ESPj\:\ oLj\ - Biblioteca Luis Ángel Arango
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REVISTA<br />
DE<br />
FILOLOGÍA ESPANOLA<br />
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Tomo l. EIERO-IIARlO 1914 Cuaderno 1.0<br />
EL ORIGINAL ÁRABE<br />
DE LA "DI S PUTA DEL ASNO<br />
CONTRA FR. ANSELMO TURMEDA"<br />
La primera sospecha de este plagio estupe-ndo vínorne a<br />
las mientes, al leer la introducción mag-istral de ;,fenénckz<br />
y Pelayo a sus Or¿!{CIles de la JVo'lda 1. El sobrio pero perfecto<br />
análisis que allí Se hace de la celebérrima J)ispltta del<br />
apóstata fraile mallorquín, me bastó para la sugestión: yo<br />
había leído aquello en otra parte, en un texto árabe, hacía<br />
tiempo. La curiosidad, aguijoneada, hizornc buscar entre mis<br />
libros árabes de análogo tema zoológ-ico, y topé por fin con<br />
un opúsculo, editado años ha en «I Cairo, cuyo título -- « Fl<br />
animal y el hombre» - y cuyo asunto -- una disputa acerca<br />
de la superioridad de éste sobre aquél -- confirniaban mis<br />
primeras sospechas 2. Xlas para convencerme plenamente y<br />
sugerir mi convicción a los otros, necesitaba disfrutar del<br />
1 ~Iadrid, Bailly-Ilaüliór«, 100~, ':01. 1, introtl., págs. C\' y siguientes .<br />
.-1!hayal/
MIGUEl. AS!:-l<br />
texto de Turrneda , conservado únicamente en una vcrsion<br />
francesa, cuya rareza hacíala casi inasequible. Un ejemplar de<br />
la edición de Pamplona guardado en la <strong>Biblioteca</strong> Nacional t<br />
me permitió felizmente realizar el deseado cotejo con mi texto<br />
árabe, y di ya por conclusa la sentencia; pero no me resolví<br />
a publicar el plagio, porque su demostración habría exigido<br />
insertar en mi artículo todo el texto francés de Turmeda, ya<br />
que la rareza de este texto no hubiese permitido a los lectores.<br />
hacer por sí mismos la necesaria consulta para su cotejo con<br />
el texto árabe.<br />
Renuncié, PUf'S, por entonces a dar publicidad a mi hallazgo,<br />
aunque bien a mi pesar, porque las circunstancias<br />
aguijoneaban a diario mi deseo: metido hace años en la tarea<br />
de estudiar la filiación arábiga de los libros de Raimundo<br />
Lulio, n(~gada inconsideradamente por algunos obcecados entusiastas<br />
del Doctor Iluminado 2, el plagio típico de Fr. Anselmo<br />
Turmoda - arabista , mallorquín y franciscano como<br />
aquél - se me ofrecía, sin buscarlo, como síntoma flagrante<br />
"1..\ DISPUTA DEI. AS:-¡O., DE TUR~IElJA<br />
lución, puesto que el cotejo de Turrneda con el original árabe<br />
podía estar ya, mediante aquella rcirn prr-si ón , al alcance de<br />
tocios los eruditos.<br />
r , - Resumen bio-bibliográflco sobre Tu rmeda.<br />
El nombre, la vida y las obras de Fr. .\nselmo Turrncda<br />
son bastante conocidas entre los investigadores de nuestra<br />
literatura medieval, y bien puedo ahorrarme aquí d trabajo<br />
de puntualizar los rasgos menos salientes de su biografía. Los<br />
eruditos catalanes le han consagrado hace años atención preferente<br />
en SIlS publicaciones regionales, y poco ha el Sr. :'Iird<br />
y Sans ha resumido destallo actual de las averiguaciones obu-nielas,<br />
redactando una Vida di' Fr .. 'll/.I"d/lltl Tnrmedn, que' ha<br />
sido publicada en el número ante-s citado de la N,'z'!f( /lispanique<br />
1, Bastará, pues, para nuestro propósito 'lile recordemos<br />
brevemente qlW Fr. ;\ns
4<br />
MIGUEL Asís<br />
blicaba también, en lengua catalana, varios opúsculos, como el<br />
Libre de bons ensenyaments, las Cables de la dioisio del regu:<br />
de Maliorques, las Profecics y, en 1417, su Disputa del A.;c.<br />
Muerto en olor de santidad, hacia 1420 y tantos, recibió honorífica<br />
sepultura en un mausoleo que todavía es objeto de vene-<br />
ración para los musulmanes tunecinos 1.<br />
Pocos escritores existirán en la Historia literaria que hayan<br />
tenido la fortuna de Turrneda: sus libros catalanes gozaron una<br />
fama extraordinaria en su patria; su polémica anticristiana circula<br />
hoy todavía entre los musulmanes, y su Disputa del ASIlO,<br />
vertida al francés, mereció cuatro sucesivas ediciones, desde<br />
1544 a 1606, aparte de la edición única del texto catalán, hoy<br />
desaparecida, y de otra versión alemana de 1606 2. La avidez<br />
con que el público francés devoró en tan pocos años las cuatro<br />
ediciones no era injustificada: el libro, aparte del incentivo<br />
malsano que le prestan los licenciosos cuentos bocachescos<br />
intercalados por el fraile apóstata, tiene en su fábula zoológica<br />
un interés y una atracción indiscutibles, que se deben, según<br />
Mcnéndez y I'elayo, a la «pronunciada originalidad», al «mucho<br />
ingenio y agudeza», a la «viva y fresca imaginación» que<br />
su autor derrocha a cada página 3. Importa, por lo tanto,<br />
aquilatar qué parte realmente corresponde a Turmeda en<br />
la paternidad de la Disputa. Y para que el lector pueda más<br />
fácilmente formar juicio, convendrá comenzar por ofrecerle<br />
I El Sr. Mirct publicó en (,1 Butl/tli de! Centre Excursionista d: CatatUlIya<br />
(fiarcdona, r~lro) un trabajo titulado La lomba dd escriptor catalá Fr.¡<br />
.tnselm Turmeda (11 /
_LA D:SP¡;TA DEL ASSQ" !lE TtJR~IEDA 5<br />
un esquema sucinto de la Disputa, algo así como el esqueleto<br />
de toda la fábula, siguiendo el texto francés reimpreso en la<br />
Rcvlfe ffi.rjJaltiqlfe, a cuya paginación me referiré, y numeran-<br />
do además las varias pruebas aducidas por Fr. Anse-lmo en la<br />
Disputa, para los efectos de la comparación que 1L1('gohabremos<br />
de hacer. El esquema se reduce a un pní!
6 MIGUEL AsfN<br />
exige antes un salvoconducto, con el cual comparece ante la<br />
asamblea.<br />
El león comienza por explicar a Fr. Anselmo la opinión<br />
de que se le acusa. Fr. Anselmo asiente y reconoce la verdad<br />
de la denuncia, ofreciendo probar con razones la superioridad<br />
del hombre. Los animales protestan a una voz y se lanzan a<br />
castigarle; pero el leopardo, primer ministro del león, lo impide.<br />
El león consulta con sus ministros y acuerda aceptar el<br />
reto de la disputa, delegando al asno. para defensor de los<br />
animales [363-377].<br />
CUERPO m: LA DISPUTA. -- La, Fr. Anselmo propone la primera<br />
razón de superioridad del hombre, fundada en su bella<br />
figura y semblante yen la proporción armónica de sus miembros.<br />
En cambio, los animales son feos y desproporcionados.<br />
Analiza las desproporciones del elefante, camello, buey,<br />
toro, carnero y conejo. Refuta el asno esta prueba por par-<br />
tes [377-379].<br />
z." razón, fundada en la perfección de los sentidos corporales<br />
y de la memoria. El asno contesta ponderando a su vez<br />
la excelencia de los sentidos y de la memoria en los animales;<br />
v. gro : en el caballo, águila, gato, escarabajo, perro, car-<br />
nero, golondrina, de. [379-385].<br />
3. a razón, fundada en la perfección del discernimiento,<br />
consejo y prudencia de los hombres para las artes, comercio<br />
y gobierno. El asno contesta ponderando a su vez la perfecta<br />
organización social y política de las abejas, avispas, hormigas<br />
y langostas [38 S-390].<br />
4'", la variedad, delicadeza y exquisito sabor de los manjares<br />
y bebidas del hombre. Responde el asno explicando las<br />
molestias, trabajos y preocupaciones que el hombre necesita<br />
sufrir para procurarse esos placeres, y las enfermedades que<br />
le acarrean. Antítesis en los animales [390-3931·<br />
S'", los placeres de los juegos, diversiones, músicas, risas,<br />
lujo, etc. Responde el asno ponderando las tristezas, dolores<br />
y lágrimas a que el hombre está sujeto [393-394].<br />
ó.", 1 rios ha nado a los hombres, y no a los animales, una<br />
ley religiosa, norma del bien y del mal, así como ritos y cere-
«LA DISPUTA n'EL ASNO', DE TURMEPA<br />
rnonias, etc, El asno la refuta sacando la consecuencia contraria,<br />
es decir, que Dios les ha dado ley para corregirles de sus<br />
vicios [395-398].<br />
7,a, el uso de vestidos finos y lujosos, que los animales no<br />
usan. El asno la refuta porque ese uso demuestra que los hombres<br />
roban a los animales las primeras materias de que fabrican<br />
con gran trabajo sus vestidos [398-400].<br />
S.", los hombres tienen reyes, nobles, sabios, abogados,<br />
poetas, etc., y no los animales. El asno responde que esto últi-<br />
mo es falso, y lo demuestra explicando cómo todos los animales<br />
tienen esas mismas clases de personas eminentes, y ponderando<br />
especialmente el buen gobierno de sus reyes [400-403].<br />
9. a , la unidad del semblante humano, el cual, a pesar de<br />
esto, no es del todo igual en dos personas: lo mismo ocurre<br />
con la palabra hablada y escrita. El asno responde que, en<br />
cambio, los hombres discrepan entre sí en ideas y creencias,<br />
y no así los animales [403-407].<br />
10. a , los hombres compran, venden, dan de comer y curan<br />
a los animales. Responde el asno qU{' lo mismo hacen los<br />
hombres unos con otros, y que con los animales Jo hacen, no<br />
por amor, sino por egoísmo [407-409].<br />
1 La, los hombres saben construir con variado ingenio<br />
casas, palacios, etc. Responde el asno ponderando la habilidad<br />
arquitectónica de las abejas, arañas, golondrinas, etcétera<br />
[409-411).<br />
12. a , los hombres comen la carne de los animales. El asno<br />
responde que asimismo los animales comen a los hombres.<br />
Intervienen, para confirmar esa refutación, la mosca, el moscardón,<br />
la chinche, el piojo, la pulga, el parásito de la sarna y<br />
el de la carie dental [411-418].<br />
13. a , la inmortalidad del alma humana, después {k la resurrección,<br />
en el ciclo, de que están privados los animales. El<br />
asno pone en duda la inmortalidad del alma humana, y añade<br />
que también es cierto que la mayoría de los hombres irán al<br />
infierno [418-4191.<br />
14·a, el hombre ha sido hecho a irnagr-n de Dios, y no los<br />
animales. El asno explica en qué sentido es el hombre sorne-
8 MIGUEL AsfN<br />
jante a Dios, mediante la teoría del microcosmos y del macrocosmos<br />
[419-424].<br />
15. a , entre los hombres hay frailes y monjes de muchas<br />
órdenes, que sirven a Dios. El asno responde que la mayoría<br />
son pecadores. El león le ordena que cuente a Fr. Anselmo<br />
algunos casos de frailes viciosos. El asno intercala varios cuentos:<br />
el de Fr. ]uliot, y siete más para probar que los frailes<br />
cometen los siete pecados capitales [424-457].<br />
16. a , los hombres tienen alma intelectiva, y los animales<br />
sólo tienen un poco de discreción natural. El asno la refuta<br />
explicando las maravillas del instinto en todos los actos de los<br />
animales: en la generación, en la crianza de los hijos, en el<br />
amor conyugal, etc. [457-464].<br />
17. a , los hombres son más limpios y bienolientes que los<br />
animales. El asno contesta que los aromas con que los hombres<br />
se perfuman y los adornos con que se embellecen proceden<br />
de los animales. Aquí intercala el asno una comparación<br />
entre los hombres y las plantas, para demostrar que<br />
aquéllos son inferiores también a éstas [464-469J.<br />
18. a , los hombres poseen muchas ciencias, especialmente<br />
la Astrología judiciaria, para adivinar el porvenir, mientras<br />
que los animales, como irracionales que son, conocen sólo lo<br />
presente. El asno responde que los animales superan a fray<br />
Anselmo en la ciencia astrológica, y, como prueba, añade que<br />
(,1 mismo, siendo asno, se atrevería a completar la profecía<br />
que sobre el cisma de Occidente había publicado Fr. Anselmo,<br />
con otra de su propia invención sobre el mismo tema. El<br />
león ordena al asno que la recite, y el asno satisface sus deseos.<br />
Recitada la profecía, los animales aplauden al asno, el<br />
cual solicita la opinión de Fr .. Anselmo. Éste también elogia<br />
la profecía, pero pidiendo que le declare su obscuro sentido.<br />
El asno accede a dar la interpretación cuando la disputa<br />
acabe [469-477].<br />
19.a, Fr. Anselmo propone como última razón de la superioridad<br />
del hombre, que Dios quiso tomar carne humana y<br />
no la carne de los animales, al venir al mundo. El asno confiesa<br />
que ésta es la única razón de superioridad legítima de
, VE TVRMEDA 9<br />
los hombres sobre los animales; pero añade que él la conocía<br />
muy bien desde el principio de la disputa [477-478].<br />
EpÍLOGo.-El león cierra la discusión dando la razón a<br />
Fr. Anselmo, cuyos talentos elogia. Marcha el león con todos<br />
los animales. Fr. Anselmo torna a su casa [478-479].<br />
3. - La Enciclopedia de los Hermanos de la Pureza,<br />
y su «Disputa de los animales contra el hombre».<br />
Pasemos ya a precisar cuál sea el original que Turmeda<br />
plagió en su Disputa.<br />
A mediados del siglo IV de la Hégira, correspondiente<br />
al x de nuestra Era, el pensamiento libre de los herejes motdciles,<br />
aliado con el sincretismo de los xiies, dió origen en Ba-<br />
sara a una escuela filosófico-política, cuyos adeptos tomaron<br />
el nombre de JIernianos de la Pureza, que, animados de un<br />
proselitismo 110 común, consagráronse a divulgar y propagar<br />
sus ideas por el mundo islámico, mediante la organización<br />
secreta de sociedades, conventículos o logias en las principales<br />
poblaciones. Ign6rase todavía cuál fuese el oculto resorte<br />
político que les movía en sus propaganclas; pero se conocen<br />
perfectamente sus doctrinas, porque cuidaron de consignarlas<br />
en una verdadera Enciclopedia formada por cincuenta y un tratados<br />
o epístolas (rasail}, que versan sobre todas las ciencias<br />
humanas y divinas: Matemáticas, Lógica, Física y Xletafísica<br />
o Teosofía. No puede precisarse quiénes fuesen los autores de<br />
cada uno de esos tratados; pero se conocen, en general, los<br />
nombres de algunos de los que intervinieron en su rcdacción<br />
t. Sábese también que el famoso matemático Maslarna<br />
de Madrid (-r 395=1004) introdujo en España, a su regreso<br />
de Oriente, esa Enciclopedia o quizá una redacción nueva de<br />
ella, debida a su pluma ~.<br />
1 He aquí lo, nombres de los cinco principales, según el Sahrazurí: 1.0 Abusuleirnan<br />
Mohárned hijo de Moxir, originario de Bost (
10 MIGUEL AsfN<br />
El espíritu que informaba las doctrinas de los Hermanos di<br />
la Pureza puede resumirse en pocas palabras: bajo el disfraz<br />
musulmán encubrían difícilmente las teorías emanatistas de<br />
los gnósticos y neoplatónicos; Dios o el Uno plotiniana crea<br />
por emanación a las hipóstasis del mundo ideal (intelecto, alma<br />
y materia universales), y por medio de estas hipóstasis produce<br />
los seres particulares del mundo espiritual (ángeles, almas,<br />
genios) y del mundo corpóreo o físico (esferas celestes,<br />
minerales, vegetales, animales). El hombre, meta de la emanación,<br />
cifra y resumen de todas las perfecciones creadas, es<br />
un mundo pequeño o microcosmos: por su doble naturaleza<br />
espiritual y corpórea, es a la vez un ángel y un animal, ocupando<br />
en la escala de los seres el peldaño intermedio entre<br />
ambos. Su perfección y su fin último consiste en despojarse<br />
de las propiedades animales para adquirir por la purificación<br />
o kálharsis las propiedades angélicas de su naturaleza espiritual.<br />
La purificación se obtiene por la práctica de las leyes<br />
éticas que dietaron los sabios y filósofos de todos los pueblos<br />
y revelaron los profetas de todas las religiones positivas. Este<br />
sincretismo estupendo (tan semejante a la moderna Teosofía<br />
en el empeño utópico de fundir en un mismo crisol los postulados<br />
de todas las religiones) asemejábasele también en su<br />
carácter vulgarizador: el estilo y la forma literaria de toda la<br />
Enciclopedia se acomoda, por esto mismo, a la mentalidad<br />
media del vulgo; sin rehuir el empleo de Jos términos técnicos<br />
de las ciencias, procurase siempre facilitar su inteligencia con<br />
copiosos y sugestivos símiles y ejemplos, y hasta intercalando<br />
a menudo largos apólogos, fábulas y cuentos, en los que se da<br />
realidad viva y concreta a las más abstrusas tesis metafísicas o<br />
a losm ás esotéricos misterios de la Mística y de la Teosofía l.<br />
mediados del siglo sibF\licnle, hacia 457 (IOÓS), fecha en que fijó su residencia en<br />
Zaragoza. Cfr. Asín, El fil,ísofo zaragozano AV!I/Ipaa (R!V. de Aragon, agosto<br />
de 1900).<br />
1 Para más amplia información sobre la Sociedad de los II:rmanos de la<br />
Pureza y la bibliografia de su Enciclopedia, véase a Brockelrnann, op. cit., 1, 213.<br />
Dieterici es el que principalmente se consagró a estudiar el sistema de estos<br />
filósofos místicos del islam. Cfr. Goldzihcr, Vorlesungm übtr den Islam (Heidel-
12 MIGUEL AsfN<br />
00 a la vista las ediciones más fidedignas. Porque es de notar<br />
que el apólogo tiene varias, pues el interés de su tesis, la belleza<br />
literaria de la composición y trama y la elegancia retó,<br />
rica del estilo y del léxico, han hecho que gozase, entre los<br />
musulmanes, de un predicamento no menor que la Disputa<br />
de Turmeda entre los cristianos. Sin contar las ediciones de<br />
la Enciclopedia íntegra de los Hermanos de la Pureza (en todas<br />
las cuales se inserta, como es claro, el apólogo en cuestión),<br />
ha merecido también ediciones sueltas y versiones. Hace más<br />
de un siglo, desde los albores de la imprenta musulmana, fué<br />
impreso en Calcuta el año 1812 y reeditado en 1842; en<br />
Bombay, el 1885-88; en Leipzig, por Dieterici, en 1881, etc.;<br />
existe, además, desde el siglo XVI, una versión turca, bajo el<br />
título de Libro de la nobleza del hombre, y otra indostánica,<br />
editada en Londres en 1861. Finalmente, el año 1900 ha sido<br />
reeditado el texto árabe en el Cairo por Mohárncd Alí Kámil.<br />
Esta edición última es la que yo poseía, y de la que me he<br />
servido fundamentalmente para mi estudio, porque está más<br />
al alcance de los eruditos, a causa de lo reciente de su publicación<br />
l. En el análisis que a continuación inserto me he<br />
permitido dividir el cuento en un prólogo, un epílogo y cinco<br />
capítulos o partes (señaladas cada una con números romanos),<br />
y numerar también las pruebas aducidas en el pleito con cifras<br />
arábigas entre paréntesis. La paginación del texto árabe va<br />
indicada de igual manera, al fin de los principales párrafos<br />
de cada capítulo. Estas modificaciones tipográficas facilitarán<br />
luego el cotejo con la Disputa de Turrneda.<br />
4.-Análisis de la «Disputa de los animales contra el hombr-e».<br />
PRÓLOGO. - Los hombres, al principio, vivían en cuevas y<br />
en lo abrupto de las montañas, para mejor defenderse de las<br />
con la traducción alemana de Dietcrici titulada D¿,' Streit zuiisclun l>fmsch tmd<br />
Thier (Berlín, 1858).<br />
1 Es la que más arriba cito bajo el titulo AllUJ)'a'uÍIZ nalinsán; Cairo, 1900,<br />
imprenta Attaraqu». A lo qlle parece, es una reproducción de la de Dieterici,<br />
pues divide los párrafos y los rotula como éste, en vez de dar el texto sín solución<br />
de continuidad, como lo hace la edición Ilombay de la Enciclopedia.
'LA DISPUTA DEL ASNO>, DE TURMEIlA<br />
fieras. Comían sólo vegetales, vestíanse con las hojas de los<br />
árboles y cambiaban de climas según las estaciones. Poco a<br />
poco perdieron el temor, bajaron a los llanos y fundaron ciudades.<br />
Desde entonces comenzaron a someter a las bestias,<br />
sirviéndose de las vacas, camellos, caballos, mulos, asnos, etc.,<br />
para su provecho, es decir, para montarlos y cargarlos y para<br />
las labores agrícolas, imponiéndoles fatigas superiores a sus<br />
fuerzas y privándoles de su nativa libertad. Los demás animales<br />
consiguieron evitar la esclavitud huyendo de los lugares<br />
poblados a los desiertos: así escaparon las fieras y muchas<br />
aves. Los hombres se dedicaron a cazarlos con todas las artes<br />
y habilidades imaginables, porque los consideraban como<br />
esclavos suyos que habían eludido injustamente el yugo a<br />
que por su naturaleza debían estar sujetos [2].<br />
Pasaron los años, y Mahoma fué enviado por Dios como<br />
profeta para los hombres y los genios. Una raza de estos últimos<br />
se convirtió al islam. :'\lgún tiempo después llegó a reinar<br />
sobre los genios un príncipe sabio y prudente, llamado<br />
Biuarasb, apellidado Xah Marddn, que tenía su corte en una<br />
isla llamada Biasag án, en medio del mar Verde, contiguo al<br />
Ecuador 1.<br />
A esta isla arribó un día un barco con un gran número de<br />
hombres, mercaderes, artesanos, sabios, etc., que al desembarcar<br />
se maravillaron, no sólo de la hermosura y abundancia<br />
de su vegetación, sino de que los animales de tocla especie<br />
convivían allí con los genios, sin temor de ningún género [3]·<br />
Estos hombres, encantados de la bondad del clima y de<br />
las excelentes condiciones de la vida, construyeron en dicha<br />
isla casas y las habitaron. Pronto también comenzaron a querer<br />
emplear a las bestias para los mismos oficios de carga,<br />
arrastre y montura a que las sometían en sus países; pero las<br />
j Estos nombres propios no son árabes: Biuarasó es el nombre de un rey<br />
mítico de la Persia, a quien los historiadores árabes hacen vivir en tiempo de<br />
Abraharn (Cfr. Ibn-ei-Athir] Cñronicon, edic. Tornbcrg, 1,53)' Xa!, .Vardti,t es<br />
titulo real, también persa, que Dieterici traduce . Biasa-<br />
7"" es una ciudad del Tnrqucstán oriental, cercana a Kaxgar, según el I.~.t"iCOIt<br />
G,'Ografhicu/JI de [uynboll, l, ¡Q;.
estias huyeron igualmente, y se vieron sin cesar perseguidas<br />
por los hombres, que las cazaban con astucia, porque creían<br />
tener derecho a someterlas a su servidumbre.<br />
Las bestias entonces se reunieron en consejo y enviaron<br />
a sus respectivos diputados y oradores para que reclamasen<br />
ante el rey dc los genios, Biuarasb el prudente. Éste despach6<br />
un emisario que obligase a los hombres a que acudiesen a su<br />
presencia.<br />
Los hombres eran cerca dc setenta y procedían de diferentes<br />
razas y países de la tierra. Llegados que fueron a la<br />
corte del rey, hízoles éste presentarse ante su trono, tres días<br />
después. Una vez allí presentes, pídeles el rey explicaciones<br />
por su llegada a la isla sin previo aviso. Uno de los hombres<br />
contesta que han recurrido a él, fiados en su justicia, para reclamar<br />
contra la insubordinación de las bestias, que no quieren<br />
someterse a la esclavitud a que están obligadas. Ordena el rey<br />
que expongan las razones en que se fundan para decir que las<br />
bestias son sus esclavos [4].<br />
Un orador de los hombres sube a la tribuna y comienza<br />
su alegato, fundado en razones teológicas y filosóficas. Las<br />
teo16gicas son textos del Alcordn, coherentes con otros de la<br />
Tora y EVa1l;r;elio, en que se afirma que las bestias fueron creadas<br />
por y para el hombre y que son sus esclavos.<br />
Pregunta el rey a las bestias qué responden a estos argumentos.<br />
El mulo, diputado de las bestias, se levanta y echa<br />
otro discurso [5] aún más retórico, para evidenciar que aquellos<br />
textos sólo significan que los animales fueron creados<br />
para beneficio del hombre, lo mismo que lo fueron el sol,<br />
luna, nubes y vientos, sin que éstos sean siervos del hombre<br />
por eso [6]. Los animales vivían en la tierra libres y seguros<br />
antes de la creación del hombre, sirviendo a Dios y cantando<br />
sus alabanzas; pero el hombre, con su tiranía, les quitó injustamente<br />
esa felicidad en que fueron constituidosj por el Creador.<br />
Y ahora pretenden, sin pruebas, que es insubordinación<br />
de los animales lo que s610 es reivindicación de un derecho<br />
[7].
'I.A DISPUTA DEL AS:iO~, fJE TURMEDA<br />
1<br />
El rey manda a un heraldo que pregone por todo su reino<br />
la convocatoria de una asamblea a la que deben asistir los<br />
jueces, testigos y jurisconsultos de los genios, y en la cual se<br />
propone dirimir con su ayuda el pleito entre las bestias y los<br />
hombres. Pide seguidamente a éstos que aleguen sus pruebas<br />
y razones.<br />
El diputado de los hombres da sus primeras razones de<br />
superioridad, fundadas en la belleza de su forma, en la corrección<br />
proporcionada de su figura y aspecto, en la estatura<br />
erecta de su cuerpo, en la excelencia de sus sentidos, en la<br />
agudeza sutil de su discernimiento, en el ingenio sagaz de sus<br />
almas y en la facultad de pesar las razones, que poseen sus<br />
inteligencias [8J.<br />
Refuta el diputado de las bestias la primera razón, de la<br />
estatura erecta, explicándola como cfecto necesario de la debilidad<br />
del hombre, que nace falto de medios para subsistir, si no<br />
se aprovecha de los frutos de los árboles para el alimento y de<br />
sus hojas para abrigo. En cambio las bestias son cuadrúpedos,<br />
para poder pastar del suelo. Interviene un sabio de los genios<br />
para completar la explicación.<br />
Habla el diputado de los hombres sobre la desproporción<br />
de los animales [9]: del camello, cuyo cuerpo, grande, tiene<br />
cuello largo, orejas pequeñas y cola corta; del elefante, cuyo<br />
cuerpo, muy grande, con colmillos largos y orejas anchas, tiene<br />
ojos pequeños; de los bueyes y búfalos, de cola larga, cuernos<br />
duros y sin dientes en la parte superior; del carnero, de<br />
grandes cuernos, cola recia y sin barba; del cabrón, de larga<br />
barba y sin cola; del conejo, pequeño de cuerpo y con grandes<br />
orejas. Asimismo se advierte en la mayoría de los animales.<br />
Responde el diputado de los animales que el que desprccía<br />
la obra desprecia al artífice, y los animales son obra de
16 MIGUEL AsfN<br />
Dios, que los ha creado sabia y perfectamente. Explica la<br />
razón de las aparentes desproporciones del camello, elefante,<br />
conejo, etc. [10].<br />
Refuta la razón fundada en la excelencia de los sentidos<br />
del hombre, con ejemplos de animales cuyo instinto supera a<br />
los más finos sentidos de las personas [11].<br />
Refuta, por fin, la excelencia del entendimiento humano,<br />
porque el solo hecho de envanecerse de poseerlo le quita todo<br />
valor de discreción, pues no es obra del hombre, sino de<br />
Dios [12].<br />
[2. a PRUEBA]<br />
Presenta el hombre otros títulos de dominio sobre los animales:<br />
el hombre los compra y vende, les da de comer y<br />
beber, los asiste y defiende, los cura y educa, etc.<br />
Responde el diputado de las bestias que también se compran<br />
y venden los hombres unos a otros alternativamente por<br />
el derecho de la fuerza en la guerra. Y 10 demás que dicen, no<br />
10 hacen por amor a los animales, sino por mejor explotarlos<br />
[13].<br />
En confirmación de esto último, intervienen en la disputa<br />
el asno, el buey, el carnero, el camello [14], el elefante, el<br />
caballo y el mulo, alegando los malos tratos que del hombre<br />
reciben [15].<br />
El camello ruega al cerdo que exponga las injusticias del<br />
hombre para con él. Alegato del cerdo [16].<br />
El asno ruega a la liebre que alegue las injusticias del hom-<br />
bre para con ella. Alegato de la liebre [17], en medio del cual<br />
censura ésta también al caballo, porque ayuda al hombre para'<br />
que la persiga en la caza.<br />
El hombre defiende al caballo, haciendo la apología de sus<br />
prendas físicas y morales [18].<br />
La liebre opone a esta apología las malas cualidades del<br />
caballo, semejante a los vicios humanos.<br />
Interviene el asno para decir que la perfección absoluta<br />
sólo es de Dios [19].<br />
El buey añade que las criaturas que poseen más perfección
«LA DISPUTA DEL ASNO', DE TURM10A<br />
deben perfeccionar a las menos perfectas. Yeso no lo hacen<br />
los hombres.<br />
Todas las bestias piden a coro al rey de los genios [20]<br />
que les haga justicia contra los hombres.<br />
El rey consulta a sus sabios y jueces, los cuales asienten<br />
a las razones de las bestias, y las confirman diciendo que tarnbién<br />
los genios huyeron de la convivencia de los hombres por<br />
análogos motivos.<br />
Termina la sesión, convocando un heraldo a todos los<br />
asistentes para reanudar la vista al día siguiente [2 r].<br />
II<br />
El rey de los genios conferencia con su VISIr lJcidar, pidiendo<br />
le aconseje el plan más acertado para dirimir el pleito.<br />
El visir le aconseja reunir una asamblea de SU:i filósofos, jueces<br />
y juristas, que lo estudien y resuelvan. Reunida la asamblea<br />
[22], propone un jurista que las bestias redacten un<br />
escrito de denuncia, informado por varios abogados, y que<br />
luego sentencie el juez si los hombres deben vender las Iwstias,<br />
o darles libertad, o 10 que proceda en derecho.<br />
Refuta tal solución otro consejero y propone que todas las<br />
bestias huyan de noche, abandonando las moradas de los<br />
hombres con la ayuda de los genios, para que la Humanidad<br />
sufra las consecuencias de su injusta conducta con las bestias.<br />
El jefe de los sabios desestima esta solución por irnpracticahle<br />
[23]. Lo mismo opina el jefe de los filósofos. La discusión<br />
se empeña entonces sobre la enemistad ingénita que existe<br />
entre los genios y los hombres [24-25].<br />
Un sabio de los genios explica al rey, con este motivo, la<br />
historia de la creación de los genios y la de los hombres (Adán<br />
y Eva, Paraíso bíblico, pecado de los primeros padres, expulsión<br />
del Paraíso, penitencia, etc.), Los primeros hombres convivieron<br />
con los genios, los cuales les enseñaron las artes; pero<br />
como uno de éstos, Asazil o el diablo, fué quien tentó e hizo<br />
pecar a Adán y Eva, los hombres odiaron ya siempre a los<br />
genios, a los cuales atribuyeron todos los males de la tierra.<br />
TO~I) 1. ;,
IS<br />
~I¡;UEL AS¡~<br />
El narrador refiere las alternativas de concordia y enemistad<br />
de los genios con los hombres, a través de los siglos de la ley<br />
mosaica, de la ley evangélica y del islam. Mahoma consiguió<br />
por fin volver a unirlos bajo su religión. Por todo esto, no es.<br />
prudente que ahora los genios ayuden a las bestias en contra<br />
del hombre, puesto que renacería' de nuevo su secular ene-<br />
mistad [26-30).<br />
El rey, oída la historia, pregunta al sabio de los genios.<br />
qué medio le aconseja emplear para dirimir la contienda de<br />
las bestias y el hombre. El sabio propone que el rey incoe de<br />
nuevo el expediente del pleito, haciendo comparecer y hablar<br />
a los contendientes. Otro sabio de los genios se permite dudar<br />
que las bestias posean la facundia y elocuencia precisas para<br />
contender dignamente con los hombres [31].<br />
Entretanto, los hombres, reunidos, discurren largamentepara<br />
adivinar qué pensará resolver el rey de los genios sobre su<br />
pleito. Cada cual emite su opinión y propone medios para eludir<br />
una sentencia adversa, caso de que recaiga. Después deproponer<br />
algunos comprar con regalos el favor de los consejeros,<br />
jueces y ministros del rey, plantea uno esta grave cuestión ~<br />
y si el rey o sus jueces nos obligan a exhibir los títulos de pro-'<br />
piedad que prueben jurídicamente que lag bestias son nuestros<br />
esclavos, ¿qué haremos? Uno de los hombres, árabe de raza,<br />
propone contestar que dichos títulos perecieron en el diluvio<br />
y que no quieren substituirlos mediante juramento, porqueéste<br />
debe prestarlo el que reclama y no el poseedor. Si las.<br />
bestias juran, recusaremos su juramento como falso, y aduciremos<br />
pruebas filosóficas en apoyo de nuestro derecho. Otra<br />
cuestión se plantea: Si el juez nos condena a vender las bestias,<br />
¿qué haremos? Los hombres ciudadanos admiten gustosos<br />
la solución; pero los campesinos la rechazan [32-34].<br />
Simultáneamente a esta asamblea de los hombres, las bestias<br />
tienen también una reunión para cambiar impresiones<br />
sobre su conducta en 10 futuro. Todas convienen en que el rey<br />
de los genios las volverá a convocar para discutir más sobre el<br />
pleito; pero temen no tener la elocuencia necesaria para hacer<br />
valer sus razones y sus derechos en la discusión. Ante tal con-
«LA DISPUTA DEL ASNO', IJE TURMEI>A 19<br />
ílicto, una propone enviar embajadas a todas las especies animales,<br />
rogándoles que cada cual designe un diputado de su<br />
seno que sea orador elocuente, para que en la nueva vista<br />
del pleito aduzca los méritos y razones que rospa su especie.<br />
Aceptada la idea, envían seis embajadores a cada una de las<br />
seis especies zoológicas (sin contar la séptima, la de las bestias,<br />
constituída por los animales allí presentes): fieras, aves de<br />
rapiña, pájaros, insectos, reptiles y animales acuáticos [:)5].<br />
m<br />
El embajador primero comunica al león, rey (k las fieras,<br />
el acuerdo (le que envíe un diputado que las rr-prc-sr-ntc y<br />
defienda en el pleito. El león convoca por UI1 heraldo a sus<br />
súbditos para que designen quién de ellos deba ser. El tigre,<br />
su visir, objeta que al león toca, como rey, maridar, y él<br />
las fieras obedecerle, pues en esto estriba el bUPI1 gobierno<br />
[36-38]. Con este motivo, el tigre explica al ]('('11 las condiciones,<br />
derechos y deberes del buen rey y de los buenos<br />
súbditos. Ofrécense después como candidatos para la diputac¡(,n,<br />
sucesivamente, el tigre, la pantera, el lobo, la zorra, la<br />
comadreja, el mono, el gato, el perro, la hiena y la rata, que<br />
ponderan sus respectivas aptitudes. El león desestima sus<br />
ofrecimientos,' porque las cualidades de todas Ia~ fieras son<br />
útiles s610 para el combate guerrero, no para la reposada discusión<br />
científica. Vuelve, pues, el león a pedir su consejo al<br />
tigre sobre cuál sea el candidato más apto [.19-40]. El tigre<br />
pide al león diga las dotes que deba reunir el diputado. Enuméralas<br />
el Ieón : inteligencia, bondad, elocuencia, rnr-rno ria,<br />
cautela, discreción, prudencia, sigilo, etc. El tign' afirma que<br />
tales dotes sólo las reune Clliltl, hermano de Dill/l/tI, o sea (-1<br />
chacal 1. Acepta Costeel nombramiento y pide instrucciones<br />
para defenderse contra los enemigos de su propio linaje, 1.' <br />
Lrnín Hindié (Cairo, J00?\ p;',g. ,(,.
