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¡A bailar se ha dicho!POR Leoncio Barrios@LeonciobarriosILUSTRACIÓN FRANKLIN ALVIáREZEsta propuesta consiste en hacerle no una fiesta anual, sino unasemanal a la gente de Caracas. La idea tiene que ver con recreacióny convivencia. Es un aporte para hacer más humana, más alegre a lagente de la ciudad. Lo que se quiere es que los espacios públicos, lasplazas, particularmente, sean no solo para hablar y ver sino para bailaruna vez a la semana.El antecedente de esta idea está en las retretas que se daban en lasplazas hace muchos años. Los domingos en la tarde, o alguna noche,la gente acudía a la plaza a escuchar música y, a veces, la más atrevidabailaba al sonar algún pasodoble o merenguito. Pero ir a la retreta eramás que ir a oír música, era encontrarse con los otros, convivir. Ahoraqueremos que vaya a eso y a un poco más: a bailar.Referencias de esta propuesta existen en ciudades de México, donde lasalcaldías o vecinos organizados promueven encuentros comunitarios, através del baile —particularmente de danzón, interpretado por orquestasdanzoneras—, en las plazas. Que el baile sea en un espacio públicolo diferencia de los que se dan en los salones de baile de esas ciudades.La idea, entonces, es invitar a gente de todas las edades para que vengaa bailar a la plaza. Tipo matiné o vespertina bailable. Lo intergeneracionalen el espacio público es fundamental para darle un nuevo carácter afiestas asociadas a minitecas solo para jóvenes y, paradójicamente, para laviolencia. Vamos a reivindicar la fiesta comunitaria.Para el éxito de esta experiencia serequiere de: 1) Música en vivo, lo quele dará trabajo y promoverá los nuevostalentos de música popular en el país,a diferencia de las minitecas. Aunque,por supuesto, la música en vivo sealternará con la grabada. 2) Los ritmosdeben ser transgeneracionales. La salsay el merengue, por el peso que tienenen nuestra cultura reciente, serían losgrandes géneros integradores, aderezadoscon versiones contemporáneas, ofusiones, donde aparezca nuestra músicatradicional, desde merengues clásicoscaraqueños, pasando por unos “arañaos”o música folclórica, hasta otrosclásicos más cercanos, como la músicade Billo, Los Melódicos, la DimensiónLatina, entre otras memorables orquestasvenezolanas. Y, por supuesto, másmúsica latinoamericana que enriquezcael repertorio y le imprima sabor a laexperiencia: bienvenidos el vallenato yla bachata. 3) Contar con promotores.Hombres y mujeres de varias edadesque no solo con el boca a boca, sinocon el paso a paso y el tongoneo, invitena los demás a bailar. En las fiestassiempre tiene que haber un primerchicharrón. 4) Garantía de seguridadcomo forma de retomar la confianza enel espacio público. En esos momentosse excluiría el consumo de alcohol y lavigilancia sería permanente.Por supuesto que poner en práctica estaidea cuesta dinero. Pero de eso no digonada, porque de eso no sé nada.02 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 03


Calles como gradasPOR Rodolfo Porrasporras.rodolfo@gmail.comILUSTRACIÓN jessica menaA la hora de hacer trazos para graficarnuestra ciudad, prevalece la línea vertical,dado el número infinito de edificacionesde más de cuatro pisos que componennuestro paisaje urbano. La línea horizontales fundamentalmente aérea, a manera detecho de las innumerables construcciones.La otra prevalencia es la línea diagonaldefinida por la topografía del gran valle.La idea que presentamos tiene que ver conesa línea diagonal que caracteriza a nuestracapital, con la creencia en que el hechoartístico-cultural tiene la necesidad y lacapacidad de modificar el paisaje urbano,bien de manera permanente o de maneraocasional. Mientras una escultura tiendea convertirse en una referencia visual quese integra al espacio del caraqueño, otrasactividades intervienen el espacio pormomentos. Y el evento queda en la memoriade quien fue testigo o participó delacontecimiento.La tarima se convirtió en una herramientay en un ícono que caracteriza cualquieractividad política o cultural de la ciudad.Ahora bien, el uso de la tarima ha significadoque los eventos de calle se realicenen lugares planos, es decir, en los espaciosque menos hay en la ciudad. Entonces,siempre estamos llevando la actividad a lasavenidas, a los bulevares y nos alejamos desectores por el mero hecho de la inclinaciónde la calle.Proponemos convertir cualquier calleinclinada en una grada natural. La diagonalidadgarantiza el desnivel necesarioentre fila y fila de asientos, para que nadieobstaculice la visión. Al final de la calletransformada en gradas se coloca la tradicionaltarima.Para ello proponemos un sistema que consisteen lanzar tubos de pared a pared (enrealidad de borde exterior de acera a bordeexterior de acera), sostenidos a presión porlos dos extremos y con ganchos a lo largoque evite su deslizamiento. Cada tubode estos es capaz de sostener un númerodeterminado de asientos, con su respectivoocupante. Estos asientos tienen la ductilidadnecesaria para adaptarse a la inclinaciónnatural de la calle. El requerimientoes que la parte delantera de las sillas alcanceun máximo de 45 centímetros de altura,pero adaptables para ser más cortas y conunos dispositivos antirresbalantes en suparte inferior que complementen la tareadel tubo que funciona como eje de cadafila. La parte de atrás, que va engarzada altubo, baja o sube en relación a la inclinaciónde la calle y la relativa horizontalidaddel asiento.Así tendremos a los vecinos cómodamentesentados disfrutando de la actividad,entendiendo que la intervención humanapuede modificar la geografía natural adaptándosea ella y no siempre modificandode manera permanente el entorno. Unavez terminado el evento, se sacan los asientos,se quitan los tubos y la calle recuperasu uso de vialidad. Con una experienciaasí, no solo el espectáculo sino la mismatopografía serán parte de la memoria afectivade la ciudad.04 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 05


