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Museo de Arte Moderno25 abril - 2 agosto 2015


2Gisèle Freund. Jean Cocteau, París, 1939 • Impresión contemporánea • Fonds Gisèle Freund/imec/Fonds mmc


Gisèle Freund:En mi profesión, nuncase sabe lo que llegará≈Sylvia NavarreteGisèle Freund (1908-2000) fue una fotógrafa autodidacta que cuentaentre los retratistas y reporteros preponderantes de su tiempo. Auncuando criterios estéticos guiaron su lente, no debe olvidarse que ellatomó sin tregua partido por el periodismo crítico y confirió una disciplinamoral a su vocación: fue protagonista y teórica a la vez de lafotografía. “Siempre supo asociar la novedad técnica, la sensibilidadde su época y la fuerza de su mirada” 1 , resume Olivier Corpet, quiencuró una de sus recientes exposiciones 2 . Nació ella en el seno deuna familia judía de la burguesía berlinesa, su padre era coleccionistade arte romántico (poseía, entre otro bienes, 17 cuadros de CasparDavid Friedrich, pero se vio obligado a vender su acervo en Lucernaen 1942… 3 ); él le regaló su primera cámara Leica, que la joven de18 años estrenó atestiguando la crisis de la República de Weimar,aquel periodo de hiperinflación, desempleo e intentos putschistas deconservadores y socialistas que allanó el camino al triunfo de Hitler.1. Catherine Thieck, Olivier Corpet, “Deux frontières, deux fuites”, La Lettre de l’imec,París, núm. 14, otoño 20112. “Gisèle Freund. L’oeil frontière. Paris 1933-1940”, Fondation Pierre Bergé-Yves Saint-Laurent, 14 octubre 2011-29 enero 2012, cocurada por Olivier Corpet y Catherine Thieck.3. C. Thieck, O. Corpet, op. cit.3


A la par de ese aprendizaje empírico, los estudios de sociología en launiversidad de Francfort la incitaron, quizás más que otros colegas,a apasionarse por el fotorreportaje (80 series realizó en total, destinadosa una amplia difusión en la prensa internacional). Asistió en1935 al Congreso Internacional por la Defensa de la Cultura quereunió en París, bajo la iniciativa de Henri Barbusse y Louis Aragon,a los intelectuales Malraux, Huxley, Pasternak, Ehrenburg, Regler,Nizan, alarmados por el ascenso del fascismo en Europa. Lo mismodocumentó la caza de los estudiantes en Francfort por los vopos en1932, que el desempleo en las minas del norte de Inglaterra en 1935y los conflictos judeopalestinos en los años 1980.Se le considera la mejor cronista visual de la vanguardia parisinaen la entreguerra. Lo que se sabe menos es que viajó varias veces aMéxico: en 1948 la primera (dos meses que se extendieron a un parde años); la segunda en 1964, durante la visita oficial del presidenteDe Gaulle; la tercera en 1978, para intervenir en el 1er. Coloquio deFotografía. Estas estancias ampliaron su repertorio iconográfico alos registros de la arqueología y la etnografía, que dieron lugar en elálbum Mexique précolombien (Ides et Calendes, Neuchâtel, 1954) a unaestética sobria y esmerada. Así de exigentes fueron las inquietudesmorales y deductivas vertidas en sus dos ensayos sociológicos hoyvueltos referencias del género. “Gisèle Freund. Doctora en Letraspor la Universidad de París”, rezaba su tarjeta de presentación. Enla Universidad de Francfort, el sociólogo Norbert Elias, entoncesasistente de Karl Mannheim, le sugirió centrar su reflexión en lacomercialización de la fotografía en Francia, en el siglo xix. Una vezrefugiada en París, se tituló en La Sorbona sosteniendo la tesis Lafotografía en Francia en el siglo xix (1936): fue el primer volumen universitariosobre la fotografía en el campo de la sociología, al analizar elpapel que desempeñó ese medio de reproducción en la concepcióndel retrato y en la evolución de la sociedad burguesa -de allí su carácterpolítico. Cuarenta años después, especuló en Fotografía y sociedad(1974) 4 sobre los usos de la fotografía, así como sus mecanismos4. Traducido al castellano bajo el título La fotografía como documento social,Barcelona, Gustavo Gili, 1993 (trad. Josep Elias).4


de valoración, sondeando “las relaciones que provocan una mutuadependencia entre las expresiones artísticas y la sociedad, y de quémodo las técnicas de la imagen fotográfica han transformado nuestravisión del mundo”. 5 Considerable aportación significaron esasinvestigaciones, hechas por una mente escrupulosa, laboriosa, dotadaa la vez de sentido crítico y de imaginación.Gisèle Freund tuvo una vida longeva cuya principal vicisitud fue eldestierro, de la patria a París y a Buenos Aires, pasando por Londres,Quebec y México. En 1933, ante un inminente arresto en el contextode la represión desatada por el incendio del Reichstag, huye precipitadamentede Alemania a París. Se le expulsa en 1940 de Franciaocupada por los nazis. En ese lapso relativamente corto del primerexilio fragua su carrera, con la colección de retratos que agrupa a laintelligentsia parisina de entreguerras. “Es la única en explotar conseriedad los rollos a color recién puestos en venta para los aficionados”6 : así podría explicarse su innovación radical del retrato a colorbajo luz artificial, gracias a la intuición del potencial plástico delAgfacolor y el Kodachrome. “Es receptiva a las nuevas tecnologíasy usa, para su Leica con la que ha huido de Alemania, las recientespelículas a color Agfa y Kodak. Algunos fotógrafos las empleabanen aquella época, pero Gisèle Freund fue la primera en saber asociarestrechamente el tema y el método. Ella sigue siendo hoy, en virtudde la fuerza de esa conjunción, no sólo la fotógrafa de los escritores,sino también la primera fotógrafa a color.” 7El encanto de la obra de Gisèle Freund radica en la delicadeza desu factura y en su dimensión literaria. Todos –escritores más queartistas, por cierto- acceden a posar frente al escritorio, en la bibliotecao el taller, ocasión para ella de escrutar sus rasgos psicológicosen la intimidad: casi invidente y los dedos ensortijadas, James Joyce5. Ibid, p. 96. Alain Sayag, “La vie de Gisèle Freund”, en Gisèle Freund. Itinéraires, París, Muséenational d’ art moderne Centre Georges Pompidou, 1991, p. 1297. C. Thieck, O. Corpet, op. cit.5