20 MIGUEL Asf~<br />
son los perros domésticos. Explica el chacal con este motivo<br />
la amistad y convivencia del perro con el hombre, y su causa<br />
(la semejanza de cualidades psicológicas). Pregunta elle6n si<br />
hay otra fiera que, como el perro, se haya habituado a convivir<br />
con el hombre. El oso responde que los gatos, por análogas<br />
causas que los perros; y asimismo, el ratón, la rata y la<br />
comadreja, y las panteras y monos cautivos. Acaba el oso<br />
explicando el origen histórico de la convivencia de perros y<br />
gatos con cl hombre y los tristes efectos de ella para ambas<br />
razas canina y felina. El león, finalmente, envía al chacal como<br />
diputado de las fieras [41-45].<br />
El embajador segundo comunica al Símurg, rey de los pájaros<br />
1, el acuerdo de que envíe un diputado que los repre-<br />
sente y defienda en el pleito. El rey convoca por un heraldo<br />
a todas las aves terrestres y marinas y pide a su visir, el pavo<br />
real, que designe diputado. El pavo real enumera las aves quc<br />
a su juicio pueden servir, y va sucesivamente ponderando las<br />
habilidades canoras que reunen las siguientes: abubilla, gallo,<br />
perdiz, paloma, francolín, alondra, calandria (?), cuervo, golondrina,<br />
grulla, chocha y ruiseñor. A la descripción de cada una<br />
de estas aves acompaña la interpretación de sus respectivos<br />
cantos. El rey de las aves, por consejo de su ministro el pavo<br />
real, designa como diputado al ruiseñor, el cual marcha segui-<br />
damente a cumplir su misión [45-52].<br />
El embajador tercero comunica al rey de los insectos, es<br />
decir, al Yasub, príncipe de las abejas, el acuerdo de que envíe<br />
un diputado que los represente y defienda en el pleito. El rey<br />
convoca por un heraldo a todos sus súbditos y les dice de<br />
qué se trata. El jefe de las avispas y el de las langostas se<br />
apresuran a ofrecer sus servicios, creyendo que se trata de<br />
dañar a los hombres. Seguidamente ponderan el molesto<br />
efecto de sus picaduras las chinches, las avispas, las moscas<br />
y los moscardones. Pero el rey les hace comprender que el<br />
1 Este nornbrc , que en otros pasajes del apólogo aparece alterado en<br />
Xalllllur¡:, es, sq¡ún Dieterici, de origen indio persianizado, y significa el rey de<br />
los pájaros, sin que pueda precisarse a qué pájaro se refiere en concreto. Más<br />
blcn es un ave mítica, como el I'homix de los griegos y latinos.
sucusc Así!!<br />
cación, el rey pregunta a sus súbditos quién debe ser elegido<br />
diputado. El delfín propone a la ballena, que no sólo es el<br />
mayor y más hermoso de los peces, sino también el más<br />
acepto al hombre, desde que a un profeta le sirvió de morada.<br />
La ballena se excusa, porque carece de pies para ir al<br />
lugar de la discusión, de lengua para hablar y de resistencía<br />
contra la sed, fuera del agua. Propone a su vez a la tortu<br />
ga, que está exenta de estos defectos; pero la tortuga también<br />
rechaza el cargo, porque su tardo paso para tan largo camino<br />
y su taciturno carácter le impiden aceptar. Propone a su vez<br />
al delfín. f:ste propone al cangrejo, que tiene muchos pies<br />
para la marcha y que es acometivo para el combate; pero el<br />
cangrejo también rehusa, porque su figura ridícula y desproporcionada<br />
será objeto de la befa de los hombres, Propone al<br />
cocodrilo, que es de rápido andar y de larga lengua; pero el<br />
embajador vuelve a hacerles notar que el candidato necesita<br />
ser de carácter manso y justo, además de inteligente. Entonces<br />
el cocodrilo propone a la rana, que reune todas estas<br />
2~ , MIGUEL ASfx<br />
acuáticos. En su discurso hace una digresi6n para demostrar<br />
que si entre los habitantes de las aguas unos comen a otros.<br />
lo mismo ocurre entre los animales terrestres y entre los<br />
hombres; pues si éstos se nutren de la carne de los animales,<br />
los animales a su vez comen también la carne de los cadáveres<br />
humanos. Es, pues, ley del cosmos: corruptio unius conseruatio<br />
alterius. Y por tanto, en esto no superan los hombres a<br />
los animales: unos y otros proceden del polvo y al polvo van<br />
a parar. Acaba la rana con el siguiente argumento, para probar<br />
que los hombres no son los señores de los animales:<br />
Si las fieras, aves de rapiña, serpientes, dragones y cocodrilos<br />
se lanzasen sobre los hombres, no quedaría ni uno con<br />
vida [84-90].<br />
El rey de los genios interpela a los hombres preguntándoles<br />
por su rey. Los hombres responden que ellos no tienen<br />
uno solo, como cada especie animal, sino varios. El hombre<br />
del Irac explica esta diferencia mediante una disertaci6n filosófica<br />
sobre la organización de las sociedades políticas y sus elementos<br />
diversos en función de la variedad de climas, lenguas,<br />
costumbres, ideas, etc., que reclaman reyes distintos [90-93].<br />
El rey pasa a interpelar al diputado de los insectos, que es<br />
la reina de las abejas, la cual describe extensamente sus maravillosas<br />
dotes arquitectónicas, la exquisita dulzura de sus<br />
excrementos, la prodigiosa anatomía de sus cuerpos, predispuesta<br />
por Dios para aquellos fines, la organización política<br />
de sus colmenas, etc. Admírase el rey de la persecución injusta<br />
con que los hombres premian la bondad de las abejas. La<br />
reina de éstas pregunta a su vez al rey de los genios cuál es<br />
la organización política de su sociedad y cómo los genios<br />
están sometidos a sus príncipes. Con este motivo el rey diserta<br />
largamente sobre los genios en sus relaciones con los ángeles,<br />
con los hombres y con el Creador. Tan larga e íntima es<br />
la conversación que mantiene el rey de los genios con la reina<br />
de las abejas, que los hombres se indignan de tan extraordinaria<br />
muestra del real aprecio a un insecto. Pero un sabio de<br />
los genios les tranquiliza respecto de la imparcialidad del rey<br />
en sus juicios [93-10°1.
26 ~11';UEL AsfN<br />
tias y cuidados para la adquisición de la riqueza con que procurársclos,<br />
para la transformación ingeniosa de los productos<br />
naturales mediante las artes y oficios de la alimentación, para<br />
la guarda y conservación de los alimentos y de la moneda con<br />
que adquirirlos; y después de todo, aquellos deleites traen.<br />
como triste secuela para los humanos, una serie infinita de<br />
enfermedades y dolencias largas y rnolcstísimas, cuando no<br />
mortales. En cambio los animales no están sujetos ni a las<br />
necesidades facticias de la industria y el comercio para la<br />
adquisición y transformación de los alimentos, ni a esas enfermedades<br />
que derivan de la gula. Son, por lo tanto, más libres,<br />
menos esclavos que los hombres. Es cierto que también algunos<br />
animales padecen de esas mismas dolencias; pero son tan<br />
sólo aquellos que por la convivencia con los hombres adquieren<br />
sus vicios, perdiendo la rectitud natural del instinto; los<br />
que viven en libertad y lejos del hombre, sólo comen y beben<br />
en la cantidad y ocasión estrictamente necesarias para la vida.<br />
Pero, además, el alimento y la bebid'a y la medicina mejor de<br />
que usan los hombres es la miel, baba de la abeja. Por otra<br />
parte, hombres y animales, en los primeros tiempos, participaban<br />
de la misma sobriedad en su alimentación vegetariana<br />
y naturalista, y sólo cambiaron de gustos después del pecado.<br />
Finalmente, las diversiones y regocijos de que se glorían los<br />
hombres van siempre acompañados o seguidos de tristezas y<br />
penas: al lado de las fiestas nupciales, de las risas y las músicas,<br />
está como contraste y compensación el luto y los gemidos<br />
del cortejo fúnebre. En cambio los sanos placeres y alegrías<br />
de la vida del campo, que los animales disfrutan, están<br />
exentos de toda tristeza, y equivalen además, si no superan, a<br />
\<br />
todas las artificiosas diversiones de los hombres [I07-II3].<br />
15," PRUEBA]<br />
El rey de los genios vuelve a preguntar si los hombres<br />
tienen algo más que alegar. Levantase el diputado hebreo y<br />
aduce como prueba de superioridad de la especie humana el<br />
hecho de haber sido distinguida por Dios con la gracia sobre-
n.A. DISPUTA DEL ASNO-, DE TUR:.II!DA<br />
natural de la inspiración y misión profética, es decir, con la<br />
revelación de las Sagradas Escrituras, en que se contienen tan<br />
sublimes documentos y exhortaciones morales para la perfección<br />
de las almas, y tantos ritos, ceremonias y fiestas religiosas<br />
para tributar con ellas a Dios el culto que le es debido.<br />
También el ruiseñor se encarga de refutar esta prueba, haciendo<br />
ver cómo todos los preceptos y prohibiciones de la ley<br />
religiosa han sido dados cabalmente como freno contra los<br />
vicios de los hombres, y las ceremonias del culto como cstímulo<br />
para la práctica de la virtud; y esto es síntoma evidente<br />
de la nativa perversión de los hombres que de tamaños remedios<br />
necesitan para ser buenos. Ni tampoco todos ellos cumplen<br />
la ley religiosa espontáneamente, sino violentados por el<br />
temor del castigo. En suma: la revelación es una prueba de<br />
que los hombres en su mayoría i¡:;noraban la existencia dc su<br />
Creador y le ofendían; por eso fué necesario que Dios les<br />
enviase a los profetas como maestros y médicos, y les impusiese<br />
ritos religiosos para expiar y corregir SllS vicios; v. gr.: la<br />
ablución ritual para limpiar las manchas morales que se contraen<br />
por el abuso del deleite venéreo; la oración y el ayuno,<br />
medicina expiatoria de los pecados de la lengua; la limosna,<br />
contra la avaricia y el robo, etc, Además, la falta de libros<br />
revelados es una prueba de superioridad en los animales, pues<br />
si no necesitan de tal revelación escrita como ley a que sujetarse,<br />
es porque Dios les inspira directa e individualmente<br />
por el instinto la recta norma que deben seguir y de la cual<br />
jamás se apartan; y si no necesitan fiestas ni templos, es porque<br />
espontáneamente dan a Dios el culto que deben todos los<br />
. días en el grandioso templo de la Naturaleza [T 13- 11 i]·<br />
L6." PRUEnA]<br />
El rey tic los genios pre¡:;unla
MIGUEL AsfN<br />
lo traen vestido, es con coberturas ásperas y feas. El chacal,<br />
diputado de las fieras, deshace fácilmente la objeción, observando<br />
que los hombres roban a los animales las primeras materias<br />
para sus vestidos; los animales, por lo tanto, tendrían<br />
más derecho a envanecerse, ya que ellos poseen esas primeras<br />
materias desde que nacen, y no los hombres, que nacen desnudos<br />
y que para cuhrirse necesitan arrebatarlas a los animales<br />
y trahajarlas con arte después. Cabalmente esta fué la pena impuesta<br />
por Dios a Adán y Eva a raíz de su primer pecado: en<br />
el estado de inocencia cubríanse como los animales: el cabello,<br />
descendiendo sobre todo el cuerpo, ocultaba sus desnudeces,<br />
les preservaba de las inclemencias del tiempo y I~<br />
servía de vestido, de almohada y de adorno; pero después de<br />
pecar perdieron la felicidad que disfrutaban, fueron arrojados<br />
del Paraíso y, cayéndoseles el cabello, quedaron desnudos<br />
[I I¡-I20].<br />
El homhre iraqul interrumpe al chacal, desviando la polémica<br />
con este ataque personal: Las fieras son las que menos<br />
debieran hablar en este pleito, porque son la especie zoológica<br />
menos numerosa, la más cruel, la menos útil, la más dañina,<br />
la menos sobria, la más voraz, la que más persigue a<br />
todos los demás animales. Pero el chacal responde que de los<br />
hombres aprendieron las fieras esta crueldad para con las<br />
bestias: antes de Adán, las fieras se nutrían de las carnes<br />
rnorteciqas, sin necesidad de cazar y matar a las bestias vivas;<br />
los hombres, después, esclavizaron a la mayor parte de éstas;<br />
y desde entonces, faltas las fieras de aquel su natural sustento,<br />
hubieron, por fuerza, de procurárselo violentamente. En la<br />
forma cruel y sanguinaria de destrozar a las bestias, también<br />
imitan las fieras a los hombres, que aun añaden los tormentos<br />
del arte culinario después de matarlas, y los golpes y<br />
castigos injustos a que las someten en vicia. De otra parte,<br />
mal pueden hablar de injusticias y crueldades los hombres,<br />
que con tal saña se hieren y matan unos a otros, se engañan,<br />
traicionan y persiguen con exquisitas arterías, desconocidas<br />
de las fieras más sanguinarias. Y por lo que atañe a la pretendida<br />
inutilidad de las fieras, tampoco pueden hablar de
"lA DISPUTA DEL ASNO», DE TUltNIlDA<br />
ella los hombres, que se sirven de sus pieles, pelos, lanas, etc.<br />
Ni ¿qué provecho reportan los hombres a los animales? Y en<br />
lo que se refiere a las guerras o ataques de las fieras contra<br />
las bestias más débiles, n~ son sino imitaciones del asesinato<br />
de Caín contra Abel y de las violencias de todos los conquistadores<br />
en todos los siglos y países. Finalmente, si los hombres<br />
examinasen sin pasión la condición de las fieras, se convencerían<br />
de que son mejores que ellos. Verían, en efecto,<br />
que los ascetas, devotos y santos no consiguen la meta de su<br />
perfección sino cuando huyen de la sociedad de los hombres<br />
para buscar la convivencia de las fieras en los montes y en<br />
los desiertos. en sabio de los genios confirma esta última<br />
aserción del chacal, con lo que los hombres quedan confundidos,<br />
y se levanta la sesión II 20- 124].<br />
V<br />
li." PRUEBAI<br />
Al día siguiente, reunida de nuevo la asamblea, pregunta<br />
el rey de los genios si les queda a los hombres algo más que<br />
- alegar. Levantase el diputado persa y aduce otro motivo de<br />
superioridad, fundado en el hecho de que los hombre tienen<br />
reyes y califas, ministros y secretarios, capitanes y gobernadores,<br />
nobles y propietarios y ricos mercaderes, artistas y<br />
artesanos, literatos y sabios, oradores y poetas, teólogos y<br />
canonistas, historiadores y filólogos, filósofos y matemáticos,<br />
astrónomos y físicos, médicos y adivinos, alquimistas y magos<br />
y astrólogos y otras innumerables categorías eminentes<br />
MIGUEL Asíll<br />
existen en las categorías similares, que también se encuentran<br />
en los animales [126].<br />
La política altruísta y liberal de la reina de las abejas o<br />
del rey de las hormigas, sírve!e d; motivo para censurar el<br />
egoísmo y tiranía de los reyes humanos. Con este motivo, un<br />
sabio fil6sofo de los genios interviene para exponer a su rey<br />
la teoría del buen gohierno monárquico, que no debe ser más<br />
que un fiel trasunto del gobierno del cosmos por los ángeles,<br />
inspirado, a su vez, en la economía divina, la cual es todo amor<br />
y misericordia para sus criaturas. Y penetrando más en el<br />
tema, extiéndese en consideraciones psicológicas acerca de la<br />
naturaleza de los ángeles y sus relaciones con las almas humanas<br />
[130].<br />
Reanuda el papagayo su réplica con la crítica de los artistas<br />
humanos, que son inferiores a la golondrina y las abejas en<br />
ciencia arquitectónica, a las arañas y al gusano de seda en<br />
habilidad textil, etc., y sigue ponderando las artes sutiles del<br />
instinto en diversos animales, como el avestruz y muchos<br />
insectos y reptiles, para la incubación de sus huevos y la<br />
crianza de sus hijos [134].<br />
Pasa luego a tratar de los poetas, oradores y literatos humanos,<br />
para ponderar la elocuencia y armonía del lenguaje<br />
de los pájaros y de algunos insectos y reptiles, en sus trinos,<br />
gorjeos y cantos, que los hombres desprecian porque ignoran<br />
su significación [135].<br />
Por lo que toca a los astrólogos, el papagayo comienza por<br />
afirmar que muchas de sus predicciones son ridículas farsas,<br />
buenas sólo para embaucar a los necios, a las mujeres y a los<br />
niños, pues que predicen 10 que sucederá en lejanas tierras y<br />
tiempos y no aprovechan su ciencia para adivinar lo que puede<br />
interesarles a ellos mismos. Además, los astrólogos son honrados<br />
tan sólo por los tiranos y reyes incrédulos, que se SIrven<br />
de ellos para satisfacer sus malas pasiones, porque son ateos<br />
y prestan a las estrellas la fe que niegan a su Creador providente.<br />
Con este motivo, narra el papagayo la historia evangélica<br />
de la matanza de los niños inocentes, como acaecida en<br />
tiempo de Ncrnrcd y de Abrahárn; la de Moisés perseguido
"1..\ Dl~PUT.\ DI!L ASNO', DE -rURMEDA 3 (<br />
por Faraón, etc., para hacer ver lo inepto de la ciencia de los<br />
astrólogos [137].<br />
Llegado a este punto, el rey de los genios ruega al papagayo<br />
que explique lo que haya de verdad en todo género de<br />
adivinación, es decir, en los augurios, aruspicinas, c\strología<br />
judiciaria, sortilegios, etc. El papagayo responde que ningur:o<br />
de esos ritos supersticiosos sirve para evitar los males o conseguir<br />
los bienes que sus adeptos pretenden: el medio seguro<br />
del éxito es en todos esos casos el cumplimiento estricto de<br />
las leyes divinas y de los preceptos y consejos de la religit'lIl<br />
revelada por los profetas. Todos los ritos adivinatorios sirven,<br />
efectivamente, si acaso, para saber de antemano qué fenómenos<br />
han de acaecer por la permisión y providencia de Dios;<br />
luego más útil y seguro es para el hombre tratar de atraerse<br />
la benevolencia
MIGUtL Así:;<br />
monoteísta, sirviendo día y noche a un solo Dios creador y<br />
evitando todo mal a sus prójimos [142].<br />
En lo que se refiere a los geómctras y astrónomos, el papagayo<br />
reconoce que su ciencia es abstrusa y sutilísima, pero<br />
también revela en sus cultivadores un desequilibrio evidente,<br />
pues que gastan el tiempo y el talento en calcular las dimensiones,<br />
volúmenes y pesos de los cuerpos físicos, mientras<br />
ignoran todo lo que se refiere a su propio cuerpo y a su alma<br />
y, sobre todo, desprecian la ciencia de la revelación divina,<br />
que les sería más útil [143].<br />
En cuanto a los médicos y farmacéuticos, se explica el papagayo<br />
que a los hombres les sean tan caros, porque la gula<br />
y la lujuria, de que éstos adolecen, son fuente inagotable de<br />
enfermedades sin cuento; pero a su vez los médicos y boticarios<br />
son, para sus clientes, verdugos más crueles que la enfermedad<br />
misma, pues los atormentan con dietas o con pócimas,<br />
cuando quizá se curarían antes y mejor dejando obrar a<br />
la naturaleza. En cambio, los animales, por su sobriedad, ni<br />
tienen tantas enfermedades ni necesitan de médicos [144].<br />
Por lo que toca a los propietarios, mercaderes y ricos negociantes,<br />
son los que menos derecho tienen a gloriarse de<br />
hombres libres, pues su vida, agitada y llena de disgustos y<br />
preocupaciones, es peor que la de los esclavos: siempre atosigados<br />
por el ansia de adquirir riquezas que no se han de<br />
llevar al sepulcro; expuestos día y noche a la tentación de la<br />
ganancia injusta y al peligro de perder su caudal, sin preocuparse<br />
de la miseria ajena ni de la suerte futura de sus propias<br />
almas; de modo que ni gozan tranquilos de sus riquezas<br />
en este mundo, ni les sirven para el otro [145].<br />
Tampoco es motivo de justo orgullo para los hombres el<br />
poseer secretarios, oficinistas y gobernadores, pues que éstos<br />
son malvados e inicuos, y toda su ciencia estriba, ya en la<br />
habilidad de engañar a los súbditos y a los príncipes por medio<br />
de la hipocresía y las malas artes de la retórica, ya en la<br />
violencia desenfrenada para tiranizar a los pueblos [146].<br />
Los lectores alcoránicos y los que profesan vida devota<br />
son también tenidos por los hombres en gran predicamento,
«LA DlSPUTA DEL ASNO', DE TUKMEDA<br />
y sin embargo, so capa de devoción, humildad y abstinencia,<br />
sus corazones están llenos de hipocresía, ira, envidia, soberbia,<br />
ignorancia de la ley divina y otras malas pasiones, preocupándose<br />
tan sólo de los externos ritos y fórmulas de la religión.<br />
I.o mismo ocurre con los canonistas y teólogos, que si estu-<br />
dian el dogma y la moral, es sólo como medio para satisfacer<br />
su ambición dc riquezas y de cargos honoríficos, y por eso se<br />
les ve interpretar las leyes según conviene a sus intereses bastardos,<br />
y no según reclaman los intereses de la religión [147]y<br />
más todavía son vituperables los jueces, escribanos y<br />
recaudadores del azaque o limosna legal, pues en lugar de<br />
hacer justicia entre los súbditos y refrenar los desafueros de<br />
las autoridades políticas, colaboran con éstas a despojar a los<br />
huérfanos de sus patrimonios y a cometer todo g(>nero cle violencias<br />
e injusticias en los pleitos, depósitos judiciales, etc. Y<br />
finalmente, los califas, reyes y sultanes tampoco son motivo<br />
justo de vanagloria para los humanos, ya que, en vez de portarse<br />
como herederos y representantes de los profetas, viven<br />
entregados a tocio linajc de desórdenes: para satisfacer sus<br />
apetitos, persiguen, secuestran, roban y asesinan a todos sus<br />
parientes, a la menor sospecha de conspiración, y de todo se<br />
preocupan, menos de dirigir a su grey por el camino ele la<br />
religión y del bien [148].<br />
Acabado el largo discurso del papagayo, pregunta el rey<br />
de los genios a los sabios de su linaje y a los de la especie<br />
humana quién suministra a los gusanos de la carcoma el barro<br />
de que se sirven para construir sus nidos en forma de rosario,<br />
cuando carecen de alas y de pies para ir a buscarlo. El sabio<br />
hebreo explica el enigma, mediante una leyenda en que intervienen<br />
Salomón y los genios. El sabio griego lo explica naturalmente<br />
por la fisiología de esos gusanos. El grillo, diputado<br />
de los reptiles, es consultado por el rey ele los genios para<br />
que dé su opinión sobre el tema. El grillo aprueba y completa<br />
la explicación dcl griego, diciendo que Dios, para ser juslo<br />
en la distribución de sus dones, equilibra y compensa las dotes<br />
del espíritu con las del cucrpo: a las bestias corpulentas,<br />
como el camello y el elefante, las dota de almas débiles e in-<br />
1'01'10 l.<br />
3<br />
33
34 ~IlGUEL ASf:-l<br />
fantiles; a los insectos minúsculos y débiles, les otorga un espí-<br />
ritu enérgico, varonil y sagaz; así, el alacrán, a pesar de ser<br />
pequeño, mata fácilmente al enorme elefante; y así también, el<br />
gusanillo de la carcoma, lo mismo que el de la seda, la araña,<br />
la abeja, etc., poseen una fuerza espiritual muy superior a las<br />
exiguas proporciones de su menguado organismo, a fin de que<br />
puedan suplir con la astucia la fuerza; y Dios priva de este instinto<br />
más sutil a los animales corpulentos, porque de lo contrario<br />
eludirían todo trabajo pesado, para el que son aptos;<br />
en cambio esos insectos sólo son aptos para las artes del ingenio,<br />
y toda la habilidad en las artes consiste en ocultar a losdemás<br />
el secreto de la técnica respectiva; así, nadie es capaz<br />
de averiguar el misterio de la fabricación de la cera y miel por<br />
las abejas, o el de la seda por su gusano, a causa de que la<br />
pequeñez de sus cuerpos escapa a toda observación. Y así<br />
podrían los filósofos encontrar, si quisieran, en la fabricación<br />
de la miel, por ejemplo, una prueba de la posibilidad de la<br />
creación ex ni/ti/o, que niegan a Dios; puesto que si esa miel<br />
la sacasen de las flores las abejas, mejor la sacarían los hombres,<br />
dotados como están de tantas habilidades de que se glorían.<br />
Por eso también, para confundir la soberbia de los hombres,<br />
castigó Dios muchas veces a los más engreídos y endiosados<br />
tiranos, como a Faraón, por ejemplo, con ejércitos de<br />
langostas, hormigas, etc. Igualmente, todos los hombres son<br />
incapaces de fabricar las perlas o la seda, a pesar de los vivísimos<br />
deseos que todos tienen de poseerlas para vestirse y<br />
adornarse con lujo, y a pesar también de la inteligencia y habilidad<br />
de que se glorían, mientras que el gusano de la perla<br />
y el de la seda fabrican con toda facilidad sus productos, como<br />
las abejas la miel, que tanto anhelan los humanos [148-152].<br />
[8. a PRUEBA 1<br />
El rey de los genios pregunta de nuevo si los hombres<br />
tienen algo más que alegar. Uno de los hombres se levanta )~.<br />
aduce, como nueva prueba de superioridad sobre los animales,<br />
el que éstos tienen formas y figuras muchas y distintas, rníen-
«LA DISPUTA DEI. AS~O', DE TUR~IEnA 35<br />
tras que los hombres tienen todos una sola figura y forma; y<br />
la unidad es signo de señorío y dominio, así como la muchedumbre<br />
lo es de servidumbre y esclavitud. El ruiseñor, diputado<br />
de los pájaros, responde confesando la verdad del hecho<br />
aducido; pero añade que si las formas de los animales son muchas<br />
y distintas, en cambio sus almas son una sola; mientras<br />
que los hombres tienen una sola forma, pero muchas y distintas<br />
almas, como lo demuestra la variedad y diferencia de sus<br />
opiniones, doctrinas y creencias rcligiosas: entre ellos hay<br />
judíos, cristianos, sabeos, zoroastras, politeístas, idólatras, astrólatras,<br />
etc.; y aun dentro de una misma religión, verbigracia,<br />
el cristianismo, hay nestorianos, jacobitas y melquitas; y en el<br />
islam hay jarichles, murchles, cadrles, motdeiles, axarlcs, xiies,<br />
ortodoxos, etc., todos los cuales mutuamente se contradicen,<br />
persiguen y excomulgan; en cambio, todos los animales son<br />
monoteístas [154].<br />
El diputado persa replica que también los hombres creen<br />
todos en un solo Dios, y si discrepan en las respectivas religiones,<br />
es porque éstas son tan sólo medios o caminos para<br />
un mismo fin, al cual todas las religiones tienden. Las persecuciones<br />
religiosas no obedecen a motivos de fe, sino a razones<br />
de dominio político. Además, la muerte y la mortificación<br />
propia son los más caros sacrificios, en todas las religiones,<br />
para atraerse la benevolencia de Dios, mediante la purificación<br />
de las almas [156}.<br />
19. a PRUEBAl<br />
El diputado indio se levanta y aduce otra razón ele superioridad,<br />
fundada en que los hombres son más en número que<br />
los animales, pues la cuarta parte habitada de la Tierra tiene<br />
cerca de 19.000 ciudades, que pueblan un número incontable<br />
de gentes y razas diversas. Y seguidamente enumera las naciones<br />
todas del mundo conocido, con sus principales regiones<br />
y las diferentes cualidades físicas de sus habitantes,<br />
La rana contesta a esta nueva razón, ponderando a su vez<br />
la muchedumbre innumerable y la diversidad de los animales<br />
que pueblan las aguas, y haciendo ver que sólo en la cuar-
MIGUEl. AsíN<br />
ta parte habitada de la Tierra hay cerca de 14 mares, uno~<br />
500 ríos pequeños y 200 más caudalosos y de larguísimo recorrido,<br />
sin contar los riachuelos, acequias, lagunas, charcos, elc.,<br />
y todos ellos están pobladísimos de un sinnúmero de peces<br />
