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ESPj\:\ oLj\ - Biblioteca Luis Ángel Arango

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REVISTA<br />

DE<br />

FILOLOGÍA ESPANOLA<br />

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Tomo l. EIERO-IIARlO 1914 Cuaderno 1.0<br />

EL ORIGINAL ÁRABE<br />

DE LA "DI S PUTA DEL ASNO<br />

CONTRA FR. ANSELMO TURMEDA"<br />

La primera sospecha de este plagio estupe-ndo vínorne a<br />

las mientes, al leer la introducción mag-istral de ;,fenénckz<br />

y Pelayo a sus Or¿!{CIles de la JVo'lda 1. El sobrio pero perfecto<br />

análisis que allí Se hace de la celebérrima J)ispltta del<br />

apóstata fraile mallorquín, me bastó para la sugestión: yo<br />

había leído aquello en otra parte, en un texto árabe, hacía<br />

tiempo. La curiosidad, aguijoneada, hizornc buscar entre mis<br />

libros árabes de análogo tema zoológ-ico, y topé por fin con<br />

un opúsculo, editado años ha en «I Cairo, cuyo título -- « Fl<br />

animal y el hombre» - y cuyo asunto -- una disputa acerca<br />

de la superioridad de éste sobre aquél -- confirniaban mis<br />

primeras sospechas 2. Xlas para convencerme plenamente y<br />

sugerir mi convicción a los otros, necesitaba disfrutar del<br />

1 ~Iadrid, Bailly-Ilaüliór«, 100~, ':01. 1, introtl., págs. C\' y siguientes .<br />

.-1!hayal/


MIGUEl. AS!:-l<br />

texto de Turrneda , conservado únicamente en una vcrsion<br />

francesa, cuya rareza hacíala casi inasequible. Un ejemplar de<br />

la edición de Pamplona guardado en la <strong>Biblioteca</strong> Nacional t<br />

me permitió felizmente realizar el deseado cotejo con mi texto<br />

árabe, y di ya por conclusa la sentencia; pero no me resolví<br />

a publicar el plagio, porque su demostración habría exigido<br />

insertar en mi artículo todo el texto francés de Turmeda, ya<br />

que la rareza de este texto no hubiese permitido a los lectores.<br />

hacer por sí mismos la necesaria consulta para su cotejo con<br />

el texto árabe.<br />

Renuncié, PUf'S, por entonces a dar publicidad a mi hallazgo,<br />

aunque bien a mi pesar, porque las circunstancias<br />

aguijoneaban a diario mi deseo: metido hace años en la tarea<br />

de estudiar la filiación arábiga de los libros de Raimundo<br />

Lulio, n(~gada inconsideradamente por algunos obcecados entusiastas<br />

del Doctor Iluminado 2, el plagio típico de Fr. Anselmo<br />

Turmoda - arabista , mallorquín y franciscano como<br />

aquél - se me ofrecía, sin buscarlo, como síntoma flagrante<br />


"1..\ DISPUTA DEI. AS:-¡O., DE TUR~IElJA<br />

lución, puesto que el cotejo de Turrneda con el original árabe<br />

podía estar ya, mediante aquella rcirn prr-si ón , al alcance de<br />

tocios los eruditos.<br />

r , - Resumen bio-bibliográflco sobre Tu rmeda.<br />

El nombre, la vida y las obras de Fr. .\nselmo Turrncda<br />

son bastante conocidas entre los investigadores de nuestra<br />

literatura medieval, y bien puedo ahorrarme aquí d trabajo<br />

de puntualizar los rasgos menos salientes de su biografía. Los<br />

eruditos catalanes le han consagrado hace años atención preferente<br />

en SIlS publicaciones regionales, y poco ha el Sr. :'Iird<br />

y Sans ha resumido destallo actual de las averiguaciones obu-nielas,<br />

redactando una Vida di' Fr .. 'll/.I"d/lltl Tnrmedn, que' ha<br />

sido publicada en el número ante-s citado de la N,'z'!f( /lispanique<br />

1, Bastará, pues, para nuestro propósito 'lile recordemos<br />

brevemente qlW Fr. ;\ns


4<br />

MIGUEL Asís<br />

blicaba también, en lengua catalana, varios opúsculos, como el<br />

Libre de bons ensenyaments, las Cables de la dioisio del regu:<br />

de Maliorques, las Profecics y, en 1417, su Disputa del A.;c.<br />

Muerto en olor de santidad, hacia 1420 y tantos, recibió honorífica<br />

sepultura en un mausoleo que todavía es objeto de vene-<br />

ración para los musulmanes tunecinos 1.<br />

Pocos escritores existirán en la Historia literaria que hayan<br />

tenido la fortuna de Turrneda: sus libros catalanes gozaron una<br />

fama extraordinaria en su patria; su polémica anticristiana circula<br />

hoy todavía entre los musulmanes, y su Disputa del ASIlO,<br />

vertida al francés, mereció cuatro sucesivas ediciones, desde<br />

1544 a 1606, aparte de la edición única del texto catalán, hoy<br />

desaparecida, y de otra versión alemana de 1606 2. La avidez<br />

con que el público francés devoró en tan pocos años las cuatro<br />

ediciones no era injustificada: el libro, aparte del incentivo<br />

malsano que le prestan los licenciosos cuentos bocachescos<br />

intercalados por el fraile apóstata, tiene en su fábula zoológica<br />

un interés y una atracción indiscutibles, que se deben, según<br />

Mcnéndez y I'elayo, a la «pronunciada originalidad», al «mucho<br />

ingenio y agudeza», a la «viva y fresca imaginación» que<br />

su autor derrocha a cada página 3. Importa, por lo tanto,<br />

aquilatar qué parte realmente corresponde a Turmeda en<br />

la paternidad de la Disputa. Y para que el lector pueda más<br />

fácilmente formar juicio, convendrá comenzar por ofrecerle<br />

I El Sr. Mirct publicó en (,1 Butl/tli de! Centre Excursionista d: CatatUlIya<br />

(fiarcdona, r~lro) un trabajo titulado La lomba dd escriptor catalá Fr.¡<br />

.tnselm Turmeda (11 /


_LA D:SP¡;TA DEL ASSQ" !lE TtJR~IEDA 5<br />

un esquema sucinto de la Disputa, algo así como el esqueleto<br />

de toda la fábula, siguiendo el texto francés reimpreso en la<br />

Rcvlfe ffi.rjJaltiqlfe, a cuya paginación me referiré, y numeran-<br />

do además las varias pruebas aducidas por Fr. Anse-lmo en la<br />

Disputa, para los efectos de la comparación que 1L1('gohabremos<br />

de hacer. El esquema se reduce a un pní!


6 MIGUEL AsfN<br />

exige antes un salvoconducto, con el cual comparece ante la<br />

asamblea.<br />

El león comienza por explicar a Fr. Anselmo la opinión<br />

de que se le acusa. Fr. Anselmo asiente y reconoce la verdad<br />

de la denuncia, ofreciendo probar con razones la superioridad<br />

del hombre. Los animales protestan a una voz y se lanzan a<br />

castigarle; pero el leopardo, primer ministro del león, lo impide.<br />

El león consulta con sus ministros y acuerda aceptar el<br />

reto de la disputa, delegando al asno. para defensor de los<br />

animales [363-377].<br />

CUERPO m: LA DISPUTA. -- La, Fr. Anselmo propone la primera<br />

razón de superioridad del hombre, fundada en su bella<br />

figura y semblante yen la proporción armónica de sus miembros.<br />

En cambio, los animales son feos y desproporcionados.<br />

Analiza las desproporciones del elefante, camello, buey,<br />

toro, carnero y conejo. Refuta el asno esta prueba por par-<br />

tes [377-379].<br />

z." razón, fundada en la perfección de los sentidos corporales<br />

y de la memoria. El asno contesta ponderando a su vez<br />

la excelencia de los sentidos y de la memoria en los animales;<br />

v. gro : en el caballo, águila, gato, escarabajo, perro, car-<br />

nero, golondrina, de. [379-385].<br />

3. a razón, fundada en la perfección del discernimiento,<br />

consejo y prudencia de los hombres para las artes, comercio<br />

y gobierno. El asno contesta ponderando a su vez la perfecta<br />

organización social y política de las abejas, avispas, hormigas<br />

y langostas [38 S-390].<br />

4'", la variedad, delicadeza y exquisito sabor de los manjares<br />

y bebidas del hombre. Responde el asno explicando las<br />

molestias, trabajos y preocupaciones que el hombre necesita<br />

sufrir para procurarse esos placeres, y las enfermedades que<br />

le acarrean. Antítesis en los animales [390-3931·<br />

S'", los placeres de los juegos, diversiones, músicas, risas,<br />

lujo, etc. Responde el asno ponderando las tristezas, dolores<br />

y lágrimas a que el hombre está sujeto [393-394].<br />

ó.", 1 rios ha nado a los hombres, y no a los animales, una<br />

ley religiosa, norma del bien y del mal, así como ritos y cere-


«LA DISPUTA n'EL ASNO', DE TURMEPA<br />

rnonias, etc, El asno la refuta sacando la consecuencia contraria,<br />

es decir, que Dios les ha dado ley para corregirles de sus<br />

vicios [395-398].<br />

7,a, el uso de vestidos finos y lujosos, que los animales no<br />

usan. El asno la refuta porque ese uso demuestra que los hombres<br />

roban a los animales las primeras materias de que fabrican<br />

con gran trabajo sus vestidos [398-400].<br />

S.", los hombres tienen reyes, nobles, sabios, abogados,<br />

poetas, etc., y no los animales. El asno responde que esto últi-<br />

mo es falso, y lo demuestra explicando cómo todos los animales<br />

tienen esas mismas clases de personas eminentes, y ponderando<br />

especialmente el buen gobierno de sus reyes [400-403].<br />

9. a , la unidad del semblante humano, el cual, a pesar de<br />

esto, no es del todo igual en dos personas: lo mismo ocurre<br />

con la palabra hablada y escrita. El asno responde que, en<br />

cambio, los hombres discrepan entre sí en ideas y creencias,<br />

y no así los animales [403-407].<br />

10. a , los hombres compran, venden, dan de comer y curan<br />

a los animales. Responde el asno qU{' lo mismo hacen los<br />

hombres unos con otros, y que con los animales Jo hacen, no<br />

por amor, sino por egoísmo [407-409].<br />

1 La, los hombres saben construir con variado ingenio<br />

casas, palacios, etc. Responde el asno ponderando la habilidad<br />

arquitectónica de las abejas, arañas, golondrinas, etcétera<br />

[409-411).<br />

12. a , los hombres comen la carne de los animales. El asno<br />

responde que asimismo los animales comen a los hombres.<br />

Intervienen, para confirmar esa refutación, la mosca, el moscardón,<br />

la chinche, el piojo, la pulga, el parásito de la sarna y<br />

el de la carie dental [411-418].<br />

13. a , la inmortalidad del alma humana, después {k la resurrección,<br />

en el ciclo, de que están privados los animales. El<br />

asno pone en duda la inmortalidad del alma humana, y añade<br />

que también es cierto que la mayoría de los hombres irán al<br />

infierno [418-4191.<br />

14·a, el hombre ha sido hecho a irnagr-n de Dios, y no los<br />

animales. El asno explica en qué sentido es el hombre sorne-


8 MIGUEL AsfN<br />

jante a Dios, mediante la teoría del microcosmos y del macrocosmos<br />

[419-424].<br />

15. a , entre los hombres hay frailes y monjes de muchas<br />

órdenes, que sirven a Dios. El asno responde que la mayoría<br />

son pecadores. El león le ordena que cuente a Fr. Anselmo<br />

algunos casos de frailes viciosos. El asno intercala varios cuentos:<br />

el de Fr. ]uliot, y siete más para probar que los frailes<br />

cometen los siete pecados capitales [424-457].<br />

16. a , los hombres tienen alma intelectiva, y los animales<br />

sólo tienen un poco de discreción natural. El asno la refuta<br />

explicando las maravillas del instinto en todos los actos de los<br />

animales: en la generación, en la crianza de los hijos, en el<br />

amor conyugal, etc. [457-464].<br />

17. a , los hombres son más limpios y bienolientes que los<br />

animales. El asno contesta que los aromas con que los hombres<br />

se perfuman y los adornos con que se embellecen proceden<br />

de los animales. Aquí intercala el asno una comparación<br />

entre los hombres y las plantas, para demostrar que<br />

aquéllos son inferiores también a éstas [464-469J.<br />

18. a , los hombres poseen muchas ciencias, especialmente<br />

la Astrología judiciaria, para adivinar el porvenir, mientras<br />

que los animales, como irracionales que son, conocen sólo lo<br />

presente. El asno responde que los animales superan a fray<br />

Anselmo en la ciencia astrológica, y, como prueba, añade que<br />

(,1 mismo, siendo asno, se atrevería a completar la profecía<br />

que sobre el cisma de Occidente había publicado Fr. Anselmo,<br />

con otra de su propia invención sobre el mismo tema. El<br />

león ordena al asno que la recite, y el asno satisface sus deseos.<br />

Recitada la profecía, los animales aplauden al asno, el<br />

cual solicita la opinión de Fr .. Anselmo. Éste también elogia<br />

la profecía, pero pidiendo que le declare su obscuro sentido.<br />

El asno accede a dar la interpretación cuando la disputa<br />

acabe [469-477].<br />

19.a, Fr. Anselmo propone como última razón de la superioridad<br />

del hombre, que Dios quiso tomar carne humana y<br />

no la carne de los animales, al venir al mundo. El asno confiesa<br />

que ésta es la única razón de superioridad legítima de


, VE TVRMEDA 9<br />

los hombres sobre los animales; pero añade que él la conocía<br />

muy bien desde el principio de la disputa [477-478].<br />

EpÍLOGo.-El león cierra la discusión dando la razón a<br />

Fr. Anselmo, cuyos talentos elogia. Marcha el león con todos<br />

los animales. Fr. Anselmo torna a su casa [478-479].<br />

3. - La Enciclopedia de los Hermanos de la Pureza,<br />

y su «Disputa de los animales contra el hombre».<br />

Pasemos ya a precisar cuál sea el original que Turmeda<br />

plagió en su Disputa.<br />

A mediados del siglo IV de la Hégira, correspondiente<br />

al x de nuestra Era, el pensamiento libre de los herejes motdciles,<br />

aliado con el sincretismo de los xiies, dió origen en Ba-<br />

sara a una escuela filosófico-política, cuyos adeptos tomaron<br />

el nombre de JIernianos de la Pureza, que, animados de un<br />

proselitismo 110 común, consagráronse a divulgar y propagar<br />

sus ideas por el mundo islámico, mediante la organización<br />

secreta de sociedades, conventículos o logias en las principales<br />

poblaciones. Ign6rase todavía cuál fuese el oculto resorte<br />

político que les movía en sus propaganclas; pero se conocen<br />

perfectamente sus doctrinas, porque cuidaron de consignarlas<br />

en una verdadera Enciclopedia formada por cincuenta y un tratados<br />

o epístolas (rasail}, que versan sobre todas las ciencias<br />

humanas y divinas: Matemáticas, Lógica, Física y Xletafísica<br />

o Teosofía. No puede precisarse quiénes fuesen los autores de<br />

cada uno de esos tratados; pero se conocen, en general, los<br />

nombres de algunos de los que intervinieron en su rcdacción<br />

t. Sábese también que el famoso matemático Maslarna<br />

de Madrid (-r 395=1004) introdujo en España, a su regreso<br />

de Oriente, esa Enciclopedia o quizá una redacción nueva de<br />

ella, debida a su pluma ~.<br />

1 He aquí lo, nombres de los cinco principales, según el Sahrazurí: 1.0 Abusuleirnan<br />

Mohárned hijo de Moxir, originario de Bost (


10 MIGUEL AsfN<br />

El espíritu que informaba las doctrinas de los Hermanos di<br />

la Pureza puede resumirse en pocas palabras: bajo el disfraz<br />

musulmán encubrían difícilmente las teorías emanatistas de<br />

los gnósticos y neoplatónicos; Dios o el Uno plotiniana crea<br />

por emanación a las hipóstasis del mundo ideal (intelecto, alma<br />

y materia universales), y por medio de estas hipóstasis produce<br />

los seres particulares del mundo espiritual (ángeles, almas,<br />

genios) y del mundo corpóreo o físico (esferas celestes,<br />

minerales, vegetales, animales). El hombre, meta de la emanación,<br />

cifra y resumen de todas las perfecciones creadas, es<br />

un mundo pequeño o microcosmos: por su doble naturaleza<br />

espiritual y corpórea, es a la vez un ángel y un animal, ocupando<br />

en la escala de los seres el peldaño intermedio entre<br />

ambos. Su perfección y su fin último consiste en despojarse<br />

de las propiedades animales para adquirir por la purificación<br />

o kálharsis las propiedades angélicas de su naturaleza espiritual.<br />

La purificación se obtiene por la práctica de las leyes<br />

éticas que dietaron los sabios y filósofos de todos los pueblos<br />

y revelaron los profetas de todas las religiones positivas. Este<br />

sincretismo estupendo (tan semejante a la moderna Teosofía<br />

en el empeño utópico de fundir en un mismo crisol los postulados<br />

de todas las religiones) asemejábasele también en su<br />

carácter vulgarizador: el estilo y la forma literaria de toda la<br />

Enciclopedia se acomoda, por esto mismo, a la mentalidad<br />

media del vulgo; sin rehuir el empleo de Jos términos técnicos<br />

de las ciencias, procurase siempre facilitar su inteligencia con<br />

copiosos y sugestivos símiles y ejemplos, y hasta intercalando<br />

a menudo largos apólogos, fábulas y cuentos, en los que se da<br />

realidad viva y concreta a las más abstrusas tesis metafísicas o<br />

a losm ás esotéricos misterios de la Mística y de la Teosofía l.<br />

mediados del siglo sibF\licnle, hacia 457 (IOÓS), fecha en que fijó su residencia en<br />

Zaragoza. Cfr. Asín, El fil,ísofo zaragozano AV!I/Ipaa (R!V. de Aragon, agosto<br />

de 1900).<br />

1 Para más amplia información sobre la Sociedad de los II:rmanos de la<br />

Pureza y la bibliografia de su Enciclopedia, véase a Brockelrnann, op. cit., 1, 213.<br />

Dieterici es el que principalmente se consagró a estudiar el sistema de estos<br />

filósofos místicos del islam. Cfr. Goldzihcr, Vorlesungm übtr den Islam (Heidel-


12 MIGUEL AsfN<br />

00 a la vista las ediciones más fidedignas. Porque es de notar<br />

que el apólogo tiene varias, pues el interés de su tesis, la belleza<br />

literaria de la composición y trama y la elegancia retó,<br />

rica del estilo y del léxico, han hecho que gozase, entre los<br />

musulmanes, de un predicamento no menor que la Disputa<br />

de Turmeda entre los cristianos. Sin contar las ediciones de<br />

la Enciclopedia íntegra de los Hermanos de la Pureza (en todas<br />

las cuales se inserta, como es claro, el apólogo en cuestión),<br />

ha merecido también ediciones sueltas y versiones. Hace más<br />

de un siglo, desde los albores de la imprenta musulmana, fué<br />

impreso en Calcuta el año 1812 y reeditado en 1842; en<br />

Bombay, el 1885-88; en Leipzig, por Dieterici, en 1881, etc.;<br />

existe, además, desde el siglo XVI, una versión turca, bajo el<br />

título de Libro de la nobleza del hombre, y otra indostánica,<br />

editada en Londres en 1861. Finalmente, el año 1900 ha sido<br />

reeditado el texto árabe en el Cairo por Mohárncd Alí Kámil.<br />

Esta edición última es la que yo poseía, y de la que me he<br />

servido fundamentalmente para mi estudio, porque está más<br />

al alcance de los eruditos, a causa de lo reciente de su publicación<br />

l. En el análisis que a continuación inserto me he<br />

permitido dividir el cuento en un prólogo, un epílogo y cinco<br />

capítulos o partes (señaladas cada una con números romanos),<br />

y numerar también las pruebas aducidas en el pleito con cifras<br />

arábigas entre paréntesis. La paginación del texto árabe va<br />

indicada de igual manera, al fin de los principales párrafos<br />

de cada capítulo. Estas modificaciones tipográficas facilitarán<br />

luego el cotejo con la Disputa de Turrneda.<br />

4.-Análisis de la «Disputa de los animales contra el hombr-e».<br />

PRÓLOGO. - Los hombres, al principio, vivían en cuevas y<br />

en lo abrupto de las montañas, para mejor defenderse de las<br />

con la traducción alemana de Dietcrici titulada D¿,' Streit zuiisclun l>fmsch tmd<br />

Thier (Berlín, 1858).<br />

1 Es la que más arriba cito bajo el titulo AllUJ)'a'uÍIZ nalinsán; Cairo, 1900,<br />

imprenta Attaraqu». A lo qlle parece, es una reproducción de la de Dieterici,<br />

pues divide los párrafos y los rotula como éste, en vez de dar el texto sín solución<br />

de continuidad, como lo hace la edición Ilombay de la Enciclopedia.


'LA DISPUTA DEL ASNO>, DE TURMEIlA<br />

fieras. Comían sólo vegetales, vestíanse con las hojas de los<br />

árboles y cambiaban de climas según las estaciones. Poco a<br />

poco perdieron el temor, bajaron a los llanos y fundaron ciudades.<br />

Desde entonces comenzaron a someter a las bestias,<br />

sirviéndose de las vacas, camellos, caballos, mulos, asnos, etc.,<br />

para su provecho, es decir, para montarlos y cargarlos y para<br />

las labores agrícolas, imponiéndoles fatigas superiores a sus<br />

fuerzas y privándoles de su nativa libertad. Los demás animales<br />

consiguieron evitar la esclavitud huyendo de los lugares<br />

poblados a los desiertos: así escaparon las fieras y muchas<br />

aves. Los hombres se dedicaron a cazarlos con todas las artes<br />

y habilidades imaginables, porque los consideraban como<br />

esclavos suyos que habían eludido injustamente el yugo a<br />

que por su naturaleza debían estar sujetos [2].<br />

Pasaron los años, y Mahoma fué enviado por Dios como<br />

profeta para los hombres y los genios. Una raza de estos últimos<br />

se convirtió al islam. :'\lgún tiempo después llegó a reinar<br />

sobre los genios un príncipe sabio y prudente, llamado<br />

Biuarasb, apellidado Xah Marddn, que tenía su corte en una<br />

isla llamada Biasag án, en medio del mar Verde, contiguo al<br />

Ecuador 1.<br />

A esta isla arribó un día un barco con un gran número de<br />

hombres, mercaderes, artesanos, sabios, etc., que al desembarcar<br />

se maravillaron, no sólo de la hermosura y abundancia<br />

de su vegetación, sino de que los animales de tocla especie<br />

convivían allí con los genios, sin temor de ningún género [3]·<br />

Estos hombres, encantados de la bondad del clima y de<br />

las excelentes condiciones de la vida, construyeron en dicha<br />

isla casas y las habitaron. Pronto también comenzaron a querer<br />

emplear a las bestias para los mismos oficios de carga,<br />

arrastre y montura a que las sometían en sus países; pero las<br />

j Estos nombres propios no son árabes: Biuarasó es el nombre de un rey<br />

mítico de la Persia, a quien los historiadores árabes hacen vivir en tiempo de<br />

Abraharn (Cfr. Ibn-ei-Athir] Cñronicon, edic. Tornbcrg, 1,53)' Xa!, .Vardti,t es<br />

titulo real, también persa, que Dieterici traduce . Biasa-<br />

7"" es una ciudad del Tnrqucstán oriental, cercana a Kaxgar, según el I.~.t"iCOIt<br />

G,'Ografhicu/JI de [uynboll, l, ¡Q;.


estias huyeron igualmente, y se vieron sin cesar perseguidas<br />

por los hombres, que las cazaban con astucia, porque creían<br />

tener derecho a someterlas a su servidumbre.<br />

Las bestias entonces se reunieron en consejo y enviaron<br />

a sus respectivos diputados y oradores para que reclamasen<br />

ante el rey dc los genios, Biuarasb el prudente. Éste despach6<br />

un emisario que obligase a los hombres a que acudiesen a su<br />

presencia.<br />

Los hombres eran cerca dc setenta y procedían de diferentes<br />

razas y países de la tierra. Llegados que fueron a la<br />

corte del rey, hízoles éste presentarse ante su trono, tres días<br />

después. Una vez allí presentes, pídeles el rey explicaciones<br />

por su llegada a la isla sin previo aviso. Uno de los hombres<br />

contesta que han recurrido a él, fiados en su justicia, para reclamar<br />

contra la insubordinación de las bestias, que no quieren<br />

someterse a la esclavitud a que están obligadas. Ordena el rey<br />

que expongan las razones en que se fundan para decir que las<br />

bestias son sus esclavos [4].<br />

Un orador de los hombres sube a la tribuna y comienza<br />

su alegato, fundado en razones teológicas y filosóficas. Las<br />

teo16gicas son textos del Alcordn, coherentes con otros de la<br />

Tora y EVa1l;r;elio, en que se afirma que las bestias fueron creadas<br />

por y para el hombre y que son sus esclavos.<br />

Pregunta el rey a las bestias qué responden a estos argumentos.<br />

El mulo, diputado de las bestias, se levanta y echa<br />

otro discurso [5] aún más retórico, para evidenciar que aquellos<br />

textos sólo significan que los animales fueron creados<br />

para beneficio del hombre, lo mismo que lo fueron el sol,<br />

luna, nubes y vientos, sin que éstos sean siervos del hombre<br />

por eso [6]. Los animales vivían en la tierra libres y seguros<br />

antes de la creación del hombre, sirviendo a Dios y cantando<br />

sus alabanzas; pero el hombre, con su tiranía, les quitó injustamente<br />

esa felicidad en que fueron constituidosj por el Creador.<br />

Y ahora pretenden, sin pruebas, que es insubordinación<br />

de los animales lo que s610 es reivindicación de un derecho<br />

[7].


'I.A DISPUTA DEL AS:iO~, fJE TURMEDA<br />

1<br />

El rey manda a un heraldo que pregone por todo su reino<br />

la convocatoria de una asamblea a la que deben asistir los<br />

jueces, testigos y jurisconsultos de los genios, y en la cual se<br />

propone dirimir con su ayuda el pleito entre las bestias y los<br />

hombres. Pide seguidamente a éstos que aleguen sus pruebas<br />

y razones.<br />

El diputado de los hombres da sus primeras razones de<br />

superioridad, fundadas en la belleza de su forma, en la corrección<br />

proporcionada de su figura y aspecto, en la estatura<br />

erecta de su cuerpo, en la excelencia de sus sentidos, en la<br />

agudeza sutil de su discernimiento, en el ingenio sagaz de sus<br />

almas y en la facultad de pesar las razones, que poseen sus<br />

inteligencias [8J.<br />

Refuta el diputado de las bestias la primera razón, de la<br />

estatura erecta, explicándola como cfecto necesario de la debilidad<br />

del hombre, que nace falto de medios para subsistir, si no<br />

se aprovecha de los frutos de los árboles para el alimento y de<br />

sus hojas para abrigo. En cambio las bestias son cuadrúpedos,<br />

para poder pastar del suelo. Interviene un sabio de los genios<br />

para completar la explicación.<br />

Habla el diputado de los hombres sobre la desproporción<br />

de los animales [9]: del camello, cuyo cuerpo, grande, tiene<br />

cuello largo, orejas pequeñas y cola corta; del elefante, cuyo<br />

cuerpo, muy grande, con colmillos largos y orejas anchas, tiene<br />

ojos pequeños; de los bueyes y búfalos, de cola larga, cuernos<br />

duros y sin dientes en la parte superior; del carnero, de<br />

grandes cuernos, cola recia y sin barba; del cabrón, de larga<br />

barba y sin cola; del conejo, pequeño de cuerpo y con grandes<br />

orejas. Asimismo se advierte en la mayoría de los animales.<br />

Responde el diputado de los animales que el que desprccía<br />

la obra desprecia al artífice, y los animales son obra de


16 MIGUEL AsfN<br />

Dios, que los ha creado sabia y perfectamente. Explica la<br />

razón de las aparentes desproporciones del camello, elefante,<br />

conejo, etc. [10].<br />

Refuta la razón fundada en la excelencia de los sentidos<br />

del hombre, con ejemplos de animales cuyo instinto supera a<br />

los más finos sentidos de las personas [11].<br />

Refuta, por fin, la excelencia del entendimiento humano,<br />

porque el solo hecho de envanecerse de poseerlo le quita todo<br />

valor de discreción, pues no es obra del hombre, sino de<br />

Dios [12].<br />

[2. a PRUEBA]<br />

Presenta el hombre otros títulos de dominio sobre los animales:<br />

el hombre los compra y vende, les da de comer y<br />

beber, los asiste y defiende, los cura y educa, etc.<br />

Responde el diputado de las bestias que también se compran<br />

y venden los hombres unos a otros alternativamente por<br />

el derecho de la fuerza en la guerra. Y 10 demás que dicen, no<br />

10 hacen por amor a los animales, sino por mejor explotarlos<br />

[13].<br />

En confirmación de esto último, intervienen en la disputa<br />

el asno, el buey, el carnero, el camello [14], el elefante, el<br />

caballo y el mulo, alegando los malos tratos que del hombre<br />

reciben [15].<br />

El camello ruega al cerdo que exponga las injusticias del<br />

hombre para con él. Alegato del cerdo [16].<br />

El asno ruega a la liebre que alegue las injusticias del hom-<br />

bre para con ella. Alegato de la liebre [17], en medio del cual<br />

censura ésta también al caballo, porque ayuda al hombre para'<br />

que la persiga en la caza.<br />

El hombre defiende al caballo, haciendo la apología de sus<br />

prendas físicas y morales [18].<br />

La liebre opone a esta apología las malas cualidades del<br />

caballo, semejante a los vicios humanos.<br />

Interviene el asno para decir que la perfección absoluta<br />

sólo es de Dios [19].<br />

El buey añade que las criaturas que poseen más perfección


«LA DISPUTA DEL ASNO', DE TURM10A<br />

deben perfeccionar a las menos perfectas. Yeso no lo hacen<br />

los hombres.<br />

Todas las bestias piden a coro al rey de los genios [20]<br />

que les haga justicia contra los hombres.<br />

El rey consulta a sus sabios y jueces, los cuales asienten<br />

a las razones de las bestias, y las confirman diciendo que tarnbién<br />

los genios huyeron de la convivencia de los hombres por<br />

análogos motivos.<br />

Termina la sesión, convocando un heraldo a todos los<br />

asistentes para reanudar la vista al día siguiente [2 r].<br />

II<br />

El rey de los genios conferencia con su VISIr lJcidar, pidiendo<br />

le aconseje el plan más acertado para dirimir el pleito.<br />

El visir le aconseja reunir una asamblea de SU:i filósofos, jueces<br />

y juristas, que lo estudien y resuelvan. Reunida la asamblea<br />

[22], propone un jurista que las bestias redacten un<br />

escrito de denuncia, informado por varios abogados, y que<br />

luego sentencie el juez si los hombres deben vender las Iwstias,<br />

o darles libertad, o 10 que proceda en derecho.<br />

Refuta tal solución otro consejero y propone que todas las<br />

bestias huyan de noche, abandonando las moradas de los<br />

hombres con la ayuda de los genios, para que la Humanidad<br />

sufra las consecuencias de su injusta conducta con las bestias.<br />

El jefe de los sabios desestima esta solución por irnpracticahle<br />

[23]. Lo mismo opina el jefe de los filósofos. La discusión<br />

se empeña entonces sobre la enemistad ingénita que existe<br />

entre los genios y los hombres [24-25].<br />

Un sabio de los genios explica al rey, con este motivo, la<br />

historia de la creación de los genios y la de los hombres (Adán<br />

y Eva, Paraíso bíblico, pecado de los primeros padres, expulsión<br />

del Paraíso, penitencia, etc.), Los primeros hombres convivieron<br />

con los genios, los cuales les enseñaron las artes; pero<br />

como uno de éstos, Asazil o el diablo, fué quien tentó e hizo<br />

pecar a Adán y Eva, los hombres odiaron ya siempre a los<br />

genios, a los cuales atribuyeron todos los males de la tierra.<br />

TO~I) 1. ;,


IS<br />

~I¡;UEL AS¡~<br />

El narrador refiere las alternativas de concordia y enemistad<br />

de los genios con los hombres, a través de los siglos de la ley<br />

mosaica, de la ley evangélica y del islam. Mahoma consiguió<br />

por fin volver a unirlos bajo su religión. Por todo esto, no es.<br />

prudente que ahora los genios ayuden a las bestias en contra<br />

del hombre, puesto que renacería' de nuevo su secular ene-<br />

mistad [26-30).<br />

El rey, oída la historia, pregunta al sabio de los genios.<br />

qué medio le aconseja emplear para dirimir la contienda de<br />

las bestias y el hombre. El sabio propone que el rey incoe de<br />

nuevo el expediente del pleito, haciendo comparecer y hablar<br />

a los contendientes. Otro sabio de los genios se permite dudar<br />

que las bestias posean la facundia y elocuencia precisas para<br />

contender dignamente con los hombres [31].<br />

Entretanto, los hombres, reunidos, discurren largamentepara<br />

adivinar qué pensará resolver el rey de los genios sobre su<br />

pleito. Cada cual emite su opinión y propone medios para eludir<br />

una sentencia adversa, caso de que recaiga. Después deproponer<br />

algunos comprar con regalos el favor de los consejeros,<br />

jueces y ministros del rey, plantea uno esta grave cuestión ~<br />

y si el rey o sus jueces nos obligan a exhibir los títulos de pro-'<br />

piedad que prueben jurídicamente que lag bestias son nuestros<br />

esclavos, ¿qué haremos? Uno de los hombres, árabe de raza,<br />

propone contestar que dichos títulos perecieron en el diluvio<br />

y que no quieren substituirlos mediante juramento, porqueéste<br />

debe prestarlo el que reclama y no el poseedor. Si las.<br />

bestias juran, recusaremos su juramento como falso, y aduciremos<br />

pruebas filosóficas en apoyo de nuestro derecho. Otra<br />

cuestión se plantea: Si el juez nos condena a vender las bestias,<br />

¿qué haremos? Los hombres ciudadanos admiten gustosos<br />

la solución; pero los campesinos la rechazan [32-34].<br />

Simultáneamente a esta asamblea de los hombres, las bestias<br />

tienen también una reunión para cambiar impresiones<br />

sobre su conducta en 10 futuro. Todas convienen en que el rey<br />

de los genios las volverá a convocar para discutir más sobre el<br />

pleito; pero temen no tener la elocuencia necesaria para hacer<br />

valer sus razones y sus derechos en la discusión. Ante tal con-


«LA DISPUTA DEL ASNO', IJE TURMEI>A 19<br />

ílicto, una propone enviar embajadas a todas las especies animales,<br />

rogándoles que cada cual designe un diputado de su<br />

seno que sea orador elocuente, para que en la nueva vista<br />

del pleito aduzca los méritos y razones que rospa su especie.<br />

Aceptada la idea, envían seis embajadores a cada una de las<br />

seis especies zoológicas (sin contar la séptima, la de las bestias,<br />

constituída por los animales allí presentes): fieras, aves de<br />

rapiña, pájaros, insectos, reptiles y animales acuáticos [:)5].<br />

m<br />

El embajador primero comunica al león, rey (k las fieras,<br />

el acuerdo (le que envíe un diputado que las rr-prc-sr-ntc y<br />

defienda en el pleito. El león convoca por UI1 heraldo a sus<br />

súbditos para que designen quién de ellos deba ser. El tigre,<br />

su visir, objeta que al león toca, como rey, maridar, y él<br />

las fieras obedecerle, pues en esto estriba el bUPI1 gobierno<br />

[36-38]. Con este motivo, el tigre explica al ]('('11 las condiciones,<br />

derechos y deberes del buen rey y de los buenos<br />

súbditos. Ofrécense después como candidatos para la diputac¡(,n,<br />

sucesivamente, el tigre, la pantera, el lobo, la zorra, la<br />

comadreja, el mono, el gato, el perro, la hiena y la rata, que<br />

ponderan sus respectivas aptitudes. El león desestima sus<br />

ofrecimientos,' porque las cualidades de todas Ia~ fieras son<br />

útiles s610 para el combate guerrero, no para la reposada discusión<br />

científica. Vuelve, pues, el león a pedir su consejo al<br />

tigre sobre cuál sea el candidato más apto [.19-40]. El tigre<br />

pide al león diga las dotes que deba reunir el diputado. Enuméralas<br />

el Ieón : inteligencia, bondad, elocuencia, rnr-rno ria,<br />

cautela, discreción, prudencia, sigilo, etc. El tign' afirma que<br />

tales dotes sólo las reune Clliltl, hermano de Dill/l/tI, o sea (-1<br />

chacal 1. Acepta Costeel nombramiento y pide instrucciones<br />

para defenderse contra los enemigos de su propio linaje, 1.' <br />

Lrnín Hindié (Cairo, J00?\ p;',g. ,(,.