“Ojo por Hoja”POR rubén wisotzkirubenwisotzki@gmail.comILUSTRACIÓN OSCAR HERNáNDEZEn plena lectura de Construyendo utopías reales, de Erik OlinWright, quien plantea tomar en cuenta tres aspectos fundamentales—deseabilidad, viabilidad y factibilidad— para desarrollar la “tensiónentre los sueños y el mundo práctico”, proponemos desarrollarel espacio “ojo por hoja”.“Ojo por hoja” es un proyecto determinado por su sencillez en el cualse invita/se convoca/se conmina (tachar la que no corresponde) atodos los comerciantes del casco central de la ciudad a colocar un materofrente a su local, en plena acera, en plena vía pública. Nada más.La idea central radica en la búsqueda de una iniciativa colectiva quesignifique, sin mayores esfuerzos, un bien común y un punto urbanode encuentro. Como es bien sabido por todos, la planta vegetal,el verde, lo natural, es un elemento de inmediata de cohesión socialy la oportunidad —en su mantenimiento, cuidado, embellecimiento—de contar con un punto de encuentro ciudadano.La Alcaldía facilitaría la adquisición, préstamo o donación delmatero, o los materos, que deberían ser del mismo diseño, paracontener un orden físico y visual y que podría variar según eltamaño: pequeño, mediano o grande, de acuerdo al espacio y/oposibilidades del comerciante. La planta vegetal, que podría serde carácter ornamental (orquídeas, por ejemplo) o comestible(albahaca), la facilitaría el comerciante y, en caso de considerarsepertinente, podría llegarse a un acuerdo entre autoridad y comerciopara el uso de semillas.La disposición de los materos podría plantearse de manera individual,como ya se indició, o de manera conjunta, es decir, todos juntosen un espacio a designar, con las responsabilidades del cuidado muybien estipuladas: cada quien es responsable de su planta vegetal en elriego, remoción de tierra y limpieza de hojas, etc., o se divide la tareapor semana o mes.“Ojo por hoja” es deseable, viable y factible. “Ojo por hoja” y no nossacaremos los ojos.06 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 07


orines fertilizantesPOR José Roberto Duque@jrobertoduquefotomontaje aLFREDO rAJOYUna de las perversiones más lamentables de todas las grandesciudades es que nos ha obligado a desechar, masiva y cotidianamente,al menos tres elementos de valor incalculable: el agua,los desechos vegetales (las hojas de los árboles) y la orina. Estabreve propuesta plantea la posibilidad de utilizar estos tres productosnaturales para producir, con procedimientos agroecológicos,gran cantidad de fertilizantes para la agricultura.Cada vez que un ser humano orina en una poceta y hala la palanca,está desperdiciando 15 litros de agua. Sírvase multiplicarpor la cantidad de personas que usan la poceta diariamente.Dejemos para después la cuenta de las lavadas de manos y deplatos, las defecaciones y cepilladas de dientes. Y dejemos paradespués el relato del daño ambiental.Cuando orinamos, estamos expulsando un compuesto orgánicorico en nitrógeno, urea, potasio, fósforo: justo los elementosque contienen los fertilizantes industriales. Por estos elementosque nuestro cuerpo desecha, y que son importantes para laagricultura, se invierten anualmente millones de dólares y losbeneficiarios de esta insensatez son las grandes transnacionalesque nos venden fertilizantes químicos. Desechamos también toneladasde hojas secas recogidas de las calles, aceras y parques.La orina es capaz de acelerar los procesos de descomposiciónde la materia vegetal y producir en corto tiempo un humus dealtísima calidad y riqueza y, además, orgánico; esto puede comprobarseen experimentos a pequeña o gran escala.La proporción estándar, internacionalmente aceptada para el usode la orina humana en este tipo de procesos, es de 1:10. Es decir,una medida de orina por diez de agua.Se propone entonces:1) La implementación de urinarios públicos en un eje determinado.Por ejemplo: alguno de los bulevares y paseos más concurridos (LosCaobos, Los Próceres). Los baños portátiles utilizados en conciertos yactividades al aire libre pueden funcionar como recolectores.2) La recolección de toda la materia vegetal en los parques y ejesseleccionados.3) La habilitación de espacios no poblados, en la periferia de la ciudad,para realizar la mezcla y remoción de ambos materiales (orina ydesechos vegetales).El objeto y misión de este proyecto sería la producción masiva de unproducto que puede utilizarse en las muchas experiencias de huertosorganopónicos e, incluso, en sembradíos que surtan a Caracasde vegetales y, eventualmente, reducir nuestra dependencia de lastransnacionales de fertilizantes químicos. Al mismo tiempo se estaríadisipando la injusta sentencia que afirma que Caracas no aporta nadapara su propio sustento ni para la soberanía alimentaria.08 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 09