de más de 700 especies y familias diversas. A los cuales, si<br />
se suman cerca de 500 géneros más de animales terrestres y<br />
volátiles, resulta un número y una variedad superior a la que<br />
tanto envanece a los humanos [159].<br />
Un sabio de los genios interviene en la disputa para ponderar<br />
la muchedumbre y variedad de criaturas espirituales y<br />
simples, que así los hombres como los animales olvidaron en<br />
su discusión; a saber: ángeles, querubines, genios y demonios,<br />
cuya naturaleza inmaterial e inextensa se diversifica en<br />
tantas variedades, especies, formas e individuos, que pueden<br />
llenar la inmensidad de las esferas celestes, a pesar de ser<br />
éstas muchísimo más extensas que la Tierra. De donde infiere<br />
que los hombres no pueden invocar su propia muchedumbre<br />
como razón de superioridad y dominio sobre los animales,<br />
pues la afirmación única que cabe establecer es ésta: animales,<br />
hombres y espíritus son todos siervos de Dios [161].<br />
[1O.~ PR URnA 1<br />
El rey de los genios pregunta de nuevo sí los hombres<br />
tienen más que alegar. El diputado árabe se levanta y aduce,<br />
como prueba de superioridad, que los hombres han recibido<br />
de Dios la promesa de la resurrección en el día del juicio final,<br />
y de una vida inmortal y eterna en el Paraíso celestial, gozando<br />
allí de infinitas delicias y de la presencia de Dios; todo 10 cual<br />
no ha sido prometido a los animales.<br />
El ruiseñor, diputado de los pájaros, responde asintiendo<br />
a la verdad del alegato, pero añade que el diputado árabe ha<br />
dejado de consignar los castigos del infierno, que Dios ha<br />
establecido asimismo contra los hombres en su revelación,<br />
excluyendo a los animales tanto de las penas como de los<br />
premios; luego los animales son en esto iguales a los hombres.<br />
El diputado árabe replica que no existe tal igualdad, ya
MIGUEL AS!/(<br />
velo de alusiones, alegorías y símiles. Termina haciendo votos<br />
por que el lector atento y reflexivo acierte a descifrar los símbolos<br />
y salga de su letargo espiritual, en virtud de las exhortaciones<br />
y avisos que Dios le envía por boca de los animales.<br />
5. - Cotejo de ambas «Disputas» y demostración del plagio.<br />
La simple lectura de este análisis del apólogo árabe basta<br />
-s'in necesidad de una íntegra traducción literal-para inferir,<br />
de su cotejo con la Disputa de Turmeda, el plagio perpetrado<br />
por éste. Pero una comparación más detenida y atenta de ambos<br />
textos ayudará a precisar el alcance de aquél. Esta comparación,<br />
en efecto, da de sí el siguiente resultado: L° En ambos<br />
textos hay elementos comunes, idénticos, que coinciden<br />
en absoluto, sin la menor discrepancia. - 2.° Hay otros que<br />
discrepan, y éstos, ya por estar en el texto árabe y faltar en<br />
Turmeda, ya recíprocamente.<br />
Los elementos coincidentes son el núcleo fundamental de<br />
la fábula de Turmeda, y especialmente las diez y nueve pruebas<br />
aducidas pOI' él Y refutadas por el asno. Todas ellas, excepto<br />
la I4. a y I9.a, están en las del apólogo árabe, aunque<br />
alterando el orden de colocación con que en éste se ofrecen,<br />
y dividiendo al¡;unas en dos o más, hasta resultar las diez y<br />
nueve. El siguiente cuadro facilitará la comparación de las<br />
pruebas idénticas en ambos textos 1 :<br />
'1" ":0 a- TUI meda.<br />
PRUERAS<br />
lo", a.", 3. a y 16." .......••...•••<br />
t. 3 •••.•••••••••••••••••••••••<br />
s-". JL a y IR.a ••••••••••••••••<br />
4';\' 5. a , j.a 12. a y I,.a .•.•••••••<br />
6.' .<br />
•.• el<br />
JO o, ••••••••••••••••••••••••••<br />
x. a , 15. a )! IS." •••••....•..••..•<br />
'l.a .....•...••....•..••.•......<br />
Falta .<br />
13·" ...•••.•...••.••.•...••.•..<br />
1 9. a .•••.•..•••••..••.••••••• , •<br />
t a ." .....•••...•.•.•....••.••..<br />
• TI xto árabe.<br />
La (1 S)<br />
z.a (IÓ)<br />
3· a (25)<br />
4. a (25)<br />
s" (26)<br />
ó. a (27)<br />
7. a (Z9)<br />
R. a (34)<br />
9· a (35)<br />
IO.a (36)<br />
Falta.<br />
Falta.<br />
1 Para que el lector encuentre más cómodamente (en mi anterior análisis del
"l.A DISPUTA DI!L '\5:-10', DE TUR~IEllA 39<br />
~i se crea que la identidad de las pruebas se limita a las<br />
ideas: no se trata de una simple adaptación, realizada con<br />
cierta libertad inteligente; el plagio es tan inverecundo, que<br />
consiste en la versión literal e íntegra de casi todos los pasaj,~s<br />
coincidentes. En la imposibilidad de comprobarla aquí en<br />
todos los casos (porque ello exigiría reproducir a la letra la<br />
mayor parte ele las elos Di.lputa.l), tomaremos al azar - a título<br />
(le muestra-algunos de esos pasajes:<br />
TEXTO DE TUR:\lEDA<br />
«L'Elcphant, alnsi que poucz<br />
veoi r claircment, a le corps fort<br />
~rand, les aureilles grandes et<br />
larges, et les yculx petitz, Le Cha-<br />
rncau grand corps, long col, Iongues<br />
iarnbes , perites orcilles el<br />
la qucué courte. Les Bo-ufz et<br />
Thoreaulx granel poil , longues<br />
ou en diet mal, le rncsprisernent,<br />
ou mal, redunde sur le maistre et<br />
autheur de l'ceuure. Vous dictes<br />
done mal du Createur, qui les ha<br />
créés?<br />
(I'ág. J79, ¡inta 8.a)<br />
«Le Chameau pour ce qu'il a<br />
longues iarnbes; et fault qu'il viue<br />
que se soient íorrnis de coulcur<br />
noire, et commencent a manger<br />
et a ronger les herbes, et leurs<br />
croissent les ailles, et s'en volant<br />
s'en vont pour leurs affaires .•.<br />
MIGl:EL AsfN<br />
la lluvia, y desaparecen. Después,<br />
cuando vuelve la estación y Ile<br />
gan los días de la primavera y la<br />
temperatura es templada y el aire<br />
bueno, cómo nacen de aquellos<br />
huevos sepultados en la tierr.i<br />
[las langostas] semejantes a gusanos<br />
peq ueños, y reptan sobre la<br />
tierra, y comen las hierbas y el<br />
forraje, y les salen alas y vuelan,<br />
y comen de las hojas de los árbo<br />
les y se engordan y ponen huevos<br />
como el año primero .•<br />
Veamos ahora brevemente las diferencias que introduj o<br />
Turmeda en la fábula árabe para adaptarla a su Disputa. Ante<br />
todo, suprimió el prólogo y las partes o capítulos que en el<br />
análisis hemos señalado con los números II y Ill, empequeñeciendo<br />
así la grandiosa y solemne introducción del apólogo<br />
árabe, para dejarlo reducido a las inverosímiles y ridículas<br />
proporciones de una trascendental polémica que no tiene ni<br />
preparación debida ni escenario adecuado a su trascendencia.<br />
Además, el tribunal que ha de resolver el pleito de la<br />
superioridad de los animales, está formado por estos mismos<br />
y presidido por el león, en vez de los genios y su rey. Los<br />
abogados de las partes no son los representantes de cada raza<br />
humana y de cada especie zoológica, sino Turrneda (que en su<br />
petulancia se arroga la representación de toda la Humanidad)<br />
y el asno, respectivamente. Esta simplificación de interlocutores<br />
suprime uno de los más delicados artificios que embellecen<br />
el apólogo árahe, en el cual cada diputado humano alega<br />
la razón de superioridad característica en su raza, v. gr.: el<br />
hebreo, la religión; el griego, la ciencia, etc., y cada diputado<br />
animal las dotes propias de su especie zoológica, como lo pide<br />
la relativa verosimilitud poética de toda fábula. Ki se crea que<br />
Turmeda otorgó al asno la representación universal de los animales<br />
por un arranque genial de inspiración satírica o burlesca,<br />
pues que ni en eso fué original: el apólogo árabe ya pone<br />
al mulo como diputado de los animales de su especie, las bes-
«l.A DISPUTA DEL ASNO!), DE Tua~El>A 43<br />
tias. Faltan, además, a la vista de la causa los representantes<br />
de los peces, sin que su ausencia esté justificada, y esta supresión<br />
obliga a Turmeda a borrar del original árabe la prueba<br />
9.\ que a aquéllos especialmente afecta. Claro es que, además<br />
de estas supresiones importantísimas, aligeró también el<br />
original árabe de todos los adornos retóricos que en sus alegatos<br />
ponen los contendientes, y ele todas las fórmulas ritua-<br />
Ies de la religión musulmana que a menudo insertan. Esto<br />
último era indispensable para la adaptación cristiana.<br />
La misma necesidad de la adaptación explica algunos elementos<br />
que Turmeda interpoló en su Disputa y que faltan en<br />
el original árabe. Nos referimos, daro es, a las citas bíblicas<br />
que traen alguna vez para confirmar sus razones, así Turrneda<br />
como el asno; varias, sin embargo, tienen sus equivalentes alcoránicas<br />
en el texto árabe (cfr. Turmeda, págs. 477-8, y Texto<br />
draoe, pág. 4). A la misma causa obedecen las pruebas 14. a<br />
y 19· a de Turrneda, que faltan del todo en el apólogo árabe;<br />
la I4. a se funda en que el hombre ha sido creado a imagen y<br />
semejanza de Dios, y la 19. a en el misterio ele la Encarnación.<br />
La 14. a , sin embargo, no es exclusivamente cristiana, pues en<br />
las tradiciones o hadices de Xlahoma hay uno que es copia<br />
literal del texto del Gcnesis, J, 26: «Faciarnus hominem », etc.<br />
Finalmente, restan las dos mayores interpolaciones de Turrneda;<br />
a saber: los ocho cuentos bocachescos contra los frailes (incrustados<br />
torpemente en un inciso ele la prueba í. a del apólogo<br />
árabe - cfr. supra, pág. 32 - , de cuyo tono serio, solemne<br />
y austero se despegan en absoluto), y la risible profecía del<br />
asno, intercalada por Turmeda en su prueba 18. a (sobre Astrología<br />
judiciaria), que a su vez se inspira on otro inciso de<br />
la misma prueba í.a del apülógo árabe (cfr. supra, pág. 31).<br />
Pero queda todavía un residuo de adiciones introducidas<br />
por Turrneda, que no pueden explicarse por las exigencias de<br />
la adaptación: nos referimos, primero, a la teoría del hombre<br />
microcosmos, desarrollada por TurrnecJa en la prueba 14. a (páginas<br />
420-422). Sabido es que esta teoría no es privativa de los<br />
teólogos cristianos, pues que los neoplatónicos y místicos musulmanes<br />
la repiten a menudo en sus libros. Es más: la misma
~IlGUEL AsfN<br />
Enciclopedia dc los Hermanos de la Pureza, no sólo la menciona<br />
en casi todos sus tratados, sino que consagra uno especial<br />
a desarrollarla: el tratado 25.°, que se titula: «Acerca del<br />
dicho de los filósofos de que el hombre es un pequeño mundo»<br />
l. ¿ Cómo es posible, por consiguiente, que esa teoría<br />
ele Turmeda falte en el apólogo árabe, si este apólogo formaba<br />
parte (según sabemos) de otro tratado, el 21.°, de la<br />
misma Enciclopedia? El plagio audaz perpetrado por el fraile<br />
mallorquín en toda su Disputa es tan flagrante, que ti priori<br />
debe desecharse la hipótesis de la originalidad en esta su teoría<br />
del microcosmos. Por eso, con un poco de paciencia en la<br />
búsqueda, no tardé en topar con el original árabe de ese fragmento:<br />
registrando Jos cuatro tomos de la Enciclopedia de los<br />
Hermanos de la Pureza, hallélo muy pronto en algunas alusiones<br />
incidentales e incompletas (v. gr.: 1I, 246; IV, 202, etc.),<br />
y por fin literalmente en el tratado 25.° antes aludido, que<br />
Turmeda pudo leer, algunas páginas detrás del apólogo por él<br />
traducido para su Disputa. Véase a dos columnas el plagio<br />
indiscutible de esta teoría:<br />
TEXTO DE TUR:\!EDA<br />
(Pág . .po, lima 9.)<br />
e Sachez , frere Anselme , que<br />
les Philosophes disscnt ct affcr.<br />
ment que l'hornruc doibt estre<br />
appcllé Petit monde ... : cal' tout<br />
ninsi comrne au Cid a douze Signes,<br />
aussi en l'hornmc trouue<br />
rcz douze conduitz. Prernierernent<br />
deux aux aureillcs , dex aux<br />
yeux, deux au nez, llng dc la<br />
houche, deux aux marnmelles :<br />
1\ng au nombril, et cleu x :IUX partics<br />
infcrieurcs.<br />
1 Edil'. Borubav, JI, 29i.<br />
TEXTO ÁRAflE<br />
(Tomo Ir, pág. 297. linea 7.)<br />
«1.A. DISPUTA DEI. ASNO>, !JI> TlJlOIEOA 4- .'<br />
Tout ainsi comme au grand<br />
monde a quatre e1ements, c'est<br />
a scauoir le feu, l'air, l'cau, et la<br />
terre, ainsi au petit monde de<br />
l'hornrne a quatre mernbres, c'est<br />
il scauoir le Cerueau, le Coeur, le<br />
foye et le poulrnon, Et ainsi comme<br />
par lesditz elemcns «st regy et<br />
¡.(llllnerné tout le gnHld monde,<br />
ainsi par lesditz quatre mernbres<br />
est regy et gouuerné tunt le petit<br />
monde, c'cst a s~anoil' le corps de<br />
l'hornrne. Et ainsi cornme par les<br />
humeurs, vapeurs, froidures et<br />
humiditez qui montcnt hault en<br />
I'air se concréent et «ngendrcnt<br />
iaprochant le mouuemcnt du cicl,<br />
ct des planetes) vens, tonnqirres,<br />
pluyes , ainsi muntent les vappeurs<br />
des parties inferieures aux<br />
parties superieures, et font vent<br />
comme rotter , tonncrres comme<br />
I'esternuer, el le tousir, et pluyes<br />
ainsi cornme sont les larrnes , I"l<br />
la salyue,<br />
Et pour briesuement parler, Ja<br />
chair du corps de I'homme est<br />
scrnblable a la terre , cal' il cst<br />
créé de terre el en terre doibt<br />
retourncr : les us sont comme les<br />
rnontalgncs, les aureilles cornrnc<br />
les mynes des mctaulx, qui sont<br />
aux concauités et intericurcs partles<br />
des montaignes, le vcntre est<br />
•.. -omrne la rner, les boyaulx sont<br />
cornme les riuieres , les "eynes<br />
comme les sources et fontaines,<br />
la chair comme la terre, ainsi qllt'<br />
ie vous ay dit , et les poilz el<br />
cheueulx comme les hcrbes el<br />
plantes. Et les parties ou il nI'<br />
croyt point de poil sont ainsi<br />
que la terrc salléc et argillcuse,<br />
ou ij ne croist iarnais hc-rbc-.<br />
y los dos caminos [scil. anus et<br />
penis].<br />
(Pág. 303, línea 13.) Porque bajo<br />
la esfera de la luna hay cuatro elementos,<br />
que son los principios<br />
constituti "os de las cosas engendradas,<br />
es decir, el animal, el vegetal<br />
y el mineral, asimismo se<br />
encuentran en el organismo del<br />
cuerpo cuatro miembros que son<br />
el constitutivo completo del cuerpo<br />
: la cabeza, el pecho, el vicntre<br />
y el curazón ...<br />
y así corno
Dauantage le visage et la partie<br />
de deuant du corps de l'homme<br />
est ainsi que les parties peuplées<br />
et habitées du grand monde ...<br />
L'eschine et la partie de derriere<br />
du petit monde, c'est a scauoir<br />
du corps de l'homme, est ainsi<br />
eomme les parties du grand monde<br />
qui ne sont peuplées ny habitées,<br />
Dauantage, la partie de deuant<br />
du corps de l'homme est ainsi<br />
cornme le leuant : et le derriere<br />
est ainsi eomme le ponent: la<br />
main dextre est comme le midy :<br />
et la senestre est comme septentrion;<br />
l'esternuer, cryer, toussír,<br />
et le bruit et rumeur que font<br />
les boyaulx sont eomme les tonnerres<br />
... Et les larmes, la saliue,<br />
et l'urine sont ainsi que la pluye:<br />
le rire est eomme la clarté du<br />
iour: le plorer eomme l'obseurité<br />
de la nuict: le dormir, cornrne la<br />
mort: le veiller , comme la vie :<br />
le temps de la puer ilité, cornrne<br />
le printemps: l'adolescence, comme<br />
l' esté: m ieunesse, eomme<br />
I'automne: la vieillesse , eomme<br />
I'yuer .•<br />
~lIGUEL AsIN<br />
Su parte posterior es como lo deshabitado.<br />
Su rostro es como el levante y<br />
su espalda es como el poniente;<br />
su mano diestra es como el mediodía<br />
y la siniestra como el septentrión.<br />
Su respiración es como<br />
los vientos; su hablar, como el<br />
trueno; sus voces, como los relámp¡gos;<br />
su risa, como la luz del<br />
día; su llanto, como la lluvia; su<br />
pena y tristeza, como la obscuridad<br />
de la noche; su sueño, como<br />
la muerte; su despertar, como la<br />
vida; los días de su niñez, como<br />
los días de la primavera; los dias<br />
de su juventud, como los días del<br />
verano; los días de su virilidad,<br />
como los días del otoño, y los días<br />
dé su vejez, como los días del<br />
invierno.'<br />
Las otras analogías entre ei niacrocosmos y el microcosmos,<br />
que Turmeda añade a continuación, ya no he podido encontrarlas<br />
ad littcrani en el tratado 25.°, aunque no dejan de ser<br />
semejantes las ideas. Así, la comparación del gobierno del<br />
alma en el cuerpo con el de Dios como rey en el universo,<br />
está desarrollada en la página 304 y siguientes del mismo tratado<br />
25.°; la idea de que Dios manda sin palabras aparece más<br />
adelante, en la página 308, etc.<br />
Finalmente, restan tres pasajes de Turmeda que se han<br />
resistido hasta ahora a todas mis exploraciones, pero cuyo<br />
original árabe no desespero de encontrar. Uno es el relativo
,L'\ Dl,PU lA DLI. A5110', DE TURMEDA 47<br />
a las tres maravillas exclusivas del hombre: fisonomía, voz<br />
y letra, inconfundibles en cada persona (cfr. págs. 403-405).<br />
Otro es el que contiene la comparación del árbol con el hornhre,<br />
a quien llama árbol celeste (cfr. págs. 4()()-9). El último es<br />
el en que Turrncda resume las observaciones relativas al instinto<br />
de la mayor parte de los animales (cfr. págs. 458-4()4).<br />
De este pasaje, claro es que las materias se encuentran desperdigadas<br />
en todo el apólogo árabe (especialmente supra, páginas<br />
22, 24 Y 33); pero no ocurre lo mismo con los otros dos.<br />
Ni en el sentido ni en las palabras encuentro pasaje alguno<br />
semejante en toda la Enciclopedia; mas sigo, a pesar de ello,<br />
sospechando que Turmeda no se inventó ambos pasajes, y<br />
hasta cabe pensar si disfrutaría el fraile mallorquín de un texto<br />
de la Enciclopedia, distinto del clásico en su redacción. Sabido<br />
es cómo difieren en todas las literaturas, y más en la árabe,<br />
las redacciones de los cuentos, fábulas, apólogos y en general<br />
de las obras que se hacen populares por su amenidad. Las<br />
redacciones de Califa y Dimna o las de Las IJ/i! J' ttua noches<br />
pueden servir de sugestivo ejemplo en este punto. Por eso, si<br />
el problema mereciese el trabajo de la búsqueda, quizá en los<br />
manuscritos de la Enciclopedia conservados en Europa, o en<br />
otro autor árabe cualquiera, se daría también con esos dos<br />
pasajes que faltan en la edición de Bombay l.<br />
Per~ aunque estas exploraciones fuesen infructuosas, el<br />
i,uicio total sobre la originalidad de Turmeda no se podría ya<br />
alterar considerablemente, por lo que toca a su famosa Disputa<br />
del Asuo, que tiene su modelo indiscutible, como acabamos<br />
de ver, en el pleito de los animales contra el hombre, inserto<br />
en la Enciclopedia de los Hermanos de la Pureza,<br />
I Huelga decir que la primera maravilla, es decir, la inconfundible variedad<br />
d" los roslros humanos, fué tópico vulgar en la literatura cristiana medieval,<br />
derivado de Plínio. Cfr. Kohler, Kldnere Sc/¡riftm, Il, 16. También la encuentro,<br />
pero como fruto de observación personal, en d Libro de los ,aract.:res)' de<br />
la conducta, del cordobés Abenházarn (t 456 = 1OÓ3).Cfr. edir. Cairo, pág. 69:<br />
«Todo rostro tiene alguna üiferencía propia suya.> La observación, por lo demás,<br />
no exige gran sagac.dad,
6. -- Fuentes del ap61ogo árabe.<br />
Los autores de esta Enciclopedia no puede fácilmente aquilatarse<br />
hasta qué punto lo fueran también del dicho apólogo,<br />
en su forma y cn su fondo, porque nadie ignora el desarrollo<br />
fecundísimo y vivaz que en el Oriente y Occidente habían<br />
obtenido, durante la alta Edad Media, la fabulística zoológica<br />
y la moral gnómica, cuyos primeros modelos arrancan del<br />
Panchatautra y del l/itopade::a. El libro de Calila.y Dimna,<br />
derivado de estas fue~ltes indias a través de la literatura pehlevi<br />
o persa, influye enormemente en la arábiga desde el siglo Il<br />
del islam. En el apólogo de los Hermanos de la Pureza denúnciase<br />
esta influencia bien a las claras, llamando al chacal Calila;<br />
pero ni el cuadro general del apólogo, ni su forma literaria,<br />
ni, sobre todo, su trascendental tesis filosófica aparecen<br />
en las fábulas de Bidpay.<br />
Por eso tengo para mí que es obra personal de los Hermanos<br />
de la Pureza esa tesis, tan coherente con la doctrina<br />
neoplatónica de todos sus tratados; lo es igualmente el artificio<br />
literario del pleito o disputa, a que tan habituados estahan<br />
los musulmanes en aquella agitada vida de polémicas teológicas<br />
que se desarrollan en Basara y Bagdad durante los<br />
siglos Jl1 y IV 1; también se conforma con el medioicosrno-<br />
1 Este ambiente polémico se refleja asimismo en la literatura de la época,<br />
determinando el gusto por los análisis de las ventajas e inconvenientes de toda<br />
cosa. Así, hasta se escriben libros consagrados a este tema; tal, v. gr., Le liur«<br />
drs btauli! ti des antltheses, atribuido a El Cháhid (t 869 de J.-c.), que ha editado<br />
Van Vloten. (Leydc, 1898.) En él se analizan las ventajas e inconvenientes del<br />
hablar, del escribir, de las varias virtudes morales, del celibato, del matrimonio,<br />
cte. Del mismo autor El Cháhid son otros opúsculos en que se usan análogos<br />
recursos literarios para exponer alternativamente las razones en pro y en<br />
contra de la superioridad del envidiado sobre el envidioso, de los negros sobre<br />
los blancos, del hablar sobre r-l callar, del comerciante sobre el gobernante, cte.<br />
(Cfr. Machll/ua rasail, edic. Cairo, 1324 hégira.) Finalmente, también se atribuye<br />
a El Cháhid una Disputa eutr« la prünaverQ y ti inuierno (editada en Constantinopla,<br />
'302 hégira). En esta disputa, por cierto, el prólogo tiene grande analogía<br />
con el principio del de Turrnerla, pues también el autor supone que sale al campo<br />
" pasear y, al s•.ntarse a gozar del paisaj •., se le ofrece inopinadamente el espec-
~LA DiSPUTA DEL AS1\O"', DE TUH.:\tEDA 4)<br />
palita y sincrético de aquella sociedad y de aquella cultura<br />
enciclopédica y universalista el empeño de los autores en<br />
hacer intervenir en la acción a los representantes ele todas las<br />
religiones y de todas las razas, idea inaudita en la fabulística<br />
india.<br />
En cambio, la enorme copia de observaciones zoo!úgicas<br />
qu~ constituyen el fondo y los materiales docentes del apólago,<br />
así como la aplicación moralizada de esos datos para la<br />
sátira de las costumbres humanas, ya no puede pensarse que<br />
fuese obra personal ele los Iit'rlllallos lit' la Purc:«, sino mera<br />
supervivencia de la tradición científica de los siglos clásicos.<br />
Las J Iistorias Xaturales de Aristóteles y de I'Iin.o contribuyeron<br />
a crear toda una corriente literaria de Zoología moralizada,<br />
desde los primeros siglos de nuestra Era. El !'11)'siologus<br />
latino, tan utilizado por los cuentistas y pactas cristianos<br />
de la alta Edad :\I~Jia para sus !Jestiarios y sus libros clo<br />
ejemplos y castigos 1, eleriva de esa misma corriente clásica,<br />
cristianizada por San Basilio y San .Vmbros¡o en sus elos<br />
He.raemeron, en el siglo IV de Jesucristo. Y de la misma fuente<br />
debieron asimismo proceder otras cornpilnrionos didácticas<br />
de Zoología moralizada que tanto abundan en las literaturas<br />
semíticas. Por lo que toca a la árabe, baste- recordar los tres<br />
principales libros de El Cháhirl (.;. SÜ9 de j.-c.I, de .\lgazel<br />
(t 1111 de j.-c.) y de El Damirí (:,' 1405 de j.-c.), cuya<br />
popularidad en el islam ha sido inmensa: !Jiúro de los animales;<br />
Libro de la Prorideucia eu 111.\" CII.\"a.\" crearlas por 1 )ios, y !,
.:;0<br />
7. - Conclusión.<br />
~o se le ocultó a la sagaz intuición de Mcnéndez y Pelar o<br />
que Turmeda y su libro «presentan tales enigmas y contradicciones,<br />
que bien puede decirse que la crítica apenas comienza<br />
a dilucidarlas» 1. }:], por su parte, insinuó que la.<br />
mayor importancia de la Disputa estaba en sus cuentos bocac/ICSCOS,<br />
si bien añadiendo que para él eran imitación de modelos<br />
italianos, así como su Llibre de bous ensenyaments es un<br />
plagio parcial de La Dottrina dello schiaoo di Bari. ¿Qué queda,<br />
pues, de la originalidad y del ingenio del fraile mallorquín,<br />
si casi toda su Disputa resulta ahora traducción literal de un<br />
libro arábigo? Para mí, ni siquiera le resta a Turrncda el mérito<br />
de un modesto adaptador inteligente, porque aparte de la torpeza<br />
y mal gusto con que empequeñeció y rebajó la seriedad<br />
solemne del apólogo árabe, su estilo vulgarísimo y pedestre<br />
y la inopia (le su léxico no le permitieron verter fiel y exactamente<br />
las delicadas filigranas del árabe literario, copioso y<br />
selecto, ni las grandilocuencias del estilo retórico, ni las be.lezas<br />
de la prosa rimada, que los Hermanos de la Pureza pusie-<br />
ron en su hermoso apólogo.<br />
El «habcnt sua rata libelli» tiene, pues, aplicación exactísima<br />
a este apólogo, como el «sic vos non vobis» la tiene,<br />
no menor, respecto de sus autores, expoliados durante varios<br />
siglos por el desaprensivo apóstata de Mallorca. Esta sí que<br />
fué habilidad y dote que no se le puede regatear: Turmeda<br />
tuvo, en efecto, el arte indisputable de engañar a la vez a<br />
cristianos y musulmanes: firmándose Fr. Anselmo Turrneda,<br />
hacía circular por Europa sus libros en catalán, y firmándose<br />
Abdalá, divulgaba entre los muslimes su Polémica contra el<br />
cristianismo; en aquellos libros - al menos en la Disputa -<br />
Jaba como fruto de su ingenio lo que tomaba de los autores<br />
árabes, y en su Polémica aprovechaba las antilogías evangélicas<br />
que encontraba en el Físal del cordobés Abenházam y<br />
propalaba ridículas descripciones de los ritos cristianos, fal-<br />
1 Origenes de la Xousla, 1, introd., pigs. CV y siguientes.
ELENA Y MARÍA<br />
(IJISl'L'TA DEL CU::RIGO y EL CABALLERO)<br />
POESÍA LEO:'\ESA ¡:\ÉDITA DEL SIGLO XIII<br />
l. - EL \IA"U-SCRITO.<br />
Debo a la amabilidad del distinguido bibliófilo D. Juan Sánchez<br />
1 la comunicación del manuscrito que aquí vaya publicar.<br />
En él encontré desde luego una poesía desconocida, de<br />
antigüedad respetable, hallazgo que, unido al que A. Morcl-<br />
Fatio hizo en 1887 de la Rll:::rJll de Amor, nos hace esperar<br />
que aun recobremos más de la primitiva poesía española, perdida<br />
en su mayor parte, y privada, fuera del género épico, LC<br />
todo elemento de reconstrucción.<br />
Trátase de un manuscrito en papel ceptí, letra de princi-<br />
pios del siglo XIV, lleno de picaduras de polilla, y muy destrozado<br />
en sus márgenes. Las hojas, por lo desiguales, parecen<br />
sacadas de desperdicios de papel: miden entre 63X6S y<br />
50X55 milímetros, y forman un cuadernito, al que sirve de<br />
cubierta un pedazo de un diploma del siglo XIV. El tamaño<br />
excepcionalmente pequeño del libro, propio para ser llevado<br />
en un bobillo, y lo tosco de su ejecución, parecen indicarnos<br />
que se trata de una copia destinada tan sólo para el uso de<br />
un juglar ambulante.<br />
Me he desprendido del mmuscrito sin haber observado su<br />
I El Sr. Sánchcz había recibido a su vez este manuscrito del libre-<br />
ro barcelonés Sr. Babra.
