ECOS DE SONIDOS DE CARACOLA

establece la categoría de lo “público”
universalista, homogéneo, relegando
toda particularidad Preguntarse por
“lo personal es político” a la luz del
trabajo de las activistas es una apuesta
que invita a las mujeres a reconocer
desde su propia historia, las formas en
que el ámbito personal, familiar y de
sus relaciones afectivas, se manifiesta
y afecta su trabajo como activistas y,
cómo operan las relaciones entre estas
diferentes dimensiones. Desde ese lugar se busca proponer cambios frente a prácticas
que inciden negativamente en su tranquilidad personal, y potenciar aquellas que
favorecen el ejercicio de un activismo con un mayor goce y consciencia de sí.
Implica, repensar los imaginarios e imperativos culturales que reafirman el sacrificio
por los demás dejando a un lado las propias necesidades e intereses. Interrogar imaginarios
como el de la cuidadora generosa que acompaña a quienes lo necesitan
hasta agotar su propia fuerza: la incansable, la que lo arriesga todo por la causa que
defiende y siente culpa si se toma tiempo para sí misma.
Dicha aproximación obliga a preguntarse por la forma en que las mujeres organizadas,
a partir de la exploración de su mundo interior y de su cotidianidad, expanden las
nociones de lo político y la concepción tradicional de hacer política, relevando la
importancia de la subjetividad y lo personal, situando en la agenda política nuevas
formas de ejercer el activismo, de leer el cuerpo, de ejercer el poder para fortalecer
a las mujeres, y dar otro enfoque a la seguridad y la protección de las mujeres que
trabajan por la defensa de los derechos humanos. Se expande la noción de lo político,
lo político se concibe con el Estado, pero va más allá de él, haciendo énfasis en lo
MARCO CONCEPTUAL
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