leyendo con anteojos y lupa; Matisse en raída y manchada bata dedescanso; Marcel Duchamp con sonrisa desengañada; Tristan Tzaraapaciguado y pensativo; Jean Cocteau fumando bajo una esculturaoriental de tono rojo sangre; Virginia Woolf con mueca meláncolica.En 1939, Joyce le aconseja que incluya a colegas anglosajones:Vita Sackville-West, Bernard Shaw, Sylvia Beach, Herbert Read…“Explíqueneme por qué los literatos quieren ser fotografiados comosi fueran estrellas, y éstas como si se tratara de literatos”, 8 finge sorprenderseFreund, quien en la jerarquía de los creadores ubica alfotógrafo al nivel del traductor –siempre y cuando el traductor sepaescribir por mérito propio. Se desenvuelve en el medio intelectualpor vía de Adrienne Monnier, editora, dueña de la mítica librería “LaMaison del amis des livres” en la rue de l’Odéon, vecina de “Shakespeare& C.” De Sylvia Beach y anfitriona de selectas tertulias. “Enmarzo de 1935, compra donde Adrienne Monnier un libro de JulesRomains. Comienza una amistad que transformará profundamentesu exilio: la literata la defiende ante el Centro de contra-espionajeque intenta expulsarla, traduce y publica su tesis de doctorado y, porel intermediario de su primo, la introduce con Pierre Blum, el mismoque, a modo de regalo de bodas, le obsequia en 1936 la nacionalidadfrancesa.” 9 Organiza proyecciones de sus fotografías, en granformato, sobre una sábana montada como pantalla en la librería deAdrienne Monnier. Y continúa practicando el retrato a lo largo desu vida: si bien en las primeras tomas “el renombre del intelectualirradia sobre la joven fotógrafa desconocida”, con las más tardíasocurre a la inversa, “la reputación de Gisèle Freund sirve para darcierto cachet a los modelos”. 10 Recuérdese que François Mitterand,recién electo Presidente de Francia, le comisionó en 1981 su retratooficial.El propósito de esta exposición –la segunda individual en México,la primera organizada por el inba y el Pompidou en el Palacio de8. Cit. en La Lettre de l’imec, op. cit.9. Gisèle Freund. L’oeil frontière. Paris 1933-1940, París, rmn/imec, 2011, pp. 12-1310. Lorraine Audric, “Le fonds Gisèle Freund à l’imec”, La Lettre de l’mec, op. cit.6


Gisèle Freund. La mesa de trabajo de Virginia Woolf. Rodmell, Sussex, 1965Impresión contemporánea • Fonds Gisèle Freund/imec/Fonds mmc


Bellas Artes en febrero-marzo 1994, se tituló “Fotografías de GisèleFruend”- es invitar al público a descubrir una extraordinaria figuraaún desconocida en nuestro país. Abruma constatar que incluso ennuestro gremio de fotógrafos se ignore los numerosos vínculos deGisèle Freund con México y con América Latina. En 1941, VictoriaOcampo la invita a pasar una temporada en Argentina (adondevolverá en 1950 para observar a Evita Perón hasta en su vestidor,reportaje demistificador que causó escándalo). En los años siguientesno cesarán las idas y vueltas a Santiago de Chile (1944) y a laciudad de México (las tomas que allí realiza datan presuntamente de1948 a 1953; las completarán otras más en los años 1970). Paradójicamente,estas obras son las menos difundidas en las retrospectivasque instituciones europeas han dedicado a su legado. De modo queesta exposición brinda una inmejorable oportunidad de empezar aexplorar una etapa poco estudiada de su trayectoria.A consecuencia de las peripecias impuestas por el nomadismo, esteperiodo de la biografía de Gisèle Freund llega a resultar nebuloso.El mam hace votos por que las pistas que lanza ahora contribuyana clarificar la cronología faltante que corresponde a las actividadesde la autora en el Cono Sur y en particular en México. Los datos seantojan ambiguos: las fechas de determinadas fotografías, por ejemplo,no coinciden con aquellas de las correos que envía a sus allegados.¿Por qué algunas vistas de mercados oaxaqueños y del MuseoAnahuacalli en obra negra consignan el año de 1953 si su autora, ensus cartas al escritor Alfonso Reyes en la misma temporada, lamentauna y otra vez no poder ir a México precisando los motivos, ya seafinancieros o de disponibilidad, de tal impedimento? Los archivosde Gisèle Freund, ejemplos de clasificación meticulosa, previo cotejocon fondos documentales locales, habrán de esclarecer en elfuturo las confusiones al respecto.México fue, entre todos los países del nuevo continete que visitó,aquel donde más activó su obturador y del que hablaba con mayorentusiasmo y añoranza. Hemos localizado archivos que consignan8