EI.RNA V MARrA 53<br />
repartición en pliegos. Sin embargo, no es achacahle a maJa<br />
costura del actual manuscrito el desorden que, según diremos<br />
en el párrafo siguiente, se observa en el texto; el desorden<br />
e.npieza en medio del folio 13 v., acabando antes de las tres<br />
últimas palabras del folio 18 r., y podernos asegurar que nuestro<br />
manuscrito se copió de un original ya desordenado.<br />
2. - CO:-¡TF:~IDO ¡lEL ~IA:-¡t:SCRITO.<br />
La poesía contenida en este manuscrito refiere una disputa<br />
habida entre :'Ilaría, amiga de un abad, y Elena, amiga de un<br />
caballero, sobre cuál de ambos amantes es mejor.<br />
La disputa se interrumpe bruscamente en medio del folio<br />
13 V., donde las palabras que Elena rlirige a Xlaría se ven<br />
cortadas, y sucedidas por un inesperado saludo de ambas dueñas<br />
a un rey, a quien piden que falle el pleito que entre ambas<br />
se discute. Hay aquí un evidente desorden en d original<br />
de nuestro manuscrito: en el fol io 23 'daría proro1w llevar su<br />
cuestión al juicio de ese rey, y en el folio 25 Y. ambas dueñas<br />
se ponen en camino para buscar a ese- rey. Después ele este<br />
folio 25 debe ir, pues, el saludo al rey del folio 1.) v .<br />
Falta ahora saber dónde acaba la parte anticipada que<br />
comienza en medio del folio 13 v. Teniendo en cuenta que a<br />
partir del folio 3, cuando la disputa toma vuelo, cada discurso<br />
de Maria se compone de un elogio de la vida del abad y<br />
un denuesto de la del caballero, y, viceversa, cada discurso de<br />
Elena se compone de un elogio del caballero y un denuesto<br />
del abad, hallamos una irregularidad en el discurso (le Elena<br />
ante el rey, que ocupa los folios I4 a 19. En efecto, Elena<br />
primero habla al rey en contra del abad (folios 14v.-17 r.) y<br />
después en pro del caballero (folios 17 r.- 18 r.); pero de-spués<br />
vuelve a hablar en contra de la causa del abad i1'01. 18 v.), lo<br />
cual es ya irregular; y nótese que en esta segunda peroración<br />
contra la causa del abad, Elena no se dirige al rey, como al<br />
principio de su discurso, sino
1
ELENA Y MARIA .5.~<br />
. Corregida esta dislocación de versos, tenernos quc la poesía<br />
refiere un alternado alegato de María y de Elena en pro y<br />
en contra de sus respectivos amores con un abad y un caballero<br />
(folios 1 r. a 13 v., primera mitad, seguidos inmediatamente<br />
de los folios 18 v. a 23 r.): como la disputa se prolonga sin fin,<br />
Xlaría propone que la cuestión sea juzgada por el rey Oriol,<br />
cuya corte está toda consagrada al amor (folios 23 r. a 25 v.);<br />
ambas se encaminan allá, y después de saludar al rey, Elena<br />
empieza a alegar en favor del caballero, quedando aquí interrumpida<br />
la poesía (fol. 25 v., seguido de algunos versos perdidos,<br />
y luego de 105 folios 13 v., segunda mitad, a I~ 1"..1.<br />
Transcribo a continuación la poesía, ordenados sus versos<br />
como deben estar. Todas las adiciones, puestas entre corchotes,<br />
son de letras destruidas por la polilla o por el roce de los<br />
márg(~nes; las adiciones o correcciones que hago al copista<br />
van relegadas a las notas .<br />
(r,,1. 1 r.)<br />
{Fol. J v.)<br />
(fo!. z r.)<br />
ro<br />
................ [ :\[dura<br />
biue b[i]en fin rrancura:<br />
diz buenas palabras,<br />
mas nozz Iabe jogat" las tabras<br />
nin defpende fu aucr<br />
en folia ni» en mal Ien.»<br />
Elena la cato<br />
de fu palabra la fon fano,<br />
g(raue , m]ientrc le rrdp[ujro,<br />
agora oyd covzrno fabro :<br />
«Calla, ~laria,<br />
por que dizes tal follia?<br />
da palabra que fabrcftc<br />
al mio amigo d(c]noftefle,<br />
mas fe lo bien catas<br />
z por derecho lo [af]mas I<br />
t IaIllI/as, hueco para dr is letras en la C"l1lc
'r"i. 2 V.)<br />
1 rol. J ro)<br />
.l'·1<br />
4"<br />
R. ~IENÉNDEZ PIDAL<br />
non eras tu pora conmigo<br />
n;1l el tu amigo pora con el mio;<br />
fomos hermanas z fijas de algo,<br />
mays yo amo el mays alto,<br />
ca es cauallero [ar]mado,<br />
de fus arma[s] i efforcado;<br />
el mio es de fenfor,<br />
el tuyo es orador:<br />
quel mio defende tierras<br />
z fufre batallas z guerras,<br />
ca el tuyo janta z jaz<br />
Z Iienpze efta e[n p[az.»<br />
: Maria, atan p[or] 1 arte,<br />
rrefpufo dela otra parte:<br />
«ve, loca traítornada,<br />
ca non Iabes nada!<br />
dizes que janta z jaz<br />
por que cfta en paz!<br />
ca el biue bien onrrado<br />
z fin todo cuydado;<br />
ha comer z b[euer]<br />
: [z] en buenos lechos jazer;<br />
ha vcftir z calcar<br />
G hcltias enque caualgar,<br />
vafallas z va fallos,<br />
mulas z cauaIlos;<br />
ha dineros z paños<br />
Z otros aueres taxtos.<br />
D[e] las ar[m]as non ha : cura<br />
Z otrofi de lidiar,<br />
ca mas val Iefo z mcfura<br />
que fienpre andar en locura,<br />
La inicial podría ser f, pero la le-tra final ha podría ser 11.<br />
27 a 37. Para el clérigo que come, bebe y duerme mucho, v, Phi-<br />
Ilis 66 y 11'), Blanche-Hour 185. - 45. Léase curar ej.
A y MARÍA 57<br />
commo el tu cauallero<br />
5" que ha vidas de gan;Oll.<br />
Quanuo al palacio va<br />
fabemos vida qucle dan:<br />
[el] pan a rracio»,<br />
el vin [o fi]n fazo1/;<br />
5; rori[e] 1 ¡mucho z come poco,<br />
va cantando comilla loco;<br />
comilla tray poco veftido,<br />
fienprt' ha fanbre z fria.<br />
Come mal" jale mal<br />
ele noche en fu oftal,<br />
ca quien anda en cafa ajena<br />
nuvca Ial de pena.<br />
Xlieatre [e]l dt[a] alla,<br />
lazera[d]es vos a[caJ;<br />
o; [paraj'des mientes quando verria<br />
z cata le las manos que aduras.<br />
z íenozz tray nada,<br />
luego es fria la pofada.»<br />
Elena COIl yra<br />
_" luego dixo : «elto es mentira.<br />
Enel palacio anda mi amigo,<br />
mas non ha fanbre nizz Ilr]i[o];<br />
, ancla vertido z calcado<br />
z bien encau[aI]gado;<br />
;; a conpana.zlo caualleros<br />
z Iiruc.z lo cícudcros:<br />
dan le grandes Ioldadas<br />
z abafta alas cal/panas,<br />
Dudoso; aC:lso [oro .... ,<br />
'. (fol. 6 r.)<br />
(1,,1. 6 v.}<br />
(fol. ; v.)<br />
(fuI. ~ r.)<br />
R. ~IEl\É)WEZ PIDAL<br />
8" apu[e]ft[o] Z muy b[ie]n,<br />
[co]n ; armas Z con cauallos<br />
z con efcuderos z con vafallos,<br />
Iienpze trae acores<br />
Z COIZ falcones delos mejorcs;<br />
Ss qzzando viczz rriberando<br />
z las aves mata[n]do,<br />
b[uJ:torcs z abtardas<br />
z otras aucs tazztas:<br />
quando al palacio llega,<br />
Dios, q/te bien femeja!<br />
acores gritando,<br />
cauallos rrenizzchando,<br />
alegre vicn z cantando,<br />
palabras. de cortes fabrando.<br />
"; A mi ticn onrrada,<br />
vertida z calcada;<br />
vifte me de cendal<br />
e de al
(f"i. 8 v.)<br />
(fuI. ~l r.!<br />
""<br />
1::0<br />
LLENA Y MARr.~ 5')<br />
la batalla faz C011 rus manos<br />
1>0 R. !dEN tNDEZ PIDAL<br />
joga el cauallo z el rrocin<br />
z clas armas otro Iy,<br />
if,)I. 'o r.) el mazzton, el : tabardo 1<br />
e el bcftido z el calcado;<br />
r ro finca en auol guifa,<br />
en panicos z en camifa.<br />
Quando n01/ tiezz que jogar<br />
nill al a que tornar,<br />
vay Z la fie1la empenar<br />
'.;; alos frazzcos del a cal;<br />
íI.,1. '0 v.) el fre[nlo z el albardol»]<br />
da]lo] al fu rrapagon<br />
hlENA Y MAldA<br />
cada di[a] facara fobrel veftido,<br />
falta que fea comido.<br />
IIJ.; (]uando comido fuere,<br />
¿qlle Cera del Icñor?<br />
qllfrra yr a furtar;<br />
mas fe lo ouicrorz 1 alomar,<br />
colgarlo han de vn palero,<br />
1 / ,1 en fama de vn otero,<br />
Ca el mio amigo, bien te lo dig-o,<br />
(fol. l' r., a mucho trigo z rnuzzcho vino;<br />
tien buenos collcros<br />
de plata z de
(Fol. 13 v . primera<br />
mitad.)<br />
R. ~IENÜWEZ PIDA/.<br />
nizz mcngua de veftido,<br />
nizz efto de feofa<br />
de ninguna coía.»<br />
Elena, do Iedia,<br />
cato contra Maria;<br />
diz: «ve, aítrofa,<br />
z non has [o] ra verguenca?<br />
:Por que dizes tal maldat<br />
abuelta con torpedat?<br />
qlterriefte alabar<br />
fe te yo quefiefc otorgar<br />
fol. ,s v.) Ca tu non I [clames con Iazoe<br />
eíperando la obraciou,<br />
'0.; lo que tu has a gaftar,<br />
ante la a eglifa onrrada lo ha aganar;<br />
beuides commo mefquinos,<br />
de alimofna de vueftros vezinos 1.<br />
(fuJ. 10 r.) ! Quando el abbad rniía dezia,<br />
a ro a fu moger maldczia;<br />
enla primera oraciox<br />
luego le echa la maldecíoe .<br />
.ifi tu fueres mifa dcu[char],<br />
tras todos te [has a e]ftar;<br />
'fol. '9 v.) "; ca yo cf[tare en]la delanitrera<br />
e o Irecere enla primera;<br />
ami lcuarax por el manto,<br />
z: tu yras traf todas arraftrando;<br />
I Al fin de este folio hay nota del mismo copista, encerrada en cuatro<br />
trazos, que dice torna foja; en el folio S r., abajo, se ven trazos que<br />
encerraban otra nota, perdida con el margen inferior.<br />
198. Léase vcrgonfa.-203 a 208. Comp. IIueIine IOI-IOS.-206.Léase<br />
la cglisa, - 209 a 212. Parece que alude a las primeras palabras de<br />
la misa: «Judica me, Deus, el disccrnc causam rneam de gente non<br />
sancta». PsaI. XLII, l.
ELE.:'\A Y :\1.\ H.í.\ 63<br />
amj leuarax commo eo(n)defa,<br />
ati diran [co]mmo monag[uefa).»<br />
'fol. 20 r.) . Quando :\laria ayo efta rrazon,<br />
pefol de coracozz:<br />
rrelpondio muy bien:<br />
-todo cfto non te prifta rrcn:<br />
¿25 anos
u. I'4E~ÉIWEZ 1'ID.\L<br />
que Iienpre elto de buena guifa;<br />
fe bien janto z mejor cerio<br />
que nuszca la[zdr]o ni1l peno,<br />
ca otra he g]rand vicio<br />
~;" z [biuo en] gran
ELENA Y MARiA<br />
275 Villanía fab[lar] 1<br />
[es] aly me denof[tar];<br />
(rol. 23 r.) fe 2 amj diz[e]n [mon ]aiguefa,<br />
ati dirax cotayfeía,<br />
Mas fe tu oujefes buen fen<br />
280 bien te deujas conoícer;<br />
ca do ha [ero de prior,<br />
conolceíe cnl]o] mejor.<br />
Mas tu non a[s amor por] mj<br />
njn yo otro fi por [ti];<br />
285 [V]ayamos anbas ala [corte] de vn rrey<br />
que [y]o [de mejor non sey];<br />
(fol. 23 v.) [dte rey] i Z enperador<br />
nunca julga feno» de amor.<br />
Aquel es el rrey Oriol,<br />
'90 feñor de buen valor,<br />
non ha en todo el mundo corte<br />
mas al[c]gre nin de mejor cono[rte];<br />
[co]rte es de muy [grand] alegria<br />
z de [plazer] z [de] jogrer(ia];<br />
(fol.,~ ro) .'5 [omne non] fa[z] ! otro lauor<br />
fenon cantar Iiexpre de amor;<br />
caetar z departir<br />
z vidas nueuos coxtrubar:<br />
tanto ha entre ellos conorte<br />
300 qut'noll han pauor de muerte.<br />
El rruy Icñor, que es buen jogral,<br />
aquella corte fue morar;<br />
don [ac'[or z don gauilan<br />
en aquell[a] corte eftan;<br />
1 Más bien parece fal, y la ¡ que yo suplo es muy dudosa, pues<br />
debiera verse algo del trazo superior de ella sobre la picadura de<br />
polilla, y no se ve.<br />
2 Dudoso; acaso fyj destruida la parte izquierda e inferlor.<br />
297. Léase deportar. - 300. Léase morte,<br />
TOMO 1. s
66 R. :'IEXÉ:WEZ l'aJAL<br />
3"5 clan
«01. J 3 v., segunda<br />
mitnd.]<br />
(fo1. J" r.)<br />
(foi. , 4 v.)<br />
(foi. r 5 r,) 355<br />
(fol. t;. v,)<br />
tu feras mi vafalJa,<br />
ay plaz me fin falla.»<br />
Anbas fe auenicrorz,<br />
al cami(n]o fe metiejro]»,<br />
la ......•......•.. , .<br />
u fallid<br />
Cé vos de el fu amor.<br />
Duenas famas de otras tierras<br />
qut' venimos a eftas [ierras,<br />
auos, Ieñor, demandar<br />
por vn juyzio eftrcmar;<br />
[cñor. por aquel qut'uos tizo,<br />
de partid cfte juyzio!»<br />
Efa ora dixo el rrey :<br />
"yo vos lo de partirey..<br />
Elena de primero<br />
talla la voz del cauallero :<br />
« Icñor, cudado Iy fuer d(~ muerte,<br />
ally ha el grand conort«:<br />
luego lo va vegitar,<br />
con fu calze comulgar.<br />
Faz la cafa de librar,<br />
mandalo manefeftar,<br />
z valo : (coJnfejar<br />
qllde de fu auer para mifas cal/taro<br />
Ca diz qUé' n012 ha tan buo» ofi
ó8<br />
{fo l, ,6 r.)<br />
(fol. • b v.)<br />
(fuI. '7 r.)<br />
f 01. '7 v.}<br />
(fol. • S r.}<br />
3iO<br />
375<br />
395<br />
R. ~IE:'If:WIlZ PIDAL<br />
tal cofa nunca vi,<br />
todo lo quier para fy.<br />
Mas fe lo ve quexar<br />
pora del fiegro pafar,<br />
veredes yr pora la cafa<br />
cruz z agua Iagra'da,<br />
e los rnolazinos rrezaxdo,<br />
rcquien z tcrna.z cantando,<br />
los otros por las callpanas tirando,<br />
los vnos a rrepicar<br />
z los otros a en cardar.<br />
Mas eftas bondades<br />
han todos los abades:<br />
len bien: fus glofas<br />
e carita» qxirios z pro fas,<br />
crifmar z bautizar<br />
z omites muertos Ioterrar.<br />
Mas eíto hall los rncfqxinos,<br />
Iienpre Ioípirav por muerte de fus vezinos;<br />
mucho le[s] p[laz]<br />
; qxando hay muchas viudas o viudos<br />
por Icuarex muchas obradas z muchos bodigos.<br />
Bien cura fu panza<br />
quelo non ficrga la lanca,<br />
Ca el mio Ieñor<br />
cauallcro es de grañd ualor,<br />
non vi [nunca otro] mejor<br />
¡ que mas faga por mi amor.<br />
Por ami fazer plazer,<br />
de veluntád fe va conbatcr;<br />
no» qzzier fu elcudo vedar<br />
anillgum! ornzze, fe quíer con el juftar.<br />
Ha caftiel1[os do] ; jaz<br />
e muchas
ELENA Y MARíA 6')<br />
gaña muchos aueres por fu barragania<br />
z por fu caualleria,<br />
gana mulas z cauallos<br />
400 e otros aueres tantos,<br />
oro z plata z efcarlata<br />
de que foy 1 preciada.<br />
3. - EL DEBATE.<br />
Hay en la poesía latina y en la romance de los siglos xn<br />
y XIII, un grupo de poemas en que se discute si es preferible<br />
el amor del caballero o e! de! cl(>rigo2, es decir, si debe elegir<br />
la mujer su amor entre los qlW siguen las armas o las letras,<br />
pues la palabra clérigo, al menos en las primeras composiciones<br />
de este género, puede tener el sentido amplio de hombre<br />
de letras, aunque en las más tardías se torne ya únicamente<br />
en el sentido concreto de sacerdote.<br />
La mayoría de estos poemas están compuestos en forma de<br />
disputa entre dos mujeres. Diremos algo de (-slos, para poder<br />
observar la evolución que el terna sufre y para que e! lector<br />
llegue a formarse una idea de lo que la fragmentaria poesía<br />
española podría contener en las parles perdidas.<br />
El poema más antiguo es uno latino, ¡'hillis (1 Flora, escrito<br />
en la segunda mitad del siglo XII, en cuartetas monorrimas.<br />
Phillis y Flora, sentadas en un vergel, disputan sobre las cualidades<br />
respectivas de sus amantes, un cl{'rigo y un caballero.<br />
Como el altercado se prolonga, Flora propone someter la cuestión<br />
a Cupido. Ambas se dirigen en su busca: I'hillis monta<br />
un mulo domado por Neptuno; Flora, un caballo enjaezado<br />
con una silla labrada por V ulcano; así iban las dos como dos<br />
lirios, como dos estrellas que cruzan el cielo. Llegan al Paraíso<br />
1 Picadura de pulilla; de la)' se ve la parte inferior, y es segura.<br />
2 Sobre este tema pueden verse A. ]EANROY, Origines de la j>oe"sie<br />
~v1"iqueen Francie, [889, pág. 58 n.; Y especialmente CII. OUlMONT, f-es<br />
débats du Cla-c et dn Che7Jalier, París, 1911; y E. FARA!., Red/crc!les sur<br />
les sourccs latines des contcs el romaus courtois dlt JfoyclI Age, París, 1913.<br />
páginas 19[-3°3, y Rom,mia, XLI, 136 Y 4'Ji.
¡O R. ~IENÉXDEZ PlDAL<br />
del .\111or, lleno del sonido armonioso de instrumentos músicos<br />
y del canto de las aves. Allí, rodeado de faunos, ninfas<br />
y sátiros, mora Cupido, ante quien las doncellas viajeras exponen<br />
la causa de su ida. El Amor tiene sus jueces, que son<br />
el Uso y la Naturaleza, los cuales fallan que el clérigo es más<br />
apto para el amor, y toda la corte aprobó esta sentencia.<br />
El clérigo autor de esta poesía la adornó con vistosas descripciones,<br />
y la rodeó de un ambiente mitológico, como conocedor<br />
que era de Ovidio, Virgilio, Sidonio Apolinar y Claudiana.<br />
La disputa de las dos doncellas, en medio de su acritud,<br />
está matizada de suavidad; dulce ira anima el rostro de las dos<br />
contendientes, su furor es gracioso, y las hace aparecer más<br />
bellas. Tal delicadeza, artificiosa y postiza si se quiere, es el<br />
carácter de este poema, primera manifestación conocida de<br />
nuestro debate. l~sk evolucionará después, pasando gradualmente<br />
de esa idealidad a un realismo cada vez más acentuado.<br />
:\ fines del siglo XI! o principios del XIII corresponde la<br />
poesía francesa (picarda) LI' Jugrlllt'JIt d' Amour, probablemente<br />
derivada de J>J¡i!!is. El poeta francés busca la gala de su poesia<br />
en la amenidad del fondo sobre que el debate se desarrolla; en<br />
la graciosa descripción de los trajes de las dos doncellas, Florence<br />
y Hlancheflor, hechos con flores, amores y besos; en<br />
la pintura del palacio del dios de Amor, labrado de flores y<br />
maderas preciosas; y sobre todo en la adición de un episodio<br />
final: el dios de Amor reune los barones de su corte para que<br />
juzguen el pleito de las dos doncellas, y el Esperver, el Ruiseñor,<br />
la .\londra y demás aves entablan una segunda discusión<br />
del tema, la cual termina con un duelo, en que el pequeño<br />
Ruiseñor, campeón del cl(~rigo, vence al corpulento Papagayo,<br />
campeón del caballero .. \llí veríais llorar a Florence, mesarse<br />
el cabello, retorcer sus manos y pedir a Dios la muerte; desmáyase<br />
reiteradas veces, y expira; las aves la colocan en un<br />
rico sarcófago, con una lápida que dice:<br />
lei gist Florcnce cnfouie,<br />
EI,ENA Y' MAUlA i 1<br />
ta de las dos doncellas viene a ser lo de menos; por esto se<br />
.abrevia y palidece, comparada con la de Phi/lis; y tanto en este<br />
altercado como en el de las aves, desarrollado con monótona<br />
alternativa de pareceres, apenas se fija la atención más que en<br />
una soja cualidad del clr;rjgo o del caballero: la cortesía.<br />
Xlas habiendo llegado la disputa a este extremo de refinamiento<br />
y simplificación en L!! _'tllf(OIlt'ilt d'Amo//r, sus imitaciones<br />
podían olvidarla del todo, como accidente insignificante,<br />
desarrollando en cambio los elementos fantásticos, según<br />
se ve en Li Fablcl dou llit'u tI·Amor.> y en V/WiS liT (1/1'.1'.1'/'<br />
d'llllloltr 1. Pero si la imitación se hacía teniendo en cuenta<br />
el tradicional debate, entonces debía tender a reforzarlo, concediendo<br />
más importancia al altercado de las dos doncellas,<br />
Esto sucede en Jludill!! ct J~t;¡lliltiIlC, escrito probablemente a<br />
principos del siglo XIII, donde la discusión se extiende en<br />
varios pormenores pintorescos y satíricos sobre la vida del<br />
clérigo y del caballero. También se acentúan los pormcnores<br />
de la disputa, aunqu(' menos que en Hueliue, en una simple y<br />
trivial refundición del.;ll~I;'nJlCJlt, hocha a mediados del siglo XliI<br />
y contenida en el manuscrito Hihl. Xat., fr. 795, la cual no<br />
valdría la pena
R. MENÉNDEZ PIDAL<br />
El otro poema anglo-normando, Melior et Ydoine, manifiesta<br />
iguales tendencias. La disputa, que antes se atenía a cualidades<br />
generales de una y otra clase social, desciende ahora<br />
a la más práctica realidad, analizada a veces con verdadera<br />
grosería, sobre todo en Blanchefiour,<br />
También hallamos una refundición franco-italiana del :;'u-<br />
/{rment, en la cual, a pesar de seguirse muy de cerca al original,<br />
se observa igualmente alguna acentuación de los pormenores<br />
satíricos. Por ejemplo: en el pasaje relativo a la pobreza<br />
del caballero, que tiene que empeñar armas y caballo, vemos<br />
cómo los pocos versos del Yuge11le1lt están amplificados en<br />
forma semejante a la que ofrece Huetine.<br />
Mas a pesar de esta evolución que venimos observando en<br />
el tema, todavía hallaremos que éste da un paso muy brusco<br />
en la versión española. La discusión dialogada de las damas<br />
llega en Eiena y Maria a ser absolutamente lo principal, dilatándose<br />
en una disputa mucho más prolongada que la de las<br />
más largas versiones extranjeras, y en ella ciertamente no encontramos<br />
aquella dulce ira de Phillis y Flora, sino la cólera<br />
que llega a los denuestos injuriosos '.<br />
A esta evolución del debate debió de contri huir mucho un<br />
fenómeno léxico: el desuso de un significado accesorio de la<br />
voz clérigo. El debate nace entre los letrados, que sienten<br />
su superioridad en punto a cortesía y amor refinado, como<br />
clase social más culta que la de los cabalIeros. Así Phillis y<br />
Le Yll
ELENA 'l ~lARIA i3<br />
samio, tenerlos por clérigos menores, no obligados con votos<br />
de castidad; la aludida refundición del Yugemeut (Bibl.<br />
Nat., fr. 795) declara expresamente que el clérigo de que<br />
trata es un abogado (
74 R. ~¡E~¿SOEZ PWAI.<br />
tigua discusión sobre las cualidades morales de dos clases de<br />
la sociedad, los letrados constantes, discretos e instruidos, :r<br />
los caballeros ignorantes, volubles y jactanciosos, tenía qUI~<br />
acentuar cada vez más el elemento satírico, y se comprende<br />
bien que acabase siendo, como en la versión española es, una<br />
disputa violenta sobre el gÍ>nero de vida de un abad y un infanzón,<br />
y sobre los regalos y consideración que proporcionan<br />
a sus amigas. La cortesía del cl('rigo, uniformemente alabada<br />
en las versiones extranjeras, desaparece por completo en la<br />
española, que más bien la atribuye al caballero ("palabras de<br />
cortes fabrando» 94L<br />
Ignoramos el desenlace de Elena; creo fuese semejante al<br />
de Hlauchcfiorcr, es decir, contrario a la tradición, Tratando<br />
la versión española de un a b a d ', obligado por todos los votos,<br />
y en la pintura del cual se extreman los rasgos satíricos,<br />
es de presumir que no se fallase el pleito en su favor. Además<br />
Elmil es de tono más popular que ninguna de las otras versiones,<br />
y sabido es la antipatía con que el pueblo mira a la<br />
manceba del abad 2, Por último, después del fallo del pleito,<br />
no seguiría la muerte de la dama vencida, como sucede en Le<br />
.'l1~~emCJ/ty sus principales imitaciones, ni siquiera el simple<br />
desmayo, como en Meiiar. 1\ Elena le bastaría marcharse de<br />
la corte del r(')' sin despedirse, como en la versión franco-italiana,<br />
° reconocerse vasalla de la vencedora (v. 318, 332).<br />
Abad, en el sentido genérico de 'cura' o 'párroco' .• Solamente ha<br />
quedado el uso de esta voz en este significado en Galicia, Asturias,<br />
Portugal y Cataluña», dice el Dice. de Autoridades en 1726. Pero véanse<br />
en contra Clernencin, Quijote, 1, 244, Y Rodríguez Marfn, Quijote,<br />
1, 262. Hablando de que la amiga de un clérigo pasaba mejor vida<br />
que la casada, Thomé Pinln.iro da Y ciga, en su viaje por Castilla en el<br />
año 160S (Fastigi¡;¡ia, Porto, 191 1, p. 226-22i), cuenta de una tendera que<br />
no quería ver a su hija bien casada: «bien abbadada sí, bien casada no •.<br />
2 Basta recordar la fórmula de comienzo de los cuentos •..... y el<br />
mal para el que 1
ELENA Y MAHíA 75<br />
La escena de la corte está solamente empezada en el fragmento<br />
de Elena. Pero es de notar que en Phi/lis el Amor manda<br />
fallar el asunto a sus jueces, y en Le Jugt'1llo/t y demás<br />
textos de (,1 derivados el dios junta sus barones para que juzguen<br />
la cuestión, mientras que en Elella, al presentarse las dos<br />
damas al rey Oriol, dice éste que quiere 01 mismo ser juez<br />
(v. 343-346). Esto parece excluir la discusión de las aves, que<br />
tan principal es en Le Jllgollod, aunque ya en las versiones<br />
anglo-normandas aparece abreviada, con buen acuerdo .. '\demás<br />
parece también excluirla el hecho de que Elena y :'daría<br />
abogan por sí mismas su causa ante el rey Oriol (v. 322-323,<br />
34i-402). cosa nueva en nuestro tema, 'sin precedente en las<br />
versiones extranjeras conocidas. 1'\0 obstant«, en f:lo/il hay<br />
una enumeración de aves (v. .10r-.115), hecha al describir la<br />
corte del Amor. Parece derivar de un texto semejante a la<br />
refundición del .J//gmu·)lt del manuscrito Bibl. :-Jalo, fr. í95,<br />
o a la franco-italiana, que ambas hacen una enumeración de'<br />
aves, cuando el dios de Amor convoca a todos los harone .;<br />
de sus dominios para juzgar e-l pleito dc las damas 1.<br />
o bien:<br />
il i fu li faucons, la mr-rk-,<br />
li espcrviers, la tourtcrcl!c .....<br />
atant la cigoignc i ('st \TllU;1<br />
e en aprés i vicnt la grua.<br />
l'alloete c k rcalté .....<br />
La imitación española personifica también las aves. pues<br />
les da el título de don (comp. «sirc faucons» « d.une aloe», etc.,<br />
en la discusión de las aves, según lA' ]ltgOi/fJl! y sus imitaciones),<br />
y las hace juglan's y moradoras (k la corte del \mor;<br />
La ocasión dc la cnumerucion es distinta en Elena y en ambas<br />
refundiciones francesa y franco-italiana. En Phil/is, como en Rlena, se<br />
enumeran las aves al describir el Paraiso de Amor; !Hero las aves en<br />
Pliillis no aparecen personificadas, cUnJO en ElcI/U, y claro es
R. ~(ENÉNDEZ PIDAL<br />
por esto creo que alguna intervención, aunque pequeña, debían<br />
tener en el juicio. El rey Oriol mismo debe ser un ave l.<br />
Por el comienzo no debe faltar mucho a nuestro fragmento,<br />
pues en los versos r 3-2 r Elena parece que empieza a<br />
darse por ofendida, y revela la condición de su amante. Probablemente<br />
los versos r-a, puestos en boca de María, pertenecen<br />
a la primera defensa que ésta hace del abad, cuando<br />
acaba de manifestar que le tiene por amigo y por ello Elena<br />
la ha censurado.<br />
No sabemos qué serían en Elena la descripción inicial de<br />
las dos damas, ni la del palacio del rey del Amor. Debían estar<br />
desprovistas de gran j:larte del elemento maravilloso y fantástico,<br />
que acentuado en P/Zillis y Le JugemeJlt se va debilitando<br />
en las imitaciones. Tenemos indicios de elJo: las damas<br />
que en las versiones extranjeras son reinas de aspecto divino,<br />
o tienen algo de sobrenatural o de espléndido en su atavío,<br />
son en LIma dos hermanas hijasdalgo (v. r9; dos princesas<br />
hermanas en Blanchcftour, v. r03, 3r8); yel dios Cupido o<br />
del Amor de las demás versiones, es en la española simplemente<br />
el rey Oriol, rey de las aves. Además la descripci6n de<br />
los vestidos y monturas de las dos damas, cuando se dirigen a<br />
la corte del Amor, hecha ampliamente en todas las versiones<br />
extranjeras (salvo en Jlldior, que suprime el viaje a la corte),<br />
parece que no existía en Elena ni aun en estado rudimentario<br />
'(v. 334-335). Todo esto nos hace apreciar hasta qué punto se<br />
eliminaba en la versión española el adorno incidental, que tan<br />
desarrollado estaba en las versiones primitivas del tema. Ya<br />
en las versiones anglo-normandas se ha notado la insensibili-<br />
Oriolo era realmente nombre de persona (un don Oriolo, merino,<br />
se cita en un documento de 119', Archi vo Histórico, Cartulario de<br />
Santa María de Puerto, en Santona, fuI. 46 v.). Pero en Elena el nombre<br />
del «rey Orrol», V. 289, es sin duda el nombre del ave eoriol», u<br />
oropéndola, una de las disputantes en la corte del Jugcment( .di orieuxs,<br />
«Ji euriolss 305), y sus imitaciones (eoriolev, Blancheflour 80; .1'aurJo).,<br />
franco-italiana, 509). En Cali!a 511009' se dice: "el rey de todas nos<br />
las aves es el falcón oriol». y se ensalza «la fortaleza del falcón oriol»;<br />
el editor C. G. Allen asimila este «oriol> al prov .• aurion •.
