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Kerrelyn Sparks<br />
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Esta traducción fue realizada por un grupo de personas que de manera altruista y<br />
sin ningún ánimo de lucro dedica su tiempo a traducir, corregir y diseñar libros de<br />
fantásticos escritores. Nuestra única intención es darlos a conocer a nivel<br />
internacional y entre la gente de habla hispana, animando siempre a los lectores a<br />
comprarlos en físico para apoyar a sus autores favoritos.<br />
El siguiente material no pertenece a ninguna editorial, y al estar realizado por<br />
aficionados y amantes de la literatura puede contener errores. Esperamos que<br />
disfrute la lectura.<br />
2
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Love At Stake #<strong>13.5</strong>
Kerrelyn Sparks<br />
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Índice<br />
Sinopsis<br />
Capítulo 1<br />
Capítulo 2<br />
Capítulo 3<br />
Capítulo 4<br />
Capítulo 5<br />
Capítulo 6<br />
Sobre la Autora<br />
Próximo Libro<br />
¡Visítanos!<br />
4
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Sinopsis<br />
Pamela decide arrojar sus formas correctas y formales por el spandex y una<br />
máscara para ayudar a combatir a los renegados. Ahora bien, si tan sólo ella no<br />
estuviera tan distraída por el vampiro sexy luchando a su lado…<br />
Love At Stake #<strong>13.5</strong><br />
Love At Stake #<strong>13.5</strong>
Kerrelyn Sparks<br />
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
V es por VampWoman<br />
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<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Capítulo 1<br />
Como hombre de pocas palabras, Mikhail Kirillov nunca declaró lo obvio. Sus<br />
compañeros eran lo suficientemente inteligentes como para llegar a la misma<br />
conclusión que él. El soplón de Zoltan los había traicionado, y ahora les había<br />
teletransportado a una trampa.<br />
Mikhail escaneó al grupo de Malcontents que surgió del bosque cercano y<br />
que se reunió en el prado iluminado por la luna, gruñendo y golpeando sus puños<br />
contra los escudos. Estaban armados con espadas, lanzas y hachas. Un mortal<br />
podría asumir que estos matones vampiros estaban atrapados sin remedio en el<br />
pasado, pero Mikhail lo sabía bien. Los Malcontents preferían sus batallas de cerca<br />
y sangrientas. El olor de la sangre en el aire los conducía a lo salvaje.<br />
Completó su plantilla.<br />
—Treinta y seis a cuatro.<br />
—Podría ser peor —susurró J. L.<br />
—Cada uno liquidamos a nueve —dijo Jack—. Podemos hacerlo.<br />
Zoltan asintió.<br />
—Deberíamos luchar en círculo, por lo que nuestras espaldas estarán<br />
protegidas.<br />
Mikhail frunció el ceño mientras sus compañeros sacaban sus espadas. La<br />
idea de Zoltan no era mala, pero eso limitaría severamente su movilidad. Y si había<br />
una cosa que Mikhail valoraba, era una vida sin limitaciones.<br />
La libertad de los estragos del tiempo y la enfermedad. Libertad para vivir,<br />
sin embargo, le gustaba luchar cuando quería. En más de seiscientos años de<br />
batalla, nadie había estado a punto de derrotarlo. Como resultado, se había<br />
convertido en un guerrero feroz y agresivo, pero nunca un gran jugador de equipo.<br />
No es que él no se preocupara por sus amigos. Solo veinte minutos antes, Jack<br />
había anunciado con una gran sonrisa que su esposa Lara, estaba embarazada.<br />
Mikhail podría por sí solo aniquilar a todo un ejército de Malcontents para<br />
garantizar que Jack volvería con su esposa, a pesar de que era poco probable que<br />
necesitara ayuda. Jack, era también conocido como Giacomo di Venezia, era<br />
probablemente el mejor espadachín de vampiros en el planeta. Jean-Luc Echarpe<br />
no estaría de acuerdo, pero estaba demasiado ocupado diseñando ropa tonta,<br />
mientras Jack y Mikhail estaban ayudando a Zoltan a destruir un anillo de tráfico<br />
de humanos en la cual los Malcontents tenían una sede en Albania.<br />
Love At Stake #<strong>13.5</strong>
Kerrelyn Sparks<br />
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Como Maestro del Aquelarre del este de Europa, Zoltan Czakvar podía<br />
arreglárselas él mismo en una pelea con espadas. Era J.L. Wang quién tenía<br />
preocupado a Mikhail. El ex agente especial del FBI era un joven americano<br />
vampiro y probablemente estaba más cómodo con una pistola en la mano que con<br />
una espada.<br />
Un chirrido metálico atravesó el aire cuando los Malcontents sacaron sus<br />
espadas. Ellos gritaron insultos a través del campo, sin duda sintiéndose<br />
arrogantemente seguros de su superioridad numérica.<br />
Era la hora de mejorar las probabilidades. Con un movimiento rápido,<br />
Mikhail alcanzó detrás de su espalda el arma y la sacó de la funda de cuero. Era un<br />
enorme espadón, tan pesado que la mayoría de los mortales encontraban difícil el<br />
levantarla con las dos manos. Con la mano izquierda, sacó un hacha de guerra<br />
recién afilada de su cinturón.<br />
Su rugido retumbó en todo el campo, haciendo que los Malcontents se<br />
estremecieran. Cuando cargó hacia ellos, vio ese cálculo en sus ojos brillantes. Al<br />
igual que los meteorólogos que veían huracanes entrantes, estaban prediciendo<br />
dónde y cuándo iba a tocar tierra.<br />
Punto muerto. Los vampiros en el medio alzaron sus espadas y escudos por<br />
la anticipación. Los extremos de la línea de batalla avanzaron, con la esperanza de<br />
rodearle y encerrarle.<br />
8<br />
Mikhail se teletransportó a la banda derecha, y con un poderoso golpe de su<br />
espada, cortó tres cabezas. Antes de que los muertos se desintegraran<br />
completamente en tres montones de polvo, se teletransportó a la banda izquierda y<br />
decapitó a tres Malcontents más. Con una última parada en el centro de la línea,<br />
liquidó a tres más, entonces se teletransportó de vuelta con sus compañeros. Toda<br />
la maniobra había durado menos de cinco segundos.<br />
Conmocionados, los Malcontents estaban a tientas. Una docena sucumbió al<br />
miedo y se teletransportaron lejos.<br />
Mikhail tomó una respiración profunda, y luego gritó otro grito de guerra<br />
mientras levantaba la espada y el hacha de guerra. Eso por sí solo era suficiente<br />
para hacer que tres Malcontents más se mearan antes de teletransportarse.<br />
Detrás de él, sus compañeros se rieron.<br />
—Ahora somos doce contra cuatro —dijo Zoltan.<br />
—Así se hace, Mikhail —añadió J.L.<br />
—¿A qué estamos esperando? —preguntó Jack.
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Con un grito, cargaron contra los Malcontents. Mikhail despachó a dos con<br />
un golpe de su espada, y luego se dio la vuelta para eliminar a un tercero con su<br />
hacha. Una rápida mirada le aseguró que sus compañeros se encontraban bien.<br />
Jack había matado a dos y estaba con un tercero, un chico feo, con una cicatriz en el<br />
lado de su cara. Zoltan y J.L habían matado a uno y luchaban contra un segundo<br />
oponente.<br />
Eso dejaba a dos Malcontents. Mikhail los vio intentando acercarse<br />
sigilosamente a J.L y a Zoltan desde atrás. Un comportamiento típico de los<br />
Malcontents. Apuñalando a alguien por la espalda.<br />
Él se teletransportó hacia el primero, el Malcontent se convirtió en polvo, y<br />
luego fulminó a un segundo Malcontent.<br />
—Bu.<br />
Con un chillido, el segundo Malcontent se teletransportó lejos. Mikhail acuñó<br />
el hacha debajo de su cinturón y se volvió para ver el final de la batalla.<br />
Una explosión de música se unió el sonido metálico de las espadas. Mikhail<br />
inclinó la cabeza. La música parecía venir de la chaqueta de Jack. Una<br />
interpretación muy animada de "Eso es Amore".<br />
Con una maldición entre dientes, Jack se abalanzó sobre su oponente,<br />
causando que Cara Marcada saltara dos metros. Con la mano izquierda, Jack sacó<br />
su teléfono móvil y le echó un vistazo.<br />
—No tienes que contestar —murmuró Mikhail.<br />
—Es Lara. —Jack continuó luchando con Cara Marcada—. Si no contesto, se<br />
preocupará.<br />
Mikhail soltó un bufido. Gracias a Dios había evitado la trampa en la que la<br />
mayoría de sus amigos habían caído. Matrimonio.<br />
¿Y niños? Nunca jamás.<br />
—Hola, bellissima —contestó Jack al teléfono. Su oponente intentó aprovechar<br />
su dividida atención al correr hacia adelante, pero Jack fácilmente lo hizo<br />
retroceder.<br />
—Este no es un buen momento, Lara. ¿Puedo volver a llamarte en unos<br />
veinte minutos? —Jack miró al lateral cuando Zoltan terminaba con su agresor—.<br />
Que sean diez minutos.<br />
Hubo una pausa mientras Jack paró con Cara Marcada.<br />
—No, no hay nada que hacer. Estamos perfectamente seguros. —Él<br />
Love At Stake #<strong>13.5</strong>
Kerrelyn Sparks<br />
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
hábilmente manejó una estocada certera—. ¿Ese ruido de choque? Oh, es sólo<br />
algunos de los chicos que hacen práctica de espada.<br />
Ahogando un gemido, Mikhail deslizó su espada en su vaina. J.L Wang<br />
señaló a su oponente en el corazón, convirtiéndolo en polvo. Se unió a Mikhail y a<br />
Zoltan cuando estaban cerca, mirando a Jack.<br />
—No, cariño, no tienes que esperarme para la cena. —Jack saltó, fallando un<br />
golpe bajo con la intención de cortar a través de las rodillas—. Estaré en casa<br />
pronto. ¿Podrías poner una botella de Blardonnay en la nevera para mí?<br />
Mikhail giró los ojos. Con un suspiro de resignación, Zoltan envainó la<br />
espada. Jack pudo haber matado a Cara Marcada hacía cinco minutos si no<br />
estuviera tan distraído.<br />
—Si tienes hambre, sigue adelante y come. —Jack fácilmente esquivó otro<br />
ataque frenético—. Estás comiendo por dos, ya sabes.<br />
Mikhail gimió. J. L. miró su reloj.<br />
—¿Qué? No, no creo que estés gorda. Creo que estás… ¡Mierda! —Jack saltó<br />
hacia un lado para evitar el destripamiento—. No, hermosa, me refiero a que no.<br />
10<br />
—¡Basta! —Mikhail se acercó hacia delante, cogió la mano de Cara Marcada<br />
por el puño, y la apretó hasta que el vampiro gritó de dolor y dejó caer su espada.<br />
Entonces Mikhail le dio un puñetazo en la mandíbula, enviándolo a volar de vuelta<br />
a unos veinte metros, donde se dejó caer en el suelo, aturdido.<br />
Jack asintió agradecido a Mikhail, luego se alejó una distancia corta para<br />
continuar su conversación telefónica.<br />
—Lara, creo que eres más hermosa que nunca. —Él deslizó su espada en la<br />
vaina—. Sé que extrañas el trabajo de campo, pero nos pusimos de acuerdo en que<br />
no debes tomar ningún riesgo en estos momentos. Sí, es perfectamente seguro<br />
aquí, pero, ¿por qué hace eco mi voz? ¿Me pusiste en altavoz? Lara… —Se detuvo<br />
cuando una forma se materializó cerca.<br />
No podía ser Lara, pensó Mikhail, cuando una forma oscura se concretó en la<br />
luz de la luna. Como mortal, Lara no tenía la habilidad de teletransportarse.<br />
Este era un vampiro y definitivamente femenina. Su cabeza estaba cubierta<br />
con una tapa de látex negro que incluía una máscara sobre sus ojos. Quienquiera<br />
que fuese, era impresionante. Botas negras de cuero y guantes, y el resto de su<br />
cuerpo estaba abrazado con látex negro. Piernas largas y delgadas, caderas bien<br />
redondeadas, una esbelta cintura ceñida apretada con un cinturón de herramientas<br />
de cuero, y los pechos eran firmes y llenos. No demasiados llenos, se corrigió en su<br />
evaluación, pero lo suficientemente llenos como para encajar perfectamente en sus
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
manos. No es que él pretendiera…<br />
Sus pensamientos se detuvieron en seco. Su cuerpo parecía familiar. Sólo la<br />
mitad inferior de su cara estaba expuesta, pero eso, también, le resultaba familiar.<br />
¿Dónde había visto esos labios? Así rosa y delicados. Y la forma en que levantó la<br />
barbilla con una ligera inclinación, como si pudiera marchitar las bolas de un<br />
hombre con una arrogante, desdeñosa mirada: había visto eso antes en un reality<br />
show en el Vampire Digital Network. Él no solía ver la televisión, pero eso era un<br />
espectáculo que no se había perdido.<br />
¿Era realmente ella? ¿Cuántas veces la había imaginado desnuda sobre un<br />
montón de pieles?<br />
Ella giró alrededor, su capa de seda negro ondulando a través del aire<br />
mientras examinaba los alrededores. Aparentemente convencida de que no estaba<br />
en peligro, se enfrentó a ellos, asumiendo una actitud dramática. Botas negras<br />
abiertas, los puños enguantados en las caderas, el pecho empujado hacia adelante,<br />
y el mentón levantado cuando los miró. Hizo un gesto imperioso hacia Zoltan,<br />
después a J. L.<br />
Mikhail la observó con atención mientras su mirada se movió hacia él. Sus<br />
ojos se abrieron, entonces rápidamente se centran en otros lugares.<br />
Definitivamente era ella. Sus ojos eran de un tono extraño de color azul. Azul<br />
lavanda. En más de seiscientos años, nunca había visto a nadie con los ojos<br />
parecidos a los de ella. Era la más hermosa mujer vampiro en el mundo. Por<br />
desgracia, también era presumida y arrogante.<br />
Había habido muchas ocasiones en los años en que pudo haberla conocido en<br />
persona. Él siempre la vio a través de la sala de baile en las grandes fiestas de<br />
Roman. Tenía que vestir uno de sus tenues vestidos de estilo Regency y apilar su<br />
pelo rubio y brillante en la cabeza con unos rizos deslizándose por su hermoso<br />
cuello.<br />
