpo. En general,los deportistas que comienzan a utilizar el clenbuterol se lo administran por vía oral aunas dosis dos veces superiores a las dosis recomendadas para los asmáticos. Otrosdeportistas prefieren un protocolo más sofisticado porque utilizan el clenbuterolalternando ciclos de 3 semanas de tratamiento (tomando dos días y descansando otrosdos) y 3 semanas de descanso. Según ellos, con esto se evita que los efectos delclenbuterol disminuyan rápidamente al cabo de dos semanas cuando el tratamiento secronifica.- El tratamiento durante 4 días con elevadas dosis de clenbuterol por vía oral seacompaña en ratas de un potente efecto anabólico en el músculo cardíaco y en elmúsculo esquelético y de una disminución significativa del contenido en grasa corporal.El aumento de la masa muscular se produce especialmente en las fibras de tipo II y estáasociado con un aumento de la síntesis proteica.


- los β 2 agonistas producen su máximo efecto en las ratas durante las dosprimeras semanas de tratamiento, pero disminuyen su efecto si se continúa dichotratamiento de modo ininterrumpido. Ello se debe a que cuando se administran de modocrónico los fármacos β 2 agonistas, el número de receptores β 2 agonistas del pulmón y delos tejidos disminuye y, por lo tanto, el efecto de una dosis determinada es menor.- La ingestión de dosis farmacológicas de clenbuterol en ratas y ratones seacompaña de un empeoramiento significativo de la resistencia aeróbica, porqueempeora el tiempo de agotamiento durante un ejercicio de larga duración y porquedisminuye la concentración del enzima muscular citrato sintetasa. No se sabe cuales sonlos efectos que tiene sobre la resistencia aeróbica la ingestión de dosis cercanas a lasdosis terapéuticas.- La administración de salbutamol también tiene un potente efecto anabólicoproteico siempre que se administrase por infusión continua. La razón por la cual elsalbutamol no tiene efectos sobre el anabolismo proteico aunque se ingiera oralmente engrandes dosis es porque su acción dura muy poco tiempo. Por dicho motivo, los efectosanabólicos solamente se manifiestan cuando se administra por infusión continua o porliberación prolongada.- En los deportistas no asmáticos muy entrenados en resistencia, la inhalación deuna dosis terapéutica de salbutamol, terbutalina o salmeterol unos minutos antes derealizar un ejercicio que provoca el agotamiento entre 4 y 10 minutos, se acompaña deuna ausencia de mejora o, incluso, de un empeoramiento de la resistencia aeróbica apesar de que se observa una activación de la actividad cardíaca y una probable mejorade la eficiencia energética de los músculos respiratorios. Una explicación probable de laausencia de mejora de la resistencia aeróbica o, incluso, de su empeoramiento es que lainhalación de dosis terapéuticas de salbutamol no se acompaña de un aumento adicionalde la broncodilatación por encima del aumento que se observa durante el ejercicio enlos sujetos que no inhalan dicho fármaco.- Existe un estudio que ha encontrado que, en humanos sedentarios noasmáticos, la administración de un preparado de salbutamol liberado de modo continuodurante todo el día se acompaña de un aumento significativo de la fuerza isométricamáxima de los músculos flexores y extensores de la rodilla. Sin embargo, será necesarioque se realicen otros estudios en sedentarios y en deportistas de elite para poderconfirmar los resultados de este trabajo.- Se considera que los efectos secundarios de la utilización de dosis terapéuticasde fármacos β 2 agonistas son tolerables y quedan ampliamente compensados por losefectos benéficos que tienen para aliviar y prevenir las crisis de asma. Por dicho motivo,