ELENA Y MARIA 7í<br />
dad de los autores ingleses respecto de los adornos literarios<br />
de los modelos franceses 1.<br />
En resumen: ele una imitación francesa de Le Jur;ement,<br />
semejante en su tono a I-Iuc!úze y a las versiones inglesas, provienen<br />
la mayor parte de los elementos de Elena, desde los<br />
principales detalles satíricos y el nombre del rey Oriol, hasta<br />
la forma métrica de pareados. Sin embargo, hay que notar<br />
que las seis versiones extranjeras conocidas forman claramente<br />
un grupo, con versos y pasajes semejantes, que revelan en<br />
las unas conocimiento de las otras o de originales comunes,<br />
mientras la versión española carece de esas semejanzas de<br />
pormenor, y queda enteramente fuera de ese grupo. Cabe<br />
siempre suponer que si apareciese alg-una versión provenzal,<br />
serviría acaso de lazo de unión entre E/Ola y las versiones<br />
extranjeras; pero también parece demasiada casualidad que se<br />
hubiese perdido justamente toda versión extranjera no agrupable<br />
con las conservadas y que pudiese explicar la versión<br />
española.<br />
Por esto creo que hay que acudir a otra explicación, y<br />
suponer que el tema tuvo en España una imitación primitiva,<br />
perfectamente agrupable con las extranjeras, y que luego se<br />
popularizó (lo que no consta en los otros países) y se fué<br />
adaptando completamente a los gustos indígenas .. Adelante<br />
veremos cómo esta adaptación española nos explicaría también<br />
el octosilabismo dominante en la versificación de E/CIta;<br />
ahora nos basta notar que la suposición de algunas versiones<br />
intermediarias españolas es la que mejor nos explica la gran<br />
distancia que hay, ele una parte, entre las redacciones extranjeras,<br />
que más o menos conservan todas el carácter de poesía<br />
refinada y culta, y de otra parte F/OIII, poesía francamente<br />
juglaresca por su marcado tono popular, por su métrica descuidada<br />
y hasta por el diminuto y pobre cuaderno en que se<br />
nos ha conservado.<br />
El juglar español olvida cuanto es posible los elementos<br />
fantásticos y ornamentales en que el debate andaba envuelto<br />
1 E. FAl
¡8 R. ~IEN¡;;NllIoZ PlDAL<br />
fuera de España, y se aplica a desarrollar la sátira picaresca.<br />
En esto precisamente consiste su importancia. Nuestro poeta<br />
nos da una primera muestra del género cómico en España, y<br />
en su obra hallamos mucho de la viveza, energía y penetración<br />
con que esa poesía florecerá después en manos del genial<br />
Arcipreste de Hita.<br />
4. - FECHA nr: «ELE);A».<br />
Difícil es calcular la fecha de la versión española. Las versiones<br />
extranjeras se fechan todas entre 1150 Y 1Z 50; pero es<br />
de suponer
sólo nos ofrece dos en apoyo de ue: furra ; "guerra» 443, y<br />
muestra: «esta» 1088 (corríjase 1592 en vista de 1640; 95 defectuosa);<br />
vacilación escasa si la comparamos a la que muestran<br />
los documentos notariales leoneses .. \cudiendo a la obra<br />
fundamental para el estudio de los diplomas leoneses, (:tucle sur<br />
rancien dialecte léonais par Erik StaatT, Upsal, 1: es 70, 126, 127, 300; (ras Ii;<br />
eran 3 T 4·<br />
2. Nótese l'[;lisa: «rnisa. 184, y fuera de rima en 20ó,<br />
252; forma rara, que sólo aparece en uno, entre los 100 documentos<br />
estudiados por Staaff (pág. 201; Sa}¡;¡gúll, 1245, dos<br />
veces, frente a cuatro veces qJisill), siendo las formas dominantes<br />
en esos docul1lentos;gli,\'ia, tgksill, etc .. \l(onso XI, 95,<br />
usa forma más común, rglesias (1. f/;rejlls.:): «ove-jas».<br />
3. El diptongo .11 > ti aparece SI',!O en formas verbales;<br />
en los presentes h(J' 32S, y lsq]: «r
80 R. MENÉNDI!Z PIDAL<br />
en textos de escaso dialectalisrno , como los manuscritos de<br />
]. Ruiz, la Danza de la Muerte, Frey Pedro de Colunga, etcétera<br />
(K. Pietsch,Zeit, XXXV, 174-175). El perfectoYo-eyy<br />
otros casos de ei, monesteyro, leygo, etc., aparecen en 9 documentos,<br />
de los 30 pertenecientes al leonés occidental que<br />
publica Staaff (v. su p. 186-187 Y 294), pero faltan en los del<br />
leonés oriental. De roo documentos salmantinos, de 1 I 50<br />
a 1302, sólo 9 ofrecen casos de ei, 8 de los cuales tampoco<br />
ofrecen diptongo de 6.<br />
El diptongo AU> ou no se halla en el perfecto, sansanó,<br />
8, 10, 196,222. En cuanto al substantivo, si poco: loco, 55,<br />
pudieran haber tenido ou, no es nada probable que lo llevase<br />
cosa: «descosa» 194. Las rimas de Alfonso XI tampoco apoyan<br />
la existencia de OU, poca: «boca» 839; pocos: «Marrocos»<br />
(corrección) 1387,1568, 192s;poco: «convosco» (corrección)<br />
1352; locos: «Marrocos» (corrección) 7 52, (en cuanto al<br />
ei, nada nos dicen las rimas de Alfonso XI, pues «rey» y «ley»<br />
riman siempre entre sí). Los diplomas ofrecen menos casos<br />
de ou que de ei, apoyando así la ausencia de aquél y la presencia<br />
de éste en Elena: de los 30 documentos del leonés occidental,<br />
sólo 7 tienen casos de ou; y de los 109 documentos<br />
salmantinos, s6lo 6 ofrecen ou, ninguno de los cuales diptonga<br />
la 6. Nótese también que los documentos salmantinos coinciden<br />
con Elena, ofreciendo 5 casos de Yo perfecto -ey y ninguno<br />
de f] -ou.<br />
4· Protónica: moga 2 ro, 260; maldecion 212; ceüeros 173;<br />
jogar 4, 131,142 (comp. joga § l.°);jogreria 294;jograI30I,<br />
308. Al contrario coutrubar 298.<br />
5. Hiato. Aunque abunda el asonante en las rimas, parece<br />
que J«-vzio: «fizo» 344, nos lleva a suponer *juizo en 342,<br />
344 (iuy::o, documento de Benavente, Zamora, 1275, Staaff,<br />
página 15120), La misma duda en Alfonso XI; rimas aproximadas,<br />
como «lacería: barrera» 1200; «placa : gracia : gart;;a»<br />
314,386, 2380; «coracon ; oración», 1501, no nos dejan seguridad<br />
de cuál forma sería la del autor en audanca : «ganancía»<br />
143; Francia: «dudanca» 634, 1385, ctc.; junto a Franca:<br />
«lanca» 1 ro8. Además, liesen, 'leyesen' 259,){ len, 'leen' 376.
11.- Consonantes.<br />
ELEXA y MARIA<br />
6. Consérvase la ./ inicial ante 11, en [auro 247; >lIItl{ 27,<br />
33; ja2er 38; jace 59; .fa.: 27, 33, 395. Pero no ante vocal ele-<br />
la serie anterior', en echa 212; JI!arla J 79 (:\IenÍ'ndez Pidal,<br />
Dialecto Leonés, § 8!).<br />
7· Las rimas no hacen distinción entre s, .c: y (: trrs: ,'(:133:<br />
astrosa :¡'OKOIl~tl (corrección) 198; csrneso ; P
x, MEl'KNDLZ PIDAL<br />
verbo: pesol z z z, Nunca en los demás casos: queIe 52, 356;<br />
luego le 212, 2¡r; gm've mientre le 9; besame 320, 97; a.~<br />
me 276; tornare 318, se te 202; uase 182; asy se 260; camino<br />
se 335; así resulta seguro el tornase del v. 131. La apócope es·<br />
muy escasa en leonés (Staaff, pág. 270, Y f~tude sur les pronorns<br />
abrégés, 1906, pág. 149).<br />
Posesivo. No tiene carácter dialectal. Primera persona, Masculino:<br />
mio Ilmigo 14,171,190,266, 327?, 387, o mi amigo<br />
71, 390. Femenino: mi uasalia 318, 323, 332. Segunda pero<br />
sana, Masculino: tu 1l1l11:r;O 18,49, 102, 107, 124,228; Ferncnino:<br />
tu uasalla 329. Tercera pcrsona, Masculino: su auer 5,<br />
60, 108, 13 S, etc., trece veces: sus ntolaciellos lag, 11 1, 182.<br />
381; Femenino: su tllJll:r;1l 154, 18o, J84, 210, 397, 398; sus<br />
arruas 22, 110, 237, 376. Substantivado: el mío 18 rimando<br />
con «conmigo», 23, 25, 118, 125; el tuyo 24,27.<br />
12. Intinitivo: combater 231, 392, rimando con «plazer»<br />
y «querer').<br />
Maldizer« 257, fucra de rima.<br />
1Iállase el infinitivo personal una vez: mucho les plae por<br />
lcuareu III11c/ltlS obradas 384; abunda en los documentos de<br />
Salamanca del siglo xur; pero entre aquellos de Staaff que no<br />
pertenecen a la rl'gión de Espinarcda y Cacabelos, sólo se<br />
halla en uno ele Sahagún, del año 1267.<br />
13. Apócope verbal. Es predominante: plasme 333; di" 3,<br />
183, 197, 357, (frente a dice : maldize 254, 255); fae IlO.<br />
158, 264, 353; .1
EI.ENA Y ~I.\RrA<br />
No hay apócope en touiese 260, 262; quesiese 202, como<br />
tampoco apocopan estas formas en los documentos leoneses<br />
desde fines del siglo XIII (Staaff, pág. 286).<br />
No hay tampoco apócope tras las consonantes que el español<br />
moderno no admite como finales (rabe 4, r r 7, r r 8; come<br />
55,59; 'viste {7s, etc.), como no la hay en el substantivo.<br />
14· Presente: siente 184, sienten 76; t-iestc 180, de «vestir»,<br />
junto a t.istc, Iis;- difettde, 25;- paraj(~il, v. § r. Es<br />
raro prista, praestat, 224, reducción de «priesta».<br />
Hállase so)' 402, frente a esto 193, como en otros textos<br />
leoneses, por ejemplo, en el Códice S de Juan Nuiz, S(~J!, predominando<br />
sobre so, y al lado de está, do, to, (K. Pietsch, Zeit.<br />
f. romo Phi!. XXXV, 175-177.)<br />
Hallamos tra» 57: 67, junto a trat' 83, \';¡cilaciún muy<br />
corriente.<br />
En fin: ,,~y 144, Y ,'(/ 51 «dan " rima, 56, 229, 231, 234,<br />
35I, 355, va dit; frente al imperativo Z'l' 31, {97, v a ch (Pietsch,<br />
Zeit. XXXV, 16g, 172-173).<br />
Persona vosotros: bruides 2°7.<br />
Subjuntivo:j/el:o\"rl 386 (:\Iio Cid, pág. 266,11)'<br />
15· Perfecto: fabrrstr 13, deuostestr T4. :\0 hay 0/1 en fubnf,<br />
etc., ~ 5. El perfecto de los verbos -cr rima con el de Jos<br />
verbos -(11', a juzgar por [re-Ij>olldirí] :jizbrrf 9; mientras en Alfonso<br />
XI no riman con el perfecto -al' ni el perfecto -cr (62 I,<br />
T889, 2199), ni el perfecto -ir (2418); ni los perfectos -cr, -ir,<br />
riman entre sí (I 500) (v. C. Michaólis de Vasconce1los, Grundriss<br />
de Griiber 11, 2, pág. 205, n. 1).<br />
16. Partículas: niu 5, T 8, 72, etc.; llf¡~o\"ltllrl 394: Itil~r:ltlla<br />
194; pero una vez nellgllllil t t ó. Predomina se, diez y seis<br />
veces (15, 162, 168, 176, 202,229,237,239,247, 267, 27i.<br />
279, 324, 330, 365, 3941, frente a si, tres veces (212, 258,<br />
349). Siempre siu 2,36,153, T8G, 319, 333, Y SO/Ol/ G7, 105.<br />
262, 288, 296.<br />
Es corriente' 1IIa.\· 4, 15,47,72,98, etc.: pero en el verso 20<br />
se usa 1JI,~)'S dos veces, como conjunción y como adverbio.<br />
Parece que debe suponerse' (lt,.(I~l'[lI]: rocín. T 37, forma<br />
bastante usada; comp. «asín-.
8.¡<br />
IV. - Sintaxis.<br />
17. El pronombre enclítico va unido al exordio de la frase<br />
y separado del verbo por un adverbio: Sé lo oien catas 15;<br />
ljllt' lo /lII/ljioga 386; ljui¡'// 11' uon besa 274; o por un sujeto<br />
pronominal: SI' te yo quisiese 202; 11//1.1' se lo d ju.:.:-far 324,<br />
330 (en 341, /10,,' debe s~'r pronombre túnico}. El orden normal<br />
h.illas.: en torio esto /10/1 te prista 1'111 22.:1; en. biell te lo<br />
.1 11 1'0 245; antes /,1 {glisa on rrada /0 ha agallar 206. La frecuencia<br />
(t, la interpolación en un texto del siglo XIII-XIV es<br />
un car;íct
EJ.EXA \' ~IAR¡A<br />
narrativo: «Quando al palacio llega, Dios, que bien sernejal<br />
Afores grita1ldo, Cm'ldlos renincltaudo» 9 I. En el siguiente<br />
ejemplo las frases de gerundio pueden depender del verho<br />
«veredcs», pero no el infinitivo narrativo, que aquí lleva la pre-<br />
posición 11 (v. Cuervo-Bello, notas, p;íg. 59): -Vcredes yr pora<br />
la casa Cruz e ag-ua sagrada, E los molazinos rrczaudo, «cquien<br />
eternan cantando, Los otros por las campanas tintudo; Los<br />
unos 11 rrcpica r E los otros 11 curordur» 372.<br />
20, Otra muestra de estilo J1opulat' es ('1 omitir la prepo-<br />
sición ante un complemento antepuesto: /::'11 /,,¡/,¡/¡r,¡ (1/1('<br />
/;lhrcste ¿11 lIIio '/llIiL;'o dorostcst« [3; FI tn !Jllntil'ltl/'lIflo .....<br />
Que /11 Cll!J1'(tI ( ,1/,esl ItCularda .<br />
Afijado, [ I 1, el bautizado respecto del cura que 11' bautiza.<br />
Agua sagrada, 368, 'ag-ua lx-ndita ': q~1agua ('S sagrada<br />
con las santas palabras que hi dicen; ..... quanclo es sagrada<br />
por las palabras de Dios que dicen sobre e-lla» Parlo 1." 4.° 10."<br />
Al1mosna., 208, 'limosna', como en la Estori.. Santos<br />
fol. 15 b; «aliruosuas» junto con v limusnns. en carta de 1371,<br />
Silos, p. 429 .<br />
.Apos, 12S, 'en comparaciún d..': véase arriba;:; l. I':n-<br />
tcndio su flaqueza aros la fortaleza del falcón» Calila SIIOl,;<br />
S. :\lilláll, 384 rI; «el primero apost destc non val« mas
!l6 R. MI!NÉNDI!Z I'IDAL<br />
Calza, 352, 'copón'. «En qué manera deben los misacantanos<br />
levar el Corpus Domini a los enfermos; ..... et después<br />
que hobierc comulgado al enfermo, débese tornar a la eglesia<br />
et adocir él mesmo el caliz o la causeta en que levó el cuerpo<br />
de nuestro señor jesu Cristo» Parto 1." 4.° 117. a<br />
Ca.yda, 328, 'vencida en juicio'; «sea caydo; ..... diga el<br />
alcalde qual es caydo o qual levantado», etc. F. Osagre § 208.<br />
Oerrenícolo, 305, 'cernícalo'; comp. «cernícalo» Juan<br />
Manuel, «cerrenícalo» Ayala Aves 155, «cerranícalo» usual<br />
hoy en Salamanca (v. R. Menéndez Pidal, Festgabe f. A. 1\1ussalia,<br />
1905, p. 393 Y 398).<br />
Consejar, 155, 'ayudar, remediar, socorrer'.<br />
Oontrubar, 298, 'componer canciones'; «controbando<br />
cantares» Duelo 176, 172, 177.<br />
Corderinos' o corderinas, 18 1, 'corderina, piel de cordero'.<br />
El vestido que el infanzón debía dar a su mujer había<br />
de estar forrado en pieles de cordero, según el F. Navarra IV,<br />
1, 4: «dével dar peynnas a estos vestidos, de corderunas de<br />
yerbas que matan por la Sant Juan».<br />
Cotayfesa, 278, es un femenino correspondiente al gallego-portugués<br />
«coteife»; esta voz aparece en las Cantigas y<br />
en los Cancioneros Vaticano y Colocci-Brancuti, con el sentido<br />
de 'soldado de baja clase', caracterizado por su barba<br />
larga (muy gran granhon). Siempre se habla de los ecoteifes»<br />
con el mayor desprecio. Alfonso X los satiriza duramente y<br />
nos dice que los vió temblar de miedo al choque de los jinetes<br />
moros (Cane. Vatic, 74 Y 62). Tal era su descrédito, qU(~el<br />
nombre «coteife» se aplicaba como término injurioso. Véase<br />
Carolina Michaélis, Zeit. XX, p. 215-217, Y XXV, 289; esta<br />
autora, en Zeit. XXV, 17 1, propone como etimología el árabe<br />
katcif 'Iatus crisis, ferrum longum et latum'. Más bien creo<br />
que deriva del diminutivo ¡~' hotaifa, que me sugiere<br />
D. lVliguelAsín, y que podría significar el algareador que roba<br />
la tierra enemiga (de~, 'escaramuza, incursión', 'ímpetu,<br />
rebatina ' en Alcalá; J"h, 'el que roba'; R. Dozy, Supplément<br />
aux dict. arabes, J, 384 11); recuérdese que la Cantiga 194."<br />
llama «cuteif avarento ,> a un «cavalciro cobijcoso» que quiere
obar a un juglar su mula y sus paños. En cuanto a la fonética,<br />
sabido es que ¿ da regularmente e en castellano. - El<br />
femenino en gallego-portugués era «coteifa», no cotaifesa,<br />
corno en leonés. En el Cancionero Vaticano 1024. Joham<br />
Soarcz Coelho nos presenta unas coteifas quejándose ele que<br />
todos los trovadores cantan a sus enamoradas como sí fuesen<br />
ricashembras o infanzonas; el merino las tranquiliza, pues dice<br />
que ya el rey, enojado, manda que los trovadores de me-jor<br />
condición troven a las más altas dueñas, el coteifr- trove a la<br />
coteifa y el villano a la villana,<br />
Defensor y orador, 23. términos aplicados respectivamente<br />
al caballero y al c!l'rigo, prueban la popularidad de estas<br />
denominaciones. usadas por los eruditos al tratar de las clases<br />
sociales: "Todos los estados del mundo se encierran en tres:<br />
al uno llaman defensores, et al otro oradores, et
88 n. MENÉNDEZ PIDAL<br />
tenía el de 'seducir a una mujer': «si alguno enartare a virgen<br />
o a mugier non desposada con él, ..... tómela por mugen Gral<br />
Estoría, ms. 816, fol. 190 d.<br />
Eopenar, 181, 'forrar con peñas o pieles'.<br />
Eacueso, 1°5, 'escuerzo'?<br />
Estremar un juyzio, 342, 'fallar'; «ca mucho conviene<br />
a los reyes ..... de haber muy grant entendimiento para conoscer<br />
las cosas segunt son ct estrcrnar el derecho del tuerto et<br />
la mentira de la verdad Part. pról. p. 4.<br />
Francos de la cal, 145. Los francos de la (al no quiere<br />
decir que fuesen mercaderes ambulantes o que tuviesen sus<br />
tiendas en medio de la calle, sino que el artículo tiene valor<br />
posesivo, indicando que vivían reunidos en una calle: así en<br />
S .:'Ir Egi pc 149 «alla va prender ostal con las malas en la cal»,<br />
esto es : en la calle donde vivían las rameras. - Los francos<br />
son los vecinos franceses que vivían en una misma calle, dedicados<br />
generalmente al comercio. Por ejemplo, en 1258 había<br />
en Estc1la francos llamados «de la rua» (rua = calle) o «de la<br />
rua de San :.\fartíIP, y francos en la parroquia de San :\ligucl<br />
(J. Yanguas, Dice. de antigüed. de Navarra, r, p. SIl Y 526; Y<br />
p. 418, para la población de francos en Estella el año rooo i.<br />
:.\Juchas poblaciones, como Xladrid, Sevilla, etc., tienen o tenían<br />
una calle llamada «calle de francos» 1; un doc. de 1341 cita la<br />
< calle de francos de la capatcría» en Valladolid, Sahagún número<br />
2 ¡ ¡ú.<br />
Garcón, 50... \dcmás del sentido general de 'mozo', tiene<br />
PI concreto de 'mozo disoluto'. Hablando la Prim Crón eral<br />
552
El,ENA \' )IAI significaba 'llevar vida disoluta':<br />
-rnetabcris 11. rnoechabcris] tanto es otrossi, segund el propio<br />
romanz castellano, como gan.;oncarás; el gan;onear, por propio<br />
romanz otrossí segund e-l castellano, tanto quiere dezir<br />
como andar de muger en llluger» Gral Fstoria, rus. 8IÓ,<br />
fol. 183 e; "gan.;oneava el pur-hlo con las fijas de :'I[oab et de<br />
.\fadian, et fazicn ncmiga con ellas», ihíd., Col. TOÓ a; «anclava<br />
en gan.;onia, vuscarido nuevas bodas>, ihícl., Col. ó6 e ti; Y<br />
este sentido se ha de dar a '-:gan;onia» en]. lxuiz 303 d. Comp.<br />
el fr. «gan:;onner»; Covarrubias cita "garsonner la CC11Illleele<br />
autruy ..... que en castellano dczirnos gan.;onear o gallean>.<br />
Ylada, 179, 'helada', ~ 6.<br />
Julgar, 'juzgar', ~ 8.<br />
Lengulado, 309, ave desconocida.<br />
Molaziello, 109, 'monacillo'; es una disimilación, que se<br />
ve también en « molacín. astur. (\ -ig(Jn, k.ito l. ruolazi no, año<br />
1253, Staaff, Léon 57 '<br />
i10<br />
Ostal, ÓO, "hostal, posada'.<br />
Palero, 169, 'horca'?<br />
Panicos, 141. Hoy en \'il1ena :'l.' usa eS,;lr ('n pañicos»,<br />
por anual' en paños menores.<br />
Parage, cavalleros de, 270,' calidad, c.indiciún ': comp.<br />
« fcrnbra de paratgc .~, S :'II Egi pe 248 y 2 5ó; en fr.: « un<br />
homme de parage'", «de rnoult haut parag
90 R. ~IENÉNDEZ PIDA!.<br />
que en vez de «reñichar», Rev. Hisp, VI, 63, debe leerse «renivchar»<br />
o «reñixchar» , Estas formas- antiguas creo suponen<br />
una nasalización primitiva *rc-hinni[nJtulare; la forma moderna<br />
es producto de disimilación.<br />
Riberar, 85, andar a «caca de ribera» (Caza 6821' 69 1 ; «la<br />
caca de las perdizcs e delas liebres non es caca tan noble nin<br />
tan apuesta commo la del a ribera», Caza 72 21 ),<br />
Bonsanar, 8, 'sosañar', usual en Asturias (Vigón, Rato).<br />
Toreado, 3IO, t o r q u a t u s , aplicado a la paloma «torcaza»<br />
(]. Ruiz, Ayala, etc.) o «collarada» (Calila).<br />
Considerando en su conjunto el lenguaje de Elena, hallamos<br />
que tiene notables analogías con el de Alfonso XI, perceptibles<br />
sobre todo en la presencia de rasgos occidentales,<br />
como la falta de diptongo ue, los infinitivos -er, que en castellano<br />
son -ir, y la equivalencia de s, E,(' (§ 1, 12 Y 7), coexistiendo<br />
en modo chocante con la ausencia de otro rasgo esencialmente<br />
occidental, el diptongo 01/ (§ 3). Hay, sin embargo,<br />
una importante diferencia entre Elena y Alfonso XI, pues<br />
aquel texto no conoce la distinción entre los tres perfectos<br />
-(11', -er, -ir que éste observa (§ 15); en cuanto al diptongo ey,<br />
si Elena lo manifiesta (§ 3), nada sabemos de Alfonso XI,<br />
cuyas rimas ni nos dan testimonio en pro ni en contra; el plural<br />
femenino -es (§ IO), rasgo muy saliente que se manifiesta<br />
en Elena, es siempre de escasa extensión en los textos leoneses,<br />
no teniendo nada de chocante que no aparezca documentado<br />
en Alfonso XL<br />
Esta coincidencia esencial del lenguaje de ambas poesías<br />
nos muestra que el caso de Alfonso XI no es un caso aislado<br />
que pueda explicarse, según intcntó ]. Cornu, como una traducción<br />
mal hecha del portugués. Ya atendiendo a las mismas rimas<br />
de Alfonso XI, C. l\lichat;lis de VasconcelJos desecha la opi-<br />
nión de Cornu 1, Y atribuye las particularidades del texto a<br />
1 De igual modo muchas rirnas de Elena rechazan la hipótesis de<br />
una redacción galaico-pllrtuguesa; tales como las que prueban la ausencia<br />
de ou, o mano : año 320, etc.
IlLENA Y MARíA<br />
un autor leonés acostumbrado a poetizar en gallego-portugués<br />
(Grundriss de Grober II, 2, págs. 2°4-205), o más bien a un<br />
autor portugués que acepta el castellano como la lengua peninsular<br />
propia de la épica, de igual modo que los castellanos<br />
aceptaban el gallego-portugués como lengua propia de la lírica<br />
(Estudos sobre o Rornancciro, Cultura Española, 1907-1909,<br />
páginas 330-331). De estas dos hipótesis, entre las cuales vacila<br />
la ilustre romanista, me parece más aceptable la primera, la<br />
del autor leonés. El desacuerdo entre notables particularidades<br />
de rima y la lengua general del manuscrito de Alfonso XI<br />
(lo que hizo a Cornu pensar en un poeta portugués y un<br />
inhábil traductor castellano; lo que hace a C. Michaélis pensar<br />
en un poeta portugués que poetiza en castellano) no<br />
existe en Elena, texto que presenta semejantes particularidades<br />
de rima armonizadas con el lenguaje general de la obra, y este<br />
lenguaje ni es p o r t uj-u é s ni castellano, sino que es un intermedio<br />
entre ambos, con existencia independiente, el lenguaje<br />
leonés. La copia de Alfonso XI fué más castellanizada<br />
que la de Elena. Por otra parte, si bien la ausencia del diptongo<br />
ue en las rimas de Alfonso XI se pudiera explicar por<br />
un autor portugués que emplease el castellano como lenguaje<br />
propio de la épica, no entraría dentro de esta misma explicaci6n<br />
el caso de Elena, pues no pertenece al género épico.<br />
Además creo que con tal hipótesis no se explicaría satisfactoriamente<br />
esa falta de ue, pues los portugueses, al escribir castellano,<br />
no debieron propender nunca a suprimir totalmente<br />
el diptongo ue, sino que, antes bien, aceptándolo como rasgo<br />
saliente del castellano, al lado de alguna omisión del mismo,<br />
debieron llegar a exagerar ese rasgo por falsa corrección,<br />
como uuerte (norte), consonando con «muerte;" en Gil Viccntc<br />
1.<br />
1 Véase Lusismos no castciñano de Gil i'icen;«, por A. R. Goncalvcs<br />
Vianna (en la Revista do Conservatorio Real de Lisboa, núm. 2,<br />
junho 1902). Igual significación tienen, en el Canco Gerat, dc Resende,<br />
1516, la abundancia de tormiento, rsp;ero, etc. Los catalanes, al hablar<br />
castellano, también toman el diptongo ue como rasgo característico,
')2<br />
Atendiendo a esto, me parece que el Alexandre 1 y Alfonso<br />
XI, considerados juntamente con Elena, reconstruyen,<br />
dentro de la poesía española, una región dialectal que durante<br />
los siglos XIII y XIV producía obras de diversos g(~neros poéticos,<br />
redactadas en un lenguaje donde el elemento leonés se<br />
mezclaba en muy diversas proporciones con el castellano y<br />
con el gallego-portugués .. \ esta última influencia, ejercida a<br />
causa del florecimiento de la poesía galaico-portuguesa, debemm;<br />
atribuir el chocante predominio que en las rimas de Elena<br />
y de Alfonso XI tiene la no diptongación, mucho más que en<br />
la prosa de los documentos notariales (§ 1); tal discrepancia<br />
es mucho más de notar en Alfonso XI, pues ya en su época<br />
los documentos ofrecen uc casi sin contradicción. Los textos<br />
literarios y los diplomas notariales no concuerdan en su tes-<br />
timonio; ni a q u é l l o s ni éstos r c fl cj a n con suficiente<br />
fidelidad el dialecto loo n é s hablado; y en los textos<br />
literarios, especialmente, se ven luchar dos influencias, literarias<br />
también, y enteramente opuestas: la galaico-portuguesa<br />
y la castellana, que no se ejercieron de igual modo, ni mucho<br />
menos, en la lengua hablada. La lengua hablada mantuvo hasta<br />
hoy caracteres propios bien armonizados entre sí, en los<br />
cuales se observa la transición gradual en el espacio, desde<br />
los ra~gos gallego-portugueses hasta los castellanos; en vez<br />
de esta transición gradual, los textos escritos nos muestran<br />
mezcla antagónica, pues la literatura leonesa, falta de personalidad,<br />
se movió vacilante entre los dos centros de atracción<br />
que incontrastable-mente la sobrepujaban. En un estudio que<br />
preparo sobre los documentos leoneses será ocasión mejor de<br />
insistir sobre lo mal que ellos rdlejan la lengua hablada en las<br />
localidades donde r-st.in fechados.<br />
que les hace caer en falsas corrcccioncs : muero (11101"0), v. )[ILÁ 'i Fox-<br />
TANALS, Obras, YIIl, pág. X\', n. j.<br />
I La te-sis de E. :\íCLl.EH, Spradtlidlc IlIId fcxtk,.¡tist!lc Untersuckun-<br />
Kell ::IIJJI !,ibro de Aie.candre, Strassburg, 1910, contraria al leoncsismo<br />
del Alcxandrc, está escrita sin tener en cuenta lo que Staaff expone<br />
contra la atribución de la obra a Berceo. El examen que hace del ms.<br />
de París y de las rimas necesita rc visión.