Desnuda sobre un montón de pieles. Él siempre había tenido cuidado de<br />
mantener su distancia, porque sabía que si se acercaba demasiado, querría<br />
arrastrarla a una cueva.<br />
No es que tuviera una cueva. Había algo en ella que agitaba al hombre de las<br />
cavernas en él, calentando su sangre hasta que era conducido a la conquista y el<br />
pillaje. Sin duda, quería posarse en una tumbona de satén en un salón elegante,<br />
mientras sorbía Chocoblood caliente en una taza de té de porcelana y entablaba<br />
una conversación ingeniosa. La quería desnuda y mojada en un montón de pieles.<br />
Ella tenía un nombre largo, de lujo, pero él prefería pensar en ella<br />
simplemente como Pam. Desnuda y mojada y jadeante en una pila de pieles.<br />
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Kerrelyn Sparks<br />
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
—Buenas noches, señores —se dirigió a ellos con su acento británico<br />
crujiente—. Jack, puedes informar a Lara que he llegado bien.<br />
Jack bajó la voz.<br />
—Lara, ¿qué has hecho?<br />
Mikhail se inclinó hacia un lado para ver a Cara Marcada, que estaba todavía<br />
en el suelo. Los ojos del Malcontent estaban abiertos, y estaba mirando de reojo a<br />
Pam.<br />
—Sé que dije que era seguro aquí —continuó Jack—, pero no deberías haberla<br />
dejado venir. —Él miró a la mujer en látex—. ¿Quién demonios es ella?<br />
Detrás de Pam, Cara Marcada se puso en pie. Mikhail se puso tenso, listo<br />
para atacar.<br />
—¡Soy VampWoman! —Pam agarró los bordes de su capa y levantó los<br />
brazos de repente, como si planeara tomar vuelo. Lo único que logró hacer fue<br />
darle una paliza a Cara Marcada cuando él se abalanzó por ella.<br />
—Oh, querido. Lo siento mucho. —Ella volvió a mirar a su cuerpo arrugado<br />
en el suelo. Debió darse cuenta de que era un Malcontent, porque se giró para<br />
enfrentarse a ellos con un gesto victorioso de su capa—. Quería hacer eso.<br />
12<br />
Mikhail soltó un bufido. Arrogante como siempre.<br />
Ella levantó la barbilla y trató de mirarlo desde lo alto, una tarea imposible,<br />
ya que él era un buen pie más alto que ella. La devolvió la mirada tranquilamente<br />
hasta que las mejillas estuvieron encendidas de un rosa pálido, y ella miró hacia<br />
otro lado.<br />
Zoltan dio un paso hacia ella.<br />
—¿Lady Pamela?<br />
Ella se estremeció.<br />
—¿Quién? —preguntó Mikhail, incapaz de resistirse a incitarla.<br />
Ella le lanzó una mirada molesta, luego se volvió hacia Zoltan.<br />
—Este es un muy desafortunado desarrollo ya que tenía la esperanza de<br />
mantener mi verdadera identidad en secreto. No esperaba que alguien pudiera ver<br />
más allá de mi disfraz completo.<br />
Con un suspiro, ella hizo un gesto con la mano en el aire.<br />
—En retrospectiva, me doy cuenta de que es casi imposible ocultar a alguien
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
tan famoso como yo. —Lanzó otra mirada irritada a Mikhail.<br />
Una esquina de su boca se curvó hacia arriba, y ella se puso rígida antes de<br />
volver a Zoltan.<br />
—En cualquier caso, esto no significa mucho. Ya que estamos todos en el<br />
mismo equipo…<br />
—¿Nosotros? —preguntó Mikhail. Los ojos de ella brillaban con la mirada.<br />
Maldición, era hermosa, incluso cuando estaba enfadada.<br />
Ella se alejó de él.<br />
—Como estaba diciendo antes de que fuera tan groseramente interrumpida…<br />
ya que estamos trabajando juntos, estoy segura de que puedo confiar en su<br />
máxima discreción.<br />
—Lady Pamela… —comenzó Zoltan.<br />
—VampWoman —le corrigió ella—. Voy a agradecer que me aborde<br />
adecuadamente mientras estoy en el traje.<br />
—Lara, te llamo. —Jack guardó su teléfono móvil—. ¿Qué estás haciendo,<br />
Lady Pamela? ¿Es una especie de juego en el que se disfrazan como superhéroe?<br />
Ella plantó sus manos en sus caderas.<br />
—Esto no es un juego. Soy bastante seria, voy a tener que hacerlo, sabes.<br />
—Podría ser peor. — Sonrió J.L—. Ella podría pretender ser un supervillano.<br />
—No pretendo —insistió—. He trabajado durante quince días en este traje. Y<br />
estudié esgrima y artes marciales durante seis meses. Te aseguro que estoy<br />
dispuesta a luchar contra el mal.<br />
—¿Por qué? —preguntó Mikhail.<br />
Ella le lanzó una mirada exasperada.<br />
ti.<br />
—¿Por qué no? Tengo mis razones, y ellos no son ninguna preocupación para<br />
Mientras Zoltan se lanzaba a explicar que seis meses de lecciones apenas<br />
bastaban cuando el Malcontents tenían siglos de experiencia, Mikhail inclinó la<br />
cabeza para mirar a su alrededor. En el bosque cercano, un gran grupo de<br />
Malcontents se teletransportaron. Al parecer, los cobardes que habían huido<br />
anteriormente volvían ahora con refuerzos. Tenía que haber más de cincuenta de<br />
ellos.<br />
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Kerrelyn Sparks<br />
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
—¿Armas? —interrumpió él la charla de Zoltan.<br />
Ella le dirigió una mirada helada.<br />
—¿Cuándo adquiriste la capacidad de hablar más de una sílaba a la vez?<br />
Él se acercó más.<br />
—¿Armas?<br />
Su barbilla subió otro nivel.<br />
—Por supuesto. Vine bien preparada. —Pasó de nuevo su capa para revelar<br />
su cinturón de herramientas—. Tengo una espada, un surtido de cuchillos y<br />
estrellas ninja, una pistola automática con cargadores adicionales, y varias<br />
granadas de mano.<br />
—¿Granadas de mano? —J.L le dio una mirada de incredulidad—. ¿Por qué<br />
quieres eso?<br />
—Estaban a la venta. —Se quedó sin aliento cuando Mikhail la agarró por la<br />
cintura—. ¡Suéltame, bruto! —Arrancó una granada de su cinturón de<br />
herramientas, arrancó la hebilla, y la arrojó al bosque—. ¿Cómo te atreves…? —Su<br />
voz se interrumpió cuando él la apretó contra su pecho mientras se retorcía<br />
alrededor.<br />
14<br />
Una fuerte explosión retumbó, seguido de gritos. Él se encorvó sobre ella<br />
cuando las ramas y las hojas llovieron sobre su cabeza y hombros.<br />
Zoltan, J.L, y Jack desenvainaron sus espadas y se lanzaron al bosque para<br />
destruir a los supervivientes. Él tenía que ir con ellos, pero Pam se aferraba a él,<br />
agarrando un montón de su negra camiseta con los puños.<br />
Ella estaba en sus brazos, al fin.<br />
Desnuda sobre un montón de pieles. Él negó con la cabeza. No podía<br />
arriesgarse a esos pensamientos en estos momentos. Demasiada lujuria, y sus ojos<br />
se iluminarían de color rojo.<br />
—¿Estás bien?<br />
Ella asintió, con la cara apretada contra su pecho.<br />
—¿Qué pasó? —Ella levantó la cabeza, y sus ojos se encontraron.<br />
Azul lavanda. El color provocó al instante una oleada de anhelo tan intenso<br />
que se olvidó de respirar. El tiempo se congeló, y se estaba ahogando cuando los<br />
recuerdos inundaron su cabeza, recuerdos de amor, alegría y todo lo que era bello
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
en el mundo.<br />
Con un movimiento de su cabeza, cerró los ojos. No podía caer en esa trampa<br />
de nuevo. El dolor y la culpa casi lo habían destruido.<br />
—Oh, querido. ¿Sientes dolor? ¿Estás herido?<br />
Sí, estaba con dolor, pero había sido una bofetada en la cara que necesitaba<br />
urgentemente. Él había prometido hacía siglos que nunca se involucraría con otra<br />
mujer vanidosa y egoísta. El daño de la primera había devastado su corazón, y<br />
nunca podría permitirse ser vulnerable que otra vez.<br />
Su mente se compuso, abrió los ojos. Por desgracia, con una mirada hacia ella,<br />
al instante se vio sacudido por una nueva ola de lujuria. La agarró por los huevos y<br />
la apretó firmemente. Maldita sea, él la quería desesperadamente.<br />
Agarrándola por la parte superior de los brazos, la movió hacia atrás unos<br />
centímetros.<br />
—Estoy bien. Libérame, para poder ayudar a los demás.<br />
Ella le dio una mirada en blanco, entonces jadeó.<br />
—¡Oh! No me di cuenta. —Ella soltó su agarre sobre su camiseta—. Oh,<br />
querido, he arrugado tu camisa. Pido disculpas. —Ella trató de suavizar las<br />
arrugas.<br />
Apretó los dientes ante la sensación de sus manos frotando su pecho.<br />
Desnuda y mojada sobre un montón de pieles. Su ingle se hinchó. ¡Ahora no,<br />
maldita sea!<br />
Sus manos se detuvieron.<br />
—¿Estás usando chaleco antibalas debajo de esta camisa? —Su mirada se<br />
levantó y se cerró con la de él una vez más.<br />
Sus pantalones de cuero se hincharon.<br />
—No.<br />
—Oh. —Ella dio un paso atrás, sus mejillas sonrojándose—. Te pido perdón.<br />
No sabía que un hombre podía ser tan... duro.<br />
No tienes ni idea. Se dio la vuelta bruscamente cuando su visión se volvió de<br />
color rosa.<br />
—¡Dios mío! Debo de haberte ofendido —dijo en un apuro—. Obviamente, no<br />
hago un hábito sentir el pecho de los hombres. No recuerdo que mi difunto marido<br />
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<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
fuera... bueno, era mucho más refinado. Un vizconde, en realidad.<br />
Un culo de caramelo. Mikhail ordenó a sus ojos que dejaran de brillar, pero<br />
no funcionó. Pam remilgada y formal estaría impresionada.<br />
—No creo que se nos haya presentado formalmente —continuó ella—. Soy<br />
Lady...<br />
—Sé quién eres. —¿Y por qué no sacudirla? ¿Por qué no mostrarla cómo se<br />
sentía sinceramente? ¿Era tan cobarde que tenía la intención de mantenerlo en<br />
secreto hasta dentro de cien años? Se dio la vuelta para mirarla.<br />
Con un suspiro, dio un paso atrás.<br />
Ella estaba teñida de rosa, junto con sus alrededores, un signo seguro de que<br />
sus ojos brillaban de color rojo. No había necesidad de escribir un soneto en su<br />
honor o cortejarla con regalos finos. No había necesidad de decir ni una palabra. Él<br />
podría simplemente dejar que el fuego de sus ojos dijera el mensaje a su alma.<br />
Sí, te quiero. Te deseo. Trata con ello.<br />
Podía oír su corazón latiendo. Ella abrió la boca, pero no salió ninguna<br />
palabra. Por primera vez en siglos, Lady Pamela Smythe-Worthing se había<br />
quedado sin palabras.<br />
16
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Capítulo 2<br />
—¡Ya hemos terminado! —Jack corrió hacia ellos, seguido por J.L y Zoltan.<br />
Mikhail se dio la vuelta, por lo que ellos no verían sus ojos. Miró hacia el<br />
bosque mientras intentaba forzar que su visión volviera a la normalidad.<br />
—En un principio vi a unos cincuenta.<br />
Pam jadeó.<br />
—¿Cincuenta? ¿Malcontents?<br />
Mikhail asintió.<br />
—Listos para atacar.<br />
—Creo que la explosión mató a cerca de la mitad de ellos —informó JL—. La<br />
mayoría de los sobrevivientes se teletransportaron lejos, y nos ocupamos de los<br />
demás.<br />
—Oh, Dios mío —susurró Pam—. Nos superaban terriblemente en número...<br />
—Cualquier misión de repente puede hacerse peligrosa —le dijo Zoltan—.<br />
Fue poco aconsejable que viniera aquí.<br />
—No estoy de acuerdo —contestó ella con una voz más fuerte—. Deberías<br />
estar agradecido de que viniera aquí tan bien equipada.<br />
—Oh, sí —se rió J. L—. Gracias a Dios por la granada de mano de Antioquia.<br />
—En realidad, esto vino de Yorkshire —explicó Pam—. Es increíble lo que<br />
puedes encontrar en e-Bay.<br />
—Milady, los Malcontents podría volver en cualquier momento —insistió<br />
Zoltan.<br />
—Creo que estamos a salvo por el momento. —Mikhail se volvió para<br />
afrontarla, su visión de vuelta ahora a la normalidad—. Se pensarán dos veces<br />
antes de arriesgarse a otra granada de mano de Milady.<br />
Ella le dedicó una tímida sonrisa de agradecimiento:<br />
—Gracias.<br />
—Así que tenemos tiempo para algunas preguntas —continuó Mikhail—.<br />
¿Cómo te enteraste de nuestra misión?<br />
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Kerrelyn Sparks<br />
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Su sonrisa se marchitó.<br />
—¿Importa?<br />
—Sí. No eres un empleado de Seguridad e Investigación MacKay, por lo que<br />
no debería haber sabido...<br />
—No culpes a Lara —interrumpió ella, volviéndose hacia Jack—. Ella se<br />
preocupa mucho por ti. Fui a verla a su casa en Venecia, y la animé a llamarte, a<br />
sabiendas de que podía usar su voz como faro.<br />
—¿Cómo te enteraste de nuestra misión? —repitió Mikhail.<br />
Ella jugueteó con su guante y evitó mirarlo.<br />
—Es una historia bastante larga...<br />
—Entonces, que sea corta. Pam.<br />
Eso hizo que ella lo mirara de nuevo. Sus ojos brillaron.<br />
—Es Lady Pamela para usted... me refiero a VampWoman.<br />
Su boca se curvó hacia arriba, y ella se alejó de él con un bufido.<br />
18<br />
—Todo comenzó cuando Maggie y Darcy fueron a Escocia para filmar el<br />
castillo de Angus MacKay y entrevistar a Emma para su programa, Verdaderas<br />
Amas de Casa del Mundo Vampiro.<br />
Jack gimió.<br />
—Puedo ver a dónde va esto.<br />
—Sí. —Pam le frunció el ceño—. Tu esposa estaba bastante destrozada<br />
cuando aplazaste su aparición en el programa.<br />
—Le dije que podía hacerlo después de que destruyéramos este círculo de<br />
trata de personas —murmuró Jack.<br />
—Y eso fue hace seis meses. —Pam frunció el ceño nuevamente—. Maggie y<br />
Darcy han estado esperando una eternidad. Después de que terminaron en<br />
Escocia, pasaron a verme a mí y a las viejas muchachas del harén en Londres. Nos<br />
dijeron lo frustrada que estaban, esperándote a que completaras tu misión en<br />
Albania, y ahí es cuando pensé que podrías apreciar un poco de ayuda.<br />
—¿De ti? —preguntó Mikhail secamente.<br />
Su barbilla se levantó.