las autoridades deportivas permiten la utilización de fármacos β 2 agonistas eninhalación y en dosis terapéuticas, en sujetos diagnosticados de asma.- La ingestión de dosis elevadas de fármacos β 2 agonistas se acompaña deefectos agudos mucho más frecuentes e intensos que la ingestión de dosis terapéuticasque son dependientes de la dosis ingerida. Estos efectos, junto a la sospecha nodemostrada hasta la fecha de que dicha ingestión pueda favorecer el desarrollo deenfermedades cardíacas o, incluso, de muerte súbita hacen que las autoridades sanitariasno recomiendan su uso en grandes dosis o, incluso, no aprueban su uso ni en pequeñasdosis, como ocurre con el clenbuterol en Estados Unidos. Por dicho motivo, lasautoridades deportivas prohiben la utilización de estos fármacos con la excepción deque permiten la inhalación de dosis terapéuticas de salbutamol, terbutalina o desalmeterol a los sujetos diagnosticados de asma.AUTOEVALUACIÓN3.1. ¿Por qué se permite utilizar β 2 agonistas a los deportistas aquejados de asma?3.2. ¿Qué efectos tiene la inhalación de una dosis terapéutica de salbutamol, terbutalinao salmeterol unos minutos antes de realizar un ejercicio que provoca el agotamientoentre 4 y 10 minutos en deportistas no asmáticos muy entrenados en resistencia?3.3. ¿Qué efectos negativos para la <strong>salud</strong> tiene la ingestión de dosis elevadas defármacos β 2 agonistas?RESPUESTAS AUTOEVALUACIÓN3.1. Los sujetos que están diagnosticados de asma y de asma inducida por el ejercicionecesitan inhalar los fármacos β 2 agonistas para prevenir y tratar su enfermedad yporque si no lo hicieran, los deportistas que la sufren estarían en clara desventaja conrespecto a los competidores que están sanos e, incluso, algunos no podrían participar endeportes de competición.3.2. Se acompaña de una ausencia de mejora o, incluso, de un empeoramiento de laresistencia aeróbica a pesar de que se observa una activación de la actividad cardiaca yuna probable mejora de la eficiencia energética de los músculos respiratorios. Unaexplicación probable de la ausencia de mejora de la resistencia aeróbica o, incluso, desu empeoramiento es que la inhalación de dosis terapéuticas de salbutamol no seacompaña de un aumento adicional de la broncodilatación por encima del aumento quese observa durante el ejercicio en los sujetos que no inhalan dicho fármaco.3.3. La ingestión de dosis elevadas de fármacos β 2 agonistas se acompaña de efectosagudos mucho más frecuentes e intensos que la ingestión de dosis terapéuticas que sondependientes de la dosis ingerida. Estos efectos, junto a la sospecha no demostradahasta la fecha de que dicha ingestión pueda favorecer el desarrollo de enfermedadescardíacas o, incluso, de muerte súbita hacen que las autoridades sanitarias norecomiendan su uso en grandes dosis o, incluso, no aprueban su uso ni en pequeñas


dosis, como ocurre con el clenbuterol en Estados Unidos. Por dicho motivo, lasautoridades deportivas prohiben la utilización de estos fármacos con la excepción deque permiten la inhalación de dosis terapéuticas de salbutamol, terbutalina o desalmeterol a los sujetos diagnosticados de asma.Bibliografía anexaMogol AD (1989), Hormonal ergogenic aids, J.Sports Rehab. 2: 128-140, 1989Bibliografía generalBeck KC, Offord KP, Scanlon PD (1994), Bronchoconstriction occurring during exercise in asthmaticsubjects, Am.J.Respir.Crit.Care Med. 149: 352-357Bedi JF, Gong H, Horvath SM (1988), Enhancement of exercise performance with inhaled albuterol,Can.J.Spt.Sci. 13: 144-148Broadley KJ, Spencer PSJ (1993), Muscling in on salbutamol, Lancet 341: 313Carlsen KH, Ingjer F, Kirkegaard H, Thyness B (1997), The effect of inhaled salbutamol and salmeterolon lung function and endurance performance in healthy well-trained athletes, Scand.J.Med.Sci.Sports 7:160-165Choo JJ, Horan MA, Little RA, Rothwell NJ (1992), Anabolic effects of clenbuterol on skeletal muscleare mediated by B2-adrenoceptor activation, Am.J.Physiol. 263: E50-E56Criswell DS, Powers SK, Herb RA (1996), Clenbuterol-induced fiber type transition in the soleus ofadult rats, Eur.J.Appl.Physiol.Occup.Physiol. 74: 391-396


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