ELENA Y MARrA 93<br />
6.- VERSlFICAC¡ÚN.<br />
Eleu« está escrito en pareados.<br />
154 pareados llevan consonante. Incluyo ('11 esta cuenta<br />
los versus
94 R. MENI1I\DI!Z PIDAL<br />
y sucesivamente, predominando en cada alternativa los versos<br />
menores sobre los mayores; de modo que el número de sílabas<br />
de los versos, colocado por orden de mayor a menor<br />
abundancia, es éste: 8, 7' 9, 6' l0; después se quebranta esta<br />
regularidad y continúa la serie: 11,12, 5' pero ya es tratándose<br />
de versos raros y acaso dudosos.<br />
Comparada la serie 8, 7' 9, 6' l0, 11con la del Cantar de Mio<br />
Cid: 14,15, 12' 16, ll' 17, 10' IR, 19, vemos entre ellas un paralelismo<br />
notable, y podemos considerar esa alternativa gradual de<br />
decrecimiento y aumento como ley que rige la poesía arnétrica<br />
de los juglares. En EIOlil la alternativa comienza con disrninución;<br />
en TI e,'d,con aumento.<br />
Creo que nuestro juglar recitaba sus versos con sinalefa y<br />
no con hiato. Clasificados aparte los versos más seguros que no<br />
ofrecen encuentro de vocales, y luego añadiendo los versos que<br />
tienen choque de vocales, resulta que si se recitan éstos con<br />
supresión del hiato por medio de la sinalefa, la clasificación<br />
del total resulta más semejante a la de s610 los versos seguros,<br />
que si se recitan Jos versos dudosos manteniendo el hiato.<br />
Claro es que tratándose de una poesía amétrica, cuya prosodía<br />
no puede fijarse, nuestra cuenta es muchas veces insegura;<br />
pero esta inseguridad no afectará de una manera apreciable<br />
el tanto por ciento que de cada medida damos en el<br />
siguiente cuadro de la versificación de Eleua :<br />
2Q6 versos sin cn cueu tro 1368 versos, de Jos QUe162!368 versos.de Ios queló:r<br />
_~. ~?_~?C~_l::· I__':~lide~~~~~Da¡~.:...¡ Se míden Con hiato.<br />
S silabas 29,12 olo 160 verSOS)!30,4 3 % (1 12 \,(>TSOS):26,62 % (98 versos)<br />
-7----;:;,-18-(56)-. ---!;6;9 0 --- (99)-- -------[21:73--180-) -----<br />
9 14,ü7 (2'1) :13,58 (50) '21,46 (79)<br />
- 6- ------ ¡2;6;- --(;6f---¡í-.;.-i;-¡:-,-;f----:-7-,33--(;7Y- ----<br />
tO 7,76 (16) I 6,52 (24) :10,59 (39)<br />
H------- 3>39- -(7) ¡ 3,;6---(i-2) - 5,43 ---¡20)--<br />
12 2,42 (5) i 2,44 (9) 2,71 (10)<br />
5 1,94 (4) l' 1,08 (4) 1.63 (6)<br />
3» o.Sr (3) ><br />
13 0,48 (1) ,'0,27 (1) 1,08 (.4)<br />
14 0,4R (1) 0,27 (1) 1,08 (4)<br />
15 0,48 (1) ¡ 0,27 (1) 0,27 (1)
Vemos que el tanto por ciento de la segunda columna es<br />
mucho más semejante al de la primera que el de la tercera,<br />
lo cual es significativo. La medida con hiato aumenta sobre<br />
todo el número de versos de e, 10 Y 11 sílabas, y disminuye<br />
mucho los versos de 6; en tanto que la medida con sinalefa<br />
aumenta sólo insignificantemente el número de versos<br />
de 6 sílabas sobre los de 9.<br />
Examinando la versificación de Santa Jfaria EgipritlCtl en<br />
un número de versos igual al del fragmento ele Iiteua, hallamos<br />
en los 368 versos primeros el siguiente resultado:<br />
J; R versos sin encueu t r-c I 368 versos, de los que '90<br />
de vocales. j S~ miden con sinalefa.<br />
-- - -------- ---- -----1- -- - - - - - --<br />
i~ ~l~~~s -~t~--~/~-I- -~~::~- OJo<br />
8 24,72 J<br />
1-1 ----- ----9.55-- --1<br />
:!_ ___ _~~9~ 1<br />
26,35<br />
6,52<br />
9,78<br />
18<br />
6<br />
12<br />
1, I 2<br />
1.12<br />
l'<br />
I, 0,54<br />
2,17<br />
1,08<br />
I<br />
95<br />
3 ó 8 versos, de 108 que J 90<br />
«e midc}l con hiato. 1----- ----------- ---<br />
I _ _29,89 % _<br />
, 29/'1<br />
1<br />
1- -- - --<br />
17,12<br />
--1:¡~;10---<br />
I 2,jO r ----¡ .6:,-- ---<br />
I<br />
_---------<br />
0.
H. :>¡E:-¡ÉNDEZ 1'1D.\l<br />
ción de otras imitaciones españolas anteriores, y por esto<br />
se hallará su metro m;Í8 asimilado al octosilabismo propio<br />
del español; o puede depender de que acaso ese octosllab.s-<br />
010 fuese más acentuado en la región occidental, que en la<br />
oriental a que pertenece filaría EgipriaCtl,<br />
Notemos, en fin, que tanto la versificación de Eleu« como<br />
la de !l1,lría Egipria(·'l, nos prueban que los juglares españoles,<br />
aun cuando imitaban la ver-sificación francesa de metro constante,<br />
usaban el verso irregular, ateniéndose a formas primitvas)'<br />
populares en España 1,<br />
Sobre la popularidad y antigüedad de una forma métrica<br />
análoga a la de Lis dos poesías mencionadas, puede dar<br />
alguna luz la Cántica de Vdador que Berceo introduce en el<br />
Duelo 17S-r90. Esa Cántica está en pareados de base eneasilábica,<br />
con alternativas cuya fórmula es 9, R' l0; evidentemente<br />
no es imitación del francés, pues un clérigo como<br />
Berceo, puesto a imitar un metro regular, lo hubiese hecho<br />
«a silabas cuntadas». Por su parte, el asunto de la Cántica<br />
tampoco parece de imitación francesa. La falta de regularidacl<br />
métrica de la Cántic.i nos indica que Berceo imitaba en ella<br />
un metro popular, sea dc origen independiente de los pareados<br />
eneasílabos franceses, sea procedente de ellos, pero ya popularizado<br />
en tiempo de Bercco_<br />
¡ Sobre la importancia
RESENAS<br />
I!A¡¡SSEN, FEDE1UeO. - (;ra¡lIdti(a histo'rica ,l' 1.1 L";¿glld rasld/,m,l."-<br />
Halk-, \/ax Nicnu-y«r, H)13. 4·", XI\·-.>-t¡.<br />
l.a (;ral1l
dones hechas a su Gr.rmátlca, principalmente, me parece, las formuladas<br />
por H. R. Lang, Romallh' Revicw, n.<br />
A continuación voy a permitirme decir lo que se me ha ocurridoal<br />
leer la Cramdtica histdrica, No son advertencias ni correcciones ~<br />
por su saber y experiencia debo considerar a Hansscn como un gr:1n<br />
maestro, y sólo quiero demostrar al autor con las menudencias que<br />
sí~uen que he leído su libro con griln interés. Sobre todo, es tan rica<br />
su información bibliográfica, que en algunos casos invita a aumentarla.<br />
Al~unas de estas omisiones se comprenden perfectamente, dad ••<br />
lo difícil q\W será reunir en Chile todo lo que se publique en Europa.<br />
§ 2. Yo incluiría en la lista de los gramáticos a J. D. M. Ford, OIJ<br />
,\;paníslt Readinf{s, New- York, 1911-<br />
§ 6. Además de en las montañas de León, el dialecto está vivo en<br />
una zona que abarca el occidente de Zamora (Sanabría, Alcañices y<br />
Bcrrnillo), según hemos observado T. Navarro y yo al recorrer el país<br />
en busca de materiales para un trabajo que en su día publicaremos,<br />
Ya indica algo !\l. Pidal en El Dialecto leonés.<br />
§ 7. No creo que la diferencia dentro del castellano sea sobre todo<br />
la existente entre los eruditos y el pueblo. Aun prescindiendo cld<br />
habla rural y aldeana, entre las gentes llamadas cultas hay notables<br />
diferencias (pronunciac:ón, empleo de le y la, léxico, giros). A ello<br />
contribuye la literatura regional y la falta de una enseñanza adecuada<br />
del idioma; la influencia de la Academia es nula, y con razón. Más de<br />
una vez me ha ocurrido en mis clases poner reparos a un giro de un<br />
ejercicio escrito, que el alumno defendió luego justamente, basándose<br />
en al~ún renombrado escritor.<br />
§ 8. H. Schuchanlt viene estudiando posibles relaciones del<br />
vascuence con otras lcn~uas: Nubisch urui Baskisch, Rev . Intern. 1'1.<br />
Rasques, VI, 208 Y siguientes; Baskisch-hamitisclt Wortuergleicñun-<br />
Km, ibld., VII, 289-360. (cf. Rom., 1913,602-603). Es de gran importancia<br />
el articulo de ]. Saroihnndy, Vestiges de pllonétique ibirienne en territolr.<br />
reman, ibid., VJI, 475-495; en él sostiene su autor que liepre, capeza, etc.,<br />
en aragonés, obedecen a influjo ibérico, y observa que el fenómeno<br />
ocurre también al otro lacio cid Pirineo. Schuchardt ha vuelto a tratar<br />
de vega y nava en Z, XXXllI, 462-468; supone que rcga deriva del vascuence<br />
ibai-ko, 'pe1·tcnecientc al río' (cf. :\1. Pidal, Cantar, JI, 501-502_<br />
para las formas antiguas de s-ega); en cambio, 11a1)!l no cree sea ibérico-<br />
(v. M. Lüukc, Et, rVlb, SR58). Creo deben citarse para orientar al hispanista<br />
la úlll:l de Hübner, .Monumcnta linguae iberica«, 1893. y la obra de<br />
Philippon, Les lberes (no obstante su discutible valor), dado el interés<br />
que este misterioso problema ofrece para la lengua y la historia de<br />
España.<br />
Acerca de la sintaxis dcl latln de España, v . H. Martin, Notes .n the:<br />
,C,\ntav 01 lIle lalinlnscri!,tiiJns IOl/lId in Spai», Baltirnore, 1909, en donde
. TlAt'SS¡¡:;. ·-Grullldtica /¡(s!dril'u dc /11Lcugna ca.flel/1Ula. 9'1<br />
el autor establece al¡{unas analogías entre giros castellanos •. inscripcionales.<br />
§ 13. V. :\Ieyer Lühke, Rúm. Nalllellstudiell (Dit· allp0r!lIgit-.\·údll'll<br />
Personen ¡VaJllCII germanisrl/c» Urspnmg), 1
100<br />
muy bien por el hecho de que el autor haya de dictaminar sobre los<br />
sonidos actuales de la Icngua desde un país profundamente dialectal,<br />
con la ayuda teórica de obras no muy perfectas. Sin duda ha concedido<br />
demasiado valor científico a Colton, escritor algo fantástico, como<br />
prueba Rambeau, l. C., 405-406. Las observaciones de fonética experimental<br />
hechas por Josselyn tienen carácter muy elemental. Por estas<br />
razones, tal vez sería preferible que los que estudiamos históricamente<br />
la lengua prescindiésemos por el momento de definiciones dernasiado<br />
absolutas, que, tomadas al pie de la letra. suscitan la disconformidad<br />
del lector español. Como,la materia lo requiere, me fijaré tanto<br />
en la forma como en el fondo de la exposición.<br />
~ 25. La forma demasiado esquemática me impide comprender lo<br />
que el autor opina sobre la metafonía vocálica expuesta por Colton. Si<br />
Araujo y Colto n «exageran. la importancia del timbre vocálico, ¿en<br />
qué consiste el interés de la teorta de Colton, según la cual a y (l finales<br />
cierran la vocal anterior? Yo no he oído nunca pronunciar !,Qpa,<br />
mQJla, mqno, rqbo, etc. O se trata de algo tan sutil que escapa al oído,<br />
y en ese caso habría que empicar otros términos, o habrá que: concebir<br />
el fenómeno de otra manera. Es un hecho que un español lleg,1<br />
difícilmente-o no llega nunca -a decir en alemán IQben,F~ekur, ctc.;<br />
pronuncia IQbm, F~dmer, etc. Luego nuestras vocales abiertas y cerra-<br />
y, HANSSJtN.- Gramdtica Itis/ó,.ka d" la Lengua castettana, 101<br />
método experimental se podrá apreciar la diferencia que el oído percibe.<br />
Creo que se produce una estrechez mayor en la s francesa. En<br />
juzga, desde, israelita, la {es meDOS sonora que la s de las otras dos<br />
palabras; en dude se percibe la ~, pero en israelita la s casi desaparece<br />
y sólo se oye irraelita (Z, V, 320). La} es velar, no s610 en Madrid, sino<br />
en toda Castilla; no se debe llamar alteración a que se articule esta<br />
consonante más adelante seguida de e, i, pues es un hecho característico<br />
de la articulación con vocal prepalatal del sonido; d. kll, ko, ka,<br />
ke, ki.<br />
La s final andaluza (Ji) convierte en fricática la inicial siguiente:<br />
laJi .Iotalí 'las botas', lalija//inalí 'las gallinas', El fenómeno ocurre en<br />
Granada; no conozco su extensión.<br />
§ 29. No comprendo bien este análisis de />, d, g finales; SUpOl1go<br />
que se trata de finales de sílaba. ¿Cuándo se oye, b, b fricativa o p.'<br />
¿Puede generalizarse esa fórmula a d y g.' Todo ello necesita explanación.<br />
Desde luego puede decirse que no es la misma la b de /Joca, ViIlO,<br />
cantaba, salma; en los dos primeros casos la explosiva (~stá bien clara;<br />
en cambio, en posición intervocálica, la b es fricativa, Así Jo dice el<br />
mismo Hanssen unas líneas antes; y por eso vuelve a extrañarme que<br />
en el ~ 34 diga: «Ia disrnilación que más tarde se usó (b
02 RESEÑAS<br />
§ 40. Yo no citaria R. F. XX, 564, pues Gassner el' ese lugar 110<br />
ha ce sino referirse a opiniones de Cornu y Meyer-Lübke. Cf 1:.i1/-<br />
./iihnlllg, 2", pág. 132. Léase, pues, alecret», en vez de alicrem,<br />
También Stolz, Lateniiscsc Grammatie, pág. 162, alude sólo de pasada<br />
a este problema. En cambio trata a fondo la cuestión desde el<br />
punto de vista romance Meyer-Lübke, Einfi7hru1Ig, z.", § 92, que cita la<br />
blbllograña. Más bien que un rasgo dialectal, hay que admitir en fenébrae,<br />
en lugar de f/l1ebrae, un proceso análogo al paso del ant, latín<br />
tálenflll7t a falél/lullt. Opinión distinta es la de Neuroann, Zu den »ulgürlafein;.>ch-rom integ-rum > inligerllJJt, pasando el acento natu<br />
ralmente a la antepenúltima. A los latinistas toca decidir sobre este<br />
interesante punto.<br />
§ 42. Léase rccom posicidn en vez de decomposiadn,<br />
§ 44. Las palabras terminadas en ia han llevado el acento a la i en<br />
distintas épocas, Castillejo dice bigamía (Riv, x.x..XIJ, 165), acentuación<br />
que no ha prosperado, Espronccda pronunciaba en cambio drgia, etcétera.<br />
Y. CUCI'\'o, Aplfntaciones, 5.a, pág. 21, donde se distinguen los grecisrnos<br />
antiguos de Jos modernos. Precisamente en los más antígu,)s<br />
se pron uncia ia : latania, profecta, etc.<br />
Tal vez la forma esp. fresbo!illo (plantación en forma de triángulo,<br />
a diferencia de la de marco real, en cuadro) apoye la conjetura de<br />
!\[eyer-Lübke, Gram. !. rom., 1, §, pág. 54, de que en trifolium se percibe<br />
el elemento diferencial del compuesto; de ser así, no habría que recorrer<br />
al g". ~pl'fui,,).r,·, para la acentuación de trebol.<br />
$; 110. Sostiene el autor con Saroíhandy (Grundriss, pág. 858) Y M. Pidal<br />
(Alalll/a!, pág. 72\ que las palabras que han venido a través de los<br />
moriscos tieucn.v- (luego -jj: xabo'lz(jabóll),xibía(jibia),:r:im.w,jalma. etc.;<br />
explicación que ya daba Nebri]a en su Ortografía (La Viñaza, BilJliolecahisMrica<br />
de la Filología, columna (098). Su gran difusión hace pensal'<br />
en una causa distinta de la circunstancial del influjo morisco; en<br />
catalán. xeringa, ximplr, .wraji ((;nl11dr., R58); en mirandés, xabon 'jahón'<br />
(con u nasal). vcringa, xordo 'sordo' (gal!. sordo], chubir 'subir'<br />
(Leite, í'hilologw, 1, 266). 11.estos ejemplos, añadiré los recogidos pOI'<br />
mí en Sanabria: sa!v, subir, sciso 'pedrusco blanco' < s a x u y seisagal;<br />
SiSlIglfci,." 'correa que sujeta el mazo al pértigo del manalcon que se<br />
maja el centeno' (desconozco su etimología); fastre 'sastre'. Tal vez<br />
se trata de un fenómeno análogo a cldc/taro, cñanco ((anca), chapuzar<br />
((apt/zar), etc., que Menéndez Pidal (1. c.) explica como un dialectalismo;<br />
y, en efecto, lo mismo que I y 11 iniciales tienen una evolución<br />
palata! en leonés (11,y, ts, ti), y la 1, en catalán (llenga, ¡luna), así tarnbién<br />
ha podido' tenerla s y respectivamente e (d. mallorquín xij ••.é,<br />
xig arro, .1'i""(>JI'>, Cnait/I"., 8S8\, E~ sin duda posible que en una época
R UOOLPU SCHEVllL.· .. - O,-'id au.! I/IC RCllasú'lIc
la" RBSBÑAS<br />
manuscritos de las varias traducciones italianas, francesas y españolas.<br />
Puede añadirse entre las versiones francesas Les amours d'Ooidc,<br />
Traduit du latin en francais par le sieur de BeJlefleur. MDCXXIll.<br />
Préface de Ad. van Berer. París, [913; y entre las de las ilfelamor.frJsis•<br />
la mención de Le second Iiure de la Metamorpllase d'Ooide, par Clement<br />
Marot, que se guarda en la <strong>Biblioteca</strong> de El Escorial, f. IV. 6. Es un<br />
manuscrito en 8.°. de 40 folios, letra del siglo XVI, muy clara y precisa.<br />
Un manuscrito del Bursario, «con annotaciones. Pergamino •••existía<br />
en la misma <strong>Biblioteca</strong>, con la signatura HI. P. 20. pero debió desaparecer<br />
en el incendio de (67( [.<br />
Los otros apéndices están dedicados a la publicación de textos. En<br />
el primero reproduce la carta de Dido a Eneas (Ovidio, Heroida VII).<br />
traducida pOI' los redactores de la Primera Crónica General. Con letra<br />
bastardilla señala las amplificaciones. Schevill no explica bien (página<br />
262) la presencia del nombre Ac e r u a en la traducción del<br />
verso [ [3· La Pri mera Crónica, que acoge las dos leyendas clásicas (es<br />
decir, primeramente (cap. 5 [ a 56) la historia de Dido, sin que en su<br />
trágico fin intervenga Eneas - siguiendo a J ustino, Epitome XVI! /_;<br />
Y luego (cap. 57 a 59) la leyenda virgiliana, que conoce a través de la<br />
Historia Romanorum, del Toledano, cap. H. y de Ovidio, Heroida VII)<br />
se encuentra con dos nombres distintos para el marido de Dido,<br />
Acherbas, según }ustino, y Sicheo, según Virgilio y Ovidio. La<br />
Primera Crónica, para unificar las dos leyendas, desecha el nombre de<br />
Sicheo y lo substituye por el de Acerua. Cf., v , 97 Y 193.<br />
Pudo señalar, además, la semejanza entre los versos finales castellanos<br />
de la Primera Crónica y la última frase de la traducción del<br />
Rursario, en la cual aparece repetido el ripio «la espada de llano », de<br />
la Primera Crónica, denunciando esto que el Bursario conocía la Crónica<br />
española, aunque las traducciones sean independientes,<br />
Esta epístola hállase traducida, o tal vez copiada de la Primera<br />
Crónica, en una Historia de Troya, de Leornarte, lliblioteca Nacional<br />
RUDOLPH SCHEVltL - Ooid and r/rc Nellas,'CIICL' in SPllÍN. 105<br />
de Hita. Pero estos textos, aunque significativos, sobre todo el de<br />
JWlD Rule, no lo son tanto como la Grande el Genera! Estari« de Alfonso<br />
X, que Schevill no ha podido consultar, por hallarse aún in~ta.<br />
Ovidio es en la Gral. Est. e! autor más aprovechado entre los .genriles»,<br />
y sus obras, al lado de la Biblia, constituyen el fundamento de<br />
nuestra única historia de la antigüedad.<br />
El libro Atayor (Metamorfosis), las E'pistolas o Libro de las duennas,<br />
e! de los dtas faustos 1, .EI libro de las sanidades dell arnor», a que<br />
llaman Ovidio De n:medio amoris, son los más citados, No hay historia<br />
profana ni alusión a los distintos dioses y personajes de la historia<br />
antigua que no proceda de Ovidio: DeucaJión, Faetón, Calixto, Jdpiter,<br />
Cadmo, Baco, Narciso, Píramo y Tisbe, Perseo, Niobe y Latona,<br />
Filomena, Calidón, Jasón y Medea e Hipsipila, y todas las fábulas relacionadas<br />
con Troya, Hércules, etc., etc.<br />
Las .lfe/amorfosís y las Heroidas puede decirse que están incluidas<br />
en S\I totalidad dentro de la compilación de Alfonso X.<br />
Otro capítulo interesante de fuentes de la Gral. Esto son los comcntadores<br />
del poeta latino. Después de la narración de nn hecho<br />
siguiendo a Ovidío, lo expone csegund un doctor oc los frayres menores<br />
que se trabaio de tornar las razones de Oridio Uayor a theolog¡a.<br />
20 La obra a que alude es el Ouidc moraliset , uno de los comentarios<br />
más importantes y extensos de las cl[('/
106 KESEX.\S<br />
Otro comentariu de Ovidio citado por la Gral. Est. es el del
GONZALO DE llERCl'.O. - El S(]"njicio de la J/iJ\l. 107<br />
de palabras, separación de hemistiquios, etc.; han sido desdobladas las<br />
abreviaturas, dándose en bastardilla las letras suplidas; al pie de las<br />
páginas van discutidas en notas las lecturas dudosas con las interpretaciones<br />
de D. Tomás Antonio Sánchez y D. Florencio janer; van asimismo<br />
indicadas las variantes de la copia de Ibarreta, según las citas<br />
de Sánchez, La lámina es una reproducción fotográfica del folio 101 del<br />
manuscrito, estrofas 55 ti a 76 a.<br />
El valor principal del texto del Sr. Solalinde consiste en haber<br />
corregido numerosos descuidos de los textos de Sánchez y de [aner,<br />
y en ajustarse rigurosamente a las condiciones de precisión y exactitud<br />
que la filología exige en ediciones de esta índole.<br />
Por el momento, y mientras no sean hallados los desaparecidos<br />
manuscritos de San Millán de la Cogolla, la edición del Sr. Solalindo,<br />
superior en exactitud a la de la Vida de Santo J)omingo de Silos, publicada<br />
por Fitz-Gerald en 1904, París, será el material más seguro para<br />
poder empezar un estudio crítico del lenguaje, la métrica y el estilo<br />
de Gonzalo de Berceo,<br />
T.:'i. T.
BIBLIOGRAFíA<br />
Af;¡o 1913<br />
SECCIÓN GENERAL<br />
Es(ftd,~)f de Ilistoria grncra! que puedan interesar a /a Filologia espmlnla.<br />
Obras bibliográficas.<br />
1. ALTAPILL, J. - Índice de los documentos existentes en Simancas qUt<br />
afectan a la Historia de Navarra. -BCPNavarra, 1913, 18-24,<br />
93-99, 134-38, 185-88.<br />
2. ANToLÍN,P. G.-Catálogo de los Códices latinos de la Real <strong>Biblioteca</strong><br />
del Escorial.- Vol. 1II (LI 2-R III 23). Madrid, Imp. Helé-<br />
nica, 1913,8.0,568 págs.<br />
3. Arrhioos cubanos (conclllsión).---RBC, 1913, VII, 146-53, 310-r,'I.<br />
4. BABELÓN, J.-La bibliotlt~que.franfaire de Fernan Colomb. -París,<br />
Champion, 1913,8. 0 , XLlU-341 págs. con grabados, 15 fr.<br />
5. Btbtiogr aplüe Hirpanique I9Io.-New-York, Hispaníc Society of<br />
America, 1913, 16.°,24 págs., 0,50 ptas.<br />
6. Bibliograpkie Hirpanique I91I. - New-York, The Hispanic Society<br />
of América, 1913,16.°,167 pigs., 125 fr.<br />
7. RaNILLA y SAN MARTíN, A.-Sobrc Agustín Murúa y Valerdi : Historia<br />
crttiro-iiterarla de la Farmaciay Bibliografía .farmacéutica.<br />
- Madrid, I
]).<br />
12.<br />
OBRAS BIBUOGIlÜ·ICAS "9<br />
DAFl'I5, H. - Register zu", Arcñiu für das Studiun: der ueueren<br />
Sprachen und Literamren. - Bd. CXXI-CXXX. Neue Folge,<br />
XXI-XXX. Braunsweig.- Berlín, Westerrnann, 1913, 8.",<br />
56 págs.<br />
FItRNÁNDIlZ. B.-· /1/I/""~sos de .tka/á en la Híb/íoleca de! Escoriai.<br />
-CO, 1913, XCIV-XCV.<br />
1.1. FITZN:Al:RICIt KELLY, J. -Bíb/iographic de /' Histoirc de la Littér,ltur«<br />
espa¡;nole.-Parls, A. Colin, 191.~, 8.°, vlII-80 págs., 2 fr.<br />
14. FOUlCHE DELROSC, R. - Manuscrits Ilispal/.i'lurs de HíbliotlteqUt's<br />
dis}ersées.-París, Champion, 1913,8.°,70 págs., 2,50 fr.<br />
15. GÓMEZ V lLLAHuNeA, R.--Ílldices de materias .l' autores de la Espaiia<br />
Moderna>: Tomos 1." a 264, enero de 1889 a diciembre de<br />
1910. Madrid, Imp. Gabriel López del Horno, 4.°, s, a., 373 págs.<br />
I h. !lUNRRUS GANA, J. - Cuadro fiistóri,'o de la prod"cción inrclcctna!<br />
de Chile. _. Santiago de Chile, Imp. Barcelona. Tomo 1 de la<br />
<strong>Biblioteca</strong> de Escritores de Chile, 4.°, xVI-880 págs.<br />
1i. LEÓN, N.-Exlibris de bibliófilos mexicanos, Colee. formada por .....<br />
y continuada por]. B. Ygulniz. -AMNAHE, 1913, V, 65-124.<br />
1!:S. MOLINA NAVARRO, G.·-Indtce para facilitar el manejo y consulta d.:<br />
los Catálogos de Satrd y Hercdia. - Madrid, 1913,4.°, 162 págs.,<br />
10 ptas.<br />
1¡loXIX - Tomo !II,<br />
1841-1855; tomo IV, 1856'1868. Matanzas, Quirós y Estrada,<br />
1912,1913; dos tomos; VII-.B? y 11-3i9 págs., 12 pesos vol,<br />
Una »isita a la Real Bioüotcca de! Escorial. - Madrid. Tip. Arch.<br />
Bibl, Mus., 1913,8.°,29 págs.<br />
UREÑA, P. H.-La literatura mexicana de la época de la Illdepmdencia<br />
(1 ROO-1821 ) •.-Publicado en los Anales cid Jfusco .Nacional<br />
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rey, compuesta y ordenada por la R. A. de la H.-BAH,<br />
'913, LXIII, 188-89.<br />
40. MARVAUD,A. - L'Am/I'li¡lte latine et I'J:."'spagne.-FrAm., 1913,<br />
sept. 172-1jj, oct. 243-247.<br />
4'. :\hRVAUD, A.-L'Espagne au XX' siéde. - Étude politique et<br />
éconorniquc. París, Colin, 1913, 18.°<br />
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par le P. Ippolito Camilla Guidi, ministre de Modene en Espagnc.-Blt,<br />
19'3, XIII, 48-58; cfr. XlI, 1912,27,136 Y 224.<br />
43. I\'llGRI, P. -Rdazíoni italo-spagnoie ncl scculo XVJI.-ASI, 19' 3.<br />
LXXI, vol. 1, 283-334.<br />
44. PÉREZ DE GUZ~I.\:-', J.--La auiacidn militar en España bajo el reinado<br />
dc Car/os IV, en 1792.-BAH, 19' 3, LXIII, 326-28.