las huellas de su paso por nuestras tierras y su relación con personalidadesmexicanas, cercana en el caso de Alfonso Reyes, la parejade pintores Diego Rivera-Frida Kahlo y el promotor-museógrafoFernando Gamboa. La caligrafía impecable, apretadísima, de GisèleFreund merece una mención aparte: recuerda de inmediato la quesu compatriota y amigo Walter Benjamin usaba para ahorrar susmíseras provisiones de papel en el exilio francés, mientras esperabaen un campo de concentración la visa para América que llegó el díasiguiente de su suicidio (26 de sepriembre 1940). La mejor fotografíadel filósofo, por cierto, se la tomó Gisèle Freund con motivo dela serie por encargo sobre las bibliotecas de París, su arquitectura,fondos y usuarios, que se presentara en el “Museo de la literaturafrancesa” de la Exposición universal de 1937. Unía al filósofo y lafotógrafa el estatus de emigrados, la lucha por la supervivencia, lalengua materna, la misma fascinación por la revolución industrial…Con Reyes y con Rivera, el tono de Freund es de camaradería profesionaly su intención, informativa: hay pendientes que despachar, lamayoría de índole editorial o que atañen al acontecer e intercambiosculturales. Gisèle Freund acaba de suscribir en 1947 un contrato conla agencia Magnum, fundada por sus colegas Robert Capa y HenriCartier-Bresson para abastecer órganos de prensa en Europa y EstadosUnidos. Suele recibir correspondencia en la sede del organismo,125, Faubourg Saint-Honoré, París, 8. Acreditada como periodistapor el gobierno francés, también imparte conferencias por cuentadel Servicio cultural del ministerio de Asuntos Extranjeros, misiónque la llevará a México en 1948, por intercesión de Alfonso Reyes.Quiere poner al día con sus amigos las solicitudes de imágenes ainsertar en publicaciones, como las revistas inglesas Illustrated y Look(el equivalente de la estadounidense Life), así como órganos localescomo Novedades: de allí las menciones a Fernando Benítez, directordesde 1949 del suplemento “México en la cultura”. Listos para laimprenta están un álbum sobre México con prefacio de Paul Rivet(Mexique précolombien) y varios reportajes, uno de ellos sobre el artemoderno que incluye a los muralistas consagrados Rivera, David Al-9


faro Siqueiros, José Clemente Orozco, lo mismo que a Frida Kahlo,quien le merece un reconocimiento anticipado. Prepara una reseñasobre la Ciudad Universitaria en construcción, pero se queja de quela ayuda del arquitecto Carlos Lazo se haga esperar (“No me llama laatención el silencio de Lazo. Se ha vuelto loco. Cree que es Rector dela Universidad por haber hecho los nuevos edificios”, 11 le contestaReyes). Está armando un libro sobre escritores con la casa Gallimard(que saldrá finalmente en 1968, con motivo de su exposiciónen el Musée d’art moderne de la Ville de Paris: Au pays des visages.Trente ans d’art et de littératura à travers la caméra de Gisèle Freund. 1938-1968). Otra tarea la absorbe por completo: la reproducción fotográficade las piezas que el Estado mandó a la sensacional exposición“Arte mexicano, antiguo y moderno” en el Musée de l’Homme en1952. Y así se lo hace saber a Reyes: “En París trabajé mucho porMéxico, pues hice la mayor parte de las fotografías de los dos catálogosde la exposición, publiqué una serie completa de artículos sobreese suceso extraordinario y, ‘last but not least’, hice todo lo que pudepor crear un ambiente propicio ante los críticos y amigos del arte.(…) es una satisfacción para mí, que quiero tanto a México, ver laprofunda admiración y amistad que se le profesa a su país aquí. Conmucha nostalgia asistí, hace dos días, a la despedida de los diosesmexicanos que partieron de la ‘dulce Francia’ en un tren comercialinterminablemente largo, para encaminarse a Suecia.” 12El epistolario con ambos pintores inicia a mediados de los años1940. Es probable que Freund se enemistara con Frida Kahlo en1952, a raíz de cierto despecho que suscitó el rotundo éxito de dichaexposición de arte antológica que itinera Fernando Gamboa hasta1953 a la Kunst-Hall de Estocolmo y la Tate Gallery de Londres. Nooculta su disgusto a Reyes: “Recibí, acá entre nos, una carta increíblede Frida Kahlo sobre este asunto, llena de odio, groserías, etc.,acusando a los Gamboa de cosas ridículas. No le he respondido y11. Carta de A. Reyes a G. Freund (18 de octubre de 1952). En Sergio Ugalde Quintana,Un cierto encanto goethiano, Correspondencia alemana de Alfonso Reyes (1914-1959),México, El Colegio de México/Juan Pablos, 2013, p. 29412. Carta de G. Freund a A. Reyes (13 de agosto de 1952), Ibid., p. 29010


Gisèle Freund. Frida Kahlo, México, sin fecha, ca.1948-1952Impresión contemporánea • Fonds Gisèle Freund/imec/Fonds mmc