Caracas verdey socialistaPOR Carlos Pou Ruancarlospouruan@gmail.comILUSTRACIÓN franklin alviarez1Hoy en día Caracas, para el asombro de propiosy extraños, independientemente de suempuje socialista, es la capital latinoamericanacon menos área verde pública por habitante.Apenas 0,5 m 2 por cada habitante, cuandolo deseable sería, según algunos parámetrosinternacionales, 10 m 2 por cada uno.Se hace impostergable, entonces, promoverla construcción de un vigoroso sistema deplazas y parques, que vaya atendiendo losdistintos sectores de la ciudad de Caracasy democratizando su disfrute. Para ellohay que identificar pequeños, medianos ygrandes espacios, que hoy se encuentran enel tejido urbano, como oportunidades quehan estado adormecidas por décadas y quepudieran contribuir a la construcción de unaCaracas de acento social, de calidad socialistay revolucionaria.2Una de esas oportunidades, de casi inmediataimplementación, es la que ofrecen los camposde golf del Caracas Country Club. Habilitarlas inmensas superficies de área verde delclub para un gran parque urbano de escalametropolitana, para el uso y disfrute de todoslos habitantes, se constituye, sin lugar a dudas,en una de las opciones con mayor rendimientociudadano.El parque podría organizarse de acuerdo adistintas formas de ocupación: desde grandesespacios abiertos orientados a las concentracionespúblicas (conciertos y mítines), que sepueden ubicar hacia la avenida Francisco deMiranda, hasta áreas deportivas de diversaíndole ubicadas cerca de la Cota Mil. Adicionalmente,y reconociendo los valores paisajísticospreexistentes, la operación del parquepuede también incorporar grandes áreas parael uso pasivo y el disfrute contemplativo, queincluyan la habilitación del trayecto de la quebradaChacaíto como un paseo natural queconecte áreas urbanas centrales de la ciudadcon el Parque Nacional Waraira Repano.No habría que perder de vista que la ocupaciónpública de esas áreas puede permitirdesarrollar muy variadas conexiones vialeseste-oeste, absolutamente necesarias para lamovilidad del norte de la ciudad, entre laszonas altas, medias y bajas de La Florida y LaCastellana, dentro de las cuales se incluyanla muy importante conexión de la prolongaciónde la avenida Andrés Bello (que pasafrente a la iglesia de La Chiquinquirá) con laavenida Blandín (que pasa frente al CentroComercial San Ignacio).3La expropiación con fines de utilidad públicade esos terrenos no parece conllevar problemaspolíticos de envergadura, que no seanlos legítimos reclamos de los jugadores degolf y unos 300 propietarios de inmuebles.Con cabeza fría, con la mayor serenidadposible y quitándole todo viso que pueda pareceruna revancha política, decisiones comoesta tienen, efectivamente, una incidenciamuy importante en la calidad de vida demiles y miles de potenciales usuarios al año.Hoy existe el consenso social para entenderque es una necesidad impostergable aumentarlos índices de estos espacios verdes de usocolectivo. Se tratará de un hecho históricoen la vida de nuestra ciudad cuando esasáreas verdes, de poco más de 50 hectáreas, sematerialicen en un nuevo parque. Con esasdimensiones y esa centralidad, la operaciónserá un inmenso triunfo en la batalla pordemocratizar los espacios de la ciudad.10 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 11


VENEZUELA SIRVEPOR Rafael SáezFUNDACIÓNSIRVE@GMAIL.COMILUSTRACIÓN OSCAR HERNáNDEZDesde hace dos años estoy desarrollando una idea que sirve paracontrarrestar la situación económica que atravesamos. Se tratade Sirve (Sistema de Reciclaje Venezuela Ecológica), proyectoque además solucionaría el problema de la basura en Venezuela.Si hay algo que es seguro es que tenemos que hacerlo entretodos. Hay que hacer lo que dijo Chávez en la Cumbre deCopenhague en 2009: “No cambiemos el clima, cambiemos elsistema (capitalista)”. Tomé el 5 to Objetivo del Plan de la Patria(“Preservar el planeta y salvar la especie humana”) como basede inspiración. El planteamiento consiste en darle un cambiorotundo al manejo de los desechos, que nos hicieron considerarcomo basura y que han estado a cargo de empresas comoSabenpe, Fospuca, entre otras. Estas prestan un servicio pésimode recolección de basura y el uso que le dan posteriormente, enrellenos sanitarios o vertederos, es nefasto. Son como un cáncerdirecto al planeta y, para colmo, tenemos que pagar.El momento histórico llegó. Nuestro Comandante nos dio uncamino y legado maravillosos, que ha cambiado nuestra formade pensar, de ser y de hacer las cosas para el bienestar de nuestropaís. Los desechos, hoy por hoy, tienen un valor interesante en elmercado, pero no se le dice a nadie. A través de la participacióndel Poder Popular, podemos encargarnos directamente del manejoy uso eficiente de los desechos mediante centros de acopiode desarrollo ecológico del Sirve en todos los consejos comunales,usando un sistema biométrico monetario virtual llamadobiobonos (los desechos se pesan, se digitaliza la información y setransfiere el valor a una cuenta corriente), que nos garantice quetodos seamos partícipes en salvar nuestro planeta.La idea es entregar los desechos de una manera organizada, cadadía para un rubro específico (plástico, papel, vidrio, aluminio,etc.) y los orgánicos todos los días. Así generaremos recursosque canjearemos por productos de la red Mercal, Mi Casa BienEquipada, computadoras VIT, celulares Orinoquia, etc. Incluso,productos que generemos directamente mediante nuevas Empresasde Producción Social (EPS) en el área de agroecología yde reciclaje. Tenemos que empezar a producir nosotros mismos.Mediante el desarrollo agroecológico y técnicas como la de loscomposteros crearemos abonos orgánicos, humus y diferentesacciones agroecológicas según el espacio donde quede el consejocomunal. Esto creará fuentes de trabajo y una producción comonunca la habíamos tenido, para ir saliendo del sistema rentistapetrolero. La idea es que se cree un sistema económico paralelobasado en un ecosocialismo sustentable, con un criterio humanista,ecologista y profundamente socialista.12 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 13