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
—No te quejaste cuando necesitaste una de mis granadas de mano.<br />
—Apreciamos tu ayuda —murmuró Jack—. Pero debes regresar a casa ahora.<br />
—No lo creo. Podemos haber derrotado a algunos traficantes, pero ¿decidme<br />
por favor, donde están los seres humanos?<br />
Hizo un buen punto. Mikhail escudriñó la zona, preguntándose dónde<br />
estaban detenidos los prisioneros humanos. Scarface había recuperado la<br />
consciencia y estaba intentando incorporarse. Se dejó caer, gimiendo, con los labios<br />
ensangrentados y los ojos amoratados e hinchados.<br />
Mikhail que lo estaba mirando fijamente, le agarró de la camisa y lo arrastró a<br />
sus pies.<br />
—¿Dónde están los seres humanos? —preguntó en albanés.<br />
Scarface se mofó.<br />
—¿Por qué debería decírtelo?<br />
Se tambaleó hacia atrás por el puñetazo.<br />
—¡Espera! —jadeó—. No me pegues otra vez. Hay un camino por allí. —<br />
Gesticuló hacia el bosque detrás de ellos, entonces se teletransportó lejos.<br />
Mikhail sacó su espada.<br />
—Vamos.<br />
Corrieron por el bosque. Con piernas más largas, Mikhail podría haber<br />
dejado atrás con facilidad a sus compañeros, pero se contuvo, asegurándose de que<br />
Pam se mantuviera a salvo. Necio, ya está sucediendo, una voz interior le reprendió.<br />
Te estás haciendo vulnerable. Con otra mujer vanidosa y egoísta. Él empujó lejos esos<br />
pensamientos.<br />
Después de casi un kilómetro, salieron a un camino de tierra, donde estaba<br />
estacionado un viejo tráiler 1 abollado y oxidado. Mikhail rápidamente rodeó el<br />
camión. No había ningún Malcontent a la vista. Regresó a la puerta trasera, donde<br />
Jack estaba cortando el candado encadenado con su espada.<br />
—Yo lo haré.— Mikhail estrelló su hacha de combate contra las cadenas,<br />
rompiéndolas, luego abrió la puerta.<br />
Fueron recibidos por una docena de pares de ojos aterrados. Las chicas,<br />
atadas y amordazadas, trataron de retorcerse más atrás en las asquerosas<br />
1 Casa rodante.<br />
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profundidades del tráiler. Mikhail adivinó sus edades en algún lugar entre los<br />
doce y veinte años. Más años de los que su hija había vivido. Empujó el errante<br />
pensamiento a un lado. Al menos no había fallado a estas.<br />
Se subió en el furgón, y las chicas se encogieran en el suelo gimiendo detrás<br />
de sus mordazas.<br />
—Las estás asustando. —Pam le siguió rápidamente en el tráiler, luego se<br />
arrodilló delante de las chicas—. Mis pobres queridas, no hay necesidad de tener<br />
miedo. Hemos venido a rescatarlas y entregarlas sanas y salvas a sus casas.<br />
—Milady—susurró Zoltan—. Ellas son humanas. Debemos dejarlas a las<br />
autoridades humanas. Voy llamar a la policía local<br />
—¿Y qué?—Miró Pam, horrorizada—. Hacer que se aguanten horas de<br />
interrogatorio, cuando fácilmente podríamos llevarlas a casa con sus familias?<br />
¿Acaso no han sufrido lo suficiente?<br />
—Nuestro primer imperativo es siempre mantener nuestra existencia en<br />
secreto —susurró Zoltan—. Si las teletransportamos...<br />
—Tienen marcas de mordidas —interrumpió Mikhail, señalando a las<br />
chicas—. Los Malcontents se estaban alimentando de ellas. Ellas ya saben acerca de<br />
los vampiros. Debemos teletransportarlas a casa, y a seguidamente, limpiar sus<br />
memorias.<br />
20<br />
—Estoy de acuerdo. —Pam le dedicó una sonrisa de agradecimiento que hizo<br />
que su corazón se tensara en el pecho.<br />
Él la ignoró y se acercó a las chicas, que estaban agrupadas, temblando.<br />
—No, no. —Pam acarició a una de las muchachas en el hombro—. Sé que<br />
parece una bestia enorme, pero no te hará daño.<br />
¿Una enorme bestia? Mikhail se estremeció interiormente. Aun así, le pareció<br />
algo bueno que Pam estuviera allí. Su presencia reconfortaba a las chicas. Se habían<br />
tranquilizado, el terror en sus rostros se convirtió en esperanza.<br />
Se inclinó sobre una de las jóvenes, y usando su poder psíquico, cavó en su<br />
mente para localizar su casa. Entonces la agarró del brazo y la teletransportó de<br />
regreso. Con un chillido feliz, ella se volvió para darle las gracias. Él le quitó la<br />
mordaza y las sogas mientras le borraba los recuerdos de los últimos días. Cuando<br />
su rostro se puso en blanco, se teletransportó de nuevo al tráiler.<br />
Con ellos cinco trabajando, sólo les tomó unos minutos regresar a las cautivas<br />
a sus hogares. Después de la entrega de una tercera chica, Mikhail reapareció en el<br />
tráiler para encontrarlo vacío. Se paseó alrededor del camión, asegurándose de que
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
ningún Malcontent había regresado. Mientras se acercaba a la parte de atrás, Pam<br />
se materializó.<br />
Echó un vistazo al vehículo, luego, con una sonrisa de satisfacción, se giró.<br />
—Nada mal para ser una primera noche —murmuró para sí, entonces se<br />
quitó la máscara de látex de su cabeza. Su melena rubia se liberó, y la sacudió, las<br />
trenzas doradas cayendo en ondas sobre los hombros.<br />
Dios mío, es hermosa. Debió de hacer algún tipo de ruido, ya que ella se dio la<br />
vuelta para afrontarlo.<br />
—Oh, tú has... has vuelto. —Ella echó un vistazo a su alrededor—. Los demás<br />
no han vuelto aún. — Hizo una mueca—. Estoy segura de que ya lo sabías.<br />
—Sí. —Él dio un paso hacia ella.<br />
Ella sacudió su pelo hacia atrás por encima del hombro.<br />
—La capucha estaba bastante caliente. Sofocante, en realidad. Voy a tener que<br />
reconsiderar mi diseño de vestuario.<br />
Él barrió los ojos hasta sus botas, luego de vuelta hasta sus pechos.<br />
—Se ve bien para mí.<br />
—¿Te importa?<br />
—¿Hmm?<br />
—Estás comiéndote mis pechos con los ojos.<br />
—Hay una marca roja ahí. Eso llama la atención de una persona.<br />
Ella apretó los dientes.<br />
—Eso es un “V”. Significa...<br />
—¿Voluptuosa?<br />
Ella se mofó:<br />
—No lo creo.<br />
—¿Vizcondesa?<br />
Ella se estremeció.<br />
—No. VampWoman.<br />
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—Nunca me lo hubiera imaginado.<br />
Ella le dio una mirada seca.<br />
—Puedes burlarte, pero prefiero mi nueva identidad.<br />
—¿Qué pasaba con la anterior?<br />
Ella agachó la barbilla y jugueteó con sus guantes.<br />
—Prefiero no hablar de ello.<br />
Él dio un paso más cerca.<br />
—¿Por qué haces esto? ¿Por qué te arriesgas así?<br />
Una mirada de dolor cruzó su rostro.<br />
—Prefiero no...<br />
—¿Qué pasaba con Lady Pamela? Siempre pensé que era hermosa.<br />
—¡No!— Ella levantó la vista. —Ella es...<br />
—¿Ella es qué?<br />
22<br />
—Ella es... vergonzosa. —Sus ojos brillaban con lágrimas, y se alejó.<br />
Contuvo la respiración. No parecía tan vana como había esperado.<br />
—¿Por qué dices eso?<br />
Ella suspiró.<br />
—Hay muchas razones. En primer lugar, me casé con un vampiro sin darme<br />
cuenta. Había rumores acerca de Maximiliano. Muchas pistas. Nunca lo vi comer,<br />
nunca lo vi durante el día. Pero como una tonta, ignoré todo. Estaba demasiado<br />
enamorada de la idea de que un vizconde podría amarme y querer casarse<br />
conmigo.<br />
Mikhail frunció el ceño.<br />
—Eso no fue culpa tuya. Tendría que haber sido honesto contigo.<br />
Rechazó su tentativa de defenderla.<br />
—Yo era joven y tonta. Unas semanas después de la boda, Max me preguntó<br />
si me gustaría llevar hermosos vestidos e ir siempre a fiestas encantadoras. Le dije<br />
que sí. —Apartó las lágrimas con un golpe furioso—. ¿Te imaginas renunciar a la<br />
mortalidad por una razón tan ridícula?
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
—¿Sabías que él quiso decir transformarte?<br />
—No. —Ella dio a Mikhail una mirada irónica—. Fue algo chocante cuando<br />
me atacó.<br />
Mikhail apretó los dientes. Era algo bueno que el hijo de puta estuviera<br />
muerto.<br />
—Era tan tonta. Renuncié a mi oportunidad de tener niños para siempre.<br />
El corazón de Mikhail se apretó mientras el recuerdo de su hija se extendía<br />
por toda su mente.<br />
—¿Querías niños?<br />
Ella asintió con la cabeza, y una lágrima rodó por su mejilla.<br />
—Entonces cometí el error de quejarme a mi padre. No entré en detalles, pero<br />
fue suficiente para hacerle sospechar que los rumores eran ciertos.<br />
Sus hombros se hundieron.<br />
—Era cobarde. Sabía que mi padre odiaba a Max, pero no hice nada para<br />
disuadirlo. Max confió en mí, y lo defraudé.<br />
—¿Así que fue tu padre quien mató a tu marido? —preguntó Mikhail.<br />
—Sí. Estacó a Max mientras nos tumbábamos uno junto al otro en nuestro<br />
sueño de muerte. Mi padre dejó su anillo en las cenizas para que supiera que fue<br />
él. Temía que los amigos vampiros de Max lo fueran a vengar matando a mi padre,<br />
así que le imploré que escapara a América. Él me pidió que lo acompañara, pero<br />
tuve demasiado miedo de ir. Lo abandoné cuando él estaba en peligro.<br />
Ella sorbió por la nariz.<br />
—Me uní al harem del Amo de Aquelarre de Londres, donde estaría a salvo.<br />
Luego, más tarde, cuando los alemanes estaban bombardeando Londres, huí a<br />
Nueva York. Como de costumbre, tomé la salida cobarde.<br />
—Eso fue el instinto de preservación. Las guaridas subterráneas ya no eran<br />
seguras.<br />
—Y luego mi amiga, Vanda, estaba en peligro. Los Malcontents volaron<br />
nuestra discoteca e intentaron matarla, y la abandoné. Volví a Londres. —Ella se<br />
volvió hacia él, con lágrimas corriendo por sus mejillas—. ¿Ves por qué me<br />
avergüenzo? Soy una cobarde que falla a quién cuenta conmigo. Yo los abandoné<br />
cuando más me necesitaban.<br />
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Mikhail la miró fijamente, sorprendido por la ferocidad de su auto<br />
recriminación. ¿Estaba tratando de ganarse la redención como VampWoman?<br />
Tendría suerte si no fuera recompensada con una muerte temprana.<br />
—Puedo entender la necesidad de remediar los errores del pasado, pero lo<br />
que estás haciendo ahora, ponerte en peligro...<br />
—No lo apruebas. —Se secó las mejillas con un golpe de impaciencia—. No<br />
debería haberte confesado todo.<br />
—¡No! Me alegro de que me lo dijeras.<br />
—Pero nunca podrías entender cómo me siento. Eres tan increíblemente<br />
enorme y feroz. Dudo que alguna vez hayas perdido una batalla o defraudado a<br />
alguien.<br />
Él se estremeció.<br />
—¿Sabes lo que se siente al estar lleno de culpa y de arrepentimiento?<br />
Él se pellizcó los ojos cerrados para evitar los recuerdos que inundaron su<br />
mente.<br />
—Basta. —Abrió los ojos para encontrar su mirada fija en él.<br />
24<br />
—Realmente lo sabes —susurró. Su mano se levantó hacia su cara, pero antes<br />
de que pudiera tocarlo, ella parpadeó y retiró la mano. Su mirada cayó a su<br />
pecho—. Entonces lo entiendes.<br />
—Entiendo que cada vez que te pongas en peligro, me va a provocar un<br />
infarto.<br />
—Pero apenas me conoces.<br />
Eso era cierto. Durante casi 200 años, había asumido que era egoísta y<br />
vanidosa.<br />
¿Y por qué no iba a serlo, cuando era la más hermosa vampiro en el mundo? Pero<br />
en vez de sentirse superior, en realidad estaba avergonzada de sí misma. Había<br />
usado la imagen de una esnob arrogante vizcondesa para ocultar su inseguridad y<br />
vulnerabilidad.<br />
Con un pequeño choque, se dio cuenta de que Lady Pamela había sido la<br />
enmascarada. VampWoman era la verdadera Pam.<br />
—Tú eres... ¿Mikhail ? —Su mirada se alzó de nuevo a su rostro—. ¿De<br />
Moscú?<br />
—¿Me conoces?
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Ella se sonrojó.<br />
—Todo el mundo sabe quién eres. Eres una cabeza más alto que los otros<br />
hombres, y ellos son bastante grandes. Por supuesto, el rumor es que eres una<br />
especie de feroz vikingo medieval y que fuiste a Rusia hace siglos para pillar y<br />
saquear.<br />
—¿Es eso lo que dicen?<br />
Su rubor se hizo más profundo.<br />
—Bueno, estuve en un harén durante años. No había mucho que hacer aparte<br />
de chismear sobre los hombres.<br />
—Siempre he pensado que eras hermosa. —Él tocó un mechón de su cabello.<br />
Ahora se dio cuenta de que ella era muy bella por dentro. Y había sido un tonto<br />
por evitarla todos estos años.<br />
Se acercó más.<br />
Sus ojos se abrieron.<br />
—¿Qué...?<br />
Le tocó la mejilla y limpió la humedad de sus lágrimas con su pulgar.<br />
—Yo... debería irme.<br />
—¿Tan pronto? —Él pasó el pulgar sobre sus labios. Eran tan suaves como lo<br />
había imaginado.<br />
Ella tragó saliva.<br />
—Creo que nuestro trabajo aquí ha terminado.<br />
Él deslizó su mano alrededor de su cuello y se inclinó hasta que su boca<br />
estuvo a unos meros centímetros de la suya.<br />
—Pam.<br />
—¿Sí? —Sus respiraciones rápidas resoplaron contra su piel.<br />
—Prepárate para ser saqueada.<br />
Con un suspiro, ella se teletransportó lejos.<br />
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Capítulo 3<br />
—¡Cobarde! —Lady Pamela se quitó una bota y la tiró al suelo de parqué de<br />
su dormitorio. ¿Cómo podía haberse comportado con tanta cobardía? Seis meses<br />
de planificación y practicando para ser una persona más fuerte y más valiente, ¿y<br />
qué había hecho? Había huido como lo hizo en el pasado. Con un gruñido de<br />
disgusto, arrojó la otra bota al suelo.<br />
Tal vez no fuera demasiado tarde. Menos de un minuto había pasado desde<br />
que había huido aterrada. Podía teletransportarse de nuevo y... ¿qué? ¿Permitir<br />
que ese enorme bárbaro la besara? Un escalofrío se deslizó por su columna<br />
vertebral.<br />
—Cobarde —murmuró. En lugar de huir, debería haber abofeteado a ese<br />
bruto con fuerza. O mejor aún, debería haber utilizado algunas de sus habilidades<br />
de artes marciales recién adquiridas para arrojarlo por encima de su hombro.<br />
Se quedó sin aliento. ¿Era posible incluso arrojar a un hombre así? Era tan<br />
enorme. Tan inamovible como una roca gigante.<br />
Y sus ojos se habían vuelto de color rojo.<br />
26<br />
Se llevó las manos a las mejillas, y sintió el calor de un rubor. Sus ojos se<br />
habían vuelto de color rojo.<br />
La primera vez que lo había descubierto, había estado sorprendida por la<br />
pura fuerza de su presencia. Se sentía como si él se hubiera tragado todo su campo<br />
de visión, por lo que casi no pudo ver a los otros hombres. O escucharlos.<br />
Sus ojos se habían vuelto de color rojo. A causa de ella.<br />
¿Por qué, oh, por qué le había contado tanto acerca de sí misma? ¿Qué la<br />
había poseído para confiar en semejante bestia enorme? Aunque había parecido<br />
bastante atento y comprensivo para ser un bárbaro.<br />
Ella alejó ese pensamiento. Él era un bárbaro. Había tratado de besarla.<br />
Preparado para saquearla. ¡El descaro que ese hombre tenía!<br />
Ella saltó cuando un golpeteo fuerte sacudió la puerta.<br />
—¿Lady Pamela? ¿Es a usted a quién estoy oyendo?<br />
Ese acento sólo podía pertenecer a la Srta. Cora Lee Primrose; una belleza<br />
sureña, transformada justo antes de la Guerra Civil Americana, y una de las<br />
amigas de Pamela con quien compartía la casa londinense.
