Joven

ENTREVISTA
Cerca de doscientas personas asistieron a la presentación.
Y después fuí escribiendo muchas más cosas, muchas más
dedicatorias, pero tenía ese sentimiento como que no era mío.
Tenía escritas estas y otras muchas cosas y fue a partir de la
recaída, que la vida te da la vuelta… Y, de pronto, no sé cómo
surgió lo de la línea de amor y gratitud.
¿Y es así como surgió esto que puede hacer mucho bien a
la gente?
C.- Así es, tras un largo camino, presenté la propuesta a Cáritas
Española como “canciones de amor y gratitud”. Y lo empecé
a enseñar a algunas amigas. Me animaban, me decían, yo lo
compraría y claro yo les decía, cómo no lo vas a comprar, eres
amiga mía. Y, meses después, tuve la contestación. Nada más y
nada menos que el visto bueno de don Vicente Altaba que decía,
no recuerdo las palabras exactas pero, que fue algo así como: es
hondo y profundo. La verdad es que lo valoró mucho y vio la
posibilidad de dar voz a los que sufrían e incluso me sugirió un
subtítulo más: “Para orar desde la fragilidad”. Y con ese Vº Bº, era
ya el puente de 1º de mayo y me fui a pasarlo con mis padres.
Dada la delicada situación de salud de ellos, decidí enseñárselo.
Gracias a Dios, mi padre pudo leerlo una vez. Y mi madre, tras
verlo, me dijo: “Sabía que eras especial, pero Dios te ha dado
mucho”.
Continuemos hablando del libro, Carmen. Hemos ido sacando
frases. Una de las que más nos ha llegado es esta:
“El corazón rebosando nombres”. ¿Qué nos puedes contar
sobre ella?
C.- Esa frase se la oí al obispo don Pedro Cantero Cuadrado.
Me llamó la atención. El corazón rebosando nombres… al cabo
de los años me he podido reencontrar con personas con las
que tenía una relación profunda, sincera y sientes como que en
el corazón permanecen, aunque estés lejos. Es una manera de
expresar, para mí, que lo que importa es el amor. En ese sentido,
me siento muy afortunada y muchas veces vamos ciegos y no
lo valoramos.
Sigamos con las frases, nos hemos quedado con estas: “Las
palabras te acompañan”, “la importancia de las palabras” y
“palabras para cada etapa de la vida”.
C.- Me considero una mujer amante de las palabras. Dada mi
formación, mis inquietudes… he escrito mucho. La palabra te
acerca el amor, te acerca el cariño…porque te hace explicarlo.
La autora, Carmen Garcés, durante su intervención.
Carmen, vamos con dos frases tan impactantes como importantes:
“El cáncer me ha ayudado a quererme”, “El cáncer
me dio la seguridad que nunca tuve”.
C.- Ciertamente, es una paradoja, como cuando doy gracias por
las pérdidas, pero así es. El cáncer como cualquier circunstancia
contraria en tu vida te hace valorar qué es lo que vale la pena
y que no. Lo que pasa que eso es un aprendizaje inacabable, lo
de la seguridad en uno mismo y el conocimiento interior, eso es
un largo camino.
Y llegamos a Dios nos dices: “Que estás entre nosotros
pese a nuestras dudas, mis olvidos, confiando siempre en
mí, en cada uno. ¿Podré hacerlo?”
C.-Eso es cuando vives ese amor incondicional por Dios, por el
Señor, por Jesús, cuando eso lo sientes, tienes muchísima fuerza.
Pese a las dudas, tienes mucha fuerza para seguir adelante, es
una forma de sentirlo, de vivirlo. La enfermedad te da mucha
consciencia de la fragilidad de la vida que es pura gracia porque
aquí estamos y es puro milagro. Y, en mitad de mi fragilidad, ahí
está, en el libro, toda mi vida. Mi objetivo cumplido, su publicación.
La publicación de “El cielo de la rosa” ha sido para
Cáritas Zaragoza todo un orgullo y poder compartir
junto a la autora un momento tan especial como es
su presentación, más aún. Sin duda alguna, el acto
reunió el sentimiento de compartir, entre compañeros
y hermanos la alegría de uno de ellos. Compañeros
y hermanos, que desde la vocación al trabajo
en Cáritas comparten el amor a Dios y al prójimo.
Desde la fragilidad de cada uno, oramos desde hoy
con las canciones de amor y la gratitud por la vida
de este libro, gracias a nuestra compañera, Carmen
Garcés.
11