energía eléctricaa punta de pedalPOR Mauricio Sánchezdiaz.mauricio@gmail.comILUSTRACIÓN JESSICA MENAEn Caracas tenemos problemas con la luz. Pasearse de nochepor la ciudad da, por decir lo menos, culillo. Hay parroquias enlas que no aparece la luz ni siquiera en las avenidas principales.Cito, por ejemplo, las avenidas Francisco de Miranda, Urdaneta,México y los alrededores de Bellas Artes, en el municipio Libertador;y la Rómulo Gallegos en Sucre. Ante esta situación, debemosbuscar soluciones efectivas, permanentes, de bajo coste en elmantenimiento y de múltiples beneficios.De costos, no tengo idea. Hay muchísimas empresas en el mundoque ya comercializan estas tecnologías. ¿Por qué no podemoshacerlo nosotros? Además, crearíamos fuentes de trabajo ycontribuiríamos al Quinto Objetivo de la Patria: salvar el planetagenerando energía limpia.Para hacer socialismo tenemos que soñar, debemos atrevernos avencer paradigmas incrustados en nuestro ADN.Como sabemos, somos generadores de energía, y montando bicicletageneramos muchísima más, que pudiese transformarse enenergía eléctrica. De hecho, en la red podemos encontrar grandescantidades de información referentes a cómo aprovechar el usode la bicicleta, especialmente la estática, y transformar nuestroesfuerzo en corriente eléctrica, limpia. Entonces, ¿porqué no pensarnosalgo chévere para nuestra ciudad?La propuesta consiste en colocar bicicletas estáticas en plazas,calles y distintos lugares públicos, donde las personas puedanacercarse, montar bicicleta, hacer ejercicio y, además, contribuircon la generación de energía que será utilizada en esos mismossitios.Para comprender mejor el proyecto: una persona sana, sinhacer nada muy vigoroso, a un ritmo constante, podría generarunos 100 watts por una hora de pedaleo, según se desprende dediversas fuentes de la red. Diez personas montadas en sus bicisgenerarían energía suficiente para que 10 bombillos de 100 wattsse enciendan por un espacio de diez horas.Unos 30 minutos de pedaleo pudiesen mantener conectadosnuestros equipos electrónicos o recargar nuestros teléfonos inteligentes—de baterías idiotas— por, al menos, una hora. ¡Imaginenla cantidad de energía que se pudiese generar instalando estasbicicletas en lugares públicos! Claro, se debe tomar en cuentael tema de la transformación de la energía y cómo guardarla enbaterías. Esta información existe y estoy convencido de que acátenemos personal de sobra para realizar estos “kits generadoresde electricidad”.El beneficio es mayor pues las personas se sentirán más vigorosas,tendríamos quizá menos problemas de obesidad y todo lo que entérminos de salud pública esto conllevaría. Venezuela está en lalista de los países con mayor cantidad de obesos.Imagino cómo los clubes de la tercera edad irían a plazasy lugares acondicionados para esta actividad; cómo loschamos de los liceos le darían durísimo a los pedales. Veoespacios de diversión y esparcimiento, con gente en lascalles, todo gracias a las bicicletas estáticas.14 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 15


¡Muros Abajo!POR Dulce Medinadulceyara@gmail.comILUSTRACIÓN L. "RAZOR" BALZADesde hace mucho tiempo en Caracas algunos parques, escuelas, edificios, casas y obras patrimoniales han pasado a ser espaciossacrificados por muros y rejas que se levantan sobre la base de obtener mayor “protección”. Es difícil identificar cuándo seinició todo esto, pero actualmente este asunto de esconder hermosos espacios y edificaciones detrás de paredes es tan cotidianoy natural que cualquiera que tenga los materiales necesarios levanta un muro en cualquier esquina; sin ser cuestionado,porque ya estamos condicionados a que eso es “normal” y, seguramente, muchos piensan que está bien así.Al caminar la ciudad, nos debemos enfrentar auna acera angosta acompañada por un desagradablemuro, con la sensación de que vamosa quedar aplastados en cualquier momento.La seguridad o la inseguridad, según el puntode vista que cada quien tenga, es el argumentofundamental para justificar nuestro encierro y elde nuestros espacios, fragmentando y limitandola ciudad, como a nosotros mismos. Los modostambién han variado, y quienes piensan que lehacen un aporte a la estética de la ciudad, hanincorporado las rejas como parte de ese conjuntode barreras que se construyen constantemente.Y luego de un tiempo, ya como una prácticainstaurada, los muros también empiezan a cubrirespacios sub-utilizados y algunos antros queterminan pasando desapercibidos en medio de latrama urbana.Pero, ¿realmente da seguridad estar detrás de unmuro en el que nadie pueda verte o escucharteen una situación de emergencia? Particularmenteme siento más segura en un espacio enel que todos estemos a la vista y con posibilidadde apoyarnos en cualquier circunstanciay, adicionalmente a eso, estaría feliz de poderdisfrutar de mi ciudad sin tropezarme en cadatramo con una pared y una reja. No sé si alguiense ha preguntado qué pasa detrás de esos muros.De seguro pudiéramos sorprendernos de algúnespacio extraordinario o, incluso, descubrir algúnterreno escondido con potencialidades inmensasque ofrecer a la ciudad.Yo me imagino a Caracas libre de barreras construidas,me imagino que ir al parque no signifiqueentrar por una pequeña puerta a un inmenso espacioverde, sino que sea la ruta de todos los díaspara caminar desde Bellas Artes hasta Plaza Venezuela,sin necesidad de entrar y salir. Me imaginosubir al Waraira Repano pasando por nuestrohermoso parque Arístides Rojas y no caminandopor la pequeña acera con la reja que lo encierra.Me imagino a Caracas luciendo sus patrimoniosabiertos completamente al público; que desde elautobús, al pasar por la avenida Universidad, podamostodos disfrutar del hermoso liceo AndrésBello junto al Parque Carabobo y que desde elbulevar César Rengifo, quienes vamos caminandopodamos observar las esculturas y mausoleos delcamposanto más antiguo de la ciudad. Me imaginoa Caracas muros abajo…16 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 17