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
—Sí, he vuelto —respondió ella.<br />
—Bueno, por el amor de la tierra, salga de ahí y díganos cómo fue todo.<br />
Hemos estado muy preocupados por usted.<br />
—Bajaré en breve. —Pamela se quitó el cinturón de herramientas y lo puso<br />
con cuidado en la cama, así los diversos cuchillos y estrellas ninja no se<br />
engancharían en su colcha de raso rosada.<br />
Con un suspiro, se bajó la cremallera frontal de su traje. Tal vez no debería<br />
estar desbordada por los acontecimientos de la noche. Después de todo, había<br />
ayudado a los hombres a derrotar a los traficantes y a devolver a los cautivos a<br />
casa. La explosión de la granada de mano la había asustado, pero no lo suficiente<br />
como para hacerla huir. Al parecer, la perspectiva de un beso era más aterradora<br />
que una explosión.<br />
Se quitó la capa, a continuación, salió de su traje de látex. Con razón él se la<br />
había imaginado desnuda. ¿Cómo se atrevía a mirarla de esa manera tan lasciva?<br />
Sus ojos habían brillado de color rojo. ¿Cómo podía la pasión de un hombre<br />
estallar tan caliente, tan rápidamente?<br />
—Engreído. —Ella se puso una bata de seda y ató el cinturón alrededor de su<br />
cintura. El hombre era un bárbaro. Probablemente le daba miradas lascivas a<br />
docenas de mujeres todas las noches, y las miraba de reojo a todas con los<br />
brillantes ojos rojos.<br />
Prepárate para ser saqueada, sin duda. ¿Quién se creía que era? ¿Un guerrero<br />
vikingo que forzaba a mujeres inocentes?<br />
¿Y si se hubiera quedado? ¿Dónde podría haberla tocado? ¿Y besado? Sin<br />
duda, un bárbaro haría cosas perversas que un caballero nunca haría. La piel de<br />
gallina erizó su piel.<br />
Se frotó los brazos mientras se dirigía hacia la puerta.<br />
—No le dedicaré otro pensamiento.<br />
Estaba a mitad de camino por las escaleras cuando recordó su reacción al<br />
trailer llena de chicas bastante mortales. Sus ojos no se habían vuelto rojizos por<br />
ellas. Al igual que ella, él había deseado llevarlas a casa, y las había tratado con<br />
cuidado para calmar sus temores. Había sido sorprendentemente amable... para ser<br />
un bárbaro.<br />
—¡Gracias a Dios que está viva y saludable! —anunció la Princesa Joanna<br />
cuando Pamela entró en el salón.<br />
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—Alabada sea Santa María —agregó Maria Consuela, y besó su rosario.<br />
—Estoy bastante bien —aseguró Pamela a las damas.<br />
El título de Princesa Joanna era honorífico desde que era una vieja vampira,<br />
después de haber sido convertida en Venecia, mientras se dirigía a Tierra Santa,<br />
durante una de las Cruzadas. Maria Consuela de Montemayor había sido<br />
capturada durante la Inquisición española, cuando las autoridades temían que su<br />
prometido fuera judío. Afortunadamente para ella, él también era vampiro, y se<br />
había teletransportado a la prisión para rescatarla. Ambas habían quedado viudas<br />
hacía siglos y se había trasladado a un harén, donde podrían vivir con comodidad<br />
y seguridad.<br />
Después de aparecer en un reality show para La Red Digital de Vampiros,<br />
Lady Pamela y sus viejas amigas del harén se habían vuelto lo suficientemente<br />
modernas para evitar el concepto de la necesidad de un amo. Aun así, en muchos<br />
sentidos, se aferraban con fuerza a sus raíces históricas.<br />
La Princesa Joanna se instaló en un sillón junto a la chimenea.<br />
—Os lo ruego, cuéntenos todo lo que ha ocurrido.<br />
—Oh, sí. —Cora Lee entró con una bandeja y la dejó sobre la mesa—.<br />
Queremos saberlo todo. —Sirvió cuatro tazas de humeante Chocoblood, una<br />
mezcla de sangre sintética y chocolate—. Le anuncio que estábamos muy<br />
preocupadas.<br />
28<br />
Maria Consuela se estremeció.<br />
—Me recordó a cuando fui torturada.<br />
—Por favor, no sufran por mi causa. —Pamela se sentó, entonces aceptó una<br />
taza de Cora Lee—. Gracias, querida.<br />
La belleza sureña se sentó en el sofá junto a Maria Consuela.<br />
—¿Fue capaz de encontrar al marido de Lara?<br />
—Sí. Todo fue precisamente como lo había planeado. —No precisamente,<br />
pensó Pamela con un gemido silencioso. Ni en sus fantasías más salvajes habría<br />
previsto caer en los brazos de ese hombre.<br />
—¿Y quién estaba allí? —La Princesa Joanna tomó un sorbo de su taza—. Sin<br />
duda Giacomo di Venezia. ¿Y Zoltan Czakvar?<br />
Pamela asintió.<br />
—Estaban bastante sorprendidos de verme cuando llegué.
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—¡Apuesto a que sí! —Cora Lee se rió—. ¿Quién más estaba allí?<br />
—Dos más. Difícilmente los conocemos. —Pamela tomó un sorbo de su<br />
taza—. Uno de ellos era ese nuevo tipo, J. L. Wang.<br />
—¿El que vino de Cathay? —preguntó la Princesa Joanna.<br />
—Creo que ahora se llama China, querida. —Pamela dejó la taza sobre la<br />
mesa—. Pero en realidad, es estadounidense.<br />
La Princesa Joanna agitó una mano desdeñosa.<br />
—Esos estadounidenses son tan… hervidores complejos.<br />
—Creo que es crisol de culturas —dijo Cora Lee—. ¿Quién era el otro tipo?<br />
Pamela se encogió de hombros con indiferencia a pesar de que el calor<br />
invadía sus mejillas.<br />
—Ese... hombre de Rusia.<br />
—¿Rusia? —Los ojos de la Princesa Joanna se abrieron como platos.<br />
Cora Lee se quedó sin aliento.<br />
—¿Se refiere al enorme gigante con los fríos ojos azules y la trenza rubia por<br />
la espalda? Por el amor de la tierra, ¡su pelo es más largo que el mío!<br />
—Perverso —susurró Maria Consuela mientras hacía la señal de la cruz con<br />
su rosario—. Sé de quién hablan. Tiene los ojos tan fríos como el pecado.<br />
Más bien de color rojo vivo, y brillantes, pensó Pamela haciendo una mueca<br />
interiormente. Pero la parte pecaminosa era probablemente correcta.<br />
—¡Dios no lo quiera! —La Princesa Joanna se llevó una mano al pecho—. ¡No<br />
puede estar refiriéndose a ese bárbaro!<br />
Pamela comenzó a levantar la taza, pero cambió de idea por temor a que su<br />
mano estuviera notablemente temblorosa.<br />
—Parecía ser un miembro valioso de su equipo. No hay duda de que él es un<br />
guerrero feroz.<br />
La princesa Joanna resopló.<br />
—Feroz, indudablemente. El hombre es uno de esos vikingos horribles.<br />
—Malvados —susurró Maria Consuela.<br />
Joanna se estremeció.<br />
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—Durante siglos, fueron un flagelo en nuestro campo, siempre pillando y<br />
saqueando.<br />
Y ella había estado a punto de ser saqueada. Si Pamela hubiera esperado un<br />
segundo más, sus labios habrían tocado los de ella. Y siendo un bárbaro, no se<br />
habría detenido. Él habría devastado su boca por completo. A fondo.<br />
Su piel se erizó con la piel de gallina, y en un arranque impactante de<br />
claridad, se dio cuenta de que no era miedo lo que la hacía que le latiera el corazón<br />
con fuerza, y que su cuerpo temblara. Era excitación.<br />
¡Cielo santo! ¿Estaba perdiendo su cordura? Tales sentimientos no podían ser<br />
tolerados. El hombre no era en absoluto su tipo.<br />
—Su nombre es Mikhail, ¿verdad? —preguntó Cora Lee. Tomó un sorbo de<br />
su taza—. Declaro que él siempre me asustó un poco. Parece tan… frío y<br />
amenazador.<br />
—Malvado —murmuró Maria Consuela.<br />
—Es completamente diferente en todo sentido —dijo Pamela con voz<br />
apresurada—. Increíblemente enorme y musculoso, con un pecho como una roca.<br />
Nada que ver con mi difunto esposo. Maximilian era un caballero. Sofisticado y<br />
refinado. Él nunca habría dicho… —Ella hizo una pausa cuando se dio cuenta de<br />
que las tres mujeres la observaban con curiosidad.<br />
30<br />
Cora Lee se inclinó hacia delante.<br />
—¿Qué dijo?<br />
El rostro de Pamela ardió de calor.<br />
—Nada. —Prepárate para ser saqueada.<br />
—¿Lo está comparando con su difunto esposo? —preguntó la Princesa<br />
Joanna.<br />
Pamela negó con la cabeza.<br />
—Sólo para enfatizar la bestia enorme que es.<br />
Cora Lee le dio una mirada mordaz.<br />
—Tal vez es enorme por todas partes.<br />
Pamela se quedó sin aliento.<br />
—Me atrevería a decir que es…
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
—Malvado. —Maria Consuela fue a través de su rosario a velocidad<br />
vampírica.<br />
Cora Lee se encogió de hombros.<br />
—Sólo estoy diciendo que ha pasado un largo tiempo desde que cualquiera<br />
de nosotras se permitió un poco de romance.<br />
—Eso está fuera de cuestión —espetó Pamela—. No tengo ninguna intención<br />
de ir a ninguna parte cerca de ese bruto…<br />
—Enorme bruto —interrumpió Cora Lee con una sonrisa.<br />
¿Era realmente grande? Pamela hizo esa idea perturbadora a un lado.<br />
—Todos sabemos que el tamaño de un hombre es totalmente irrelevante. Lo<br />
que importa es su capacidad de control de la mente.<br />
Princesa Joanna asintió.<br />
—En efecto. Tenemos que hacernos conocidas de un caballero que sea experto<br />
en sexo vampírico.<br />
—Como Roman. —Cora Lee suspiró—. Afirmo que él podría satisfacernos a<br />
todas en diez minutos.<br />
—Exactamente —estuvo de acuerdo Pamela —. Era muy eficiente en el<br />
tiempo. Y maravillosamente discreto. Toda la experiencia es mucho más refinada<br />
cuando se lleva a cabo como un mero ejercicio mental.<br />
Cora Lee asintió.<br />
—Podríamos quedarnos en nuestras propias habitaciones. Y ni siquiera<br />
teníamos que quitarnos la ropa.<br />
—Y nunca era sucio, como el sexo físico. —Pamela hizo una mueca—. Nada<br />
de agarrar, con las manos sudorosas manoseándote por todos lados.<br />
Maria Consuela se estremeció.<br />
—Malvado.<br />
—Hubo un momento en que creo que realmente disfruté del sexo verdadero.<br />
—La Princesa Joanna hizo un gesto con la mano en el aire—. Pero eso fue hace<br />
siglos, y hace mucho lo olvidé.<br />
—Es mejor olvidarlo —dijo Pamela. La idea de tener a un hombre invadiendo<br />
físicamente su cuerpo; era demasiado impactante. Demasiado crudo y espantoso.<br />
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¿Pero no estaba tratando de superar su cobardía?<br />
—Entonces, ¿qué pasa ahora? —preguntó Cora Lee—. ¿Va a reunirse con<br />
ellos mañana por la noche?<br />
—Sin duda, una noche de comportamiento salvaje será suficiente —dijo la<br />
Princesa Joanna—. Es demasiado peligroso para usted que continúe con esta<br />
locura.<br />
Pamela tragó saliva. Tenía que ser valiente. No podía regodearse en la<br />
cobardía durante otro siglo. O incluso una noche más.<br />
—VampWoman volverá.<br />
32
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Capítulo 4<br />
—No deberías haber venido —anunció Zoltan la siguiente noche después de<br />
que Lady Pamela se teletransportara a su salón en Budapest.<br />
Con un silencioso grito de triunfo, Pamela se felicitó por encontrar al hombre.<br />
En casa, mientras se ponía su disfraz, se había preocupado por ser capaz de<br />
encontrarles. Pero ya que Zoltan era el Maestro del Clan del Este de Europa,<br />
decidió que su casa era un buen sitio para empezar. Había estado aquí antes para<br />
atender a una fiesta, así que la ubicación estaba incrustada en su memoria.<br />
—Buenas noches. —Le sonrió a Zoltan, quien estaba junto a la chimenea—.<br />
Caballeros. —Asintió hacia Jack y J.L., quienes estaban en asientos cercanos,<br />
frunciéndole el ceño. Una pila de espadas envainadas y cuchillos descansaban<br />
sobre una mesita de café.<br />
¿Dónde estaba…? Su nuca se erizó como si hubiera sido tocada por una brisa<br />
helada. ¿O era la gélida mirada de un par de ojos azules? Se dio la vuelta, su capa<br />
negra de seda ondulando en el aire.<br />
Mikhail estaba apoyando contra el marco de la puerta, sus brazos cruzados<br />
sobre su enrome pecho, sus ojos brillando como fragmentos de carámbanos rotos.<br />
El calor se expandió como las llamas por su cuerpo, haciendo que su rostro se<br />
ruborizara. ¿Cómo podía una bestia tan fría hacerla sentirse como si se estuviera<br />
derritiendo?<br />
Una esquina de su boca se curvó hacia arriba.<br />
Zopenco arrogante. ¿Cómo se atrevía a asumir que él era la causa de su<br />
rubor? Aunque lo era. Pero tan molesta como estaba, no pudo evitar el hoyuelo<br />
causado por su media sonrisa. Y qué boca más amplia y sensual tenía. También, los<br />
labios firmemente esculpidos. Labios que habían estado tan cerca de besarla. ¡No<br />
pienses en ello! Con un parpadeo, forzó su vista de vuelta a sus ojos.<br />
Querido Dios, no. La estaba comiéndosela con los ojos otra vez, deteniéndose<br />
en cada inclinación y curva de su cuerpo. Su piel se estremeció bajo el látex negro,<br />
y el traje se sintió de repente más apretado, estrechándola hasta el punto en que<br />
apenas podía respirar. Sus ojos se encontraron con los suyos, y él lentamente<br />
sonrió.<br />
Con una floritura de su capa, le dio la espalda. ¡Qué le den! Él disfrutaba<br />
irritándola.<br />
Dijo algo en un idioma extraño que hizo que Zoltan sonriera. Debía de ser<br />
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húngaro. No había pensado en ello hasta ahora, pero el inglés del zopenco era<br />
bastante bueno. Y le había hablado en albanés a un Malcontent la noche anterior.<br />
Era sorprendentemente bien educado para ser un bárbaro, y eso la irritaba aún<br />
más.<br />
Cuadró los hombros y ajustó su cinturón de herramientas.<br />
—Dígame por favor, ¿a dónde nos llevará nuestra misión esta noche?<br />
—Estamos esperando a que llegue un informe desde Dubrovnik —respondió<br />
Zoltan—. Creemos que los Malcontents están escondiendo a un grupo de<br />
prisioneros humanos en un almacén cerca de los muelles. Tenemos que rescatarlos<br />
antes de que sean cargados en un barco.<br />
Un nudo de alarma se elevó en su garganta, y tragó saliva. Esta misión podía<br />
fácilmente volverse violenta. ¿Pero acaso no era esto para lo que había entrenado?<br />
Respiró profundamente para calmar sus nervios. Esta noche, probaría que no era<br />
una cobarde. Cuando sus compañeros la necesitaban, ni se daría la vuelta ni<br />
echaría a correr.<br />
—Tan pronto como recibamos la llamada, nos vamos —continuó Zoltan,<br />
luego le dio una mirada significativa—. Y tú no vendrás con nosotros.<br />
34<br />
—Por supuesto que iré. Soy parte del equipo.<br />
—No, mi lady, no lo eres —dijo Jack suavemente.<br />
—No trabajas para MacKay S&L —añadió J.L.<br />
—Soy una agente libre —insistió ella—. Estoy aquí para ayudaros, y ¡no voy a<br />
ser expulsada!<br />
—Lady Pamela. —Zoltan le dio una mirada exasperada—. Solo deseamos<br />
mantenerte a salvo.<br />
—Tu presencia podría ponernos a todos en peligro. —Jack se levantó y<br />
seleccionó una espada de la mesita de café—. Si somos forzados a protegerte…<br />
—Puedo cuidar de mí misma. —Plantó sus puños en sus caderas—. Estoy<br />
preparada para el desafío.<br />
—¿Lo estás? —Una voz profunda habló detrás de ella, y se dio la vuelta para<br />
enfrentarse a él.<br />
Mikhail caminó hacia ella, mirándola con un brillo depredador en sus ojos.<br />
—Si recuerdo correctamente, te asustas muy fácilmente.