20 MIGUEL Asf~<br />

son los perros domésticos. Explica el chacal con este motivo<br />

la amistad y convivencia del perro con el hombre, y su causa<br />

(la semejanza de cualidades psicológicas). Pregunta elle6n si<br />

hay otra fiera que, como el perro, se haya habituado a convivir<br />

con el hombre. El oso responde que los gatos, por análogas<br />

causas que los perros; y asimismo, el ratón, la rata y la<br />

comadreja, y las panteras y monos cautivos. Acaba el oso<br />

explicando el origen histórico de la convivencia de perros y<br />

gatos con cl hombre y los tristes efectos de ella para ambas<br />

razas canina y felina. El león, finalmente, envía al chacal como<br />

diputado de las fieras [41-45].<br />

El embajador segundo comunica al Símurg, rey de los pájaros<br />

1, el acuerdo de que envíe un diputado que los repre-<br />

sente y defienda en el pleito. El rey convoca por un heraldo<br />

a todas las aves terrestres y marinas y pide a su visir, el pavo<br />

real, que designe diputado. El pavo real enumera las aves quc<br />

a su juicio pueden servir, y va sucesivamente ponderando las<br />

habilidades canoras que reunen las siguientes: abubilla, gallo,<br />

perdiz, paloma, francolín, alondra, calandria (?), cuervo, golondrina,<br />

grulla, chocha y ruiseñor. A la descripción de cada una<br />

de estas aves acompaña la interpretación de sus respectivos<br />

cantos. El rey de las aves, por consejo de su ministro el pavo<br />

real, designa como diputado al ruiseñor, el cual marcha segui-<br />

damente a cumplir su misión [45-52].<br />

El embajador tercero comunica al rey de los insectos, es<br />

decir, al Yasub, príncipe de las abejas, el acuerdo de que envíe<br />

un diputado que los represente y defienda en el pleito. El rey<br />

convoca por un heraldo a todos sus súbditos y les dice de<br />

qué se trata. El jefe de las avispas y el de las langostas se<br />

apresuran a ofrecer sus servicios, creyendo que se trata de<br />

dañar a los hombres. Seguidamente ponderan el molesto<br />

efecto de sus picaduras las chinches, las avispas, las moscas<br />

y los moscardones. Pero el rey les hace comprender que el<br />

1 Este nornbrc , que en otros pasajes del apólogo aparece alterado en<br />

Xalllllur¡:, es, sq¡ún Dieterici, de origen indio persianizado, y significa el rey de<br />

los pájaros, sin que pueda precisarse a qué pájaro se refiere en concreto. Más<br />

blcn es un ave mítica, como el I'homix de los griegos y latinos.


sucusc Así!!<br />

cación, el rey pregunta a sus súbditos quién debe ser elegido<br />

diputado. El delfín propone a la ballena, que no sólo es el<br />

mayor y más hermoso de los peces, sino también el más<br />

acepto al hombre, desde que a un profeta le sirvió de morada.<br />

La ballena se excusa, porque carece de pies para ir al<br />

lugar de la discusión, de lengua para hablar y de resistencía<br />

contra la sed, fuera del agua. Propone a su vez a la tortu<br />

ga, que está exenta de estos defectos; pero la tortuga también<br />

rechaza el cargo, porque su tardo paso para tan largo camino<br />

y su taciturno carácter le impiden aceptar. Propone a su vez<br />

al delfín. f:ste propone al cangrejo, que tiene muchos pies<br />

para la marcha y que es acometivo para el combate; pero el<br />

cangrejo también rehusa, porque su figura ridícula y desproporcionada<br />

será objeto de la befa de los hombres, Propone al<br />

cocodrilo, que es de rápido andar y de larga lengua; pero el<br />

embajador vuelve a hacerles notar que el candidato necesita<br />

ser de carácter manso y justo, además de inteligente. Entonces<br />

el cocodrilo propone a la rana, que reune todas estas<br />


2~ , MIGUEL ASfx<br />

acuáticos. En su discurso hace una digresi6n para demostrar<br />

que si entre los habitantes de las aguas unos comen a otros.<br />

lo mismo ocurre entre los animales terrestres y entre los<br />

hombres; pues si éstos se nutren de la carne de los animales,<br />

los animales a su vez comen también la carne de los cadáveres<br />

humanos. Es, pues, ley del cosmos: corruptio unius conseruatio<br />

alterius. Y por tanto, en esto no superan los hombres a<br />

los animales: unos y otros proceden del polvo y al polvo van<br />

a parar. Acaba la rana con el siguiente argumento, para probar<br />

que los hombres no son los señores de los animales:<br />

Si las fieras, aves de rapiña, serpientes, dragones y cocodrilos<br />

se lanzasen sobre los hombres, no quedaría ni uno con<br />

vida [84-90].<br />

El rey de los genios interpela a los hombres preguntándoles<br />

por su rey. Los hombres responden que ellos no tienen<br />

uno solo, como cada especie animal, sino varios. El hombre<br />

del Irac explica esta diferencia mediante una disertaci6n filosófica<br />

sobre la organización de las sociedades políticas y sus elementos<br />

diversos en función de la variedad de climas, lenguas,<br />

costumbres, ideas, etc., que reclaman reyes distintos [90-93].<br />

El rey pasa a interpelar al diputado de los insectos, que es<br />

la reina de las abejas, la cual describe extensamente sus maravillosas<br />

dotes arquitectónicas, la exquisita dulzura de sus<br />

excrementos, la prodigiosa anatomía de sus cuerpos, predispuesta<br />

por Dios para aquellos fines, la organización política<br />

de sus colmenas, etc. Admírase el rey de la persecución injusta<br />

con que los hombres premian la bondad de las abejas. La<br />

reina de éstas pregunta a su vez al rey de los genios cuál es<br />

la organización política de su sociedad y cómo los genios<br />

están sometidos a sus príncipes. Con este motivo el rey diserta<br />

largamente sobre los genios en sus relaciones con los ángeles,<br />

con los hombres y con el Creador. Tan larga e íntima es<br />

la conversación que mantiene el rey de los genios con la reina<br />

de las abejas, que los hombres se indignan de tan extraordinaria<br />

muestra del real aprecio a un insecto. Pero un sabio de<br />

los genios les tranquiliza respecto de la imparcialidad del rey<br />

en sus juicios [93-10°1.


26 ~11';UEL AsfN<br />

tias y cuidados para la adquisición de la riqueza con que procurársclos,<br />

para la transformación ingeniosa de los productos<br />

naturales mediante las artes y oficios de la alimentación, para<br />

la guarda y conservación de los alimentos y de la moneda con<br />

que adquirirlos; y después de todo, aquellos deleites traen.<br />

como triste secuela para los humanos, una serie infinita de<br />

enfermedades y dolencias largas y rnolcstísimas, cuando no<br />

mortales. En cambio los animales no están sujetos ni a las<br />

necesidades facticias de la industria y el comercio para la<br />

adquisición y transformación de los alimentos, ni a esas enfermedades<br />

que derivan de la gula. Son, por lo tanto, más libres,<br />

menos esclavos que los hombres. Es cierto que también algunos<br />

animales padecen de esas mismas dolencias; pero son tan<br />

sólo aquellos que por la convivencia con los hombres adquieren<br />

sus vicios, perdiendo la rectitud natural del instinto; los<br />

que viven en libertad y lejos del hombre, sólo comen y beben<br />

en la cantidad y ocasión estrictamente necesarias para la vida.<br />

Pero, además, el alimento y la bebid'a y la medicina mejor de<br />

que usan los hombres es la miel, baba de la abeja. Por otra<br />

parte, hombres y animales, en los primeros tiempos, participaban<br />

de la misma sobriedad en su alimentación vegetariana<br />

y naturalista, y sólo cambiaron de gustos después del pecado.<br />

Finalmente, las diversiones y regocijos de que se glorían los<br />

hombres van siempre acompañados o seguidos de tristezas y<br />

penas: al lado de las fiestas nupciales, de las risas y las músicas,<br />

está como contraste y compensación el luto y los gemidos<br />

del cortejo fúnebre. En cambio los sanos placeres y alegrías<br />

de la vida del campo, que los animales disfrutan, están<br />

exentos de toda tristeza, y equivalen además, si no superan, a<br />

\<br />

todas las artificiosas diversiones de los hombres [I07-II3].<br />

15," PRUEBA]<br />

El rey de los genios vuelve a preguntar si los hombres<br />

tienen algo más que alegar. Levantase el diputado hebreo y<br />

aduce como prueba de superioridad de la especie humana el<br />

hecho de haber sido distinguida por Dios con la gracia sobre-


n.A. DISPUTA DEL ASNO-, DE TUR:.II!DA<br />

natural de la inspiración y misión profética, es decir, con la<br />

revelación de las Sagradas Escrituras, en que se contienen tan<br />

sublimes documentos y exhortaciones morales para la perfección<br />

de las almas, y tantos ritos, ceremonias y fiestas religiosas<br />

para tributar con ellas a Dios el culto que le es debido.<br />

También el ruiseñor se encarga de refutar esta prueba, haciendo<br />

ver cómo todos los preceptos y prohibiciones de la ley<br />

religiosa han sido dados cabalmente como freno contra los<br />

vicios de los hombres, y las ceremonias del culto como cstímulo<br />

para la práctica de la virtud; y esto es síntoma evidente<br />

de la nativa perversión de los hombres que de tamaños remedios<br />

necesitan para ser buenos. Ni tampoco todos ellos cumplen<br />

la ley religiosa espontáneamente, sino violentados por el<br />

temor del castigo. En suma: la revelación es una prueba de<br />

que los hombres en su mayoría i¡:;noraban la existencia dc su<br />

Creador y le ofendían; por eso fué necesario que Dios les<br />

enviase a los profetas como maestros y médicos, y les impusiese<br />

ritos religiosos para expiar y corregir SllS vicios; v. gr.: la<br />

ablución ritual para limpiar las manchas morales que se contraen<br />

por el abuso del deleite venéreo; la oración y el ayuno,<br />

medicina expiatoria de los pecados de la lengua; la limosna,<br />

contra la avaricia y el robo, etc, Además, la falta de libros<br />

revelados es una prueba de superioridad en los animales, pues<br />

si no necesitan de tal revelación escrita como ley a que sujetarse,<br />

es porque Dios les inspira directa e individualmente<br />

por el instinto la recta norma que deben seguir y de la cual<br />

jamás se apartan; y si no necesitan fiestas ni templos, es porque<br />

espontáneamente dan a Dios el culto que deben todos los<br />

. días en el grandioso templo de la Naturaleza [T 13- 11 i]·<br />

L6." PRUEnA]<br />

El rey tic los genios pre¡:;unla


MIGUEL AsfN<br />

lo traen vestido, es con coberturas ásperas y feas. El chacal,<br />

diputado de las fieras, deshace fácilmente la objeción, observando<br />

que los hombres roban a los animales las primeras materias<br />

para sus vestidos; los animales, por lo tanto, tendrían<br />

más derecho a envanecerse, ya que ellos poseen esas primeras<br />

materias desde que nacen, y no los hombres, que nacen desnudos<br />

y que para cuhrirse necesitan arrebatarlas a los animales<br />

y trahajarlas con arte después. Cabalmente esta fué la pena impuesta<br />

por Dios a Adán y Eva a raíz de su primer pecado: en<br />

el estado de inocencia cubríanse como los animales: el cabello,<br />

descendiendo sobre todo el cuerpo, ocultaba sus desnudeces,<br />

les preservaba de las inclemencias del tiempo y I~<br />

servía de vestido, de almohada y de adorno; pero después de<br />

pecar perdieron la felicidad que disfrutaban, fueron arrojados<br />

del Paraíso y, cayéndoseles el cabello, quedaron desnudos<br />

[I I¡-I20].<br />

El homhre iraqul interrumpe al chacal, desviando la polémica<br />

con este ataque personal: Las fieras son las que menos<br />

debieran hablar en este pleito, porque son la especie zoológica<br />

menos numerosa, la más cruel, la menos útil, la más dañina,<br />

la menos sobria, la más voraz, la que más persigue a<br />

todos los demás animales. Pero el chacal responde que de los<br />

hombres aprendieron las fieras esta crueldad para con las<br />

bestias: antes de Adán, las fieras se nutrían de las carnes<br />

rnorteciqas, sin necesidad de cazar y matar a las bestias vivas;<br />

los hombres, después, esclavizaron a la mayor parte de éstas;<br />

y desde entonces, faltas las fieras de aquel su natural sustento,<br />

hubieron, por fuerza, de procurárselo violentamente. En la<br />

forma cruel y sanguinaria de destrozar a las bestias, también<br />

imitan las fieras a los hombres, que aun añaden los tormentos<br />

del arte culinario después de matarlas, y los golpes y<br />

castigos injustos a que las someten en vicia. De otra parte,<br />

mal pueden hablar de injusticias y crueldades los hombres,<br />

que con tal saña se hieren y matan unos a otros, se engañan,<br />

traicionan y persiguen con exquisitas arterías, desconocidas<br />

de las fieras más sanguinarias. Y por lo que atañe a la pretendida<br />

inutilidad de las fieras, tampoco pueden hablar de


"lA DISPUTA DEL ASNO», DE TUltNIlDA<br />

ella los hombres, que se sirven de sus pieles, pelos, lanas, etc.<br />

Ni ¿qué provecho reportan los hombres a los animales? Y en<br />

lo que se refiere a las guerras o ataques de las fieras contra<br />

las bestias más débiles, n~ son sino imitaciones del asesinato<br />

de Caín contra Abel y de las violencias de todos los conquistadores<br />

en todos los siglos y países. Finalmente, si los hombres<br />

examinasen sin pasión la condición de las fieras, se convencerían<br />

de que son mejores que ellos. Verían, en efecto,<br />

que los ascetas, devotos y santos no consiguen la meta de su<br />

perfección sino cuando huyen de la sociedad de los hombres<br />

para buscar la convivencia de las fieras en los montes y en<br />

los desiertos. en sabio de los genios confirma esta última<br />

aserción del chacal, con lo que los hombres quedan confundidos,<br />

y se levanta la sesión II 20- 124].<br />

V<br />

li." PRUEBAI<br />

Al día siguiente, reunida de nuevo la asamblea, pregunta<br />

el rey de los genios si les queda a los hombres algo más que<br />

- alegar. Levantase el diputado persa y aduce otro motivo de<br />

superioridad, fundado en el hecho de que los hombre tienen<br />

reyes y califas, ministros y secretarios, capitanes y gobernadores,<br />

nobles y propietarios y ricos mercaderes, artistas y<br />

artesanos, literatos y sabios, oradores y poetas, teólogos y<br />

canonistas, historiadores y filólogos, filósofos y matemáticos,<br />

astrónomos y físicos, médicos y adivinos, alquimistas y magos<br />

y astrólogos y otras innumerables categorías eminentes<br />


MIGUEL Asíll<br />

existen en las categorías similares, que también se encuentran<br />

en los animales [126].<br />

La política altruísta y liberal de la reina de las abejas o<br />

del rey de las hormigas, sírve!e d; motivo para censurar el<br />

egoísmo y tiranía de los reyes humanos. Con este motivo, un<br />

sabio fil6sofo de los genios interviene para exponer a su rey<br />

la teoría del buen gohierno monárquico, que no debe ser más<br />

que un fiel trasunto del gobierno del cosmos por los ángeles,<br />

inspirado, a su vez, en la economía divina, la cual es todo amor<br />

y misericordia para sus criaturas. Y penetrando más en el<br />

tema, extiéndese en consideraciones psicológicas acerca de la<br />

naturaleza de los ángeles y sus relaciones con las almas humanas<br />

[130].<br />

Reanuda el papagayo su réplica con la crítica de los artistas<br />

humanos, que son inferiores a la golondrina y las abejas en<br />

ciencia arquitectónica, a las arañas y al gusano de seda en<br />

habilidad textil, etc., y sigue ponderando las artes sutiles del<br />

instinto en diversos animales, como el avestruz y muchos<br />

insectos y reptiles, para la incubación de sus huevos y la<br />

crianza de sus hijos [134].<br />

Pasa luego a tratar de los poetas, oradores y literatos humanos,<br />

para ponderar la elocuencia y armonía del lenguaje<br />

de los pájaros y de algunos insectos y reptiles, en sus trinos,<br />

gorjeos y cantos, que los hombres desprecian porque ignoran<br />

su significación [135].<br />

Por lo que toca a los astrólogos, el papagayo comienza por<br />

afirmar que muchas de sus predicciones son ridículas farsas,<br />

buenas sólo para embaucar a los necios, a las mujeres y a los<br />

niños, pues que predicen 10 que sucederá en lejanas tierras y<br />

tiempos y no aprovechan su ciencia para adivinar lo que puede<br />

interesarles a ellos mismos. Además, los astrólogos son honrados<br />

tan sólo por los tiranos y reyes incrédulos, que se SIrven<br />

de ellos para satisfacer sus malas pasiones, porque son ateos<br />

y prestan a las estrellas la fe que niegan a su Creador providente.<br />

Con este motivo, narra el papagayo la historia evangélica<br />

de la matanza de los niños inocentes, como acaecida en<br />

tiempo de Ncrnrcd y de Abrahárn; la de Moisés perseguido


"1..\ Dl~PUT.\ DI!L ASNO', DE -rURMEDA 3 (<br />

por Faraón, etc., para hacer ver lo inepto de la ciencia de los<br />

astrólogos [137].<br />

Llegado a este punto, el rey de los genios ruega al papagayo<br />

que explique lo que haya de verdad en todo género de<br />

adivinación, es decir, en los augurios, aruspicinas, c\strología<br />

judiciaria, sortilegios, etc. El papagayo responde que ningur:o<br />

de esos ritos supersticiosos sirve para evitar los males o conseguir<br />

los bienes que sus adeptos pretenden: el medio seguro<br />

del éxito es en todos esos casos el cumplimiento estricto de<br />

las leyes divinas y de los preceptos y consejos de la religit'lIl<br />

revelada por los profetas. Todos los ritos adivinatorios sirven,<br />

efectivamente, si acaso, para saber de antemano qué fenómenos<br />

han de acaecer por la permisión y providencia de Dios;<br />

luego más útil y seguro es para el hombre tratar de atraerse<br />

la benevolencia


MIGUtL Así:;<br />

monoteísta, sirviendo día y noche a un solo Dios creador y<br />

evitando todo mal a sus prójimos [142].<br />

En lo que se refiere a los geómctras y astrónomos, el papagayo<br />

reconoce que su ciencia es abstrusa y sutilísima, pero<br />

también revela en sus cultivadores un desequilibrio evidente,<br />

pues que gastan el tiempo y el talento en calcular las dimensiones,<br />

volúmenes y pesos de los cuerpos físicos, mientras<br />

ignoran todo lo que se refiere a su propio cuerpo y a su alma<br />

y, sobre todo, desprecian la ciencia de la revelación divina,<br />

que les sería más útil [143].<br />

En cuanto a los médicos y farmacéuticos, se explica el papagayo<br />

que a los hombres les sean tan caros, porque la gula<br />

y la lujuria, de que éstos adolecen, son fuente inagotable de<br />

enfermedades sin cuento; pero a su vez los médicos y boticarios<br />

son, para sus clientes, verdugos más crueles que la enfermedad<br />

misma, pues los atormentan con dietas o con pócimas,<br />

cuando quizá se curarían antes y mejor dejando obrar a<br />

la naturaleza. En cambio, los animales, por su sobriedad, ni<br />

tienen tantas enfermedades ni necesitan de médicos [144].<br />

Por lo que toca a los propietarios, mercaderes y ricos negociantes,<br />

son los que menos derecho tienen a gloriarse de<br />

hombres libres, pues su vida, agitada y llena de disgustos y<br />

preocupaciones, es peor que la de los esclavos: siempre atosigados<br />

por el ansia de adquirir riquezas que no se han de<br />

llevar al sepulcro; expuestos día y noche a la tentación de la<br />

ganancia injusta y al peligro de perder su caudal, sin preocuparse<br />

de la miseria ajena ni de la suerte futura de sus propias<br />

almas; de modo que ni gozan tranquilos de sus riquezas<br />

en este mundo, ni les sirven para el otro [145].<br />

Tampoco es motivo de justo orgullo para los hombres el<br />

poseer secretarios, oficinistas y gobernadores, pues que éstos<br />

son malvados e inicuos, y toda su ciencia estriba, ya en la<br />

habilidad de engañar a los súbditos y a los príncipes por medio<br />

de la hipocresía y las malas artes de la retórica, ya en la<br />

violencia desenfrenada para tiranizar a los pueblos [146].<br />

Los lectores alcoránicos y los que profesan vida devota<br />

son también tenidos por los hombres en gran predicamento,


«LA DlSPUTA DEL ASNO', DE TUKMEDA<br />

y sin embargo, so capa de devoción, humildad y abstinencia,<br />

sus corazones están llenos de hipocresía, ira, envidia, soberbia,<br />

ignorancia de la ley divina y otras malas pasiones, preocupándose<br />

tan sólo de los externos ritos y fórmulas de la religión.<br />

I.o mismo ocurre con los canonistas y teólogos, que si estu-<br />

dian el dogma y la moral, es sólo como medio para satisfacer<br />

su ambición dc riquezas y de cargos honoríficos, y por eso se<br />

les ve interpretar las leyes según conviene a sus intereses bastardos,<br />

y no según reclaman los intereses de la religión [147]y<br />

más todavía son vituperables los jueces, escribanos y<br />

recaudadores del azaque o limosna legal, pues en lugar de<br />

hacer justicia entre los súbditos y refrenar los desafueros de<br />

las autoridades políticas, colaboran con éstas a despojar a los<br />

huérfanos de sus patrimonios y a cometer todo g(>nero cle violencias<br />

e injusticias en los pleitos, depósitos judiciales, etc. Y<br />

finalmente, los califas, reyes y sultanes tampoco son motivo<br />

justo de vanagloria para los humanos, ya que, en vez de portarse<br />

como herederos y representantes de los profetas, viven<br />

entregados a tocio linajc de desórdenes: para satisfacer sus<br />

apetitos, persiguen, secuestran, roban y asesinan a todos sus<br />

parientes, a la menor sospecha de conspiración, y de todo se<br />

preocupan, menos de dirigir a su grey por el camino ele la<br />

religión y del bien [148].<br />

Acabado el largo discurso del papagayo, pregunta el rey<br />

de los genios a los sabios de su linaje y a los de la especie<br />

humana quién suministra a los gusanos de la carcoma el barro<br />

de que se sirven para construir sus nidos en forma de rosario,<br />

cuando carecen de alas y de pies para ir a buscarlo. El sabio<br />

hebreo explica el enigma, mediante una leyenda en que intervienen<br />

Salomón y los genios. El sabio griego lo explica naturalmente<br />

por la fisiología de esos gusanos. El grillo, diputado<br />

de los reptiles, es consultado por el rey ele los genios para<br />

que dé su opinión sobre el tema. El grillo aprueba y completa<br />

la explicación dcl griego, diciendo que Dios, para ser juslo<br />

en la distribución de sus dones, equilibra y compensa las dotes<br />

del espíritu con las del cucrpo: a las bestias corpulentas,<br />

como el camello y el elefante, las dota de almas débiles e in-<br />

1'01'10 l.<br />

3<br />

33


34 ~IlGUEL ASf:-l<br />

fantiles; a los insectos minúsculos y débiles, les otorga un espí-<br />

ritu enérgico, varonil y sagaz; así, el alacrán, a pesar de ser<br />

pequeño, mata fácilmente al enorme elefante; y así también, el<br />

gusanillo de la carcoma, lo mismo que el de la seda, la araña,<br />

la abeja, etc., poseen una fuerza espiritual muy superior a las<br />

exiguas proporciones de su menguado organismo, a fin de que<br />

puedan suplir con la astucia la fuerza; y Dios priva de este instinto<br />

más sutil a los animales corpulentos, porque de lo contrario<br />

eludirían todo trabajo pesado, para el que son aptos;<br />

en cambio esos insectos sólo son aptos para las artes del ingenio,<br />

y toda la habilidad en las artes consiste en ocultar a losdemás<br />

el secreto de la técnica respectiva; así, nadie es capaz<br />

de averiguar el misterio de la fabricación de la cera y miel por<br />

las abejas, o el de la seda por su gusano, a causa de que la<br />

pequeñez de sus cuerpos escapa a toda observación. Y así<br />

podrían los filósofos encontrar, si quisieran, en la fabricación<br />

de la miel, por ejemplo, una prueba de la posibilidad de la<br />

creación ex ni/ti/o, que niegan a Dios; puesto que si esa miel<br />

la sacasen de las flores las abejas, mejor la sacarían los hombres,<br />

dotados como están de tantas habilidades de que se glorían.<br />

Por eso también, para confundir la soberbia de los hombres,<br />

castigó Dios muchas veces a los más engreídos y endiosados<br />

tiranos, como a Faraón, por ejemplo, con ejércitos de<br />

langostas, hormigas, etc. Igualmente, todos los hombres son<br />

incapaces de fabricar las perlas o la seda, a pesar de los vivísimos<br />

deseos que todos tienen de poseerlas para vestirse y<br />

adornarse con lujo, y a pesar también de la inteligencia y habilidad<br />

de que se glorían, mientras que el gusano de la perla<br />

y el de la seda fabrican con toda facilidad sus productos, como<br />

las abejas la miel, que tanto anhelan los humanos [148-152].<br />

[8. a PRUEBA 1<br />

El rey de los genios pregunta de nuevo si los hombres<br />

tienen algo más que alegar. Uno de los hombres se levanta )~.<br />

aduce, como nueva prueba de superioridad sobre los animales,<br />

el que éstos tienen formas y figuras muchas y distintas, rníen-


«LA DISPUTA DEI. AS~O', DE TUR~IEnA 35<br />

tras que los hombres tienen todos una sola figura y forma; y<br />

la unidad es signo de señorío y dominio, así como la muchedumbre<br />

lo es de servidumbre y esclavitud. El ruiseñor, diputado<br />

de los pájaros, responde confesando la verdad del hecho<br />

aducido; pero añade que si las formas de los animales son muchas<br />

y distintas, en cambio sus almas son una sola; mientras<br />

que los hombres tienen una sola forma, pero muchas y distintas<br />

almas, como lo demuestra la variedad y diferencia de sus<br />

opiniones, doctrinas y creencias rcligiosas: entre ellos hay<br />

judíos, cristianos, sabeos, zoroastras, politeístas, idólatras, astrólatras,<br />