si regreso a México no tengo la intención de frecuentar a todo esegrupo, pues ahora me doy cuenta cómo esas personas, a pesar de sutalento, pueden estar ciegos por su fanatismo. Y nada es más estúpidoque ser fanático.” 13 Sin embargo, conservó puesto hasta su muerteun anillo que Frida le había regalado. Y las registros tardíos de Riveray Freund paseando por la construcción del Anahuacalli, la cual iniciaen 1953, desmienten una ruptura definitiva con el pintor al que tantoalabó en sus reportajes gráficos sobre el arte moderno mexicano.Con Reyes se cartea asiduamente entrada la década de 1950. En 1951,inquiriéndose de la menguada salud del maestro, le describe a su esposaManuela su estancia en el Monte Rougemont, al este de Canadá,lugar donde ella pasa una temporada con su hermano Hans, radicadoen la provincia de Quebec desde finales de la década anterior:“Vivo en una casita (un antiguo gallinero) en medio del campo. Elpoblado está a seis horas. Tengo una vista maravillosa y vivo tan sola(con mi hermano) como los monjes del monasterio que se encuentraa una hora, donde compro los huevos y las lechugas. Esta soledades maravillosa y puedo trabajar con toda tranquilidad.” 14 Firmado elarmisticio en 1945 en Berlín, Gisèle Freund sigue a salto de mata.“En mi profesión nunca se sabe lo que llegará”, advierte. 15 Remitedesde Londres (está domiciliada en 47 Leeroad, barrio de Blackheath,donde residen sus padres desde las leyes antijudías del Reich), Italia yotras partes de Europa, hasta que se fija en diciembre de 1952 en el12, rue Lalande, París, 14 (“un pequeño estudio que inmediatamentellené con todas mis chucherías de México” 16 ). Aprovecha esta circunstanciainusual para ordenar sus expedientes de negativos, hojasde contacto e impresiones, sin dejar de multiplicar sus colaboracionesen la prensa: “En la actualidad hago más artículos que fotografías,pues el oficio de fotógrafo es demasiado cansado, y desde que tengonuevamente un hogar puedo trabajar tranquilamente ‘at home’.” 1713. Carta de G. Freund a A. Reyes (18 de octubre de 1952), Ibid, p. 29414. Carta de G. Freund a A. Reyes (16 de agosto de 1951), Ibid, p. 28915. Carta de G. Freund a A. Reyes (27 de marzo de 1953), Ibid, p. 29916. Carta de G. Freund a A. Reyes (16 de diciembre de 1952), Ibid, p. 29617. Carta de G. Freund a A. Reyes (1 de febrero de 1954), Ibid, p. 30412


Está al día en cuanto a novedades editoriales y eventos culturales, ysolicita a sus interlocutores que se las sigan notificando, conscientede que los órganos de prensa prefieren vincular los artículos a hechosde actualidad. A Reyes le envía paquetes con libros de Léon-PaulFargue y revistas como Les Lettres Nouvelles, donde publica AdrienneMonnier; él le hace llegar Visión de Anáhuac y El suicida, y le confiesalas contrariedades que le suscita la traducción de El deslinde. Ella leconfiesa que Adrienne Monnier ponía todo en marcha para que sepublicaran en Francia sus obras completas. En una de sus últimascartas (6 de septiembre 1955), Gisèle Freund le anuncia la muerte deAdrienne Monnier: “Perdí con ella a uno de los seres que más queríaen el mundo; a ella debo en buena medida mi formación espiritualy mi conocimiento y mi amor por las letras. Usted bien lo sabe.” 18No hay carta que le dirija a Alfonso Reyes, en que Gisèle Freund noexterne su deseo frustrado de estar en México. No abandona el plande pasar tres meses en el país, quiere valerse de un boleto de aviónque Air France pone a su disposición a cambio de una campañapublicitaria; otra opción es la travesía en barco. “La verdad es queme siento debatida entre la dulzura de vivir en Francia y la grandezaamarga y misteriosa del mundo mexicano. Pero lo que me atrae antetodo en México son los numerosos amigos, su cálida amistad, la fraternidady la comprensión que siempre experimenté entre ustedes yque me lleva irresistiblemente a regresar.” 19Gisèle Freund, gracias a esta iniciativa del mam, vuelve a México trascuatro décadas de ausencia. Indispensables para acercarse al semillerode las vanguardias literarias, sus retratos son un puente hacia lostratados más exhaustivos que se hayan producido sobre la expansiónsocial de la fotografía y su consumo desde la era industrial hasta lade McLuhan. En cuanto a las aportaciones derivadas de sus experienciasmexicanas, concurrieron a la valoración estética de nuestracultura antigua y moderna en otras latitudes, respondiendo así a la18. Carta de G. Freund a A. Reyes (6 de septiembre de 1955), Ibid, p. 30919. Carta de G. Freund a A. Reyes (13 de agosto de 1952), Ibid, p. 29213


del mam; a Iñaki Herranz va una mención especial, pues rastreóen fondos documentales la más mínima presencia local de GisèleFreund, extendió la investigación a la propia colección del mam yamplió el alcance interpretativo de la muestra, descubriendo inéditosdiálogos conceptuales con una treintena de imágenes de otrosfotógrafos contemporáneos de Freund (Cartier-Bresson, Manuel yLola Álvarez Bravo, Kati Horna, Lewis Hine, Emilio Amero, ArmanoSalas Portugal, Héctor García, entre otros) representados en esteacervo. Por último, a Gérard Fontaine, así como a Sergio Ugalde yFreija Cervantes, cuyas pesquisas y coadyuvancia berlinesas juntaronlo útil a lo agradable.Gisèle Freund. Manuel Álvarez Bravo, sin fecha, ca.1978Impresión contemporánea • Fonds Gisèle Freund/imec/Fonds mmc16


18Gisèle Freund. Victoria Ocampo, París, 1939 • Impresión contemporánea • Fonds Gisèle Freund/imec/Fonds mmc