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Su corazón se aceleró, martilleando en su pecho.<br />
Su mirada cayó a sus labios.<br />
—¿Estás segura de que no vas a… decepcionar?<br />
¿Estaba aludiendo a su casi beso? ¡Cómo se atrevía! Levantó la barbilla.<br />
—No abandonaré a mis compañeros.<br />
Él se concentró en sus pechos, lo cual la dejó todavía más sin aliento y<br />
hormigueando.<br />
—Tienes miedo. Puedo escuchar tu corazón acelerándose.<br />
—¡Eso no es miedo! Es… —¡Cielo santo! Se detuvo en el último momento.<br />
Sus ojos se encontraron con los suyos en un instante, y la intensidad de su<br />
mirada la dejó sin aliento. Inclinó la cabeza, buscando en su rostro.<br />
Ella saltó cuando sonó un teléfono.<br />
—Ese debería ser mi informante. —Zoltan sacó un móvil del bolsillo de su<br />
chaqueta, mientras Jack y J.L. rápidamente se armaban—. Pondré el altavoz, para<br />
que podamos teletransportarnos a su voz.<br />
¡Excelente! Pamela le enfrentó, mentalmente preparando sus nervios para la<br />
batalla.<br />
El teléfono sonó otra vez, y Zoltan le frunció el ceño.<br />
—Mikhail, sácala de aquí. Te llamaré en sesenta segundos, para que puedas<br />
unirte a nosotros.<br />
—¿Qué? —Pamela jadeó cuando Mikhail la agarró por detrás. Antes de que<br />
pudiera reaccionar, todo se volvió negro.<br />
Tan pronto como se materializó, saltó a la acción. Un fuerte golpe en las<br />
costillas con el codo derecho mientras se daba la vuelta para mirarlo, y luego un<br />
golpe con la izquierda en…<br />
—¡Ouch!<br />
El vientre del hombre era como una losa de hormigón.<br />
—¿Estás bien? —Él agarró su mano.<br />
Antes de que pudiera quitarle el guante, ella apartó la mano. Cerrando los<br />
puños, se dio la vuelta sobre las puntas de sus pies, luego dirigió una patada<br />
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rápida a su pecho. Él atrapó su tobillo y tiró, haciéndole perder el equilibrio.<br />
Cuando empezó a caer, la agarró y la tiró contra él.<br />
—Oof. —Contuvo la respiración, la nariz apretada contra su pecho. Olía<br />
sorprendentemente a limpio para un bárbaro. Cuando extendió las manos contra<br />
su vientre, preparándose para empujarle, se dio cuenta de que no era tan suave y<br />
frío como una losa de hormigón. Era cálido y ondulado. Con músculos.<br />
La sostuvo fuerte, sus brazos anillados en sus hombros. Ella resistió el<br />
impulso de acurrucarse contra él. Era tentador, muy tentador. ¿Y si no era un<br />
bárbaro después de todo?<br />
Miró hacia él.<br />
—¿Qué le dijiste a Zoltan que encontró tan divertido?<br />
Una esquina de la boca de Mikhail se levantó, causando que el hoyuelo<br />
reapareciera.<br />
—Era un cumplido.<br />
—¿Sobre mí?<br />
—Por supuesto. —Su mano izquierda se deslizó bajo su capa y hacia abajo<br />
por su columna a su cinturón de herramientas—. Te estaba admirando… desde<br />
atrás. —Su mano se curvó alrededor de su trasero.<br />
36<br />
—¡Detén eso! —Cuando intentó empujarlo, su mano se flexionó en su nalga,<br />
acercándola. ¿Cómo podía haber dudado de que fuera un bárbaro?—. ¡Cómo te<br />
atreves!<br />
Le dio otro apretón.<br />
Si solo pudiera abofetear esa mirada de diversión de su rostro, pero sus dos<br />
manos estaban clavadas contra su pecho. Le pisó con su pie.<br />
Él apenas pareció molesto.<br />
—¿Tengo que atarte al poste de la cama?<br />
—No te atreverías… ¿el poste de la cama? —Miró por encima de su hombro y<br />
se estremeció. Una enorme cama con dosel dominaba la habitación llena de<br />
estanterías y mesas y grandes sillas de cuero—. ¿Tú… me has traído a tu<br />
habitación?<br />
—Este es el sótano de mi cabaña de caza.<br />
Ella miró a la enorme cama otra vez. Por supuesto que era enorme. El hombre
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era enorme.<br />
—Esto es altamente inapropiado.<br />
—Tenía que llevarte a alguna parte.<br />
—Deberías haberme llevado a mi habitación.<br />
Su boca se torció.<br />
—¿Eso es una invitación?<br />
—¡No! Quería decir a mi casa. En Londres. —Examinó la habitación una vez<br />
más. ¿Esto era una cabaña de caza? Estaba tan bien amueblada como su casa. Y<br />
ciertamente poseía un buen número de libros… para un bárbaro.<br />
La liberó y dio un paso atrás.<br />
—Si supiera el camino a tu casa, te habría llevado ahí. Deberías ir ahí ahora.<br />
¿Y renunciar a su sueño?<br />
—No. Voy contigo.<br />
—No. Vas a ir a casa, donde estarás a salvo.<br />
—Me niego. —Levantó la barbilla—. No voy a tomar el camino del cobarde.<br />
Sus ojos se endurecieron como el hielo cuando dio un paso hacia ella.<br />
—Entonces es mejor que seas valiente porque si sigues aquí cuando vuelva, te<br />
ataré al poste de la cama. Después de que te desnude… —Su teléfono sonó.<br />
Su corazón latía en sus oídos tan alto, que no pudo oírle responder al<br />
teléfono. ¿La desnudaría? ¿Y atarla al poste de la cama?<br />
—¡Pam!<br />
Saltó cuando se dio cuenta de que le estaba hablando a ella.<br />
—Los chicos me necesitan. ¡Vete! ¡Rápido!<br />
¿Los chicos necesitaban ayuda? Se desvaneció y se materializó<br />
silenciosamente detrás de Mikhail.<br />
—Está bien, se ha ido —dijo él al teléfono—. Voy para allá.<br />
Ella saltó a su espalda justo antes de que desapareciera.<br />
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¡Maldita sea! Tan pronto como Mikhail se materializó, apartó las manos que<br />
se aferraban a su cuello. Ella era la mujer más obstinada y desobediente que nunca<br />
había conocido. Debería haberla atado. Y desnudarla. No habría hecho este truco si<br />
hubiera estado desnuda. Pero entonces él no habría respondido al teléfono…<br />
—Merda —susurró Jack—. ¿Por qué la has traído?<br />
Apretó los dientes, mientras se giraba para fulminar con la mirada a Pam,<br />
quién estaba detrás de él con una mirada desafiante en su rostro.<br />
—Tú, pequeña… —Su enfado se congeló cuando vio varios Malcontents<br />
armados gritando a través de las puertas dobles del almacén, dirigiéndose<br />
directamente hacia él y sus compañeros.<br />
Un rápido vistazo de su entorno confirmó la gravedad de la situación.<br />
Estaban bloqueados por tres lados por pesados contenedores de metal. Podían<br />
luchar o escapar. Zoltan, Jack y J.L. tenían desenvainadas sus espadas, listos para<br />
luchar, pero la repentina aparición de Pamela les estaba haciendo dudar.<br />
Ella sacó su espada.<br />
—Hagámoslo.<br />
38<br />
Mikhail notó un balcón en el segundo piso a la derecha. Agarró a Pam y la<br />
teletransportó al balcón.<br />
Tan pronto como se materializaron, ella le pegó en el pecho y abrió la boca<br />
para reprenderlo.<br />
Él puso una mano sobre su boca y le dio la vuelta para que pudiera ver a los<br />
hombres abajo.<br />
—No te he llevado lejos —susurró—. Quédate aquí, quédate escondida, y<br />
mantente fuera de los problemas.<br />
Desenvainó su espada y se teletransportó silenciosamente detrás del grupo<br />
de Malcontents. Con un grito de guerra, atacó por la retaguardia. Zoltan, Jack, y<br />
J.L. atacaron por el otro lado. El almacén hizo eco con el sonido metálico de las<br />
espadas y los gritos de los heridos.<br />
¿Heridos? Mikhail tendía a matar al enemigo muy rápido, no había tiempo<br />
para un grito. Y había aprendido por la experiencia que nunca debía dejar heridos<br />
en su despertar, porque podían juntarse y atacar desde la retaguardia. Los gritos<br />
parecían venir de la mitad de la manda de Malcontent.<br />
Vio destellos de metal plateado bajando desde el balcón. ¡Era Pam! Estaba<br />
lanzando estrellas ninja a los Malcontents. ¡La loca mujer! Era solo cuestión de
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tiempo antes de que uno de los Malcontents se teletransportara arriba para<br />
terminar sus acciones. Terminar con ella.<br />
Con otro grito de guerra, aceleró su ataque, cercenando cabezas a velocidad<br />
vampírica. Tenía que mantener a los Malcontents concentrados en él, para que se<br />
olvidaran de la mujer salvaje en el balcón.<br />
Cuando quedaban menos de una docena de Malcontents, ocurrió su peor<br />
miedo. Uno de ellos desapareció y reapareció en el balcón. El corazón de Mikhail<br />
se aceleró cuando vio que la espada del Malcontent cayó hacia Pam. Ella esquivó el<br />
golpe, y luego saltó hacia atrás preparando su espada.<br />
Mikhail se teletransportó al lado de ella.<br />
—Quédate atrás. —La empujó detrás de él y se lanzó hacia delante para<br />
atacar al Malcontent. Le apuñaló en el corazón, tirándole, después oyó un ominoso<br />
estrépito detrás de él. Se dio la vuelta para encontrar que otro Malcontent había<br />
intentado apuñalarle por la espalda. Pam había desviado el golpe, pero habían<br />
hecho falta sus dos manos para empuñar la espada y toda su fuerza para apartar la<br />
estocada dirigida a él. El Malcontent tomó ventaja al instante y cortó su brazo<br />
izquierdo con su cuchillo.<br />
Con un grito, ella cayó sobre sus rodillas. Mikhail decapitó al Malcontent,<br />
luego la agarró cuando cayó al suelo.<br />
—¿Por qué? —jadeó mientras ponía una mano sobre su herida. La sangre se<br />
filtró a través de sus dedos—. ¿Por qué no podías quedarte escondida como te he<br />
dicho?<br />
Su rostro palideció a un blanco mortal.<br />
—Yo… no abandonaré a mis compañeros.<br />
Loca, tonta… preciosa mujer. El dolor que nublaba sus ojos azul lavanda<br />
asestó un golpe a su corazón más fuerte que cualquier espada. Si tardaba una<br />
eternidad, se aseguraría de que ella no fuera herida otra vez. La protegería. Y la<br />
amaría. Y si le hacía ser vulnerable, que así fuera. No renunciaría a ella.<br />
Una rápida mirada abajo le aseguró que sus compañeros estaban cerca de<br />
ganar la batalla. No le echarían de menos.<br />
La atrajo cerca de su pecho.<br />
—Cuidaré de ti. Confía en mí.<br />
Todo se volvió negro.<br />
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Capítulo 5<br />
Pamela se acurrucó bajo su colcha de satén rosa, con la mente a la deriva en<br />
una nube de niebla. Tres horas habían pasado desde que había sido herida, pero<br />
gracias a la práctica médica de Mikhail y una botella entera de Blardonnay, no<br />
sentía ningún dolor.<br />
Con una sonrisa, recordó la expresión de su cara cuando él la había cuidado.<br />
El ceño fruncido, los ojos torturados, como si su dolor le doliera a él más que a ella.<br />
Los había teletransportado al sótano de su cabaña de caza, luego llevado por las<br />
escaleras hasta la cocina.<br />
Después de sentarla en una silla junto a la mesa, él le sirvió una copa de<br />
Blardonnay.<br />
—Tómatelo todo. Has perdido mucha sangre.<br />
Se bebió la mezcla de sangre sintética y Chardonnay, luego se quitó los<br />
guantes y sacó el gorro de su cabeza mientras él cubría la mesa con una<br />
impresionante gama de suministros médicos.<br />
40<br />
—¿De dónde sacaste todo esto?<br />
—Del Dr. Lee. Está demasiado lejos en Texas para que lo vea cada vez que me<br />
lesiono, así que me enseñó lo básico.<br />
—No me puedo imaginar que nadie se las arregle para herirte.<br />
—Los cortes y rasguños de menor importancia. —Con una disculpa por la<br />
destrucción de su ropa, utilizó unas tijeras para cortar a través del látex en su<br />
hombro antes de ceder la manga de su brazo. Se disculpó de nuevo, mientras<br />
limpiaba la herida, haciendo una mueca cuando la picadura la hizo jadear.<br />
Trató de no pensar en el dolor, por lo que aprovechó la oportunidad para<br />
estudiarlo de cerca. A pesar de que su pelo era de un rubio dorado, sus cejas eran<br />
de color marrón, y sus pestañas oscuras y gruesas. Él era muy guapo... para un<br />
bárbaro. Y gentil. Sería tan fácil enamorarse de él. Ella se bebió el resto de su<br />
Blardonnay.<br />
Llenó una jeringa.<br />
—Esto es un analgésico.<br />
—¿Debo tener eso cuando estoy bebiendo vino?<br />
—Prefiero verte borracha que dolorida. —Él le dio la dosis, luego aplicó una
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fila de vendajes de mariposa a lo largo de su herida—. Estos la mantendrán<br />
cerrada hasta que te puedas curar durante tu sueño de muerte. Podrías terminar<br />
con una pequeña cicatriz.<br />
—Está bien.<br />
Él la había mirado entonces, sus fríos ojos azules brillaban con dolor como<br />
carámbanos fracturados.<br />
—No está bien. Si la herida hubiera sido más profunda...<br />
—Estoy bien.<br />
—Eres hermosa. Si hubiera sabido lo hermosa que eras en tu interior, nunca<br />
habría... —Su voz desapareció lentamente mientras envolvía su brazo superior con<br />
un grueso vendaje.<br />
—¿Nunca qué? —susurró.<br />
Con el ceño fruncido, ató la venda.<br />
—He perdido demasiado tiempo. —Él la miró—. Va a ser diferente ahora.<br />
¿Estaba su mente ya aturdida? No lo estaba siguiendo.<br />
—¿Qué será diferente?<br />
—Tú y yo. —Él le apartó el pelo de la frente—. Te lesionaste tratando de<br />
protegerme. No vuelvas a dudar de tu valor de nuevo.<br />
Su corazón se apretó en su pecho. Él pensó que era valiente. Y bonita por<br />
dentro.<br />
—Me protegiste, también.<br />
La comisura de su boca se levantó, revelando su hoyuelo, y ella pensó que<br />
podría derretirse.<br />
La besó en la frente.<br />
—Deberías ir a casa ahora, para que puedas descansar, y yo pueda volver con<br />
los chicos. Me podrían necesitar.<br />
—Por supuesto. —Ella hizo una mueca para sus adentros. Habían dejado a<br />
los otros chicos en medio de su misión. Ella cayó a sus pies, y la habitación giró—.<br />
Yo... yo estoy un poco mareada.<br />
Él la atrapó cuando ella tropezó.<br />
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—Te llevaré. —Él la tomó en sus brazos—. Pero tendrás que dejarme entrar<br />
en tu mente durante unos segundos, así sabré el camino.<br />
¿En su mente? Los vampiros se zambullían en las mentes de los mortales<br />
cuando querían, sin ninguna vacilación, pero tendían a ser mucho más protectores<br />
de su propia intimidad mental. Ningún vampiro quería ser controlado por otro.<br />
Normalmente, sólo bajaban sus defensas mentales para tener sexo vampiro. E<br />
incluso entonces, tendían a mantener todos sus secretos y tormentos pasados<br />
encerrados.<br />
Nadie quería revelar una debilidad que luego pudiera ser utilizada en su<br />
contra.<br />
Una mente unida con Mikhail. Era la oportunidad de ver su interior. Si él se<br />
lo permitía.<br />
—Está bien.<br />
La acunó contra su pecho, apoyando su cabeza hacia adelante hasta que tocó<br />
la suya.<br />
—Déjame entrar<br />
42<br />
Ella abrió su mente, y él se deslizó en el interior con una fuerza<br />
persistentemente gentil, profundizando directamente a través de sus pensamientos<br />
a la ubicación de su dormitorio. Él fue rápido y eficiente, con la mente bien<br />
ordenada y disciplinada. Tenía la mano en su espalda, se dio cuenta, asegurándose<br />
de no abrumarla, pero incluso la fuerza en su restricción era impresionante.<br />
En esos pocos segundos antes de que la teletransportara, ella buscó en su<br />
mente, profundizando más allá de la inteligencia estructurada para ver lo que<br />
había debajo. Una profunda tristeza. Más allá de eso, un remolino de emociones<br />
fuertes, entonces una claridad impactante mientras revelaba sus sentimientos.<br />
Él la amaba. La había amado durante casi doscientos años.<br />
Tan pronto como llegaron a su dormitorio, salió de su mente y la colocó sobre<br />
la cama. Todavía aturdida, ella lo miró fijamente, sin habla.<br />
Se dirigió a la puerta y la abrió para llamar a sus amigas, para que pudieran<br />
hacerse cargo de ella. Ellas se apresuraron, sorprendidas frente a él y<br />
preocupándose excesivamente por ella. Ella casi no las escuchó, sus pensamientos<br />
todavía aturdidos por la fusión mental. Él la amaba. Y él había querido que ella lo<br />
supiera.<br />
Se inclinó sobre ella, besándola en la frente una vez más antes de<br />
teletransportarse.