etc.; y aun dentro de una misma religión, verbigracia,<br />

el cristianismo, hay nestorianos, jacobitas y melquitas; y en el<br />

islam hay jarichles, murchles, cadrles, motdeiles, axarlcs, xiies,<br />

ortodoxos, etc., todos los cuales mutuamente se contradicen,<br />

persiguen y excomulgan; en cambio, todos los animales son<br />

monoteístas [154].<br />

El diputado persa replica que también los hombres creen<br />

todos en un solo Dios, y si discrepan en las respectivas religiones,<br />

es porque éstas son tan sólo medios o caminos para<br />

un mismo fin, al cual todas las religiones tienden. Las persecuciones<br />

religiosas no obedecen a motivos de fe, sino a razones<br />

de dominio político. Además, la muerte y la mortificación<br />

propia son los más caros sacrificios, en todas las religiones,<br />

para atraerse la benevolencia de Dios, mediante la purificación<br />

de las almas [156}.<br />

19. a PRUEBAl<br />

El diputado indio se levanta y aduce otra razón ele superioridad,<br />

fundada en que los hombres son más en número que<br />

los animales, pues la cuarta parte habitada de la Tierra tiene<br />

cerca de 19.000 ciudades, que pueblan un número incontable<br />

de gentes y razas diversas. Y seguidamente enumera las naciones<br />

todas del mundo conocido, con sus principales regiones<br />

y las diferentes cualidades físicas de sus habitantes,<br />

La rana contesta a esta nueva razón, ponderando a su vez<br />

la muchedumbre innumerable y la diversidad de los animales<br />

que pueblan las aguas, y haciendo ver que sólo en la cuar-


MIGUEl. AsíN<br />

ta parte habitada de la Tierra hay cerca de 14 mares, uno~<br />

500 ríos pequeños y 200 más caudalosos y de larguísimo recorrido,<br />

sin contar los riachuelos, acequias, lagunas, charcos, elc.,<br />

y todos ellos están pobladísimos de un sinnúmero de peces<br />

de más de 700 especies y familias diversas. A los cuales, si<br />

se suman cerca de 500 géneros más de animales terrestres y<br />

volátiles, resulta un número y una variedad superior a la que<br />

tanto envanece a los humanos [159].<br />

Un sabio de los genios interviene en la disputa para ponderar<br />

la muchedumbre y variedad de criaturas espirituales y<br />

simples, que así los hombres como los animales olvidaron en<br />

su discusión; a saber: ángeles, querubines, genios y demonios,<br />

cuya naturaleza inmaterial e inextensa se diversifica en<br />

tantas variedades, especies, formas e individuos, que pueden<br />

llenar la inmensidad de las esferas celestes, a pesar de ser<br />

éstas muchísimo más extensas que la Tierra. De donde infiere<br />

que los hombres no pueden invocar su propia muchedumbre<br />

como razón de superioridad y dominio sobre los animales,<br />

pues la afirmación única que cabe establecer es ésta: animales,<br />

hombres y espíritus son todos siervos de Dios [161].<br />

[1O.~ PR URnA 1<br />

El rey de los genios pregunta de nuevo sí los hombres<br />

tienen más que alegar. El diputado árabe se levanta y aduce,<br />

como prueba de superioridad, que los hombres han recibido<br />

de Dios la promesa de la resurrección en el día del juicio final,<br />

y de una vida inmortal y eterna en el Paraíso celestial, gozando<br />

allí de infinitas delicias y de la presencia de Dios; todo 10 cual<br />

no ha sido prometido a los animales.<br />

El ruiseñor, diputado de los pájaros, responde asintiendo<br />

a la verdad del alegato, pero añade que el diputado árabe ha<br />

dejado de consignar los castigos del infierno, que Dios ha<br />

establecido asimismo contra los hombres en su revelación,<br />

excluyendo a los animales tanto de las penas como de los<br />

premios; luego los animales son en esto iguales a los hombres.<br />

El diputado árabe replica que no existe tal igualdad, ya


MIGUEL AS!/(<br />

velo de alusiones, alegorías y símiles. Termina haciendo votos<br />

por que el lector atento y reflexivo acierte a descifrar los símbolos<br />

y salga de su letargo espiritual, en virtud de las exhortaciones<br />

y avisos que Dios le envía por boca de los animales.<br />

5. - Cotejo de ambas «Disputas» y demostración del plagio.<br />

La simple lectura de este análisis del apólogo árabe basta<br />

-s'in necesidad de una íntegra traducción literal-para inferir,<br />

de su cotejo con la Disputa de Turmeda, el plagio perpetrado<br />

por éste. Pero una comparación más detenida y atenta de ambos<br />

textos ayudará a precisar el alcance de aquél. Esta comparación,<br />

en efecto, da de sí el siguiente resultado: L° En ambos<br />

textos hay elementos comunes, idénticos, que coinciden<br />

en absoluto, sin la menor discrepancia. - 2.° Hay otros que<br />

discrepan, y éstos, ya por estar en el texto árabe y faltar en<br />

Turmeda, ya recíprocamente.<br />

Los elementos coincidentes son el núcleo fundamental de<br />

la fábula de Turmeda, y especialmente las diez y nueve pruebas<br />

aducidas pOI' él Y refutadas por el asno. Todas ellas, excepto<br />

la I4. a y I9.a, están en las del apólogo árabe, aunque<br />

alterando el orden de colocación con que en éste se ofrecen,<br />

y dividiendo al¡;unas en dos o más, hasta resultar las diez y<br />

nueve. El siguiente cuadro facilitará la comparación de las<br />

pruebas idénticas en ambos textos 1 :<br />

'1" ":0 a- TUI meda.<br />

PRUERAS<br />

lo", a.", 3. a y 16." .......••...•••<br />

t. 3 •••.•••••••••••••••••••••••<br />

s-". JL a y IR.a ••••••••••••••••<br />

4';\' 5. a , j.a 12. a y I,.a .•.•••••••<br />

6.' .<br />

•.• el<br />

JO o, ••••••••••••••••••••••••••<br />

x. a , 15. a )! IS." •••••....•..••..•<br />

'l.a .....•...••....•..••.•......<br />

Falta .<br />

13·" ...•••.•...••.••.•...••.•..<br />

1 9. a .•••.•..•••••..••.••••••• , •<br />

t a ." .....•••...•.•.•....••.••..<br />

• TI xto árabe.<br />

La (1 S)<br />

z.a (IÓ)<br />

3· a (25)<br />

4. a (25)<br />

s" (26)<br />

ó. a (27)<br />

7. a (Z9)<br />

R. a (34)<br />

9· a (35)<br />

IO.a (36)<br />

Falta.<br />

Falta.<br />

1 Para que el lector encuentre más cómodamente (en mi anterior análisis del


"l.A DISPUTA DI!L '\5:-10', DE TUR~IEllA 39<br />

~i se crea que la identidad de las pruebas se limita a las<br />

ideas: no se trata de una simple adaptación, realizada con<br />

cierta libertad inteligente; el plagio es tan inverecundo, que<br />

consiste en la versión literal e íntegra de casi todos los pasaj,~s<br />

coincidentes. En la imposibilidad de comprobarla aquí en<br />

todos los casos (porque ello exigiría reproducir a la letra la<br />

mayor parte ele las elos Di.lputa.l), tomaremos al azar - a título<br />

(le muestra-algunos de esos pasajes:<br />

TEXTO DE TUR:\lEDA<br />

«L'Elcphant, alnsi que poucz<br />

veoi r claircment, a le corps fort<br />

~rand, les aureilles grandes et<br />

larges, et les yculx petitz, Le Cha-<br />

rncau grand corps, long col, Iongues<br />

iarnbes , perites orcilles el<br />

la qucué courte. Les Bo-ufz et<br />

Thoreaulx granel poil , longues<br />


ou en diet mal, le rncsprisernent,<br />

ou mal, redunde sur le maistre et<br />

autheur de l'ceuure. Vous dictes<br />

done mal du Createur, qui les ha<br />

créés?<br />

(I'ág. J79, ¡inta 8.a)<br />

«Le Chameau pour ce qu'il a<br />

longues iarnbes; et fault qu'il viue<br />


que se soient íorrnis de coulcur<br />

noire, et commencent a manger<br />

et a ronger les herbes, et leurs<br />

croissent les ailles, et s'en volant<br />

s'en vont pour leurs affaires .•.<br />

MIGl:EL AsfN<br />

la lluvia, y desaparecen. Después,<br />

cuando vuelve la estación y Ile<br />

gan los días de la primavera y la<br />

temperatura es templada y el aire<br />

bueno, cómo nacen de aquellos<br />

huevos sepultados en la tierr.i<br />

[las langostas] semejantes a gusanos<br />

peq ueños, y reptan sobre la<br />

tierra, y comen las hierbas y el<br />

forraje, y les salen alas y vuelan,<br />

y comen de las hojas de los árbo<br />

les y se engordan y ponen huevos<br />

como el año primero .•<br />

Veamos ahora brevemente las diferencias que introduj o<br />

Turmeda en la fábula árabe para adaptarla a su Disputa. Ante<br />

todo, suprimió el prólogo y las partes o capítulos que en el<br />

análisis hemos señalado con los números II y Ill, empequeñeciendo<br />

así la grandiosa y solemne introducción del apólogo<br />

árabe, para dejarlo reducido a las inverosímiles y ridículas<br />

proporciones de una trascendental polémica que no tiene ni<br />

preparación debida ni escenario adecuado a su trascendencia.<br />

Además, el tribunal que ha de resolver el pleito de la<br />

superioridad de los animales, está formado por estos mismos<br />

y presidido por el león, en vez de los genios y su rey. Los<br />

abogados de las partes no son los representantes de cada raza<br />

humana y de cada especie zoológica, sino Turrneda (que en su<br />

petulancia se arroga la representación de toda la Humanidad)<br />

y el asno, respectivamente. Esta simplificación de interlocutores<br />

suprime uno de los más delicados artificios que embellecen<br />

el apólogo árahe, en el cual cada diputado humano alega<br />

la razón de superioridad característica en su raza, v. gr.: el<br />

hebreo, la religión; el griego, la ciencia, etc., y cada diputado<br />

animal las dotes propias de su especie zoológica, como lo pide<br />

la relativa verosimilitud poética de toda fábula. Ki se crea que<br />

Turmeda otorgó al asno la representación universal de los animales<br />

por un arranque genial de inspiración satírica o burlesca,<br />

pues que ni en eso fué original: el apólogo árabe ya pone<br />

al mulo como diputado de los animales de su especie, las bes-


«l.A DISPUTA DEL ASNO!), DE Tua~El>A 43<br />

tias. Faltan, además, a la vista de la causa los representantes<br />

de los peces, sin que su ausencia esté justificada, y esta supresión<br />

obliga a Turmeda a borrar del original árabe la prueba<br />

9.\ que a aquéllos especialmente afecta. Claro es que, además<br />

de estas supresiones importantísimas, aligeró también el<br />

original árabe de todos los adornos retóricos que en sus alegatos<br />

ponen los contendientes, y ele todas las fórmulas ritua-<br />

Ies de la religión musulmana que a menudo insertan. Esto<br />

último era indispensable para la adaptación cristiana.<br />

La misma necesidad de la adaptación explica algunos elementos<br />

que Turmeda interpoló en su Disputa y que faltan en<br />

el original árabe. Nos referimos, daro es, a las citas bíblicas<br />

que traen alguna vez para confirmar sus razones, así Turrneda<br />

como el asno; varias, sin embargo, tienen sus equivalentes alcoránicas<br />

en el texto árabe (cfr. Turmeda, págs. 477-8, y Texto<br />

draoe, pág. 4). A la misma causa obedecen las pruebas 14. a<br />

y 19· a de Turrneda, que faltan del todo en el apólogo árabe;<br />

la I4. a se funda en que el hombre ha sido creado a imagen y<br />

semejanza de Dios, y la 19. a en el misterio ele la Encarnación.<br />

La 14. a , sin embargo, no es exclusivamente cristiana, pues en<br />

las tradiciones o hadices de Xlahoma hay uno que es copia<br />

literal del texto del Gcnesis, J, 26: «Faciarnus hominem », etc.<br />

Finalmente, restan las dos mayores interpolaciones de Turrneda;<br />

a saber: los ocho cuentos bocachescos contra los frailes (incrustados<br />

torpemente en un inciso ele la prueba í. a del apólogo<br />

árabe - cfr. supra, pág. 32 - , de cuyo tono serio, solemne<br />

y austero se despegan en absoluto), y la risible profecía del<br />

asno, intercalada por Turmeda en su prueba 18. a (sobre Astrología<br />

judiciaria), que a su vez se inspira on otro inciso de<br />

la misma prueba í.a del apülógo árabe (cfr. supra, pág. 31).<br />

Pero queda todavía un residuo de adiciones introducidas<br />

por Turrneda, que no pueden explicarse por las exigencias de<br />

la adaptación: nos referimos, primero, a la teoría del hombre<br />

microcosmos, desarrollada por TurrnecJa en la prueba 14. a (páginas<br />

420-422). Sabido es que esta teoría no es privativa de los<br />

teólogos cristianos, pues que los neoplatónicos y místicos musulmanes<br />

la repiten a menudo en sus libros. Es más: la misma


~IlGUEL AsfN<br />

Enciclopedia dc los Hermanos de la Pureza, no sólo la menciona<br />

en casi todos sus tratados, sino que consagra uno especial<br />

a desarrollarla: el tratado 25.°, que se titula: «Acerca del<br />

dicho de los filósofos de que el hombre es un pequeño mundo»<br />

l. ¿ Cómo es posible, por consiguiente, que esa teoría<br />

ele Turmeda falte en el apólogo árabe, si este apólogo formaba<br />

parte (según sabemos) de otro tratado, el 21.°, de la<br />

misma Enciclopedia? El plagio audaz perpetrado por el fraile<br />

mallorquín en toda su Disputa es tan flagrante, que ti priori<br />

debe desecharse la hipótesis de la originalidad en esta su teoría<br />

del microcosmos. Por eso, con un poco de paciencia en la<br />

búsqueda, no tardé en topar con el original árabe de ese fragmento:<br />

registrando Jos cuatro tomos de la Enciclopedia de los<br />

Hermanos de la Pureza, hallélo muy pronto en algunas alusiones<br />

incidentales e incompletas (v. gr.: 1I, 246; IV, 202, etc.),<br />

y por fin literalmente en el tratado 25.° antes aludido, que<br />

Turmeda pudo leer, algunas páginas detrás del apólogo por él<br />

traducido para su Disputa. Véase a dos columnas el plagio<br />

indiscutible de esta teoría:<br />

TEXTO DE TUR:\!EDA<br />

(Pág . .po, lima 9.)<br />

e Sachez , frere Anselme , que<br />

les Philosophes disscnt ct affcr.<br />

ment que l'hornruc doibt estre<br />

appcllé Petit monde ... : cal' tout<br />

ninsi comrne au Cid a douze Signes,<br />

aussi en l'hornmc trouue<br />

rcz douze conduitz. Prernierernent<br />

deux aux aureillcs , dex aux<br />

yeux, deux au nez, llng dc la<br />

houche, deux aux marnmelles :<br />

1\ng au nombril, et cleu x :IUX partics<br />

infcrieurcs.<br />

1 Edil'. Borubav, JI, 29i.<br />

TEXTO ÁRAflE<br />

(Tomo Ir, pág. 297. linea 7.)<br />


«1.A. DISPUTA DEI. ASNO>, !JI> TlJlOIEOA 4- .'<br />

Tout ainsi comme au grand<br />

monde a quatre e1ements, c'est<br />

a scauoir le feu, l'air, l'cau, et la<br />

terre, ainsi au petit monde de<br />

l'hornrne a quatre mernbres, c'est<br />

il scauoir le Cerueau, le Coeur, le<br />

foye et le poulrnon, Et ainsi comme<br />

par lesditz elemcns «st regy et<br />

¡.(llllnerné tout le gnHld monde,<br />

ainsi par lesditz quatre mernbres<br />

est regy et gouuerné tunt le petit<br />

monde, c'cst a s~anoil' le corps de<br />

l'hornrne. Et ainsi cornme par les<br />

humeurs, vapeurs, froidures et<br />

humiditez qui montcnt hault en<br />

I'air se concréent et «ngendrcnt<br />

iaprochant le mouuemcnt du cicl,<br />

ct des planetes) vens, tonnqirres,<br />

pluyes , ainsi muntent les vappeurs<br />

des parties inferieures aux<br />

parties superieures, et font vent<br />

comme rotter , tonncrres comme<br />

I'esternuer, el le tousir, et pluyes<br />

ainsi cornme sont les larrnes , I"l<br />

la salyue,<br />

Et pour briesuement parler, Ja<br />

chair du corps de I'homme est<br />

scrnblable a la terre , cal' il cst<br />

créé de terre el en terre doibt<br />

retourncr : les us sont comme les<br />

rnontalgncs, les aureilles cornrnc<br />

les mynes des mctaulx, qui sont<br />

aux concauités et intericurcs partles<br />

des montaignes, le vcntre est<br />

•.. -omrne la rner, les boyaulx sont<br />

cornme les riuieres , les "eynes<br />

comme les sources et fontaines,<br />

la chair comme la terre, ainsi qllt'<br />

ie vous ay dit , et les poilz el<br />

cheueulx comme les hcrbes el<br />

plantes. Et les parties ou il nI'<br />

croyt point de poil sont ainsi<br />

que la terrc salléc et argillcuse,<br />

ou ij ne croist iarnais hc-rbc-.<br />

y los dos caminos [scil. anus et<br />

penis].<br />

(Pág. 303, línea 13.) Porque bajo<br />

la esfera de la luna hay cuatro elementos,<br />

que son los principios<br />

constituti "os de las cosas engendradas,<br />

es decir, el animal, el vegetal<br />

y el mineral, asimismo se<br />

encuentran en el organismo del<br />

cuerpo cuatro miembros que son<br />

el constitutivo completo del cuerpo<br />

: la cabeza, el pecho, el vicntre<br />

y el curazón ...<br />

y así corno


Dauantage le visage et la partie<br />

de deuant du corps de l'homme<br />

est ainsi que les parties peuplées<br />

et habitées du grand monde ...<br />

L'eschine et la partie de derriere<br />

du petit monde, c'est a scauoir<br />

du corps de l'homme, est ainsi<br />

eomme les parties du grand monde<br />

qui ne sont peuplées ny habitées,<br />

Dauantage, la partie de deuant<br />

du corps de l'homme est ainsi<br />

cornme le leuant : et le derriere<br />

est ainsi eomme le ponent: la<br />

main dextre est comme le midy :<br />

et la senestre est comme septentrion;<br />

l'esternuer, cryer, toussír,<br />

et le bruit et rumeur que font<br />

les boyaulx sont eomme les tonnerres<br />

... Et les larmes, la saliue,<br />

et l'urine sont ainsi que la pluye:<br />

le rire est eomme la clarté du<br />

iour: le plorer eomme l'obseurité<br />

de la nuict: le dormir, cornrne la<br />

mort: le veiller , comme la vie :<br />

le temps de la puer ilité, cornrne<br />

le printemps: l'adolescence, comme<br />

l' esté: m ieunesse, eomme<br />

I'automne: la vieillesse , eomme<br />

I'yuer .•<br />

~lIGUEL AsIN<br />

Su parte posterior es como lo deshabitado.<br />

Su rostro es como el levante y<br />

su espalda es como el poniente;<br />

su mano diestra es como el mediodía<br />

y la siniestra como el septentrión.<br />

Su respiración es como<br />

los vientos; su hablar, como el<br />

trueno; sus voces, como los relámp¡gos;<br />

su risa, como la luz del<br />

día; su llanto, como la lluvia; su<br />

pena y tristeza, como la obscuridad<br />

de la noche; su sueño, como<br />

la muerte; su despertar, como la<br />

vida; los días de su niñez, como<br />

los días de la primavera; los dias<br />

de su juventud, como los días del<br />

verano; los días de su virilidad,<br />

como los días del otoño, y los días<br />

dé su vejez, como los días del<br />

invierno.'<br />

Las otras analogías entre ei niacrocosmos y el microcosmos,<br />

que Turmeda añade a continuación, ya no he podido encontrarlas<br />

ad littcrani en el tratado 25.°, aunque no dejan de ser<br />

semejantes las ideas. Así, la comparación del gobierno del<br />

alma en el cuerpo con el de Dios como rey en el universo,<br />

está desarrollada en la página 304 y siguientes del mismo tratado<br />

25.°; la idea de que Dios manda sin palabras aparece más<br />

adelante, en la página 308, etc.<br />

Finalmente, restan tres pasajes de Turmeda que se han<br />

resistido hasta ahora a todas mis exploraciones, pero cuyo<br />

original árabe no desespero de encontrar. Uno es el relativo


,L'\ Dl,PU lA DLI. A5110', DE TURMEDA 47<br />

a las tres maravillas exclusivas del hombre: fisonomía, voz<br />

y letra, inconfundibles en cada persona (cfr. págs. 403-405).<br />

Otro es el que contiene la comparación del árbol con el hornhre,<br />

a quien llama árbol celeste (cfr. págs. 4()()-9). El último es<br />

el en que Turrncda resume las observaciones relativas al instinto<br />

de la mayor parte de los animales (cfr. págs. 458-4()4).<br />

De este pasaje, claro es que las materias se encuentran desperdigadas<br />

en todo el apólogo árabe (especialmente supra, páginas<br />

22, 24 Y 33); pero no ocurre lo mismo con los otros dos.<br />

Ni en el sentido ni en las palabras encuentro pasaje alguno<br />

semejante en toda la Enciclopedia; mas sigo, a pesar de ello,<br />

sospechando que Turmeda no se inventó ambos pasajes, y<br />

hasta cabe pensar si disfrutaría el fraile mallorquín de un texto<br />

de la Enciclopedia, distinto del clásico en su redacción. Sabido<br />

es cómo difieren en todas las literaturas, y más en la árabe,<br />

las redacciones de los cuentos, fábulas, apólogos y en general<br />

de las obras que se hacen populares por su amenidad. Las<br />

redacciones de Califa y Dimna o las de Las IJ/i! J' ttua noches<br />

pueden servir de sugestivo ejemplo en este punto. Por eso, si<br />

el problema mereciese el trabajo de la búsqueda, quizá en los<br />

manuscritos de la Enciclopedia conservados en Europa, o en<br />

otro autor árabe cualquiera, se daría también con esos dos<br />

pasajes que faltan en la edición de Bombay l.<br />

Per~ aunque estas exploraciones fuesen infructuosas, el<br />

i,uicio total sobre la originalidad de Turmeda no se podría ya<br />

alterar considerablemente, por lo que toca a su famosa Disputa<br />

del Asuo, que tiene su modelo indiscutible, como acabamos<br />

de ver, en el pleito de los animales contra el hombre, inserto<br />

en la Enciclopedia de los Hermanos de la Pureza,<br />

I Huelga decir que la primera maravilla, es decir, la inconfundible variedad<br />

d" los roslros humanos, fué tópico vulgar en la literatura cristiana medieval,<br />

derivado de Plínio. Cfr. Kohler, Kldnere Sc/¡riftm, Il, 16. También la encuentro,<br />

pero como fruto de observación personal, en d Libro de los ,aract.:res)' de<br />

la conducta, del cordobés Abenházarn (t 456 = 1OÓ3).Cfr. edir. Cairo, pág. 69:<br />

«Todo rostro tiene alguna üiferencía propia suya.> La observación, por lo demás,<br />

no exige gran sagac.dad,


6. -- Fuentes del ap61ogo árabe.<br />

Los autores de esta Enciclopedia no puede fácilmente aquilatarse<br />

hasta qué punto lo fueran también del dicho apólogo,<br />

en su forma y cn su fondo, porque nadie ignora el desarrollo<br />

fecundísimo y vivaz que en el Oriente y Occidente habían<br />

obtenido, durante la alta Edad Media, la fabulística zoológica<br />

y la moral gnómica, cuyos primeros modelos arrancan del<br />

Panchatautra y del l/itopade::a. El libro de Calila.y Dimna,<br />

derivado de estas fue~ltes indias a través de la literatura pehlevi<br />

o persa, influye enormemente en la arábiga desde el siglo Il<br />

del islam. En el apólogo de los Hermanos de la Pureza denúnciase<br />

esta influencia bien a las claras, llamando al chacal Calila;<br />

pero ni el cuadro general del apólogo, ni su forma literaria,<br />

ni, sobre todo, su trascendental tesis filosófica aparecen<br />

en las fábulas de Bidpay.<br />

Por eso tengo para mí que es obra personal de los Hermanos<br />

de la Pureza esa tesis, tan coherente con la doctrina<br />

neoplatónica de todos sus tratados; lo es igualmente el artificio<br />

literario del pleito o disputa, a que tan habituados estahan<br />

los musulmanes en aquella agitada vida de polémicas teológicas<br />

que se desarrollan en Basara y Bagdad durante los<br />

siglos Jl1 y IV 1; también se conforma con el medioicosrno-<br />

1 Este ambiente polémico se refleja asimismo en la literatura de la época,<br />

determinando el gusto por los análisis de las ventajas e inconvenientes de toda<br />

cosa. Así, hasta se escriben libros consagrados a este tema; tal, v. gr., Le liur«<br />

drs btauli! ti des antltheses, atribuido a El Cháhid (t 869 de J.-c.), que ha editado<br />

Van Vloten. (Leydc, 1898.) En él se analizan las ventajas e inconvenientes del<br />

hablar, del escribir, de las varias virtudes morales, del celibato, del matrimonio,<br />

cte. Del mismo autor El Cháhid son otros opúsculos en que se usan análogos<br />

recursos literarios para exponer alternativamente las razones en pro y en<br />

contra de la superioridad del envidiado sobre el envidioso, de los negros sobre<br />

los blancos, del hablar sobre r-l callar, del comerciante sobre el gobernante, cte.<br />

(Cfr. Machll/ua rasail, edic. Cairo, 1324 hégira.) Finalmente, también se atribuye<br />

a El Cháhid una Disputa eutr« la prünaverQ y ti inuierno (editada en Constantinopla,<br />

'302 hégira). En esta disputa, por cierto, el prólogo tiene grande analogía<br />

con el principio del de Turrnerla, pues también el autor supone que sale al campo<br />

" pasear y, al s•.ntarse a gozar del paisaj •., se le ofrece inopinadamente el espec-


~LA DiSPUTA DEL AS1\O"', DE TUH.:\tEDA 4)<br />

palita y sincrético de aquella sociedad y de aquella cultura<br />

enciclopédica y universalista el empeño de los autores en<br />

hacer intervenir en la acción a los representantes ele todas las<br />

religiones y de todas las razas, idea inaudita en la fabulística<br />

india.<br />

En cambio, la enorme copia de observaciones zoo!úgicas<br />

qu~ constituyen el fondo y los materiales docentes del apólago,<br />

así como la aplicación moralizada de esos datos para la<br />

sátira de las costumbres humanas, ya no puede pensarse que<br />

fuese obra personal ele los Iit'rlllallos lit' la Purc:«, sino mera<br />

supervivencia de la tradición científica de los siglos clásicos.<br />

Las J Iistorias Xaturales de Aristóteles y de I'Iin.o contribuyeron<br />

a crear toda una corriente literaria de Zoología moralizada,<br />

desde los primeros siglos de nuestra Era. El !'11)'siologus<br />

latino, tan utilizado por los cuentistas y pactas cristianos<br />

de la alta Edad :\I~Jia para sus !Jestiarios y sus libros clo<br />

ejemplos y castigos 1, eleriva de esa misma corriente clásica,<br />

cristianizada por San Basilio y San .Vmbros¡o en sus elos<br />

He.raemeron, en el siglo IV de Jesucristo. Y de la misma fuente<br />

debieron asimismo proceder otras cornpilnrionos didácticas<br />

de Zoología moralizada que tanto abundan en las literaturas<br />

semíticas. Por lo que toca a la árabe, baste- recordar los tres<br />

principales libros de El Cháhirl (.;. SÜ9 de j.-c.I, de .\lgazel<br />

(t 1111 de j.-c.) y de El Damirí (:,' 1405 de j.-c.), cuya<br />

popularidad en el islam ha sido inmensa: !Jiúro de los animales;<br />

Libro de la Prorideucia eu 111.\" CII.\"a.\" crearlas por 1 )ios, y !,


.:;0<br />

7. - Conclusión.<br />

~o se le ocultó a la sagaz intuición de Mcnéndez y Pelar o<br />

que Turmeda y su libro «presentan tales enigmas y contradicciones,<br />

que bien puede decirse que la crítica apenas comienza<br />

a dilucidarlas» 1. }:], por su parte, insinuó que la.<br />

mayor importancia de la Disputa estaba en sus cuentos bocac/ICSCOS,<br />

si bien añadiendo que para él eran imitación de modelos<br />

italianos, así como su Llibre de bous ensenyaments es un<br />

plagio parcial de La Dottrina dello schiaoo di Bari. ¿Qué queda,<br />

pues, de la originalidad y del ingenio del fraile mallorquín,<br />

si casi toda su Disputa resulta ahora traducción literal de un<br />

libro arábigo? Para mí, ni siquiera le resta a Turrncda el mérito<br />

de un modesto adaptador inteligente, porque aparte de la torpeza<br />

y mal gusto con que empequeñeció y rebajó la seriedad<br />

solemne del apólogo árabe, su estilo vulgarísimo y pedestre<br />

y la inopia (le su léxico no le permitieron verter fiel y exactamente<br />

las delicadas filigranas del árabe literario, copioso y<br />

selecto, ni las grandilocuencias del estilo retórico, ni las be.lezas<br />

de la prosa rimada, que los Hermanos de la Pureza pusie-<br />

ron en su hermoso apólogo.<br />

El «habcnt sua rata libelli» tiene, pues, aplicación exactísima<br />

a este apólogo, como el «sic vos non vobis» la tiene,<br />

no menor, respecto de sus autores, expoliados durante varios<br />

siglos por el desaprensivo apóstata de Mallorca. Esta sí que<br />

fué habilidad y dote que no se le puede regatear: Turmeda<br />

tuvo, en efecto, el arte indisputable de engañar a la vez a<br />

cristianos y musulmanes: firmándose Fr. Anselmo Turrneda,<br />

hacía circular por Europa sus libros en catalán, y firmándose<br />

Abdalá, divulgaba entre los muslimes su Polémica contra el<br />

cristianismo; en aquellos libros - al menos en la Disputa -<br />

Jaba como fruto de su ingenio lo que tomaba de los autores<br />

árabes, y en su Polémica aprovechaba las antilogías evangélicas<br />

que encontraba en el Físal del cordobés Abenházam y<br />

propalaba ridículas descripciones de los ritos cristianos, fal-<br />

1 Origenes de la Xousla, 1, introd., pigs. CV y siguientes.


ELENA Y MARÍA<br />

(IJISl'L'TA DEL CU::RIGO y EL CABALLERO)<br />

POESÍA LEO:'\ESA ¡:\ÉDITA DEL SIGLO XIII<br />

l. - EL \IA"U-SCRITO.<br />

Debo a la amabilidad del distinguido bibliófilo D. Juan Sánchez<br />

1 la comunicación del manuscrito que aquí vaya publicar.<br />

En él encontré desde luego una poesía desconocida, de<br />

antigüedad respetable, hallazgo que, unido al que A. Morcl-<br />

Fatio hizo en 1887 de la Rll:::rJll de Amor, nos hace esperar<br />

que aun recobremos más de la primitiva poesía española, perdida<br />

en su mayor parte, y privada, fuera del género épico, LC<br />

todo elemento de reconstrucción.<br />

Trátase de un manuscrito en papel ceptí, letra de princi-<br />

pios del siglo XIV, lleno de picaduras de polilla, y muy destrozado<br />

en sus márgenes. Las hojas, por lo desiguales, parecen<br />

sacadas de desperdicios de papel: miden entre 63X6S y<br />

50X55 milímetros, y forman un cuadernito, al que sirve de<br />

cubierta un pedazo de un diploma del siglo XIV. El tamaño<br />

excepcionalmente pequeño del libro, propio para ser llevado<br />

en un bobillo, y lo tosco de su ejecución, parecen indicarnos<br />

que se trata de una copia destinada tan sólo para el uso de<br />

un juglar ambulante.<br />

Me he desprendido del mmuscrito sin haber observado su<br />

I El Sr. Sánchcz había recibido a su vez este manuscrito del libre-<br />

ro barcelonés Sr. Babra.