Gisèle Freund,la fotógrafaque amó a México≈Samuel VillelaAl término de su bachillerato, Gisèle Freund (1908-2000) recibecomo regalo de su padre una cámara Leica, con lo cual inicia su trayectoriafotográfica. Documentaría los festejos por el Día del Trabajoy el ascenso del fascismo en Frankfurt, ciudad donde seguiríasus estudios en sociología. Con este tipo de actividad, se sientan lasbases para su mirada documentalista.Debido a su ascendencia judía, tiene que huir de la persecuciónpolítica nazi, yendo a refugiarse en Francia -después adquiriría lanacionalidad de ese país. En París conoce a Adrienne Monnier, ladueña de la librería La Maison des Amis des Livres, quien le facilitael contacto con la intelectualidad francesa y europea, a la cual retrataen una célebre colección (Jean-Paul Sartre, André Malraux, Simonede Beauvoir, Virginia Woolf, George Bernard Shaw, James Joyce,Paul Valéry, Walter Benjamin, Jean Cocteau, T.S. Eliot, André Gide,entre otros). Pionera en el retrato a color, posible debido a los avancesde la casa Agfa, retoma el nuevo elemento de verosimilitud en lafotografía, que hasta entonces había tenido el consenso de realismoa partir del blanco y negro. Esta faceta de su trayectoria le valdráun reconocimiento social y algunas de las imágenes capturadas se19


volverán icónicas 1 , en cuanto a reproducir el rostro y talante de connotadospersonajes.Es de destacarse también, de estos inicios, la cobertura que llevó acabo del 1er Congreso Internacional de Escritores en Defensa de laCultura (Paris, 1935), registrando en aquel importante evento político-culturalsuscitado por la latente amenaza del fascismo a varias delas personalidades de su galería fotográfica.Su factura del retrato pretendía desentrañar la peculiaridad del personajey se sustentó en la idea que ella tenía acerca de la posibilidadde capturar la esencia del sujeto a través de la fotografía:Un rostro explica a un ser humano. Cuando uno se mira a sí mismo,nunca se ve tal como es. En primer lugar, porque, en un espejo, unose ve al revés; y, en segundo lugar, porque uno es fundamentalmenteamable consigo mismo… a pesar de la máscara social que aprendemos acomponernos desde la infancia, las emociones que nos esforzamos porocultar se pueden descifrar en nuestros rostros con una gama infinitade matices.Nunca he dejado de querer comprender qué hay detrás de un rostro.(cit. en Jamís, 2002: 108-109).También durante su estancia en Paris, colaboró con prestigiosas revistascomo Weekly Illustrated, Paris Match y Life. Para esta última,realizó un fotorreportaje sobre los efectos de la depresión en Inglaterra,con lo cual se afirmó su vertiente documentalista.En esta conformación de su mirada, la fotógrafa recibe variados influjos:“El trabajo de Gisèle Freund refleja una serie de influencias,desde la fotografía de Eugène Atget, Jacob Riis, Lewis Hine y la1. Una de las primeras, la de André Malraux, tomada en 1933 –justo después de la publicación desu famosa novela La condición humana–, aunque en blanco y negro, se convirtió en ícono y señaladopunto de partida de su labor retratística. Ha trascendido al grado de que un timbre postal, emitido enhonor del escritor, lleva una reproducción en fotograbado del famoso retrato.Véase: iconicphotos.wordpress.com/2009/06/05/andre-malraux-by-gisele-freund20


Bauhaus, hasta la Farm Security Administration y la nueva objetividad(Neue Sachlichkeit). A partir de estas atracciones que sintetiza,crea su propio estilo y su propia forma de mirar.” (Oliva, 2002: 209).En la misma década, en 1936, elabora su tesis La photographie en Franceau xix siècle, misma que sería el punto de partida para su tratadoLa fotografía como documento social (1974) que, a decir de algunos, esuno de los primeros ensayos teóricos sobre la fotografía 2 y un “libroreferencial” (Clemente Bernard) 3 .Por ende, para este momento, ya confluyen en su trayectoria tantouna relevante labor en el retrato como una vertiente documentalistay un aporte teórico a través de su tesis doctoral, de lo cual derivasu posterior ensayo. Es con este bagaje teórico-práctico que le sorprendela ocupación alemana de Francia, situación que la motiva aaceptar la invitación que le extiende Victoria Ocampo, directora dela revista Sur, para efectuar una serie de reportajes en Argentina,adonde se dirige en 1942, en un nuevo exilio que le permitirá itineraren algunos otros países sudamericanos. 4Ya en la postguerra, la fotógrafa ingresa a la agencia Magnum en1947. Será la primera mujer en dicha agrupación de fotógrafos profesionales;se le comisiona para responsabilizarse de la cobertura deLatinoamérica. Ese mismo año, realiza un primer viaje a México, delcual tenemos el siguiente testimonio: “Llegué a México con muchascartas de presentación. Una de ellas para María Asúnsolo, una mujer2. “A pesar de su formación académica, Gisèle Freund no se veía a sí misma como unateórica. No obstante, nadie antes había escrito una tesis doctoral sobre fotografía en Franciadonde había cursado sus estudios- ni seguramente en el mundo.” (Honnef, 2002: 221)3. Clemente Bernard, fotógrafo y cineasta documentalista independiente, activo desde losaños 1980. http://sientateyobserva.com/tag/gisele-freund/4. “Durante aquellos años de exilio, Buenos Aires fue el lugar adonde siempre iba arecalar; pero desde allí, no paré de viajar a otros países de América del Sur. Iba a Uruguaycon frecuencia, donde volví a encontrar a un amigo de Frankfurt. En Chile, trabajé comoayudante de Jacques Rémy, quien preparaba una película basada en un guión de JulesSupervielle…Viajé hasta Ecuador. En cada país, hice reportajes, que publiqué.” (cit. enJamís, op. cit.:132)21