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Ahora, tres horas más tarde, todavía dominaba sus pensamientos. Mikhail<br />
Kirillov no era un bárbaro. Y él la amaba.<br />
Se estiró bajo la colcha rosa y miró la botella vacía de Blardonnay en su<br />
mesita de noche. Cora Lee había insistido en que se bebiera toda la cosa. Estaba en<br />
una neblina, pero su mente seguía funcionando lo suficiente como para recordar la<br />
fuerza de su pasión.<br />
—Mikhail —susurró.<br />
La puerta se abrió, y Cora Lee entró con otra botella de Blardonnay.<br />
—¿Cómo está, querida? —Ella dejó la botella al lado de la otra vacía.<br />
—Estoy borracha. —Y estoy irremediablemente atraída por Mikhail.<br />
Cora Lee se sentó en el borde de la cama.<br />
—Nos ha dado un buen susto. Cuando vimos a ese gran hombre en su<br />
dormitorio... —Se llevó una mano al pecho—. ¿Está segura de que trató su herida<br />
correctamente? ¿Quiere un médico de verdad?<br />
—Estoy bien. Él cuidó muy bien de mí. —Y creo que me preocupo por él,<br />
también.<br />
—Tierra bendita. —Cora Lee hizo un gesto con la mano delante de su cara—.<br />
Declaro que el hombre simplemente rezuma virilidad. La forma en que la besó. Y<br />
la miraba. No sé si él quiere adorarla o devorarla. Ambos, supongo.<br />
Pam tragó fuerte. Dios mío, creo que podría amarlo. Su corazón anhelaba<br />
verlo, simplemente hablar con él o estar en la misma habitación que él. Su corta<br />
visión de su mente había puesto de manifiesto una profunda fosa, oscura de<br />
tristeza. Luto. Hubo una tragedia en su pasado, y quería ser la que lo consolara.<br />
¿No era ese el comienzo del amor? Y si pasaba algo más... Los latidos de su<br />
corazón se aceleraron.<br />
—Yo... creo que quiero estar con él.<br />
Los ojos de Cora Lee se iluminaron.<br />
—¿Sexo vampiro? Oh, cielos. Tengo la sensación de que sería muy... experto.<br />
Pamela asintió.<br />
—Así lo creo también.<br />
—Tierra bendita. —Cora Lee miró el reloj en la mesita de noche de Pamela—.<br />
¿A qué está esperando? Son las dos de la mañana.<br />
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—Deberían ser las cinco en Moscú. —Y todavía oscuro. Podía<br />
teletransportarse a su sótano de caza. Si se atrevía.<br />
Tan pronto como Mikhail cerró el agua en la ducha, oyó un ruido en la<br />
habitación de al lado. Se acercó en silencio desde la cabina de la ducha y cogió el<br />
hacha de guerra que había dejado encima de la ropa sucia. Por lo que sabía, ningún<br />
Malcontent sabía dónde se encontraba su cabaña de caza.<br />
—¿Mikhail? —Una voz suave llamó desde el dormitorio.<br />
¿Pam? Abrió la puerta. Sus ojos se abrieron al instante, y se dio cuenta de que<br />
muy probablemente se parecía a la bestia que ella pensaba que era. Su pelo estaba<br />
suelto y mojado, su cuerpo todavía goteando, y su ingle escondida detrás de un<br />
hacha de guerra todavía manchada con la sangre de la reciente batalla.<br />
Ella se volvió hacia un estante para libros, con las mejillas sonrojadas.<br />
—¿Estás bien? —preguntó—. ¿Necesitas más analgésico?<br />
—Estoy bien. —Ella jugueteó con su cinturón—. Si este es un mal momento,<br />
podría volver...<br />
44<br />
—No. —¿Qué llevaba puesto? ¿Una especie de bata de noche?<br />
Repentinamente agradecido de que el hacha de guerra ocultara su creciente<br />
reacción—. No te vayas. Estaré fuera enseguida.<br />
Cuando ella asintió, él cerró la puerta. ¿Qué estaba haciendo aquí? El sol<br />
saldría en unos cuarenta minutos. Su visita tendría que ser rápida... a menos que<br />
tuviera la intención de quedarme aquí para su sueño de muerte. En su cama.<br />
Se secó con la toalla y tomó un par de vaqueros. No, demasiado apretado. Su<br />
ingle ya estaba hinchada. Se puso un par de pantalones de franela. Agarrando su<br />
toalla, entró en su dormitorio.<br />
Ella había encontrado su cofre del tesoro y estaba mirando a través de la tapa<br />
de vidrio.<br />
Su corazón se calmó. De todos los libros y recuerdos sobre sus estantes para<br />
libros, se había centrado en la única cosa que significaba más para él. ¿Lo había<br />
vislumbrado en sus pensamientos durante el breve tiempo que sus mentes se<br />
habían conectado?<br />
Él tiró su cabello sobre su hombro y se secó con la toalla.<br />
—No lo abras.
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Con un sobresalto, puso la caja en el estante.<br />
—Pido que me perdones. No quería entrometerme.<br />
Tiró la toalla en el cuarto de baño.<br />
—Me las he arreglado para conservar las flores durante más de seiscientos<br />
años.<br />
—Eso es increíble. —Su mirada vagó sobre su pecho desnudo, y luego cambió<br />
de nuevo a las flores secas en la caja—. Deben ser muy importantes para ti.<br />
—Lo son. —Se acercó lentamente—. Mi hija las recogió para mí. Murió esa<br />
noche.<br />
Pam se quedó sin aliento.<br />
—Lo siento mucho.<br />
—El color se ha desvanecido, pero las flores eran de un hermoso color azul<br />
lavanda. —Se detuvo a su lado—. El mismo color de tus ojos.<br />
Ella hizo una mueca.<br />
—¿Te recuerdo la perdida de tu hija?<br />
—Tú me recuerdas a los días más alegres de mi vida.<br />
Sus ojos se abrieron.<br />
—¿Puedes... hablarme de ella? ¿Cuál era su nombre?<br />
—Anya. —Tocó la cubierta de cristal de la caja, trazando el contorno de los<br />
tallos y las flores—. Ella era brillante y hermosa. Rubia con ojos azules.<br />
—Como tú —susurró Pam.<br />
Él asintió.<br />
—Fue asesinada. Junto con mi esposa.<br />
Pam jadeó y le tocó el brazo.<br />
—Lo siento mucho.<br />
Con una mueca, él dio un paso atrás.<br />
—No gastes ninguna simpatía por mi esposa. Invitó a los vampiros a entrar.<br />
Ella quería que ellos la transformaran, para así poder mantenerse joven y bella por<br />
todos los tiempos. —Se apartó de la cara sorprendida de Pam y se paseó por la<br />
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habitación—. Cuando los vampiros invadieron nuestra casa, ellos me atacaron y<br />
me ataron. Yo era un mortal contra diez vampiros. No podía derrotarlos.<br />
—Por supuesto que no.<br />
Giró su pelo, envolviéndolo alrededor de su puño.<br />
—No pude proteger a mi hija. Se alimentaron de ella, la drenaron hasta<br />
dejarla seca. Sólo tenía seis años.<br />
Pam se acercó a él, con los ojos brillantes por las lágrimas de color rosa.<br />
—Lo siento mucho.<br />
—Mi esposa había hecho un trato con ellos. Sacrificó a nuestra hija, una niña<br />
inocente, a cambio de la vida eterna. Pero los vampiros la traicionaron y se rieron<br />
sobre su cadáver. Entonces me dijeron que disfrutara de mi dolor por el resto de<br />
mi miserable vida.<br />
Pam negó con la cabeza.<br />
—No sé cómo una madre puede hacer eso.<br />
Suspiró.<br />
46<br />
—Me culpé a mí mismo durante siglos. Debería haber visto el mal en ella.<br />
Debería haber llevado a mi hija a un lugar seguro.<br />
—No debes culparte a ti mismo.<br />
Sonrió tristemente hacia ella.<br />
—¿Cómo tú? Te has estado echando la culpa por los errores del pasado.<br />
Ella asintió con una mirada de resignación.<br />
—Entonces, ¿qué pasó?<br />
—Pasé tres años cazando a los vampiros, pero con el tiempo me di cuenta de<br />
que no podía competir con ellos como mortal.<br />
Pam hizo una mueca.<br />
—¿Así que te convertiste en una de las criaturas que odiabas?<br />
—Era la única manera de vengar a mi hija.<br />
Sus ojos brillaban con lágrimas.<br />
—La amabas mucho.
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
—No llores. —Le tocó la mejilla—. Fue hace mucho tiempo. Y me las he<br />
arreglado para matar a un montón de vampiros malos en los últimos seiscientos<br />
años. Eso es algo bueno, ¿no?<br />
—Sí. —Sus ojos llenos de lágrimas le miraban con ternura. —Eres un buen<br />
hombre, Mikhail.<br />
Su boca se torció.<br />
—Pensé que era una bestia enorme.<br />
—No. Eres... encantador. —Una lágrima rodó por su mejilla, y él la atrapó<br />
con su pulgar.<br />
—Pam. —Se inclinó hacia delante y presionó sus labios contra los suyos. Ella<br />
suspiró dulcemente contra él, una señal de rendición, así que él la tomó en sus<br />
brazos y la besó plenamente. Para cuando hubo terminado, ella estaba aferraba a él<br />
y sin aliento.<br />
—Mikhail —susurró ella, apoyada en su pecho.<br />
Él pasó una mano bajando por su espalda. Ninguna ropa interior que pudiera<br />
sentir. ¿Estaba desnuda debajo de su ropa de dormir? Su ingle se sacudió.<br />
—Pam, te deseo.<br />
Con un suspiro, ella dio un paso atrás.<br />
—¿En serio? ¿Te... te refieres a, esta noche?<br />
—Sí. Tenemos menos de treinta minutos, pero. . .<br />
—Oh, eso está bien. —Ella hizo un gesto con la mano—. Diez minutos es<br />
generalmente suficiente para mí.<br />
—¿Diez? —Diez horas apenas podían bastar. No cuando él la había deseado<br />
durante casi doscientos años.<br />
—Sí. —Se llevó una mano al pecho y se sonrojó—. Me atrevería a decir que<br />
esto es bastante emocionante.<br />
Su visión se volvió de color rosa.<br />
—Realmente no hemos comenzado aún, pero aprecio el entusiasmo.<br />
Sus ojos se ensancharon ante la visión de sus ojos, ahora de color rojo y<br />
brillantes.<br />
—Santo cielos. —Ella miró a su alrededor—. ¿Te importa si me pongo<br />
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cómoda en tu cama?<br />
Su ingle se endureció.<br />
—Se mi invitada.<br />
—Gracias. ¿Y podrías retirarte a otra habitación, tal vez arriba?<br />
—¿Perdón?<br />
—Prefiero estar sola.<br />
Su visión estalló de vuelta a la normalidad.<br />
—¿Qué?<br />
Ella hizo una mueca.<br />
—Supongo que tendré que explicártelo. Verás, yo... —Ella se sonrojó—. Esto<br />
es bastante embarazoso, pero no me gusta que nadie me vea cuando alcanzo ese...<br />
determinado momento. Tengo una desafortunada tendencia a retorcerme.<br />
Reprimió una sonrisa.<br />
—¿Tú... te retuerces?<br />
48<br />
—Del modo más indecoroso. —Ella agachó la cabeza, su rubor<br />
profundizándose.<br />
—Quiero ver eso.<br />
Ella jadeó.<br />
—¡No! ¡Por supuesto que no! ¡El hecho de que vayamos a tener sexo, no<br />
significa que puedes invadir mi privacidad!<br />
—¿Qué? —¿Ella quería tener relaciones sexuales en dos habitaciones<br />
diferentes? Oh, infiernos no. Él le dirigió una mirada incrédula—. ¿Estás hablando<br />
de sexo vampiro?<br />
Ella resopló.<br />
—Por supuesto. Somos vampiros, ¿no?<br />
—Somos un hombre y una mujer.<br />
—Obviamente. —Ella agitó una mano desdeñosa—. Pero seguramente estás<br />
de acuerdo con que el sexo vampiro es la única digna manera...<br />
—Al infierno con la dignidad. Te quiero desnuda. Conmigo.
