5 pasos Steve Jobs

Quiero compartir esta guía
Así que cuando piense en su
presentación, siga el consejo de Jobs
de “vender sueños, no productos”, y
deje de lado por un momento la
intención racional de su discurso
para rescatar el aspecto emocional.
Seguramente los datos estadísticos y
las cifras son importantes, pero para
el público no son más que números
que olvidarán muy pronto. Lo ideal
es impresionar y emocionar para
convencer efectivamente.
Para lograrlo, Jobs recurría a
anécdotas personales o casos de la
vida real que apoyaban sus ideas y
además entretenían al público. Y más
allá de eso, sus presentaciones se
diseñaban de manera lineal, de
manera que tuvieran inicio, nudo y
desenlace. El orden correspondía a la
intención de llevar a los
espectadores desde la atención
inicial hasta la euforia del final feliz.
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