Mi CaracasPOR María Centeno@mariacentfotomontaje alfredo rajoyVeo a Caracas como la ciudad de los techos verdes. Todos lostechos estarán cubiertos con sembradíos de hortalizas y frutas.Además de contribuir a la salud y la soberanía alimentaria,estos techos verdes ayudan a bajar las temperaturas en losespacios cubiertos y, por consiguiente, se ahorrará energía ytendremos un aire más limpio.Será casi imposible conseguir permisos para talar árboles y seincentivará la siembra en todo espacio baldío, con premios ypromoción. Se harán concursos de jardinería y exposicionesde los mejores pimentones, auyamas y ponsigués.Se eliminará 90% de la circulación vehicular privada y secreará un sistema de transporte público superficial y subterráneopuntual, cómodo y seguro, con trenes elevados ybuses para las rutas secundarias. Será carísimo el uso delvehículo privado y baratísimo el transporte público.Caracas dispondrá de un sistema de circulación peatonal y debicicletas que atraviese toda la ciudad y que enlace los diferentesparques ya existentes y los que sean creados. Es decir,se podrá atravesar la ciudad a pie sin cruzar vías vehicularesa través de un corredor verde con amenidades urbanas comocafés, juegos infantiles y gimnasios al aire libre. Las ciclovíasabarcarán toda la ciudad.Todos los barrios deben tener canchas deportivas como prioridad,así como espacios de baile, protección civil y reunionescomunales.La ciudad será un museo al aire libre, donde las obras de arteproducidas por la comunidad convivan con el tiempo libre yel trabajo de sus habitantes.Cada persona que habite una casa o apartamento tendrá laresponsabilidad de mantener el frente limpio y bonito. Lasjornadas de limpieza se organizarán en los edificios y urbanismosen forma de brigadas de fin de semana, acompañadas deeventos de índole cultural como conciertos, bailes o películas.Utopía o barbarie.18 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 19


Toqueen estaestaciónPOR Mercedes Chacín@mercedeschacinILUSTRACIÓN FRANKLIN ALVIáREZLa música no deja mal a nadie. Y una ideamusical para Caracas pasaría por llenarde música espacios de mucha afluencia deciudadanos. Uno de esos lugares es el Metrode Caracas. Sabemos que en el Metroa la gente la fastidia que le vendan, que latoquen, que le hablen. Esta idea no es paralas horas pico ni es para los vagones. Enlos vagones, cuando mucho, se distraenviendo a la gente cantar, leyendo u oyendomúsica solo en sus oídos. En nuestro Metro,no entiendo muy bien por qué no sepermite a los cantantes cantar en los vagones,como suele suceder en otros subterráneosdel planeta. Por eso la propuesta vapara las autoridades del Metro de Caracas:pongan ustedes mismos la música. Lo idealsería que fuera en los espacios abiertos,en estaciones donde se pueda colocar, porejemplo, un piano de cola.¿Por qué un piano de cola? Porque es pesado,porque puede estar allí solo. Un cuatrosería una maravilla, pero ¿cómo controlarque no se lleven el cuatro? Sabemos queexiste en los metros de París y Londres.Para tocar piano se necesita un banquito. Ysaber tocar. La gente del Metro podría invitara los músicos a tocar el piano y, poco apoco, se irían organizando para incorporarotros instrumentos y hacer música subterránea.Armar un guateque subterráneo.Un piano, una conga y una trompeta. Músicapara los oídos, música para compartir.Sí hay que invertir. Se necesita el piano. Losdemás instrumentos llegan solos. Se necesitatambién voluntad para transformar ladinámica de algunos espacios en los que,como el Metro de Caracas, la gente andaapurada y a veces no lo está. Épale, toqueen esta estación.20 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 21


Una ciudadque se mueva 24X7POR jessica dos santos@jessidossantosILUSTRACIÓN L. "RAZOR" BALZAEn nuestra ciudad, el parque automotorsupera los 5.350.000 vehículos, de los cuales73,35% son de uso particular, y la granmayoría viaja solo con una o, a lo sumo,dos personas a bordo. De esos vehículos,2.200.000 millones circulan diariamente enCaracas.Entonces, cada uno de nosotros pierde, enpromedio, cuatro horas al día sumergidosen el tráfico, lapso que podríamos utilizarpara compartir con nuestros seres queridos,militar de forma activa, hacer ejercicio,cocinar y deslastrarnos de la comida rápidao practicar el “ocio liberador”, porque lavialidad urbana no puede deslindarse de larecreación y convivencia de los citadinos.Por eso, la ciudad debería implementar horariosalternos. Por ejemplo: que los bancostrabajen en rangos temporales distintos alos de los colegios o que los entes tengandobles turnos de atención al público, entreotros. También podría implementarseque al centro de Caracas solo se llegue entransporte público (como en Buenos Aires)y que algunas de esas unidades se muevanpor el centro de la ciudad sin cola, por víaspropias (al igual que el BusCaracas o losautobuses de Curitiba, capital del estado deParaná, al sur de Brasil).A esto se suma un problema mayor: nuestraciudad requiere soluciones de carácterestructural que apunten a lo colectivo.Es decir, en la actualidad la mayoría de los autobuses,camioneticas, piratas, expresos, son unidades exprimidashasta el límite de su capacidad, son de carácter privado,manejados por dueños o empleados que muchas vecesolvidan su origen de clase.La idea es tener un transporte que realmente sea público,manejado por el Estado, con niveles de seguridadque comprendan cámaras, dispositivos de seguimientoy operadores entrenados para este tipo de tareas (comoel Sitssa). Que funcione las 24 horas del día sin importarque la ruta sea urbana, extraurbana o troncal (yips quesuben a los barrios), como otra manera para combatir lainseguridad que se apodera de las noches citadinas.Fíjense: según las más recientes cifras, de las 325 “organizaciones”(muchas desastrosas) que cubren las rutasen la Gran Caracas, solo dos laboran hasta el amanecer:Chacaíto-Propatria y los Guerreros Nocturnos, esta últimatroncal y cubre la ruta Plaza Catia-barrios de Gramoven.El resto culmina sus funciones, a más tardar, entre 8y 9 pm. ¿Cómo no abandonar los espacios? Necesitamosuna Caracas que se mueva 24x7.22 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 23