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Con un suspiro, dio un paso atrás.<br />
—Pero... pero el sexo mortal es tan... tan...<br />
—¿Barbárico?<br />
—Invasivo. —Ella retrocedió un paso—. Tu... esperarías tocarme.<br />
—Eso sólo es el comienzo. —Dio un paso hacia ella—. Tengo la intención de<br />
acariciarte y besarte y probarte entera. Quiero oírte gemir y gritar. Quiero ver tu<br />
cara cuando alcances el clímax. —Su boca se curvó hacia arriba—. Y quiero verte<br />
agitarte condenadamente bien.<br />
—Dios del cielo —susurró.<br />
La tomó en sus brazos y la besó en la frente.<br />
—Déjame hacerte el amor.<br />
—Esto es mucho más de lo que esperaba. —Ella extendió sus manos sobre su<br />
pecho—. Sería tan... vulnerable.<br />
—No más que yo.<br />
Ella lo miró con asombro.<br />
—Eres tan feroz. ¿Cómo podría hacerte vulnerable?<br />
—Pam, tienes mi corazón.<br />
Ella le tocó la mejilla.<br />
—Oh, Mikhail.<br />
—¿Eso es un sí?<br />
Cuando ella asintió, él la levantó en sus brazos y la llevó a su cama.<br />
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Capítulo 6<br />
—No he hecho esto en años —susurró Pamela, cuando él desató la banda de<br />
su sedoso envoltorio.<br />
—Para mí también ha pasado un tiempo. —Mikhail desató la bata para<br />
revelar el simple camisón que ella había llevado debajo—. Puedo ver a través de<br />
eso. —Él acarició sus dedos sobre un pezón.<br />
Ella jadeó, y se le puso la piel de gallina debajo de la tela transparente.<br />
Su boca se curvó.<br />
—Mujer traviesa, creo que viniste aquí para seducirme.<br />
Ella lo hizo, pero con sexo vampírico en mente. Estaba consiguiendo más con<br />
lo que negociar. Su respiración se quedó atrapada cuando él desabotonó su<br />
camisón con velocidad vampírica.<br />
—Desearía poder pasar horas con esto, pero estamos cortos de tiempo. —Él la<br />
levantó a una posición sentada.<br />
50<br />
—Lo comprendo. —Incluso así, se sentía extremadamente auto consciente<br />
cuando él deslizó su bata y el camisón fuera de sus hombros. Fue muy cuidadoso<br />
con su brazo herido, pero difícilmente lo registró. Ella solo podía pensar que sus<br />
pechos desnudos estaban ahora expuestos a sus ojos rojos y brillantes. Nadie la<br />
había visto desnuda después de su último marido hacía doscientos años.<br />
Y nadie había confesado quererla, tampoco, en todo ese tiempo.<br />
—V... vi cómo te sentías cuando nuestras mentes estuvieron conectadas. —¿Él<br />
diría las palabras en voz alta? Ella sentiría mucho más alivio si lo hiciera.<br />
Él no dijo nada, solo la empujó de espaldas en la cama y descendió sus ropas<br />
por su caderas y piernas.<br />
Ella cubrió sus ojos, imaginando su brillante mirada examinando cada<br />
pulgada de su cuerpo. ¿Qué haría a continuación? ¿La invadiría sin advertencia,<br />
como había hecho Max? Y después de unas pocas incómodas embestidas, se<br />
acabaría todo.<br />
Por primera vez, se preguntó si su último marido había sido un amante<br />
egoísta. Había sido completamente inocente en la boda, así que no tenía con quién<br />
compararle. Solo sabía que en los recientes años, había disfrutado del sexo<br />
vampírico más que cualquier cosa que él hubiera hecho.
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
—¿Pam?<br />
Ella echó un vistazo entre sus dedos y encontró a Mikhail estirado a su lado,<br />
estudiando su cara.<br />
Su mejilla con hoyuelos.<br />
—¿Por qué te estás escondiendo? ¿No sabes lo maravillosa que eres?<br />
Ella descendió sus manos.<br />
—Me siento muy expuesta.<br />
—Lo estás. —Él apartó su pelo desde su frente—. Y te amo más que nunca.<br />
Su corazón aceleró.<br />
—Oh, Mikhail. —Ella tocó su cara, y el rubio pelo de la barba cosquilleó en<br />
sus dedos—. Nunca supe que te sintieras de esa manera. ¿Por qué lo mantuviste en<br />
secreto?<br />
—Eres demasiado maravillosa, asumí que eras egoísta y superficial como mi<br />
última esposa. —Él hizo una mueca—. Deberías darme una bofetada por ser tonto.<br />
Perdí mucho tiempo cuando podía haberte amado.<br />
Ella trazó la línea de su fuerte mandíbula, luego acarició con un dedo sus<br />
labios maravillosamente esculpidos.<br />
—Aún podemos tener siglos juntos.<br />
El rojo en sus ojos se oscureció.<br />
—Bueno. Por una vez te he reclamado, no me rendiré.<br />
Su corazón se sentía como si explotara con el anhelo.<br />
—Mikhail. —Ella abrazó con los brazos su cuello.<br />
Él la besó tiernamente y completamente hasta que ella se relajó cómodamente<br />
con él, caliente y maleable. Luego sus manos comenzaron a deambular. Y su boca.<br />
El cómodo sentimiento rápidamente llameó en una fiera pasión que chisporroteó a<br />
través de sus venas, poniéndola más caliente y frenética.<br />
Él mantuvo su palabra, besando y saboreándola por completo. Ella gimió<br />
cuando él succionó sus pechos, jadeó cuando sus dedos descubrieron la humedad<br />
caliente entre sus piernas.<br />
Él hizo cosas con sus dedos que nunca había imaginado. ella fue lanzada y ni<br />
siquiera le importó. Y cuando él metió su cabeza entre sus piernas, gritó por la<br />
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sorpresa. ¡Qué bárbaro! Cuan... maravillosamente salvaje. Se retorció debajo de él<br />
hasta que se hizo añicos con el clímax más fuerte que había experimentado nunca.<br />
Aún estaba pulsando con las réplicas cuando sintió el primer tirón del sueño<br />
mortal. El sol estaba saliendo, y se estaban quedando sin tiempo.<br />
—Mikhail— jadeó ella, alcanzándole. Él había pasado todo su tiempo<br />
dándola placer. ¿Cómo podía no amar a semejante hombre preciado?<br />
—Maldito sol. —Él se quitó los pantalones y se situó entre sus piernas.<br />
Ella jadeó. Era enorme. Pero incluso tan fiero y poderoso como era, no podía<br />
evitar que el sol saliera. Otro tirón del sueño mortal tiró de ella.<br />
Él colapsó a su lado y la empujó a sus brazos, su erección presionaba contra<br />
su estómago.<br />
—Mañana, serás mía.<br />
Un afilado dolor apretaba su pecho cuando el sueño mortal la reclamó.<br />
Mañana, pensó ella, cuando cayó en la oscuridad.<br />
52<br />
Ambos se despertaron de una sacudida al mismo tiempo.<br />
Pam miró su cara, solo a unas pulgadas de distancia, y la enormidad de sus<br />
acciones la robaron la respiración. Se había entregado a un hombre que<br />
difícilmente conocía. Cierto, el sexo había estado más allá de sus imaginaciones<br />
más salvajes, pero había hecho más que tener sexo. Le había dado su corazón.<br />
Su boca se curvó cuando sus ojos se volvieron rojos.<br />
—¿Deberíamos continuar dónde lo dejamos?<br />
Con un jadeo, ella sintió la madurez hinchándose contra su vientre.<br />
—Y... yo debería comer primero. Tengo un poco de hambre cuando me<br />
despierto.<br />
—Entonces muérdeme. —Él empujó su pelo sobre un hombro para exponer<br />
su cuello.<br />
Ella tragó. Nunca antes había mordido a un vampiro. Ni siquiera a su último<br />
marido. Y Mikhail tenía seiscientos años. Sin duda su sangre sería extremadamente<br />
rica y poderosa. Era sorprendente que él si quiera se la ofreciera.<br />
Qué hombre dulce y generoso era. Sin sorprenderse había caído enamorada
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de él muy rápidamente. Aun así, era aterrador pensar en cuan vulnerable era<br />
ahora.<br />
—¿N... no tienes algunas botellas en tu nevera?<br />
—Sí. —Él le hizo cosquillas en los pechos con la punta de su pelo—. Pero<br />
quiero mantenerte en la cama toda la noche.<br />
—¿No tenemos una misión a la que ir?<br />
—Nos tomaremos la noche libre. —Él besó su boca, luego dejó besos por su<br />
cuello hacia sus pechos.<br />
Ella tembló cuando él tiró de un pezón a su boca. ¿Cómo podía resistirse a<br />
semejante hombre? Pero si la reclamaba, nunca la dejaría ir. Él lo había dicho para<br />
sí mismo.<br />
Un escalofrío de pánico se escabulló a través de ella. ¿Estaba lista para esto?<br />
Mikhail podría haber esperado doscientos años para esto, pero para ella, solo<br />
habían sido unas pocas noches.<br />
—Y... yo debería ir a casa para... ducharme.<br />
—Aún es de día allí. —Él cambió al otro pecho.<br />
Oh, hermano. Tenía razón. Pasarían unas pocas horas antes de que pudiera<br />
teletransportarse a Londres.<br />
—Debería haber traído mi vestuario conmigo.<br />
—Le falta una manga. —Él mordisqueó un camino hacia su ombligo.<br />
Ella se estremeció.<br />
—Tengo un repuesto.<br />
Él levantó su cabeza.<br />
—¿Un qué?<br />
—Un traje de repuesto. Y otra caja de estrellas ninja. —Ella jadeó cuando el<br />
doloroso hambre apretó su estómago.<br />
—Aquí. —Él ofreció su muñeca.<br />
—No. —Ella sacudió su cabeza—. No quiero debilitarte antes de nuestra<br />
misión.<br />
—No hay misión.<br />
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—¿Quieres decir que terminaste destruyendo el círculo de humanos<br />
traficantes la pasada noche?<br />
—No, quiero decir que no harás más misiones.<br />
—¿Qué? —Otro doloroso hambre se apoderó de ella.<br />
—Espera. —Él saltó fuera de la cama, y volvió unos pocos segundos después<br />
con una botella de Blardonnay y dos vasos. Él llenó un vaso y se lo entregó a ella.<br />
Ella lo tragó rápido.<br />
—¿Mejor? —Él rellenó su vaso.<br />
Ella asintió y bebió algo más. Cuando el dolor se sosegó, dejó su mirada<br />
deambulando sobre él. Había estado demasiado abrumada por la pasión de la<br />
noche antes de conseguir una buena mirada de él. Él era maravilloso, dorado y<br />
musculoso. Bebía de su vaso, su cabeza inclinada hacia atrás, su largo pelo suelto<br />
por su espalda.<br />
Golpeó una mano en su pelo, y una ola de deseo barrió sobre ella. Sería muy<br />
fácil, tan tentador caer de vuelta contra las almohadas y dejarle hacerla el amor.<br />
Pero él había dicho que no iría a más misiones.<br />
54<br />
Dejó su vaso vacío en la mesilla de noche, luego la alcanzó.<br />
—¿Dónde estábamos?<br />
—Tengo miedo de que tengamos una pelea.<br />
Su boca se retorció.<br />
—Creía que íbamos hacer el amor. —Él se inclinó hacia ella para besarla.<br />
Ella le detuvo con una palma contra su pecho.<br />
—Dijiste que no podía ir a más misiones.<br />
—Pam. —Él acarició su pelo sobre sus hombros—. No estás lo<br />
suficientemente entrenada para la batalla.<br />
—Estoy en desacuerdo. Estudié esgrima en la primera academia de Londres.<br />
Y tomé clases tres noches a la semana en artes marciales...<br />
—No estás lista. Fuiste herida la pasada noche. —Su mano rozó su vendaje—.<br />
No hay necesidad de que te arriesgues.<br />
Ella retrocedió.
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
—Hay necesidad. Te lo expliqué antes. Creía que lo comprendías.<br />
—Lo comprendo. Quieres probarte que no abandonarías a tus amigos. Lo<br />
hiciste. Nos mostraste cuan valiente eres.<br />
—¡Una vez no es suficiente! No intento huir de vuelta a mi salita y a mi<br />
pañuelo bordado durante otros cien años. Esta es la nueva yo... ¡VampWoman!<br />
Su mandíbula se movió.<br />
—La nueva que terminará siendo asesinada.<br />
—No lo haré. Las otras mujeres luchan el mal, yo también puedo. Jack deja<br />
que Lara ayude. Olivia asiste a Robby. Y Emma hace cosas, también.<br />
—Lara era oficial de policía; Olivia estaba con el FBI; y Emma estaba con la<br />
CIA. Tienen años de entrenamiento. Si quieres ir a lo seguro, te unirás a MacKay<br />
S&I y conseguirás el entrenamiento que necesitas. Pero incluso entonces, si no estás<br />
lista para la batalla, no se te permitirá luchar. Sé de hecho que Lara y Olivia no<br />
enfrentan batallas de vampiros. Trabajan más en el área de la investigación.<br />
Con un suspiro, Pam alcanzó su bata.<br />
—Solicité la admisión en MacKay S&I. Hace seis meses. Me rechazaron.<br />
Mikhail se sentó otra vez.<br />
—No lo sabía.<br />
Ella se puso la bata.<br />
—Fue cuando decidí ser una agente libre y encargarme de mi propio<br />
entrenamiento. Supuse que si no me dejabais luchar con vosotros, tendría que ir<br />
sola.<br />
—¿Qué? —Él agarró su brazo—. ¿Eres una suicida?<br />
—Estoy determinada.<br />
Su agarre se tensó.<br />
—No lo permitiré.<br />
Ella se alejó de él.<br />
—¡No eres mi dueño!<br />
—No, no lo soy. —Él apretó sus dientes—. Pero no puedo soportar que seas<br />
herida. La última vez que perdí a alguien que amaba, casi me mató.<br />
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Las lágrimas nublaron su visión.<br />
—Realmente lamento lo de tu hija, pero no puedo abandonar mi sueño y no<br />
hacer nada el resto de mi vida. Creía que comprendías cuán importante es esto<br />
para mí.<br />
—Creía que tú comprendías cuán importante eres para mí. Tienes mi<br />
corazón.<br />
—¡Yo no lo pedí! —Ella se dobló de dolor. Oh Dios, no debería haber soltado<br />
eso. Él instantáneamente se había encogido y la dejó ir.<br />
Salió de la cama, su cara dura y sus ojos fríos.<br />
—Mis disculpas por agobiarte con algo que no quieres.<br />
Él caminó hacia el cuarto de baño y cerró la puerta.<br />
Su pecho se apretó con un repentino dolor. ¿Qué había hecho? No había<br />
querido hacerle daño. Solo quería ir a las misiones con él. Quería probarse lo fuerte<br />
y valiente que era. ¿Qué estaba mal con eso?<br />
En su lugar, se había probado que era una terrible idiota.<br />
56<br />
Las lágrimas descendieron por sus mejillas. ¿Qué debería hacer? ¿Disculparse<br />
y decirle que le amaba? ¿Lo hacía?<br />
Oh, Dios, sí. Debía amarle para que esto doliera tan horriblemente.<br />
Se deslizó fuera de la cama, lista para correr hacia el cuarto de baño y<br />
confesar su amor. ¿Pero luego qué? ¿Esperaría abandonar sus planes?<br />
Deambuló hacia el cuarto de baño y llamó a la puerta.<br />
Sin respuesta.<br />
—¿Mikhail? —Llamó otra vez—. ¿Podemos... hablar?<br />
Sin respuesta.<br />
Abrió la puerta, y la habitación estaba vacía. Debía haberse puesto algunas<br />
ropas y se teletransportó lejos. Probablemente a la casa de Zoltan, preparándose<br />
para la siguiente misión.<br />
Estuvo tentada de seguirle, pero ¿cómo podía presentarse allí, llevando nada<br />
excepto una delgada bata? Además, no sabía qué decir. Él probablemente no daría<br />
marcha atrás, y ella no quería abandonar su sueño. Estaban en un punto muerto, y<br />
no sabía cómo arreglarlo.