muy famosa en la época, no sólo por su belleza y gentileza, sino porla galería de arte que había abierto en otros tiempos; me presentóa mucha gente y se convirtió en una gran amiga mía.” (cit. en Jamis,op. cit.:156).De esa primera estancia resultarían algunas interesantes imágenes delos artistas e intelectuales mexicanos:En [1947] Gisèle Freund captó a Siqueiros cuando pintaba Casa mutilada,teniendo al fondo el monumental retrato de Angélica Arenal…De las trece fotografías tomadas a Frida y a su casa en Coyoacán, seguramentela más bella [de 1947], es la que muestra a la pintora de pie enel patio, rodeada de tres perros pelones que quizás provenían del buencriadero de estos animales sostenido por Emma Hurtado, la amiga íntimade Rivera, con quien contrajo matrimonio tras la muerte de Frida…(Tibol, 1992).Retorna por segunda ocasión en 1950 –después de una azarosa salidade Argentina- y se queda un par de años. Esta permanencia, queoriginalmente estaba proyectada para quince días, se debe -según suspropias palabras- a que se enamoró de México:Me enamoré locamente de México… ¡Qué país! Todo allí es belleza,desde los antiquísimos vestigios artísticos hasta los humildes objetos artesanalesque uno encuentra en los mercados.México me impresionó profundamente…Para decirlo con propiedad, quedé fascinada. (cit. en Jamís, 2002: 151)Paradójicamente, en este segundo viaje a territorio nacional la fotógrafavenía invitada por Alfonso Reyes para dictar conferenciassobre literatura francesa, dada su cercanía con muchos de los grandesescritores franceses, y no sobre fotografía. Mas esa percepción sobreMéxico, que la atrapó, hizo que esa estancia se prolongara, permitiéndolecrear uno de los acervos fotográficos más grandes que, sobreMéxico, existía en Europa por aquel entonces (Tibol, op. cit.:152).22


Gisèle Freund. Frida Kahlo al lado de una escultura en su patio, Ciudad de México, ca.1948-1952.Impresión contemporánea • Fonds Gisèle Freund/imec/Fonds mmc


A lo largo de ese par de años, contó con el apoyo del gobierno mexicanopara sus desplazamientos:…gracias al gobierno mexicano, dispuse siempre de un chofer para ir adonde quisiera. Después de haberme sumergido durante algún tiempoen el estudio riguroso de las culturas precolombinas mexicanas, empecéa recorrer aquel maravilloso país. Lo recorrí a lo largo y a lo ancho, deNorte a Sur, pasando por el istmo de Tehuantepec y el lago de Michoacán.Fotografié el arte olmeca, tolteca, maya, azteca. También fotografiéescenas de la vida cotidiana… en las ciudades y en el campo, a losartistas célebres y a los humildes campesinos. (cit. en Jamís, 2002: 154)De esta manera, Freund retrató y documentó parajes rurales, gruposétnicos, el paisaje y las transformaciones que ocurrían en la ciudadde México. Asimismo, en virtud de su trayectoria francesa, retrató aparte de la intelectualidad y a artistas mexicanos, introduciendo enese campo la fotografía a color, como había hecho antes en Europa.Son célebres sus retratos de Frida Kahlo, Diego Rivera, David A.Siqueiros, José Clemente Orozco. Menos conocidos resultan aquellosde los miembros del Taller de Gráfica Popular, de María Asúnsolo,Vicente Lombardo Toledano, Pérez Prado en acción, PabloO’Higgins, Alfonso Reyes, Dolores del Río.Una de las fotografías tomadas a Diego Rivera es considerada porHonnef (2002: 224) uno de sus más logrados retratos a color:En la historia de la representación de la figura humana, los retratos deGisèle Freund abren una nueva página… En ellos, el color juega un papeldecisivo. Tratado con delicadeza, nunca fuerte o estridente, confierea las imágenes un brillo inigualable. En este sentido, tal vez uno de sustrabajos más representativos es el retrato de Diego Rivera, en que laimagen del pintor mexicano se funde con las figuras y las formas de unade sus pinturas de ciudad de México.También durante esta estancia hizo el más célebre de sus autorretratosque se le conocen y que se ha convertido en su carta de presentacióngráfica.24


Realizó igualmente fotografías documentales sobre el pueblo mexicanoen sus ámbitos urbano y rural, sobre grupos indígenas y el pasadoprecolombino. Acerca de este último tópico produjo el libro MexiquePrécolombien, prologado por Paul Rivet, mismo que sería editado pocodespués de una magna exposición sobre arte prehispánico que se presentóen 1952, en el Musée d’Art Moderne de París y que itineraría aEstocolmo y Londres. Además de presentar buena parte del materialregistrado en sus viajes, uno de los aspectos peculiares de dicha publicaciónfue la inclusión de la lápida descubierta en la cámara sepulcraldel templo de las Inscripciones en Palenque, recién excavada.Con motivo de esta exposición de arte prehispánico, la fotógrafa fuerequerida por el museógrafo Fernando Gamboa, quien la contratópara llevar a cabo una cobertura tanto del montaje museográficocomo de la inauguración 5 .Pero el interés de la fotógrafa por difundir el arte prehispánico nose agota ahí. Tendría una destacada participación en la organizaciónde una posterior exposición museográfica sobre el arte mexicano:…cuando… a principio de los años sesenta se habló de organizar unaexposición, los responsables del Grand-Palais, lugar propuesto para albergarlas obras, respondieron: «¿México? ¡Ni lo sueñe! No interesa anadie.» En cambio, Jean Cassou, que dirigía el Museo de Arte Moderno,dijo: «¿México? ¡Con los brazos abiertos! »Esta exposición tuvo lugar en 1962. Contribuí a ella personalmente, nosólo con mis fotos, sino haciendo que participaran en la muestra personajesque, como André Breton, habían conocido perfectamente Méxicoy les interesaba mucho aquel país. El resultado fue una exposición fantástica,que tuvo un éxito enorme. La cola, en la taquilla, era cada día máslarga y las salas estaban llenas de gente permanentemente.Además de arte precolombino y piezas antropológicas, los cuadros delos tres grandes pintores mexicanos, Orozco, Siqueiros y, por supuesto,Rivera, estaban muy bien representados y cada uno tenía su propia sala.(cit. en Jamís, 2002: 162-163).5. http://www.analesiie.unam.mx/index.php/analesiie/article/view/2194/2771#n30a25