EI.RNA V MARrA 53<br />

repartición en pliegos. Sin embargo, no es achacahle a maJa<br />

costura del actual manuscrito el desorden que, según diremos<br />

en el párrafo siguiente, se observa en el texto; el desorden<br />

e.npieza en medio del folio 13 v., acabando antes de las tres<br />

últimas palabras del folio 18 r., y podernos asegurar que nuestro<br />

manuscrito se copió de un original ya desordenado.<br />

2. - CO:-¡TF:~IDO ¡lEL ~IA:-¡t:SCRITO.<br />

La poesía contenida en este manuscrito refiere una disputa<br />

habida entre :'Ilaría, amiga de un abad, y Elena, amiga de un<br />

caballero, sobre cuál de ambos amantes es mejor.<br />

La disputa se interrumpe bruscamente en medio del folio<br />

13 V., donde las palabras que Elena rlirige a Xlaría se ven<br />

cortadas, y sucedidas por un inesperado saludo de ambas dueñas<br />

a un rey, a quien piden que falle el pleito que entre ambas<br />

se discute. Hay aquí un evidente desorden en d original<br />

de nuestro manuscrito: en el fol io 23 'daría proro1w llevar su<br />

cuestión al juicio de ese rey, y en el folio 25 Y. ambas dueñas<br />

se ponen en camino para buscar a ese- rey. Después ele este<br />

folio 25 debe ir, pues, el saludo al rey del folio 1.) v .<br />

Falta ahora saber dónde acaba la parte anticipada que<br />

comienza en medio del folio 13 v. Teniendo en cuenta que a<br />

partir del folio 3, cuando la disputa toma vuelo, cada discurso<br />

de Maria se compone de un elogio de la vida del abad y<br />

un denuesto de la del caballero, y, viceversa, cada discurso de<br />

Elena se compone de un elogio del caballero y un denuesto<br />

del abad, hallamos una irregularidad en el discurso (le Elena<br />

ante el rey, que ocupa los folios I4 a 19. En efecto, Elena<br />

primero habla al rey en contra del abad (folios 14v.-17 r.) y<br />

después en pro del caballero (folios 17 r.- 18 r.); pero de-spués<br />

vuelve a hablar en contra de la causa del abad i1'01. 18 v.), lo<br />

cual es ya irregular; y nótese que en esta segunda peroración<br />

contra la causa del abad, Elena no se dirige al rey, como al<br />

principio de su discurso, sino


1


ELENA Y MARIA .5.~<br />

. Corregida esta dislocación de versos, tenernos quc la poesía<br />

refiere un alternado alegato de María y de Elena en pro y<br />

en contra de sus respectivos amores con un abad y un caballero<br />

(folios 1 r. a 13 v., primera mitad, seguidos inmediatamente<br />

de los folios 18 v. a 23 r.): como la disputa se prolonga sin fin,<br />

Xlaría propone que la cuestión sea juzgada por el rey Oriol,<br />

cuya corte está toda consagrada al amor (folios 23 r. a 25 v.);<br />

ambas se encaminan allá, y después de saludar al rey, Elena<br />

empieza a alegar en favor del caballero, quedando aquí interrumpida<br />

la poesía (fol. 25 v., seguido de algunos versos perdidos,<br />

y luego de 105 folios 13 v., segunda mitad, a I~ 1"..1.<br />

Transcribo a continuación la poesía, ordenados sus versos<br />

como deben estar. Todas las adiciones, puestas entre corchotes,<br />

son de letras destruidas por la polilla o por el roce de los<br />

márg(~nes; las adiciones o correcciones que hago al copista<br />

van relegadas a las notas .<br />

(r,,1. 1 r.)<br />

{Fol. J v.)<br />

(fo!. z r.)<br />

ro<br />

................ [ :\[dura<br />

biue b[i]en fin rrancura:<br />

diz buenas palabras,<br />

mas nozz Iabe jogat" las tabras<br />

nin defpende fu aucr<br />

en folia ni» en mal Ien.»<br />

Elena la cato<br />

de fu palabra la fon fano,<br />

g(raue , m]ientrc le rrdp[ujro,<br />

agora oyd covzrno fabro :<br />

«Calla, ~laria,<br />

por que dizes tal follia?<br />

da palabra que fabrcftc<br />

al mio amigo d(c]noftefle,<br />

mas fe lo bien catas<br />

z por derecho lo [af]mas I<br />

t IaIllI/as, hueco para dr is letras en la C"l1lc


'r"i. 2 V.)<br />

1 rol. J ro)<br />

.l'·1<br />

4"<br />

R. ~IENÉNDEZ PIDAL<br />

non eras tu pora conmigo<br />

n;1l el tu amigo pora con el mio;<br />

fomos hermanas z fijas de algo,<br />

mays yo amo el mays alto,<br />

ca es cauallero [ar]mado,<br />

de fus arma[s] i efforcado;<br />

el mio es de fenfor,<br />

el tuyo es orador:<br />

quel mio defende tierras<br />

z fufre batallas z guerras,<br />

ca el tuyo janta z jaz<br />

Z Iienpze efta e[n p[az.»<br />

: Maria, atan p[or] 1 arte,<br />

rrefpufo dela otra parte:<br />

«ve, loca traítornada,<br />

ca non Iabes nada!<br />

dizes que janta z jaz<br />

por que cfta en paz!<br />

ca el biue bien onrrado<br />

z fin todo cuydado;<br />

ha comer z b[euer]<br />

: [z] en buenos lechos jazer;<br />

ha vcftir z calcar<br />

G hcltias enque caualgar,<br />

vafallas z va fallos,<br />

mulas z cauaIlos;<br />

ha dineros z paños<br />

Z otros aueres taxtos.<br />

D[e] las ar[m]as non ha : cura<br />

Z otrofi de lidiar,<br />

ca mas val Iefo z mcfura<br />

que fienpre andar en locura,<br />

La inicial podría ser f, pero la le-tra final ha podría ser 11.<br />

27 a 37. Para el clérigo que come, bebe y duerme mucho, v, Phi-<br />

Ilis 66 y 11'), Blanche-Hour 185. - 45. Léase curar ej.


A y MARÍA 57<br />

commo el tu cauallero<br />

5" que ha vidas de gan;Oll.<br />

Quanuo al palacio va<br />

fabemos vida qucle dan:<br />

[el] pan a rracio»,<br />

el vin [o fi]n fazo1/;<br />

5; rori[e] 1 ¡mucho z come poco,<br />

va cantando comilla loco;<br />

comilla tray poco veftido,<br />

fienprt' ha fanbre z fria.<br />

Come mal" jale mal<br />

ele noche en fu oftal,<br />

ca quien anda en cafa ajena<br />

nuvca Ial de pena.<br />

Xlieatre [e]l dt[a] alla,<br />

lazera[d]es vos a[caJ;<br />

o; [paraj'des mientes quando verria<br />

z cata le las manos que aduras.<br />

z íenozz tray nada,<br />

luego es fria la pofada.»<br />

Elena COIl yra<br />

_" luego dixo : «elto es mentira.<br />

Enel palacio anda mi amigo,<br />

mas non ha fanbre nizz Ilr]i[o];<br />

, ancla vertido z calcado<br />

z bien encau[aI]gado;<br />

;; a conpana.zlo caualleros<br />

z Iiruc.z lo cícudcros:<br />

dan le grandes Ioldadas<br />

z abafta alas cal/panas,<br />

Dudoso; aC:lso [oro .... ,<br />


'. (fol. 6 r.)<br />

(1,,1. 6 v.}<br />

(fol. ; v.)<br />

(fuI. ~ r.)<br />

R. ~IEl\É)WEZ PIDAL<br />

8" apu[e]ft[o] Z muy b[ie]n,<br />

[co]n ; armas Z con cauallos<br />

z con efcuderos z con vafallos,<br />

Iienpze trae acores<br />

Z COIZ falcones delos mejorcs;<br />

Ss qzzando viczz rriberando<br />

z las aves mata[n]do,<br />

b[uJ:torcs z abtardas<br />

z otras aucs tazztas:<br />

quando al palacio llega,<br />

Dios, q/te bien femeja!<br />

acores gritando,<br />

cauallos rrenizzchando,<br />

alegre vicn z cantando,<br />

palabras. de cortes fabrando.<br />

"; A mi ticn onrrada,<br />

vertida z calcada;<br />

vifte me de cendal<br />

e de al


(f"i. 8 v.)<br />

(fuI. ~l r.!<br />

""<br />

1::0<br />

LLENA Y MARr.~ 5')<br />

la batalla faz C011 rus manos<br />


1>0 R. !dEN tNDEZ PIDAL<br />

joga el cauallo z el rrocin<br />

z clas armas otro Iy,<br />

if,)I. 'o r.) el mazzton, el : tabardo 1<br />

e el bcftido z el calcado;<br />

r ro finca en auol guifa,<br />

en panicos z en camifa.<br />

Quando n01/ tiezz que jogar<br />

nill al a que tornar,<br />

vay Z la fie1la empenar<br />

'.;; alos frazzcos del a cal;<br />

íI.,1. '0 v.) el fre[nlo z el albardol»]<br />

da]lo] al fu rrapagon<br />


hlENA Y MAldA<br />

cada di[a] facara fobrel veftido,<br />

falta que fea comido.<br />

IIJ.; (]uando comido fuere,<br />

¿qlle Cera del Icñor?<br />

qllfrra yr a furtar;<br />

mas fe lo ouicrorz 1 alomar,<br />

colgarlo han de vn palero,<br />

1 / ,1 en fama de vn otero,<br />

Ca el mio amigo, bien te lo dig-o,<br />

(fol. l' r., a mucho trigo z rnuzzcho vino;<br />

tien buenos collcros<br />

de plata z de


(Fol. 13 v . primera<br />

mitad.)<br />

R. ~IENÜWEZ PIDA/.<br />

nizz mcngua de veftido,<br />

nizz efto de feofa<br />

de ninguna coía.»<br />

Elena, do Iedia,<br />

cato contra Maria;<br />

diz: «ve, aítrofa,<br />

z non has [o] ra verguenca?<br />

:Por que dizes tal maldat<br />

abuelta con torpedat?<br />

qlterriefte alabar<br />

fe te yo quefiefc otorgar<br />

fol. ,s v.) Ca tu non I [clames con Iazoe<br />

eíperando la obraciou,<br />

'0.; lo que tu has a gaftar,<br />

ante la a eglifa onrrada lo ha aganar;<br />

beuides commo mefquinos,<br />

de alimofna de vueftros vezinos 1.<br />

(fuJ. 10 r.) ! Quando el abbad rniía dezia,<br />

a ro a fu moger maldczia;<br />

enla primera oraciox<br />

luego le echa la maldecíoe .<br />

.ifi tu fueres mifa dcu[char],<br />

tras todos te [has a e]ftar;<br />

'fol. '9 v.) "; ca yo cf[tare en]la delanitrera<br />

e o Irecere enla primera;<br />

ami lcuarax por el manto,<br />

z: tu yras traf todas arraftrando;<br />

I Al fin de este folio hay nota del mismo copista, encerrada en cuatro<br />

trazos, que dice torna foja; en el folio S r., abajo, se ven trazos que<br />

encerraban otra nota, perdida con el margen inferior.<br />

198. Léase vcrgonfa.-203 a 208. Comp. IIueIine IOI-IOS.-206.Léase<br />

la cglisa, - 209 a 212. Parece que alude a las primeras palabras de<br />

la misa: «Judica me, Deus, el disccrnc causam rneam de gente non<br />

sancta». PsaI. XLII, l.


ELE.:'\A Y :\1.\ H.í.\ 63<br />

amj leuarax commo eo(n)defa,<br />

ati diran [co]mmo monag[uefa).»<br />

'fol. 20 r.) . Quando :\laria ayo efta rrazon,<br />

pefol de coracozz:<br />

rrelpondio muy bien:<br />

-todo cfto non te prifta rrcn:<br />

¿25 anos


u. I'4E~ÉIWEZ 1'ID.\L<br />

que Iienpre elto de buena guifa;<br />

fe bien janto z mejor cerio<br />

que nuszca la[zdr]o ni1l peno,<br />

ca otra he g]rand vicio<br />

~;" z [biuo en] gran


ELENA Y MARiA<br />

275 Villanía fab[lar] 1<br />

[es] aly me denof[tar];<br />

(rol. 23 r.) fe 2 amj diz[e]n [mon ]aiguefa,<br />

ati dirax cotayfeía,<br />

Mas fe tu oujefes buen fen<br />

280 bien te deujas conoícer;<br />

ca do ha [ero de prior,<br />

conolceíe cnl]o] mejor.<br />

Mas tu non a[s amor por] mj<br />

njn yo otro fi por [ti];<br />

285 [V]ayamos anbas ala [corte] de vn rrey<br />

que [y]o [de mejor non sey];<br />

(fol. 23 v.) [dte rey] i Z enperador<br />

nunca julga feno» de amor.<br />

Aquel es el rrey Oriol,<br />

'90 feñor de buen valor,<br />

non ha en todo el mundo corte<br />

mas al[c]gre nin de mejor cono[rte];<br />

[co]rte es de muy [grand] alegria<br />

z de [plazer] z [de] jogrer(ia];<br />

(fol.,~ ro) .'5 [omne non] fa[z] ! otro lauor<br />

fenon cantar Iiexpre de amor;<br />

caetar z departir<br />

z vidas nueuos coxtrubar:<br />

tanto ha entre ellos conorte<br />

300 qut'noll han pauor de muerte.<br />

El rruy Icñor, que es buen jogral,<br />

aquella corte fue morar;<br />

don [ac'[or z don gauilan<br />

en aquell[a] corte eftan;<br />

1 Más bien parece fal, y la ¡ que yo suplo es muy dudosa, pues<br />

debiera verse algo del trazo superior de ella sobre la picadura de<br />

polilla, y no se ve.<br />

2 Dudoso; acaso fyj destruida la parte izquierda e inferlor.<br />

297. Léase deportar. - 300. Léase morte,<br />

TOMO 1. s


66 R. :'IEXÉ:WEZ l'aJAL<br />

3"5 clan


«01. J 3 v., segunda<br />

mitnd.]<br />

(fo1. J" r.)<br />

(foi. , 4 v.)<br />

(foi. r 5 r,) 355<br />

(fol. t;. v,)<br />

tu feras mi vafalJa,<br />

ay plaz me fin falla.»<br />

Anbas fe auenicrorz,<br />

al cami(n]o fe metiejro]»,<br />

la ......•......•.. , .<br />

u fallid<br />

Cé vos de el fu amor.<br />

Duenas famas de otras tierras<br />

qut' venimos a eftas [ierras,<br />

auos, Ieñor, demandar<br />

por vn juyzio eftrcmar;<br />

[cñor. por aquel qut'uos tizo,<br />

de partid cfte juyzio!»<br />

Efa ora dixo el rrey :<br />

"yo vos lo de partirey..<br />

Elena de primero<br />

talla la voz del cauallero :<br />

« Icñor, cudado Iy fuer d(~ muerte,<br />

ally ha el grand conort«:<br />

luego lo va vegitar,<br />

con fu calze comulgar.<br />

Faz la cafa de librar,<br />

mandalo manefeftar,<br />

z valo : (coJnfejar<br />

qllde de fu auer para mifas cal/taro<br />

Ca diz qUé' n012 ha tan buo» ofi


ó8<br />

{fo l, ,6 r.)<br />

(fol. • b v.)<br />

(fuI. '7 r.)<br />

f 01. '7 v.}<br />

(fol. • S r.}<br />

3iO<br />

375<br />

395<br />

R. ~IE:'If:WIlZ PIDAL<br />

tal cofa nunca vi,<br />

todo lo quier para fy.<br />

Mas fe lo ve quexar<br />

pora del fiegro pafar,<br />

veredes yr pora la cafa<br />

cruz z agua Iagra'da,<br />

e los rnolazinos rrezaxdo,<br />

rcquien z tcrna.z cantando,<br />

los otros por las callpanas tirando,<br />

los vnos a rrepicar<br />

z los otros a en cardar.<br />

Mas eftas bondades<br />

han todos los abades:<br />

len bien: fus glofas<br />

e carita» qxirios z pro fas,<br />

crifmar z bautizar<br />

z omites muertos Ioterrar.<br />

Mas eíto hall los rncfqxinos,<br />

Iienpre Ioípirav por muerte de fus vezinos;<br />

mucho le[s] p[laz]<br />

; qxando hay muchas viudas o viudos<br />

por Icuarex muchas obradas z muchos bodigos.<br />

Bien cura fu panza<br />

quelo non ficrga la lanca,<br />

Ca el mio Ieñor<br />

cauallcro es de grañd ualor,<br />

non vi [nunca otro] mejor<br />

¡ que mas faga por mi amor.<br />

Por ami fazer plazer,<br />

de veluntád fe va conbatcr;<br />

no» qzzier fu elcudo vedar<br />

anillgum! ornzze, fe quíer con el juftar.<br />

Ha caftiel1[os do] ; jaz<br />

e muchas


ELENA Y MARíA 6')<br />

gaña muchos aueres por fu barragania<br />

z por fu caualleria,<br />

gana mulas z cauallos<br />

400 e otros aueres tantos,<br />

oro z plata z efcarlata<br />

de que foy 1 preciada.<br />

3. - EL DEBATE.<br />

Hay en la poesía latina y en la romance de los siglos xn<br />

y XIII, un grupo de poemas en que se discute si es preferible<br />

el amor del caballero o e! de! cl(>rigo2, es decir, si debe elegir<br />

la mujer su amor entre los qlW siguen las armas o las letras,<br />

pues la palabra clérigo, al menos en las primeras composiciones<br />

de este género, puede tener el sentido amplio de hombre<br />

de letras, aunque en las más tardías se torne ya únicamente<br />

en el sentido concreto de sacerdote.<br />

La mayoría de estos poemas están compuestos en forma de<br />

disputa entre dos mujeres. Diremos algo de (-slos, para poder<br />

observar la evolución que el terna sufre y para que e! lector<br />

llegue a formarse una idea de lo que la fragmentaria poesía<br />

española podría contener en las parles perdidas.<br />

El poema más antiguo es uno latino, ¡'hillis (1 Flora, escrito<br />

en la segunda mitad del siglo XII, en cuartetas monorrimas.<br />

Phillis y Flora, sentadas en un vergel, disputan sobre las cualidades<br />

respectivas de sus amantes, un cl{'rigo y un caballero.<br />

Como el altercado se prolonga, Flora propone someter la cuestión<br />

a Cupido. Ambas se dirigen en su busca: I'hillis monta<br />

un mulo domado por Neptuno; Flora, un caballo enjaezado<br />

con una silla labrada por V ulcano; así iban las dos como dos<br />

lirios, como dos estrellas que cruzan el cielo. Llegan al Paraíso<br />

1 Picadura de pulilla; de la)' se ve la parte inferior, y es segura.<br />

2 Sobre este tema pueden verse A. ]EANROY, Origines de la j>oe"sie<br />

~v1"iqueen Francie, [889, pág. 58 n.; Y especialmente CII. OUlMONT, f-es<br />

débats du Cla-c et dn Che7Jalier, París, 1911; y E. FARA!., Red/crc!les sur<br />

les sourccs latines des contcs el romaus courtois dlt JfoyclI Age, París, 1913.<br />

páginas 19[-3°3, y Rom,mia, XLI, 136 Y 4'Ji.


¡O R. ~IENÉXDEZ PlDAL<br />

del .\111or, lleno del sonido armonioso de instrumentos músicos<br />

y del canto de las aves. Allí, rodeado de faunos, ninfas<br />

y sátiros, mora Cupido, ante quien las doncellas viajeras exponen<br />

la causa de su ida. El Amor tiene sus jueces, que son<br />

el Uso y la Naturaleza, los cuales fallan que el clérigo es más<br />

apto para el amor, y toda la corte aprobó esta sentencia.<br />

El clérigo autor de esta poesía la adornó con vistosas descripciones,<br />

y la rodeó de un ambiente mitológico, como conocedor<br />

que era de Ovidio, Virgilio, Sidonio Apolinar y Claudiana.<br />

La disputa de las dos doncellas, en medio de su acritud,<br />

está matizada de suavidad; dulce ira anima el rostro de las dos<br />

contendientes, su furor es gracioso, y las hace aparecer más<br />

bellas. Tal delicadeza, artificiosa y postiza si se quiere, es el<br />

carácter de este poema, primera manifestación conocida de<br />

nuestro debate. l~sk evolucionará después, pasando gradualmente<br />

de esa idealidad a un realismo cada vez más acentuado.<br />

:\ fines del siglo XI! o principios del XIII corresponde la<br />

poesía francesa (picarda) LI' Jugrlllt'JIt d' Amour, probablemente<br />

derivada de J>J¡i!!is. El poeta francés busca la gala de su poesia<br />

en la amenidad del fondo sobre que el debate se desarrolla; en<br />

la graciosa descripción de los trajes de las dos doncellas, Florence<br />

y Hlancheflor, hechos con flores, amores y besos; en<br />

la pintura del palacio del dios de Amor, labrado de flores y<br />

maderas preciosas; y sobre todo en la adición de un episodio<br />

final: el dios de Amor reune los barones de su corte para que<br />

juzguen el pleito de las dos doncellas, y el Esperver, el Ruiseñor,<br />

la .\londra y demás aves entablan una segunda discusión<br />

del tema, la cual termina con un duelo, en que el pequeño<br />

Ruiseñor, campeón del cl(~rigo, vence al corpulento Papagayo,<br />

campeón del caballero .. \llí veríais llorar a Florence, mesarse<br />

el cabello, retorcer sus manos y pedir a Dios la muerte; desmáyase<br />

reiteradas veces, y expira; las aves la colocan en un<br />

rico sarcófago, con una lápida que dice:<br />

lei gist Florcnce cnfouie,<br />


EI,ENA Y' MAUlA i 1<br />

ta de las dos doncellas viene a ser lo de menos; por esto se<br />

.abrevia y palidece, comparada con la de Phi/lis; y tanto en este<br />

altercado como en el de las aves, desarrollado con monótona<br />

alternativa de pareceres, apenas se fija la atención más que en<br />

una soja cualidad del clr;rjgo o del caballero: la cortesía.<br />

Xlas habiendo llegado la disputa a este extremo de refinamiento<br />

y simplificación en L!! _'tllf(OIlt'ilt d'Amo//r, sus imitaciones<br />

podían olvidarla del todo, como accidente insignificante,<br />

desarrollando en cambio los elementos fantásticos, según<br />

se ve en Li Fablcl dou llit'u tI·Amor.> y en V/WiS liT (1/1'.1'.1'/'<br />

d'llllloltr 1. Pero si la imitación se hacía teniendo en cuenta<br />

el tradicional debate, entonces debía tender a reforzarlo, concediendo<br />

más importancia al altercado de las dos doncellas,<br />

Esto sucede en Jludill!! ct J~t;¡lliltiIlC, escrito probablemente a<br />

principos del siglo XIII, donde la discusión se extiende en<br />

varios pormenores pintorescos y satíricos sobre la vida del<br />

clérigo y del caballero. También se acentúan los pormcnores<br />

de la disputa, aunqu(' menos que en Hueliue, en una simple y<br />

trivial refundición del.;ll~I;'nJlCJlt, hocha a mediados del siglo XliI<br />

y contenida en el manuscrito Hihl. Xat., fr. 795, la cual no<br />

valdría la pena


R. MENÉNDEZ PIDAL<br />

El otro poema anglo-normando, Melior et Ydoine, manifiesta<br />

iguales tendencias. La disputa, que antes se atenía a cualidades<br />

generales de una y otra clase social, desciende ahora<br />

a la más práctica realidad, analizada a veces con verdadera<br />

grosería, sobre todo en Blanchefiour,<br />

También hallamos una refundición franco-italiana del :;'u-<br />

/{rment, en la cual, a pesar de seguirse muy de cerca al original,<br />

se observa igualmente alguna acentuación de los pormenores<br />

satíricos. Por ejemplo: en el pasaje relativo a la pobreza<br />

del caballero, que tiene que empeñar armas y caballo, vemos<br />

cómo los pocos versos del Yuge11le1lt están amplificados en<br />

forma semejante a la que ofrece Huetine.<br />

Mas a pesar de esta evolución que venimos observando en<br />

el tema, todavía hallaremos que éste da un paso muy brusco<br />

en la versión española. La discusión dialogada de las damas<br />

llega en Eiena y Maria a ser absolutamente lo principal, dilatándose<br />

en una disputa mucho más prolongada que la de las<br />

más largas versiones extranjeras, y en ella ciertamente no encontramos<br />

aquella dulce ira de Phillis y Flora, sino la cólera<br />

que llega a los denuestos injuriosos '.<br />

A esta evolución del debate debió de contri huir mucho un<br />

fenómeno léxico: el desuso de un significado accesorio de la<br />

voz clérigo. El debate nace entre los letrados, que sienten<br />

su superioridad en punto a cortesía y amor refinado, como<br />

clase social más culta que la de los cabalIeros. Así Phillis y<br />

Le Yll


ELENA 'l ~lARIA i3<br />

samio, tenerlos por clérigos menores, no obligados con votos<br />

de castidad; la aludida refundición del Yugemeut (Bibl.<br />

Nat., fr. 795) declara expresamente que el clérigo de que<br />

trata es un abogado (


74 R. ~¡E~¿SOEZ PWAI.<br />

tigua discusión sobre las cualidades morales de dos clases de<br />

la sociedad, los letrados constantes, discretos e instruidos, :r<br />

los caballeros ignorantes, volubles y jactanciosos, tenía qUI~<br />

acentuar cada vez más el elemento satírico, y se comprende<br />

bien que acabase siendo, como en la versión española es, una<br />

disputa violenta sobre el gÍ>nero de vida de un abad y un infanzón,<br />

y sobre los regalos y consideración que proporcionan<br />

a sus amigas. La cortesía del cl('rigo, uniformemente alabada<br />

en las versiones extranjeras, desaparece por completo en la<br />

española, que más bien la atribuye al caballero ("palabras de<br />

cortes fabrando» 94L<br />

Ignoramos el desenlace de Elena; creo fuese semejante al<br />

de Hlauchcfiorcr, es decir, contrario a la tradición, Tratando<br />

la versión española de un a b a d ', obligado por todos los votos,<br />

y en la pintura del cual se extreman los rasgos satíricos,<br />

es de presumir que no se fallase el pleito en su favor. Además<br />

Elmil es de tono más popular que ninguna de las otras versiones,<br />

y sabido es la antipatía con que el pueblo mira a la<br />

manceba del abad 2, Por último, después del fallo del pleito,<br />

no seguiría la muerte de la dama vencida, como sucede en Le<br />

.'l1~~emCJ/ty sus principales imitaciones, ni siquiera el simple<br />

desmayo, como en Meiiar. 1\ Elena le bastaría marcharse de<br />

la corte del r(')' sin despedirse, como en la versión franco-italiana,<br />

° reconocerse vasalla de la vencedora (v. 318, 332).<br />

Abad, en el sentido genérico de 'cura' o 'párroco' .• Solamente ha<br />

quedado el uso de esta voz en este significado en Galicia, Asturias,<br />

Portugal y Cataluña», dice el Dice. de Autoridades en 1726. Pero véanse<br />

en contra Clernencin, Quijote, 1, 244, Y Rodríguez Marfn, Quijote,<br />

1, 262. Hablando de que la amiga de un clérigo pasaba mejor vida<br />

que la casada, Thomé Pinln.iro da Y ciga, en su viaje por Castilla en el<br />

año 160S (Fastigi¡;¡ia, Porto, 191 1, p. 226-22i), cuenta de una tendera que<br />

no quería ver a su hija bien casada: «bien abbadada sí, bien casada no •.<br />

2 Basta recordar la fórmula de comienzo de los cuentos •..... y el<br />

mal para el que 1


ELENA Y MAHíA 75<br />

La escena de la corte está solamente empezada en el fragmento<br />

de Elena. Pero es de notar que en Phi/lis el Amor manda<br />

fallar el asunto a sus jueces, y en Le Jugt'1llo/t y demás<br />

textos de (,1 derivados el dios junta sus barones para que juzguen<br />

la cuestión, mientras que en Elella, al presentarse las dos<br />

damas al rey Oriol, dice éste que quiere 01 mismo ser juez<br />

(v. 343-346). Esto parece excluir la discusión de las aves, que<br />

tan principal es en Le Jllgollod, aunque ya en las versiones<br />

anglo-normandas aparece abreviada, con buen acuerdo .. '\demás<br />

parece también excluirla el hecho de que Elena y :'daría<br />

abogan por sí mismas su causa ante el rey Oriol (v. 322-323,<br />

34i-402). cosa nueva en nuestro tema, 'sin precedente en las<br />

versiones extranjeras conocidas. 1'\0 obstant«, en f:lo/il hay<br />

una enumeración de aves (v. .10r-.115), hecha al describir la<br />

corte del Amor. Parece derivar de un texto semejante a la<br />

refundición del .J//gmu·)lt del manuscrito Bibl. :-Jalo, fr. í95,<br />

o a la franco-italiana, que ambas hacen una enumeración de'<br />

aves, cuando el dios de Amor convoca a todos los harone .;<br />

de sus dominios para juzgar e-l pleito dc las damas 1.<br />

o bien:<br />

il i fu li faucons, la mr-rk-,<br />

li espcrviers, la tourtcrcl!c .....<br />

atant la cigoignc i ('st \TllU;1<br />

e en aprés i vicnt la grua.<br />

l'alloete c k rcalté .....<br />

La imitación española personifica también las aves. pues<br />

les da el título de don (comp. «sirc faucons» « d.une aloe», etc.,<br />

en la discusión de las aves, según lA' ]ltgOi/fJl! y sus imitaciones),<br />

y las hace juglan's y moradoras (k la corte del \mor;<br />

La ocasión dc la cnumerucion es distinta en Elena y en ambas<br />

refundiciones francesa y franco-italiana. En Phil/is, como en Rlena, se<br />

enumeran las aves al describir el Paraiso de Amor; !Hero las aves en<br />

Pliillis no aparecen personificadas, cUnJO en ElcI/U, y claro es


R. ~(ENÉNDEZ PIDAL<br />

por esto creo que alguna intervención, aunque pequeña, debían<br />

tener en el juicio. El rey Oriol mismo debe ser un ave l.<br />

Por el comienzo no debe faltar mucho a nuestro fragmento,<br />

pues en los versos r 3-2 r Elena parece que empieza a<br />

darse por ofendida, y revela la condición de su amante. Probablemente<br />

los versos r-a, puestos en boca de María, pertenecen<br />

a la primera defensa que ésta hace del abad, cuando<br />

acaba de manifestar que le tiene por amigo y por ello Elena<br />

la ha censurado.<br />

No sabemos qué serían en Elena la descripción inicial de<br />

las dos damas, ni la del palacio del rey del Amor. Debían estar<br />

desprovistas de gran j:larte del elemento maravilloso y fantástico,<br />

que acentuado en P/Zillis y Le JugemeJlt se va debilitando<br />

en las imitaciones. Tenemos indicios de elJo: las damas<br />

que en las versiones extranjeras son reinas de aspecto divino,<br />

o tienen algo de sobrenatural o de espléndido en su atavío,<br />

son en LIma dos hermanas hijasdalgo (v. r9; dos princesas<br />

hermanas en Blanchcftour, v. r03, 3r8); yel dios Cupido o<br />

del Amor de las demás versiones, es en la española simplemente<br />

el rey Oriol, rey de las aves. Además la descripci6n de<br />

los vestidos y monturas de las dos damas, cuando se dirigen a<br />

la corte del Amor, hecha ampliamente en todas las versiones<br />

extranjeras (salvo en Jlldior, que suprime el viaje a la corte),<br />

parece que no existía en Elena ni aun en estado rudimentario<br />

'(v. 334-335). Todo esto nos hace apreciar hasta qué punto se<br />

eliminaba en la versión española el adorno incidental, que tan<br />

desarrollado estaba en las versiones primitivas del tema. Ya<br />

en las versiones anglo-normandas se ha notado la insensibili-<br />

Oriolo era realmente nombre de persona (un don Oriolo, merino,<br />

se cita en un documento de 119', Archi vo Histórico, Cartulario de<br />

Santa María de Puerto, en Santona, fuI. 46 v.). Pero en Elena el nombre<br />

del «rey Orrol», V. 289, es sin duda el nombre del ave eoriol», u<br />

oropéndola, una de las disputantes en la corte del Jugcment( .di orieuxs,<br />

«Ji euriolss 305), y sus imitaciones (eoriolev, Blancheflour 80; .1'aurJo).,<br />

franco-italiana, 509). En Cali!a 511009' se dice: "el rey de todas nos<br />

las aves es el falcón oriol». y se ensalza «la fortaleza del falcón oriol»;<br />

el editor C. G. Allen asimila este «oriol> al prov .• aurion •.


