5 pasos Steve Jobs

5 pasos
para realizar
una
presentación exitosa
según
Steve Jobs

Índice
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1. Prepare la “presentación del billón de dólares”. . . . . . . 2
2. Cuente una historia con emoción . . . . . . . . . . . . . . . 5
La historia del enemigo y el héroe . . . . . . . . . . . . 7
3. Acoja el estilo Twitter . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
4. Siga la regla de los 10 minutos . . . . . . . . . . . . . . . . 12
5. Cierre con broche de oro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Para concluir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Fuente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

Introducción
Hay más de 40.000 links en You Tube relacionados con las presentaciones de Steve Jobs. Nada raro
si tenemos en cuenta que sus discursos son legendarios y se han convertido en punto de referencia
para quienes quieren mejorar sus habilidades para hablar en público.
Desde importantes directores y empresarios, hasta gerentes de pequeñas empresas, hay muchas
personas de diferentes ocupaciones que necesitan adquirir buenas habilidades para comunicar
ideas oralmente. Claro, no es una tarea fácil, así que seguir el ejemplo de uno de los
emprendedores más reconocidos de los últimos años, puede servir para inspirarse y ganar algunas
ideas nuevas.
En este e-book hay 5 pautas que Steve Jobs aplicaba en sus presentaciones y que no solo lo
llevaron a ser un gran orador, sino a consolidar una de las marcas más importantes del siglo XXI.
Angélica Rincón Páez
@angelicamarp
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1. Prepare la
“presentación
del
billón de dólares”
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Se dice que cada producto Apple está diseñado para obtener un billón de dólares de ganancias. Steve
Jobs lo sabía y nunca olvidó que sus presentaciones eran una parte vital de su plan de marketing. Por
eso preparaba cada presentación como si de ella dependiera ganar un billón de dólares.
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Es bien sabido que Jobs era un
trabajador incansable, perfeccionista y
obsesionado con los detalles. Así que
cuando se trataba de presentaciones, él
comenzaba a prepararse semanas antes.
El verdadero secreto de su naturalidad a
la hora de hablar en público era que
nada se dejaba al azar. Cada detalle era
fríamente calculado, practicaba con una
audiencia interna hasta que se sintiera
completamente cómodo con cada
movimiento. Todas sus frases estrella y
todos los apoyos visuales eran
cuidadosamente planeados y ensayados
hasta la perfección.
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2. Cuente una
historia con emoción
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Las presentaciones de Steve Jobs nunca fueron aburridas porque él no definía
conceptos ni intentaba convencer al público con frases de cajón. Él contaba
historias. Sus intervenciones se parecían más a una charla con un amigo que
está hablando sobre algo interesante, que a un discurso corporativo.
Incluso, la filosofía de Jobs era que su marca no se
dedicaba simplemente a vender productos tecnológicos,
sino que pretendía cambiar el mundo. Según este
emprendedor, “tu trabajo ocupará una gran parte de tu
vida y la única manera de hacerlo muy bien es amando
lo que haces”. Por eso sus presentaciones se enfocaban
hacia crear una experiencia para el espectador, y así
demostrar la pasión y entusiasmo de la marca.
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La historia del enemigo y el héroe
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De este modo, cada presentación de Jobs se
concebía como una historia emocional, intentando
alcanzar las fibras más sensibles del público. En
1984, antes de presentar su famoso comercial del
super bowl ante un grupo de vendedores, Jobs creó
una historia dramática alrededor donde el villano
era su competencia directa, IBM. “Ellos lo quieren
todo. Apple será la única marca que se interpondrá
en su camino”, dijo. El público se levantó, aplaudió y
gritó su nombre efusivamente. La figura clara del
enemigo a vencer reforzó la idea de pertenencia
hacia la marca y logró motivar a los vendedores
para defender sus productos a capa y espada.
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Así que cuando piense en su
presentación, siga el consejo de Jobs
de “vender sueños, no productos”, y
deje de lado por un momento la
intención racional de su discurso
para rescatar el aspecto emocional.
Seguramente los datos estadísticos y
las cifras son importantes, pero para
el público no son más que números
que olvidarán muy pronto. Lo ideal
es impresionar y emocionar para
convencer efectivamente.
Para lograrlo, Jobs recurría a
anécdotas personales o casos de la
vida real que apoyaban sus ideas y
además entretenían al público. Y más
allá de eso, sus presentaciones se
diseñaban de manera lineal, de
manera que tuvieran inicio, nudo y
desenlace. El orden correspondía a la
intención de llevar a los
espectadores desde la atención
inicial hasta la euforia del final feliz.
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3. Acoja el estilo
Twitter