Gisèle Freund. Exposición de México en París, sin fecha (1952 o 1962)Impresión de época • Archivo Promotora Cultural Fernando Gamboa


Fue tal la importancia que se dio a dicha exposición que ameritó lapresencia del entonces presidente Charles de Gaulle y del ministrode la Cultura, André Malraux.La fotógrafa-ensayista regresaría a México en 1978, tanto para participaren el 1er Coloquio Latinoamericano de Fotografía como…para actualizar su archivo mexicano… Pero esa vez, sin dejar de sorprendersepor los grandes cambios que se habían operado en el país, lanotable fotógrafa se detuvo a mirar, con ojos llenos de bondad y picardía,a la gente sencilla, a los humildes de México que, como sus semejantesde todo el mundo, se ven obligados a adquirir su propio sentido dela libertad y de la belleza.(Tibol, op. cit.: 153)Para cuando se produce esta tercera visita, la fotógrafa ya había publicadosu renombrada obra La fotografía como documento social (1974),uno de los primeros y más difundidos ensayos contemporáneos sobrela fotografía; de modo que despertó cierta expectativa su participaciónen ese coloquio, pues una buena parte de los fotógrafoslatinoamericanos que ahí se congregaron comulgaban con sus tesissobre el trasfondo social de la fotografía. Aunque, por lo demás,cabe destacar que su participación formal se vio restringida a sersólo comentarista de una ponencia, la de Mario García Loya: “Relaciónentre realidad y estilos de la fotografía en América Latina”.En ese evento, la fotógrafa refrenda su ideario sobre lo que debe serla labor de un fotógrafo comprometido con la realidad de su tiempoy, en particular, con la realidad latinoamericana: “Revelar el hombreal hombre, ser un lenguaje universal, accesible a todos; tal siguesiendo para mí, y debiera seguir siendo para mis camaradas latinoamericanos,la tarea principal de la fotografía.” (Freund, 1978: 20)Asimismo, hace abiertas críticas a la verosimilitud en la fotografía:“La tan citada objetividad del aparato de fotografía no es sino unaengañifa”; (Ibid.: 19) “No, la fotografía no es objetiva, y justamentepor esta razón, los fotógrafos de América Latina tienen una tareainmensa por cumplir. Mostrar a través de sus lentes, el mundo que27


les rodea.” (Ibid.: 20) En el mismo tenor, confirma su planteamientosobre la relatividad en la significación de la imagen fotográfica: “Elsignificado de una fotografía puede cambiar totalmente, dependiendode la manera en que es presentada.” (19)También de este segundo viaje data su fotografía de Manuel ÁlvarezBravo, uno de los más renombrados fotógrafos mexicanos. Es reveladorel interés de la fotógrafa por dicho retrato: “Tiene bastantesentido que lo escogiera como uno de los protagonistas para su colecciónde retratos, ya que fue quien tomó el relevo de Tina Modottide retratar a los muralistas del momento y a sus obras monumentales.”(Oliva, op. cit.: 219)En cuanto a su trayectoria en 1978, continuó con el registro fotográficoen los tópicos ya trabajados, por lo cual el conjunto de suacervo reviste importancia, en cuanto a la cobertura en los siguientesaspectos:1. El pasado precolombino, con fotografías de un gran número dezonas arqueológicas a lo largo y ancho del país.2. El medio urbano, sus costumbres y transformaciones, sobre todoen algunas partes de la ciudad capital.3. El medio rural, dando cuenta de tradiciones, fisonomías, prácticasproductivas.4. Grupos indígenas, sobre todo en Chiapas, Oaxaca, Michoacán yEstado de México.5. El ambiente artístico-cultural de la época, con retratos que continúansu recorrido entre la intelectualidad francesa y europea.Producto de esta trayectoria mexicana, se ha conformado un acervofotográfico y documental que actualmente se encuentra en resguardodel Institut Mémoires de l’édition contemporaine/Fonds Mémoirede la création contemporaine (Caen, Francia). El fondo GisèleFreund comprende cerca de 1,600 negativos originales en blanco ynegro, acompañados de sus hojas de contacto; 1,200 impresiones a28


color y en blanco y negro; 8,200 diapositivas (originales y con duplicados);1,000 contratipos 6 y más de 8,000 impresiones para prensa(Audric, 2011: 197). Acompañan a este material archivos personalesy profesionales, manuscritos y correspondencia, expedientes de gestiónde su obra, así como una biblioteca personal.Aun cuando Gisèle Freund se mostró siempre renuente a considerarla fotografía como un arte, su trabajo se presentó en el CentreGeorges Pompidou (1991), siendo ésta la primera exposición de unamujer fotógrafa en tener cabida en ese recinto.Recibió diversas distinciones a lo largo de su carrera, entre ellas en1978 el premio de cultura de la Asociación alemana de fotografíay en 1980 el Gran Premio de las Artes del Ministerio de la Culturafrancés.A pesar de la trascendencia de esta trayectoria, la obra de GisèleFreund en México es poco conocida. A diferencia de otras fotógrafasextranjeras cuya producción se ha visto reflejada, incluso,en libros publicados, como los de Bernice Kolko, 1966; GertrudeDuby, 1996, o de otros fotógrafos franceses contemporáneos, comoCartier-Bresson y Bernard Plossu, 2013 7 , sobre Gisèle Freund sólose ha producido una breve exposición fotográfica en 1994 en el Museodel Palacio de Bellas Artes.En Europa, sólo se ha presentado una exposición sobre su trayectoriamexicana: “Frida Kahlo Diego Rivera, Le voyage mexicain”, enla galería Didier Devillez de Bruselas, Bélgica (2010) 8 .6. Contratipo: en fotografía y cinematografía, negativo que se obtiene de un positivo delnegativo original. Se emplea cuando el negativo original se ha deteriorado o perdido y senecesitan nuevas copias.7. Sobre estos dos fotógrafos franceses, se produjeron exposiciones museográficas.La primera, Cuadernos mexicanos 1934-1964, de Cartier-Bresson con Álvarez Bravo, en elPalacio de Bellas Artes (1935), adonde acaba de volver aquél en su retrospectiva de 2015;la segunda, de Plossu, más recientemente: “¡Vámonos¡ Bernard Plossu en México”,Museo de Arte Moderno, 2014.8. Véase: http://www.galeriedidierdevillez.be/pdf/Invitfreund.pdf29


