El Mundo de las Tinieblas pdf 2

camino pero no a las que las hacía. Al poco rato me encontré con otro campesino que
me dijo que el camino hacia Mar Verde lo había dejado atrás, y con esto basto para
que me decidiera a regresar, cuando venía en retirada pude comprobar que
efectivamente el río estaba creciendo, ya que en pasos en que el agua me daba por las
rodillas ahora me daba cerca de la cintura. Cuando llegue a donde había dejado al
resto del grupo allí estaba Marielena que había regresado por otro camino al ver que
nosotros tardábamos mucho.
Llegamos a la desembocadura del río a las 5 de la tarde. En conclusión, hoy camine
cerca de unos 16 kilómetros sin parar y por supuesto con la inseparable mochila a mi
espalda. Después de recibir las condolencias del resto del grupo que se había quedado en
el campamento por el fracaso de la expedición, nos refrescamos en el río, comimos y nos
tomamos una botellita de “Paticruzado” para olvidar las penas, aunque pienso que
siempre conocimos algo más de esta hermosa tierra y de su increíble naturaleza.
Cruzando el río La Mula rumbo a Mar Verde
Cuando me dirigía en busca de Marielena
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