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El diseño Apple es sinónimo de “menos es más”. Obviamente
las ayudas visuales de las presentaciones de Steve Jobs
también tenían que seguir este estilo minimalista. Por
ejemplo, aquí no existen los párrafos largos ni mucho menos
las viñetas. Las fotografías y esquemas son los protagonistas,
acompañados de frases cortas y contundentes. De hecho, se
ha comprobado que la mejor manera de comunicar
información es por medio de texto e imagen, nunca texto por
sí solo.
El secreto está en saber sintetizar las ideas en pocas
palabras sabiamente seleccionadas, casi como redactando
frases publicitarias. Tome como referencia el estilo Twitter:
¿puede resumir lo que está pensando en 140 caracteres?
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Y en 2001, cuando presentó el iPod dijo
“son mil canciones en tu bolsillo”. Después
amplió más esa idea durante su
intervención, pero siempre logró posicionar
cada producto por medio de una sola frase,
que le funcionaba perfectamente para
comenzar a desarrollar sus discursos.
Concretamente, Steve Jobs ofrecía a su
público un titular y una breve descripción
por cada producto. Cada texto cabía
perfectamente en un tweet. Por ejemplo,
cuando presentó el MacBook Air en enero de
2008, simplemente dijo “el portátil más
pequeño del mundo”. Esa única frase generó
revuelo en los consumidores y en los
medios.
iPod
Music
Videos
Photos
Extras
Réglages
Aléatoire
A l’écoute
MENU
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4. Siga la regla de
los 10 minutos

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Está demostrado que el cerebro se cansa después
de 10 minutos de atención. Es decir, sin importar lo
bueno que sea un conferencista, es normal que la
audiencia se distraiga después de
aproximadamente 10 minutos. Sin embargo, las
presentaciones de Steve Jobs duraban cerca de
una hora y media. ¿Cómo lograba mantener la
atención de su público?
Cada 10 o 15 minutos, él interrumpía lo que estaba
diciendo para mostrar un video, una demostración
o una intervención de un invitado. Su estrategia
era controlar la monotonía para que las personas
no tuvieran la menor oportunidad de aburrirse. Por
eso siempre mostraba algo en el escenario o hacía
algún comentario que llamara la atención y
mantuviera a los espectadores en el borde de la
silla. Recuerde, estamos hablando de la
importancia de crear una experiencia.
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Por ejemplo, durante la
presentación del MacBook Air en
2008, tomó un sobre de manila con
las manos y dijo que su portátil era
tan pequeño y liviano que cabía allí
perfectamente. Ante la mirada
incrédula de los espectadores,
efectivamente extrajo el portátil del
sobre. La sorpresa fue abrumadora,
en especial en una época cuando
estos aparatos eran muy grandes y
pesados. Si dentro del público había
alguien distraído, seguramente a
partir de ese momento tendría que
estar muy atento a la presentación.
La clave está en mantener al
público en alerta permanente.
iPad
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5. Cierre con
broche de oro

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Jobs concluía sus presentaciones
con “una cosa adicional”, que por lo
general era un abrebocas de un
nuevo producto, software o
aplicación, para dejar al público
maravillado y con altas
expectativas. La famosa frase
“siempre déjalos queriendo más”,
cobraba vital importancia en las
manos de Jobs, quien se
preocupaba por sembrar curiosidad
en su audiencia al final de sus
intervenciones.
En realidad ese ingrediente extra se
relaciona más con la emoción que
con la razón. Tenga en cuenta que
una persona casi nunca recuerda
las palabras exactas de un orador,
pero siempre recuerda la emoción
final. Por eso una forma de hacer
memorable su discurso es
explotando ese componente
emocional, tal como lo hacía Steve
Jobs, al final de sus presentaciones.
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Para concluir

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La mayoría de la gente concibe
una presentación como un
mecanismo para entregar
información, pero Steve Jobs se
preocupaba por crear una
experiencia. Es un fenómeno que
llegó a conocerse como
“info-taiment”, la mezcla entre
información y entretenimiento que
no solo pretende informar, sino
también educar y entretener para
vender.
Por eso las presentaciones de Jobs
eran todo un suceso, que iba más
allá del típico lanzamiento de un
producto tecnológico. Su objetivo
era sumergir al público dentro de
su discurso, e incluso invitarlos a
que hicieran parte de la filosofía
de la marca. Casi como una estrella
de rock en busca de seguidores.
De hecho, cuando la marca lanzó
el iPod en 2001, Jobs dijo “a
nuestro modo haremos el mundo
un mejor lugar”. Y es que aunque
la mayoría de la gente ve un iPod
como un reproductor de música,
Jobs veía una herramienta para
enriquecer la vida de las personas,
y eso era lo que intentaba
transmitir en sus presentaciones.
Fuente
- 10 Presentation Tips From Steve Jobs. forbes.com
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