Referencias bibliográficasFreund, Gisèle “Comentario”, en: Hecho en Latinoamérica. Memoriasdel Primer Coloquio Latinoamericano de Fotografía. Consejo Mexicano deFotografía, pp. 19-20. México, D.F., 1978.Honnef, Klaus. “Gisèle Freund: una biografía fotográfica”, en:Freund, Gisèle. El moni la meva cámera, pp. 221- 225. Centro de CulturaContemporánea de Barcelona, Barcelona, 2002.Jamís, Rauda. Gisèle Freund. Conversaciones con Rauda Jamís. Circe,Barcelona, 2002.Oliva, Lydia. “Una vida de aventura, una vida aventurera”, en: Freund,Gisèle. El moni la meva cámera, pp. 208-221. Centro de CulturaContemporánea de Barcelona, Barcelona, 2002.Tibol, Raquel. Episodios fotográficos. Libros de Proceso. México,1989.30


Gisèle Freund. Muertitos, Pascua, Ciudad de México, sin fechaImpresión contemporánea • Fonds Gisèle Freund/imec/Fonds mmc


El Museo de Arte Moderno agradece a las siguientes personas e instituciones suinvaluable apoyo para la realización de esta exposición:Noël Adrian, Guadalupe Artigas de Ramos Cárdenas, Lorraine Audric,Dominique Azam, Alain Bourdon, Laura Campos, Patric Clanet, Pierre Clouet,Marie-Edith Castro, Mauricio Doce, Francisco Eizaguirre, Bruno Favel, EtienneFeau, Fabio Fiorentini, Gérard Fontaine, Patricia Gamboa, Clara Guari, EstelleKersalé, Graciela Kasep, Veronica Hrnández, Ramón López Quiroga, EduardoMejía, Raphaël Meltz, Ingrid Monterrosa, Alfonso Morales, Alicia Reyes Mota,Rodrigo Parra, Orane Proisy, Mélina Reynaud, José Antonio Rodríguez, SamuelSadovich, Emanuel Sánchez, Maria Sánchez, Mara Suero, Yoann Thommerel,Hilda Trujillo, Sergio Ugalde, Gisselle Villarreal, Samuel Villela.Asociación de Amigos del mam, Capilla Alfonsina, Comisión de Equidady Género de la Cámara de Diputados, Département des affaires européennes etinternationales de la direction générale des patrimoines du Ministère de laCulture et de la Communication, Embajada de Francia en México, EpsonMéxico, Fonds Mémoire de la création contemporaine, Galería López Quiroga,Institut Mémoires de l’édition contemporaine, Instituto Francés de AméricaLatina, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Mexico Accueil, Pernod-Ricard, Promotora Cultural Fernando Gamboa, Réunion des Musées Nationaux,Saint-Gobain.Créditos de la exposiciónCuraduría e investigación: Sylvia Navarrete, Samuel VillelaCuraduría acervo mam: Iñaki HerranzCoordinación curatorial: Iñaki Herranz, Abel MatusDiseño museográfico: Arely Flores, David OsnayaDiseño gráfico: Luis Miguel Leon, Kitula HernándezAsistencia diseño: Eduardo GalindoCoordinación de exposiciones: Janice AlvaDesarrollo institucional: Sol VargasJefa de colecciones: María del Carmen Canales


Consejo Nacional para la Cultura y las ArtesRafael Tovar y de TeresaPresidenteInstituto Nacional de Bellas ArtesMaría Cristina García CepedaDirectora GeneralXavier Guzmán UrbiolaSubdirector general de Patrimonio artísticoMagdalena Zavala BonacheaCoordinadora Nacional de Artes VisualesSylvia Navarrete BouzardDirectora del Museo de Arte ModernoRoberto Perea CortésDirector de Difusión y Relaciones Públicas


Museo de Arte ModernoSylvia Navarrete BouzardDirectoraMarisol ArgüellesSubdirectoraLuis Miguel GarcíaAdministraciónNatalia de la RosaIñaki HerranzAbel MatusSofía NeriCuraduría e investigaciónMaría del Carmen CanalesDiana CamargoRegistro y control de coleccionesDaniel QuinteroEduardo GalindoComunicación y relaciones públicasLuis Miguel LeonKitula HernándezEditorial y diseñoJanice AlvaExposicionesDavid OsnayaArely FloresDiseño museográficoAlejandro ZepedaPágina webSol VargasDesarrolloElizabeth JaimesServicios educativosRubén BarreraServicios generalesJuan CasarrubiasSeguridad


Amigos del Museode Arte ModernoGuadalupe Artigas de Ramos CárdenasPresidentaAimée Labarrère de ServitjeVicepresidentaPaloma Muñoz-SecaSector juvenilEnrique Téllez KuenzlerVicepresidente honorarioEugenio López AlonsoJune LowellMalú Montes de Oca de HeymanJosé Pinto MazalPatronosEnrique Castillo SánchezAlejandro Martí GarcíaSantiago Sepúlveda IturbeAmigosJaime RodríguezContralorMaría OrtizVoluntariadoDolores FloránAsistente

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