Tratamiento curativode emergenciaPOR MALú RENGIFO@malurengifoILUSTRACIÓN jessica menaClínico de relativa gravedad. Se sugiere tratamientosintomático y de sostén, cuidadosciudadanos intensivos y mucho, pero muchocompromiso, tanto por parte de las autoridadesgubernamentales y del orden público,como de civiles en general. Para curar a laciudad de los males que la afectan es imperiosoque cada uno de sus habitantes tome suturno diariamente para aplicar la correspondientedosis de los remedios indicados.Se adjunta, entonces, una lista de los síntomaspresentados por la paciente, seguidoscada uno por el tratamiento sugerido paraaliviarlos:1) Fiebre alta y sudoración nocturna. Se sugiere,en altas dosis, la siembra de semillas deespecies vegetales grandes en donde quieraque quepa un árbol, así como la aplicaciónde compresas o los, mejor llamados, techosverdes en cada terraza de la ciudad.2) Enrojecimiento de ciertas zonas, comezóny salpullido purulento con tendencia aesparcirse por déficit de vigilancia policial yabandono ciudadano. Para esto es esencial laprofilaxis inmediata de cada mínimo foco deinfección a través de la denuncia, no solamentede las pústulas locales sino tambiénde las que puedan afectar los anticuerpospoliciales. El fortalecimiento del sistemainmune de la ciudad, representado en unaciudadanía activa que tome las calles para sí,para el disfrute y la participación, acarreará,en consecuencia, la desaparición inmediatadel virus de la criminalidad.3) Obstrucción profunda de nuestrasprincipales arterias viales. Las iniciativasgubernamentales para tratar esta patologíahan sido tan numerosas como insuficientesa causa de la escasa colaboración ciudadana.Se sugiere, por parte de los usuarios, lareducción del uso de vehículos particularesa su mínima expresión, así como un usoconsciente de las aceras para el aparcamientode vehículos.4) Elevado tono de voz, aullidos y cornetazos.Para favorecer la salud mental de lascomunidades que habitan los puntos másconcurridos de la ciudad, se sugiere la ingestade té de cayena, lechuga y cualquier otroremedio para aplacar los nervios por partede transeúntes y conductores en general,acostumbrados a drenar la ansiedad causadapor el tráfico a través de molestos ruidosque solo empeoran el cuadro clínico de laciudad.Llévese a cabo este tratamiento por el lapsode ocho meses, tómelo para sí, hágalo costumbrehasta que ya no le resulte un esfuerzoaprender a vivir de esa manera. Luego,proceda a realizarse un examen de autoevaluación.Tóquese, palpe sus sentimientoscon respecto a la ciudad que habita y propongausted el remedio para los síntomasque le afecten como ciudadano.24 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 25


ARCOS Y AROSPOR Mirko Casale@okrimopinaILUSTRACIÓN oscar hernándezPuede parecer una obviedad, y seguramente lo sea, pero losespacios se ganan ocupándolos. Hace unos años mi primome contó cómo en cierto barrio los vecinos, cansados devivir escondidos en sus casas por miedo a la famosa inseguridad—la más perversa combinación de realidad y fantasíaque existe—, decidieron que era hora de recuperar lo quelegítimamente les pertenecía, porque eran mayoría y lasmayorías nunca deben dejarse someter por las minorías. Demodo que se pusieron de acuerdo y, cada vez que se ocultabael sol, todos los habitantes del sector sacaban sillas y mesas ala calle, se sentaban a conversar, a jugar naipes o dominó; losmás chicos fútbol, pelotica de goma o simplemente corretearpor ahí. Los delincuentes que pululaban habitualmente poraquellas calles desiertas en busca de una víctima apenas unosdías antes, tuvieron que buscarse otros lugares de actividadante la abrumadora presencia vecinal. Sin policías, sin ungran sistema de alumbrado y sin un costosísimo plan deseguridad impulsado desde las autoridades, el pueblo organizadologró cambiarle la cara a la comunidad.forma sencilla y relativamente accesible. Así como existe la peloticade goma como una variación popular del beisbol, que puedejugarse prácticamente en cualquier parte, hay formas de jugarfútbol y básquet sin la necesidad de un terreno de 30x15 metrosni infraestructura y mantenimiento complejos.En el caso del baloncesto, y esto lo saben muy bien en losbarrios, lo único que se necesita es un terreno razonablementeallanado y una pared donde colocar aro y —no siempre— tablero.Y si hay algo que le sobra a Caracas son calles y paredes. Lode pintar el suelo con la raya para los tiros libres, el perímetropara el triple y todas las medidas estandarizadas es circunstancial.Podrán ser requisitos imprescindibles para un campeonatooficial, pero para la práctica diaria y recreativa no dejande ser ornamentales. Los invito a recorrer Caracas con ojos debasquetero, imaginando lugares donde puedan instalarse unaro —con o sin tablero— para jugar un tres pa’ tres, un dos pa’dos o simplemente ensayar tiros libres. Se sorprenderán, porqueverán un lugar propicio cada pocos metros. Los límites amuralladosde una plaza, los terrenos asfaltados o con concreto de unparque son idóneos; pero también solares entre casas o edificios,esquinas sin tránsito vehicular, patios traseros sin mayor uso,recodos entre construcciones por pequeños que puedan parecer,¡y eso es todo! Un espacio de 4x4 metros es más que suficiente.Si logramos masificar la presencia de aros y tableros de básquet,con un poste cuando lo amerite, aprovechando los resquiciosurbanos que nos regala nuestra capital, la práctica de este deporte—que sería mucho más extendida— y la recuperación deespacios irían de la mano.¿Y el fútbol? Ya sé lo que pensarán algunos: “Con un pequeñoterreno no basta, es necesario un espacio amplio, mínimo 10x10metros, o más”. Sin embargo, existen variantes para practicarfútbol en terrenos asombrosamente reducidos, ¡incluso más pequeñosque el caso del baloncesto urbano! Existe una modalidadde fútbol que se practica en terrenos extremadamente limitados,para la que solo es necesaria una pequeña jaula metálica poligonal.Tiene una puerta de entrada y dos miniarcos que formanparte de la estructura. Es ideal para situar en parques y plazas, asícomo también en mínimos terrenos urbanos sin uso. Permite quedos equipos de dos jugadores (o uno contra otro) se enfrenten enun terreno de aproximadamente tres metros de diámetro. ¡Casicualquier esquina sirve para situar este módulo! Esta modalidad,además, permite desarrollar habilidades muy necesarias enla práctica del fútbol en cualquiera de sus variantes (fúbol 11,fútbol sala), como el regate en corto, el pase rápido, la “pared”(tanto con otro jugador como con los límites de la estructura),etc. Además, al ser un terreno cercado, la práctica de este estilono incomoda a los transeúntes que pasen por los alrededores,porque rara vez la pelota (y mucho menos los jugadores) escaparádel recinto. Los materiales para su construcción tampoco son ungran problema y se podrían fabricar masivamente dentro del país(Sidor, Pequiven u otras industrias venezolanas podrían involucrarseen su fabricación).La infraestructura deportiva pública atrae a la gente a las callessin mayor promoción que su propia existencia. Si podemoshacerlo de forma sencilla y masificada, Caracas y sus habitantesserán los principales beneficiados.No todos los espacios a recuperar funcionarían como el casoanterior. Pero lo pongo como ejemplo de que muchas veces unproblema grave se puede solucionar de forma sorprendentementesencilla.Es indudable que en Caracas se han hecho progresos impresionantesen la democratización de los espacios públicos enla última década. Soy residente de esta ciudad desde 2006 y,muchas veces, no dejo de sorprenderme al pasear por lugaresrecuperados y recordarlos tal como eran hace no tanto. Bulevaresantaño abandonados e intransitables son hoy una invitacióna compartir con familia y amigos; edificios en ruinas sonhoy teatros y cines; plazas dignas de películas sobre apocalipsiszombis hoy son espacios para la música y el encuentro. Sinembargo, todavía queda bastante por hacer.Seguramente por ser fanático del deporte como lo soy, consideroque crear facilidades para practicar el ejercicio físico esuna de las mejores formas de devolver los espacios públicos deCaracas a sus legítimos dueños: las caraqueñas y los caraqueños.Generalmente por “espacio deportivo” entendemos unterreno relativamente amplio, allanado, donde se construyauna cancha con todos sus elementos, incluso graderíos parasentarse, y que amerita una gran inversión, un largo tiempo deejecución y, por supuesto, una inauguración oficial a la alturade la inversión. Pero, retomando el ejemplo inicial, muchasveces la solución es más sencilla de lo que parece.Afortunadamente para nosotros, los deportes más popularesen nuestro país no son los que necesitan una infraestructuracompleja. Si el deporte nacional fuera el waterpolo, el tenis ola equitación, tendríamos un grave problema. Pero el beisbol,el fútbol y el básquet tienen la facilidad de ser practicados de26 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 27