ELENA Y MARIA 7í<br />

dad de los autores ingleses respecto de los adornos literarios<br />

de los modelos franceses 1.<br />

En resumen: ele una imitación francesa de Le Jur;ement,<br />

semejante en su tono a I-Iuc!úze y a las versiones inglesas, provienen<br />

la mayor parte de los elementos de Elena, desde los<br />

principales detalles satíricos y el nombre del rey Oriol, hasta<br />

la forma métrica de pareados. Sin embargo, hay que notar<br />

que las seis versiones extranjeras conocidas forman claramente<br />

un grupo, con versos y pasajes semejantes, que revelan en<br />

las unas conocimiento de las otras o de originales comunes,<br />

mientras la versión española carece de esas semejanzas de<br />

pormenor, y queda enteramente fuera de ese grupo. Cabe<br />

siempre suponer que si apareciese alg-una versión provenzal,<br />

serviría acaso de lazo de unión entre E/Ola y las versiones<br />

extranjeras; pero también parece demasiada casualidad que se<br />

hubiese perdido justamente toda versión extranjera no agrupable<br />

con las conservadas y que pudiese explicar la versión<br />

española.<br />

Por esto creo que hay que acudir a otra explicación, y<br />

suponer que el tema tuvo en España una imitación primitiva,<br />

perfectamente agrupable con las extranjeras, y que luego se<br />

popularizó (lo que no consta en los otros países) y se fué<br />

adaptando completamente a los gustos indígenas .. Adelante<br />

veremos cómo esta adaptación española nos explicaría también<br />

el octosilabismo dominante en la versificación de E/CIta;<br />

ahora nos basta notar que la suposición de algunas versiones<br />

intermediarias españolas es la que mejor nos explica la gran<br />

distancia que hay, ele una parte, entre las redacciones extranjeras,<br />

que más o menos conservan todas el carácter de poesía<br />

refinada y culta, y de otra parte F/OIII, poesía francamente<br />

juglaresca por su marcado tono popular, por su métrica descuidada<br />

y hasta por el diminuto y pobre cuaderno en que se<br />

nos ha conservado.<br />

El juglar español olvida cuanto es posible los elementos<br />

fantásticos y ornamentales en que el debate andaba envuelto<br />

1 E. FAl


¡8 R. ~IEN¡;;NllIoZ PlDAL<br />

fuera de España, y se aplica a desarrollar la sátira picaresca.<br />

En esto precisamente consiste su importancia. Nuestro poeta<br />

nos da una primera muestra del género cómico en España, y<br />

en su obra hallamos mucho de la viveza, energía y penetración<br />

con que esa poesía florecerá después en manos del genial<br />

Arcipreste de Hita.<br />

4. - FECHA nr: «ELE);A».<br />

Difícil es calcular la fecha de la versión española. Las versiones<br />

extranjeras se fechan todas entre 1150 Y 1Z 50; pero es<br />

de suponer


sólo nos ofrece dos en apoyo de ue: furra ; "guerra» 443, y<br />

muestra: «esta» 1088 (corríjase 1592 en vista de 1640; 95 defectuosa);<br />

vacilación escasa si la comparamos a la que muestran<br />

los documentos notariales leoneses .. \cudiendo a la obra<br />

fundamental para el estudio de los diplomas leoneses, (:tucle sur<br />

rancien dialecte léonais par Erik StaatT, Upsal, 1: es 70, 126, 127, 300; (ras Ii;<br />

eran 3 T 4·<br />

2. Nótese l'[;lisa: «rnisa. 184, y fuera de rima en 20ó,<br />

252; forma rara, que sólo aparece en uno, entre los 100 documentos<br />

estudiados por Staaff (pág. 201; Sa}¡;¡gúll, 1245, dos<br />

veces, frente a cuatro veces qJisill), siendo las formas dominantes<br />

en esos docul1lentos;gli,\'ia, tgksill, etc .. \l(onso XI, 95,<br />

usa forma más común, rglesias (1. f/;rejlls.:): «ove-jas».<br />

3. El diptongo .11 > ti aparece SI',!O en formas verbales;<br />

en los presentes h(J' 32S, y lsq]: «r


80 R. MENÉNDI!Z PIDAL<br />

en textos de escaso dialectalisrno , como los manuscritos de<br />

]. Ruiz, la Danza de la Muerte, Frey Pedro de Colunga, etcétera<br />

(K. Pietsch,Zeit, XXXV, 174-175). El perfectoYo-eyy<br />

otros casos de ei, monesteyro, leygo, etc., aparecen en 9 documentos,<br />

de los 30 pertenecientes al leonés occidental que<br />

publica Staaff (v. su p. 186-187 Y 294), pero faltan en los del<br />

leonés oriental. De roo documentos salmantinos, de 1 I 50<br />

a 1302, sólo 9 ofrecen casos de ei, 8 de los cuales tampoco<br />

ofrecen diptongo de 6.<br />

El diptongo AU> ou no se halla en el perfecto, sansanó,<br />

8, 10, 196,222. En cuanto al substantivo, si poco: loco, 55,<br />

pudieran haber tenido ou, no es nada probable que lo llevase<br />

cosa: «descosa» 194. Las rimas de Alfonso XI tampoco apoyan<br />

la existencia de OU, poca: «boca» 839; pocos: «Marrocos»<br />

(corrección) 1387,1568, 192s;poco: «convosco» (corrección)<br />

1352; locos: «Marrocos» (corrección) 7 52, (en cuanto al<br />

ei, nada nos dicen las rimas de Alfonso XI, pues «rey» y «ley»<br />

riman siempre entre sí). Los diplomas ofrecen menos casos<br />

de ou que de ei, apoyando así la ausencia de aquél y la presencia<br />

de éste en Elena: de los 30 documentos del leonés occidental,<br />

sólo 7 tienen casos de ou; y de los 109 documentos<br />

salmantinos, s6lo 6 ofrecen ou, ninguno de los cuales diptonga<br />

la 6. Nótese también que los documentos salmantinos coinciden<br />

con Elena, ofreciendo 5 casos de Yo perfecto -ey y ninguno<br />

de f] -ou.<br />

4· Protónica: moga 2 ro, 260; maldecion 212; ceüeros 173;<br />

jogar 4, 131,142 (comp. joga § l.°);jogreria 294;jograI30I,<br />

308. Al contrario coutrubar 298.<br />

5. Hiato. Aunque abunda el asonante en las rimas, parece<br />

que J«-vzio: «fizo» 344, nos lleva a suponer *juizo en 342,<br />

344 (iuy::o, documento de Benavente, Zamora, 1275, Staaff,<br />

página 15120), La misma duda en Alfonso XI; rimas aproximadas,<br />

como «lacería: barrera» 1200; «placa : gracia : gart;;a»<br />

314,386, 2380; «coracon ; oración», 1501, no nos dejan seguridad<br />

de cuál forma sería la del autor en audanca : «ganancía»<br />

143; Francia: «dudanca» 634, 1385, ctc.; junto a Franca:<br />

«lanca» 1 ro8. Además, liesen, 'leyesen' 259,){ len, 'leen' 376.


11.- Consonantes.<br />

ELEXA y MARIA<br />

6. Consérvase la ./ inicial ante 11, en [auro 247; >lIItl{ 27,<br />

33; ja2er 38; jace 59; .fa.: 27, 33, 395. Pero no ante vocal ele-<br />

la serie anterior', en echa 212; JI!arla J 79 (:\IenÍ'ndez Pidal,<br />

Dialecto Leonés, § 8!).<br />

7· Las rimas no hacen distinción entre s, .c: y (: trrs: ,'(:133:<br />

astrosa :¡'OKOIl~tl (corrección) 198; csrneso ; P


x, MEl'KNDLZ PIDAL<br />

verbo: pesol z z z, Nunca en los demás casos: queIe 52, 356;<br />

luego le 212, 2¡r; gm've mientre le 9; besame 320, 97; a.~<br />

me 276; tornare 318, se te 202; uase 182; asy se 260; camino<br />

se 335; así resulta seguro el tornase del v. 131. La apócope es·<br />

muy escasa en leonés (Staaff, pág. 270, Y f~tude sur les pronorns<br />

abrégés, 1906, pág. 149).<br />

Posesivo. No tiene carácter dialectal. Primera persona, Masculino:<br />

mio Ilmigo 14,171,190,266, 327?, 387, o mi amigo<br />

71, 390. Femenino: mi uasalia 318, 323, 332. Segunda pero<br />

sana, Masculino: tu 1l1l11:r;O 18,49, 102, 107, 124,228; Ferncnino:<br />

tu uasalla 329. Tercera pcrsona, Masculino: su auer 5,<br />

60, 108, 13 S, etc., trece veces: sus ntolaciellos lag, 11 1, 182.<br />

381; Femenino: su tllJll:r;1l 154, 18o, J84, 210, 397, 398; sus<br />

arruas 22, 110, 237, 376. Substantivado: el mío 18 rimando<br />

con «conmigo», 23, 25, 118, 125; el tuyo 24,27.<br />

12. Intinitivo: combater 231, 392, rimando con «plazer»<br />

y «querer').<br />

Maldizer« 257, fucra de rima.<br />

1Iállase el infinitivo personal una vez: mucho les plae por<br />

lcuareu III11c/ltlS obradas 384; abunda en los documentos de<br />

Salamanca del siglo xur; pero entre aquellos de Staaff que no<br />

pertenecen a la rl'gión de Espinarcda y Cacabelos, sólo se<br />

halla en uno ele Sahagún, del año 1267.<br />

13. Apócope verbal. Es predominante: plasme 333; di" 3,<br />

183, 197, 357, (frente a dice : maldize 254, 255); fae IlO.<br />

158, 264, 353; .1


EI.ENA Y ~I.\RrA<br />

No hay apócope en touiese 260, 262; quesiese 202, como<br />

tampoco apocopan estas formas en los documentos leoneses<br />

desde fines del siglo XIII (Staaff, pág. 286).<br />

No hay tampoco apócope tras las consonantes que el español<br />

moderno no admite como finales (rabe 4, r r 7, r r 8; come<br />

55,59; 'viste {7s, etc.), como no la hay en el substantivo.<br />

14· Presente: siente 184, sienten 76; t-iestc 180, de «vestir»,<br />

junto a t.istc, Iis;- difettde, 25;- paraj(~il, v. § r. Es<br />

raro prista, praestat, 224, reducción de «priesta».<br />

Hállase so)' 402, frente a esto 193, como en otros textos<br />

leoneses, por ejemplo, en el Códice S de Juan Nuiz, S(~J!, predominando<br />

sobre so, y al lado de está, do, to, (K. Pietsch, Zeit.<br />

f. romo Phi!. XXXV, 175-177.)<br />

Hallamos tra» 57: 67, junto a trat' 83, \';¡cilaciún muy<br />

corriente.<br />

En fin: ,,~y 144, Y ,'(/ 51 «dan " rima, 56, 229, 231, 234,<br />

35I, 355, va dit; frente al imperativo Z'l' 31, {97, v a ch (Pietsch,<br />

Zeit. XXXV, 16g, 172-173).<br />

Persona vosotros: bruides 2°7.<br />

Subjuntivo:j/el:o\"rl 386 (:\Iio Cid, pág. 266,11)'<br />

15· Perfecto: fabrrstr 13, deuostestr T4. :\0 hay 0/1 en fubnf,<br />

etc., ~ 5. El perfecto de los verbos -cr rima con el de Jos<br />

verbos -(11', a juzgar por [re-Ij>olldirí] :jizbrrf 9; mientras en Alfonso<br />

XI no riman con el perfecto -al' ni el perfecto -cr (62 I,<br />

T889, 2199), ni el perfecto -ir (2418); ni los perfectos -cr, -ir,<br />

riman entre sí (I 500) (v. C. Michaólis de Vasconce1los, Grundriss<br />

de Griiber 11, 2, pág. 205, n. 1).<br />

16. Partículas: niu 5, T 8, 72, etc.; llf¡~o\"ltllrl 394: Itil~r:ltlla<br />

194; pero una vez nellgllllil t t ó. Predomina se, diez y seis<br />

veces (15, 162, 168, 176, 202,229,237,239,247, 267, 27i.<br />

279, 324, 330, 365, 3941, frente a si, tres veces (212, 258,<br />

349). Siempre siu 2,36,153, T8G, 319, 333, Y SO/Ol/ G7, 105.<br />

262, 288, 296.<br />

Es corriente' 1IIa.\· 4, 15,47,72,98, etc.: pero en el verso 20<br />

se usa 1JI,~)'S dos veces, como conjunción y como adverbio.<br />

Parece que debe suponerse' (lt,.(I~l'[lI]: rocín. T 37, forma<br />

bastante usada; comp. «asín-.


8.¡<br />

IV. - Sintaxis.<br />

17. El pronombre enclítico va unido al exordio de la frase<br />

y separado del verbo por un adverbio: Sé lo oien catas 15;<br />

ljllt' lo /lII/ljioga 386; ljui¡'// 11' uon besa 274; o por un sujeto<br />

pronominal: SI' te yo quisiese 202; 11//1.1' se lo d ju.:.:-far 324,<br />

330 (en 341, /10,,' debe s~'r pronombre túnico}. El orden normal<br />

h.illas.: en torio esto /10/1 te prista 1'111 22.:1; en. biell te lo<br />

.1 11 1'0 245; antes /,1 {glisa on rrada /0 ha agallar 206. La frecuencia<br />

(t, la interpolación en un texto del siglo XIII-XIV es<br />

un car;íct


EJ.EXA \' ~IAR¡A<br />

narrativo: «Quando al palacio llega, Dios, que bien sernejal<br />

Afores grita1ldo, Cm'ldlos renincltaudo» 9 I. En el siguiente<br />

ejemplo las frases de gerundio pueden depender del verho<br />

«veredcs», pero no el infinitivo narrativo, que aquí lleva la pre-<br />

posición 11 (v. Cuervo-Bello, notas, p;íg. 59): -Vcredes yr pora<br />

la casa Cruz e ag-ua sagrada, E los molazinos rrczaudo, «cquien<br />

eternan cantando, Los otros por las campanas tintudo; Los<br />

unos 11 rrcpica r E los otros 11 curordur» 372.<br />

20, Otra muestra de estilo J1opulat' es ('1 omitir la prepo-<br />

sición ante un complemento antepuesto: /::'11 /,,¡/,¡/¡r,¡ (1/1('<br />

/;lhrcste ¿11 lIIio '/llIiL;'o dorostcst« [3; FI tn !Jllntil'ltl/'lIflo .....<br />

Que /11 Cll!J1'(tI ( ,1/,esl ItCularda .<br />

Afijado, [ I 1, el bautizado respecto del cura que 11' bautiza.<br />

Agua sagrada, 368, 'ag-ua lx-ndita ': q~1agua ('S sagrada<br />

con las santas palabras que hi dicen; ..... quanclo es sagrada<br />

por las palabras de Dios que dicen sobre e-lla» Parlo 1." 4.° 10."<br />

Al1mosna., 208, 'limosna', como en la Estori.. Santos<br />

fol. 15 b; «aliruosuas» junto con v limusnns. en carta de 1371,<br />

Silos, p. 429 .<br />

.Apos, 12S, 'en comparaciún d..': véase arriba;:; l. I':n-<br />

tcndio su flaqueza aros la fortaleza del falcón» Calila SIIOl,;<br />

S. :\lilláll, 384 rI; «el primero apost destc non val« mas


!l6 R. MI!NÉNDI!Z I'IDAL<br />

Calza, 352, 'copón'. «En qué manera deben los misacantanos<br />

levar el Corpus Domini a los enfermos; ..... et después<br />

que hobierc comulgado al enfermo, débese tornar a la eglesia<br />

et adocir él mesmo el caliz o la causeta en que levó el cuerpo<br />

de nuestro señor jesu Cristo» Parto 1." 4.° 117. a<br />

Ca.yda, 328, 'vencida en juicio'; «sea caydo; ..... diga el<br />

alcalde qual es caydo o qual levantado», etc. F. Osagre § 208.<br />

Oerrenícolo, 305, 'cernícalo'; comp. «cernícalo» Juan<br />

Manuel, «cerrenícalo» Ayala Aves 155, «cerranícalo» usual<br />

hoy en Salamanca (v. R. Menéndez Pidal, Festgabe f. A. 1\1ussalia,<br />

1905, p. 393 Y 398).<br />

Consejar, 155, 'ayudar, remediar, socorrer'.<br />

Oontrubar, 298, 'componer canciones'; «controbando<br />

cantares» Duelo 176, 172, 177.<br />

Corderinos' o corderinas, 18 1, 'corderina, piel de cordero'.<br />

El vestido que el infanzón debía dar a su mujer había<br />

de estar forrado en pieles de cordero, según el F. Navarra IV,<br />

1, 4: «dével dar peynnas a estos vestidos, de corderunas de<br />

yerbas que matan por la Sant Juan».<br />

Cotayfesa, 278, es un femenino correspondiente al gallego-portugués<br />

«coteife»; esta voz aparece en las Cantigas y<br />

en los Cancioneros Vaticano y Colocci-Brancuti, con el sentido<br />

de 'soldado de baja clase', caracterizado por su barba<br />

larga (muy gran granhon). Siempre se habla de los ecoteifes»<br />

con el mayor desprecio. Alfonso X los satiriza duramente y<br />

nos dice que los vió temblar de miedo al choque de los jinetes<br />

moros (Cane. Vatic, 74 Y 62). Tal era su descrédito, qU(~el<br />

nombre «coteife» se aplicaba como término injurioso. Véase<br />

Carolina Michaélis, Zeit. XX, p. 215-217, Y XXV, 289; esta<br />

autora, en Zeit. XXV, 17 1, propone como etimología el árabe<br />

katcif 'Iatus crisis, ferrum longum et latum'. Más bien creo<br />

que deriva del diminutivo ¡~' hotaifa, que me sugiere<br />

D. lVliguelAsín, y que podría significar el algareador que roba<br />

la tierra enemiga (de~, 'escaramuza, incursión', 'ímpetu,<br />

rebatina ' en Alcalá; J"h, 'el que roba'; R. Dozy, Supplément<br />

aux dict. arabes, J, 384 11); recuérdese que la Cantiga 194."<br />

llama «cuteif avarento ,> a un «cavalciro cobijcoso» que quiere


obar a un juglar su mula y sus paños. En cuanto a la fonética,<br />

sabido es que ¿ da regularmente e en castellano. - El<br />

femenino en gallego-portugués era «coteifa», no cotaifesa,<br />

corno en leonés. En el Cancionero Vaticano 1024. Joham<br />

Soarcz Coelho nos presenta unas coteifas quejándose ele que<br />

todos los trovadores cantan a sus enamoradas como sí fuesen<br />

ricashembras o infanzonas; el merino las tranquiliza, pues dice<br />

que ya el rey, enojado, manda que los trovadores de me-jor<br />

condición troven a las más altas dueñas, el coteifr- trove a la<br />

coteifa y el villano a la villana,<br />

Defensor y orador, 23. términos aplicados respectivamente<br />

al caballero y al c!l'rigo, prueban la popularidad de estas<br />

denominaciones. usadas por los eruditos al tratar de las clases<br />

sociales: "Todos los estados del mundo se encierran en tres:<br />

al uno llaman defensores, et al otro oradores, et


88 n. MENÉNDEZ PIDAL<br />

tenía el de 'seducir a una mujer': «si alguno enartare a virgen<br />

o a mugier non desposada con él, ..... tómela por mugen Gral<br />

Estoría, ms. 816, fol. 190 d.<br />

Eopenar, 181, 'forrar con peñas o pieles'.<br />

Eacueso, 1°5, 'escuerzo'?<br />

Estremar un juyzio, 342, 'fallar'; «ca mucho conviene<br />

a los reyes ..... de haber muy grant entendimiento para conoscer<br />

las cosas segunt son ct estrcrnar el derecho del tuerto et<br />

la mentira de la verdad Part. pról. p. 4.<br />

Francos de la cal, 145. Los francos de la (al no quiere<br />

decir que fuesen mercaderes ambulantes o que tuviesen sus<br />

tiendas en medio de la calle, sino que el artículo tiene valor<br />

posesivo, indicando que vivían reunidos en una calle: así en<br />

S .:'Ir Egi pc 149 «alla va prender ostal con las malas en la cal»,<br />

esto es : en la calle donde vivían las rameras. - Los francos<br />

son los vecinos franceses que vivían en una misma calle, dedicados<br />

generalmente al comercio. Por ejemplo, en 1258 había<br />

en Estc1la francos llamados «de la rua» (rua = calle) o «de la<br />

rua de San :.\fartíIP, y francos en la parroquia de San :\ligucl<br />

(J. Yanguas, Dice. de antigüed. de Navarra, r, p. SIl Y 526; Y<br />

p. 418, para la población de francos en Estella el año rooo i.<br />

:.\Juchas poblaciones, como Xladrid, Sevilla, etc., tienen o tenían<br />

una calle llamada «calle de francos» 1; un doc. de 1341 cita la<br />

< calle de francos de la capatcría» en Valladolid, Sahagún número<br />

2 ¡ ¡ú.<br />

Garcón, 50... \dcmás del sentido general de 'mozo', tiene<br />

PI concreto de 'mozo disoluto'. Hablando la Prim Crón eral<br />

552


El,ENA \' )IAI significaba 'llevar vida disoluta':<br />

-rnetabcris 11. rnoechabcris] tanto es otrossi, segund el propio<br />

romanz castellano, como gan.;oncarás; el gan;onear, por propio<br />

romanz otrossí segund e-l castellano, tanto quiere dezir<br />

como andar de muger en llluger» Gral Fstoria, rus. 8IÓ,<br />

fol. 183 e; "gan.;oneava el pur-hlo con las fijas de :'I[oab et de<br />

.\fadian, et fazicn ncmiga con ellas», ihíd., Col. TOÓ a; «anclava<br />

en gan.;onia, vuscarido nuevas bodas>, ihícl., Col. ó6 e ti; Y<br />

este sentido se ha de dar a '-:gan;onia» en]. lxuiz 303 d. Comp.<br />

el fr. «gan:;onner»; Covarrubias cita "garsonner la CC11Illleele<br />

autruy ..... que en castellano dczirnos gan.;onear o gallean>.<br />

Ylada, 179, 'helada', ~ 6.<br />

Julgar, 'juzgar', ~ 8.<br />

Lengulado, 309, ave desconocida.<br />

Molaziello, 109, 'monacillo'; es una disimilación, que se<br />

ve también en « molacín. astur. (\ -ig(Jn, k.ito l. ruolazi no, año<br />

1253, Staaff, Léon 57 '<br />

i10<br />

Ostal, ÓO, "hostal, posada'.<br />

Palero, 169, 'horca'?<br />

Panicos, 141. Hoy en \'il1ena :'l.' usa eS,;lr ('n pañicos»,<br />

por anual' en paños menores.<br />

Parage, cavalleros de, 270,' calidad, c.indiciún ': comp.<br />

« fcrnbra de paratgc .~, S :'II Egi pe 248 y 2 5ó; en fr.: « un<br />

homme de parage'", «de rnoult haut parag


90 R. ~IENÉNDEZ PIDA!.<br />

que en vez de «reñichar», Rev. Hisp, VI, 63, debe leerse «renivchar»<br />

o «reñixchar» , Estas formas- antiguas creo suponen<br />

una nasalización primitiva *rc-hinni[nJtulare; la forma moderna<br />

es producto de disimilación.<br />

Riberar, 85, andar a «caca de ribera» (Caza 6821' 69 1 ; «la<br />

caca de las perdizcs e delas liebres non es caca tan noble nin<br />

tan apuesta commo la del a ribera», Caza 72 21 ),<br />

Bonsanar, 8, 'sosañar', usual en Asturias (Vigón, Rato).<br />

Toreado, 3IO, t o r q u a t u s , aplicado a la paloma «torcaza»<br />

(]. Ruiz, Ayala, etc.) o «collarada» (Calila).<br />

Considerando en su conjunto el lenguaje de Elena, hallamos<br />

que tiene notables analogías con el de Alfonso XI, perceptibles<br />

sobre todo en la presencia de rasgos occidentales,<br />

como la falta de diptongo ue, los infinitivos -er, que en castellano<br />

son -ir, y la equivalencia de s, E,(' (§ 1, 12 Y 7), coexistiendo<br />

en modo chocante con la ausencia de otro rasgo esencialmente<br />

occidental, el diptongo 01/ (§ 3). Hay, sin embargo,<br />

una importante diferencia entre Elena y Alfonso XI, pues<br />

aquel texto no conoce la distinción entre los tres perfectos<br />

-(11', -er, -ir que éste observa (§ 15); en cuanto al diptongo ey,<br />

si Elena lo manifiesta (§ 3), nada sabemos de Alfonso XI,<br />

cuyas rimas ni nos dan testimonio en pro ni en contra; el plural<br />

femenino -es (§ IO), rasgo muy saliente que se manifiesta<br />

en Elena, es siempre de escasa extensión en los textos leoneses,<br />

no teniendo nada de chocante que no aparezca documentado<br />

en Alfonso XL<br />

Esta coincidencia esencial del lenguaje de ambas poesías<br />

nos muestra que el caso de Alfonso XI no es un caso aislado<br />

que pueda explicarse, según intcntó ]. Cornu, como una traducción<br />

mal hecha del portugués. Ya atendiendo a las mismas rimas<br />

de Alfonso XI, C. l\lichat;lis de VasconcelJos desecha la opi-<br />

nión de Cornu 1, Y atribuye las particularidades del texto a<br />

1 De igual modo muchas rirnas de Elena rechazan la hipótesis de<br />

una redacción galaico-pllrtuguesa; tales como las que prueban la ausencia<br />

de ou, o mano : año 320, etc.


IlLENA Y MARíA<br />

un autor leonés acostumbrado a poetizar en gallego-portugués<br />

(Grundriss de Grober II, 2, págs. 2°4-205), o más bien a un<br />

autor portugués que acepta el castellano como la lengua peninsular<br />

propia de la épica, de igual modo que los castellanos<br />

aceptaban el gallego-portugués como lengua propia de la lírica<br />

(Estudos sobre o Rornancciro, Cultura Española, 1907-1909,<br />

páginas 330-331). De estas dos hipótesis, entre las cuales vacila<br />

la ilustre romanista, me parece más aceptable la primera, la<br />

del autor leonés. El desacuerdo entre notables particularidades<br />

de rima y la lengua general del manuscrito de Alfonso XI<br />

(lo que hizo a Cornu pensar en un poeta portugués y un<br />

inhábil traductor castellano; lo que hace a C. Michaélis pensar<br />

en un poeta portugués que poetiza en castellano) no<br />

existe en Elena, texto que presenta semejantes particularidades<br />

de rima armonizadas con el lenguaje general de la obra, y este<br />

lenguaje ni es p o r t uj-u é s ni castellano, sino que es un intermedio<br />

entre ambos, con existencia independiente, el lenguaje<br />

leonés. La copia de Alfonso XI fué más castellanizada<br />

que la de Elena. Por otra parte, si bien la ausencia del diptongo<br />

ue en las rimas de Alfonso XI se pudiera explicar por<br />

un autor portugués que emplease el castellano como lenguaje<br />

propio de la épica, no entraría dentro de esta misma explicaci6n<br />

el caso de Elena, pues no pertenece al género épico.<br />

Además creo que con tal hipótesis no se explicaría satisfactoriamente<br />

esa falta de ue, pues los portugueses, al escribir castellano,<br />

no debieron propender nunca a suprimir totalmente<br />

el diptongo ue, sino que, antes bien, aceptándolo como rasgo<br />

saliente del castellano, al lado de alguna omisión del mismo,<br />

debieron llegar a exagerar ese rasgo por falsa corrección,<br />

como uuerte (norte), consonando con «muerte;" en Gil Viccntc<br />

1.<br />

1 Véase Lusismos no castciñano de Gil i'icen;«, por A. R. Goncalvcs<br />

Vianna (en la Revista do Conservatorio Real de Lisboa, núm. 2,<br />

junho 1902). Igual significación tienen, en el Canco Gerat, dc Resende,<br />

1516, la abundancia de tormiento, rsp;ero, etc. Los catalanes, al hablar<br />

castellano, también toman el diptongo ue como rasgo característico,


')2<br />

Atendiendo a esto, me parece que el Alexandre 1 y Alfonso<br />

XI, considerados juntamente con Elena, reconstruyen,<br />

dentro de la poesía española, una región dialectal que durante<br />

los siglos XIII y XIV producía obras de diversos g(~neros poéticos,<br />

redactadas en un lenguaje donde el elemento leonés se<br />

mezclaba en muy diversas proporciones con el castellano y<br />

con el gallego-portugués .. \ esta última influencia, ejercida a<br />

causa del florecimiento de la poesía galaico-portuguesa, debemm;<br />

atribuir el chocante predominio que en las rimas de Elena<br />

y de Alfonso XI tiene la no diptongación, mucho más que en<br />

la prosa de los documentos notariales (§ 1); tal discrepancia<br />

es mucho más de notar en Alfonso XI, pues ya en su época<br />

los documentos ofrecen uc casi sin contradicción. Los textos<br />

literarios y los diplomas notariales no concuerdan en su tes-<br />

timonio; ni a q u é l l o s ni éstos r c fl cj a n con suficiente<br />

fidelidad el dialecto loo n é s hablado; y en los textos<br />

literarios, especialmente, se ven luchar dos influencias, literarias<br />

también, y enteramente opuestas: la galaico-portuguesa<br />

y la castellana, que no se ejercieron de igual modo, ni mucho<br />

menos, en la lengua hablada. La lengua hablada mantuvo hasta<br />

hoy caracteres propios bien armonizados entre sí, en los<br />

cuales se observa la transición gradual en el espacio, desde<br />

los ra~gos gallego-portugueses hasta los castellanos; en vez<br />

de esta transición gradual, los textos escritos nos muestran<br />

mezcla antagónica, pues la literatura leonesa, falta de personalidad,<br />

se movió vacilante entre los dos centros de atracción<br />

que incontrastable-mente la sobrepujaban. En un estudio que<br />

preparo sobre los documentos leoneses será ocasión mejor de<br />

insistir sobre lo mal que ellos rdlejan la lengua hablada en las<br />

localidades donde r-st.in fechados.<br />

que les hace caer en falsas corrcccioncs : muero (11101"0), v. )[ILÁ 'i Fox-<br />

TANALS, Obras, YIIl, pág. X\', n. j.<br />

I La te-sis de E. :\íCLl.EH, Spradtlidlc IlIId fcxtk,.¡tist!lc Untersuckun-<br />

Kell ::IIJJI !,ibro de Aie.candre, Strassburg, 1910, contraria al leoncsismo<br />

del Alcxandrc, está escrita sin tener en cuenta lo que Staaff expone<br />

contra la atribución de la obra a Berceo. El examen que hace del ms.<br />

de París y de las rimas necesita rc visión.