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45. PÍlRItZ DE GUZMÁN, J.-Sobre Carl Bratli: Spanicns Im!lurbillrr/o·.<br />
Kübenhavn, 1912.-BAH, 1913, LXH, 253-57·<br />
46• RICHARD, G. - Sobre A. Bonilla: Historia di' La Filosofia C-I!,'¡'<br />
ñola.- BHi, 1')13, XV, 10L<br />
47. R1CIIARO, (i.- Sobre<br />
101 págs.<br />
L. G. Lc\'Y: J[¡,JiiJlollide. - Bl Ii, 1
112<br />
60. C1RoT, G.-Sobre Ch. Bratli : Phi/íppe Il.-BHI, 1913, XV, 486.<br />
61. CLAUSEL, R.-F/iiliP!e If.-París, 1913.<br />
62. DELEITO \: PIÑUBlA, J.-Sobre J. B. Sitges: Enrique IV y la excelente<br />
SU lora doña 'Juana la Be/franeja (1425-1530).- L, 1913,<br />
XlII, 2, 186-192.<br />
63. FERNÁND8Z D8 B~TltENCouR'r, F.-Obras, tomo 1: Prlncij>es y Ca<br />
baiieros, cincuenta artículos.-Madrid, Tip.J. Ratés, 1913,4.",<br />
IX-515 págs., 12,50 ptas.<br />
64. FITA, F.-V. núms. 173, 174, 175, ¡¡6.<br />
65. FORONDA y AGUILEKA,:\1. DE. - Vvnúrns. 177, ¡¡S, 179, ISO.<br />
66. GIRARD, A.- V. núm. 183.<br />
67. GOY COTONAT, A.-Hisloria de la ínclita y soberana Orden militar<br />
de San Juall de 'Jerllsa1én o de Ala/ta.-Madrid, Tip. T. Pérez,<br />
1913,318 págs.<br />
68. GROIZARD, C. - V. núm. 185.<br />
69. JARA, A. DE. -- Don Gil de Albornoz. Datos biográficos. - RUGE,<br />
1913,20-26.<br />
70. JUD8RlAS, J. - Felipe 11: .fU cardcter .v su políli
ARQU¡¡OLOG[A y ARTE 113<br />
g J. OTBRO, S. - Sobre F. Fernándes de Béthencourt: Prtncipes ."<br />
Caballeros.-RABM. 1913, XVII, 2, 497.<br />
82. PÉII.EZLARRII.UCI!A, P. D.----V. núms. 197 y 198.<br />
S~. POLANCO ROMERO, J. - Estudios del remudo de Enrique IV. H¡<br />
Pueblo. Condiciones en que se descnuoioid Stl z'ida en la epoca de<br />
Enriquc IV.-RCEHGranada, 1913, III, 5,206.<br />
84· PORTAl., E.-- L'Ordine militare del Santo Se!okro di Cerusa/cm-<br />
IIIC. - Roma, Del Giornatc Araldico, Storico, (;cllCi/logico,Ti p,<br />
Unione editrici, 11)13, 11.°,11 págs.<br />
85· Puvor. y AI.ONSO, J.-Las Hermandades de Castilla y Lcd», Estudio<br />
histórico seguido de las Ordenanzas de Castronuño, hasta<br />
ahora inéditas.-Madrid, Imp. de la Suco de l\1. l\Enuesa de los<br />
Rios, 1913,8.°,3 ptas.<br />
86. !{ODR[GUEZ VILLA, A.-Etiquetas de la Casa d•. Aus rria.:-: Madrid,<br />
J. Ratés, 1913,8.°,170 págs., 3 ptas.<br />
87. SÁNCIIEZ CABAÑAS, A.-\'. núm. 202.<br />
88. SANTIAGO VELA, P. G. DE.-Ensayo de una biblivtC:'
114 BIBI_IO(;RAFíA<br />
99. COLLET, H.-Le mysticisme musicale espagnol du X VI' silc1e.-P,¡rís,<br />
F. Alean, 1')13, 54t págs., 10 fr ..<br />
100. DIEULAFOY,;\;1. - Ars una spÚ'ico'mitte. Histoire géTu'ralede /'"Irt.<br />
Espagne el Porlu¡¡-al.-Librairie Hachette et c-, 1913, XVI-.jl';<br />
páginas, 745 grabs. y 4 láms,<br />
101. FlTA, F.'- V. núrns, 171 y 17z.<br />
10Z. GASCÓN DE GOTOR, A. - Carpintería art/stica aragonesa de los<br />
siglos XIII al X VI.-NT, 1')13, XIII, 4,311-324.<br />
\03. (;ÓMEZ Moaaxo, :\L _. De Arqueología mozdrabe, -fiSEEx, 191.h<br />
XXI,89-116.<br />
104. HF.RNÁNDI!Z y ALEJANDIW, F.--Las antiguas tarjetas de visita. --<br />
E:\i, 1913,298,156-161.<br />
105. HEllNÁNDEZ y ALEJANDRO, F.---Afareas de Impresores.--EM, 191.h<br />
295, 5-13.<br />
106. It tcrzo congreso naziona/c spaglluolo di »iusica sacra. (De la<br />
Rasscgna Gregoriana.} - Roma, Tip. drl Senato, 1913, 8.°.<br />
43 págs.<br />
10j. J. -Sobre H. Collct : Le lJl)'stidsme musical espagno! du XVI'<br />
siéclc. - L, 1913, XIII, 2, 197-199.<br />
loRo JUSTI, C. - V. núm. 189.<br />
10
GEOGRAFfA 115<br />
OeograUa.<br />
120. ALSINA,]. A.-España.-Buenos Aires, Alsina ed Vitoria, 1913,<br />
1, 1.287 págs.<br />
121. BARDRKER, K. - Spai11 ami P:<br />
4 th. edit.· - J.cipzig, K. Bacclcker, 1913, XCVIII. - 595 págs.<br />
Mapas y planos.<br />
122. BELTRÁN' y RÓZPIDR, R. - Sobre Carlos García y Ayala : Cuadro<br />
geográfico y I'stadístico de .Espa,ta.-BAH, 1913, LXII, 260-61.<br />
123. BOCK. H. - fU llfediterráneo en la antigüedad. - Buenos Aires,<br />
Compañía Sudamericana de Billetes de Banco, 1913, 8.°,<br />
37 págs.<br />
124. CARREÑa, A. :\1. - La raza ind(>!;ena(contiuuacióu j. - DS:\IGE<br />
México. 1913, \'J, 396-406, 451'462, 512-516.<br />
125. Censo de fa pobfadóll de EJj>a;¡a. según el empadronamiento Ilec/1O<br />
en la Península e islas adyacentes eirr de dicirmore de 1910.-<br />
Tomo I. Madrid, Dirección general del Instituto Geográfico<br />
y Estadístico, 1913, 4.°, 443 págs.<br />
126. COLÓN, F.-Descripción y cosmogr-afia de Espalla (continuaciónj., .<br />
DRSG, 1913, LV, 1.0, 101-128.<br />
12 7. COSTA FERRIlIRA, A. A. DA.--A Caliza e as provincias portuguesas<br />
do Jlfinho e. Tras- os "~:fontes.contribuifJo para o estudo das reiafiJes<br />
antrop
116 BIBLlOGRAFfA<br />
con un mapa de la República Argentina. Traducción de<br />
E. Gómez Carrillo. -- París, Imp. Pierre Landais, 8.°, s, a.,<br />
594 págs., 4 ptas.<br />
In. Jlanuscritos de la Sociedad jJ;/exicana de Geografía y Estadística,<br />
mandados prdJlicar por acuerdo de 17 dejulio de 19[3. En publicación<br />
por pliegos, agregados al Boletín de la Sociedad. -<br />
México, Imp. A. García Cubas, Sucs. Hers. 1913, 4.°<br />
138. I\IEDINA, J. T. - El descubrimimto de! Océano Pacífico: Vasco }{rí<br />
ñez de Balboa. Hcrnando de illagallanes -" sus compañeros.<br />
Tomo II: Documentos reiatiros a iVrttteZ de Baiooa, - Santiago<br />
de Chile, Imp. Univ., 1913, 607 págs.<br />
1.3:<br />
Tomo \'111 de la Colección de documentos para el estudio de IJ<br />
llistoria de .lrasóll. - Zaragoza, P. Carra, 1913, 4.°, 288 págs ..<br />
10 ptas.
HISTORIA LOCAL 117<br />
150. Allco, R. DItL, Y l_A.BASTIPA, L. - El Alto Aragdn monumental y<br />
jinturtsC(J, con un prólogo de L Lépez Allué, Obra ilustrada<br />
con numerosos fotograbados.-Huesca, Tip. Justo Martínez,<br />
1913,4.°, fl7 págs., 2 ptas.<br />
15 I. ARIGITA y LUA, M. - Cartulario de D. Felipe 1/f, rey de Francia.-Madrid,<br />
Imp. de los Sucs, de Hernando, '9'3, 4.·, 159páginas,<br />
6 ptas.<br />
152. AR'G1TA y LASA, M.- Documentosiniditos.- Arcñn» mUllidPal de<br />
Pamplona (conclusión).-llCPNavarra, 19'3,4.°,9-'°.<br />
'53. BALLBSTKROS, A. - Sem'lla en el siglo XIII. - Madrid, Est. tipo de<br />
Juan Pérez Torres, 1913, 4.·, 255-cCCXXXVIII págs. y '2 láminas.<br />
I H. B.\QUBRO ALMANSA. A. - Los profesores de las Bellas Artes nutr»<br />
rianas, con una introducción histórica. - Murcia, Imp. Sucesores<br />
de Nogués, '913, 4.°, 600 págs.<br />
'55. BSCKl!R, J.-La vida local en Espa;]a. Discursos leídos ante la<br />
Real Academia de la Historia el día 15 de junio de 1913.--<br />
Madrid, Ratés, 19' 3, 4.·, 81 págs.<br />
156. H. F. A. - Documsntos histdricos, Conducta /mmaltitaria de las<br />
Órdenes religiosas. Priorato de Rocas. - BCPOrense, 1 q 13,<br />
IV, 313-14.<br />
15i. BLÁZQUEZ, A. - Sobre J. Moreno de Guerra: .i Iemoria y "¿.\'lImen<br />
de algunas noticias antiguos reiatiras a III actua] x,jlfa de la<br />
Puebla de Cazalla (S
118 B'BLIOGRAFÍA<br />
'67, DO('II111Clltos<br />
para la Historia del 'iJjrrcillalo del R/o de la Pla/a.--<br />
Buenos Aires, Imp. Compañía Sudamericana de Billetes de<br />
Banco, '913, tomo III, 4.', x-'95 págs., 25 ptas.<br />
168. fERNÁNDEZl'EL CASTILLO,F. -ApUflles para la HlStOT'ia de San<br />
Angel (San Jacinto Tenanitla ).- Tradiciones, historia, leyendas,<br />
etc., cte.-México, Imp. del Museo Nacional de Arqueología,<br />
'913,4.°,253 págs.<br />
169. FITA, F. - Calabria y Ciudad Rodrigo. Datos inéditos cornunicados<br />
en 1755 al P. Enrique Flórez por el obispo D. Pedro<br />
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'70. FlTA. F. - Sobre N. Albornoz y Portocarrero: Historia de la<br />
ciu.ia.! de Cabra. - Madrid, 19D9.-BAH, 1913, LXIII, 421-22.<br />
1, l. FITA, F. -' Consagración de la Iglesia de Somballe m IlÓ7. Su Idpida<br />
conmcmoratiua inédita.-BAH, '9'3, LXII, 456-60.<br />
172. FITA, F. - ¡Vuevas inscripciones ibéricas descubiertas en la provincia<br />
de Avila.-BAH, 1913, LXIlI, 350-63.<br />
173. FlTA, F. - El papa Aiefandro !lE y la diócesis de Ciuda.i Rodrigo<br />
(años 1173-1175). - BAH, 1913, LXII, 142-157.<br />
174, FnA, F. ·-Los Premonstratenses en Ciudad Rod1'1:1(0.Datos inéditos.--BAH,<br />
1913, LXII, 468-80.<br />
'75. FITA, F.-Los Cluniacenses en Ciuda.i Rodrigo (año 1169).--<br />
BAH, 1913, LXII, :153-66.<br />
176. FITA, F. __o Sobre <strong>Ángel</strong> San Román: Historia de la benejiceflcia<br />
en Astorg a, con un Vocabulario castellano-asturicense saca-<br />
HISTORIA lOCAL 1 1')<br />
183. GIRARD, A. - Sobre C. Espejo y Julián Paz: Lar antiguas ferias<br />
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de llladr;d )' su Afunicipio en el s~f!,"lode oro de la Literatura. ---<br />
Madrid, Martínez de Ve lasco y Comp." 1913, S_O, 40 págs.,<br />
1,50 ptas.<br />
185. GROIZARD, C. - Eusava de- illl'tsfigación llis/órica. L:¡ Silla de ("1lañarra<br />
(11 el siglo X V (conclusión), - NT, 1913, XIII, 1,<br />
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186. GUARDIA CASfELLANO, A.-Le.l'e!l.la y notas j>arala Historia de .-/l.<br />
cald la Real. - Madrid, 1913.<br />
137. Guia-directorio de Afa..lrid )' su pror,in::ia. (Baylly-Baillicre-Riera.)<br />
Comercio, industria, a¡.:ricultura, ganadería, mincría, propiedad,<br />
profesiones y demento oficial. Reseña g-co~ráfica,<br />
histórica y estadística de cada entidad
120 BIBLIOGRAFíA<br />
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201. POlllNTINOS,CaNDa DR.-La Plaza .ilfa:)·or.v la Real Cara Panadcrzll.-BSEEx,<br />
1913, XXI, 36-60.<br />
202. S,\NCREZ CABAÑAS, A. - El fuero antiguo de (ludad Rodrig". _<br />
BAH, LXII, '913,389-93.<br />
20.,. SITGES, J. B.- D"cumentos inéditos. Protesta de la princesa doña<br />
Blanca, hermana del Príncipe de Viana, contra el pacto acordado<br />
por D. :Juan 11y Luís Xl de Francia sobre la S1JCesiÓ'lal trono<br />
de NalJarra.-BCPNavarra, 19'3,4.°, 19S-z06.-V. núm. 362.<br />
204· SITGRS, J. R. - El Monasterio de Religiosas BenedÚ'till'1S tk Sa."<br />
Petayo el Neal de Ooiedo, - 1913,4,., '85 págs., 3 ptas.<br />
205· TORRR, J. i\f. DE LA. -Lo Ijuefuimos y lo que SOtllOS, o la ¡tabana<br />
antigua y moderna, con un mapa de la ciudad, construido por<br />
el autor.-RRC, 1912, 1913,VII Y VIII.<br />
206. TORRES y ORDIlN, FR. A. DE.-Iristoria de Palma dc! ./i'lo.-Sevilla,<br />
Tip, de Gironés, 1913,4.°,93 págs.<br />
207· T'SI!HCL\ES, El. DUQUE DE.-Sobre Lorenzo Cruz de Fuentes:<br />
Documentos de lar fundaciones religiosas y ben(jicas de la villa<br />
de Afmonte y apuntes para su historia.-BAH, 19'3. LXIII,<br />
162-64.<br />
208. ZORRIHA y ECIlEVARRfA, P. K-India cronológico delos documcntos<br />
y pate/u antiguos existentes en el Archivo llfunÚ'i}al de la ciudad<br />
de Estella, tcrtenecientes a los siglos XII a X. V/lí, ambos<br />
inc!lIs¡'¡'e, formado por ..... en el año de 1911.-BCPNa\'al·ra,<br />
1
L1Nt,C!STICA<br />
215. SAUZAll, J. M.-Obras inéditas: E.:rrorsiÓ1l de Bogotd a la isla<br />
de Trinidad por territorio de Venesuek: en el año de 1816.-<br />
BANHCaracas, 1913, 1I, junio-septiembre.<br />
216. SORRIlNTO, 1..- In Ispagna. [mpressioni e Studi .. Cntania, Libr.<br />
edito Minerva, 1913, 16. 0 ,143 págs.<br />
217. TICKNOR, G.- Trave/s liz .S'jain. - Edited by C;. T. Northup.<br />
University of Taranta, 191], 8. 0 , 52 págs.<br />
218. X.-Sobre L Sorrento : In hpaf(na.-GsLit, 1
•<br />
122 IlJllLlOGRAyfA<br />
230. LEJEUNS:, P. - La iangue, ses ecarts, ses jedlés. - París, Lecoffre,<br />
1913, IR.", 1,75 Ir ,<br />
231. LLlGA DEL BON Mor, - Apuntes para /a Historia de la cultura dd<br />
Lenguaje. - Barcelona, Tip, P. Sanmartí, 1913.<br />
232. l\hUTIINI!R, F. -j)i4 Sp,·aehe. Die Gesellscha/t. Sammlung sosialpsycholog.<br />
Monographien ed. I\f. Buber XI.-Frankfurt a. M.<br />
Literarische Anstalt, Rütten & Locning [[913], 8.·, 120 págs.<br />
233· j\[ORGENROTH, K.-Sohre Erdmann: Die Bedeutull[i des Wortes, 2.<br />
Aufl.-BDR, [9[3,21-22.<br />
234· 1'IIORGENROTII, K.-Sobre Borinski: J)er Ur.rprung der Spraclte. _<br />
BDR, 1913,20-21.<br />
235· N.•.. vn.r.s, E. - La métllO.lescolastique dans la sciencedu langage.<br />
Extr. de Scientia, rivísta di scienza, VII· année, vol. XIII,<br />
229-38. Bologna,<br />
1913,233 págs.<br />
Zanichelli, 1913, cfr. ASNSL, N.S, XXXI,<br />
236. PROKOSCH, E. -<br />
XI, 71-84.<br />
SpraclrúJissenschaftliche Ausblicke..- MPhil, 191.1.<br />
237· ROBLESDÉr.A~O,F. - Sobre A. Dauzat: La PIú/osophie du Langage.<br />
- París, 1912.-Lcng., IJ, 1913,25.<br />
238. S.í.NCHKZ M.••. z.••. s, R.-fAZ.\" pa/abras.-NEt, 1913,38-41.<br />
239. SCIIUCHARDT, H. - Baskisch-hamitisch Wortvergldchungm.--<br />
RIEV, 1913, VII, 2R9-.HO.<br />
240. TROMIJETTJ, A.-Saggi di g/ottologia comparata, vol.lI.-Bologna,<br />
CappclI, 1913,8.°,480 pigs., 25 liras.<br />
Estudios gramaticales.<br />
241. Bsu.o, A. - Gramdtica de /a Lengua castellana, destinada al uso<br />
de los americanos, - Décimoquinta edición, hecha sobre la<br />
última del autor, con extensas notas y copiosos índices alfa.<br />
béticos de D. R. J. Cuervo.e-Parts, R. Roger y F. Cnernoviz.<br />
1
~'O:-¡ÉTICA ESPAÑOLA<br />
248. BEUU5TIIGUlGOlTlA, B.-Reeducación auditirafisiatogica- - RJ1:l0R,<br />
1913, IV, 1, 113-117.<br />
249. CARRASCO ALARCÓN, A. - De la restdracion como función nutritic'a.<br />
- REM, 1913,4°9-55. Cfr. Chavanne: La ginmastique respira/elire<br />
CII rñtno-laryngotogie. L'oto-rlJino iarvng, fn/. 191 J,<br />
453-456.<br />
250. HEB.NÁNDEZ, S.-Sobre el estridor lartngeo congemt«. - RELOR,<br />
1913, núm. 7,1-7.<br />
251. OCIlARAN.- Inspección ototdgica m las escuelas, - RELOR, 191 ,~,<br />
IV, 1, 24'25.<br />
252. PANCONCKLLl,CUZlA, G. - Bibliograpma p/lOl/elica. - Vox, 191,~.<br />
Tomo II. Copiosa información sobre fonética experimental y<br />
estudios afines. Gran parte de lo concerniente a 1913 véase<br />
en Vox, 1914, enero-febrero.<br />
253. PASSY, P.-Pell/e p/lOnétiqut comparte desprincipales l
124 B1BLJOGRU-fA<br />
Ortografia.<br />
253. DOSCH (;1/dPIlRA, P. - El. problema de la propagación de la escritura<br />
en Europa y los S(¡;IlOS alfabéticos de los clólmelles de Aluao, -<br />
RARM, 1913, J, 311-322.<br />
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Afanualetti clementari di filologia l-otnanza.- Cittá di Castello,<br />
S. Lapi, [913, 8.°, 25 págs., 50 cénts.<br />
265. GONZÁLEZ DE LA CALLE, P. U.-f)e las transcripciones fonlticas.-<br />
AEPCMadrid, 1913, \"11,546.<br />
266. }OHNSTON, H.-Phonetic Spelling.-Cambddge, University Press,<br />
1913, 92 págs.<br />
267. KARPH, F.-Zu Viétors J'Iusen über Laulsclnift.-NSpr., 1913.<br />
XXI,351-2.<br />
268. KARPF, F. - Zur VeniJC!ldullg der Lauts¿'hrift im. modernsprachlidlm<br />
U"terrt'cltte.-'NSpr., 1913, XXI, 448-455.<br />
269. LOZANO RIBAS, !'L - Nociones de Gramática y en especial de Ortografia<br />
castellana.--Barcelona, «Escuela Artes del Libro>, 19[ 3,<br />
8.°, 210 págs, 1 hoja.<br />
270. PA55\', P.-Représwtatioll des affrique'es. - MPhon, [913, 129-31.<br />
271. SALAS LAVAQuf, ~r.- Ortografía y Neografta. Ooseroadones sobre<br />
la Ortografia castei/ana.:-. Santiago de Chile, Imp. Barcelona,<br />
1913,4 .• ,75 págs.<br />
272. VIItTOR, \V.-- Oher Lautscñrift. Ber. über die Verñdlg, d. /5. Tagung'<br />
des Allg. Deutscñ, Neupllilologen- Veroandes. -Heidelberg,<br />
Winter, 19[3.<br />
27.). V¡ErOR, W.-Einheifliche Lautscurift, - (,R~r, V, 1913, 489-90.<br />
274. VIETOR, \V. E¡'¡/leilliche Lautschrift.-NSpr. XX, 10 febr. 1913.<br />
Morfologia.<br />
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Übersetzung von H. Meltzer, Sprachwissensch. Gyrnnasialbiblíothck.<br />
ed, N. Nicdcrmann Bd. V.- Heidelberg. C. \Vinter,<br />
1913,8.0,204 págs.<br />
276. ~IILLARDET, G. - Sobre R. Gauthiot : Da ./in d.e mot en indo-euro-<br />
péen. - Ro, 1913. XLII, 627.628.<br />
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zung] im Nomallischen (sp. varón baron).-ZRPh, 1913, XXXVII,<br />
186-199<br />
278. STENGEI., E. - Sohre L. H. Alcxander : Participa! substantives af<br />
tiu: -ata fcl-pe in tht Romance Languages 1Y¡If¡ spccial referenc« lo<br />
Frcncll.-BDR, 1913.30-32.
1.I!.XICOGRAFIA y SEMÁNTICA<br />
Sintaxis.<br />
279. AkAUJO, F. - Galicismo de sobre por de.·-Ei\f, 1
126 1I1BI.IOGRAFlA<br />
2
DIALECTOLOGíA 127<br />
323. URTBL, H. - .4ulo",. du rlmme. - Extr. du BGIPSR, XII" année,<br />
1913,8.°, 32 págs.<br />
324. URTEL, H. - Prolegomena zu einer Studie über die romanisaken<br />
Krankheitsnamen.-ASNSL, 1913, XXX, 81-116 •<br />
.P5. URTIl:L, H. -ZIIJIl NamCII des ll/icseis {comadrcfa}. -- ZRPh, 1913.<br />
XXXV, 210-212.<br />
326. VOLPI, G. - D'un uso aruico dclia perota vseuucco". -- ASJ, 1913,<br />
LXXI, vol. !J, Lp-q8.<br />
327. \VIENER, L.-Byzantinisches.-IV. Noch einmaJ «andare •. ZRPh.<br />
1913, XXXVJl, 569-95.<br />
328. ZAUNRR. A. - Reseña de \V. von \Vartburg: Die ilusdrücke fitr<br />
die Fetücr des Gesic/ilsorgall.f in den romanisruen SÍ'1'ac/zen ltlld<br />
Dialekten.-ZRPh, 1
128 1l:1l1.10GRAtÜ<br />
edición, considerablemente aumentada.-Curac;;ao, A. Béthencourt<br />
e Hijos, 404 págs., 4.°, 10 ptas.<br />
339. RODRíGUEZ VIU.A, A. - Un códice de la Real <strong>Biblioteca</strong> ádEscorial<br />
en dialecto aragones. En «Artlculos histéricos •. -Madd
ESSEÑ.Il'iZADEL 1Il10MA 12t)<br />
al XVIU).- <strong>Biblioteca</strong> de los arnericanistas.c--Mudrtd, V. Suárez,<br />
1913,4.°, VII-466 págs., 5 ptas.<br />
355· GONZÁLKZMAGRO,P.-Sobre M. Serrano y Sanz: Cedulario de las<br />
provincias de Santa Jlarta y Cartagena de Indias (siglo XVI).---<br />
RL, 1913,11, !j-I') .<br />
.~56. IB,IRR,I Ronalousz, E. - Documentas correspouiicntes al reinado<br />
de Sancho Naml;'e:; (\'01. 11, 1063-(094).-Tomo IX de la Coleeción<br />
de docnmentas para el estudio de la Historia de Aragdn, _<br />
Zaragoza, P. Carra, 1913,4.°, XIV'284 págs., 10 ptas .<br />
.157· MARICHALAR, C. DIl.-DoClllllelltos<br />
4.°,133.<br />
inéditos. -- BCP:'{avarra, 1913.<br />
358. MARTfNMINGUIlZ,B.--V.núm. 19.\'<br />
359· MlGl1IhllZ,P.--FamiJso discurso en castellano de Carlos V. - cn,<br />
1913, XCIV, 173.<br />
.,60. MONACI,E. - Facsimili ai doaonenii per la storia del/e lingue e<br />
delJeletteratureromanze.-Roma, D. Anderson [19131,fasc. H,<br />
6 págs. y láminas, 66-115.<br />
361. SERRANOy SANZ,l\1.-V. núm. 352.<br />
362. SITGES,J. B. -- Documentos inédi/iJs. - llCPNavarra, 191", 4.",<br />
127-,P. - V. núm. 203.<br />
Enseñanza del Idioma .<br />
.\63· ACADEMIAES1'AÑOI.A. -s Gramdtica de la Lengua castellana, Nueva<br />
cdiciún.-- Imp. de los Sucs, de Hernando, 1913,4.°,420 págs .<br />
.,64· BRACKItNBURV, L.-La enseñanza de la Gramática. Traducción dcl<br />
inglés por A. Pestana.-Madrid,<br />
8.<br />
Ediciones de La Lectura, 1913,<br />
e , 117 págs., 1,50 ptas.<br />
365. CAPENA,L.- Proyecto de Programa para la enseñanza de la lengua<br />
nadonat.-EscPrep, México, 1913, IV, 140-168.<br />
366. DERNEHL,C. - El comerciante. Spanischcs Lehrbuch für Kauíleute.<br />
- Lcipzig, Teubner, 1913, VI'276 págs., 3,60 marcos.<br />
367. DfAZy UTlEL,S.-il-1anual de Gramática de la Lengua castettana,«:<br />
Madrid, L. Guillén, 1913,16.°<br />
_~68. DOWLING, M. C. - Reading, Writing and Speaking S¡:anish JiJ1'<br />
Beginners. - Ncw York, American Boock C", 1913, 12.°, 25(,<br />
págs., 75 c .<br />
.~69· E. V. -. Sobre P. Lasalde : Desarrolla del idioma castellano desde<br />
el siglo XV hasta nuestros dtas. Friburgo, 1912.. - Leng., 11,<br />
1913,25-26.<br />
370. FERRANTROIG,M.-Gramálica Pedagógica de la Lengua castellana.<br />
Segundo grado. -Madrid, Imp. Ibérica, 1913, 16.°, 140 págs.<br />
371. GARcfA BIlLLlDOE. - Sobre fa enseñanza de las Lenguas uiuas. _<br />
Lcng., 1913, Ir, S-12.<br />
TONO r. ')
1jo BIlIl.lOGRAFh<br />
37 2, G~YA \. Busousr.s. -- f-mg7Ja ula,/ola. - Sto Gallen, Fehrsc': e<br />
Buchhnndlung. 1')13, 264 págs., 2,80 marcos .<br />
.'13. Gú;IIEZ l\[,\RíN, F. - Gramática razonada del idiom» castetlauo,<br />
Segunda edición.s--Moutevideo, A. Monte verde y C.", s. a, 4",<br />
382 págs.<br />
37~. bIGRAIIAM, E. S. - A Btie/ Slallirh Grasosar, based 00 A Rrir/<br />
.,>pani.rh Grammar, by A. H. Edgren.-Boston, Heath and C",<br />
1913,12.°,1\"-194 págs., :$ 1,10.<br />
375. La escuela españo!« de Alcazarquiuir, - BOZ~I, 1913, núm. 2,<br />
abril, 155.<br />
3í6. Las escuetas árabes de Alcazarquiv,·r. - BOZM, 1913, núm. 2,<br />
abril,151.<br />
377. ~IARCH"'ND, L. - Eine taisscnscñaftliche illethode zur Eriernung:<br />
frcmdcr Spradten durcl: das direkte Lesen un die Sprcchlliasc/zille.-!\lSpr,<br />
1913, XXI, 171-180.<br />
3íR. MONTEVR1Wg, R. D. - Tite Slanish Leznguage as flOZ¡¡ spokm allt[<br />
writlCll.-London, B1ackie and Sons, 1913,4 sh.<br />
379. MONTEVERDE, R. D.--A .New Spanis/t Reader on modcrn Lincs.:«<br />
London, Blackie and Sons, 1913.<br />
380. Notas para el estudio de la instruccidn pública C1l .1farrllfCOJ, y<br />
especialmente en Tclltán.-BOZl\I, 1913. núm. 2, abril, 122.<br />
381. Ot.rvsu, G. A. S. UND HARTNANN, A. - SpaJlisclte Grammatik.-<br />
Leipzig, G..A. Glóckner, 1913,8.°, VII-264 págs .<br />
.~S2. POGONU~I\I, A. - Compendio de Gramática casteltana. - Madrid,<br />
Imp. del Patronato de Huérfanos de Intendencia e Intervención<br />
militares, 1913, 4.°, 94 págs., 2 ptas.<br />
383. POGONOSKT. A.-G'ra¡¡¡lÍtica castellana. - Madrid, Imp. del Patronato<br />
de Huérfanos de Intendencia e Intervención militares,<br />
1913,4.°, 194 págs., 4.50 pL'\S.<br />
384. RA~Il\EAU, A. - Sobre Sauer und Kordgien: Rektionsliste del'<br />
gebraiidtlid¡slen spaniscken Zeituuirter, Bei-und Hauplli:,ó'rter. -<br />
NSpr, 1913. XXI, 128.<br />
385. RAMIlE:AU, A.-Sobre C. M. Sauer: Klcinc spanische Sprach¡ekn~.-<br />
NSpr, 19[3, XXI, 126.<br />
386. Real decreto de 3 de abril de 1913, constituyendo la JImia de<br />
ensciiansa C!I Jlarrue:'Js.-BOZ:'vf, 1913, núm. 1, abril, 77. Mudificación<br />
de su art. 4.° - Ibíd. núm. 2, 109.<br />
387. Real orden disponiendo que se publiq uen en este Boicttn Ojú:iar<br />
determinados informes, memorias, notas y datos sobre organización<br />
y ejercicio de la enseñanza en Marmecos.-BOZM,<br />
191,~, núm. 2, abril, [21.<br />
388. REVILlA, M. G. - La Gramdtica y la Alquimia. Discurso en prode<br />
la enseñanza directa del castellano, - México, Tip, Guerrero<br />
Hermanos, 1913.8.°,51 págs.