500 añosdespuesde la últimaguerraPOR ALFREDO RAJOY@hakesburundangacollage ALFREDO RAJOYCuando Tel Aviv borró de la faz de la Tierraa Teherán con una decena de ojivas nucleares,no pasaron más de 20 minutos paraque Pyongyang, Washington, Moscú, París,Londres y Beijing desplegaran sus arsenalesatómicos, en fuego cruzado, apuntando amás de mil objetivos transcontinentales. Alpoco tiempo, América del Sur perdió contactocon los hemisferios norte y orientaldel planeta debido a la distorsión electromagnéticaproducto del holocausto y losataques por medio de la tecnología Haarp.Después de la Tercera Gran Guerra,que se inició a la par del aumento de lasemisiones solares y la triple conjunciónJúpiter, Saturno y Plutón de 2020, Venezuelase convirtió en una provincia más dela Unión de Repúblicas Revolucionariasdel Sur. La antigua Ciudad de La Paz seconvirtió en su capital, rebautizada comola Ciudad del Nuevo Alba. La Confederaciónde Ejércitos de la Unasur, con apoyode flotas rusas, chinas e iraníes junto a loscolectivos y ejércitos populares del continente,lograron derrotar a la coalición dela Cuarta Flota, la OTAN, las tropas deinfantería y las unidades aéreas apostadasen todas las bases gringas desplegadas enla región junto a mercenarios paramilitarescompuestos por batallones irregulares delMossad, Blackwater y las AutodefensasUnidas de Colombia (AUC).En las alturas de la Ciudad del Nuevo Alba,que se extendía desde El Alto bolivianohasta la antigua ciudad de Cuzco, en elPerú, sucedía un fenómeno electromagnéticorelacionado con la ionósfera, queprotegía del invierno nuclear a los territorioscomprendidos por varias centenas dekilómetros a la redonda, haciendo epicentroen el lago Titicaca, donde se manifestabauna aurora boreal de manera permanente.Los amautas y yatiris de la Orden Blanca,así como babalawos, chamanes Kogi, Piaroay de tribus diversas, llegaron en éxodo yvolvieron a enseñar a curar con cristales.La tecnología psicomagnética y oracularcobró nuevamente relevancia. La quinoa yla hoja de coca, el ayahuasca, la chacropanga,el yopo y la chacruna demostraron sertratamientos efectivos contra la radiación.Caracas quedó devastada por los vientosalisios —ahora radioactivos— del sureste.La que fuese alguna vez la cuna del Libertadorse convirtió en un valle de muerte.Tuvieron que pasar más de cinco siglospara volver a ver vida animal en la superficie.Como la ciudad maya perdida de Tikal,desde Petare hasta Caricuao el verde tropicaldevoró el gris del concreto armado, elnaranja de los ladrillos y el brillo metálicode las placas de zinc. En la guerra habíanmuerto dos tercios de la población deVenezuela y 80% de la población restanteemigró en éxodo hacia el sur.Las lagunas que se formaron en loscampos de golf del Country Club, Caraballeda,Izcaragua, El Junko y La Lagunitaservían de abrevadero para dantas, venados,chigüires, rabipelados y demás mamíferosautóctonos, muchas de ellos condeformaciones y mutaciones congénitas,lo que no era excusa para que cunaguaros—también mutantes— los cazaran de vezen cuando. A las 5 de la tarde, lo que algunavez fueron las Torres de El Silencio seconvertían en el anfiteatro para el canto dearaguatos aulladores. La pira cubría todo elcasco histórico, desde el Capitolio hasta LaCandelaria. La Asamblea Nacional y la Catedralde Caracas habían sido devastadaspor bombardeos, y muchos de los antiguossectores populares habían sido arrasadospor las nubes de fósforo blanco desplegadasa través de bombas de racimo. Durantemuchos años, los esqueletos serpenteantesde los carros que quedaron abandonadosen la autopista Francisco Fajardo funcionaroncomo comedero de zamuros desplumadospor la tiña y la radiación.Los insectos crecieron, las cucarachas seapoderaron por completo de lo que quedóde las construcciones humanas. Al atardecer,enjambres de zancudos desbordabanlas riberas del río Guaire, que volvía a sertransparente, mientras las garzas hacían sucomida diaria con el ojo avizor por cualquiercaimán merodeador que, a su vez, selas quisiera cenar.Una mañana, al despuntar el amanecer,un niño con ojos de gato y la pielgris cubierta con manchas camufladasazul eléctrico, salió corriendo comouna bala desde la antigua estación delMetro de Capitolio, protegido con uncasco desvencijado modelo Sandoval, unrespirador de submarinista con su tanquede oxígeno y, terciado a la cintura, unbate de madera con apenas un recuerdodistorsionado de lo que alguna vez fueel logo de los Leones del Caracas ycientos de signos tallados a la manerade petroglifos.28 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 29