ELENA Y MARrA 93<br />

6.- VERSlFICAC¡ÚN.<br />

Eleu« está escrito en pareados.<br />

154 pareados llevan consonante. Incluyo ('11 esta cuenta<br />

los versus


94 R. MENI1I\DI!Z PIDAL<br />

y sucesivamente, predominando en cada alternativa los versos<br />

menores sobre los mayores; de modo que el número de sílabas<br />

de los versos, colocado por orden de mayor a menor<br />

abundancia, es éste: 8, 7' 9, 6' l0; después se quebranta esta<br />

regularidad y continúa la serie: 11,12, 5' pero ya es tratándose<br />

de versos raros y acaso dudosos.<br />

Comparada la serie 8, 7' 9, 6' l0, 11con la del Cantar de Mio<br />

Cid: 14,15, 12' 16, ll' 17, 10' IR, 19, vemos entre ellas un paralelismo<br />

notable, y podemos considerar esa alternativa gradual de<br />

decrecimiento y aumento como ley que rige la poesía arnétrica<br />

de los juglares. En EIOlil la alternativa comienza con disrninución;<br />

en TI e,'d,con aumento.<br />

Creo que nuestro juglar recitaba sus versos con sinalefa y<br />

no con hiato. Clasificados aparte los versos más seguros que no<br />

ofrecen encuentro de vocales, y luego añadiendo los versos que<br />

tienen choque de vocales, resulta que si se recitan éstos con<br />

supresión del hiato por medio de la sinalefa, la clasificación<br />

del total resulta más semejante a la de s610 los versos seguros,<br />

que si se recitan Jos versos dudosos manteniendo el hiato.<br />

Claro es que tratándose de una poesía amétrica, cuya prosodía<br />

no puede fijarse, nuestra cuenta es muchas veces insegura;<br />

pero esta inseguridad no afectará de una manera apreciable<br />

el tanto por ciento que de cada medida damos en el<br />

siguiente cuadro de la versificación de Eleua :<br />

2Q6 versos sin cn cueu tro 1368 versos, de Jos QUe162!368 versos.de Ios queló:r<br />

_~. ~?_~?C~_l::· I__':~lide~~~~~Da¡~.:...¡ Se míden Con hiato.<br />

S silabas 29,12 olo 160 verSOS)!30,4 3 % (1 12 \,(>TSOS):26,62 % (98 versos)<br />

-7----;:;,-18-(56)-. ---!;6;9 0 --- (99)-- -------[21:73--180-) -----<br />

9 14,ü7 (2'1) :13,58 (50) '21,46 (79)<br />

- 6- ------ ¡2;6;- --(;6f---¡í-.;.-i;-¡:-,-;f----:-7-,33--(;7Y- ----<br />

tO 7,76 (16) I 6,52 (24) :10,59 (39)<br />

H------- 3>39- -(7) ¡ 3,;6---(i-2) - 5,43 ---¡20)--<br />

12 2,42 (5) i 2,44 (9) 2,71 (10)<br />

5 1,94 (4) l' 1,08 (4) 1.63 (6)<br />

3» o.Sr (3) ><br />

13 0,48 (1) ,'0,27 (1) 1,08 (.4)<br />

14 0,4R (1) 0,27 (1) 1,08 (4)<br />

15 0,48 (1) ¡ 0,27 (1) 0,27 (1)


Vemos que el tanto por ciento de la segunda columna es<br />

mucho más semejante al de la primera que el de la tercera,<br />

lo cual es significativo. La medida con hiato aumenta sobre<br />

todo el número de versos de e, 10 Y 11 sílabas, y disminuye<br />

mucho los versos de 6; en tanto que la medida con sinalefa<br />

aumenta sólo insignificantemente el número de versos<br />

de 6 sílabas sobre los de 9.<br />

Examinando la versificación de Santa Jfaria EgipritlCtl en<br />

un número de versos igual al del fragmento ele Iiteua, hallamos<br />

en los 368 versos primeros el siguiente resultado:<br />

J; R versos sin encueu t r-c I 368 versos, de los que '90<br />

de vocales. j S~ miden con sinalefa.<br />

-- - -------- ---- -----1- -- - - - - - --<br />

i~ ~l~~~s -~t~--~/~-I- -~~::~- OJo<br />

8 24,72 J<br />

1-1 ----- ----9.55-- --1<br />

:!_ ___ _~~9~ 1<br />

26,35<br />

6,52<br />

9,78<br />

18<br />

6<br />

12<br />

1, I 2<br />

1.12<br />

l'<br />

I, 0,54<br />

2,17<br />

1,08<br />

I<br />

95<br />

3 ó 8 versos, de 108 que J 90<br />

«e midc}l con hiato. 1----- ----------- ---<br />

I _ _29,89 % _<br />

, 29/'1<br />

1<br />

1- -- - --<br />

17,12<br />

--1:¡~;10---<br />

I 2,jO r ----¡ .6:,-- ---<br />

I<br />

_---------<br />

0.


H. :>¡E:-¡ÉNDEZ 1'1D.\l<br />

ción de otras imitaciones españolas anteriores, y por esto<br />

se hallará su metro m;Í8 asimilado al octosilabismo propio<br />

del español; o puede depender de que acaso ese octosllab.s-<br />

010 fuese más acentuado en la región occidental, que en la<br />

oriental a que pertenece filaría EgipriaCtl,<br />

Notemos, en fin, que tanto la versificación de Eleu« como<br />

la de !l1,lría Egipria(·'l, nos prueban que los juglares españoles,<br />

aun cuando imitaban la ver-sificación francesa de metro constante,<br />

usaban el verso irregular, ateniéndose a formas primitvas)'<br />

populares en España 1,<br />

Sobre la popularidad y antigüedad de una forma métrica<br />

análoga a la de Lis dos poesías mencionadas, puede dar<br />

alguna luz la Cántica de Vdador que Berceo introduce en el<br />

Duelo 17S-r90. Esa Cántica está en pareados de base eneasilábica,<br />

con alternativas cuya fórmula es 9, R' l0; evidentemente<br />

no es imitación del francés, pues un clérigo como<br />

Berceo, puesto a imitar un metro regular, lo hubiese hecho<br />

«a silabas cuntadas». Por su parte, el asunto de la Cántica<br />

tampoco parece de imitación francesa. La falta de regularidacl<br />

métrica de la Cántic.i nos indica que Berceo imitaba en ella<br />

un metro popular, sea dc origen independiente de los pareados<br />

eneasílabos franceses, sea procedente de ellos, pero ya popularizado<br />

en tiempo de Bercco_<br />

¡ Sobre la importancia


RESENAS<br />

I!A¡¡SSEN, FEDE1UeO. - (;ra¡lIdti(a histo'rica ,l' 1.1 L";¿glld rasld/,m,l."-<br />

Halk-, \/ax Nicnu-y«r, H)13. 4·", XI\·-.>-t¡.<br />

l.a (;ral1l


dones hechas a su Gr.rmátlca, principalmente, me parece, las formuladas<br />

por H. R. Lang, Romallh' Revicw, n.<br />

A continuación voy a permitirme decir lo que se me ha ocurridoal<br />

leer la Cramdtica histdrica, No son advertencias ni correcciones ~<br />

por su saber y experiencia debo considerar a Hansscn como un gr:1n<br />

maestro, y sólo quiero demostrar al autor con las menudencias que<br />

sí~uen que he leído su libro con griln interés. Sobre todo, es tan rica<br />

su información bibliográfica, que en algunos casos invita a aumentarla.<br />

Al~unas de estas omisiones se comprenden perfectamente, dad ••<br />

lo difícil q\W será reunir en Chile todo lo que se publique en Europa.<br />

§ 2. Yo incluiría en la lista de los gramáticos a J. D. M. Ford, OIJ<br />

,\;paníslt Readinf{s, New- York, 1911-<br />

§ 6. Además de en las montañas de León, el dialecto está vivo en<br />

una zona que abarca el occidente de Zamora (Sanabría, Alcañices y<br />

Bcrrnillo), según hemos observado T. Navarro y yo al recorrer el país<br />

en busca de materiales para un trabajo que en su día publicaremos,<br />

Ya indica algo !\l. Pidal en El Dialecto leonés.<br />

§ 7. No creo que la diferencia dentro del castellano sea sobre todo<br />

la existente entre los eruditos y el pueblo. Aun prescindiendo cld<br />

habla rural y aldeana, entre las gentes llamadas cultas hay notables<br />

diferencias (pronunciac:ón, empleo de le y la, léxico, giros). A ello<br />

contribuye la literatura regional y la falta de una enseñanza adecuada<br />

del idioma; la influencia de la Academia es nula, y con razón. Más de<br />

una vez me ha ocurrido en mis clases poner reparos a un giro de un<br />

ejercicio escrito, que el alumno defendió luego justamente, basándose<br />

en al~ún renombrado escritor.<br />

§ 8. H. Schuchanlt viene estudiando posibles relaciones del<br />

vascuence con otras lcn~uas: Nubisch urui Baskisch, Rev . Intern. 1'1.<br />

Rasques, VI, 208 Y siguientes; Baskisch-hamitisclt Wortuergleicñun-<br />

Km, ibld., VII, 289-360. (cf. Rom., 1913,602-603). Es de gran importancia<br />

el articulo de ]. Saroihnndy, Vestiges de pllonétique ibirienne en territolr.<br />

reman, ibid., VJI, 475-495; en él sostiene su autor que liepre, capeza, etc.,<br />

en aragonés, obedecen a influjo ibérico, y observa que el fenómeno<br />

ocurre también al otro lacio cid Pirineo. Schuchardt ha vuelto a tratar<br />

de vega y nava en Z, XXXllI, 462-468; supone que rcga deriva del vascuence<br />

ibai-ko, 'pe1·tcnecientc al río' (cf. :\1. Pidal, Cantar, JI, 501-502_<br />

para las formas antiguas de s-ega); en cambio, 11a1)!l no cree sea ibérico-<br />

(v. M. Lüukc, Et, rVlb, SR58). Creo deben citarse para orientar al hispanista<br />

la úlll:l de Hübner, .Monumcnta linguae iberica«, 1893. y la obra de<br />

Philippon, Les lberes (no obstante su discutible valor), dado el interés<br />

que este misterioso problema ofrece para la lengua y la historia de<br />

España.<br />

Acerca de la sintaxis dcl latln de España, v . H. Martin, Notes .n the:<br />

,C,\ntav 01 lIle lalinlnscri!,tiiJns IOl/lId in Spai», Baltirnore, 1909, en donde


. TlAt'SS¡¡:;. ·-Grullldtica /¡(s!dril'u dc /11Lcugna ca.flel/1Ula. 9'1<br />

el autor establece al¡{unas analogías entre giros castellanos •. inscripcionales.<br />

§ 13. V. :\Ieyer Lühke, Rúm. Nalllellstudiell (Dit· allp0r!lIgit-.\·údll'll<br />

Personen ¡VaJllCII germanisrl/c» Urspnmg), 1


100<br />

muy bien por el hecho de que el autor haya de dictaminar sobre los<br />

sonidos actuales de la Icngua desde un país profundamente dialectal,<br />

con la ayuda teórica de obras no muy perfectas. Sin duda ha concedido<br />

demasiado valor científico a Colton, escritor algo fantástico, como<br />

prueba Rambeau, l. C., 405-406. Las observaciones de fonética experimental<br />

hechas por Josselyn tienen carácter muy elemental. Por estas<br />

razones, tal vez sería preferible que los que estudiamos históricamente<br />

la lengua prescindiésemos por el momento de definiciones dernasiado<br />

absolutas, que, tomadas al pie de la letra. suscitan la disconformidad<br />

del lector español. Como,la materia lo requiere, me fijaré tanto<br />

en la forma como en el fondo de la exposición.<br />

~ 25. La forma demasiado esquemática me impide comprender lo<br />

que el autor opina sobre la metafonía vocálica expuesta por Colton. Si<br />

Araujo y Colto n «exageran. la importancia del timbre vocálico, ¿en<br />

qué consiste el interés de la teorta de Colton, según la cual a y (l finales<br />

cierran la vocal anterior? Yo no he oído nunca pronunciar !,Qpa,<br />

mQJla, mqno, rqbo, etc. O se trata de algo tan sutil que escapa al oído,<br />

y en ese caso habría que empicar otros términos, o habrá que: concebir<br />

el fenómeno de otra manera. Es un hecho que un español lleg,1<br />

difícilmente-o no llega nunca -a decir en alemán IQben,F~ekur, ctc.;<br />

pronuncia IQbm, F~dmer, etc. Luego nuestras vocales abiertas y cerra-<br />


y, HANSSJtN.- Gramdtica Itis/ó,.ka d" la Lengua castettana, 101<br />

método experimental se podrá apreciar la diferencia que el oído percibe.<br />

Creo que se produce una estrechez mayor en la s francesa. En<br />

juzga, desde, israelita, la {es meDOS sonora que la s de las otras dos<br />

palabras; en dude se percibe la ~, pero en israelita la s casi desaparece<br />

y sólo se oye irraelita (Z, V, 320). La} es velar, no s610 en Madrid, sino<br />

en toda Castilla; no se debe llamar alteración a que se articule esta<br />

consonante más adelante seguida de e, i, pues es un hecho característico<br />

de la articulación con vocal prepalatal del sonido; d. kll, ko, ka,<br />

ke, ki.<br />

La s final andaluza (Ji) convierte en fricática la inicial siguiente:<br />

laJi .Iotalí 'las botas', lalija//inalí 'las gallinas', El fenómeno ocurre en<br />

Granada; no conozco su extensión.<br />

§ 29. No comprendo bien este análisis de />, d, g finales; SUpOl1go<br />

que se trata de finales de sílaba. ¿Cuándo se oye, b, b fricativa o p.'<br />

¿Puede generalizarse esa fórmula a d y g.' Todo ello necesita explanación.<br />

Desde luego puede decirse que no es la misma la b de /Joca, ViIlO,<br />

cantaba, salma; en los dos primeros casos la explosiva (~stá bien clara;<br />

en cambio, en posición intervocálica, la b es fricativa, Así Jo dice el<br />

mismo Hanssen unas líneas antes; y por eso vuelve a extrañarme que<br />

en el ~ 34 diga: «Ia disrnilación que más tarde se usó (b


02 RESEÑAS<br />

§ 40. Yo no citaria R. F. XX, 564, pues Gassner el' ese lugar 110<br />

ha ce sino referirse a opiniones de Cornu y Meyer-Lübke. Cf 1:.i1/-<br />

./iihnlllg, 2", pág. 132. Léase, pues, alecret», en vez de alicrem,<br />

También Stolz, Lateniiscsc Grammatie, pág. 162, alude sólo de pasada<br />

a este problema. En cambio trata a fondo la cuestión desde el<br />

punto de vista romance Meyer-Lübke, Einfi7hru1Ig, z.", § 92, que cita la<br />

blbllograña. Más bien que un rasgo dialectal, hay que admitir en fenébrae,<br />

en lugar de f/l1ebrae, un proceso análogo al paso del ant, latín<br />

tálenflll7t a falél/lullt. Opinión distinta es la de Neuroann, Zu den »ulgürlafein;.>ch-rom integ-rum > inligerllJJt, pasando el acento natu<br />

ralmente a la antepenúltima. A los latinistas toca decidir sobre este<br />

interesante punto.<br />

§ 42. Léase rccom posicidn en vez de decomposiadn,<br />

§ 44. Las palabras terminadas en ia han llevado el acento a la i en<br />

distintas épocas, Castillejo dice bigamía (Riv, x.x..XIJ, 165), acentuación<br />

que no ha prosperado, Espronccda pronunciaba en cambio drgia, etcétera.<br />

Y. CUCI'\'o, Aplfntaciones, 5.a, pág. 21, donde se distinguen los grecisrnos<br />

antiguos de Jos modernos. Precisamente en los más antígu,)s<br />

se pron uncia ia : latania, profecta, etc.<br />

Tal vez la forma esp. fresbo!illo (plantación en forma de triángulo,<br />

a diferencia de la de marco real, en cuadro) apoye la conjetura de<br />

!\[eyer-Lübke, Gram. !. rom., 1, §, pág. 54, de que en trifolium se percibe<br />

el elemento diferencial del compuesto; de ser así, no habría que recorrer<br />

al g". ~pl'fui,,).r,·, para la acentuación de trebol.<br />

$; 110. Sostiene el autor con Saroíhandy (Grundriss, pág. 858) Y M. Pidal<br />

(Alalll/a!, pág. 72\ que las palabras que han venido a través de los<br />

moriscos tieucn.v- (luego -jj: xabo'lz(jabóll),xibía(jibia),:r:im.w,jalma. etc.;<br />

explicación que ya daba Nebri]a en su Ortografía (La Viñaza, BilJliolecahisMrica<br />

de la Filología, columna (098). Su gran difusión hace pensal'<br />

en una causa distinta de la circunstancial del influjo morisco; en<br />

catalán. xeringa, ximplr, .wraji ((;nl11dr., R58); en mirandés, xabon 'jahón'<br />

(con u nasal). vcringa, xordo 'sordo' (gal!. sordo], chubir 'subir'<br />

(Leite, í'hilologw, 1, 266). 11.estos ejemplos, añadiré los recogidos pOI'<br />

mí en Sanabria: sa!v, subir, sciso 'pedrusco blanco' < s a x u y seisagal;<br />

SiSlIglfci,." 'correa que sujeta el mazo al pértigo del manalcon que se<br />

maja el centeno' (desconozco su etimología); fastre 'sastre'. Tal vez<br />

se trata de un fenómeno análogo a cldc/taro, cñanco ((anca), chapuzar<br />

((apt/zar), etc., que Menéndez Pidal (1. c.) explica como un dialectalismo;<br />

y, en efecto, lo mismo que I y 11 iniciales tienen una evolución<br />

palata! en leonés (11,y, ts, ti), y la 1, en catalán (llenga, ¡luna), así tarnbién<br />

ha podido' tenerla s y respectivamente e (d. mallorquín xij ••.é,<br />

xig arro, .1'i""(>JI'>, Cnait/I"., 8S8\, E~ sin duda posible que en una época


R UOOLPU SCHEVllL.· .. - O,-'id au.! I/IC RCllasú'lIc


la" RBSBÑAS<br />

manuscritos de las varias traducciones italianas, francesas y españolas.<br />

Puede añadirse entre las versiones francesas Les amours d'Ooidc,<br />

Traduit du latin en francais par le sieur de BeJlefleur. MDCXXIll.<br />

Préface de Ad. van Berer. París, [913; y entre las de las ilfelamor.frJsis•<br />

la mención de Le second Iiure de la Metamorpllase d'Ooide, par Clement<br />

Marot, que se guarda en la <strong>Biblioteca</strong> de El Escorial, f. IV. 6. Es un<br />

manuscrito en 8.°. de 40 folios, letra del siglo XVI, muy clara y precisa.<br />

Un manuscrito del Bursario, «con annotaciones. Pergamino •••existía<br />

en la misma <strong>Biblioteca</strong>, con la signatura HI. P. 20. pero debió desaparecer<br />

en el incendio de (67( [.<br />

Los otros apéndices están dedicados a la publicación de textos. En<br />

el primero reproduce la carta de Dido a Eneas (Ovidio, Heroida VII).<br />

traducida pOI' los redactores de la Primera Crónica General. Con letra<br />

bastardilla señala las amplificaciones. Schevill no explica bien (página<br />

262) la presencia del nombre Ac e r u a en la traducción del<br />

verso [ [3· La Pri mera Crónica, que acoge las dos leyendas clásicas (es<br />

decir, primeramente (cap. 5 [ a 56) la historia de Dido, sin que en su<br />

trágico fin intervenga Eneas - siguiendo a J ustino, Epitome XVI! /_;<br />

Y luego (cap. 57 a 59) la leyenda virgiliana, que conoce a través de la<br />

Historia Romanorum, del Toledano, cap. H. y de Ovidio, Heroida VII)<br />

se encuentra con dos nombres distintos para el marido de Dido,<br />

Acherbas, según }ustino, y Sicheo, según Virgilio y Ovidio. La<br />

Primera Crónica, para unificar las dos leyendas, desecha el nombre de<br />

Sicheo y lo substituye por el de Acerua. Cf., v , 97 Y 193.<br />

Pudo señalar, además, la semejanza entre los versos finales castellanos<br />

de la Primera Crónica y la última frase de la traducción del<br />

Rursario, en la cual aparece repetido el ripio «la espada de llano », de<br />

la Primera Crónica, denunciando esto que el Bursario conocía la Crónica<br />

española, aunque las traducciones sean independientes,<br />

Esta epístola hállase traducida, o tal vez copiada de la Primera<br />

Crónica, en una Historia de Troya, de Leornarte, lliblioteca Nacional<br />


RUDOLPH SCHEVltL - Ooid and r/rc Nellas,'CIICL' in SPllÍN. 105<br />

de Hita. Pero estos textos, aunque significativos, sobre todo el de<br />

JWlD Rule, no lo son tanto como la Grande el Genera! Estari« de Alfonso<br />

X, que Schevill no ha podido consultar, por hallarse aún in~ta.<br />

Ovidio es en la Gral. Est. e! autor más aprovechado entre los .genriles»,<br />

y sus obras, al lado de la Biblia, constituyen el fundamento de<br />

nuestra única historia de la antigüedad.<br />

El libro Atayor (Metamorfosis), las E'pistolas o Libro de las duennas,<br />

e! de los dtas faustos 1, .EI libro de las sanidades dell arnor», a que<br />

llaman Ovidio De n:medio amoris, son los más citados, No hay historia<br />

profana ni alusión a los distintos dioses y personajes de la historia<br />

antigua que no proceda de Ovidio: DeucaJión, Faetón, Calixto, Jdpiter,<br />

Cadmo, Baco, Narciso, Píramo y Tisbe, Perseo, Niobe y Latona,<br />

Filomena, Calidón, Jasón y Medea e Hipsipila, y todas las fábulas relacionadas<br />

con Troya, Hércules, etc., etc.<br />

Las .lfe/amorfosís y las Heroidas puede decirse que están incluidas<br />

en S\I totalidad dentro de la compilación de Alfonso X.<br />

Otro capítulo interesante de fuentes de la Gral. Esto son los comcntadores<br />

del poeta latino. Después de la narración de nn hecho<br />

siguiendo a Ovidío, lo expone csegund un doctor oc los frayres menores<br />

que se trabaio de tornar las razones de Oridio Uayor a theolog¡a.<br />

20 La obra a que alude es el Ouidc moraliset , uno de los comentarios<br />

más importantes y extensos de las cl[('/


106 KESEX.\S<br />

Otro comentariu de Ovidio citado por la Gral. Est. es el del


GONZALO DE llERCl'.O. - El S(]"njicio de la J/iJ\l. 107<br />

de palabras, separación de hemistiquios, etc.; han sido desdobladas las<br />

abreviaturas, dándose en bastardilla las letras suplidas; al pie de las<br />

páginas van discutidas en notas las lecturas dudosas con las interpretaciones<br />

de D. Tomás Antonio Sánchez y D. Florencio janer; van asimismo<br />

indicadas las variantes de la copia de Ibarreta, según las citas<br />

de Sánchez, La lámina es una reproducción fotográfica del folio 101 del<br />

manuscrito, estrofas 55 ti a 76 a.<br />

El valor principal del texto del Sr. Solalinde consiste en haber<br />

corregido numerosos descuidos de los textos de Sánchez y de [aner,<br />

y en ajustarse rigurosamente a las condiciones de precisión y exactitud<br />

que la filología exige en ediciones de esta índole.<br />

Por el momento, y mientras no sean hallados los desaparecidos<br />

manuscritos de San Millán de la Cogolla, la edición del Sr. Solalindo,<br />

superior en exactitud a la de la Vida de Santo J)omingo de Silos, publicada<br />

por Fitz-Gerald en 1904, París, será el material más seguro para<br />

poder empezar un estudio crítico del lenguaje, la métrica y el estilo<br />

de Gonzalo de Berceo,<br />

T.:'i. T.


BIBLIOGRAFíA<br />

Af;¡o 1913<br />

SECCIÓN GENERAL<br />

Es(ftd,~)f de Ilistoria grncra! que puedan interesar a /a Filologia espmlnla.<br />

Obras bibliográficas.<br />

1. ALTAPILL, J. - Índice de los documentos existentes en Simancas qUt<br />

afectan a la Historia de Navarra. -BCPNavarra, 1913, 18-24,<br />

93-99, 134-38, 185-88.<br />

2. ANToLÍN,P. G.-Catálogo de los Códices latinos de la Real <strong>Biblioteca</strong><br />

del Escorial.- Vol. 1II (LI 2-R III 23). Madrid, Imp. Helé-<br />

nica, 1913,8.0,568 págs.<br />

3. Arrhioos cubanos (conclllsión).---RBC, 1913, VII, 146-53, 310-r,'I.<br />

4. BABELÓN, J.-La bibliotlt~que.franfaire de Fernan Colomb. -París,<br />

Champion, 1913,8. 0 , XLlU-341 págs. con grabados, 15 fr.<br />

5. Btbtiogr aplüe Hirpanique I9Io.-New-York, Hispaníc Society of<br />

America, 1913, 16.°,24 págs., 0,50 ptas.<br />

6. Bibliograpkie Hirpanique I91I. - New-York, The Hispanic Society<br />

of América, 1913,16.°,167 pigs., 125 fr.<br />

7. RaNILLA y SAN MARTíN, A.-Sobrc Agustín Murúa y Valerdi : Historia<br />

crttiro-iiterarla de la Farmaciay Bibliografía .farmacéutica.<br />

- Madrid, I


]).<br />

12.<br />

OBRAS BIBUOGIlÜ·ICAS "9<br />

DAFl'I5, H. - Register zu", Arcñiu für das Studiun: der ueueren<br />

Sprachen und Literamren. - Bd. CXXI-CXXX. Neue Folge,<br />

XXI-XXX. Braunsweig.- Berlín, Westerrnann, 1913, 8.",<br />

56 págs.<br />

FItRNÁNDIlZ. B.-· /1/I/""~sos de .tka/á en la Híb/íoleca de! Escoriai.<br />

-CO, 1913, XCIV-XCV.<br />

1.1. FITZN:Al:RICIt KELLY, J. -Bíb/iographic de /' Histoirc de la Littér,ltur«<br />

espa¡;nole.-Parls, A. Colin, 191.~, 8.°, vlII-80 págs., 2 fr.<br />

14. FOUlCHE DELROSC, R. - Manuscrits Ilispal/.i'lurs de HíbliotlteqUt's<br />

dis}ersées.-París, Champion, 1913,8.°,70 págs., 2,50 fr.<br />

15. GÓMEZ V lLLAHuNeA, R.--Ílldices de materias .l' autores de la Espaiia<br />

Moderna>: Tomos 1." a 264, enero de 1889 a diciembre de<br />

1910. Madrid, Imp. Gabriel López del Horno, 4.°, s, a., 373 págs.<br />

I h. !lUNRRUS GANA, J. - Cuadro fiistóri,'o de la prod"cción inrclcctna!<br />

de Chile. _. Santiago de Chile, Imp. Barcelona. Tomo 1 de la<br />

<strong>Biblioteca</strong> de Escritores de Chile, 4.°, xVI-880 págs.<br />

1i. LEÓN, N.-Exlibris de bibliófilos mexicanos, Colee. formada por .....<br />

y continuada por]. B. Ygulniz. -AMNAHE, 1913, V, 65-124.<br />

1!:S. MOLINA NAVARRO, G.·-Indtce para facilitar el manejo y consulta d.:<br />

los Catálogos de Satrd y Hercdia. - Madrid, 1913,4.°, 162 págs.,<br />

10 ptas.<br />

1¡loXIX - Tomo !II,<br />

1841-1855; tomo IV, 1856'1868. Matanzas, Quirós y Estrada,<br />

1912,1913; dos tomos; VII-.B? y 11-3i9 págs., 12 pesos vol,<br />

Una »isita a la Real Bioüotcca de! Escorial. - Madrid. Tip. Arch.<br />

Bibl, Mus., 1913,8.°,29 págs.<br />

UREÑA, P. H.-La literatura mexicana de la época de la Illdepmdencia<br />

(1 ROO-1821 ) •.-Publicado en los Anales cid Jfusco .Nacional<br />

de Arqucotogia, Historia v EIllologr'a. México, 1


1"<br />

BIBLIOGRAFiA<br />

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28. ALONSOGBTlNO,L. G.-El maestro Fray Francisco de Victoria y<br />

el renacimiento jilo.rójico-/eológico. - Madrid, Tip. de la Rev. de<br />

Arch., 1913,8.°, 2j6 págs., 10 ptas.<br />

2E, R.-LcJ' pueblos hispallOal1ttrícallOJ'en el J'Íglo<br />

XX ('910-19'2).-~ladrid, 19'3 .<br />

.p. BELTRÁNy RÓZPlDE,R.-Sobre.:\fagdalena S. Fuentes: Compendio<br />

de Historia de la ChJilizacidn.-BAH, 1913, LXII, 257-60.<br />

33. BÉNDIlR.- Un nueuo libro acerca de Espatta: Spanienkulturbilleder,<br />

af Karl Bratli.- L, 19' 3, XIII, 1, 303-306.<br />

J4. CARDA1LI.AC, X. DB.--J.-os franceses y los espaltoles en la batalla de<br />

las Naoas de Toiosa. -NT, '913, XIII, 38-43.<br />

35. CiROT,G. - Sobre R. Bona: Essai sur le prob/eme mercanti/iste<br />

C1lEspagne au XVIl' sitcle.-BHi, 19'3, XV, 488.<br />

36. Dozv, R. -Spanisl¡ Islam. - Translated with additions and corrections<br />

by Fr ancis Griffin Stokes. New York, Duffield and<br />

Jj.<br />

C.", 1913,$6.<br />

ECllRVARRfA,V. --Conferencia sobre }¡ispano-americanismo, dada<br />

en el Club Políglota de Londres.-London, Imp. Love and<br />

38.<br />

Malcomso, '9' 3, 4.°, 24 págs., 1 pta.<br />

ERRERA,c.- Sobre H. Vignaud: Histoire critique de la grande<br />

mtreprise de Cris/opl/(: Colombo- ASI, 19' 3, LXXI, vol. IJ,<br />

J99-418.<br />

J9. FITA, F. Y BONILLA,A. - Sobre .Afemorias de D, Enrique IV de<br />

Castilla, Tomo 11.Contiene la colección diplomática del mismo<br />

rey, compuesta y ordenada por la R. A. de la H.-BAH,<br />

'913, LXIII, 188-89.<br />

40. MARVAUD,A. - L'Am/I'li¡lte latine et I'J:."'spagne.-FrAm., 1913,<br />

sept. 172-1jj, oct. 243-247.<br />

4'. :\hRVAUD, A.-L'Espagne au XX' siéde. - Étude politique et<br />

éconorniquc. París, Colin, 1913, 18.°<br />

42. J\lOREL-FATIO,A.-Cadlltadel cante d' Oltoarcs I'alllIoAfj)CX.x.X/ll,<br />

par le P. Ippolito Camilla Guidi, ministre de Modene en Espagnc.-Blt,<br />

19'3, XIII, 48-58; cfr. XlI, 1912,27,136 Y 224.<br />

43. I\'llGRI, P. -Rdazíoni italo-spagnoie ncl scculo XVJI.-ASI, 19' 3.<br />

LXXI, vol. 1, 283-334.<br />

44. PÉREZ DE GUZ~I.\:-', J.--La auiacidn militar en España bajo el reinado<br />

dc Car/os IV, en 1792.-BAH, 19' 3, LXIII, 326-28.


