Revista Mujeres - Febrero 2016

La paranoia
de
PAULA
HAWKINS
perfil
ANTES DEL ÉXITO DE SU
NOVELA “LA CHICA DEL
TREN”, LA AUTORA SE
ENFRENTABA A LA
BANCARROTA. HOY, SU
LIBRO ESTÁ ARRASANDO
EN EL MUNDO. LA NOVELA
NEGRA TOCA EL GERMEN
CORROSIVO DE LA
DESCONFIANZA Y EL
VOYERISMO
Por Kevin Eduardo Salazar
Leer a Paula Hawkins es como ver una película
de terror de Alfred Hitchcock. Los británicos
siempre han tenido una buena imaginación para
poner en escena el lado oscuro de las personas.
Seguirle la pista a Rachel, la protagonista, es para
llenarse de dudas, inseguridad y paranoia. Y fue
precisamente ese germen corrosivo y destructor
el ingrediente de la receta que aprovechó
Hawkins para arrasar en el mercado editorial.
Con más de seis millones de copias vendidas,
no cabe duda de que el morbo hitchcockiano del
sexo, la infidelidad y la muerte ha sabido acoplarse
a la era moderna.
La escritora incursionó en la literatura escribiendo
cuatro novelas románticas bajo el seudónimo
de Amy Silver, pero no causó impacto.
“Tenía dificultades económicas, por lo que
decidí que, o bien regresaba al periodismo para
intentar darle un giro a mi carrera, o tenía que
escribir la novela que realmente quería escribir.
Tan pronto empecé a escribirla, sentí que encajaba
mucho más que la ficción romántica. Sentí
la seguridad de que ese era el género que tenía
que escribir”, comentó al periódico español ABC.
Críticos literarios han calificado la obra maestra
de Paula como un best-seller con fuerza y un
atractivo indudable, con homenajes a Patricia
Highsmith de “Crímenes imaginarios” y a
Gillian Flynn, con “Perdida”. Pero las mujeres de
Hawkins no son atacadas por psicópatas de perfectas
y maquiavélicas mentes criminales, sino
por gente de su entorno: la familia.