Caracasen defensa propiaPOR Marlon Zambranomarlonzb@gmail.comILUSTRACIÓN FRANKLIN ALVIáREZA Caracas que la dejen como está. Planificarla, como hanhecho varias generaciones obsesionadas, quizás signifique uncambio irreversible hacia una ciudad imposible, que termine“mejorando” solo en las discusiones de barra, en las tertuliasde intelectuales, en las quejas de las comadres.Caracas es lo que es. ¿Acaso es imposible que nuestro ordensea el caos? ¿Que los proyectos de desarrollo, esos que pasanpor “reinventar la ciudad” para “superar sus males estructurales”,sean los responsables de nuestra versión de La raza cósmicade Vasconcelos? ¿No es probable que la autorregulaciónde nuestro ecosistema urbano esté urdido, indefectiblemente,por la colita de la Fajardo, los misterios insondables de losestacionamientos del Sambil, la muchedumbre acechante de laredoma de Petare?Marco Polo le contaba cuentos chinos a Kublai Jan para ganarsesus favores; así le describió ciudades donde todo era posibleentre lo fantástico y lo exótico. Caracas podría ser una de esasciudades o, mejor aún, alguna de las ciudades invisibles deCalvino, donde se suman muchas cosas menos un plan estructurado:recuerdos, deseos, palabras.Caracas debería zafarse de una vez por todas de la razón o,mejor dicho, asumir que la sinrazón es su destino. Así, podríamossuperar el permanente inventario de frustraciones quenos impusieron el pensamiento ilustrado y, su hijo avenido, elpositivismo, para darle paso a la era de las sensaciones dondeel camino al progreso sea dirigido por los poetas y los niños,en guerra permanente contra la nostalgia. Si no, ¿cómo seconstruye al hombre nuevo?Nos llamaron flojos, salvajes, desorganizados y aún lo creemos.José Domingo Díaz se licenció en Filosofía en la Universidadde Caracas a finales del XVIII para venir a acusarnos deser el centro de todos los males. Gil Fortoul, Vallenilla Lanz yhasta Rómulo Gallegos lo atajaron en los primeros innings delsiglo XX para rematarnos con citas de Letourneau y Speneer, yhacernos sentir culpables de ser llaneros iletrados e inestables,gauchos sin Martín Fierro y tapatíos sin Sor Juana Inés.En los días en que ya no hay imaginarios del allende sino enlos perfiles del “feisbu”, Caracas podría tejerse en el vaivén delos andenes del Metro y sus 495 millones de usuarios al año,colectivismo alegre y respondón que nos ilustra la idea delsocialismo del siglo XXI mejor que cualquiera de los tratadosintratables: 495 millones de alientos, de ansiedades y enamoramientossúbitos, una coreografía continua que consagra elroce de los cuerpos y glorifica el acuerdo tácito del pueblo quenecesita la solidaridad y los pactos casuales para no atascarseen las escaleras mecánicas.30 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.Caracas, 26 de julio de 2015.Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS 31


Los planos de la nueva ciudad deben dibujarlos losniños. Sus montañas verdes, ristras de pajaritos amarillos,casitas colgadas en el aire bordeadas por araguaneyesazules y autopistas que se dirigen al cielo, debenconstituir el dogma de los despachos de arquitectos eingenieros, bajo las órdenes insobornables de un consorciode muchachitos menores de 6 años que saben arajatabla dónde va cada cosa en el universo.¿No se quejó Enrique Bernardo Núñez del destino delpájaro taramayna, expulsado hacia las cumbres delWaraira Repano debido al estertor del fuego de Fajardodiezmando a los Caracas? ¿No se asqueaba PicónSalas del muestrario caótico de fachadas de todo elmundo en dos cuadras de la capital de la República?¿No aseguraba Aquiles Nazoa que la nueva Caracasiba surgiendo como una ciudad improvisada, hechapara satisfacer pequeños caprichos y ambiciones?Caracas, la ciudad negociada, la que surgió de ladepredación, la especulación y el pillaje, tiene elderecho sagrado de que la “desplanifiquen” losgestos espontáneos de sus gentes, que todo vuelvaal principio evocador de la palabra cuando primeroera el verbo y el verbo era con Dios, y el desconciertoapocalíptico de los días iniciales vertebró el nombrede las cosas, sus olores, sus sabores, sus formas y ledio paso al mundo nuevo.32 Edición Número Ciento treinta y nueve. Año 03. ÉPALE CCS Caracas, 26 de julio de 2015.

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