iNSTiTUCiONES<br />

45. PÍlRItZ DE GUZMÁN, J.-Sobre Carl Bratli: Spanicns Im!lurbillrr/o·.<br />

Kübenhavn, 1912.-BAH, 1913, LXH, 253-57·<br />

46• RICHARD, G. - Sobre A. Bonilla: Historia di' La Filosofia C-I!,'¡'<br />

ñola.- BHi, 1')13, XV, 10L<br />

47. R1CIIARO, (i.- Sobre<br />

101 págs.<br />

L. G. Lc\'Y: J[¡,JiiJlollide. - Bl Ii, 1


112<br />

60. C1RoT, G.-Sobre Ch. Bratli : Phi/íppe Il.-BHI, 1913, XV, 486.<br />

61. CLAUSEL, R.-F/iiliP!e If.-París, 1913.<br />

62. DELEITO \: PIÑUBlA, J.-Sobre J. B. Sitges: Enrique IV y la excelente<br />

SU lora doña 'Juana la Be/franeja (1425-1530).- L, 1913,<br />

XlII, 2, 186-192.<br />

63. FERNÁND8Z D8 B~TltENCouR'r, F.-Obras, tomo 1: Prlncij>es y Ca<br />

baiieros, cincuenta artículos.-Madrid, Tip.J. Ratés, 1913,4.",<br />

IX-515 págs., 12,50 ptas.<br />

64. FITA, F.-V. núms. 173, 174, 175, ¡¡6.<br />

65. FORONDA y AGUILEKA,:\1. DE. - Vvnúrns. 177, ¡¡S, 179, ISO.<br />

66. GIRARD, A.- V. núm. 183.<br />

67. GOY COTONAT, A.-Hisloria de la ínclita y soberana Orden militar<br />

de San Juall de 'Jerllsa1én o de Ala/ta.-Madrid, Tip. T. Pérez,<br />

1913,318 págs.<br />

68. GROIZARD, C. - V. núm. 185.<br />

69. JARA, A. DE. -- Don Gil de Albornoz. Datos biográficos. - RUGE,<br />

1913,20-26.<br />

70. JUD8RlAS, J. - Felipe 11: .fU cardcter .v su políli


ARQU¡¡OLOG[A y ARTE 113<br />

g J. OTBRO, S. - Sobre F. Fernándes de Béthencourt: Prtncipes ."<br />

Caballeros.-RABM. 1913, XVII, 2, 497.<br />

82. PÉII.EZLARRII.UCI!A, P. D.----V. núms. 197 y 198.<br />

S~. POLANCO ROMERO, J. - Estudios del remudo de Enrique IV. H¡<br />

Pueblo. Condiciones en que se descnuoioid Stl z'ida en la epoca de<br />

Enriquc IV.-RCEHGranada, 1913, III, 5,206.<br />

84· PORTAl., E.-- L'Ordine militare del Santo Se!okro di Cerusa/cm-<br />

IIIC. - Roma, Del Giornatc Araldico, Storico, (;cllCi/logico,Ti p,<br />

Unione editrici, 11)13, 11.°,11 págs.<br />

85· Puvor. y AI.ONSO, J.-Las Hermandades de Castilla y Lcd», Estudio<br />

histórico seguido de las Ordenanzas de Castronuño, hasta<br />

ahora inéditas.-Madrid, Imp. de la Suco de l\1. l\Enuesa de los<br />

Rios, 1913,8.°,3 ptas.<br />

86. !{ODR[GUEZ VILLA, A.-Etiquetas de la Casa d•. Aus rria.:-: Madrid,<br />

J. Ratés, 1913,8.°,170 págs., 3 ptas.<br />

87. SÁNCIIEZ CABAÑAS, A.-\'. núm. 202.<br />

88. SANTIAGO VELA, P. G. DE.-Ensayo de una biblivtC:'


114 BIBI_IO(;RAFíA<br />

99. COLLET, H.-Le mysticisme musicale espagnol du X VI' silc1e.-P,¡rís,<br />

F. Alean, 1')13, 54t págs., 10 fr ..<br />

100. DIEULAFOY,;\;1. - Ars una spÚ'ico'mitte. Histoire géTu'ralede /'"Irt.<br />

Espagne el Porlu¡¡-al.-Librairie Hachette et c-, 1913, XVI-.jl';<br />

páginas, 745 grabs. y 4 láms,<br />

101. FlTA, F.'- V. núrns, 171 y 17z.<br />

10Z. GASCÓN DE GOTOR, A. - Carpintería art/stica aragonesa de los<br />

siglos XIII al X VI.-NT, 1')13, XIII, 4,311-324.<br />

\03. (;ÓMEZ Moaaxo, :\L _. De Arqueología mozdrabe, -fiSEEx, 191.h<br />

XXI,89-116.<br />

104. HF.RNÁNDI!Z y ALEJANDIW, F.--Las antiguas tarjetas de visita. --<br />

E:\i, 1913,298,156-161.<br />

105. HEllNÁNDEZ y ALEJANDRO, F.---Afareas de Impresores.--EM, 191.h<br />

295, 5-13.<br />

106. It tcrzo congreso naziona/c spaglluolo di »iusica sacra. (De la<br />

Rasscgna Gregoriana.} - Roma, Tip. drl Senato, 1913, 8.°.<br />

43 págs.<br />

10j. J. -Sobre H. Collct : Le lJl)'stidsme musical espagno! du XVI'<br />

siéclc. - L, 1913, XIII, 2, 197-199.<br />

loRo JUSTI, C. - V. núm. 189.<br />

10


GEOGRAFfA 115<br />

OeograUa.<br />

120. ALSINA,]. A.-España.-Buenos Aires, Alsina ed Vitoria, 1913,<br />

1, 1.287 págs.<br />

121. BARDRKER, K. - Spai11 ami P:<br />

4 th. edit.· - J.cipzig, K. Bacclcker, 1913, XCVIII. - 595 págs.<br />

Mapas y planos.<br />

122. BELTRÁN' y RÓZPIDR, R. - Sobre Carlos García y Ayala : Cuadro<br />

geográfico y I'stadístico de .Espa,ta.-BAH, 1913, LXII, 260-61.<br />

123. BOCK. H. - fU llfediterráneo en la antigüedad. - Buenos Aires,<br />

Compañía Sudamericana de Billetes de Banco, 1913, 8.°,<br />

37 págs.<br />

124. CARREÑa, A. :\1. - La raza ind(>!;ena(contiuuacióu j. - DS:\IGE<br />

México. 1913, \'J, 396-406, 451'462, 512-516.<br />

125. Censo de fa pobfadóll de EJj>a;¡a. según el empadronamiento Ilec/1O<br />

en la Península e islas adyacentes eirr de dicirmore de 1910.-<br />

Tomo I. Madrid, Dirección general del Instituto Geográfico<br />

y Estadístico, 1913, 4.°, 443 págs.<br />

126. COLÓN, F.-Descripción y cosmogr-afia de Espalla (continuaciónj., .<br />

DRSG, 1913, LV, 1.0, 101-128.<br />

12 7. COSTA FERRIlIRA, A. A. DA.--A Caliza e as provincias portuguesas<br />

do Jlfinho e. Tras- os "~:fontes.contribuifJo para o estudo das reiafiJes<br />

antrop


116 BIBLlOGRAFfA<br />

con un mapa de la República Argentina. Traducción de<br />

E. Gómez Carrillo. -- París, Imp. Pierre Landais, 8.°, s, a.,<br />

594 págs., 4 ptas.<br />

In. Jlanuscritos de la Sociedad jJ;/exicana de Geografía y Estadística,<br />

mandados prdJlicar por acuerdo de 17 dejulio de 19[3. En publicación<br />

por pliegos, agregados al Boletín de la Sociedad. -<br />

México, Imp. A. García Cubas, Sucs. Hers. 1913, 4.°<br />

138. I\IEDINA, J. T. - El descubrimimto de! Océano Pacífico: Vasco }{rí<br />

ñez de Balboa. Hcrnando de illagallanes -" sus compañeros.<br />

Tomo II: Documentos reiatiros a iVrttteZ de Baiooa, - Santiago<br />

de Chile, Imp. Univ., 1913, 607 págs.<br />

1.3:<br />

Tomo \'111 de la Colección de documentos para el estudio de IJ<br />

llistoria de .lrasóll. - Zaragoza, P. Carra, 1913, 4.°, 288 págs ..<br />

10 ptas.


HISTORIA LOCAL 117<br />

150. Allco, R. DItL, Y l_A.BASTIPA, L. - El Alto Aragdn monumental y<br />

jinturtsC(J, con un prólogo de L Lépez Allué, Obra ilustrada<br />

con numerosos fotograbados.-Huesca, Tip. Justo Martínez,<br />

1913,4.°, fl7 págs., 2 ptas.<br />

15 I. ARIGITA y LUA, M. - Cartulario de D. Felipe 1/f, rey de Francia.-Madrid,<br />

Imp. de los Sucs, de Hernando, '9'3, 4.·, 159páginas,<br />

6 ptas.<br />

152. AR'G1TA y LASA, M.- Documentosiniditos.- Arcñn» mUllidPal de<br />

Pamplona (conclusión).-llCPNavarra, 19'3,4.°,9-'°.<br />

'53. BALLBSTKROS, A. - Sem'lla en el siglo XIII. - Madrid, Est. tipo de<br />

Juan Pérez Torres, 1913, 4.·, 255-cCCXXXVIII págs. y '2 láminas.<br />

I H. B.\QUBRO ALMANSA. A. - Los profesores de las Bellas Artes nutr»<br />

rianas, con una introducción histórica. - Murcia, Imp. Sucesores<br />

de Nogués, '913, 4.°, 600 págs.<br />

'55. BSCKl!R, J.-La vida local en Espa;]a. Discursos leídos ante la<br />

Real Academia de la Historia el día 15 de junio de 1913.--<br />

Madrid, Ratés, 19' 3, 4.·, 81 págs.<br />

156. H. F. A. - Documsntos histdricos, Conducta /mmaltitaria de las<br />

Órdenes religiosas. Priorato de Rocas. - BCPOrense, 1 q 13,<br />

IV, 313-14.<br />

15i. BLÁZQUEZ, A. - Sobre J. Moreno de Guerra: .i Iemoria y "¿.\'lImen<br />

de algunas noticias antiguos reiatiras a III actua] x,jlfa de la<br />

Puebla de Cazalla (S


118 B'BLIOGRAFÍA<br />

'67, DO('II111Clltos<br />

para la Historia del 'iJjrrcillalo del R/o de la Pla/a.--<br />

Buenos Aires, Imp. Compañía Sudamericana de Billetes de<br />

Banco, '913, tomo III, 4.', x-'95 págs., 25 ptas.<br />

168. fERNÁNDEZl'EL CASTILLO,F. -ApUflles para la HlStOT'ia de San<br />

Angel (San Jacinto Tenanitla ).- Tradiciones, historia, leyendas,<br />

etc., cte.-México, Imp. del Museo Nacional de Arqueología,<br />

'913,4.°,253 págs.<br />

169. FITA, F. - Calabria y Ciudad Rodrigo. Datos inéditos cornunicados<br />

en 1755 al P. Enrique Flórez por el obispo D. Pedro<br />

(;ómcz de la Torre.-BAH, 1913, LXII, 264-70.<br />

'70. FlTA. F. - Sobre N. Albornoz y Portocarrero: Historia de la<br />

ciu.ia.! de Cabra. - Madrid, 19D9.-BAH, 1913, LXIII, 421-22.<br />

1, l. FITA, F. -' Consagración de la Iglesia de Somballe m IlÓ7. Su Idpida<br />

conmcmoratiua inédita.-BAH, '9'3, LXII, 456-60.<br />

172. FITA, F. - ¡Vuevas inscripciones ibéricas descubiertas en la provincia<br />

de Avila.-BAH, 1913, LXIlI, 350-63.<br />

173. FlTA, F. - El papa Aiefandro !lE y la diócesis de Ciuda.i Rodrigo<br />

(años 1173-1175). - BAH, 1913, LXII, 142-157.<br />

174, FnA, F. ·-Los Premonstratenses en Ciudad Rod1'1:1(0.Datos inéditos.--BAH,<br />

1913, LXII, 468-80.<br />

'75. FITA, F.-Los Cluniacenses en Ciuda.i Rodrigo (año 1169).--<br />

BAH, 1913, LXII, :153-66.<br />

176. FITA, F. __o Sobre <strong>Ángel</strong> San Román: Historia de la benejiceflcia<br />

en Astorg a, con un Vocabulario castellano-asturicense saca-<br />


HISTORIA lOCAL 1 1')<br />

183. GIRARD, A. - Sobre C. Espejo y Julián Paz: Lar antiguas ferias<br />

de Medina del Campo. - nHi, 1913, XV, 105.<br />

]84, GONzÁLEZ PáRIlZ, R. - R,copilación /z.'slórica de la ;,¡/la )' corte<br />

de llladr;d )' su Afunicipio en el s~f!,"lode oro de la Literatura. ---<br />

Madrid, Martínez de Ve lasco y Comp." 1913, S_O, 40 págs.,<br />

1,50 ptas.<br />

185. GROIZARD, C. - Eusava de- illl'tsfigación llis/órica. L:¡ Silla de ("1lañarra<br />

(11 el siglo X V (conclusión), - NT, 1913, XIII, 1,<br />

158-167.<br />

186. GUARDIA CASfELLANO, A.-Le.l'e!l.la y notas j>arala Historia de .-/l.<br />

cald la Real. - Madrid, 1913.<br />

137. Guia-directorio de Afa..lrid )' su pror,in::ia. (Baylly-Baillicre-Riera.)<br />

Comercio, industria, a¡.:ricultura, ganadería, mincría, propiedad,<br />

profesiones y demento oficial. Reseña g-co~ráfica,<br />

histórica y estadística de cada entidad


120 BIBLIOGRAFíA<br />

200. PIZARROSO y REI.MOXTE, C. - Anales de Canarias en 1.1 época conttmpord1U:a.<br />

Primera parte, de 18'3 a 184J.-Santa Cruz de<br />

Tenerife, Libr. y Tip. Católica, '9'3,8.·, 288 págs.<br />

201. POlllNTINOS,CaNDa DR.-La Plaza .ilfa:)·or.v la Real Cara Panadcrzll.-BSEEx,<br />

1913, XXI, 36-60.<br />

202. S,\NCREZ CABAÑAS, A. - El fuero antiguo de (ludad Rodrig". _<br />

BAH, LXII, '913,389-93.<br />

20.,. SITGES, J. B.- D"cumentos inéditos. Protesta de la princesa doña<br />

Blanca, hermana del Príncipe de Viana, contra el pacto acordado<br />

por D. :Juan 11y Luís Xl de Francia sobre la S1JCesiÓ'lal trono<br />

de NalJarra.-BCPNavarra, 19'3,4.°, 19S-z06.-V. núm. 362.<br />

204· SITGRS, J. R. - El Monasterio de Religiosas BenedÚ'till'1S tk Sa."<br />

Petayo el Neal de Ooiedo, - 1913,4,., '85 págs., 3 ptas.<br />

205· TORRR, J. i\f. DE LA. -Lo Ijuefuimos y lo que SOtllOS, o la ¡tabana<br />

antigua y moderna, con un mapa de la ciudad, construido por<br />

el autor.-RRC, 1912, 1913,VII Y VIII.<br />

206. TORRES y ORDIlN, FR. A. DE.-Iristoria de Palma dc! ./i'lo.-Sevilla,<br />

Tip, de Gironés, 1913,4.°,93 págs.<br />

207· T'SI!HCL\ES, El. DUQUE DE.-Sobre Lorenzo Cruz de Fuentes:<br />

Documentos de lar fundaciones religiosas y ben(jicas de la villa<br />

de Afmonte y apuntes para su historia.-BAH, 19'3. LXIII,<br />

162-64.<br />

208. ZORRIHA y ECIlEVARRfA, P. K-India cronológico delos documcntos<br />

y pate/u antiguos existentes en el Archivo llfunÚ'i}al de la ciudad<br />

de Estella, tcrtenecientes a los siglos XII a X. V/lí, ambos<br />

inc!lIs¡'¡'e, formado por ..... en el año de 1911.-BCPNa\'al·ra,<br />

1


L1Nt,C!STICA<br />

215. SAUZAll, J. M.-Obras inéditas: E.:rrorsiÓ1l de Bogotd a la isla<br />

de Trinidad por territorio de Venesuek: en el año de 1816.-<br />

BANHCaracas, 1913, 1I, junio-septiembre.<br />

216. SORRIlNTO, 1..- In Ispagna. [mpressioni e Studi .. Cntania, Libr.<br />

edito Minerva, 1913, 16. 0 ,143 págs.<br />

217. TICKNOR, G.- Trave/s liz .S'jain. - Edited by C;. T. Northup.<br />

University of Taranta, 191], 8. 0 , 52 págs.<br />

218. X.-Sobre L Sorrento : In hpaf(na.-GsLit, 1


•<br />

122 IlJllLlOGRAyfA<br />

230. LEJEUNS:, P. - La iangue, ses ecarts, ses jedlés. - París, Lecoffre,<br />

1913, IR.", 1,75 Ir ,<br />

231. LLlGA DEL BON Mor, - Apuntes para /a Historia de la cultura dd<br />

Lenguaje. - Barcelona, Tip, P. Sanmartí, 1913.<br />

232. l\hUTIINI!R, F. -j)i4 Sp,·aehe. Die Gesellscha/t. Sammlung sosialpsycholog.<br />

Monographien ed. I\f. Buber XI.-Frankfurt a. M.<br />

Literarische Anstalt, Rütten & Locning [[913], 8.·, 120 págs.<br />

233· j\[ORGENROTH, K.-Sohre Erdmann: Die Bedeutull[i des Wortes, 2.<br />

Aufl.-BDR, [9[3,21-22.<br />

234· 1'IIORGENROTII, K.-Sobre Borinski: J)er Ur.rprung der Spraclte. _<br />

BDR, 1913,20-21.<br />

235· N.•.. vn.r.s, E. - La métllO.lescolastique dans la sciencedu langage.<br />

Extr. de Scientia, rivísta di scienza, VII· année, vol. XIII,<br />

229-38. Bologna,<br />

1913,233 págs.<br />

Zanichelli, 1913, cfr. ASNSL, N.S, XXXI,<br />

236. PROKOSCH, E. -<br />

XI, 71-84.<br />

SpraclrúJissenschaftliche Ausblicke..- MPhil, 191.1.<br />

237· ROBLESDÉr.A~O,F. - Sobre A. Dauzat: La PIú/osophie du Langage.<br />

- París, 1912.-Lcng., IJ, 1913,25.<br />

238. S.í.NCHKZ M.••. z.••. s, R.-fAZ.\" pa/abras.-NEt, 1913,38-41.<br />

239. SCIIUCHARDT, H. - Baskisch-hamitisch Wortvergldchungm.--<br />

RIEV, 1913, VII, 2R9-.HO.<br />

240. TROMIJETTJ, A.-Saggi di g/ottologia comparata, vol.lI.-Bologna,<br />

CappclI, 1913,8.°,480 pigs., 25 liras.<br />

Estudios gramaticales.<br />

241. Bsu.o, A. - Gramdtica de /a Lengua castellana, destinada al uso<br />

de los americanos, - Décimoquinta edición, hecha sobre la<br />

última del autor, con extensas notas y copiosos índices alfa.<br />

béticos de D. R. J. Cuervo.e-Parts, R. Roger y F. Cnernoviz.<br />

1


~'O:-¡ÉTICA ESPAÑOLA<br />

248. BEUU5TIIGUlGOlTlA, B.-Reeducación auditirafisiatogica- - RJ1:l0R,<br />

1913, IV, 1, 113-117.<br />

249. CARRASCO ALARCÓN, A. - De la restdracion como función nutritic'a.<br />

- REM, 1913,4°9-55. Cfr. Chavanne: La ginmastique respira/elire<br />

CII rñtno-laryngotogie. L'oto-rlJino iarvng, fn/. 191 J,<br />

453-456.<br />

250. HEB.NÁNDEZ, S.-Sobre el estridor lartngeo congemt«. - RELOR,<br />

1913, núm. 7,1-7.<br />

251. OCIlARAN.- Inspección ototdgica m las escuelas, - RELOR, 191 ,~,<br />

IV, 1, 24'25.<br />

252. PANCONCKLLl,CUZlA, G. - Bibliograpma p/lOl/elica. - Vox, 191,~.<br />

Tomo II. Copiosa información sobre fonética experimental y<br />

estudios afines. Gran parte de lo concerniente a 1913 véase<br />

en Vox, 1914, enero-febrero.<br />

253. PASSY, P.-Pell/e p/lOnétiqut comparte desprincipales l


124 B1BLJOGRU-fA<br />

Ortografia.<br />

253. DOSCH (;1/dPIlRA, P. - El. problema de la propagación de la escritura<br />

en Europa y los S(¡;IlOS alfabéticos de los clólmelles de Aluao, -<br />

RARM, 1913, J, 311-322.<br />

264. CAMll_l.l, A. - JI sistema ascoiiauo di grafia fonetica, Núm. 2 de<br />

Afanualetti clementari di filologia l-otnanza.- Cittá di Castello,<br />

S. Lapi, [913, 8.°, 25 págs., 50 cénts.<br />

265. GONZÁLEZ DE LA CALLE, P. U.-f)e las transcripciones fonlticas.-<br />

AEPCMadrid, 1913, \"11,546.<br />

266. }OHNSTON, H.-Phonetic Spelling.-Cambddge, University Press,<br />

1913, 92 págs.<br />

267. KARPH, F.-Zu Viétors J'Iusen über Laulsclnift.-NSpr., 1913.<br />

XXI,351-2.<br />

268. KARPF, F. - Zur VeniJC!ldullg der Lauts¿'hrift im. modernsprachlidlm<br />

U"terrt'cltte.-'NSpr., 1913, XXI, 448-455.<br />

269. LOZANO RIBAS, !'L - Nociones de Gramática y en especial de Ortografia<br />

castellana.--Barcelona, «Escuela Artes del Libro>, 19[ 3,<br />

8.°, 210 págs, 1 hoja.<br />

270. PA55\', P.-Représwtatioll des affrique'es. - MPhon, [913, 129-31.<br />

271. SALAS LAVAQuf, ~r.- Ortografía y Neografta. Ooseroadones sobre<br />

la Ortografia castei/ana.:-. Santiago de Chile, Imp. Barcelona,<br />

1913,4 .• ,75 págs.<br />

272. VIItTOR, \V.-- Oher Lautscñrift. Ber. über die Verñdlg, d. /5. Tagung'<br />

des Allg. Deutscñ, Neupllilologen- Veroandes. -Heidelberg,<br />

Winter, 19[3.<br />

27.). V¡ErOR, W.-Einheifliche Lautscurift, - (,R~r, V, 1913, 489-90.<br />

274. VIETOR, \V. E¡'¡/leilliche Lautschrift.-NSpr. XX, 10 febr. 1913.<br />

Morfologia.<br />

275. ERNOUT, A. -1fistorisc1le Formenlehre des Lateixiscñen, Deutsche<br />

Übersetzung von H. Meltzer, Sprachwissensch. Gyrnnasialbiblíothck.<br />

ed, N. Nicdcrmann Bd. V.- Heidelberg. C. \Vinter,<br />

1913,8.0,204 págs.<br />

276. ~IILLARDET, G. - Sobre R. Gauthiot : Da ./in d.e mot en indo-euro-<br />

péen. - Ro, 1913. XLII, 627.628.<br />

277. SETTEGAST, F.-libo' eilligue Falle uon Ilíwf1'crsclmlelztmg (Kre«:<br />

zung] im Nomallischen (sp. varón baron).-ZRPh, 1913, XXXVII,<br />

186-199<br />

278. STENGEI., E. - Sohre L. H. Alcxander : Participa! substantives af<br />

tiu: -ata fcl-pe in tht Romance Languages 1Y¡If¡ spccial referenc« lo<br />

Frcncll.-BDR, 1913.30-32.


1.I!.XICOGRAFIA y SEMÁNTICA<br />

Sintaxis.<br />

279. AkAUJO, F. - Galicismo de sobre por de.·-Ei\f, 1


126 1I1BI.IOGRAFlA<br />

2


DIALECTOLOGíA 127<br />

323. URTBL, H. - .4ulo",. du rlmme. - Extr. du BGIPSR, XII" année,<br />

1913,8.°, 32 págs.<br />

324. URTEL, H. - Prolegomena zu einer Studie über die romanisaken<br />

Krankheitsnamen.-ASNSL, 1913, XXX, 81-116 •<br />

.P5. URTIl:L, H. -ZIIJIl NamCII des ll/icseis {comadrcfa}. -- ZRPh, 1913.<br />

XXXV, 210-212.<br />

326. VOLPI, G. - D'un uso aruico dclia perota vseuucco". -- ASJ, 1913,<br />

LXXI, vol. !J, Lp-q8.<br />

327. \VIENER, L.-Byzantinisches.-IV. Noch einmaJ «andare •. ZRPh.<br />

1913, XXXVJl, 569-95.<br />

328. ZAUNRR. A. - Reseña de \V. von \Vartburg: Die ilusdrücke fitr<br />

die Fetücr des Gesic/ilsorgall.f in den romanisruen SÍ'1'ac/zen ltlld<br />

Dialekten.-ZRPh, 1


128 1l:1l1.10GRAtÜ<br />

edición, considerablemente aumentada.-Curac;;ao, A. Béthencourt<br />

e Hijos, 404 págs., 4.°, 10 ptas.<br />

339. RODRíGUEZ VIU.A, A. - Un códice de la Real <strong>Biblioteca</strong> ádEscorial<br />

en dialecto aragones. En «Artlculos histéricos •. -Madd


ESSEÑ.Il'iZADEL 1Il10MA 12t)<br />

al XVIU).- <strong>Biblioteca</strong> de los arnericanistas.c--Mudrtd, V. Suárez,<br />

1913,4.°, VII-466 págs., 5 ptas.<br />

355· GONZÁLKZMAGRO,P.-Sobre M. Serrano y Sanz: Cedulario de las<br />

provincias de Santa Jlarta y Cartagena de Indias (siglo XVI).---<br />

RL, 1913,11, !j-I') .<br />

.~56. IB,IRR,I Ronalousz, E. - Documentas correspouiicntes al reinado<br />

de Sancho Naml;'e:; (\'01. 11, 1063-(094).-Tomo IX de la Coleeción<br />

de docnmentas para el estudio de la Historia de Aragdn, _<br />

Zaragoza, P. Carra, 1913,4.°, XIV'284 págs., 10 ptas .<br />

.157· MARICHALAR, C. DIl.-DoClllllelltos<br />

4.°,133.<br />

inéditos. -- BCP:'{avarra, 1913.<br />

358. MARTfNMINGUIlZ,B.--V.núm. 19.\'<br />

359· MlGl1IhllZ,P.--FamiJso discurso en castellano de Carlos V. - cn,<br />

1913, XCIV, 173.<br />

.,60. MONACI,E. - Facsimili ai doaonenii per la storia del/e lingue e<br />

delJeletteratureromanze.-Roma, D. Anderson [19131,fasc. H,<br />

6 págs. y láminas, 66-115.<br />

361. SERRANOy SANZ,l\1.-V. núm. 352.<br />

362. SITGES,J. B. -- Documentos inédi/iJs. - llCPNavarra, 191", 4.",<br />

127-,P. - V. núm. 203.<br />

Enseñanza del Idioma .<br />

.\63· ACADEMIAES1'AÑOI.A. -s Gramdtica de la Lengua castellana, Nueva<br />

cdiciún.-- Imp. de los Sucs, de Hernando, 1913,4.°,420 págs .<br />

.,64· BRACKItNBURV, L.-La enseñanza de la Gramática. Traducción dcl<br />

inglés por A. Pestana.-Madrid,<br />

8.<br />

Ediciones de La Lectura, 1913,<br />

e , 117 págs., 1,50 ptas.<br />

365. CAPENA,L.- Proyecto de Programa para la enseñanza de la lengua<br />

nadonat.-EscPrep, México, 1913, IV, 140-168.<br />

366. DERNEHL,C. - El comerciante. Spanischcs Lehrbuch für Kauíleute.<br />

- Lcipzig, Teubner, 1913, VI'276 págs., 3,60 marcos.<br />

367. DfAZy UTlEL,S.-il-1anual de Gramática de la Lengua castettana,«:<br />

Madrid, L. Guillén, 1913,16.°<br />

_~68. DOWLING, M. C. - Reading, Writing and Speaking S¡:anish JiJ1'<br />

Beginners. - Ncw York, American Boock C", 1913, 12.°, 25(,<br />

págs., 75 c .<br />

.~69· E. V. -. Sobre P. Lasalde : Desarrolla del idioma castellano desde<br />

el siglo XV hasta nuestros dtas. Friburgo, 1912.. - Leng., 11,<br />

1913,25-26.<br />

370. FERRANTROIG,M.-Gramálica Pedagógica de la Lengua castellana.<br />

Segundo grado. -Madrid, Imp. Ibérica, 1913, 16.°, 140 págs.<br />

371. GARcfA BIlLLlDOE. - Sobre fa enseñanza de las Lenguas uiuas. _<br />

Lcng., 1913, Ir, S-12.<br />

TONO r. ')


1jo BIlIl.lOGRAFh<br />

37 2, G~YA \. Busousr.s. -- f-mg7Ja ula,/ola. - Sto Gallen, Fehrsc': e<br />

Buchhnndlung. 1')13, 264 págs., 2,80 marcos .<br />

.'13. Gú;IIEZ l\[,\RíN, F. - Gramática razonada del idiom» castetlauo,<br />

Segunda edición.s--Moutevideo, A. Monte verde y C.", s. a, 4",<br />

382 págs.<br />

37~. bIGRAIIAM, E. S. - A Btie/ Slallirh Grasosar, based 00 A Rrir/<br />

.,>pani.rh Grammar, by A. H. Edgren.-Boston, Heath and C",<br />

1913,12.°,1\"-194 págs., :$ 1,10.<br />

375. La escuela españo!« de Alcazarquiuir, - BOZ~I, 1913, núm. 2,<br />

abril, 155.<br />

3í6. Las escuetas árabes de Alcazarquiv,·r. - BOZM, 1913, núm. 2,<br />

abril,151.<br />

377. ~IARCH"'ND, L. - Eine taisscnscñaftliche illethode zur Eriernung:<br />

frcmdcr Spradten durcl: das direkte Lesen un die Sprcchlliasc/zille.-!\lSpr,<br />

1913, XXI, 171-180.<br />

3íR. MONTEVR1Wg, R. D. - Tite Slanish Leznguage as flOZ¡¡ spokm allt[<br />

writlCll.-London, B1ackie and Sons, 1913,4 sh.<br />

379. MONTEVERDE, R. D.--A .New Spanis/t Reader on modcrn Lincs.:«<br />

London, Blackie and Sons, 1913.<br />

380. Notas para el estudio de la instruccidn pública C1l .1farrllfCOJ, y<br />

especialmente en Tclltán.-BOZl\I, 1913. núm. 2, abril, 122.<br />

381. Ot.rvsu, G. A. S. UND HARTNANN, A. - SpaJlisclte Grammatik.-<br />

Leipzig, G..A. Glóckner, 1913,8.°, VII-264 págs .<br />

.~S2. POGONU~I\I, A. - Compendio de Gramática casteltana. - Madrid,<br />

Imp. del Patronato de Huérfanos de Intendencia e Intervención<br />

militares, 1913, 4.°, 94 págs., 2 ptas.<br />

383. POGONOSKT. A.-G'ra¡¡¡lÍtica castellana. - Madrid, Imp. del Patronato<br />

de Huérfanos de Intendencia e Intervención militares,<br />

1913,4.°, 194 págs., 4.50 pL'\S.<br />

384. RA~Il\EAU, A. - Sobre Sauer und Kordgien: Rektionsliste del'<br />

gebraiidtlid¡slen spaniscken Zeituuirter, Bei-und Hauplli:,ó'rter. -<br />

NSpr, 1913. XXI, 128.<br />

385. RAMIlE:AU, A.-Sobre C. M. Sauer: Klcinc spanische Sprach¡ekn~.-<br />

NSpr, 19[3, XXI, 126.<br />

386. Real decreto de 3 de abril de 1913, constituyendo la JImia de<br />

ensciiansa C!I Jlarrue:'Js.-BOZ:'vf, 1913, núm. 1, abril, 77. Mudificación<br />

de su art. 4.° - Ibíd. núm. 2, 109.<br />

387. Real orden disponiendo que se publiq uen en este Boicttn Ojú:iar<br />

determinados informes, memorias, notas y datos sobre organización<br />

y ejercicio de la enseñanza en Marmecos.-BOZM,<br />

191,~, núm. 2, abril, [21.<br />

388. REVILlA, M. G. - La Gramdtica y la Alquimia. Discurso en prode<br />

la enseñanza directa del castellano, - México, Tip, Guerrero<br />

Hermanos, 1913.8.°,51 págs.