LITERATURA COMPAllADA<br />
389' Rusró.j.s--Sobre G. Frisoni: Gramilla/ita, eserci$i praiiei e diziona-<br />
,.10 de/la lingua catalana, con una Introduzlone sugli Idiflmt parlati<br />
nella penisola Iberica, tina Raccolta di3:;O Proucroi e la chiave<br />
dei temi per rapprendimento autodid.utico. - BDR, '913, V, 47.<br />
390. SÁNCHIrZ, P. F. - Sobre C. Lasalde: Desarrollo del idioma castellano,<br />
etc.-Cn, 1913, XCII, 147.<br />
391. SaLvA, 1.. DE.- - Dificultades gramaticales. Su /'.I"p!icaciJn y correecid1t<br />
al alcalice de todos. -- Madrid, González y Gonzrilca, 19\."<br />
8.°,0,50 ptas.<br />
392. SELVA y ALVAREZ ORDOÑO, L. DE. - .Vovísima Gramdtica d" la<br />
Lengua española ..... Primer curso: Elementos dc Gr.imdtica par.1<br />
la primera etlsenanza.-:\!adrici, González y jirnéncz, 1913, 16. 0 •<br />
59 págs. - Segundo curso: Compendío de Gramdtica para la<br />
enseñanza. -- :lIa
1.\2 BIBLIOGRAFíA.<br />
403. NOKTIIUP, G. 1. - V. núm. 530.<br />
404. PI'.l.NDI., L. - Rabel" Soutluy und Spanim. Lebe» und Dichttmg<br />
tilles englischen Romanh'kers unter dem EinjittSSI! setner Beeiehungen<br />
zu): Pyrcnáiscke« Ilalbillsel.-RHi, 19r'3, XXVIII,I-316.<br />
405. PI'ANDL, L..- - Carlos Carcia und sein Anlcil an der Geschichte der<br />
kllltllre!len tmd literarischen Bezil'hungen F,-ankreichs zu Sjanien,<br />
- !\Ii\Ius, 1913, Ir, L<br />
406. P¡IlTSGH, K. - Y. núm. 532.<br />
4°7. Rl!N1I!R, R.-Sobre G. Rossi : Atcune touÍ
possl" EN GENERAL lB<br />
crítico sobre el movimiento intelectual de aquel reinado.-<br />
Madrid, Casa edito La Última Afoda, 1913.8.°, S3 págs.<br />
4~ 1. PULPON,S.-San Jos/ de Calasanz y la Lltera/ura.-RC, agosto,<br />
1913.<br />
422. SCHOFI'IlR. C. - Venezuela in der Ltteratur uo» der EJltdec/llmp;<br />
bis heut«. - ;\Iitt. Dt. Südarn, Inst., 1913,1,44-59.<br />
Poeala en general.<br />
423. ALONSOCORTÉS,N.- Juan ¡l/artlnez Vt/lerga.r. Bosquejo biográfico-critico.<br />
Segunda edición. - Valladolid, Tip. Viuda de<br />
Montero, 1913, 8.°, 217 págs., 2.50 ptas.<br />
414. AJ.ONSOCORTES,N.-Don Hernando de Acuña. Noticias biográficasv-s-<br />
Valladolid, s. a., Viuda de Montero.<br />
425. ARCIPRESTE DE HITA. - Libro de Buen Amor. Dos volúmenes.<br />
Edición y notas de J. Cejador y Franca. - Madrid, Ediciones<br />
de La Lectura, 1913,8.°,1,300 págs.; 11, 324 págs., 6 ptas .<br />
.pú. BRRCEO, (;ONZAl.O DE.-- El Sarrificto de la J/iJ'a. Edición de Antonio<br />
G. Solalinde. - Madrid, Residencia de Estudiantes,<br />
1913,4.°,66 págs., 1 lám.<br />
427. CASANOVA, R. P. - Ojeada critica sobrr la j:Jfsia m el¡d,' (I8 40-<br />
I912). - Santiago de Chile, Imp. Barcelona, ¡(l13, 8.°, 71 págs.<br />
428. CASTRO, A. - Sobre Juan Ruiz, Arcipreste de Hila: Libro de<br />
Buen Amor. Edición r notas de Julio Cejador. __o RL, [
BlDlIOGKAFÍA<br />
L1rica.<br />
435. AIOHoNTERAS, A. DE. -- Pocs/as forestales. Colección de poesías<br />
de autores antiguos y modernos que cantan los árboles 'i los<br />
montes.i -Xladrid, Imp. R. F. de Rojas, 1913,394 págs., 3 ptas.<br />
436. CAMPOAMOK (Las !lu/ores j>oest'as de). - Juicio crítico de Jacinto<br />
Benavcnte. Prólogo de Andrés González Blanco. Dos volúmenes.<br />
- Madrid. Imp. Helénica, 191.~, S.", XXIX-275 págs., 1 pta.<br />
437. GAY, \'.-- Los trovadores C!I la ¡,Ua del pueblo. Discurso [leído]<br />
en los juegos Florales de Aleo)'. -l\Iadrid, Imp. I. Perales,<br />
1913,4.°, 30 págs.<br />
458. GOJo¡zÁLEZ I3LANcO, A.--L::ls lIIejores !'oest'as de amor. Recopiladas<br />
y prologadas por ..... - Madrid, 1913, 12.°, 275 págs. 1 pta.<br />
439. GUNZ hk:Z BLANCO, A. -Sor :Juana Inés de la Cruz, Estudio anecdótico<br />
y biografía sentimental.- ~T, 1913, XIII, 2, 310-31
DRAM,\TICA 135<br />
45'1. Vl!GA, GARCILASO DE LA. - Églogas. Con las anotaciones de Herrera.<br />
Colección Micltaud. - París, Imp. de P. Landais, S. a.<br />
8.°, 270 págs. y un retrato.<br />
452. VllLEGAS, ESTEBAN MANUEL DE. - Erdticas o Am z/orlas. Edición<br />
y notas de Narciso Alonso Cortés.--:'Ifac1rid. Ediciones de La<br />
Lectura, [913,8.°, 355 p~gs.<br />
453. \\TURZBACK, \Y. vON.·-Sobre L. P. Thornas : (;:Jilgor.l el 1
136 BIDIlOGRAFfA<br />
4('Ú. CASTRO, GUIl l.tN PE. "-"-Las mocedades del Ctil. Edición y notas<br />
de V. Said Armesto. - Madrid, Ediciones de La Lectura,<br />
1913,8.°,287 págs., 3 ptas.<br />
467. CELESTINA, LA (Comedia de Calislo y Jlelibea). - París, Garnicr<br />
Freres, 1913, 12.°,281 págs.<br />
468. CORVAI.ÁN MSNDlLAIIARSU, D. -- Arauco libre. Continuación a la<br />
Historia del teatro en Buenos Aires. - Buenos Ai res, Coni<br />
Hermanos, 1913,30 págs.<br />
46
DRAM,{TlCA<br />
hiobibliográfica. Conferencias dadas en el Colegio Nacional<br />
de Buenos Aires. - Rl1BA, '9'3, XXIV-XXV.<br />
485. MO!lTKVRRDI, A. - Le fonti de «La rida es slloio •. _.- StF:'II, 1 C)1J,<br />
VI, I 'n Y 314, nota.<br />
4S6. MURET, E.-- Une iettrc inédite de ¡,oje de Vega. En Mélangcs<br />
offerts a!\f. E. Picot. - París, 1913, S.", 2 vols.<br />
4R¡. ONIS, F. DI!. _.- Sobre Lope
1]8 UmL10GRAl'íA<br />
NoveJistlca.<br />
50 l. ALDA,!\I. - El caso de La gloria de Don Ramiro. Séptima edición.-<br />
Buenos Aires, [913, 8.°, 100 págs.<br />
5°2. ALEMÁN, !\fATEO. - Vida de Guzmán de Alfarache, Atalaya de la<br />
z'iJa //"(lwma. Primera y segunda parte. Edición transcrita<br />
y revisada por Julio Cejador. - Madrid, Renacimiento, [91 y,<br />
2 vols., R.o, 37.5 Y 429 págs.<br />
503· ALI!MÁ)/, i\fATI!O. '- GUZlII:ill de Alfarach c, Primera parte. EditeJ<br />
by Fe Holle. <strong>Biblioteca</strong> románica. - Strassburg, J. H. E.<br />
Heitz, '9'3, núms. 183-187, [6.°,347 págs., 2 marcos.<br />
504· BAIG BA5Ios, A.--Un folleto raro cervantófobo.-Madnd, Imp. del<br />
Asilo de Huérfanos, [9[3,8.·, [.5 págs., 1,50 ptas.<br />
505. BARRERA, I. J. - Ll~r;erasconsideraciones estéticas acerca de la 1/.J·<br />
oc/a. - RJLQuito,1913, X, '12.<br />
506. HENARY, \Y. - Hcruis ron ;l/etz mu! die Sag« ~'Ollt dankbarcn TJten,<br />
- ZRl'h, «JI3, XXXVII, 57-92,129-144.<br />
507. RUSllE!!, A. H. -- Sobre Mateo Alemán: Guzm.71l de Atfararbc,<br />
Ediciones de J. Cejador y Fr. Bolle. - RRQ, IV, 387-391.<br />
508. CllRVA)ll'ES, MIGUEl. DE. -, R¡ tngenioso /¡ida~r;o/)011 QU[jOff de la<br />
Jlallc!Ja. Primera edición crítica, con variantes, notas y el<br />
diccionario de todas las palabras usadas en la inmortal novelapOI'<br />
D. Clemente Cortejón; continuada por Juan Ganivel :\I:1s<br />
y Juan Suñé Benajes. Segunda parte. - Barcelona, Sena Hermanos<br />
y Russell, 191.', \-1, 4.°, Xlv-556 págs., 20 ptas.<br />
509. CKRVANl'ES, :\(¡GUEL ns. - El ingenioso hid:zlgo Don Qu[jote de la<br />
11fallcha. Comentado por el DI'. Diego Clernencín. Nueva edición,<br />
anotada por Miguel de Toro C;ómez.- Tours, Imp. Delis<br />
Hermanos, 1913, Hl Y IV, 8.°, X['503 y 4~5 págs.<br />
510. CERVANTES, :\IIGUEL DE. - Don Quijo fe de la J{ancha. Edición y<br />
notas de 1'. Rodrlgucz :\Iarín.-Madrid, Ediciones de La I,cetura,<br />
1913, VI, VIl)' VIII. 8.·, 342, 340)' 304 págs.<br />
511. CIlANDI.ER, F. \\'.,- L'I note/a 1'1
NOVEL!STICA<br />
515. E';TEBANiUO GOllZÁLIlZ, ñombrc de buCII humor, Su vida y hechos<br />
contados por él mismo.-París, L. Michaud, 1913,8.°,269 págs.<br />
516. F1TZ-GRIl.Al.O, J. D.,UNO FITZ·GERAlD, LEORA A.- Lof»: de rí'ga:<br />
Nooetas a la senara Atarcta Leonarda.-RF, 1')[3, XXX'I\',<br />
218-320,<br />
51 ¡. FITZMAUR1CE-KEI.L Y, J. __o Jf~f!;uelde Cernantes Saanc.ira. A memoir,<br />
- Oxford, Clarendon Press, 1913, 8.°, XX-228 p:l.gs.,<br />
'l sh., 6 d.<br />
5IS. FISCH!!R, \V.,-Hollorirf (!JII's .Sireinc. anI ti", «Diana- o!'<br />
jlfontema}or. -- :\ILN, junio 19[.~.<br />
5Il). FORo, J. D. M.-Possíble fordgn soterres O) tlli' Spallís/I uotv] oí'<br />
RoguCl~\'.Reprintcd Irorn Anuivcrsary Papen; by Colle-agu cs<br />
and I'upils of Georgc Lyrnan Kittrcdge, [9 (.~, 1'.0, 4 págs.<br />
520. GAI.ÁN, D. - Cantn-crio v tr,lbajos de [)¡'¡'goGaldtr. natura) de COIIsuegrav<br />
vecino de 'j'oledIJ\ISS9 a 1600'1. Los publica la Suciedad<br />
de Bibliófilos Españolcs.v-Xladrid, Imp. Ibérica, 1q tj , 4·°,<br />
XCV-448 pigs., 1S ptas.<br />
521. GaNzÁl.El Auaror.ns, ?'\. -- Re.·u!r"}s a't.'obio,{r.íJi:os de Ccruantcs<br />
m La Española Inglesa. Estudio crítico. '.- Madrid, Viuda de<br />
A. Alvarez, 191.>, x.c, 56 págs., 1,50 ptas.<br />
522. !cAZA, F. A. DE. - ,l[atco AII'IIldll : Sil Itistoria r sus escritos, Un<br />
nuevo capítulo de su vida. -- RL, Il)[3, 1. 3¡-43.<br />
52.\. !cAZA, F. f\. nn. RI centenario de 1111libro. Las :\ol'elas ejemplares<br />
de Ccruantrs ,1' SIlS
'40 nl8LlOGRAFIA<br />
erganzt und eingeleitet von Karl Theodor Senger. Spanische<br />
Schelmenromane, hrsg. von K. Th. Senger. Bd, 2.-München.<br />
Bayerische Verlaganstalt K. Th. Senger, 1913,210 págs., 4 m.<br />
4.r4· RAs, M. -Los personajes del Quy·ote.-Estudio, 1913, J, 3°3-216.<br />
535· REN1ER,R. - Sobre P. Savj-Lopez: Una cava/cata con don Chisciottr.<br />
En eScritti varii... .. in onore di R. Renier •. -- GsLit,<br />
1913, XXXI, 195.<br />
536. RODRfGUEZMARfN. F. - El capitulo de los galeotes. Apunte para<br />
un estudio cervantino.-l\Iadrid, Tip, de la Hez'ista de Archivos,<br />
1913,8.°,21 págs., 1 pta.<br />
S.H· SAvJ-LoPEZ, P.-Cervantes.-Napoli, 1913,8.°,247 págs,<br />
538. SCHEVILL.R.-Threecmturies of Don Quixote. Reprinted from the<br />
Univ. of. California Chronicle, vol. XV, núm. 2, 8.·, 26 págs.<br />
539. VEGA, LOPE DE.- La Dorotea, Edición de Américo Castro. - ..<br />
Madrid, Renacimiento, 1913,8.°,3°5 págs. 2 ptas.<br />
540. \VURZBACH.\V. VON.- Sobre G. Babinger: Die Wanderuugen<br />
und IVa1zdclungcn der Novel/e oon Ceroantes El Curioso Impertinente.<br />
-ZRPh. 1913, XXXVII, 246-Z48.<br />
Historia.<br />
541. BALl.ESTRROSBIlREH A, A., Y BAl.lRSTEROSÁlAVA, P. - Cuestiones<br />
IlistÓrú·as. Edades Antigua} AIedia.-~.Iadrid,J. P. Torres, 1913,<br />
8.°, 350 págs.<br />
542• BARROS ARANA, D. - Obras c
~lrsT1CA<br />
547. F&i1.¡¡ÁKDIlZ, D.---/listoria del Perü. Primera parte. Edición, prólogo<br />
y apéndices por D. Lucas de Torre. - Madrid, <strong>Biblioteca</strong><br />
Hispania, 1913,4.°,354,7,5° ptas.<br />
548. GU1X(¡,J.-Sobre el P. Las Casas: La destrurcidn de las Indias.<br />
París, Mlchaud, 1913.--RL, 1913, m, 31-32.<br />
549. LAIGLIlSIA,F. - Sobre .lnnals o/ tlle Emperor Charles V, by<br />
Francisco López de Gomara, spanish text and english translation<br />
edited, with an introductlon and notes by Roger Big"low<br />
Mcrrirnan.c-Bé.H, 1913, LXII, 323-27.<br />
550. L.\RRINAGA,J. R.- Fray Jerónimo de ltIendieta, historiador de:<br />
Nueva Espaiia (1525-1604). - AlA, 1914,1,29°-300.<br />
551. l\IAURAGAMAZO,G.-Sobrc Enrique Redel: Ambrosio de .lIorales.-BAH,<br />
1913, LXIII, 168.<br />
5-'2. :\!lGuÉLI!Z. P. --Dos /iistorias inéditas de Carlos V. - en, 191.1.<br />
XCIII, 5-13.<br />
553. OKTIZ, F. - Las crduicas im'ditas de [Tomds .Jgustin] ('en'alltes.<br />
- RBC, 1913, VIII. 325-42, 428-41.<br />
5q. P., J.-Subre A. Morel-Fatio : Ilistoriograjhie de ('lIar/es-Quint.<br />
RAB:\!, 1913, 1, 326-.~28.<br />
555. PIlLÁI!Z,l\I.-L'Assedio di Zamora neiia Primera Cronica General<br />
de España. Estratt i eglossariu a cura di Roma.- Loescher,<br />
1913, núm. 29 de la Colección Testi rumanzi per uso delle<br />
Scuule a cura di E. Monaci.<br />
556. PBREZVEGUZ~IÁ:'¡,H.-J[ar de isrorias (1,512).-Editado en RlIi,<br />
1913, XXVIII, 442-622.<br />
557. PÉRF.ZDE HITA, G.-r;lIerras ci,.iles de Granada. Primera parte.<br />
Reproducción de la edición príncipe de 1595, publicada por<br />
Paula Blanchard Demonge. [Publicación del] Centro de Estudios<br />
Históricos. -Madrid, Imp. E. Bailly-Bailliere, 1913, 4.",<br />
cxvlI-A-N-337.<br />
558. SERRANOy SANZ,:\L - Vida)' escritos de D. Jllan Ferudndes: de<br />
Heredia, Gran .I[aes/re de la Orden de San Juan de Jerusa-<br />
1¿1l.-Zaragoza, Tip.
1~2 mBUOGRA.~<br />
563. EGufA, C. -- Sobre el P. Geran.lo de San Juan de la Cruz: Obras<br />
dclmist¡,'o doctor San 'luan de la CrtJZ¡y P. \\. enceslao del S. Sacramento:<br />
Fisonomta de un doctor. - RyF, 1913, XXX\'IT.<br />
120-123.<br />
564. PLDAL Y Mox, A. - Doña Isabel la Católica y Santa Teresa de<br />
'lesús,--l\Iadrid, 1913, Tip, de.la Rev. de Arch. 16.°, 89 págs.,<br />
1 pta.<br />
5(,5· Ríos DE LA:IIPÉREZ, B. DE LOs.-lnjlllencia de la »ustica, de Santa<br />
Teresa singularmente, sobre nuestro grande arte nacional, Conferencia.<br />
- Madrid, Imp. Hijos de 1\1. G. Hernández, 1913.<br />
8.°, 57 págs.<br />
56',. TERI!S.\ DE JESÚS, SA~TA.- V. núm. 449.<br />
Prosa didáctica.<br />
567. Autores americanos juzgados jor espallolcs. Compilación l-echa<br />
por R. Blanco-Fombona.·-París, Imp. de la Casa editorial Hispano-Americana.<br />
s. a. 8.°, 379 págs., 4 ptas.<br />
568. AZE\"EDO, PEDRO D'. - Duas traducoes portuguesas do scc. XIV.<br />
1: Tratado de S. Isidoro do aj untamento de bons ditos e palavras,<br />
JI: Un fragmento da versáo das Partidas de Castciia ..-<br />
RLu, 1913, XVJ, 101-111.<br />
56
PilOSA DIlJÁCT1CA<br />
Estudio biográfico de cinco sabios españoles: Olória, Menéndez<br />
y Pela yo, Saavedra, Echegaray y Ramón y Cajal. - Madrid,<br />
De las :l/elllorias de la Real Sociedad E,p:1I1,)la de Historia<br />
Xa/ura!, V, Memoria 5. a , Esl. tipo Fort anct. 1913,4.0<br />
5iS. GON:tÁLEZ DII LA CALLE, P. U. - Lic.zs }.J.'ilico-JJl)r:z!;'s de! P. Juan<br />
de Jfari.lIla. -- RABi\I, 1913, XVII, 2•.,88-~o6.<br />
5i9. GKACIÁN, BHTASAR.·-- El Critico», Edición transcrita y revisada<br />
por J. Ce;ador. -- Madrid, 1813, Renacimiento, S.", 308 págs.,<br />
2,50 ptas.<br />
580. ]UDER1AS, J. - Do» Gas/a)' Jfc/r/icr de ,7e
1 -t-t HlBlIOGIlAFL\<br />
S')4, YABEN YARI!N, H. - Juicio crítico de las doctrinas de ')ove/latUJsen<br />
10 I"ifel"mte a las ciencias morales ,v poHticas.-Mad.-id, ]. Ratés,<br />
[9[3,4.°,4[5 págs.<br />
Critica literaria.<br />
S9S, A\IE¡¡ÚA y MAYO. A. G. DE. - Don Pedro 70sé Pidal, marqués de<br />
Pidal (1799-1865). Bosquejo biográfico. - Ma"tlrid,Imp. Hijos<br />
de M, G. Martinez, 19[.~, 4.° mayor, 27 págs.<br />
59ó. A:UÓN DI![. OU[RT, L., y GARcfA CARRAn'A, A.-Los grandes españoles:<br />
J1fméndez y Pe/ayo. -- Madrid, Imp. J. Pueyo, 1913, 8.°,<br />
25 [ págs., 4 ptas.<br />
597· BONII.I.Ay SAN :\hRTf~, A. -La represmtación de Alenéndez y Pelayo<br />
en la vida histón;'a nacional. Discurso. - Madrid, [9[ .\,<br />
29 págs., 0.50 ptas.<br />
S98. CEDRÚN DE lA 1'EDRAJA, G.--La niñez de Mensnde» y Pe/ayo.·.<br />
Discurso. Madrid, 1913, 27 págs., 0,50 ptas. .<br />
599· DONOSO, A. -- "J[en'ndes: Pe/ayo y S1I obra. -. Santiago de Chik-,<br />
Imp. Universitaria, 19[ 3.<br />
600. F ABO, 1'. - Rujill
ENSEÑANZAol! LA LITBRATURA<br />
612. RUBIÓ y LLUCH, A. - Discurso en elogio del Dr. D. Marcelj1f()<br />
A/enéndez) Pelayo.-Tip. Hijos de Domingo Casanova, 1913,<br />
4. 0 ,81 págs.<br />
613. SANVlliBNTl,B.-Necrolog{a de D. Marcelino Menlndez y Petayo.:-:<br />
ILST, 1913.<br />
614. VALBUENA,A. DIl. - Obras completas. Tomo Hl : .Ripios vulgares.<br />
Cuarta edición, aumentada.-Madrid, Tip. Hijos de Tello,<br />
1913, !I. o , 303 págs., 3 ptas.<br />
615. VALaUI!NA,A. UE.- Caza mayor :v menor. No hay metá.fora.- Madrid,<br />
Tip. Hijos de Tello, 1913,8.0,277 págs., 3 ptas.<br />
616. VALI!RAY ALCALÁGALlANO,JUAN.- Correspondencia. Tomo 1:<br />
1847-1857; II: 1857.-:\ladrid, Imp. Alemana, 8.°,2 vols,<br />
Ensellanza de la Literatura.<br />
617· ALVARI!ZRUYAtEs, ~. - Historia de los Ilechosmás importantes de<br />
J}on Quijote de la ¡JEa/ICha,extractados en verso. - Burgos.<br />
A. Díaz y C.", 1913,8.0,307 págs.<br />
618. BARRYE.-España y españoles. Paisajes. monumentos, tipos de<br />
la Corte y de las provincias, usos y costumbres leyendas y<br />
tradiciones. Páginas selectas entresacadas de las obras de los<br />
insignes escritores contemporáneos. Colección Merimée. _<br />
París, Garniel', 1913,2,50 fr.<br />
619. IhRSI CONTARDJ.M. -- Programa de Precepti7Ja literaria.-Madrid,<br />
Tip. de A. Marzo , 1913,8.", 16 p;igs., 1 pta.<br />
620. RARSICONTAROI,M.-Programa de Historia general literaria.-<br />
Madrid, Tip. de A. Marzo, 1913,8.0, 16 págs., 1 pta.<br />
621. J ÜNEMANN, G. - Historia de la Literatura espaiiola, con una antologia<br />
de la misma.- Freiburg, Herder, 1913,8.°, xl-268 págs.<br />
622. NAVARROy LBDESNA,F.-Lecciones de Literatura, explicadas en<br />
el Instituto de San Isidro de Madrid. Tercera parte: Resumen<br />
de Historia literaria. Cuarta edición. - Madrid, Imp. Hijos<br />
de Tello, 1913,4.°,512 págs.<br />
623. NORTHuP, G. T. - Selections from lIfesonero Romanos. Edited<br />
with introduction, notes and vocabulary. - New York, Holt<br />
and C", 1913, 12.°, xXlv-188 págs., 70 cénts.<br />
624. PARAIRI!,V, et RlI'oIBY,G. - La Patria espaiiola. El país y los<br />
habitantes pintados por escritores españoles modernos.-<br />
París, A. Colin, 1913.8.°,540 págs., 42 grabs. y un mapa.<br />
625. RUANO,J. M.a - Historia general de la Literatura. Compendio<br />
de las explicaciones dadas en el Instituto de Santiago. Segunda<br />
edición. - Santiago, Imp. José M. Paredes, 1913, 8.0,<br />
626.<br />
259 págs.<br />
SÁIZ,C. - Lecturas escolares. Notas históricas y páginas selec-<br />
TOMO I.<br />
10
146<br />
BIBLIOCoRAFfA<br />
tas de Literatura castellana. Tomo 1: Siglos XII al xv. - Madrid,<br />
Imp. Clásica Española, 1913, 8.·, 268 págs., 2 ptas.<br />
627. UREÑA,P. H.- Tablas cronológicas de la Literatura española (para<br />
uso escolar). - :\léxico, Stephan y Torres, 1913,8.", 12 págs.<br />
FOLKLORE<br />
Obras diversas.<br />
628. ABT, A.-Die vo!kskündliche Literatur des Jahres 19II. Ein Wegweiser.-<br />
Leipzig, Teubner, 1913,5 m..<br />
6 2 9. ANCONA,A. - Saggi d¡ letteratura popolat-e.- Livorno, Giusti,<br />
1913, 16· vl-528 págs. Reseña en GsLit., 1913, XXXI, 226- 2 3°'<br />
630. ARAUJO,F. - El alma humana en el folklore. - E:\I, 1913, 293,<br />
196-201•<br />
631. BRUNA,J. C.--Las corridas de toros.-NT, 1913. XIII, 4, 17 2 - 1 9°,<br />
292-310.<br />
632 . CAMBRONERO, C. - Crónicas del tiempo de Isabel 11: Diversiones<br />
públicas, ópe,-as, conciertos, eorcografi'a, volatines y variedades,<br />
toros, bailespúblicos, etc. - E:\I, 1913, tomos 290 a 300 .<br />
633. CEPEDAy GUZMÁN,C. - Descripción de unajiesta de toros)' cañas<br />
que celebró la Maestrallza de Cabal/eria de Sevilla el año Ió7 I.<br />
Precédela un estudio biográfico y critico por D. Santiago<br />
l\1ontoto.-Sevilla, Escuelas profesionales de Artes y Oficios,<br />
1913,4.", jI págs.<br />
634. COlLlN DEl'LANCY,J.-1JiulOnario infernal. Estudio de los seres,<br />
personas, libros, hechos y cosas que hacen referencia a las<br />
apariciones, a la magia blanca y negra, al comercio dcl infierno,<br />
a las adivinaciones, a las ciencias secretas ....• Novísima<br />
edición, ilustrada y aumentado por Q. López Gómez. - Barcelona,<br />
s. i. ni a., dos tomos 4'·' 512 Y 535 págs.<br />
635- CROOKE,W. -Method of investigation and Folklore Originis.-<br />
Fo. XXIV, 1913. I.<br />
63 6 . D. F., G.·-Le cerisier dans la tradition populaire.-RTFr, 19 1 3,<br />
60·61.<br />
637. ESPINOSA, A. M. - Nao Mestcan Spanish Folk-Lore. - Repr.<br />
from the Journal of Amer. Folk-Lore. April-June, 1913,8 .•,26.<br />
63 8 . GUTI¡;;KREZSOLANA,J. ---Escenas y cosfumbres.-Madrid, N. Bel-<br />
trán, 1913,8.°,164 págs., 2,50 ptas.<br />
639- 1RIARTEREINOSO,T .. - Viajeros de alforja o de Alarcd» a San<br />
Sebastidn. Cost umb res aragonesas.··-Zaragoza, Imp. de Andrés<br />
Arantegui, 1913,8.° I1I-822 págs.<br />
640. J. R.-Sobre P. Pereda: Qttelquesproverbes des langues romanes.<br />
Livorno, 1912.,- RLR, 1913, LVI, 284.
pOEsíA POPULAR 147<br />
641. MONTOTO y RAUCHBH8TKAUCH, L.-Pu·sona/es, personas y jersonilhu<br />
fue andan por las tierras de ambas Castillas. - Sevilla,<br />
Libr, de San José, 1913, III, 4.°,187 págs., 4 ptas.<br />
642. NOGALES-DELICADO y RENDÓN,D. DE.- Dichos españoles, históricos,<br />
anecddtiaos, populares J' literarws.-Sel·illa, Imp. F. Díaz, 1913,<br />
643·<br />
8.°, 294 págs.<br />
PARDOBAZAN,E. - La cocina española antigua. Torno X de la<br />
Biblwteca de la mu/er.-Madrid,<br />
páginas.<br />
La Editora, 1913,8.° vrrr-a r a<br />
644. RAMOS,J.-Los ángeles de Cariaco. Tradición.-BANHCaracas,<br />
1913, n, [99-2°4.<br />
645· ROLLAND, K-Flore populaire d'Lhstoire naturelle des plantes dans<br />
leurs rapports avec la linguistique et lefolklore. Torno X. Pa-<br />
rís, Librai res-commisaionnairr-s, [913,8.°, V[-226 págs., 7 fr.<br />
(qó. SA1.ZMANN, R.-Rccopilaciótl de cábalas .vsupersticwnes para ganar<br />
a la lotería v tener suerte en todos losfuegos.:-: Barcelona, Imp.<br />
Artis y C.", [9[3,8.°, 9[ págs.<br />
647· SRR[LI.OT,P.-Le folklore. Littlrature orate et ethnograjie traditíonnelle.·-París,<br />
Libr, O. Doin et Fils, 19[3, [8°, XXll-395 páginas.<br />
Cf. RCr .. [913, núm., 37 (R. Basset),<br />
648. SI'ENCK,L. - The l'>fyths of Mexico and Peru. - London, Harrap,<br />
& C·. [9[3,8.°, XIV-367 págs.<br />
649· URQUIJO,J. DE. - Los refranes y sentencias de I59ó. Refranes<br />
castellanos y sus correspondientes vascos. - RIEV, eneromarzo,<br />
'913.<br />
Poesía popular.<br />
650. BAYO, c.-Romancert'llo del Plata. Contribución al estudio del Romancero<br />
Rw-Platense.-Madrid, V. Suárez, 1913, 8.°, 339 págs.<br />
651. CASTRO,A. -Romancerillo del Plata. - Nos, 1913, núm. 6.<br />
652. COI.I.AGUELLO,A. - Canciones infantiles a dos o tres voces. Tex-<br />
tos castellanos y catalanes. - Madrid, IIdef. Alico, 1913, 8.0,<br />
14, 3 ptas.<br />
653· CONTAMINEDE L"TOUR, E. '- Cltants nationau» de rAmerique latine.<br />
- París, 1913.<br />
654. ESPINOSA,A. }L - Sobre J. Vicuña Cifuentes: Romances populares<br />
y vulgares recogidos de la tradición oral chilena. - BDR,<br />
1913,49-55.<br />
655· K&R, \V. P. - Sobre R. Menéndez Pidal : ¡;;I Romancero Espa-<br />
,lol.-MLR, 1913, VIII, 264-267.<br />
656. Lo que se canta en Chile. Cancionero modernísimo. - Santiago<br />
de Chile, Imp. Renacimiento, 1913,8.°,84.<br />
6
148 BIBLIOGRAFfA<br />
ser el autor de este romance.] Extrait des Mélanges offerts a<br />
M. E. Picot.e--Parts, Libr, Damacene Morgand, 1913, "5-134.<br />
658. VWAL,M.- Cancionero de N (11Jidad. Villancicos, romances y coloquios<br />
de poetas castellanos de los sigloe XV, XVI Y XVII.-<br />
Madrid, D. Jorro, 1913. 16.°,64 págs., 0,50 ptas.<br />
659. WAGNU, R. L. -- Sobre R. Gil: Romancero juáeo-erpailol. -<br />
ZRPh, 1913. XXXVII, 743-745.<br />
NOTICIAS<br />
El tercer curso de vacaciones para extranjeros, organizado por la<br />
Junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas, se dará<br />
en Madrid del 13 de julio al 22 de « Visita de monumentos y ciudades históricas,<br />
Para todo lo referente al curso de vacaciones, inscripción, hospedaje,<br />
viajes, etc., dirigirse al Secretario de la Junta para ampliación<br />
de estudios. Plaza de Bilbao, 6, Madrid.<br />
-El retraso con que aparece este número es debido a la tardanza<br />
con que hemos recibido algunas revistas que necesitábamos para<br />
nuestra bibliografia.<br />
. El próximo número contendrá la bibliografía del primer semestre<br />
de 19'4, yen números próximos incluiremos, además de los tltulos<br />
de las publicaciones recientes, informaciones bibliográficas retrospectivas<br />
(de 1912, 1911, etc.),<br />
- El ,Sr. Asin nos comunica la siguiente adición a su artículo, página<br />
11, nota 3: Hay también una traducción francesa, Les animaux en<br />
disetlssion aoec r/wmme, en cAlJegories, récits poétiques et chants populaires,<br />
traduits par Garcin de Tassy», 2. a edlc, París, E ..Leroux, 18'76.
ABREVIATURAS<br />
DE LAS REVISTAS c:rTADAS EN LA BIBLIOGRAFíA<br />
A BIIA,~ Arrhi; f) hil,li, 'gr:'!licl. hispano-americano.<br />
i\Iadrk!.<br />
AEPC~tadrid· :\~uci~¡ción c:-p.liHIJa r.'ara p¡<br />
pcogre5-lc, d(~_ Lis C~¡('l,~( ías ...~~adl id.<br />
AEsp - Arte }'_'P'Ul\.'!. i\I'l\lrId<br />
ArA ._"-.'\rchi ..,o ;¡;cll_'-il!J!("it'al-u.<br />
AkR -- .:\kadt~nl¡:;dl\: kl1l1d:--cliatl. l.t·ip1.ig.<br />
Alh - l .a Alh anrb ru. (~ratla.da.<br />
¡\\1~ AHE - Ar~alt~s