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Todo lo que sabía era que le amaba. Quería una eternidad con él.<br />
Pero podría haberlo descubierto demasiado tarde.<br />
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Una semana más tarde...<br />
Capítulo 7<br />
—Toma asiento. —Angus MacKay hizo señas hacia un sillón en la sala de su<br />
casa londinense.<br />
—Gracias. —Pamela se sentó y acuñó su pequeño bolso en la silla de al lado<br />
suyo. Después de recibir una breve llamada telefónica y la invitación de la esposa<br />
de Angus veinte minutos antes, se había vestido rápidamente con un traje<br />
moderno, de aspecto profesional diseñado por Jean-Luc Echarpe. No estaba segura<br />
de lo que querían Angus y Emma, pero como eran los dueños de Seguridad e<br />
Investigación MacKay, y él era Maestro del Aquelarre de las Islas Británicas, quería<br />
verse lo mejor posible.<br />
Angus se paseó por la sala, su falda escocesa azul y verde a cuadros silbando<br />
entre sus rodillas.<br />
—He oído que ha estado ocupada en los últimos tiempos, ayudando a los<br />
muchachos en Albania.<br />
58<br />
—Sí. —Así que este era el propósito de su repentina invitación. Los hombres<br />
tenían que haberse quejado por su interferencia en su misión, y Angus iba a<br />
reprenderla por ello.<br />
Estrujó sus manos. ¿Estaba Mikhail detrás de esto? ¿Era así como pretendía<br />
mantenerla a salvo en su casa y desesperadamente aburrida durante los próximos<br />
siglos?<br />
Angus dejó de pasearse y frunció el ceño.<br />
—Escuché que fue herida en la batalla. ¿Está bien en este momento?<br />
—Estoy bien. Gracias. —Pamela se removió en su silla—. ¿Cómo están usted<br />
y Emma?<br />
—Estamos muy bien. —Emma entró en la habitación con una bandeja—. ¿Te<br />
gustaría una taza caliente de Chocoblood?<br />
Pamela asintió.<br />
—Sería maravilloso. Gracias.<br />
Mientras Emma servía dos tazas de una tetera, Angus se sirvió un vaso de<br />
Blissky en la barra lateral.
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
—Aquí tienes. —Emma le pasó una taza y se sentó junto a ella en el sofá—<br />
. Estoy segura de que te estás preguntando por qué te invitamos aquí.<br />
—Sí. —Pamela bebió un poco de Chocoblood, a continuación, dejó su taza<br />
antes de que sus manos temblorosas pudieran traicionarla.<br />
Angus golpeó su vaso de Blissky en la mesa de café, luego se sentó al lado de<br />
su esposa.<br />
—Hemos recibido un informe detallado sobre sus recientes actividades. —Él<br />
arqueó una ceja—. VampWoman, ¿se llama así a usted misma?<br />
—Sí. —El calor invadió sus mejillas. Había pensado que su idea era excelente<br />
durante los últimos seis meses, pero ahora temía que los otros la vieran como una<br />
broma irresponsable. Se armó de valor para la regañina antes de que comenzara.<br />
—Me temo que hemos cometido un error al no contratarte antes —dijo Emma<br />
con una sonrisa de disculpa—. No nos dimos cuenta de lo decidida que eres.<br />
Pamela parpadeó. ¿No estaba en problemas?<br />
Angus se inclinó hacia delante, con los codos apoyados en las rodillas.<br />
—Nos gustaría contratarla ahora si sigue interesada.<br />
Su boca se abrió.<br />
—Por supuesto, no pensamos que esté adecuadamente entrenada para la<br />
batalla —continuó Angus.<br />
—Pero vamos a entrenarte —agregó Emma—. Vigorosamente. ¿Estás<br />
preparada para eso?<br />
Pamela cerró su boca y asintió. Su pulso se aceleró. ¡Iba a trabajar para<br />
MacKay S&I!<br />
Emma tomó un sorbo de su taza de Chocoblood.<br />
—Trabajaste como camarera en el club Vanda en Nueva York, ¿correcto?<br />
—Sí.<br />
—¿Cómo estáis con el espionaje? —preguntó Angus.<br />
El corazón de Pamela dio un vuelco, pero se enderezó.<br />
—¿Qué tan pronto puedo empezar?<br />
Angus se rió entre dientes.<br />
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<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
—Voy a explicaros el plan primero. Los Malcontents se encuentran<br />
desordenados, con Casimir y Corky desaparecidos. Ningún líder claro ha surgido,<br />
y la información es escasa. Sabemos de un club nocturno en Moscú que les gusta<br />
frecuentar, así que hay una buena posibilidad de que podamos obtener<br />
información valiosa allí.<br />
Pamela asintió. ¡Cielo santo! ¿Esperaban que ella trabajara en Moscú?<br />
—Es un lugar trágico. —Emma hizo una mueca—. Los mortales que van allí<br />
son cautivados hasta el punto en que disfrutan siendo el alimento<br />
sucesivamente. Finalmente, se les acaba la sangre y los echan a un lado como<br />
envases de leche vacíos. Y, lamentablemente, hay más mortales listos para ocupar<br />
sus lugares. Tendrías que ser testigo de eso, pero no hacer nada para ayudarlos o<br />
tu cubierta quedaría destruida. Entonces, estarías metida en serios problemas.<br />
Pamela tragó saliva.<br />
—Entiendo.<br />
—Trabajaríais en el bar, sirviendo a los mortales y escuchando a los<br />
Malcontents —dijo Angus.<br />
Pamela se desplomó. Esto no iba a funcionar.<br />
60<br />
—Me temo que no puedo ayudaros. No sé nada de ruso.<br />
—Es por eso que eres perfecta para el trabajo. —Emma le dirigió una sonrisa<br />
alentadora—. Los Malcontents se sentirán libres de discutir sus asuntos delante de<br />
ti.<br />
—Lo más probable es que os prueben para asegurarse de no los entendéis —<br />
le advirtió Angus—. Podrían deciros algunas cosas muy desagradables si ven que<br />
reaccionáis.<br />
—Simplemente ignóralos y sigue con tu trabajo sirviendo a los mortales —<br />
dijo Emma—. Vas a estar cableada, así que tus conversaciones serán escuchadas<br />
por nuestro agente ruso.<br />
El corazón de Pamela dio un vuelco.<br />
—¿Quieres decir... Mikhail?<br />
—Sí —respondió Angus—. Él será vuestra pareja.<br />
Ella negó con la cabeza.<br />
—Él nunca estará de acuerdo con eso. No quiere que haga algo peligroso.
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
—Querida. —Emma se acercó y le tocó el brazo—. Esto fue idea de<br />
Mikhail. Él fue quien nos convenció para contratarte.<br />
Pamela se echó hacia atrás, aturdida. ¿Mikhail estaba detrás de esto?<br />
—Va a estar escuchando mientras estás en el trabajo —agregó Emma—. Si<br />
hay una situación de emergencia, puede teletransportarse contigo al instante.<br />
Angus se puso de pie.<br />
—¿Qué decís, muchacha? ¿Queréis el trabajo?<br />
—Yo... —El corazón le retumbaba en los oídos. ¿Un trabajo con<br />
Mikhail? ¿Noche tras noche?<br />
—¿Tal vez te gustaría discutir el asunto con él primero? —preguntó Emma.<br />
—¡Mikhail! —gritó Angus.<br />
Pamela se quedó sin aliento. ¿Él estaba aquí? Echó un vistazo hacia la entrada<br />
de la sala cuando su gran cuerpo llenó la puerta abierta.<br />
Su corazón se apretó con anhelo. ¿Cuántas lágrimas había derramado la<br />
última semana, creyendo que lo había perdido para siempre? Incluso ahora, con<br />
los ojos llenos de lágrimas, ella los apretó y los cerró. Este no era momento para<br />
venirse abajo. Necesitaba mostrarle a Angus y a Emma lo fuerte que podía ser.<br />
Tomando una respiración profunda, abrió los ojos y se levantó sobre sus<br />
pies. Mikhail entró en la habitación, con los ojos fijos en ella con una intensidad<br />
que hizo que se le erizara la piel de gallina.<br />
Emma agarró el brazo de su marido y tiró de él hacia la entrada.<br />
—Tenemos que darles un poco de intimidad.<br />
—Están mirándose el uno al otro algo fieramente —susurró Angus.<br />
—Shh. —Emma lo condujo por la puerta y la cerró.<br />
Pamela respiró temblorosamente. Durante la semana pasada, había previsto<br />
reunirse con Mikhail muchas veces. A veces, se había imaginado a sí misma<br />
quejándose con él y tomando una postura firme. Otras veces, le confesaría su amor<br />
y se lanzaría a sus brazos. Pero con demasiada frecuencia, se había echado a llorar<br />
por temor a que él nunca quisiera volver a verla.<br />
Ahora había llegado el momento. Él estaba aquí, y no sabía qué decir.<br />
Se detuvo a unos tres metros de distancia.<br />
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—Te ves delgada. Y pálida.<br />
Ella parpadeó para alejar las lágrimas en sus ojos. Querido Mikhail. Sin falsa<br />
adulación, sólo la cruda verdad. Era una de las muchas cosas que le gustaban de<br />
él. Estaba más delgado, también. Sus pómulos y la línea de su mandíbula eran más<br />
nítidos, y sus ojos tenían una mirada atormentada en ellos.<br />
—No me di cuenta de que estabas en Londres.<br />
—Llegué hace una hora para presentarle el plan a Angus. ¿Él te habló de él?<br />
Ella asintió.<br />
—Dijo que nosotros seríamos... socios en los negocios.<br />
Su boca se apretó.<br />
—Ese sería un buen comienzo.<br />
¿Un comienzo para qué?<br />
—Supongo que podrías necesitar vivir más cerca del bar donde voy a estar<br />
trabajando.<br />
62<br />
—Tengo una casa en Moscú. Eres bienvenida a vivir allí. —Una mirada de<br />
dolor cruzó sus ojos—. Hay un dormitorio de repuesto.<br />
Ella hizo una mueca para sus adentros.<br />
—¿Entonces esta es una... propuesta de negocios?<br />
—Sí.<br />
Sacudió la cabeza, confundida.<br />
—No sé por qué estás haciendo esto. Has dejado claro que no querías que yo<br />
hiciera nada peligroso, pero ahora has…<br />
—¿No sabes por qué? —Dio un paso hacia ella—. ¿No es obvio? Estoy<br />
tratando desesperadamente de traerte de vuelta a mi vida. Estoy tan desesperado<br />
que estoy dispuesto a ponerte en una situación peligrosa que va a provocarme un<br />
infarto cada noche. Y estoy dispuesto a soportar la tortura sólo por que estarás<br />
cerca de mí.<br />
Su corazón se hinchó.<br />
—Mikhail…<br />
—Sé que te apresuré. He estado enamorado de ti desde hace casi doscientos
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
años, pero era nuevo para ti. Debería haberte cortejado, esperado. —Cortó el aire<br />
con furia con su mano—. Esperaré por ti. No importa el tiempo que sea necesario.<br />
—Mikhail. —Las lágrimas corrían por sus mejillas—. La espera ha<br />
terminado. Te amo.<br />
Sus ojos se ampliaron, entonces la agarró y la atrajo hacia sus brazos.<br />
—Oh, Dios, Pam. Pensé que me odiabas. Pensé que lo había arruinado todo.<br />
—No, yo me equivoqué. —Le tocó la cara—. No fue mi intención hacerte<br />
daño. Lo siento.<br />
Secó las lágrimas de sus mejillas.<br />
—Te amo tanto. Nunca debí dejarte ir.<br />
—Está bien. —Ella envolvió sus brazos alrededor de su cuello—. No me di<br />
cuenta de lo mucho que te amaba hasta que te había perdido.<br />
La besó en la frente.<br />
—No podemos dejar que los Malcontents sepan que estás<br />
conmigo. Arruinaría tu tapadera. Así que tendremos que mantener nuestro<br />
matrimonio en secreto.<br />
Ella parpadeó.<br />
—¿Matrimonio?<br />
Él hizo una mueca.<br />
—Sigo yendo demasiado rápido. No te preocupes. Lo tomaremos con más<br />
calma esta vez.<br />
Ella negó con la cabeza, sonriendo.<br />
—Te daré una paliza si me pones en esa habitación de invitados. Puedo<br />
hacerlo, lo sabes. Soy la VampWoman.<br />
Con una carcajada, él la abrazó con fuerza.<br />
—Eres mi mujer.<br />
Fin<br />
Love At Stake #<strong>13.5</strong>
Kerrelyn Sparks<br />
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Sobre la Autora<br />
Kerrelyn Sparks es una escritora estadounidense de romance paranormal y<br />
vampirismo. Su primer libro fue publicado en 2002, titulado: For love or country.<br />
Es también la autora de la serie de libros The love at stake, que incluye los<br />
libros: How to marry with a millionaire vampire(2005), Vamps and the<br />
city(2006), Sugarplums and scandal(2006), Be still my vampire heart(2007),The undead<br />
next door(2008), All i want for christmas is a vampire(2008),Secret life of a vampire(2009)<br />
y Forbidoen nights with a vampire(2009).<br />
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Cada libro de la serie The love at stake se ha convertido en un USA today bestseller,<br />
pero su libro How to marry with a millionaire vampire se convirtió en el libro<br />
debut romance más vendido del 2005, cabe mencionar que Kerrelyn Sparks<br />
asegura haberse sentido nerviosa cuando su libro The undead next door apareció en<br />
la lista de los New York Times best-seller.<br />
Su nuevo proyecto salió a la venta el 9 de marzo de 2010 (en el mercado<br />
estadounidense), llamado The vampire and the virgin<br />
Kerrelyn Sparks, vive en el área de Greater, Houston en Estados Unidos, con<br />
su esposo e hijos.
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
Próximo Libro<br />
Dougal Kincaid tiene algo que demostrar. Después de salir herido en una<br />
batalla con los malcontentos, está listo para el servicio activo: proteger a los<br />
mortales confiados de estos vampiros malvados que quieren gobernar el mundo.<br />
Pero primero tiene que conseguir controlarse a sí mismo... porque sólo ver a una<br />
cierta doctora muy bonita tiene a su mano herida haciendo algunas cosas<br />
peculiares, por no hablar de la sensación chisporroteante que quema a lo largo de<br />
su tatuaje de dragón.<br />
¿Vampiros? ¡¿Vampiros?! Como científica, Leah tiene problemas para creer<br />
que existen estos seres inmortales. Pero ahí están, de pie delante de ella, pidiendo<br />
ayuda en la solución de un rompecabezas genético que puede salvar a la<br />
humanidad. ¡Incluso hay uno con una falda escocesa sexy! Sólo una mirada a los<br />
magnificos ojos verdes de Dougal le acelera el pulso. Pero, ¿puede confiar en él, y<br />
en el deseo abrumador que se niega a ser ignorado?<br />
Love At Stake #<strong>13.5</strong>
Kerrelyn Sparks<br />
<strong>Vampires</strong> Gone Wild<br />
¡Visítanos!<br />
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