LITERATURA COMPAllADA<br />

389' Rusró.j.s--Sobre G. Frisoni: Gramilla/ita, eserci$i praiiei e diziona-<br />

,.10 de/la lingua catalana, con una Introduzlone sugli Idiflmt parlati<br />

nella penisola Iberica, tina Raccolta di3:;O Proucroi e la chiave<br />

dei temi per rapprendimento autodid.utico. - BDR, '913, V, 47.<br />

390. SÁNCHIrZ, P. F. - Sobre C. Lasalde: Desarrollo del idioma castellano,<br />

etc.-Cn, 1913, XCII, 147.<br />

391. SaLvA, 1.. DE.- - Dificultades gramaticales. Su /'.I"p!icaciJn y correecid1t<br />

al alcalice de todos. -- Madrid, González y Gonzrilca, 19\."<br />

8.°,0,50 ptas.<br />

392. SELVA y ALVAREZ ORDOÑO, L. DE. - .Vovísima Gramdtica d" la<br />

Lengua española ..... Primer curso: Elementos dc Gr.imdtica par.1<br />

la primera etlsenanza.-:\!adrici, González y jirnéncz, 1913, 16. 0 •<br />

59 págs. - Segundo curso: Compendío de Gramdtica para la<br />

enseñanza. -- :lIa


1.\2 BIBLIOGRAFíA.<br />

403. NOKTIIUP, G. 1. - V. núm. 530.<br />

404. PI'.l.NDI., L. - Rabel" Soutluy und Spanim. Lebe» und Dichttmg<br />

tilles englischen Romanh'kers unter dem EinjittSSI! setner Beeiehungen<br />

zu): Pyrcnáiscke« Ilalbillsel.-RHi, 19r'3, XXVIII,I-316.<br />

405. PI'ANDL, L..- - Carlos Carcia und sein Anlcil an der Geschichte der<br />

kllltllre!len tmd literarischen Bezil'hungen F,-ankreichs zu Sjanien,<br />

- !\Ii\Ius, 1913, Ir, L<br />

406. P¡IlTSGH, K. - Y. núm. 532.<br />

4°7. Rl!N1I!R, R.-Sobre G. Rossi : Atcune touÍ


possl" EN GENERAL lB<br />

crítico sobre el movimiento intelectual de aquel reinado.-<br />

Madrid, Casa edito La Última Afoda, 1913.8.°, S3 págs.<br />

4~ 1. PULPON,S.-San Jos/ de Calasanz y la Lltera/ura.-RC, agosto,<br />

1913.<br />

422. SCHOFI'IlR. C. - Venezuela in der Ltteratur uo» der EJltdec/llmp;<br />

bis heut«. - ;\Iitt. Dt. Südarn, Inst., 1913,1,44-59.<br />

Poeala en general.<br />

423. ALONSOCORTÉS,N.- Juan ¡l/artlnez Vt/lerga.r. Bosquejo biográfico-critico.<br />

Segunda edición. - Valladolid, Tip. Viuda de<br />

Montero, 1913, 8.°, 217 págs., 2.50 ptas.<br />

414. AJ.ONSOCORTES,N.-Don Hernando de Acuña. Noticias biográficasv-s-<br />

Valladolid, s. a., Viuda de Montero.<br />

425. ARCIPRESTE DE HITA. - Libro de Buen Amor. Dos volúmenes.<br />

Edición y notas de J. Cejador y Franca. - Madrid, Ediciones<br />

de La Lectura, 1913,8.°,1,300 págs.; 11, 324 págs., 6 ptas .<br />

.pú. BRRCEO, (;ONZAl.O DE.-- El Sarrificto de la J/iJ'a. Edición de Antonio<br />

G. Solalinde. - Madrid, Residencia de Estudiantes,<br />

1913,4.°,66 págs., 1 lám.<br />

427. CASANOVA, R. P. - Ojeada critica sobrr la j:Jfsia m el¡d,' (I8 40-<br />

I912). - Santiago de Chile, Imp. Barcelona, ¡(l13, 8.°, 71 págs.<br />

428. CASTRO, A. - Sobre Juan Ruiz, Arcipreste de Hila: Libro de<br />

Buen Amor. Edición r notas de Julio Cejador. __o RL, [


BlDlIOGKAFÍA<br />

L1rica.<br />

435. AIOHoNTERAS, A. DE. -- Pocs/as forestales. Colección de poesías<br />

de autores antiguos y modernos que cantan los árboles 'i los<br />

montes.i -Xladrid, Imp. R. F. de Rojas, 1913,394 págs., 3 ptas.<br />

436. CAMPOAMOK (Las !lu/ores j>oest'as de). - Juicio crítico de Jacinto<br />

Benavcnte. Prólogo de Andrés González Blanco. Dos volúmenes.<br />

- Madrid. Imp. Helénica, 191.~, S.", XXIX-275 págs., 1 pta.<br />

437. GAY, \'.-- Los trovadores C!I la ¡,Ua del pueblo. Discurso [leído]<br />

en los juegos Florales de Aleo)'. -l\Iadrid, Imp. I. Perales,<br />

1913,4.°, 30 págs.<br />

458. GOJo¡zÁLEZ I3LANcO, A.--L::ls lIIejores !'oest'as de amor. Recopiladas<br />

y prologadas por ..... - Madrid, 1913, 12.°, 275 págs. 1 pta.<br />

439. GUNZ hk:Z BLANCO, A. -Sor :Juana Inés de la Cruz, Estudio anecdótico<br />

y biografía sentimental.- ~T, 1913, XIII, 2, 310-31


DRAM,\TICA 135<br />

45'1. Vl!GA, GARCILASO DE LA. - Églogas. Con las anotaciones de Herrera.<br />

Colección Micltaud. - París, Imp. de P. Landais, S. a.<br />

8.°, 270 págs. y un retrato.<br />

452. VllLEGAS, ESTEBAN MANUEL DE. - Erdticas o Am z/orlas. Edición<br />

y notas de Narciso Alonso Cortés.--:'Ifac1rid. Ediciones de La<br />

Lectura, [913,8.°, 355 p~gs.<br />

453. \\TURZBACK, \Y. vON.·-Sobre L. P. Thornas : (;:Jilgor.l el 1


136 BIDIlOGRAFfA<br />

4('Ú. CASTRO, GUIl l.tN PE. "-"-Las mocedades del Ctil. Edición y notas<br />

de V. Said Armesto. - Madrid, Ediciones de La Lectura,<br />

1913,8.°,287 págs., 3 ptas.<br />

467. CELESTINA, LA (Comedia de Calislo y Jlelibea). - París, Garnicr<br />

Freres, 1913, 12.°,281 págs.<br />

468. CORVAI.ÁN MSNDlLAIIARSU, D. -- Arauco libre. Continuación a la<br />

Historia del teatro en Buenos Aires. - Buenos Ai res, Coni<br />

Hermanos, 1913,30 págs.<br />

46


DRAM,{TlCA<br />

hiobibliográfica. Conferencias dadas en el Colegio Nacional<br />

de Buenos Aires. - Rl1BA, '9'3, XXIV-XXV.<br />

485. MO!lTKVRRDI, A. - Le fonti de «La rida es slloio •. _.- StF:'II, 1 C)1J,<br />

VI, I 'n Y 314, nota.<br />

4S6. MURET, E.-- Une iettrc inédite de ¡,oje de Vega. En Mélangcs<br />

offerts a!\f. E. Picot. - París, 1913, S.", 2 vols.<br />

4R¡. ONIS, F. DI!. _.- Sobre Lope


1]8 UmL10GRAl'íA<br />

NoveJistlca.<br />

50 l. ALDA,!\I. - El caso de La gloria de Don Ramiro. Séptima edición.-<br />

Buenos Aires, [913, 8.°, 100 págs.<br />

5°2. ALEMÁN, !\fATEO. - Vida de Guzmán de Alfarache, Atalaya de la<br />

z'iJa //"(lwma. Primera y segunda parte. Edición transcrita<br />

y revisada por Julio Cejador. - Madrid, Renacimiento, [91 y,<br />

2 vols., R.o, 37.5 Y 429 págs.<br />

503· ALI!MÁ)/, i\fATI!O. '- GUZlII:ill de Alfarach c, Primera parte. EditeJ<br />

by Fe Holle. <strong>Biblioteca</strong> románica. - Strassburg, J. H. E.<br />

Heitz, '9'3, núms. 183-187, [6.°,347 págs., 2 marcos.<br />

504· BAIG BA5Ios, A.--Un folleto raro cervantófobo.-Madnd, Imp. del<br />

Asilo de Huérfanos, [9[3,8.·, [.5 págs., 1,50 ptas.<br />

505. BARRERA, I. J. - Ll~r;erasconsideraciones estéticas acerca de la 1/.J·<br />

oc/a. - RJLQuito,1913, X, '12.<br />

506. HENARY, \Y. - Hcruis ron ;l/etz mu! die Sag« ~'Ollt dankbarcn TJten,<br />

- ZRl'h, «JI3, XXXVII, 57-92,129-144.<br />

507. RUSllE!!, A. H. -- Sobre Mateo Alemán: Guzm.71l de Atfararbc,<br />

Ediciones de J. Cejador y Fr. Bolle. - RRQ, IV, 387-391.<br />

508. CllRVA)ll'ES, MIGUEl. DE. -, R¡ tngenioso /¡ida~r;o/)011 QU[jOff de la<br />

Jlallc!Ja. Primera edición crítica, con variantes, notas y el<br />

diccionario de todas las palabras usadas en la inmortal novelapOI'<br />

D. Clemente Cortejón; continuada por Juan Ganivel :\I:1s<br />

y Juan Suñé Benajes. Segunda parte. - Barcelona, Sena Hermanos<br />

y Russell, 191.', \-1, 4.°, Xlv-556 págs., 20 ptas.<br />

509. CKRVANl'ES, :\(¡GUEL ns. - El ingenioso hid:zlgo Don Qu[jote de la<br />

11fallcha. Comentado por el DI'. Diego Clernencín. Nueva edición,<br />

anotada por Miguel de Toro C;ómez.- Tours, Imp. Delis<br />

Hermanos, 1913, Hl Y IV, 8.°, X['503 y 4~5 págs.<br />

510. CERVANTES, :\IIGUEL DE. - Don Quijo fe de la J{ancha. Edición y<br />

notas de 1'. Rodrlgucz :\Iarín.-Madrid, Ediciones de La I,cetura,<br />

1913, VI, VIl)' VIII. 8.·, 342, 340)' 304 págs.<br />

511. CIlANDI.ER, F. \\'.,- L'I note/a 1'1


NOVEL!STICA<br />

515. E';TEBANiUO GOllZÁLIlZ, ñombrc de buCII humor, Su vida y hechos<br />

contados por él mismo.-París, L. Michaud, 1913,8.°,269 págs.<br />

516. F1TZ-GRIl.Al.O, J. D.,UNO FITZ·GERAlD, LEORA A.- Lof»: de rí'ga:<br />

Nooetas a la senara Atarcta Leonarda.-RF, 1')[3, XXX'I\',<br />

218-320,<br />

51 ¡. FITZMAUR1CE-KEI.L Y, J. __o Jf~f!;uelde Cernantes Saanc.ira. A memoir,<br />

- Oxford, Clarendon Press, 1913, 8.°, XX-228 p:l.gs.,<br />

'l sh., 6 d.<br />

5IS. FISCH!!R, \V.,-Hollorirf (!JII's .Sireinc. anI ti", «Diana- o!'<br />

jlfontema}or. -- :\ILN, junio 19[.~.<br />

5Il). FORo, J. D. M.-Possíble fordgn soterres O) tlli' Spallís/I uotv] oí'<br />

RoguCl~\'.Reprintcd Irorn Anuivcrsary Papen; by Colle-agu cs<br />

and I'upils of Georgc Lyrnan Kittrcdge, [9 (.~, 1'.0, 4 págs.<br />

520. GAI.ÁN, D. - Cantn-crio v tr,lbajos de [)¡'¡'goGaldtr. natura) de COIIsuegrav<br />

vecino de 'j'oledIJ\ISS9 a 1600'1. Los publica la Suciedad<br />

de Bibliófilos Españolcs.v-Xladrid, Imp. Ibérica, 1q tj , 4·°,<br />

XCV-448 pigs., 1S ptas.<br />

521. GaNzÁl.El Auaror.ns, ?'\. -- Re.·u!r"}s a't.'obio,{r.íJi:os de Ccruantcs<br />

m La Española Inglesa. Estudio crítico. '.- Madrid, Viuda de<br />

A. Alvarez, 191.>, x.c, 56 págs., 1,50 ptas.<br />

522. !cAZA, F. A. DE. - ,l[atco AII'IIldll : Sil Itistoria r sus escritos, Un<br />

nuevo capítulo de su vida. -- RL, Il)[3, 1. 3¡-43.<br />

52.\. !cAZA, F. f\. nn. RI centenario de 1111libro. Las :\ol'elas ejemplares<br />

de Ccruantrs ,1' SIlS


'40 nl8LlOGRAFIA<br />

erganzt und eingeleitet von Karl Theodor Senger. Spanische<br />

Schelmenromane, hrsg. von K. Th. Senger. Bd, 2.-München.<br />

Bayerische Verlaganstalt K. Th. Senger, 1913,210 págs., 4 m.<br />

4.r4· RAs, M. -Los personajes del Quy·ote.-Estudio, 1913, J, 3°3-216.<br />

535· REN1ER,R. - Sobre P. Savj-Lopez: Una cava/cata con don Chisciottr.<br />

En eScritti varii... .. in onore di R. Renier •. -- GsLit,<br />

1913, XXXI, 195.<br />

536. RODRfGUEZMARfN. F. - El capitulo de los galeotes. Apunte para<br />

un estudio cervantino.-l\Iadrid, Tip, de la Hez'ista de Archivos,<br />

1913,8.°,21 págs., 1 pta.<br />

S.H· SAvJ-LoPEZ, P.-Cervantes.-Napoli, 1913,8.°,247 págs,<br />

538. SCHEVILL.R.-Threecmturies of Don Quixote. Reprinted from the<br />

Univ. of. California Chronicle, vol. XV, núm. 2, 8.·, 26 págs.<br />

539. VEGA, LOPE DE.- La Dorotea, Edición de Américo Castro. - ..<br />

Madrid, Renacimiento, 1913,8.°,3°5 págs. 2 ptas.<br />

540. \VURZBACH.\V. VON.- Sobre G. Babinger: Die Wanderuugen<br />

und IVa1zdclungcn der Novel/e oon Ceroantes El Curioso Impertinente.<br />

-ZRPh. 1913, XXXVII, 246-Z48.<br />

Historia.<br />

541. BALl.ESTRROSBIlREH A, A., Y BAl.lRSTEROSÁlAVA, P. - Cuestiones<br />

IlistÓrú·as. Edades Antigua} AIedia.-~.Iadrid,J. P. Torres, 1913,<br />

8.°, 350 págs.<br />

542• BARROS ARANA, D. - Obras c


~lrsT1CA<br />

547. F&i1.¡¡ÁKDIlZ, D.---/listoria del Perü. Primera parte. Edición, prólogo<br />

y apéndices por D. Lucas de Torre. - Madrid, <strong>Biblioteca</strong><br />

Hispania, 1913,4.°,354,7,5° ptas.<br />

548. GU1X(¡,J.-Sobre el P. Las Casas: La destrurcidn de las Indias.<br />

París, Mlchaud, 1913.--RL, 1913, m, 31-32.<br />

549. LAIGLIlSIA,F. - Sobre .lnnals o/ tlle Emperor Charles V, by<br />

Francisco López de Gomara, spanish text and english translation<br />

edited, with an introductlon and notes by Roger Big"low<br />

Mcrrirnan.c-Bé.H, 1913, LXII, 323-27.<br />

550. L.\RRINAGA,J. R.- Fray Jerónimo de ltIendieta, historiador de:<br />

Nueva Espaiia (1525-1604). - AlA, 1914,1,29°-300.<br />

551. l\IAURAGAMAZO,G.-Sobrc Enrique Redel: Ambrosio de .lIorales.-BAH,<br />

1913, LXIII, 168.<br />

5-'2. :\!lGuÉLI!Z. P. --Dos /iistorias inéditas de Carlos V. - en, 191.1.<br />

XCIII, 5-13.<br />

553. OKTIZ, F. - Las crduicas im'ditas de [Tomds .Jgustin] ('en'alltes.<br />

- RBC, 1913, VIII. 325-42, 428-41.<br />

5q. P., J.-Subre A. Morel-Fatio : Ilistoriograjhie de ('lIar/es-Quint.<br />

RAB:\!, 1913, 1, 326-.~28.<br />

555. PIlLÁI!Z,l\I.-L'Assedio di Zamora neiia Primera Cronica General<br />

de España. Estratt i eglossariu a cura di Roma.- Loescher,<br />

1913, núm. 29 de la Colección Testi rumanzi per uso delle<br />

Scuule a cura di E. Monaci.<br />

556. PBREZVEGUZ~IÁ:'¡,H.-J[ar de isrorias (1,512).-Editado en RlIi,<br />

1913, XXVIII, 442-622.<br />

557. PÉRF.ZDE HITA, G.-r;lIerras ci,.iles de Granada. Primera parte.<br />

Reproducción de la edición príncipe de 1595, publicada por<br />

Paula Blanchard Demonge. [Publicación del] Centro de Estudios<br />

Históricos. -Madrid, Imp. E. Bailly-Bailliere, 1913, 4.",<br />

cxvlI-A-N-337.<br />

558. SERRANOy SANZ,:\L - Vida)' escritos de D. Jllan Ferudndes: de<br />

Heredia, Gran .I[aes/re de la Orden de San Juan de Jerusa-<br />

1¿1l.-Zaragoza, Tip.


1~2 mBUOGRA.~<br />

563. EGufA, C. -- Sobre el P. Geran.lo de San Juan de la Cruz: Obras<br />

dclmist¡,'o doctor San 'luan de la CrtJZ¡y P. \\. enceslao del S. Sacramento:<br />

Fisonomta de un doctor. - RyF, 1913, XXX\'IT.<br />

120-123.<br />

564. PLDAL Y Mox, A. - Doña Isabel la Católica y Santa Teresa de<br />

'lesús,--l\Iadrid, 1913, Tip, de.la Rev. de Arch. 16.°, 89 págs.,<br />

1 pta.<br />

5(,5· Ríos DE LA:IIPÉREZ, B. DE LOs.-lnjlllencia de la »ustica, de Santa<br />

Teresa singularmente, sobre nuestro grande arte nacional, Conferencia.<br />

- Madrid, Imp. Hijos de 1\1. G. Hernández, 1913.<br />

8.°, 57 págs.<br />

56',. TERI!S.\ DE JESÚS, SA~TA.- V. núm. 449.<br />

Prosa didáctica.<br />

567. Autores americanos juzgados jor espallolcs. Compilación l-echa<br />

por R. Blanco-Fombona.·-París, Imp. de la Casa editorial Hispano-Americana.<br />

s. a. 8.°, 379 págs., 4 ptas.<br />

568. AZE\"EDO, PEDRO D'. - Duas traducoes portuguesas do scc. XIV.<br />

1: Tratado de S. Isidoro do aj untamento de bons ditos e palavras,<br />

JI: Un fragmento da versáo das Partidas de Castciia ..-<br />

RLu, 1913, XVJ, 101-111.<br />

56


PilOSA DIlJÁCT1CA<br />

Estudio biográfico de cinco sabios españoles: Olória, Menéndez<br />

y Pela yo, Saavedra, Echegaray y Ramón y Cajal. - Madrid,<br />

De las :l/elllorias de la Real Sociedad E,p:1I1,)la de Historia<br />

Xa/ura!, V, Memoria 5. a , Esl. tipo Fort anct. 1913,4.0<br />

5iS. GON:tÁLEZ DII LA CALLE, P. U. - Lic.zs }.J.'ilico-JJl)r:z!;'s de! P. Juan<br />

de Jfari.lIla. -- RABi\I, 1913, XVII, 2•.,88-~o6.<br />

5i9. GKACIÁN, BHTASAR.·-- El Critico», Edición transcrita y revisada<br />

por J. Ce;ador. -- Madrid, 1813, Renacimiento, S.", 308 págs.,<br />

2,50 ptas.<br />

580. ]UDER1AS, J. - Do» Gas/a)' Jfc/r/icr de ,7e


1 -t-t HlBlIOGIlAFL\<br />

S')4, YABEN YARI!N, H. - Juicio crítico de las doctrinas de ')ove/latUJsen<br />

10 I"ifel"mte a las ciencias morales ,v poHticas.-Mad.-id, ]. Ratés,<br />

[9[3,4.°,4[5 págs.<br />

Critica literaria.<br />

S9S, A\IE¡¡ÚA y MAYO. A. G. DE. - Don Pedro 70sé Pidal, marqués de<br />

Pidal (1799-1865). Bosquejo biográfico. - Ma"tlrid,Imp. Hijos<br />

de M, G. Martinez, 19[.~, 4.° mayor, 27 págs.<br />

59ó. A:UÓN DI![. OU[RT, L., y GARcfA CARRAn'A, A.-Los grandes españoles:<br />

J1fméndez y Pe/ayo. -- Madrid, Imp. J. Pueyo, 1913, 8.°,<br />

25 [ págs., 4 ptas.<br />

597· BONII.I.Ay SAN :\hRTf~, A. -La represmtación de Alenéndez y Pelayo<br />

en la vida histón;'a nacional. Discurso. - Madrid, [9[ .\,<br />

29 págs., 0.50 ptas.<br />

S98. CEDRÚN DE lA 1'EDRAJA, G.--La niñez de Mensnde» y Pe/ayo.·.<br />

Discurso. Madrid, 1913, 27 págs., 0,50 ptas. .<br />

599· DONOSO, A. -- "J[en'ndes: Pe/ayo y S1I obra. -. Santiago de Chik-,<br />

Imp. Universitaria, 19[ 3.<br />

600. F ABO, 1'. - Rujill


ENSEÑANZAol! LA LITBRATURA<br />

612. RUBIÓ y LLUCH, A. - Discurso en elogio del Dr. D. Marcelj1f()<br />

A/enéndez) Pelayo.-Tip. Hijos de Domingo Casanova, 1913,<br />

4. 0 ,81 págs.<br />

613. SANVlliBNTl,B.-Necrolog{a de D. Marcelino Menlndez y Petayo.:-:<br />

ILST, 1913.<br />

614. VALBUENA,A. DIl. - Obras completas. Tomo Hl : .Ripios vulgares.<br />

Cuarta edición, aumentada.-Madrid, Tip. Hijos de Tello,<br />

1913, !I. o , 303 págs., 3 ptas.<br />

615. VALaUI!NA,A. UE.- Caza mayor :v menor. No hay metá.fora.- Madrid,<br />

Tip. Hijos de Tello, 1913,8.0,277 págs., 3 ptas.<br />

616. VALI!RAY ALCALÁGALlANO,JUAN.- Correspondencia. Tomo 1:<br />

1847-1857; II: 1857.-:\ladrid, Imp. Alemana, 8.°,2 vols,<br />

Ensellanza de la Literatura.<br />

617· ALVARI!ZRUYAtEs, ~. - Historia de los Ilechosmás importantes de<br />

J}on Quijote de la ¡JEa/ICha,extractados en verso. - Burgos.<br />

A. Díaz y C.", 1913,8.0,307 págs.<br />

618. BARRYE.-España y españoles. Paisajes. monumentos, tipos de<br />

la Corte y de las provincias, usos y costumbres leyendas y<br />

tradiciones. Páginas selectas entresacadas de las obras de los<br />

insignes escritores contemporáneos. Colección Merimée. _<br />

París, Garniel', 1913,2,50 fr.<br />

619. IhRSI CONTARDJ.M. -- Programa de Precepti7Ja literaria.-Madrid,<br />

Tip. de A. Marzo , 1913,8.", 16 p;igs., 1 pta.<br />

620. RARSICONTAROI,M.-Programa de Historia general literaria.-<br />

Madrid, Tip. de A. Marzo, 1913,8.0, 16 págs., 1 pta.<br />

621. J ÜNEMANN, G. - Historia de la Literatura espaiiola, con una antologia<br />

de la misma.- Freiburg, Herder, 1913,8.°, xl-268 págs.<br />

622. NAVARROy LBDESNA,F.-Lecciones de Literatura, explicadas en<br />

el Instituto de San Isidro de Madrid. Tercera parte: Resumen<br />

de Historia literaria. Cuarta edición. - Madrid, Imp. Hijos<br />

de Tello, 1913,4.°,512 págs.<br />

623. NORTHuP, G. T. - Selections from lIfesonero Romanos. Edited<br />

with introduction, notes and vocabulary. - New York, Holt<br />

and C", 1913, 12.°, xXlv-188 págs., 70 cénts.<br />

624. PARAIRI!,V, et RlI'oIBY,G. - La Patria espaiiola. El país y los<br />

habitantes pintados por escritores españoles modernos.-<br />

París, A. Colin, 1913.8.°,540 págs., 42 grabs. y un mapa.<br />

625. RUANO,J. M.a - Historia general de la Literatura. Compendio<br />

de las explicaciones dadas en el Instituto de Santiago. Segunda<br />

edición. - Santiago, Imp. José M. Paredes, 1913, 8.0,<br />

626.<br />

259 págs.<br />

SÁIZ,C. - Lecturas escolares. Notas históricas y páginas selec-<br />

TOMO I.<br />

10


146<br />

BIBLIOCoRAFfA<br />

tas de Literatura castellana. Tomo 1: Siglos XII al xv. - Madrid,<br />

Imp. Clásica Española, 1913, 8.·, 268 págs., 2 ptas.<br />

627. UREÑA,P. H.- Tablas cronológicas de la Literatura española (para<br />

uso escolar). - :\léxico, Stephan y Torres, 1913,8.", 12 págs.<br />

FOLKLORE<br />

Obras diversas.<br />

628. ABT, A.-Die vo!kskündliche Literatur des Jahres 19II. Ein Wegweiser.-<br />

Leipzig, Teubner, 1913,5 m..<br />

6 2 9. ANCONA,A. - Saggi d¡ letteratura popolat-e.- Livorno, Giusti,<br />

1913, 16· vl-528 págs. Reseña en GsLit., 1913, XXXI, 226- 2 3°'<br />

630. ARAUJO,F. - El alma humana en el folklore. - E:\I, 1913, 293,<br />

196-201•<br />

631. BRUNA,J. C.--Las corridas de toros.-NT, 1913. XIII, 4, 17 2 - 1 9°,<br />

292-310.<br />

632 . CAMBRONERO, C. - Crónicas del tiempo de Isabel 11: Diversiones<br />

públicas, ópe,-as, conciertos, eorcografi'a, volatines y variedades,<br />

toros, bailespúblicos, etc. - E:\I, 1913, tomos 290 a 300 .<br />

633. CEPEDAy GUZMÁN,C. - Descripción de unajiesta de toros)' cañas<br />

que celebró la Maestrallza de Cabal/eria de Sevilla el año Ió7 I.<br />

Precédela un estudio biográfico y critico por D. Santiago<br />

l\1ontoto.-Sevilla, Escuelas profesionales de Artes y Oficios,<br />

1913,4.", jI págs.<br />

634. COlLlN DEl'LANCY,J.-1JiulOnario infernal. Estudio de los seres,<br />

personas, libros, hechos y cosas que hacen referencia a las<br />

apariciones, a la magia blanca y negra, al comercio dcl infierno,<br />

a las adivinaciones, a las ciencias secretas ....• Novísima<br />

edición, ilustrada y aumentado por Q. López Gómez. - Barcelona,<br />

s. i. ni a., dos tomos 4'·' 512 Y 535 págs.<br />

635- CROOKE,W. -Method of investigation and Folklore Originis.-<br />

Fo. XXIV, 1913. I.<br />

63 6 . D. F., G.·-Le cerisier dans la tradition populaire.-RTFr, 19 1 3,<br />

60·61.<br />

637. ESPINOSA, A. M. - Nao Mestcan Spanish Folk-Lore. - Repr.<br />

from the Journal of Amer. Folk-Lore. April-June, 1913,8 .•,26.<br />

63 8 . GUTI¡;;KREZSOLANA,J. ---Escenas y cosfumbres.-Madrid, N. Bel-<br />

trán, 1913,8.°,164 págs., 2,50 ptas.<br />

639- 1RIARTEREINOSO,T .. - Viajeros de alforja o de Alarcd» a San<br />

Sebastidn. Cost umb res aragonesas.··-Zaragoza, Imp. de Andrés<br />

Arantegui, 1913,8.° I1I-822 págs.<br />

640. J. R.-Sobre P. Pereda: Qttelquesproverbes des langues romanes.<br />

Livorno, 1912.,- RLR, 1913, LVI, 284.


pOEsíA POPULAR 147<br />

641. MONTOTO y RAUCHBH8TKAUCH, L.-Pu·sona/es, personas y jersonilhu<br />

fue andan por las tierras de ambas Castillas. - Sevilla,<br />

Libr, de San José, 1913, III, 4.°,187 págs., 4 ptas.<br />

642. NOGALES-DELICADO y RENDÓN,D. DE.- Dichos españoles, históricos,<br />

anecddtiaos, populares J' literarws.-Sel·illa, Imp. F. Díaz, 1913,<br />

643·<br />

8.°, 294 págs.<br />

PARDOBAZAN,E. - La cocina española antigua. Torno X de la<br />

Biblwteca de la mu/er.-Madrid,<br />

páginas.<br />

La Editora, 1913,8.° vrrr-a r a<br />

644. RAMOS,J.-Los ángeles de Cariaco. Tradición.-BANHCaracas,<br />

1913, n, [99-2°4.<br />

645· ROLLAND, K-Flore populaire d'Lhstoire naturelle des plantes dans<br />

leurs rapports avec la linguistique et lefolklore. Torno X. Pa-<br />

rís, Librai res-commisaionnairr-s, [913,8.°, V[-226 págs., 7 fr.<br />

(qó. SA1.ZMANN, R.-Rccopilaciótl de cábalas .vsupersticwnes para ganar<br />

a la lotería v tener suerte en todos losfuegos.:-: Barcelona, Imp.<br />

Artis y C.", [9[3,8.°, 9[ págs.<br />

647· SRR[LI.OT,P.-Le folklore. Littlrature orate et ethnograjie traditíonnelle.·-París,<br />

Libr, O. Doin et Fils, 19[3, [8°, XXll-395 páginas.<br />

Cf. RCr .. [913, núm., 37 (R. Basset),<br />

648. SI'ENCK,L. - The l'>fyths of Mexico and Peru. - London, Harrap,<br />

& C·. [9[3,8.°, XIV-367 págs.<br />

649· URQUIJO,J. DE. - Los refranes y sentencias de I59ó. Refranes<br />

castellanos y sus correspondientes vascos. - RIEV, eneromarzo,<br />

'913.<br />

Poesía popular.<br />

650. BAYO, c.-Romancert'llo del Plata. Contribución al estudio del Romancero<br />

Rw-Platense.-Madrid, V. Suárez, 1913, 8.°, 339 págs.<br />

651. CASTRO,A. -Romancerillo del Plata. - Nos, 1913, núm. 6.<br />

652. COI.I.AGUELLO,A. - Canciones infantiles a dos o tres voces. Tex-<br />

tos castellanos y catalanes. - Madrid, IIdef. Alico, 1913, 8.0,<br />

14, 3 ptas.<br />

653· CONTAMINEDE L"TOUR, E. '- Cltants nationau» de rAmerique latine.<br />

- París, 1913.<br />

654. ESPINOSA,A. }L - Sobre J. Vicuña Cifuentes: Romances populares<br />

y vulgares recogidos de la tradición oral chilena. - BDR,<br />

1913,49-55.<br />

655· K&R, \V. P. - Sobre R. Menéndez Pidal : ¡;;I Romancero Espa-<br />

,lol.-MLR, 1913, VIII, 264-267.<br />

656. Lo que se canta en Chile. Cancionero modernísimo. - Santiago<br />

de Chile, Imp. Renacimiento, 1913,8.°,84.<br />

6


148 BIBLIOGRAFfA<br />

ser el autor de este romance.] Extrait des Mélanges offerts a<br />

M. E. Picot.e--Parts, Libr, Damacene Morgand, 1913, "5-134.<br />

658. VWAL,M.- Cancionero de N (11Jidad. Villancicos, romances y coloquios<br />

de poetas castellanos de los sigloe XV, XVI Y XVII.-<br />

Madrid, D. Jorro, 1913. 16.°,64 págs., 0,50 ptas.<br />

659. WAGNU, R. L. -- Sobre R. Gil: Romancero juáeo-erpailol. -<br />

ZRPh, 1913. XXXVII, 743-745.<br />

NOTICIAS<br />

El tercer curso de vacaciones para extranjeros, organizado por la<br />

Junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas, se dará<br />

en Madrid del 13 de julio al 22 de « Visita de monumentos y ciudades históricas,<br />

Para todo lo referente al curso de vacaciones, inscripción, hospedaje,<br />

viajes, etc., dirigirse al Secretario de la Junta para ampliación<br />

de estudios. Plaza de Bilbao, 6, Madrid.<br />

-El retraso con que aparece este número es debido a la tardanza<br />

con que hemos recibido algunas revistas que necesitábamos para<br />

nuestra bibliografia.<br />

. El próximo número contendrá la bibliografía del primer semestre<br />

de 19'4, yen números próximos incluiremos, además de los tltulos<br />

de las publicaciones recientes, informaciones bibliográficas retrospectivas<br />

(de 1912, 1911, etc.),<br />

- El ,Sr. Asin nos comunica la siguiente adición a su artículo, página<br />

11, nota 3: Hay también una traducción francesa, Les animaux en<br />

disetlssion aoec r/wmme, en cAlJegories, récits poétiques et chants populaires,<br />

traduits par Garcin de Tassy», 2. a edlc, París, E ..Leroux, 18'76.


ABREVIATURAS<br />

DE LAS REVISTAS c:rTADAS EN LA BIBLIOGRAFíA<br />

A BIIA,~ Arrhi; f) hil,li, 'gr:'!licl. hispano-americano.<br />

i\Iadrk!.<br />

AEPC~tadrid· :\~uci~¡ción c:-p.liHIJa r.'ara p¡<br />

pcogre5-lc, d(~_ Lis C~¡('l,~( ías ...~~adl id.<br />

AEsp - Arte }'_'P'Ul\.'!. i\I'l\lrId<br />

ArA ._"-.'\rchi ..,o ;¡;cll_'-il!J!("it'al-u.<br />

AkR -- .:\kadt~nl¡:;dl\: kl1l1d:--cliatl. l.t·ip1.ig.<br />

Alh - l .a Alh anrb ru. (~ratla.da.<br />

¡\\1~ AHE - Ar~alt~s

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